La ciudad de Fukui es la capital de la Prefectura de Fukui. De las ciudades con uno de los puertos más grandes dentro de Japón; un sitio comercial muy frecuentado, no sólo por japoneses, sino que también es el puerto mas comúnmente usado por importaciones de China. Es una ciudad amurallada; se cobra 10 monedas para ingresar a pie o caballo y 50 por barco. Gobierno: El señor feudal de Fukui es ya un hombre muy viejo, mas que hombre de guerra, siempre ha sido conocido mas como fuerte comerciante; no por ello significa que no sabe combatir. Yatzuhiro Ashikaga Locales: Santuario: Abandonado Shukusha Casa de Armamento: No se especializa por la creación de armamento; sólo su venta Dojo Comercio: Se especializa por su venta de pescado Clínica Herbolaria Oyaji: Casa para huéspedes con mayores posibilidades económicas Palacio: La edificación más grande de Fukui, un sitio destinado a la nobleza únicamente. El señor de Fukui vive en sus interiores junto a su familia, muy rara vez sale de aquel sitio.
El rol proviene de Sakata Puerto [Aoi; Wu; Ryoshi] El barco entró a los territorios de Fukui; habían ayudado a unos pescadores, por lo que les entregaron cincuenta monedas por la buena acción. Wu fue quien decidió ayudarlos, mencionando que no se podía vivir únicamente de mala reputación, pues se debía ser inteligente para ser lo suficientemente carismático para que tus súbditos te idolatraran. El puerto era visible; no precisamente por la tierra en el horizonte, sino por la nube de humo negro sobre ella. —Fuego —dijo Ryoshi con calma recargado en el barandal mirando hacia aquella escena —No quiero involucrarme en peleas ajenas. —Esa pelea es nuestra —mencionó Wu sonriendo —Esa es obra del Aseino del fuego— sonrió —Gendo Mori Ryoshi se separó del barandal mostrando algo de temor, los miró preocupado — Us...ustedes; pertenecen al clan Taira... —Tu mente es lenta...—dijo burlonamente Wu mientras veía caer el cuartel general ante sus ojos. Contenido oculto Ayeah ficha actualizada
Aoi Nobunaga Nunca antes había dirigido barco alguno pero, gracias a la disposición de la tripulación y las instrucciones de su maestro no se vio obligada a admitirlo ante Ryoshi. Por algún motivo le importaba lo que él pensada de ella. Reprimió un bostezo y, aburrida, miró al horizonte para, finalmente, ver la monotonía del paisaje acuático rota por una inmensa columna de humo negro. Escuchó la conversación entre su maestro y el capitant de aquel barco y le dedicó al último una tímida sonrisa de disculpa. – Es nuestra en efecto, maestro. Pero no necesariamente de éstos hombres.– Intervino Aoi, sintiéndose ligeramente en deuda con ellos. Eran libres de involucrarse o no hacerlo.– Han cumplido con su parte del trato al traernos hasta aquí.
Puerto [Aoi; Wu; Ryoshi] Ryoshi afirmó ante Aoi, no quería involucrarse en ese conflicto —Sabemos defendernos; pero mis hombres y yo no somos del todo guerreros —miró a Wu —Por algo les pedí el asesinato a ustedes, si mandaba a uno de mis hombres seguro lo descubrían y ellos y yo ya estaríamos muertos —se giró para ver el humo negro levantándose en la orilla —Si hubiera buscado la muerte, hubiese sido yo quien intentaría aquel asesinato —No teman —mencionó Wu a ambos — El humo negro es la firma de ese hombre; una manera de destruir cualquier esperanza que quede en la ciudad; Gendo Mori... El asesino del fuego; siempre que cumple su objetivo, quema el edificio mas emblemático de la ciudad. Ahora Fukui no tiene cuartel, ahora Fukui se rinde ante el Imperio —sostuvo las cenizas de Jinrai pues él también fue parte de la despedida así como también lo había sido Ryoshi. Sostuvo el pequeño saco de la punta y dejó que el viento se llevara el polvo hacia el mar —Ceniza; en eso te vuelves si te levantas en contra del Imperio, ¿No es así, Jinrai? Descendieron en el puerto, estaba completamente vacío; pero no destruido. Al caminar por las calles llegaron hacia dónde el cuartel se derrumbaba por las llamas. Ryoshi los siguió encargando el barco con sus hombres que se mantuvieron alerta. Cuartel [Aoi; Wu; Ryoshi] Wu los llevó hasta las ruinas de aquel sitio; debajo del humo negro, había un rojo intenso que enmarcaba una silueta que les daba la espalda, mirando el fuego con tranquilidad. El calor del fuego se sentía debajo de la escalinata, Ryoshi incluso colocó su mano frente a su rostro, sintiendo como aquel aire quemaba. Wu aplaudió haciendo que la silueta lentamente girara hacia ustedes. Por contraluz, tardaron un poco en reconocer el rostro que los miraba con una grata sonrisa. Contenido oculto —Wu— mencionó aquel hombre para voltear por completo su cuerpo hacia ustedes, dándole la espalda al fuego mientras comenzaba su descenso por la escalinata. En aquel hombre no había rastro de cansancio, ni un atisbo de miedo o tristeza en su mirada soberbia. Siguió bajando los escalones sin bajar la vista jamás, se detuvo a cinco escalones arriba de dónde ustedes se encontraban. Negó levemente mientras se colocaba en posición de descanso marcial; piernas abiertas a un ancho de hombros; su mano derecha sosteniendo la muñeca del brazo izquierdo por la espalda. —Gendo Mori —mencionó Wu haciendo una reverencia ante su superior. —Fallaron —miró a Aoi para después mirar a Ryoshi —Dos de ellos lo hicieron, es por ello que no están aquí— aclaró Wu —Tampoco está Takeda; ese es el fallo. Regresar con vida sin haber cumplido el objetivo no es una victoria... — la sonrisa de Gendo desapareció. La mirada de Gendo ya no posaba sobre ninguno de ustedes, miraba completamente de frente, abstraído en sus pensamientos.— ...quería conocer el miedo directamente en sus ojos. Para Ryoshi, aquellas palabras lo hicieron sentir verdadero terror. Él era un simple comerciante, un guerrero y saqueador esporádico si la situación lo demandaba; y ahora estaba en una conversación con Gendo, el mejor guerrero del Imperio, quien al parecer buscaba a Takeda, el último de los Minamoto. —Los shinobi siempre me han parecido bastante cobardes... Contenido oculto Ayeah
Aoi Nobunaga Asintió ante las palabras de Wu y relajó su postura, dejándose guiar hasta el origen del incendio donde aguardaba el mismísimo Gendo Mori. Escuchó el intercambio entre los hombres en el más absoluto de los silencios, reprimiendo un escalofrío cuando Gendo mencionó su misión fallida. Sabía que Wu no la mataría cuando la encontró pero, con aquel hombre, tenía sus dudas. A pesar de todo no exteriorizó su temor. Mantuvo la mirada fija en los ojos del asesino del fuego y se limitó a asentir con gravedad, esperando que fuera su superior quien hablara. Su rostro, acariciado por el calor del fuego, se mantuvo sereno y su ojo oscuro sólo desvelaba calma y, quizá, determinación. Aceptaría su destino cómo viniese y demostraría a aquel hombre que ésta shinobi podría ser muchas cosas, pero no era una cobarde. Su orgullo era mayor que su inteligencia.
Cuartel [Aoi; Wu; Ryoshi; Gendo] Wu sonrió —Para un shinobi hay sólo una lección primordial: el regreso es más importante que la ida —aquellas palabras iban dirigidas a Aoi, pero Wu seguía mirando a Gendo — Sin shinobis como nosotros, el Imperio no tendría el poder que ahora tiene. Es por ello que he decidido por fin tomar una aprendiz en la escuela que celosamente he cuidado; esta mujer frente a ti demostró valentía ante mi asesinando a Jinrai Sasaki; una petición del joven que está a mi lado. Ella lo hizo sin vacilar y en un movimiento certero evitando ser detectada —Wu subió uno de los escalones acercándose a Gendo — Eso es valentía. Gendo bajó la mirada a Wu, bajando un escalón; acortando su distancia —También se necesitan cobardes como ustedes —aclaró para después mirar a Aoi, sonriendo maliciosamente —Es cobarde siempre que se oculte en las sombras— después miró a Ryoshi —Si querías a Jinrai muerto, debiste ser tú quien tomara su vida —volvió a Wu —Serán cobardes; pero no inútiles. —Enviaré a mi aprendiz a Koga— Wu miró a Gendo, quien al instante frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos —Al nido de cobardes, dónde los Sugita se reproducen como una maldita plaga —Gendo no ocultó su desprecio por los shinobi de Koga — ¿Sólo a ella? Gendo clavó su mirada en Ryoshi. —Ryoshi no es alumno mío... Ryoshi soltó una ligera risa, mas por nerviosismo que por arrogancia —Yo no vine a buscar reclutamiento —levantó sus manos a la altura de su rosto, un claro movimiento de rechazo — He abandonado mi barco en el puerto simplemente por curiosidad, y pues... — no giró su rostro para mirar a Aoi pero si dirigió su mirada a dónde ella se encontraba. Gendo al instante desenfundó su katana y apuntó hacia Aoi; pero al instante Ryoshi se interpuso bloqueando cualquier ataque de Gendo, quien no parecía esforzarse realmente. Ryoshi sacó aquella flauta que cargaba, y de ella desenfundó una katana. Aquel joven nunca estuvo desarmado, sólo aparentaba estarlo. Después de bloquear el ataque de Gendo, volvió a enfundar su katana en esa saya que simulaba una flauta. —El guerrero del silencio— Mencionó Gendo con una gran sonrisa — La flor roja en el pecho, y una shakuhachi en el obi —Gendo también enfundó su katana —Un simple comerciante no baja de su barco sin razones. Ryoshi sonrió; volvía a ser el mismo que Aoi conocía — Si mi reputación me procede, entenderás que no soy un cobarde. Gendo soltó una risa sonora. Ryoshi se giró a Aoi —¿Crees que ahora si merezco conocer tu nombre?— le sonrió con tranquilidad. Contenido oculto Ayeah
Aoi Nobunaga Aguardó en estoico silencio durante aquella batalla dialéctica, sorprendida e, incluso, enternecida ante el modo en que su maestro intercedió por ella ante el asesino del fuego. Nunca antes alguien había acudido en su defensa y, acostumbrada al rechazo y el desdén como estaba, se revolvió incómoda en su lugar sin saber cómo gestionar la calidez que invadía su pecho... Especialmente cuando Ryoshi interpuso su acero entre la katana de Gendo y su propia vida. Lo miró turbada, sin comprender realmente qué estaba sucediendo, y dedicó al hombre una tímida sonrisa. - Aoi.- Respondió con sencillez. No necesitaba saber más, tampoco merecía menos.
Cuartel [Aoi; Wu; Ryoshi; Gendo] Wu estaba impresionado por lo que había contemplado, ¿Quién era realmente Ryoshi? Mencionó Gendo ante Ryoshi quien nuevamente se volteó para mirar a Gendo —Ocuparás el lugar que nadie ha sido capaz de ganarse a mi lado. Serás mi aprendiz —Bajó los escalones restantes — Te esperaré en Kioto — Gendo desprendió su emblema de su ropa; un mon de la casa Mori, era de oro. Lo entregó a Ryoshi a quién le brillaron sus codiciosos ojos —Tendrás más oro del que puedas pensar —Sonrió para después retirarse por las calles de Fukui, ignorando a Wu y Aoi. Ryoshi guardó aquel emblema para después mirar nuevamente a Aoi —Aoi —pudo pronunciarlo por primera vez —Los nombres de mujer siempre son muy hermosos. Wu se quedó allí de pie contemplando la partida de Gendo para después mirar a Ryoshi y Aoi —Debo regresar al mar, debo ocuparme de unos asuntos del Imperio; Ryoshi...— mencionó para llamar la atención del joven del que cada vez obtenía mas información — ...Si buscas ir a Kioto, partiré contigo. Ryoshi negó —Puedes quedarte con el barco; yo acompañaré a Aoi a Koga. —Aoi no necesita de tu protección, o acaso... ¿Estás planeando rechazar la oferta de Gendo Mori?— preguntó Wu. Ryoshi negó nuevamente —No lo rechazaré; pero si puedo postergarlo un poco mas. Además... —miró a Aoi — No vaya a ser que caigas de nuevo en el agua ¿Quién mas estará a tu lado para burlarse? —soltó una risa Contenido oculto Ayeah
Aoi Nobunaga Puso los ojos en blanco ante la mención de su nombre y resopló con mal disimulado desdén. Su nombre no era hermoso, era un perenne recordatorio de su maldición. A pesar de todo prefirió no replicar, el intercambio entre ambos hombres había captado su atención e, impaciente, comenzó a golpetear el suelo con la punta del pie mientras terminaban. Sin ella percibirlo, una minúscula grieta se había abierto paso en la sólida muralla que había construído en torno a su corazón y, cuando Ryoshi habló, se sorprendió a sí misma deseando la acompañase. – Creí que no volverías a burlarte de mí.– Le recordó, sin embargo, en un tono quizá demasiado cortante haciendo eco de sus propias palabras.– Soy letal, ¿Recuerdas? Humedeció sus labios y forzó una mirada asesina antes de que una suave risa infantil estropeara por completo su actuación. La perspectiva del viaje se le antojaba más que interesante en compañía de aquel hombre repleto de misterios.
Cuartel [Aoi; Wu; Ryoshi] Ryoshi notó un poco el resoplido, entendiendo que era un tema incómodo para ella; pero él no había mentido; aun así no dijo nada mas al respecto. Después escuchó sus palabras y soltó una fuerte risa, para dar un paso muy marcado hacia atrás mientras escuchaba la risa de Aoi —Eres letal; puedes matarme mientras duermo simplemente por burlarme de tu caída. Debo recordarlo. —Entonces yo iré al puerto— interrumpió Wu —Ya he avisado de tu presencia en Koga; pero no mencioné que llevaras compañía. —No se preocupe; con el emblema de Gendo dudo que me hagan daño Wu rio —No conoces a Murai... Contenido oculto Ayeah En mi siguiente post te etiqueto en Koga, nada mas cierro día allá. Si quieres puedes seguir posteando acá El rol de Aoi continúa en Koga