Shizuoka Shizuoka

Dojo (Yuzuki)

Yuzuki corrió hacia Tsuna quien la esperaba en posición defensiva, el ataque de Yuzuki fue mucho mayor a su defensa, rompiéndola al instante haciendo que la espada de madera le golpeara el cuello, con un sonido fuerte que hizo que varios de los presentes se sorprendiera.

—La señorita Yuki es muy fuerte si puede contra el joven Tsuna— dijo uno de los presentes.

—¡Silencio!— gritó Tsuna para luego mirar a Sanada, indicándole que era su turno.

El hombre suspiró, y se abalanzó hacia él, mientras atacaba, Tsuna bloqueaba sin ningún esfuerzo los ataques de Sanada; el rostro de Tsuna estaba colérico, de un movimiento arrojó su espada de madera al suelo mientras el golpe de Sanada iba con fuerza, lo logró detener con facilidad. Sanada comenzó a sudar, dándose cuenta que había caído en la trampa creada por Tsuna, quien no dejaba de fruncir el ceño, mirando a todos con desprecio.

—No me golpeaste Sanada; detuviste tu impacto; ninguno de tus ataque entró en mi guardia. Eres el mejor guerrero que tiene mi padre; mi maestro. ¿Crees que soy tan idiota? jamás había visto con tanta claridad en mi vida — dijo Tsuna. Se había dado cuenta la farsa en la que había estado viviendo; la fama del dojo se debía al miedo de los rumores que corrían por toda la ciudad y su puerto, que el señor de Shizuoka no dejaría que su hijo fuera derrotado bajo ningún costo. Aquella demostración había sido suficiente para que Tsuna cayera hasta lo más bajo de la dignidad humana desde el pedestal dónde había estado hasta aquel momento. Estaba furioso pero también se sentía terriblemente desolado.

Miró a Yuzuki — Desde pequeño siempre había sido el más listo; al disparar mis flechas siempre daban en el blanco; en clases de caligrafía el viejo maestro solía felicitarme por mi gran trabajo; siempre había vencido a cualquiera que se enfrentara a mi con la espada; todo este tiempo creí que había ganado por mi mismo. Ahora no sé si realmente he tenido una victoria gracias a mis habilidades.

Este descubrimiento tuvo un efecto devastador en Tsuna, un remolino de emociones lo atravesó, era como si le hubieran dado una paliza, le temblaban los labios y la sangre parecía estar hirviendo en sus venas. Ahora sus triunfos del pasado eran impuros.

—Sanada Kurohito; tú y yo nos enfrentaremos esta tarde; usaremos nuestras katanas, si no lo haces, nunca conoceré tus auténticas habilidades. No más peleas falsas— dijo Tsuna con autoridad.

—Mi señor; ¿lo ha pensado bien? Exponer su persona al peligro de las armas descubiertas es algo demasiado peligroso; si si padre se entera será el fin. Le ruego que abandone la idea — dijo uno de los presentes a favor de Sanada; a quien prácticamente había condenado a morir.

—Es inútil que interfieras; hoy lucharé con armas de erdad aunque me cueste la vida. No pierdas el tiempo intentando detenerme — concluyó Tsuna.

• Tsuna
• Yuzuki
• Sanada

• 
  PV= 66
  Fuerza= 10
  Protección= 5
  
• 
  PV= 27
  Mal descansado= -1 defensa
  Intuitivo (+3 suerte)
  voluntad débil (-1 defensa)
  
• 
  PV= 90
  Fuerza= 10
  Protección= 20
  

 

​

Capítulo VII

名誉 Meiyo — Honor​

Dojo (Yuzuki)

Tsuna clavó la mirada en Yuzuki, escuchó sus palabras con su rostro lleno de enojo, el cual no estaba dirigido a ella; pero los acontecimientos recientes lo habían fulminado internamente —No es capricho esta vez; es honor — dijo con solemnidad.

—Me preguntas si quiero construir confianza con ellos o en soledad; pero esa pregunta no me la deberías hacer a mi — señaló a todos los presentes en el dojo —Ellos son los que me han mentido y defraudado mi confianza ¿Qué va a ser de mi el día que una guerra estalle? Correré ante la pelea confiado en mis habilidades, para ser destazado y morir en mi incredulidad. ¿Cuál de mis victorias ha sido verdadero? ¿Acaso he tenido alguna en mi vida? — los ojos se le nublaron pero su voz se mantenía firme y poderosa, esas lágrimas no eran de tristeza, era de una frustración absoluta — ¿Cómo voy a confiar mi vida a un grupo de personas que sólo me han mentido por mantener a mi padre contento? — miró a Yuzuki —¿Crees que podré pelear a su lado? No, sé perfectamente que su concentración será estropeada tratando de que el pequeño Tsuna no salga lastimado — miró a Sanada — Tu devoción a mi padre es absoluta y admirable, estoy seguro que me entregarías tu vida en el combate antes de derrotarme; tu honor está con él, sé que sólo estás siguiendo órdenes; pero entiende el dolor en mi espíritu al saber que mi maestro me ha mentido todos estos años; años que pude haber utilizado para entrenar y mejorar. Si hoy no me hubieran abierto los ojos, estarías confiando el futuro de Nagano a un niño que se creía hombre.

Tsuna tenía honor, tenía valentía y bastante coraje; pero sobre todo, orgullo —¿Creen que soy tan débil? — preguntó al resto —En verdad lo creen; pensaron que su honestidad dañaría mi seguridad, aquello que trataron de proteger está perdido; me siento más inseguro que nunca. Si hubieran sido honestos desde el inicio también hubiera estado inseguro, pero al menos no me sentiría tan solo como lo estoy ahora.

Recogió su espada de madera y se dirigió a la salida nuevamente; esta vez su andar no era altivo; sus pies se arrastraban mientras su mirada veía hacia el suelo.
Sanada trató de detenerlo pero Tsuna simplemente lo esquivó, no le dirigió la palabra y mucho menos la vista.
Sanada quedó en el suelo de la entrada al dojo, arrodillado con su frente en el suelo, lloraba con un dolor real.

• Tsuna
• Yuzuki
• Sanada

• 
  PV= 66
  Fuerza= 10
  Protección= 5
  
• 
  PV= 27
  Mal descansado= -1 defensa
  Intuitivo (+3 suerte)
  voluntad débil (-1 defensa)
  
• 
  PV= 90
  Fuerza= 10
  Protección= 20
  

 

Natsu Gotho -> Mercado

Le escuchó hablar deteniéndose mientras echaba un pequeño vistazo al pueblo, quitándose la boina blanca de la cabeza por el calor que sentía, dejando su negro cabello alborotado, sus pupilas ámbar brillando en conjunto a las perforaciones de sus orejas mientras asentía de perfil.

—Voy a vender unas cosas —informó sin necesidad de hacer referencia a cuáles, sabiendo ya que Rengo era bastante perceptivo. Eso le ahorraba hablar de más—, nos vemos en unas horas entonces.

Retomó sus pasos con parsimonia, buscando la señalización que solía encontrar en los pueblos que había visitado, denotando entre ellas una de que señalaba el camino hacia el mercado. Vendería las flechas y la espada que había adquirido hace poco, a fin de cuentas no tenía interés en ellas más que el ecónomico. En medio de sus pasos comenzó a buscar con la mirada entre los árboles, buscando ingredientes para sus venenos en el transcurso.

 

Dojo (Yuzuki)

Sanada levantó la frente para encontrarse con la mirada de Yuzuki, sus ojos estaban rojos y humedecidos, daba bastante lástima —No es su culpa señorita Yuki, por favor no cargue con ningún peso de lo que ha sucedido aquí; esto ha sido un evento desafortunado en el cual terminó envuelta — hablaba con formalidad, en verdad aquello que decía era sincero y había tomado gran valía en la voz de Yuzuki —Creo que hablar con su padre sería inútil; he servido a su causa por muchos años y me puedo considerar su amigo, aun así jamás escuchará palabras referentes a la crianza de su hijo, nunca lo ha hecho. He defraudado a mi pupilo, confió en mi y yo le he mentido toda su vida— mencionó con mucho pesar —Jamás he conocido a alguien que haga cambiar de parecer a mi señor Arima; al ser un estratega de guerra es inamovible como una montaña—

---

(Rengo; Natsu)

Natsu caminó por el mercado, a su sorpresa Rengo también quería explorar el mercado así que se hicieron compañía nuevamente, esta vez en silencio. El lugar era un sitio bastante ordenado, no había un comercio fuera de lugar, creando una plaza limpia de vendedores ambulantes, sólo había negociantes con comercios bien establecidos. El lugar más grande era un negocio de telas; al estar junto al río podías notar todo el proceso de secado y de recolección de agua. Los kimonos expuestos al sol eran variados y llenos de color, algunos también eran de tonos opacos. Los demás comercios parecían enfocarse más a las ventas más usuales, los pescados eran llamativos, estaban muy bien expuestos para que aquello no resultara convertirse en un caos, no había un fuerte aroma a menos que te acercaras demasiado. Otro de los negocios parecía vender diferentes tipos de tazones y vasos de porcelana y cerámica; eran funcionales, no tenían ornamentos exagerados o artísticos; aun así el trabajo parecía perfecto.

No parecía haber ningún negocio que pudiera comprar armas, seguramente la casa de armamento sería la mejor opción para tus ventas. O también la herbolaria sería un buen sitio si quería vender sus venenos.
Pero había un comercio con varias mesas en el exterior, allí pudieron observar a un hombre jugando Shogi con un anciano.

—¿Takano?— mencionó Rengo mientras observaba a aquel jugador de shogi, sonrió ampliamente; no dijo nada a Natsu y se dirigió a ese encuentro.

 

Natsu Gotho

El mercado resultó siendo más grande de lo que creía, al recorrer superficialmente los establecimientos, dándose cuenta de lo poco y nada interesante que encontraba a cada paso que daba, con Rengo haciéndole compañía. En cuanto finalizaron el recorrido iba a darse vuelta para buscar otro sitio que le sirviera de algo, sin embargo sur orbes dorados terminaron fijos en un hombre que recordaba, y que para su sorpresa Rengo parecía conocer, sin embargo no mostró ademán de duda.

Caminó tras Rengo con parsimonia, escuchando el sonar de las fichas de Shögi a medida que se acercaba. Ya después se tomaría su tiempo vendiendo lo que compró, estando su interés en la incertidumbre.

¿De dónde lo conocía Rengo a a Takano?

 

(Takano; Rengo; Natsu; Yuzuki)

Rengo tocó el hombro del anciano que se encontraba jugando con Takano al shogi, lo hizo con delicadeza y sin malicia —La siguiente partida es mia ¿Está de acuerdo?—

Takano no levantaba la mirada pues estaba viendo con gran cuidado el tablero. El anciano se levantó para ceder el asiento lo que alertó a Takano —La partida aun no termina...— dijo Takano para encontrarse con la mirada tranquila de Rengo quien le sonreía amablemente mientras se sentaba para mirar el tablero con la partida empezada; el anciano estaba a punto de perder; por lo que levantó las piezas sin pedir permiso y las reorganizó para volver a jugar.

—Han pasado ocho estaciones sin vernos — dijo eligiendo las fichas más obscuras — dudo ganarte; siempre has sido muy bueno en este juego, pero puedo al menos asegurarte que te tomará tiempo — acomodó las fichas claras frente a Takano mientras este se cruzaba de manos y mostraba su típica mirada de enojo — Sé que odias que tu contrincante se retire; pero el anciano ya no podía hacer nada para ganarte — miró hacia Natsu. Takano aun no reparaba en su presencia pues estaba enfocado mirando a Rengo.

—Déjate de juegos Rengo ¿qué haces aquí? ¿No deberías estar en Kamakura? — miró rápidamente al tablero moviendo uno de los peones para iniciar la partida; Rengo soltó una pequeña risa ante aquel movimiento, Takano no podía evitar jugar.

—Pensé que después de tanto tiempo al menos te alegrarías al verme — dijo Rengo moviendo también un peón — Sé que no debemos mostrar sentimientos, pero él no está cerca; si fuera por mi ya te hubiera abrazado pero sé perfectamente como reaccionas hacia el afecto.

—¿Por qué no estás en Kamakura? — volvió a preguntar Takano volviendo a mover otro peón.

—¿Por qué tú me abandonaste en Kamakura? — sonrió mirando al tablero — ¿Por qué, hermano?

 

Natsu Gotho

Vio el anciano levantarse y escuchó el sonar de las fichas al ser acomodadas sobre el tablero, viendo a Rengo tomar el lugar del que era anteriormente el contrincante dentro del juego. Se centró entonces en las piezas de madera como tal hasta que los escuchó hablar.

<<Uno de ellos, seguro que viaja, pero no sé dónde pueda estar, sé que no está muerto porque venimos de una familia bastante fuerte, hace dos años que no sé de él>>

Su cerebro conectó las palabras de la madrugada de manera instantánea. ¿Takano era hermano de Rengo?

¿Quién no estaba cerca?

¿Mara?

¿Abandonado?

Entrecerró los ojos al escuchar unos pasos gráciles acercarse. Debía tratarse de una mujer. Apenas y deslizó su mirar por el cuerpo menudo que entraba, sin detallarlo a plenitud.

Quería seguir escuchando y ahí iba la tonta a interrumpir. O quizá se estaba únicamente adelantando a las acciones ajenas. Se Sentó entonces en la madera, tras Takano a una distancia prudente, llevando las manos tras la cabeza mientras cerraba los párpados.

No tenía intenciones de no escuchar la conversación, pero tampoco quería llamar la atención fulminando la chica con la mirada.

Ya escucharía qué pasaría.

 

(Takano; Rengo; Natsu; Yuzuki)

Rengo levantó la mirada a Yuzuki y sonrió con alegría; ambos compartían la misma edad, habían crecido juntos, aunque Rengo siempre procuró mantenerse alejado de todos, por eso había desarrollado una gran habilidad de sigilo — Buenas tardes Yuzuki — miró a Takano ampliando aquella sonrisa — No sabía que ahora viajaban juntos ¿Es por eso que dejaste Kamakura? Creo que si es por amor podría perdonar tu abandono. Jiin lo hizo por los mismos motivos. Yo, en cambio; abandoné Kamakura buscando mayor poder — movió la torre en el tablero, mientras Takano negaba ante la jugada tan mal realizada — Siempre me sentí como el peón que menos valor tenía.

Contenido oculto: Rengo

Takano levantó la mirada por fin; se giró para observar a Yuzuki y también miró a Natsu con confusión ¿Qué hacía él aquí? Takano no era como Takeda, no le importaba mucho los motivos que movían a las personas, el veía al futuro y no al pasado de los demás; como en el tablero, preparándose para la siguiente jugada.

—Así es, viajo con Yuzuki ahora; también viajaba con Natsu hace unos días — mencionó atacando con el alfil la torre de Rengo, tomando la pieza y colocándola de su lado —Si quieres hablar en lugar de prestar atención a la partida podemos hacerlo; no pienso jugar si no lo tomas en serio.

Rengo rio —Cortante — miró nuevamente a Yuzuki —Es el que más parecido tiene con nuestro padre— dijo dirigiéndose a ella; pero fue Takano quien reaccionó apretando sus puños — El es mi hermano, Natsu. Sé que ya te has dado cuenta, —dijo mientras lo observaba tan calmo como era sus costumbre. Se quedó un momento en silencio, movió otro peón mientras su rostro mostraba sorpresa, pero no era por aquella jugada, levantó la vista y miró a Natsu y luego a Takano, parecía estar escuchando algo o recordando. Clavó su mirada en Natsu —Interesante— dijo sin explicar lo que pensaba.

Takano dejó escapar el aire que estaba conteniendo, relajó su postura y observó a Rengo — Todos fuimos peones para él; nunca suficientes, hiciste bien en salir de allí — dijo retrocediendo a s alfil.

—¿Y por qué planeas regresar? ¿No eres más feliz así? Sin él — dijo Rengo con la mirada fija en Takano, esta vez su rostro era serio.

Takano lo miró, estaba sorprendido pero no lo demostró, no entendía como había deducido aquello ¿Por la cercanía de Shizuoka con Kanagawa? la mente de Takano se activó y dejó de pensar en la partida de shogi, Rengo no prestaba atención a ella porque él estaba jugando sus piezas fuera del tablero, sabía que nadie había hablado con él antes, Yuzuki era la única que también lo conocía y ella acababa de llegar; Natsu no sabía nada de ellos desde Tsu ¿Acaso tenía una red de información? No tenía caso mentirle, había jugado bien esa pieza — Necesito decirle por qué abandoné Kamakura.

—Y yo quiero ver eso— dijo Rengo aplaudiendo.

 

Natsu Gotho

Se mantuvo sereno recostado contra la madera, escuchando pese a ignorar la chica y centrarse en el intercambio verbal de los varones. Lógicamente su interés iba más por algún beneficio propio a futuro que por cualquier otra cosa, sin lograr comprender el contexto como tal, más qué identificar que aquella conversación se debía a algún nudo familiar, sin embargo su instinto le dictaminaba que iba mucho más allá, y aquello que lograba discernir no era más que la parte superficial del mar, profundo y oscuro.

Había ignorado a Fuji en el pueblo pasado por el simple hecho de no involucrarla con Rengo, de lo contrario le hubiese preguntado un par de cosas. ¿Y ahora Rengo era hermano de Takano? Faltaban más fichas por ver en la superficie, era fácil deducirlo. Fue entonces que abrió con parsimonia los parpados, fijando sus orbes filosos sobre el lacio cabello negro.

No la recordaba.

La mujer no daba indicios de ser hermana de Rengo y Takano. La detalló entonces de manera superficial.

¿Una amante?

Deslizó sus pupilas hasta la espalda de Takano al éste apretar los puños, manteniéndose distante pese a ello. Volviendo a aquella interacción entre ellos.

<<Y yo quiero ver eso>>

Cerró nuevamente los párpados en rotundo silencio ante los aplausos de Rengo, sin perturbarse ni siquiera por la aparente incomodidad de Takano ante el comportamiento ajeno.

La conversación apenas parecía iniciar, y no sería él quién la irrumpiría, a fin de cuentas necesitaba conocer más sobre el tipo con quién viajaba.

 

Herbolaria Kohaku)

—¡Claro!— respondió con gusto —Tenemos girasoles cerca del Oyaji — sonrió — Pero avísale a los agricultores de la zona que tomarás de la planta, son un poco agresivos si lo haces sin preguntar— Dijo sobando su cabeza, posiblemente recordando algún viejo encuentro con ellos —Y eso es todo realmente, tampoco tenemos nada para venenos en la ciudad.

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(Takano; Rengo; Natsu; Yuzuki)

Rengo miró intrigado a Yuzuki, después se giró hacia Takano y Natsu — ¿Qué es lo que dudas Yuzuki? ¿Que yo me parezca más a él? — soltó una carcajada mientras colocaba su mano sobre la mesa, sacudiendo un poco el tablero pero sin desacomodar las piezas. Takano seguía observando con los brazos cruzados — Creo que yo heredé mas del padre de Kaito que del mismo Kato; Jiin en cambio se asemeja a Hana; siempre he creído que Shinrin es más parecida a nuestra difunta Aoi —decía como si aquella plática fuera tan normal entre ellos —Espera... es cierto, ya ambas son difuntas ¿no es así? Aoi y Hana...— Esto colmó a Takano, tocó una fibra bastante sensible, recordar como no pudo hacer algo por Hana en Tsu. Aoi era la hermana mayor de Kato y Hana, pero murió mucho antes de que estos la conocieran, sólo sabían de ella por nombre.

—¿Qué estás jugando Rengo? — dijo Takano golpeando a la mesa, desajustando las fichas en el tablero.

—Sólo quiero conocerte hermano, nunca me dejaste hacerlo — dijo con su usual calma, para después sonreír hacia Natsu, para de nuevo mirar a Takano —Tuviste suerte de que no te mataron a ti también esa noche. A veces los Dioses son muy compasivos.

Takano mostró los dientes en un completo enojo y rabia ¿Cómo era que sabía todo esto? nada tenía sentido, y de nuevo no estaba pensando con claridad, por eso odiaba tanto los asuntos familiares. —Creo que necesito que me ajustes las ideas nuevamente Yuzu; porque estoy apunto de romperle la cara a mi propio hermano — dijo sin necesidad de mirar hacia Yuzuki.

Rengo se levantó calmado — Puedes hacerlo, nadie te lo impide; has sentir orgulloso a nuestro padre.

Takano temblaba por la energía que estaba conteniendo en ese momento, quería hacerlo pero no lo haría, no en la plaza central de la ciudad capital de Shizuoka, aquello era una tontería que no iba a cometer.

Rengo sonrió y cerró los ojos —Creo que he ganado la partida hermano — abrió los ojos para mirar a Yuzuki —También estoy dispuesto a ganarte, si quieres — después miró a Natsu, no estaba avergonzado ni preocupado de lo que Natsu pensara sobre él debido a este encuentro familiar, llevó sus mano a su sien tocándola repetidas veces con sólo la llema de sus dedos —Continuar es poder; y el poder se obtiene de distintas formas.

—Nos volveremos a encontrar, las flores del infierno no se marchitan con facilidad — culminó Rengo antes de comenzar a alejarse de la plaza. ¿Qué es lo que haría Natsu? ¿Con quién permanecería?