Nereo Contenido oculto Observé a Gurimon exclamar con alegría que le gustaba la arena, así como lo veía revolcarse en la misma, por lo que... Admito, me hizo sentir bastante bien, por lo que le terminé sonriendo al verlo entretenerse, era... Hasta cierto grado, como lo había imaginado. Más razones para no querer separarme de él, mucho menos dejar que algo le sucediese, ante lo que fuera. —Ya veo, aunque ahora que lo comentas, no deberías echar de menos a los tuyos tal como has dicho... ¿Cómo vas a hacerlo si te han dado la espalda como lo hicieron? No merecen tu cuidado—. Comenté, a lo que volví la vista al paisaje que aún iba oscureciendose poco a poco, y después decidí sacar el Digivice para ver más a detalle la información que se me desplegaba con la evolución. Parecía... Que era una forma que destilaba oscuridad y brutalidad, posiblemente influido por mi consejo, por ello es que le había preguntado a Gurimon si cambiaba de personalidad, ya que los ataques y sus descripciones delataban eso, pero quién sabe, tal vez simplemente se adaptaba a lo que yo anhelaba ver de él, ya quedaría saberlo para la próxima. Seguí revisando otro poco, cuando después dejé el dispositivo y me recosté a modo de seguir viendo el paisaje, dejando jugar a Gurimon a su manera, no me molestaba, al contrario, me daba gusto que lo pasara bien. —... Sabes, a pesar de todo lo que está sucediendo y de lo que tengo que hacer, puedo decir por una vez en mi vida que deseo que esto siga así, por la única razón de que te tengo conmigo, Gurimon. No sabes desde hace cuánto deseaba solo tenerte conmigo, y anhelo que esto en verdad dure, me hacía falta—. Admití aún mirando al paisaje, para después voltear a verlo—. Daría lo que fuese por permanecer a tu lado, créeme cuando te digo que no me importa el costo, para mí eres lo único que vale en esta vida—. Añadí, dedicándole otra breve sonrisa, volviendo a mirar el paisaje. Podría sonar muy adorable y todo, pero cuando decía lo de pagar cualquier precio... Iba muy en serio. Cualquier era cualquier precio. De cualquier modo, me quedé viendo el paisaje, dejando pasar el tiempo, hasta que terminó por oscurecerse, y las estrellas se fueron mostrando, incluso los veleros en el océano terminaban de darle un toque bastante... Llamativo al escenario. —No sabes desde hace cuánto quería que vieras esto. Sabía que te gustaría... Al fin puedo compartir este momento como tanto deseaba—. Dije, mirándolo de reojo, se veía profundamente ensimismado por ello, y de nuevo entendí que había acertado en venir a estas horas, para mí, con eso era suficiente y me daba por bien servido. Me quedé mirando a su lado otro rato, por lo que después de un tiempo, miré la hora y terminé suspirando... Ojalá... Simplemente este momento nunca acabase. —Si esos Digimon no fastidian mucho, veremos si mañana venimos de nuevo, me temo que se hace tarde y hay que volver para dormir y todo eso—. Dije al Digimon, sentandome en el suelo para ver por otros segundos el cielo, y luego procedí a recoger la mochila y verificar que no me dejaba nada. Al último recogí a Gurimon, dí un último vistazo, y empecé a caminar de vuelta por donde vine, para dirigirme al Orfanato. Antes de llegar como tal, le avisé a Gurimon y lo metí en la mochila, seguía sin estar muy interesado en que nadie sospechara nada, aunque me seguía preguntando hasta cuándo me duraría el gusto. Contenido oculto Me regreso para el Orfanato entonces, ¡me ha encantado la descripción, Slam! Ha sido lindo <3
