One-shot de Naruto - Recuerdos (Desafío ninja)

En las obscuras penumbras de una fría y húmeda cueva, donde residía el silencio, se podía divisar la silueta de una persona, apenas iluminada por la poca luz que entraba a la cueva y la tenue llama de una pequeña fogata que a duras penas se mantenía viva; la larga capa negra con nubes rojas que llevaba puesta posiblemente lo protegía de la humedad y el frío que reinaba en ese lugar.

A través del agujero que se habría en su máscara de color naranja, miraba detenidamente un charco de agua, que poco a poco se formó por el incesante goteo de agua que se desprendía de la parte superior de la cueva.

Cuando estaba solo, cuando podía ser el verdadero Obito, cuando no tenía que actuar como inmaduro para que nadie descubriera su identidad, ocasionalmente recuerdos de su antigua vida, de sus antiguos compañeros...venían a su mente. Una gota de agua cayó al charco, una imagen de su antiguo equipo se reflejó en el agua, producto de su mente la cual posiblemente le jugaba una mala broma.

"¡Obito!", en lo más profundo de su subconsciente, "¡Obito!", una voz lejana, cada vez se escuchaba más cerca; se le hacía conocida...¿Rin?

Sumergido en un ligero trance, los recuerdo comenzaron a hacerse más nítidos y cercanos, su pasado, su antigua vida...



—¡Obito!—Rin agitaba su mano de izquierda a derecha—¡Date prisa Obito!—gritó su compañera de equipo con una extensa sonrisa mientras el chico corría hacia ella quién estaba junto a Kakashi y Minato, sus otros dos compañeros de equipo.

—Lamento la tardanza—objetó agitado una vez estuvo junto a ellos—Pero, tuve que ayudar a una anciana en el camino—se rascó la nuca sonriendo algo apenado. Minato asintió con una leve sonrisa, sin embargo Kakashi se cruzó de brazos al suponer que eso solo era una absurda excusa para llegar tarde y se prometió mentalmente que nunca iba a ser tan irresponsable como Obito.

—Bien—dijo Minato pasando una mano por sus cabellos—Ahora que estamos todos podemos partir—se dio la vuelta y miró a sus alumnos de reojo, sus tres aprendices caminaron tras su sensei, sería un largo viaje.

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El clima era frío, la neblina había caído desde iniciado el día, las grises nubes de tormenta surcaban el cielo obscureciendo el día, finas gotas de lluvia caían impregnándose en la ropa y rostro de los tres alumnos y su maestro; los cuales se acercaban a su destino: "La aldea de la Vida" una pequeña aldea poco conocida por las naciones, pero que aún así, necesitando ayuda; recurrieron a la "aldea de la Hoja".

—¿Umm?—Obito, el que estaba más cansado de todos levantó la mirada, su rostro se iluminó cuando a unos metros vio una pequeña aldea, ¡Por fin podría descansar sus adoloridas piernas!
Tras caminar una semana entera solo durmiendo un par de horas, sin contar las horas que le tocaba vigilar, ver una aldea era para él como ver un oasis en mitad del desierto.

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Recostarse en las suaves sábanas fue para su cuerpo fue un vuelco de trescientos sesenta grados, sentir la almohada en su cabeza fue como un coro celestial que hizo que inmediatamente se sintiera flotar en las nubes, sí, descansar su fatiga le haría muy bien. Pero, la vida es cruel, con tan solo cinco minutos de haberse recostado en la cama, la voz de sus sensei interrumpió su confort.

—Obito, debemos ir a investigar—dijo Minato asomándose a la habitación. Obito quiso llorar pero solo se limitó a despegar la cabeza de la almohada y ver a el mayor.

—Ya voy sensei

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Estaban junto a un gran y profundo lago que se extendía a pocos metros de la aldea el solo hecho de ver los árboles rodeando el lago y la neblina cerca de la superficie de este lo hacían ver como un lugar tenebroso.

—Minato-sensei—Rin quien observaba el lago acercándose mucho a la superficie de este, irguió un poco su cuerpo para observar a su sensei—¿Cual es el problema que tiene la aldea con este lago?—Minato asintió y se dispuso a explicar la razón de los aldeanos para pedir ayuda a la aldea de la hoja.

—Hace aproximadamente dos semanas, un niño desapareció aquí—Rin abrió los ojos con sorpresa y algo conmocionada se alejó unos pasos de la orilla del lago, Kakashi mantuvo su pose despreocupada y con los brazos cruzados desvió la mirada hacia otro lado, mientras Obito, sentado en en una roca cerca de allí tragó saliva ante las palabras de Minato—Los aldeanos creyeron que el niño se ahogó aquí por un descuido de sus padres, que su cuerpo se hundió y ahora reposa en el fondo de este lago—Los tres genins observaron el lago con algo de recelo, Minato, quien estaba recostado a uno de los árboles con sus brazos cruzados continuó con su explicación—Sin embargo, en los siguientes días más niños continuaron desapareciendo, algunos padres desesperados por encontrar los cuerpos de sus niños se sumergieron en estas aguas sin embargo, nunca regresaron a la superficie; tras estos sucesos los aldeanos comenzaron a catalogar el lago como "maldito"—Rin, Obito y Kakashi se miraron entre si, Kakashi fue quien tomó la palabra:

—Ese no es motivo para catalogarlo como "maldito"—expresó Kakashi—Bien las personas que se sumergieron pudieron perder el oxigeno por mantenerse tanto tiempo bajo el agua—Minato observó a su alumno con seriedad.

—Exactamente.

—¿Eh?—exclamaron los tres compañeros a la vez.

—Luego de unos días de la aldea comenzaron a perderse objetos de valor y las provisiones de comida comenzaron a ser robadas, algunos aldeanos dudaron de una posible maldición así que recurrieron a nuestra aldea para que investigáramos.

—Quiere decir que nosotros estamos aquí solo para descubrir la verdad—afirmó Rin algo pensativa.

—Así es—Minato asintió—Descubrir la verdad y acabar con el problema—aseguró viendo a sus alumnos—Es hora de volver, mañana continuaremos.

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El equipo de Minato compartía la mesa junto con una joven pareja y su hija, todos los presentes comían en silencio, hasta que Obito decidió romperlo:

—No entiendo...¿Por que pidieron ayuda de nosotros?—preguntó Obito a la pequeña familia que comía a uno de los extremos de la mesa, los tres dejaron de comer y la madre de familia fue la que habló:

—Veras, esta aldea es algo aparte de las demás naciones, como habrás visto nuestra aldea es muy humilde, nos basamos en un estilo de vida pacífico donde convivimos entre todos para poder subsistir—explicó la mujer centrando sus ojos color chocolate en Obito—No poseemos ninjas o alguna fuerza militar que defienda esta aldea por lo que somos vulnerables ante cualquier ataque o un acontecimiento como por el que estamos pasando en estos momentos—paso la mano por sus cortos cabellos, las hebras de color negro pasaban por entre sus dedos—Por esa razón hemos solicitado su ayuda, su marido asintió. La pequeña niña se levantó de su asiento y corrió hacia Obito haciendo volar su largo cabello negro amarrado en dos colas, lo tomó por el brazo y lo jalo un poco.

—¿Puedes venir conmigo?

—Eh, bueno, bueno yo—miró a su sensei el cual asintió con una leve sonrisa—De acuerdo—se dejó arrastrar por la niña. Al final a puros tropezones y un golpe en el dedo gordo llegaron a la habitación de la niña, estaba obscura, la pequeña presionó el interruptor y la luz se dispersó por toda la habitación, el Uchiha tuvo que cerrar sus ojos cuando estos fueron lastimados por la luz; cuando finalmente los abrió, la niña lo miraba fijamente con sus orbes verdes, sonreía inocentemente, como cualquier otra niña de su edad lo haría.

—Eres un ninja ¿verdad?—Obito asintió, la niña sonrió alegremente—¿Es cierto lo que dice mi mami?

—¿Eh?—No entendió lo que le quiso decir la niña. La pequeña de ojos verdes al ver que "el chico de gafas naranjas", como le decía ella, no entendía, corrió hacia una mesa de noche que estaba junto a su cama y de esta tomó un porta retrato, seguidamente lo acunó en su pecho y miró a Obito; él al entender que la niña deseaba que se acercara, caminó hacia ella, cuando estuvo lo suficientemente cerca la niña enseñó la foto, Obito se mostró sorprendido; era la foto de una niña y un niño, inmediatamente reconoció a la niña, sus largos cabellos negros y sus ojos verdes, no se podía equivocar era ella, pero ¿Quién era el niño junto a ella? eran muy parecidas salvo por los ojos color chocolate del niño.

—Es mi hermanito—dijo la niña viendo la foto con dulzura—Él fue el primero que desapareció—Obito quedó de piedra con las palabras de la niña, gruesas lágrimas resbalaron por las mejillas de la pequeña—Mi Mamá dice que esta en un lugar mejor pero...—se limpió las lágrimas con su brazo—Yo lo extraño mucho—mientras la niña comenzaba a sacar la foto del cuadro de madera, Obito notó que sus gafas comenzaron a empañarse producto de sus lágrimas, sin más remedio deslizó sus gafas hacia arriba de modo que quedaran en su frente, dando libertad para que sus lágrimas se deslizaran traviesas a través de sus mejillas. La niña rompió la foto a la mitad y le extendió un trozó a el chico, este sin dudar lo tomó.

—Prométeme que sabrás quien le hizo eso a mi hermanito...promételo—sollozó la niña. Obito miró fijamente el trozo de fotografía que tenía en su mano, el que tenía la imagen del hermano de la niña, con determinación miró a la niña y asintió.

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—Obito ¿Qué sucede?—preguntó a su alumno—Hoy te noto muy callado—el Uchiha desvió su atención hacia Minato y sonrió amplia mente.

—Descuide sensei, no es nada—Minato asintió no muy convencido. Esa mañana, inspeccionaban los alrededores del lago y Obito se mostraba muy pensativo, raro en él que, normalmente se mostraba alegre y lleno de energía.

Rin que inspeccionaba cerca del lago vio algunas burbujas emerger de él.

—¿Eh?—se acercó más para poder ver mejor, en ese momento un gran tentáculo salió de las profundidades y tomó a Rin de una de sus piernas, el sentir la viscosa y fría piel del tentáculo la hizo gritar, sus compañeros dirigieron de golpe su mirada a la joven y sintieron un vacío en la boca del estomago cuando vieron el tentáculo de color grisáceo tomar con notable fuerza el pie de Rin, la chica sollozaba asustada, nadie se movía, no sabían que hacer, de golpe el tentáculo se elevó por los aires llevando consigo a la joven ninja.

—¡¡¡Rin!!!—gritó Obito desesperado cuando el tentáculo se sumergió en las profundas y frías aguas con su compañera sujeta por el pie.

—¡¡¡Manténganse alertas!!!—gritó Minato quitándose su chaleco verde, puso uno de sus kunais de tres puntas en su boca y seguidamente se lanzó al lago a rescatar a su alumna, por otro lado Obito y Kakashi empuñaron sus kunais con la respiración agitada; miedo, desesperación, sorpresa, eran solo algunos de los sentimientos mezclados en el pesado ambiente.


Al sumergirse en el lago, Minato pudo divisar a su alumna ser arrastrada a las profundidades por el inmenso tentáculo, tomó el kunai de su boca y con la mayor fuerza y precisión que pudiera tener lo lanzó hacia el tentáculo; después de todo bajo el agua las cosas eran más difíciles.


Obito miraba desesperado la superficie del lago ¿Donde estaba Rin? ¿Donde estaba su sensei? el miedo y la desesperación lo carcomían, de repente vio un ligero resplandor celeste, una pequeña esperanza afloró de entre todos sus nervios, cuando el resplandor cesó, vio algunas burbujas, luego eran más y más hasta que vio a su sensei salir con Rin en brazos, ambos empapados y tosiendo por la falta de aire; con cuidado Minato colocó a su alumna en el suelo y se dio el lujo de respirar aire fresco.

—¿Estás bien?—tosió un par de veces más, Rin asintió aún en shock por la experiencia bajo la miradas expectantes de Kakashi y Obito, Minato pasó sus dedos por la marca roja del tobillo de la chica—En la aldea lo curarán por ahora...¡Aahh!—un tentáculo lo tomó por la cintura y lo hundió consigo.

—¡¡¡Sensei!!!—gritaron los tres al unisono.

El sonido de muchos kunais cortando con su filo mortal el viento llegó a los oídos de Kakashi y Obito, como acto reflejo Obito tomó a Rin en brazos y saltó hacia las ramas de los árboles junto con Kakashi, en ese momento varios kunais se enterraron en la zona donde estaban.

—Esto no es bueno—dijo Rin apoyada en el cuerpo de Obito quién estaba de cuclillas junto a Kakashi el cual estaba de pie en la gruesa rama del árbol.

—Nada bueno—concluyó Obito mirando hacia el lago.


Bajo el agua Minato luchaba por liberarse de el tentáculo, al ver que sus intentos eran inútiles hizo girar chakra en su mano a gran velocidad, formando en esta un rasengan, el cual impactó en el tentáculo, liberándolo de su agarre, enseguida subió a la superficie para tomar aire pero, al solo tomar una bocanada de aire otro tentáculo lo tomó desprevenido y lo sumergió con brusquedad.


—Maldición, era el sensei—masculló Kakashi lanzando un kunai el cual impacto con otro que venía en su dirección, provocando un ruido metálico y que algunas chispas se desprendieran del hierro.

Por otro lado Obito, lanzaba estrellas ninjas, tratando de bloquear las cientos de armas que venían hacia ellos, su sensei estaba bajo el agua, Kakashi se fue a luchar por su lado y él protegía a Rin, pues estaba herida, nunca pensó que esto fuera a ocurrir, quizás no saldrían de esta y...; la imagen de la niña de ojos verdes vino a su mente, y en su mente resonaron las palabras de la pequeña "Promételo", ¡No! no podía fallarle, él hizo una promesa, comenzó a realizar sellos a gran rapidez, ¡Él no le fallaría! escupió una gran cantidad de fuego en dirección a los atacantes, dejando inservibles las armas y que los dos ninjas que los atacaban salieran de su escondite o de otra manera las llamas los alcanzarían, sin embargo el fuego quemó el pie de uno de ellos.

Al ver que salieron de su escondite Kakashi aprovechó el momento y se lanzó hacia el que estaba herido, con su kunai el ninja atacante bloqueaba con mucho esfuerzo los ataques de Kakashi, ambos estaban luchando en una rama de árbol, mientras Obito lanzaba ataques de fuego intentando alcanzar al otro ninja.

De el lago emergió un gran animal, lo que parecía ser un pulpo de gigantescas proporciones, el sonido del agua en el momento que tal bestia saliera de el lago, desvió por un momento la atención de todos pero de inmediato continuaron luchando, la única que se quedó observando la escena fue Rin, notablemente sorprendida vio como el gran animal de colores grisáceos tenía tomado con uno de sus gigantescos miembros a su sensei, quién no se veía del todo bien; con toda su fuerza de voluntad Minato tomó el kunai de tres puntas que guardaba el su bolsa de armas trasera y lo lanzó hacia el árbol en el que estaba su alumna, cuando este se encajó justo al lado de Rin, el de cabellos rubios fue transportado hasta allí.

—¡Sensei!—exclamó Rin una vez estuvo junto a ella, no se veía en buen estado, respiraba agitado y sus ojos estaban entreabiertos, haciendo crecer la preocupación de la joven médico, quien de inmediato comenzó a aplicar chakra curativo en el pecho de su sensei.

Kakashi lanzó una patada al rostro de su enemigo, la cual dio certera haciéndolo perder el equilibrio y sumando su pie herido por el jutsu de Obito el ninja cayo de espaldas. El golpe fue abrumador, los órganos fueron dañados al instante y la muerte fue casi instantánea.

Ya uno había sido eliminado.

Obito esquivaba los ataques de el otro enemigo, que contrario al que Kakashi recién había eliminado se encontraba en un mejor estado, el ninja era bastante rápido y el chakra de Obito comenzaba a agotarse, las manos del atacante eran recubiertas por chakra de color celeste, "Bisturí de chakra" si ese ataque lo alcanzaba cortaría su carne como la mantequilla, el enemigo extendió su brazo con brusquedad para herir a Obito, este saltó hacia atrás para esquivar el ataque pero su enemigo dio un paso rápido y con la otra mano rosó su costado, provocándole una profunda herida.

—¡Agh!—apretó su herida con fuerza, la sangre escurrió por sus dedos, por el dolor no se pudo mover y se mantuvo de pie, el ninja enemigo aprovechó para dar el golpe final y justo cuando creyó que todo estaba perdido cerró los ojos con fuerza pero, nunca sintió el golpe; abrió lentamente los ojos y se sorprendió al ver frente a él a su sensei golpeando con su rasengan el estómago del enemigo.

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Justo cuando los enemigos murieron, el pulpo desapareció, al parecer era su invocación; se descubrió que ambos ninjas invocaron al animal y lo mantuvieron en el fondo de el lago, al mismo lo alimentaban con los niños y personas que se acercaran al lago, cuando el ninja agonizante confesó muchos quedaron de piedra, no conocían de nadie que fuera tan cruel y desalmado como para alimentar su invocación con niños.


Tras unos días para que todos se recuperaran de sus heridas, los ninjas decidieron partir.

—Muchas gracias por cumplir tu promesa—dijo la niña con una alegre sonrisa, la cual Obito correspondió—Quiero que te la quedes—admitió la niña cuando vio como Obito extendía el trozo de fotografía, el Uchiha se vio sorprendido pero al comprender la intención de la niña sonrió, asintió y guardó la foto. Sería un recuerdo, un valioso recuerdo que guardaría por siempre.

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En la obscura cueva el hombre de máscara veía con fijeza una fotografía algo arrugada que tenía en su mano, era un antiguo recuerdo, pero aún lo conservaba. Con brusquedad, una persona se paró en el charco salpicando agua, mojando el frágil recuerdo en manos de "Tobi", al ver su fotografía rota por el agua levantó la mirada y vio al responsable de su perdida.

—Tobi, tenemos una misión—dijo de brazos cruzados un hombre de cabellera rubia, su flequillo cubría uno de sus ojos. El amante de las explosiones no lo notó pero las aspas del sharingan de Obito giraron producto de su enojo.

—Si, sempai—repondió con su voz infantil, nada absolutamente nada, debía hacerlo olvidar su verdadero propósito, ni siquiera un antiguo y viejo recuerdo de su pasado.

Se levantó de donde estaba y se marchó con Deidara, dejando atrás, tirada sobre el agua, la foto de aquel niño de ojos color chocolate.

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Hasta aquí, es mi primer shot, así que admito que está algo simple.