Historia larga Crónicas de una Maho Shoujo

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por George Asai, 19 Agosto 2015.

  1.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Interesantísimos "pairings" que hiciste, amigo OwO. Toda esta espera realmente valió la pena :P.

    Yo pensé que Wendy enfrentaría a Carlos, al menos... pero igual se entiende el por qué Wendy quedó ahí contra Gilberto. Cuestión de orgullo... aunque no es nada tonta, así que acepta la ayuda de Gracia.

    Pero igual... me pareció un poco extraña la forma en que Esme perdió... ¡LA PIEDRA FILOSOFAL! ¿Qué garantiza que Emily no la usará para deshacerse de Pablo? ¿O del mismo Wiccato incluso?

    Wow... muchas posibilidades. Eso lo combinas con la descripción que diste de la Cuarta Dimensión... ¡WOW! ¡La cabeza de todos podría explotar! Y también Esme mencionó esa posibilidad... ¡¡KAPOW!!

    Jejeje nwnU. Se vienen batallas buenísimas... ¡A esperar!
     
  2.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    Wowowowow, ya pudieron entrar a la cuarta dimensión!
    Siempre que me comentas de nuevos capitulos, sinceramente, no me emociono y casi siempre olvido leerlos. Pero cuando finalmente los leo, me emociono mucho y soy feliz xD
    Siempre me ha encantado como le haces para sentir que estoy dentro de la historia como si fuera un protagonista, se siente muy real!
    Esme perdió la piedra muy rápido xD
    Ayyyyy no esperaba que pablo fuera el segundo en separarse :((( pero bueno, confio en que volverá.
    Se me hizo muy corto el capitulo, no se si solo sea yo xD pero estuvo genial, algo ligero antes de miles de capitulos de batallas. Tendré que preparame mentalmente para leer puras batallas xD
    Bueno, saludos!!!
     
  3.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Crónicas de una Maho Shoujo
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    Género:
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    Historia 46: Voluntad de hielo


    Rance y Carlos eran dos completos desconocidos, era la primera y probablemente, la última vez que se veían. Ambos guerreros estaban separados por seis metros de distancia, rango suficiente para lanzar cualquier técnica o empezar un movimiento ofensivo.


    —He oído hablar de ti en el pasado, pero jamás creí que nos enfrentaríamos aquí, Rance. —Carlos dio dos pasos hacia atrás, probablemente para iniciar un embate ofensivo sin igual, su oponente de cabello blanco sonrió tranquilamente, su rol terminaría aquí. Independientemente del resultado, sabía que no podría avanzar más allá en esta dimensión desconocida.


    —Yo no he escuchado nada de ti, es lo malo de ser famoso, supongo.


    —No es nada personal, pero no puedo perder esta pelea.


    Carlos golpeó el suelo y aceleró al máximo sus funciones corporales, de inmediato, atacó empleandouna serie de patadas y golpes sin ningún tipo de patrón en especial. Su estilo de lucha se basaba en la rigidez y sorpresa, dos conceptos que en teoría, no deberían ser capaces de cooperar.


    En primer lugar, porque un objeto rígido era estático, incapaz de cambiar su trayectoria y estable, a la vista humana. No obstante, Carlos logró un efecto curioso con años de entrenamiento, un ataque, en teoría, recto, se transformaba en una curva impredecible que destruía los sentidos enemigos. Rance descubrió ese efecto a la mala, el mercenario preparó su cuerpo para evadir un puñetazo recto, pero éste cambió su trayectoria, como una serpiente o una curva en medio de la carretera.


    —¡Mierda! —exclamó, Rance tuvo que formar un pequeño muro de hielo en su cuello para no morir por el impresionante golpe de su oponente —. Runa de hielo: ¡Estacas congelantes! —El contraataque no se tardó nada, darle tiempo a Carlos de centrar su atención era sinónimo de suicidio.


    Cinco enormes estacas de hielo aparecieron sobre la cabeza de Carlos, éstas rodearon al muchacho sin darle ningún ángulo de escape, era un punto muerto, o al menos, eso creyó Rance. Carlos movió sus manos de manera circular, imitando así la postura de los grandes sabios chinos que lo entrenaron en el arte del combate, al mismo tiempo, reunió una gran cantidad de chi.


    —¿Cómo puedes reunir chi en ese lugar? —preguntó Rance.


    —El chi es parte del mundo, no importa donde estemos, la tierra mantiene vivas todas las dimensiones, incluyendo la cuarta. —Con el chi reunido, Carlos dio un enorme salto de tres metros en el aire, su objetivo era destruir los chuzos que amenazaban con matarlo. Rance aprovechó esa oportunidad para lanzarlos, grave error, pues Carlos acabó por destruirlos uno por uno, con sus puños reforzados.


    El combate se estancó.


    Ninguno de los dos contendientes deseaba dar un paso adelante, hacerlo de manera prudente podría terminar con todas sus posibilidades. Rance pensó en una estrategia capaz de vencer a Carlos, pero cuanto más lo analizaba, menos chance veía. Lo más peligroso del artista marcial, aparte de su capacidad de controlar el chi a voluntad, era el estilo tan original y destructor al mismo tiempo.


    Las artes marciales modernas basaban su sistema de golpes en ataques rectos o curvos, la mayoría sacados desde cintura y empleando todo el peso del cuerpo en el impacto. Aquello era una ley que no había cambiado en más de mil años, incluso más, por ende, los seres humanos estaban acostumbrados a realizar movimientos cuya trayectoria se mantenía igual de principio a fin.


    Pero Carlos era diferente.


    El chico lanzaba su golpe o patada, pero a medio camino, la trayectoria cambiaba, era un movimiento tan brutal y repentino, que cualquier peleador veterano caería de lleno en la finta. No solo eso, la potencia requerida para ese cambio inesperado solamente podía usarse empleando chi, el hechizo de refuerzo no podía funcionar de esa manera.


    —Maldición, tendré que improvisar en el momento.


    —¿Qué pasa?, ¿ya sin ideas?


    —Para nada. —Rance sacó de su bolsillo un sello mágico cubierto de símbolos arcanos, el uso de runas difería un poco de la hechicería convencional, ya que usaba medios externos para realizar técnicas y no el proceso puro de energía/cuerpo. Esto le permitía ejecutar otras acciones y no enfocarse en el proceso de creación durante tanto tiempo, aun así, este procedimiento no era confiable del todo, las runas requerían tiempo de preparación y cualquier error, por más mínimo que fuese, alteraría el rumbo del hechizo, resultando desde una falla simple, hasta una explosión.


    —¿Runas?


    —¡Runa de hielo: Avalancha! —Un torrente de hielo salió disparado hacia Carlos, el chico se vio forzado a reunir chi de emergencia y luego, dos segundos después, lo liberó de golpe, creando así una grieta en el ataque de Rance y permitiéndole sobrevivir a semejante golpe. Fue un hechizo brutal, el piso alrededor de Carlos yacía congelado, incluso él sintió la muerte de cerca por unos instantes.


    —Q-Que poder… —susurró —. De la que me he salvado.


    —¡Y aún no termino! —Rance tomó otra runa de su bolsillo, en esta ocasión, Carlos retrocedió y retomó su postura defensiva, pelear a larga distancia no le favorecía, pero necesitaba tener defensas ante las runas desconocidas. A diferencia del mercenario, Carlos no tenía tanta experiencia contra hechiceros con runas, la mayoría de sus oponentes eran hechiceros normales, por ende, combatir a un rival desconocido le impedía atacar con libertad —. Runa de hielo: ¡Tornado!


    El hechizo en sí consistía de un tornado de viento, solo que dentro de éste, habían cientos de estacas girando en dirección a las manecillas del reloj. Carlos continuó retrocediendo, pues ni siquiera su excelente control del chi le permitía detener semejante ataque. Si ese tornado lo atrapaba, era game over para él.


    Contra todo pronóstico, Carlos encontró la manera de sobrevivir, el peleador golpeó el suelo repetidas veces, con el objetivo de abrir un agujero capaz de reducir la fuerza del tornado. Por fortuna para él, sus esfuerzos valieron la pena cuando la plataforma debajo de sus pies se abrió, creando así un cráter de dos metros de profundidad.


    —Bien pensado —felicitó Rance, al refugiarse del tornado, los daños disminuyeron considerablemente a meros golpes y cortes que las estacas congeladas provocaron —. Pero te atrapaste a ti mismo en ese agujero, ¡gran error! —exclamó Rance.


    O eso creyó.


    El suelo debajo de Rance sufrió una abertura que no pudo predecir, medio segundo más tarde, Carlos lanzó un puñetazo desde el fondo de la tierra lo suficientemente fuerte para abrirla por completo e incrementar más el tamaño del cráter. Rance no pudo evadirlo, ¿cómo podría hacerlo?, ni en sus más terribles pesadillas se imaginó tremenda jugada.


    —¡Muere! —Carlos impactó en el abdomen del mercenario con tanta potencia que le hizo vomitar sangre considerablemente, no obstante, la pelea estaba muy lejos de terminar. A pesar de sus heridas, Rance vio una ligera abertura en la guardia de Carlos, fue un movimiento pequeño, casi imperceptible para la vista humana. Pero estaba ahí, Rance realizó entonces un hechizo extremadamente peligroso.


    —¡Sangre de hielo! —La sangre que vomitó y extendió alrededor de cincuenta centímetros alrededor suyo se congeló, permitiéndole manipularla aún fuera de su cuerpo. Carlos alcanzó a sacar sus brazos de ahí para cubrirse los órganos vitales, sabía lo que venía y también dio por sentado que no podría esquivarlo.


    Una milésima de segundo más tarde, la sangre congelada tomó la forma de pequeñas estacas que rápidamente atravesaron las extremidades de Carlos sin piedad alguna. Piernas, brazos, rodillas, hombros, estómago, codos, pies…


    El artista marcial emitió un gemido de dolor, ni siquiera su entrenamiento extremo y manejo de la energía natural le hacía inmune al sufrimiento. Tras revisar rápidamente su condición volvió a la carga con una patada lateral, Rance no perdió el tiempo, en cuanto lo vio subir su rodilla saltó hacia atrás e invocó dos espadas de hielo.


    Ambos habían sufrido daño ya, heridas considerables que mermaron sus capacidades físicas, pero la voluntad de combatir solamente incrementaba con el paso de los golpes.


    —¡Venga! —Rance dejó los planes complicados y estrategias elaboradas con runas, en vez de ello, confió en sus instintos y en mero poder bruto. De todos modos, a tan corta distancia no había manera de planear algo eficiente.


    —¡Vamos! —Carlos detuvo los espadazos de Rance con sus manos desnudas, el mismo proceso se repetió una y otra vez, por 75 ocasiones consecutivas, hasta que, en la colisión número 100, las muñecas de Carlos acabaron por romperse.


    CRACK.


    El sonido de sus huesos destrozados y la sangre salpicante le hizo retroceder unos centímetros. El panorama no lucía nada bien para él, trató de abrir ambos puños para revisar el estado de los dedos, pero fue imposible. Ya no era capaz de mover las articulaciones, ni siquiera podía sentirlas.


    —No podrás hacer llaves ni moldear chi correctamente con tus dedos destruidos, ríndete de una vez, Carlos.


    —Miran quién habla, ¿cuánto tiempo más podrás pelear con esa herida en tu estómago? —Justo luego del comentario, Rance volvió a vomitar sangre, desgraciadamente, aquel impacto tuvo muchas consecuencias negativas. Cada segundo que pasaba era una agonía para él, vómito tras vómito, tarde o temprano acabaría desangrándose.


    —Te venceré antes de que eso suceda.


    —Una pelea contra el tiempo, es cierto, ya no puedo moldear chi con tanta fuerza como antes, pero tus runas son inútiles ahora y estás a pocos minutos de perder la movilidad. Solo tengo que aguantar un rato para obtener la victoria.


    Carlos tomó la delantera, si bien tenía todas las extremidades lastimadas aún era capaz de combatir a un nivel relativamente alto.


    —Parece que no tengo otra salida, muy bien, Carlos, eres un rival fuerte y por eso, necesitaré de mi carta del triunfo. —Rance comenzó a emanar una gran cantidad de energía mágica por los alrededores, incluso alguien ajeno a la hechicería como Carlos pudo sentir el poder aplastador que recorría el ambiente. Por un momento se quedó sin ideas, ¿debía atacarlo antes de completar su movimiento?, ¿o reforzar la defensa para aguantar el impacto?, ninguna de las dos lo convenció por completo.


    En primer lugar, porque también se encontraba herido y un ataque de gran magnitud podría vencerlo sin mayores dificultades. No obstante, arriesgarlo todo en un ataque rápido le traería serias consecuencias, sobre todo si Rance completaba su técnica rápidamente.


    Atacar.


    Defender.


    Miles de planes aparecieron sobre su cabeza, cada uno con un método especial de supervivencia.


    —Huir es de cobardes, ¡enfrentaré fuego con fuego! —Sobreponiéndose al dolor y el martirio, Carlos también almacenó todo el chi de golpe, no necesitaba la sutileza ni el control marcial anterior, ya que no deseaba fortificar su cuerpo, sino expulsarlo de manera bruta.


    Los dos prepararon sus técnicas finales, ya no había marcha atrás.


    —¡Hechizo de hielo: Ragnarok! —El nombre de la técnica venía por el fin del mundo de la mitología nórdica, un título apropiado para semejante monstruo, detrás de Rance, un enorme dragón de hielo apareció de la nada, medía diez metros de alto y portaba una armadura de escamas congeladas lo suficientemente fuertes para resistir un asalto balístico, además, las dos alas puntiagudas bastante intimidantes.


    —¡Gran explosión de chi! —La energía natural tomó la forma de un rayo verde, Carlos ya había logrado tal cosa desde hace algunos años, pero en este momento, su perfección iba más allá de los límites humanos. A pesar de estar lastimado y no contar con su verdadero potencial, el hecho de darle una apariencia física al chi lo convertía en el peleador de artes marciales más poderoso del mundo, quizá de la humanidad misma.


    Nadie, en los más de 6000 años de historia había sido capaz de tal hazaña.


    Y entonces, la colisión pasó.


    La imponente figura de hielo comenzó a desgastarse frente a la brutal explosión de chi, sus escamas cayeron de una en una, como gotas de agua en un torrencial. Sin embargo, con cada segundo que pasaba, el chi del lugar disminuía considerablemente, dándole así más terreno al dragón para penetrar su fortaleza invisible.


    —¡Más poder! —exclamó Rance, para desgracia suya, un dolor agudo en su estómago le hizo perder empuje en el último segundo, tiempo que Carlos aprovechó para regresar a la pelea y poner las tablas de nuevo empatadas.


    —¡Es el fin! —Carlos disparó los remanantes de chi que sobraban en su cuerpo, incrementando así la potencia del ataque por un breve periodo de tiempo.


    Gracias al power up logró destruir al dragón congelado, no obstante, el ataque no terminó ahí, cuando la imponente figura desapareció, los trozos de hielo restante se transformaron en estacas que rápidamente atacaron los órganos vitales del artista marcial. Carlos ya no tenía chi suficiente para replegarlas, por ende, se vio en la necesidad de cubrirse el corazón, la cabeza y los demás órganos con una postura defensiva maestra: La coraza humana, así llamó él al movimiento de elevar su pierna izquierda a la altura del pecho y encorvar su espalda hacia adelante, protegiendo así sus riñones y estómago.


    El resultado fue brutal de todos modos, más de siete estacas penetraron el cuerpo del muchacho, destruyendo de ese modo sus articulaciones, músculos y huesos de un solo impacto, sin embargo, no logró matarlo.


    —Maldición, eres un tío resistente. —Rance cayó al suelo totalmente inmóvil, la herida en su estómago acabó por abrirse más y debido a ello, tuvo que congelar esa parte del cuerpo para no morir.


    —Puedo decir lo mismo de ti, estoy acabado. —Carlos también se desplomó, las estacas destruyeron los músculos que permitían la coordinación mótriz y el movimiento en general —. No puedo rematarte, pero tú tampoco puedes hacerlo conmigo.


    —¿Es esto un empate? —cuestionó Rance, el joven de cabello blanco soltó un suspiro lleno de dolor, pues moverse aunque sea un milímetro, acabaría por abrir su herida mortal. Rematar a Carlos estaba fuera de cuestión.


    —Supongo que nuestros roles terminan aquí, ¿no es así?, esta historia no nos ha dado los argumentos necesarios para permanecer a ella. Es frustrante, ¿verdad? —Carlos miró hacia arriba con cierta nostalgia, no podía llamar cielo a esa mancha negra carente de estrellas y nubes.


    —Sí, quisiera poder hacer más, pero este es nuestro límite. No es una coincidencia que hayamos caído aquí. —Rance nunca ha sido alguien influyente, ni siquiera en su edad de oro como mercenario logró hacer un cambio especial en el mundo.


    Siempre actuando como una sombra, sin poner su corazón en batalla ni sus sueños, después de todo, la única meta de este hombre desapareció hace tiempo. Solo por un momento, deseó haber tenido una mentalidad diferente, quizá si hubiese cambiado antes, las cosas habrían sido diferentes y sus preciados amigos no tendrían que sufrir lo que estaba por ocurrir.


    —¿Todo lo hacías por ella?


    —Sí, en verdad quería construir un mundo para Wendy, un sitio donde no tenga que sufrir más cosas por culpa de la ambigüedad. Seguramente sabes la verdad detrás del exterminio que sufrió la secta, ¿no es así?, cuando Wendy se entere de ello, no habrá un sitio para ella en este mundo. Quería evitar eso a toda costa, luché y entrené hasta el máximo de mi habilidad para conseguir ese objetivo, pero no lo conseguí. En efecto, es frustrante caer aquí luego de haberme preparado con tanto entusiasmo.


    —Aún no estamos muertos, Carlos, no sé que cosas ocurrirán más adelante, pero todavía tienes la oportunidad de salvarla. Sin embargo, no me hagas mucho caso, lo mío son delirios sin fundamento, simples palabras para que estos últimos minutos no se vuelvan eternos. —Rance cerró los ojos suavemente, su papel terminó aquí. Aún si el mundo es salvado o si él sobrevive a las heridas, sus acciones ya no serán relevantes para el destino de la humanidad.


    No obstante, Carlos todavía tenía esperanza, de ganar Esmeralda o Wiccato, un camino continuaba abierto para la pobre Wendy…


    —Estás en lo correcto, Rance, aunque nosotros dejemos de ser importantes aquí, nuestras historias no han terminado. Ha sido un combate magnifico, jamás pensé emplearme a fondo contra un oponente tan rudo. —El guerrero reconoció la fuerza de su rival, ya no tenían motivo para matarse mutuamente, por ende, dejaron sus diferencias detrás y simplemente apreciaron el cielo negro de la cuarta dimensión.


    —Y que lo digas…


    La batalla terminó en empate, al final, los dos se hirieron tan feo que ya no podían moverse en lo absoluto. No obstante, este solo fue el primer enfrentamiento entre el séquito de Esmeralda y los seguidores de Wiccato, aguardaban peleas mucho más salvajes en el horizonte.


    Y una desagradable sorpresa…


    Fin de la historia 46

    Espero les haya gustado.
     
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  4.  
    J.Nathan Spears

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    Me desperté tempranito pasra leer esta cosa xD y aunque tuve que tomar pausas para ducha y desayuno, ya me devoré el episodio :P

    ¿Vas a dedicar un episodio entero para cada enfrentamiento? O_O. Sería lo ideal, creo yo... lo más balanceado -w-

    La pelea fue de infarto, casi literalmente. Lo digo porque si Carlos no fuese tan bien entrenado y disciplinado, su corazón no hubiera resistido tanta expulsión de chi y técnicas de Rance.

    Aunque igual el discursillo de Rance (tomando en cuenta, en especial, que él no cree ciegamente en lo que dijo, sino que lo ve como una esperanza efímera) te abre una posibilidad para que cuando menos Wendy-chan sea feliz...

    Y luego recuerdas que tiene que sobrevivir al hijo de perra de Gilberto... OH MY FUCKING GOD!!

    En fin, a esperar el siguiente episodio :) te me cuidas
     
  5.  
    George Asai

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    Capítulo inesperado.


    Historia 47: Verdadera cara


    Magical Fénix no detuvo sus embates, la chica lanzó una serie de patadas y golpes directo a la humanidad del pelirrojo. Gilberto no se veía molesto, sino todo lo contrario, sonreía y disfrutaba combatir contra ambas chicas al mismo tiempo. Claro, ya no era como en el pasado, donde podía hacerse pendejo con sus rivales y soltar comentarios absurdos de vez en cuando.


    Incluso él estaba consciente del poder que cargaban ambas chicas mágicas.


    —¡No escaparás! —exclamó Wendy.


    Gilberto evadió una patada que iba directo al cuello, aquel golpe tenía intención de matar, después de todo, un impacto mal conectado ahí podría ser mortal. Fairy Smile también procedió al ataque, la chica invocó una espada y escudo de cristal, ambas armas fueron creadas a partir de energía natural, un poder distintivo que las hadas blandían desde hace milenios.


    —¡Armadura de valquiria! —Gracia tampoco se quedó atrás, luego de sus primeros años como Maho Shoujo novata, poco a poco fue dominando las artes mágicas de las hadas. Toñita comprendió que su crecimiento repentino se debió al hecho de querer salvar personas y convertirse en una heroína ideal.


    Después de todo, el poder de las hadas no estaba ligado a la capacidad mágica de un individuo. Claro, la desventaja de la fusión, continuaba siendo lo limitado que era un cuerpo humano, alguien sin grandes dotes mágicos como Gracia jamás podrá explotar todo el poder de un hada. No obstante, con lo poco que pudo sacar logró crear variaciones y técnicas derivadas, incrementando así su rendimiento en batalla.


    —Oh, un hada, es la primera vez que enfrento a un oponente así, ¡venga! —Gilberto rechazo una patada más de Wendy, posteriormente, invocó su confiable gladius y escudo romano, dándole así a Fairy Smile una invitación silenciosa para atacarlo.


    —¡A la carga! —Gracia y Gilberto chocaron espadas por primera vez, los dos atacaron con golpes de espada y no cortes, ya que, tanto la gladius como la espada nórdica, estaban diseñadas para destruir los huesos del oponente y cortar ligeramente la piel del rival. Por ese motivo, empleaban escudos lo suficientemente fuertes para resistir impactos de alto alcance.


    Fairy Smile bloqueó el tercer impacto de Gilberto, de inmediato, contraatacó empleando una tacleada con el escudo y luego, un golpe directo a las piernas del pelirrojo. Casanova vio venir tal maniobra, el criminal flexionó sus rodillas y saltó dos metros en el aire, con el hechizo de refuerzo.


    —¡Eres mío! —Pero Wendy leyó la jugada también, ella había saltado un segundo antes, infiriendo la reacción del criminal —. ¡Se acabó! —Al estar en el aire, no había muchas opciones de evasión, la joven adulta lanzó una lluvia de golpes llameantes contra su adversario, era tanta su velocidad que a simple vista, sus manos parecían relámpagos en miniatura.


    —¡Uh! —Gilberto no tenía tiempo para bloquear con su escudo, moverlo hacia el frente le llevaría un segundo, tiempo suficiente para terminar golpeado por la ráfaga de golpes. Además, existía el riesgo de que su escudo acabase destruido debido al calor extremo.


    Lo que pasó después fue digno de un manga, Gilberto soltó tanto el escudo como la espada y de inmediato, bloqueó con sus manos cada puñetazo que Wendy le propinó. Gracias al hechizo de refuerzo fue capaz de frenar los golpes, evitando así que destruyeran algún órgano vital.


    —¡Ahora! —No había descanso, Gracia aprovechó la enorme ventaja que tenía sobre su adversario: La capacidad de volar, sin ningún esfuerzo despegó su cuerpo del suelo y cargó directamente contra la espalda de Gilberto. Éste aún se encontraba bloqueando el embate de Wendy, no obstante, los instintos de este monstruo con cuerpo humano le hicieron prevenir la puñalada que venía en dirección a su espalda.


    —¡No lo harás! —Nuevamente la experiencia en batalla de Gilberto se hizo notar, al sentir el peligro inminente, el pelirrojo veterano sujetó una de las muñecas de Wendy tras bloquear su puñetazo número 40, luego, jaló a la chica en dirección suya y después, giró su cuerpo en un ángulo de 180 grados, usando a Wendy como un escudo para detener la puñalada.


    Gracia, en efecto, detuvo su carga, en lugar de atacar prefirió tomar a Magical Fénix, devolviéndola a tierra sin peligro. La batalla quedó temporalmente en un punto muerto, su estrategia inicial falló, pensaba someterlo antes de que pudiese efectuar sus mejores técnicas, sin embargo, el conocimiento teórico de Casanova Gilberto continuaba marcando diferencia.


    —Debo reconocer que se han vuelto fuertes, sin embargo, todavía están lejos de poder vencerme. —Aquellas palabras no contenían arrogancia, sino todo lo contrario, Gilberto decía la verdad, incluso la orgullosa Wendy estaba consciente de ello.


    —Es cierto, estamos lejos de vencerte, Gilberto Casanova, pero nuestras posibilidades no son cero. Si planeamos una buena estrategia y aprovechamos el momento inicial, podemos ganar —respondió Fairy Smile.


    —Tienes razón, heroína, sus posibilidades en equipo no son de cero, sin embargo, es un número menor. Recurrir a la suerte o apostarlo todo en un movimiento poderoso no es un mal plan. —Gilberto tomó un respiro, a pesar de estar lejos del cansancio, tampoco deseaba descuidarse y perder de manera anti climática.


    Wendy también aprovechó la pausa para relajarse, sus años de experiencia como peleadora marcial por fin dieron frutos, en el pasado, se habría hartado de esperar y hubiese recurrido al poder puro para superar la falta de habilidad. No obstante, la Wendy del presente estaba muy lejos de su yo pasado.


    —Todavía tengo mi carta del triunfo, Gilberto Casanova, no creas que vas a derrotarme de la misma forma.


    —Ya veremos. —El malvado criminal invocó rápidamente la misma pistola que usó para herirla en su encuentro pasado, Gracia no tuvo tiempo de reaccionar con sus murallas, pues no tardó ni medio segundo en apuntar y disparar directo al pecho.


    No obstante, Wendy detuvo la bala con sus manos desnudas y en un acto de fanfarronería, la quemó hasta las cenizas.


    —¿Por quién me tomas?, ya te lo dije antes, tus trucos no van a funcionar dos veces.


    —Supongo que has madurado como peleadora, pero sigues siendo una niña ingenua en el fondo. —El comentario de Gilberto no fue una provocación, Wendy se sintió ofendida, pero no enojada, la falsa pelirroja frunció el ceño y respiró profundamente para no alterarse.


    —¿Qué quieres decir?, yo no soy ingenua.


    —Oh, sí lo eres, en primer lugar, ¿por qué estás peleando aquí?, ¿por qué viniste a la cuarta dimensión? —preguntó Gilberto.


    —Para ayudar a mi amiga Esmeralda y terminar con las ambiciones del maestro, ¿por qué otro motivo vendría? —respondió Wendy.


    —¿Lo ves?, eres ingenua y tonta, jovencita, no puedo creer que sigas viviendo engañada con esas mentiras. ¿Luchar por alguien a la que no le importas una mierda?, por favor, creí que tendrías al menos un poco de sentido común.


    —No entiendo… ¡No entiendo nada de lo que estás diciendo! —¿Por qué esas palabras sonaban tan dolorosas?, algo en su interior le estaba advirtiendo que no debería continuar con la conversación, pero al mismo tiempo, deseaba saber.


    No era curiosidad ni tampoco sentido de pertenencia.


    Sino algo más oscuro, siniestro y poco amigable, la verdad que Gilberto Casanova escondía detrás de sus palabras era indenegable. Incluso Gracia podía sentirlo.


    —Me parece gracioso que no te hayas dado cuenta todavía, tanto que podría dejarte con la duda e irme de aquí. Siendo sincero, no tengo ganas de luchar con ustedes, si tanto desean atacarme pueden hacerlo, pero eso no cambiará la realidad en la que viven. En fin, ¿dices luchar por Esmeralda de la Luz?,tonterías, ella no es la persona que tú crees.


    —No hables sin conocerla, Esmeralda es mi preciada amiga, ella jamás haría algo para lastimarnos. —Wendy de inmediato defendió a su compañera, habían pasado tantos años juntas, que su amistad era aprueba de balas, ¿o no?


    —¿Estás completamente segura?, hablas con tanta seguridad que incluso yo lo siento por ti.


    —Gilberto Casanova, ¿podrías parar tus mentiras y continuar la pelea?, no veo razones para continuar la conversación. —Gracia elevó su espada y alistó su cuerpo para una segunda carga, no obstante, Wendy le hizo una señal con la mano, indicándole detenerse —. ¿Eh?, ¿por qué me detienes, Wendy?, podemos ganarle si unimos fuerzas.


    —Espera, voy a desmentir sus tontas falacias de una vez.


    —¿Falacia?, por el amor de Dios, no puedo creer que una tonta como tú diga esa palabra. Alguien que ha vivido engañada y sin juicio de valor propio no tiene nada que debatirme, heroína, seguro quieres conocer la verdadera cara de tu preciada amiga. La chica que te inspiró para volverte una Maho Shoujo, ¿no es así?, el resultado de todo esto será una agradable tragedia para mí. —Gilberto desapareció sus armas y luego, extendió sus brazos, como si fuese un declamador a punto de soltar un discurso épico. Las dos chicas mágicas deshicieron sus transformaciones también.


    —¡Esmeralda es nuestra amiga!, siempre que la necesitamos estuvo ahí para ayudarnos, deja de mentir, Casanova Gilberto. —Wendy no quería creerle, aun así, parte de ella tenía miedo… ¿Y si no mentía?, ¿y si la única persona que le ofreció la salvación solo fue un espejismo de su desesperado corazón?


    —Comenzaré contigo, Wendy, antiguo miembro de la secta y aprendíz directa de Wiccato, el mago de la realidad. Tú abandonaste la organización porque no estabas de acuerdo con sus métodos, huiste y dejaste a tu antigua familia atrás, entonces, años después, los agentes entraron con un ejército gigante a su base oculta y en menos de una noche… Los exterminaron, todos y cada uno de ellos, muerto de manera miserable, niños, mujeres y adultos, gente cuya existencia no será extrañada por nadie más que tú. Pero, ¿nunca te has preguntado cómo encontraron la base?, ¿quién les dio la información?, claro, solamente un traidor dentro de la secta pudo haberla filtrado, pero eso no es importante, ¿o sí? —Gilberto sonrió maliciosamente, entonces, dio un paso hacia el frente y miró a los ojos directamente a la rubia —. ¿Qué sabes tú?


    —No sé nada, cuando me enteré de la masacre ya había terminado —respondió.


    —Es sencillo, alguien le dio la información a Pablo Casanova, mi sobrino y él, contactó a los agentes para iniciar el genocidio.


    —¡No puede ser! —Gracia no podía creerlo, la pobre chica abrió su boca intentando soltar un grito, pero se quedó en eso nada más, un triste intento que acabó en nada —. Pablo jamás haría algo como eso…


    —¡Es cierto!, no digas mentiras, bastardo.


    —¿Oh?, ¿acaso no me creen?, supongo que estas imágenes son editadas. —Gilberto Casanova tronó sus dedos, al hacerlo, las imágenes del genocidio golpearon a las dos chicas de manera inminente —. Miren por ustedes mismas las consecuencias de sus actos, ¡aprecien el genocidio más grande del siglo XXI!


    Gracias al power up que Gilberto recibió por parte de Wiccato, el hechicero malvado ganó la capacidad de manipular en menor medida la realidad, mostrar imágenes del pasado reciente no era mayor problema para él.


    Lo que Gracia y Wendy vieron fue horrible.


    Muertes, muertes, muertes, muertes y más muertes.


    Personas que Wendy conocía de su estancia en la secta fueron brutalmente asesinados por los agentes y el mismo Pablo también formó parte de la refriega.


    —No puede ser… —susurró Wendy, ella vio como niños pequeños, los futuros sectarios que todavía no habían hecho daño a nadie, fueron asesinados por la espada de Casanova Pablo. Y peor aún, el desastre continuaba conforme pasaban las imágenes.


    Hombres mutilados.


    Niños decapitados.


    Mujeres con el cuerpo destruido por las balas o impactos de espada.


    —Deten esto… ¡Para por favor! —Gracia empezó a llorar, su inocente mente no soportaba las imágenes que Gilberto continuaba mostrándoles —. Eran inocentes, merecían una segunda oportunidad, ¿por qué Pablo los mató así?, no lo entiendo, él no era así cuando estudiábamos en la preparatoria. No, no, esto no está bien, definitivamente hay algo extraño.


    —M-Mis antiguos amigos…—susurró Wendy, ella continuó callada, viendo como toda la secta fue borrada del mapa en una operación relámpago.


    —Es cierto, Pablo Casanova no era un genocida en ese tiempo, no obstante, la culpa no es suya directamente.


    —¿Qué quieres decir? —cuestionó Gracia.


    —Quizá estas imágenes les ayuden a juntar las piezas restantes. —Nuevamente, Gilberto Casanova mostró escenas del pasado, en esta ocasión, eran Pablo y Esmeralda juntos durante el baile escolar. Las dos chicas reaccionaron ante ese suceso, pues fue un día importante para la pareja.


    Lo que importa es nuestra felicidad, el resto es secundario


    No tengo la obligación de hacer a todos felices, esto de ser chica mágica es solo un placer para mí


    Y no solo fueron esas frases, a través de su vida juntos, Esmeralda fue sugestionando a Pablo para actuar de manera egoísta y cambiando así, sus paradigmas iniciales. El chico al inicio quería actuar por el bien común, no obstante, con el paso del tiempo, se dio cuenta de que no valía la pena sacrificar su felicidad por las demás personas.


    ¿Quién le pagaba?


    ¿La gente estuvo ahí cuando él sufría la soledad?


    Claro que no, sus razones eran totalmente válidas.


    Esmeralda fue convenciéndolo lentamente, sus palabras llenas de ternura y amor tenían ocultas un significado perturbador: Olvida a las demás personas y seamos felices, lo merecemos.


    —I-Imposible… —Gracia derramó unas cuantas lágrimas de amargura, la persona que admiraba y por la cual empezó a ser una chica mágica resultó ser una desgraciada. Ella maldijo en el fondo de su corazón, el momento en el cual la conoció.


    —No, esto es mentira, E-Esmeralda no es así. —Wendy también comenzó a llorar, todavía no lo aceptaba, ¿cómo podía hacerlo?, su mejor amiga y confidente, la persona que le ofreció una segunda oportunidad de vivir no podía ser ese tipo de persona. Aún tenía fe… Pero…


    Las siguientes imágenes terminaron de clavar los últimos clavos al ataúd de su amistad.


    Lo que ambas vieron, fue el momento en que Pablo se despidió de Esmeralda para ir al genocidio. Ella podía detenerlo, bastaba un “espera” para evitar la masacre, incluso el pelirrojo deseaba fervientemente la palabra de su amada, una mendiga frase tenía el poder de salvar incontables vidas. Pero no dijo nada, se quedó callada y vio partir a Pablo, al final, matar a los sectarios era la opción correcta para ella.


    De no hacerlo, la habrían atacado en masa y su felicidad jamás hubiese ocurrido.


    Quizá había otra forma de arreglar las cosas, una menos violenta y con mayores resultados.


    Pero nunca lo sabrán, porque todos están muertos ya.


    Todo aquel que interrumpa mi felicidad, debe desaparecer”


    —Entonces, ¿por qué?, ¿por qué mi preciada amiga hizo esto?, pudo haberlo evitado, pudo encontrar otra salida. ¿Por qué no pensó en mis sentimientos?, juntas pudimos haber llegado a un resultado feliz… —La chica rubia se arrodiló con lágrimas en sus ojos, todavía intentaba procesar la información que Gilberto Casanova le mostró. A pesar de negarlo y aferrarse a la esperanza de que todo fuese mentira, en su interior, el juicio ya estaba hecho.


    —Eso es simple, ¿quieres saber? —Gilberto sonrió maliciosamente, era cuestión de una palabra para terminar de arruinar la pobre mente de Wendy.


    —N-No la digas, por favor, no digas esa palabra, te lo ruego… —imploró Wendy, ahogada en sus propias lágrimas.


    —Porque eres una muñeca. —Tras decirle eso, Wendy soltó un grito desgarrador que pudo escucharse por toda la cuarta dimensión, de esa forma, su corazón fue destruido —. Eres solo una “amiga” para ella, Esmeralda no te lo dijo porque le importa una mierda tu felicidad, quiere que estés ahí solo para su propio placer, no el tuyo. Nunca le importaste, seguramente pensaba engañarte toda tu vida, habrías jugado un papel secundario siempre, y claro, a la sombra de nuestra querida avatar de Gaia. ¿Qué se siente pasar de ser la muñeca de Wiccato a la muñeca de Esmeralda?, nunca tuviste libre albeldrío, elegiste el camino que otras personas pusieron para ti. Jamás te cuestionaste el porqué de las circunstancias, recuerda, mujer, los seres humanos somos capaces de elegir nuestro destino. Tú jamás elegiste nada, por eso siempre serás una muñeca estúpida.


    —¡Ah! —Todo lo que Wendy logró tras abandonar la secta, su felicidad, su sonrisa y sobre todo, la amistad con Esmeralda de la Luz, desapareció —. ¡No! —continuó gritando.


    Gilberto Casanova no estaba equivocado.


    Esmeralda de la Luz nunca pensó en los sentimientos de su “amiga” cuando efectuó esas decisiones difíciles, para ser exacto, ni siquiera consideró que Wendy fuese a salir lastimada de manera grave por sus acciones. Después de todo, su felicidad era lo más importante, el resto le venía dando igual, no le importaba mantenerla engañada eternamente.


    —¿Qué harás ahora, heroína? —Con Wendy en estado de shock, Casanova Gilberto le habló a Gracia, ella rápidamente limpió sus lágrimas y desvió la mirada del pelirrojo.


    —Si Esmeralda fue la culplable del genocidio, entonces… ¿Ella es la villana de esta historia? —preguntó Gracia.


    —Un héroe es aquel que salva a la gente y los ayuda en momentos difíciles, un villano, en cambio, destruye a las personas de su alrededor con tal de lograr sus propias metas. Si lo ponemos de ese modo, en efecto, Esmeralda de la Luz, es la villana de esta historia —respondió.


    —No lo entiendo, ella fue la razón por la cual me convertí en Maho Shoujo, admiraba su manera de enfrentar los problemas a pesar del miedo. ¿En qué momento cambió?, ¿cuándo dejó de ser la Esmeralda que admiré? —murmuró Gracia, en silencio y para sí misma. Solamente su hada, Toñita, fue capaz de escuchar sus deprimentes lamentaciones.


    —Los humanos son así, Gracia, no te sorprendas, ya sabía que esa mujer escondía algo detrás de su amabilidad —argumentó el hada.


    —¿Odias a Esmeralda? —La pregunta de Gilberto fue clara, Gracia no lo pensó dos veces para contestar.


    —Sí, la odio.


    —¿Y entonces qué harás?


    —Tú mismo lo has dicho, Gilberto Casanova, los héroes deben detener a los villanos por responsabilidad. Mi odio personal no tiene nada que ver, si no fuese una Maho Shoujo, lo correcto sería darme la vuelta y desaparecer. Lamentablemente, esa no es una opción, por el hermoso recuerdo que tengo de mi juventud y mi convición heroíca, Esmeralda de la Luz debe ser detenida y castigada. Demonios, ¿cómo llegamos a esta situación?, hace tan solo un instante estaba dispuesta a dar mi vida por nuestra amistad y ahora, me siento avergonzada por haber confiado en ella. —Gracia soltó un suspiro lleno de arrepentimiento, posteriormente, limpió sus lágrimas con su mano diestra y en seguida, caminó a lado de Gilberto.


    —Oh, ¿no vas a tratar de detenerme?, yo también soy un villano, heroína.


    —¿Estás loco?, no hay forma de que yo pueda vencerte sola, podré ser una heroína, pero no soy suicida. Sin la ayuda de Wendy, acabarás conmigo en un santiamén. Además, a ti no te interesa realmente el objetivo de Wiccato ni el de Esmeralda, ¿no es así? —cuestionó Gracia.


    —En efecto, lo que haga Wiccato no me importa para nada, lo mismo con Esmeralda de la Luz. Yo solo estoy aquí para divertirme y ver el sufrimiento que causarán cuando alguno de los dos tenga éxito, ese es mi placer y el motivo de mi existencia. Matar para conservar lo que me hace feliz, soy ese tipo de villano, pequeña heroína.


    —Despreciable, simplemente despreciable.


    —Claro que lo soy, te agradezco el cumplido, por cierto, deberías ir ya si quieres tener algo de acción. —Wiccato señaló a Wendy, cuyo cuerpo estalló en llamas por la furia del momento.


    —¡Esmeralda!, ¡te voy a matar! —La furia ciega tomó forma humana y su nombre, era Wendy.


    Aquella transformación no se parecía en nada a Magical Fénix, pero al mismo tiempo, tenía un gran parecido, en primer lugar, su cabello se tornó rojo oscuro y sus ojos adaptaron el mismo color también, no obstante, sus ropas no cambiaron, continuaron siendo las mismas de su identidad civil. Para este punto, su apariencia dejó de importarle, lo único que deseaba era castigar a la traidora por sus pecados.


    —Me voy entonces.


    Gracia y Wendy continuaron su camino, dejando a Gilberto con su típica mirada despreocupada. Eso no era parte del plan, pero salió mejor de lo esperado, ¿quién diría que la misma Esmeralda fuese a cavar su propia tumba?


    —¿Todo esto fue parte del plan?, ¿Wiccato? —susurró, obvio, no hubo respuesta del mago, simplemente tomó el silencio como una declaración afirmativa.


    El camino de la cuarta dimensión parecía no tener fin, Esmeralda no sintió cansancio físico ni mental, para ella, el tiempo dejó de ser un inconveniente, pues entendió que de nada servía desesperarse. Si todavía no llegaba, debía ser por algo.


    Y justo entonces, sus siguientes rivales aparecieron.


    Gracia y Wendy.


    Ella de inmediato se puso a la defensiva, pues sintió la hostilidad que Wendy emanaba hasta por los poros.


    —Hey, ¿tan rápido vencieron a Gilberto? —cuestionó Esmeralda, Wendy tronó sus manos en señal de agresión, posteriormente, colocó su guardia de combate.


    —Dejemos las tonterías para después, traidora de mierda, antes de que acabe contigo quiero saber algo, ¿por qué nos mentiste?, ¿por qué no consideraste nuestros sentimientos?, te apreciábamos como amiga y tú simplemente seguiste tus acciones egoístas hasta el final. ¿Y todo para qué?


    —Ya veo, Gilberto les contó la verdad, me lo temía. Esa es la respuesta que obtuve luego de varios años viviendo para servir a los demás, las aprecio como mis amigas, por eso les mentí. ¿Qué tiene de malo ser feliz?, ¿por qué no aceptaron la mentira que les propuse?, pudimos haber sido amigas para siempre, olvidar esos pequeños detalles en costa de nuestra felicidad. Pero no, te aferraste a la realidad y por eso destruiste todo, Wendy, es una pena, yo realmente deseaba estar con ustedes para siempre. Aún no es demasiado tarde para volver atrás, olviden la verdad y abracen mi mentira, todas podemos ser felices, es el camino de la salvación que les ofrezco, ¿lo tomarán? —Esmeralda extendió su mano hacia el frente, aquella era la última oportunidad de retomar su amistad.


    La chica en verdad las amaba y mucho.


    No obstante, en el fondo, Esmeralda solo las quería como sus “amigas” y no como seres humanos, con pensamientos y sentimientos propios. Lo que Esmeralda ofrecía era un insulto terrible a la dignidad de ambas, aceptar sus condiciones sería igual que un perro cojo lamiendo los pies de su dueño por comida.


    —¡Que te den, imbécil! —respondió Wendy.


    —Lo siento, Esmeralda, no puedo dejarte pasar. —Fue la respuesta de Gracia.


    —Muy bien, con todo el dolor de mi corazón acepto su desafío, ya no soy una niña para ponerme a llorar cuando las cosas no salen como deseo. Me lo propuse hace años, si alguien interviene mi felicidad, lo venceré, no importa que sean ustedes, chicas… ¡Peleen! —Y de esa forma, una hermosa amistad de 7 años y medio llegó a su fin.

    Fin de la historia 47

    ¿A qué no esperaban eso, verdad?
     
    Última edición: 14 Agosto 2017
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    J.Nathan Spears

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    Definitivamente no me esperé esto o_O

    Esme revelando el no ser una heroína para nadie... pero jamás pensé que lo tomaría con ESA frialdad... digo yo, es cierto, podía intentar "negociar" con la secta de Wiccato, pero eso bien pudo haber tardado un montón. Pero por otro lado, eso implicaría pasarle la aplanadora a Wendy...

    Gilberto no debió torcer demasiado la realidad de las cosas para convencer a Wendy y Gracia (esa era la que parte no estaba en el plan, por lo que veo xD) aunque me sorprende más el que las dos lo hayan dejado a su aire sin más... después de todo, ¿Acaso Gilberto no es un villano también? ¿Por qué no le dijeron, como mínimo, "después de Esme, tú sigues"?

    Pero por lo demás, este episodio se sintió bastante rápido, pero fue muy disfrutable. Veo que disfrutaste escribiéndolo, puesto que esta actualización fue muy rápida o_O. Te envidio, wey...

    No sé qué rayos pensar de Esme-chan ahora o-oU. Y a todo esto, todavía nos queda saber qué pasará con Pablín y con Magical Blade... y qué hará Wiccato después o_oU. Wooow...

    Nos vemos en la próxima, compa.
     
  7.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Título:
    Crónicas de una Maho Shoujo
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    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    51
     
    Palabras:
    3272
    Nuevo cap, no hay mucho que decir :3



    Historia 48: Adiós


    Pablo Casanova mantuvo su guardia lista, de nada servía perder el tiempo en contemplaciones absurdas e inmediatamente, invocó su confiable katana y avanzó a través de la cuarta dimensión. En el pasado, Esmeralda le contó lo peligrosa que podía ser Emily en un ataque sorpresa, por ende, agudizó sus sentidos al máximo para no ser víctima de un golpe demoledor.


    El panorama estaba de la siguiente manera: Casanova superaba por mucho a Emily, en un combate 1 vs 1, la chica no tenía ninguna oportunidad, fallar su emboscada sería lo mismo que perder la batalla. Era una verdad cien por ciento segura, sin ninguna posibilidad de fallo.


    —¡Sal de una vez! —gritó Pablo, pero Emily no salió a su encuentro.


    Ella era una experta en ocultar su presencia, ninguna corriente energética fluía sobre sus venas, todo gracias al hechizo de invisibilidad. Una técnica especial capaz de ocultarla por más de dos horas continuas, sin embargo, al carecer de un sentido del tiempo propiamente dicho, podía durar de manera indeterminada.


    O al menos, hasta que a Emily se le acabe la paciencia.


    Los minutos transcurrieron y Pablo seguía sin sentir nada, solo necesitaba una pequeña pizca de hostilidad, cualquier muestra básica, por más diminuta que sea, para derrotar a su sigilosa oponente.


    “La cuarta dimensión es extraña”, pensó Casanova, nunca antes imaginó estar parado en el lugar más codiciado por toda la hechicería, millones de hechiceros darían todos sus logros con tal de visitar el lugar que ahora pisaba el pelirrojo. Menuda ironía, aquellos que jamás desearon llegar ahí, fueron los que tuvieron el honor (o mala suerte) de conocerla.


    Nada.


    Ninguna señal de ataque o presencia enemiga.


    ¿Acaso Emily lo pensó dos veces y huyó?, después de todo, esa no era una mala estrategia. Ella robó la piedra filosofal, mantenerla lejos de Esmeralda podía ser la clave de Wiccato para obtener la victoria, sin embargo, algo no estaba del todo bien.


    —No voy a caer en tu maldito juego —susurró Pablo.


    Y entonces, cuando menos se lo esperó, dos cuchillos salieron volando en dirección a su cuello a una velocidad impresionante. Los proyectiles aparecieron de la nada, no avisaron su ubicación ni tampoco su origen, simplemente hicieron acto de presencia frente al pelirrojo, con toda la intención de asesinarlo de un solo golpe.


    No obstante, los instintos casi sobrehumanos de Pablo le permitieron bloquearlos de un solo tajo.


    Fue demasiado fácil, incluso su versión adolescente habría sido capaz de parar semejante intento de asesinato. Aquello no parecía algo realizado por una profesional, cualquiera habría intentado esconder los cuchillos con el hechizo de invisibilidad y luego, atacar en un punto abierto a la víctima.


    Ya que, por instinto, los seres humanos cubrían más las partes que no podían ver tan fácilmente o al contrario, trataban por todos los medios hacerlos desaparecer. Pablo no fue la excepción, el chico tenía su guardia alta y sus sentidos al máximo, predecir y bloquear los proyectiles tampoco fue una hazaña digna de mención.


    Simplemente lo hizo y ya.


    No había nada de valor en ello.


    “¿Acaso me subestima?, ¿o es tonta?” pensó Pablo.


    —¡Muere! —Lo siguiente fue brutal, Emily/Magical Blade, apareció detrás de Casanova con una daga blanca en su mano izquierda. La estrategia engañó por completo al muchacho, ya que éste jamás creyó que los cuchillos fuesen solo el señuelo para materializarse y tomar forma física antes de poder esquivar hacia otra dirección.


    Un plan perfecto.


    Movimientos ostentosos, arrogantes e innecesarios, nada de eso le importaba, total, su lema era: “Cuantos menos pasos para una cabeza, mejor”, el arma estaba a tan solo medio centímetro de su cuello, la victoria había sido decidida en un instante, ¿o no?


    Pablo reaccionó, antes de ser apuñalado expulsó una gran cantidad de energía mágica, proveniente de su reliquia sagrada: El colmillo de dragón, un artefacto sobrenatural que incrementaba sus habilidades físicas y control de las corrientes energéticas. Gracias al objeto, Casanova fue capaz de repeler la puñalada hacia la derecha y de paso, empujar a la chica varios metros para ganar distancia.


    —Te dije que no podrías vencerme, date por vencida. —El combate llegó a su fin, la única esperanza de Emily fue destruida cuando falló la emboscada, combatir mano a mano contra Pablo Casanova no era diferente a un suicidio —. Dame la piedra y todo volverá a ser como antes, no tengo deseos de lastimarte, Emily, solo haz lo correcto y vete a vivir tu vida.


    —¡No!, tengo que seguir adelante, el sueño que tanto he deseado está a punto de cumplirse, jamás retrocederé. —Pablo soltó un suspiro lleno de arrepentimiento, a pesar de buscar el entendimiento mutuo y las palabras tranquilas, no fue capaz de construir la utopía que alguna vez soñó tener.


    —¿Tu sueño?, ¿acaso Wiccato te ha prometido algo?, si es así, lo siento, pero no pasará, solo eres una pieza en el juego del mago. Él no volverará a verte una vez que haya ganado, tampoco te apoyará y devolverá al tablero si llega a perder. ¿Cómo puedes soñar un destino así?


    —Porque lo he visto, el mundo que desea constuir, los conceptos que deben cambiarse. ¡Tú también deberías entenderlo!. Fuiste parte de la sociedad más corrupta que existe en este país, también pasaron a lado de ti cosas malas, ¡comprende mi punto, por favor!


    —Entonces, ¿no vas a darte por vencida? —Pablo ignoró sus reclamos, desde un inicio fue inútil tratar de dialogar con Emily, ella vino decidida a dar su vida de ser necesario.


    —No lo haré, voy a pelear hasta el final. —Emily invocó otro cuchillo en su mano derecha, empleando así, el estilo dual que tantas veces utilizó cuando perteneció a los cazadores. Ella suspiró antes de dar el siguiente movimiento, como si estuviese aceptando la muerte misma.


    Pablo Casanova era el famoso genocida de la Secta, un guerrero que iba más allá de sus propias capacidades, enfrentarlo directamente podía significar el final del camino para ella. Aun así, el hecho de luchar por el mundo que tanto ansiaba le trajo algo de paz a su nublado corazón.


    Sí, incluso viviendo con Ryo allá en Japón, los días oscuros perseguían a Emily durante las noches, aquellos recuerdos horripitantes de su padre siendo asesinado por cazadores y las maldiciones finales que su madre lanzó al mundo antes de morir. Fueron traumantes, tanto que todavía las frases hacían eco en su consciencia, una y otra vez, de manera infinita.


    ¿Cómo podría ser feliz así?, pensó Emily, a pesar de haberse esforzado por olvidar todo, en el fondo, resultaba imposible. Ni siquiera las buenas intenciones o la sonrisa del joven Ryo Yamamoto, fueron capaces de curar su corazón en un cien por ciento.


    Y era toda una pena.


    “Un mundo donde podamos vivir juntos los cuatro”


    Wiccato le ofrecía eso y más, la posibilidad de vivir sin que sus padres hayan tenido que morir de manera inútil, un mundo donde pueda amar a Ryo con todo su corazón. Tantas posibilidades llenas de alegría, casi rozando la utopía…


    —En verdad vale la pena morir por esto, Pablo Casanova, los rencores de mi corazón me van a torturar hasta que muera. Un mundo donde no los tenga y pueda sonreír como cualquier otra chica, es en verdad… Maravilloso, por esa razón no voy a entregarte la piedra filosofal, si tanto la quieres, tendrás que vencerme.


    —Has decidido tu destino, muy bien, Magical Blade, la heroína vengadora que encontró la felicidad, admiro tu devoción… ¡Veamos si puedes respaldarla!


    Emily cargó sin un plan o estrategia, ya no había marcha atrás, de inmediato, lanzó dos puñaladas, una al cuello de Pablo y la otra, directo al estómago. No hacía falta decir que fueron repelidas en menos de un parpadeo, la katana de Casanova parecía un rayo, su trayectoria dejaba ligeros rastros de energía que hacían predecibles sus movimientos.


    No obstante, Emily no tenía la velocidad suficiente para prevenir los cortes del pelirrojo.


    En vez de ello, se vio forzada a retroceder de un salto, pues el filo de la espada estuvo a punto de cortar su estómago. Pablo no detuvo su embate ahí, dio un paso al frente y lanzó una serie de estocadas hacia las costillas y pecho de la chica.


    —Maldición. —Por más energía del medio ambiente y física que Magical Blade puso dentro de sí, los ataques de Casanova Pablo dieron en el blanco, el filo de la katana cortó su piel de manera dolorosa, rompiendo un poco la tela de su traje y manchando de sangre el resto del atuendo. No obstante, ninguna herida era fatal y Emily podía seguir combatiendo por un rato más.


    —Ultima oportunidad, Magical Blade, dame la piedra, por favor, no tenemos porque llegar a este punto.


    —Jamás…—Emily sacó la piedra de su bolsillo y luego, miró a Pablo con valentía, aquel gesto parecía ser de rendición, no obstante, segundos después, sus verdaderas intenciones salieron a la luz —. ¡Nunca la tendrás! —Y contra todo pronóstico, Emily se tragó la piedra.


    —¡Eh! —gritó Casanova, la chica tragó el objeto tan rápido que no tuvo tiempo de pararla. Aquella fue una jugada arriesgada, bien pudo haberse atragantado con eso, pero no lo hizo. Al contrario, pasó como si fuese cualquier otra comida, no tenía sabor ni consistencia, solo “sintió” que pasó a través de su esófago.


    —Dije que jamás la tendrías…


    —No te preocupes, ¡solo tengo que sacarla de tu interior! —Pablo lanzó un corte directo al vientre de la chica, Emily cerró sus ojos esperando el inminente final, quizá si hubiese nacido en otra familia o bajo distintas circunstancias, este escenario jamás habría ocurrido.


    Que deprimente, menuda injusticia, pensó.


    Aun así, los pocos momentos que pasó a lado de Ryo hicieron que cada segundo de dolor valiese la pena. A pesar de no querer morir y seguir adelante con aquella utopía imposible, no consideró el caer ahí como un fracaso…


    Sin embargo, el sonido del metal penetrando su carne jamás se escuchó, en vez de ello, fue reemplazado con el ruido metálico de dos espadas chocando.


    —N-No puede ser, tú, no deberías estar aquí, es imposible. —Pablo Casanova abrió sus ojos en par, el chico jamás imaginó esta secuencia de eventos ni en sus más locos sueños.


    —A esto se refería esa persona, ya veo. —Yamamoto Ryo salvó a Emily en el último segundo, el joven japonés traía consigo ropas extrañas, portaba un hakama pegado a sus piernas y una chaqueta haori cortada a la altura de su hombro derecho, es decir, tenía dicha parte del cuerpo al descubierto sin ningún tipo de manga que la cubriese. Su katana era diferente a la de Pablo, probablemente venía de una época más antigua y tenía decorados hermosos, que la hacían parecer una reliquia antigua.


    —¡Qué pasó!, no lo entiendo, ¿por qué estás aquí?, ¿quién te dijo que debías venir?, ¿por qué la salvaste?, Ryo… —Pablo retrocedió dos pasos y trató de analizar este sorprendente resultado. Durante sus años en la preparatoria, Ryo jamás se involucró directamente con los hechos sobrenaturales que ahí ocurrieron, su mera presencia era un error de lógica que no debería ocurrir.


    —Ya deberías saberlo, tú habrías hecho lo mismo si Esmeralda estuviese en peligro, ¿me equivoco?


    —No, no te equivocas —respondió Pablo —. Esa espada, tus ropas y la energía que te rodea, ¿cómo la obtuviste?, estoy cien por ciento seguro de que no eres un hechicero como tal.


    —En efecto, no soy un hechicero, simplemente fui elegido por el destino. No creo que sea buena o mala suerte, solo pasó y ya, darle más vueltas al asunto es irrelevante ahora, ¿no lo crees? —La actitud despreocupada y relajada de Ryo continuaba siendo la misma, no era un impostor ni alguien haciéndose pasar por Ryo Yamamoto. Emily esbozó una ligera sonrisa, la persona que amaba vino a salvarla y mejor aún, comprendía sus sentimientos.


    Por fin fui salvada”


    En los momentos difíciles y situaciones dolorosas, Emily tuvo que enfrentar todo sola, sin nadie que le diese una mano para salir adelante. Las cosas eran diferentes ahora, por primera vez en mucho tiempo, sintió que la suerte estaba de su lado, el príncipe con brillante armadura vino a su rescate y mejor aún, obtuvo unos poderes sorprendentes capaces de hacer retroceder al temible Pablo Casanova.


    ¿Qué más podía pedir?


    —Eres mi amigo, Ryo, por eso te lo voy a pedir de manera amable: Dame a la chica, ella se tragó la piedra filosofal, le he dado la oportunidad de rendirse en buena ley, pero no la aprovechó. Yo tengo la razón en esto, mi pensamiento no está equivocado de ninguna forma. Por nuestra amistad y los años que tenemos de ser amigos, evitemos una confrontación violenta.


    —Hm, ¿para qué necesitas la piedra?, ¿no puedes simplemente volver con Esmeralda y ayudarla?, ustedes son unidos, estoy seguro de que no necesitan esa piedra para marcar diferencia. Aprendimos eso en el club de karate, a usar solamente nuestros esfuerzos para triunfar, dentro y fuera del dojo. No hay motivo para iniciar una pelea o hacerle daño a mi querida Emily. —Ryo mantuvo la calma, algo que siempre distinguió al joven japonés, fue su increíble capacidad de contener sus emociones y hablar de manera educada. Rasgo típico de los orientales, aún en medio de la hostilidad inicial, Ryo todavía seguía viendo al pelirrojo como su amigo.


    Y de la misma forma, Pablo estaba buscando un método para evitar pelear contra Ryo. Después de todo, fue su amistad lo que le dio el valor para conquistar a la chica de sus sueños. Le debiá mucho a Ryo y no deseaba por ningún medio romper una amistad valiosa para él.


    —No hay garantía de que Esmeralda logre la victoria sin la piedra, no sé que tanto sabes de la situación actual, pero incluso con mi poder al máximo, el resultado seguirá siendo el mismo: Un empate, es decir, tanto Wiccato como Esmeralda morirán si pelean usando los poderes de Gaia y Alastor, respectivamente. La piedra es el factor que rompe la balanza, nos ofrece un camino distinto donde las cosas no tengan porque terminar como lo dicen las profecías o las leyes de Gaia. —Por un momento, Ryo pensó en negociar la piedra por la seguridad de Emily, después de todo, a él poco o nada le importaba el artefacto mágico, pues solo quería salvar a Emily. Claro, las palabras del pelirrojo estaban en lo cierto, cuanto más posibilidades tengan de ganar, mejores serían las condiciones del combate final.


    Pablo estaba en todo su derecho de reclamar la piedra, que en primer lugar, había sido robada por Emily.


    Devolver lo robado, darse la mano y continuar su amistad, aquel parecía ser el curso adecuado.


    Sin embargo…


    —No les des la piedra, Ryo, por favor, e-esta es nuestra oportunidad para ser verdaderamente felices. Yo te amo y siempre te amaré, pero no puedo seguir negándolo… Me gustaría una vida diferente, una donde amarte no me traiga pesadillas por mi pasado, deseo un mundo nuevo, un sitio donde la gente no cometa atrocidades y donde mis pecados desaparezcan. Sí, yo quiero borrar mi pasado, maté a muchas personas cuando fui miembro de los cazadores, vi morir a mis dos padres de maneras terribles, la cicatriz en mi alma jamás desaparecerá, por eso, yo… —Emily tomó la manga disponible del muchacho, posteriormente, lo vio directo a los ojos, con sus orbes llenos de lágrimas y tristeza —. Te lo ruego, si tu amor por mí es real, dame la oportunidad de amarte sin pecados y sobre todo, de brindarnos felicidad a los dos.


    —Emily, tú… —susurró el joven de cabello gris.


    —Ya entiendo, Ryo, si me das la piedra y rechazas esta oportunidad, Emily probablemente nunca será feliz, ¿estoy en lo correcto? —Pablo dio en el clavo, tanto que su objetivo deshizo la transformación de Magical Blade, total, ella no tenía ninguna posibilidad contra un adversario tan poderoso. Confiar en Ryo y su capacidad de negociación era todo lo que podía hacer por el momento.


    —Yo, n-no puede ser, es cierto. —Yamamoto Ryo llevó su mano diestra directo al mentón, nunca lo pensó de esa manera, ¿Emily fue feliz alguna vez?, ¿qué era la felicidad en primer lugar?, a pesar de pasar buenos momentos juntos, en el fondo de su corazón, las horribles memorias continuaban destruyendo su alma lentamente. De seguir así, Emily acabaría como una muñeca sin sentimientos, alguien que se ha estado quemando a través de los años como una veladora vieja.


    Fue ahí donde entendió lo importante de la decisión.


    Las cosas no iban a salir de manera conveniente para nadie.


    Emily nunca será feliz si entrego eso”


    —¿Ya lo entiendes?


    —Sí, lo entiendo —respondió Yamamoto, con la mirada baja —. Debí darme cuenta antes, si hubiese sido más habilidoso o atento, tal vez el resultado habría sido diferente.


    —Pero no puedes cambiar el pasado, solo alterar tu presente, Ryo, por última vez, te ofrezco mi amistad y la de Esmeralda, ¿acaso los recuerdos que hicimos juntos en la preparatoria no son suficientes? —Nuevamente, Pablo extendió su mano hacia Ryo, en un último intento de negociación, las condiciones eran simples: La chica, o la piedra, al final, Ryo no podía darle ninguna de las dos.


    —¡Claro que aprecio nuestros recuerdos!, pero esto es demasiado, Pablo, ¿en verdad no hay otro modo?, ¿tan frágil es nuestra amistad para tener solo una salida?, ¡respóndeme, Pablo! —Incluso Ryo perdió la calma, el pobre chico abrió sus ojos en par y extendió ambos brazos hacia sus costados, como si estuviese diciendo un discurso desesperado a las masas.


    —No evadas la pregunta, Ryo, solo respóndeme… ¿Emily o nosotros?


    —Lo siento, Pablo, pero no puedo entregarte a Emily ni la piedra. —Y de esa forma, Ryo tomó su decisión.


    —Ya veo, entonces vamos a pelear. No obstante, quiero agradecerte por todas las cosas que hiciste por mí, antes de volvernos amigos, yo estaba solo, no me consideraba alguien digno para hablar con Esmeralda. Probablemente no hubiésemos sido nada sin tu intromisión, cambiaste mi vida y te lo agradezco, Ryo, quizá en otro tiempo, dimensión o línea temporal, me hubiese gustado seguir siendo tu amigo hasta el final de mis días… —Pablo Casanova sonrió con amargura, gesto que fue acompañado de un último adiós, el pelirrojo movió su mano diestra de un lado a otro, despidiéndose así de una amistad que parecía eterna.


    —Tú mismo lo hiciste, yo nada más te di el empuje, pequeño Kouhai, maldición, yo también hubiese deseado un resultado diferente. Uno donde no tengamos que pelear, ¿es mucho pedir? —Ryo alistó su katana y le dio una señal a Emily para retroceder, ya no había marcha atrás —. Llegó la hora.


    La mirada de Pablo Casanova cambió, por primera vez, Ryo Yamamoto vio el semblante asesino de su ex amigo, aquellos ojos sedientos de sangre eran quizá, más aterradores que los de Gilberto Casanova. La imagen del chico tímido y gentil que conoció en la preparatoria se fue a la mierda, literalmente, la persona que estaba enfrente suyo difícilmente podía ser Pablo Casanova, ¿verdad?


    —¡En guardia, Ryo Yamamoto!, te llamas a ti mismo elegido del destino, ¿podrás cargar el peso de tus palabras?, ¿o solo eres un hablador? —Pablo empezó la guerra psicológica, un rasgo que aprendió de su tío Gilberto, no era una mala estrategia y a decir verdad, tampoco se le daba mal. Aún así, Casanova sabía que Ryo era demasiado listo para caer en provocaciones baratas.


    —¿Por qué no lo descubrimos?, ¡Pablo Casanova!

    Fin de la historia 48

    Pronto se vienen capítulos épicos y el final está cada vez más cerca.
     
    Última edición: 29 Agosto 2017
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    J.Nathan Spears

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    Uff, Ryo Yamamoto ha aparecido de sorpresa. Eso... podría decir que entre que lo esperaba y que no... eso explica por qué Gilberto le dio aquel extraño objeto del cual hubo casi nada de mención (no sin antes darle una paliza, claro... después de todo, es Gilberto de quien hablamos >__< )

    Y claro, he notado que tanto Esme como Pablo son chicos que al parecer disfrutan enrevesar un montón las cosas. Todo termina siendo tan repleto de diálogo, estrafalario, doloroso (sobre todo doloroso xD), y muchas cosas más... vaya que la Cuarta Dimensión es un lugar increíble para auto-descubrirse... y Esme y Pablín son más extensos que la jungla amazónica y el Sahara combinados O_O.

    Aunque Emily fue una completa PENDEJA, puesto que si quería terminar esto rápido y hacer realidad su sueño... ¿No era mejor ir rápidamente con Wiccato y entregar la piedra? xD. A menos que me vengas con una explicación de "Emily aún tenía sus dudas" y esas cosas :V

    Guerra Psicológica al final... uff, menos mal que las mentes de la mayoría de los chicos no son tan frágiles... Wendy debería aprender un poco eh, puesto que si bien me agrada mucho el personaje, ahora está condenada >__<. Y todo por las palabras del HDP de Gilberto.

    Agh... ya quiero ver cómo acaba esto...
     
  9.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Chicos, ya me convertí en escritor profesional, chequen mi nueva obra: Aria, el misterio de la diosa caída, en Amazon.https://www.amazon.com.mx/Aria-mist...&qid=1505181857&sr=8-1&keywords=george+alfaro

    Bueno, ya pasando el momento publicitario, ahora sí, les tengo el nuevo cap.

    Historia 49: Batalla de jefe *Esmeralda de la Luz*


    *POV: Gracia*

    Esmeralda de la Luz era una rival poderosa, sus increíbles habilidades continuaban siendo de alto nivel, después de todo, bajar el ritmo significaría morir quemada por las demoledoras llamaradas que Wendy lanzó alrededor del combate. Me parecía un tanto exagerado lidiar con sus ataques, por ende, decidí hacerme a un lado y dejar que Wendy fuese la primera en atacar.

    —¡No escaparás! —exclamó, de inmediato, sus puños se vieron enrojecidos por llamas de fénix, liberando así, un calor tan intenso que me hizo sudar desde lo más profundo de mi ser. Esmeralda vio venir los puñetazos, posteriormente, levantó una barrera que impidió el contacto directo con Magica Fénix.

    —Lo lamento, Wendy, pero tus golpes no me tocarán. —¿Cómo podía permanecer tan calmada?, a pesar de estar peleando contra sus ex amigas, Esmeralda luchaba como si lo anterior no hubiese sido la gran cosa. Me resultaba difícil de entender, ¿tan poco le importábamos?, ¿o su nivel profesional le permitía enfrentarnos sin mayor remordimiento?

    En todo caso, no podía quedarme parada mucho tiempo.

    Mientras Wendy alistaba otra serie de patadas y golpes salvajes, yo me escabullí entre los escombros dejados por su barrera, luego, invoqué mi confiable espada de cristal, un arma capaz de absorber la energía del medio ambiente y con la bendición de Toñita, mi hada acompañante.

    —Hagamos esto, ¡corte de hada! —Lancé un tajo directo al estómago de Esmeralda, ella continuaba enfocando su vista en Wendy, que no vio venir mi ataque desde este ángulo tan inclinado. Lamentablemente, su visión no se limitaba solo al campo visual, ya que una gran rama detuvo el filo de mi espada y no solo eso, también recibí un golpe en el estómago que me hizo retroceder cuatro metros —. Maldición, ¿cómo pudo adivinar de dónde vino mi ataque?

    —Es fácil, pude sentir tus intenciones desde aquí, están enojadas conmigo y sus emociones descontroladas son fácilmente identificables para mí. Lo lamento, chicas, pero mientras sigan queriendo vencerme por sus propias maldiciones, jamás me vencerán. —Esmeralda hizo levitar nuevamente sus ramas, en varias ocasiones la vi combatir usando dichas armas, pero nunca tuve la oportunidad de probarme en una pelea contra ellas.

    Wendy no tomó a bien ese comentario, en lugar de hacerle caso a la importante sugerencia que nos ofrecía, cargó de nuevo con más llamas rodeando su cuerpo. Aquel ataque fue brutal, rompió la barrera de madera que Esmeralda levantó para protegerse a sí misma y estuvo a nada de propinarle una patada en el estómago.

    —¡Que poder! —exclamó Esmeralda, el avatar de Gaia golpeó el suelo con sus ramas, ganando así el impulso necesario para evadir en el último suspiro. No me hubiese gustado estar en sus zapatos de haber recibido el ataque —. ¡Hechizo de tierra: Tormenta de lodo!

    —¡Wendy, retrocede! —La sorpresa por haber fallado devolvió a Wendy un poco de su razonamiento, en cuanto escuchó mi grito, la joven heroína saltó hacia la derecha —. ¡Hechizo de cristal: Escudo plateado! —Un trozo de cristal gigante hizo acto de presencia sobre nosotras, gracias a ello, el lodo que Esmeralda tiró acabó escurriéndose hacia los costados, permitiéndonos reacomodarnos juntas luego de los primeros segundos.

    —Eso ha estado cerca, maldición, esa perra es realmente poderosa —comentó Wendy.

    —Tranquila, tenemos que permanecer juntas, Esmeralda es una hechicera poderosa. Atacar sin pensarlo dos veces nos costará muy caro. —Debía calmar a mi compañera, los arranques furiosos de Wendy no nos estaban dando resultados, en primer lugar, porque Magical Luz era en verdad muy astuta, aprovechaba cualquier oportunidad para atacar y prefería esperar el momento indicado, antes que lanzar sus increíbles poderes de un solo golpe. Se podría decir, que Esmeralda de la Luz era el opuesto definitivo de Wendy, quien confiaba más en el poder bruto y los ataques frontales.

    —Ok, de acuerdo, voy a calmar mis sentidos…—Luego de un rato, Magical Fénix por fin entró en razón. Ese era el paso uno para ganar este combate, ahora, tocaba crear un ataque combinado capaz de vencerla rápidamente. Odiaba reconocerlo, pero Esmeralda se había vuelto muy fuerte en estos últimos años, su nivel de combate aumentó a tasas aceleradas y nosotras nunca nos dimos la tarea de encontrar sus puntos débiles.

    —Bien, vamos a retroceder y pensar una estrategia —ordené, Wendy asintió una sola vez y contra todo pronóstico, dio unos pasos hacia atrás junto a mí —. ¿Conoces algún punto débil que podamos explotar?

    —Esmeralda no es buena en el combate cuerpo a cuerpo, si logramos acercarnos lo suficiente para atacarla, hay muchas posibilidades de vencerla —susurró, el problema era realizar la primera acción, pues ella seguramente intentará derrotarnos con sus temibles ramas gigantescas o ataques a largo alcance. El apostar todo por una carga suicida no era mi estilo, debía existir otro medio para cubrir la distancia sin ser empaladas por sus hechizos de tierra.

    —¿No van a moverse?, entonces tomaré la iniciativa. —Nos perdimos tanto en la reunión estratégica, que descuidamos el paradero de Magical Luz, un error de novatas que nos avergonzó en sobremanera —. ¡Golpe de Gaia! —exclamó ella.

    Varias ramas salieron del suelo, todas ellas poseían puntas afiladas, lo suficientemente fuertes para romper el acero. Wendy las vio venir demasiado tarde, pues no fue capaz de formar su confiable escudo de fuego y yo tampoco estuve mejor. Mis cristales necesitaban de uno a dos segundos antes de poder desplegarse, esta distancia y con tan poco rango de reacción no me favorecía en lo absoluto.

    —¡Cuidado! —Ambas cubrimos nuestros órganos vitales para evitar ser penetradas por sus ramas, desgraciadamente, Esmeralda adivinó nuestros movimientos y en lugar de apuntar al pecho o estómago, nos penetró en los tobillos —. ¡Mierda! —Una grosería salió de mis labios, habíamos caído redonditas en su trampa, además, fue doloroso, sentir como tus miembros eran penetrados por una rama gigantesca era un castigo que no se lo deseaba a nadie. Bueno, quizá solo a Esmeralda.

    —Eso no me detendrá, ¡ah! —Wendy llenó sus tobillos con fuego carmesí, no sabía que podía regenerarse tan pronto, la herida que goteaba sangre a borbotones desapareció, en su lugar, solo quedó una mancha roja —. Ya deberías saber que los fénix siempre renacen. —Mi compañera lanzó dos enormes bolas de fuego contra Esmeralda, ésta golpeó el suelo con sus ramas gigantes y dicho impacto le dio el impulso necesario para evadir el ataque. Habíamos visto esa maniobra evasiva por muchos años, maldición, menuda forma de recordar el pasado.

    —¿Gracia, estás bien? —La voz de Toñita sonó en mi interior, esta herida era severa, si no la desinfectaba o curaba rápidamente, corría el riesgo de sufrir dos amputaciones por gangrena.

    —No, necesito que cures esto rápido. —Hablaba cortado por el dolor en mis tobillos, a diferencia de Wendy, Toñita no contaba con un poder de regeneración tan rápido y eficiente. Al bajar mi semblante pude ver como los huesos perforados eran cristalizados lentamente, un proceso agonizante que me hizo maldecir a Esmeralda cada vez más.

    —¡No te dejaré sanar! —Esmeralda evadió dos patadas que Wendy lanzó a corta distancia y de inmediato, cargó contra mí —. ¡Ráfaga de Gaia! —Sus dos brazos sufrieron una extraña transformación, la piel humana fue reemplazada por una corteza de árbol café. No había palabras para describir esta mutación tan aterradora, el solo verla me causaba repulsión.

    ¿Magical Luz siempre tuvo una transformación tan horrenda como esa?

    —¡Hechizo de cristal: Capullo! —Logré encerrarme en un capullo de cristal justo antes de ser golpeada por sus brazos de madera, Wendy giró su cuerpo rápidamente y alejó a Esmeralda de aquí con un puño llameante —. Eso ha estado cerca… —susurré.

    —¿Cuánto tiempo tardarás en sanar? —Magical Fénix continuó atacando a Esmeralda mientras hacía la pregunta, sus golpes y patadas eran bloqueadas por las ramas que salían del suelo, pero ella no detuvo el ritmo de su asedio, Wendy siguió embistiéndola con todo su poder sin pensar en la antigua amistad que ambas compartían.

    —Unos segundos, entretenla un poco más. —Los tejidos de mi piel poco a poco recuperaban la forma que tenían, para mi buena suerte, los cristales de hada poseían una capacidad curativa limitada que me permitía recuperar la movilidad. No obstante, el dolor continuaba, debía acostumbrarme rápido para no cometer errores que pudiesen costarme la pelea.

    Esmeralda seguro lo notó, pues en lugar de contraatacar a Wendy, golpeó el capullo de cristal que levanté hace unos segundos. Ocho ramas salieron del suelo y sin piedad alguna, estuvieron impactando mi capullo.

    Magical Fénix no podía destruirlas, hacerlo, significaría desviar su mirada de Esmeralda y por lo tanto, dejar su asedio. Nuevamente, Magical Luz nos tenía bajo sus manos, ella parecía estar dos pasos delante de nosotras, ¿tanta era la diferencia en este lugar y tiempo?, o solamente nos estábamos dejando llevar por la rabia del instante.

    —¡No te vas a curar! —Esmeralda logró romper mi capullo antes de poder sanarme, en un último intento por alejar sus ramas decidí imitar su maniobra clásica…

    —¡Ahora! —Puse mis manos en el suelo y posteriormente, formé dos cristales tan duros, que acabé impulsándome hacia los cielos, además, como tenía la habilidad de volar, no tuve que lidiar con el odioso inconveniente del aterrizaje —. Parece que te he copiado tu técnica, Esmeralda. —Ya en el aire, mi herida sanó más rápido y con ello, todo mi potencial de combate volvió.

    —¡Pero no has destruido las ramas! —Magical Luz mantenía una guerra en dos frentes, primero, evadía y trataba de contraatacar los golpes de Wendy, al mismo tiempo, movía sus temibles armas con la intención de atraparme o peor aún, forzar un aterrizaje doloroso.

    Maldición, odiaba admitirlo, pero Esmeralda deseaba vencerme primero para centrar su atención en Wendy. No podía culparla, incluso yo sabía la superioridad marcial de la falsa pelirroja, el vencer a un rival inferior era el camino correcto hacia la victoria.

    Vi venir dos de sus ramas hacia mi persona, éstas no tenían mucha potencia o velocidad, por lo tanto, no me fue difícil cortarlas con una espada de cristal mágico, en seguida, lancé un tajo diagonal contra el pecho de Magical Luz. Esquivar no era la mejor manera de ganar, si bien, Wendy continuaba su asalto demoledor, yo necesitaba ponerme en marcha también.

    Esmeralda de la Luz no podrá vencernos si ambas luchamos al máximo de nuestro poder.

    —Ya las destruí, Esmeralda. —Obviamente, mi ataque fue bloqueado por las ramas sobrantes y no solo eso, también cuatro sellos mágicos con forma de pentagrama aparecieron debajo de mis pies. No fue una buena señal, abrí mis ojos en par para tratar de analizarlos, pero fue inútil, me resultaba imposible adivinar que tipo de técnica iba a realizar.

    A pesar de haber combatido juntas varios años, había hechizos y tácticas complejas que jamás pude entender por no ser una hechicera como tal.

    —¡Hechizo de tierra: Gran serpiente! —Esmeralda invocó una serpiente gigante hecha de madera, su enorme tamaño no la hizo lenta, sino todo lo contrario, ni siquiera pude reaccionar cuando la bestia monstruosa me atrapó con su agarre mortal. Parecía un ratón a punto de ser devorado por una boa constrictora.

    —¡Impacto de fénix! —Todo pasó tan rápido que mi cerebro seguía procesando la información de los últimos instantes, antes de ser asfixiada por la serpiente cuyo tamaño no alcancé a medir, Wendy quemó la invocación con una tremenda explosión salida de sus brazos.

    No me sentía adolorida por el agarre, pues no estuve sostenida por más de tres segundos. De hecho, quería retroceder para recuperar el hilo del combate, pero Esmeralda no me dejó hacerlo, sus ramas gigantescas volvieron a perseguirme como los tentáculos de una anémona.

    —No puede ser. —Mis cristales no eran tan rápidos, el bloquear las ramas resultaba difícil a esta distancia, en especial, porque me sentía abrumada por la cantidad de ataques dirigidos hacia mí.

    —¡Basta! —Sin embargo, un muro de fuego volvió a salvarme en el último segundo —. No creí que fueras tan despiadada, Esmeralda. —Wendy retomó el sentido de la conversación, gesto que nuestra oponente apreció con una leve sonrisa.

    —No es ser despiadada, Wendy, les di la oportunidad de volver a ser como antes, pero la rechazaron. Esto es un combate y debo hacer todo lo necesario para ganar, ¿no es así?, tú misma eres una guerrera, la pasión del combate fluye por tus venas. Deberías saberlo mejor que nadie, en una batalla no existe la cortesía ni la consideración. —No podía creerlo, mi corazón todavía lo asimilaba, pero aquellas frases fueron suficientes para entenderlo.

    Esmeralda de la Luz cambió.

    La chica amable y gentil que me ayudó ese día con las abusonas, no existía más en este mundo.

    Desapareció sin dejar rastro alguno y probablemente, nunca más la volveré a ver.

    —Esmeralda, tengo una última duda… —susurré, la chica asintió con la cabeza, dejándome hablar —. ¿En qué momento cambiaste?, no lo puedo entender, todo iba tan bien cuando éramos más jóvenes, las clases en el club de karate, nuestras risas en los paseos grupales y sobre todo, la amistad que nos juramos. Dime, Esmeralda de la Luz, ¿cuándo empezamos a ser tan distantes?, ¿por qué motivo elegiste este camino?

    —Porque deseo romper mi destino, Gracia, ya me cansé de que todas las cosas fuesen sin mi consentimiento. Quería tener el control yo misma, al diablo con ser el avatar de Gaia o una heroína Maho Shoujo, desde que era niña, siempre estuve viviendo para llenar un rol. Nunca hubo un espacio para ser “Esmeralda de la Luz”, ya sea Magical Luz, o “avatar de Gaia”, esos títulos parecían tener más importancia que mi persona. Me cansé, es mi derecho buscar la felicidad, después de todo, para eso venimos al mundo.

    —Pero eso es hipocresía, Esmeralda, nos estabas haciendo lo mismo a Gracia y a mí —comentó Wendy.

    —Ya sé que lo es, pero no me importa, quiero tener el control absoluto de mi vida, ¡basta de perder a mi familia y a mis seres amados!, voy a controlarlo todo. Es una pena que no podamos seguir siendo amigas, chicas, hubiese deseado estar con ustedes para siempre. —Esmeralda nos mostró una sonrisa melancólica, en verdad decía la verdad, sus planes fueron improvisados y pésimos también, pero no había falsedad en ellos. Lo que más me sorprendió, fue la mirada que puso al explicarnos sus motivos…

    Sus preciados ojos esmeraldas yacían apagados, en su lugar, una tonalidad oscura y vacía apareció sobre ambos orbes cristalizados. Si, justo como lo imaginé.

    Esmeralda no se estaba haciendo la fuerte, ella ya estaba rota desde un principio.

    Su mentalidad se corrompió en algún momento y el daño provocado por tal trauma era irreparable.

    —Eso no responde mi pregunta, Esmeralda, ¿cuándo empezaste a sentirte así? —cuestioné.

    —Fue cuando luchamos contra Gilberto Casanova, todavía no te conocía, Gracia, en esa batalla me di cuenta de muchas cosas. Wendy, tú también lo sabes, ¿verdad?

    —Sí, ambas conocimos la desesperación ese día. Pero yo no quiero seguir siendo una muñeca, me niego a crear algo falso para encontrar la felicidad, ¡deseo honestidad ante todo! —El grito de Wendy parecía un audillo desesperado, escuchar aquella frase me hizo entender perfectamente la situación.

    Esmeralda de la Luz peleaba para ser feliz, aún si debía crear lazos falsos para conseguirlos, después de todo, una mentira bien contada podía volverse realidad.

    Wendy, por otro lado, deseaba dejar de vivir en la mentira, olvidarse de los engaños y amar honestamente a sus seres preciados.

    —Ustedes son opuestas, creo que volverse amigas fue quizá, el peor error que pudieron cometer. —No deseaba sonar dura, pero dije la verdad, tanto Esmeralda como Wendy, asintieron a mi comentario con un pesar terrible en sus corazones —. Aun así, Esmeralda… ¿Qué le pasó a la chica que admiré?, ¿a dónde se fue la heroína que luchaba a pesar del miedo?

    —Ella desapareció, las personas cambian, Gracia, yo quiero ser feliz y tener el control de mis decisiones. Ya me cansé de estar en lugares que no deseo, ¡es horrible!, nacer con el propósito de morir sin alcanzar la felicidad. La persona que admirabas desapareció, no volverá a este mundo jamás.

    —Comprendo, entonces todo este tiempo he seguido a una sombra.

    —No es verdad, Gracia. —La voz de Toñita me llamó desde nuestro interior —. Lo que tú admirabas era la voluntad de Esmeralda para ayudar a los demás, no es nada tonto ni ingenuo. El ideal que cautivó tu corazón sigue vivo dentro de ti, hacer el bien porque es lo correcto y no para buscar satisfacción como lo hace Magical Luz, ese es el camino perfecto.

    —Sí, tienes razón, Toñita, abrazaré los ideales que Esmeralda arrojó hacia la basura y me convertiré en lo que ella jamás será.

    —Entonces, ¿tienen una última pregunta? —susurró Esmeralda, dolorosamente.

    —No, todo quedó claro.

    —¡Voy a derrotarte, Esmeralda!, y conseguiré por fin, los lazos genuinos que tanto busco.

    —¡Entonces ataquen!

    Retomamos la batalla de inmediato, ya no había nada que decirnos, las tablas estaban puestas y listas para llevarnos hacia un resultado.

    —¡Canto del hada! —Invoqué siete cristales gigantescos alrededor mío, cada uno medía tres metros de diámetro y contaba con una enorme cantidad de energía natural. Ibamos en serio, este ataque nos costó tres años de perfeccionamiento, ¿quién diría que terminaríamos usándolo contra Esmeralda?

    —¡Hechizo de fuego: Plumas ardientes! —La sorpresa no terminó ahí, Wendy lanzó su propio hechizo contra mis rocas, pero en lugar de deshacerlas, terminaron por rodearse de fuego carmesí —. Hagamos un ataque combinado, Gracia.

    —¡De acuerdo! —El poder incrementó de manera considerable, ya no solo eran cantidades absurdas de energía natural, también el fuego de fénix aportó su poder destructivo e indiscriminado. Esmeralda deshizo sus ramas y de inmediato, formó cuatro pentagramas con forma de estrella detrás suyo.

    Pude ver su expresión de terror y desesperación ante semejante ataque, incluso yo me sentí un poco superada por la majestuosidad de nuestro hechizo combinado.

    —¡Hada llameante! —Las siete rocas gigantes salieron disparadas a la misma velocidad que una bala de francotirador, era en efecto, un hechizo de altísimo nivel que solo fue posible uniendo nuestras fuerzas como heroínas.

    —¡Juicio de Gaia! —Pero Esmeralda no lo dejó así, en cuanto vio levitar nuestros proyectiles, ella también se dispuso a contraatacar con un imponente rayo verde que destruyó el suelo a su paso.

    No tenía palabras para describir la colisión de nuestros hechizos, fue surrealista, esta imagen quedará grabada por siempre en mi memoria. Aún si olvido mi propio nombre, el recuerdo de este fenómeno vivirá eternamente.

    Las siete rocas llameantes desaparecieron, pero también lo hizo el rayo de Esmeralda. Todo lo que sobró del choque, fueron pequeñas chispas carmesí que cayeron al suelo como gotas de lluvia, este efecto misterioso me provocó una leve carcajada.

    Dios, a pesar de sentirme tan triste y abatida por la traición de Esmeralda, el ser testigo de algo tan hermoso me provocó felicidad. Era un sentimiento fácil de explicar: Simplemente me gustaban las cosas bellas, por algo amaba tomar fotografías.

    —C-Casi me matan, desgraciadas. —Cuando el humo se disipó y las chispas desaparecieron, vimos a Esmeralda con los brazos ensangrentados y el rostro cubierto de líquido verde. Fue asqueroso, la joven adulta continuó vomitando sangre mientras intentaba ponerse de pie.

    Como Magical Fénix y yo compartimos el ataque, los resultados no fueron tan demoledores. Era la oportunidad perfecta para atacar, o al menos, eso creímos, ya que no tenía fuerzas para moverme ni dar dos pasos hacia el frente. Incluso la energética Wendy tuvo que respirar profundamente para recuperar sus energías.

    —Rayos, no tengo fuerzas para terminar la pelea. —Debido a ello, las tres nos quedamos en un aburrido punto muerto, claro, nosotras teníamos la ventaja, nuestras heridas no eran tan graves y lo único que nos perjudicaba era el cansancio. Wendy tronó los dedos de sus manos, al mismo tiempo, comenzó a realizar ejercicios de meditación muy extraños —. Gracia, recupera tu energía rápido, si dejamos a Esmeralda regenerarse, nos va a ir muy mal.

    —Claro.

    Formé dos cristales mágicos alrededor mío, estos poco a poco, fueron recargando mis poderes hasta el punto de levantarme fácilmente. Era cuestión de segundos para recuperar la movilidad entera y así, dar el golpe final a este combate tan triste.

    —No voy a perder aquí, definitivamente no perderé contra ustedes… —Tuve un mal presentimiento, algo dentro de mí, me indicaba que esto se pondría feo.

    —¡Apresúrate, Gracia! —gritó Wendy —. ¡No dejes que se regenere!

    —¡Hechizo de agua: Regeneración! —Las heridas fueron rodeadas por un manto acuático que poco a poco, desaparecieron los moretones de Esmeralda. No obstante, dicho proceso no fue gratis, conocía bien los efectos secundarios de la regeneración.

    El más aterrador de todos era el falso dolor fantasma.

    A diferencia del real, donde una persona con un miembro amputado todavía es capaz de sentir las extremidades faltantes, el falso dolor provocaba una confusión mayor.

    La idea del “dolor” como un concepto real para el cerebro, chocaba con el estado verdadero del miembro, es decir, “saludable”, al no haber un orden específico para regular la condición de su cuerpo, el primer concepto que entró al cerebro, en este caso, el dolor, se descontrolaba de manera terrible y podía volver loco a cualquiera con este síndrome.

    Para no hacer el cuento largo, alterar el equilibrio de la mente y el cuerpo, traía consigo consecuencias irreparables. Por tal motivo, solamente hechiceros de altísimo nivel, eran capaces de curar a una persona completamente.

    —¡Ahora! —Mi curación mágica terminó, a diferencia suya, yo usaba el poder de las hadas, las limitaciones humanas no eran impedimento para mí. En un intento desesperado por terminar la pelea, cargué contra Esmeralda mientras creaba una espada de cristal en mi mano izquierda, ni siquiera me fijé en sus propiedades, simplemente lancé una estocada directo al estómago con la intención de ganar.

    —¡No lo harás! —Pero dos ramas detuvieron mi marcha sujetándome de las muñecas, claro, las corté fácilmente con mi técnica de cristales voladores, pero el daño ya estaba hecho: No fui capaz de evitar el resurgimiento de Esmeralda —. ¡Es momento de contraatacar! —El cuerpo de mi ex compañera se llenó de corrientes energéticas, algo estaba mal, esa energía no tenía nada que ver con sus poderes normales.

    No, esto no podía ser verdad.

    ¿O si?

    —¡Gracia, retrocede! —ordenó Wendy, desde la retaguardia.

    —Claro. —Di un salto hacia atrás para examinar la situación, esto no pintaba bien para nosotras.

    El atuendo de Esmeralda cambió, ya no era el típico vestido rojo/dorado/blanco que usaba para transformarse en Magical Luz, en vez de ello, portaba una gabardina femenina color negro con una falda corta del mismo color. Emitía un aura adulta, muy diferente a la transformación que nos tenía acostumbrada.

    Pero los cambios no terminaron ahí, su cabello negró se tiñió rubio permanentemente. A diferencia de la transformación común, donde solo cambiaba su cabello para engañar a la vista, en esta ocasión, su pelo realmente se volvió dorado natural.

    —Esta es mi transformación final, no hubiese deseado usarla con ustedes, pero ya no me dejan opción. Magical Luz ha desaparecido, mi nuevo sobrenombre será… ¡Magical Gaia!

    *Fin del POV: Gracia*

    Fin de la historia 49
     
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    J.Nathan Spears

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    Al fin pude leer, compa. La escena de pelea en donde los ideales y los poderes mágicos chocan fue algo impresionante O-o. Me lo pude imaginar todo a vivas luces n__n. Realmente intenso. Y más todavía si lo narras desde el punto de vista del contendiente más "débil". Seh, lo puse en comillas porque Gracia ha crecido muchísimo OuO.

    Por cierto, una parte me hizo reír un poco:

    Se nota que nunca ha visto a Groot de "Guardianes de la galaxia" xD. La piel de corteza de árbol no es algo TAN repugnante xP.

    Ah, como sea, ya quiero ver cómo termina todo. Realmente la cosa se pondrá fea... jamás me hubiera imaginado a Esme gritar "¡Casi me matan, desgraciadas!" 0-0

    Me gustaría que alguien dibujase a Esme con ese atuendo final... me cuesta un poco imaginármelo o-oU.

    Nos vemos, mi pana...
     
  11.  
    George Asai

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    Historia 50: Batalla de jefe *Pablo Casanova*


    *POV: Ryo*


    Elegidos por el destino.


    Esta situación iba más allá de mis propios objetivos, desde que salí de Japón, pude comprender que esto no tenía nada que ver conmigo. Y aun así, aquí estaba, parado en la cuarta dimensión y a punto de pelear contra un viejo amigo.


    Menudas vueltas daba la vida.


    Mientras me trasladaba hacia acá, gracias al anillo que me dio Gilberto Casanova, mi mente fue invadida por millones de recuerdos que no podía detener. Imágenes de mundos paralelos cuyo origen yacía en otro plano existencial, ¿cómo podía explicar esto?, no podía, era imposible, tratar de hacerlo simplemente me traerá una muerte horrible por sobrecarga cerebral.


    Memorias de mundos donde yo era un guerrero, un hechicero, un rey, un caballero…


    Miles y miles de imágenes repletas de conocimiento infinito.


    La katana que sostenía en este instante se llamaba “Canto de Masamune”, un nombre dado porque según la leyenda, su herrero, del mismo nombre, estaba cantando una canción amarga bajo la lluvia. El “yo” que utilizó esta katana sentía una atracción especial por ella, explicarlo ahora sería inútil, simplemente me pareció hermoso como un ser humano y un objeto en particular, serían capaces de compartir un vinculo tan profundo.


    Por algo decían que la katana era el alma del samurái.


    —No te muevas de tu lugar, Emily. —Mantuve a mi preciada Emily detrás de mí, enfrentarme a Pablo no será nada fácil, sobre todo, por la implacable mirada que nos estaba poniendo.


    —Sí, buena suerte, Ryo.


    La distancia que nos separaba era de cinco metros, espacio suficiente para maniobrar mi katana y evitar cualquier ataque sorpresa de su parte. Al no haber edificios ni árboles, esta sería una confrontación directa.


    —Muy bien, Pablo, no hay marcha atrás. —En los recuerdos que me golpearon hace rato, vi imágenes del muchacho también, al parecer, nos conocimos en algunos mundos alternos y compartimos grandes momentos juntos, como dos hermanos capaces de dar su vida por el bien del otro. Incluso acá, durante la preparatoria, nuestro lazo llegó a ser tan cercano, que bien pudimos haber tenido lugares diferentes.


    —Despidanse mutuamente, ¡los voy a triturar! —La katana de Pablo brilló con un resplandor rojo, posteriormente, su cuerpo desapareció y apareció a pocos centímetros de distancia, no solo eso, también giró su cadera en un ángulo de 45 grados, lanzando así un corte diagonal hacia mi cuello.


    ¡Un corte mortal!


    Moví a Masamune tan rápido que ni siquiera me di cuenta cuando nuestras armas chocaron mutuamente, como resultado, varias chispas rojas salieron volando alrededor de nosotros. ¡Esto no podía quedar así!, luego de bloquear, lancé un corte vertical hacia su hombro izquierdo.


    Grave error.


    Pablo saltó hacia atrás y ganó 4 metros de ventaja, entonces, el chico sonrió con arrogancia y ejecutó su siguiente ataque.


    —¡Corte electrizante! —La katana liberó un poderoso rayo rojo que iba directo hacia mi corazón, ¡debía bloquearlo o me matará!


    Puse la katana como un pararrayos, una acción muy sabia, pues logré contener la energía de su hechizo por un breve periodo de tiempo. O al menos, eso creí, justo cuando iba a reedirigirlo, sentí como si me hubiese electrocutado o algo peor.


    —¡Ah! —Y el dolor no terminó ahí, ni siquiera me había recuperado del impacto cuando vi a Pablo cerca de atravesarme con su katana —. ¡No lo harás! —exclamé, a pesar del sufrimiento que me causaban las corrientes de energía, fui capaz de bloquear su katana y luego, quedar en un punto muerto.


    —¡Imbécil! —Nuestras katanas continuaban pegadas por la fuerza de nuestros brazos, quería liberarme y continuar mi contraataque, pero si lo hacía, le estaría dando luz verde a Pablo para rebanarme peor que al jamón del supermercado. No podía tomar decisiones tan apresuradas, pero tampoco tenía el tiempo para elaborar estrategias.


    —¡Una abertura! —Deslizamos las katanas al mismo tiempo, de inmediato, nos lanzamos una serie de cortes y estocadas que acabaron bloqueándose mutuamente. No conté los impactos, simplemente ocurrían como si fuese lo más natural del mundo.


    Un corte.


    Dos cortes.


    Tres cortes.


    Cuarenta cortes.


    ¡Esto no parecía tener fin!


    Lo curioso del caso, fue que no me sentía cansado ni él tampoco, habíamos estado golpeándonos con las katanas durante dos minutos sin parar y en nosotros, la palabra fátiga ni siquiera existía.


    —¡Hechizo de refuerzo! —La velocidad de Pablo incrementó de manera exagerada, si antes podía atacarme con dos cortes por segundo, ahora me tiraba nueve en esa misma cantidad de tiempo.


    —¡Hechizo de refuerzo! —Decidí usar la misma técnica, a diferencia de él, yo no era alguien capaz de dominar la hechicería, pero sí utilicé los conocimientos de mis versiones alternas para mitigar la falta de aprendizaje. Ninguno de ellos fue un hechicero o alguien especializado en este tipo de cosas, pero su teoría mágica no debería ser distinta.


    Al final, pude estabilizar el movimiento, pero a un alto costo.


    Las articulaciones de mis piernas y brazos sufrieron roturas, las cuales, al poco tiempo, sanaron gracias a mis poderes especiales.


    —¡Hahahahaha, no vas a resistir por mucho tiempo! —Logré bloquear otro corte con Masamune, sin embargo, la potencia del movimiento fue tanta, que ambas armas salieron volando hacia nuestros costados, dejándonos prácticamente desarmados.


    —¡Claro que sí! —Y en un descuido de su guardia, logré darle un puñetazo directo a la cara, esto no provenía de ningún Ryo alternativo, eran mis propios conocimientos marciales llevados al máximo.


    —Oh… Muy bien, ¡te romperé tus malditos huesos! —Casanova se enojó, sin importarle la sangre de su nariz ni el moretón terrible que le dejé en el ojo izquierdo, el chico cargó de lleno hacia mi persona. No pude detenerlo, su puño izquierdo golpeó mi hombro desnudo, safándolo inmediatamente —. ¿Te duele? —Caí al piso por el maldito dolor, ¿y todavía se atrevía a preguntarme?, ¡maldición!


    —Mierda… —Rodé varios centímetros hacia la derecha, evadiendo así, el pisotón que Pablo intentó darme. De hecho, aproveché esa oportunidad para tomar mi katana con el brazo que todavía funcionaba —. ¡Hechizo de regeneración! —Uno de mis yo alternativos sabía curarse, pues el hombro dislocado se compuso en un santiamén.


    —Esos poderes no son normales… —Pablo también recuperó su katana, dejándonos nuevamente donde iniciamos.


    A pesar de curarme y ser capaz de pelear, mi mente todavía asimilaba el dolor, dicho de otro modo, curar el daño no significaba lo mismo que sanarlo del todo. Aún me dolía al moverlo y probablemente, lo seguiré sentiendo por mucho tiempo más del establecido.


    —¡Espada Masamune: Juicio mortal! —Desconocía totalmente como funcionaba esa técnica, simplemente me llegó a la mente como una solución ideal para este combate. Medio segundo más tarde, el filo comenzó a reunir cantidades impresionantes de corrientes energéticas, Pablo notó este detalle, por ende, retrocedió varios metros y colocó su guardia defensiva.


    Oh, ya veo…


    ¡Este hechizo no era un rayo como el corte electrizante!


    Sino un golpe a corta distancia.


    Pude sentir como mi cuerpo se volvía más fuerte, esto era diferente al hechizo de refuerzo, pues mis capacidades físicas seguían siendo las mismas, pero mi espíritu sí tuvo un cambio.


    —¿Qué es eso? —Pablo continuó a la defensiva, mi técnica no provenía de este mundo, por más conocimiento y experiencia que Casanova tuviese, no le serviría de nada contra algo que no conoce.


    Sin embargo, tampoco podía decir que tenía la batalla segura, mas bien, era todo lo contrario. Al no conocer las capacidades ni los riesgos que los hechizos prestados tenían sobre mí, básicamente era como avanzar en un campo minado, cualquier movimiento en falso podría desencadenar mi propia destrucción.


    —¡Ahora! —Logré moverme al límite de mi potencia humana, en seguida, lancé un tajo directo al cuello del pelirrojo, con toda la intención de matarlo. Lo que mi técnica hacía era simple, pero letal: ¡Destruir las corrientes de energía!, es decir, este ataque no podía ser esquivado por ningún medio mágico, pues acabaría por cortar las fuentes que le daban soporte.


    Pablo debió notarlo también, pues no utilizó ningún método sobrenatural para bloquearme, simplemente movió su katana hacia el frente y detuvo el ataque usando nada más su técnica de espada. ¡Esto no acabó todavía!, a pesar de ser repelido continué atacando con diferentes posturas de kendo, gracias a mi entrenamiento de este marte marcial, fui capaz de arrinconarlo y detener cualquier contraataque posible.


    —Vamos…—Un momento, ¿por qué Casanova no hizo nada para detenerme?, en vez de retroceder y buscar otra estrategia, ¿por qué seguía intercambiando golpes conmigo?, no podía entenderlo. Este tipo de combate me favorecía a mí, sin importar por donde le busque, no había respuesta lógica a tal comportamiento.


    —¿No eras mejor espadachín que yo? —Otra burla estúpida, Pablo deseaba provocarme para que descuide mi defensa, pero no era ningún idiota, si dudaba de mi concentración, aunque sea por un segundo, este bastardo me cortará el cráneo.


    Entonces, finalmente lo comprendí.


    Mantener el juicio mortal requería mucho poder, lo que Pablo deseaba era llevarme al cansancio y luego, terminar la pelea de un solo golpe. Por eso, él no se arriesgó ni tampoco buscó vencerme en mi propio juego, simplemente optó por una postura defensiva para drenarme lentamente.


    ¿Qué debía hacer?, continuar de esta manera no me llevaría a ningún lado, salvo a la derrota.


    —Parece que eres más fuerte de lo que aparentas, Casanova. —Deshice el hechizo con un semblante decepcionado, me molestaba fallar y más aún, cuando mi única oportunidad de victoria segura se había ido al retrete. Decidí tomarme una pausa y entablar una conversación con él, ya que no veía por donde ganar este combate.


    —Elegido por el destino, creo que a Gaia le gusta jugar malas bromas. Ya entendí todo esto, ¿estás teniendo visiones de líneas alternativas, verdad?


    —Sí, por mi cuenta no sería capaz de obtener estos grandiosos poderes, pero Gaia está desesperada y me dio acceso al conocimiento de mis otros yo. Mas bien, al estar en la cuarta dimensión tuve ese permiso especial.


    —Ya veo, así que ese bastardo de Wiccato fue tan lejos para manipular la situación y volverte un elegido. Debo reconocer que ese mago es muy astuto, de todos modos, eso no significa que seas capaz de ganarme. —Pablo desapareció su katana y luego, soltó un suspiro lleno de resignación —. Tus habilidades prestadas no serán suficientes.


    —¿Cómo estás tan seguro?, acabas de desarmarte a ti mismo, ¿sabes que puedo tomar ventaja de eso, verdad? —Mentira, en realidad, Casanova me estaba dando una invitación silenciosa al combate, cualquier peleador imbécil aprovecharía que su oponente desapareció sus armas solo para ser brutalmente asesinado con algún contraataque oculto. Lo lamento, Pablito, pero yo no moriré como un vil perro.


    —Supongo que invitarte a golpearme tampoco funcionó, me sorprende que estés tan calmado, Ryo, para ser tu primera pelea sobrenatural, lo estás haciendo demasiado bien. No, en realidad, retiro lo dicho, esta no es tu primera pelea, pero sí será la última.


    —¿Qué quieres decir? —susurré.


    —Todas tus versiones alternativas son peleadores de renombre y alto nivel, hasta ahora, me he enfrentado con cada uno de ellos y por el momento, tengo la delantera. Tu cuerpo es solo un contenedor para las intenciones de Gaia, debido a ello, no importa cuanta experiencia absorbas ni que técnicas uses en mi contra, mientras utilices conocimientos ajenos a tu entendimiento, jamás podrás derrotarme.


    —Tienes razón, estos hechizos no son míos, yo no me esforcé para obtener grandes habilidades ni tampoco poseo el entendimiento completo de estas visiones. Si intento comprenderlos me matarás al primer pestañeo, simplemente hago lo que mi instinto me dice, en el fondo, todos los “Ryo Yamamoto” y yo, somos la misma persona. Actuamos igual, sin importar en que línea temporal estemos.


    —Dicho de otro modo —interrumpió Pablo —. Peleas usando tu origen como arma, sin importar que personalidad, poderes o situaciones hayas tenido, al final del día, la escencia de Ryo Yamamoto no cambiará, ¿a eso te refieres?


    —Podría decir que sí —respondí, después de todo, no me importaba conocer el origen de estas visiones ni tampoco ser un elegido de Gaia. Solo buscaba proteger a Emily, nada más.


    Nunca me gustaron las cosas complicadas, ¿para que darle dos vueltas a un asunto que podía ser terminado fácilmente?


    —Gaia es en verdad, un sistema caprichoso. —Pablo comenzó a rascarse la cabeza de manera amistosa, obviamente era una trampa, no lo atacaré ni tampoco intentaré acercarme. ¿Acaso me creía tan tonto para morder su anzuelo?


    —No importa si desconozco el concepto detrás de estos poderes, con que sean suficientes para proteger a Emily, me doy por bien servido.


    —Eres demasiado simple, ¿lo sabías? —Casanova no me atacaba todavía, sus movimientos lentos y torpes en verdad me pedían que lo atacase, no había otra explicación. A pesar de estar peleando sin cuartel alguno, el muchacho continuaba con una actitud despectiva hacia mi persona, seguramente otra estrategia para sacarme de quicio y bajar mi guardia.


    ¿O no?


    ¿Acaso la fátiga o el shock de luchar conmigo le estaba llevando a cometer errores?


    Nah, mal chiste.


    Pablo Casanova jamás cometería un error así, el que llegue a pensar de esta manera era una prueba exacta de que sus métodos iban más allá del combate psicológico. Conocía muy bien a Pablo para dejarme vencer por un plan tan estúpido, aún así, el hecho de pelear contra un ex amigo querido me estaba desmoralizando lentamente.


    Sobre todo, por las visiones que llegaban a mi mente.


    En ellas, Casanova y yo tuvimos diferentes aventuras juntos, vencimos a un señor del mal e incluso cabalgamos con armaduras y ese tipo de cosas, en algún mundo raro medieval. Saber que nuestro destino tuvo este final, me llenaba de amargura.


    —Nunca me gustó complicarme las cosas, ya deberías saberlo.


    —Es cierto, supongo que siempre fuiste un idiota, pero fue esa misma idiotez lo que tanto solía admirar de ti. El descanso se acabó, espero que estés listo para un segundo round.


    Y entonces, Pablo apareció justo frente a mí con la misma katana de hace rato, el desaparecerla fue solo para provocarme.


    Chocamos nuestras armas nuevamente, solo que esta vez, me costó mucho más seguirle el ritmo, a pesar de mi conocimiento marcial adquierido su poder continuaba eclipsándome conforme pasaban los segundos. Maldición, Pablo debió darse cuenta de un detalle importantísimo de mi condición: Mi cuerpo tardaba un tiempo en adaptarse al conocimiento, por ende, a veces la velocidad de reacción entre un combo y otro podía alargarse.


    Tiempo suficiente para que Pablo me mande al otro mundo.


    —¡No! —Los pasos del muchacho destrozaban el suelo a su alrededor, vi venir otro tajo directo a mi estómago sin ningún tipo de piedad. No podía bloquearlo de forma natural, debido a ello, utilicé el mango de Masamune para desviar el impacto hacia arriba, de inmediato, giré sobre mi propio eje y lancé una estocada al pecho del pelirrojo.


    —¡No funcionará! —Casanova soltó su katana, entonces, contra todo pronóstico, sujetó a Masamune con sus manos desnudas y la arrojó al suelo. Joder, ¿cuánto poder tenía este tipo?, ser capaz de agarrar una espada legendaria sin perder el brazo era totalmente inhumano. O al menos eso creí —. ¡Ah! —Sus dedos quedaron destrozados por el contacto con el metal, aun así, la mano diestra del chico todavía funcionaba y sin más demora, Pablo me golpeó en la mejilla.


    —¡Que insistente! —Tuve que desaparecer a Masamune por mi propio bien, de lo contrario, Pablo podría tomar el control de ella y usarla para matarme —. ¡Venga! —De nuevo, esta pelea se tornó en un cuerpo a cuerpo demoledor, Pablo me tiró varias patadas de frente y laterales con toda la intención de ganar distancia y retroceder.


    Pero yo no lo dejé.


    ¿Cómo iba a dejarlo?, él todavía se estaba curando la mano zurda, permitirle la movilidad de su extremidad era un error. Al diablo con el honor, la vida de Emily dependía de mi victoria, no había tiempo de reconliciaciones baratas ni tampoco ideas relacionadas a la caballería.


    Mi ventaja inicial no duró demasiado, básicamente nos pegamos con todo.


    Le di varios puñetazos, patadas y agarres a todo su cuerpo que ya ni siquiera podía ver hacia donde estaba pegando. Yo también recibí la misma cantidad de impactos en todo el cuerpo, tanto que mi propio rostro ya estaba inflamado de tantos golpes que me comí, literalmente.


    —Perdiste tu oportunidad, Ryo. —La otra mano del chico volvió a moverse, aún estaba ensangrentada e inflamada, pero al menos podía usarla para pelear otra vez. Yo tampoco estaba en una condición impecable, poco a poco, empecé a escuchar un latido molesto sobre mi cabeza, señal de agotamiento mental.


    —Si una puerta se cierra, solo debo abrir otra. —Invoqué de nuevo a Masamune, no tenía caso terminar esto usando solo mi cuerpo, ya que nuestras fuerzas eran similares en ese aspecto —. ¡Espada Masamune: Hinode no jōshō!


    Tampoco sabía muy bien cómo usar esta cosa, en las memorias compartidas que logré ver, solo fui capaz de entender la teoría detrás de este hechizo. Centré las corrientes energéticas de la cuarta dimensión con el chi que recorría este enorme planeta, como resultado, Masamune sirvió como una especie de pararrayos entre las dos energías y mi mente, era la que devolvería ambas fuerzas en un solo ataque.


    Menudo hechizo más tedioso.


    —¡Corte electrizante! —Casanova rápidamente contraatacó empleando un hechizo parecido al mío, de su katana salió un rayo rojo que al momento de tocar mi hechizo, acabó por desvanecerse junto a él. En pocas palabras, otro empate —. Ya te dije que tus técnicas a medio cocer no son rivales para mí.


    —¡Entonces que tal esto! —Pasé los últimos segundos almacenando la información en mi cerebro y buscando una manera de usarla sin tener que depender de los recuerdos ajenos. Fue ahí donde entendí un punto crucial: Si combinaba dos técnicas al mismo tiempo, dicho movimiento sería prácticamente mío, de Ryo Yamamoto y no de una versión alternativa.


    El brazo que mantenía desnudo se tornó negro, como si fuese la piel de un reptil con diversas escamas y púas blancas que sobresalían de manera dolorosa. En un mundo paralelo, yo poseía el brazo de un demonio sin nombre y mejor aún, este contacto me permitía incrementar de manera temporal todas mis capacidades físicas. Pero no detuve mi hechizo ahí, ¡podía ir más allá!, ¡convertirme en el Ryo más poderoso que jamás haya pisado el multuniverso!


    —¿Qué demonios es eso? —susurró Pablo, muy asustado por la transformación que estaba sufriendo.


    —¡Más fuerte! —Liberé el poder máximo de Masamune y lo combiné con el brazo demoníaco, por lo consiguiente, alcancé un nivel inimaginable, ni siquiera el “Ryo caballero mágico” logró alcanzar este absurdo control de energía mágica. Aun así, este power up no fue gratis en lo absoluto. Sufrí terribles dolores de cabeza y peor aún, las visiones de mis vidas alternativas comenzaron a mezclarse, de pronto, los escenarios que se me hacían conocidos ya no estaban, incluso perdí algunos recuerdos de mi estancia en México.


    Maldición.


    Maldición.


    Maldición.


    Brazo demoníaco, para de una vez, no necesito perder mis recuerdos actuales.


    Vamos, vamos, vamos…


    ¡Poder, poder, poder poder, poder!


    ¡No podía controlarlo!, el brazo y Masamune peleaban dentro de mí, el primero para destruirme y la segunda, para salvar mi vida. Pablo notó este conflicto, por ende, lanzó un corte diagonal directo al pecho.


    —¡Muere! —Logré bloquear su ataque justo a tiempo, en seguida, lancé una ráfaga de cortes a la velocidad del sonido que Pablo apenas y pudo desviar, posteriormente, dio un salto en reversa.


    Bien, al menos pude repeler a Casanova.


    —¡Brazo demoníaco: Sobrecarga! —Este maldito artefacto no iba a destruirme, no señor, recorrí demasiado para llegar hasta aquí.


    Finalmente, logré poner esta cosa bajo mi mando, aun así, las consecuencias del atrevimiento fueron bastante caras. En primer lugar, parte de mi alma cayó en la oscuridad, no había otra manera de describir este sentimiento, al cerrar mis ojos y concentrar las corrientes de energía, lo único que alcanzaba a distinguir, era una mancha negra que se movía como una serpiente alrededor de mi cuerpo desnudo.


    Si, esto fue probablemente el peor de los escenarios posibles.


    Y de todos modos, no me aseguraba para nada la victoria.


    ¿Fue un riesgo demasiado alto?


    —¡Estás enfermo, Ryo! —La sorpresa inicial ya había pasado, Pablo no se mostró sorprendido, mucho menos asustado, en su lugar, mostró una sonrisa desafiante —. Pero me gusta, por fin nos estamos tomando las cosas en serio, ¿verdad?, supongo que no me sentiré mal si te mato ahora. Estamos parejos y lucharemos como verdaderos guerreros, dispuestos a darlo todo por lo que creemos.


    —¡A muerte! —Ya no había marcha atrás, Pablo me atacó empleando sus mejores hechizos, de su katana salieron incontables rayos que ya ni siquiera podía seguirlos con la vista. Usé mi instinto avanzado para bloquearlos y contraatacar con resplandores morados que provenían de mi brazo entero, era difícil de explicar, básicamente Masamune funcionaba como un regulador de poder entre mi alma y la extremidad demoníaca.


    Bah, al diablo con las explicaciones tediosas, ¡solo quedaba pelear!


    Pablo y yo impactamos nuestras armas por milésima ocasión, nos atacamos a matar, sin contemplaciones ni piedad. Nuestras katanas desaparecieron para el ojo humano, cualquiera que viese esta pelea desde afuera, quedaría impresionado por las chispas que salían con cada choque. En solo un segundo, logramos acumular más de 25 golpes, ¡incluso más!, su técnica no se parecía en nada al kendo ni iado, era más bien, como si estuviese usando una espada medieval, pero empleando solamente un filo.


    En cambio yo, sí utilizaba técnicas marciales reales, la mayoría de mis tajos y movimientos de piernas provenían del kendo. Siendo sincero, me molestaba mucho que un tipo wannabe como Pablo fuese capaz de superarme en este aspecto, sus golpes improvisados y carentes de filosofía fueron lo suficientemente fuertes para hacerme retroceder.


    ¡Mierda!


    Sacrifiqué demasiado y ni así era capaz de doblegar a este bastardo.


    Aquel hombre que fue mi amigo se convirtió en un enemigo insuperable.


    —¿Qué pasa, ya te enojaste? —Su sonrisa burlona volvió a sacarme de quicio, ¡este imbécil va a pagar!


    Junté todo el poder de mi brazo y Masamune en un solo corte, por desgracia, Casanova simplemente dio un salto hacia atrás, contraatacando casi de inmediato con su katana roja. El filo golpeó mis costillas y de no ser por una reacción de último minuto, habría sido cortado en dos, como un cerdo en navidad.


    —¡Ryo, cálmate!, no dejes que sus burlas te alcancen. —Las palabras de Emily me regresaron a la realidad, es verdad, dejarme llevar por la ira y el odio no solucionará nada. Siempre fui alguien tranquilo, mi corazón constantemente buscaba la solución pasiva y serena de un problema, esto de la furia indiscriminada no era lo mío.


    El efecto del brazo demoníaco debió alterar un poco mi personalidad, sin embargo, mientras mantenga el control del mismo, no debería tener más arranques berserker.


    —Es verdad, gracias, Emily. Casi consigues tu objetivo, Pablo, pero no dejaré que tus palabras y acciones vuelvan a molestarme.


    —Oh, ¿estás seguro?, ese brazo no es normal, en cualquier momento puede tomar el control de tu cuerpo. Y créeme, matar monstruos es mucho más fácil de lo que piensas.


    —No lo hará, tengo una razón importante para ganar esta pelea, el amor de mi vida está en juego. Un estúpido brazo demonio no será impedimento para nuestra felicidad.


    —Ya veo, entonces no vas a volver atrás, Ryo, es una pena, por un momento pensé en dejarte ir solo para honrar nuestra vieja amistad. Pero no retrocederás, de hecho, una parte de mí se habría sentido decepcionada si hubieses elegido el camino fácil. Me alegro que no sea así. —Y entonces, una explosión de poder salió disparada por toda la cuarta dimensión, Emily abrió sus ojos en par ante semejante fuerza, yo hice lo mismo sin darle crédito a lo que estaba observando.


    Pablo Casanova por fin mostró su mejor cara.


    El pelirrojo invocó una extraña armadura de placas color plateada, como las que usaban los caballeros medievales en la antigüedad. No obstante, dicha reliquia me provocaba escalofríos, el solo mirarla disparaba mis bajos instintos de supervivencia, sin contar los leves temblores que azotaron el brazo demoníaco.


    —¿Y esa armadura? —susurré.


    —¡Armadura de Sir Percival! —exclamó Pablo Casanova.


    —¿Sir Percival?, ¿te refieres al caballero de la mesa redonda?


    —Que listo, efectivamente, Ryo, esta armadura perteneció a mi antepasado, Sir Percival y como tal, posee una bonificación contra toda la energía maligna, en este caso, tu brazo demoníaco califica como un poder oscuro. —Maldición, de nuevo, estaba contra las cuerdas.


    Los Casanova eran en verdad una familia aterradora, pues almacenaban conocimiento infinito dentro de sus memorias genéticas. ¿Cómo podía combatir contra algo así?, los demonios japoneses eran inferiores a los caballeros sagrados de la época antigua, por algo, mi país contrataba especialistas foráneos para tratar sus problemas sobrenaturales.


    —No le temo a tu nueva armadura…


    —¡No es lo único que debes temer! —Más energía bruta apareció sobre la cuarta dimensión, la katana del muchacho desapareció, en su lugar, fue reemplazada por una espada medieval de filo negro y mango plateado. Esto ya no era normal, mi cuerpo inconscientemente dio dos pasos hacia atrás, asustado por la tremenda energía que salió descontrolada hacia mis extremidades.


    E-Esto no podía ser cierto.


    ¿Verdad?


    Pablo Casanova no debería ser tan poderoso, ni siquiera en mis escasas memorias dimensionales alcanzó este nivel tan absurdo de poder.


    Oh, no…


    —No me digas que esa espada es…


    —Arondight —interrumpió Pablo —. La espada del caballero Sir Lancelot, el traidor de la mesa redonda.


    —A-Arondight, de todos modos, la espada no debería verse así, ¿por qué no es la misma Arondight de mis recuerdos compartidos?


    —Seguramente viste su versión normal, es decir, aquella que perteneció al caballero cuando todavía era un guerrero honorable. Esta versión de Arondight es distinta, posee sus pasiones más salvajes y desenfrenadas, además, no estoy usando ningún recuerdo de mis antepasados, la espada me aceptó como su dueño por sí misma.


    —Esto no debería ser legal —susurré —. La armadura de Sir Percival y Arondight, menudo reto más grande.


    Emily se arrastró varios metros hacia atrás, el hecho de estar frente a frente con semejante monstruo nos hizo perder algo de moral. La firme convicción que cargaba hasta hace unos instantes palideció, parte de mí deseaba darse la vuelta e irse de aquí lo más pronto posible.


    —N-No te rindas, Ryo…—Y entonces, la voz de Emily volvió a darme esperanza.


    Es cierto, yo vine hasta acá para salvarla de su destino aterrador.


    Sabía desde un inicio que esto pasaría.


    A pesar del miedo y el dolor, di un paso adelante.


    “Alguien como yo no merece ser salvada”


    Te equivocas, Emily, tú eres quien más merecía la salvación.


    Lo dije desde un principio y lo seguiré diciendo las veces que sea necesario.


    Ya he sacrificado muchas cosas con tal de seguir avanzando, dejé atrás los hermosos recuerdos de mi juventud y destruí las amistades que alguna vez consideré eternas. Ni siquiera el imponente Casanova podrá detener esta resplandeciente determinación , en este punto, ya no importaban los métodos, estaba dispuesto a darlo todo, incluso mi vida.


    —Es el fin para ti, senpai.


    *Fin de POV: Ryo*


    Fin de la historia 50



    ¿Qué les pareció?, ¿a quién le van?, esto se pondrá brutal en futuros capítulos.
     
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Bueno, compa... pensé que ibas a ir directo a terminar lo de Esme-chan, pero no me molesta en lo absoluto la desviación episódica (nunca mejor dicho xD) hacia Pablín y Ryo.

    Me sorprendí al ver a Ryo poder "tomar prestadas" memorias de sus otros "yo" de líneas alternas... sobre Pablín, pues me hubiera sorprendido también, de no ser porque ya lo vi hacerlo antes en "Flores Entrecruzadas" xD. Bueno, son los "perks" de pelear en la Cuarta Dimensión, después de todo.

    Y claro, también el intercambio de descanso entre ambos guerreros... Ryo es un chico que valora la simpleza, un "idiota", como se dice él mismo. Y verlo cambiar su personalidad con poderes demoníacos me hizo tener escalofríos.

    Seh, clásico del buen Ryo. En especial cuando enfrentas a alguien tan veloz como Pablo Casanova, quien nos entrega una joyita como esta:

    A Wiccato no le gusta esto, puesto que a su amada la mataron como si fuera uno. Seguro que él habrá escuchado eso salir de la boca de Pablín.

    En fin, en líneas generales es un trabajo sin dedazos y con narración excelsa. Pero eso ya es esperado de tu parte xD. Total, ya eres un escritor de tomo y lomo.

    Por último...

    Tu estilo es prácticamente el mismo tropo que discuten xD

    Nos vemos en otra xD
     
    Última edición: 6 Octubre 2017

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