Puerto [Aoi; Wu; Ryoshi] Kirara tomó el hombro de Jinrai con emoción; las palabras de aquel hombre habían funcionado perfectamente, había conseguido aliados para su causa. Shinko sonreía ampliamente mientras Jinrai permanecía de pie. —¡Es increíble señor Sakaki! — Shinko vitoreó a Jinrai —Es momento de celebrar tal discurso, ¿no crees Jinrai?—Preguntó Kirara Pero... Jinrai sostenía una kunai que atravesaba su cuerpo, sabía que no tenía mucho tiempo; miró a los Fujiwara —Kojiro... por favor, díganle lo orgulloso que me hace cada día —sonrió — Te espero en casa; vuela alto; golondrina sin nido... Kirara lo sostuvo antes de que cayera, miró la herida e intentó resucitarlo. Fue un ataque limpio, preciso y tan silencioso que nadie pudo ver de dónde provenía. Los presentes comenzaron a notar lo sucedido; todos corrieron a intentar ayudar; pero era muy tarde. —Esto... —dijo Taka mirando a todos lados —...Es un castigo del imperio. Los presentes mostraban temor. —¡No!— Gritó Gempachi —Que el temor no ablande nuestros corazones —miró a Jinrai, un hilillo de sangre salía de su boca, la cual quedó fija con una leve sonrisa —Los hombres y mujeres del mar no nos acobardaremos; lo haremos por Jinrai, haremos honor a su nombre. ¡Este asesinato ha sido una cobardía!— Gritó sin miedo. Habían hecho de Jinrai un mártir. Contenido oculto Ayeah No me la creo... en verdad... Misión legendaria: 1,000 EXP Los Fujiwara llevaron el cuerpo de Jinrai y lo honraron como a buen hombre de mar; sus cenizas fueron repartidas entre los presentes; cada quien dejaría caer sus cenizas en distintos puntos del mar. Shinko guardó las que le correspondían a Kojiro. Mientras tanto; Wu y Ryoshi volvían al barco de Ryoshi después de la ceremonia de Jinrai. Ryoshi traía colgado un pequeño saquito en el obi junto a su flauta. Aoi ya esperaba allí, Ryoshi se acercó a ella y le extendió un saco con monedas sonriendo —Recuérdame que no debo molestarte nunca mas —dejó escapar una risa nerviosa —Eres letal. —Creí que tendría que intervenir— mencionó Wu — Me has impresionado; y eso jamás se lo he dicho a nadie. Has pasado mis más grandes estándares, por fin he dado con el sucesor que buscaba, he de admitir que nunca creí que sería una mujer...—Le entregó también la bolsa que Ryoshi le había dado a él —Lo mereces. Contenido oculto Ayeah Obtuviste 1,000 monedas Wu te iba a quitar las tuyas si no lo lograbas Último post antes de movernos de ciudad. Tiraré lista y dado de movimiento en este post. Si en la lista sale Aoi en tu siguiente post deberás tirar un dado de 10 El rol de los Fujiwara continúa en Niigata
Aoi Nobunaga Asintió para sí y, antes incluso de que el cuerpo sin vida de Jinrai tocara el suelo, se escabulló en silencio lo más lejos posible del lugar del crimen. Matar a distancia es, en efecto, la mejor opción. Siempre. Como la sombra que era recorrió las calles de Sakata en silencio hasta llegar a los muelles, donde finalmente dejó caer su máscara de indiferencia y se permitió una pequeña plegaria en honor al hombre que acababa de asesinar. Su maestro y Ryoshi no tardaron demasiado en llegar y ella los recibió con una sonrisa de suficiencia. No podía negar que le gustaron los alagos y la frustración que había sentido tras sus dos anteriores misiones fallidas se disipó gracias al peso del oro en sus manos. Inclinó su cabeza en señal de agradecimiento y se volvió hacia Wu con curiosidad. – ¿Heredero? – Enarcó una ceja. No tenía ni la menor idea de a qué se refería aquel hombre.
Puerto [Aoi; Wu; Ryoshi] Wu sonrió —Busqué por años a un heredero varón para mi familia; la vida sólo me ha dado mujeres. Ahora me doy cuenta que había estado equivocado, tal vez debería recuperar a mis hijas, si es que prometen ser tan habilidosas como tú. Ryoshi lo miró con algo de molestia, un rostro que borró casi de inmediato cuando dedicó su vista a Aoi —Sé que puedo confiar en ti; mis hombres son tuyos, te doy el poder de dirigirlos. De ese modo; Aoi guio la embarcación con las instrucciones geográficas dadas por su maestro. Contenido oculto Ayeah Te etiquetaré en la nueva ciudad :3 El rol continúa en Fukui