Lágrimas

Tema en 'Relatos' iniciado por Lionflute, 3 Septiembre 2014.

  1.  
    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
    Miembro desde:
    4 Marzo 2006
    Mensajes:
    682
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Lágrimas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2002
    Últimamente, sentarse en la ventana y ver el tiempo pasar es lo único que la mantiene viva. Ha dejado la mesa puesta para la once y espera a que llegue como siempre a las seis en punto. Desde hace meses que él se resiste a sentarse a la mesa para tomar el té juntos, pues no tiene tiempo para eso, mujer, que viene cansado del trabajo. Treinta y cuatro años de matrimonio y es así como pasan los meses. De todos modos al menos una vez por semana ella lo vuelve a intentar por si él llega a ceder. Al menos la últimas veces no ha sido tan severo. Las primeras veces simplemente era un “no tengo ganas” o un “vengo cansado, mujer, me voy a acostar”. Luego de eso vinieron un par de gritos de “¡la respuesta sigue siendo la misma!”, pero ante la insistencia, ahora prefiere el silencio. Le basta entrar a la casa y pasar derecho a la pieza a echarse y desde ahí comandar el hogar. Pero esta vez ella estaba segura de que él cedería, pues era su cumpleaños.

    Salió temprano a comprar un mantel nuevo para la ocasión, puesto que el que ya tenía estaba gastado por la indiferencia, por las tardes solitarias y desteñido por la inclemencia de un sol opaco, de modo que buscó el adecuado para la ocasión, uno de color morado fuerte como el jugo de moras maduras y puso esmero en comprar un jueguito de servilletas que combinaran, por que sé que ese color le gusta, pues lo usa hasta en las corbatas, y hoy todo tiene que ser perfecto para él. Fue luego a buscar el pastel que había encargado hace ya una semana, de milhojas como siempre lo pide, desde que lo conoce, desde que le decía palabras al oído que no ha escuchado de nadie más, desde los tiempos de las miradas calurosas y las citas por las noches, de la luna llena de sueños. Y el tiempo le sobró como para volver a ordenarle la casa para que la hallara lo mejor posible, porque todo tiene que estar perfecto.

    Mantel nuevo en la mesa y las servilletas dispuestas, el mejor juego de lozas para la ocasión, los cubiertos en su lugar y el pastel sobre la mesa.- No podría ser más perfecto- Pensó para sí misma. Abrió las cortinas para que entrara la luz y se dirigió a su cuarto para ponerse el mejor vestido que tenía, ese que le cubría hasta la edad y que él en alguna ocasión le había dicho que le gustaba, porque todo debía ser para él hoy y ningún detalle puede ser al azar. Se miró al espejo y lo imaginó acariciando su piel ya arrugada por el paso de los años y por ese mismo sol opaco que decoloró el mantel; lo imaginó besando su cuello y se dejó estremecer por el recuerdo, porque a pesar de tenerlo tan presente, no estaba segura de cuándo fue que lo sintió en realidad, porque le costaba definir esa línea entre realidad y esa ficción ya tan habituada. Ya vestida, se dispuso en una poltrona junto a la ventana, para ver el tiempo pasar y entonces sintió sonar el cerrojo de la puerta y lo vio entrar. Se sacudió los zapatos, avanzó por el pasillo hasta el comedor, miró la mesa en silencio, examinando minuciosamente cada lugar... y finalmente avanzó hasta el cuarto donde cerró la puerta. Ahí quedaron ella y el tiempo tras la ventana. Ni siquiera la sombra le miró.

    Las horas jugueteaban fuera de la casa mientras que dentro todo parecía detenido. Se volvió para contemplar la mesa desde la poltrona, con su mantelito morado impecable, el pastel sobre la mesa decorada con las servilletas haciendo juego, y entonces contuvo el rostro en una mueca apretada y áspera, una mueca a la que su cara ya no se resistía, a fuerza de costumbre y retornó su vista a la ventana, como si nada hubiese ocurrido. En eso estuvo un rato hasta que se levantó y se dirigió hacia un pequeño estante en el living desde donde sacó una botellita de vidrio aparentemente llena de agua y entonces pensó:

    -Es suficiente -

    Pensó mientras se alejaba del patio de aquella casa. Ya llevaba dos años completos de noviazgo y no podía dar crédito a sus oídos luego de escucharle diciendo lo que tanto temía. No le hacía sentido después de que tanto le costo ganarse su corazón, después de que lo rechazó tantas veces. “No, tengo algo que hacer”, “no, gracias, pero no eres mi tipo”, “ya estoy con alguien, lo siento”. Pero él nunca dio pie atrás y ella en silencio lo admiraba por eso. Y finalmente una tarde de otoño se entregó a sus brazos, convencida de que tanto esfuerzo merecía una recompensa. Pero ahora sólo una cosa resonaba en su cabeza: “Te fui infiel”. Luego de eso, no pudo entenderle nada entre tanto “lo siento” y “es mi culpa”. Simplemente no pudo soportarlo, y es que tenía que reunir fuerzas, porque las que pensaba que tenía se le fueron al piso en el momento que abrió la boca y lo que salió de ahí no fueron sus palabras, sino las de su subconsciente que se abrió paso y entonces se halló en la calle, rodeada de gente y tuvo que contener el llanto, tanto así que sintió que las lágrimas se le arrancarían por algún otro lugar donde encontraran camino.

    Y es que huir era necesario, porque después de haberse visto sin fuerzas, su cuerpo puso en marcha automática la ira y ahora se sentía irreconocible por la cantidad de barbaridades que se dijeron el uno al otro. Jamás pensó que todas esas cosas que alguna vez pensó decirle a alguien terminaría diciéndoselas a él, precisamente a él. Y cuando se notó víctima de su ira sólo le restaba huir, porque luego de perder el control de la boca se pierde el control de las manos, de una u otra manera, y no estaba dispuesta a dañarlo, aún cuando él le arrancara el corazón de un solo manotazo, ni estaba dispuesta a quererlo, aunque sus manos ya lo hubiesen querido tantas veces, y por un instante dos años parecieron ínfimos con el resto de vida que le esperaba sin él.

    La calle estaba repleta de gente y lo notó solamente en un golpe de realidad, luego de abstraerse de sus pensamientos, y todos iban y venían y vivían sus vidas, y escuchó sus voces, todas al mismo tiempo y ninguna a la vez, y vio sus rostros, todos con indiferencia e inexpresivos a su mirada, y de pronto el mundo era gris y entonces cerró los ojos y se sintió sola, pero menos sola que con los ojos abiertos entre la gente gris, y entonces, en su mente, intentó callar a la multitud entre sollozos mudos y en su cabeza apartarse del sol opaco de invierno.

    Ya en su cabeza, se dio cuenta que no tenía escape. Lo vio tendido en la playa en un día de verano a su lado y entonces la miró justo en los ojos y volvió a sentir el mismo escalofrío de entonces, pero el abrió la boca y al juzgar por sus labios, el mensaje era claro, “te amo”, pero ya no sonaba nada en sus recuerdos, porque le dejaba un sabor a mentira en la cabeza y entonces se le apretó el corazón por no poder escuchar esas palabras. Poco a poco se le fue desmoronando el recuerdo. Poco a poco la playa quedó más sola, hasta ser sólo ella y la luna. Y fue entonces cuando una mano en su hombro la distrajo.

    - ¿Te encuentras bien? ¡Respóndeme por favor!-

    Pero no iba a responder, no importa cuánto lo intentase.

    Resulta que la vecina venía para devolver unas ollas que le había prestado el día anterior, pero al tocar la puerta, pasó tiempo antes de que, al no abrirla nadie, el marido se impacientara y a gritos saliera de la alcoba, porque no sirves para nada mujer, que tengo que hacer estas cosas cuando sabes que vengo cansado del trabajo. Entre un refunfuño y otro se abotonaba la camisa y se volvía a poner los zapatos. Y entonces la ve ahí, tirada en mitad del living, con el vestido que él recordaba, le gustaba, y con su carita maquillada y radiante, pero sin expresion. Él, asustado por lo que vio, abrió la puerta para que la vecina también fuera testigo de semejante desgracia. Y ahora si que es su mujercita, su florcita querida, aunque no fuera el mismo discurso que le dio hace unas horas, y ayúdeme vecina, que no sé que hacer con esto, ayúdeme, se lo ruego, que usted sabe, que aún con lo nuestro, yo la necesito a ella.

    La vecina entró con las ollas a la cocina y las dejó por ahí y se detuvo a asimilar un poco lo sucedido, para luego dirigirse al living, no sin antes persignarse, porque es lo que se hace en estos casos. Lo primero que hace es intentar tomarle el pulso, pero es en vano. -Esta muerta, y no hay remedio, lo lamento tanto.- Le dice al marido mientras se vuelve a persignar ante el cuerpo de la infortunada difunta. Él cae de rodillas frente a la escena y avanzando en esta posición, la toma entre sus brazos y la llora desconsolado. La llora por no haberla sabido amar, por dejar escapar las promesas a la luna, la llora por no haberla llorado antes cuando la merecía, la aprieta sobre su cuerpo para sentirla más cerca y más lejos que nunca, porque aún muerta no puede sentirla suya como hace años atrás y entonces la llora más, porque habría deseado amarla dentro de lo posible, pero no la amaba, y no se dio cuenta hasta ahora, pero era demasiado tarde para amarla o para no hacerlo y entonces, entre lágrimas amargas, vislumbra algo en el piso: Una botellita de vidrio vacía. Al ver la cara sorprendida del esposo, la vecina le toca el hombro y le pregunta.

    -¿Todo bien?-

    Y terminó por borrarse la luna y se vio entre la gente gris, pero no estaba sola. Frente a ella había una señora bajita que la miraba con cara de preocupación. En principio, trató de evadirla, porque no le parecía correcto hablar de eso con una extraña, pero la dama fue imbuyéndola en confianza, como la que se le tiene a una madre, y de a poco fue capaz de contarle desde el patio de la casa hasta la playa y la luna. Aún después de esto, su rostro, aunque triste y abatido, lánguido de pena, no fue capaz de soltar una sola lágrima.

    La señora, que había vivido su vida en el campo, conocía remedios caseros para un sin fin de malestares, desde dolores de orgullo hasta traiciones de confianza, pero sabía que, aunque muchos aseguraban tenerlo, no había uno para soltar las penas o curar las heridas de amor, pero de todos modos se sentía en el deber de ayudar de alguna manera a esta jovencita de cara triste.

    - Mi niña- comienza a decirle- tengo algo para ti, aunque espero en mi corazón que no tengas que usarlo mucho en tu vida.-

    Del bolso que traía consigo sacó un paquete y se lo entregó a la vez que le tomaba sus manos.

    - Es todo lo que puedo ofrecerte. Servirá para calmar momentáneamente las penas, pero llegado el tiempo tienes que deshacerte de él, porque no las borra, y aunque te brindará alivio, será efímero, porque las penas, mi niña, se acumulan y poco a poco nos van vaciando por dentro-

    Le agradeció y la señora se despidió y se perdió entre el gentío. Luego de esto decide entonces abrir el regalo de la desconocida y dentro encontró dos cosas: Una botellita de vidrio y una nota.

    “Deposita aquí tus lágrimas”
     
    Última edición: 17 Noviembre 2015
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    ¡Tema movido y prefijo agregado!

    Por favor ubica tus escritos en una de las secciones correspondientes las historias de un solo capítulo van a historias terminadas, mientras que los long-fics van a historias en proceso, la lista de prefijos está en el tablón de anuncios, ayúdanos a mantener nuestro foro ordenado :D

    Saludos.
     
    Última edición: 3 Septiembre 2014
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Haengbok haja

    Haengbok haja Please save me tonight, me siento inmadura

    Libra
    Miembro desde:
    1 Marzo 2015
    Mensajes:
    62
    Pluma de
    Escritora
    Hola! Tengo que decir que tu historia es muy.... Interesante.


    Está buena, pero no le encontré mucho sentido, por ejemplo esto:

    De la nada misma, el hombre empezó a hablar; no usaste el guión largo (—) y lo mezclaste. Esto creo algo que se tiene que leer más de una vez porque sino uno se pierde y no entiende de que rayos habla.

    Otro ejemplo, es que no sé que rayos paso acá:

    A esto sinceramente no le veo el sentido en ningún lado; empezaste con una cosa y de golpe, pasaste a una absolutamente diferente, lo que hizo que me perdiera y no entendiera. Lo que te puse en negritas lo puse porque creo que no debe ir ahí. Tal vez después del de que está abajo (y si va abajo de ese, va con triple enter, para que se entienda de que pasaste a otra cosa) o arriba del de que está arriba de él.


    Otra cosa, me di cuenta que usas mucho la coma, pero muy poco el punto. Y que usas mucho la "y", te lo explicaré de otra manera para que entiendas:

    Si te lo puedo re-escribir:

    "luego de abstenerse de sus pensamientos, todos iban y venían, vivían sus vidas. Escuchó sus voces, todas al mismo tiempo y ninguna a la vez. Vio sus rostros, todos con indiferencia e inexpresivo en sus miradas. De pronto el mundo era gris, entonces cerró los ojos y se sintió sola."

    Así creo que sería mucho más fácil de entender.


    Me gustó, fue interesante leerlo, pero un tanto complejo.


    No tengo nada más que decir, así que nos leemos pronto. Espero que te haya servido mi comentario. c:
     
    Última edición: 12 Mayo 2015
  4.  
    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
    Miembro desde:
    4 Marzo 2006
    Mensajes:
    682
    Pluma de
    Escritor
    Hace ya tiempo quería pasarme a comentar esto y no me había dado el tiempo.

    Uno de los modelos referentes más grandes de lo que escribo es mi querido Julio Cortázar y varios de los recursos usados aquí son cosas que he visto en sus escritos (quizás con más eficacia, no soy quién para juzgarlo).

    El diálogo en medio de la narración va así tal cual, sin ningún otro mediante y es parte de la atmósfera que quiero darle al cuento, porque son más descripción del personaje que diálogo mismo (en un plano abstracto, claro).

    El paso del mundo interior al exterior en algunos escritos es incluso más fuerte. Aquí hasta traté de suavizarlo separando los párrafos, pero todo está en un orden cronológico secuencial (salvo por los claros cambios de historia que al final se unen).

    Respecto a las "Y"es seguidas, también es un recurso narrativo, algo de corriente de conciencia, que trata de imitar el pensamiento que no se detiene. Hay quienes son aún más drásticos y omiten toda puntuación.

    La apuesta es algo más vanguardista de lo habitual y por eso quizás un poco más difícil de entender. Bajo ninguna circunstancia quiero poner en duda tus conocimientos ni desmerecer tus comentarios, solamente justificar lo que puse a propósito en el escrito.

    Saludos!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Informativo Informativo x 1
Cargando...
Similar Threads - Lágrimas
  1. Ninfula

    Suspenso "Lágrimas"

    Respuestas:
    0
    Vistas:
    355
  2. Drop
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    410
  3. Rebellious Mind
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    396
  4. George Asai
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    547
  5. CarolineScarlet
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    427

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso