Shizuoka Shizuoka

Comercio
[Misato]

Yukimura sonrió —Tengo herramientas muy buenas —dijo con un orgullo que no pudo disimular para extender un estuche de cuero de dónde se desplegaron cinco cuchillos de distintas formas —Gyuto, es una herramienta básica en la cocina; pero también es usada para cortar trozos pequeños de madera. Una herramienta versátil —tomó el siguiente cuchillo, uno más delgado y largo —Yanagiba; es perfecto para cortar algunas verduras; pero es más usado para cortar cosecha de jardines pequeños —el siguiente cuchillo también era largo; pero el mango se veía más resistente —Sujihiki; perfecto para cortar filetes de cerdo; o pollo — Yukimura sonrió y mostró el cuchillo más voluminosos —Deba; el más vendido, no tendrás mejor cuchillo para cortar todo tipo de pescado —tomó el último cuchillo, el único de punta plana —Usuba; el cuchillo perfecto para cortar vegetales. Cualquiera lo pongo a la venta de ciento cincuenta monedas.

Contenido oculto

Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Con mucho orgullo el hombre mostró varias de sus creaciones y ciertamente mostraban gran calidad, mamá me habi educado en lo que debía saber de cocina para un futuro matrimonio, sabía cuando una herramienta era la ideal.

—Tomare un Gyuto señor, lo veo muy útil para unas verduras hervidas. De hecho podría manejarme bien con cualquiera—decidi llevar el básico, era muy parecido al cuchillo con que aprendí a rebanar verduras. Tras mi compra solo restaría buscar a Yin y pensar en nuestro próximo movimiento.

 

Comercio
[Misato]

Yukimura tomó el Gyuto; lo colocó en su estuche de cuero y lo envolvió con una tela simple; aquel hombre entregaba sus creaciones como cualquier artesano entregaría algo que le tomó tiempo en crear.

—Si alguna vez pierde el filo; venga conmigo, lo afilaré sin costo alguno —mencionó con seguridad —Que lo disfrute mucho.

De esa manera; Misato siguió su camino hacia la casa feudal; dónde había dejado a Yin.


Casa feudal/Habitaciones
[Yin; Misato]

Yin seguía allí; dormía profundamente. Había bajado todas sus defensas, no necesitaba estar alerta; y por ello, el sueño tomó posesión de su cuerpo, dejándolo vulnerable. Posiblemente sus sueños estaban siendo muy agradables.

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Ikoma-kun

Contenido oculto: Los sueños de Yin

 

Misato Aoyama

—Lo haré en cuanto sea posible señor—puntualize mi intención de recurrir al artesano por si el cuchillo presentaba un desgaste en su hoja, una vez guarde mi nuevo artículo me despedí de Yukimura con una breve inclinación. Me encamine entonces a la casa feudal.

Al llegar a las habitaciones encontré a Yin descansando aún en el futón. Me conmovía lo indefenso que se veia, entregado muy probablemente a un lindo sueño...recordar que ambos compartimos una noche de sueño, podía hacerme una idea de que podría estar soñando, oh Yin que más quisiera que todo pasara y pudiera cada día disfrutar muchos días de paz a tu lado...fue lo que pensé al imaginarlo.

De verdad me apenaba tener que despertarlo pero el sol estaba por llegar a su cenit, debía continuar mi entrenamiento junto a la misión secreta de información.

—Yin...cielo, despierta ya es de día—toque su mejilla con mi índice, le hable con la delicadeza de una madre para un suave y agradable despertar. Sin brusquedad— muy pronto viajaremos a otra ciudad y debes estar preparado.

 

Casa feudal/Habitaciones
[Yin; Misato]

Yin abrió los ojos con la misma delicadeza con la que Misato lo despertó; tomó la mano de Misato entre las dos suyas y la colocó con cariño sobre su frente y después la bajó para besarla; un detalle no sólo de respeto hacia ella, sino también del profundo amor que sentía por ella —Lamento habernos retrasado —dijo soltando su mano —Estaré listo rápidamente —Se deshizo rápidamente de la yukata para colocarse su kimono; el mismo que había comprado en esa misma ciudad junto a Misato; amarró su obi y colocó con cuidado su katana. Se había alistado rápidamente, no quería perder más tiempo.

—Hace ya tiempo que no dormía así —le sonrió —Me haces sentir seguro; pero prometo que no volveré a bajar la guardia.

Contenido oculto

Ikoma-kun Pueden viajar a la ciudad que prefiera Misato; y puedes tirar el dado de movimiento o dejárselo a Yin.

 

Misato Aoyama

Yin se alistó rápidamente y mostraba un semblante animado como siempre. En correspondencia a su gesto al despertar le di un rápido beso en la mejilla.

—Ambos nos protegemos Yin, tal vez estabas de guardia baja pero me conmovía verte tan vulnerable—dije mientras reía, no era una risa de burla, solo de felicidad, tal vez ser de un apellido hundido en el olvido no era tan malo.

—Esta vez iremos a Chiryu...—un breve silencio me detuvo, el nombre revivió no muy gratos recuerdos, en aquella ciudad Kuroki, Kenzaburo y yo vimos la muerte al rostro. Sin embargo sería bien recibida por haber salvado a sus habitantes—existe un dojo allí y veré si está disponible algún estudiante para entrenar.

Y no solo eso...otra prioridad que rondaba en mis planes era el encontrar a alguien en el Shukusha. Algo que pueda ayudar en favo de los planes de Kohaku.

 

Casa feudal/Habitaciones
[Yin; Misato]

Yin la miró en silencio unos momentos. Chiryu, era la ciudad dónde Misato junto con Kenzaburo y Sora habían eliminado a su hermano; o a lo que quedaba de él. Yin afirmó con seguridad —He querido visitar aquel sitio desde hace algún tiempo —mencionó avanzando hacia la salida; no sin antes tomar la mano de Misato.

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Ikoma-kun Pueden viajar a la ciudad que prefiera Misato; y puedes tirar el dado de movimiento o dejárselo a Yin.

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El rol de Misato continúa en Chiryu
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Misato Aoyama

No perdimos más tiempo y logramos embarcarnos para un viaje por el mar hasta Shizuoka, aunque el viaje fue demasiado incomodo por la cantidad de personas no presentó mayores problemas. En el puerto solo restaba seguir nuestra ruta.

—Si no queremos más problemas, mejor vamos a la clínica, no querría volver a estar en un estado tan lamentable.

Frote mi nariz algo afectada por la enfermedad pero no podía perder tiempo menos aún que no sabía cómo podía estar el resto del clan.

 

Clínica
[Misato; Yin]

Al llegar a la clínica, nuevamente los reconocieron. En Shizuoka eran muy queridos y apreciados, por ello no tuvieron ni que decir que necesitaban, se les fue otorgado el medicamente sin costo alguno. A pesar de que la economía en Shizuoka había mermado un poco, ninguno de sus habitantes querían negarles la ayuda necesaria. Bueno... tal vez algunos negociantes serían más difíciles de convencer.

Salieron de la clínica y descansaron un poco al sol para secar sus ropas y el remedio comenzó a hacer efecto; comenzaban a sentir su energía nuevamente.

—Shizuoka —mencionó Yin — Me gusta esta ciudad.

Aun se notaban los estragos de la guerra en sus alrededores; pero la ciudad seguía de pie. Con gran vitalidad.

Después de unos momentos escucharon un grito a distancia —!Hola! — el grito llamó su atención y vieron como una silueta se comenzaba a acercar mientras corría en la calle. Detrás de él había un pequeño zorro — Me llegó el aviso de que algunos Minamoto estaban en la ciudad — mencionó el joven Tsuna mientras recobraba el aliento, tardó un poco debido a su frágil condición.

Sanada llegó después; su fiel compañero y maestro —Tsunayoshi; no debes correr de esa manera tan indiscriminada

Se notaba que Tsuna se había escabullido; y Sanada tardó en darse cuenta, pero Sanada no estaba cansado por correr y alcanzarlo.

—Perdón, Sanada— dijo con una sonrisa —me emocioné —dijo ya con el aire recuperado — Bienvenidos —dijo por fin hacia Misato y Yin.

Contenido oculto

Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Al llegar a la clínica fuimos recibidos por la gente con l acostumbrada calidez, recibimos la atenciones sin gastar una moneda.

Agradecí a los médicos aunque ellos siempre terminarían agradeciendo el salvar a Shizuoka, salí de la clínica junto a Yin para tomar el sol y secar nuestras vestimenta. Los síntomas de la enfermedad lentamente desaparecían hasta sentir de nuevo calma.

En medio de la misma un grito capto nuestra atención, observe de un lado a otro hasta dar con el responsable; Tsuna el hijo del señor feudal. Venía corriendo con un verdadero entusiasmo en compañía de su maestra y el zorro que justo estábamos buscando.

—Es un gusto verle de nuevo joven Tsuna—salude con una reverencia—recién hemos llegado...y es cierto recuerde no descuidar su salud, por muy emocionado que pueda estar—le reprendi como si un madre fuera aunque dudé si la "reprimenda" lo haya asustado siquiera.

—Justo vinimos a hablar con usted pero ¿Seguro no quiere ir a un lugar para reponerse? Hay demasiado sol y le falta aire.

Verlo respirar de esa manera me preocupaba y no deseaba pedir un favor con alguien en malas condiciones.

 

Clínica
[Misato; Yin; Tsuna; Sanada]

Tsuna negó —De hecho yo creo que lo mejor será hablar aquí — dijo recostándose en el pasto fuera de la clínica; al instante, el zorro se recostó a su lado.

Contenido oculto

Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Tsuna parecía no tener inconvenientes con su salud y estaba más que dispuesto a escuchar. Sería algo muy particular para el hijo de Nagato Arima escuchar tal petición.


—De acuerdo, hemos venido hasta aquí para solicitar la ayuda de su zorro—observe al mismo acomodado a su lado— se que perteneció a Kenzaburo y luego fue dejado a cuidado de usted desde entonces. El asunto es rastrear una gema conseguida por Kenzaburo en Chiryu.

Levante la mirada justo a dónde estaría el faro de Shizuoka recordando así al ronin que nunca mencionó el destino de dicha gema.


>>Luego de la batalla por Shizuoka nunca supimos el paradero de la misma, esa gema esta ligada al kami del trabajo y el arroz, Inari. El kami de mi prefectura natal.

 

Clínica
[Misato; Yin; Tsuna; Sanada]

Tsuna la miró asombrado—¿Buscas ayuda de Isamu?— preguntó mirando al zorro— Ese es el nombre que el señor Kenzaburo le dio; y decidí que honraría ese nombre — dijo con solemnidad mirando al faro; después volvió la vista a Misato —Las pertenencias del guerrero fueron repartidas; recuerdo aquella gema, estaba en posesión del señor Hideyoshi. Pero los informes han dicho que tanto él como Kuroki y algunos más, fueron prisioneros del Imperio en Mito, por lo que esas pertenencias seguramente quedaron en el resguardo de la persona que los atrapó. Menos mal salieron con vida.

Un callejón sin salida.

—Otra pista que no nos lleva a nada— recriminó Yin a sí mismo.

—Lamento no haberlos podido ayudar —dijo Tsuna mientras acariciaba a Isamu; y mientras pasaba eso, el zorro levantó la vista y movió sus orejas para recibir los sonidos de exterior, después comenzó a olfatear. Una mujer apareció prácticamente frente a ustedes; pero Misato, al igual que el zorro, había notado su presencia con anticipación.

Misato la reconocía, era Ayame.

—Perdonen que escuchara su conversación —dijo haciendo una leve reverencia —Yo sé exactamente dónde está lo que buscan —sonrió algo apesadumbrada — ¿Pero... por qué lo buscan?

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

El hijo de Nagato no cabía de sorpresa por la repentina solicitud de ayuda, el tema inevitablemente derivó en recordar al señor Kenzaburo como el guerrero que dio su vida con honor. Mientras avanzaba la historia nos dimos cuenta que dicha gema estaba más lejos de lo esperado.

—Ya veo, es prácticamente inalcanzable—secunde a Yin en su frustración, no había mucho por hacer con la gema en manos desconocidas.

Antes de responder sentí la presencia de alguien que no era ajeno a nuestra plática, algo que Isamu no paso por alto tampoco.

—¿Quién..?—casi de la nada una mujer hizo acto de presencia ante nosotros per enseguida supe quién era.

—Ayame ¡es bueno verte de nuevo!—la saludé con una sonrisa, ella solo se disculpo por espiar la conversación pero más importante que eso ella reveló saber cómo llegar a la gema. Ella accedería no sin antes saber la razón.

—Queremos conocer la razón que llevo a Fusatada Satou a buscar esa gema, tal vez el o Kuroki su hijo nos de información sobre porque la necesita y que podría significar a futuro.

 

Clínica
[Misato; Yin; Tsuna; Sanada; Ayame]

Ayame miró a los presentes; confiaba en Misato y sabía que ella confiaba en Yin; pero su entrenamiento no la dejaría soltar información tan fácilmente. Sanada lo entendió al instante y jaló a Tsuna.

—Tenemos que seguir tu entrenamiento — mencionó Sanada.

Tsuna había comenzado a ser más perceptivo, ahora ya conocía el potencial de oídos abiertos y ojos despiertos, por lo que sonrió y afirmó a Sanada —Esta vez te ganaré en shogi — dijo con seguridad para después mirar a Misato —Si necesitan algo más; recursos; hospedaje; apoyo... estaremos en el mercado; es allí dónde entrenamos nuestras mentes con buenas partidas de shogi.

Ambos se alejaron lentamente e Isamu los siguió.

Ayame afirmó ante Misato —Kenzaburo también me preguntó de aquella joya; en su momento le dije que la vendiera y sacara dinero de ella —sonrió — Pero él se negó y se la quedó; ese hombre no era de tener muchas posesiones, por eso me interesó el por qué no quería venderla, siendo que necesitaba las monedas.

La sonrisa de Ayame se difuminó —Cuando murió... me di a la tarea de encargarme de algunas cosas que dejó pendientes; entre ellas fue el misterio de esa joya. No me ha sido sencillo; pero viajé nuevamente a Chiryu, la ruta secreta que conectaba con Tsu ha sido cerrada.

Algo que Misato también había comprobado.

—El viejo templo en Chiryu ha comenzado a ser restaurado; busque las dos estatuas y sólo encontré una de ellas; pregunté por la otra y me dijeron que cayó en lo más profundo de las grietas. Y se quebró. Bajé a investigar... —Ayame suspiró — Allí encontré la conexión con Tsu, Kenzo siempre me ha hecho caer en esa maldita cueva, de una u otra manera —Ayame buscó entre sus pertenencias y sacó una extraña escultura que le extendió a Misato. Era mucho más pequeña que la palma de su mano; pero muy detallada.

Contenido oculto

—No sabía que hacer con el objeto; lo terminé investigando y mi búsqueda me llevó a alguien... un joven cazador, al observarlo con detenimiento; vi que él ahora era el poseedor de la joya... y además, tenía otra muy similar.

Contenido oculto

Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Ayame estaba satisfecha con mi explicación y sabía que éramos un equipo de confianza, en un momento aparentaba una renuencia a dar su explicación. La razón: Tsuna y su acompañante, la informante de Kenzaburo no iba a cometer la imprudencia de contar algo frente a quienes a penas conoce.

—Suerte con su entrenamiento, de su mejor esfuerzo—despedi al hijo de Nagato, el joven prometía ayudar y para ello debía ir al mercado de ser el caso.

Ayame inicio relatando como Kenzaburo nunca quiso vender la gema y en su lugar la conservo por alguna razón. Ayame investigo de nuevo en Chiryu donde habían cambiado muchas cosas, entre ellas el cierre de la ruta secreta, eso lo confirmo todo.

Entre toda la busqueda Ayame dio con un objeto muy particular, al recibirlo observe un detalle llamativo; un Hanko, fruncí el ceño intentando decifrar el trasfondo de aquella estatuilla.

No sabía que hacer con el objeto; lo terminé investigando y mi búsqueda me llevó a alguien... un joven cazador.

—Un cazador al servicio de los Taira, será una búsqueda algo complicada—dije pensativa sin apartar la vista de la pequeña estatua, pensaba en la búsqueda de Kuro ¿Habría conseguido algo? O ¿Tal vez es aquella joya un objeto clave de su pasado?

—Kuro parece tener un pasado lleno misterios casi sepultados en el olvido, algo que seguro busca con empeño—cruce miradas con Ayame para guardar la estatuilla.

>>¿Tienes más información del cazador? Su nombre o si va con alguien más, los cazadores suelen ir en pareja según me he enterado.

 

Clínica/Fuera de la clínica
[Misato; Yin; Ayame]

Ayame afirmó; confiaba plenamente en Misato, era algo que cualquiera podía notar —Mi investigación... — miró alrededor y después sonrió. Nuevamente revisaba que nadie escuchara su conversación; pero no parecía importarle si eran vistos por alguien más. Shizuoka era una prefectura que estaba muy agradecida con los Minamoto; no tenían por qué temer de su gente.

—Me llevó a Ritto, una ciudad que se usa de descanso para comerciantes y viajeros. Allí hice un conteo de quién entraba y salía del lugar. Ese sitio fue conocido en el pasado como el mejor lugar de entrenamiento shinobi; no porque te entrenaran en combate, sino que allí entrenaban tus sentidos —miró a ambos con una tranquilidad que pocas veces mostraba Ayame; al parecer aquel lugar le traía muy buenos recuerdos — Pocos de los presentes, aun actualmente, no son lo que dicen ser. Ritto es muy bien conocido entre nosotros como la madriguera, el único sitio neutral para cualquier clase shinobi.

Aquella información era algo a considerar en un futuro.

—Pero eso sólo lo saben pocos, y es porque los líderes mandan allí a sus pupilos a ver sus verdaderas habilidades. Saber si son capaces de permanecer en anonimato —Ayame volvió a su mirada inquisitiva — Muy pocos lo logran, a veces... bajamos la guardia y somos descubiertos. Yo fallé la última vez que estuve allí; y es por ello que no podré regresar en un tiempo considerable —negó algo irritada —A pesar de ello, conseguí valiosa información.

Ayame acomodó sus pensamientos y se decidió por comentarle todos sus descubrimientos a Misato —El cazador no viajaba solo era acompañado por otro cazador, uno más veterano pero este servía al más joven. No portaban ningún mon; pero al no ser shinobis, era sencillo identificarlos. El joven se llama Matahachi; y el mayor, Rei. Su misión al principio me pareció confusa; por un momento parecía conversar con un komuso, este le dijo que Kenzaburo había muerto...

Aquella información empezaba a tornarse personal.

Ayame bajó la mirada — Así fue cómo me enteré de su muerte y mis sentimientos nublaron mi misión. Cuando recobré mis sentidos; alguien más ya había visto mi rostro. Tuve que ocultarme y después de volver a concentrarme. Pude ver a Gendo Mori alejándose con sus hombres; los seguí brevemente para escuchar a uno de ellos decir "Este hombre siempre ha estado en búsqueda de un buen pupilo" —miró a Misato, aun con vergüenza en su mirada — Pensé que se referían a este cazador; pero no. El joven Matahachi y Rei caminaron otra senda, mientras Gendo avanzaba al lado contrario. Al parecer, Gendo llegó a Ritto al enterarse que había alguien muy prometedor en aquel sitio desde hace tiempo; al parecer algunos guardias se lo informaron y por eso andaba en Ritto. Tal vez algún shinobi; uno que no conocemos.

Ayame suspiró, culminando así su informe— Aun puedo seguir al joven Matahachi; no sé cómo pero carga la sangre del joven Rengo en sus pertenencias, me es sencillo de seguir por eso, pocos tienen esa sangre encima y mi cuervo puede rastrearlo.

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Ayame aún guardaba celosamente la información como la buena Shinobi que debía ser (y debía tomar nota si deseaba ser una también, cuidar mis palabras) pero sabía de sobra que estaba a salvo en una prefectura enteramente aliada.

Todo la había llevado a Ritto, una ciudad que a simple vista ocultaba demasiado. Un verdadero sitio para mostrar la discreción de un ninja. Ella continuo su relato y dio con el nombre del cazador su pareja.

Matahachi y Reí.

Ninguno parecía portar el mon de un clan de importancia y fue gracias a este seguimiento que Ayame se enteró de la muerte del señor Kenzaburo.

Y para mí sorpresa aquel relato contaba con la mención de un nombre al que temer: Gendo Mori. Cómo olvidar aquel que tanto mencionaban durante mis lecciones en el cuartel de Hiroshima.

Algo buscaba pero no había quedado claro ¿Un aprendiz Shinobi? No podíamos saberlo.

—Presiento que podríamos encontrar más información si damos con Matahachi aunque—baje la mirada con duda—no se que tan difícil pueda ser pero—aprete la estatuilla de zorro blanco— no puedo perder ninguna oportunidad de saber sobre los Fusatada, Kuroki aún debe estar en su búsqueda con muchas pistas sin descubrir.

 

Clínica/Fuera de la clínica
[Misato; Yin; Ayame]

Ayame notó la seguridad de Misato; se notó bastante sorprendida, sólo pudo reaccionar con una sonrisa para después afirmar.

Yin miró a Misato —¿Los Fusatada? — preguntó hacia su amada —Yo no conocí tanto a Satou como creo haber conocido a Ujihisa; pero recuerdo que Ujihisa siempre hacia notas cada vez que Satou salía a buscar algo. Una vez le dijo a Zeng que aquel hombre estaba obsesionado con el conocimiento y por eso lo seguía y quería aprender de él —sonrió y negó — Siempre sentí ese comentario cómo falsa modestia de parte de Ujihisa, él cual no dejaba de mencionar lo inteligente que era.

—¿Entonces marco el paso hacia Matahachi? —interrumpió Ayame

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Ikoma-kun puedes tirar el dado de movimiento o dejárselo a Ayame.