Nagano Nagano

Slam · 16 Mayo 2021

Ginko Harutomo

Observó atemorizado y sin poder moverse como Hinata se le venía encima, esos palillos quedaron marcados como a fuego en su frente mientras tragaba saliva, pero no lo golpeó. Suspiró aliviado al saber que se había salvado —Si me lo pides así seré el mejor acupunturista del país— le dijo a su compañera que luego mencionó la diferencia entre su tío y su padre —Lo sé, y que sean tan parecidos por fuera lo hace más aún más extraño para mí...— mencionó mientras dirigía sus ojos a la comida —Y ya que a mí no me van a golpear~— canturreó con los brazos en jarras como si le dijera "ñañaña" a Rei que estaba celoso porque a él lo habían golpeado por mucho menos —...voy a probar algo de esto que nos prepararon que se ve muy bien, aunque extraño un poco cocinar— dijo sirviéndose algo de arroz.

Amelie · 16 Mayo 2021

Castillo
[Ginko; Hinata; Rei; Gon]

Hinata afirmó —No me imagino lo confuso que es ver a tu padre en él, comportándose como un niño — siguió comiendo.

Rei no pudo responder e hizo una mueca de disgusto hacia Ginko para luego patearlo ligeramente —Tienes suerte de que Hinata tenía mas hambre que enojo —mencionó mientras Hinata levantaba mas su tazón para tapar su rostro ruborizado, pues Rei tenía razón.

Así terminaron de comer con calma; para después ser guiados por Gon hacia un salón amplio en la casa feudal, allí los esperaba un hombre ataviado de las mas finas telas, aun así, no era ropaje de un noble, sino de un guerrero samurai.

—Espero se sintieran plenamente atendidos bajo el cuidado de la casa Azai—mencionó aquel hombre.

Gon hizo una reverencia completa —Agradecemos su hospitalidad señor Azai.

—¿Están listos para partir a Shizuoka?—preguntó el señor de Nagano —Mi gente está preparada para partir, mi primo quedará a cargo de la Prefectura mientras yo no estoy.

—Estamos listos señor Takami —mencionó Rei —Nuevamente agradecemos que nos acompañe.

El hombre rio mientras dos sirvientes entraban con su armadura, se la colocaron frente a los presentes con velocidad mientras Takami los observaba —Los Asakura volverán a apoyar a los Minamoto. La nueva era inicia ahora, el comienzo del nuevo Japón. No me perdería esto por nada.

Salieron de la casa feudal y caballos los esperaban, un regalo de la acaudalada familia Azai —Espero los Asakura no hayan olvidado como montar —mencionó Takumi con su rostro oculto bajo su imponente kabuto —Nagano está listo para la guerra.

Rei subió al caballo, algo intimidado por la fuerza que demostraba aquel hombre, que a pesar de parecer un anciano frágil, demostraba el valor y la energía de un joven.

Slam pronto te etiquetaré en Shizuoka, si quieres hacer un post adicional aquí en Nagano puedes hacerlo.

Slam · 17 Mayo 2021

Ginko Harutomo

Luego del desayuno, siguieron a Gon y Ginko fumaba tranquilamente su pipa por el camino, pero la tuvo que apagar rápidamente haciéndose el tonto cuando vio al señor de Nagano. En pocos minutos estuvieron rodeados de la caballería, los soldados, la imponente armadura y toda la parafernalia bélica que era un universo no sólo ajeno sino opuesto a todos los ideales que Harutomo pretendía encarnar —En las cosas que uno se mete cuando está drogado...— resopló de forma perceptible sólo para él e intentó subirse al caballo. Lo hizo, pero del revés y se asomó buscándole a la cabeza —Ah, claro— exclamó entendiendo la situación y girándose para el lado correcto. Estaba listo para la guerra... o algo así.

Amelie · 17 Mayo 2021

Afueras de Nagano
[Ginko; Hinata; Rei; Gon; Ujihisa; Yin; Zeng; Takami]

Avanzaron hasta la salida de Nagano; dónde Zeng, Yin y Ujihisa los esperaban para partir también. Ujihisa sonrió al ver a Hinata con bien mientras ella le dedicó una mueca de desprecio.

—Estamos todos, salgamos de aquí— mencionó Takumi para seguir a Hinata, quien conocía una ruta interesante; tardarían más días en llegar a Shizuoka, pero en el proceso entrenaría un poco sus cuerpos para estar listos para la guerra.

Slam

El rol continúa en Armero errante

Amelie · 24 Febrero 2022

El rol proviene de Niigata

Capítulo XX
長野の地震 Nagano no jishin- Terremoto en Nagano

El camino a Nagano fue irrumpido por el sonido de las aves sobre ustedes; aquello no era normal; los caballos también comenzaron a alebrestarse, algunos no obedecieron a sus monturas y salieron corriendo despavoridos. El pánico comenzó a a azotar en las filas mientras se preguntaban si aquello era...

Todo comenzaba a moverse ligeramente; inició despacio, de un lado a otro, algunos árboles simplemente ondeaban sus hojas; pero después sus troncos comenzaban a tronar y algunos incluso a desquebrajarse. Fue tan rápido que no pudieron hacer demasiado cuando el suelo a sus pies comenzó a abrirse con violencia, no hubo tiempo de estrategias, fue reacción natural el querer alejarse de aquella grieta de suelo blanco; el galope de los caballos continuó acelerándose, y aquellos a pie apenas podían seguir.

Un terremoto era algo aterrador, algo que ninguna fuerza humano podía detener. La naturaleza siempre estaba allí, para recordarle a la humanidad lo insignificantes que eran.

[Toshikage; Kaori; Hinata; Hayato; Yuzuki; Tsubaki; Kirara; Ujihisa; Shinrin]

El amanecer llegaba a Nagano; quedaba ascender la montaña; ya había humo en la montaña.

—Riku y Takano tuvieron razón —mencionó Kirara señalando el humo; se notaba en su semblante tranquilidad.

—En el terremoto perdimos a Takeda, los aliados no creerán nuestra palabra — mencionó Kaori frustrada, pues sus números descendieron.

—Contamos únicamente con la mitad del ejército; no sabemos a cuántos números nos enfrentaremos allá arriba —mencionó Toshikage mirando al humo —Lo sensato es esperar a que los nuestros nos alcancen y así atacar con todas nuestras fuerzas.

—Puede que sea demasiado tarde para entonces — las palabras de un niño como Hayato, sonaban tan crudas detrás del humo.

—¡No podemos dejar a nuestro aliado a su suerte si es que ya estamos tan cerca!—mencionó Kirara con fuerza —Riku está con el resto; sé que idearán algo para llegar a nosotros, mientras tanto, nosotros debemos aguantar posición.

—Permítanme sugerir una estrategia —mencionó Shinrin —Yo puedo entrar allí de manera sigilosa, puedo alertar a nuestros aliados, sé que si ellos saben que los refuerzos vienen... soportarán más tiempo el asedio. La esperanza motiva a los hombres a hacer maravillas.

—Yo podría ir contigo; te mantendré segura, y mi arco puede ser de ayuda —mencionó Hayato

—Pero si esperamos demasiado; tal vez su ánimo merme, pueden caer más rápido si no ven que la ayuda llega. Un ataque directo es más rápido que intentar traspasar una ciudad amurallada —aclaró Kaori

—Señorita Minami —mencionó Hayato — ¿Qué es lo que haría el señor Takano?

#

Caballería 242
Infantería 213
Artillería 91
Emishi 1,801
Herreros 21
Médicos 17

Juniper

Zireael · 24 Febrero 2022

Yuzuki Minami

Se sabía que últimamente nuestra suerte no era envidiable en ningún sentido, Murai había escapado gracias a una niña, luego se había fugado en nuestras narices, nuestro líder había perdido un brazo y uno de nuestros niños se había ofrecido como su reemplazo. Llevábamos una seguidilla de desgracias que ya debía considerarse extraña en sí misma y para variar se les sumó otra cosa.

Empezó con las aves, luego los caballos comenzaron a perder los estribos y lo noté después, en el movimiento gradual que inició bajo nuestros pies, alcanzó los árboles y finalmente azotó con violencia, abriendo el suelo. En una situación como esa solo quedaba buscar resguardo en la dirección que fuese, porque podíamos defendernos con uñas y dientes de un ejército aunque nos superara en número, ¿pero de la naturaleza?

No podíamos hacer más que escapar y rezar que lo lográramos a tiempo.

El desastre nos separó, pero más preocupante que eso era que Takeda y Takano habían quedado con el resto en alguna otra parte de Nagano y no sabíamos si lograrían llegar a tiempo porque al acercarnos a nuestro destino, el humo ya estaba en la montaña. Comprimí los gestos, la sola visión me lanzó el olor a quemado y sangre, fresca y oxidada.

Noté a Kirara señalar la montaña cediéndoles razón a Takano y Riku, mientras escuchaba a los demás hablar caminé hasta el frente para tener una mejor visión de la montaña, del humo. Sabía que los demás llegarían a nosotros sin importar el costo, lo tenía claro, pero sabía que no podíamos solo descansar en esa certeza. Seguía escuchándolos a pesar de que tenía la mirada puesta en la montaña, negué suavemente con la cabeza de vez en cuándo al oír alguna de sus ideas o sentencias. Le estaba dando vueltas a muchísimas cosas a la vez y sin siquiera darme cuenta, bueno, estaba allí con el ceño fruncido como Takano.

La voz del pequeño Hayato atrajo mi atención de repente, sacándome un poco de golpe de mis cavilaciones y tomé muchísimo aire, antes de soltarlo en un suspiro extenso. Su pregunta me tomó con la guardia abajo, habíamos perdido a ambas cabezas del grupo y de alguna manera la iniciativa de Hayato me hizo consciente de lo mismo que había señalado Shinrin cuando cazábamos a Kobayashi.

Me había enviado sin órdenes.

Era una extensión suya.

Y sabía, en el fondo, que ninguno de los dos era inútil como él había dicho en medio de la tensión.

Me acuclillé, las katanas dentro de sus sayas se rozaron acompañando el movimiento y el talismán que Rengo me había dado en Kamakura también. Lo pensé, Dioses, lo pensé muchísimo y cuando me incorporé seguía sin despegar la mirada del humo, allá en la montaña, casi podía ver la mariposa ondeando entre el fuego. Todavía no relajaba los gestos.

Debíamos ganar esto.

No podía quedarme atascada en el niño que no había podido salvar.

No si quería intentar hacer algo por él.

—Lo que sea que decidamos tenemos que hacerlo con la cabeza fría, no podemos comprometer las vidas de nuestros hombres ni las nuestras por meros impulsos… De hacerlo, no serviremos de nada a Nagano —dije por fin, pasé saliva y recorrí la saya del colmillo con la mano derecha—. El ánimo y la esperanza que sepamos brindarles es importante, tropas sin ellas no harán más que condenarse a sí mismas. Tienen que escucharnos incluso si no quieren, no podemos depende de Takeda por siempre.

Giré apenas el rostro, lo suficiente para al menos distinguir las siluetas de algunos con el rabillo del ojo.

—Nos falta la mitad del ejército, nuestro General y nuestro más importante estratega… No tienen por qué saberlo —sentencié cruzando los brazos sobre el pecho—. Debemos jugar como si tuviésemos las mismas piezas, así debamos crearlas de barro. No enviaré a dos de ustedes solos a avisar a nuestros aliados, si es eso lo que quieren, llevar esperanzas y ánimos debemos hacerlo como si tuviéramos los números completos, necesitamos organizar esto de forma distinta y antes de que sea demasiado tarde, justo como dijo Hayato. Fujimi y Kamakura fueron asoladas, tenemos que evitar que Nagano corra el mismo destino, no podemos darnos el lujo de esperar a los demás sin mover un dedo.

empezando la desgracia por todo lo alto

tengo miedo, sí

Amelie · 26 Febrero 2022

[Toshikage; Kaori; Hinata; Hayato; Yuzuki; Tsubaki; Kirara; Ujihisa; Shinrin]

Kirara afirmó ante Yuzuki, le estaba dando la razón, debían avanzar. Kaori y Hayato también parecían coincidir mientras Toshikage, Hinata y Shinrin parecían más preocupados por un ataque tan directo.

Ujihisa se mantenía al margen mientras Tsubaki se unía discretamente; en su rostro se notaba la preocupación al no estar a un lado de Takeda —Prefiero que él no esté aquí; Takeda siempre quiere luchar a un lado siendo que siempre debe mantenerse atrás, es algo que nunca creo que entienda.

—Entonces está decidido— mencionó Kirara para después mirar a Yuzuki — ¿Será que una Minami se convertirá en nuestra General en esta guerra?

Toshikage y Kaori miraron también a Yuzuki —Eres la más cercana a Takeda; seguiremos las órdenes que tu decidas.

Shinrin bajó la mirada, se mantendría al margen y obedecería.

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Caballería 242
Infantería 213
Artillería 91
Emishi 1,801
Herreros 21
Médicos 17

Juniper
Decide si serás general o comandante.
Si decides ser comandante en lugar de general, deberás poner a alguno de los npc de general. Después de tu decisión; te etiquetaré en el tema de la batalla.

Zireael · 26 Febrero 2022

Yuzuki Minami

Sabía que las opiniones estaban divididas y yo misma no sabía con seguridad si la decisión que estaba tomando era una que Takano, como estratega, aprobaría. Sin embargo, ese era el detalle, yo no había sido criada de esa manera y modificar mi forma de hacer las cosas ya me había costado lo suficiente. En este caso particular sabía que habían vidas en juego, vidas de aliados y las de mi propia gente, debía mover las piezas para intentar disminuir el daño hasta que el resto de nuestros hombres llegaran.

Esa era mi función.

—Takeda nunca se va a meter en la cabeza que debe estar detrás de nosotros, sencillamente no es así. Ha madurado en poco tiempo, pero justo ahora podría ser bueno que no esté aquí, sí —respondí al comentario de Tsubaki.

La voz de Kirara me alcanzó, su pregunta me hizo tomar aire con cierta fuerza y luego escuché también a los Asakura, seguía con las manos cruzadas bajo el pecho, incapaz de apartar la mirada de la montaña del todo. Era la más cercana a Takeda en cuanto a alineación se refería, había venido por defecto por mi cercanía con Takano, por lo que habíamos visto en Fujimi y lo de Kobayashi. Éramos hermanos, pero allí estaba su futura esposa, quien era casi mi hermana también.

—Hay mínimo una flor de cada clan aquí. Harima, Minami, Asakura, Fujiwara y nuestro Minamoto pronto debería alcanzarnos... Ya saben lo que corresponde. —Giré el cuerpo en dirección a todos por fin—. Seré su General en esta guerra porque me están confiando esa posición ustedes mismos y cuento con su fuerza, también con la experiencia de cada uno. Tenemos que hacernos una idea de los números, bien podríamos caminar a una trampa en el peor de los casos, para estas alturas lo de Rengo ya debe saberse y cuando vean aparecer a un General que no sea Takeda, bueno, podrían suceder un par de cosas.

Me enjuagué los ojos con cierta brusquedad, suspiré y repasé a todos con la vista.

—Shinrin, si hay algo que quieras decir o hacer todavía es tu momento. Eres mi familia, voy a escucharte. No hay decisiones imposibles de cambiar todavía.

Amelie · 27 Febrero 2022

Amelie · 8 Junio 2022

El rol proviene de la Guerra por Nagano

Capítulo XXII
風花 Kazahana - ráfaga de nieve en un cielo despejado

Las llamas se habían apagado; la ciudad permanecía en absoluta obscuridad, no había luces en los locales ni hogares; no había habitantes en Nagano; eran los gritos de dolor y alguno que otro murmullo los que se hacían presentes en una ciudad recién invadida.

Los civiles estaban en resguardo, tal vez volverían hasta la madrugada; por lo que la ciudad estaba llena de soldados heridos; cuerpos recuperados. Serían Ginko y Gon quienes al buscar ayudar a los heridos, descubrirían la realidad al ver a Yuzuki a un lado de Kirara quién se aferraba a un cuerpo sin vida. Al ver la escena, Gon tomó el hombro de Ginko con fuerza mientras desviaba la mirada al suelo y apretaba su puño restante. Aquel cuerpo sin vida era de Ujihisa.

Las lágrimas de Kirara iban acompañadas de gritos de dolor; gritos que guiaron a Riku y a Shinko, hacia su líder, hacia su familia. Pero no fueron los únicos en acudir, detrás de Ginko y Gon se acercaban los Asakura, quienes quedaron petrificados ante la escena.
Fue Toshikage el primero en reaccionar, acercándose a Kirara para tomarla del hombro, ella levantó la vista y Toshikage asintió; tomando a Ujihisa en sus brazos. Kirara cedió al instante, levantándose a prisa, para después correr a la salida de Nagano, siendo seguida por Shinko y Riku.

Tetsuo se acercó a Yuzuki e hizo una reverencia, después se arrodilló frente a los Asakura.

Yáahl Slam Monpoke

Zireael · 8 Junio 2022

Yuzuki Minami

El fuego había cedido, dejando tras de sí nada más que las cenizas y el dolor, pero si algo me brindaba tranquilidad era que habíamos logrado sacar a los civiles a tiempo, de forma que regresarían a su ciudad, podrían levantarla y lavar el caos a su debido tiempo. Esa era, en realidad, la única calma que lograba alcanzarme en medio de los cuerpos que habíamos perdido.

Cuando recuperamos al escuadrón que había retrocedido con Kirara entendí por qué había quedado inútil, lo entendí con tal claridad que no fui capaz de juzgar su estado, y permanecí a su lado, incapaz de arrancarle el cuerpo de Ujihisa de los brazos. Su llanto, acompañado por sus gritos, rebotaron en mi cuerpo de la misma manera que la victoria.

Me arrodillé a su lado al no poder hacer nada más y pedí en silencio a los Dioses, ya no por Ujihisa, sino por Fujiwara. Me di cuenta que Toshikage que se había acercado, fue el que logró apartar el cuerpo de Ujihisa de los brazos de la líder Fujiwara. Mientras me ponía de pie la vi echar a correr, sabía que no debía decirle a los restos de su familia que fuesen por ella y que tampoco había caso en presionarla.

La victoria nos había costado muchas vidas.

Para ella la suya había costado la de alguien más.

Había enviado a Ujihisa a morir por una flor.

Azai se había acercado, hizo una reverencia hacia mí que reflejé y finalmente se arrodilló frente a los Asakura. Me tomó un momento, pero hice más o menos lo mismo que había hecho cuando tuve que darle la noticia a los Fujiwara de que Murai se nos había escapado en las narices. Me arrodillé junto a Azai, pero llevé la frente al suelo sin decir nada y las lágrimas me ardieron en los ojos por fin, pero conseguí mantenerme centrada.

Era responsable por las piezas que había perdido sobre el tablero.

Slam · 9 Junio 2022

Ginko Harutomo

Gon lo había alcanzado y pudieron observar el estado en que había quedado Nagano luego del ataque, mientras la recorrían en busca de sobrevivientes heridos. Lamentablemente, también había quienes no lograron sobrevivir, entre ellos estaba Ujihisa.

Ginko descendió del caballo incrédulo ante la situación, realmente quería creer que se trataba de una cínica broma, fiel al estilo Harutomo. Pero no era así, las lagrimas de Yuzuki eran reales, lo pudo notar cuando pasó entre medio de ella y Azai para dirigirse hacia el cuerpo de su tío. Al acercarse lo vio, yacía en los brazos de Toshikage, estaba oficialmente muerto y ya no había nada que pudiera hacer. Había visto muchos cadáveres para su corta vida, pero éste era el de su tío, que además se veía tan igual a su padre que lo impresionaba.

—No hay nada que reprocharse, él eligió estar aquí— se dirigió a los que lo habían acompañado en sus últimas horas. A su vez, le solicitó a Toshikage que le dejara un momento para despedirse.

La última vez que había visto a su tío, iba tras la leyenda de Ogen y le había prometido traerle un souvenir, pero al final no pudo cumplir —Nunca me obsequiabas recuerdos de tus viajes, pero me quedaré con lo que me enseñaste— le dedicó unas sencillas, pero sentidas palabras, mientras le cerraba los ojos. No lloraba, en lugar de eso encendió la pipa, recurso que ayudaba a no exteriorizar demasiado el drama. Buscó la ficha de Ujihisa en su lista de pacientes y cambió su estado a "muerto" con una carbonilla, le costó un poco porque el frío le entumecía las manos. Luego buscó entre las pertenencias del finado algún objeto identificatorio y se dirigió a Gon.

—Deberían llevar a cabo un rito funerario según las tradiciones de los Tao, yo iré a darle la noticia a mi padre en persona. Necesitaré un caballo de los Emishi para ello, ¿crees que eso sea posible?—

Obviamente con "buscar un objeto identificatorio" me refiero a algo distintivo de Ujihisa para llevarle al padre de Ginko, pero también de paso quiero saber todo lo que tiene y saquear a mi tío muerto

Monpoke · 9 Junio 2022

Fujiwara no Riku

La pérdida seguida del fracaso, sin éxito o control de lo que sucede a nuestro alrededor.

Una manada acorralada, empujada y siendo reducida a nada. Lentamente, por cada paso, siendo despojados de lo poco que les queda. Lo único que falta por perderse... es la llama de su ojos... pero incluyo eso se está extinguiendo.

Kirara...

Observó a lo lejos, dudando en estirar la mano y consolarla, con miedo e inseguridad. Apretando la mandíbula de frustración por palabras que no surgen. Una palabra, si tan solo, pudiera decir una palabra...

Acompañar con nuestra presencia. Notable y a la vez tan vacía. Su sufrimiento no es solitario.

Esta guerra...

Yo ya no quiero seguir luchando. No si debo ser siendo un espectador al sufrimiento de quién sigo. Siempre faltando o nunca siendo capaz de evitar su dolor.

Ella debe creer, que como continuemos bajo su mando, nos guiará a nuestra muerte. Tal vez... Así sea, pero no voy a aceptar que tal suceso sea su culpa.

Si sucede, sucede. Estoy dispuesto a entregar esta vida de ser necesario por sus elecciones. Pero no sería lo correcto, no traería calma a su alma.

¿Se debe seguir luchando por quienes nos dejaron o proteger lo que nos queda? Prefiero proteger a un signifique correr o arriesgarlo todo.

Retirarnos de esta guerra.

Amelie · 9 Junio 2022

Amelie · 9 Junio 2022

Nagano

Toshikage le dio el espacio a Ginko quién despedía a su tío en brazos; pero para sorpresa de los Asakura, no hubo lágrimas, fue un proceso que el mismo Ujihisa hubiese hecho si los papeles hubiesen sido opuestos; era el tecnicismo clásico de los Harutomo, estaban acostumbrados a ello. Pero Hinata era la que dejaba mostrar sus lágrimas, sin caer en una exhuberante demostración de tristeza. Tanto los Asakura como el mismo Ginko mostraban una formalidad decorosa y elegante.

—Yo puedo ayudarte...—mencionó Oki hacia Ginko. Quien llegaba a la par de Takeda y Takano.

—Y yo me encargaré de los ritos pertinentes—aclaró Takeda junto a Xiao, el masestro de Ginko quien junto sus manos en oración, cerrando los ojos con profunda tristeza; Ujihisa había sido su amigo, perderlo era un golpe profundo.

—¿Quieres compañía de alguno nosotros en este viaje?— preguntó Gon con delicadeza hacia Ginko.

Y mientras esto sucedía; Ginko encontró las pertenencias de su tío; su pipa, tenía el opio que Ginko le había dado recientemente, estaba consumido parcialmente. Se había ido sin dolor gracias a él. También estaba su katana; un juego de diez agujas, un conjunto de medicamentos y un cuaderno tejido; completamente en blanco, aun así, parecía que era abierto constantemente.

—La muerte es parte de la guerra —mencionó Takano —La decisión siempre es nuestra; Ginko lo ha dicho. Siempre hay que cuestionarnos qué es lo que estamos dispuestos a sacrificar por el bien, y aprender a vivir con esas decisiones.

Shinko observó a Kirara, esperando que los mirara y les dijera que todo saldría bien; pero no fue así, todo lo contrario, cayó al suelo en llanto.

—¡El clan necesita un líder más que nunca! ¡Kirara, te necesitamos!— Shinko se sinceró

—No puedo... no más...— las palabras de Kirara, tan bajas que apenas fueron perceptibles.

Shinko miró a Riku, le mantuvo la mirada con decisión; para después avanzar hacia Kirara, colocándose frente a ella.

—Tal vez, no era yo quién debía quedarse atrás—mencionó Shinko esperando una reacción de parte de su hermana.

—...

—Por la tradición del clan Fujiwara. Yo Fujiwara no Shinko te desafío a ti, Fujiwara no Kirara, para tomar el liderazgo del clan.

Kirara no movió un sólo músculo, ni siquiera levantó la vista hacia Shinko.

—Si decides no aceptar el duelo, el comando pasará directamente a mi, segundo al mando del clan Fujiwara por nacimiento—insistió Shinko con fuerza, en su voz no había un atisbo de duda, su convicción estaba forjada.

Kirara esta vez levantó un poco la vista; en su interior sabía que no podía dejarle esa responsabilidad a su hermano menor; pero sus músculos no respondieron.

Shinko suspiró, dio media vuelta mostrando su espalda, acomodando su haori desenvainando su espada frente a él

—Me he convertido en el líder del clan por derecho; con mi espada protegeré a los míos...

—El clan Fujiwara necesita ser fuerte; somos lo que quedamos de él; y es inconcebible que se desmorone por la indecisión. Yo, Fujiwara no Shinko, recuperaré esa fuerza que hizo al clan imparable... lo prometo.

Yáahl
Slam tiraré la lista de movimiento, si sale tu nombre debes tirar un dado de 10 caras.
Monpoke

Zireael · 9 Junio 2022

Yuzuki Minami

Solo cuando escuché a los demás hablando me atreví a levantar la frente del suelo, el movimiento fue lento, pesado en sí mismo, y recuperé la compostura lo más rápido que pude. Sacudí ligeramente la cabeza y tomé aire, ajustándome a la formalidad casi solemne de los Asakura. Takeda había llegado junto a Takano.

Ginko había pedido un caballo para poder llevar la noticia a su padre, como correspondía, si alguno de los Asakura los acompañaba ya quedaba en él, aunque a mí me parecía lo más prudente. Viajar en solitario nunca era recomendable, se era vulnerable y ya habíamos perdido suficiente como para darnos el lujo de que alguien cayera moviéndose de un lugar a otro.

Me incorporé despacio mientras Ginko recuperaba las pertenencias de su tío y las palabras de Takano me hicieron soltar un suspiro resignado. El cuerpo de Ujihisa se unía a los Minami, a ese peso que llevaba sobre los hombros desde hace mucho, y con él pronto nos daríamos cuenta que se sumaría también el de Kirara, que estaba siendo incapaz de posicionarse como líder.

Eran las decisiones con las que deberíamos vivir.

—No es la primera vida que dejamos por el camino —añadí con una calma que no sentía realmente y miré a Takano con el rabillo del ojo. Hablaba por Kenzaburo, por Kobayashi y quizás por el mismo Rengo, al que habíamos perdido en espíritu y no sabíamos de qué otra forma—. Sigo esperando el día que pesen menos, aunque comienzo a habituarme a la idea de que simplemente no cambiará nunca. Que eso significan las decisiones que tomamos.

Inhalé con cierta fuerza antes de soltar un comentario algo más al aire.

—Que alguien acompañe a Ginko de ser posible. —Crucé los brazos bajo el pecho y seguí hablando hacia nadie en particular—. Me disculpo por haber tomado el lugar de Takeda, las circunstancias nos dejaron pocas opciones.

Monpoke · 10 Junio 2022

Fujiwara no Riku

"Por la tradición del clan Fujiwara. Yo Fujiwara no Shinko te desafío a ti, Fujiwara no Kirara, para tomar el liderazgo del clan".

Me vuelvo hacía Shinko, fugaz y alertado por lo que acaba de decir.

Pelear por el puesto de líder. No. Despojarla de sus cargas o... probar que Kirara todavía tenga la voluntad seguir luchando.

La llama se extinguió.

Me he convertido en el líder del clan por derecho; con mi espada protegeré a los míos...

Cedió. Kirara cedió...

Sabe, es conciente, de la responsabilidad que está pasando a su hermano. Y aún así, no protesto. Ya no lo busca proteger, porque no se cree capaz.

Su orgullo fue pisoteado y su terquedad doblegada por las desgracias.

Caigo al suelo y me arrodillo entre los dos, mirando hacia el suelo vacío. Perdido tanto conmigo mismo y el futuro que le espera al Clan.

Podrá ser brillante o obscuro, es inserto. Pero tal no es mí enfoque.

Es Kirara. Tal vez, ya no más como líder. Sino como alguien de esta familia que requiere apoyo.

Y es Shinko, que está tomando está desición con tal de suplantar a su hermana. Liberarla. Pero... ¿La está destruyendo también?

Nos estamos dirigiendo a desmoronarnos. No como clan. Como familia.

"¿Por qué llegamos a esto?". Hablé bajo, más para mí que para alguien más, luego digerir las palabras de Shinko.

Indecisión, dudar, elegir callar... Tal les palabras hablan del tipo de persona que soy. Creer que llegue a borrar tales males de mí persona... Que equivocación.

"¿Por què seguir luchando? ¿Por qué no renunciar y correr para no volver?". Continúe hablando al aire, en este campo vacío que el día de hoy vio la muerte.

Elegiría correr.

"... Soy tan incapaz". Tan culpable. Lamentable.

Me fregó los ojos con las manos, limpiando lágrimas que se fueron acumulando sin haberme percatado.

"No puedo ser un gran samurái, herborista, shinobi o la burla de un estratega. Nada. Solo soy alguien a quien rescataron de una zanja". Y así debe permanecer. ¿Que es esto de querer luchar para ser algo más a lo que estoy destinado?

Sigo y sigo. Trato y no lo logro. Fracaso ante las desiciones que tomo y no logro nada. Llevando muerte ante mis palabras que digo con orgullo.

Sobresalir. Yo nunca voy a destacar...

Solo alguien más en este mundo que requiere de gente capaz. Tener una voluntad fuerte es insuficiente si eres un fracasado.

"Ustedes... No necesitan a alguien como yo". Me pongo de pie en silencio y les doy la espalda.

Y empiezo a hu-

Riku; sigue peleando, no te rindas, no bajes la mirada.

Me detengo antes de dar el primer paso, teniendo la pierna levantada congelada e incapaz de bajarla.

Protege a los Fujiwara como ellos lo han hecho con nosotros.

¿Cómo debo lograrlo? Logro lo opuesto de proteger. Es mejor si me fuera. Seguirá pasando...

Porque sé que Kirara y Shinko no estarán solos, sé que puedo dejarlos en tus manos.

Huyamos juntos, los tres...

Soy incapaz.

Tu muerte fue mí culpa.

No te culpo por su muerte.

La muerte de Inosuke fue mí culpa.

Murió salvando a Kirara, fue su desición.

E incluyo Ujisha, todo se pudo evitar si no hubiera hablado.

En cambio, hubieras dejado caer Nagano.

Mientras te complazcas a ti mismo, no es necesario ser maestro.

Ojalá yo pudiera decirme eso...

No estamos hablando de satisfacer a un niño con un dulce. Se trata de vidas. No puedo ser menos que un maestro, pero tal aspiración es imposible.

Fracasarè a un siendo un maestro. Eso lo sé.

¿A qué aspiras lograr?

Yo...

No, así no.

Quiero oírlo desde el fondo de tu corazón infantil, olvídate de las responsabilidades y el deber que se te impuso.

Después de lo que pareció una eternidad, mí pie cae el suelo. Pero no corrí o moví un músculo.

Sonrió entre lágrimas al cielo nocturno. Liberando por cada segunda la presión que fui colocando en mí rostro, me relaje.

Por fin.

¡Riku, cobarde! ¡No tienes orgullo!

Es cierto. Yo no tengo orgullo. Y no lo entiendo, tampoco necesito hacerlo. Tengo algo mucho más valioso por mantener.

Yo aspiro a ser el mejor; ser como ese horizonte, que por mas que quieras alcanzarlo jamás podrás, cada paso que se avanza el horizonte sigue igual de lejos, inalcanzable.

"Yo...". Mí voz se escuchó agrietada por todo el llanto posterior, pero no por eso sino menos firme. "Esta bien si no se puede ser el mejor".

Negué. "Tampoco es que quiera ser el mejor. Solo, desearía poder serlo. No lo aspiro por el orgullo propio".

Somos nuestro errores; somos nuestras vergüenzas; somos nuestras traiciones; porque de la perfección no se aprende. Un raspón nos hace recordar el dolor; la sangre nos hace conscientes del miedo; errar nos da conocimiento.

"Cometemos errores en este camino hacia ser mejores, de superarnos". Mí expresión flaqueo un poco en melancolía. "Por cada vez que nos equivocamos salimos más lastimados, pero nos será peor no aprender de ellos... Lo sé".

Todas las cosas lleva el yin a sus espaldas y el yang al frente, y alcanzan la armonía por la unión de estos dos principios que todo lo llenan.

"Cargamos con tantos errores que seguir luchando se vuelve imposible". Aprieto el puño, recordando casa vez que me sentí impotente. "Pensamos, ¿Para que luchar? Si por cada paso que doy solo traigo la ruina".

Ssssi una parte dessssstruía a la otra, quedarían incompletossss. No sssanarían.

"Y tal vez si sea así". Sombrío continúe, perdiendo la emoción que fui cargando.

Aceptar tu passsado es conssservar tu futuro...

"Eso no lo sabemos, todo es incierto hasta que suceda. Pero si nos rendimos y huimos, abandonaremos nuestro pasado y perderemos nuestro futuro. Por ello elijo luchar, cargar con los errores y darlo todo para conservar el futuro".

"¿Por qué luchar? ¿Por qué seguir?". Me volteo y les sonrió a ambos. "Es por ustedes. Por amor". Me sentía cálido, por una vez, finalmente pude estar descuerdo con mí corazón.

"¿Ser el mejor samurái? ¿Herborista? ¿Shinobi? No, por ustedes. Por proteger este amor". Seguí sonriendo en demasiada emoción, extendí los brazos y grite mis siguiente palabras. "¡Seré incomparable tanto en cielo como en la tierra! ¡Soy un Fujiwara!".

Dejé sonar mí voz, estirando lo más posible la palabra. En liberación ante la resolución que perseguí casi toda una vida.

Una promesa para mí. Por el futuro del clan. De esta familia.

"Y ustedes, por amor, ¿A qué van aspirar? ¿O van rendirse y renunciar a lo más valioso que mantenemos?". Podemos perseverar y cambiar, para mejor. Hacía nuestro futuro ideal, juntos.

Slam · 9 Junio 2022

Ginko Harutomo

Luego de tomar las pertenencias de su tío e incorporarse, realizó una reverencia hacia los Emishi, los Minamoto y los Tao que pronto presentaron su ayuda —¡Se los agradezco!—

Había pensado en partir solo, pues no quería comprometer a nadie con una causa tan personal, pero luego de escuchar a Yuzuki se lo replanteó.

—Hinata, Gon— se dirigió a los Asakura —Preferiría que mi familia dejara de ponerse en riesgo, al menos por un rato. Por favor, quédense aquí a salvo, asistan al entierro de Ujihisa por mí— luego se dirigió a la líder de los Emishi.

—Oki, ¿tú podrías escoltarme a Kamakura? Puedo pagarte por el trabajo. Así no tendrán que preocuparse por mí, será como si tú misma me estuvieras cuidando Hinata... es decir, sólo mírala— el pequeño Asakura tenía que alzar a tope la vista para poder mirar a la imponente Emishi.

Amelie · 10 Junio 2022

Amelie · 10 Junio 2022

Nagano

Tetsuo levantó la vista hacia Yuzuki —Si no hubieras actuado, tal vez Nagano hubiese caído. Estamos aquí porque ustedes nos ayudaron

—Y nosotros vinimos porque ustedes nos dieron su fuerza en Shizuoka —mencionó Takeda avanzando hacia ellos — Somos aliados, y siempre nos moveremos de acuerdo a ello —Takeda se hincó junto a Yuzuki — Lamento haber colocado ese peso en tus hombros; pero agradezco que actuaras con premura, el esperarnos pudo haber representado un escenario más funesto para Nagano —observó a los Asakura que se reunían con Ginko alrededor de Toshikage y el cuerpo de Ujihisa —Nunca se está listo para las despedidas; y siempre llevamos con nosotros las vidas que se dieron por nuestra causa —miró a los Fujiwara en la lejanía — Es un camino difícil; pero cuando se logra entender que siempre se caminará en tormenta, dejamos de detenernos a exprimir nuestra ropa —miró a Yuzuki con una leve sonrisa —La lluvia nos agrega peso; pero si nos dejamos vencer y caemos, nunca veremos un día con sol.

Takano también se hincó frente a Yuzuki, casi al instante Takeda se levantó, dejándolos solos. Takano colocó su mano en el cuello de Yuzuki, y la llevó a su pecho en un abrazo —Lo has hecho bien.

Shinko escuchó atento a Riku, al inicio iba a reclamarle pero sus pensamientos se iban reacomodando, y sus palabras le llenaron el pecho de emociones —Riku...

Kirara escuchó a Riku, intentó levantarse pero le fue imposible y allí en el piso nevado, temblando; miró a Riku —No quiero rendirme o renunciar... sólo es que... —desvió la mirada —... no tengo más fuerza...

Shinko miró a Riku —La recuperará —susurró ante Riku —Sólo debe volver a levantarse; tú ya lo has hecho, yo también. Es su turno. Y estaremos firmes a su lado en ese proceso.

Hinata sonrió ligeramente y afirmó mientras limpiaba sus ojos —Cuida de él, por favor. Kamakura nunca ha sido amable con los Asakura.

Oki afirmó ante Hinata —Estará a salvo

Yáahl
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