El Abismo Hibernal es una amplia garganta que inicia desde aproximadamente el Yamashirudo hasta la frontera este de la región, pasando por la majestuosa capital Kori no Sato. Sobre el abismo se ha construido grandes edificaciones que se interconectan entre sí y conducen a Kori no Sato. ® ® Zonas Adyacentes Capital, Kori no Sato (5 Post) Dokutsu no Shimo (3 Post) Minakotta (3 Post) Kottone Inbou (5 Post) Yamashirudo (7 Post) ®
Kaede Observó el abismo bajo sus pies mientras avanzaba por aquel enorme puente de piedra. El castillo había quedado ya atrás, y ahora sentía que era dueña de su propio viaje, aunque fuese tan solo una mera ilusión. Admiró el paisaje invernal que recorría la montaña, y sintió de repente cómo su estómago le pedía algo de comida después de aquella larga caminata. Ya no le quedaba nada para llegar a su lugar de encuentro, por lo que quizás podría comer algo antes de que su instructor llegase. Ese era el problema de salir de casa sin desayunar solo porque tu impaciente padre requería de tu presencia, cuando ni siquiera llegaba puntual. Se sentó, así, en uno de los bancos de piedra, abriendo su comida mientras observaba los primeros rayos de sol a lo lejos iluminar tímidamente el cielo, oculto tras las montañas nevadas. Sin duda, era una vista hermosa que adoraba disfrutar en calma. Comenzó a comer, aguardando la llegada de su nuevo compañero o compañera, con miles de preguntas rondando por su cabeza, que esperaban que pudiesen ser resueltas a medida que se desarrollase aquel día. No quería hacerse ilusiones, pero muy en el fondo, esperaba poder sacar algo de toda aquella decisión precipitada a la que su padre le había obligado a verse envuelta. Nyxbel
Mientras comías, Gai Yuki, tu instructor aguardaba sobre un a esquina de la torre y no te habías percatado de su presencia. Observándote desde ahí arriba, se aclaró la garganta y llamó tu atención. —Buenos días princesa, espero que haya disfruta su almuerzo —dijo, y acto seguido se lanzó desde esa altura y cayó arrodillado frente tuyo. Se sacudió la rodilla y se acercó a ti. —Su padre decidió acoplarla a mi equipo, aunque no pretendo aburrirla con la cháchara. —comentó mientras sonrió y se sentó en el banco al lado tuyo. —aún faltan dos integrantes más, deberás haber oído sobre ellos, o al menos, uno de los dos. —dijo el instructor —Son Ryo Yuki, el mejor novato de la región norte. Y el otro es Don Yuki, el único sobreviviente de las Cavernas Heladas. —comentó mientras refregaba sus manos para adquirir un poco de calor. —Yo soy Gai Yuki, Jounin activo de la tribu. —comentó y sonrió.
—Hola —dijo quedamente la pequeña, siguiendo con la mirada cada movimiento del hombre que había aparecido de un salto. Se mantuvo serena ante su presencia, doblando con delicadeza el pañuelo que su madre le había prestado para su almuerzo. Acto seguido lo guardó junto al recipiente, y se volvió hacia su interlocutor con aquella calma que parecía envolverla eternamente. Se presentó como Gai Yuki, uno de los tres miembros del grupo al que pertenecería durante su entrenamiento. Prestó suma atención ante la información que le estaba brindando, pero pareció aburrirse cuando notó que no le diría nada nuevo que desconociese. —Sí, he oído hablar de vosotros. Sois uno de los mejores grupos integrantes de la tribu, y no por nada contáis con el único hombre que pudo resistir la trampa mortal que supone introducirse en las Cavernas Heladas —dijo con cierta sorna. Era tan solo una niña, pero comprendía mejor que unos adultos que introducirse en un lugar como ese era un suicidio seguro, por muy fuerte que seas. Buscó con la mirada algo en sus alrededores, y posó sus orbes grisáceos en Gai, inquisitivos—. ¿Dónde están ahora? ¿Tenemos que ir a buscarles? Antes de recibir respuesta, sin embargo, añadió algo más, enarcando una ceja con evidente curiosidad. —Tengo entendido que solo a partir de los diez años se inicia el entrenamiento ninja, pero yo solo tengo siete. ¿A qué se debe? ¿Mi entrenamiento previo durará tres años, acaso?
Gai observó la actitud calmada y serena de la pequeña Kaede. Afirmó conocer al grupo, y al pequeño Don, que sobrevivió a las Cavernas Heladas. Acto seguido, realizó una pregunta bastante incómoda de responder para Gai. —¿A qué se debe? ¿Mi entrenamiento previo durará tres años, acaso? —preguntó la pequeña. —Joder, su talento es sin precedentes, pero parece que ella no se ha dado cuenta. Aunque es cierto que su padre la introdujo muy temprano al mundo ninja. —Pensó, y cuando se disponía a responder, señaló con una mano hacia el tope del Abismo Hibernal. En el extremo se encontraban dos chicos, los cuales se acercaban caminando poco a poco. Al Llegar se presentaron. —Ahm Hola Sensei —comentó un joven de ojos verdes al igual que su ropa. —Ah! Tú debes de ser Kaede —dijo, mientras se inclinaba y realizaba una reverencia. —Es un honor contar con tu presencia en el grupo princesa. —dijo, se levantó y prosiguió. —Me llamo Don, y seremos compañeros. Éste de aqui es Ryo —se acercó a tu oído para susurrarte —Aunque es un chico muy reservado. —comentó y se acercó luego para saluda al instructor. Ryo por el contrario estaba callado y ni se inmutó con tu presencia, no realizó reverencia alguna y era bastante callado. —Hola Ryo, ¿Porqué no te presentas y te inclinas ante la princesa? —preguntó el Sensei. —... —ninguna respuesta por parte del chico. —Ya debería ser costumbre —se quejó Gai y prosiguió. —Disculpe su actitud princesa Kaede. —se disculpó el instructor. Los mandó a sentarse un momento y abrió un pergamino, —nuestra primera misión como equipo, consiste en dirigirnos al puerto e investigar una serie de hurtos que han sucedido a los pocos pescadores de la zona. —comentó el Sensei. —Debemos evitar cualquier conflicto abierto e intentar resolver todo de manera pacífica y verbal, sin embargo, podemos utilizar la fuerza para defendernos y apresar a los posibles malechores. —finiquitó. Guardó el pergamino y se dispuso a caminar en dirección al Puerto. —Síganme —aclaró. ® Misión: El hurto bajo nieve Rango: C Descripción: En Minakotta estan robando a los pocos pescadores de la zona; atrapad al posible ladrón. Se le requiere vivo, asi que no lo maten. En caso de utilizar la fuerza, recordad no herirlo de muerte. Recompensa: 250 ® -- 4PR
Kaede saludó a los chicos que se presentaron con una leve inclinación de cabeza, sin poder ocultar su crispación por el término "princesa". Era consciente de ello; la educación otorgada a los habitantes de la Región del Hielo consistía en saludar a la familia del líder tribal de esa forma, y a diario no solía molestarla. Simplemente lo ignoraba. Pero ahora que había comenzado de imprevisto (y obligada en su mayor parte) su entrenamiento oficial como ninja, quería sentirse una igual para sus compañeros. No quería tener privilegios de ningún tipo. El conocimiento venía de la mano del esfuerzo propio. Ese era su lema. —No es necesario el uso de formalismos —declaró la niña, con la mirada posada en Ryo. Por un instante, le recordó a ella misma. Dirigió la mirada al pergamino del instructor, justo antes de que empezase a hablar—. Estará bien si simplemente me llaman Kaede. Gai finalmente inició la explicación: su misión consistía en dirigirse hacia el puerto y solucionar una serie de conflictos sobre hurtos a los pescadores de la zona. Era una misión algo más avanzada para ser la primera que haría, se fijó la pequeña observando el nivel de dificultad. Las misiones de rango C, como bien sabía, eran escogidas usualmente por Chunins, pero de vez en cuando eran asignadas a rangos menores. No parecía importarle demasiado, después de todo. Daría lo mejor de ella. Se alistó así debidamente, y comenzó a seguir a los chicos en dirección al puerto, colocando debidamente su bufanda azul. Sería un viaje algo más corto, pero necesitaba estar cómoda. [3/3]
