Mie Shima

Kuroki Fusatada

Las primeras palabras de Taiki me dejaron confundido, hasta que mencionó lo de mi padre, por lo que empecé a entenderlo, al menos en parte, porque la realidad es que seguía muy confundido... Digo, lo de Mito...

Sin embargo, fué primero con Shiori, mencionando no solo su realidad, si no que incluso le parecía curioso el grupo que estaba presente actualmente...

Luego fué con Benkei, sorprendiéndome lo que me contaba, incluso... Ese apodo... "Oniwaka".

Sí, lo recordaba, cuando había vuelto con Rengo y Kibo a Nagoya, al estar enfermos y yo abrumado sin saber qué hacer o decir, quería opciones, y Rengo me había hablado por primera vez de Benkei, relatando brevemente su historia y su apodo, Oniwaka, niño ogro.
No fué hasta que fuimos a visitar a Benkei que todo terminó de encajar, al menos en parte, desde ese momento intentando buscar discretamente aquél monje que Benkei tanto añoraba encontrar. El monje por una vez puso un rostro serio y habló a la defensiva, de nuevo Fukuoka salía a colación, aunque, grande fué mi sorpresa saber que Taiki ordenó su liberación... ¿Es que este hombre siempre tuvo poder?

Ahora creía entender porqué a Taiki le resultaba curioso este grupo... Por una parte estaba Benkei, cargando injustamente el legado de su padre quien parecía un asesino prolífico, manchado por siempre con dicha imagen, Kawa, siendo quién fué con Kyogi, capaz de darlo absolutamente todo con tal de demostrar lo útil que era aún si tenía el destino que debía cumplir ante Rengo. Shiori, la que había participado activamente en la masacre contra los míos y buscando redimirse al final... Y yo... El que estuvo dispuesto a poner en juego toda mi reputación con los Minamoto, incluso mi integridad, con tal de llegar al fondo del asunto actual.

Todos ahí cargabamos con buenas intenciones, aún pese a los oscuros pasados que cada quién tenía...

Aún así, yo no dejé de mirar a Taiki, mientras continuaba ahora sí con el tema principal... La masacre.

Abrí ligeramente la boca por tensión y sorpresa ante lo que relataba... ¿Así que Kyogi desde entonces ya estaba actuando? Es decir, sabía que lo que quería con Rengo había sido desde mucho antes, pero no creí que en verdad le dedicase tanto a Kawa también. Parecía que había fingido tensión y repudio a la masacre, incluso inculpando a Shiori, arruinando la imagen de Taiki, a la cultura Shinto...

Kyogi había armado todo desde mucho antes de que siquiera yo por fin tomase la decisión de emprender mi búsqueda hacia Takeda, al clan Minamoto.

Pero... Pese a eso, parecía no conectarse a la masacre cuando en momentos pensé que había sido así, si no que todo había sido plan del clan Mori... De nuevo, ese clan salía a flote, no lo podía creer...
Aquellos habían envenenado a mi madre, no había sido una repentina enfermedad como había creído, incluso la traición de mi maestro fué parte de ellos... Y eso solo me hizo bajar la mirada un momento... Pero, ¿Porqué? ¿Porqué le darían relevancia a un clan como los Fusatada? ¿A todo esto? ¿Incluso el envenenar a mi madre?

Alcé de nuevo la mirada, especialmente cuando mencionó el asesinato de su hermano, a lo que volteé a verla, pero Taiki se me adelantó.

Miré un instante a Taiki y luego de nuevo a Kawa, afirmandole...
—Tiene razón—. Confirmé, antes de ver al Ishikawa de nuevo, sus próximas palabras me hicieron sentir una tensión, aquí estaba la razón por la que Taiki me había citado, diciendo que desconocía demasiado, pero la inteligencia de mi padre y su determinación lo habían llevado a descubrir cosas inclusive prohibidas y ponerlas en acción... Cosa que llamó mi atención, tal vez... Solo tal vez, tampoco yo era un Shinobi por nada, tal vez y hasta era heredado de él.

Si es que entonces no me sorprendía que terminaste dando con Senki...

El hombre se acercó, pese que mostraba gestos o actuaba, se notaba igual de seco como Kato pero... Aún así, no me sentía intimidado, más bien, era un "Kato" más... Expresivo, de algún modo, pues no habían severidad en sus palabras, solo verdad, o eso pensaba.

Las últimas palabras me sorprendieron, parecía que por fin había un modo de traer a mi madre de vuelta, aunque Shiori habló primero.

"al mandarme efectuar la masacre… me di cuenta en pleno acto, con cada muerte que… No estaba haciendo lo correcto, cuando ví a Kuro… me di cuenta de que aún tenía la posibilidad de cambiar…"

—Entonces veo que tenían razón...—. Dije, serio, el severo nerviosismo se había ido, tanto por centrarme en pensar lo que Kawa debió haber visto y escuchado, como lo que debió pasar Shiori, Benkei... Incluso mi padre, o Taiki... Dioses.
>>Tengo un don de mover demasiadas cosas a veces con unas pocas palabras o acciones—. Añadí, mirando mi mano, donde había hecho el pacto de Rengo.
>>Mi madre siempre me dijo eso... Que tenía un don especial el cual era capaz de mover tantas cosas ya sea a conciencia o no, muchas veces sin quererlo... Intentando sobrevivir al genocidio cautivé a una de las invasoras al grado de hacerla cambiar por completo de parecer... Un hombre severo que no quería a ningún niño porque pensaba jamás podrían madurar lo suficientemente rápido antes de ser un guerrero... Un chico que rechazaba toda interacción porque sentía que solo le harían más daño y él al resto... Cediendo por completo a su único verdadero amigo y aún así, dándome una oportunidad... Una que hasta la mujer que quiso condenar precisamente esta virtud mía... La curiosidad—. Continué, desviando mi vista ahora al suelo sin inmutar mi postura.

>>La misma mujer que empezó a notar cómo estaba despedazando su plan de años solo porque un día quise indagar... Y pese a sus intentos de destruirme, ella acabó muerta dos veces... Una por su supuesta discípula y otra a mano de su propio ex marido... Y todo porque yo quería conocer a ese chico. —luego reí con toque triste.
>>Maldita sea... Si incluso Kato me reconoció como guerrero, o un recién amigo me recalcó que ya era alguien que había construido bastante y solo debía tener cuidado con mis decisiones... Ahora entiendo porqué pese a todo siempre sí he hecho muchas cosas, porqué... De pronto parece que he terminado ganando mucho más apoyo del que fuí capaz de ver... Todo, el bendito tiempo, había dejado algo que provocaría un movimiento mientras yo pensaba que no lo hacía... Y por eso estoy aquí...—. Concluí, relajando al fin mi postura sin dejar de ver el suelo, la realidad, es que hasta apenas me enteraba que la gran mayoría de veces, sin darme cuenta, había estado formando mi camino y mi forma de ser. Y, de alguna manera, se acababa reflejando conmigo mismo aquellas decisiones, como mi actual resolución gracias a mi batalla contra Kato, la vestimenta de color negro por Rengo, la espada regalada por mi madre, cargando el apodo de Nozomu por Masuyo... Siendo la misma espada teniendo las modificaciones de Yamamoto y hasta del mismo Kyuzo, incluso, la posterior seguridad de mi fuerza por Kenpo y los Yoshioka...

Lo había cumplido... ¿No? Lo que quería lograr desde el inicio y juré cumplirle a mi madre... Convertirme en Guerrero, y haber sido capaz de lograr tanto con lo que yo sentía que había sido tan poco... Y ahora, parecía que, si estaba aquí y ahora... Eran los frutos de todo esto... Del viaje de mi vida.

Volví a alzar la mirada, para escuchar las próximas palabras de Taiki sobre Matahachi, a lo que afirmé.
—No diría que me agrada, mucho menos que no me importaría tener la definitiva revancha pero... Yo estoy de acuerdo que tiene buenas intenciones, aunque parezcan malos... Creo... Que nos parecemos, creo que entiendo porqué se había despedido de mí de ese modo—. Dije, ambiguo, recordando la mañana que me había disparado la flecha en la pierna, sentía, de alguna manera, que en lo que nos parecíamos era en ser capaces de armar algo muy malo a vista de todos pero con una intención noble en el fondo...

Luego afirmé a las siguientes palabras, a lo que me rasqué tras el cuello, incómodo, las memorias de Chiryu llegaron y volvian a golpear con fuerza...
Miré a Kawa, y le negué, a modo que no se culpase ya más por ello.
—Kyogi siempre supo lo que hacía... Pero no te culpes ya, está hecho, lo que debemos hacer es seguir adelante, créeme, es difícil, pero te enseñaré lo que hay que hacer en ese duro proceso, hermana—. Dije hacia Kawa, sonriéndole tranquilo, tratando de resumir que la perdonaba... Lo había hecho desde mucho antes, cuando ella había asesinado pero a Kyogi, aunque Taiki habló, por lo que lo miré.

Sus palabras eran severas, haciendo énfasis en la seriedad del asunto, por lo que me detuve un momento y dí un amplio suspiro, intentando pensarlo una última vez...
La tensión seguía, claro, pero... Había que admitir que si no quería, no habría venido aquí en primer lugar, ¿No es así? Ya no era el niño de antes, era una persona radicalmente distinta, y nada ni nadie me lo quitaría ya...

Había superado por segunda ocasión a la mujer que me había suprimido tanto la primera vez...

Miré a Taiki, y afirmé.
—Estoy listo, Taiki—. Dije, mirando ahora con seguridad al hombre.
>>No me importa ya qué tan duro sea lo que deba venir... He sobrevivido a una guerra, he visto a la muerte a la cara tres veces y salido de esa, he aprendido que nunca estuve solo, aún cuando había emprendido el viaje en ese estado, he aprendido que soy el guerrero del que tanto había soñado... He aprendido a superar el más duro de los dolores... Puedo hacerlo, sé que puedo, quiero esto y... Por mi madre, por mi padre... Por todo mi clan, llegaré al fondo de esto, así tenga que verme en la obligación de encarar a Gendo—. Añadí, con firmeza, me habían obligado a pelear contra Kato después de todo, y si bien había sobrevivido por mi padre, esa historia no se repetiría, suponiendo que ese día llegase...

¿Qué más podía perder? ¿Inocencia? Ya había entendido la crudeza de la guerra, la maldad del hombre y el severo peso de las consecuencias, estaba listo, y sabía que por fin, podía dar este último paso.

—Esto no solo es por mi clan, por mi apellido, por mi familia o por mis amigos... También es por mí... Y por todos aquellos que confían en mí también—. Finalicé, afirmandole al hombre.

 

Kuroki Fusatada

Shiori acabó dando su versión para consolar a Kawa, y pareció funcionar, pues la misma no tardó en correr hacia ella cuando le hizo el gesto para abrazarla, aunque no quedó ahí, mi hermana también corrió hacia mí para abrazarme, y acabé por corresponder al mismo con fuerza, haciéndola sentir que no se fuera, aunque era más un símbolo de que no dejaría que se fuera de nuevo, no de mala manera, genuinamente no la culpaba de nada, desde Chiryu que había entendido que no era su culpa y... bueno, más motivos tenía para perdonarla al ser parte de mi familia.

Le acaricié un momento la cabeza, antes de dejarla ir con Benkei, la realidad es que yo también no dejaba de estar alerta, pero hasta ahora no parecía haber algo negativo por aquí, también opinaba que Matahachi no era malo del todo, incluso tal vez se reconciliase con Shiori, al menos sabiendo lo que sabía, pero quién sabe, de seguro el mayor problema era yo mismo, no dejaba de estar en medio después de todo.

Miré a Taiki de nueva cuenta, escuchando con atención... Así que tenemos algo muy especial, ¿eh? Me preguntaba en qué sentido, me daba mis ideas, pero decidí dejarme llevar por el momento.

Kawa acabó por caminar a mi lado y no me opuse, daba uno que otro espontáneo vistazo alrededor por cualquier cosa, mientras escuchaba a Taiki, a veces la tensión volvía porque parecía que no era solo por los que estábamos aquí, principalmente Kawa y yo, si no que el hecho de estar aquí era por una serie de decisiones de muchas más personas.
Después, el hombre empezó a relatar lo que había sucedido parcialmente, mi padre al parecer de haberse dedicado a la estrategia habría sido un gran líder, familias, clanes lo buscaron por ello pero los rechazó, hasta que rechazó al clan Mori y eso torció todo... El plan se puso en marcha pasado el tiempo entre Satou y mi madre, Kawa y yo ya vivíamos cuando las cosas progresaban, y mi padre se centró en sus cosas, en aferrarse a nosotros y su esposa, antes que Kawa fuese secuestrada...

Nos detuvimos un momento, Taiki nos miró y siguió hablando, a lo que intentaba sacar conclusiones, en esencia, todo parecía que lo que estaba pasando era porque simplemente mi padre se había negado a cooperar con el clan Mori, seguramente por la sencilla razón personal que él quería tener una familia y estar lejos de asuntos militares, yo, que he visto y aún vivo ese asunto lo entendía perfectamente, pero también me surgía otra pregunta... ¿qué clase de pasado habría tenido mi propio padre? Su enorme inteligencia no parecía ser algo desconocido casi para nadie, ¿qué habrá hecho para haberse ganado tanta atención?

Esto aún no resolvía de todos modos otra interrogante... ¿Acaso Kawa si había sido bendecida por Mara desde el inicio? Todo parecía apuntar que si ambos estábamos en esto era por Satou y su rechazo al clan Mori, pero... ¿Habría tanta coincidencia con respecto a Mara? De nuevo, yo no tenía nada especial, o ya a estas alturas empezaba a dudarlo en serio, y si mi padre... siendo tan inteligente... dudaba que nunca se hubiese dado cuenta de algo.

Continuamos nuestro camino, y acabamos en una sala que parecía vacía, pero más bien era una antesala ante algo bastante más especial, pues una pared parecía tener un color algo más ennegrecido, tal vez por algún tipo de uso, ese uso se reveló cuando Taiki hizo algo para recorrer toda la pared falsa y revelar un mural, bastante bello tenía que decirlo, y detallado, se mostraba ahora lo que parecía un especie de zorro blanco y místico, con varias colas, tenía que admitir que en esos momentos yo expresaba mucha sorpresa, el hombre tocó la ilustración, no sin antes aclarar que, pasado las pérdidas y el intento del clan Mori de controlar a mi padre, el mismo buscó a gente como él, y halló este sitio...

Taiki finalizó mencionando lo que parecía el verdadero santuario de este lugar... Tamano no Mae, parecía ser ese el nombre de una deidad, miré la ilustración de nuevo, y sus últimas palabras me dejaron algo nervioso, Taiki decía que estábamos aquí porque teníamos algo muy especial, y siendo honestos creo que se refiere a nuestras capacidades que nos habían llevado hasta aquí.
Me masajeé un momento el hombro izquierdo con la mano derecha como simple breve tic nervioso, intentando entender si lo que estaba insinuando iba muy en serio...

Digo... siguiendo de forma literal las palabras del hombre de ojos cansados sobre los Myobu e Inari...
—¿Dices... que las respuestas que buscamos... están detrás de esa puerta?—. Pregunté a Taiki, mirándolo.

Tal vez habría actuado escéptico; incluso ahora... pero después de haber visto lo más cerca a Mara aquí, en este mundo...

—Este lugar... Tamano no Mae, él... o ella, es el verdadero santuario, ¿no es así?—. Continué, volviendo la vista al mural, y un par de líneas que parecían ser la puerta.

Acaricié un momento mi pelo blanco, antes de soltar un lento pero silencioso suspiro, en realidad, si alguien debía intentar abrir eso era Kawa, pero tal vez por simple necesidad de poder empatizar más con gente así o por la necesidad de conocer la verdad, la realidad ya no lo sabía, solo... empecé a caminar hacia el mural.
—Hiraga mencionó... cuando le había dañado de forma definitiva para que muriera, que si mi padre no me lo había dicho, que siempre habíamos trabajado para alguien mejor—. Comenté
>>Yo intuyo que se refiere a él y los que lo seguían a Mara mismo, o al menos eso pensaba en su momento, al estar Kyogi presente en esos instantes, aunque nos la encontráramos poco después, pero con el relato... mas bien intuyo que se refería al clan Mori. Aunque no sé... También son conjeturas precipitadas—. Dije, para mirar a Taiki.
>>Debo admitir con pena que nunca supe del todo el verdadero origen del clan Fusatada, de todos modos era muy pequeño aún, y cuando ya podía saberlo, quedaba muy poco para el genocidio... Así que intuyo que la verdadera pregunta aquí es, ¿quién era Satou Fusatada? ¿Verdad? Todos murieron... Todos. Pero... Casualmente, la familia de Satou es la que terminó prevaleciendo y derrumbando lo que Kyogi y Hiraga habían hecho, consciente o inconscientemente... que ironía—. Finalicé, para volver la vista al mural, y luego bajé la mirada para ver al frente, suspirando.

—Supongo que no pierdo nada intentándolo...

Comenté como último, antes de alzar mi mano a la altura del pecho, y aún con nervios, acabé por tocar la ilustración, e intenté empujar.

 

Kuroki Fusatada

La afirmación de Taiki admito fué algo que me tensó por un instante, no de mal modo, más bien era positivo, la tensión era más por tener por fin una supocision correcta, al menos, uno a conciencia.

Taiki no respondió como había creído, solo contempló mi intento de deslizar la puerta, y para mi sorpresa... El mismo cedió sin problemas.

Todo pareció correr más lento de lo habitual, tanto por la impresión que yo, alguien supuestamente común y corriente hubiese podido abrir la puerta, como la figura que se presentaba tras el mural... No había un zorro... O al menos no tal cual, había una mujer, una que estaba cantando, sonido que no se había presentado hasta que la puerta se deslizó, el tono era melancólico pero a la vez suave, fuí relajando la postura mientras me quedaba atento a ver a la figura... Es que, en verdad parecía una persona normal, pero... Tenía orejas de un zorro, de verdad, pero... También poseia varias colas.

No podía acabar de creerme lo que contemplaba, tenía ante mí una verdadera entidad paranormal, el toque místico de Shima se confirmaba, su veneración a los zorros no era en vano.

Aquella mujer empezó a cantar confundida mientras se giraba, mirándome, solo para mencionar a mi padre, gemí sorprendido, era obvio que se había confundido, la mujer se me abalanzó y no evité ahogar una breve exclamación de sorpresa, aunque cuando me olfateó, ella lo entendió, y retrocedió, hasta se había ruborizado, delatando que no había sido su intención el haberse lanzado de ese modo conmigo.

—Yo...

Quise hablar aunque no pude por la sorpresa aún, quería aclarar que era su hijo, y por eso la semejanza de olores, era lógico. Pero cuando retrocedió y se mostró más abiertamente, pude ver los grilletes y los talismanes... Ella... Estaba aprisionada, sellada, pero no por ello era un espectro o se veía débil.

El resto de los acontecimientos se desarrollaron, y estuve intercalando con los ojos entre Taiki y Tamano, ella parecía ya conocerlo de antemano por el hecho que anhelaba matarla, luego Taiki me explicó que la astucia de mi padre era tal que había engañado a una yokai muy embustera... Así que no era una deidad, si no una yokai...

Pero... Si me confirmaba mi duda de quién era realmente Satou... Intuía que también mi pregunta acerca del "verdadero" Santuario era correcta... ¿Porqué mencionar a Inari? ¿Era una tapadera?

Luego mencionó que mi padre se había hecho pasar por otra persona... Que mantuvo atrapada a Tamano aquí, algo... Que empezaba a incomodarme, en el sentido que no sonaba a algo que él haría.

Digo... Su personalidad...

A menos que llevase otra faceta.
Tamano me dijo que él lo amaba a ella, volteé a mirarla, aún sorprendido e intentando entender lo que estaba sucediendo... Amor... Era otro tipo de arma muy poderosa y manipuladora si es que querías emplearla con ese fin, pero de nuevo, no sonaba a él, en serio no me creía lo que escuchaba, y eso que hasta el momento todo sonaba... Bien...

¿Y en verdad es que hasta ese grado podrías engañar a alguien así?

Miré de nuevo a Taiki cuando tomó el turno de palabra, mencionando que ella sabía que no la amaba, que solo era una herramienta, pero que admitía que la había cuidado muy bien...

"Te protegió demasiado tiempo de mí..."

Esas palabras me hicieron expresar seriedad con sorpresa... ¿Protegerlo de él..?

¿Pero es que me estás diciendo que mi padre fué capaz de crear los grilletes y los sellos? No... Debió tener ayuda, y todo apuntaba que esa ayuda debió salir del mismo Taiki, y en algún momento, algo empezó a desbordarse. Pero... ¿Porqué mi padre creería tanto en ella? Entendía que tenía ante mí a un demonio pero... Si en verdad mi padre era tan inteligente, debió percatarse de algo, ¿Tal vez lo hizo? ¿Se dió cuenta de algo en Taiki y no en Tamano?
Es que de ser al revés no me cuadraba... Mi padre ya debió saber a lo que se metía, al severo peligro. Nunca cedió en su objetivo aún tuviera que obligarme a matar a Kato... Algo no andaba bien aquí, alguien estaba mintiendo descaradamente.

Mi padre tampoco buscaría desesperadamente el modo de recuperar a mi madre... Él también era alguien muy realista, lo que lo ayudaba a su astucia pero... También era cierto que jamás pude conocerlo totalmente.

Maldita sea.

... No, definitivamente algo estaba mal, el mismo Taiki había revelado el mural ante nosotros, y para colmo, ahora había desenfundado su katana, esa mirada... Era una realmente decidida a lo que anhelaba hacer, si Taiki hablaba con ese tono y con palabras así de severas... Entonces, delataba que desde hace, efectivamente, mucho tiempo que quería este momento. La oportunidad de matar a la yokai, él habría podido abrir la puerta mucho antes, él sabía dónde mi padre la había escondido, pero evidentemente estaba protegida... Una puerta mística, Taiki podía tocarla más no abrirla como yo lo hice...

Me utilizó...

De otra manera, si tan fácil era de abrir la puerta, asumiendo que las palabras de Taiki eran falsas, ¿Porqué no había realizado esto mucho antes? ¿Es que llegamos justo a tiempo? No me lo creía...

Taiki tenía que estar diciendo medias verdades... Y a menos que un tercero faltase que ayudase a mi padre a colocar la protección para que Taiki no alcanzara a Tamano, o más bien mi propio padre de alguna manera hubiese dado con la forma, cosa dudosa ya que sabía que nadie podía lograr "magia" sin sacrificar parte de su vida, literalmente y sin tener esa conexión especial...

Seguí observando, intentando tomar una decisión y rápido, escuché, Tamano en verdad parecía haber resentido lo que ya entendía de mi padre, pero podría entenderlo aún si estaba manipulada.

Taiki le recriminó su supuesta inocencia al enviar a mi padre a una misión suicida, algo que en parte me molestó pues fué precisamente un rollo suyo, el que aún tenía conmigo, el que mi padre había utilizado para haberme puesto contra Kato.
Tamano respondió con lo que parecía honestidad... Y... Aunque sus palabras los sentí como una punzada a traición, tenían sentido...

Mi padre... Sabía a lo que se había metido... Y pagó el precio por ello.

Tamano parecía aceptar su destino, sonriendo de esa forma y habiendo cerrado los ojos. Tenía que admitir que Taiki tenía sus puntos también, sabía cosas que evidentemente solo estando cerca sabría, parecía ser un especie de hasta secuaz de mi padre. Conocía mucho, y si estaba aquí era por él... Pero... ¿A quién debería creerle?

"Te protegió demasiado tiempo de mí..."

Esas palabras... Esas putas palabras me martillaban con demasiada insistencia, me habían pateado por completo lo que Taiki me había hecho entender y hasta creer, pero es que también me llegaba la imagen de Mito, la duda que al final de cuentas no me respondió con esa casualidad para con Nagoya.

Taiki parecía tener una base sólida, si... Pero... Eran solo sus palabras.

Mi padre ya me había visto en estas cuestiones sobrenaturales, hasta me había recriminado por ello... Él pudo haberme dicho algo, lo que fuese, pero no hizo ni mención de Taiki, mi padre me conocía mejor que nadie, si tan inteligente era, habría intuido que mi perspectiva para con él hubiese podido resultar muy volátil, inestable...

Él me habría dicho algo, maldita sea, daría hasta mi alma por eso.

Y por ello... Lo hice...

Antes de que Taiki pudiera hacer algo, yo fuí ahora el que se acercó decidido a Tamano para liberarla y acto seguido desenfundé mi katana hacia Taiki, de nuevo, una mirada centrada y decidida era la que estaba presente en mi rostro...

Una cosa eran los Minamoto, Shiori, Rengo o mis propias perspectivas... Pero otra... Era mi propia familia, mi clan... Mi madre, mi padre y mi hermana...

No me gustaba que jugaran así conmigo, si Taiki tanto quería decirme la verdad, perdía demasiado peso con estar actuando así de brusco sin haber sido más explícito en lo que quería hacer y el porqué, así, me sentía utilizado... Y estaba harto de sentirme así.

—Taiki—. Hablé, firme, en pose ofensiva pero aún sin atacar, no quería una pelea allí mismo.
>>Ya déjala ir... Mi padre pagó por lo que hizo. Tienes razón, es alguien muy inteligente... ¿Sabes cómo actuó cuando murió ante mí? Revelando al fin todo lo que quiso hacer y porqué hizo lo que hizo... ¡Si es que hasta llegó al punto de utilizar una deuda de honor para que yo lo ayudase en algo suicida! Eso delata desespero... Pero recobró su cordura en el último momento. ¿Porqué? Porqué gracias a él me enteré que tengo hermana y esa es Kawa. Porque en esos momentos yo debí morir con él y él mismo se interpuso ante ese destino para que yo viviera, para que yo acabara lo que se inició. Él supo que había sido cruel e injusto conmigo... Y por eso lo perdoné, porque no hay palabras más valiosas que las de alguien que está por morir... Eso es algo que me enseñaron muy bien mi madre y hasta Hiraga mismo—. Sentencié, seguro de mis palabras.

>>Mi padre ya pagó con su vida el haber ido a cumplir con un objetivo tan grande... Error o no, yo también he tomado una decisión. Taiki, mi padre ya no está, ella ya no tiene porqué tampoco morir de esa forma, entiendo que sea una yokai pero tampoco me gusta la actitud que has adoptado... Siento que me has usado para abrir la puerta y eso no lo puedo perdonar, por favor... Solo baja eso, siendo honestos, estuve con cautela todo este tiempo, me tomo con escepticismo todo lo que has revelado... Pero si lo que dijiste de la puerta es verdad, cosa que estoy casi completamente seguro que sí, entonces de alguna manera estoy conectado a Tamano, y si mi padre la aprisionó, yo la libero entonces. Culpa o no, mi padre está con mi madre y estoy seguro que ahora son felices... Ellos me han dejado el legado, y estoy dispuesto a preseverarlo, al precio que sea. No quiero pelear, Taiki, en serio. Si continúas con esto... Me darás a entender que todo lo que has dicho solo ha sido un cuento para que yo hiciera lo que acabo de hacer, o Kawa lo hubiese hecho. Pero si te detienes, entonces puedo reconsiderarlo—. Finalicé, sin inmutar mi pose ni mi mirada, con Nozomu en mis manos... Me intrigaba el porqué Tamano había apuntado con matar a los Harima, pero es que tampoco me podía confiar en Taiki, había salvado al Emperador, y si bien su muerte pudo haber provocado un terremoto en el Imperio, no me cuadraba aún así muchas otras cosas, tanto del ahora como del antes.

Dioses... En verdad espero que esto no escale a más.

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No sé exactamente cómo Kuroki puede liberar a Tamano pero ahí interpreta lo que gustes, también evidentemente Kuroki se coloca el Yoroi, quería narrarlo a media discusión entre Taiki y Tamano pero sentía que iba a quedar raro así que mejor lo omito jaja

Y pues nada... Tbh he estado desde que se posteó en un dilema muy fuerte sobre qué decisión tomar, y creo que todas son jodidas y sí o sí se va a perder algo muy grande, ahora... Que pase lo que tenga que pasar y ojalá acabe del mejor modo posible

 

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probablemente esté re pesada con esta ost pero es que es la ost del fic (!!!)

Kohaku Ishikawa

Tras recolectar unas cuantas hierbas e ingredientes medicinales, finalmente nos dirigimos a nuestro destino. Incluso sin haber estado nunca antes en Shima, Tsu era la capital de la prefectura y no pude evitar que los recuerdos inundaran mi mente, distrayéndome de la realidad. La sensación perseveró, se afianzó y propagó al advertir los zorros que habitaban la ciudad. Pensé en mi Villa, en Inari y el árbol del arroz, eterno guardián del Nakajimadai. Pensé en Chiasa y nuestros pequeños rituales del Taiyō Matsuri. La música se deslizó por el aire, evocando tiempos lejanos.

Y entonces, aquella sensación. Compartí una mirada con Hotaru y fruncí levemente el ceño. Energía espiritual... Sí, eso debía ser. ¿Habíamos llegado al lugar donde Byakko estaba? Observé al lobo y luego repasé la ciudad a nuestro alrededor, tomando mucho aire.

Dioses, no tenía idea.

—Podemos ir a hablar con el herborista local —propuse—. Suele ser mi primera parada en cada viaje.

Contenido oculto

Le vamos al herborista pues.

Also, uso mi habilidad de robo uwu7

 

Kohaku Ishikawa
Herbolaria > Santuario

Conforme nos alejábamos de la ciudad en dirección a la herbolaria aquella sensación extraña no hizo más que crecer. Era una suerte de nudo en mi pecho, acentuando su agarre con vehemencia. Me llamó la atención, pues había asumido que, fuera lo que fuera el origen de la energía, seguramente se encontraría dentro de Shima. Antes de ingresar a la herbolaria eché un vistazo alrededor: el único edificio cercano era un gran santuario.

¿Qué había ahí?

Tomé aire, intentando mitigar mi inquietud, y le concedí una sonrisa cordial a la mujer que nos recibió.

—Buenos días, señora. Somos viajeros y deseaba consultarle respecto a las especies locales. ¿Qué se puede recolectar por aquí?

Con ese asunto dirimido saldríamos de la herbolaria y miraría a Hotaru, a los demás después, para decir:

—Deberíamos resolver el origen de esta energía. Creo que proviene... de allí.

Contenido oculto

im so not ready

 

Kuroki Fusatada

Taiki no respondió, atacó, y yo ya le había advertido lo que iba a suceder...

No titubeé, devolví el gesto aunque de un modo distinto, tuve que agacharme como pude para intentar evitar la lanza, solo sentí un duro impacto en mi cabeza, aunque nada letal al haber conseguido esquivar parcialmente, y el impulso sirvió para desarmar a Taiki con precisión y luego dí un tajo que conectó, había sido rápido, pero estaba hecho. El hombre se mostraba aturdido por verse desarmado, incluso comentó que mi técnica de combate era muy superior a la de Satou.
Poco después empecé a sentir mi cabeza caliente y cómo algo se deslizaba, para cuando me dí cuenta, tuve que cerrar el ojo derecho un instante mientras me limpiaba y eso sirvió para que la sangre que estaba saliendo de mi cabeza, allí donde había sido impactado, fuese a un costado del párpado y luego siguiera deslizándose por mi mejilla...

Entendía a lo que se refería, mi fuerza y ofensiva eran mucho mayores, sí, pero mi defensa era más expuesta...
Aún así, mi intención estaba ahí, el no querer atacar con todo porque no quería una pelea.

No dije nada, me mantuve atento, cuando Kawa arremetió y lo hizo con todas sus fuerzas, el ataque pese al poder, fue gracias al desarme que pudo dañarlo con eficiencia pese a no haber sido igual de efectivo como mi ataque. Miré por sobre mi hombro, allí donde estaba Tamano, liberada...

Regresé la vista a Taiki, mientras mostraba incredulidad en sus palabras por ver a su discípula atacarlo, luego escuché a Kawa mientras la miraba brevemente... en cierto modo, me sorprendía que hubiese decidido intervenir, pero parecía igual de convencida que Taiki era el mentiroso... y pronto se confirmaría aquello.

Miré a Taiki, mencionando el nefasto modo en el que había muerto Kyogi, no me fiaba que en verdad no hubiese tomado medidas, pero igual hablé.
—Personas como Kyogi pagaron por lo que han hecho...—. Setencié, Tamano estaba actuando, todo parecía a nuestro favor pero no me quería confiar.

Y de nuevo... fuí utilizado...

Terminé por presenciar el resto de la acción, y no evité mostrar sorpresa, escuché cómo Tamano caía inconsciente, quería creer que era eso y no muerta por ver su energía robada, presencié a los zorros... ahora... blancos. Y como Taiki se daba encima el lujo de decirnos que lo que quería hacer estaba hecho, como si en verdad pensara que solo por lo que había hecho podía irse.

Temblé un momento de la rabia mientras me aferraba a mi katana, en verdad... esto era imperdonable.
—Creo que no entendiste, Taiki—. Dije hacia el hombre.

>>Te dejé en claro que ya me había cansado de ser utilizado... Primero te haces pasar por un aliado, diciendo mil y un cosas para llevarnos a esto y... ahora que lo consigues... ¿Quieres irte? No, lo siento. Pero si crees que solo por esto me vas a hacer flaquear estás muy equivocado, vas a morir entonces con lo que has conseguido, ni Kyogi logró quebrantar mi voluntad... ¿qué te hace creer que contigo será diferente?—. Continué, volviéndome a poner en posición.

>>Y si vas a matarme, te juro que hallaré el modo de arrastrarte conmigo entonces—. Finalicé, mientras me preparaba.

Nos superaban en número, pero solo por un par, en realidad, teníamos una posibilidad, con Benkei, había buena chance. Y confiaba que Shiori no era tan débil como aquellos días.

—Que no los intimide, podemos con esto... Yo seguiré luchando con él—. Anuncié, mientras me volvía a lanzar al ataque.

Contenido oculto

Kuroki sigue atacando a Taiki

 

Kuroki Fusatada

Escuché y miré con detenimiento a Taiki, mientras los zorros se lanzaban al ataque, por lo que Benkei recibió lo que para mí, era la peor parte, agradecí internamente que Kawa se hiciera cargo de uno, aunque no veía cuál era al que se enfrentaba, no me podía distraer... Si acababa rápido con Taiki, seguramente los zorros desaparecerían también, no me importaba si se llevaba consigo la energía de la yokai... Ya era demasiado tarde.

Taiki acabó por decir que no trabajaba como Kyogi, lo que me hizo fruncir el ceño con extrañeza, tomaba con cuidado sus palabras, juzgandolas y tratando de entender la razón por la que los decía.
En ese momento percibí que anhelaba recuperar su arma, por lo que también empecé a moverme para intentar detenerlo, consiguiendolo a base de movimientos rápidos hasta que cedió, mientras no lo dejara recuperar su arma, tendría aún mejores oportunidades de acabarlo inclusive de un solo golpe... Eso me había enseñado Kenpo... Y mientras pudiera, seguiría honrando su memoria de ese modo.

En determinado punto ví un momento y lo ataqué acompañado de un rugido para darle un tremendo tajo que hasta lo dobló del dolor, su defensa era formidable, si bien no era como la de Hiraga, no dejaba de ser algo difícil de penetrar si no aplicaba lo que ahora hacia... Un ataque contundente y a matar.

Aún así no inmute ni mi postura ni mi expresión, escuchando lo que aún tenía para decir, en determinado punto, aún desarmado, se lanzó al ataque y pude esquivarlo sin dificultad, mirándolo aún serio hasta que su ataque acabó, muy internamente estaba anonadado por mi desempeño en este combate, pero ahora no era momento de estarse sorprendiendo, era momento de centrarse en acabar con esto rápido o Shiori podría morir.

Tal vez... Incluso, la herida en mi cabeza hacia mi rostro me hacían ver como lo que él decía que era un alma corrupta, pese que en un inicio decía que seguía siendo puro.

Con Senki... No sabía si eso sería ya posible.

—¿Ya terminaste..?—. Sentencié, hacia Taiki, mirándolo con fuerza y seriedad.

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>>Hablas mucho para intentar pintar tu supuesta bondad y justicia divina con una enfermiza obsesión por purificar al mundo de la oscuridad y el mal... Ahora lo entiendo, crees tener el poder, talento y hasta la vida para conseguir algo tan noble como eso... Que estupidez—. Dije, pese a ello, tranquilo, negando con la cabeza ahora yo.

>>¿Sabes porqué lo digo así? Porque yo empecé como tú, yo también hace años mi mayor sueño era limpiar todo el mal que pudiera alcanzar a tocar, redimir a la gente malvada o erradicarla, ayudar al necesitado, darle alimento al pobre... Quería ser alguien capaz de ayudar a todos los que lo merecían y castigar también a los impuros que no querían cambiar, por eso es que anhele ser un guerrero, Taiki, porque sabía que no lo conseguiría nunca si solo soñaba despierto, desde que tuve esa convicción, decidí entrenar muy duro con Hiraga y mis fallecidos compañeros, no me importaba que fuese un infante muy pequeño... ¡¡No me importaba!!—. Exclamé, con seguridad en mis palabras para señalarlo, haciéndole un espejo.

>>No me importaba sobreesforzarme porque un verdadero héroe lo da todo por lo que le importa y quiere proteger, ¿No es verdad?—. Continué, sonriendo por un instante como el niño que alguna vez fuí...

>>Pero lo que mi yo tan inocente y puro ignoraba es que habían personas tan corruptas y malvadas que poco y nada les importaban los deseos de inclusive niños que soñaban despiertos, y la vida misma les haría entender... Taiki, en esa noche y en todos estos soles he visto la crudeza de la guerra, he visto a la muerte en la cara y salido de ahí, he... visto lo que es ser un guerrero en verdad. ¿Y sabes qué he aprendido? Que tienes que sacrificar demasiado no solo para ser un buen guerrero... Si no para ser alguien en la vida que quiere construir lo que de infante soñó... Que tienes que ensuciarte las manos y "corromperte" para saber lo que tienes o no que hacer... Sobre todo si vas a ser el líder de aquello, sea en solitario o no. —y volví a aferrar mis manos en la katana.

>>Tras todo lo que he vivido y haber convivido con un demonio, lo que he aprendido es ver más allá, y entender que no todo lo oscuro es malvado, pero... Tampoco toda la luz es bondadosa—. Sentencié, haciendo énfasis en esas últimas palabras.

>>Hablas de estar del lado de la justicia divina, me señalas y me llamas peón como si en verdad fuese un alma condenada desde el inicio, como si en verdad la yokai me hubiese manipulado e incluso como si no pudiese alcanzar ya el modo de entender lo que serían mis verdaderos aliados. Taiki, lo siento, ya lo dije, tu intención es muy noble... Pero también estúpido, eso... Es lo que me llevó a lo que me llevó y precisamente casi me condena y corrompe, entiendo que no quieras escucharme, lo respeto, eso delata seguridad en lo que haces, pero así como ante ti solo ves un alma a punto de corromperse de forma irremediable y con un poder incluso por encima tuyo gracias a eso... Yo veo a un hombre que está por desperdiciar todo lo que ha conseguido por una obsesión con salvar al mundo de algo que existe desde antes que el hombre... ¿Sabes lo que opino de nosotros mismos? ¿De ti, de mi? ¿De mi hermana, de Benkei, de Shiori? ¿De todos los humanos? Que somos malvados por naturaleza, Taiki, pero en nosotros está buscar fervientemente hacer lo correcto para todos y no caer en la tentación... Pero la vida es muy dura, demasiada... Tú mismo lo dijiste cuando llegamos, estamos aquí porque hemos hecho muchos sacrificios. ¿Bueno? Tú y yo estamos por hacer uno más—. Dije, para dar un tajo en el aire, limpiando así la sangre de Nozomu y me lancé de nuevo al ataque.