Shizuoka Shizuoka

Kenzaburo


No se impresionó por la fuerza de Kato, pero sí por su reacción. Alzó una ceja, estaba por decir algo cuando la voz de Mara aturdió sus sentidos. Abrió los ojos por completo y sus pupilas se encontraban totalmente pequeñas, congeladas en un ojo blanco de muerto, con muchas ramificaciones rojas en su orbe. Se golpeó la cabeza, intentando quitar la voz de sus oídos.

"Mátalo" —ordenó la voz en su cabeza y Kenzaburo se reincorporó mientras desenfundaba a Shi. La saya cayó al suelo y el brillo carmesí brilló con un fulgor excitante, como esperando el sacrificio de sangre que estaba esperando. La katana carmesí parecía oler la sangre. Levantó el brazo el cual empuñaba a Shi y lanzó un corte en dirección a Kato, pero lo frenó tan rápido como empezó el movimiento. Se estaba resistiendo a sí mismo, contrajo los músculos para evitar el movimiento; su cuerpo reaccionaba a una fuerza superior, no respondía a sus órdenes. Era como si Mara fuese un titiritero y él una simple marioneta. Con esa simpleza le ordenaba hacer a voluntad, con una simple orden en su mente. —¡"MÁTALO"!

—No... tienes control... sobre mí...—gruñó tensando todo su cuerpo, los músculos contraídos, rígidos, el rostro tieso por la fuerza y la concentración. Se pudo dar un pequeño golpe en el rostro que le hizo sacudir el cuerpo. Abrió los ojos nuevamente y parpadeó. Había perdido el control por completo pero pudo evitar el control total de su cuerpo por medio de su poder espiritual. Tomó a Shi con fuerza y volvió a colocarla en la saya. Volvió a sentarse, colocando a Shi entre Kato y él mismo. —Nadie podrá llevarla a Kamakura. Nadie que no termine siendo controlado por ella. —observó la katana frente a él. Ahora que no la tenía sobre sí no sentía esos susurros, tampoco las provocaciones de Mara en su mente. Sin duda el poder de ese Dios era abismal, mucho más de lo que se imaginaban. —Matamos a Masaki el Taira, él portaba a Shi. Tenemos que devolverla a Kamakura, como sea. Pero no hay tiempo. No lo hay. —controló su respiración, estaba aturdido. Ahora que se había desapegado de esa espada, entendió que lo había controlado desde el primer momento en que le puso una mano encima y él no se había enterado. —Portabas dos katanas. Dos. —observó la suya, la cual estaba enganchada en su cintura. —Como aprendiz tuyo fui capaz de aprender el estilo de la escuela, también pude doblegar la voluntad de Mara en mí. Creo que es hora de enseñarme cómo combatir a dos katanas.

 

Togashi
Dojo

Controlaba hasta la última gota de su aliento mientras mantenía la postura de combate. Sus ojos examinaban a su oponente en busca de información, intentaba adivinar el próximo movimiento en base a su postura, trataba de detectar la dirección del ataque mirándolo directamente a los ojos. Volvieron a atacarse, sin hacerse daño, pero sin ceder terreno. Se movían casi en sincronía, hasta sus respiraciones se acompañaban en ritmo. Togashi mantenía una distancia óptima de Takano. Si el daba un paso el frente, él retrocedía la misma cantidad de centímetros; si intentaba, él jamás le daba la espalda. Incluso en este punto, el encuentro parecía una partida de shogi en la que ambos trataban de controlar el terreno antes de atacar.

Intentó algo que aprendió en la reunión estratégica de hace unas lunas: fingir que su oponente ganaba terreno, dejarlo confiarse y tomarlo por sorpresa. Dudaba que Takano cayera en la trampa, pero era mejor probarlo.

Dejó que se acercara. Fingió que lo confrontaban en mala postura, pero entonces acomodó su cuerpo, veloz como un rayo. Su mano cortó el aire, buscando uno de los oídos de Takano para aturdirlo.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

Estaba holgazaneando en la casa del feudo mientras se preguntaba si Mao finalmente habría recibido su justicia, cuando en eso Kenzaburo ingresa con... ¡Kato Harima! No los vieron, porque se dirigieron al interior rápidamente, pasando por otras habitaciones para encerrarse.

No entendía mucho de esto, pero supuso que ante la derrota de Kato a manos del clan Minamoto, éste habría aceptado aliarse con el clan de modo más definitivo. Kenzaburo no habría traicionado al clan, y eso significaba que Kato como mínimo estaba colaborando.

De todos modos creyó que estos movimientos eran raros, y aunque sean piezas a favor, deben ocupar un lugar estratégico en todo esto, no pueden andar sueltas.

"Debo hablar con Takano primero, ¿pero a dónde ha ido?", se preguntó.

"¿Sabrá algo Kenzo del asunto Mao? Será mejor no indagar, por las dudas", pensó de nuevo.

Se levantó de su comodidad luego de haber probado sus kodachis, las que habían resultado ser una delicia.

—Tetsuo, es hora de movernos. Kato Harima está en Shizuoka, si no informamos de esto a Takano luego nos lo recriminará. Creo que Togashi iba hacia el dojo, quizás esté allí. Vamos.

Sus kodachis eran portadas con orgullo nuevamente, y salió de la casa feudal con mucho estilo y seguridad.

Contenido oculto: Movimiento

Al dojo

 

Shiori

Sonreí agradecida por sus palabras, negando con la cabeza, no esperaba una contienda física ni mucho menos, más con su creciente preocupación, veía también que tampoco se veía cómodo con ello, quiero decir ¿Enfrentarse a su padre? Eso podía acabar mal aunque fuera verbalmente. Quizás fuera mi natura pero tampoco era de las que se sentían cómodas dejando a la gente lidiar sola con sus problemas porque sé que luego si un problema de ésta índole salía mal, sería quizás un golpe muy duro para Tsuna.
Dejé que acabara de hablar, incluyendo lo de decirme que podríamos llegar a ser buenos amigos, algo que de lejos, me alivió en gordo, esbozándo una ámplia y cálida sonrisa de agradecimiento.

— Tsuna-san, no planeba que usted tuviera contienda con su progenitor en cuanto a traiciones se refiere en absoluto, más si gusta que le acompañe, no tengo mayor dilema con ello—. Dije amablemente, tratándo de hacerle ver que no estaba solo— Claro que respetaré la decisión que acate para conmigo. Por mi parte, la oferta se la dejo y...Quedo agradecida por corroborar lo de nuestra futura amistad, será un honor para mí—. De nuevo hice gala de mi amabilidad innata. Aunque por otro lado sabía en parte que quizás me estuviera metiendo en terreno pantanoso

 

Habitaciones
[Tetsuo; Hideyoshi; Kato; Kenzaburo]

Tetsuo afirmó ante Hideyoshi; era mejor así, no quería estar cerca nuevamente de Kato, mucho menos cuando este estaba cubierto con sangre.

Kato se mantuvo en silencio con sus sentidos alerta ante todo lo que Kenzaburo hacía, el como tomaba a shi en sus manos, cómo detenía el corte en el aire, el sonido de la saya guardando el filo, el olor a fierro.

"Como aprendiz tuyo fui capaz de aprender el estilo de la escuela, también pude doblegar la voluntad de Mara en mí. Creo que es hora de enseñarme cómo combatir a dos katanas"

El maestro era la aguja, el discípulo el hilo.

—La escuela de los dos sables se basa en el agua — aclaró Kato — Cómo el agua siempre en movimiento, nuestra mente siempre debe estar alerta. Aunque nos movamos con rapidez, no debemos apremiar nuestro espíritu. La mente no es arrastrada por el cuerpo, y el cuerpo no es arrastrado por la mente. Permanezcamos fuertes por dentro y no dejemos que otros vean nuestra mente —las palabras de Kato perforaban a Kenzaburo, quien seguramente esperaba una respuesta física en lugar de una cátedra —Aun no estás listo; pero lo estarás si sigues entrenando y honrando mi escuela, si sigues insistiendo en buscar más fuerza sin estar preparado, tú impaciencia te llevará a la muerte —Kato se mantenía firme; pues aun no era el momento para que Kenzaburo sostuviera dos armas simultáneamente.

—Yo perdí mis dos sables porque el exceso es lo mismo que la insuficiencia— mencionó con decisión, pues Kato seguía en búsqueda de la perfección, y cada error debía corregirlo, de su haori sacó una katana que colocó frente a él, no la llevaba en su cintura como lo hubiera hecho con sus viejas compañeras. Kenzaburo la reconoció de inmediato era la katana de su viejo maestro — En cualquier actividad, el conocimiento de cómo evitar la derrota frente a los demás, cómo ayudarse a sí mismo y cómo incrementar tu propio valor es parte del camino de un guerrero. Tú muerte sólo significa que tu rival tenía más espíritu de lucha.

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rapuma

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Dojo
[Takano; Sanada; Togashi; Tsuna; Shiori; Misato; Sora; Hayato y Kyoko]

El ataque de Togashi entró con velocidad cerca del rostro de Takano; fue por poco que este no logra detenerlo; pero lo hizo; para después acomodar su puño en la boca del estómago de Togashi; fue un golpe fuerte, pero nada que lo dejara en el suelo.

—Has mejorado—mencionó Takano— Acabemos con esto; que nos esperan. Atácame con todo lo que tengas.

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Mientras tanto Tsuna reía nerviosamente ante las palabras de Shiori —¿A no era así?— entonces entendió que había reflejado sus miedos, mostrándole que no quería enfrentarse físicamente a su padre —Shiori-chan, no debes ser tan formal conmigo, así me hablan todos en casa, y si vas a ser mi amiga; me gustaría que perdieras esa formalidad — le gustaba la idea de tener una amiga, así como veía que Chiharu parecía congeniar con Kohaku, a él le gustaría tener alguien así. Pues al ser hijo del señor feudal, las amistades no abundaban —¿Te gustaría volver a entreanar? — miró a Takano y Togashi —No pueden ser los únicos que practiquen.

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Misato esperaba junto con Sora y el resto; justo cuando Hideyoshi también entraba al dojo seguido de Tetsuo. Allí pudo notar la presencia de algunos miembros, y del entrenamiento que estaban llevando Takano y Togashi.

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Bruno TDF

• Takano
• Togashi

• 
  Nivel 4
  Pv= 90
  Fuerza= 17
  Protección= 13
  Katana Inu= +10 ataque (colmillo)
  Ataque especial: Yama no shōtotsu (choque de montañas)
  
• 
  Nivel 1
  Pv=46
  Katana= +16
  +2 defensa (agilidad)
  -2 suerte (avaricia)
  

 

Kenzaburo

Arrugó el entrecejo mientras oía las palabras de Kato. Kenzaburo no acostumbraba a que alguien se le negara a una petición; en ese sentido aún era un jovenzuelo, el cual nunca aprendió a establecer límites en su vida. Intenso, imprudente. Y él lo sabía, sabía que su forma de pensar, de ser, de sentir... lo llevaría tarde o temprano a una tumba sin nombre. ¡Pero estaba tan enojado! Desde que recordaba, mucho odio, rencor, tristeza; lo moldearon a ser lo que era en ese momento. Por esa misma razón, la negativa del Harima caló hondo en su ser, comenzando a establecer extraños conflictos de sentimientos en su cuerpo. ¿Qué sentía en esos momentos? ¿rabia? ¿angustia? ¿quizá hasta satisfacción por tener a alguien capaz de imponerle un límite? No lo sabía pero se sintió enormemente agradecido al padre de Takano, al cual comenzaba a verle con ojos de respeto. Era un hombre sabio, temible, pero justo.

—Entonces entréneme personalmente. Disponga de todo lo necesario, puedo luchar contra dos, tres, los que sean necesarios. —no había bravuconería en sus palabras, hablaba con voz neutral, decisión. —Pueden romper mi cuerpo pero mi espíritu no se apagará. Nunca se apagará. Es un llama que me quema por dentro, que nace de lo más hondo de mi corazón y arde mis sentidos, mi alma. Y mientras tenga eso conmigo seré capaz de soportar cualquier entrenamiento. Pero tiene que comenzar ya mismo... maestro.

Y entonces el águila de Kamakura sacó una espada que le hizo sentir vértigo al samurái que miraba atónito. Era la katana de Kozaemon. De su maestro. De su razón de ser, de su existir. De esa rabia contenida. —Esta katana... —los ojos estaban abiertos de par en par y estiró la mano para intentar tocar esa katana, quizá era una muy similar, un poco parecida... no podía ser ésa katana. Se tambaleó unos segundos y cerró los ojos con fuerza y los abrio muy lentamente, mirando la saya. No había otra igual, tenía que ser su katana. —Esta katana... ¿Dónde la has conseguido?

 

Habitaciones
[Kato; Kenzaburo]

Kato notó las emociones en su discípulo —En Saitama me enfrenté a tres miembros del clan Taira; Kotaro, el hombre de los cien discípulos; Dai, antiguo líder de los demonios carmesí —miró la katana —Y a Kozaemon; el degollador de Kobe.

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rapuma

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Este post proviene de Minami

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Afueras de Shizuoka
[Yuzuki; Akari; Takeda; Shinrin; Matsuda; Ayame]

Avanzaron hacia la entrada de Shizuoka, notaron como se arreglaba todo para la guerra; los civiles no estaban presentes, sólo reclutas, guerreros y la guardia de Shizuoka.
En la entrada los esperaba una sorpresa; era Kiba, que movió su cola a ver a Shinrin, y sobre de él volaba Sangatsu, el águila de Kato. Shinrin sonrió —Acaso... él...—

—Calma pequeña; primero hay que asegurarnos —mencionó Akari, no para destruírle el corazón, simplemente trataba de que no se emocionara, pues no tenían aun toda la información.

Ayame caminaba con el resto, pues se había unido a ellos; en lugar de desaparecer entre el bosque de Minami.

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Yáahl

 

Kenzaburo

—Degollador de Kobe. —repitió, con los ojos entornados en esa katana. Se tragó la pregunta sobre si vivía o estaba muerto, que Kato trajera consigo esa katana ya respondía todas sus dudas; no era necesario preguntar algo que era a simple vista demasiado obvio. Su maestro nunca se hubiera separado de su katana si no era arrancada de sus frías manos. Entonces la sangre que cubría al líder Harima era de él. De Kozaemon. —¿Cómo murió? —la pregunta la realizó en un hilo de voz, aún no podía creer que estaba viviendo ese momento, era irreal. No entraba en sus cálculos. Siempre había pensado que su vida podría ser terminada por su ex maestro, incluso él mismo podría quizá un día matarlo. Tenía tantas preguntas por hacerle, sobre el golpe de estado, la razón de su entrenamiento, por qué le había elegido a él entre tantos otros niños. ¿Qué había visto en él? ¿Por qué luego le dejó olvidado en una cueva dentro de un bosque? ¿Qué pretendía? ¿Por qué casi lo asesina? Eran preguntas, comprendió Kenzaburo, que nunca podrían ser respondidas. Estaba frustrado, enojado, más que antes. —Lo que soy, la razón del por qué aún sigo aquí, fue Kozaemon. Me ayudó, me entrenó. Me enseñó a no temer, a nunca retirarme de un combate. A morir sin temer el proceso, me formó. Fue mi maestro. —la mirada del samurái estaba plantada en la katana que Kato había exhibido. —Y hace no mucho me enteré de su nombre con ayuda de mis informantes. No hace mucho sabía que estaba vivo. Y ahora ya no está. Supongo entonces que tienes más espíritu de lucha que él. —se quedó en silencio, uno que se convirtió en espeso. —Sabes más de él que yo mismo. Si conociste a mi maestro o al menos conociste su historia por medio de rumores, te pido que me lo cuentes. Nunca podrá responder mis preguntas, al menos merezco saber quién era, ya que siempre fue un enigma que nunca podré resolver.

 

Togashi
Dojo

El ataque propiciado por su brazo rozó su objetivo. Pasó demasiado cerca del rostro de Takano, quien, sin inmutarse por la cercanía del golpe, siempre concentrado y confiado, embistió el puño contra su estómago. Pese a que había adivinado el contraataque, gracias a lo cual contrajo los músculos del abdomen para reducir el impacto, el golpe logró quitarle parte de su aliento. Pero no lo suficiente para desconcentrarlo, menos para hacerlo caer. Recuperó la estabilidad con toda la rapidez de la que fue capaz, mientras en el Dojo se iban apersonando algunos miembros del clan.

Takano le dijo que había mejorado y lo instó a atacarlo con todas sus fuerzas para terminar rápido con el entrenamiento. No estuvo del todo de acuerdo con la primera cosa dicha: si ese ataque lo hubiera fallado durante la guerra, de poco le servía la satisfacción de haber estado muy cerca de golpear al enemigo; el puño en su estómago podría haber sido una katana quitándole la vida. Por eso no pensaba dejarse llevar por aquellas palabras. Tenía la voluntad y la obligación de seguir esforzándose.

—Estoy de acuerdo—dijo, mirando a los que entraron al Dojo. Seguramente traían asuntos a tratar con el estratega—. Pero esto no es todo.

Volvió a atacar, tratando de sacar todas las fuerzas de su cuerpo renaciente.

 

Shiori

Negué con la cabeza apenada y nerviosamente, ¡No era mi intención que se lo tomara así! Más, calma Shiori...
—Discúlpame Tsuna-san, no era mi intención incomodarte—. Dije con calma— Pero realmente no considero que siempre la violencia sea la solución, no soy diplomática más considero que las palabras deberían ser tan podersosas como la más afilada Katana, más veo que no todo el mundo comparte mi perspectiva. Más lamento mi formalidad, no estoy habituada a las informalidades, más lo intentaré por tí Tsuna-san—. Le dediqué una cálida sonrisa para escuchar sobre el entrenamiento y tras escuchar lo de "No pueden ser los únicos que practiquen" me hizo ya no solo esbozar una sonrisa para, posteriormente, empezar a reír, no una risa fingida ni complaciente, sinó una auténtica— Claro, yo encantada Tsunayoshi-Chan—Me dispuse a bromear—Si te gano has de ser mi esclavo

 

Afueras de Shizuoka
[Shinrin; Takeda; Matsuda; Yuzuki; Ayame; Akari]

Shinrin afirmó —Seguiré a Sangatsu — él águila guió el camino mientras Shinrin avanzaba junto con Kiba.

—Debo ir a la casa feudal; es necesario hacer presencia primero con el señor Arima; su temperamento es algo que debemos tener en cuenta, buscaré dar con él lo antes posible. Si hay miembros en el dojo, por favor infórmales de mi presencia— mencionó Takeda hacia Yuzuki.

Matsuda lo siguió sin dudarlo, ya estaba acostumbrado a ser su guía. Ayame ya había desaparecido entre la gente de la ciudad.

—Iré a la clínica; seguramente me requerirán allá—acarició la mejilla de Yuzuki —Mantente a salvo.

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Habitaciones
[Tetsuo; Hideyoshi; Kato; Kenzaburo]

—Hmmm— Kato se cruzó de brazos al escuchar las palabras de Kenzaburo —Se le conocía como el degollador de Kobe, un asesino con una técnica mortal, atacaba siempre a matar, al cuello principalmente; era protector de la ciudad de Kobe, en la prefectura de Osaka, asesinaba a los bandidos sin piedad, no se detenía a mirar en sus vidas, sólo actuaba a favor de los civiles de Kobe. Nadie sabe por qué se unió a los Taira; en Kioto tuvo un hijo al que dicen que mandó a matar — observó a Kenzaburo —Tal vez su hijo conoció a Takeda cuando él vivía allí. No sé mas —observó la katana, la única que no rompió en Saitama, a veces el destino quería que las cosas encontraran su camino —Murió en un solo ataque, corté su cabeza de un solo tajo —no lo dijo en burla o fanfarronería, volvió la vista a Kenzaburo con una mirada fría —Se atrevió a amenazar a los míos en mi cara.

Kato no tenía más que decir sobre el antiguo maestro de Kenzaburo; Kozaemon siempre había sido un hombre muy misterioso.

—Gracias a él eres lo que eres, pero es por ti y nadie más que sigues con vida en este momento. Enfócate en lo que eres ahora. Si miras atrás, alguien cortará tu cuello mientras volteas— Concluyó.

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rapuma

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Dojo
[Takano; Sanada; Togashi; Tsuna; Shiori; Misato; Sora; Hayato y Kyoko]

El primer golpe entró con fuerza al pecho de Togashi; mientras Takano recibía el golpe de Togashi en el estómago; pero este no le hizo nada de daño; despues volvieron a atacar, Takano bloqueó sus siguientes dos movimientos para después terminarlo golpeando nuevamente, hiriéndole al punto en el que él se detuvo aunque Togashi siguió levantándose.

—Basta, has demostrado suficiente —dijo Takano empujándolo para detenerlo —Tu velocidad a mejorado y si bien no me has dañado lograste conectar un golpe; algo que no habías hecho antes. Tienes mucho que entrenar, de ahora en adelante hazlo todos los días; si lo dejas de hacer por un día, tu cuerpo no se acostumbrará.

Se giró para mirar al resto cruzándose de brazos —Veo que has regresado, Misato. ¿Dónde está Kenzaburo y Kuroki? —observó a los rostros que no conocía; pero no dijo nada; después se dirigió hacia Hideyoshi —¿Has venido a entrenar, Hideyoshi?

De nuevo las puertas del dojo se deslizaban; Takano bajo las manos, era Yuzuki.

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Bruno TDF John Whitelocke Kuno Vizard Yáahl

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Tsuna no pudo evitar reír —Bien, estoy seguro de que ganaré; por eso no me parece justo pedirte algo —mencionó mientras se preparaba, nuevamente entrenarían con sus katanas con sayas enfundadas.

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madarauchiha

• Tirar un dado de 15 caras. Este representará el ATAQUE
• Tirar un dado de 10 caras. Este representará la DEFENSA. (el dado de defensa nunca cambia)
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa la SUERTE de tu personaje; si en el dado sale “4” o “5” se le sumarán +5 de ataque.
• Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa un ESQUIVE de tu personaje; si en el dado sale “5” esquivarás el ataque de tu oponente
• Puntos de vida= 60

• Takano
• Togashi

• 
  Nivel 4
  Pv= 90
  Fuerza= 17
  Protección= 13
  Katana Inu= +10 ataque (colmillo)
  Ataque especial: Yama no shōtotsu (choque de montañas)
  
• 
  Nivel 1
  Pv=8
  Katana= +16
  +2 defensa (agilidad)
  -2 suerte (avaricia)
  

 

Shiori

Igual por mi parte, tampoco pude evitar reír ante su comentario, sabía que tenía razón, no tenía quizás posibilidades más, ¿Acaso importaba? Eso era razón más que evidente para fortalecerme, algo imperativo ahora que tenía que enfrentarme sí o sí a los Taira.
— Vamos, sé que ganarás, pero me conoces, no te lo voy a poner fácil—. No pude evitar reír al respecto, pues adoraba entrenar con Tsuna, con lo de la amistad, lo decía en serio. No me importaba cuanto tuviera que prepararme pues, es esencialmente necesario si voy a participar en la guerra que estaba por acontecer.
Más, como hice el día anterior, me fui con mi hombro malherido, más esta vez y aún con dolor punzante, no pude decirle que no al desafío y, tras una educada reverencia hacia los allí presentes, empecé a caminar amenazadoramente hacia Tsuna con una mirada concentrada.

 

Togashi
Dojo

Un golpe en el tórax lo frenó con violencia. Dada su contextura aún muy delgada, no tenía músculos suficientes en esa zona que le sirvieran escudar todo el daño posible, por lo que aquel golpe de Takano lo dejó aturdido y sin aire. Se sintió un poco mareado, pero no permitió que nada lo amedrentara: ni palabras de reconocimiento, ni impactos en su cuerpo. Todo lo que hacía era concentrarse y responder, por lo que la pelea de entrenamiento continuó. Ambos se movían con agilidad y sus brazos cortaban el aire, veloces. Pese a que se sentían más veloz, Takano era como un muro de piedra, bloqueando la mayoría de sus ataques y devolviéndolos con fuerza. Ni si quiera cuando logró golpearlo pudo hacerle daño visible.

En un punto avanzado del entrenamiento, Takano estrelló el puño contra una de sus mejillas. Por un momento pareció que iba a caer de costado, empujado por el golpe… Pero Togashi estiró una pierna hacia el lateral y con el pie mantuvo anclada su postura, impidiendo su caída. Apretó el puño y volvió al ataque, pero Takano lo empujó, dando por concluido aquel entrenamiento. Sintió que el labio inferior le sangraba y contusiones allí donde los golpes lo habían alcanzado.

“Tu velocidad ha mejorado y si bien no me has dañado lograste conectar un golpe; algo que no habías hecho antes. Tienes mucho que entrenar, de ahora en adelante hazlo todos los días; si lo dejas de hacer por un día, tu cuerpo no se acostumbrará.“

Togashi escuchó con suma atención aquellas palabras. Había logrado parte de su cometido en aquel encuentro contra Takano, pues a raíz de los consejos que daba, sintió que lograron comunicarse y reconocerse de otra manera. Rectificó su postura y con las manos hizo un saludo ceremonial de las artes marciales, que acompañó con una reverencia acorde.

—Ten por seguro que regresaré —afirmó.

Debía atender sus heridas en la Clínica. Así estaría listo para los siguientes entrenamientos. Togashi, con la calma que lo caracterizaba, se dirigió hacia las puertas del Dojo. Saludó con un gesto de la cabeza a los que habían llegado, y se retiró del lugar.

Contenido oculto

-A la Clínica
-Uso mi habilidad de Robo

 

Misato Aoyama

Al entrar al dojo escrute toda la zona donde habia más de uno entrenando, entre ellos distingui al vagabundo de Tsu el cual llevamos para descansar y alimentarse, sonrei al verlo luchar con la destreza propia de un guerrero.

Al culminar más rostros familiares hicieron acto de prescencia; Hideyoshi el diplomatico que estuvo a punto de crear una ruptura con los Tao y Yuzuki quien venia a dar un aviso especial; Takeda habia llegado a Shizuoka y pronto tendria una reunion con el señor feudal.

—oh el maestro harima aun esta vivo, esta en compañia de Kenzaburo en la casa feudal...parece haber tenido una dura batalla donde perdio ambas katanas pero esta prácticamente sano—intervine con una sonrisa ante la duda de la mujer de mechones albinos. Pero entre las palabras de Yuzuki llamo poderosamente mi atención la palabra traidora ¿a quien podria referirse? Una traidora disfrazada de aliada en el camino tal vez.

—En cuanto a Kuroki aun esta de camino pero ademas— mi voz gradualmente dio paso a un tono serio—debo informar cuanto antes de ciertos eventos una advertencia en especial y la adquisición de...cierta arma— aquello ultimo fue mencionado con cierto temor.

>>¿le parece que vaya directo al grano o desea escuchar mi historia en un lugar más tranquilo?

Sentia cierta incomodidad por el hecho de hablar del espiritu de Hana, Mara o la katana Shi en un area concurrida.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Dojo

—¿A entrenar? No venía pensando precisamente en eso, en realidad venía a informar sobre movimientos en la casa feudal, pero Misato se adelantó. Efectivamente ha vuelto Kenzo, pero lo que me llama la atención es que lo ha hecho con Kato Harima a cuestas.

Seguramente se tratara de una alianza con los Harima luego de la derrota de este último, o simplemente de una hermandad establecida entre Kenzo y aquel. Por las dudas, se encargaba de informar aquello que veía raro.

—Hay algo más... los rumores... la ciudad no confía en Nagato, creen que Takeda ha muerto y que el señor feudal no hará nada en tanto este no esté. Deberíamos hablar con Nagato. También hay gente sorprendida por el número relativamente bajo de gente que ha traído el clan para defender esta ciudad.

Se cruzó con Togashi saliendo del dojo y le ofreció un saludo a la distancia, también vio a Yuzuki.

—¿Valen la pena?—preguntó por los entrenados.

 

Kenzaburo

Absorto, como si estuviera congelado en el tiempo, observó la katana de su maestro mientras oía de fondo, como palabras traídas en un eco fantasmal hacia él, la razón de su muerte. Era el defensor de un de la ciudad de Kobe, un tipo que se unió a los Taira de un momento a otro, siguiendo un estandarte que era lo opuesto a sus actividades en Kobe, donde defendía a los campesinos y ahora los mataba a sangre fría. Ni siquiera Murai Sugita, el shinobi más letal de Japón, conocía sus motivos, sus razones o sus objetivos. Era un total enigma para el hombre de los mil disfraces. Cerró un ojo con furia y se llevó la mano a la cabeza y se apretó la sien; la voz de Mara retumbó en su cerebro y la carcajada le aturdió los sentidos. Fueron pocos segundos pero Kenzo intento serenarse, como si nada hubiese ocurrido.

—"No hay lugar que te pueda intimidar bajo ninguna circunstancia, entrena y tu emblema será la paciencia; todo es posible con práctica y experiencia." —habló Kenzaburo, recitando los códigos de su maestro, unos que le obligaba a él mismo a repetirlos todas las mañanas. —"Ante las dificultades siempre se esfuerza y se crece; si te desvaneces y mueres, te lo mereces". Y creo que a fin de cuentas se lo mereció. No puedo imaginar a este hombre perdiendo un combate. —la mente lo llevó a recuerdos manchados de miedos y temores; pero eran recuerdos puros, nostálgicos, donde cargó con el peso de sus metas y se prometió nunca descansar hasta dejarlas completas. Se cerraba un ciclo para el samurái, ahora ya nunca tendría las respuestas y eso lo debastaba por dentro, aunque en el exterior se mantuviera frío, ya recuperado de la primera impresión de encontrarse con la información.

—¿Que harás con la katana? —observó a Shi, aún susurrando en su mente aunque no entendía esa conexión, ya no la tenía entre sus manos. Y luego miró hacia la katana de Kozaemon —Con ambas katanas, ¿qué haras?

 

Habitaciones
[Kato; Kenzaburo]

—Brindó su fuerza al bando equivocado— Kato mencionó ante Kenzaburo; tomó la katana de Kozaemon y la extendió ante su nuevo discípulo —Su destino es tuyo por decidir; para mi resulta insignificante — en sus palabras nunca había lástima; ni por las vidas que arrebataba ni por los sentimientos de la persona con la que hablara, después observó a shi —Con esta katana; no soy yo quien deba decidir su destino final—miró a Kenzaburo —Tú tampoco. Ninguno de los dos podremos esquivar eternamente sus efectos en nosotros; nos sobrepasa —Incluso Kato Harima conocía sus límites, unos que no volvería a cruzar — Sólo Hoshi podía dominarla; Hana pudo sellarla, y sé que Rengo no es capaz de realizar ninguna tarea; su ineptitud hacen más difícil este proceso.

Kato se mantuvo en silencio mientras observaba a shi —No sé que hacer con ella. Pero sé que es lo que no debemos hacer nosotros; nadie debe tocarla, ni permanecer cerca de ella. Debemos protegerla mientras encontramos un método para deshacernos de algo tan molesto como un arma maldita.

Levantó la vista nuevamente a Kenzaburo —Entonces Takeda resguardó a un antiguo miembro de los Taira entre los suyos. Y yo lo he aceptado bajo el nombre de mi escuela. Mis ancestros me escupirían en el rostro en estos momentos; pero a mi no me interesa el pasado, me importa ver hacia dónde apuntan con su arma en este momento. Sigue apuntando correctamente, defiende a Takeda y ayúdalo a recuperar Japón; si fallas, mi deber como tu maestro será perseguirte hasta cerciorarme de que ya no respiras —cerró sus ojos — Mi cacería aun no ha terminado. Después de esta guerra planeo acabar con los discípulos que me traicionaron —abrió los ojos — Porque es mi deber como maestro corregir los errores que aun tienen solución.

Contenido oculto

rapuma

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Dojo
[Takano; Sanada; Togashi; Tsuna; Shiori; Misato; Sora; Hideyoshi; Tetsuo; Hayato y Kyoko]

Takano aceptó las palabras de Togashi —Ten por seguro que yo estaré esperando — respondió, pues siempre esperaba el momento para entrenar; antes únicamente lo hacía con Ukita, debido a que los demás preferían entrenar con Takeda. Incluso recordó como en Tsu fue el primer momento en que entrenó a personas dentro del clan fuera de Ukita. Togashi, Misato y Kuroki —Y Togashi...— mencionó antes de que este se dirigiera a la salida —... debes recordar que fui yo quien te reclutó para el clan; porque vi que tu cuerpo gritaba ser el de un guerrero, a pesar de que tu mente no lo hiciera. No me hagas quedar mal.

Después de que Togashi comenzara a irse, las palabras de Yuzuki hicieron que Takano apretara sus puños.

"...pidió que te dijera que te esperará en el castillo Yagura..."

Después Misato completó aquella información, Kato seguía vivo y Kuroki venía en camino. Las piezas volvían a reunirse en un solo lugar. Pero en el momento que comenzó a acomodar todo en su mente, las palabras de Misato destruyeron sus ideas, miró a los presentes. Estaba en una situación comprometedora, Sanada y Tsuna estaban presentes, además de aquella mujer llamada Shiori y los dos guardias.

—Cualquier información importante guárdenla cuando Takeda también esté presente — mencionó aun preocupado porque alguien fuera el traidor que había sido colocado por los Taira.

Después fue Hideyoshi quien habló de los rumores de Shizuoka, dejó ir la información en un momento idóneo, así los presentes no sentirían que habían sido excluidos de oír toda la información de sus aliados.

—Reunámonos con Takeda y Nagato para organizarnos— mencionó Takano para después mirar a los guardias con respecto a la pregunta de Hideyoshi —La guardia de Shizuoka ha sido bien entrenada, me preocupa mas los números; aun así son competentes. Los civiles que han decidido permanecer en Shizuoka para defender su ciudad, ellos son los que me preocupan, no están listos para una guerra.

Tsunayoshi no escuchaba nada de lo que decían, estaba más ocupado en su propio entrenamiento; pero Sanada le informaría de lo ocurrido.

—Muy bien Shori, prepárate — Tsuna atacó con fuerza a Shiori, nuevamente Shiori no puso defensa, era su mayor debilidad, haciendo que impactara de lleno en uno de sus hombros; pero el golpe de Shiori en Tsuna fue el que sobresalto a Sanada, su maestro y a los Minamoto presentes que lograron ver lo ocurrido. Shiori había golpeado en la cabeza de Tsuna, si bien no fue un golpe demasiado fuerte, fue uno que conectó.

—Hey Tsuna...— mencionó Takano interrumpiéndolos —... debemos hablar con tu padre. Takeda ha ido a buscarlo pero sabemos que él no estará en la casa feudal; ve con Sanada y Shiori a informarle, mientras nosotros vamos por nuestro señor.

Tsunayoshi bajó el arma avergonzado porque nuevamente había burlado su defensa, al levantar la vista pudo distinguir a Yuzuki y se avergonzó aun mas —Oh Yuki... no sabía que volverías; Takano no me dijo nada — se giró a Shiori — Al parecer siempre termino en situaciones así frente a mujeres hermosas.

Takano se cruzó de brazos mientras Sanada se acercaba a Tsuna y Shiori —Tsuayoshi, vamos; esta vez su padre debe oírlo

Tsuna suspiró para girarse hacia Shiori —Creo que me has ganado esta vez Shiori, por favor, acompáñame; debo ir a confrontar a mi padre.

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Bruno TDF John Whitelocke Yáahl Kuno Vizard madarauchiha

• Tsuna
• Shiori

• 
  Fuerza= 10
  Protección= 5
  PV= 76
  
• 
  PV= 43
  +4 ataque (voluntad)
  -2 defensa (debilidad)
  

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El rol de Riku proviene de Iwata​

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Afueras de Shizuoka
[Riku; Kojiro]

Al entrar a Shizuoka notaron como la ciudad se preparaba para la guerra; y en la entrada, había un perrito persiguiendo su cola, era Inosuke; el mejor guerrero de Kai.

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Monpoke

 

Riku

Imaginar y verlo son cosas totalmente diferentes, contemplar una ciudad desolada y a la vez en movimiento. Genera un sentimiento de perdida y nostalgia.

Se acaba la paz.

En eso, noto a cierto cachorro dando vueltas por la entrada. Totalmente en discordia con sus alrededores.

Tal como un niño que no sabe del mundo, jugando persiguiendo su cola, ese cachorro es Inosuke.

"Eh. Inosuke". Levanto la voz para llamar su atención. "¿Te separaste de Shinko o escapaste?".

De cierto forma, hay emoción en mis palabras. Estoy en donde se cuentra todos. Por mi puedo llamarlo hogar.

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Si es posible. Quisiera seguir a Inosuke.