Kioto Uji

Aoi Nobunaga

Zanjó su pelea con un tajo limpio en la garganta y saqueó el cuerpo de su oponente mientras la sangre aún descendía como una sábana carmesí sobre las vestiduras del shibobi.
Se limpió las manos con calma y alzó la cabeza hacia la última superviviente del equipo atacante, salvando las distancias que la separaban del pequeño grupo que se había formado con paso lento, deteniéndose un instante a observar la pequeña espina clavada en la madera...
«Qué desperdicio» Pensó, sacudiendo sutilmente la cabeza antes de reanudar su avance hasta situarse junto a Hoshi en silencio, observando la situación lista para intervenir.
Aun no había envainado su propia katana, en su lugar sujetó la empuñadura con fuerza.

 

Seikanji Yamagawa

Lanzó una risa feliz, divertido por las palabras de la mujer que tenía sometida bajo su peso.

—Tiene usted muy buen humor. Querrá estar muerta, señorita, créame. —llevó su índice a la punta de la kodachi, comprobando el filo enemigo. Eran asesinos bien entrenados y preparados, pero una vez más el grupo formado en Koga demostró que podían superar a enemigos que no los subestimaban.

Seikanji miró a Hoshi e hizo un mohín con tristeza, ya que el herrero era el único de los presentes que tenía poder como superior en él. Murai así lo había decretado.

—Toda suya, señor Hoshi. —dijo retirando las kodachis de la mujer, observando las armas de cerca, sin darse cuenta de la tensión que crecía en la pequeña clínica en torno a él.

 

Akihito Shishio

Viendo la situación en la que se encontraban, se apresuró a atravesar a su oponente para darle una muerte rápida y poder atender la posible huída de aquella mujer. Por suerte, el instinto cazador de Seikanji fue más rápido qué ella para evitar su huida y temió por un segundo que en ese mismo instante cumpliera aquella amenaza de quitarle sus ojos, puesto qué no deseaba delatar todavía más su presencia allí.

Se aproximó un par de pasos hacia la mujer y, de la misma manera en la que había reaccionado con Ogen, sus manos alzaron con rapidez su katana para bloquear ese ataque sorpresa hacia la mujer; suspiró una vez que parecía que estaban solos de nuevo, limpiando su katana antes de guardarla y acercarse formalmente al grupo con más alivio ahora que Hoshi tenía la custodia de esa mujer.

—No hagas nada con sus ojos, no se supone que se sepa que estamos aquí...—Le dijo a Seikanji en voz baja antes de alejarse hacia donde estaba Rengo, no creía que fuera lo mas inteligente del mundo dejar una referencia tan obvia al alcance de los hombres de Gendo o alguien más.

—Tengo algunas hierbas de manzanilla, no es mucho, pero quizás de momento el aroma pueda ayudarte a distraer un poco el aroma a sangre...

Porque salir y estar expuestos, tampoco era una buena idea. Ya solo le quedaba esperar que Hoshi sacara información rápido para salir de allí.

Contenido oculto

no se usa para eso, pero, de que deben oler bonito, deben oler bonito jajaj

 

Herbolaria/Interior
[Dozan; Hoshi; Rengo; Akihito; Seikanji; Aoi; Ryoshi]

Aoi logró obtener dos katanas simples; mientras que Ryoshi también esculcó a los muertos —Nada de monedas, armas corrientes...—dijo mirando las varias que rompió —... si la aleación fuera de mejor calidad, no se romperían con tal facilidad —dijo hacia Aoi mientras ella miraba aquella espina, sin entender lo que hacía.

Rengo aceptó la oferta de Akihito afirmando —Dame un momento... — dijo sacado un papel de su ropa con manos temblorosas; con él limpió su katana antes de guardarla. Y con cuidado dobló el papel y volvió a guardarlo; para después terminar de limpiar sus manos en la parte inferior de su kimono negro. Después de todos eso, tomó las hierbas con cuidado y las olió cerrando los ojos, y cuando lo hizo, otro olor también se mezcló dulcemente con la manzanilla, era de un incienso; uno que llevaba en su brazo. Abrió los ojos —Gracias —mencionó ante Akihito.

Hoshi amarró a la mujer aun en el suelo; para después obligarla a sentarse y mirarlo; ella lo hacía desafiante al grado de escupirle —¿En verdad crees que podrás hacerme hablar? Pueden torturarme; pero jamás diré nada.

—No hay secreto que alguien pueda ocultarme...— mencionó Hoshi, limpiándose el rostro; después observó a los presentes Ryoshi; Dozan; Seikanji; Akihito; Aoi y Rengo — Cierren sus ojos; es una orden. Si los dejan abiertos sufrirán las consecuencias —Advirtió.

Inmediatamente Rengo y Dozan cerraron los ojos; Ryoshi miró a Aoi, sonrió negando —Hemos visto de todo, viejo. No temo ver una tortura

—Cierra los ojos — la voz de Hoshi seguía siendo tranquila; pero algo en ella se sintió distinto, la advertencia parecía convertirse en amenaza.

Hoshi confió en que el resto cerraría sus ojos; la mujer los seguía viendo desafiante —...Lo lamento.

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Pueden postear o simplemente decirme por whats si abren los ojos o no

Nekita
rapuma Ya no puedes cargar más armas, está al límite de 3 en inventario (más las que tienes equipadas)
Ayeah Ya no puedes cargar más armas, está al límite de 3 en inventario (más la que tienes equipada)

 

Aoi Nobunaga

Enarcó una ceja con escepticismo ante la amenaza velada de Hoshi y s encogió de hombros, dando media vuelta para dirigirse hacia el lugar de trabajo d ela herboristería.
— Tranquilo, no miraré. — Respondió, dándole la espalda mientras se ponía a trabajar.
Aquello podía hacerlo, literalmente, con los ojos cerrados.

 

Herbolaria/Interior
[Dozan; Hoshi; Rengo; Akihito; Seikanji; Aoi; Ryoshi]

Tando Akihito como Seikanji decidieron cerrar los ojos; Ryoshi fue el único que parecía no querer hacerlo, pero muy de mala gana decidió desviarse, acompañando a Aoi con los ojos cerrados.

La vista estaba negada a los presentes; pero sus demás sentidos seguían presentes. Reiko; la loba de Seikanji comenzó a gruñir, este tuvo que detenerla a ojos cerrados.

—Habla; sabes que tu secreto estará a salvo conmigo—La voz de Hoshi era tranquila; no se escuchaba amenazante; tampoco se escuchaba ajetreo.

—Tú... —menciono la mujer — ¿Qué es esto?

—La verdad— La voz de Hoshi no variaba; permanecía siempre igual—¿Quién te ha enviado a emboscarnos?

—No hablaré

—Entonces... —Hoshi pausó levemente —... ¿Ogen? Ella ha muerto.

La mujer dejó escapar un ligero jadeo de sorpresa —¿Cómo? Pero...

—Sai...

—¡Basta! — gritó la mujer —¡Detente!

—¿Seguiste a Seikanji? ¿Buscaban asesinarnos?

La mujer comenzó a llorar.

—Entonces buscas algo que Seikanji trae consigo... y....

—¡BASTA! —la mujer gritó para después morder su lengua con tal brutalidad que logró cercenarla; la mujer comenzó a convulsionar.

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Hoshi suspiró —Se ha ido. Pueden abrir sus ojos

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Nekita
rapuma
Ayeah

 

Akihito Shishio

Asintió a las palabras de Rengo, jugando momentáneamente con el frasco de hierbas en su mano, haciéndolo girar con tranquilidad hasta que estuvo listo para recibirlo se lo entregó, y ver que en cierta forma parecía ayudar un poco lo hizo sonreír un poco más tranquilo, no le molestaba que las conservara hasta que regresaran a Koga de ser necesario para que tuviera algo más de paz con la escena que estaban teniendo.

Luego vino el inicio del interrogatorio de Hoshi, ya de por si encontraba extraño que se sintiera tan seguro de que no había secretos que pudieran ocultarle, pero no hubo espacio a duda en su cuerpo de seguir su orden aunque hiciera todo eso más extraño.

Se cruzó de brazos para estar un poco más tranquilo y solo quedaba escuchar hasta que todo terminara en silencio aunque todo tornara un giro extrañamente sombrío, ¿qué estaría haciendo Hoshi para que la mujer sintiera ese miedo durante la interrogación? ¿cómo hacía para saber respuestas que ni siquiera eran dichas?

Apretó un poco más sus brazos contra su cuerpo cuando la mujer gritó y solo hasta que Hoshi habló se volvió a relajar al ya ser todo seguro de nuevo, abrió sus ojos y de una mirada rápida contempló el esperado estado de la shinobi antes de suspirar y ver hacia la salida. —¿Podemos descifrar lo que descubrió en el camino, señor Hoshi?...—Preguntó con tranquilidad aunque realmente ya sintiera cierto apuro de cumplir lo acordado al llegar a Uji.

 

Seikanji Yamagawa

Cuando la loba gruñó el vello de Seikanji se erizó al instante, sintiendo algo extraño cerca de él; algo que a Reiko no le agradaba y a la que tuvo que sujetar para tranquilizarla. Oyó el interrogatorio con auténtico interés, preguntándose qué secreto era tan peligroso para que no pudieran ser testigos de ello. Apretujó el pelo azabache de Reiko contra sí para darse más protección ante lo desconocido, para Hoshi aquella mujer parecía ser transparente y la leía como si fuera un pergamino abierto.

Frunció aún más los ojos al oír el grito de terror de aquella shinobi, la cual se sacrificó de una manera realmente inaudita. Tardó unos pocos segundos más en volver a abrir los ojos y se quedó en silencio mirando el cuerpo inerte junto a Hoshi, afirmando a las palabras de Akihito.

—No son asesinos del general... es alguien más, ¿cierto, señor Hoshi? —inquirió en un hilillo de voz, intentando pensar qué cosa de valor cargaba consigo.

 

Aoi Nobunaga

Aguardó en silencio, trabajando sus materiales a ojos cerrados mientras escuchaba aquel extraño interrogatorio.
Había centrado sus recelos en Seikanji y resulta que el akuma allí era el propio Hoshi... Aquello, lejos de despertar temor en ella, despertó auténtica curiosidad.
Era bueno tenerlo en su equipo y, desde luego, no dudaba de la lealtad de Hoshi hacia el clan Taira.

Una vez fue seguro abrir los ojos, guardó el producto de su trabajo con las sales y se lavó las manos con cuidado. Volviendo a situarse de forma inconsciente junto a Ryoshi preparada para continuar su camino.

Eso sí, sin perderlo de vista esta vez.

 

Herbolaria/Interior
[Dozan; Hoshi; Rengo; Akihito; Seikanji; Aoi; Ryoshi]

—Estoy con Akihito en esta —mencionó Dozan —Debemos irnos, no hay nada más que hacer aquí ¿No es cierto?

Hoshi miró hacia Seikanji —No han venido a órdenes de Gendo. Es hora de irnos, de confiar en que tu familia pueda con aquellos hombres.

Ryoshi hizo una mueca de dolor, cómo si recibiera un impacto el cual nunca llegó —No podrán contra ellos...— atajó sin tacto — … créanme, ese hombre no escatima en números. Tiene demasiados hombres a su servicio, dispuestos a hacer lo que sea por él. Y a aquellos que no logra doblegar con su carisma, lo logra a la fuerza.

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Tiraré lista para dado de movimiento; el que salga tirará el dado. Pueden hacerlo en si post anterior o en uno nuevo si es que quieren decir algo más.
Nekita
rapuma
Ayeah

 

Seikanji Yamagawa

Sus ojos seguían posados en la shinobi que Hoshi había interrogado, aún incrédulo. Debería abandonar a su suerte a aquella familia que le había dado una segunda oportunidad, una segunda vida y una formación. ¿Era lo justo? Ryoshi dió voz a las cavilaciones de Seikanji; su familia no escaparía y él no había podido despedirse de su madre.

Pero volvería, volvería a Uji aún a riesgo de ser atrapado. Pero por ahora debían escapar, ya estaba todo dicho y nadie querría arriesgarse más.

Esto era una misión para él en solitario, sin importar las consecuencias.

Con la mirada vacía abrió la puerta y salió de la herbolaria, sin mirar atrás y con un mutismo no muy propio de él.

 

Herbolaria/Interior
[Dozan; Hoshi; Rengo; Akihito; Seikanji; Aoi; Ryoshi]

Hoshi afirmó apesadumbrado al ver como Seikanji apresuraba el paso a la salida; lo miró fuera de la herbolaria, esperando que este diera un giro inesperado para correr a ayudar a su familia; Hoshi estaba preparado para intervenir, noquearlo si era necesario; pero no fue así, Seikanji tomó la decisión más difícil y madura que se podía tomar.

Eran un grupo de shinobis, se tenían sólo a ellos.

A la distancia, el humo negro se levantó en Uji.

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Nekita
rapuma
Ayeah

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El rol continúa en Otsu​