Romántico Roland

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Antonionoventayseis, 5 Septiembre 2017.

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  1. Threadmarks: C21 - Deep Inside
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Abril 2016
    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    4268
    ---CAPÍTULO 21---
    ---Deep Inside---


    Cuando llegamos a mi apartamento, la puerta estaba abierta, creí que algún ladrón había entrado porque los únicos con llave, que yo conozca, son Ricky, Clarissa, Megan y mis padres. Mi amigo pasó primero por la puerta con su arma en mano solamente para encontrarse con Eleonor sentada en el sofá recogiendo su bolso. Nos saludó con normalidad y pidió que la llevaran también a casa. En el momento que su madre dijo que también estaría allí por un tiempo, pareció alegrarse pero cambió su expresión.

    Recogí mis cosas a lo que vi unos libros sobre videojuegos, dudé un rato para al final decidir en llevarmelos, ya no tengo la consola para probar las guías que tenía. Sí, tengo más consolas, pero llevarmelas todas es exagerado, mejor dejarlas aquí. En la mesa de la cocina me doy cuenta que falta el almuerzo que mamá había dejado, en eso Eleonor se aclara la garganta para llamar mi atención.

    --La comida está aquí-- Señaló tímida su bolso --La calentaré al llegar--

    --Eli, ¿qué te dije?--

    --Ya sé-- Bajaba la mirada --Solo le avisaba--

    Nos subimos al coche, al frente estaba Ricky con Clarissa, conmigo venía su hija pegada a la puerta mirando las calles cubiertas de nieve. Estaba demasiado triste, ya no tiene ese aire de felicidad que cargaba encima cuando la veía, me desconcierta mucho. Nadie se dirigió una sola palabra en todo el camino, ahora quisiera haberme quedado en casa para no estar pasando por este incómodo momento.

    Ahora que veo de reojo, ella no para de mirarme por el reflejo, no estaba viendo las calles, su mirada está puesta sobre mí. Me giré para ver si era cierto lo que veía y ella pestañeó unas veces para mirarse los pies, sí, me veía. En eso, cuando llegabamos a la mansión, otro carro estaba estacionado al frente de la entrada, ¿algún familiar? Puedo estar en lo correcto por la cara de sorpresa que ponía Clarissa.

    --Es cierto, venía hoy-- Dijo ella medio calmada.

    --¿La tía Marissa venía y lo olvidaste?-- Preguntó Eleonor --¿Y si se lleva algo más?--

    --No puede, el perro era de ella, pero todo allí es mío-- Bufó --Ricky, protege a Roland de esa carnivora--

    --Para eso estoy, jefa--

    ¿Protegerme de esa carnivora? ¿Qué quiso decir con eso? Siempre y cuando no sea como el tío Yogi que solo iba a casa a comer y dejar los cuartos con mal olor, todo bien. Nos bajamos tranquilos, Ricky caminaba a mi lado mientras que Clarissa y Eleonor iban adelante con una sonrisa en la cara, de verdad que ahora estoy confundido. Veo a Ricky pero en él no hay expresión alguna.

    Entramos así sin más, buscamos por un rato hasta que en la cocina vimos a ambas chicas pero frente a ellos estaba una mujer como de la edad de Clarissa, casi igual a ella a diferencia de su cabello ondulado, ella debe ser Marissa, su hermana. Si algo me sorprendió fue haber visto que estaba acompañada de Frederick, el chico que conocí hace un tiempo en RetrO's.

    --¿Frederick?-- Me acerqué confundido --¿Eres tú?--

    --¿Roland? ¡Hombre! Cuanto tiempo sin verte-- Nos dimos la mano y un breve abrazo --¿Cómo estás? ¿Y esas marcas en la cara?--

    --Nada grave, un accidente, pero estoy bien-- Ahí recordé --Oh... cierto... Frederick-- Lo abracé nuevamente --Mis sentidos pésames por lo de tu madre--

    --M-Muchas gracias--

    --¿Qué te trae por aquí?--

    --Acompaño a Marissa, dijo que quería visitar a su hermana hoy... se parecen mucho--

    --Sí, ya me di cuenta--

    Clarissa sonreía al igual que su hija, lo mismo pasaba con Marissa. No entiendo, ¿qué les pasa? ¿alguna rivalidad del pasado o algo parecido? ¿por qué sonrien así? No se han dirigido la palabra todavía pero siento que hay una conversación con sus miradas, ¿cómo lo sé? No tengo idea... De pronto Ricky mató una mosca con la mano el cual resonó en la habitación, las tres mujeres dieron un leve brinco de susto.

    --Ok ok ok-- Asintió Clarissa --¿Cómo está mi hermanita la carnivora?-- ¿Carnivora? De verdad que no logro entender.

    --Estoy bien, gracias por preguntar--

    --¿Qué piensas llevarte ahora?--

    --Nada, solo vine a hablar sobre los días que tengo sin verte... es aburrido, no ha pasado mucho-- Se recostó de la pared --¿Y a ti?--

    Clarissa me vio --Tampoco ha pasado mucho, lo mismo de siempre--

    --Hmm...-- Ella también me vio y mostró sus dientes al no poder aguantar la sonrisa --Creo que vas por mis pasos--

    --Roland, ve arriba con Ricky y Frederick, hablaré con ella por un rato... tú también, Eli--

    --Ok, mamá--

    Eleonor nos dio la vuelta a los 3 a la vez que nos empujaba hasta las escaleras y subir, así será de importante su reunión que nos tienen que sacar de esta forma... me siento de bajo nivel. Tengo una pierna mala todavía, por lo que el bastón es necesario para poder subir, es una suerte que Ricky me haya dado su hombro para apoyarme.

    Puede que sea solo una conversación típica familiar... sin embargo, la forma en la que se sonreían era como para darse a muerte, no creo que se vayan a pelearse aquí, ¿son hermanas, no? Ambas son adultas y saben comportarse mejor que todos nosotros aquí... o eso es lo que quiero creer. Entramos a la habitación en donde dormí, Eleonor se puso algo incómoda y se quedó en la puerta a mirarnos, al rato salió Ricky diciendo que buscaría la caja con las revistas para mí, casi me olvidaba de eso. Me quité el morral y lo dejé arriba de mi cama, al sacar unos cuantos dibujos, Frederick me pidió una hoja y abrió los ojos en sorpresa.

    --Joder... lo veo y no lo creo--

    --¿Qué?--

    --¿Eres tú quien sube el comic?-- Me enseñó la hoja, ¿acaso es un seguidor? Asentí --Tío, no me digas que lo cancelaste, subelo, todavía espero una actualización--

    --¿De verdad?--

    --Claro, ¿lo subirás?--

    Observé los dibujos con atención --Bueno... ya todo está listo, solo me faltaría un escaner pero no tengo el mío aquí-- Eleonor levantó la mano interrumpiéndome.

    --Y-Yo tengo uno... ya lo traigo-- Salió del cuarto.

    --Oye, Roland...-- Me susurró Frederick --No quiero entrometerme, pero me desconcierta algo, ¿que ustedes dos no eran novios?--

    --Lo eramos... terminamos, creo que no somos el uno para el otro-- Tuve que mentirle.

    --Entiendo-- Dirigió su mirada a la puerta y susurró --Weird...--

    Nos quedamos ahí a conversar nada más sobre algunos videojuegos, no quise meterme mucho en ese tema por el hecho de que su madre jugaba con él. Por lo que me viene contando, Frederick es lo contrario a mí, es alguien alegre el cual no le importa lo solo que esté, siempre va por lo positivo de las cosas. Debí haber sido como él, es una desgracia que no haya sido así... mi madre decía que por algo pasaban las cosas, creo en eso, sí, pero en momentos como estos... bueno, se entiende.

    Lo que no pregunté fue el porqué decidió quedarse con Marissa, ¿ella lo adoptó? Recuerdo que Ricky me dijo que ahora vive con ella, más no me dijo las razones, ¿debería preguntarle? No, mejor me espero un tiempito más... aunque me levanta dudas, eso sí. Como sea, Ricky llegó y nos dejó las dos cajas, mejor las abro para no desperdiciar nada, espero encontrar una guía útil en algún lugar. Entre él y yo la abrimos, dentro habían varias guías sobre juegos de la Atari2600, me sorprende que estén en tan buen estado, lo digo porque todavía no tienen ninguna esquina doblada o descoloración alguna.

    --¿Quieres este?-- Me preguntó.

    --No, ya lo tengo--

    --Entonces es mío--

    Buscamos por un buen rato, muchas eran buenas, por desgracia ya tenía una gran parte, Frederick era quien estaba más emocionado con esto. Para ser alguien de 21 años, se emociona por estas cosas, no es exagerado, eso sí, pero se emociona... Esto es nuevo, también hay guías de la Dreamcast, mi suerte cambió un poquito por lo menos, con esto puedo distraerme mientras esté en cama.

    --Toca ponerte al tanto, Roland-- Dio una palmada Ricky para llamar mi atención... ya lo hizo, incluso me asustó --Ya que vivirás aquí por un buen rato, mejor será contarte--

    --Sí, ya voy-- Frederick siguió revisando mientras que yo le prestaba atención.

    --El tour te lo puedo dar mañana, hoy te diré lo simple-- Se aclaró la garganta --La señora que acabas de ver--

    --Señorita-- Corrigió Frederick --Perdón, es que no le gusta que le digan señora--

    --Eso también-- Señaló Ricky --La señorita Marissa es la hermana de Clarissa, obviamente... seguro te diste cuenta que se miraban con ganas de matarse-- Asentí --Eso es normal, se juegan así--

    Levanté la mano --¿Por qué le dijo "carnivora"?--

    --Eso... bueno...-- Jugaba con sus dedos --Aquí tenemos la costumbre de decirle "carnivora" a aquellas mujeres que buscan hombres mucho más jovenes que ellas mismas--

    --¿Pedófilas?--

    --No, no son pedófilas, hablo de las que tocan, o están a punto de tocar los cuarenta y salen con chicos de veinte--

    --Y-Yo mejor salgo y los dejo tranquilos-- Nos dijo Frederick a lo que salió del cuarto con nervios... Creo que ya pillé el asunto.

    --¿Ves a lo que me refiero?-- Ricky comenzó a reírse --Marissa es inofensiva... hasta donde la conozco, eso sí--

    --Entonces, Frederick...--

    Asintió --Sí, es su novio--

    --Oh... ya ya... no lo culpo, es su decisión quedar con ella--

    Allí sonó su teléfono, Ricky contestó todo normal hasta que se sujetó el tabique de la nariz, creo que tiene trabajo --Muy bien, allí voy... sí, no me tardo-- Colgó --Era Melanie, no debí dejarla a cargo de dos tiendas--

    --¿Tienes dos tiendas?--

    --No exactamente dos, RetrO's es mía, la otra es la de Melanie, Yomotsuhirasaka-- Yomotsu... eh? --¿No has visto la tienda? Está en el segundo piso del centro comercial--

    --Disculpa, no me paso por ahí, ¿de qué es?--

    --Venden anime, trajes para cosplays y doramas-- Caminó hasta la puerta de la habitación --Debo irme, disculpa por no ponerte al tanto--

    --Tranquilo, ya me enteraré--

    --Perfecto, nos vemos entonces-- Se despidió normalmente.

    Bueno... ahora se supone que viviré aquí por un tiempo, espero que no sea por mucho porque no quiero ser una molestia para nadie. Frederick se llevó las revistas que quería dejandome las del Dreamcast, puedo leer para pasar el rato y esperar a que me llamen ya que no tengo nada que hacer.

    En los pisos de abajo escucho las risas de Clarissa junto a las de su hermana, la están pasando muy bien por lo que llego a escuchar, eso es bueno para ella. La nieve sigue cayendo, si no se detiene tendrán que quedarse aquí, las calles no seran muy seguras con tanto hielo... y ahora que me doy cuenta, Eleonor no ha llegado con el escaner que iba a darme para subir las hojas... como me dije a mí mismo en el hospital, debería distanciarme de ella. No quiero creer que esto sea malo, solo lo disfrazo como una buena decisión... no entraré en conflicto conmigo mismo.

    La cama es suave, tanto que me cuesta sentir los resortes bajo la primera capa, podría dormir eternamente aquí y nunca despertar... Me falta algo, intento distraerme con lo que veo pero siempre me queda en la mente un aviso de que me falta algo importante, algo fundamental. El teléfono no ha sonado, tal vez Megan no ha despertado aún. Escucho la puerta abrirse, es Eleonor quien está al otro lado cargando un escaner y encima de este un plato de comida... mantener distancia será un problema si ha hecho esto.

    Tomé mi bastón y caminé hacia ella para coger el escaner --Agarra el plato, que no se caiga--

    --Ya, lo tengo-- Sonrió --Esto es lo que tu madre te dejó, lo calenté por tí--

    --¿Qué haces?-- Cambié de tema --Clarissa te regañará, no deberías estar hablando conmigo--

    --Por favor, solo come-- Se puso algo nerviosa, su mirada evade la mía --Aparte, mamá está ocupada con mi tía--

    Caminamos hasta mi cama para sentarnos en la orilla, puse el escaner a un lado mientras que ella tomaba un cubierto del plato, allí cogió un poco de comida y me la enseñó, quería darmela personalmente. La miré a la cara, tenía los ojos un poco rojo, así como cuando alguien trata de no llorar con fuerza. Sí, con esto confirmo que será muy difícil mantenerla lejos de mí, seguí su juego, le di una probada, sabía muy bien, definitivamente es algo que mi madre hizo.

    --¿Está bien...?--

    --Sí, nada mal--

    Me dio otra cucharada, me cuesta olvidar esto, es igual a aquella vez que fue a mi casa. Al terminarme el plato, Eleonor lo puso a un lado pero no se retiró, allí se quedó mirando el cuarto de arriba a abajo, no voy a detenerla, ella sabe bien lo que pasaría si Clarissa la ve aquí.

    --¿Quieres que te traiga algo, Roland?--

    --No... así estoy bien--

    --¿Estás seguro? Te veo algo incómodo y...--

    --Por favor, no hagas como si no hubiese pasado nada-- Me recosté dándole la espalda --Solo empeorarás las cosas--

    --Lo sé...-- Se paró de la cama, escucho como sus pasos se alejan hasta la puerta y luego se detiene --¿Al menos aceptarías ir mañana conmigo a un evento...?--

    --Eleo...--

    --Te lo pido como amiga... Roland-- Me interrumpió --Por favor, no te pido más nada--

    Lo medité por un minuto, espero que sea verdad --Lo pensaré--

    --Claro... espero tu respuesta--

    Cerró la puerta. Tengo razón, no dejará que me aleje así tan fácil, me ha invitado a un evento pero no sé de qué, no tengo ganas de escuchar música en un volúmen alto, ya el dolor de cabeza que casi siento es suficiente como para estar cerca de fuertes vibraciones... Sé que es fuerte, tiene que conseguirse a alguien con quien estar... con alguien más. Pienso un poco esto último, ya conmigo no tiene nada que hacer, sin embargo, apenas pensarlo me deja con un mal sabor, ¿por qué me niego a esa idea? No, no la amo, no es lógico, no después de lo que me hizo.

    Pasamos buenos momentos pero eso ya no valen nada, todo perdió su significado desde ese día... ¡Maldita sea! Quiero olvidar ese maldito día, como deseo que nada de eso hubiese pasado. Golpee la almohada con rabia. Estoy muy molesto, pero al mismo tiempo estoy triste, con ganas de llorar y no parar. Debo olvidarla como de lugar, tal vez así mi dolor desaparezca...



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    Eleonor "Eli" Rosenberg.
    (Esta parte es solo una pequeña prueba que me hice)
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    --Roland, ve arriba con Ricky y Frederick, hablaré con ella por un rato... tú también, Eli--

    --Ok, mamá--

    Les di la vuelta a los tres chicos que estaban conmigo en la cocina sin hacer nada más que ver, me llené de fuerza porque mi Roland está entre ellos. Debe de haber una forma en la que pueda arreglar las cosas entre nosotros, sé que no tengo el derecho de disculparme porque lo que causé fue grave y remediarlo es imposible... Sin embargo, no quiero que se vaya, que se distancie tanto y no me hable que... no sé. Quiero caerle bien, que vuelva a verme como una persona en la que pueda confiar completamente sin pensarlo dos veces, quisiera que mi Roland volviese a amarme como antes.

    Cuando los dejé en la habitación, Ricky me pidió permiso para salir porque iba a buscar las cajas para mi Roland así que lo dejé ir. Me quedé en la puerta en caso que él me mirara mal, no puedo creerme el cambio tan drástico que nos tocó vivir, parecía un buen plan ayudar a Megan... sin embargo, nunca pude ver venir la atracción que sentí cuando lo conocí, es tan lindo, tímido... vulnerable... las ganas de querer cuidarlo y protegerlo crecieron en mí que al final rechacé el dinero.

    Megan me sonrió, dijo que estaba bien, pero que la mantuviera al tanto de lo que hacían. Me dejó en claro que si descubría algo grave en él, que se lo hiciera saber ya que sospechaba de muchas cosas. Dudo que esté sufriendo de algo serio, sí, mi Roland es muy delgado pero no lo suficiente como para hacerlo ver como una vara.

    --¿Eres tú quien sube el comic?-- Le escuché decir a Frederick a lo que mi Roland asintió --Tío, no me digas que lo cancelaste, subelo, todavía espero una actualización--

    --¿De verdad?--

    --Claro, ¿lo subirás?--

    Observó los dibujos con atención, que yo recuerde, nunca se trajo su escaner... creo que sé como iniciar una conversación --Bueno... ya todo está listo, solo me faltaría un escaner pero no tengo el mío aquí-- Levanté mi mano para llamar su atención.

    --Y-Yo tengo uno... ya lo traigo-- Llena de nervios salí de la habitación.

    Si las cosas salen como quiero que pasen, entonces podría solucionar aunque sea una parte del problema. Entré a mi habitación y abrí el closet en la pared, casi nunca uso mi escaner pero eso no significa que no lo cuide, lo guardé por aquí debajo de la ropa que no uso desde... bueno, no quiero botarla a la basura, punto.

    Ahí me detengo... no niego que estoy desesperada por volverlo a tener en mis brazos, pero mi Roland está muy molesto conmigo, ¿y si al llevarle el escaner termina gritándome? Me dirá lo mismo que anoche... ya ni siquiera me llama "Eli" como solía hacer. Respiré profundo mientras miraba la ropa en mi closet, ya tengo en mente lo que quiero hacer, sin embargo, no estoy segura de cómo reaccionar si dice algo que no me espero, el escaner no será suficiente para iniciar algo con él.

    Tengo tanto miedo, siento la cara caliente y tengo pulsaciones en la cabeza por lo rápido que va mi corazón. No estoy preparada para esto, la única oportunidad de tener a alguien al que pueda amar se fueron por el desagüe el día que acepté el plan de su hermana. Ahora estoy por perder a dos personas por mi propia culpa, Megan tuvo un accidente y según mi primo Evan, puede tratarse de un intento de suicidio. Ahora estoy por perder a mi Roland, debe haber algo a mi disposición que pueda hacer para que me perdone, ya no quiere los besos que le daba y estoy cien por ciento segura que se siente asqueado por hacer aquello cuando dormimos en casa de sus padres.

    Siento mis ojos aguados, he pasado gran parte de la semana encerrada aquí llorando con la idea de que todo se va a arreglar y que volveremos a ser como antes. Desearía volver en el tiempo para decirle a Megan que me lo presentara con normalidad y así poder evitar este desastre. Las lágrimas son las únicas que han acariciado mis mejillas últimamente, pude haberme arrojado a la cama para desahogarme si no fuese por mi teléfono que sonó, era un llamada de mi amiga, no vi de otra que contestar.

    --¿Susie?-- Me limpié el rostro --¿Qué pasa?--

    --Oye, Eli, ¿a que no adivinas lo que me acaban de avisar?-- Ella es Susie Vance, una amiga de la universidad, es muy energética, incluso más que yo.

    --No puedo adivinar, no estoy de muy buen humor--

    --Disculpa, olvidé que pasas por una ruptura... pero te tengo algo que puede relajarte-- No la veo, pero de seguro está dando brincos en su cama --Mañana en la tarde hay un evento de cosplay en el centro comercial, ¿quieres venir conmigo?--

    --Dejame ver...-- No tengo un traje con el cual ir, el último que usé me quedaba muy apretado --Debo comprarme algo primero--

    --No hay problema, yo también debo comprarme algo para ponerme... Yomo...tsu... ese sitio--

    --Yomotsuhirasaka-- Corregí.

    --Ese mismo es, sé que está nevando desde hace un buen rato ya, pero de verdad que quiero ir--

    --Ok ok, voy contigo... te veo mañana--

    --Vale, yo paso por tu casa temprano-- Colgamos al mismo tiempo.

    Al menos mañana podré salir de casa para pasar el rato... ¡Tengo un plan! Llevaré a Roland y allí lo invitaré a comer, todo será normal, entablaré una conversación formal y luego entro con lo importante... mamá... ¿cómo invitarlo sin que mi madre se entere? Tendré que hacerlo hoy mismo... un momento, me traje su comida para calentarla aquí, bien, ya sé cómo invitarlo.

    Revisé mi bolso hasta encontrar la tasa que su madre le había hecho. Me han mantenido informada y sé que mi Roland llevaba una semana sin salir de su cuarto, entre Marian y Edward se turneaban para prepararle la comida pero nunca llegaron a entrar a su habitación, la llave que tenían solo funcionaba para la puerta principal. Bajé a la cocina con la comida en mi mano pero antes de llegar, observé a mi madre hablando con mi tía, ahí también estaba Frederick haciendole compañía, intenté pasar desapercibida pero mamá me vio.

    --¿Qué haces?--

    --V-Voy a calentar la comida de Roland...--

    --Eli--

    --Sí, sé lo que vas a decirme... pero dejame darle esto y ya, por favor--

    Mi madre hizo una mueca a lo que asintió --Bien, pero solo esta vez--

    Encendí un fogón y calenté una mitad de lo que le habían preparado, la otra parte se la daré mañana en la mañana antes de que despierte, debe mantenerse alimentado luego de la golpiza que recibió. Terminé. Apagué todo y subí las escaleras hasta llegar a su habitación, pero antes de entrar, busqué el escaner en mi closet, puse el plato encima de este y lo cargué para no tener tantos problemas. Allí sí fui directamente a su cuarto, me paro de puntitas frente a la puerta para alcanzar el pomo con la mano, cuando la abrí, vi que Roland me observaba desde su cama, estaba serio.

    Cogió el bastón que mi madre le dio para luego dirigirse hacia mí y coger el escaner --Agarra el plato, que no se caiga-- Me dijo calmado.

    --Ya, lo tengo-- Intenté sonreirle mientras tomaba el plato --Esto es lo que tu madre te dejó, lo calenté por tí--

    --¿Qué haces?-- Me miró extrañado --Clarissa te regañará, no deberías estar hablando conmigo--

    --Por favor, solo come-- Los nervios me dominaron, su mirada está enfocada en mí solamente que lo único que puedo hacer es ver a otro lado --Aparte, mamá está ocupada con mi tía--

    Lo acompañé hasta su cama donde nos sentamos en la orilla, mientras que él apartaba el escaner, yo cogía un poco de comida con el cubierto y se lo puse frente a sus labios, igual que la vez que comimos en su casa. Las heridas en su rostro me caen como balde de agua fría, son un duro golpe para mi corazón, en este momento quería hacerlo sentir cómodo, especial, protegido, para que se diera cuenta de que sigue siendo mi persona ideal, que de verdad lo amo. La mirada que clava en mi rostro hace que mis ojos se humedezcan tanto que creo que voy a llorar. Miró la comida y dio la primera probada.

    --¿Está bien?-- Dije refiriendome a la comida.

    --Sí, nada mal-- Me sentí cálida.

    Le di cucharada tras cucharada hasta dejar el plato metaforicamente limpio. Lo puse a un lado y ahí me quedé para acompañarlo aunque sea otros 15 minutitos buscando la manera de invitarlo al evento... pero me preocupa mamá, solo deseo que su conversación con la carnivora de mi tía no haya terminado antes de lo que acostumbrar hablar.

    --¿Quieres que te traiga algo, Roland?-- Le dije para darme un poquito más de tiempo.

    --No... así estoy bien--

    --¿Estás seguro? Te veo algo incómodo y...--

    --Por favor, no hagas como si no hubiese pasado nada-- Me interrumpió mientras se acostaba dandome la espalda --Solo empeorarás las cosas-- No lo sé... pero siento que está intentando como puede olvidar las cosas que hicimos.

    --Lo sé...-- No vi de otra que pararme de la cama y caminar hasta la puerta, no pienso irme hasta por lo menos invitarlo, no importa si me rechaza. Suspiré hondo --¿Al menos aceptarías ir mañana conmigo a un evento...?-- Pregunté nerviosa.

    --Eleo...--

    --Te lo pido como amiga... Roland-- Le interrumpí --Por favor, no te pido más nada--

    Veo que está pensando en su respuesta --Lo pensaré-- Fue lo que me dijo... no era lo que esperaba, sin embargo, no lo obligaré a que me responda así de rápido.

    --Claro... espero tu respuesta--

    Salí de su habitación y al cerrar la puerta me recosté sobre esta completamente cansada. Mi Roland está verdaderamente mal, su personalidad ya no es como la de antes, ahora me tiene... miedo... la debilidad en mis piernas están a punto de ganarme, casi ni puedo sostenerme. Con apoyo de la pared llegué hasta mi cuarto y ahí me encerré a ahogar mis llantos en la almohada. Me arrepiento de todo, me arrepiento de haber aceptado ese plan, me arrepiento de haberlo seguido incluso sintiendo amor por él... Juro que mañana haré lo posible de cambiar las cosas, quiero que mi Roland tenga una buena vida, no se va a arrepentir tanto como yo.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Abril 2016
    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    3448
    ---CAPÍTULO 22---
    ---Salida---


    Hoy desperté temprano... muy temprano, a eso de las 3am porque tosí sin parar, me ahogaba con mi propia saliva. Por la ventana me doy cuenta que la nieve paró un poco, hay rayos de sol asomándose entre las nubes grises de invierno, Florencia debe estar hermosa con este ambiente. Miré a mi alrededor hasta encontrar el bastón con el que me afinco y una toalla para bañarme y luego salir del cuarto, incluso con las chanclas puestas puedo sentir el frío que hay en el piso de madera. Dormí bien sin mencionar que casi me ahogo con mi propia saliva.

    --¿Roland...?--

    Escuché la voz de Eleonor y me giré, tenía puesta su pijama con un paño sobre su hombro, era muy temprano como para que esté despierta

    --Hola...-- Saludé cansado.

    --Buenas madrugadas-- Dijo así sin más, sonreí vagamente y seguí mi camino hasta el baño, ella me seguía --¿Vas a bañarte? Necesitarás ayuda, sabes...--

    --Eleonor, suficiente--

    Nos quedamos callados frente al baño, ha querido ser amable conmigo pero no sabe que poco a poco está empeorando las cosas. No debería de hacerlo, ocultar lo que hizo solo me lastima más de lo que estoy, me hace creer que no le importa lo que provocó y calmarme me es imposible de este modo.

    --¿Qué debo hacer?-- Me preguntó --Dimelo, Roland-- Se acercó a mi lo suficiente para reposarse en mi pecho, no me abrazó, solo está ahí, poniendo parte de su peso en mi cuerpo --Te amo... no es una mentira y odio haber dicho que quiero que me veas como una amiga si así lo preferías--

    --Si de verdad quieres arreglar algo entonces no actues como si nada hubiese pasado... me haces mucho daño con eso, Eleonor--

    Apenas dije su nombre me abrazó fuerte y lloró por encima de mi hombro --No me llames Eleonor...-- Tragó saliva --Vuelve a llamarme Eli, por favor, te extraño--

    Sus latidos puedo sentirlos aquí en mi pecho como si fuesen los mios, no sé qué hacer --Aceptaré llamarte Eli-- Aclaré con la voz entrecortada --Pero será lo más que puedo hacer hasta ahora--

    --No importa... eso es suficiente-- Lentamente acarició las orillas de mi rostro pasando sus dedos por cada una de mis heridas --Siento haberte provocado todo esto... de verdad que lo siento mucho, Roland--

    Al final terminé abrazandola también y opté por acariciar su rubio cabello --Ya, tranquila, no llores--

    --¿Cómo quieres que no llore?-- Levantó la voz --Este sufrimiento me está comiendo viva y...--

    --¡A mí también, Eli!-- Grité --Ten en cuenta que intenté suicidarme, ¿crees que no estoy sufriendo más que tú? Sobretodo cuando me hiciste creer que mi vida estaba comenzando a brillar-- Me dio un apretón que duró apenas medio segundo, al parecer le dio lo que dije. Escondió su rostro en mi pecho mojando mi camisa con sus lágrimas.

    --Perdoname-- Le oí decir callada.

    --Clarissa puede despertar, si no quieres que te regañe, mejor ve separándote de mí-- Besé su frente sin querer de verdad --Voy a bañarme--

    --Ok-- Se limpió el rostro --Al menos... quiero saber si saldrás al evento hoy--

    --Si eso quieres-- Asentí --Sí, iré al evento... pero solo porque no me gusta verte llorar, Eli--

    --M-Muchas gracias-- La vi caminar hasta su habitación pero no entró, se recostó de la puerta mirandome de a lejos.

    El agua tíbia me relajaba aunque sea un poco, el vapor no era mucho pero con el tiempo ya ocultaba parte del baño, era difícil ver la puerta e incluso el suelo de cerámica azul parecía ser blanco, me daba una sensación de estar volando entre las nubes. Me recosté en la tina por un momento a lo que oí pasos a mi lado, voltee la mirada en busca de la fuente pero sin llegar a nada, la golpiza fue hace cuatro días y ahora es que me vienen las alucinaciones. Allí la vi al momento que iba a cerrar los ojos, Eleonor estaba frente a mí arrodillada e inclinada hacia el frente en la tina con su cuerpo al descubierto.

    Gateó con lentitud hasta quedar muy cerca, sus firmes y redondos senos se movían poco a poco de un lado a otro. Mi corazón se aceleró, ¿cómo había entrado aquí? No recuerdo haber pasado el seguro pero sé que Eli no entraría aquí después de lo que nos habíamos dicho en el pasillo. Sus curvas tan pronunciadas captaban mi atención a lo que movió la cintura de lado a lado como si moviera una cola.

    --No temas-- Decía mientras tomaba una hebra de mi cabello y lo enredaba en su dedo --Como te dije aquella vez, yo no muerdo todavía--

    --Eli, no tengo tiempo para esta clase de bromas--

    Se sentó encima de entrepierna apretando mi miembro contra su intimidad a lo que me besó --No es una broma--

    Sacudí rápido mi cabeza y abrí los ojos, Clarissa estaba a mi lado intentando mantener mi cabeza fuera del agua, estaba soñando, ¿pero por cuanto tiempo? Eli se encontraba parada atrás de su madre con la cara pálida.

    --Roland-- Me llamó Clarissa --Oye, ¿estás bien?-- Palmeó mis mejillas.

    --S-Sí... estoy bien.. me dormí, perdón--

    --Gracias a Dios, me asustaste mucho-- Me abrazaba con fuerza --Que bueno que el vigilante hizo sonar la alarma--

    --¿Vigilante?--

    --Sí, te lo presento luego--

    Me tomó por debajo de los hombros y me levantó, aún sigo adormecido, ni cuenta me había dado de que cerré los ojos, pude haberme ahogado. Clarissa me pasó la toalla y me tapé, Eleonor está detrás de su madre con la cara un poco roja, creí que había sido ella quien avisó sobre mí. Salí acompañado de las dos a lo que pedí que me dejaran solo mientras me cambiaba, no me duele mucho el cuerpo así que no tendré problemas con ponerme la ropa... cierto, acepté ir con Eli al evento, ¿pero evento de qué? Es lo único que no me ha dicho...

    Me tallé un poquito de lagaña que cargaba en un ojo, ahora me pregunto el porqué soñé con Eli. Sacudí mi cabello para sacarme la imagen de la mente, verla llorar me da fuerte en el pecho pero no debo dejarme caer por esto, lo de hoy será lo último que haré con ella y luego buscaré la manera de olvidar todo esto. Me puse la ropa de invierno que metí en mi bolso, no hace tanto frío porque la nieve y la ventisca se ha calmado algo, solo me puse la bufanda alrededor de mi cuello en caso que haya tormenta más tarde.

    Al salir del cuarto me encuentro con Eli ya vestida a punto de bajar las escaleras, al verme se me acercó --Abajo están unas amigas, le diré a mamá que fueron ellas quienes te invitaron, vale?--

    --Por mí está bien... ¿de verdad estás segura?--

    Se asomó un poco por las escaleras y volvió --De verdad que no, pero si algo pasa, yo me las ingenio--

    Esperé a que Eli bajara primero las escaleras para luego seguir yo y su madre no sospeche nada, apenas llegué a la sala, Ricky entró algo apurado y sonriente llamandome.

    --Roland, evento, cosplay, vamos-- Apurado me lo dijo --¿Tienes traje?--

    --No, nunca antes fuí a uno--

    --Mira que suerte, vamos a la tienda de Melanie, te compro uno--

    Al segundo llegó Eli acompañada de otras dos chicas, una bajita de piel blanca, rubia, con cara de energética y una chica alta de cuerpo muy atlético de piel algo oscura y cabello alborotado negro, casi no puedo ver sus ojos porque los cubre parte de su cabello... será una tomboy. Esta me miró por un momento y sonrió un poco, esto es raro ya.

    --¿Van a ir también?-- Dijo la enanita --Vamos con ellos, Eli-- La haló del brazo mientras que Eleonor intentaba seguirle el paso.

    --Mamá, voy a salir--

    --Sí, ya sabes lo que te dije--

    --No lo haré, tranquila, estoy con ellas--

    --Más te vale--

    Salimos de la mansión hacia el coche, allí la enanita pidió como una niña pequeña estar sentada adelante porque se mareaba estar atrás. No tengo problema con quien vaya atrás conmigo, siempre y cuando no me estén preguntando muchas cosas, eso sí. Entré de primero para no quedar en el medio, la imagen del bosque al otro lado es tan relajante si se ve con éstas ventanas tintadas de negro.

    Sentí peso a mi lado y gracias al reflejo me doy cuenta que no es Eli quien está ahí sentada, es su amiga, la que parece, o es, tomboy, a su lado se sentó ella mirandome por un segundo y luego mirar al frente como si nada. El vehículo arrancó lentamente debido a la nieve que había en el camino, no era mucha pero es seguro si no acelera tanto. A los pocos minutos de haber salido, esta chica pellizcó mi muslo y como acto reflejo me cubrí.

    --Te faltan músculos-- Su voz era femenina pero con un ligero tono ronco, así como Helga la de Hey, Arnold! pero un poquito más ronca.

    --Sí... eso ya lo sé-- Volví a mirar por la ventana mientras cubría mi muslo. Desde el reflejo veo que sigue mirándome.

    --¿Sabes? Podría ayudarte con eso, ¿tienes algún día libre?--

    --Disculpa, estoy bien así--

    --Te haces el difícil, ya veo-- Se burló antes de suspirar.

    --Corinne, ya-- Regañó Eleonor en mi defensa --Dejalo tranquilo, no es un muñeco--

    --Tú también estás delgada, uno de estos días te haré correr--

    ¿Qué le pasa a esta chica? No pude estar más en lo correcto, de verdad que es una tomboy de las que quiere tener fuerza y llevar a otros por su mismo camino. No es que no me gusten, es el estilo de vida que eligieron, pero no quisiera que me arrastraran a hacer algo que no quiero, seguro que solo quiere reírse cuando vea que no puedo levantar ni una pesa de... no sé cuántos kilos, en verdad que no tengo idea del peso de las bolsas que le ayudaba cargar a mi madre hace tiempo.

    Durante todo el recorrido estuve pendiente de las calles cubiertas de la gruesa capa blanca. Ya estamos cerca del centro comercial y el día parece estar tranquilo, dudo que haya tormenta hoy. Ricky se estacionó cerca de su tienda y subimos con él al segundo piso, había mucha gente disfrazada... adoro aquella replica de Susano-o que hicieron en la plataforma. Al cabo de un rato caminando, nos topamos con la tienda de Melanie, la novia de Ricky, en el frente tenía escrito en grande "Yomotsuhirasaka", solo entramos y fue a ella quien encontramos al otro lado del mostrador, una mujer algo alta de cabello ondulado medio gris y ojos café.

    --Hola amor, ¿vienes a ayudarme con la tienda?--

    --Oh... eso-- Se rió nervioso --Pensaba acompañarlos por un rato y luego cuidar la mía pero...-- Con eso Melanie abrió los ojos, estaba molesta --Bien, bien, me quedaré a ayudarte... perdonen, los dejo aquí, Roland, ve a probarte algo, tranquilo que yo pago--

    Lo que faltaba, ahora me deja bajo la supervisión de ellas tres, no me preocupa ni Eli ni su amiguita mediana, es esa tal Corinne que creo ya me echó el ojo, si por mi fuese, me quedaría con Eli... ¿?

    Nada más asentí a lo que dijo Ricky y me dirigí hacia los trajes. Estoy apenado, no sé qué hacer de verdad, he escuchado de esto anteriormente pero nunca lo intenté, he tenido ganas pero salir solo de mi casa para eso sin nadie con quien hablar me frenaba por completo. Ahora mismo es igual... pero es que hay tantos trajes de personajes que me gustan. Alucard, Crevanille, Goku... ¡incluso tienen uno de Nrvnqsr Chaos! No, así se llama y eso dice la etiqueta... bueno, no es que sea gran cosa, ese tipo solo llevaba una chaqueta larga negra que pude haber conseguido en otro lado, aparte, huele a muerto, será por eso que el precio es bajo... Hay muchas cosas que probarme, pero no veo ninguno todavía que vaya con mi personalidad, son muchos personajes.

    --¿Aún sin elegir?-- Se apoyó de mi Corinne, la tomboy --Aparte de débil, indeciso--

    --Disculpa, no me gusta que me lleguen así--

    --¿Así cómo?-- Se puso más pesada.

    --¿Por qué me haces esto? No tengo ganas de practicar nada--

    Allí se apartó un poco y me miró a los ojos, espero que sea una paliza lo que quiere darme --Porque tienes algo-- Me dijo como si nada --Raro, no? Es como si te fueses a romper tarde o temprano--

    Suspiro cansado --Regresa con Eli, yo puedo buscar solo--

    --Pues ahora te ayudaré a buscar ya que Eli está probándose un traje, dice que es muy especial... un momento-- Me rodeó como si fuese una leona a su presa, no apartaba su mirada de mi cuerpo a lo que se rió --Creo que te tengo el disfraz perfecto--

    Con fuerza me tomó del cuello de la camisa y me arrastró hasta un cubículo para cambiarme. Solo me empujó diciéndome que la esperara con mi traje, lo que faltaba, la tomboy me pegó el ojo. Ya solo es cuestión de tiempo que me obligue a correr por todos lados hasta verme vomitando el desayuno, almuerzo o cena... hmm... me odiaré por castigarme así, pero creo que tengo una idea... Si Eli ve que estoy con alguien más, tal vez podría alejarse... maldita sea, no puedo hacerlo, ¿por qué me hago esto? ¿Por qué me duele tanto?

    En eso abrió la puerta para darme el traje de cosplay, es gris con algunos detalles militares en el... creo que ya sé de dónde son. Me desvestí frente al espejo, me detengo unos segundos para observar mis heridas y vendas, algunas están que desaparecen, otras parecen que se tomaran un tiempo hasta cicatrizar por completo. Seguí con lo mío, pero nuevamente algo me detiene, por el reflejo veo que la puerta está un poquitito abierta y por la rendija hay un ojo, abrí la puerta tomando por sorpresa a esta chica.

    --¿En serio?--

    --¿Qué? Me gusta tu cuerpo, así se notaran tus músculos cuando te entrene--

    --No lo vuelvas a hacer-- Cerré la puerta y pasé el seguro.

    Y ahora es una acosadora, esta chica es un combo completo, de verdad. Apurado terminé de vestirme para mirarme al espejo, lo sabía, sabía que conocía este traje, Serge Liebert, me queda como anillo al dedo. Salgo de la cubicula para mostrarle a Corinne lo que me dio, esta solo se llevó el dedo índice a la mejilla para verme de arriba a abajo, se ve aburrida.

    --Me lo confirmaste, te ves muy débil, la muerte te está tocando por dentro, muchacho--

    --Roland, así me llamo--

    Respiró profundo a lo que abría sus ojos con sorpresa --JO---DER... ¿tú eres el novio de...?--

    --Era-- Corregí --Terminamos--

    --Oye, Roland, disculpa, no lo sabía... y yo pensando en hacerte sudar como puerco-- Se acomodaba el cabello un poco nerviosa --Regreso en un rato--

    Estaba a punto de darme la espalda pero como acto reflejo sujete su mano --No--

    --¿Qué pasa?--

    --Necesito un favor-- Soy masoca --¿S-Saldrías conmigo...?--

    De verdad que no me creo lo que acabo de pedirle, le dije así sin más, a una de las amigas de Eli, que saliera conmigo. Solo lo dije, no lo había pensado, fue un acto reflejo. Corinne me mira a la cara sin decirme nada, ella está igual de sorprendida, seguro ya la asusté, el corazón lo tengo en la garganta de los nervios que siento ahora mismo.

    --No, no lo voy a hacer-- Apartó mi mano --¿Qué te pasa? ¿Por qué me dices tal cosa?-- Con la voz que tiene se nota que la hice enojar.

    --Y-Yo... no lo sé... de verdad que no sé--

    --¿Qué creíste que diría?--

    --Que no... eso creía...--

    Está molesta, no le gustó en nada lo que dije. Tiene razón, ¿qué creí que me iba a decir? nadie aceptaría así de rápido, sobretodo a un desconocido como yo. Corinne miró a los lados a lo que me empujó con fuerza al cubículo donde cerró la puerta tras de ella para quedar muy cerca de mí, me tiene encerrado en la esquina del cuartico.

    --¿Qué pasó con Eli y tú? Me doy cuenta que tuvo un giro tremendo en su personalidad-- Llevó su dedo a mi pecho e hizo presión --¿Acaso piensas castigarla o parecido?-- Me regañó, solo bajé la mirada.

    Por miedo solo llegué a susurrar un "sí" que por suerte no pudo escucharlo. Es cierto, ¿qué pienso ganar con esto? Esta mañana me preguntó que qué tenía que hacer, que me amaba. Solo quiero apartarme de ella, antes tenía una razón pero ahora es como si ya no me valiera, no tiene peso para hacer eso que pienso. El disfraz me causa una leve comezón que molesta mucho.

    --No te oigo, ¿dime por qué quieres hacer esto?-- Nuevamente volvió a levantarme la voz --¿Te hizo algo?--

    Asentí --Sí... me hizo algo-- Respondí al mismo tiempo que me encogía de hombros --No quiero hablar de eso--

    --Pues es una lástima porque ya estoy aquí--

    Con fuerza me sentó en el piso y se puso encima de mis piernas para no permitir que me levantara, me mira con tanto enojo a los ojos que me es imposible voltear la vista hacia otro lado, allí colocó sus manos en mis hombros y empujó contra la pared.

    --Si de verdad te hizo algo malo, dímelo, tal vez sienta empatía por ti-- Es como una militar, pesa mucho y ya se me duermen las piernas.

    --N-No quiero--

    Antes de que pudiese reaccionar, posó su mano sobre mi pecho y presionó justo en las vendas, dolía demasiado como para aguantar el grito --Lo seguiré haciendo hasta que me den ganas de darte una golpiza, no miento, lo he hecho antes... aparte-- Miró mi pecho --Vi las vendas y sé que te duelen. ¿Qué mal te ha hecho?--

    --Ella me mintió, ¿ya?-- No me creyó, seguía apretando cada vez más y más --S-Sueltame, me duele--

    --Que cuentes--

    No veo de otra más que mentir, no quiero contarle nada, no les incumbe el problema --Bien, yo terminé con ella--

    Sonrió de lado, ya no me siento muy cómodo, tengo ganas de irme, ya no tengo nada que hacer aquí. Apenas se me quitó de encima, me paré solo para recibir un golpe en el pecho de su parte, me lo gané con mi estupidez.

    --Ni pienses hacerle algo a Eli, porque de ser así te buscaré para darte más como ese-- Me amenazó antes de salir.

    Me falta aire pero no quiero salir de aquí, tampoco quiero quedarme. De verdad que no tengo idea de lo que pienso hacer, olvidarla por completo, eso era lo que quería hacer, debo encontrar la forma de que ella también quiera distanciarce de mí. No es lógico que siga cerca de una persona que me hizo tal cantidad de daño en tan solo una mañana... Me senté en el suelo solo a llorar. Estoy confundido, me preocupo por ella y me preocupo por Megan, las dos pasan también por malos momentos y no sé si mi hermana despierte, me asusta no volverla a ver...

    --Tengo que decirselo...-- Me susurraba --No creo que funcione tenernos cercas...-- Sin otras opiniones que se opongan, me doy la razón.

    --¿Roland? ¿Estás aquí?-- Eli abrió despacio la puerta del vestidor, me buscaba --¿Qué pasa? Estás llorando--

    --Nada... ya iba a salir-- Sequé mis lágrimas con la manga del traje y acomodé el gorrito.

    --Esto... un momento-- Cerró la puerta por un rato hasta que al segundo lo volvió a abrir para mostrarme su cosplay --¿Cómo me queda?--

    Mi corazón se aceleró debido al disfraz que decidió ponerse, se trataba nada más que la protagonista del juego que le recomendé la primera vez que la vi, Cotton. Lo tenía todo, el cabello, la bata larga, la escoba e incluso una muñequita sobre su hombro identica al hada del juego, mis ganas de sonreir por la imagen eran evidentes pero entro en conflicto con lo que debo hacer, no será fácil pedirle que me olvide, sin embargo, debe ser hoy.

    --Estás... m-me gusta...--

    --Con eso es suficiente-- Sonrojada miró a un lado --Quiero invitarte algo para comer-- Bajó la voz y aún así asentí... será difícil decirselo.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Género:
    Romance/Amor
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    33
     
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    2781
    ---CAPÍTULO 23---
    ---Segunda Cita---


    Acepté la invitación de Eli para ir a comer, pero no como un gesto de amistad, lo dije porque así podría encontrar la forma de decirle que se aleje de mí, que busque una vida con alguien más, alguien mejor que yo. El problema ahora es que pensar en eso me molesta, algo muy dentro no quiere dejarla ir y me complica todo, ya echarle la culpa a las cosas que me provocó me vuelve un quejica que no avanza, me enfrasqué ahí.

    Eli está feliz con tan solo poder tomarme de la mano y así dirgirnos hacia un local de comida rápida. Es justo lo contrario de lo que le pedí en la madrugada, que no actuara como si nada hubiera ocurrido, ella sabe muy bien lo que hizo... ahí voy otra vez, no me muevo de esa razón. Se ve muy hermosa vestida así y ese es otro factor que no ayuda mucho, lo eligió por cariño porque de seguro así piensa tenerme. Aparte, creo que Corinne no le dijo sobre lo del vestidor, ¿habrá hecho lo mismo que Megan? ¿Guardarselo para sí misma? No veo una razón lógica para eso.

    --Aquí-- No me había dado cuenta pero Eli me trajo al mismo lugar donde me pidió ir a casa para hablar sobre el proyecto suyo.

    Me ayudó a sentarme. Está nerviosa, lo sé porque sus manos le tiemblan de a poco y suda, no mucho, pero lo hace --Gracias--

    Se sentó a mi lado e hizo un cómico movimiento de escoba --¿Qué quieres comer? Yo invito hoy--

    Tomamos el menú --No tengo mucha hambre así que pediré algo ligero-- Señalé lo mío a lo que vi que se ponía triste.

    --Roland... no seas así, pide algo más--

    --Bien, lo haré-- Le eché otra ojeada al menú y señalé la pasta.

    --También me gusta eso-- Sobó mi mejilla --Pediré lo mismo--

    Marcamos nuestro pedido en una hoja aparte y llamamos la atención de una chica que trabajaba allí que estaba vestida de Jam Kuradoberi... incluso puedo llegar a creer que es ella misma si no fuese por sus ojos azules. Al retirarse, Eli observó a varias personas disfrazadas y las señalaba diciendo lo bien que les quedaba el atuendo, veo que no sabe como iniciar una conversación conmigo, ahora no sería el momento de decirselo.

    --Me gusta ese-- Señalé a una chica vestida como la protagonista de BlackRock Shooter.

    --Uy, es muy bueno-- Señaló a un Kaneki --Mira ese--

    --Está algo gordo-- Dije y provoqué que se riera.

    --Es cierto-- Se giró para verme a la cara y acercar su silla, allí tomó mi mano --Me gusta el tuyo... ¿de quién es?-- Sacó su teléfono para buscar en el navegador.

    --Serge Liebert-- Lo buscó y me miró varias veces.

    --Se parece mucho a ti-- Me dijo alegre --Solo que su cabello es algo gris y el tuyo negro... oh, su historia es triste... dice que tiene una enfermedad incurable--

    --¿Ah...?-- Olvidé por completo ese punto --S-Sí, no recordaba eso-- Eli se rió.

    --Que mal, es bueno que no tienes nada malo-- Se recostó a mi lado.

    --Sí... es bueno--

    --Mira ese...-- Señaló a alguien vestido de Bridget --No... momento-- Lo miraba un poco más de cerca y entrecerraba los ojos --¿Es un chico o una chica?--

    --Mejor déjalo así, Bridget es Bridget y fin--

    De verdad que es cómica, al igual que una niña, Eleonor se comportaba muy inocente... de verdad que no tendría problema en encontrarse a alguien que la quiera. Respiré hondo mientras que señalabamos a las personas que por ahí pasaban tratando de adivinar el personaje del cual vestían, ella era buena con los del anime y yo con los videojuegos, algo normal. La comida que ordenamos llegó al minuto, nos acomodamos para comer a lo que ella tomaba algo con el cubierto y me lo ponía frente a la boca, igual que anoche.

    De la misma forma la miré y la expresión en su rostro era idéntico, quería que comiera de su cubierto y obviamente quería que le diera del mío. No será fácil. Asentí pero no comí todavía, agarré pasta con mi cubierto y se lo llevé a la boca, sus ojos parecían brillar de alegria cosa que me dio por dentro. Abrimos la boca y dimos el primer bocado al mismo tiempo, ella se reía de nada mientras que yo intentaba no pensar en lo que tenía que decirle.

    Solamente... solamente por este momento quiero olvidar la idea de separarme, quiero tomar esto como una segunda cita, una segunda oportunidad. Sí, nos quebrará el corazón a los dos, sobretodo porque ella no se espera que le diga tal cosa... Dimos otro bocado, mi madre no me ha llamado al teléfono, tal vez Megan siga dormida... ella es otra que debo ver.

    Al minuto, otro bocado. La estaba pasando bien, en sus labios tenía unas migas del queso que acompañaba el espagueti el cual quité sin querer. Eli me miró a los ojos otra vez con la boca muy ligeramente abierta como una "o", dejó que le limpiara. Sus mejillas se tornan de un vago color rojo y con sus manos tomó la mía para que no dejara de tocar su labio, estaba fría, no por el frío de invierno, era un frío más... no tengo palabras, no era de miedo. De un momento a otro se llevó el dedo a la boca por lo que reaccioné y me separé un tanto.

    --D-Disculpa-- Me dijo asustada --No quise hacerlo...--

    --No importa...-- Acaricié su pelo y seguimos.

    Este era nuestro último bocado. Me aseguré de limpiar el plato para darselo a lo que repitió mi acción con el suyo, me miraba jugetona intentando hacerme reír, esto cada vez me da mala espina. Se lo di normal pero no se separó, saboreaba este último con los ojos cerrados hasta que al final masticó y tragó, se alejó una mínima distancia para limpiarse el poquito de salsa que iba cayendo de su boca.

    --Se me salió-- Tomó su cubierto con la porcion restante de su plato para darmelo --Di "A"-- Pidió.

    Acepté. Abrí la boca dejando que me alimentara, es como volver a ser un niño otra vez, es nostálgico, tragué y señalé el menú nuevamente en busca de algo para beber, Eli esperó a que eligiera para tomar el mismo, volvimos a marcar y le pedimos a la mesera que tomara el pedido, otra vez nos toca esperar. Suspiró, ya no mirá a las personas pasar.

    --Roland...-- Acarició mi hombro --¿Qué le dijiste a Corinne? Está molesta--

    --No le dije nada...-- Entonces sí le dijo.

    --Por favor, no me mientas... Me dijo que no aceptaría que me hicieras daño, ¿le contaste sobre lo que pasó?--

    Suspiré --No...--

    --¿Y entonces?--

    --Le dije que... yo terminé contigo...--

    Eli me vio preocupada --Ay, Roland... no deberías castigarte así--

    --Es que tienes una buena vida sin...--

    Estaba a punto de decirselo de no ser por sus dos amigas que se aparecieron de repente, la enanita tenía puesto el traje de Sylvie, un personaje del KOFXIV mientras que su amiga, Corinne, la tomboy, era Sakura del Street Fighter Alpha 2... sí que le va. Esta última saludó alegre a Eleonor mientras que a mi me regalaba una molesta mirada, al menos la enanita se presentó con formalidad... creo...

    --¡Pi, pi, piii, Susie!-- Lo veo y no lo creo, lo hizo igual que Sylvie.

    --R-Roland...--

    --¿Te está haciendo daño, Eli?-- Me señaló Corinne.

    --¿Qué? No, Roland no es capaz de hacerme daño--

    Observé a su amiga Corinne apenas Eleonor terminó su frase, las ganas que tiene de golpearme son tantas que puedo sentirlo en su mirada. Si lo voy a hacer, tendrá que ser cuando me quede solo con ella, sin nadie más a nuestros alrededores. He intentado no mostrar tanto afecto para ver si pide un momento a solas... maldición... Giré la vista para evitar la suya. Respirar profundo no me va a sacar de esta, mi corazón se ha acelerado tanto que me cuesta mantenerme quieto, tengo ansiedad.

    Pedí disculpas a las chicas presente y me retiré de allí hasta llegar a RetrO's. La tienda está sola y unas cuantas luces se encuentran apagadas a excepción de las del pasillo de música, me sorprende entrar aquí y que Ricky no esté en la puerta dandome la bienvenida como todas las veces que he venido... es muy relajante, el no estar rodeado del tanto ruido que hay allí afuera, me ayuda a pensar, a respirar, me ayuda a ordenar mis ideas de lo que debería de hacer hoy.

    Paseo mis dedos por las orillas de los álbums oliendo en el ambiente la madera del que están hechas los anaqueles del local. De haber seguido mi rutina... no lo sé, ¿en dónde iba a parar? tarde o temprano me daría cuenta del rumbo que llevo y haría lo que estuviese a mi disposición para cambiarlo, ¿pero y si no es así? Hace unos años me quedé en casa por unas semanas pensando en mi edad, tenía 18 en ese entonces. Siempre tenía en mente lo que me pasaría en el futuro, cómo sería de mayor y cómo iba a vivir, me daba miedo tocar los videojuegos porque después comenzaba a verme como un anciano que no sale de casa...

    Ahora es mucho más extraño. Ahora que decidí distanciarme de Eli me pongo a pensar en lo que de verdad me podría pasar en el futuro, descarté la idea de buscar a alguien más por miedo a que me ocurra lo mismo. Tal vez en el futuro camine por allí y me encuentre con mis antiguos compañeros del liceo, quizas ya tengan a sus hijos y esposas o esposos... Para ese entonces Eli tendría a su pareja, incluso sus hijos... Me he puesto muy masoquista desde aquel día, no paro de pensar en cosas que me depriman. Muerte, amor, futuro, hijos... todas esas cosas.

    Quien sabe, tal vez la suerte me sonría y me de algo que pueda alegrarme, no lo sé, dinero, no es la gran cosa, pero de algo debe satisfacerme el tener una suma aceptable de dinero. Hoy, después de decirle a Eli esto, llegaré a casa y me iré de aquí, no le diré a nadie a donde me voy a dirigir, dejaré todo tipo de equipaje. Iniciaré como alguien nuevo en otra parte, tal vez sea en Malayse o en Seaview, cualquier ciudad o pueblo ayudará. Me contactaré solo por teléfonos desechables. Pensándolo todo, me recosté en una esquina del final.

    --...--

    ¿Y si no lo acepta? ¿Y si se obliga a seguirme? No puedo volver con ella, es solo que no puedo hacerlo. Me siento vacío desde que se fue... no puedo seguir enamorado de Eli, no desde... ugh. Con todas mis fuerzas golpeo un anaquel frente a mí lastimando mis nudillos. Ahí voy otra vez, siempre recordando... eso... no me lo quito de la cabeza, me lo repito tanto que ya parece una estúpida excusa para no verla... eso es lo que es ahora, solo una excusa. Algo que me he metido en mente... De verdad que no sé lo que en verdad quiero, aparte, con esto del tumor, lo mejor sería que no supiera nada, la salvaría de una depresión.

    Estoy confundido, demasiado se podría decir. ¿Por qué no quiero estar con ella? ¿Y por qué quiero tenerla cerca a mismo tiempo? No soy para nada maduro, aún sigo teniendo una personalidad de niñato que llora por cualquier estupidez que le nieguen. Me desconcentró el sonido de la puerta principal abrir, alguien acaba de entrar, seguramente es Ricky. Veo el resplandor de una linterna que va de un lado a otro por encima de cada anaquel y entre cada uno de los pasillos hasta que me alumbra a mí, sí, es Ricky pero acompañado de Eleonor.

    --Aquí está-- Le escuché decir --Gracias, Ricky, ¿puedo quedarme a solas con él?--

    --Tranquila, hazlo, no le diré nada a tu madre-- Me saludó de lejos mientras le daba las llaves a Eli --Estaré ayudando a Melanie con su negocio-- Lo vi retirarse.

    Se me acercó arrastrando la escoba por el piso y con la muñequita en una mano, al llegar se sentó a mi lado solo para recostar su cabeza en mi hombro. Este es el momento para decirselo... son buenas intenciones, de verdad.

    --Es muy calmado, ya veo porqué andas aquí-- Siento que suspira hondo --Roland... quisiera pedirte algo...-- Comenzó a jugar con sus dedos.

    --Eli...--

    --Espera-- Me interrumpió --Al menos quisiera que me oyeras... aunque sea esto-- Tragué saliva y asentí --Es mi última petición y pienso usarla para decirte que te amo... de verdad... y que de ser posible, quisiera que volvieras conmigo--

    --Escucha...--

    --Por favor, me disculpo por lo que provoqué, por mi culpa casi te matan y... no sé, siento que no te conozco, has cambiado mucho, te has vuelto frío-- Se arrodilló a mi lado para así verme directo a los ojos --Pero hoy confirmé que lo que vivimos se puede salvar, cuando comimos hoy, lo vi en ti, en tus ojos... por favor, vuelve--

    --No lo haré-- Terminé diciéndole, Eli se puso palida a la vez que sonreía nerviosa.

    --¿Cómo?-- Unas cuantas lágrimas vi asomarse --¿N-No...?-- Sus palabras se alargaban como a punto de quebrar en llanto.

    --Por más que me duela, Eli, lo mejor sería no volvernos a hablar... ni siquiera vernos--

    --No me digas esto, por favor, me asustas--

    --Es la verdad... Así como me lo pediste ayer, esta vez te pido que, por favor, te olvides de mí--

    --No... ¡no lo voy a hacer, no puedes hacerme esto!-- Alzó la voz --Roland, por favor, no me dejes-- Se arrojó a mí abrazando con fuerza hasta casi dificultarme respirar.

    --Es por una buena razón--

    --¡Al diablo!-- Se vino en llantos --No me dejes... si lo haces te odiaré--

    --Por favor, tendrías un buen futuro si...--

    --Mi futuro es contigo... no me hagas esto-- La forma en la que habla me quiebra por completo, pero no puedo hacer nada, es lo mejor que puedo hacer... es lo que pienso --Si te vas... si te vas... te odiaré y...--

    --Eli--

    --Voy a matarme-- Negó moviendo la cabeza de lado a lado en mi pecho.

    Es justo lo que no quería, esto último me deja un agujero tremendo en el pecho en donde el frío es lo único que se siente. La rodee con mis brazos a lo que mis dedos se congelaban del frío, no era por los dolores de cabeza, era por ella.

    --N-No vas a hacerlo...-- Le dije con la garganta seca --Entiende que te estoy ayudando--

    --¡NO!-- Se separó de mí --Te odio, Roland...--

    Ahí mismo se quitó la peluca y se fue corriendo de la tienda, yo solo me quedé allí, cansado y sintiendo un vacío horrible en mi pecho... Hasta aquí llegó, se lo dije y ya no hay vuelta atrás... Fue con las mejores intenciones, ¿no? Ella se fue y seguro no me volverá a hablar... se fue... definitivamente se fue. Caí agotado en el piso. No fue fácil ignorar su petición, ella vino hacia acá solo para verme y decirme eso como un último pedido, quería que la aceptara... pero ahora la rechacé y esta vez por completo... de a poco me voy sintiendo arrepentido, no debí decirle nada, no es lo que quiero de verdad. Ahora Eli amenazó con matarse, eso no puede suceder.

    Tomé una bocanada de aire y me levanté del piso, no sé lo que hago, pero debo ir a buscarla. Los nervios que tengo encima ahora mismo me dificultan caminar hacia la entrada porque hace temblar mis piernas y no tengo mucho equilibrio. Al salir miré a los lados pero hay tanta gente disfrazada que no logro localizarla con la mirada, no debió irse, seguro estará con sus amigas. El bastón no me está ayudando tampoco, solamente me está estorbando, sin embargo, no puedo caminar como debo sin esto.

    En el puesto de comida rápida en donde estaba sentado hace unos minutos se encuentra Susie nada más, me le acerqué para preguntarle a lo que ella me miró con tristeza en su rostro.

    --¿Y Eli?--

    --Se fue, dijo que se sentía mal y que necesitaba aire-- Suspiró --Pero estaba muy triste, lloraba... ¿sabes lo que pudo pasarle?--

    --Sí...-- Arrepentido me senté en el piso --Jodí las cosas--
     
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    Lariebel

    Lariebel Usuario popular Comentarista destacado

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    Por fin, pude leer todo hasta aquí. Me entretuvo bastante tu historia. Admito que al principio sentía que no era algo que realmente me sorprendiera mucho, pero ahora avanzó un poco más. Es interesante leer lo que le sucede a los personajes, pero por alguna razón siento que no es muy muy realista. El tema de la depresión es algo delicado y no puede aparecer así, sin más, tiene que tener todo un trasfondo. El drama que hay en la historia por esto que pasó y el suicido siento que a veces está algo forzado, porque, como dije, no lo siento como si fuera muy realista. Son temas que hay que profundizar mucho. Igual, es mi opinión personal.
    Aparte de eso, el romance sí me gustó y este último detalle del cáncer y lo de la hermana me dejó muy WUT. Así que espero saber cómo terminará esto. o:
    ¡Sigue así! ¡Saludos!
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    ---
    (Estoy en mi bloque, así que no sé cómo saldra esta respuesta)
    ---

    Me sorprendí al ver el montón de "me gusta" en la bandeja de alerta cuando me conecté xD. Al tema... Sí, estoy consciente que el tema de la depresión es algo que se queda dentro y es muy difícil hacerlo desaparecer, la razón por la que lo hice de este modo fue porque se trataba de mi primera historia en primera persona y fue hecho en un teléfono donde el máximo a tener escrito era un archivo .txt de 18Kb. Si me pasaba de eso, el programa se cerraba sin guardar... y perdí muchas veces el progreso por culpa de esto. ¿El otro problema? Que solo disponía de 35 espacios para dichos archivos... Qué más, me tocó hacer magia y decidí volver las cosas ligeras. Pasarlos a la PC fue el problema más grande xD

    But fear not! Cuando esté completamente desocupado volveré con esta historia y la editaré de pie a cabeza hasta darle la forma que quería en un principio. Por ahora estoy ocupado con una historia en FanficEs la cual también pienso publicar aquí pero debo editar los primeros capítulos debido a cambios de ideas y porque me arrepiento de varias cosas que puse ahí. Por cierto, publicaré cada semana de ahora en adelante para dar tiempo a aquellos que se pasen por aquí y dejen un comentario si quieren. Por si quieres leerla ya completada, puedes buscarme en FanficEs como "Antoniodel96", la historia tiene otro nombre, "From Zero to Nothing"... sí, ya cambiaré el nombre después...
     
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    Lariebel

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    AAAAAH ya entiendo, ¡con que sí! Se me hizo complicado explicar lo que quise decir porque lo narrás muy bien, sólo que sentí que faltó profundizarlo algo más para que lo sienta más. Ahora que me contás eso, lo entiendo mejor, y debe ser muy feo estar escribiendo estas ideas y que estés limitado en cuanto al espacio. Me parece bien todo lo que decís, ¡muchísima suerte con tus proyectos! :') Yo iré leyendo los caps a medida que los vayas subiendo. ¡Saludos! :D
     
  7.  
    Moliry

    Moliry Fanático

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    Amigo, estoy leyendo tu historia, te escribo de rápido para que sepas que el primer capitulo lo disfruté, muchas gracias. Seguiré con la lectura.

    Amiga Jess, como psicología y afectada de manera dramática por un evento familiar, te puedo decir que la depresión es la enfermedad que más está dañando la humanidad, sin embargo, es la enfermedad más desconocida. Lo que mencionas amiga en tu comentario esta TOTALMENTE erróneo y es parte que las personas no estudian este trastorno. Hay varios tipos de depresión, unas sí son emocionales, como tú dices: Hay trasfondo. Esa depresión es controlable y la común. Pero hay otras que no. Puedes tener la vida perfecta y a un así un día tu familiar recibir la noticia que te has suicidado. Cree lo que te digo. Pues el cerebro te hace creer que sufres cuando no es así, entonces no disfrutas la vida: Es un daño cerebral. De nada puede servir que seas la persona más amada por familia y pareja, por tus hijos, ser atractivo y exitoso, si tu cerebro te engaña un día tomarás una pistola y sólo querrás paz eterna. La depresión que tú mencionas, la verdad, es muy novelesco.
    EN conclusión: Nuestro amigo Antonio si está creando un personaje realista xD
     
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    Lariebel

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    También estoy de acuerdo contigo, Moliry, y no es que no lo sepa. Tengo una amiga que sufre de depresión y no ha vuelto a la escuela. u.u Pero fuera de eso, lo que ya dije en mi anterior comentario es que no me supe explicar bien, porque lo veo que está bien narrado, pero siento que me faltó un poco más para poder sentirlo verdaderamente. Por ejemplo, no sé cómo es que el personaje se enteró de que verdaderamente tiene ese diagnóstico y que concordaba con esos síntomas, cosas así más técnicas en la historia.
    Ya me puse sad con el tema de la depresión. </3 Es muy triste.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Jess Blair: Gracias por el apoyo y será un placer recibir tener tu visita en esta historia. Estos comentarios me ayudan a mejorar para las siguientes historias que tengo pensadas y hechas las cuales sólo le faltan editar.

    Moliry - Jess Blair (Depresión): Bueno... el tema de la depresión lo elegí como primer intento porque para ese entonces lo vi más fácil, pero repito el límite del teléfono. Se podría decir que lo usé como una forma de desahogarme, o parecido. Hace tiempo, estaba yo en el liceo, me enteré que uno de los muchachos se había suicidado después de un problema familiar, o algo así me dijeron. No era amigo mío, ni me llevaba con él. Pero me hizo pensar en ese tema. Y sí, conozco los varios tipos de depresión, y es una lástima que no los hubiese usado aquí por culpa de mi bloque (Teléfono). Al menos todo me salió bien, aunque un tanto apresurado debido a la cantidad de capítulos... ya se editará cuando termine todo lo que tengo pendiente.

    No sé si entendí bien esto, pero responderé. Roland no sabía nada del tumor que le diagnosticaron, sólo sabe que esos sintomas que le dijo el Dr. los ha tenido desde los 12 años. ¿Expliqué? Si no es así, puedes corregirme.

    Gracias por sus comentarios, el tema de la depresión me apaga un tanto a mi también, pero tengo música y juegos con qué hacerla pasar... y espero que siga así por mucho tiempo más...
     
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  10. Threadmarks: C24 - Amarla
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2993
    --CAPÍTULO 24---
    ---Amarla---



    Disculpenme. Se supone que iba a esperar otra semana para publicar, pero resulta que mañana (25/09/17) inician las clases en la universidad después de tantos problemas y no estaré en la PC por un buen rato.


    ---------------------------

    Han pasado unos 5 días desde ese entonces... No me mudé... no tuve el valor. Haberle dicho a Eli que no volviera a verme fue como un ancla que no me dejaba moverme de aquí. Otra cosa que me preocupa ahora, es nada más que ella, Eleonor no ha salido de su habitación si no es para comer pero ya no me dirige la palabra ni para decirme los buenos días... ni siquiera a su madre. He visto que su rostro está más pálido que antes y bajo sus ojos hay pequeñas bolsas cosa que me dice que no ha dormido muy bien últimamente.

    Muchos dirán "¿Que no era esto lo que querías?" Sí, pero no es como lo imaginé, no es el resultado que esperaba. En mi mente las cosas eran más amigables, ella aceptaría y yo me iría de aquí... sin embargo, y era muy obvio, no ocurrió. Por las noches cuando duermo en la habitación que Clarissa me dio, si me concentraba lo suficiente, podía oír como lloraba, lo hacía por horas mientras escribía en su computadora, de vez en cuando ponía música tranquila que me llenaba de dolor a mí también.

    Clarissa me ha preguntado muchas veces lo que le pasaba pero no le respondí, no encontraba una respuesta. Ahora temo por ella, me da miedo pensar que llegara hacer algo contra su propia vida, me arrepiento de haberle dicho que no me hablara, fue un efecto instantaneo que no vi venir. Cada vez que la veo ir a la cocina y ella me ve, sólo baja la mirada e intenta alejarse, las pocas veces que he tratado de detenerla se me escapa, hoy no será la excepción, de eso estoy seguro.

    A parte, no es todo, estos últimos días me he sentido débil, no mucho, pero si lo suficiente como para preocuparme. En un instante estoy con fuerzas y al otro me cuesta caminar, no quiero pensar que sea por lo que me diagnosticaron, esa es otra cosa que me tiene asustado de más. Quiero volver a hablarle, me será difícil hacerle entender que no fue algo que pensé a la perfección, que no había pensando en sus sentimientos. Que lo dije con buenas intenciones... y que me jugaron muy sucio.

    Su madre no quiere que me vaya, está muy confiada de que las cosas se van a arreglar entre nosotros dos, en cuanto a mí... yo también lo creo, pero ¿en el fondo? lo veo difícil sino imposible. Me levanté tranquilo de la cama, voy a ir hoy a mi apartamento a buscar mi escaner y otras cosas más, no traeré consolas para no dar una mala imagen. Antes de despertar, me pareció haber escuchado la voz de Ricky abajo, espero siga ahí para que me lleve a casa.

    Bajando las escaleras siento que la casa está muy callada, normalmente hay risas en alguna parte provenientes de Rick, Clarissa, e incluso de Eli. Cuando llego a la sala, veo a Ricky sentado en un mueble revisando su teléfono.

    --Buenos días, ¿cómo andas?--

    --No muy bien, cansado--

    --Entonces duerme, el ambiente está frío y a nadie le gustará que contraigas un resfriado--

    --La verdad es que quiero ir a buscar unas cosas a mi apartamento-- Me sonrió, entendió a la primera.

    --Tranquilo, te llevo entonces--

    Guardó su celular y cogió las llaves que estaban en la pared. A estas horas, Ricky debería de estar atendiendo su negocio, pero como estamos en época de invierno, lo mantiene cerrado porque es imposible aguantar el frío. Salimos como si nada de la masión hacia el vehículo donde me senté adelante, al menos por dentro está cálido.

    --¿Y Clarissa?-- Le pregunté.

    --Está regañando al vigilante, al parecer volvió a tomar la cuerda del perro sin permiso--

    --Quiere mucho al animal-- Intento sonreír para así relajarme un poco.

    --No sabes cuánto-- Arrancó --La custodia la tienen ambas... anteriormente eran 3 hermanas pero una no volvió a aparecer, Nerissa Rosenberg-- Meditó --Creo que así se llamaba--

    --Es decir, ¿que desapareció así sin más?, ¿no creen que pudo ser secuestrada?--

    --Oh, no no, nada de eso-- Negó mientras miraba a los lados frente a un semáforo en verde --Está bien, le ha mandado cartas a sus hermanas pero nunca dice en donde está... verás, es muy callada, era como una reina de hielo la primera que la conocí, no se reía de los chistes, cuando daba una respuesta lo hacía de una forma que... uff, te quitaba las dudas y cortaba, así de seria es--

    --De las 3, ¿quién es la mayor?--

    --Nerissa con 44 años, Marissa es la menor con 37 y Clarissa es la del medio con 39 años-- Al rato se encogió de hombros --De vez en cuando me era incómodo no saber quien era quién, son muy parecidas-- Se rió --Al menos Nerissa se recogía el pelo--

    --Ya veo, son únicas, deben llevarse muy bien--

    --Emmm...-- O creo que no --Ni tanto, Marissa es mucho más pegada a Clarissa, como ya te dije, Nerissa es muy seria... y según Marissa, se puso más sería cuando tuvo a su primer hijo--

    --Pobre niño--

    --Sí-- Se santificó en broma --Dios se apiade de su alma, que suerte que no es una carnivora pedófila incestuosa maniatica-- Se echó unas risas conmigo a lo que interrumpí.

    --Quien sabe...-- Pensé --Tal vez por eso no ha aparecido--

    --No shit...--

    Nos miramos a los ojos con seriedad, era un chiste pero las posibilidades estaban ahí, sean correctas o no... Al minuto no ahogamos de la risa, no era posible pero al menos hizo de este viaje corto algo relagante. Llegamos a mi apartamento y entré junto con Ricky. Sobre la mesa había una carta de papá con algo de dinero en él, en esta decía que Megan se estaba recuperando pero que aún no abre los ojos. Al menos es un alivio para mí el que se esté recuperando. El dinero era para comprar lo que necesite. Todo está limpio y arreglado pero algunas cosas están mal puestas, debió ser papá, no sabe acomodar tanto como mamá lo hace.

    --Voy a mi cuarto a buscar algo, tal vez duerma un poco, ¿vale?--

    --No te preocupes, estaré aquí leyendo revistas... esta-- Tomó una que estaba en el mueble --Ya la he leído, pero la que tengo está en mal estado-- Allí se sentó en el sofá a leer.

    Entré a mi habitación a paso lento debido al frío, en la cama solo hay una revista de arte abierta con un lápiz que marcaba las hojas, creo que también leyó algo mientras estaba aquí. En fin, busqué mi escaner y unas cuantas revistas de arte y videojuegos para distraerme... ya lo mío parece una obsesión, de verdad, debo hacer algo con eso antes de que me coma por completo. Cogí mi Game Boy Advance y la PSP, esto debería ayudar aunque sea un poquito. Le entregué todo a Ricky en sus manos no antes de guardarlo en un bolsito que usaba para ir a la escuela, sí, aún los tengo.

    --Voy a descansar, puedes llevarte eso primero--

    --¿Te encuentras bien?-- Inclinó un poco de lado su cabeza --Estás algo pálido--

    --Es el frío, nada serio--

    Solo hizo una mueca y asintió obligado --Terminaré sumiso si accedo fácilmente a todo lo que me pidan... pero para eso me pagan y acepté trabajar-- Cogió las llaves, pero justo antes de irse --Por cierto, eres un muy buen amigo, Roland, pero si necesitas hablar de algo, aquí estoy yo y Clarissa, ¿vale?--

    --Sí, te entiendo--

    --Sobretodo cuando sé lo que pasó entre ustedes-- Salió de mi apartamento así para no dejarme responder.

    Lo pensé por unos minutos. Ahora que lo veo, estoy solo en mi apartamento otra vez, aunque sea por una hora o más. Me recostaré un rato a meditar sobre esto, tal vez así encuentre la forma de arreglar las cosas.

    Suspiro profundo en mi cama a la vez que miro el techo con atención. Ya no tengo muchas opciones, todas las cosas que he hecho me han salido mal, intenté alejarme de ella para que pudiera estar con alguien más pero lo que hice fue que amenazara con matarse, es exagerado, sin embargo, al mismo tiempo fue como una confesión, ¿de verdad le importo tanto como para llegar a hacer eso si no me tiene? Se escucha... enfermizo... una obsesión también. A parte, también me encuentro pisando ese camino, no tanto así como para hacer lo mismo, pero la razón por la cual me preocupo es porque me hace falta Eli, me acostumbré a estar acompañado de su presencia.

    Estoy asustado por lo que me dijo, no voy a pensar de que podría ocurrir... Me encuentro muy cansado, no creo que pueda levantarme ya, no debí acostarme sabiendo que podía darme esto. Cerré los ojos para dormir un rato y que se me pasara, claro, aún pienso en ella. Ya no es un asunto de odio ni de quererla lejos, eso es obvio. Me van a llamar loco, lo sé... pero se puede notar desde kilometros que aún sigo sintiendo atracción por ella, por más que quiera negarlo.

    Solamente necesito hacer eso, encontrar la forma de decirle lo que de verdad quise hacer y la razón por la cual opté por hacerlo, sí, le diré sobre mi tumor, Eli entenderá... Sonrío en mis adentros, después de todo, creo que esto era lo que tenía que pasar desde un principio. Allí siento que el borde de mi cama se hunde de a poco, no es un sueño, eso doy por seguro. Abro mis ojos para ver a Clarissa a mi lado.

    --Buenas tardes-- Posó su mano en mi frente --No tienes fiebre--

    --Buenas tardes... ¿pasa algo?--

    --Nada, solo aproveché que estabas aquí sin nadie para preguntarte algunas cosas--

    --Sí, ya lo sé... mejor vamos a la sala--

    --No, aquí estamos cómodos los dos-- Se recostó de la pared con los brazos cruzados y suspiró --Desgraciadamente debo hacerte hablar hoy, Roland--

    --Qué puedo decir... esta vez el que arruinó las cosas fui yo-- Moví la cabeza de lado a lado como si negara --Tenía buenas intenciones, de verdad--

    --Pero que nunca se dieron, de eso estoy segura... pero lo que quiero saber es lo que le dijiste, Eli no me ha hablado de nada y ahora solamente llora en su habitación--

    --Yo le dije que... no volviera a hablarme, ni siquiera verme, que se alejara... y luego...--

    --¿Luego qué?--

    --N-No creo que lo haya dicho con seriedad pero... amenazó con odiarme y... suicidarse--

    Clarissa se llevó la mano a la boca al escuchar esto último, sus ojos estaban abiertos a lo que al rato me soltó una fuerte cachetada y luego sujetarme por los hombros --R-Roland... no te juegues así...--

    --Es la verdad... eso hizo y se fue...-- Me iba a sobar la mejilla cuando recibí una segunda cachetada que me dejó fuera de mí.

    --Maldita sea... ¿por qué llegas a hacer tal estúpidez?, ¿que no ves que Eli sigue amándote?-- Alzó el tono de su voz con evidente miedo en este.

    --Pero...-- Otro golpe me interrumpe.

    --Ya no me importa lo que te hizo si era eso lo que ibas a decir, quedó en el pasado-- Me gritó --Cada vez que Eli llegaba a casa se encontraba feliz, cantaba en su cuarto, escribía, se compró un anillito de una brujita y todo por ti-- Estaba molesta --Que estuvo feo lo que hizo, sí, lo entiendo, pero creeme, que si Eli dijo que te amaba es porque es verdad, de eso no cabe duda-- Me dio otra cachetada a la vez que me pareció ver una lágrima asomarse --¿Ahora vienes y me dices que amenazó con suicidarse?, ¿que esa no te pareció señal suficiente de que mi hija está muy arrepentida de lo que provocó? Vi todas las grabaciones de seguridad en la casa y sé perfectamente lo que ocurre allí... me duele incluso a mí lo que pasa entre ustedes dos-- Cuarta cachetada.

    Acepté el golpe de su palma en mi mejilla --M-Me lo me...--

    --¡NO!-- Me cerró la boca --No digas que te lo mereces, estas cachetadas nunca debieron tocar tu rostro, Roland... Iban muy bien, estaba segura que con el tiempo las cosas pasarían como un mal recuerdo, que todos estarían felices-- Se secaba la lágrima --¿De verdad quieres que me arrepienta de tí?, ¿o acaso solo quieres vivir de una forma miserable para quejarte de lo mal que te va?-- Bajé la mirada pero Clarissa tomó mi barbilla para que la mirara --Te estoy hablando--

    --No lo sé...-- Me atreví a decirle con miedo, obviamente recibí otra cachetada. Ya sólo quiero llorar.

    --No, sí sabes... lo que pasa es que eres un chico confundido con muchas preguntas que no sabes responder, solo eso-- Suspiró antes de clavar su mirada en mis ojos --Respondeme esto, no aceptaré que te quedes callado, Roland... Dime, ¿quieres a mi hija?--

    --Sí... quiero a Eli-- Le respondí cobarde --La sigo queriendo--

    --Entonces, ¿la amas?-- Volvió a preguntarme con seriedad.

    Me recogí de hombros pero sin apartarle la vista. Recordé las veces que nos reunímos, en cada una de ellas pasaba algo único, una caricia, un abrazo, un beso... sus ojos... admitió que se enamoró de mí a pesar de que no estaba en la agenda que tenía con Megan... yo también me enamoré de ella, sin embargo, lo que más me dolió fue el engaño. Al principio fue eso, luego los odié a ellos, pero aún así me sentí vacío, por un lado deseaba que no pasara para así seguir las cosas con Eli, por otro lado culpaba eso mismo y me estancaba en una sola excusa.

    Eli me defendía la vez que la encontré hablando con mi hermana en la madrugada, le decía que no le daría nada de mí, que se ganara mi confianza, pero que no le pidiera más información. La noche en la que me pidió que sólo fuesen besos lo que haríamos, ella lloró, lloró porque no quería que lo nuestro llegara a acabar, se arrepentía porque ya estaba metida en eso. No solo ella, yo también me enamoré, quisiera regresar a ese día y decirle todo lo que ahora sé... porque la amo... así sin más. Extraño los días en la que hablabamos, cuando por fin pude salir de mi rutina, quiero volver a esos días.

    --Creo que la amo...--

    --No lo creas, Roland... sólo dilo, ¿amas a Eleonor?--

    Asentí con el corazón acelerado --Sí... amo a su hija, amo a Eli--

    --¿Creíste que con decirle que se alejara tendría una buena vida con otra persona?--

    --Sí...-- Asentí --Eso creí--

    --Pero no quieres verla con alguien más porque te decepcionarías de ti mismo--

    --N-No--

    --¿Crees que tu vida sería la mejor si Eli estuviese a tu lado?--

    Pensé un poco esta última antes de responer --Sí... eso es lo que creo--

    --Perfecto... ahora quiero que lo confieses aquí frente a mí-- Me ayudó a pararme con ella en la cama para estar frente a frente --Dilo--

    --Yo...-- Tragué saliva, me siento tan débil --Yo confieso ante usted, Clarissa, que amo a su hija, Eleonor Rosenberg--

    Clarissa me mostró una cálida sonrisa --Ahora, ya que me lo has confesado, quiero que vuelvas a mi casa y se lo digas a Eli--

    --Pero casi nunca la veo, no creo que quiera oir...--

    --Shhh...-- Puso su dedo índice en mis labios --Eres muy lindo como para recibir otra cachetada, Roland-- Se rió un poco --Repito, quiero que vayas y te le confieses... no quiero que la obligues a oirte, busca un momento de soledad con ella y explícaselo, Ademas, sabes que tienes que decirle sobre el tumor ya que estoy segura que esa es la razón por la cual querías alejarte así tan feo-- Con cariño acarició mis mejillas intentando aliviar el ardor de los golpes --Por favor, así podrías evitar algo malo--

    Respiré hondo, tiene razón. Debo decirle. Ya es el momento de confesarle lo que de verdad siento y lo que llevo ocultando para no preocupar a nadie, provocaré más daños si guardo otro secreto.

    --Vamos a casa, tal vez no lo logres a la primera porque sé lo complicado que es... pero nunca llegues a rendirte, verás que la vida te sonreirá-- Me abrazó suave --Sé a la perfección que eres una persona fuerte, Roland... solo te hace falta un empujón para que pienses las cosas como es--

    --Sí, la entiendo--

    --Y algo más-- Me apretujó un poco más fuerte --Recuerda que debes decirle, no quiero hacerlo yo--

    Asentí calmado --No se preocupe... se lo diré--

    La apreté con más fuerza a la vez que comenzaron a brotar lágrimas de mis ojos. Mi garganta se pone dura y seca, no estaba pensando nada con claridad, estaba a punto de empeorar todo el problema porque me metí en la cabeza lo que había pasado ese día... ya tengo lo suficiente para creer que de verdad me ama, lo que le pidieron fue solo información de mí porque Megan estaba preocupada, pudo hacerlo con solo ser mi amiga, alguien con quien hablar por teléfono, internet, en persona... pero no, terminamos haciendo algo más que eso, nos acariciabamos, nos besamos, dormimos juntos dos veces... incluso nos dimos de comer.

    Clarissa me recostó en la cama mientras tarareaba y decía que todo estaba bien, que me desahogara. Cierro mis ojos y me pongo en posición fetal al mismo tiempo que su madre me abrazaba --Todo estará bien... ya verás...-- Susurró en mi oído.
     
  11.  
    Lariebel

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    ¡Hola! Por fin encontré un tiempo para leer este nuevo capítulo. Admito que lo que más me impactó fueron las múltiples cachetadas de Clarissa. D': Me imaginé el ardor de las mejillas y todo.
    A pesar de que Eli engañó a Roland con Megan, me da mucha penita cómo se encuentra ahora. Estoy de acuerdo con la decisión que tomó Roland, pero no estoy segura de que Eli pueda tomarae especialmente bien la noticia del tumor.
    Por otra parte, espero que el personaje de Megan también salga más en la historia, porque me interesa qué fue lo que sucedió en ese accidente. :"(
    En fin, espero la continuación de la novela con ansias y te mando muchos saludos. ¡Nos vemos! :3
     
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  12.  
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Gracias por el comentario. Y sí, me tomé mi tiempo dándole cachetadas a Roland, iban a ser más, pero me dije que era suficiente con esas. En el caso de Megan, sí, saldrá un poquito más, sin embargo, no sé si lo que ella dice o hace será suficiente para lo que esperas. En ese caso, no te preocupes, tengo pensado hacer una historia para ella aunque no sé si hacerla al mismo tiempo o antes/después de los sucesos de esta.

    Por cierto, me acabo de dar cuenta que publiqué un sólo capítulo y no 2. Se me pasó el otro...
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Roland
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2539
    ---CAPÍTULO 25---
    ---Intento---
    (Son 2 capítulos hoy debido a las clases)


    Aún tengo marcadas las cachetadas de su madre en mi mejilla, lo bueno es que ya no palpitan tanto como cuando las recibí. Hoy es el día en que deba decirle a Eli lo que en verdad esperaba yo que pasara, aunque la pregunta es "¿cómo intentaré que me hable?". No la he visto demasiado en estos cinco días, sólo la veo cuando va a comer pero no lo hace allí, se lleva la comida a su habitación donde vuelve a encerrarse hasta que llaman a comer otra vez.

    Lo primero que se me ocurrió fue tocar la puerta de su habitación y esperar a que abriera, si lo hace, intentará cerrar apenas vea mi rostro, allí meteré el pie y... no, sería como obligarla a que me escuche, pero puede servir, optaré por esa si alguna otra no me sale bien. Otra idea que tengo en mente es esperar a que baje a comer y cuando vuelva a subir, sorprenderla con aparecerme frente a ella y... no, es lo mismo ahora que lo pienso... hmm... no sé, no voy a pedirle más ayuda a Clarissa porque debo hacer esto yo mismo.

    Ricky nos había traído a ambos a casa mientras que él iba a la suya para estar con su novia. También ha estado ocupado con tener dos trabajos, se merece al menos un tiempo libre. Entré y me quedé en la sala sentado en un mueble. Todavía no es hora de dormir, cuando Clarissa me despertó apenas eran las 4pm y no son más de las 5... ahora que recuerdo, le pedí a Ricky que trajera mis cosas aquí, podría jugar por un rato hasta que se haga la hora de comer y pueda verla.

    Con ayuda del bastón me levanté y subí las escaleras hacia mi habitación y allí la vi pasar por el pasillo, estaba cubierta de cuerpo completo con una sábana blanca, iba caminando en dirección al baño cuando al rato volteó su mirada a mí. Se entristeció, sus pasos parecieron detenerse por una fracción de segundo antes de echarse un poquito atrás y seguir su camino a ritmo algo acelerado.

    --Eli--

    Llamé pero no se detuvo, se alejaba mientras movía la cabeza de un lado a otro negando. Miré sus pies que se asomaban al final de la manta, estaba descalza a pesar del frío que había. Intenté seguirla pero me detuve cuando la vi abrir la puerta del baño y decidí no entrar, me quedé ahí parado sin hacer nada más que apretar un tanto mi puño, estaba a punto... Como me dijo Clarissa, no la obligaré a escucharme, debo esperar el momento adecuado para decirle, tal vez cuando salga del baño pero... hmmm... si me está evitando porque me odia y se da cuenta de que la esperé... No, otro momento, pero que sea hoy.

    Temblé del frío ante el ambiente que azotaba Florencia. Entro a mi habitación para luego encender la laptop y conectarla a mi escaner, el que le pedí a Ricky que trajera junto a mis dos consolitas. Entrecerré mis ojos esperando a que la laptop encendiera. No puedo creer las cosas que han pasado por tener "buenas intenciones", buscaba el bien de ella pero terminé destruyendo todo, básicamente le hice algo parecido a lo que me hizo a mí, desearía no sentir tanta culpa pero no puedo hacer mucho con eso.

    Relajarme, eso es lo que necesito, si pienso bien las cosas, todo saldrá bien, tal como Clarissa me dijo. Puede que no lo consiga a la primera. Suspiré al sentir la luz de la pantalla, todavía recuerdo a Payton, o como lo conocí "AC-96", ese chico tenía toda su atención en mí para que no cometiera una estupidez. La estupidez ocurrió, pero para su suerte, no me mató, creo que sería tambien una suerte para mí. No me conectaré al facebook hoy porque de seguro habrá más de lo mismo, eso no lo dudo... mejor me conecto un momento, me están dando ganas de disculparme con él.

    Abrí mi cuenta solo para darme cuenta que Payton se retiró del grupo el mismo día que le dejé la nota. Entré en su perfil, no tiene mensajes de consolación o parecidos, es un verdadero alivio... ¿hmm...? Aquí dice que tiene 14 años... ¿Cómo es que alguien tan joven acaba en este grupo de ayuda?, ¿también tiene problemas como yo? Dudé unos minutos, nunca dijo tener problemas como para pensar en el suicidio, tal vez sea de esos que entran a ayudar... sí, debe ser eso. Solo espero que se encuentre bien, quisiera volver a hablar contigo, amigo.

    Hay otras notificaciones, el grupo de arte volvió a abrir el chat y ahora estoy agregado. Hay mucha gente y parece estar muy activo, cuando arregle mis asuntos regreso aquí para pedir ayuda. La otra notificación es sobre la gente de la universidad avisando que las clases iniciarán en un mes... estuve tan metido en mi mundo que olvidé eso... ahora que lo recuerdo, no supe en qué universidad iba Eli, solo sé que estaba de vacaciones al igual que yo.

    Y por último, unos mensajes demasiado viejos, uno es de Frederick preguntando por mí, y los restantes son de... Megan y Eli... se disculpan de las cosas que me hicieron, que esperan mi respuesta a una posible reunión en RetrO's para hablar. Respiré hondo.

    Escuché unos pasos afuera, pasos que parecían estar mojados debido al aparente chasquido que oigo. Me paré de la cama, tomé mi bastón y salí para ver que en el suelo hay huellas que señalan mi puerta y una gran marca de agua sobre esta, como cuando te afincas a una pared con el cuerpo mojado, Eli ha estado aquí recostada. Me incliné un poco para ver si su puerta estaba abierta, pero no.

    --Debo decirselo...-- Ya extrañaba estos susurros, desde hace un buen tiempo que no me salían por sí solos.

    Regreso al cuarto a la vez que me rasco la nuca pensando en esto. Debería tomarme un tiempo para descanzar y así pensar un poco más sobre esto. Al llegar a la cama veo que hay un escaner sobre la mesita de noche, es el de ella, recordé que me había dado uno... no quisiera usar esto como una forma de iniciar una conversación sin tener algo pensado, pero creo que si le llego a hablar, aunque sea un poquito, se me ocurra una idea.

    Tragué saliva --Que así sea...-- Me dije a mí mismo.

    Nuevamente salgo de la habitación con el escaner reposando sobre mi pecho mientras lo sujeto con una mano. Qué difícil, y eso que solo debo caminar hasta ahí mismito. En su puerta tiene marcado con una placa su nombre, me parece un buen toque. Con una buena bocanada de aire me llené de valor y toqué la puerta con la mano izquierda. Nadie responde. Esperé un minuto y volví a tocar, esta vez sentí pasos al otro lado que se acercaban a la puerta, me preparé para hablarle.

    --¿Eli?--

    De pronto todo fue frío. Sentí un escalofrío que corrió por mi espalda que me inquietaba. Escuché que le daban ligeros golpes a la puerta antes de escuchar un suspiro, allí abrió pero se escondía detrás de esta con algo de pena.

    --Esto... v-vi que tu escaner seguía en mi habitación y... bueno... quería entregartelo, pude traerme el mío...--

    --Ya veo... ponlo sobre la cama...-- Seguía cubierta por la misma sábana pero esta vez uno de sus hombros estaba al descubierto, parecía no llevar una camisa o sostén porque no veo un tirante.

    --Emm... ¿puedo saber el... cómo sigues?--

    --Agotada-- Suspiró y al rato sonrió --Pero al menos estoy bien-- Su mirada esta "apagada", sus ojos entrecerrados eran más que suficiente para saber que no ha dormido bien --¿Y tú...?--

    --Y-Yo igual...-- Miré el piso. No se guiará por eso que dije que no me hablara o viera. Mi corazón comienza a acelerar su ritmo --Quería decirte algo--

    --No, tranquilo-- Actúa extraño, está mucho muy "ida", casi como una persona que está drogada --No hay nada que decir...--

    Sus palabras hacen que me recoja de hombros, no son normales --Quisiera decirte algo más-- Dejé el escaner sobre la cama y me le acerqué despacio pero igual me negó con la cabeza.

    --Dije que tranquilo-- Posó su dedo indice en mis labios y miró a un lado, ahí aproveché para darle un beso en la mejilla.

    No se alejó de mí, allí se quedó con sus ojos entrecerrados mordiendo sus labios, parecía que iba a llorar. De verdad que me lastima verla así. Fue en ese momento que me di cuenta de algo, mientras que Eli luchaba con las ganas de llorar mirando a un lado, logré ver una extraña marca en su cuello que me llenó de miedo, ¡¿Ya ha intentado hacerlo?! ¡No puedo creerlo!

    --E-Eli-- Con mi dedo temblando señalé su cuello --¿Qué es esto...?--

    --Disculpame... pero tengo mucho sueño...-- Lloró un tanto después de esa incómoda pausa --Quiero descanzar un poco--

    --No, espera, quiero saber si de verdad estas...--

    No pude decir lo que quería porque abrió la puerta y señaló hacia afuera. No fue ruda, más bien intentó ser amable, incluso con tantas lágrimas en su rostro. Quería quedarme allí para recibir alguna explicación, sin embargo, algo me decía que me fuera. Obligado por mí mismo di unos pasos hacia la puerta pero antes de salir escuché un "gracias por venir" de su parte y un beso en la mejilla.

    Antes de darme cuenta, veo que ya estoy en el pasillo con la puerta de su habitación cerrada. Me di la vuelta y toqué otra vez, no respondió, así estuve por mucho tiempo, perdí la cuenta. Tengo miedo, me cuesta creer que ya ha intentado hacerlo, quitarse la vida, no fue el vigilante quien tomó la cuerda, fue ella. Si se lo digo a Clarissa... no, debo arreglar esto con ella, su madre no debe saber que ya llegó a este punto. Debo de encontrar la forma de hablarle sobre lo que hice, tengo que hacerlo frente a ella, no con una puerta o pared entre nosotros dos... por más absurdo que se escuche a oído de otros, quiero decirle que esto que siento es amor por ella, no quiero que se vaya de esa forma de mi vida.

    Miré a los lados a lo que recordé lo que pasó hace una semana, Eli entró una noche a la habitación por la ventana. Si ella pudo, yo también, solo debo ignorar el hecho de que debo usar un bastón para caminar. Entré al cuarto y fui directo a la ventana el cual abrí dejando pasar el horrible frío que a estas horas dominaba Florencia y que al parecer era más fuerte aquí en la mansión. Estoy en un segundo piso y la cornisa con la que puedo llegar a su ventana tiene hielo, puedo caerme si no estoy pendiente de donde piso.

    Me encuentro muy débil y comienzo a pensar en que no podré lograrlo, que puedo caer, sobretodo en este estado físico.

    --Al diablo... yo puedo--

    Apenas puse un pie en la cornisa, me resbalé, por suerte pude sostenerme del grueso marco de la ventana. Al rato escuché a Clarissa tocando la puerta y llamando mi nombre, con el poquito de fuerza que tengo me echo hacia atrás para caer en el piso, al segundo me repuse para caminar hacia allá y abrirle.

    --La comida está hecha, puedes ir a la cocina--

    --Sí... gracias--

    --¿Y bien?-- Insinuó --¿Le hablaste?--

    --Un poco... no pude decirle nada--

    --Bueno-- Sonrió --Tendrás más oportunidades, solo no te rindas-- Alborotó mi cabello como el de un niño y se retiró.

    --...--

    "Tendrás más oportunidades", eso fue lo que dijo... Me preocupa, esta última frase me saca de mis casillas, no tendré más oportunidades si Eleonor comenzó a intentarlo, la marca en su cuello es evidencia de aquello. Es posible que para mañana... ¡No! Me di una cachetada. No pienses en eso, Roland, no pasará, evitaremos tal cosa, sólo debo pensar en la forma de decirselo.

    Cuando llegué a la cocina para recoger mi plato, observé que Eli ya tenía el suyo y que estaba subiendo las escaleras, intenté frenarla esta vez pero se me resbaló su brazo, estaba muy sudada a pesar de este frío. Se volteó a mirarme a los ojos moldeando una vaga sonrisa, se veía preocupada a lo que regresó a su habitación nuevamente. De verdad que debo buscar la forma de decirselo antes de que cometa una estupidez. Apenas llegué a la cocina, cogí mi plato y salí al cuarto a terminar de comer.

    No tenía mucha hambre, no después de haberme dado cuenta de aquella marca en su cuello. Di pocos bocados y dejé la comida a un lado. Estoy muy asustado, ¿cómo es que pudo llegar a tal extremo? Ella es fuerte, esto no debió haber pasado... ¿y si lo vuelve a intentar...?

    --Maldita sea--

    Me paré de la cama y fui directo a la ventana para abrirla. Llegaré a su cuarto de esta forma, igual como ella lo hizo aquel día. Me aseguré de agarrar fuerte las irregularidades en la pared y no poner tanto peso en mis pisadas, no hay mucho viento como ayer aunque se nota que tiene su fuerza. Me sostuve fuerte y seguí, siento que mis pies se resbalan poco a poco pero a la velocidad que voy, el cual no es tan rápida, me ayuda a no caer por completo. Solo espero que se encuentre bien, no quiero que la primera imagen en tener de ella sea la de un posible suicidio.

    Si Eli llegara a morir, me echaré la culpa de todo, me haré el responsable de su muerte sin pensarlo dos veces... sí, me conozco muy bien como para hacer eso... Nuestra vida fue maravillosa en el poco tiempo que estuvimos juntos, ya no me importa nada más que eso, sea planeado o no, yo la amo.

    Cuando por fin estuve frente a su ventana me di cuenta que tenía la pestilla puesta, el vidrio estaba cubierto por una delgada capa de nieve que con algo de ayuda pude quitar con la manga de mi camisa. Allí pude mirar hacia adentro, di un suspiro de satisfacción porque Eli estaba en su cama durmiendo con la comida a medio comer a un lado... uff... es una buena noticia... ¿ahora cómo me devu...

    Regresé la mirada a la ventana de mi cuarto a lo que pillo algo. Hay unas cuerdas en la pared que medio salían de la cornisa de arriba, cosa que podrían ayudarme a regresar a la habitación. Conque eso fue el cómo ella llegó, es ingeniosa. Respiré hondo, hace mucho frío aquí afuera, en cualquier momento puedo dejar de sentir mis manos y caer sería malo, sobretodo si estoy intentando ver que no sea Eli quien termine muerta... ahora soy un stalker, pero esta vez sí es por una buena intención.

    --No intentes más nada, Eli, por favor-- Susurré en su ventana antes de irme.
     
    Última edición: 3 Octubre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Roland
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    33
     
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    ---CAPÍTULO 26---
    ---Do it for her---
    (NOTA: Hay un personaje nuevo que aparece aquí, si no les gusta la descripción que le di, imaginenlo con otra... tengo mis razones de haberlo descrito así)


    Hoy desperté decidido a hacer un cambio, este será el día en el que deba hablarle y decirle lo que en verdad siento por ella. La pierna no me duele mucho, creo que puedo afincarme bien sobre esta sin ayuda del bastón... aunque no estoy seguro si pueda caminar correctamente. Toqué el suelo y mi cabeza me dio vueltas pero no como las veces que me dan estos ataques... hmm... también debo mencionarle sobre eso, ya no más secretos que nos puedan dañar.

    Di unos pasos, sí, puedo caminar, aunque hay como una esquirla dentro de mi pie, debe ser el hueso, creo que usaré el bastón por uno tiempito más. Apoyado salí del cuarto... es extraño, siento que alguien me observa. Miré a los lados por si acaso pero solo hay un estante de libros que está movido hacia adelante, así como cuando alguien limpia por atrás. Tal vez hay alguien más para la limpieza, sin embargo, solo sé que en esta casa está Clarissa, Eli y el vigilante que aún no he visto personalmente.

    ¿Debería recibirla con un abrazo y decirle que quiero decirle algo muy importante? No dejaré que me interrumpa diciendo que no tengo nada que decir, hoy se lo debo aclarar todo de corazón. Le explicaré sobre mi tumor, que quise alejarla porque no quería que se preocupara por mí, que no quería verla asustada y se estrese por esa razón... qué obsesión la mía, no quiero que alguien salga de la nada y me de una cachetada, ya tuve mucho con las de Clarissa. Ya luego pensaré en el futuro, por ahora, mi prioridad es ella, aparte, debo asegurarme de que no cometa algo tonto.

    Bajo las escaleras con cuidado hasta llegar a la sala en donde solo veo a Clarissa hablando por teléfono, estaba contenta por algo.

    --Entonces voy hoy... bien... muchas gracias, nunca dudé de ti-- Sonrió al colgar --Tonta, ya no te lo devuel... ¿Roland?-- Me miró de reojo antes de darse la vuelta --Buenos días--

    --Buenos días... ¿quién era?--

    --Mi hermana, Marissa, me devolverá al perro-- Dio un brinco de alegría --Por fin puedo tenerlo, se lo llevó hace casi dos meses, prometió devolverlo--

    --Ah... ya veo-- Me rasqué la nuca.

    --¿Cómo sigues?, ¿lo intentarás hoy?--

    --Sí, esta vez me aseguraré de decirle lo que siento--

    --Qué bonito, recuerda no obligarla, no queremos que te tenga miedo-- Acarició mi mejilla como si fuese un hijo suyo --Pero antes, ¿podrías acompañarme a buscar al perro como en una hora?--

    --Bueno...-- Medité --Tenía pensado decirle a Eli en la mañana apenas despertara--

    --Ya, ya... no importa, te dejo tranquilo entonces, piensa en lo que vas a decirle-- Asentí --Voy a prepararme para salir, en una hora salgo--

    --Suerte, estaré caminando por ahí pensando en esto-- Me despedí y salí a caminar por los pasillos tal y como dije.

    Hice lo que pude allí para mantenerme tranquilo y no revelar aquello que vi. Debo solucionarlo hoy, si Eli llega a intentarlo otra vez y lo consigue, entonces no habrá una razón para mí de seguir viviendo, ya nada tendría sentido. Y eso que no he mencionado a Clarissa, ella ya perdió a su esposo, no hay necesidad de decir lo que haría si perdiera a su única hija.

    Subo las escaleras con ayuda del bastón, estoy mejorando un poco, casi ni lo uso. Reposo la oreja sobre la puerta de su habitación, está escribiendo en su computadora. Es un alivio que no lo esté haciendo... asentí y caminé otro rato más, esta vez por los lados en donde no he estado... que raro... el estante que vi fuera de lugar ahora está en su sitio, tal vez fue Clarissa. Seguí de largo ignorando esto.

    Hay muchos cuadros en la pared con fotos de los familiares. En una está Eli con Clarissa vestidas de vaqueras. Me reí un poco. Ambas se ven muy jovenes, su madre tiene un lazo amarrando a una vaquita de peluche a lo que Eli apunta a la cámara, seguro es su padre el que tomó esta fotografía. En otra foto estan las dos en traje de baño frente a una playa, esta vez está su padre al lado con un cable en la mano que va hacia la cámara. Un hombre delgado y algo de canas en el cabello. Me llama la atención ese bigote de tipo clásico... de esas que ves en películas.

    Se ven tan felices... en casa también tengo fotos, pero no tantas como ella, la mayoría son de hace años, cuando tenía 12 añitos. En una foto de esta aparecemos todos desnudos sentandos en el sofá frente al televisor como si nada pasara... ¿por qué? Por una tía que estudia arte, quiso tomar esa foto para un proyecto y todos accedieron, ganó mayoría porque fui el único que no quiso... de todos modos salí ahí, se nota la pena en mi rostro.

    ¿Por qué pienso en esto? De verdad que no lo sé... como sea. La que más me llamó la atención fue una fotografía de Eli en donde aparece vestida de azul en su graduación. Se ve muy hermosa así, tiene la cantidad aceptable de maquillaje en el rostro. Bajé un poco la mirada en pena. El momento que estamos viviendo los dos... je... no debimos pasar por esto. ¿Oh? Qué curioso... acercándome un poco más a la fotografía veo que detrás de ella hay alguien más tomándose una foto, una chica gordita que conozco bien de la escuela... Rebecca, ¿se conocerán?

    Tienen muchos recuerdos, me doy cuenta con solo ver las fotografías de la pared. Pasé el dedo sobre una y volví a caminar, no soy un superhéroe, pero la salvaré de su dolor, la haré sentir bien, tanto como ella quiso hacerme sentir a mí.

    --¿Hola...?-- Me di la vuelta al escuchar un "clank" al final del pasillo, no venía de su habitación.

    Medité un momento y decidí ir. Doy buenos pasos aunque de vez en cuando uso el bastón para apoyarme, creo que no necesitaré de esto dentro de poco. Al llegar a las escaleras, escucho la voz de Clarissa que me llama desde abajo.

    --¿Roland?--

    --Aquí estoy-- Respondí tranquilo y bajé poco a poco hasta tenerla frente a mí.

    --Ah, bueno, voy saliendo a casa de mi hermana, si sucede algo, me llamas-- Entregó en mi mano su número de teléfono.

    --Sí, tranquila, yo la llamo-- Sonreí y me besó en la mejilla.

    --Recuerda...--

    --...no obligarla-- Completé --No lo haré, descuide--

    Sonriente recogió su cartera y salió por la puerta principal hacia Ricky quien la esperaba en el auto con la puerta abierta, no sé si me vea, pero aún así lo saludé con la mano desde lejos. Esperé a que el coche se fuera para volver a entrar, ahora tengo la mansión para pensar... subiré otra vez a ver si hubo algún cambio. Escuché con atención desde la puerta de su cuarto, sigue tecleando con algo de música en el fondo... The Departure, Time, es lo que escucha.

    No ha intentado nada, eso es bueno. Me recosté de la puerta aliviado, tengo más tiempo, hay que aprovecharlo... me tallo los ojos. Las cosas que hago por lo que estoy sintiendo, si me hubiesen dicho hace un mes que terminaría enamorado obviamente no lo creería, pero mirenme ahora, luchando para que una persona valiosa no pierda su vida... lo dice el chico que no dudó un minuto en suicidarse aquella vez.

    De nuevo escucho un tipo de objeto metálico que golpea contra algo, esta vez en la cocina, ¿será el vigilante? Bajé las escaleras a una moderada velocidad y me asomé por la esquina de la pared a la cocina, no había nadie, el extraño sonido salía de aquí. Ahí sonó un reloj pequeño en la pared, son las 9am, me asusté porque había sonado de repente, había olvidado que aquí había uno de esos. En el momento que fui a desactivarlo, vi una vara al final del pasillo que daba al jardín, sería normal si estuviese tirada allí, pero no, está dandole golpes al piso, alguien lo estaba haciendo.

    ¿Y ahora?, ¿qué voy a haber? Puede que sea el vigilante que me está gastando una broma, pero ¿y si no lo es? Retrocedí unos pasos sintiendo algo de miedo a lo que la vara dejó de moverse y cayó al piso, ahí se asomó una mano que me señaló, al cabo de un segundo, me hizo señas para que fuera allí. ¿Qué mierda? Estoy muy ocupado como para hacerle caso... aunque... miré la mano otra vez, seguía con sus señas... levanté la mirada hacia las escaleras y me dirigí hacia la mano. Estaba cerca cuando está se escondió. Listo, me mataron. Escuché una puerta abrirse, claro que me sorprendo, este pasillo da hacia el jardín y a una pequeña sala en donde se guardan sartenes viejos y objetos similares, no debería de haber una puerta allí.

    Me asomé y vi los objetos apartados mostrando una pequeña puerta al final. Repito, eso no estaba ahí... bueno... la verdad que no sé, nunca llegué a quitar todos estos... peroles... La puerta estaba ligeramente abierta por lo que vi escaleras que iban hacia abajo. Tragué saliva, ¿había un sotano aquí? Tampoco me sorprendería, pero la puerta está muy oculta como para que alguien lo use. No tengo tiempo para esto, me juré esta mañana que hoy sería el día en el que deba decirle lo que siento a Eli, nada más. Le di la espalda a lo que escuché un quejido, como el de alguien amordazado, se me puso la piel de gallina. Clarissa... no, no es, deja de pensar en eso, es solo el vigilante de la mansión.

    Los escalones estaban muy bien cuidados, no son como los de las películas de terror. Lo único malo es que está oscuro, muy extraño para un lugar que se mantiene tan limpio. Hace tanto frío como arriba, aunque puedo distinguir las cosas en esta oscurana, no sé si pueda identificar alguna figura con facilidad. Me apoyo de la pared a la vez que me apoyo del bastón, hay unos estantes a la distancia con televisores viejos y radios, entre estos había una caja fuerte grande, bueno, ni tan grande, como para ocultar una cabeza. Me reí, estoy leyendo mucho el blog de Melanie Dunn, no la novia de Ricky, otra Melanie. Le di unos golpes, tiene algo dentro y es pesado, tal vez sea valioso, lo dejaré ahí... aunque me recuerda a alguien de la uni... nah, no creo, tal vez sea mi imaginación.

    Apenas le di la espalda escucho que algo se arrastra... nop, me está dando mucho miedo este sitio ya. Dejé todo como estaba y sin pensar, busqué la salida, ¿cuál es el nuevo problema? Que ahora no encuentro el lugar por donde entré, me cuesta ver en esta obscuridad. Lo que faltaba, no puede pasarme esto, especialmente hoy, intenté recordar los lugares por donde pasé e irme en reversa, la puerta estaba ahí pero cerrada.

    --¿Hola?-- Llamé --¿Clarissa? Me quedé en el... sótano, creo, quiero salir--

    Nada, no hay respuesta alguna de ningún alma. Joder, toca hacer como en algunas películas, buscar una tubería de metal y golpearla para que haga ruido, con suerte alguien escuchará y vendrá a ver qué hace tal sonido. Mi suerte cambió ligeramente cuando mi ojo se acostumbró a lo oscuro y pude ver con un poco más de "claridad". Le di una ojeada a mi alrededor, el estante con los televisores y la radio estaban allí como a un par de metros, puedo observar que mucho más atrás hay una puerta, espero sea otra escale... momento, ahí está el estante con los televisores y las radios, sí, están ahí, pero... ¿y la caja fuerte?

    Me están jugando una broma, eso es, se trata de una mala broma --¡Te salió mal!-- Grité --Sal de una vez, debo hacer algo importante y no quiero perder la oportunidad, por favor--

    Tomé el bastón como si se tratara de un bate de baseball, no me gustan los desportes, pero espero que aquellos tres días que me hicieron practicar den sus frutos. Pongo mi peso en el talón del pie derecho para no lastimar mi pierna rota y recargo mi espalda en la pared. Al menos me defenderé si alguien piensa hacerme daño. A paso lento me desplacé por el sótano mirando todo a mi alrededor, igual que un ventilador. No sé cuántas veces voy a repetirlo, pero de verdad que no tengo tiempo para esto, ahora mismo debería de estar allí arriba enfrentando este problema mío, arreglando las cosas como me dije, confesándolo todo frente a ella.

    ¿Es raro que en este momento me encuentre escuchando Pearl Jam en mi mente...? No, momento... no soy yo, hay música en algún lado, pero suena "encajonado", así cuando escuchas música en una habitación cerrada... viene de la puerta que está al final. Ahora que recuerdo, aquella vez que fui a RetrO's vi a la señora Clarissa comprando el último disco que le quedaba a Ricky de Pearl Jam, dije que tenía buen gusto en música pero nunca llegué a escuchar que lo usara en la mansión...

    De pronto hubo un alboroto detrás de mí que me heló la sangre, algo pesado se había caído. Me giré lentamente y tembloroso cuando llegué a distinguir a una persona alta, muy alta, con nada más que un boxer rojo puesto mientras que su cara... no puedo verla, algo la oculta, algo cuadrado. Di el primer golpe con el bastón mientras tenía los ojos cerrados, sí, muy mujer de mi parte, el extraño se quejó un poco del dolor a lo que sujetó mi brazo y me quitó el "arma", solo me arrojé al suelo de espalda para arrastrarme lejos de él. Éste siguió persiguiéndome hasta tomarme de ambas piernas y frenarme, ahí me hizo señas para que me callara. Al diablo, no me callaré para que un maldito venga a violarme.

    Di patadas a todos lados, ninguna le dio. Por un momento pareció molestarse y me acercó su... ¿rostro? No tiene... bueno, sí tiene, pero está oculto por la misma caja fuerte que vi en el estante... ¿era él? Al rato sacó una tarjetita de su boxer que me enseñó desde lejos.

    --No puedo leer-- Estaba a punto de acercarmelo cuando lo detuve --No no no... dejalo así-- De todos modos lo puso cerca, ahí pude leer --Vi...gi...lante... ¿qué?-- Asintió, creo que no puede hablar.

    ¿Ese es el vigilante? ¡Pero si es un loco! ¿Quién iba a contratar a alguien como él para vigilante de esta mansión? Me paré aún sospechando de él, me cuesta creer que sea el vigilante de este sitio, por un momento creí que era Slenderman. Me entregó en mis manos el bastón y me hizo señas para seguirlo, las mismas que cuando estaba en el pasillo viendo el reloj, era él.

    Llegamos hasta la puerta del final del cual escuché música salir, y no me equivocaba, había música, Pearl Jam. Era una habitación espaciosa pero igual de oscura que sólo contaba con la iluminación de algunas pantallas que yacían en la pared, era un cuarto adornado con unos cuantos cuadros, una cama y un baño al final, era como una prisión, ¿desde cuándo está este tipo aquí? Al acercarme a las pantallas veo los pasillos de la casa, el jardín, la entrada principal y el techo de la mansión. Era un sistema de seguridad.

    --Entonces sí eres el vigilante de aquí-- Dije a lo que él asintió --¿Desde cuándo estás trabajando aquí?-- Levantó dos de sus dedos --¿Semanas?-- Negó --¿Meses?-- Volvió a negar --Años-- Afirmó con la cabeza... dos años tiene aquí trabajando --¿Por qué no te vi antes?--

    Ahí comenzó a hacer señas locas con sus manos que no llegué a entender. Sí, confirmé que es mudo. Como no entiendo lenguaje de señas, detuve sus dedos y busqué una hoja y lapiz en un escritorio que había cerca de las pantallas. Allí escribió.

    "No me gusta salir mucho de aquí"

    --¿Te da pena?--

    "Nop, es que me siento muy cómodo en lugares solos... pero ese no es el punto del porqué llamaba tu atención"

    --¿Cuál es entonces?--

    Se dirigió al escritorio en donde sacó un teclado blanco y escribió algo, allí una de las pantallas se apagó y al segundo mostró la habitación de Eli, ella estaba ahí parada en el medio de su cuarto mirando el suelo nada más mientras jugaba un tanto con sus dedos.

    --¿Qué le pasa?--

    "Lo ha hecho mucho desde hace unos 5 días, más o menos, pero es primera vez que la veo en medio del cuarto"

    --Momento... esta cámara está en su cuarto... ¿puedes mostrarme el cómo se hizo la marca en su cuello-- Sé exactamente que se recogió de hombros por lo que dije, sé que no es normal pedirle algo así pero debo saber.

    Tecleó unas cosas y mostró la imagen, esta vez la agrandó para que se vea en conjunto con las otras pantallas. Mi corazón se aceleró apenas vi que se ha llevado la cuerda del perro al cuello y la amarra en el pomo de su armario. Cerré los ojos al instante que se dejó caer, el vigilante también miró a un lado y pulsó el botón para adelantar para mostrarme que ella misma se para y acto siguiente se quita la cuerda del cuello mientras lucha por aire, luego la tira lejos y se pone a llorar.

    Me di la media vuelta para caer al piso sentado. Mi mundo parecía borrarse cuando la vi en la pantalla haciendo... eso... El señor se acercó a su cama para tomar otra hoja y así sentarse a mi lado.

    "Básicamente no me importa lo que haya pasado y nunca me importará" Golpeó la caja que tenía como cabeza con la goma del lapiz y escribió otra vez "Pero tampoco es algo que eba" Borró y corrigió "deba dejar pasar. Debo decirte que lo ha hecho 3 veces ya y hoy será distinto"

    --¿Distinto?--

    "Las veces que que lo ha hecho, se mantuvo frente a su closet por unos minutos antes de intentarlo... hoy está en medio de su cuarto, creo que se colgará del techo"

    --¡¿Qué?!-- Me levanté molesto --Tío, no lo digas de ese modo, no seas tan frío, ayudame--

    "Claro que voy a ayudarte" Escribió "ve allí y evita tal cosa, estaré aquí vigilando, si veo que algo sale mal entonces llamo a emergencia y corro allí"

    --No, vas a salir de aquí conmigo hacia su cuarto y...--

    Nunca antes sentí tanto miedo cuando miré atrás de él, en la pantalla veo a Eli parada en una silla de madera colocando la cuerda en el techo. No, no lo va a hacer... no hoy, ni mañana, ni nunca... Lo miré a él para señalar las pantallas, al darse la vuelta dio un brinco como de miedo y corrió a su cama, se tiró al suelo y sacó varios teléfonos que escondía debajo. Comenzó a marcar unos números cuando me observó y señaló con fuerza una puerta que estaba en la esquina, corrí allí y vi unas escaleras que iban hacia arriba, el vigilante me hizo señas, me decía que cuando llegara arriba, empujara algo, tal vez una puerta.

    --Sí... n-no llames a Clarissa, por favor, que no lo sepa-- Él me asintió y volvió a señalar con fuerza las escaleras.

    Subí las escaleras con el bastón en mano lleno de adrenalina, era tanta que no sentía mucho mis brazos, que no ejercía nada de fuerza para levantar mi peso. Cuando las escaleras se terminaron, me quedé frente a algo metálico, al otro lado se escuchaba un teléfono sonar. No tengo tiempo, empujé lo que sea que sea eso sólo para darme cuenta que salí en la cocina detrás de la nevera, el teléfono no paraba de sonar, su maldito ruido no me deja pensar.

    --¡Eli!-- Grité antes de salir corriendo ignorando el dolor en mi pierna izquierda.

    ----------------------------------
    Debido a que mis clases iniciaron, me tardaré en publicar otras historias... al menos puedo dejar un "minijuego" de referencias. Si encuentran alguna en los capítulos (ya sea un diálogo o nombre del capítulo), ponganlo en su comentario. Ejemplo: En el capítulo 13, "Vándalos", Roland dice que siente tener una estrella sobre su cabeza cuando lo persigue el policía... obviamente es de GTA (Grand Theft Auto)

    Disfruten de la historia.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    2530
    ---CAPÍTULO 27---
    ---Promesas---


    Subí las escaleras apresurado como si el mismo Diablo me persiguiera. Esto que está ocurriendo debe ser una maldita broma. Por suerte no dependo completamente del bastón para llegar arriba, aunque no es tanta mi velocidad. Allí miré la puerta de mi habitación y luego la de Eli, no hay nada fuera de lo común, sin embargo, debido a las grabaciones que el vigilante me mostró... no puedo permitirlo, debo salvarla de tal barbarie. En eso escuché algo que se cayó en su habitación. Mis manos se ponen frías como si las enterrara en la nieve, mi respiración se acelera y las piernas me tiemblan sin control. Sin embargo, esto no me detuvo. Giré el pomo de la puerta sólo para darme cuenta que esta no abría. Sentí ese puño en mi pecho apenas me entero de la situación, y ese maldito sonido al otro lado de la puerta no me deja pensar... ese sonido de una cuerda al sostener un objeto pesado...

    --¡ELI!--

    Grité lo más que pude pero no recibo una respuesta de su parte... Joder, espero no lo hayas hecho, Eli... eres más fuerte que eso, yo te conozco. Pateo la puerta con fuerza y no abre, lo intento otra vez esperando un cambio... pero era el mismo resultado. ¡Maldición! Nuevamente pateo la puerta pero ni se molesta en abrir. El terror me está matando, que sólo sea una pesadilla mía, que solo sea eso, por Dios. Quisiera abrir mis ojos y verme acostado en la cama de la habitación de al lado... o al menos en mi casa y así evitar que estos eventos se hayan dado. Retrocedí hasta llegar al pasamanos de la escaleras y tomé fuerza para correr contra la puerta y así golpearla con todo mi peso en la orilla, lejos de las bisagras. Tanta fue mi sorpresa cuando esta se rompió.

    --¡Eli, no!--

    En la habitación me encuentro con la peor imagen, Eli se encontraba desnuda y colgada del cuello mientras luchaba por aire. En el suelo yacía la silla tirada junto a la sábana blanca que ha estado usando estos días para cubrir su cuerpo. Me paré del piso tan rápido como pude, mi pierna comenzó a doler debido a la bruzca acción. No quiero que me falle ahora, no por favor. Aún tengo oportunidad de salvarla, todavía sigue luchando por respirar, todavía tengo tiempo. La abracé por las piernas y levanté con todas mis fuerzas, tal vez así no le apriete tanto y pueda quitarse la soga amarrada en su cuello, sin embargo, me doy cuenta que tiene dificultades. Busqué por el suelo algo que usar de apoyo y ayudarla hasta que vi a un lado de mi pie está la silla que seguro usó para intentar suicidarse.

    Me afinqué de mi pié izquierdo e ignoro el dolor del hueso mientras que levanto la silla con la otra. Se cae una vez. Calma, tengo otra oportunidad, Eli sigue luchando. Otra vez vuelve a caerse. Maldita sea, no logro levantarlo como debe. Respiré profundo y lo volví a intentar, esta vez salió como quería, pude levantar la silla a lo que, aún sosteniendo sus piernas, me paro encima de este.

    --¡No vas a morir!, ¿me escuchas?-- Le grité con fuerza.

    La soga está muy tensa, debo levantarla un poco más. Cogí fuerzas y lo hice, no se me dificultó mucho gracias a la adrenalina que corre por mi lastimado cuerpo. No tengo idea de cómo voy a quitarle la soga del cuello... tal vez si muerdo aquí... sí, creo que de esa forma sí funciona. Como tenía pensado, mordí el nudo que tenía tras su cuello, con un poco de esfuerzo puedo desamarrarlo pero aún me falta por hacer, tiene 3 vueltas. No me importa, debo salvarla. Mordí cada una de ellas y halé hasta quitarlas una por una, gracias a la ayuda que Eli me otorgaba, pude liberarla de ese cruel destino. Reaccionando a tiempo, sentí cómo todo su peso recae en mí por lo que pierdo el equilibrio. Para nuestra suerte pude inclinarme de un lado para esa forma caer en la cama sin recibir tanto daño.

    --Uff...-- El suave colchón amortiguó mi caida y yo amortigüé la de Eli la cual me hizo quedar sin tanto aire --Despierta-- Le dije agotado a la vez que doy palmadas en su mejilla hasta que la oí toser con exageración y se retorció.

    --R-Roland-- Se volteó a mí con los ojos entrecerrados mostrando tristeza. Ahí pude observar como caían lágrimas por sus mejillas --¿Por qué?--

    --Porque te amo, ¿que no es obvio?-- Grité sin querer provocando que me mirara con sorpresa a los ojos.

    --No... no puedes amarme, Roland... no después de lo que te hice, yo te destruí y...--

    La tomé por la barbilla para interrumpir lo que sea que iba a decir y besar sus labios gentilmente para después esconder mi rostro a un lado de su cuello.

    --Quiero hacerte entender que lo eres todo para mí, no puedo vivir si no estás a mi lado-- Terminé confesando lleno de miedo --Mi vida no era más que una cascara vacía antes de conocerte. Siempre estuve metido en mi cuarto preocupado por lo que me prepararía el futuro sin hacer nada a cambio para cambiarlo... Si no hubiese sido por ti, ahora mismo estuviera muerto porque no soportaría ver a otras parejas agarradas de las manos, hablándose de lo tanto que se aman, de los besos que se dan y... maldición, Eli... te amo... fuiste la primera persona que llegue amar... ya no me importa lo que ocurrió aquel día. Gracias a tí dejé de sentirme invicible al mundo--

    Hipó por un momento antes de tomar mi rostro con sus frías manos para así verme directo a los ojos. Se veían lágrimas que caían pero al final no lloraba con la fuerza que quería.

    --T-También te amo, Roland... me asusta tanto la idea de no volver a tenerte, creí que nunca ibamos a estar juntos... tu personalidad, tu apariencia... Eres tan dulce y tímido, igual que un nio. Por primera vez en mi vida pude encontrar a alguien a quien pueda dedicarle mi tiempo, mi cuidado y mi amor... eres como un muñequito frágil el cual quiero volver mi prioridad. No quiero que volvamos a pasar por esto otra vez, nos causó tanto daño... Siento mucho lo que te provoqué, de verdad que lo siento mucho, todo fue culpa mía... mi culpa...-- Hundió su cabeza en mi pecho.

    --Shhh... ya pasó... ya pasó...--

    La abrazo contra mi pecho mi pecho, no pienso soltarla. Ella se ha vuelto muy valiosa para mí, no me importa las cosas que me hizo, al fin puedo creer lo que me decía... Yo la amo, y ella me ama a mí, eso es todo lo que importa ahora mismo. No sé lo que haría si la hubiese perdido hace unos minutos, si la puerta no se hubiera roto... Maldición, mi corazón va como loco.

    Me cuesta creer que lo haya hecho, pero al menos pude salvarla... No quiero ni imaginarme lo que hubiese pasado si Clarissa me hubiese llevado a casa de su hermana... muchas lágrimas y llantos, eso sin mencionarme. Me da escalofríos pensar en eso solamente. Mi mejor opción es borrar esas imagenes de mi cabeza, no quisiera soñar con eso alguna vez. Le doy otro beso antes de separarme de ella y cubrirla con las sábanas de su cama, pero antes de sentarme a su lado, comienzo a revisar su cuello.

    --Estoy bien-- Me dijo mirando con pena a un lado.

    --¿Cómo que "bien"?-- Regañé --Intentaste ahorcarte hace unos minutos, ¿cómo puedes estar "bien"?-- Eli me abrazó sin decir nada, lo hizo así porque... porque sí. Estaba temblando de miedo y lloraba callada. Estoy aterrado. También la abracé intentado no llorar de igual forma --No... no vuelvas a hacerlo-- Susurré --Prometelo, dime que no volverás a intentar tal cosa, por favor--

    --L-Lo prometo... Roland--

    Fue en ese entonces que se desahogó. Lloró con ganas apretándose contra mí, solo era cuestión de tiempo que yo la acompañara en su tristeza.

    --No sé lo que haría si te perdiera, Eli-- Terminé diciendo. No fue uno de esos susurros que de vez en cuando llegaban cuando me sentía solo, esta vez fui yo quien lo dijo en verdad.

    --Te amo tanto-- Dijo entre llantos --Por favor, perdóname, no quise hacerte tanto daño--

    --Todo estará bien, te perdono...--

    Caímos a la cama completamente cansados. Apenas la tarde había empezado y las cosas se pusieron un poco pesadas. Esta será para siempre la mejor decisión que pude haber tomado. Si me hubiese ido con Clarissa, lo que ibamos a encontrar de regreso nos mataría... no debería pensar en eso, pero es la verdad. Qué bueno que decidí quedarme. Ahora Eli yace dormida sobre mi pecho respirando con tranquilidad con una ligera marca roja en el cuello. Acaricio su cabello notando la suavidad que ya me hacía falta y cubro un poco más sus hombros con la sábana.

    No importa cuánto tiempo estuve con ella, me pareció toda una vida estar acompañado de Eli en su habitación, aunque estuviese dormida. Estiro los brazos acabando con el cansancio y veo el reloj que marca la hora, todavía es muy temprano y por lo que llego a recordar, Eli no ha comido mucho estos últimos días. Hay un par platos a medio comer y esta mañana vi a Clarissa guardando las sobras de los otros platos para el perro, ¿cómo hace para no perder de peso incluso cuando no come?

    Mejor voy a hacer algo para comer. Así como ella quería, de ahora en adelante las cosas serán como antes. Nunca nos pasó algo malo, nunca nos llegamos a separar, nunca le dije aquella horrible palabra en casa de mis padres, nunca me molesté con ella, nunca le pedí que dejara de hablarme... Nunca intentamos esa atrocidad de quitarnos la vida en algún momento. De a poco me voy girando hasta salir de la cama, también tengo algo de hambre. Pero justo antes de pararme, Eli toma mi mano.

    --¿A dónde vas?-- Me preguntaba soñolienta a lo que le sonreí.

    --A preparar algo de comer para los dos... también debo deshacerme de la cuerda--

    Miró mis ojos un momento y asintió calmada --Voy contigo--

    Nos tomamos de las manos y salimos de la habitación. Eli parece que anda disfrazada de fantasma cosa que me da mucha gracia, es cómica, su cara tiene un ligero enrojecimiento a la vez que logro notar una sonrisita dibujada. Le ayudé a bajar las escaleras y observé todas las esquinas en la mansión, el vigilante debería estar vigilándonos, espero que no haya llamado a Clarissa para avisarle sobre lo de Eli.

    Al llegar a la cocina, la dejé allí sentada mientras que buscaba poner la cuerda otra vez en la casa del perro. El patio yacía cubierto por esa gruesa capa blanca de nieve pero no hacía tanto frío como la tormenta de hace unas noches. Caminé hasta el hibernadero para coger una chaqueta y dirigirme a la casita del perro. Espero que Clarissa lo traiga hoy de casa de su hermana, así tendremos a alguien más que vigile la casa.

    En el momento que me acerqué a la casita del perro, aparté la nieve en el suelo en busca del clavo para amarrar la cuerda. No me tomó tanto tiempo, la até y miré al cielo. Las grises nubes adornaban todo aquello que podía observar, las copas de los arboles yacían cubiertas también y las montañas en la lejanía sólo mostraban la mitad inferior al estar escondidas tras las nubes. Cada vez más esto se parece a la escuela que asistí, de verdad que quedaba lejos, pero valió la pena, me enseñaron bien.

    Regresé a la cocina cuando sentía que la vestimenta ya no me protegería por mucho del frío. Eli seguía allí preparando algo para comer. Se suponía que lo haría yo para que ella no se esforzara en algo hoy. La tomé por la cintura y la aparté a un lado para ayudarla, no era mucho lo que ibamos a hacer. Calentamos algo de pan y preparamos leche caliente para luchar con el frío, luego subimos al cuarto otra vez, al menos allí está algo cálido.

    Nos sentamos en la orilla para comer lo que habíamos hecho, me aseguré de ser lo más gentil posible y opté por darle yo mismo la comida en su boca, como si fuera una bebé. Eli me sonreía cariñosa. Le di otro pedazo para que comiera hasta que se lo terminó todo, al voltearme para dejar el plato en la mesita, veo por la ventana que comienza a haber vientos fuertes acompañado de la nieve que se pegan al cristal.

    --¿Satisfecha?--

    --Sí-- Afirmó moviendo la cabeza --Gracias-- Tosió un poquito.

    --No hay de que... es lo menos que puedo hacer por ti-- Sacudo las migajas de comida que cayeron en mi pantalón y en su cama.

    --Todo lo que hagas será suficiente para mí, Roland--

    Me reí un tanto junto a ella hasta que reposé mi cabeza en su hombro con los ojos cerrados sin pensar en nada. Siento cómo mi peso se iba hacia abajo como cuando tengo sueño. Eli pasa su brazo por mi espalda para acariciarla y recostar su cabeza en mí también.

    Por un rato abro mis ojos cuando divisé que en sus labios habían unas cuantas migajas de pan que no le había quitado. Al igual que en el centro comercial, con mi pulgar se los fui quitando uno por uno hasta dejarla limpia... pero no aparté mi dedo que ahora se encontraba en un extremo de su boca. La acaricié ahí por unos segundos sintiendo los pliegues hasta que, sin pensarlo dos veces, acerqué mis labios a los suyos lentamente hasta tocarlos. Un acto reflejo.

    Fue un tierno beso aquél que no iba a llegar hasta ahí. Sin separarme acaricié sus mejillas con mis dedos hasta llegar a un costado del cuello apartando el frío de su piel. Al principio no hicimos más que un simple beso hasta que de a poco ibamos ganando calor. Con timidez danzamos nuestras lenguas mientras ibamos subiendo la velocidad por cada minuto que pasaba. Rodeé su cuerpo por encima de la sábana para abrazarla con cariño.

    Fue en ese entonces que Eli hizo la siguiente movida. Se inclinó hacia mí con ambas manos en mi pecho queriendo recostarme en la suave cama... tampoco es que me doliera tanto las heridas, la mayor parte de ellas no me duelen desde hace un par de días ya. Me dejé llevar por el momento como si me hubiera hipnotizado, con solo tocar sus labios me quedé hechizado, así como cuando veo sus verdes ojos. No tengo idea de hasta dónde llegaremos con esto, y dudo que Eli también la tenga.

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    CENSORED --- CENSORED --- CENSORED
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    El capítulo que más golpes se ha llevado...
     
    Última edición: 21 Octubre 2017
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    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    2118
    ---CAPÍTULO 28---
    ---I'm OK---


    --Salgo de casa directo a donde vive mi hermana y me entero de que se fue a quién-sabe-dónde con su nuevo novio-- Clarissa caminaba alrededor de nosotros dos. No está molesta o algo parecido, más bien está algo... enredada --Me quedé esperando por un buen rato sin saber nada de eso cuando una de sus sirvientas me dice que no iba a volver hoy--

    Ahora mismo me encuentro con Eli en la cocina, sentados en la misma silla frente a la mesa, desnudos pero cubiertos por la sábana blanca que ella usaba para cubrirse. Es muy incómodo, Corinne y Susie están al lado de la nevera mirando las paredes porque al parecer tienen pena de vernos así.

    --Luego, cuando decido venir, me encuentro en el camino con Corinne y Susie con la cara pálida y pasando frío. Les pregunté lo que pasaba y me dicen que tú-- Señaló a su hija --Escribiste una carta de suicidio en su chat de facebook, las metí en el vehículo e intentamos llegar a tiempo evitando a todo peatón en la calle--

    --Por suerte no golpee a nadie-- Dijo Ricky en la entrada de la cocina mientras se reía a lo bajo y bebía café.

    Clarissa siguió hablando --Llamé a la casa esperando que alguien me contestara pero no pasó así, ni siquiera el vigilante me habló-- Ahora que menciona al vigilante, este también estaba en la cocina, yacía sentado en el suelo como un perro mirando a los lados --Y cuando llegué aquí, con el corazón en la garganta-- Se apretó el tabique de la nariz --Me entero que nada malo ocurrió, gracias a Dios... pero sí obtuve una imagen que seguro no me quitaré de la mente por un largo tiempo...--

    --D-Disculpe por no haberle contestado-- Hablé --Es que también me asusté y...--

    --No, no necesito explicación... cuando me dijiste que hoy le dirías lo que sentías... nunca llegué a pensar que usarías esa carta, Roland-- Se rió, nop, para nada está molesta --Me gusta que hayan vuelto, de verdad que sí, pero me pareció muy... rápido... que saltaran a esa "escena" así de golpe-- Nos dijo haciendo comillas con los dedos.

    --Perdón-- Nos disculpamos ambos al mismo tiempo.

    --No se disculpen-- Allí se sentó frente a nosotros con las manos juntas y mirándonos a la cara --No quiero caer en el cliché de pedir nietos... pero con esto que vi ya me están dando ganas de tener otros herederos además de mi hija-- Asentía.

    Corinne se rió, Susie se dio la vuelta apenada, Ricky escupió su café y el vigilante solo nos "miró" con atención. Básicamente nos pidió lo mismo que mi madre quería cuando le dije sobre Eli la primera vez.

    --Mamá, no lo digas así--

    --Debiste pensarlo antes de no usar protección--

    --¿Cómo sabes que no usé?-- Entrecerró sus ojos con sospecha.

    --Apuesto a que no esperaban tener sexo hoy, Roland es del tipo sumiso mientras que tú... bueno, yo a ti te conozco muy bien y seguro quisiste hacerlo--

    Eli se sonrojó, como que ya perdió esto --A-Ambos estuvimos de acuerdo...-- Balbuceó y yo asentí.

    --¿Te hizo daño?-- Se metió Corinne, la tomboy.

    --No... bueno... al principio dolió un poquito y sus mordidas...-- Todos clavaron su mirada en mí por lo que tuve que darle unos toques en el hombro para interrumpirla.

    --No habla de ese daño-- Le susurré al oído. Que pena, me siento frío cada vez que intento decir algo frente a este montón de gente... ¿qué hacen aquí?, ¿por qué nos oyen?

    --Ah... no, no me lastimó ni nada por el estilo--

    --¿Te gustó?-- Preguntó Susie a lo que todos la miraron fijamente, esta solo dio un brinco de miedo --Perdón, se me salió--

    Ahora mismo somos el centro de atención en esta mansión por el solo hecho de que nos encontraron a los dos... haciéndolo... y que ahora somos pareja nuevamente. Todo está bien, al menos pude confesarle lo que siento y lo que deseo tener con ella, una familia, ¿acaso esto último fue muy apresurado? Lo dije con todas mis ganas, quiero formar una familia con ella y Eli conmigo.

    Clarissa se quedó allí sentada sin decir nada, Susie miraba a los lados mientras que Corinne observaba a Eli y luego a mí como intentando decir algo pero que se guardaba para sí misma. Ricky se terminó el café, no le quedaba mucho después de haber escupido una parte por lo que se quedó allí con la taza en la mano, por un segundo me pareció haber visto que me levantaba el pulgar y asentía con disimulo, eso es conmigo. El vigilante solo se paró, se rascó las piernas y apartó la nevera a un lado para entrar a un agujero tras de esta, el mismo agujero por donde salí, uno menos.

    --Ok...-- Rompió el silencio Clarissa --Al menos lo que cuenta ahora es que lo suyo por fin pudo solucionarse... no es así?-- Nos mostró su cálida sonrisa.

    --Sí... ya todo está bien entre nosotros-- Respondí.

    --Nunca llegó a pasar nada-- Dijo Eli --No hubo plan, no hubo engaños... nada de eso--

    --Eso es perfecto... ahora, Roland, ¿se lo has dicho ya?--

    --Ya dijo que me amaba--

    --No, Eli, no hablo de eso... Roland lo sabe--

    --Ah, no se lo he dicho... se me olvidaba--

    --Pues ahora es el momento, nada de secretos en esta casa--

    --¿Qué quiere decir?--

    Bien... su madre tiene razón en eso, aparte, me dije que no guardaría más secretos porque solo causarían daños. Así que respiré profundo y tomé su mano por debajo de la sábana y la miré a los ojos.

    --El día que fui al hospital para ver a Megan...-- Sacudí mi cabeza negando --Antes de eso sufrí una decaída en mi apartamento, Clarissa me llevó al hospital y pidió que se me hiciera una tomografía...-- Nuevamente soy el centro de atención en la cocina, Eli se ponía triste mientras apretaba poco a poco mi mano --Ahí se me detectó un... tumor... en la cabeza--

    No hubo ruido en la habitación, sus amigas estaban igual de sorprendidas a excepción de Ricky quien solo bajaba la mirada, al parecer ya lo sabía. Corinne abrazó de lado a Susie, se asustó de lo que había dicho. Vi que una lágrima corría por las mejillas de Eli mientras intentaba decirme algo pero no le salían palabras. La entiendo, nadie quiere recibir tal noticia, menos cuando nos prometimos algo a la larga.

    --Pero... ¿e-es peligroso...?-- Ocultó su preocupación con una sonrisa --¿Puedes curarte de eso?--

    --El doctor dijo que ya lo han tratado antes y...--

    --Entonces sí se puede curar-- Se rió un poco --Eso es un alivio--

    --Sí... pero...--

    --No... dejalo hasta ahí-- Cubrió mi boca, tiene las manos frías --Quiero seguir con la idea de que puedes salir bien de eso... ¿cuándo es la operación?--

    --La verdad que no pedí hacermela aún--

    --¡¿QUÉ?!-- Gritó Corinne. Me asustó el hecho de que haya alzado así la voz... también el hecho que haya sido ella --¿Qué mierda tienes en la cabeza para no hacerte tal operación?--

    --No estaba seguro... tenía miedo--

    --No es excusa, Roland-- Lloraba de a poco Eli --Y si... No no no... no hay que pensar mal en esto, saldrá todo bien...--

    --Esa fue la razón por la que dije que no deberíamos vernos o hablarnos más-- Confesé --Quería irme para no preocuparlos a ustedes porque luego la tensión iba a estar ahí... sobretodo cuando el doctor dijo que, aparte de ya haber tratado con eso antes, estaba la posibilidad de que terminara en estado vegetal... no quería que ustedes acabaran cuidando a alguien que nisiquiera pueda moverse y...--

    --Ya...-- Me calló --Es bueno que pensaras en nosotras, pero fue un mal acto, Roland... ¿sabes que todos aquí te queremos? Tu familia también lo hace, tu madre, tu padre, tu hermana, todos... aquí estamos todos--

    --No quiero ser una molestia, es eso--

    --Nunca lo serás, eres lo mejor que pudo pasarnos y cuidarte no sería problema alguno, no nos importa de qué--

    Allí Clarissa se levantó de la silla --A mi no me importaría cuidar de ti, eres parte de la familia ya, Roland...--

    --¿O es que acaso quieres verme molesta?-- Mencionó Eli mientras me miraba a los ojos. No puedo mentirle, no con esa hermosa mirada sobre mí. Tuve que negarme moviendo la cabeza de un lado a otro.

    --No... no quiero causar daño, ya vivimos lo suficiente--

    --¿Entonces pensarás en hacerte la operación?-- Clarissa se veía preocupada, esperaba que le respondiera la pregunta.

    --Sí...-- Bajé la mirada --Pero antes quisiera decirselo a mis padres también-- Ya que lo nuestro está solucionado, no veo sentido en no seguir hablando con mis padres... ellos también tenían buenas intenciones al igual que yo... con esto confirmo que el camino al infierno está pavimentado con eso... je...

    --Buena elección, no te vas a arrepentir de esto, ya lo verás-- Asentía Eli a lo que su madre juntó sus palmas y miró alrededor.

    --Abrazo grupal entonces-- ¿Abrazo grupal...? --Vamos, hoy pasó algo muy importante y no debemos desperdiciarlo--

    Se agruparon a nuestro alrededor, primero nos encerraron en un circulo a lo que el vigilante entró a la cocina, no usó la nevera para llegar, venía del pasillo. Eli se dio la vuelta dentro de la sábana para ser la primera en darme su más tierno abrazo, su corazón está acelerado del susto que le di con lo del tumor, seguro que más tarde me regañará. Ahí todos terminaron acercándose a nosotros dos para abrazarnos con fuerza, juro haber escuchado una amenaza de Corinne, no logré a entenderlo por completo, pero seguro tiene que ver con golpes.

    Susie lloraba de alegría, se nota que es de las flojitas de corazón, pero me sorprende más que Ricky también esté llorando, ¿tanto le pegó en el pecho este momento? Extendí un brazo rodeando a quien pueda mientras que con la otra sostenía la sábana para que no se cayera...

    --...--

    Terminar así... nunca pude habermelo creído, no importa si lo hubiese dicho el mejor vidente del mundo, estar ahora mismo rodeado de esta gente, en especial de alguien a quien ahora puedo decir que amo es... increíble... no hay mucho que pueda decir ahora mismo, estoy sin palabras ni aliento para dar algún discurso. Hay calidez dentro de mi pecho, alegría... Pensar que ahora mismo estaría en mi casa jugando con mi consola como todos los días, salir a casa de mis padres a escuchar todo lo que tienen que decir pero sin que yo los interrumpiera... que circulo, un loop.

    La apreté a mi pecho con fuerza, su piel tocando la mía y sentir su pecho expandirse con cada respiro que da... uff... Besé su frente y cerré los ojos, mañana hablaré con mis padres, les diré sobre el tumor y seguramente los perdone, ya no me importa, nunca pasó nada malo.

    --¿Están bien, verdad?-- Habló Ricky.

    --Sí-- Susurró Eli --Todo está bien-- Al rato interrumpió su madre.

    --No quiero arruinar el momento, pero recuerdo que Eli y Roland siguen desnudos y que ahora están muy cerca-- Bufó --Quién sabe lo que estarían haciendo bajo las sábanas ahora mismo-- Todos se separaron con los brazos abiertos apenas Clarissa terminó.

    --Ya para con eso, mamá--

    --Ok ok, ya lo dejo, vayan a bañarse... pero antes-- Nos detuvo apenas dimos los primeros pasos --Yo no cambiaré las sábanas de nadie, ustedes limpiaran el desastre--

    Eli se sonrojó tanto que tuvo que caminar más rápido... lo suficiente para hacer que la sábana se cayera dejándome desnudo frente a los demás, ¿se puede pasar más pena en este día? Me cubrí cuando me di cuenta que Corinne y Susie asintieron viendo mi entrepierna.

    --Aceptable-- Comentó la enanita. Me fui de allí apresurado hasta el baño donde me esperaba Eleonor frente a la puerta.

    --¿Por qué aceleraste?-- Le pregunté apenado --Me vieron desnudo--

    --Tú tranquilo, uno, mamá no es como mi tía Marissa-- Levantó un dedo contando --Dos, dudo que Ricky se incline por ese lado, y tres, Susie y Corinne son lesbianas y al mismo tiempo pareja--

    --¿Qué?--

    --Así como lo oyes-- Se reía --Me sorprendió también-- Volvió a cubrirme con la sábana y suspiró cansada --En fin... esto de verdad está pasando, no?--

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    Ya con esto serían 4 los capítulos faltantes por subir y terminado.
     
    Última edición: 21 Octubre 2017
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    ---CAPÍTULO 29---
    ---Despierta---



    Desperté acompañado del agradable calor que Eli provee cuando duerme a mi lado. La tormenta de nieve que había ayer se ha calmó en la noche, decidímos dormir desnudos los dos porque sería más "natural" así... bueno, eso lo dijo ella. ¿Hmm...? Miré a los lados porque juro escuchar un leve zumbido que hay en el cuarto, la habitación está oscura a lo que pillé la pantalla de mi teléfono encendida, era una llamada, me paré de la cama con cuidado esperando no despertarla cuando el vi el nombre, era papá.

    --¿Qué habrá pasado...?-- Susurré y llamé.

    El teléfono repicó por unos segundos cuando contestó él --¿Roland?--

    --Sí, aquí estoy, ¿pasó algo?--

    --Sí-- Escuché que medio se reía --Es Megan, acaba de abrir sus ojos y ya nos saludó-- Sentía que su voz estaba a punto de quebrarse de felicidad, yo también.

    --¿D-De verdad?-- Levanté la voz --¿Cuándo despertó?--

    --La verdad que no lo sé, cuando desperté Megan ya estaba hablando con tu madre-- Se tomó un respiró --Debió ser en la madrugada--

    --Voy para allá--

    --Bien, te espero en la entrada, hijo-- Se quedó callado un momento --Hmm... sí... te espero en la entrada--

    --Ok, te veo allá--

    Colgué la llamada cuando vi a Eli despertar, se tallaba los ojos mientras bostezaba --¿Qué pasa?-- Preguntó medio dormida.

    --Megan despertó, quiero que vayas conmigo al hospital--

    --¿Despertó?-- Abrió los ojos como platos --Voy voy voy-- Se paró de la cama en medio de la oscurana evitando golpear algo y salió del cuarto desnuda hasta el suyo a buscar ropa.

    Megan está despierta y mi corazón late con fuerza, es de alegría. Busqué mi ropa y un sueter para combatir el frío, estoy muy emocionado de que por fin haya abierto los ojos, ahí vi las revistas que me traje, encima de todas ellas está la que mi hermana leía aquel día, pensé un momento y la tomé para guardarla en mi bolsillo. Corrí al baño para cepillarme rápido, cuando fui a bajar las escaleras, observé que Clarissa venía subiendo con una sonrisa en su rostro.

    --Tu hermana...--

    --Lo sé, ya despertó-- Interrumpí --¿Quieres venir? Eli viene conmigo--

    --Claro, espera llamo a Ricky-- Bajó conmigo hasta el pasillo y cogió su teléfono el cual estaba sobre una mesita de madera --El desayuno está hecho, ve a comer... por cierto-- Sonrió de forma burlona --No fueron los únicos con acción está noche, Corinne y Susie durmieron aquí-- Se nota que me ha tomado mucho cariño como para comenzar a decirme cosas incómodas. Asentí medio tonto a esto.

    Fui a la cocina y las vi a las dos comiendo, Corinne saludó con frialdad, normal en las tomboys, mientras que Susie dio un brinco de alegría, a sabía lo de mi hermana y dijo que también iban a ir conmigo. Comí tranquilo, no vaya a ser que me atragante... Eli no ha bajado todavía, ¿qué tanto busca para vestirse? Corinne se paró para acto siguiente darle un beso a Susie justo frente a mí, creo que espera sorprenderme porque de pronto ambas me miran a la cara.

    --Emm... Eli ya me lo dijo--

    --Que malo-- Comentó Susie --No contaba con eso--

    --Una pregunta-- Levanté el dedo --¿Conocen a mi hermana?--

    --Claro-- Respondió Corinne --Eli nos la presentó hace como un año ya, es buena chica con un cuerpo...-- Susie la interrumpió aclarándose la garganta --Es bonita, me costó creer lo que le había pasado, sabía que ese hombre no traía nada bueno--

    --Sí, yo también lo sabía...-- Suspiré aliviado --Al menos Megan despertó, le diré a ella y a mis padres lo que ha pasado--

    --Bien por ti... pero ahora yo tengo una pregunta-- Asentí para que lo dijera --¿No piensas hacer algo antes de que te operen? Ya sabes, una reunión entre todos o una salida con Eli--

    --N-No pensé en eso...-- Sí que tiene un punto, debería de hacer algo antes de entrar a la operación... debería pasar tiempo con todos, así estaremos felices por igual --¿Pero cómo se hace con Megan?--

    --Cierto-- Nos miró Susie dudosa --Tendría que ser un día en el que todos estén dispuestos--

    --O se puede hacer en el mismo hospital-- Dije gracias a una idea que me llegó a la mente --Allí hay una sala muy grande frente a la plaza principal para que las personas se relajen--

    --Me gusta la idea-- Llegó Clarissa --Ya llamé a Ricky, estará aquí en unos minutos, traerá a Melanie ya que hoy no abriran sus negocios--

    Allí nos quedamos a esperar a Ricky, Eli todavía no llega del cuarto así que subí acompañado de Susie, la enanita aparte de tener una voz que confundiría a cualquiera de que es menor de edad, se comporta como una. No voy a pedirle su carnet de identificación por miedo a que me muerda, tal vez sea como los chihuahuas que se ven tiernos... ¿en dónde guardarán tanto odio la gente pequeña?

    Nos detuvimos frente a su puerta y toqué, Susie me vio con cara de "¿En serio haces eso?". Abrió la puerta con toda normalidad, ni siquiera giró el pomo... cierto, rompí la puerta cuando la salvé ayer... Eli estaba desnuda sentada en la orilla de la cama viendo la ropa que iba a ponerse.

    --¿Qué haces?-- Preguntó Susie.

    --Nada, viendo que ponerme--

    --Ponte lo que sea, vas a visitar a Megan--

    --Ok, ok, no me apresuren... luego no digan que estoy fea--

    Entre los dos la ayudamos a vestirse... bueno, la vestimos porque Eli no hizo más que levantar los brazos para que pusieran la camisa o juntaba las piernas para el pantalón, no conocía esta faceta floja de ella. Terminamos, ahora Eleonor está muy colorida, medias amarillas, zapatos blancos, pantalón negro, guantes verdes, camisa morada con cuello de tortuga y una chaqueta de camionero roja... es la misma ropa que usó el día de la cita.

    15 minutos pasaron cuando llegó Ricky en el coche acompañado de Melanie, todos nos subimos y salimos directo al hospital. Por el camino pienso en lo que voy a decir, debo hacerlo frente a papá, mamá y mi hermana, guardar rencor ya no servirá se nada. El cielo estaba oscuro y la nieve volvía a caer, no era tanta, pero seguro tormenta más tarde... ¿Qué me pasará? Me preguntó cuando recuerdo lo del tumor. Me aterra pensar en el estado que pueda despertar, no quiero estar en una silla de ruedas por toda mi vida.

    Eli está a mi lado recostando la cabeza sobre mi hombro. Sé que ella y Clarissa querán cuidarme si eso pasa, pero no quiero que desperdicien su vida de esa forma... Pero muerto las cosas se pondrán peor... lo haré... voy a hacerme la operación, se los digo a mis padres, a Megan y luego busco al doctor para que me hable de eso, que para cuándo podrían operarme.

    El coche se frenó en la entrada del hospital, papá estaba ahí mismo en la puerta con el teléfono en la mano mirando la hora. Se sorprendió al ver el vehículo y caminó hasta nosotros, nos reconoció. Ricky bajó la ventana del conductor a lo que papá se asomó por este buscandome.

    --¿Roland?--

    --Aquí-- Levanté la mano. Papá sonrió pero sorprendido subió la cabeza para golpearse con el techo.

    --¿Estás bien?-- Le dijo Clarissa, él asintió.

    --Sí, estoy bien... ay...-- Me miró otra vez y luego a Eli --¿De verdad?--

    --Sí, papá--

    --Oh... bueno... no sé que decir-- Sonrió --M-Megan está despierta, acompañenme--

    Bajamos todos para seguirlo, veo que está feliz por la forma en que trata de ocultar su sonrisa, como ya dije, papá no es de los que muestran muchas expresiones, y si lo hace es porque de seguro hay alcohól de por medio. Caminaba agarrado de la mano con Eli mientras miraba a los lados buscando al doctor que me diagnosticó aquel día, no está por ningún lado, ya lo buscaré con cuidado más tarde, por ahora debo ver a Megan.

    Habitación 3-3, la puerta estaba ahí y afuera había una enfermera parada leyendo su carpeta, al vernos nos dijo que estaba mejorando pero que aún se encuentra débil. Anotó algo y me miró, preguntó primero por mi nombre por lo que respondí, sonrió y dijo que un tal doctor Jamill habló de mí. Se retiró por lo que pudimos entrar a la habitación donde mi hermana descanzaba.

    Allí estaba ella, tenía los ojos entrecerrado como alguien que está aburrido, su piel estaba pálida y algo magullada, tenía raspones y unas cuantas cortadas pero no lo suficiente como para arruinar su imagen. Ahí me miró, estaba a un paso de quebrar en lágrima a lo que extendió sus brazos a mí para que la abrazara, respiré hondo y me le acerqué, apenas estuve a su alcance, mi hermana se paró con fuerzas y se arrojó a mi para largar el llanto. Estaba muy dolida como para levantarse así de cansada.

    La mantuve en mis brazos cargando su peso, no recuerdo que fuese tan ligera así. Me abrazaba con mucha fuerza, tanto que podría clavarme sus uñas en mi espalda si no fuese que se las cortaron recientemente. En un instante sus piernas le fallaron por lo que tuve que llevarla a la camilla rápido, la recosté con cuidado aunque se me dificultaba un poco ponerla bien por lo alto que era.

    --Tranquila, Megan, aquí estoy--

    --Perdoname...-- Balbució entre lágrimas --No quise llegar a esto... de verdad... perdoname--

    --Shhh, ya pasó, no te pongas así-- Acaricié su cabello y ella cogió mi mano para llevarla a su pecho, no parará hasta que la perdone.

    --Por favor...-- Repitió.

    Suspiré, no va a parar. Le hice señas a Eli para que se acercara y nos mirara a los dos juntos, mamá estaba allí mirando todo con atención. Para mostrarles a todos allí, besé a Eleonor en sus labios. Megan quedó con la boca abierta al igual que nuestros padres, no se creen nada de lo que ven.

    --E-Entonces...--

    --Sí, Megan... aparte, me tenías muy preocupado, no debiste llegar a tal extremo--

    --¿Por qué no lo haría?-- Alzó la voz --Destruí tu vida cuando intentaba saber algo de ti, me preocupaste cuando vi que estabas más pálido y delgado, creí que tenías una enfermedad terminal y que sentías miedo de decirselo a alguien más--

    --Megan-- Llamé pero me ignoró.

    --Estaba desesperada del miedo, fue tanto que tuve que buscar a Eli, le dije que...--

    --¡Ya!-- Grité --Ya pasó... entre Eli y yo acordamos olvidar eso... nunca pasó--

    --¿Cómo?-- Se me acercó mamá por la espalda.

    --Sí, queremos olvidar lo que sucedió... acepté venir por dos cosas... perdonar a cada uno de ustedes, ya no veo sentido guardarles rencor cuando solucioné lo que siento por Eleonor-- Asentí e inhalé profundo --Yo la amo...--

    --Y yo a ti, Roland-- Se detuvo a mi lado --Sé que estuvo mal lo que hice y me arrepiento mucho de haberlo hecho--

    Y así estuvimos en la habitación, mi hermana estaba nerviosa, estoy seguro que no esperaba que esto acabara así después de aquello, pero aquí estoy, con el cuerpo magullado el cual ya casi ni siento el dolor de aquella paliza a mitad de la noche... ¿o era a inicio? Como sea. Mi vida dio un vuelco horrible, sin embargo me repuse.

    Pero el tema ya no es ese, ahora me toca hablar sobre otro punto muy importante que de seguro los dejará con miedo --Pero también hay algo del que quiero hablarles... esto me tomó por sorpresa a mí-- Ya muchos sabían lo que pasaba a excepción de mis familiares presente --¿Podrían dejarme solo con ellos?-- Les pedí. Clarissa asintió para luego abrir la puerta, la mayoría se fue, menos Eleonor quien sostenía mi mano, iba a quedarse ahí conmigo.

    --¿Qué pasa?-- Otra vez mi madre preguntó, no me gusta este momento --Por favor, Roland, habla--

    --Mamá, papá, Megan... el día que vine aquí a verla a ella, no lo hice por tu llamada, estaba en mi apartamento cuando me desmayé-- Se dibujó el miedo en sus rostros conforme avanzaba con mi noticia --Clarissa me trajo aquí y pidió hacerme una tomografía--

    --No...-- Escuché susurrar a mamá a la vez que se llevaba el puño al pecho.

    --Tengo un tumor en la cabeza--

    Sus piernas le fallaron al instante, mi madre estuvo de golpearse contra suelo de no haber sido por mi padre quien la detuvo a tiempo, Megan se cubrió la boca con miedo a tal aviso, sus ojos se llenaban de lágrimas conforme negaba con la cabeza. Sé que no es el mejor momento para decir esto... pero no podía mantenerlo oculto, tarde o temprano se darían cuenta y las cosas no iban a mejorar.

    Me apresuré hacia mi madre y la tomé de las manos para ayudarla a levantarse y sentarla así en la orilla de la camilla mientras papá le echaba aire en la cara con el periódico. Eli consolaba a mi hermana, le explicaba lo que sabía para relajarse.

    --¿D-Desde cuándo...?-- Lloraba mi madre --¿Ya lo sabías...?--

    --No, me enteré ese mismo día--

    --Lo sabía-- Se repitió --Sabía que algo te pasaba, lo sentí aquí-- Señaló su pecho --Yo lo sabía--

    --Ya, mamá, tranquila--

    --No puedo estar tranquila... ¿y si es grave? ¿qué te dijeron de eso?--

    --Solo recibí un "depende" de parte del doctor--

    --No... eso no es así... un tumor no aparece así porque sí...--

    --Hijo, ¿te dijeron sintomas?-- Papá posó su mano en mi hombro.

    --Sí, mareos, vómitos, escalofríos, dolores de cabeza...--

    --¿Y...? ¿Has tenido eso desde...?--

    Aparté la mirada, ahora me siento muy mal, debí haberselos dicho la primera vez que me dio, ahora debo darles una respuesta. Asentí.

    --Desde los doce años...--

    Papá se sentó apretando el tabique de su nariz, Eli ayudó a que mi madre no se cayera de la camilla. Me senté a su lado para recibir un abrazo de su parte y una caricia en la cabeza, no tienen nada que decir, ya han pasado por mucho, molestarse no significa nada. El cuerpo de mi madre tiembla porque no aguanta las ganas de soltar un grito, me besa la frente y ahí se queda pegada, apretó con más fuerza.

    --De verdad que no sabía nada... mamá--

    --¿Se puede curar?-- Dijo.

    --El doctor dice que ya ha tratado con eso antes--

    --Pero es un tumor...-- Repitió --En la cabeza... algo debe dejarte--

    --Sobre eso... también dijo que está la posibilidad de que terminara... bueno... paralítico-- Fue ahí cuando soltó el llanto. Se trata de tu hijo la persona que tiene algo tan grave como un tumor en la cabeza, y para colmo, si se opera, es posible que termine en silla de rueda toda la vida.

    Papá también lloró al igual que mi hermana --Entonces... ¿q-que piensas...?-- Preguntaba dolido --E-Eres un adulto...--

    --Que me haré la operación...-- Remarqué decidido --No quiero dejarlos solos... a ninguno de ustedes--

    Que camino ha tomado mi vida, ¿no es así? Desde los 15 años que comencé a vivir solo en un apartamento, sentirme solitario incluso contando con gente que confía en mí, que pone toda su atención en una persona como yo... termina así... Como quisiera volver a ver a mis compañeros de escuela, las únicas personas con las cuales pude pasar buenos momentos... los extraño demasiado, la universidad solo me trajo tristeza, todos están tan centrados en sí mismos que me da asco escuchar todo lo que tienen que decir.

    Desahogándome con los videojuegos porque era la única forma de sentirme importante en un mundo que no existe me era satisfactorio, yo estaba conciente de que solo era una simple ilusión, sí, pero esa ilusión me llenaba, era importante allí... por desgracia, tarde o temprano todo iba a caer, me iba a dar cuenta que solo estaba feliz gracia a una pantalla de humo.

    Conocer a Eli fue lo mejor que pudo haberme pasado, le dio un significativo a mi vida, ahora tengo un "color" si así quiero decirle... hay una cantidad de personas allí afuera que están pasando por lo mismo que yo viví, quisiera decirles que la vida les sonreíra si hacen un pequeño cambio... no sueno muy convencedor, lo sé, pero ya verán, hay muchas cosas que quiero decirle pero no tengo las palabras exactas.

    --Buenos días-- Entró el doctor que me diagnosticó ese día, en su placa veo su nombre, Jamill. Todos saludamos --¿Roland, no?--

    --Sí, soy yo--

    --La señora Clarissa me llamó, de inmediato supe que podrías ser tú, dime, ¿te decidiste ya?--

    Observé a mi madre, luego a papá y al final a Megan junto a Eli --Me decidí, quiero la operación--

    --Yo trabajo en Clarity-- Papá alzó su mano con energía --Si necesitan algo...-- Tragó saliva --Haré lo posible de traer medicinas para mi hijo, le pediré permiso a Yukino Nanase--

    --Oh... bueno, en ese caso-- Meditó --No es que necesitamos nada, pero siempre nos viene bien algún que otro respaldo-- Asintió antes de leer unos papeles en sus manos --En cuanto a la operación, mañana toca operar a un señor así que no se podrá hacer... ¿qué te parece pasado mañana?--

    --Acepto eso, siempre y cuando la operación se haga--

    --Bien, estás anotado, Roland Müller, lo espero en dos días, espero se encuentre preparado--

    --Muchas gracias-- Jamill estaba a punto de salir cuando lo detuve --Espere--

    --¿Sí...?--

    --¿Puede ser posible que mañana pueda usar una mesa en la sala frente a la plaza? Quiero tener una reunión con mi familia antes de ese día-- Sonreí.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Escritor
    Título:
    Roland
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
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    33
     
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    2164
    ---CAPÍTULO 30---
    ---Before that day...---



    Escuchar los llantos de mi madre fueron más que un castigo, sabía que me podrían operar, pero aún así lloraba. Me abrazaba con fuerza, no quería dejarme ir, se repetía que no iba a dejar que algo malo me pasara, que iba a hacer lo posible de solucionarlo. Le pedí a Eli que me dejara a solas con ellos por un rato para que se desahogaran, me siento bien con la decisión que tomé, si esa es la única forma en la que pueda estar entre ellos, entonces que así sea.

    Papá hizo una llamada en su teléfono desde la puerta, llamaba a su jefa para avisarle sobre lo mío. No puedo saber si aceptará en dar las medicinas porque el rostro de mi padre no cambia de esa expresión seria. Megan me abrazó por la espalda, su cuerpo está frío del miedo, que mala onda que te avisen esto el día que estás despertando de un accidente.

    Ahí llegó papá --Yukino lo hará, va a colaborar con las medicinas necesarias para tratarte, Roland--

    --Eso es bueno-- Asentí --Ya no hay preocupación con eso--

    No podía terminar una palabra u oración porque mamá apretaba más y besaba mi frente. Estaba muy dolida.

    --Hasta donde llegamos...-- Susurraba en mi oído --¿Por qué terminamos así?--

    --Ya, mamá, todo está bien--

    --No está bien... te van a operar de la cabeza, ¿sabes lo peligroso que es eso?--

    --Marian, Roland sabe lo que hace, si dice que todo está bien es porque es así-- Remarcó mi padré.

    --Es que estoy aterrada--

    --Mamá, peligroso será si me sigues apretando, no respiro--

    Me soltó rápido y acomodó mi ropa. Nos mirabamos a la cara buscando algo que decir, mamá está muy delicada, está que vuelve a llorar si digo una palabra, ya sea con sentido o no. Es una suerte que el doctor, Jamill, nos hubiese dado permiso de usar una mesa en la sala frente a la plaza. Este hospital es demasiado grande, tanto como el hospital "No Mercy" del Left 4 Dead... genial, ya me dieron ganas de jugar.

    Algo que mis padres aceptaron con una sonrisa fue la reunión, querían estar ahí por más que piensen que la operación es mala y que dañará mi salud. Ahí recordé que había guardado una revista para Megan en mi bolsillo, se lo entregué en las manos y me agradeció, no lo leyó ahí mismo porque ahora el centro de atención soy yo. Hay muchas cosas por decir que sin embargo no podemos sacar desde nuestro pecho.

    Mi hermana se acostó de lado en la camilla sin mirar nada más que el vacío --Y yo debí hacerte caso--

    --¿Sobre qué...?--

    --Sobre ese hombre... pensé que jugabas-- Se refería a su esposo, no pillé a la primera porque no me importaba ese tipo.

    --Ya, olvida ese tipo-- Sostuve el tabique de mi nariz --No sabe lo que se pierde--

    Megan sonrió de lado para ponerse boca arriba y señalarme la cama --Ven, duerme aquí conmigo--

    Observé a mis padres y levanté los hombros. Lentamente me acosté a su lado evitando apretarla, de verdad que es alta, desde aquí veo que sus pies quedan un poquito afuera de la camilla y que debe ponerlas a un lado. Le hizo señas a papá y a mamá para que salieran de la habitación y apagaran el bombillo, al ellos hacerlo, me apretó a su cuerpo con un abrazo.

    No nos dijimos nada, solo miramos el blanco techo de la habitación. La observé de reojo, su piel está ganando el color que tenía aunque tiene muchas marcas al costado de su cabeza, ya la mayoría casi ni se ven y solo quedan ronchas. Jugaba con sus dedos, está muy nerviosa, no sabe qué decirme.

    Allí se dio la vuelta hacia mí para cerrar sus ojos y suspirar, me rodeaba con ambos brazos antes de caer dormida. Fue extraño, Megan solo yace aquí, a mi lado, durmiendo. Debe estar muy agotada, limpié la punta de mi nariz y al momento de querer apartar sus brazos para dejarla dormir, me aprieta contra ella.

    --No, duerme también--

    Me detuve --Bien... me quedaré-- Cerré los ojos.

    Es relajante, el ambiente, la camilla, los brazos de Megan, todo. Cogí el sueño ahí mismo. No hay nada que decir, en dos días mi operación se llevará a cabo por lo que aproveché de hacer una pequeña reunión mañana, la hora no la tengo pensada, pero mejor sería hacerlo en la tarde, cuando el sol ya se esté ocultando... pero con las nubes grises que abundan en el cielo pues... como que no se verá, pero al menos tendremos una vista agradable de la plaza cubierta de nieve.

    Cuando despierte saldré con Papá a comprar la comida, no creo que Mamá pueda preparar algo con los nervios que tiene encima. Apartaremos la mesa a un lado en donde no moleste a nadie.

    Me di la vuelta en la camilla para estar cara a cara con Megan, ella nuevamente me acurrucó a su cuerpo. Recuerdo que tengo un proyecto pendiente con Eli, ella escribe y yo dibujo, debo decirle sobre eso también, otra cosa que casi olvido es subir las páginas restantes del comic a internet... tengo muchas por hacer, no deberían de importarme porque no sé cómo saldré de la operación, sin embargo, recordar que tengo estos asuntos pendientes me llenan de optimismo, me dicen que saldré bien para terminarlos todo.

    De todas estas está la promesa con Eli, la de tener una familia. Una promesa, un deseo... un sueño, creer que tendré una familia a mi disposición y que la persona con quien conformarla sea la misma Eleonor... que alegría. Tiene que ser para después de la operación, el destino no debe ser tan cabrón como para arrebatarme tal cosa, tengo esperanzas de que saldré bien de allí y que por fin podré publicar el final del comic, que terminaré el proyecto con Eli y que tendremos nuestra familia... claro, mis padres tendrán el, o los nietos que desean, al igual que Clarissa quien ahora quiere uno a su alcance... se escuchó tan manipuladora en eso último.

    Se ve a kilometros de distancia que Papá intentará llenarme de alcohól apenas salga de aquí sano y salvo.

    --Nunca creí que tu novio se inclinara por el incesto-- Despacito me di la vuelta solo para encontrarme con Marissa y Eli.

    --Ya calla, tía--

    --Buenas tardes, dormilón-- Que buena forma de saludar tiene Marissa --¿Cómo estás?--

    --Por los momentos estoy bien-- Se está oscureciendo y me encuentro muy cansado, no de la forma en la que te despiertas --¿Y usted?--

    --Igual que siempre, con energías desde que Frederick...--

    --No termines esa oración, por favor-- Interrumpió Eli --Nadie quiere saber de tus escondidas nocturnas con el chico--

    --Tú te lo pierdes--

    Eli negó con una sonrisa --No me pierdo de nada--

    Tallo mis ojos mientras miro a los lados luego a Eli --Esto... ¿En dónde estabas?--

    --Me revisaba el cuello-- Acercó su rostro para susurrarme --No sufrí daños, ¿puedes creerlo?--

    Me reí de a poco cuando Megan también despertó, las miró a las dos e intento sentarse en la orilla de la camilla. Dio un bostezo largo, se comporta como si esta fuese su casa, se levanta la franela para rascar su ombligo para luego quedarse ahí sentada mirando el piso sin decir palabras. Chasquee mis dedos llamando su atención, ella volteó para decir las buenas tardes, sonreír y por último, abrazarme por la espalda. Es como si hubiese vuelto a ser la misma de antes.

    Obviamente no podía pararse por su debilidad. Necesito descanzar yo también, sí, acabo de despertar, pero no dormí completo. Les pedí permiso a las tres y salí acompañado de Eli, afuera estaban Frederick junto a mi padre y Clarissa, al parecer mamá estaba abajo en la entrada con Ricky y Melanie, según lo que me dijo Frederick, les habla porque les agradaba ambos y también por el hecho de que iba todos los días cuando seguía una rutina. Le agradecí y estrechamos nuestras manos.

    Caminé por los pasillos con Eli tomados de la mano, es tétrico pasearnos así en un lugar en donde entra gente enferma y con heridas graves. Es como una flor en medio de un campo de guerra, no sé si me expliqué... ya tengo título para un comic nuevo, "La Rosa de Acero", yuju! Se me salió una risita tonta que Eleonor notó.

    --Estás muy contento--

    --Un poco, pero la verdad es que estoy nervioso con eso de la operación--

    --Todo saldrá bien, no hay que asustarse--

    Suspiro, hay una pregunta que debo hacerle --¿De verdad piensas cuidarme si quedo paralítico?--

    --Claro-- Me detuvo --Espero que no estés pensando en alguna desconección o algo por el estilo--

    ¿Tan rápido se dio cuenta? Me negaré --N-No... pregunto para saber si no seré una molestia--

    --Nunca serás una molestia-- Me dio un beso de piquito --Mi deseo es tener una familia, lo sabes, pero también quiero cuidarte como una madre a su hijo--

    Llegamos hasta el otro extremo del hospital donde nos detuvimos frente a una gran ventanal, desde el otro lado se puede ver la ciudad cubierta por la nieve, pero desde aquí solo se ven los árboles. Es hermoso para mí ver un paisaje así, bajo el cielo gris y los copos de nieve cayendo con lentitud. La pegué hacia mí, ya no me es posible decirle lo tanto que la amo con simples palabras ni acciones, pero quedan muchas cosas por mostrarle... hay una persona la cual no le he hablado, el chico del chat.

    La punzada de dolor comienza a sentirse ya. Jode todo lo que quieras, ya te van a desaparecer. Cobró fuerza. No no no no, quedate tranquilo, dejalo así. Me relajé un rato y tallo mis ojos para quitar la legaña, al minuto se apareció una chiquilla a nuestro lado, tenía unos rasgos asiaticos, piel blanca y pelirroja. Haló mi camisa para llamar mi atención.

    --¿Digame?--

    --Mi nombre es Midori Hazegawa...-- Se mordió el pulgar inclinando la cabeza a un lado a lo que sonrió --Sí, eres tú--

    La miré extrañado, ¿qué quiso decir? --No entiendo--

    --No importa, muchas gracias por su tiempo--

    La niña se fue dando saltos de alegría, la verdad que no entedí nada. Eli se reía de mí, ella tampoco sabe lo que pasó, que curioso es el mundo, ¿acaso esperaba que la recordara de algún lado? De mis antiguos compañeros solo uno era pelirojo, pero dudo que sea su hija. Me giré solo para verla a ella reírse sin parar, si sigue así se terminará orinando.

    Apreté su nariz con los dedos hasta hacerla estornudar, tal vez así pare de reírse tanto. Hizo un puchero pero no hay uno que pueda detenerme para molestarla. Buscamos unas sillas para sentarnos y admirar el bosque.

    --Buscaremos un lugar calmado donde vivir-- Mencioné.

    --¿Cómo?--

    --Que tenga una buena escuela para nuestros hijos-- Eleonor sonrió de lado, ya entendió lo que intento decir --Y que tenga un clima variado--

    --Lugares donde pasar el tiempo en familia--

    --Parques--

    --Muchos de esos-- Se rió --Que sea seguro pasear--

    --Ríos de Plata-- Esa es mi conclusión, Rios de Plata es un país ubicado al sur del continente Americano, un amigo de la escuela viene de allí y dijo que era de los mejores lugares donde vivir... y no era cuento, recuerdo que a inicio de este año se le conoció como el país más seguro donde vivir --Allí es donde vamos a vivir--

    --¿De verdad? Pero primero hay que ver como sales de...--

    --No-- Posé mi dedo índice en sus labios --Allí es donde viviremos... aparte, quisiera pedirte otra cosa pero me hace falta un material para eso--

    --Dilo entonces, ya tendrás tiempo de buscarlo--

    Me puse rojo, la verdad que lo voy a decir, ni siquiera lo pensé dos veces y no quiero ser acelerado... pero si me doy cuenta, las cosas salieron bien gracias a lo rápido que salieron las cosas.

    --Bueno... antes de que llegue el día de la operación, quisiera saber si...-- Tomé su mano con delicadeza, esto me pone nervioso, pero debo decirlo --Tú, Eleonor Rosenberg, q-quisieras casarte conmigo...-- Listo, ya lo dije. Eli me mira petrificada con una sonrisa y los ojos bien abiertos... como que la dañé.

    Al cabo de un minuto tomó una bocanada de aire y me miró con una lágrima en su ojo --Sí-- Asintió con fuerza antes de arrojarse a mí con un fuerte abrazo --¿Pero por qué?--

    --Es que quiero correr con la suerte de que seas mi esposa--

    --¿Y la boda?, ¿piensas hacerla mañana?--

    --No-- Negué --Será luego de la operación, es otra promesa--

    -------------------------------------
    Ya la próxima sería la última actualización para esta historia. Espero que,por ahora, les vaya gustando.
     
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    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    3129
    ---CAPÍTULO 31---
    ---Arms Around Me---


    En la tarde del día de ayer le pedí a Eli que fuera mi esposa, fue algo que dije sin pensarlo dos veces pero que de verdad quería. Es lo más que puedo hacer por nosotros, incluso sabiendo que puedo terminar paralítico después de la operación. Se emocionó demasiado, tanto así que me puso el anillito de la brujita que se compró, corrimos hasta los demás para darle la noticia... bueno, no corrimos los dos, ella me arrastró del brazo.

    Al igual que con Eli, ambos creímos que habíamos dañado a todos con tal anuncio. Nadie respondió al instante, solo nos miraron atentos, de a poco y las moscas entraban en sus bocas. No fue hasta el minuto que respondieron. Papá se echó unas risas para luego correr en mi dirección y cargarme, no recuerdo que fuera tan fuerte así, me levantó tanto que pude golpear el techo si no hubiese puesto las manos para detenerme.

    Entre Clarissa y su hermana abrazaron a Eli con emoción, corrieron preguntas diciendo que porqué tan rápido, le expliqué que era algo para antes de la operación, un pedido que podría no decirle si llegara a suceder alguna que otra cosa. A mamá no le gustó que esa sea la razón, me regañó por estar pensando que podría pasarme algo grave en una situación como esa. Sin embargo, así me abrazó para felicitarme, Ricky bufó diciendo que la boda sea en RetrO's a lo que asentí, esto lo dejó sin palabras. Allí no sería la boda, eso es obvio, pero sí será una parte de la fiesta si me lo llega a permitir.

    Ya todos estaban enterados de la novedad a excepción de Megan, tomado de la mano fui hasta el cuarto donde descansaba para contarle la novedad. Mi hermana se paró con energía de su cama para abrazarnos a nosotros, esta vez no se niveló a nuestras estatura cuando rodeó su brazo alrededor de nuestro cuello y apretarnos contra sus senos, casí me ahogué allí, por eso me incomoda su gran tamaño.

    Estaba muy emocionado, casi ni dormí en la noche... aunque la silla donde cerré los ojos también tenía algo que ver en eso. Parecía que nadie durmió por la cantidad de ojeras que tienen, cada vez que me miraban, sonreían y me abrazaban, fue extraño. Mañana tengo la operación, por eso decidí hacer una reunión hoy en esta sala para verlos a todos antes del día.

    --Uff... y así fue-- Me senté en la silla, me pasé horas contando todo lo que pasó en mi vida, narré desde el día que conocí a Eli, la primera cita, el plan... la parte del sexo no la conté, me lo salté por obvias razones.

    Ahora mismo nos encontramos todos alrededor de una mesa en la sala que le pedí al doctor Jamill. No puedo tomar alcohol por petición del mismo y tampoco es que me guste tomarlo mucho. A primeras horas de esta mañana salí con mi padre al centro comercial acompañado de Ricky para comprar comida, la tarde cayó rápido porque todos esperabamos éste momento. Susie y Corinne llegaron a eso del mediodía acompañadas del vigilante... no sé, pero no entiendo el porqué lo dejaron entrar así "vestido" a un hospital, ¡básicamente está desnudo en un sitio que también es frecuentado por niños!

    De entre todas las personas que asistieron aquí, habían dos que nunca antes había visto pero que inmediatamente supe quienes eran. Nerissa, la hermana mayor de Clarissa y Marissa. De verdad que es una reina del hielo, se presentó ante mí estrechando mi mano y felicitando mi compromiso con su sobrina, su hijo era todo lo contrario a ella, de cabello rubio y en rulos con oos verdes como los de mi Eli, su personalidad podría compararse con la de Frederick.

    --Entonces eso fue lo que pasó-- El comentario lo hizo papá --En ningún momento de mi vida llegué a pensar que pasabas por eso--

    --Nadie lo sabía-- Mi madre me sonrió --Quisiera borrar aquello que hicimos pero...--

    --No, mamá, eso nunca pasó... sí, fue un error, pero ya lo arreglamos, ¿no es así?-- Asintió ella al escuchar lo que dije --Nos vimos manipulados por las buenas intenciones--

    --Unos más que otros-- Megan levantó su vaso de jugo --Pero tiene razón, solo nos movimos viendo el lado positivo de las cosas, nunca nos molestamos en ver el otro lado de la moneda--

    --Es como la inspiración-- Bufó Marissa quien se ganó una mirada regañona de Nerissa --Y-Ya... no terminaré esa frase--

    Estoy muy feliz de verlos a todos aquí apoyándome y deseándome buena suerte, estarán así hasta que me vean sedado, son muy amables, en especial mis padres. Eli tomó mi mano por debajo de la mesa para darle calor, el frío no es problema, puedo ignorarlo... pero su tacto relaja mis pensamientos que de vez en cuando se enfrascan en un tema simple. Me encuentro pensativo en esto, mañana podría ser mi último día con vida... es imposible saber el día que vas a morir porque existe la posibilidad de que el destino te lleve por otro camino, no importa que tan mal se vean las cosas.

    Mañana será mi turno de saber si sigo con un pie sobre la tierra y no dos metros bajo ésta. Quiero estar al lado de Eli, no como mi novia únicamente, sino como la esposa que me acompañará hasta el final de mis días. También quiero ver a mis hijos, abrazarlos con ganas y decir lo tanto que los quiero. Quiero vivir a la perfección con su compañía.

    Frederick y Ricky repartieron la comida en la mesa, un plato para cada uno de nosotros. Nerissa trajo su propia comida junto a la de su hijo porque sabía que había llegado de sorpresa, que era para no dar una mala imagen... tranquila, pensaré en el polo sur cada vez que mencionen su nombre, no se preocupe. Me reí en mis adentros, me miraron a la cara a lo que sonrieron también.

    Corinne nos entregó una cajita de parte de ella y Susie, adentro habían dos pulseras hechas a manos que tenían escritos nuestros nombre con una mitad de un corazón, me encantó, era simple, pero me gustó demasiado. Nos lo pusimos cuando me di cuenta que los corazones tenían el nombre del otro, era un hermoso toque. La abracé en agradecimiento.

    --La lastimas y te mato, sumiso-- Le escuché decir en mi oreja. Tendré que acostumbrarme a sus amenazas.

    --¿Seguirás los estudios?-- De todas las cosas que pudo haber dicho, Nerissa habla de eso --Podría ayudarte en esa área si necesitas un empujón-- Wow, qué cambio.

    --Sí... seguiré mis estudios, pero no creo que necesite ayuda, puedo congelar mi progreso y regresar como si no hubiese pasado nada--

    --Pero nadie sabe el tiempo que te llevará recuperarte de ésta clase de operación... podrías perder un año si fuese el caso--

    --Nerissa, ya-- Interrumpió aburrida su hermana Clarissa... no repetiré sus nombre, los cortaré, ahora serán "Clari, Mari y Neri"... un poco más y son las hermanas Kanker de Ed, Edd y Eddy... aunque en alguno sitios les dicen las Cruelas o las Tarambanas... qué mala forma de arruinar un nombre, ¿no? --No controles su vida--

    --No lo estoy haciendo, sólo quiero mostrarle una alternativa para que no se encuentre con dificultades en el futuro--

    --Pues a lo que a mí respecta, sólo lo haces para que te coja cariño la primera vez que te ve-- Bufó Mari.

    --Muchas gracias, pero no-- Tuve que negarme a su petición por más ventajas que me de --Quiero ser yo quien elija mis propios caminos--

    Arqueó ella una ceja --Hmm... muy bien, ya me di cuenta de algo. Te deseo suerte en ese caso-- Mostró una sonrisa.

    También me doy cuenta que todo me ha estado causando gracia, puede ser algo simple y me provoca una sonrisa, los nervios seguron rompieron mi estado mental. Era el turno de mi madre porque se levantó de su silla para llegar a mi puesto y posicionarse detrás de mí, acariciaba mi cabello y sobaba mi rostro.

    --Es como si hubiese sido ayer el día que te tuve en éste mismo hospital-- Recordó sus días --Te cargaba en mis brazos para no soltarte nunca... tu hermana corría de un lado a otro esperando verte-- Megan asintió ya que lo recordaba --Y cómo olvidar las lágrimas de Edward...--

    --¡Eh!--

    --Shhh, acepta de una vez que eres muy suave-- Estaba a punto de regañarlo pero se contuvo --Como sea, el asunto ahora mismo es mi hijo quien se comprometió con Eleonor-- Allí lloró alegre --Y yo le pedí nietos-- De nuevo...

    --Yo también-- Alzó la mano Clari --Alguien debe ser el heredero de toda mi fortuna-- Nunca llegué a saber nada sobre dinero, pero como era la anterior jefa de toda Clarity, pues me hago una idea.

    Se paró de su silla Ricky --Quisiera anunciarle a mis dos amigos aquí presentes-- Señaló a Frederick y luego a mí --Les quiero decir que gracias a ustedes mi negocio no se ha muerto-- Bufó --De verdad que disfruto la compañía de ambos, me han ayudado mucho en el pasado y me llena de orgullo darles los famosos pases VIP que nunca le llegué dar a nadie... el último que recibió uno abusó del derecho y lo saqué, espero ustedes no sean así--

    --¿En serio?-- Se sorprendió Frederick.

    --Sí, de todos modos tenía ganas de darselos, es que nunca encontré el momento--

    --En mi caso-- Habló Melanie --Yo no los conocí sino hasta hace una semana a los dos, por desgracia mi tienda no entrega esos pases... muchas gracias por la competencia, cariño... pero si algo quiero decir es que te deseo mucha suerte, que salgas bien de la operación-- Se acercó para regalarme un beso y al regresarse vi cómo le halaba el pelo a Ricky de forma disimulada.

    Desde mi puesto veo a Susie mordiendo sus labios con ganas de llorar, no aguanta estos momentos. Qué cómica, tuve que caminar hasta ella para darle un besito en la frente, abrió sus ojos y me abrazó.

    --No quiero que dejes sola a Eli, es buena chica--

    --No lo voy a hacer, tranquila-- Solté una carcajada. Solo faltaba Mari y Frederick por decirme algo, es difícil dar unas palabras hacia una persona la cual casi nunca le has hablado. A él lo vi unas pocas veces, pudieron ser más si no fuese por la triste muerte de su madre. En cuanto a Mari, ella me guiñó el ojo y el tema de que sea una "carnivora" me pone algo nervioso de que no me pegué el diente...

    --Sé que no te he hablado mucho y nuestros encuentros fueron pocos-- Inició Frederick --No quisiera desearte suerte porque no quiero que sea más de lo mismo... pero cuando te conocí me di cuenta de que eras una buena persona y, emmm... bueno... disculpa, es muy difícil--

    --No hay problema, sé lo que intentas decir. Me agradaste la primera vez que te vi, cuando iniciamos aquella conversación en RetrO's sobre videojuegos clásicos, me di cuenta de que eras una obligación en mi lista de amigos... digo, ¿qué tan seguido puedes encontrar gente que saben lo mismo, o más, sobre videojuegos?-- Estreché su mano --Hombre, muchas gracias por haberte aparecido en RetrO's--

    --Qué curioso... ahora estoy nervioso-- Bajó la mirada por un segundo y la levantó --Deberían haber más wikipedias como nosotros en este mundo--

    --Estoy deacuerdo con eso... solo esperemos que no se rompa alguna balanza que mantenga el orden del universo o algo parecido--

    --Quisiera disculparme personalmente con mi hermano-- Solo faltaba ella, mi hermana, quería decirle que no era necesario la disculpa, que todo quedó atrás pero no me dejó --No fue la mejor decisión, debí haberme ganado tu confianza y así saber lo que pasaba contigo...--

    --No es necesario, Megan, ya quedó en el pasado--

    --No, es muy necesario-- Aumentó el volumen de su voz --Nunca debí manipular tu vida de esa manera, me desesperé por saber más de tí, tenía miedo de que guardaras algo grave y no lo dijeras para no preocuparnos--

    --Lo sé, pero ahora ya todos lo saben, me harán un operación en la que saldré bien y todos estaremos felices, yo nunca me iré de su lado--

    --Pero la herida sigue ahí, no puedes dejarlo a un lado y hacerte la idea de que ya no existe--

    Bajé la mirada y sonreí al recordar algo que ella me hizo cuando era niño. Me dirigí hacia ella para tomar su barbilla y darle un beso de piquito, ella sabe el porqué lo hice y sé a la perfección que recuerda la razón.

    --¿Y ahora?--

    Megan lloró y me dio un abrazo, lo recordó --Ya no me hagas sufrir así, Roland--

    --Aún me acuerdo de ese día... estaba molesto porque no le había dicho a papá sobre la materia que reprobé, tú me apoyaste y al ver que no me calmé, pues usaste el mismo tipo de beso para callarme y decirme lo que debería hacer... fue una buena idea haberte escuchado--

    Nos reímos antes de regresar a nuestros puestos, mi hermana tenía el rostro rojo. Sipi... de verdad que lo recordó tanto como yo... bonitos tiempos aquellos. Giré la cabeza a un lado para darme cuenta que ya era de noche, las luces se encendieron y ya habían muy pocas personas sentadas en la sala. La nieve comenzaba a ganar fuerzas cuando caía, no es otra tormenta porque no es tan pronunciado... Qué nostálgico, ver la ciudad a lo lejos, edificios con las luces encendidas y escasos adornos de navidad, 30 días más y es año nuevo.

    Me olvidaba del vigilante, él escribía algo en una carta cuando me la entregó, esta no era un mensaje de buena suerte, decía que no me preocupara por si vio alguna cosa, que él apaga las cámaras cuando una pareja está en sus momentos... además subrayó una parte en la que decía que Ricky y Melanie lo han hecho en la sala, que usara ese conocimiento para chantajes.

    Lo miré a la cara(?) y me negué. Él solo levantó los hombros para acto siguiente quitarme el papel y lo cambió por un envoltorio que tenía dinero por dentro... ¿quién es este tipo?, ¿por qué la caja fuerte? Nadie sabía del contenido a lo que él puso el dedo al frente en señal de que no dijera nada, se sentó en el piso en vez de regresar a su lugar... En serio, ¿por qué...?

    Esos fueron todos... Cada uno dijo lo que tenía que decir, ya solo faltaba terminar con la comida y esperar por el día de mañana... Bueno, en verdad falta una, Eli, ha estado sentada a mi lado escuchando y viendo lo que nuestros familiares y amigos nos decían y entregaban. No había hecho más que asentir, reír y responder a preguntas simples. Jamill llegó frente a nosotros para avisarme que debería dormir ya, que mañana sería un día muy apretado para mí, a parte, tenía que prepararme antes de entrar al quirófano.

    --Faltó Eli-- Señaló Papá.

    --Se lo diré al dormir-- Sonrió --Quisiera privacidad con él--

    --Sí... privacidad...-- Insinuó Mari cuando recibió un halón de oreja de parte de Neri.

    Jamill me acompañó hasta mi habitación, Megan tenía que regresar a la suya porque tenía que seguir reposando. Lo seguí junto a Eleonor por cada uno de los pasillos del hospital hasta encontrar una habitación disponible. En el quinto piso apuntó una puerta, era la 5-2, entré para ver que tenía una ventana que daba hacia el bosque, mejor lugar no pude haber caído.

    --La operación será mañana a las 10am pero sería mejor que estés preparado a eso de las nueve, descansa todo lo que quieras-- Me pasó su carpeta para que firmara en un espacio en blanco, lo hice --Perfecto, nos vemos mañana entonces, descansa... ah, ¿usted se quedará?-- Se dirigió a Eli.

    --Sí, dormiré con él, no quiero dejarlo solo esta noche-- La vi recogerse de hombros.

    --Muy bien, hasta mañana... recuerde la hora--

    --Igualmente, doctor--

    Se retiró él. Eli miraba el piso mientras respiraba profundo, al rato volteó su mirada en mí y caminó hasta el interruptor de la luz para así apagar los bombillos y dejarnos a oscuras. Se acostó a mi lado sin decir una palabra. Acaricié su cabello hasta que mis dedos llegaron a su mejilla. Su labio estaba tembloroso, está asustada, le sonreí para darle así un beso de lengua que aceptó sin rechistar. Poco a poco siguió mi juego hasta pegarme a su cuerpo, necesito mucho su calor, en especial en un momento como el que estoy por vivir.

    Su saliva se ha vuelto espesa y nuestras lenguas danzan suavemente. La amo tanto --Sólo besos, Eli--

    La hice llorar con esto último, me rodeó con sus brazos cuando cogí la sábana para cubrirnos los dos. Hoy no habrá sexo, no en el hospital, no quiero que me boten de aquí sin haber recibido la operación.

    --Dime que me amas-- Pidió ella, obedecí su orden.

    --Te amo, Eleonor--

    --Y yo a tí, Roland, te amo con todo mi corazón--

    Acarició mi mejilla y observó al doctor, en 5 minutos entraré al quirófano para que me quiten el tumor en la cabeza, prometí que todo iba a salir bien y así será. Pero por encima de todo, la familia que debo crear con Eleonor. Giré los ojos a un lado, ahí están Eli, mamá, papá, Megan, Ricky y Melanie, giré al otro, Clari, Mari, Neri, su hijo y Frederick. Recostados de la puerta yacen el vigilante junto a Susie y Corinne, la tomboy levantó su pulgar.

    --Vamonos, ya es hora-- Ordenó Jamill, unas enfermeras movieron la camilla y justo antes de entrar ahí, levanté la mano.

    --Te amo, Eli-- Anuncié una última vez.

    Una habitación blanca es lo que veo, máquinas que indicarán mi pulso son lo único que adorna este espacio. Me veo rodeado de varios profesionales en esto, estoy en buenas manos, lo sé. Jamill se asomó con una mascarilla, es la anestesia. Asentí para dar a entender que estoy preparado, ya no hay vuelta a atrás. Espero que cuando despierte, sea el rostro sonriente de Eli lo primero que vea, sería lo mejor pueda pasar en mi vida... su calor... presencia...

    --Espero que el sexo de anoche te otorgue suerte-- Burló Jamill.

    --No tuve...--

    --Debiste--

    Colocaron la mascarilla en mi cara cuando pierdo el conocimiento poco a poco, las voces se distorsionan y mi vista se apaga... Te amo mucho, Eli...

    ------------------------------------
    Disculpen, la última actualización SÍ será la siguiente. La universidad me ha quitado mucho tiempo.
     
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  20. Threadmarks: C32 -FINAL- Living Colours
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

    Géminis
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    25 Abril 2016
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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2385
    FINAL
    ---CAPÍTULO 32---
    ---Living Colours---


    Abro mis ojos con cansancio, tanto tiempo ha pasado desde aquel día. Estoy quieto en mi cama escuchando el tic tac del pequeño reloj en la mesita a mi lado, lo he escuchado tantas veces que ya se ha vuelto un ritmo agradable. Estoy cubierto hasta el cuello en una sábana mirando el techo de mi casa. Una suave brisa entra por la ventana moviendo las cortinas con delicadeza y las levanta un poco.

    De verdad que ha pasado demasiado tiempo. Aquel día pude llegar a sentir el miedo que vi en los ojos de Eli cuando me sedaron. Para ese entonces yo solamente era una posibilidad de seguir existiendo a su lado, si no hubiese sido por aquel milagro... Ahora mismo estaría en estado vegetal porque seguro Eleonor no iba a cumplir mi petición de desconectarme si eso llegara a pasar.

    Estiré un poco mis brazos y giré a mi derecha en la cama, allí dormía mi ahora esposa, Eleonor. La abracé por la espalda con cariño y olí su cuello, es igual de dulce como en nuestra primera cita. De verdad que no salí perfecto de la operación, ahora tengo... o como digo para que Eli no se moleste... me "gané" un tic nervioso en el dedo gordo del pie derecho... no es molesto, vivo con eso. Eli quería que me operaran otra vez para quitarmelo porque le daba miedo de que sea señal de algo malo, ¿pero dos operaciones seguidas? No, gracias, así estoy bien.

    --Buenos días, bebé-- Murmuro en su oído, sé que me escuchó ya que se acurruca hacia mí.

    --Muy buenos días-- Se dio la vuelta para plantearme un beso de lengua --¿Cómo dormiste?--

    --Contigo a mi lado cada mañana-- Sonreí --Mejor que nunca--

    --Yo igual-- Se dio la vuelta en la cama y acurrucó su cabeza en mi pecho.

    Han pasado 10 largos años desde que salí de la operación, desde ese entonces mi vida fue estar a su lado. Cuando abrí los ojos aquella vez, estaba muy cansado, sentía un hormigueo por todo mi cuerpo, moverme me tomó unos minutos pero aún así debía quedar en cama. Y allí estaban todos, esperando a que despertara, mamá y papá estaban abrazados con lágrimas en sus ojos, Megan estaba a mi lado junto a Eli tomandome de las manos.

    Recuerdo que detrás de mis padres estaban Clarissa, Corinne, Susie, Ricky, Melanie... extraño es haber visto al vigilante, a día de hoy me sorprende que lo hayan dejado entrar así "vestido" con su boxer y esa... caja... que tiene como cabeza. También vi que Frederick y Marissa estaban en la habitación esperandome, dijeron que tenían el perro y que lo iban a devolver.

    Fue en ese momento que me contaron las cosas que habían pasado mientras estuve en reposo. Papá por fin tuvo un ascenso en Clarity gracias a que su jefa, Yukino, vio su potencial con los números, por cierto, papá ayudó en traer la medicina, consiguió el permiso de ella. Mamá montó un negocio de ropa en el centro comercial porque se aburrió de estar en casa y coser ropa, eso sí fue sorpresa para mí, cuando era niño, ella lo decía a cada rato pero nunca llegaba a hacerlo. En cuanto a mi hermana, Megan, me enteré que tiene un novio nuevo, un chico joven... me sonó a Marissa. Esto era obvio, pero Ricky y Melanie unieron sus negocio... pasaron tantas cosas desde que entré a la sala de operaciones... También me dieron una sorpresa el cual diré más adelante.

    Estuve un par de semanas de reposo en el hospital, entre todos se turneaban para cuidarme un día entero, las únicas que estuvieron conmigo siempre fueron Eli y Megan, nunca se separaron de mí. La universidad ya había empezado, sin embargo me era imposible asistir, por suerte los profesores sabían de mi estado y congelaron mi progreso hasta que volviera a ingresar.

    Pasó otro largo mes cuando por fin pude continuar con mis estudios, ¿qué me sorpredió cuando llegué? Pues que Eli, Susie, Corinne y Frederick se cambiaron a mi universidad, allí me hice amigo de cuatro personas más. Entre ellos habían dos personas que no veía desde la escuela, Kevin y Rebecca, se hicieron pareja muy rápido, los dos restantes eran un chico tímido bajito, Wallace, quien tenía como novia a una tomboy alta, Priscilla, siempre me pareció cómica esa relación.

    Suspiro. Ya es mucho recordar el pasado, que suerte que sigo teniendo contacto con ellos. Besé a mi esposa y aparté las sábanas para irme al baño, hoy tenemos trabajo. Espero que Eli haya terminado su libro... ah, sí, casi lo olvido. Después de todo terminamos el proyecto que ella me pidió, se volvió un exito en internet, una buena sorpresa para los dos, desde ese entonces Eleonor ha estado escribiendo novelas y se supone que hoy debería terminar la sexta... le preguntaré cuando despierte por completo.

    Entré al baño y cerré la puerta, no le puse el seguro porque en 5 minutos entra mi esposa como siempre hace. Mirándome al espejo me cepillo los dientes y mojo mi cara para espabilarme, hoy me toca una pastilla a eso de las 10am, es la única que debo tomar si no quiero sentirme agotado. Me doy cuenta que me parezco un poco a papá, se nota que me están saliendo unos cuantos pelitos en el rostro... pero no tendré la barba que él se dejó crecer.

    --¿Cómo te sientes?-- Entró Eli al baño cubierta con una toalla y pasó seguro --¿Cansado?--

    --No, es solo sueño-- Remarqué, cuando me casé, creí que me pasaría lo mismo que a Goku, que Eli se volvería una roca molesta como Chi Chi... o Milk, es que me gusta llamarlos por su nombre original --¿Y tú?--

    --Igual-- Bostezó --Hoy es viernes, mañana daremos un paseo--

    --Sí, eso ya lo sé--

    Actualmente estamos viviendo al sur del continente Muricano, en Ríos de Plata, para ser más exactos, un país muy tranquilo y cálido que de vez en cuando se torna frío, pero así me gusta... extraño la nieve nada más. No está muy lejos de Florencia, como a 4 horas en tren. Nuestros compañeros también vinieron aquí con nosotros.

    Me quité la ropa para luego sentarme en la tina, abrí una llave hasta llenarla a la mitad de agua tíbia --Ya está listo el baño, ven aquí--

    --Ahí voy, pero antes-- Salió para regresar al minuto con mi teléfono en mano --Te llamaba Kevin--

    --Qué habrá pasado...-- Le escribí un mensaje. Otra cosa que debo mencionar es que entre Kevin, Wallace y yo somos fundadores de una compañía pequeña pero conocida de videojuegos llamado "Brain Damage!"... yo decidí el nombre --Ya le mandé un mensaje--

    Allí Eleonor se quitó la toalla mostrándome su cuerpo, hubo algunos cambios en ella, sin embargo, mantiene su figura... se pone roja cada vez hablo de su vello púbico, es que me hace cosquillas cada vez hacemos lo nuestro y remarcarlo es obligatorio en mi caso.

    --Uy, está tíbia-- Se sentó a mi lado, que bueno que compré una tina grande.

    --------------------------------------------------------------------
    CENSORED -- CENSORED -- CENSORED
    --------------------------------------------------------------------


    --Como que estás ganando fuerza cada día-- Bufó.

    --No lo creo, tú eres la que se pone débil, ya estás vieja--

    --Oye-- Me haló el cabello --Tengo 30, eso no me hace vieja--

    --Ya, ya, era una broma--

    Salimos del baño. Nuestra casa es dos pisos más el ático y un sótano, este último lo usamos como almacen de cosas que no necesitamos dependiendo del mes, por ejemplo, adornos de halloween. Ya se acercan las navidades, seguro mi madre llama hoy para saber si vamos allá a pasarla, ella sabe que siempre iré. Regresé al baño porque recordé que dejé el teléfono allí, no hay mensajes.

    Al llegar a las escaleras miramos hacia abajo, las luces está apagadas. Seguimos nuestro camino hasta la habitación y así vestirnos. Eli cerró la ventana para que ningún chismoso puediera vernos mientras nos vestimos, es un pueblito calmado, pero eso no detiene a las viejas chismosas que captan más cosas que una cámara de vigilancia.

    Cuando terminamos, se escuchó algo que se había caído en el piso de abajo, Eli me miró asustada a los ojos --¿Y eso fue..?--

    --No sé, voy a ver--

    --Te acompaño--

    Buscó por debajo de la cama un bate de beisbol que tenía un clavo en la punta, nunca llegué a creer que lo usara en algún momento de nuestras vidas... tomé un control de NES que estaba en la gaveta al lado de la cama, lo tengo ahí porque quiero repararlo... esta vez me funcionará como arma, perdón.

    A paso ligero volvimos a salir hacia las escaleras y bajamos juntos, sé que las puertas del piso de arriba están cerradas, en especial la que está al lado de la nuestra, preparé mi control de NES y di un salto hacia adelante para ver la cocina en donde se supone que vino el ruido. No hay nadie. Eleonor miró la sala y regresó conmigo negando con la cabeza.

    --Nadie--

    --Ah, entonces no fue... ¿eh?-- Al darme la vuelta veo una figura bajita cubierta por una sábana blanca --Con razón--

    --¡Buh!-- Gritó la figura.

    --Uff, que suerte, creí que habían entrado a robar-- Eli caminó hacia ella y la abrazó para apartarle la cobija, bajo esta estaba oculta una niña de 10 años de cabello liso oscuro como el mío y ojos verdes cristal como los de su madre. Nuestra hija.

    --¿Qué haces despierta tan temprano, Anabel?-- Pregunté con un suspiro --Me asustaste--

    --No tenía sueño-- Me dijo sonriente y señaló su frente --Quiero beso--

    Anabel Müller, nuestra hija. De verdad que es una fusión nuestra, sabe dibujar y ya escribe novelas, la cuidamos muy bien... aunque de vez en cuando su lado infantil sale a causar desastres. Es la nieta que mamá, papá y Clarissa querían ver, los tres la aman demasiado. Besé su frente antes de desearle los buenos días, Eleonor la cargó en sus brazos y fuimos a su habitación el cual estaba al lado del nuestro. Me enteré del embarazo de Eli al mes que salí del hospital, fue la mejor sorpresa que pude haber recibido en mi vida.

    Le faltaba la sábana a su cama, que desastre de habitación. Juguetes por aquí, consolas por allá, libros en su escritorio, CD's en una esquina, su computadora está limpia en su lugar, la regañaría, pero sus notas son tan buenas que... me entienden.

    --Tienes escuela en un par de horas... puedes ir a bañarte y esperas a que te lleve en el coche--

    --Sí, ya voy-- Tomó su toalla y salió corriendo.

    Se hicieron las 7am y nos encontrabamos los 3 en la cocina, revisé mi teléfono buscando noticias sobre nuestros videojuegos, números de ventas, críticas y esas cosas. Hmm... volvió el problema del sonido, hay veces que las cosas no suenan a tiempo, debe ser por eso que Kevin me llamaba. Me sorprende que una simple idea de la universidad se haya vuelto tan importante como para hacerme vivir bien. Empezamos con una visual novel, nada serio... luego pasamos a juegos de lucha, carreras, estrategia, cartas, rpg y así hasta que nos hicimos un nombre.

    Al terminar, busqué sobre los libros de Eli, ya han repasado en millón de ventas cada uno, son buenas noticias.

    --¿Tan rápido?-- Se asomó Eli sobre mi hombro --Creí que lo repasarían en una semana--

    --Yo igual-- Ya no hay más nada, estaba a punto de guardar el teléfono en el bolsillo cuando sonó, era una llamada de Kevin, respondí --Diga--

    --Oye, los muchachos se tomarán el día libre para tener el fin de semana sin trabajo, tenemos pensado adelantar sus vacaciones, ¿qué dices?--

    --Ah... bueno...-- Medité un momento. Sí, se merecen un descanzo... pero primero hay que solucionar el problema del sonido --¿Ellos saben sobre el problema del sonido?--

    --¿Otra vez? Dejame les digo-- Escucho que toma el altavoz y pregunta, al segundo regresa --Dicen que lo arreglaran, que es fácil y tendrán la actualización como en... una hora o dos--

    --Bien, diles que si lo hacen, que se tomen las vacaciones de una vez-- Como que me puso al altavoz cuando dije esto último porque escucho a todos festejando... sí que soy un buen jefe.

    --Perfecto, nos vemos luego... un momento, ¿irás a Florencia para navidad?--

    --Claro, quiero ver la nieve otra vez--

    --Entonces nos vemos allí--

    Colgó la llamada. Suspiré en mi silla, un problema menos, este será un buen año. Allí llegó nuestra hija con su uniforme de escuela y el bolso en su espalda, no se sentó frente a la mesa, se quedó parada frente a nosotros queriendo decir algo que no le salía, me incliné al frente para tenerla más cerca. Eli sirvió el desayuno y lo dejó tapado en la mesa para acercarse a nosotros dos y oírla.

    Anabel comenzó a balbucear, estaba roja de pena --H-Hoy tuve un sueño...-- Nos dijo tierna.

    --¿Sí?-- Sonrió Eli --¿Sabes de qué era?--

    Asintió ella --Soñe que... era la mejor escritora del mundo-- Se cubrió la cara con sus manitas, de verdad que es una preciosura --Ya quiero que se cumpla--

    --Eso es magnifico-- La tomé para sentarla en mis piernas --Pero para eso hay que esforzarce, sabes?--

    --Sí-- Cantó --Eso lo sé-- Al destapar su cara, mordió la punta de su pulgar antes de mirarnos a los ojos --¿Ustedes tienen un sueño?--

    Eli y yo nos miramos un momento a los ojos y volteamos --Teníamos-- Dijo mi esposa.

    --¿Se cumplió?--

    --Sí-- Afirmé y junté mi mano con la de Eleonor para dibujar un circulo en su pecho y decir al mismo tiempo --Está justo aquí... frente a nosotros--



    --==THE END==--

    ---------------------------------------------
    Y hasta aquí llega la historia que desde un principio debió acabar en la paliza del capítulo 16. Actualizo rápido porque:
    1-. Esta laptop es de mi hermano.
    2-. Últimamente está con un juego en la que "gana dinero". RuneScape.
    3-. Es amargado, y si le digo algo sobre eso, se encierra en su cuarto con la laptop y no vuelve a hablarle a nadie.
     
    • Adorable Adorable x 1
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