Explícito Tonight, I'ma let you take me higher [Gakkou Roleplay | Altan x Alisha | One-shot]

Título: tonight, I'ma let you take me higher.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Altan Sonnen, Alisha Welsh.
Palabras: 1548
Summary: "Para ser un jodido niño prodigio, tenía que admitir que en ese momento no estaba pensando con claridad."
N/A: bueno, pues que se me fue la jodida olla en la vida y me dije: ¿qué tan mal podría hacer aventarme el rough sex que hubiesen tenido estos pendejos en mi fic si a Al no le hubiese dado el breakdown? Y me lo aventé. Y se lo aventé a Pau, y le gustó, y al final a mí kinda que me gustó también Y HAGO CASO A LOS DADOS CUANDO ME APETECE SO YEAH, HERE IT GOES | Like i said, es una escena que iría justo después de que Al tira a Ali a la cama en este fic: Lagu, aunque la narración sigue un poco la versión que hizo Pau: The Magician x The Five of Coins. Esto obviamente NO es canon | Contenido explícito, escenas de sexo heterosexual Y BASTANTE KINKY YO AVISO.

Come here rude boy, boy
Can you get it up?
Come here rude boy, boy
Is you big enough?​

Para ser un jodido niño prodigio, tenía que admitir que en ese momento no estaba pensando con claridad.

No reaccionar a tiempo fue su cuarto error.

La vio desde arriba. Sus ojos azulados chispeando en la oscuridad, sus labios enrojecidos y la dorada melena desparramada por la sábana.

Dudó.

Por un segundo dudó de si merecía la pena volver a devorarla la boca, si seguir al lobo depredador que se estaba despertando o a la poca consciencia lógica que le quedaba.

Pero Alisha no estaba para jodidas dudas en ese momento. Lo agarró de la camiseta y tiró con fuerza de él, haciendo que sus labios se estampasen de nuevo… y todo rastro de sentido racional simplemente desapareció de la mente de Altan.

Si lograba no pensar en quién era, no le importaba follársela.

No tardó en tomar el control del beso, brusco, dominante y casi desesperado, y a Alisha no le importó cederle el papel. Era el jodido alemán, iba a dejar que hiciese lo quisiera con tal de sacarle un polvo al fin.

La rubia se sonrió, victoriosa, cuando el chico se separó finalmente, sin ninguna pizca de intención de parar en sus ojos. Él sin embargo gruñó, molesto, y decidió morderle el labio inferior hasta hacerle una pequeña herida que comenzó a sangrar. Alisha se sorprendió ligeramente pero pronto recuperó la chispa divertida y, con los ojos entornados, se relamió la herida.

—Tasty~

Qué jodida perra.

Oír su tono de voz pareció cabrear más a Altan y como respuesta, enredó su mano en la cabellera contraria para tirar de ella con fuerza, dejando su cuello libre.

Alisha cerró los ojos con fuerza, suspirando, y el moreno decidió simplemente ignorarla en la mayor medida posible. Dirigió su mano libre al ahora expuesto cuello, rodeándolo y ejerciendo algo de presión a los lados, mientras mordía zonas aleatorias del mismo.

No hubo besos, solo mordiscos y alguna que otra lamida que desde luego dejarían marcas visibles. No le importaba, podría haber sido cualquier otro el que se los hiciese a la guarra.

Si iba a hacerlo, al menos iba a marcarla, a jugar con ella, a destrozarla hasta que no pudiese más.

Le soltó el cuello después de un tiempo. Teniendo los conocimientos que tenía sobre anatomía, no se preocupó en comprobar cómo estaba, sabía perfectamente que había mantenido la presión justa y el tiempo necesario para no hacerle más daño del necesario.

Dejó libre la melena también y prácticamente le arrancó la camisa del uniforme. Por suerte, estaba tan desarreglada que apenas tenía un par de botones abrochados y la tarea fue excesivamente fácil.

La fuerza fue tal que hasta el sujetador cayó por la misma, haciendo que sus pechos rebotasen ligeramente al liberarse.

>>Careful, darling —jadeó ella, aunque parecía más divertida que molesta—. ¿O me vas a comprar tú lencería nueva, niño rico?

—Calla, maldita zorra.

La voz del chico pareció casi más un ladrido y la rubia entrecerró los ojos, ensanchando más la sonrisa al ver lo mucho que conseguía provocarlo con tan poco.

Harto como parecía estar, Altan cogió lo primero que tuvo a mano, que resultó ser el lazo rojo del uniforme de la chica, y se lo metió en la boca, impidiéndole volver a hablar. La rubia abrió los ojos fruto de la sorpresa pero, si bien pudo habérselo sacado sin problema, decidió dejar el accesorio ahí.

La jodida solo se estaba poniendo más cachonda con cada acción del chico, aun siendo tan brusco… sobre todo siendo tan brusco.

Comenzó a morderle uno de los botones rosados, tirando con los dientes del mismo, mientras con se dedicaba a tironear con los dedos del otro. Notó cómo la piel se le erizaba y cómo movía las caderas para buscar fricción en su necesitada intimidad contra su pierna, lo que le provocó una sonrisa lobuna.

Se separó y colocó sus manos sobre los muslos de la chica, apretando con fuerza para parar su movimiento, y ya de paso dejando unas marcas rojizas sobre la piel.

Mierda, ¿qué más daba ya que fuese Alisha? Estaba jodidamente duro y la cabrona estaba más caliente que la mierda, no había modo de no acabar ya.

Subió las manos a sus caderas y, con su ya característica brusquedad, le dio la vuelta sobre la cama, obligándola a quedarse solo con la cadera misma levantada. Le quitó las bragas con necesidad y no tardó en comenzar a desabrochar su propio pantalón, liberando no mucho después su ya necesitado miembro.

Comenzó a masturbarse para calmar la presión que estaba sintiendo mientras miraba alrededor, ignorando por completo la mirada de reojo de pura necesidad que le estaba echando Alisha.

>>¿Dónde tienes los jodidos condones? —prácticamente gruñó.

Ni loco iba a dejar que la perra le pegase alguna enfermedad, a saber que podía tener.

Como pudo, la chica señaló hacia dónde estaba su mesilla de noche y Altan no tardó en abrir los cajones para rebuscar. No necesitó mucho, tampoco, estaban a la puñetera vista y la cabrona tenía provisiones para aburrir.

Se hizo con uno y se lo colocó, volviendo a la posición de antes sin tardar. Agarró de nuevo sus caderas y la embistió de una, sin previo aviso. Ni siquiera el lazo logró amortiguar del todo bien el gemido profundo que brotó de su garganta, el cabrón la había tomado desprevenida y su interior se apretó con fuerza contra su miembro.

Altan gruñó, sintiendo como la sangre le bombeaba con fuerza por todo el cuerpo al sentir lo apretada que estaba.

Joder, que seguía siendo su primera vez.

Ella se acostumbró antes que él y se removió para que siguiese el movimiento, y llegados a ese punto no pensaba cederle el control así que comenzó a embestirla. La primera fue lenta, intentando aún acostumbrarse, pero poco tardó en volverse salvaje y a partir de la segunda acometida ya no hubo pista de delicadeza.

Fue directo, bruto, rápido.

Y Alisha se estaba volviendo loca.

La habitación se llenó de los sonidos de sus cuerpos chocando, cada vez con más rapidez, los gemidos contenidos de Alisha y los jadeos de Altan.

Podía parecer que lo tenía todo siempre bajo control pero, mierda, estaba a punto de explotar y apenas había comenzado.

Para su suerte, en algún momento cercano al clímax decidió volver a enredar sus dedos en la melena de Alisha, tirando de ella con fuerza para hacerla arquear la espalda, y estaba tan jodidamente sensible por todo que ella también sintió como el orgasmo estaba a punto de asolarla.

Rodó los ojos cuando sintió al jodido cabrón levantarle la camisa para clavarle las uñas en la espalda y su cuerpo no lo soportó más, se convulsionó con fuerza sintiendo las oleadas de placer recorriendo todas sus fibras sensibles. Como consecuencia, volvió a apretarse y eso fue más que suficiente para que Altan acabase al mismo tiempo que ella, cerrando los ojos con fuerza al sentir la sensación.

Salió de ella en cuanto tuvo las fuerzas necesarias y, para su sorpresa, fue capaz de mantenerse en pie y caminar hasta tirar el condón usado a la papelera. Alisha, por su parte, no tuvo la misma suerte y se dejó caer sobre la cama, temblando, sudorosa y con la respiración entrecortada.

Escupió el lazo y miró a Altan de reojo, sonriendo como si no fuese consciente del tremendo desastre que estaba hecha.

—Nada mal para ser tu primera vez, genius boy… ¿o debería decir genius man~?

Se había dado cuenta, la cabrona.

Ni modo de esconderle a una zorra algo sobre su estilo de vida, ¿eh?

Altan soltó una risa por la nariz, casi sarcástico, mientras se abrochaba el pantalón. Se acercó después y la agarró de la barbilla, levantándole la cabeza y arrancándole un gemido quejumbroso que le hizo llenar el pecho de orgullo.

—No sé de qué me hablas, gringa. Estás puesta, yo solo te he dejado en tu casa y me he ido.

Su tono de voz, sus ojos y todo su lenguaje corporal exudaban peligro y amenaza. Pero la mente cuadriculada de Altan no entendía que Alisha no sentía miedo… o en su defecto, el miedo solo le creaba la adrenalina que tanto buscaba.

—Dame un cigarro, handsome, y puede que me piense tu oferta~

El moreno chasqueó la lengua y soltó a la chica, empujándola un poco hacia el lado por la fuerza del movimiento. Sin decir nada más abrió su paquete de tabaco y se lo extendió, esperando que se hiciese con uno.

Sin perder la sonrisa, aunque sin poder esconder que ciertamente estaba adolorida, se incorporó en la cama y se hizo con un cigarro, encendiéndolo con el mechero que también le había pedido con la mirada.

Cuando finalmente acabó de hacerse con todo, Altan se dio la vuelta y salió de la habitación y de la casa sin demora. Alisha observó a través de la ventana de su cuarto como se limpiaba la boca con fuerza y escupía a un lado antes de encenderse un cigarro también y prácticamente salir corriendo.

No podía importarle menos, porque el cabrón se la había follado después de todo. Y ella ya había jodido a Konoe, ¿qué más le daba añadir a Altan a la lista?

A ella la había jodido Eris, al fin y al cabo.