Historia larga Crónicas de una Maho Shoujo

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por George Asai, 19 Agosto 2015.

  1.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    No tengo mucho que decir, mi pana... la pelea fue bastante sangrienta sin llegar a ser desagradable a la imaginación. ¡Es una lástima ver como dos lindas chicas se descuarajingan! (Como diría Fernanfloo) xD

    Pero sí que me cautivó todo esto... esa Emily sí que tenía intenciones no solo de matar a Esme, sino de hacerlo de manera lenta y dolorosa. Si Esme se hubiera descuidado o titubeado medio segundo, seguro estira la pata .w.

    Y me imagino a Wendy viendo todo mientras come un quesidogo y una soda, gastando 45 pesos xD

    Pero igual... supongo que no será lo último que veremos de Emily/Magical Blade

    Espero hayas tenido una feliz navidad y que tu 2016 sea próspero e inspirador n_n
     
  2.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    Ok, me toca comentar.
    La pelea en general estuvo genial, si lo ves en el sentido de alguien que ama los combates, en mi opinion, estuvo muy bien, aunque no me hubiera gustado estar ahi jaja.
    Magical blade tiene sus razones, y sus metodos suenan simples, pero son poderosos, me encantaria verla junto a esme y wendy, seria el trio de amigas.
    Me gusto todo, pero la parte final, su mejor tecnica, me llamo mas la atencion.
    Ok, gracias por seguir subiendo mas de esme. Saludos
     
  3.  
    Aglicht

    Aglicht Usuario común

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    Por fin lo leí y quiero decir que la pelea me ha sorprendido, digo es la primer pelea muy en serio que leo a lo largo del fic, venga una pelea en que su oponente en verdad quiere y tendría la capacidad de matarle, pero por fortuna las habilidades natas de Esmeralda ayudaron, y el elemento sorpresa. Muy buena pelea :D

    Gracias! Ahora respecto a la pregunta 1 ¿Mi parte favorita? el ataque de reflejo :3 casi me lo imaginaba. Y esto es todo, nos vemos ^_^/
     
  4.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Título:
    Crónicas de una Maho Shoujo
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    51
     
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    Saludos, gente, traigo la conclusión de este arco argumental, espero les guste, primera historia del 2016 :3



    Historia 15: Una charla


    Emily no pudo creer lo que pasó, a pesar de poner todo su entrenamiento y experiencia en la batalla terminó perdiendo ante una rival superior. Esmeralda le dio la mano como símbolo de respeto, quería terminar asperezas con ella, pues nunca le gustó terminar mal con las personas. No era diferente a la hipocresía, después de todo, Esmeralda le rompió varios huesos del cuerpo.


    —¿Estás bien, Emily? —La joven de cabellos negros rechazó el apoyo que su rival ofreció, posteriormente se colocó los lentes nuevamente y luchó para reincorporarse.


    —Es imposible, ¿cómo pude perder ante ti?, una cabeza dura incapaz de percibir la realidad que la rodea. No lo entiendo, simplemente no puedo entenderlo.


    —Oye, mal perdedora, ya deja de quejarte y acepta tu derrota. Estoy cansada de tus lloriqueos, deberías ponerte a pensar en los demás alguna vez. —Wendy trató de regañarla, a pesar de no tener muchos argumentos realmente buscó ayudarla a su manera, por desgracia, Emily no le hizo caso, de hecho la ignoró de manera monumental, ya que ni siquiera volteó a ver a su dirección.


    No fue una falta de educación ni nada, para Emily, Wendy no existía y tampoco era necesario involucrarla. Esmeralda se agachó debido al dolor en su pierna, aún con el hechizo de regeneración la curación en sí iba a tardar algunas semanas.


    —Supongo que no podemos ser amigas, es una pena, Emily, yo en verdad quería ser amiga tuya. Vamos, ¿por qué sientes ese odio por mí?, ya has visto que la violencia no resuelve nada. Utilicé una técnica mortal contigo, pude haberte matado para salvar más vidas, después de todo, un héroe no pone valor a las vidas. Para un justiciero es la cantidad de vidas salvadas lo que realmente importa, en cuanto tú decides darle un valor dejas de ser un héroe y te conviertes en un verdugo. Yo lo soy, salvo a la gente que quiero salvar, a las personas buenas con buen corazón que desean la felicidad.


    Esmeralda tenía razón, para ser precisos, su pensamiento era una combinación entre juez y héroe, ya que le daba un valor a las personas que la rodeaban. Porque las chicas mágicas eran sinónimo de esperanza, de valor y por supuesto, amor por la vida.


    Sus trajes coloridos reflejaban la inocencia en medio de un mundo oscuro, donde el mal podía hacer de las suyas, no obstante, las chicas mágicas no juzgaban las vidas, tampoco las salvaban como tal, simplemente ofrecían una alternativa para continuar sonriendo.


    —¿Darle valor a las vidas?, ¿de qué hablas? —Emily no comprendió nada, sus ojos por un momento perdieron brillo y se apagaron lentamente.


    —Vamos a dar un ejemplo, imagina que hay cien secuestradores y veinte rehenes, entonces te lanzas a la batalla y matas a los cien secuestradores porque son malvados. Muy bien, mataste a cien personas para salvar veinte, cuando haces un conteo de los hechos llegarás a la conclusión de que la única asesina eres tú. Las cien personas a lo mejor hacían eso por algún motivo, quizá los rehenes no eran tan inocentes como parecían en un principio, no obstante, ellos tenían familia también, pongamos a cuatro o cinco más. Al final, hiciste infeliz a mucha gente solo por veinte rehenes, pero todavía no terminamos, si eres una heroína de la justicia deberías centrarte siempre en el concepto correcto de justicia. Hacer lo correcto aún si eso significa destruir tu vida o la de algún ser amado, incluso si no tienes a nadie ahora eventualmente vas a enamorarte, después de todo, solo un imbécil diría que el amor no existe, ¿podrás sacrificar tu felicidad cuando llegue el momento?, tú que has vivido sola todo este tiempo. Estás viviendo de una forma muy autodestructiva, vas a morir de tristeza si continuas salvando a la gente, mejor sé como yo, ayudemos a las personas a ser mejores para que haya menos dolor. No vas a soportarlo, nadie podría hacerlo, por eso no hay héroes allá afuera.


    Las palabras de Esmeralda destrozaron la filosofía de Emily, ella se encerró en ese pensamiento para no caer en la desesperación ni la locura con la muerte de sus padres. Emily abrió su boca lentamente, quería expresarse y contrarrestar su argumento, sin embargo, no había nada que decir. De hecho, ¿qué podría decirle?


    —Yo nunca aceptaré tus palabras, ¡nunca!, de aceptarlas significaría que mi forma de vida ha sido una mentira inferior. —Emily por fin pudo ponerse de pie, posteriormente dio unos pasos hacia atrás mientras negaba con su cabeza.


    —Solo queremos ayudarte, haz caso a lo que dice Esmeralda. —Wendy volvió a interactuar con ella, pero nuevamente su idiotez volvió a jugarle una mala pasada. Esmeralda levantó su mano diestra para detener a su amiga de seguir hablando, Emily yacía en un estado muy frágil, además cualquier comentario podría romperle la mente.


    —Significa que todo lo que he hecho no tiene sentido, ¿cómo es posible?, no quiero creerlo, no debo creerlo. Además, yo soy una heroína de la justicia, no una persona, ¡podré soportar el dolor! —gritó Emily, Esmeralda soltó un suspiro lleno de resignación, entonces llevó sus manos a las caderas y negó repetidas veces con la cabeza.


    —No lo harás, estás ocultando tu dolor en una faceta irreconocible, no sabes lo que quieres o hacia donde vas. Olvida ser una heroína y conviértete en mi amiga, yo sé que lo deseas, una vida normal, sonreír con los demás y esforzarte en cosas inútiles, vamos, ven conmigo…


    Emily recordó las palabras de su madre, aquella maldición que terminó por destruir su fe en la humanidad: “Los humanos son mierda”, menuda afirmación más triste, si no hubiese dicho esas palabras, Emily habría tomado la mano de Esmeralda sin rechistar, aceptando sus errores y por fin liberándose de las sombras del pasado.


    Pero era inútil, aceptar la bondad de Esmeralda significaba desechar el legado de sus padres, a pesar de ser la decisión correcta no quería perder ante una ideología menos dura. La chica desvió su semblante hacia otro lado, posteriormente comenzó a caminar en reversa para no tener que encarar a las dos jovencitas.


    —No puedo aceptar tu amabilidad, lo siento. —Emily se fue cojeando, en seguida llevó su mano diestra directo a su abdomen y costillas cercanas, el dolor le punzaba terriblemente, de hecho a medio camino terminó por arrodillarse. La noche oscura cayó sobre la ciudad, Emily llegó a un parque abandonado, el mismo que hace algunos años era un lugar lleno de vida y con muchas sonrisas.


    Las pocas estrellas que se apreciaban en el cielo nocturno brindaban una vista relativamente buena, el escaso alumbrado público ayudó a que las estrellas tuviesen un brillo más intenso. En fin, Magical Blade trató de no pensar en la pelea, simplemente dio unos pasos hasta llegar a una caja de arena.


    Emily sintió una sensación familiar, algo que según ella desapareció el día en que se unió a los cazadores. Un nudo se formó en su garganta, la antesala para iniciar el llanto poco a poco ganaba fuerza, aún así, ella trató de contener dicho sentimiento en lo más profundo de su corazón.


    Llorar no servía para nada, ella lo comprobó tras la muerte de su madre, en vez de buscar alivio en medio del dolor se debería tener la fuerza para afrontar nuevos desafíos. Una mentalidad algo dura, pero eficiente.


    Por desgracia, a Emily no le quedaba nada, su forma de vida había sido aplastada por alguien más fuerte, por más que odiase admitirlo no podía evadir la realidad por siempre. Si, aquí definitivamente no existía ningún error… Esmeralda de la Luz era mucho más fuerte.


    —Mierda, mierda… ¿Tan bajo he caído? —susurró Emily, la chica se vio a sí misma frente a un espejo en el baño publico del parque, sus ropas yacían rasgadas y las heridas sangrantes todavía continuaban produciéndole dolor, la única parte de su atuendo intacta eran los lentes que se quitó antes de empezar la pelea.


    Emily quería llorar, descargar su frustración como una niña pequeña que no tuvo el permiso de su madre para salir a jugar. No obstante, hacerlo significaría darle la razón a Esmeralda, porque llorar era cosa de humanos, no de héroes.


    Después de todo, un héroe es aquel que puede cargar con el mundo entero sin dejar de sonreír, una figura casi divina, carente de humanidad y rozando la perfección numérica. Los héroes no podían amar, no debían de hacerlo, ellos dedicaban su vida al bienestar ajeno, como máquinas sin capacidad de procesamiento automático.


    —¿Estás bien? —Una voz desconocida llamó a la chica por detrás, era Ryo Yamamoto, el estudiante de intercambio e ídolo escolar, que él decidiera dar un paseo a esas horas y por dicho lugar debió ser una coincidencia del destino, un encuentro que estaba destinado a pasar.


    —Que importa cómo esté —respondió Emily un tanto molesta, Ryo sonrió mientras se quitó la chaqueta que llevaba puesta, posteriormente se la colocó a Emily.


    —A mí me importa, vamos, no puedes caminar por ahí con esas heridas, ¿te pasó algo?, ¿quieres ver a un médico? —La muestra de amabilidad fue un poco extraña, Emily no sintió ninguna muestra de hostilidad, tampoco malas intenciones por parte del muchacho. La jovencita estaba en su punto más bajo, deseaba hablarle de todo, sacar la frustración que cargaba consigo su corazón.


    —Sí me pasó algo, pero no puedo decirte, no lo comprenderías.


    —Podría intentarlo, últimamente he visto muchas cosas locas, de hecho hace poco conocí a dos chicas mágicas en la escuela, prometí no revelar su identidad y todo, pero en verdad me sorprendió ver que existían personas así. —Ryo volvió a sonreír, en su memoria yacía los rostros de Esmeralda y Wendy durante el incidente de los falsos recuerdos, también las vio pelear en la calle en días recientes contra monstruos feos y ese tipo de cosas.


    —¿Chicas mágicas?, supongo que conociste a Magical Blade y a Magical Fénix.


    —Sí, ¿tú las conoces? —cuestionó Ryo.


    —Se podría decir que yo soy parecida a ellas, pero al mismo tiempo muy diferente. No tiene sentido que te lo diga. —Emily caminó torpemente hasta un columpio, ahí la chica se acomodó suavemente para no dañar sus costillas.


    —Ya veo, te hiciste esas heridas en una pelea, ¿segura qué no quieres mi ayuda para curarte? —Ryo volvió a insistir con buena intención, al chico le preocupaba tener a una joven mujer de su edad herida por las calles, ya que cualquiera podría aprovecharse de ella. Claro, ni él ni los abusadores contaban con sus habilidades… Incluso en su estado actual Emily era capaz de golpear ladrones normales.


    —Tranquilo, e-estoy bien… —respondió Emily, las lágrimas seguían acumulándose en su garganta —. Bueno, en verdad no estoy bien, estoy confundida y no sé qué hacer.


    —Quizá pueda escucharte, puedo ver que tienes muchas ganas de hablar, además, no conozco bien el mundo donde tú vives, pero haré el intento de comprenderte. Soy solo un extraño, no tienes que preocuparte de lo que piense de ti, tampoco necesitas contarme todo, simplemente habla. —Ryo tomó asiento en el columpio de a lado, en seguida empezó a columpiarse sin hacer mucho ruido.


    Por primera vez en muchos años Emily habló de su pasado, del asalto en Ciudad Juárez, la locura de su padre, el entrenamiento con los cazadores y su ideología justiciera. Fue una charla enorme, duró cerca de media hora contando cada hecho de manera resumida, hasta que finalmente tocó el tema de Esmeralda.


    Fue ahí donde Emily hizo una pausa a su relato.


    —Seguro piensas que es una locura, pero todo lo que he dicho es verdad.


    —No lo dudo, tu historia es demasiado convincente para ser una mentira, entonces si mi intuición no me falla te hiciste esas heridas peleando con Esmeralda, ¿no es así?


    —También conoces la identidad de esas dos chicas mágicas, me has ahorrado el trabajo de explicarlo. En fin, creí que ser una heroína era castigar a los malos, pero ya no estoy segura de eso, ¿qué puedo hacer?, ¿debo renunciar a la única vida qué conozco?, ¿o renunciar a ello para vivir una vida normal? —Emily estaba en un punto clave, la respuesta de Ryo resultaría vital para su decisión, aún así, el joven no tenía que lidiar con tal responsabilidad. Ryo pensó por un momento, a diferencia de otras personas él mantenía una postura muy positiva de la vida.


    Bueno, en realidad era ignorancia, no saber que existe el mal es una buena forma de eliminarlo. Él no vivió las grandes masacres que Emily presenció durante su entrenamiento, por lo tanto, una diferencia de opiniones era bastante normal. Aún así, la joven cazadora yacía débil mentalmente, su razonamiento podía destrozarse con una sola palabra y Yamamoto comprendió la gravedad de la situación.


    ¿Cómo podía responderle?


    Una chica que perdió su inocencia en poco tiempo, alguien cuya vida carecía de valor alguno. Para los cazadores no significaría gran cosa perderla, ellos reclutaban por todo el mundo y en algún lugar de este vasto planeta se encontraba alguien mejor que Emily. Su vida era reemplazable, nadie lloraría su muerte ni tendría recuerdos felices con ella.


    Sí, definitivamente no había error…


    Magical Blade era innecesaria a los ojos de todos, lo único que justificaba su existencia consistía en el combate, castigar a los villanos le daba un arquetipo, el de heroína, de ese modo ella ganó un propósito y también forjó un sentido de identidad. Renunciar a su propia identidad de “heroína” significaría dejar de vivir, convertirse en un fantasma sin ningún rumbo.


    Claro, podría decirle una linda mentira, que todo iba a estar bien, ofrecerle la mano para brindarle calor y protección. Ryo creyó por un instante que esa era la respuesta a su predicamento, por desgracia volvió a ver a Emily, sus ojos vacíos y tajantes no encajarían en la sociedad. Una persona que se entrenó para matar no podía volver a vivir una vida normal, los veteranos de guerra y soldados retirados fueron muestra de ello. No obstante, existían casos de viejos guerreros arrepentidos que encontraron el perdón con el paso de los años.


    ¿Emily era una de esas pocas almas afortunadas?


    Yamamoto Ryo suspiró, sin saber que decirle tomó aire en sus pulmones y alistó su lengua.


    —No tienes porque encasillarte a ti misma en un solo concepto, los humanos somos seres cambiantes, además yo creo que eres muy capaz de cambiar. Pero tengo otro dato que darte, ¿qué significa para ti ser una heroína?, ¿cuál es la diferencia entre una chica mágica y tú? —Ryo dejó de columpiarse por un instante, posteriormente miró a su acompañante directo a los ojos sin sacar el semblante de encima.


    —Ser una heroína es proteger a las personas buenas de las malas y eliminar de raíz el mal, no creo en las segundas oportunidades, yo nunca se las di a mis víctimas. Si ellos murieron de ese modo yo no puedo simplemente darles la espalda y ser alguien normal otra vez, ¿qué tal si uno de los criminales o malvados que maté realmente quería cambiar?, ya no lo sé, ejecutar a los villanos es mi único talento.


    —Son cosas demasiado fuertes, ¿en verdad nunca has leído un manga en paz?, o visto una película tranquilamente durante las tardes. Eso es lo que hacemos las personas comunes, tú también lo viviste incluso en la pobreza, sonreír por un chiste insignificante o salir a comprar tortillas como ustedes mexicanos lo hacen. Creo que comprendo tu punto, no sientes que merezcas esos placeres otra vez y siendo sincero, como una heroína no los merecerías. Sin embargo, yo creo que si vuelves a ser una chica normal nadie te juzgará, ni siquiera Esmeralda o Wendy.


    —¿Nadie me juzgará? —susurró Emily.


    —Nadie tiene el derecho de hacerlo, todos tenemos cosas que es mejor no contar.


    —Suena demasiado conveniente para ser verdad, en cierto modo desearía hacerlo, pero no puedo dejar lo que tanto me ha costado crear. Mi identidad como Magical Blade, además, no sé si la vida de estudiante me gustará. —Emily trató de impulsarse con sus pies, al hacerlo el columpio lentamente se movió más rápido, por primera vez en muchos años el tono de su voz dejó de ser tan fuerte y se suavizó.


    —Creo que hace tiempo fuiste una persona bondadosa y no quieres que nadie vuelva a sufrir lo mismo que pasaste. No está mal, si quieres ser una heroína entonces dedica tu vida a ello, lucha por el sueño que tanto has buscado y no te preocupes por lo demás. —Ryo susurró con amabilidad, entonces le dedicó una sonrisa tranquila y finalmente se levantó del columpio —. Ser una heroína o una chica normal, al final la decisión es tuya, confío en que tomarás la elección correcta sin duda alguna.


    —Gracias por haberme escuchado, por cierto, ¿cómo te llamas?, yo soy Emily…


    —Ryo Yamamoto, un desconocido que caminaba por acá.


    —No sé si fue una coincidencia haberme topado contigo, pero fuiste de gran ayuda.


    —No hice mucho, realmente, solo escuchar y darte un consejo basado en mi opinión. Si eliges ser una heroína te deseo la mejor de las suertes combatiendo al mal, pero si prefieres ser solo “Emily” búscame en la escuela y podremos ser amigos, la decisión es tuya.


    —Claro que sí. —Y de esa forma la conversación terminó, Ryo caminó junto a Emily hasta la salida del parque, no dijeron nada más pues ya habían dicho todo lo que debían decir. Soltar una palabra más resultaría innecesario, Ryo no deseaba involucrarse con ella y Emily pensó algo parecido.


    Los dos se dieron un último vistazo antes de partir en diferentes direcciones, Ryo recordaría por siempre el encuentro que tuvo con Magical Blade, fue quizá la experiencia más sobrenatural de su vida. Por otro lado, la conversación con Yamamoto Ryo fue una salvación espiritual para Emily, de no habérselo topado habría muerto de tristeza, como una muñeca sin alma, carente de algún objetivo propio.


    ¿Qué decisión tomó Emily?, ¿luchar por la justicia o por ella misma?


    La respuesta no era relevante en este momento.


    Fin de la historia 15


    Y con esto termina el arco argumental, ahora van las preguntas de siempre.

    1- ¿Cuál fue tu opinión del capítulo?

    2- ¿Qué piensas de este arco argumental?

    3- ¿Cuál decisión crees qué sea la correcta para Emily?

    Nos vemos en la siguiente historia =)
     
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  5.  
    J.Nathan Spears

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    Este capi, si bien fue casi 100% diálogo, pues no se me hizo aburrido. Es más, es interesante ver que ahora Emily podría cambiar su rumbo luego de tanta mierda

    La lógica de Esme es... sublime :D

    Y Wendy... lástima que fue ignorada xD. Por dentro quiere golpear a alguien al parecer. Eso si no tiene otro quesidogo a mano xD

    Como sea, buen trabajo :D
     
  6.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    Que capitulo tan tranquilo, hasta me hizo sentir bien :3
    Los argumentos de todos son buenos en cierto punto, claro que esme es la que tiene el mayor puntaje en bien comun, pero aun asi no todo deberia ser como ella dice. Si hiciera unamezcla entre esme, ryo y emily (muy poco porcentaje de ella) probablemente seria mi personalidad.
    Obviamente la decision para emily es buscar otro camino, si su pasado era matar, su camino (si desea cambiar) seria lo contrario, ayudar, no con asesinatos.
    Bueno, espero el otro capitulo :3
     
  7.  
    Fushimi Natsu

    Fushimi Natsu Fanático

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    Y al fin me he puesto al día con la historia.
    1) Por empezar, este capítulo ha sido mi favorito. La pelea acabó a favor de Esme (aunque no perdono que Wendy quedase tan desplazada) y este momento crucial sobre los destinos de cada quien me pareció mucho más interesante.
    2) Lo grandioso de esta historia es la cantidad de puntos de vista que ofrece. Cada personaje (ya sea héroe, villano o antihéroe) tiene su propio modo de ver el mundo y eso es lo que trae conflictos para la trama. Y creo que este ha sido el debate más extremo en el que han participado las Magical Girls.
    3) Aunque yo quisiera que Emily tuviese una segunda oportunidad, le sería imposible. Ser un asesino (por más que tus acciones sean justificadas) no puede olvidarse y viviría con ese tormento por el resto de su vida... Ojalá tuviese un final feliz, pero dudo lo consiga :(
     
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  8.  
    Marie Alborán

    Marie Alborán Luna del Desierto

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    Hola senpai, ya extrañaba leerte <3

    Bueno, creo que para empezar ya me he acostumbrado a tu forma de narrar, me parte de risa y al mismo tiempo me tiene entretenida!! Que te puedo decir, nada más no me he quedado conforme con el pasado de Emily, para ser sincera siento que le faltó algo, digo, al fin y al cabo es un fanfic pero no me gustó que de la nada la chica decidiera hacerse una "Light Yagami" así de la nada, me hubiera creído mejor si hubiera sido secuestrada y entrenada a la fuerza con algun lavado de cerebro o que se yo xD pero bueno, aquí el escritor eres tú pero es sólo una humilde opinión. En fin, el resto del arco argumental me encantó, aunque he de admitir que Magical blade si se llevó una lección, lejos de ser un personaje podrido, es más complejo y nunca lo sentí fuera de lugar. Esme, mis respetos, tú ya conoces al personaje, es literal un ser divino y que la verdad se convirtió en la otra cara de la moneda, la verdad siempre me ha gustado como haces que evolucione un personaje, la verdad me fascina y eso nunca lo he dudado, lamentablemente hacer cambiar la opinión de alguien que no quiere cambiar es como echarle perfume a algo que ya está apestoso *ignora mi analogía* xD pero a final de cuentas yo creo que Emily si va a recapacitar, ya le hace falta *Quiero que la emparejes con Ryo, quiero un hombre así* y bueno, la verdad creo que valió la pena haberme tardado para leerte, la verdad me llevé un buen sabor de boca hasta este momento. Sabes que te leo tarde, pero te leo :)

    ¡Saludos senpai! :D
     
  9.  
    Aglicht

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    Vaya, Emily tocando fondo y Ryo ayudándole a abrir los ojos inconscientemente ¿qué pasará?
    Bueno eso sólo tú lo sabes xD, contestando a las preguntas, pienso que... Bueno es lógico apoyar los puntos de Esmeralda y Ryo, después de todo es "lo correcto". Tengo que admitir que me gusta como pusiste a Emily y su forma de exterminar; y sobre qué camino debería elegir, creo que debe replantearse tal y como dijo Ryo, lo que significa ser heroína y quizá darle otro significado. Aunque sería genial verla feliz como chica normal, pienso que se perdería una buena guerrera/exterminadora xD

    Y sí también apoyaría el Ryo/Emily pero tú sabes lo que harás con tu obra, así que suerte y gracias n.n
     
  10.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Bueno, tras el final del arco de Emily nuevamente vienen arcos argumentales nuevos :3 vamos a empezar el año con uno bien pro :3



    Historia 16: Lesionada


    Esmeralda de la Luz se levantó con dolores en todo el cuerpo, la batalla contra Magical Blade le costó más de lo que pensó y por ende, las heridas en su humanidad no se hicieron esperar. La chica se dirigió al espejo para verse a sí misma y revisar los daños, en primer lugar tenía una herida horrible en el abdomen que ya estaba totalmente vendada, su rostro estaba cubierto de moretones y en su frente yacía una venda.


    Aún así, la herida más terrible se encontraba en su pierna derecha, a pesar de estar vendada y tratada con hechicería médica todavía no era usable del todo. Por ende, tuvo que usar una muleta retráctil que Wendy consiguió prestada en la enfermería escolar.


    —Rayos, me veo muy mal —comentó en silencio, tras guardar la muleta prosiguió a sentarse en su comedor y desayunar dos enormes huevos con jamón. Tras devorar sus alimentos de una forma poco agraciada (Esme-chan come muy gracioso), caminó hacia la intersección con su molestoso aparato para desplazarse.


    —¿Esmeralda?, ¡qué te pasó! —Pablo Casanova llegó al punto de encuentro, Esmeralda por un momento se quedó sin palabras, ¿cómo podía explicar esas heridas?, decirle que fue un asalto era relativamente tonto, ya que traía raspaduras y heridas dignas de un golpe por coche.


    ¿Golpe por coche?


    ¡Eso era lo que buscaba!


    —A-Ayer me atropelló un coche camino a casa y salí volando hacia la banqueta. No me pasó nada grave, pero mi pierna golpeó el piso muy fuerte y ahora no puedo usarla por unos días. —Pablo Casanova abrió sus ojos en par, al hacerlo nuestra protagonista pudo notar cómo se cristalizaban poco a poco, sin llegar al llanto.


    —Oye, eso es serio, ¿estás bien?, ¿puedes caminar a la escuela?


    —Sí, tranquilo que no me pegué en la cabeza ni nada.


    —Pero tienes todas esas vendas en el cráneo, ¿seguro no te pasó nada? —Pablo insistió, algo raro en él ya que nunca se preocupaba por los demás. De hecho, el verlo tan asustado e inquisitivo con su salud fue una novedad de su parte y un gesto que hizo feliz a Esmeralda. Sus palabras en verdad mostraban un lado amable que nadie había visto en él.


    —Relájate, Pablo, si me di unos golpecitos pero estoy bien y mi vida no corre peligro alguno. Anda, ¿confías en mí? —Esmeralda sonrió para tratar de calmarlo, aún así el chico mostró un leve rubor que le hizo apartar la mirada durante unos instantes.


    —Es que n-n-n-no qui-quiero que te pase nada…—susurró apenadísimo, el muchacho se quedó sin palabras, sus mejillas se volvieron tan rojas como el color de su cabello y para colmo, tartamudeaba muy gracioso. Se veía adorable, Esmeralda no pudo evitar sonreír más cuando vio a su querido amigo preocupado por ella.


    —Mira, todo está bien. —Esmeralda expandió su muleta retráctil y dio unos pasos con ella. Por desgracia, todavía no dominaba el arte de caminar usando dicho artefacto y en un mal paso acabó por resbalarse hacia atrás —. ¡Ah! —exclamó.


    —¡Cuidado! —Y como si fuese un manga shoujo, Pablo Casanova atrapó a Esmeralda justo antes de que impactase con el suelo, sus brazos rodearon suavemente a la chica tomándola de la cintura. Una postura bastante comprometedora, que provocó un rubor impresionante en las mejillas de ambos —. Veo que todavía tienes problemas con esa muleta —comentó el muchacho para romper el hielo.


    —Sí, es un poco difícil…—Esmeralda iba a decir: “Ya puedes soltarme”, pero esas palabras jamás salieron de su boca, en vez de ello decidió permanecer callada para ahorrarse la vergüenza de mencionar el incidente. Pablo Casanova tampoco dijo nada, lentamente fue soltando a Esmeralda hasta acomodarla de pie junto a su muleta.


    —¿Estás bien? —cuestionó muy apenado, su tono de voz se ablandó tanto que apenas era reconocible.


    —S-Sí, gracias por atraparme, es la primera vez que uso muletas. —Pablo miró al artefacto de apoyo y luego elevó su mano hacia el frente.


    —Oye, ¿me dejas ver la muleta?, puedes recargarte en mi hombro.


    —Claro. —Esmeralda obedeció sin rechistar, Casanova miró a la muleta moderna ya que se podía guardar en el bolsillo como si fuese un tripie en miniatura. Pablo guardó el objeto en su bolsillo, posteriormente volvió a cargar a Esmeralda como si fuese una princesa o novia recién casada, es decir, en brazos.


    —Yo te llevaré a la escuela, estoy seguro que te darás un buen porrazo si te dejo ir en esa muleta. —Pablo habló con determinación, incluso los rubores en su rostro y nervios disonantes no fueron excusa para mermar sus buenas intenciones, por el contrario Esmeralda sí protestó un poquito ya que trató de bajarse al arquear su cuerpo sin mucho éxito.


    —¿Eh?, n-no es necesario, yo puedo caminar sola…—susurró, sin embargo a ella le gustaba muchísimo ser cargada de esa forma —. Me da mucha pena que me vean…


    —Entonces hagamos esto, voy a cargarte camino a la escuela y al llegar te bajaré, así solo tendrás que caminar al salón, ¿te parece?


    —Ok, hagamos eso —respondió resignada, durante el trayecto fueron víctimas de chiflidos por parte de algunos transeúntes, también las señoras de mediana edad dijeron cosas como: “Ay, que lindos” entre otras cursilerías. Por fortuna ningún compañero los vio, de lo contrario la noticia sería un BOOM entre los chismes de pasillo.


    Pablo Casanova estaba feliz, ayudar a las personas era algo nuevo para él ya que nunca pensó en nadie más. Su egoísmo y arrogancia le impedían hacer buenas acciones para los demás, aún así, durante el trayecto pudo sonreír de oreja a oreja e incluso daba algunas risitas que lo hacían ver todavía más inofensivo.


    Ni siquiera Esmeralda pudo entender el cambio del muchacho, ¿qué pasó con el chico rudo qué conoció?, ¿a dónde se había ido el llanero solitario?, analizándolo de esa forma no parecía la misma persona. Mientras Esmeralda reflexionaba un dolor punzante golpeó su cabeza, en seguida vio como los automóviles se duplicaban y también un zumbido fastidioso salió de sus oídos.


    —¿Te sientes bien? —preguntó Pablo.


    —Sí —mintió Esmeralda, la pelea de ayer le produjo mareos significativos por la pérdida de sangre, según el libro de hechizos los daños de la pelea tardarían un rato en sanar, por lo tanto, muchas secuelas todavía estaban dentro de ella. Aparte de los mareos y zumbidos, Esmeralda también tenía una enfermedad mágica llamada: “Sobrecalentamiento de cerebro”, dicho mal consistía en el desgaste de las neuronas por el uso excesivo de hechizos improvisados durante un corto lapso de tiempo. Los síntomas, además del mareo, eran: Anomalías en la hechicería, incapacidad de transformación, desgaste de la vista y lo más peligroso (pero no letal) sangrado por la nariz y orejas.


    —De acuerdo, pero si te sientes mal ve a la enfermería. —Pablo bajó a Esmeralda suavemente a pocos metros del instituto, luego le entregó la muleta retráctil y de inmediato ingresaron al recinto. Las personas vieron a Esmeralda con curiosidad, después de todo, cuando un estudiante llegaba con yesos o vendas siempre llamaba la atención por el puro morbo.


    Algunos jóvenes preguntaron a la chica lo que pasó y ella respondió la misma mentira muchas veces. Tras pasar la curiosidad inicial sus compañeros dejaron de prestarle importancia a la lesionada, salvo la única chica que sabía la verdadera causa de sus problemas: Wendy.


    —Hola, ¿segura estás bien?, yo que tú me presento enferma para ver la televisión todos los días. —La jovencita rubia se acomodó en su lugar mientras ponía una cara arrepentida —. Pero la señorita perfección debe tener su record de asistencias intacto, vamos, deberías aprovechar la oportunidad para hacerte vaga.


    —Creo que ese no es el mejor consejo que puedes decirme, además, de lo que sí me ausentaré es del negocio de la chica mágica. No podré pelear durante unos días —susurró, su amiga le dedicó una sonrisa mientras elevaba su dedo pulgar.


    —De eso no te preocupes, yo mantendré la ciudad a salvo hasta que te recuperes del todo. No vayas a hacer la tontería de salir a pelear en tu condición —regañó Wendy.


    —Tranquila, ni siquiera yo cometería esa locura, anda, la clase va a comenzar. —Los primeros módulos de clases fueron sencillos, Esmeralda no tuvo ninguna complicación y pudo asistir como si nada. El almuerzo llegó y nuestra heroína prefirió almorzar en su lugar para no tener que moverse.


    Por desgracia, los síntomas del sobrecalentamiento de cerebro comenzaron a darse, la chica vio como su cuaderno empezaba a llenarse de sangre. Era un goteo constante proveniente de su nariz, tanto que empezó a marearse y a tener ganas de vomitar. La situación no se veía bien, Esmeralda miró a su profesor de reojo y notó que aún no la habían descubierto.


    —Wendy…—murmuró, la rubia de inmediato notó a su amiga y rápidamente acercó su cabeza para escucharla mejor —. No me siento bien.


    —Ve a la enfermería, dile al profesor.


    —Tienes razón, le diré. —Esmeralda se dispuso a pararse, por desgracia un dolor punzante arremetió sobre su garganta. La chica salió corriendo del salón ante la mirada atónita de sus compañeros, rápidamente se dirigió hacia el baño de mujeres para vomitar toda la sangre que traía acumulada.


    Y ocurrió…


    Esmeralda vomitó una gran cantidad de sangre, dicho líquido salía de su boca, nariz y orejas, eran síntomas dolorosos del sobrecalentamiento y la pérdida de sangre al mismo tiempo. Su cabeza le dio vueltas, quería limpiarse pero nuevamente vomitó un líquido negro con manchas rojas. La energía mágica se desbordó y al no tener el cerebro perfectamente carburado acabó siendo expulsada de su cuerpo.


    Para colmo, el dolor de su pierna la hizo arrodillarse frente al lavabo. Esmeralda ya no se pudo levantar, luego de expulsar más sangre a discreción la chica fue perdiendo el conocimiento poco a poco.


    —¡Esmeralda! —La voz de Wendy fue lo último que escuchó antes de caer en la oscuridad, o al menos eso pensó.


    Esmeralda de la Luz se vio a sí misma sentada en una hermosa pradera verde, ella portaba un vestido blanco repleto de flores doradas alrededor de su abdomen, además, una sensación familiar recorrió su espina dorsal. Frente a ella apareció un ente sin forma, no había otra manera de describir a la “persona” que salió de la nada.


    La “cosa” era un humo dorado, hermoso y cálido, casi divino. Esmeralda tenía una idea de quién era el ente misterioso, pero decidió no pensar en ello y observarlo para apreciar la majestuosidad de su silueta.


    —Esmeralda de la Luz, es un placer encontrarte. —La voz del humo era suave y amable, como si fuese su difunta madre al momento de brindarle el desayuno en un fin de semana tranquilo.


    —¿Quién eres? —cuestionó Esmeralda.


    —Tú sabes quién soy, somos uno mismo y a la vez nada.


    —Sigo sin entender, ¿eres Gaia? —Esmeralda sabía que era el avatar de Gaia, en palabras más fáciles de entender: “La voluntad del planeta hecha carne”, dicho avatar se mostraba en momentos complicados de la humanidad, pero ahora no había motivo para su nacimiento. Nada amenazaba al planeta, además de la contaminación y esos problemas mundanos que se resolvían con un simple terremoto.


    El último avatar murió hace mil años, una mujer llamada Rosie, pero su historia no era importante en este momento.


    —Veo que conoces tu situación, pero no, no soy Gaia. La tierra no puede hablar con nadie, ni siquiera su avatar. He acudido a ti porque se avecina un peligro imparable, una trampa que la tierra no puede ver porque la han engañado. —La voz misteriosa volvió a decir cosas que Esmeralda fue incapaz de comprender, a pesar de ser el avatar de Gaia no había ninguna necesidad de mostrarse ante el mundo.


    Sin amenazas el avatar es inútil, un trofeo estúpido incapaz de marcar la diferencia en el mundo. De haberse mostrado cualquier peligro capaz de dañar al mundo se habría hecho una profecía mucho antes de su nacimiento, al igual que sus dos antecesores: Rosie y Jesús de Nazaret, pero en el caso de Esmeralda no hubo nada, ni un llamado, tampoco visiones.


    —Un peligro, pero nadie ha dicho nada, ¿cómo es posible qué alguien engañe al planeta? —cuestionó Esmeralda —. Además, ¿qué eres tú?, si no eres Gaia, entonces cómo me hablas o porque sabes todo esto.


    —Supongo que no me creerás a menos que te cuente la verdad. Muy bien, yo existo dentro de ti, de hecho, existo en cualquier ser humano pensante dentro de este mundo. Soy el instinto de supervivencia, la moral, la humanidad de cada individuo, a diferencia de Gaia yo estoy para proteger a los humanos, no al planeta tierra. Soy el sistema de defensa que nos protegerá a nosotros como especie, sin importar el daño a la tierra. Me he manifestado gracias a una debilidad en tu cerebro, no sé qué te pasó, pero pude lograr evadir a Gaia gracias a tu pequeño desmayo. —La voz poco a poco empezó a informar todas las noticias como si estuviese contando una historia lejana, Esmeralda escuchó bien lo que decía, ya que nunca antes la madre Joaquina le comentó esto.


    De hecho, ni siquiera los grandes magos tenían acceso al sistema de defensa humano.


    —Me confundes, pero vamos a ver… ¿Por qué tengo qué ser yo? —volvió a preguntar.


    —En el futuro habrá alguien que quiera alterar a la humanidad, no puedes permitirlo, hemos sobrevivido por milenios para que nos hagan algo así. Tú no eres la única que puede ayudarnos, pero sí la única capaz de recibir este mensaje. —Esas palabras fueron un poco desalentadoras, Esmeralda no era la elegida ni nada por el estilo, solamente alguien que tuvo la mala suerte de haberse desmayado en el baño y peor aún, con el cerebro totalmente saturado.


    —¿Entonces no me darás protección divina ni nada?


    —Claro que no, yo no poseo la fuerza de Gaia, solamente puedo advertirte de las cosas que pasarán en un futuro. Pero soy incapaz de protegerte o manipular el destino, tu suerte será igual a los demás humanos y podrás morir si no te cuidas bien.


    —Ya veo, ¿hay alguna pista de este supuesto enemigo? —Esmeralda estaba acostumbrada a lidiar con problemas, no obstante, deseaba obtener toda la información posible antes de regresar a la realidad.


    —No, no hay ninguna pista. Te he dicho que no soy Gaia para alterar el destino, solo sé que vendrá pronto, tal vez en un día o diez años. Uno nunca sabe.


    —Muy bien, ¡seguro lo recordaré! —Esmeralda se llenó de entusiasmo y luego sonrió, por desgracia la voz soltó un gemido triste y agudo.


    —No lo creo, es probable que no recuerdes nada de esta conversación en el futuro. Sin embargo, cuando aquel enemigo aparezca lo sentirás, será como algo instintivo que saldrá de la nada, debes mantenerte fuerte, Esmeralda de la Luz o Magical Luz. —Y tras esa última frase el mundo verde llegó a su fin, la voz desapareció y las sensaciones volvieron al cuerpo de Esmeralda.


    Cuando nuestra heroína abrió los ojos pudo ver el techo de su habitación, ella estaba vestida con un pantalón deportivo negro y blusa roja, al girar lentamente su mirada pudo apreciar su uniforme ensangrentado y también su mochila cubierta en el vital líquido. Aún seguía adolorida y obviamente no recordó nada de su conversación con el misterioso ente.


    —¿Qué ha pasado? —susurró, al revisar su teléfono pudo ver que ya eran pasadas las ocho de la noche.


    —Nos diste un gran susto, Wendy dijo que te encontró inconsciente y bañada en sangre. —Pablo Casanova entró a la habitación con un semblante preocupado, sus orbes se veían ligeramente rojos, como si estuviese llorando hasta hace un momento —. Wendy estuvo acá toda la tarde, pero dijo que tenía cosas pendientes así que me dejó a cargo, no pude contactar a tu padre tampoco.


    —Ya veo, lamento haberlos preocupado, en verdad no me siento bien…


    —Sabía que algo andaba mal en ti, es culpa mía por no haberlo notado antes. Siento que te fallé como amigo, lo siento, en verdad discúlpame. —Pablo bajó su cabeza mientras evitaba con todas sus fuerzas ponerse a llorar, Esmeralda rápidamente se acomodó en la cama y en un esfuerzo casi sobrehumano caminó hacia el chico para darle palmaditas en la cabeza.


    —No te preocupes, que te hayas quedado aquí a cuidarme significa mucho para mí. Estoy muy agradecida contigo, Pablo. —La chica le dedicó una linda sonrisa que suavizó el corazón del pelirrojo, en seguida ella se aferró a él como si estuviese abrazándolo —. Disculpa, ¿podrías llevarme a la cama?, siento que me caeré.


    —Ah, sí… —El chico obedeció la orden un tanto apenado, ya que por un momento pensó que lo habían abrazado —. Esmeralda, y-yo te protegeré, eres mi querida amiga y no permitiré que nada malo te vuelva a pasar. —Una inesperada declaración de protección llegó, Esmeralda se sonrojó muchísimo, su semblante se desvió a otro lado para no tener que verle a los ojos. Pero fue inútil, la mirada en los ojos de Pablito se llenó de valor y fortaleza, incluso ella soltó un suspiro de doncella enamorada cuando lo vio así.


    —Eh… ¡S-Sí! —exclamó avergonzada por haber suspirado, Pablo también se puso muy colorado al escucharla. Los dos se quedaron viendo mutuamente durante unos segundos, parecían estar en su propio mundo hasta que Casanova se alejó un poco para taparla con la mantita.


    —Iré a traerte algo de cenar, necesitas comer si quieres recuperarte. —Pablo salió a la cocina muy rápido, dejando a Esmeralda sola con un manojo de pensamientos en su cabecita. No había duda alguna que Pablito se comportaba diferente, para colmo, a ella no le molestaba.


    Por un momento una idea loca pasó por su cabeza, ¿acaso se había enamorado de su amigo?, Pablo Casanova no era para nada feo y a pesar de su mala personalidad el muchacho nunca le faltó el respeto, tratándola siempre con toda la cordialidad del mundo. El rubor anterior podía comprobarlo, además, Esmeralda nunca había sentido amor romántico.


    Sin embargo, las heridas de su cuerpo la regresaron a su realidad. Ella no podía darse el lujo de tener novio, sus deberes como chica mágica y hechicera podrían interferir en cualquier relación personal. Por eso nunca se amistó con nadie durante su historia escolar, si bien llevaba una relación cordial con todos sus compañeros nunca los llegó a considerar como amigos, hasta la llegada de Wendy, una compañera de profesión.


    Con ella podía compartir secretos y hablar abiertamente sin usar una máscara de falsedad, no obstante, Pablo Casanova poco a poco se ganó su confianza y sin preguntar ni invadir su privacidad fue convirtiéndose en alguien valioso para ella. Pablo vivía solo, carecía de amigos o familia que lo protegiera, ¿realmente podía darle ella el amor qué merecía?, no, obviamente no.


    Casanova Pablo no merecía un romance falso ni tampoco saber medias verdades.


    Esmeralda de la Luz llegó a esa conclusión de inmediato, aún así, el hecho de mentirle a su amigo le provocaba una angustia indescriptible.


    —Oye, ¿cómo manejo la estufa?, nunca he usado una. —Pablo asomó su cabeza por la puerta, se veía algo confundido y muy temeroso de arruinar la comida.


    —No tienes que cocinar, basta con que pidas algo o calientes la comida que ya tengo en mi refrigerador —respondió Esmeralda suavemente, el chico asintió con la cabeza mientras volvía a su lucha constante contra la cocina.


    La noche avanzó sin ninguna otra novedad, Pablo calentó un estofado que estaba desde ayer usando solo el microondas. El muchacho se retiró una hora más tarde, dejando a Esmeralda en su habitación y ya lista para dormir, no obstante, su cabeza todavía seguía reflexionando lo mismo.


    —No debería enamorarme de Pablo Casanova, no sería correcto hacerlo, no está bien. Él no merece esto, ¡no lo merece!, entonces… ¿Por qué soy tan egoísta?, ¿porque me siento tan feliz cuando me cuida y protege? Soy una chica mágica, mi deber es proteger a los ciudadanos de las amenazas sobrenaturales que golpean a esta ciudad. Sí, no puedo enamorarme, no debo enamorarme, no, no…—Tras haber dicho ese pequeño discurso nuestra adorable heroína se durmió, a pesar de haberlo negado con toda el alma no podía engañar a su corazón: Ella se estaba enamorando de Pablo Casanova.


    Fin de la historia 16


    Eso fue todo por el momento, algunas preguntas :3
    ¿Qué les pareció el capítulo?
    ¿Cuál fue tu escena favorita?
    ¿Debe Esme enamorarse o ser fiel a sus deberes como Maho Shoujo?

    Saludos, vendrán más historias en el futuro :333
     
    Última edición: 24 Enero 2016
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  11.  
    J.Nathan Spears

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    Awww... un capi adorable nwn. Nada mal

    Solo un fallo: Cuando Pablito iba a cocinar, pusiste "Salió DE la cocina", cuando es "Salió A la cocina" xD.

    Por lo demás, el plot se expande con ese humo raro xD. Ya me pregunto qué cagadas pasarán luego -3-

    A ver qué pasa después y si hay batallas épicas xD
     
  12.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    Aww linduras -w-
    Porque hay gente tan linda?, hacen que me ponga sentimental. Jaja
    Me gustó, el capítulo estuvo genial y fue algo simple, aunque pensar en esme vomitando sangre es algo no muy agradable.
    Esme deberia escoger ambas opciones, se merece vivir, no solo trabajar y ayudar, todos merecemos algo de paz y algo que nos haga sentir bien, en este caso, pablo para esme.
    :)
     
  13.  
    Fushimi Natsu

    Fushimi Natsu Fanático

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    ¡Hola! Al fin me hice un tiempo para pasarme a leer, lamento la demora.
    Este capítulo, a diferencia de los demás, no me ha terminado de convencer. No lo sé, siento que algo le faltó aunque Esme sin duda tuvo bastantes emociones por un día xD
    Me gustó eso de la enfermedad mágica y respecto a la visión... Espero que esos instintos funcionen bien.
    Y opino que nuestra heroína sí debe de enamorarse porque ¡Pablo merece amor! Entiendo que correrían muchos riesgos, pero sé que lo valdrá. Ambos son demasiado tiernos para no acabar juntos <3
    Bye~
     
  14.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Título:
    Crónicas de una Maho Shoujo
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    2360
    Muy bien, el capítulo de hoy es corto, pero ya verán porque.... Haré un anuncio, estamos a poco de llegar al Middle Boss de la historia, espero sigan leyendo la trama y la disfruten tanto como yo n.n les agradezco de todo corazón que hayan tomado su tiempo para leer mi trabajo n.n

    Sin más demora, el capítulo



    Historia 17: Mejores amigas


    Tras dos semanas de recuperación nuestra heroína finalmente volvió a la acción, Magical Luz corrió a toda velocidad mientras perseguía a su nuevo oponente: ¡La chica del dinero!, una señorita que vestía una enorme falda victoriana, su cabeza portaba una diadema muy valiosa, además, cargaba consigo un cetro plateado muy hermoso a la vista.


    Magical Fénix también se unió a la persecución, ya que esta nueva villana adoraba comprar a la gente con dinero para hacer el mal. No era una hechicera, sino una alquimista barata de nivel bajo, en teoría no era un oponente que pusiera en peligro la vida de los demás, pero sí alguien muy molesta.


    —¿Qué sucede, pobretonas?, ¿no pueden vencer a mi belleza? —La chica rica mostró una mueca de superioridad, en seguida rió con una carcajada molesta que solo incrementó la frustración de las dos chicas mágicas.


    —En serio, deberías parar, ¿no ves qué es peligroso salir tan ostentosa a la calle? —comentó Esmeralda, la chica sonrió amablemente para no mostrarse agresiva ni nada, por desgracia, su adversario simplemente le sacó la lengua. En verdad era una niña malcriada.


    —Soy una alquimista, nadie podría tocarme, ¡Soy Luna del Carmen! —exclamó, tras decir su nombre varias gemas doradas levitaron sobre sus dedos, en sí su única habilidad alquímica era alterar las propiedades de las gemas, aumentando así su valor en el mercado para luego venderlas. También las usaba como proyectiles eficientes, o escudos de nivel bajo.


    —En verdad no te cansas de joder, déjamela a mí, Magical Luz, tú has tenido demasiada cámara estos capítulos. —Magical Fénix dio un paso adelante, Esmeralda soltó un suspiro de resignación al ver a su amiga romper la cuarta pared nuevamente.


    —No rompas la cuarta pared…—susurró.


    —¡Es que necesito salir más!, sé que no soy la heroína principal, pero yo también quiero salir.


    —¿Ya terminaron? —cuestionó Luna.


    —Ya, mira, no me importa que estés comprando hombres con dinero, solo quiero tener una buena pelea.


    —Magical Fénix, se supone que somos las buenas, no puedes decir eso o pensarán que buscamos peleas y no ayudar a la gente. —Esmeralda corrigió a su amiga, pero ésta la ignoró mientras tronaba sus nudillos.


    —Lo sé, lo sé, pero necesito algo de acción, aparte de Maho Shoujo yo también soy una guerrera. Anda, niña rica, ¡pelea!


    Las gemas de Luna levitaron alrededor de Wendy, ésta ni siquiera se movió de su lugar, en vez de ello cruzó sus brazos y esperó a que su oponente hiciera el primer movimiento. Luna tomó ese gesto como un desafío, así que lanzó ocho piedras filosas hacia la humanidad de Magical Fénix.


    —¡Mi alquimia te vencerá! —gritó, tanto fue su entusiasmo que las piedras volaron a una velocidad superior a una bala.


    —¿Es en serio? —Varias llamas rodearon el cuerpo de Magical Fénix, al hacerlo los proyectiles se incineraron sin tocar a la chica —. Vamos, yo sé que puedes hacerlo mejor.


    —¡Ya verás!, con mi dinero crearé el arma definitiva. —La jovencita rica usó su cetro plateado, éste combinaba con el color de su cabello y también de sus ojos, además, cargó una cantidad de energía mágica considerable —. ¡Cetro de la avaricia! —gritó, al hacerlo un rayo negro salió disparado del cetro con toda la intención de lastimar a Magical Fénix.


    Magical Fénix no evadió el ataque, de hecho se quedó parada para recibir de lleno el impacto. Una sonrisa pedante se formó en sus labios, de inmediato varias llamas carmesí cubrieron su cuerpo en menos de un parpadeo, lo que pasó después fue obvio: El rayo negro sucumbió ante las llamas.


    —¿Ese fue tu mejor golpe? —interrogó Wendy, notablemente decepcionada.


    —Eh, ¿cómo es posible?, y-yo usé alquimia de la más fina… —Más gemas fueron lanzadas hacia Wendy, pero el resultado siempre fue el mismo, ninguna logró atravesar su defensa ardiente y peor aún, el aburrimiento en el rostro de Magical Fénix se hizo notorio.


    —Ya me cansé. —La chica desapareció de su visión, una milésima de segundo más tarde apareció frente a Luna con el puño hacia arriba y lista para pegarle en la cara.


    —¡No! —Sin embargo, justo antes de conectar el trancazo, la chica detuvo sus nudillos y solo le dio un golpecito en la frente.


    —Ya deja de causar problemas, preocuparás a los de tu alrededor, ¿vale? —Magical Fénix le dedicó una sonrisa a Luna, la chica derramó unas cuantas lágrimas por el miedo a ser golpeada, pero se le pasó en cuestión de minutos. La joven alquimista aprendió que el dinero no puede comprar a los hombres, además, buscar peleas innecesarias podría tener consecuencias negativas para todos.


    —Sí, lo entiendo…—susurró la chica con algunas lágrimas en sus ojos.


    —Me alegro, ahora vete a casa.


    Y así, el día fue salvado por Magical Fénix.


    Las dos chicas esperaron a que Luna se fuese a su casita, entonces deshicieron su transformación y caminaron por la calle. Esmeralda notó que su amiga se la pasó suspirando todo el camino, no se veía muy feliz ni animada como siempre.


    —Oye, ¿te sucede algo, Wendy? —preguntó Esmeralda, un tanto preocupada.


    —Sí, te seré sincera, Esmeralda, quiero luchar con alguien fuerte para ver hasta dónde puedo llegar. Creo que no comprendes mi sentir, después de todo, tú no eres una guerrera.


    Wendy estaba en lo correcto, Esmeralda luchaba para ayudar a las personas y su fuerza se basaba en la protección más que en el poder. Su duelo contra Emily reforzó esa teoría, ella carecía del instinto guerrero de Wendy, ese que buscaba volverse más fuerte solamente por placer. Ambas eran muy diferentes en ese sentido, Esmeralda no disfrutaba pelear, prefería resolver los problemas con el diálogo y evitar confrontaciones hasta la última instancia.


    Wendy pensaba diferente, su manera de hacer las cosas era más violenta y fuerte, quizá porque fue entrenada para ser eso, una peleadora más que una mediadora. A pesar de contenerse junto a Esmeralda y emplear sus métodos antes que los suyos, ella no podía negar su origen.


    —Es cierto, odio la violencia y preferiría no pelear nunca, ¿por qué amas tanto pelear, Wendy? —La pregunta de Esmeralda fue inesperada, Wendy nunca lo pensó bien, simplemente era una parte de su vida que estuvo ahí desde que nació.


    —Porque ahí es donde puedo ser yo misma, fui entrenada para pelear desde temprana edad, quizá nunca te conté de mi pasado, todas mis técnicas son ofensivas. La relación con mi maestro se rompió, no quiero contarte eso, aunque sí te diré que mi amor por la justicia es igual al tuyo, sin embargo, yo lo expreso de otra forma, para mí, un combate es lo máximo que puedes hacer por la otra persona. Sonará violento, carente de lógica y estúpido, pero en verdad amo pelear. —Wendy sonó seria y profunda por primera vez, Esmeralda nunca consideró que sus métodos pudiesen incomodar a Wendy, no obstante, tenía que comprender que no todas las personas pensaban como ella.


    —¿Te molestan mis métodos, Wendy? —Esmeralda se sintió un poco triste, ellas hacían un buen equipo, pero siempre optaban por la opción no violenta y más calmada para evitar combates innecesarios. La pelea contra Emily no fue más que una excepción necesaria.


    —Sí, me molestan mucho, no quería decírtelo porque tenía miedo de que te enojaras conmigo. Cada vez que me detienes o evites que luche, me estás haciendo daño. —La joven rubia se sinceró, por primera vez expresó su sentir a Esmeralda, ella no encontró palabras para responderle.


    Hubo un silencio incómodo mientras caminaban, su amistad hasta ahora había sido perfecta, siempre llevándose bien y bromeando de chicos alguna vez. Esmeralda apreciaba mucho a Wendy por ser su mejor amiga, confidente y alguien capaz de guardar secretos. Nunca tuvieron ningún problema con su amistad, hasta ahora…


    ¿Cómo podía resolverlo?, ella no deseaba darle luz verde al instinto peleador de Wendy, pues sus técnicas eran demasiado peligrosas para villanos de medio pelo. En sí ella no era una sádica ni nada por el estilo, pero a veces se dejaba llevar por la emoción del momento y sus golpes podían dañar más de lo necesario.


    Por otro lado, evitar que Wendy luche era negar el origen de su amiga y juzgarla por sus técnicas, habilidades y personalidad. Contra oponentes poderosos no había ningún problema, pero villanos baratos o tipos molestos tampoco merecía la pena darlo todo, no obstante, dicha afirmación iba en contra de los principios marciales que Wendy tenía.


    “Luchar con todo sin importar quien”


    Al final no dijeron nada, las dos tomaron caminos diferentes para ir a casa con una incomodidad severa. No se llamaron por el resto de la tarde, tampoco chatearon en la noche ni jugaron en línea cuando llegó la hora indicada. Su amistad estaba en un punto peligroso, la diferencia de opiniones podría provocar una separación definitiva en su equipo de chicas mágicas y peor aún, en la amistad tan bonita que crearon.


    Esmeralda se recostó en su cama y miró al techo, posteriormente suspiró mientras buscaba una respuesta a todas sus preguntas. Mañana era sábado, no vería a Wendy hasta el lunes o antes si se presentaba una emergencia. La chica tomó su celular y miró su archivo de fotos, tenía muchas fotos junto a su amiga, en todas sonreían despreocupadamente, cada memoria que compartió con ella dentro y fuera del campo de batalla era irremplazable.


    —¿Debería llamarla? —habló en voz alta.


    Wendy también miraba las fotografías de su teléfono, en su mente pasaron diversos pensamientos que juzgaban la actitud que mostró frente a Esmeralda.


    ¿Acaso estaba siendo egoísta?, analizando las cosas de manera fría, Magical Luz contaba con mejores argumentos, lo primordial de una chica mágica era ayudar a las personas, no combatir a los villanos. Ese punto se vio reforzado con la batalla de Magical Blade y el razonamiento que tuvieron, sin embargo, Wendy fue entrenada como una peleadora originalmente.


    A pesar de cambiar sus métodos, ella todavía amaba luchar, verse privada de su más grande placer resultó difícil, incluso para ella.


    —Lo siento, Esmeralda, te aprecio muchísimo, pero no puedo negar quien soy.


    Ambas chicas no durmieron bien esa noche…


    A la mañana siguiente una fuerte cantidad de energía mágica despertó a Esmeralda cerca de las ocho AM. Nuestra heroína pensó en llamar a Wendy, pero su dedo no quiso marcar ese número, estaba muy apenada por todo lo que pasó el viernes pasado. Sin desayunar nada y con todas las prisas, Esmeralda se dirigió al terreno baldío que se encontraba a las afueras de la ciudad, un lugar muy inestable y donde varios hechiceros probaban sus experimentos.


    —Veo que llegaste, Esmeralda. —Wendy estaba parada en medio de la maleza y la basura acumulada, al parecer ella también sintió la explosión.


    —¿Qué fue esa explosión?, ¿alguien fuerte entró a la ciudad? —cuestionó con voz neutral.


    —No, la explosión repentina fue mía. Esmeralda, eres mi mejor amiga y siempre lo serás. Así que necesito pedirte un favor, lucha conmigo…


    —Eh, no quiero pelear contigo, ¡eres mi amiga, Wendy!, te dejaré luchar contra los villanos más seguido y hasta trataré de entenderte. Pero por favor, no deseo pelear con mi mejor amiga. —Las palabras de Esmeralda solo hicieron enojar más a Wendy, a ella no le gustaba que su amiga perdiese sus ideales tan fácil solo para conservar su amistad, además, ni siquiera hacía el intento de comprender sus sentimientos.


    Solo abogaba y se hacía la víctima, un gesto que a Wendy le molestó mucho.


    —Es que no me escuchaste, ¡no quiero villanos de medio pelo!, te reconozco como alguien fuerte, es natural que nos enfrentemos. Soy una guerrera antes que una chica mágica, además, ¡cómo vas a entenderme si no peleas contra mí! —Wendy por fin explotó, a ella le molestaba la actitud pasiva de su amiga, tanto que realmente deseaba pelear con todas sus fuerzas.


    —No lo entiendo, somos amigas, ¿por qué pelear entre nosotras?, no tiene sentido, en verdad no te puedo entender, Wendy, ¿es algo qué hice?, ¿estás molesta conmigo?


    —Y vale con tu estúpida actitud de niña buena, muy bien, si no quieres pelear conmigo te forzaré. —Wendy se transformó en Magical Fénix, al hacerlo lanzó varias bolas de fuego sobre el terreno baldío, formando así un incendio que amenazaba las colonias aledañas —. Eres una chica mágica, ¿no es tu deber detener a los malos?


    —¡Espera! —Esmeralda también se transformó, posteriormente lanzó una ráfaga de agua que apagó las llamas iniciales, sin embargo, éstas reaparecieron con mayor fuerza por todo el campo de batalla. Wendy no jugaba, en verdad deseaba luchar con todas sus fuerzas, su instinto de guerrera se activó a máximo poder, desatando así todo el fuego carmesí que yacía en ella.


    —Por fin me tomes en serio, Magical Luz.


    —Si tanto quieres luchar, amiga mía, está bien… No entiendo tu actitud ni tus principios, pero me defenderé si intentas atacarme.


    —¡Muy bien!, ¡decidamos de una vez quién es la más fuerte! —Y sin más demora, Wendy cargó contra Esmeralda.


    Fin de la historia 17



    Eso fue todo por ahora, ¿verdad qué lo dejé emocionante?
    El siguiente capítulo será una Boss Fight o batalla de jefe, pero no es el Middle Boss que anuncié al inicio, como ya vieron en el capítulo donde Esmeralda y Emily lucharon, los episodios dedicados a las peleas de jefe estarán narrados en primera persona. Hago esto porque me siento más cómodo así, ya que la novela hasta hace poco no contaba con verdaderas escenas de combate.


    Unas preguntas, ¿qué piensan del capítulo?, ¿qué escena te gustó más?

    Un pequeño adelanto, la siguiente historia se llamará: Magical Luz vs Magical Fénix, amistad ciega

    Esperen el siguiente cap =)
     
    Última edición: 31 Enero 2016
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  15.  
    J.Nathan Spears

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    Muy buen episodio mi pana :D. Me gustó que Wendy rompiera la cuarta pared xD. Está en su naturaleza el ser directa y buena pa' pelear... y es interesante explicar el conflicto que esas dos deben resolver, aunque sea a puño limpio y ataques mágicos xD.

    Espero que Wendy se controle como hizo con la alquimista de las gemas n_nU... fue divertido ver la reacción de esta cuando casi le mandan un SHOOOORYUKEN xD. Pero en fin, Wendy puede ser muchas cosas pero jamás cruel y desalmada.

    Como sea... a ver qué pasa luego con esas dos. Y ahora me hiciste acordar de esas dos si fuesen, ya sea dos Pokémon salvajes o dos Gijinkas xD.

    Buena suerte, master del Moe xD
     
  16.  
    Fushimi Natsu

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    No puedo creer que lo hayas dejado hasta aquí, ¡ahora muero de la intriga! X(
    Me ha encantado este capítulo, realmente. Creo que ya venía siendo hora de que algo así sucediera, una prueba a su "perfecta amistad". Pese a la misión que las une, ambas chicas son completamente diferentes y, tras los sucesos con Emily... No soy partidaria de la violencia sin razón, pero se entiende como el agua el punto de vista de Wendy y sus ansias de medir su valor como guerrera, de conocer el nivel de su fuerza y sus limitaciones. Tal y como cualquier persona normal que gusta de saber y de demostrar que es bueno en las cosas que le gusta hacer. Así que la actitud de Esmeralda me pareció muy idiota y desafortunada, en especial cuando contradijo sus principios con tal de no perder a su amiga.
    Es por esto que considero necesario este combate entre ellas porque estoy segura de que aprenderán mucho y hallarán una solución juntas. Al menos es lo que espero.
    Ah, y mi escena favorita fue cuando Wendy confrontó a la chica alquimista. Más allá de lo cómica que resulta, ella también merece su protagonismo como heroína :D
    Estaré aguardando la continuación. ¡Saludos!
     
  17.  
    George Asai

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    Muy bien, tengo el capítulo nuevo, una boss battle ha llegado <33



    Historia 18: Magical Luz vs Magical Fénix


    *POV: Esmeralda*


    Wendy cargó contra mí a todo poder, la chica se dio la vuelta en menos de un parpadeo y luego lanzó una patada de giro directo a mi estómago. Por fortuna, logré desplazarme hacia la derecha, esquivando así el primer intento ofensivo de mi adversario. La distancia entre nosotras era de cinco metros, por ende, necesitaba retroceder más para entrar a mi zona de confort.


    —¡No escaparás! —exclamó ella.


    —¿Quién dice qué escapo? —Varios sellos mágicos aparecieron frente a mí, cada uno de ellos poseía una significativa cantidad de energía mágica y también poseían la función única de retrasar los avances de Wendy. Todo con el firme objetivo de darme tiempo para conjurar.


    Magical Fénix conocía bien mi estilo de combate, si le dejaba cualquier abertura o el camino libre para darme un golpe las cosas podrían terminar mal.


    —¿Me estás tomando en serio, Magical Luz? —Wendy soltó un puñetazo, al hacerlo una poderosa llamarada destrozó mis barreras en menos de un parpadeo, posteriormente cargó directo hacia mí con una patada de lado hacia mis costillas, por fortuna, la distancia fue suficiente para golpear el suelo con un látigo y así impulsarme dos metros por los aires.


    —¿Cómo es posible?, no debiste destruir mis barreras tan rápido —susurré anonadada, la fuerza bruta de Wendy era impresionante, pero eso no era todo, también poseía control y técnica de la misma.


    —¡Y eso no es nada! —Wendy golpeó el suelo con una gran cantidad de energía mágica, de inmediato varios pilares de fuego aparecieron de la nada, cada uno con la firme intención de achicharrarme. Sin embargo, mi dominio elemental estaba por encima del suyo.


    —¡Muralla de Gaia! —Varias ramas salieron en mi defensa, a diferencia de los árboles que usaba para atacar, estos provenían de la tierra misma, es decir, eran creados por el mundo con el simple propósito de protegerme. Una de las pocas ventajas que me daba ser el avatar de Gaia —. Lo siento, Wendy, pero no podrás atravesar mis defensas.


    —¿Eso crees? —Las llamas comenzaron a quemar mis ramas, éstas no cedieron ante su bombardeo inicial, sin embargo, pude ver como pequeñas manchas negras aparecieron sobre la corteza principal. Tuve un mal presentimiento, ¿por qué la defensa impenetrable estaba siendo debilitada?, algo andaba mal, tenía que encontrar la respuesta de inmediato.


    —Imposible, nada debería ser capaz de vencer mi muralla.


    —¡Error! —Wendy volvió a cargar directo a la muralla, su mirada se veía centrada en un punto negro que se formó a raíz de sus llamas. Entonces pasó lo imposible, Magical Fénix lanzó una patada de frente directo al escudo y sin mayor problema lo atravesó, reduciendo nuestra distancia a unos peligrosos dos metros.


    Estaba en terrible desventaja, ¡tenía qué huir ya!, mis capacidades cuerpo a cuerpo eran relativamente nulas, además, físicamente no era diferente a una colegiala. Exprimí todo mi cerebro para encontrar alguna forma de escapar, fue ahí donde recordé una película china de artes marciales que vi con Pablo la semana pasada.


    En el filme, usaron desplazamientos y saltos bien raros para esquivar los ataques, a Pablo le gustaban mucho ya que se puso a imitarlos como en la película. Se vio tan gracioso que solté unas carcajadas al verlo, no obstante, quizá esos movimientos no eran tan inútiles después de todo. Eso, o me estaba desesperando de no encontrar una forma de sacar distancia nuevamente.


    En fin, ¡nada perdía con intentar!


    Wendy lanzó una patada de gancho contra mi cabeza, por fortuna, di un salto en reversa mientras colocaba mis manos hacia el frente, imitando la guardia de un artista marcial. Para ser sincera, no tenía ni la más repajolera idea de lo que hacía, simplemente imitaba los movimientos que vi en la película.


    —¡Golpe de Gaia! —Una rama salió del suelo y tomó a Wendy de los tobillos, posteriormente usé la fuerza de mi hechizo para lanzarla por los cielos. Creí que ese movimiento me dio ventaja, pero fue muy contraproducente, al elevar mi semblante pude ver a Magical Fénix destruyendo mis ramas con un aura llameante, de ahí se dejó caer usando una explosión llameante directo hacia mi persona.


    —¡Estallido del fénix! —gritó ella.


    —Oh, no…


    En un rápido movimiento liberé todas las barreras mágicas que me fue posible para reducir el impacto, por desgracia, Wendy logró conectarme un golpe debilitado en las costillas. De no haber puesto las murallas ese ataque habría bastado para matarme…


    —Uh, c-casi me matas…—susurré algo asustada.


    —¡Es una pelea!, ¡lucha con todo lo que tengas! —Wendy no me dio descanso alguno, la chica se reincorporo luego de la caída y se apresuró a reducir la distancia nuevamente.


    —Hechizo de levitación. —Mi cuerpo levitó varios metros en el aire justo antes de ser atacado por un golpe al corazón, Magical Fénix se quedó a la expectativa, a diferencia mía ella no dominaba por completo esta técnica. De hecho, se podría decir que mi conocimiento mágico excedía por mucho al suyo —. No me dejas opción, ¡ráfaga de la luz! —Varios sellos mágicos aparecieron por todo el campo de batalla, la gran mayoría consistía en un pentagrama rojo con cruces internas, otros sin embargo, poseían una estrella con las puntas negras y las líneas rojas.


    La ráfaga de la luz era uno de mis hechizos ofensivos más poderosos, consistía en cargar toda la fuerza de mi cuerpo y combinarla con el medio ambiente en una descarga explosiva. No me gustaban estos ataques tan brutales, ya que podrían dañar seriamente al oponente.


    Aún así… Wendy me dijo que debía luchar al máximo, por lo tanto, no me reservé nada, cargué toda la energía posible que fui capaz de reunir en cinco segundos. Magical Fénix hizo lo mismo, su cuerpo comenzó a brillar con un aura carmesí mucho más poderosa que hace unos instantes, ella tampoco se guardaba nada, depositó mucha fuerza en su siguiente ataque.


    —¡Explosión del fénix! —Una técnica diferente al estallido apareció, los rayos blancos colisionaron con sus llamas carmesí, formando así una terrible explosión que destruyó todo el terreno baldío. Una luz negra apareció tras la colisión, quizá eran las cargas energéticas que acabaron por desprenderse luego de haber chocado técnicas de tan alto nivel. Y eso no fue todo, también se levantó una nube de humo que me impedía tener cualquier visibilidad.


    —No has hecho ningún movimiento —susurré para mí misma, gracias a mi percepción sobrenatural podía identificar a Wendy sin importar la vista, ella poseía una habilidad similar, pero en menor medida.


    —Eso fue un choque magnifico, pero todavía no estoy satisfecha, Esmeralda. —Wendy se limpió todo el polvo que cayó sobre su atuendo, posteriormente retomó su estancia de batalla.


    —¿Aún no?, ¿cuándo lo estarás?, ¿por qué debemos seguir peleando?


    —¿Acaso no lo sientes?, la emoción de darlo todo en un combate, luchar hasta tu último aliento como si no hubiese nada más en este mundo. Conceptos como la razón, justicia o miedo son irrelevantes, en este momento solo estamos tú y yo, batiéndonos en duelo.


    Las palabras de mi amiga eran totalmente alienígenas para mí, ¿por qué ella encontraba tanta satisfacción en la violencia?


    ¿Qué tenía de especial pelear contra oponentes fuertes?


    No me gustaba esta idea, mamá me dijo que debía sonreír ante la adversidad y que siempre tratase de comprender a las personas. Claro, lo hice, toleré ideologías ajenas a la mía, pero corregí aquellas que iban a un destino fatal, como la de Emily. No obstante, Wendy pensaba distinto, ella encontraba placer en la batalla y dicho recurso era su primera idea para resolver un problema.


    —No lo entiendo, Wendy, en verdad no puedo entenderlo.


    Mi respuesta enfureció más a Magical Fénix, en lugar de atacarme la chica soltó unas cuantas lágrimas de sus orbes furiosos.


    —¡Por qué no quieres entenderme, Esmeralda!, ¡se supone qué somos amigas!, ¡yo entiendo tu ideología pacifista!, ¿¡por qué no entiendes mi pasión marcial!? Es como si no te importara lo que pienso, te aprecio mucho, querida amiga, pero tú pareces ignorarme como si fuese un animal.


    —¡Yo no te ignoro! —grité, de la nada mis ojos también se fueron llenando de lágrimas.


    —¡Claro qué sí me ignoras!, nunca me escuchas, todo tiene que ser a tu manera, jamás me das la oportunidad de ser quien soy. Es como si no te agradara mi ser completo, soy una guerrera al igual que una chica mágica, ¿¡por qué no puedes aceptarme como soy!? —Wendy lloró, nunca antes la vi llorar de esa forma, su rostro se empapó en lágrimas y al mismo tiempo el tono de su voz tartamudeaba por los extensos gritos desesperados que soltó.


    Quizá… Ella tenía razón.


    ¿Realmente había ignorado a Wendy hasta ahora?


    —Yo, yo… —No supe que decirle, varias palabras quedaron atoradas sobre mi garganta, en su lugar apenas pude sacar balbuceos irreconocibles que ni siquiera tenían sentido alguno. Quería llorar más fuerte, ver a mi amiga sufrir y no ser capaz de ayudarla me rompía el corazón, para colmo era culpa mía.


    —Además, ni siquiera haces el intento de entenderme, ¿realmente no significo nada para ti, Esmeralda?


    —¡Me importas mucho!, e-es solo que no puedo entender tu filosofía marcial, trato de igualar tu pensamiento al mío, pero siempre llego a una conclusión diferente. Siento que no soy una guerrera como tú, lo lamento…


    —No necesitas ser una guerrera, solo comprende cómo me siento, por favor, de lo contrario no podremos ser amigas nunca más.


    Esa frase me dolió muchísimo, por un momento recordé mi vida antes de conocer a Wendy. Siempre neutral hacia los demás, incapaz de poder contar mi secreto a las personas de mí alrededor, ni siquiera Pablo Casanova era capaz de entender mi vida al cien por ciento. Me cubría en mentiras porque era diferente, una hechicera, alguien que vivía en un mundo distinto a los civiles.


    Mamá me decía que las amistades sinceras duraban toda la vida, que mi sonrisa iba a ser capaz de darme el amor y muy buenos amigos. Por desgracia, nacer con un secreto tan grande me impedía mostrarme a mis compañeros cómo realmente era. Nunca asistía a las reuniones, prefería no tener relaciones fuertes con nadie para evitar sospechas, era un mundo gris donde no había colores.


    Aún con mi trabajo de chica mágica me vi forzada a mentir, rechazaba las invitaciones a jugar porque podía ocurrir una emergencia en cualquier momento, deseaba salir con los demás, jugar como cualquier chica normal, ir al cine, tener novios y contar bonitas historias en mi adultez de esta bonita etapa. Por desgracia, nada de eso pasó…


    O al menos hasta que conocí a Wendy, una chica de mi edad, con los mismos problemas que los míos y un corazón noble que ardía por la justicia. Las dos nos entendimos mutuamente, podíamos compartir secretos de hechicería, combatir al crimen juntas y salir a dar paseos. Jugar videojuegos, comer comida chatarra sin importarnos dietas estúpidas, reírnos de los problemas y sufrir juntas.


    Una amistad que siempre busqué…


    La idea de perder a mi más preciada amiga me deprimía bastante, ¡no deseaba terminar nuestra amistad!


    —Quiero entenderte, Wendy, ¡eres demasiado importante para que todo termine así!, por favor, dame una oportunidad más… —Mi voz por fin se llenó de valor, en verdad deseaba entender a Magical Fénix, saber el porqué de su amor al combate y de paso, expresar mi ideología de una forma distinta.


    —Si deseas entenderme, ¡continúa luchando hasta el final!, ¡vamos, atácame! —exclamó, segundos más tarde retomó su estancia de combate.


    —¡Allá voy! —Sin tener más opciones decidí ir de frente, coloqué varias barreras mágicas frente a mí para no tener que luchar directamente con Wendy. Sabía que ella podía romperlas fácilmente, pero al menos detendría la potencia de sus futuros ataques. Mientras corría pude ver que los pasos de Magical Fénix eran un tanto errantes, como si estuviese dando saltitos con cada paso que daba.


    Fue ahí donde volví a recordar otro comentario que Pablo me hizo cuando veíamos la película.


    “Los artistas marciales competitivos normalmente dan pequeños saltos en su guardia, esto es para ganar impulso antes de dar una patada de largo alcance. Otros prefieren la guardia estática, porque es menos predecible y te ofrece mayor seguridad, no obstante, pierdes alcance y velocidad”


    ¡Wendy planeaba atacarme desde larga distancia!


    De inmediato saqué unas ramas del suelo, posteriormente las usé para impulsarme dos metros en el aire. Un segundo después, Wendy realizó una patada voladora que pasó a centímetros de mi cuerpo, si no hubiese saltado a tiempo me habría estampado contra la pared. En efecto, los saltitos delataron sus intenciones.


    —Imposible —maldijo ella.


    —¡Golpe de Gaia! —Mi contraataque inició, varias ramas salieron del suelo y tomaron la apariencia de un puño gigante, se veía medio irreal, pero no encontré otra forma que moldear. Llené de energía mágica la madera, al punto de brindarle espinas filosas capaces de romper el acero, fue un proceso relativamente fácil ya que tenía afinidad con los elementos de la naturaleza.


    En fin, lancé el puñetazo gigante contra la humanidad de Magical Fénix, ésta no lo esquivó, de hecho me sorprendí bastante cuando vi su reacción… ¡Quedarse parada!, o al menos eso pensé, las manos de Wendy se colocaron hacia el frente, luego llenó sus dos puños de llamas carmesí. ¿No intentará detener mi golpe?, ¿o sí?


    —¡No me subestimes! —La madera se quemó cuando tuvo contacto con el fuego de Wendy, posteriormente le dio cuatro puñetazos a mi madera para romperla en mil pedazos (literalmente) —. Soy Magical Fénix, tus técnicas basadas en elementos no podrán derrotarme.


    —Maldición, necesito usar otra estrategia.


    —¡No te dejaré! —Wendy recortó la distancia de un salto, fue muy rápido, ni siquiera la vi venir, cuando me di cuenta ya la tenía a dos metros de distancia. Mi cerebro pensó a mil por hora una forma de esquivar su siguiente puñetazo al rostro, pero fallé.


    Los nudillos de Wendy impactaron en mi mejilla derecha, provocándome un dolor intenso y mareos constantes. Ni siquiera supe cómo pasó todo, cuando me di cuenta ya había sido estampada contra una pila de basura calcinada, traté de pararme pero mi visión comenzó a fallar.


    Esto no me gustaba para nada, me iba a desmayar en cualquier momento y para colmo todavía no entendía el porqué Wendy amaba tanto luchar. Quería comprenderla, ver más allá de mi propia percepción para brindarle un significado a tantas discusiones. Pero no lo encontraba, me sentía mal, mis músculos estaban cansados, sentí nauseas, ganas de perder el conocimiento y dolor por los moretones.


    Mi rostro se inflamó, seguramente no podría comer bien por unos días, ¿en dónde estaba el placer?, no lo sentí, ¡definitivamente no podía sentirlo!


    Aún así…


    —No me rendiré…—susurré, a pesar de este sufrimiento no quería perder la pelea. Hacerlo significaría darle la espalda a Wendy, ella siempre estuvo ahí para mí, nunca me juzgó y tuvo que aguantar mi comportamiento egoísta por mucho tiempo.


    —Siente la pasión del combate, Esmeralda, busca en tu interior la fuerza para seguir peleando conmigo. Ese último ataque fue grandioso, ¡vamos por más! —Wendy cargó de nuevo contra mí, por desgracia fui incapaz de moverme, su rodilla golpeó la boca de mi estómago al punto de hacerme vomitar puros jugos gástricos, en seguida golpeó mi nuca con su codo y me dejó en el suelo. Ya no quería sentir dolor, deseaba perder…


    Sí, ya probé mi valía, definitivamente no valía la pena seguir luchando.


    —Ponte de pie, yo sé que puedes dar algo mejor. —Magical Fénix siguió alentándome, a pesar de ser rivales ella no me veía como un enemigo. ¿Cómo podía mantener su sonrisa en medio del dolor?, no podía entenderlo, simplemente iba más allá de mi comprensión.


    —Y-Yo… —Contra todo pronóstico me paré, apenas podía mantener la transformación, Wendy por su parte no sufrió muchos daños. A pesar de mi superioridad técnica, Magical Fénix poseía un mejor ritmo de batalla.


    —En una pelea lo damos todo, al igual que la vida misma. Esmeralda, ¿a poco no te estás esforzando?, ¿no es esta la pasión del esfuerzo mismo?


    Sus palabras me hicieron reflexionar, jamás había visto las cosas desde ese punto de vista. Para mí, las batallas eran un método primitivo para resolver trifulcas, algo carente de significado y repleto de violencia innecesaria.


    No obstante, esto era un combate, ambas dimos lo mejor de nosotras para llegar a un punto extremo. Fue reconfortante en cierto modo, además, Wendy no era una sádica ni nada por el estilo. De hecho, lo mismo pasó en la película que vimos Pablo y yo.


    Al final del encuentro los dos luchadores sonrieron y se dieron la mano, reconociendo así la fuerza del otro. No era violencia, no estábamos luchando a matar… ¡Esa era la diferencia entre un combate y una pelea!, Wendy amaba combatir con los malos, demostrarles que estaban mal usando sus poderes, eventualmente ellos reconocerían su punto por ser más fuerte.


    Wendy deseaba probar fuerzas conmigo como un símbolo de amistad, era su manera de apreciarme más allá de mi propia percepción. Además, algunas veces teníamos que luchar contra oponentes fuertes, si solo combatíamos con el corazón frío como lo hacía yo entonces no habría ganancia alguna. Sin embargo, al tener combates encarnizados con ellos quizá aprenderían a respetarnos de otra manera.


    Evitando así la reincidencia.


    —Ahora comprendo, Wendy —murmuré, a juzgar por mi propio cuerpo no me quedaban más de veinte segundos de consciencia. Si en ese lapso no lograba llevar el combate a un empate, entonces sería mi derrota.


    —Tus ojos, se ven diferentes, ¡vamos a terminar con esto!


    Magical Fénix rodeó su cuerpo con un resplandor carmesí, seguramente planeaba embestirme usando el cuerpo entero. No había tiempo para más, decidí utilizar mi mejor técnica para darle fin a este combate. Cerré mis ojos mientras concentraba todas las cargas energéticas del medio ambiente, posteriormente abrí mis orbes y encaré a mi adversaria.


    —¡Hechizo de reflejo! —grité, fue este hechizo el que venció a Magical Blade en mi duelo pasado, su principal función radicaba en devolver el daño causado por la cantidad de mi elección, así como también absorberlo para no sufrir ninguna herida.


    —Sabía que usarías eso. —Al momento de chocar no pude regresarle el daño inmediatamente, de hecho, solamente pude parar su carga frenética —. ¡Si aumento el poder a cada rato no podrás devolverme nada! —Wendy leyó una forma tonta para detener mi ataque, en cierto modo estaba en lo correcto, ya que necesitaba calcular la cantidad exacta de energía con mi cerebro, de no hacerlo, el paso de “reflexión” jamás podría llevarse a cabo. Sin embargo, fue una idea terrible, carente de sentido y hasta tonta.


    —Eres mía —susurré.


    —¡No!, ¡mi determinación te vencerá! —Wendy seguía dándole poder a su embestida ardiente, por ende no podría realizar el siguiente paso del conjuro. Aún así, bastaba un segundo de descanso para devolverle todo el daño y así concluir el encuentro a mi favor. O al menos eso pensé, Magical Fénix no dio su brazo a torcer, siguió incrementando la fuerza de su hechizo constantemente, al punto de provocarme mareos y debilidad corporal.


    —¿Qué sucede?, ¡por qué no te detienes! —exclamé, nuestras técnicas siguieron chocando mutuamente sin parar. Fue tanto el poder que terminamos por destruir el suelo debajo de nuestros pies, de inmediato caímos cinco metros hacia el fondo debido a la intensa radiación de energía mágica que ambas soltamos para mantener nuestros conjuros.


    —Soy una guerrera, ¡nunca retrocederé!, ¡voy a ganar este combate! —Magical Fénix llegó a su límite, segundos después de gritar esas palabras su fuerza se estabilizó, señal de que ya no aumentaría más sus poderes. ¡Era mi oportunidad!, rápidamente le devolví el daño exacto que ella planeaba darme, su cuerpo salió disparado hacia las paredes del agujero gracias a la onda de choque provocada por el hechizo de reflejo.


    No obstante, lo que pasó después me dejó totalmente petrificada…


    —E-Es imposible…—susurré…


    —Aún no he terminado. —Wendy perdió su transformación de chica mágica, pero todavía seguía en pie, su sonrisa jamás desapareció y aún tenía fuerzas para caminar. Pude ver como varios hilos de sangre salían de su pecho, abdomen, frente, piernas, brazos y mejillas, el daño que sufrió fue severo, aún así, mantuvo esa sonrisa fuerte hasta el final del encuentro.


    —Y-Ya no me queda fuerza… —Mi transformación también desapareció, por desgracia ya no contaba con la energía suficiente para mantenerme consciente. El mundo alrededor mío se volvió negro, ni siquiera sentí el terrible golpe que me di al caer desmayada.


    El encuentro acabó en un punto muerto, a diferencia de la pelea contra Emily no me sentía triste ni asustada. La emoción que sentí en ese último encontronazo fue genial, Wendy me llevó a un nivel que no sabía que existía dentro de mí, además, pude entender el porqué de su filosofía marcial. Aún así, seguía sin llamarme una guerrera o algo parecido, comprendía bien a mi gran amiga, pero no estaba de acuerdo con esa metodología.


    Sin embargo, llegué a la conclusión de que Wendy no estaba equivocada, quizá podríamos llegar a un término medio para lograr una mejor armonía entre nosotras y aprender puntos de vista nuevos. En fin, no sentí lo que ocurrió mientras dormía, simplemente dejé que el tiempo pasara, ya que así me recuperaría de mis heridas.


    Lentamente fui abriendo los ojos, me encontraba recostada en mi cama y con un vendaje cubriendo mi cabeza, el reloj marcaba las 8:02 PM, bastante rato desde el final de nuestra pelea. Traté de sentarme sobre la cama, pero un dolor de cabeza me impidió moverme del todo, ¿cómo llegué hasta acá?, ¿Wendy me trajo consigo?, ¿o fue alguien más?, tantas preguntas que me carcomían de curiosidad pero no había nadie para responderlas.


    O eso pensé.


    —¿Cómo te sientes, Esmeralda? —Wendy entró a la habitación cubierta de vendas también, el tono de su voz era amable y totalmente distinto al que usó en nuestra batalla.


    —No muy bien —respondí, ambas nos quedamos viendo en silencio por unos instantes, después de todo, hace pocas horas tuvimos una pelea de alta intensidad —. ¿Cómo llegué aquí?


    —Verás, nuestra colisión creó un agujero de cinco metros o más, cuando te desmayaste pensé en sacarte por mi cuenta pero ya no me quedaba energía para escalar ni nada, de hecho me duelen los huesos. Tuve que llamar a Pablo Casanova para que nos ayudara, le mentí diciéndole que nos caímos a un pozo, de inmediato vino a salvarnos y nos dejó acá, es un chico amable. —Auch, al parecer Pablo también se involucró en este pequeño asunto, de hecho, no quería ni imaginarme su reacción al verme inconsciente otra vez. Seguro pensará que soy una molestia.


    —Entiendo… —respondí, de nuevo nos quedamos calladas por otros veinte segundos, en ese lapso pensé en qué decirle a Wendy, desgraciadamente, nada llegó a mi mente. Quería componer las cosas con ella, dejar en claro mi punto de vista para recuperar su amistad del todo —. Wendy, lo lamento… Por fin te entiendo, a veces el camino marcial es duro, pero te permite conocer aspectos de ti mismo que no sabías, yo lo experimenté en nuestro combate de hoy, llegué a un nuevo nivel de poder gracias a ti. No es violencia, solo un camino diferente, ya que la maldad no es tu objetivo.


    —¿En verdad piensas eso?


    —Sí, en verdad lo pienso, creí egoístamente que mi filosofía era la correcta y no tomé tus sentimientos en cuenta. Eres una guerrera, Wendy, aunque yo no pueda serlo no significa que sea incapaz de entenderte, tienes un punto de vista valido y nadie te lo puede quitar, ni siquiera yo. —Wendy entrenó muy duro, en la pelea pude ver las diferencias físicas entre nosotras, ella dedicó gran tiempo de su infancia en pulir su técnica marcial, esos movimientos, hechizos y ataques eran parte de su identidad personal.


    No podía seguir negando a Wendy de su origen, hacerlo significaría ignorarla como a un perro callejero.


    —Yo también quiero disculparme, no debí haber iniciado una pelea de ese modo, pero sentía que era la única forma de darme a entender. Los combates no siempre resuelven una situación, admiro mucho tu filosofía pacifista, Esmeralda, pero tampoco puedes perdonar a todos los villanos que aparezcan. Habrá ocasiones donde pelear debe ser la primera opción, para que así no vuelvan a reincidir en sus crímenes.


    —Es verdad, al final no existe una verdad absoluta, solo diferentes perspectivas de ver la vida. —Mi respuesta trajo consigo una sonrisa, las dos por fin nos liberamos de las cargas que traíamos detrás de nosotras, en seguida una carcajada nos acompañó, ya nos hacía falta reír como locas.


    —¿Desde cuándo eres filosofa, Esmeralda?


    —Desde ahora, ¡deberías prestar atención!, a lo mejor viene en tu examen de letras. —Extrañaba mucho bromear de este modo, hablar de cosas estúpidas con mi mejor amiga mientras perdíamos el tiempo —. Muero de hambre, veré si puedo cocinar con este cuerpo todo golpeado.


    —¿Quieres mi ayuda?, yo soy una súper cocinera —argumentó Wendy.


    —Claro que no, ¡casi quemaste mi casa una vez! —En aquella ocasión, Wendy trató de hacer unos huevos con jamón, pero no calculó bien los ingredientes y terminó por pegarlo sobre el sartén, luego se equivocó en la forma de usar la estufa, al punto de soltar una llamarada que casi tocó mi techo. Papá casi la sacó a patadas debido a su inutilidad culinaria.


    —La intención es lo que cuenta, ¿verdad?


    —Sí, ¡pero tampoco quemes mi hogar! —Las dos nos volvimos a reír mucho, me alegró tanto que nuestra amistad volviese a ser la de antes. No, no era la de antes, nos habíamos comprendido mejor y ahora por fin llegamos a un acuerdo: Ya no perdonaríamos tan fácil a los villanos peligrosos, pero tampoco meteríamos toda la carne al asador contra oponentes que no lo valgan.


    *POV: Esmeralda fuera*


    Nuestras heroínas volvieron a sonreír, este pequeño incidente sirvió como preámbulo para las futuros eventos que les tenía preparado el destino. Muchas cosas tristes y felices vendrían pronto, sin embargo, lo único que deseaban las dos chicas mágicas era una buena pizza cubierta de queso, después de todo, no habían ingerido alimentos desde la mañana.


    ¡Al diablo la dieta!, pensaron las dos.


    Fin de la historia 18


    Eso fue todo por el momento, los siguientes arcos argumentales serán mejores todavía :3

    ¿Qué les pareció el capítulo?
    ¿Cuál escena les gustó más?
     
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  18.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Muy lindo episodio. La pelea me recordó un poco a Dragon Ball Z xD. Pero lo digo en el buen sentido. Esa Wendy es toda una loquilla. Creo que tenía sangre corriendo en medio de las boobs... okey, detalle innecesario n_nU

    Pero la filosofía de Wendy me parece muy cierta. Es el punto medio adecuado entre las actitudes de Magical Blade y Magical Luz n_n. Me pregunto si Emily se atreverá a combatir (¡OJO! ¡COMBATIR! No descuarajingarse entre las dos a morir) contra Wendy xD.

    Las artes marciales son lo mejor xD. Un cuchillo y una pistola hoy por hoy CUALQUIERA los puede usar... pero creo que Wendy y Emily podrían matarte hasta con un mondadientes si no queda de otra.

    Bueno, a ver qué se avecina luego -w-
     
  19.  
    Andrea T

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    genial, apenas di algo de mi tiempo para leer D:, pero valió la pena, intentare leer mas seguido.

    vaya, mira que me recuerda alguien, ¿qué coincidencia no?

    ambas ideologías son buenas, pero si las combináramos, seria mucho mejor, claro que yo soy pacifista, pero tengo mis limites. ¿y no es raro escribir escenas de chicas peleando con falda? yo apenas si camino.
    wendy es super, que feo ser ignorado de esa forma, pero no es rencorosa, eso la hace una persona genial, a esme le falta escuchar, si no habría muchos problemas, muchos. pero tu defines su personalidad al final de cuentas. aunque fue simple la pelea, esme entendió, que era lo importante, me recordó a pablo y a carlos en esa pela que tuvieron.
    bueno, es todo por ahora, seguiré esperando :3
     
  20.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Crónicas de una Maho Shoujo
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    Acá el nuevo capítulo, espero les guste :3



    Historia 19: Una maid muy moe

    Esmeralda de la Luz no tenía otra opción, todas las salidas yacían bloqueadas frente a ella, además, fallar a su palabra definitivamente no estaba en su código de honor. El asunto era sencillo: Una apuesta, hace dos días jugaron una partida de “Blanco-Negro”, un popular juego de cartas de origen japonés, donde manejaban caballeros, princesas, magos y demás criaturas fantásticas, cada uno tenía un arquetipo y en general la victoria era dada al usuario que destruyera al castillo enemigo.

    Nuestra heroína se confió, creyó que alguien como Wendy no sería capaz de vencerla en un juego donde se requería estrategia y paciencia para ganar. Por desgracia, las cartas tenían como artículo promocional una serie animada proyectada en Japón, los personajes en sí eran puros chicos guapos y una que otra mujer. El porqué Wendy resultó tan buena en el juego era sencillo: ¡Se comió todas las temporadas en un fin de semana!, por ende, solamente tuvo que imitar las jugadas de la protagonista para someter a Esmeralda.

    —No creí que esto fuese a pasar. —La jovencita suspiró resignada, el hecho de perder ante una bruta como Wendy no le pareció nada gracioso.

    —Las apuestas se pagan, querida amiga.

    —Ya lo sé, no tienes que repetirlo. Es solo que… ¡No quiero ponerme esto! —La chica señaló un traje de maid muy bonito, quizá un poco apretado para ella, aún así, cabía perfectamente en el atuendo. Dicho vestido era amarillo con delantal blanco, también poseía una tiara dorada que resaltaba mucho la brillante piel de Esmeralda. Nuestra heroína sostuvo el traje con un gancho, ya no faltaba mucho para pagar los platos rotos.

    —Oye, pasé horas confeccionándolo solo para ti, estaba tan segura de mi victoria que lo hice por adelantado. Además, si no te lo pones, lloro. —Wendy por fin usó su chantaje emocional, el cual era efectivo un cien por ciento de las veces. Sus ojitos se tiñeron con falsas lágrimas y de inmediato le hizo una carita moe a Esmeralda.

    —Uh, de acuerdo… —susurró resignada, por fortuna era sábado y solamente ellas dos estarían en casa de Esmeralda, nadie más de la clase la iba a ver, ¿o sí?

    De repente, el timbre sonó y Esmeralda quedó muy extrañada, su padre no llamó para avisar que vendría y no invitaron a nadie más. La jovencita creyó que eran los del agua potable o algún visitante inesperado, de hecho, acomodó el traje sobre el sofá y caminó hacia la puerta.

    —¿Quién es? —llamó Esmeralda antes de girar la perilla.

    —Soy Pablo, Wendy me dijo que necesitaban mi ayuda para un asunto.

    En ese momento los ojos de la heroína se abrieron en par, Wendy nunca le dijo nada acerca de invitar a Casanova Pablo, de hecho, ni siquiera quería verlo por los constantes sentimientos encontrados. Aún así, tuvo que invitarlo a pasar, ya que sería descortés no atenderlo luego de hacerle caminar varios minutos.

    —Hola, Pablo, te estábamos esperando. —Wendy saludó al muchacho con una sonrisa maliciosa, Casanova se acomodó en un sofá sin la más mínima idea de lo que iba a suceder pronto. Con el invitado en la casa, Esmeralda se dispuso a cambiarse dentro de su habitación.

    —Gracias, espero no haber tardado mucho. —Pablo giró su mirada hacia la sala principal, allí vio varias fotografías de Esmeralda cuando era una niña pequeña, además, apreció el retrato de una mujer hermosa con cabello castaño y sonrisa cautivadora. Su rostro le recordó mucho al de Esmeralda, tanto que parecía una fotografía editada con las facciones de su amiga.

    Aquella persona era Victoria, la madre difunta de Esmeralda y el motivo por el cual su querida amiga tuvo un cambio de personalidad. La historia detrás de estas dos se verá en otro momento…

    Mientras tanto, Esmeralda se quitó la ropa dejándola en un canastito, posteriormente comenzó a meterse dentro del traje de maid. Wendy midió mal las medidas a propósito, ya que le quedaba totalmente al ras, mostrando perfectamente su silueta femenina sin ocultar nada. Nuestra heroína nunca usaba ropa pegadita, de hecho, la mayoría de sus vestidos normales eran ligeramente largos, holgados o trajes de lolita gótica que no enseñaban nada de piel, pero sí mostraban muchos accesorios.

    —Me arrepentiré de esto, Wendy, ya me las pagarás —susurró para sí misma, en seguida salió de su habitación ya con el traje maid puesto. La chica avanzó unos cuantos pasos por los pasillos, le quedaban pocos para llegar a la sala principal, de inmediato miles de mariposas bailaron alrededor de su estómago. Obviamente, estaba nerviosa y con ganas de saltar por la ventana.

    —Pablo Casanova, te presento a la maid más moe de toda la ciudad: ¡Esmeralda! —El chico literalmente abrió su boca hasta el piso, lo que vio no tenía nombre… ¡Era demasiado moe!, Esmeralda lucía hermosa con el trajecito, además, lo ajustado del atuendo incrementaba mucho más sus atributos moe.

    —Uh, que vergüenza —susurró la maid, de hecho, el rubor en sus mejillas solamente aumentaban su belleza. Esmeralda se veía brutalmente adorable, daban ganas de estrujarla y jalarle los cachetes, de hecho, Wendy no soportó la tentación y fue la primera en abrazarla.

    —¡Demasiado moe! —exclamó la rubia, tras apachurrarla un rato la chica le susurró al oído —. No olvides la otra parte de la apuesta, adelante.

    —Te odio…—Esmeralda se sonrojó peor que un tómate, luego caminó hacia Pablo Casanova con la mirada baja. El pelirrojo se sorprendió de verla tan linda, nunca antes la vio de ese modo y ahora no podía sacarle los ojos de encima.

    —¿Qué pasa, Esmeralda? —preguntó Casanova, su voz sonaba calmada a pesar de los rubores en su rostro.

    —P-P-Por hoy seré su maid personal, a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-amo…—Al decir eso último la cabeza de Pablo Casanova literalmente estalló, una de sus fantasías era tener a una maid muy moe totalmente a su servicio y hoy por fin se hizo realidad. Bueno, no del modo en que buscaba.

    —¿Eh?, ¿qué significa esto? —Casanova no sabía que decir, Wendy por su parte solo comenzó a reírse a carcajadas de la situación. Todo salió de acuerdo al plan.

    —Lo que escuchaste, Esmeralda será tu maid toda la tarde, así que puedes hacer lo que quieras con ella. Te recomiendo que seas específico, ella no puede negarse a nada de lo que pidas. —Wendy tronó sus dedos para mostrar el reglamento de la maid, habían tres normas principales a seguir: No pedir nada que involucre quitar el traje, no panty shots y nada de besos (A menos que la maid quiera).

    —A-A-A-A-A-Amo, d-d-d-d-deme ordenes…—Esmeralda se quería tirar del puente más alto del mundo, la vergüenza que estaba pasando era increíble, ni siquiera el incidente del duende le hizo sentir tanta pena.

    —¿En serio tengo qué hacer esto?

    —Sí —respondió Wendy al instante.

    —Muy bien, date una vueltecita. —La orden a primera vista parecía simple y carente de malicia, no obstante, Esmeralda se sintió muy incómoda de mostrar todo su traje con lujo de detalle. Sí, definitivamente no había error, ¡Pablo Casanova era una fanático de las maid!, por ende, él sabía las órdenes perfectas para disfrutar la experiencia a todo poder.

    —Como usted ordene. —Esmeralda dio una vuelta completa sobre su propio eje, al hacerlo sonrió mientras hacía un ademán con el vestido —. Listo.

    —No está mal para iniciar, Pablo, pero debes dar más órdenes.

    —Ya lo sé. —Pablo llevó su mano al mentón, posteriormente una idea muy curiosa surcó alrededor de su consciencia —. Quiero que me prepares una torta y llenes la salsa con corazones, por favor, adorable maid.

    —A-A la orden. —Esmeralda dio una reverencia muy mona, luego caminó hacia la cocina mientras buscaba los ingredientes de la torta, Wendy abrió los ojos en par mientras asentía con la cabeza repetidas veces. Para los que no sabían, una actividad común en los café maid era dedicar mensajes a los clientes con salsa, un hecho bastante lindo en Japón y en algunos lugares de América Latina.

    Pablo sabía bien qué cosas realizaban las maid, por ende, tenía ideas bastante agradables y nada pervertidas respecto a su mejor amiga. Para fortuna de Esmeralda y desgracia de Wendy.

    —Muy buen trabajo. —A los pocos minutos Esmeralda llegó con una torta pequeña, ya que apenas tenían despensas solo pudo conseguir el pan, jamón, mayonesa y cátsup. La inocente jovencita abrió el pan y puso un lindo mensaje sobre el jamón: “Con amor, Esmeralda”.

    —Espero le guste, amo.

    —Vamos a ver. —Casanova probó la torta de jamón lentamente, de hecho, Esmeralda estaba un poco nerviosa ya que tenía mucho orgullo en sus habilidades como cocinera. Aún así, Pablo devoró rápido el alimento y luego le dedicó un pulgar arriba a su linda maid —. Estuvo delicioso, gracias, Esmeralda. —El chico sonrió amablemente, provocando así un rubor gigantesco en la jovencita.

    —M-Me alegro que le guste, amo. —Cada vez que decía la palabra “amo”, Esmeralda buscaba correr y ocultarse detrás de cualquier cosa, por desgracia, su estúpido orgullo le impedía hacerlo. Perdió con Wendy en buena ley, ahora tocaba pagar las consecuencias de haberla subestimado en dicho juego.

    —Definitivamente tienes madera para ser maid, Esmeralda. —Wendy sacó su celular y empezó a tomarle fotografías desde distintos ángulos.

    —Vamos a ver, quiero que cantes, maid. —Pablo Casanova se cruzó de brazos y miró a Wendy con una sonrisa triunfante, esa petición no era escandalosa ni acusadora, no obstante, alguien tímida como Esmeralda jamás había cantado para otra persona. De hecho, se le daba mal hacerlo, su voz era fina y casi angelical, pero la falta de entrenamiento para vocalizar seguramente le cobraría factura.

    —Lo que usted diga, amo. —Esmeralda casi se mordió la lengua cuando dijo eso último, definitivamente aquella palabra le traía a la mente demasiadas fantasías nada buenas. A pesar de su inocencia y dulzura, Esmeralda podía imaginar escenarios tan absurdos que incluso Wendy tendría problemas para buscarle sentido alguno. En fin, la chica asintió suavemente mientras daba unos pasos hacia el frente.

    La protagonista trató de cantar el opening de un viejo anime que daban en las tardes, su bonita voz hizo un intento decente de canto, no obstante, conforme avanzó la canción se notó su falta de entonación y entrenamiento, a veces se trababa o mordía su lengua al ser incapaz de seguir el ritmo. Naturalmente acabó por recortar la versión y dejarla a la mitad, ya que olvidó la letra. Definitivamente a Esmeralda no se le daba mucho la música.

    —Creo que no se puede ser bueno en todo —comentó Pablo.

    —Tienes razón —complementó Wendy.

    —H-Hice mi intento, amo…

    El resto de la tarde pasó entre juegos y bromas, Pablo Casanova le puso órdenes muy curiosas a su adorable maid, la más destacada fue dar saltitos muy moe por toda la sala y traerle galletitas con un poco de choco leche. Por desgracia, al muchacho no le gustaba el café, así que la joven maid fue incapaz de mostrar sus habilidades para preparar dicha bebida.

    Esmeralda poco a poco fue perdiendo la pena de usar un atuendo tan apretado, aún así, su vergüenza jamás desaparecería del todo, para colmo, el pelirrojo a veces daba unas miradas poco decentes a los pechos y piernas de su amiga. Eran reacciones inconscientes, ya que su atuendo tan revelador incitaba a sus hormonas. En los pensamientos de Pablito yacían las siguientes observaciones, bueno, en realidad solo una observación: ¡Demasiado moe!, ¡moe!, ¡moe!, ¡MOE!

    Sí, definitivamente no había error…

    Esmeralda de la Luz era una chica muy moe.

    Y sí, este narrador ya repitió la palabra moe muchas veces, pero la redundancia de la cacofonía le valía un huevo, así que siguió poniendo moe cuantas veces fuese necesario.

    Después de todo, ¡Esmeralda en traje de maid era moe!

    Ok, ya.

    El reloj marcó las ocho de la noche, una hora sensata para ir a casa, Esmeralda seguía totalmente sonrojada por mostrar su silueta femenina a Casanova y éste por su parte, disfrutó el tajo de ojo que comió vulgarmente por varias horas. Por desgracia, la diversión debía terminar.

    —Creo que es suficiente, me voy por hoy, Esmeralda. —Wendy vivía casi del otro lado de la ciudad, por ende, necesitaba irse antes para alcanzar algún colectivo en la intersección aledaña —. Me he divertido mucho.

    —Sí, fue interesante. —Nuestra heroína acompañó a Wendy hasta la puerta, las dos sonreían mucho por los momentos divertidos que pasaron juntas. A pesar de sus recientes diferencias lograron llegar a un entendimiento mutuo, que solo incrementó más su amistad.

    —Te veré mañana. —Wendy se retiró con algo de prisa, dejando a Esmeralda suspirando en la puerta. Pablo Casanova seguía sentado en el sofá, el chico revisaba unas cosas en su teléfono como todo joven del siglo XXI.

    —Oye, Esmeralda. —De repente, su amigo le llamó con un tono casual, la chica volteó su rostro para verle a los ojos —. ¿Has estado bien? —Su pregunta era natural, en los últimos días tuvo “un accidente de coche” y “una caída en un pozo”, normalmente ella no sufría heridas graves en sus combates contra villanos débiles, pero recientemente los dos duelos pasados con Magical Blade y Magical Fénix dejaron en su cuerpo cicatrices que no se borraron del todo. Pablo Casanova tampoco era estúpido, él no creyó del todo la escusa de la caída, aún así, decidió no meter su nariz donde no le llamaban.

    —Sí, la verdad he andado con una mala suerte muy fea estos días. Primero me atropella un coche, luego me caigo en un pozo y ahora me visto de maid, debes creer que soy una chica muy torpe.

    —¿En serio está todo bien?, quiero ayudarte… —Pablo realmente pensaba que ocurría algo malo, el chico podía llegar a ser algo paranoico en estos casos, de hecho, en su imaginación yacía la imagen de Esmeralda siendo golpeada por algún abusivo.

    No podía culparlo, Pablo Casanova vivió siempre en soledad, bajo la sombra de una mala persona y siendo atacado por todos los compañeros de clase. Carente de amigos o familiares, el muchacho vivía de forma miserable, envuelto en una madriguera de mierda y ahogado en la hipocresía. Para él, Esmeralda y Wendy eran personas importantísimas que jamás podrían ser reemplazadas.

    En cierto modo, nuestra protagonista se sintió mal por mentirle a su querido amigo, una parte de ella deseaba contarle la verdad, decirle que era una chica mágica que luchaba contra el mal. Sin embargo, no podía contar su secreto, hacerlo significaba involucrar al pelirrojo directamente en las peleas contra seres sobrenaturales. Aún así, el hecho de ocultar la verdad a una persona tan honesta y sensible no le gustaba en absoluto.

    —No tienes de que preocuparte, Pablo, seguro que mi racha de mala suerte desaparecerá pronto. —Nuestra chica moe mostró una sonrisa forzada, su honestidad a veces le jugaba malas pasadas, ya que no sabía mentir muy bien y eventualmente, acabaría soltando la sopa tarde o temprano.

    —¿Estás totalmente segura?, ¿no hay nada qué quieras decirme? —Casanova jugó bien sus cartas, Esmeralda bajó ligeramente su semblante, como si estuviese buscando algún modo de evitar la pregunta. Movió ambas manos nerviosamente de un lado a otro y soltó un suspiro sospechoso, aún así, volvió a sonreír de la misma forma.

    —Sí, totalmente segura.

    —Entonces me voy a casa también, ya es tarde.

    Pablo se sintió un poco decepcionado, no tanto por el hecho de que Esmeralda no confiara en él, sino todo lo contrario. Casanova creyó que no era alguien de fiar y por esa razón su dulce amiga no le contaba el porqué de su inquietud. Aquella inferencia estaba bien fundamentada, ya que jamás tuvo una buena popularidad desde que era niño, las personas tachaban al pelirrojo de inútil y agresivo, alguien sin futuro que no podía ir más allá de su propia sombra.

    En resumen, Esmeralda le estaba haciendo un daño terrible a Pablo sin darse cuenta.

    —Cuídate en el camino, fue muy divertido tenerte con nosotras.

    —Ok… —susurró a duras penas.

    ¿Tan poco valor tenía para ella?”

    La mente del pelirrojo no dejó de formular esa pregunta, durante todo el camino a casa estuvo con la mirada baja y lleno de pensamientos negativos. Un defecto gigante de Esmeralda era su densidad mental, ella no sabía cuando sus palabras herían los sentimientos de las personas, pasó con Wendy cuando rechazó su ideología guerrera y ahora ocurría lo mismo con Casanova.

    Pero bueno…

    Nadie es perfecto

    Fin de la historia 19

    Eso es todo por el momento, ¿qué les pareció el capítulo? :33
     
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