Fukui Fukui

Tema en 'Prefecturas' iniciado por Amelie, 29 Octubre 2021.

Cargando...
  1.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    Fukui.png
    La ciudad de Fukui es la capital de la Prefectura de Fukui.

    De las ciudades con uno de los puertos más grandes dentro de Japón; un sitio comercial muy frecuentado, no sólo por japoneses, sino que también es el puerto mas comúnmente usado por importaciones de China.

    Es una ciudad amurallada; se cobra 10 monedas para ingresar a pie o caballo y 50 por barco.





    Gobierno:
    El señor feudal de Fukui es ya un hombre muy viejo, mas que hombre de guerra, siempre ha sido conocido mas como fuerte comerciante; no por ello significa que no sabe combatir.
    Yatzuhiro Ashikaga




    Locales:

    Santuario:
    Abandonado
    Shukusha
    Casa de Armamento:
    No se especializa por la creación de armamento; sólo su venta
    Dojo
    Comercio:
    Se especializa por su venta de pescado
    Clínica
    Herbolaria
    Oyaji:
    Casa para huéspedes con mayores posibilidades económicas
    Palacio: La edificación más grande de Fukui, un sitio destinado a la nobleza únicamente. El señor de Fukui vive en sus interiores junto a su familia, muy rara vez sale de aquel sitio.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  2. Threadmarks: Día 42_Clan Taira
     
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    El rol proviene de Sakata






    [​IMG]
    Puerto
    [Aoi; Wu; Ryoshi]


    El barco entró a los territorios de Fukui; habían ayudado a unos pescadores, por lo que les entregaron cincuenta monedas por la buena acción. Wu fue quien decidió ayudarlos, mencionando que no se podía vivir únicamente de mala reputación, pues se debía ser inteligente para ser lo suficientemente carismático para que tus súbditos te idolatraran.

    El puerto era visible; no precisamente por la tierra en el horizonte, sino por la nube de humo negro sobre ella.

    [​IMG]

    —Fuego —dijo Ryoshi con calma recargado en el barandal mirando hacia aquella escena —No quiero involucrarme en peleas ajenas.

    —Esa pelea es nuestra —mencionó Wu sonriendo —Esa es obra del Aseino del fuego— sonrió —Gendo Mori

    Ryoshi se separó del barandal mostrando algo de temor, los miró preocupado — Us...ustedes; pertenecen al clan Taira...

    —Tu mente es lenta...—dijo burlonamente Wu mientras veía caer el cuartel general ante sus ojos.

    Ayeah ficha actualizada
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
  3.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    508
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    Nunca antes había dirigido barco alguno pero, gracias a la disposición de la tripulación y las instrucciones de su maestro no se vio obligada a admitirlo ante Ryoshi.

    Por algún motivo le importaba lo que él pensada de ella.

    Reprimió un bostezo y, aburrida, miró al horizonte para, finalmente, ver la monotonía del paisaje acuático rota por una inmensa columna de humo negro.

    Escuchó la conversación entre su maestro y el capitant de aquel barco y le dedicó al último una tímida sonrisa de disculpa.

    Es nuestra en efecto, maestro. Pero no necesariamente de éstos hombres.– Intervino Aoi, sintiéndose ligeramente en deuda con ellos. Eran libres de involucrarse o no hacerlo.– Han cumplido con su parte del trato al traernos hasta aquí.
     
    Última edición: 30 Octubre 2021
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
    Puerto
    [Aoi; Wu; Ryoshi]


    Ryoshi afirmó ante Aoi, no quería involucrarse en ese conflicto —Sabemos defendernos; pero mis hombres y yo no somos del todo guerreros —miró a Wu —Por algo les pedí el asesinato a ustedes, si mandaba a uno de mis hombres seguro lo descubrían y ellos y yo ya estaríamos muertos —se giró para ver el humo negro levantándose en la orilla —Si hubiera buscado la muerte, hubiese sido yo quien intentaría aquel asesinato

    —No teman —mencionó Wu a ambos — El humo negro es la firma de ese hombre; una manera de destruir cualquier esperanza que quede en la ciudad; Gendo Mori... El asesino del fuego; siempre que cumple su objetivo, quema el edificio mas emblemático de la ciudad. Ahora Fukui no tiene cuartel, ahora Fukui se rinde ante el Imperio —sostuvo las cenizas de Jinrai pues él también fue parte de la despedida así como también lo había sido Ryoshi. Sostuvo el pequeño saco de la punta y dejó que el viento se llevara el polvo hacia el mar —Ceniza; en eso te vuelves si te levantas en contra del Imperio, ¿No es así, Jinrai?




    Descendieron en el puerto, estaba completamente vacío; pero no destruido. Al caminar por las calles llegaron hacia dónde el cuartel se derrumbaba por las llamas. Ryoshi los siguió encargando el barco con sus hombres que se mantuvieron alerta.

    [​IMG]
    [​IMG]
    Cuartel
    [Aoi; Wu; Ryoshi]



    Wu los llevó hasta las ruinas de aquel sitio; debajo del humo negro, había un rojo intenso que enmarcaba una silueta que les daba la espalda, mirando el fuego con tranquilidad.
    [​IMG]
    El calor del fuego se sentía debajo de la escalinata, Ryoshi incluso colocó su mano frente a su rostro, sintiendo como aquel aire quemaba. Wu aplaudió haciendo que la silueta lentamente girara hacia ustedes. Por contraluz, tardaron un poco en reconocer el rostro que los miraba con una grata sonrisa.

    [​IMG]

    —Wu— mencionó aquel hombre para voltear por completo su cuerpo hacia ustedes, dándole la espalda al fuego mientras comenzaba su descenso por la escalinata. En aquel hombre no había rastro de cansancio, ni un atisbo de miedo o tristeza en su mirada soberbia. Siguió bajando los escalones sin bajar la vista jamás, se detuvo a cinco escalones arriba de dónde ustedes se encontraban. Negó levemente mientras se colocaba en posición de descanso marcial; piernas abiertas a un ancho de hombros; su mano derecha sosteniendo la muñeca del brazo izquierdo por la espalda.

    —Gendo Mori —mencionó Wu haciendo una reverencia ante su superior.

    —Fallaron —miró a Aoi para después mirar a Ryoshi

    —Dos de ellos lo hicieron, es por ello que no están aquí— aclaró Wu

    —Tampoco está Takeda; ese es el fallo. Regresar con vida sin haber cumplido el objetivo no es una victoria... — la sonrisa de Gendo desapareció. La mirada de Gendo ya no posaba sobre ninguno de ustedes, miraba completamente de frente, abstraído en sus pensamientos.— ...quería conocer el miedo directamente en sus ojos.

    Para Ryoshi, aquellas palabras lo hicieron sentir verdadero terror. Él era un simple comerciante, un guerrero y saqueador esporádico si la situación lo demandaba; y ahora estaba en una conversación con Gendo, el mejor guerrero del Imperio, quien al parecer buscaba a Takeda, el último de los Minamoto.

    —Los shinobi siempre me han parecido bastante cobardes...

     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Espeluznante Espeluznante x 2
  5.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    508
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    Asintió ante las palabras de Wu y relajó su postura, dejándose guiar hasta el origen del incendio donde aguardaba el mismísimo Gendo Mori.

    Escuchó el intercambio entre los hombres en el más absoluto de los silencios, reprimiendo un escalofrío cuando Gendo mencionó su misión fallida. Sabía que Wu no la mataría cuando la encontró pero, con aquel hombre, tenía sus dudas.

    A pesar de todo no exteriorizó su temor. Mantuvo la mirada fija en los ojos del asesino del fuego y se limitó a asentir con gravedad, esperando que fuera su superior quien hablara. Su rostro, acariciado por el calor del fuego, se mantuvo sereno y su ojo oscuro sólo desvelaba calma y, quizá, determinación.

    Aceptaría su destino cómo viniese y demostraría a aquel hombre que ésta shinobi podría ser muchas cosas, pero no era una cobarde.

    Su orgullo era mayor que su inteligencia.
     
    Última edición: 1 Noviembre 2021
    • Ganador Ganador x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
  6.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
     
    Amelie ha tirado dados de 50 caras para Gendo Total: 1 $dice
    Amelie ha tirado dados de 50 caras para Ryoshi Total: 45 $dice
    • Impaktado Impaktado x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
    Cuartel
    [Aoi; Wu; Ryoshi; Gendo]

    Wu sonrió —Para un shinobi hay sólo una lección primordial: el regreso es más importante que la ida —aquellas palabras iban dirigidas a Aoi, pero Wu seguía mirando a Gendo — Sin shinobis como nosotros, el Imperio no tendría el poder que ahora tiene. Es por ello que he decidido por fin tomar una aprendiz en la escuela que celosamente he cuidado; esta mujer frente a ti demostró valentía ante mi asesinando a Jinrai Sasaki; una petición del joven que está a mi lado. Ella lo hizo sin vacilar y en un movimiento certero evitando ser detectada —Wu subió uno de los escalones acercándose a Gendo — Eso es valentía.

    Gendo bajó la mirada a Wu, bajando un escalón; acortando su distancia —También se necesitan cobardes como ustedes —aclaró para después mirar a Aoi, sonriendo maliciosamente —Es cobarde siempre que se oculte en las sombras— después miró a Ryoshi —Si querías a Jinrai muerto, debiste ser tú quien tomara su vida —volvió a Wu —Serán cobardes; pero no inútiles.

    —Enviaré a mi aprendiz a Koga— Wu miró a Gendo, quien al instante frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos

    —Al nido de cobardes, dónde los Sugita se reproducen como una maldita plaga —Gendo no ocultó su desprecio por los shinobi de Koga — ¿Sólo a ella?

    Gendo clavó su mirada en Ryoshi.

    —Ryoshi no es alumno mío...

    Ryoshi soltó una ligera risa, mas por nerviosismo que por arrogancia —Yo no vine a buscar reclutamiento —levantó sus manos a la altura de su rosto, un claro movimiento de rechazo — He abandonado mi barco en el puerto simplemente por curiosidad, y pues... — no giró su rostro para mirar a Aoi pero si dirigió su mirada a dónde ella se encontraba.

    Gendo al instante desenfundó su katana y apuntó hacia Aoi; pero al instante Ryoshi se interpuso bloqueando cualquier ataque de Gendo, quien no parecía esforzarse realmente. Ryoshi sacó aquella flauta que cargaba, y de ella desenfundó una katana. Aquel joven nunca estuvo desarmado, sólo aparentaba estarlo.

    Después de bloquear el ataque de Gendo, volvió a enfundar su katana en esa saya que simulaba una flauta.

    [​IMG]

    —El guerrero del silencio— Mencionó Gendo con una gran sonrisa — La flor roja en el pecho, y una shakuhachi en el obi —Gendo también enfundó su katana —Un simple comerciante no baja de su barco sin razones.

    Ryoshi sonrió; volvía a ser el mismo que Aoi conocía — Si mi reputación me procede, entenderás que no soy un cobarde.

    Gendo soltó una risa sonora.

    Ryoshi se giró a Aoi —¿Crees que ahora si merezco conocer tu nombre?— le sonrió con tranquilidad.


     
    • Fangirl Fangirl x 3
  8.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    508
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    Aguardó en estoico silencio durante aquella batalla dialéctica, sorprendida e, incluso, enternecida ante el modo en que su maestro intercedió por ella ante el asesino del fuego.

    Nunca antes alguien había acudido en su defensa y, acostumbrada al rechazo y el desdén como estaba, se revolvió incómoda en su lugar sin saber cómo gestionar la calidez que invadía su pecho... Especialmente cuando Ryoshi interpuso su acero entre la katana de Gendo y su propia vida.

    Lo miró turbada, sin comprender realmente qué estaba sucediendo, y dedicó al hombre una tímida sonrisa.

    - Aoi.- Respondió con sencillez.

    No necesitaba saber más, tampoco merecía menos.
     
    Última edición: 2 Noviembre 2021
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  9.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
    Cuartel
    [Aoi; Wu; Ryoshi; Gendo]

    Wu estaba impresionado por lo que había contemplado, ¿Quién era realmente Ryoshi?

    Mencionó Gendo ante Ryoshi quien nuevamente se volteó para mirar a Gendo —Ocuparás el lugar que nadie ha sido capaz de ganarse a mi lado. Serás mi aprendiz —Bajó los escalones restantes — Te esperaré en Kioto — Gendo desprendió su emblema de su ropa; un mon de la casa Mori, era de oro. Lo entregó a Ryoshi a quién le brillaron sus codiciosos ojos —Tendrás más oro del que puedas pensar —Sonrió para después retirarse por las calles de Fukui, ignorando a Wu y Aoi.

    Ryoshi guardó aquel emblema para después mirar nuevamente a Aoi —Aoi —pudo pronunciarlo por primera vez —Los nombres de mujer siempre son muy hermosos.

    Wu se quedó allí de pie contemplando la partida de Gendo para después mirar a Ryoshi y Aoi —Debo regresar al mar, debo ocuparme de unos asuntos del Imperio; Ryoshi...— mencionó para llamar la atención del joven del que cada vez obtenía mas información — ...Si buscas ir a Kioto, partiré contigo.

    Ryoshi negó —Puedes quedarte con el barco; yo acompañaré a Aoi a Koga.

    —Aoi no necesita de tu protección, o acaso... ¿Estás planeando rechazar la oferta de Gendo Mori?— preguntó Wu.

    Ryoshi negó nuevamente —No lo rechazaré; pero si puedo postergarlo un poco mas. Además... —miró a Aoi — No vaya a ser que caigas de nuevo en el agua ¿Quién mas estará a tu lado para burlarse? —soltó una risa

     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Adorable Adorable x 1
  10.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    508
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    Puso los ojos en blanco ante la mención de su nombre y resopló con mal disimulado desdén. Su nombre no era hermoso, era un perenne recordatorio de su maldición.

    A pesar de todo prefirió no replicar, el intercambio entre ambos hombres había captado su atención e, impaciente, comenzó a golpetear el suelo con la punta del pie mientras terminaban.

    Sin ella percibirlo, una minúscula grieta se había abierto paso en la sólida muralla que había construído en torno a su corazón y, cuando Ryoshi habló, se sorprendió a sí misma deseando la acompañase.

    Creí que no volverías a burlarte de mí.– Le recordó, sin embargo, en un tono quizá demasiado cortante haciendo eco de sus propias palabras.– Soy letal, ¿Recuerdas?

    Humedeció sus labios y forzó una mirada asesina antes de que una suave risa infantil estropeara por completo su actuación.

    La perspectiva del viaje se le antojaba más que interesante en compañía de aquel hombre repleto de misterios.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
  11.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
    Cuartel
    [Aoi; Wu; Ryoshi]

    Ryoshi notó un poco el resoplido, entendiendo que era un tema incómodo para ella; pero él no había mentido; aun así no dijo nada mas al respecto.

    Después escuchó sus palabras y soltó una fuerte risa, para dar un paso muy marcado hacia atrás mientras escuchaba la risa de Aoi —Eres letal; puedes matarme mientras duermo simplemente por burlarme de tu caída. Debo recordarlo.

    —Entonces yo iré al puerto— interrumpió Wu —Ya he avisado de tu presencia en Koga; pero no mencioné que llevaras compañía.

    —No se preocupe; con el emblema de Gendo dudo que me hagan daño

    Wu rio —No conoces a Murai...

    Ayeah En mi siguiente post te etiqueto en Koga, nada mas cierro día allá. Si quieres puedes seguir posteando acá








    El rol de Aoi continúa en Koga
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
  12. Threadmarks: Día 69_Alianza
     
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    El rol de Yuzuki y Togashi proviene de Hakusan
    El rol de Kohaku proviene de Mizayu








    Amanecer eclipse.png

    [Yuzuki; Hayato; Togashi; Rengo; Hashimoto; Ukita]

    La noche de los sietes, no había festejo alguno en una ciudad abandonada y en cenizas. Los pasos se sumergían en polvo negro y gris, con un aroma de madera humedecida.

    —Él debería estar aquí — mencionó Rengo sin temor alguno, miraba a todos lados intentando reconocerle a la distancia, a pesar de aquella relativa obscuridad.

    Yuzuki iba a su lado junto a Hayato y Togashi; mientras que Ukita y Hashimoto caminaban por detrás, más precavidos y menos confiados que el resto.

    Los yokai se hacían a un lado a su paso, cómo si tuvieran una barrera inusual que los rodeara.



    [Matahachi; Kohaku; Tamura; Kumo; Rei]
    [Yurei: Taiki; Kozaemon]

    —Huele a sangre — dijo Rei mientras el búho se detenía sobre una de las casas calcinadas pero que aun mantenían en pie algo de su estructura. Entraron con cuidado y allí pudieron ver a Yato, sangraba del brazo pero no de gravedad, a su lado estaba Taro y un ente que pudieron reconocer.

    Sora.jpg

    Todos la reconocieron menos Kumo; ya la habían visto en Shima.

    —Sora Tachibana — habló con irritación Taiki al reconocer a la shugenja.

    —¿Quién eres tú?— preguntó Sora a Taiki quién trató de ocultar su molestia.

    —¿Tachibana? — preguntó Rei pero mirando hacia Matahachi, quién ya parecía estar analizando las facciones de aquella yurei.

    Tamura se acercó a Yato; no era un médico, pero había visto a Yume actuar tantas veces que al menos pudo vendarle el brazo sin curarle realmente.

    Kozaemon instintivamente sacó su katana y apuntó al pecho de la persona que se acercaba.

    Kato.jpg

    El rostro de Kato no se molestó en mirar el de Kozaemon y siguió caminando atravesando la katana y el cuerpo de Kozaemon, ignorándolo por completo. Kato también sangraba ligeramente.

    —No puedo creer que de todos los que se han reunido, ninguno sea médico —les recriminó Sora mientras veía las heridas de Kato.

    —Acaba de llegar la mejor — Kohaku pudo reconocer la voz de Rengo; quién señalaba a Yuzuki quién venía detrás de él.

    Ukita y Hashimoto también estaban allí; por lo que Matahachi sacudió su cabeza con todo lo que estaba sucediendo en aquel momento y señaló a Hashimoto, pero no dijo nada. Llevaba una vida buscándolo y no supo qué decir al verlo.

    Era una reunión incómoda; pero a su vez era alegre. Había tanto que preguntar y tanto por responder.

     
    • Fangirl Fangirl x 3
  13.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,276
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kohaku Ishikawa

    Permanecer en Mizayu era una suerte de alivio temporal, pero también aplastó mi corazón con una marcada angustia. Una guerra estaba próxima a desatarse y tal vez... tal vez no volviera a ver a ciertas personas. La idea cavó hondo, ganó terreno y me esforcé en dejarla a un lado en cuanto Reijiro se detuvo frente a mí. Busqué su mirada, me cargué el pecho de aire y le concedí una sonrisa honesta junto a una profunda reverencia.

    —Es uno de los guerreros más nobles que tuve el agrado de conocer, Reijiro-san. Ha sido un honor para mí viajar junto a usted todo este tiempo. —Me erguí, regresando a sus ojos—. Que los Dioses lo acompañen.

    Antes de que la comitiva se retirara, me había apresurado en escribir dos pequeñas misivas: una para Hideyoshi y otra para Takeda. Le encargué ambas a Reijiro, y entonces los vimos marcharse. El silencio se fundió con la oscuridad y me esforcé por respirar diferente, por quitarme la daga del pecho. Debía confiar. Confiar en nuestro líder, en nuestras fuerzas, y en el derecho de una causa justa.

    El tiempo se diluyó en formas extrañas. Era difícil dormir y establecer rutinas, pero intentamos mantenernos ocupados. Todos los días (o algo que se le pareciera) salía junto a Chiasa, y ella me ayudaba a recolectar hierbas, flores medicinales, y cualquier otra cosa comestible de la naturaleza que aún sobreviviera. De regreso en lo de Kumo, preparaba té. Tuve oportunidad de conocer a sus animales y disfruté ciertos ratos de ocio con ellos, hablándoles, cantándoles o simplemente reconfortándome en su presencia. Rei me ofreció uno de sus parches para reemplazar la venda sucia que llevaba en el rostro, lo cual acepté y agradecí. También aprovechamos para conversar con mi padre de mil y un cosas. No sabía cuánto duraría este eclipse, pero una vez acabara... probablemente no volvería a verlo. En un momento lo pensé, caminando por la costa.

    Era curioso cómo podían brotar flores hasta de la tierra más negra.

    La suerte de paz ilusoria se rasgó en cuanto Fukuro regresó con noticias del paradero de Taro. Decidimos ponernos en marcha y viajamos rumbo a Fukui. El escenario de aquella ciudad era triste y desolador. Localizamos rápidamente a Yato, y enorme fue mi sorpresa al reconocer el espíritu de pie junto a él: la señora Tachibana.

    —Padre —reprendí a Taiki en voz baja, a su lado—. La señora Tachibana es una aliada del clan y ha sido de ayuda. Merece ser tratada con respeto.

    Hace dos años jamás habría siquiera imaginado la posibilidad de hablarle así a mi padre, pero había... tanto que había cambiado. Me alegraba verla aquí, quizá pudiera ayudarme a desentrañar los misterios que nos habían agobiado a Rengo y a mí en las islas. Luego, miré a Hachi y sonreí con calma, mas no dije nada. Fue entonces que una voz sonó tras mi espalda, una que reconocí al instante y me giré, aumentando la sorpresa y la alegría en mi interior.

    También estaba allí Hashimoto, y no contuve la risilla que escapó de mis labios al ver la expresión de Hachi. ¿Acaso esto...? ¿Era obra de los Dioses? Tomé aire y elevé la mirada al cielo, a la inmensa bóveda oscura, sin perder la pequeña sonrisa.

    Necesitaba creer que sí.

    —Suerte, Hachi —le susurré al muchacho muy, muy cerca, cosa de que ninguno de los recién llegados oyera aquel nombre, y retrocedí.

    Chiasa había empezado a chillar y removerse en mi hombro apenas distinguió a Hayato, el niño que siempre acompañaba a Yuzuki. Volví a reírme y codeé a Rei, a quien le pedí otro parche como el que me había dado a mí, y se lo entregué a la ardilla con la autorización de que fuera a saludar al niño. La criatura aún llevaba aquella venda en su rostro y ahora, que quizá pudiera entenderlo un poco mejor, se me ocurrió que podría sumarse al Equipo de los Parches; que ya éramos... ¿cuatro, por cierto? Panda de ciegos.

    Decidí no andar con rodeos. Me acerqué a Ukita y lo saludé con una breve reverencia.

    —Inusaka —lo llamé por su nombre de perro, y sonreí—. Volvemos a vernos. La misión de Amanozako me ha traído a ti.
     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
  14.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    10,988
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Yuzuki Minami

    Habíamos emprendido el camino entonces, alejándonos, y aunque entendía que mi lugar correspondía junto a Rengo y por ello seguía la misión de Inari, el dolor en el pecho no me abandonaba. Fue extraño y amargo que fueran justo las palabras de Murai en el barco, camino a las islas Oki, las que me brindaran algo de consuelo. Me reconocía por cada uno de mis roles y justo por la multiplicidad de estos debía comprender ahora más que nunca que no siempre podía responder a todos. En otro escenario habría estado en el campo, empuñando el colmillo... Ahora no era ese mi rol.

    La ciudad que nos recibió estaba abandonada y en cenizas, nuestros pasos eran amortiguados por sus restos. Suponía que por la presencia de Rengo los yokai no se acercaban a nosotros, pero no dejaba de ser inquietante. Alcé un momento la vista el cielo oscurecido, a la noche sin fin, y suspiré. Ni siquiera me di cuenta de ello, pero en nuestro avance me mantuve cerca del menor de los Harima y por rebote Hayato también.

    Rengo había dicho que debía estar aquí y no estaba equivocado, pronto ingresamos a una de las casas que medio soportaban los envites de la guerra y el tiempo. Rengo anunció mi presencia al tiempo que alguien se quejaba por la falta de médicos, que resultó ser lo que quedaba de Sora en este mundo, y entonces reparé en el grupo allí reunido. El grupo era peculiar, entre personas y espíritus, y no fui consciente del alivio con que respiré cuando vi a Kohaku, vivo. Me duró menos que esa primera respiración, pues reparé en el parche y sentí que la mirada se me desencajó.

    —¿Qué pasó? —balbuceé en algo que fue más un murmuro que otra cosa—. ¿Esta vez qué pasó?

    Me distrajeron los chillidos de Chiasa al ver a Hayato y cuando quise acordar la ardilla, como buena mensajera, vino hasta el niño para entregarle un parche también. Dejé que Hayato lo recibiera, incluso lo animé con una sonrisa, pues sin duda era mejor que las vendas a pesar de que yo me encargaba de que no las tuviera sucias, pero en la cabeza se me mezclaban los recuerdos difusos de Kioto y de Fujimi, con la herida espantosa en el rostro de Hayato, fresca. Imaginé a Kohaku en el mismo estado, fue inevitable, y oculté el temblor de los brazos pegándolos a mi cuerpo.

    El muchacho igual no se detuvo a dar vueltas respecto a nada, imaginé que también tenía una misión y lo vi acercarse a Ukita y suspiré. Miré a los demás una segunda vez, a Kato que sangraba, los espíritus y...

    —Kumo —llamé con suavidad al muchacho al reconocerlo, fue una suerte de saludo.

    En todo caso, seguí la lógica de Kohaku y luego de respirar me acerqué a Kato sin siquiera titubear. Me detuve frente a él, firme, y revisé su estado sólo con la vista primeramente.

    —Inusenshi, es como te llaman ellos —dije entonces—. Me envió a buscarte. Byakko debe tener sentido del humor, por lo menos. Atenderé tus heridas.

    Tomé aire una vez más, profundamente, y lo siguiente que dije fue para el resto.

    —También las heridas de todos lo que lo necesiten.
     
    • Ganador Ganador x 2
  15.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    Casa-comun.png
    [Matahachi; Kohaku; Tamura; Kumo; Rei]

    [Yato; Kato]
    [Yuzuki; Hayato; Togashi; Rengo; Hashimoto; Ukita]

    [Yurei: Taiki; Kozaemon; Sora]

    Taiki se tranquilizó al instate en el que Kohaku habló —Son años de prejuicios mal infundados, hijo. Tenme paciencia, se arraigan con odio y es difícil erradicarlos de noche a la mañana —se disculpó para después hacer una leve reverencia a Sora en disculpa; algo que a ella no pareció importarle; no por orgullo, sino por mera indiferencia.

    Rei ya había sonreído y sacado de su arsenal un parche que entregó a Kohaku para que a su vez este lo entregara a Hayato; el niño los miró, analizó como iba y se lo colocó con emoción, era mucho más cómodo que una venda. Rei soltó una carcajada y miró a Hashimoto —¿También quieres uno?

    Hashimoto sonrió y negó mientras Kohaku le daba ánimos; sólo él y Rei entendían lo que era que Matahachi tuviera allí a Hashimoto; por él se unió a los Taira, por él siguió ese camino a simple recomendación de una kami de mal temperamento. Matahachi se acercó a él —Te encontré, Inugami. Por fin te encontré.

    Hashimoto negó —Yo te encontré a ti, técnicamente.

    Ambos rieron y comenzaron a charlar mientras Kumo saludó a lo lejos a Yuzuki y Hayato; pero lo único que hizo fue alejarse con Fukuro, eran demasiadas personas pero no podía salir de allí y ser blanco fácil a lo que sea que haya dañado a Kato y Yato.

    Ukita le sonrió a Kohaku —Quién lo diría ¿No es cierto? Mi padre Soreku fue Inusaka antes que yo, y sin preguntarle sé perfectamente que él tampoco sabe nada de todo esto. Hasta el momento somos una jauría sin objetivos —miró a Yuzuki —Yo estaba en búsqueda de Inumura, quién ahora es la señorita Minami.

    Kato miró a a Yuzuki y negó ser atendido pero Yato se arrastró a ella para que le ayudara —Sé que esto ha de ser una reunión para ustedes; pero hay alguien cazándonos allá afuera —se giró hacia Matahachi —Matahachi; creo que es Yami junto a otros. No entiendo por qué.

    Kato avanzó hacia Matahachi y lo levantó de cuello de su ropa; le fue sencillo. Rei reaccionó al instante y obligó a Kato a soltarlo; este lo dejó libre ante la amenaza de Rei, no sin antes hacer su pregunta —¿Fuiste hijo de Seiji Tachibana?

    Sora levantó la vista hacia el muchacho.

    —Sabes, para ser enemigo de Gendo tienes las mismas maneras para llamar mi atención —dijo acomodando su ropa — Podemos hablar calmadamente sin que me amenaces, y tal vez sea después de someter a quién atacó a Yato. Dije someter, no matar; por favor.

    Rengo se acercó a Kohaku — Tengo mucho que contarte; pero no entiendo nada de lo que quiero contarte —pausó —Bueno, tal vez si tenga algo que puedo contarte que si entiendo, y al menos eso si es bueno.

    —Tiene novio — agregó Hayato mientras se acomodaba el cabello frente a su nuevo parche, luego lo señaló y le agradeció por el obsequio.

    Yato miraba a todos con preocupación, miró a Yuzuki —¿Por qué nadie parece preocupado de esta situación?

    Hashimoto le sonrió —De tanto terror sólo aprendes a reaccionar de manera más natural; no es que no nos preocupe, es que ya nos acostumbramos —se acercó después a Kohaku —Veo que ahora eres más como un río; claro, cristalino.

    Zireael
    Bruno TDF
    Gigi Blanche

    Pueden tirar un d20; 15 o superior descubren algo.
     
    Amelie ha tirado dados de 20 caras para Matahachi Total: 13 $dice
    • Fangirl Fangirl x 3
  16.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,276
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kohaku Ishikawa

    La respuesta de mi padre me hizo pensar que mi propia reacción, quizá, había sido algo dura. Tomé aire, lo solté despacio y relajé las facciones. Puede que Taiki hubiera cometido muchos errores en vida, pero las revelaciones de Omori habían sido un puntapié sobre el cual empezó a reflexionar.

    —Lo sé —murmuré, y conseguí dedicarle una pequeña sonrisa—. Te has estado esforzando y todo ha sido demasiado, lo sé. Gracias por escucharme, padre.

    Al reunirse los grupos, estaba entregándole el parche a Chiasa cuando el murmullo de Yuzuki me alcanzó desde un costado. No fue directo, podría no haberse referido a mí, pero al girar el rostro noté su mirada desencajada y esbocé una sonrisa, mezcla de calma y resignación. Le di unos golpecitos a mi parche con la punta del dedo y me encogí levemente de hombros.

    —Me pasó por tener ojos bonitos —bromeé, junto a una risa liviana, esperando si Amanozako reaccionaba en mi mente a la pequeña provocación.

    Había tenido algunos días para conocerla un poco mejor. La Opositora de los Cielos era mordaz y vanidosa, pero comenzaba a habituarme a su tono de voz, a su prepotencia y, también, a la integridad dentro de sus propios principios. No hablaba de la humanidad con absoluta indiferencia o desdén. De a ratos, la burla y la dulzura se entremezclaban y hacían eco de algo muy parecido a las emociones que reconocía en mí, en los demás.

    Mi sonrisa se ensanchó ante Ukita y desvié la mirada hacia Yuzuki al saber que ella había heredado la misión de Inari. ¿Habría ocurrido en las islas, tras nuestra partida? Pensé, también, en el pequeño zorro que acompañaba a Akihito.

    —Tendremos que hablar entre todos para establecer un plan de acción —convine con Ukita—. Seguramente podamos apoyarnos en nuestras misiones. De otro modo, los Dioses no nos habrían reunido. —Lo pensé unos segundos y hablé con mayor seriedad—. Byakko, ¿lo conoces? El Guardián de los Shijin, antaño fue un guerrero del Norte. Como tu padre, como mis ancestros.

    Iba a seguir hablando, pero entonces noté de soslayo que Kato se iba sobre Hachi y mi cuerpo se giró en redondo antes de procesarlo. Rei lo detuvo y la situación se calmó, y yo bajé la vista a mi mano. Descomprimí los dedos en torno a la empuñadura de la katana. Rengo se acercó desde el otro lado y le dediqué una sonrisa, forzándome a disolver aquel breve momento de tensión. Lo que dijo me arrancó una risa corta, divertida, y entonces Hayato... Lo miré, la sonrisa estática en mi rostro, y parpadeé. ¿Hmm? ¿Había dicho...? Espera.

    ¿N-novio...? ¿Con O?

    Al convencerme de que había oído bien regresé la vista a Rengo, completamente confundido. ¿Novio? ¿Se podía...? ¿Pero no era...? Espera, ¿eso significaba que...? Y a todo esto, ¿quién...?

    —Ah —murmuré, en un instante de iluminación.

    Tenía que ser Akihito, ¿cierto? Pasado un tiempo me di cuenta por fin que mi confusión podía ser grosera a ojos de Rengo y me apresuré por sonreírle, aunque... no fue muy convincente, ¿verdad? Ah, Cielos. Ya qué.

    —Rengo... —lo llamé en voz baja, dubitativo, y me armé de valor para buscar sus ojos—. Entonces, ¿te...? Quiero decir, ¿crees que te gustan... los chicos? O ya lo... ¿Ya lo sabías de antes?

    Era extraño, me costaba comprenderlo. No me refería a sus sentimientos, era más bien... ¿Por qué me sentía tan interpelado por la noticia? Para colmo, acabé pensando en Hachi, en el beso de Shima, su confesión en el barco, los problemas con Tomoe en la isla y... y él en general. ¿Era...? ¿Tenía sentido? Dioses, no entendía nada.

    En medio del lío mental, también se acercó Hashimoto. Sus palabras me ayudaron a calmarme y sonreí.

    —¿Lo dice porque ahora me parezco más a usted, señor? —bromeé.


    el gay panic, adoro
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  17.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    10,988
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Yuzuki Minami

    Que Kohaku reaccionara a mi murmullo me hizo terriblemente consciente de que había hablado, porque siquiera me di cuenta del todo de haberlo hecho, y por instante estuve cerca de sentir vergüenza por lo indiscreto y a la vez indirecto de mis palabras. No supe dónde meterme, por lo que recibí la calma y la resignación de su sonrisa, también noté que tocó su parche y lo escuché. El comentario me hizo fruncir ligeramente los labios, todavía angustiada y no supe bien qué palabras se me atoraron en la garganta. Seguí su camino hacia Ukita un poco más.

    Tardé un poco en darme cuenta de que lo que sentía se parecía a la ira, no hacia él, jamás de los jamases, sino hacia lo que fuese o quien fuese que le hubiese hecho daño así. Recordé cuando vi el brazo faltante de Takeda, de nuevo pensé en el ojo de Hayato, y en Hashimoto atravesando el pecho de Takano. Mi cuerpo recordaba el dolor de Kioto, bajo el filo de la katana que empuñaba Kuroki, pero no importaba lo suficiente. Lo que yo soportara era indiferente en comparación.

    —Sí, sí. También me alegra verte, Kato, es siempre un placer —apañé al aire en cuanto negó ser atendido, mi tono no cargó molestia en realidad, tampoco burla, fue más bien resignación.

    Creí escuchar mi nombre de perro en boca de Ukita, ante lo que asentí levemente, y volví a pensar en mi padre, en como su misión me había sido transferida. Había que ver en los lugares que terminaba por seguir lo que creía correcto, era casi ridículo en cierta manera. Mi padre se había abierto el vientre frente a Kato siguiendo lo que para él era la justicia, ¿hacía falta llevar todo a tales extremos?

    No sabíamos vivir de otra manera.

    Este hombre era un monstruo, para hacer el cuento muy muy corto, sabía que no se moriría por esas heridas, pero hubiese preferido dejarlo en meior estado precisamente porque algo había ocurrido con este grupo para dejarlos como estaban. De la manera que fuese, me enfoqué en atender el brazo de quien sí aceptaba mi ayuda en vez de desgastarme con Kato.

    —No tenías por qué moverte, habría ido contigo —dije mientras atendía la herida, concentrada.

    No me había pasado inadvertidas las demás cosas, el intercambio entre Matahachi y Hashimoto por ejemplo, la alegría de Hayato al recibir el parche ni cómo Kumo se había retirado, alejándose del grupo. Tampoco el espíritu del que no podía ser otro que el padre de Kohaku, otro resultado de las decisiones de Kuroki.

    —No levantes a las personas de esa manera —reprendí a Kato, molesta ahora sí, aunque ya los demás habían reaccionado y dudaba que a él le importara en lo más mínimo lo que yo dijera—. Ya lo dijo Ukita, somos una jauría y debemos comportarnos como tal. Idealmente sin atacarnos entre nosotros.

    Incluso en medio de todo eso Rengo se acercó a Ko para decirle que tenía cosas que contarle, cosas que no entendía, y pesqué la referencia a Aki en el acto. Lo que me hizo reír incluso en medio de la atención a Yato fue el comentario del pequeño Sugawara sobre el novio. Fue el primero en llamar a Aki así y me dio algo de ternura.

    —Un novio muy bonito, si se me permite el comentario —apañé un poco por la gracia, supuse que servía para aliviar el ambiente también.

    Desvié la vista de mi labor un momento, fue suficiente para notar la confusión en la mirada de Kohaku y entonces regresé la vista al brazo ajeno con una ligera sonrisa en los labios. Tal vez fuese el momento de Rengo de ayudar a otros con emociones complejas, ¿o no? La idea me pareció simpática pues me hacía ver con más claridad que Rengo ya no era un niño, como él mismo había apuntado. Tal vez mis conversaciones con él le sirvieran de referente.

    Sentí a Yato mirarme, por lo que separé la vista de su brazo una segunda vez para dedicarle una sonrisa algo cansada ya que atender su herida me había tomado más tiempo porque ahora sólo contaba con una mano, pero hacía lo mejor que podía. Su duda tenía sentido, pero también lo tenía la respuesta de Hashimoto, por lo que asentí y hablé un instante más tarde.

    —Estamos preocupados por esto y por muchísimas otras cosas, pero habiendo conocido el terror de tantas formas distintas... Reaccionas a él de manera diferente. No es agradable, no debería ocurrir, pero es lo que es y nos ayuda a sobrevivir. Puede que estemos adormecidos, pero si nos detuviéramos a sentir el dolor no podríamos levantarnos de nuevo. —Suspiré antes de seguir hablando—. Puedo lucir preocupada si eso te hace sentir mejor, pero que el médico se angustie te haría dudar de su capacidad para sanarte, ¿o no? Dices que hay alguien cazándolos. Pues habrá que invertir el juego... La jauría somos nosotros a fin de cuentas. Igual es algo que debemos acordar con todos, podrían ir poniéndonos al tanto ya que estamos.
     
    Última edición: 13 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 2
  18.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    saikoro-senso.png
     
    Amelie ha tirado dados de 50 caras para Daidoji Total: 3 $dice
    Amelie ha tirado dados de 50 caras para Rengo Total: 35 $dice
    • Espeluznante Espeluznante x 1
  19.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,316
    Pluma de
    Escritora
    Casa-comun.png
    [Matahachi; Kohaku; Tamura; Kumo; Rei]

    [Yato; Kato]
    [Yuzuki; Hayato; Togashi; Rengo; Hashimoto; Ukita]

    [Yurei: Taiki; Kozaemon; Sora]

    Taiki sonrió ante las palabras de su hijo sin responder; ya tendrían mejores momentos para conversar como hace algunas noches, recordar viejos momentos y reafirmar los nuevos.

    Ukita escuchó con la mirada paciente que lo distinguía del resto de los Minamoto, era un hombre mayor al resto de los que conocía como cercanos a Takeda, era un hombre reservado, no precisamente tímido; mantenía sus opiniones a raya y ejecutaba planes sin mucho esfuerzo; cómo plantar un rastro en la carreta de Matahachi y Rei —Cómo yo —inició diciendo con un orgullo que no se le solía escapar a alguien cómo él, en ese momento desacomodó por primera vez su cabello siempre impoluto — Fue Byakko quién inició la tradición del Gran Patriarca en Aomori; a la perla la conocíamos como la joya del tigre blanco y aquel que busque convertirse en líder de los emishi debe recuperarla de las montañas Hakkoda —afirmó — Existe una leyenda con los emishi; se dice que aquella persona que está dispuesta a caminar en tierra de kamis y tener las facultades para volver después de conocerlos, es merecedor de ser el líder de los hombres y mujeres del Norte. Pero para ello, los kamis deben darle a esta persona un obsequio, uno que deberá mostrarle a su pueblo, ese obsequio lo conocemos como Aisuaisacó la perla, una que Kohaku ya podía reconocer. Ukita la miraba recordando el duelo a muerte que tuvo que enfrentar para obtenerla.

    "¡QUE EL PALPITAR DE NUESTRO CORAZÓN NOS RECUERDE QUE ESTAMOS VIVOS!"

    —Con esta perla también obtuve dones; cómo seguramente tenemos los aquí reunidos. Debemos organizarnos y saber cuales son para saber aprovecharlos. Ya he convocado a Inuzuka e Inukawa, con ellos nos reuniremos los ocho —
    Culminó de decir Ukita mientras guardaba la perla que lo nombraba el Gran Patriarca de los Emishi. Ukita le sonrió y se separó al instante de que Rengo llegó a Kohaku.

    Cuándo Kohaku llamó a Rengo este se acercó; algo en él era distinto, no notaba su energía espiritual.

    Rengo afirmó a las palabras de Yuzuki y después volvió la vista a Kohaku —La verdad es que ahora amo todo —soltó una risa genuina— Pero puedo decirte que podría haber amado también a Akihito si él hubiera sido mujer, de ambas manera hubiera sonreído al verlo, de cualquier forma creo que habría llegado hasta él. Aki confía en mí; me ha cuidado tanto y protegido sin siquiera entender todo lo que va de la mano conmigo, sin darme cuenta me preparó un sitio al cual puedo llamar hogar. Estoy aquí hoy sin necesidad de querer huir de mis ahora responsabilidades; pero con una energía enorme de querer volver a él. Eso es amor ¿No es cierto?—suspiró y dejó que Kohaku hablara con Hashimoto. Al escucharlo soltó una risa a la par de Amanozako, sus carcajadas parecieron fusionarse, ambos burlones.

    Hashimoto sonrió — Podrán acortarnos la vista; pero eso no cambia la profundidad a la que podemos ver las cosas. La carencia no nos hace menos, nos hace cautelosos.

    —Ahora te puedo espantar del lado derecho y no me verás venir —agregó Rengo para después morderse el nudillo de su índice; como por instinto para dejar de hacer comentarios innecesarios.

    Yato le sonrió a Yuzuki —Muchas gracias por ayudarme —dijo tranquilizándose un poco.

    —Kohaku— interrumpió el espíritu de Sora señalando su ropa —Llevas algo contigo. Algo con energía espiritual —después miró a Rengo, sentía también esa energía; pero la fuente seguramente era irradiada por shi.

    —¿La perla? ¿Escamas?—preguntó Rengo.

    Antes de que pudiera responder; alguien irrumpió en la aquel sitio sin necesidad alguna de pasar desapercibido.

    —Tú tampoco eres Hoshi — dijo el visitante hacia Rengo, Kohaku y Yuzuki lo reconocían. Aquel que tomó la vida de Byakko; aquel que acompañaba a Gendo.

    0b8c18bca54ddb6dab01ce4e3ea38f7a.jpg

    —Daidoji — lo nombró Matahachi mientras Kato lo miraba mientras se preparaba para combate.

    —Matahachi; también tengo cuentas pendientes contigo, eso que hiciste en las mazmorras me humilló. No sabía que te encontraría mientras buscaba algo más, es un gusto hacerlo, así te obligaré a devolverme lo que me has robado.

    Matahachi no sabía de lo que Daidoji hablaba; pero era consciente de que él no había estado en las mazmorras —Tal vez pueda tener un intercambio contigo, no sé para que sirve lo que te he robado. Si me dices para que buscas a Hoshi, puedo devolverte lo que robé, me es inútil— Matahachi desconocía a qué objeto se refería. Pero Yuzuki lo había visto en las mazmorras en Kioto, un espejo de bronce.

    —Primero muéstramelo — ordenó Daidoji.

    —Eres un idiota al entrar aquí con tantos enemigos, te mataremos antes de que hagas algo — le advirtió Rei en un intento de no evidenciar el desconocimiento de Matahachi por aquel objeto.

    —¿En verdad crees que no estoy cubierto? —preguntó Daidoji con confianza para después mirar a Kato —Él aprendió eso de mal modo —después miró hacia Taiki y Kozaemon —Cómo me alegra verlos, de ese modo.

    Kozaemon no respondió a la burla pero Taiki se veía completamente lleno de ira —Traicionaron a Akishino. ¿Para qué quieren el Imperio si van a dejarlo morir de esta manera? — señaló el eclipse.

    —¿El eclipse? —sonrió — Me ha hecho más fuerte. ¿Crees que me importa algo más? —miró a Kohaku — Y a otros los ha debilitado —por último miró a Yuzuki — ¿Cómo va tu brazo? ¿Aún duele? —comenzó a reírse.

    —Cierra la boca —le advirtió Rengo desenvainando la katana que antes le perteneció a Hoshi.

    Daidoji lo miró sin dejar de reírse —¿O qué? ¿Vas a atacarme? Créeme que no te conviene; pregúntale al águila de Kamakura.

    Rengo miró por primera vez a su padre en todo el tiempo que llevaban allí reunidos; Kato también le miró —Yokai —Kato respondió.

    Rengo volvió a mirar a Daidoji y este afirmó complacido mientras Rengo volvía a guardar la katana.

    Daidoji miró a Yuzuki —Sabes, Gendo recuperó el dedo que le faltaba, lo tomó de tú mano —Y volvió a reírse con fuerza.

    Rengo se quitó la katana del obi y se la entregó a Kohaku; quien pudo notar que en ella colgaba un talismán de bloqueo de energía. Cuándo Rengo dejó aquella katana en manos de Kohaku, pudo notar la energía de Rengo fluir desbordantemente mientras un halo de luz platinada parecía iluminarlo; era una luz casi imperceptible; pero estaba allí; una luz que sólo él podía apreciar. Daidoji también pudo notar la energía de Rengo pues la risa se detuvo un poco antes de que Rengo lo atacara con shi sin que este pudiera detener el ataque. Daidoji seguía con vida; pero se notaba completamente sorprendido de que se hubiera atrevido a atacarle.

    Daidoji sonrió a pesar del dolor —Has cometido un grave error— dijo esperando una respuesta mientras Kato desenvainaba sus katanas; algo que obligó a la mayoría de los presentes a hacer lo mismo. Pero no sucedió nada.

    Daidoji miró a su alrededor confundido; pero al bajar su mirada entendió a que arma se había enfrentado. O mejor dicho, a qué Dios se estaba enfrentando.

    —Te advertí que cerraras tu maldita boca

    b34b004e29b18b7195dea38464ea10f4.jpg

    —¿El portador de shi?—preguntó confundido ante sobreponer una descripción física errónea que tenía de aquel chico.

    Rengo retiró rápidamente a shi para después mirar a Matahachi —Pueden interrogarlo. Los Yokai no nos atacarán; al menos ellos no son tan idiotas como él.

    Kato miró a Rengo y afirmó.

     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Impaktado Impaktado x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso