Playa Localizada en: Isla 1 Una playa que se encuentra sobre la costa de la Isla 1. La arena es blanca y cálida, y el agua del océano, aunque se siente un poco fría, es perfecta para refrescarse bajo el intenso sol de la isla tropical. Hay múltiples palmeras a lo largo de la costa, y algunas flores que crecen alrededor de las mismas. Las olas no son muy grandes, pues el mar parece bastante calmo… se trata de un lugar aparentemente tranquilo y lleno de paz.
Apenas Nagito puso un pie afuera del aula, sintió que sus pies se hundían levemente, y era porque acababa de meterlos en la arena. Pero como… ¡¿el aula se encontraba dentro de una playa?! Todos los estudiantes abandonaron el Aula 1-B y miraron el lugar con atención. El Aula 1-B en realidad era una edificación pequeña que se encontraba contra las rocas al final de la playa, pero era la única parte que se asemejaba a una escuela que veían allí… pero entonces, si no se encontraban en la Academia Pico de la Esperanza… ¡¿en dónde rayos estaban?! —¡Bienvenidos, clase, a la Isla Dangan! —exclamó Usami, la última en dejar atrás el aula—. ¡Bienvenidos al Viaje de Excursión de la Academia Pico de la Esperanza! >> Ey, no me digan que lo han olvidado ya… ¡estamos aquí de excursión! Vinimos aquí para afianzar nuestros vínculos y hacer crecer el amor y la esperanza… ¡vamos a disfrutar de este bonito viaje al máximo todos juntos! Contenido oculto ¡Continúa aquí! ¡Bienvenidos a la Isla Dangan! :D Nekita GalladeLucario Rojo FireRed Noir Amane Rein Hey Miguel EliLover Lucas Diamond Liza White Demian Bruno EVF Graecus Fushimi Natsu juanjomaster
Incrédulo, rasqué mi nuca cuando vi que, por algún motivo, estábamos en una playa. —...¿Excursión? —pregunté, dubitativo, analizando todo a mi alrededor, con los ojos entrecerrados por el fuerte fulgor del sol—. ¿Cómo que excursión? ¿Y cómo que estrechar lazos? ¿Cuándo siquiera hemos comenzado las clases? Es la primera vez que veo a toda esta gente... Suspiré. Al menos eso era lo que recordaba, desde luego, pero todo era extremadamente raro. Estábamos en mitad de una maldita isla... con un conejo rosado que hablaba. Venga, en serio, ¿cuándo aparecería la cámara oculta? ¿O cuándo despertaría? Todo esto tenía que tener una explicación lógica, desde luego. El problema era averiguar cuál.
—¡Ese es justamente el punto, Crow! —exclamó Usami con emoción—. Verán, como van a comenzar un nuevo curso todo juntos, ¿qué mejor manera de conocer a sus nuevos compañeros que afianzar sus lazos en un divertido viaje escolar? ¡Es por eso que estamos en esta bella isla! ¡No hay mejor lugar para esto que la Isla Dangan! >> La isla se encuentra completamente reservada para nuestro uso… ¡así que no teman! ¡Vayan por ahí y descubran, esta isla tiene mucho para ofrecer! La primer tarea que les pedirá su maestra será… ¡descubrir esta isla! ¡Y divertirse, claro! Usami dio una vueltita y puso una pose como si fuese una chica mágica de anime que acababa de utilizar su poder. —Entonces… ¿dices que este simplemente es un viaje escolar? ¿Al que todos aceptamos venir? —preguntó Nagito—. Ah, bueno, supongo que iré a mirar por ahí a ver si es cierto… Y dicho eso, el muchacho se marchó de la playa con pasos despreocupados, atravesando la arena hasta que llegó a donde el camino se volvía de tierra, y avanzó por ahí hasta que se perdió de vista. La isla era grande y había muchos lugares para explorar… ¿a dónde ir ahora? Esa era la pregunta… Contenido oculto ¡Comienzo de Exploración de la Isla! En este momento, hay disponibles 4 áreas en la isla en la que se encuentran: Hotel Mirai Aeropuerto Rancho Usami Supermercado Rocket Lo que deben hacer ahora es visitar estos lugares (no, no hace falta mínimo de posts ni nada de eso para atravesar áreas) y explorar, a ver si descubren algunas pistas acerca del lugar en el cual se encuentran y de este supuesto viaje escolar. Para explorar, simplemente deben encontrarse en el área en cuestión. Algunas ya saben, por participación en otros roles, como funciona esto. Una vez se encuentren ahí, postearé mostrando los distintos puntos de interés (que estarán marcados en negrita) los cuales pueden investigar para descubrir pistas. En sus posts, deben marcar con negrita el punto de interés que desean investigar, y yo les responderé mostrando qué es lo que encontraron (si es que encontraron algo). ¡Adelante, que comience apropiadamente esta partida de rol! :3
Aika Izumi —¡Wohoo~! ¡Alucinante~~! Aquello fue todo lo que pude exclamar cuando Usami-chan—¿Usami-chan? ¡Era tan chulo y estaba tan bien hecho ese conejo de peluche! No podía entender nada, pero era la primera vez que un profesor no me caía de la patada— abrió la puerta del aula. Shiro-kun fue el primero en acercarse y luego el resto lo seguimos, esperando cualquier cosa en ese momento. Nos llamó con un tono de evidente sorpresa. Lo primero que me alegré de sentir al llegar a la puerta fue la brisa marina en el rostro, el calor del sol en la piel y el rumor lejano de las olas... Tuve que llevarme la mano a la frente para proteger mis ojos del intenso sol. Mi corazón se aceleró de forma repentina. En un momento, sentí que toda la extrañeza que pudiera haberme generado aquel peluche desaparecía en cuestión de segundos. La suave arena blanca sobre la que se hundían mis pies, las olas turquesas rompiendo suavemente en la costa y el leve murmullo del viento en las palmeras llenó mi corazón de esperanza... aquello era... —¡La playa!— grité emocionada. ¿Era real? ¿Podía ser real? ¡Porque de serlo esta sería la mejor inesperada sorpresa de la historia! ¡Buen trabajo Hope Peak! —. Realmente había pensado que venir a esta academia sería un completo rollazo... ¡pero que va, esto es increíble! La curiosa profesora tomó entonces la palabra. >> Ey, no me digan que lo han olvidado ya… —dijo— ¡estamos aquí de excursión! Vinimos aquí para afianzar nuestros vínculos y hacer crecer el amor y la esperanza… ¡vamos a disfrutar de este bonito viaje al máximo todos juntos! Yo no recordaba nada de una excursión si soy sincera, ¿pero qué rayos importaba? ¿Podía haber algo mejor que esto? ¿Que la sensación de libertad, lujo y armonía de este lugar? Tanta libertad, tanto espacio libre para correr y divertirnos en lugar de perder el tiempo en clases aburridas que ni siquiera lograría entender... ¿qué hacíamos que no estábamos ya en el agua? —¡Así se habla, Usami-chan!— convine entonces— ¡Paz y amor y esas cosas! ¡Vamos a jugar entre las olas! Estaba por quitarme los zapatos y correr para refrescarme los pies en el agua cuando un chico de cabello negro habló, al parecer confundido por todo lo que estaba pasando. Usami-chan le respondió que como todo esto era una excursión podíamos hacer lo que quisiéramos... incluso explorar la isla. Explorar la isla... ¿eh? —Me parece perfecto— dije—. Tengo muchas ganas de ver todo lo que oculta este lugar. Si el hotel tiene un gimnasio y los gastos corren por cuenta de la academia yo ya estoy vendida~
Karen Foster Mientras me debatía entre si sacarle fotos al extraño conejo parlachín o la cara aturdida de mis compañeros, Nagito había conseguido abrir la puerta del aula y nos invitaba a seguirlo. Su tono de voz llamó mi atención, mas prefería continuar con lo mío antes de centrarme en un nuevo escenario. Fui la última en abandonar aquel sitio en donde habíamos despertado, haciendo un veloz repaso de las capturas que había tomado. Contaba con un mínimo de quince fotografías de cada estudiante de forma individual, unas veinte de cada grupo armado, otras veinte de ciertas interacciones y las restantes incluían parte del mobiliario y juegos de sombras en la pared. Sí, con este debía bastar por ahora. Pero por supuesto que me quejaría con quién fuera que nos halla dejado inconsciente y, por tanto, me arrebató la posibilidad de capturar nuestra llegada a la academia. Sin embargo, mis pensamientos se esfumaron en cuanto noté lo que ahora me rodeaba. Regresé mi vista al interior del aula, queriendo asegurarme de que no sufría algún tipo de alucinación porque ¿¡bajo qué lógica abres una puerta para acabar en una playa!? ¿Qué acaso estábamos en el mundo Narnia o qué? En ese momento, la presunta profesora nos "recordó" por qué estábamos allí. Todo esto formaba parte de un viaje escolar, en una extraña isla reservada sólo para nosotros y a la que podíamos salir a explorar. Nada de esto tenía el menor sentido, ni nos había explicado la razón de nuestra falta de memoria. Lo que menos quería era hacer caso de sus instrucciones, pero ya dos del grupo las habían aceptado: el misterioso Nagito y la atlética Aika. Tal parecía que no habría de otra más que obedecer...
Celia Ackerman Me quedé absorta, posando ante la cámara, cuando oí a un muchacho, que parecía llamarse Rin, preguntar si esto podía ser un reality. Yo ya lo había pensado, pero ver que no era la única reforzó mi teoría, obligándome a comportarme como si estuviéramos en uno realmente. Tras unos instantes posando, durante los cuales no respondí a ningún tipo de comentarios, pues tenía cosas mejores que hacer, apareció aquella... uh, "individua". Se trataba de nuestra maestra: una coneja con alas y varita mágica, muy normal. Esta de que iba, ¿de flower power por la vida? Qué vergüenza ir así disfrazada, por favor. Lo más gracioso era sin duda ver como el resto de alumnos de verdad creían que era un animal, ¡como si fuera posible eso! Ella nos pidió por favor que no rompiéramos la cámara que nos vigilaba, ya que debía ser material escolar, o algo así. No lo recuerdo, realmente. Mi interés estaba centrado en otras cosas. Pronto nos abrió la puerta para dar paso a una enorme playa. Sí, una playa. Un lugar maravilloso, desde luego: el clima acompañaba y el mar era cristalino y apacible. ¡Oh, qué buen momento para tomar una foto para instagram... si tuviera mi móvil! Ugh, ¡¿dónde narices estaba?! ¿Debía preguntarle a esa... mujer, o lo que fuera, si nos lo había quitado? ¡Yo quería mi teléfono, nadie tenía suficiente autoridad para quitármelo! La arena era suave al tacto y a cada rato me molestaba más no poder presumir del sitio ante mis seguidores. El grupo de gente pareció dispersarse al cabo de un rato, y ninguno tenía intenciones de bañarse. Según la profesora, estábamos en un viaje escolar del que nadie recordaba nada y debíamos explorar toda la isla para afianzar lazos entre nosotros... Sin embargo hasta que no hubiese disfrutado de un buen baño no me movería, ni mucho menos para hacer turismo. Pero... ¡ahg, no puede ser! ¡No me he traído ropa de baño! Ugggh... la situación empezaba a ser altamente frustrante. Tendría que ir al supermercado a ver si podía comprarme alguno, porque si no... ¡Hala, y encima a gastar dinero! Aunque quizás podría conseguir que alguien me lo pagase, si coqueteaba un poco. ¡Pero no hay que olvidarse! Lo primero es lo primero. —Oye, eh... —Vaya, había olvidado su nombre por completo—. Profesora, ¿qué ha pasado con nuestros teléfonos? Yo quiero el mío.
Usami miró a Celia con emoción; al parecer, el que la llamaran profesora la hacía terriblemente feliz. Al oír su pregunta, se tomó un momento antes de contestar. —Realmente no lo sé… yo me encargué de llevar todo su equipaje al hotel, pero no lo revisé —respondió Usami—. Si trajiste tu teléfono a la isla y no lo tienes encima, supongo que estará con tu maleta, ¿verdad? Entonces, tal vez se encuentre en el hotel…
Jackson Mervin En algún momento entre mi vigilancia a la camara de vigilancia (valga la redundancia), me distraje. No era algo realmente increíble, estaba en medio de una situación que no entendía del todo, tenía que pensar en las medidas que debía de tomar en caso de que realmente no hubiera forma de salir, etcétera. Era muy fácil distraerse. Estaba, como ya había dicho, apoyado de espaldas sobre la mesa del maestro. Por lo que el susto que me llevé al escuchar aquella voz justo detrás de mi, cuando minutos antes estaba seguro de que no había nada detrás, fue bastante importante. No puedo describir lo que sigue a esto, básicamente porque aún no lo he entendido del todo, y porque sigo pensando que lo más probable es que todo lo esté soñando. El caso es que parece que tenemos una especie de coneja humanoide de profesora, y que como había supuesto, nuestro salón de clases es falso, simplemente un cubículo en medio de una enorme playa. ¿Como voy siquiera a narrar eso? Oh, medio acabo de hacerlo. Bien. Al salir de la edificación, aquella extraña criatura que dice llamarse Usami nos dice que en realidad estamos de excursión, aparentemente en una isla. Si eso fuera verdad, ¿porqué hacernos creer que estamos en un salón de clases. en primer lugar? De todas formas, llega un punto en el que realmente ya no importa saber qué es verdad o que es mentira. Estamos en una isla líderados por un peluche que habla, está bien. ¿Me puedo ir? Usami nos invita a descubrir la isla, y eso al menos es un plus. Desde que despertamos, se nos ha dado la vía libre para movernos a voluntad, cada vez con menos limites. Al principio solo podíamos movernos entre las cuatro paredes de aquel salón, ahora nos están dando permiso a investigar sobre esta isla. Si nos han secuestrado, están bastante seguros de que no vamos a poder escaparnos. Y aquello, obviamente, me inquieta. Al mirar al resto de estudiantes, veo que no me he presentado. ¿Eh? Eso es tan impropio de mi, que realmente no lo esperaría de no ser esto una emergencia. ¿Se presentaron ellos? Realmente no lo recuerdo, ni sé si tiene importancia. Desde que despertamos empezamos directamente a actuar, buscando una salida, revisando ventanas y presentando ideas. En esos momentos en los que todos teníamos una prioridad fija, el saber el nombre de los demás quedaba inmediatamente en segundo plano, pero ese momento pasó minutos antes, cuando la puerta se abrió. Inmediatamente resuelto el problema principal nuestras prioridades se desplazan, y entonces me veo a mi mismo como un idiota recordando que no me he presentado, como si fuera algo de vida o muerte. Así somos los humanos. En todo caso, al suponer que todavía no es demasiado tarde para corregir eso, me acerco a uno de los que habían estado tratando de abrir la puerta minutos antes.—Hola, soy Jackson. ¿No te parece esto una especie de broma de mal gusto?—me presento, todo ya planeado en mi mente. Saludar, decir mi nombre, y hacer una pregunta sobre lo que está sucediendo para que no sea tan obvio que el saludo fue premeditado. Contenido oculto Nekita, era esto o no presentarme nunca y huir al supermercado (?
Ren Suzugamori La emoción embargó todo mi cuerpo cuando, tras encontrar un conejo sobre el escritorio que tenía en frente mío, la puerta del aula donde estábamos se abrió, mostrando... ¡Una Playa! No me importaba realmente el mar, sino el significado del contexto donde nos encontrábamos: En una isla desconocida, con un conejo de profesor y sin recordar nada de lo que había pasado antes de ello. Mis recuerdos sólo llegaban hasta el momento que llegué a la academia, por o que el resto me era desconocido. Las probabilidades de estar en peligro eran altísimas, y las emociones retumbaban de pronto por todo mi cuerpo. Absolutamente todo lo que pasaba a mi alrededor era nuevo para mí, no tenía ni un sólo dato acerca de ello. Era lo que siempre había querido: La vida se había vuelto demasiado predecible, sabía como se comportaba cada persona a mi alrededor y lo que haría; una vida tan monótona no tenía sentido. Obligado a partir de cero, todo lo que conocía hasta ahora se volvía inútil y mis predicciones sin duda serán anticuadas. En otras palabras... ¡...Eventos completamente nuevos sucederán sin parar! ... —¿Así que un viaje de excursión, eh? —aquello era muy sospechoso; si me basaba en mis viejos datos, aquello tendría muy pocas posibilidades de ser cierto. Sin embargo, ahora mismo nada de eso tenía relevancia ya—. Recorrer la isla suena interesante, quiero descubrir todo lo que nos depara este lugar. No hay duda de que será toda una experiencia. Iba a recabar toda la información que pudiese; deseaba encontrarme con innumerables eventos que jamás había presenciado. Esperaba encontrarme con tantos que me fuese imposible volver a reconstruir mi capacidad de realizar predicciones de probabilidad. Para alguien cuya vida no es más que un montón de sucesos previsibles, el cambio era lo mejor que podía sucederle. Y ese sentimiento de riesgo inminente, lo hacía aún mejor.
Ziro Allen Al final, nuestra extraña maestra pareció agradarle más el tono que había utilizado yo al hablarle, lo cual nos reveló un poco de información que realmente no lo encontraba muy útil, no le encontraba demasiado sentido que estuviéramos en una excursión si ni siquiera recordaba haber iniciado un día en la escuela, pero... si era lo único que podíamos hacer ahora, trataría de estar conforme con la información que tuviéramos. Así que... una vez fuera de ese salón de clases caminé unos cuantos pasos en la arena para observar todo a mi alrededor con cierta inseguridad por no saber por donde iniciar a buscar o explorar. "Hola, soy Jackson. ¿No te parece esto una especie de broma de mal gusto?" —Ziro, un placer — extiendo mi mano hacia él para saludarlo y cuando analizo un poco su pregunta me permito soltar una leve risa —, secuestro... broma, todo realmente es de mal gusto. No me agrada en lo absoluto saber que algo esta pasando y no saber que tan perjudicial puede ser... —suspiré y miré a los demás, podría decirse que todos nos sentíamos igual. >> Pero no sirve pensar eso ahora, así que... ¿quieres investigar lo que nos propuso Usami? Contenido oculto Graecus hice lo mejor que pude (?
Adam Valenti Mi instinto de guerrero me dictaba que estábamos en peligro. Cuando había despertado en el aula minutos atrás, me había encontrado con que conservaba mis pertenencias más, digamos, personales. Los auriculares y los goggles; los guantes y las muñequeras; la tela atada a la cintura; y en mi espalda seguía, asegurada con una correa, mi subfusil: una MP5 de la prestigiosa firma Heckler&Koch, que mi familia había comprado hacía tiempo para eliminar su último vestigio de competencia en el mercado de las armas de fuego. Por pura rutina, apenas desperté, me había asegurado de que todas sus piezas estuviesen en condiciones óptimas de funcionar. Obviamente no tenía balas cargadas. Simplemente, me agradaba sentir el peso de un arma en mi espalda. No recordaba lo que sucedió tras mi ingreso al lugar, mis futuros compañeros de estudio no llevaban medios de comunicación encima y una cámara parecía haber estado vigilándonos (porque a mí instinto de mercenario, su función distaba de ser una medida de seguridad para nuestro bienestar). Me llamaba la atención el chico de cabello albinos, ese Nagito; no creí a su versión de que obtuvo la información sobre uno de los estudiantes a través de Internet. Los demás se fueron presentando, formalidad de la que momentáneamente preferí apartarme, al menos hasta marca distancias con Nagito. Pasé por alto el hecho de que fuéramos a ser instruidos por un peluche hablante, tomándolo por una excentricidad de la Academia, pero mi perspectiva cambió al verme rodeado por las orillas de una isla. Mis recuerdos estaban nublados pero, por instinto, tenía la certeza de que no había cruzado ningún cuerpo de agua para ingresar a la Academia… Mi desconfianza se había acrecentado. Mas lo mejor que podía ser en un momento así, era adaptarme hasta encontrar la clave de mis circunstancias. Con las manos en los bolsillos, sin avisar a nadie, me dirigí al hotel. De entre todos los lugares a los que podíamos acceder, supuse que sería el que podría aportar más claves sobre esta zona. Ante todo, debía conocer dónde estaba parado. Pero con cautela… las minas explosivas son invisibles.
Hugo Weiss Minutos antes de encontrarme en la tal playa (que realmente me parecía sospechosa y sin sentido), me encontraba feliz, con mi típica sonrisa, sentado en mi pupitre observando como los demás habían escuchado a mi sugerencia; ¡claro que tenía que ser así! Soy yo, ante una multitud desesperada tenía que haber alguien analítico con grandes ideas. Mis pensamientos de altivez se vieron interrumpidos por una inesperada presencia justo antes de que se intentara tumbar la videocámara de vigilancia: un peluche aparentemente vivo con forma de conejo y vestido de una forma ridícula apareció. No podía tener vida eso, va en contra de las leyes de la madre naturaleza, ¡era claramente de felpa! ¿Acaso etaba robotizado? Me puse de pie y decidido me acerqué hasta el peluche parlante ignorando todo lo que sucedía a mi alrededor. Comentó algo que me llamó la atención: estábamos mareados y nos trajo ahí; lo ignoré por el momento, quería sentirlo con mis manos para estudiarlo en caso de que estuviera "vivo", técnicamente hablando. Extendí mis manos hasta que me distraje con el sonido de la puerta. Entrecerré los ojos al recibir la luz en mis pupilas y como reflejo, me los tapé con las manos hasta que me acostumbré a tal luz intensa. ¿Qué era eso...? Segundos después lo descubrí: la playa. Fruncí el ceño exageradamente y volví a la realidad. Volteé a ver al conejo o coneja, lo que fuera, y éste se dedicaba a responderle a mis compañeros. Me puse analizar lo que dijo hace un rato... ¡eso no tenía sentido! ¿Por qué no sencillamente nos colocó en el cuarto del hotel de cada quién? ¿Qué hacía una aula SOLA en medio de la playa? ¿Por qué una excursión empezando el curso? Quizás eso se puede responder con que nuestros súper talentos hacían que nos lo mereciéramos... Pero no, no me convencía. Insisto, ¿qué clase de institución educativa era ésta? Al menos ya sé que no moriré intentando alimentarme de... No, qué asco daba pensarlo. El sol comenzaba a lastimar, además de que no traía bloqueador solar, los rayos UV no sé qué tan dañinos sean por aquí. Comencé a idear mi plan para hacer en la isla, ya que teníamos la libertad de hacerlo... Quizás debía ir a mi habitación de hotel a buscar el móvil... No, podía estar sin él. Primero iría al aeropuerto a buscar otros medios de comunicación, seguramente también habría algún mapa en el que indicara en qué parte del mundo estábamos, jamás había escuchado el nombre esta isla. Luego de ahí, iría al supermercado, seguro encuentro alguna pista. ¡Ah! Y de psi compraba un bloqueador solar, una rata de consultorio como yo, no soportaba lugares como la playa. Toda esa situación era demasiado frustrante, mi frecuencia cardíaca comenzaba a aumentar un poco por puro estrés... Contenido oculto Siento mucho si fue medio pedorro, pero no quería atrasarme mucho ;___; No tengo internet y sólo ando usando el móvil, es realmente complicado xD
Karen Foster Viendo cómo cada vez más personas decidían salir a explorar, tomé unas últimas fotos antes de imitarlos también. Realmente me fascinaba el contraste que hacía nuestra olvidada aula con el entorno paradisíaco de esta playa ¡y no era para menos, de verdad! Seguramente se debía a la hora del día y a la inclinación del sol, pero la arena blanca parecía brillar como si contara con una luz propia. Las copas de las palmeras se mecían cada tanto en un ritmo pausado y fluido, casi como si estuvieran imitando el movimiento de las olas, y las flores a su alrededor eran tan exóticas como intensas. Nadie podría acusarme de estar perdiendo el tiempo con aquella vista al alcance de mi cámara, claro que no. Por eso resolví que la última foto allí debía ser la más memorable de todas, de esas que con un simple vistazo atrajera la atención de cualquiera, aquella que capturase para siempre la belleza que yo veía. Así que me aproximé hacia la puerta para repasar el estado en que habíamos dejado la habitación, comprobando satisfactoriamente que diera la imagen exacta del desconcierto que habíamos sufrido y del alivio que habíamos experimentado, de las conjeturas que se habían formulado y del ambiente opresor en donde habíamos despertado. Quería que todo esa quedara grabado para la posterioridad y era mi deber como fotógrafa el cumplirlo. Sin sacarme la chaqueta, me acomodé sobre la arena y probé varios ángulos. Tirada junto a la puerta, bien al borde de ella, conseguía abarcar el interior desastrozo y claustrofóbico del aula junto a la maravillosa visión de aquella misteriosa y disfrutable playa. Aguardé unos segundos, dejándome empapar por el paisaje y pulsé el botón de captura. ¡Magnífico! Saciado mi deseo, me levanté y sacudí un poco mis ropas. Recordé que la profesora le había dicho a Celia que el resto de nuestras posesiones debían de encontrarse en el hotel. No me interesaba especialmente comprobar si ahí estaba mi celular, pero iría para comprobar que lo demás estuviese en orden. Además, si quería salir a explorar debía de estar preparada y nunca está de más llevar una segunda cámara. —Espero que este sea el camino para llegar al famoso hotel.
Joseph Monroe Primero, salimos del aula, para ver que estábamos en una playa Esto es mas extraño de lo que pensaba en un momento dado Ni siquiera era parte de la academia, solo era un edificio aislado, lo que me parecía aún mas extraño ¿De casualidad no será un reality show de algún tipo? Pero el hecho de que se trataba de un viaje de excursión empezó a tranquilizarme, tal vez solo era una sorpresa, así que pude relajarme y caminar siguiendo el rumbo de donde iban los demás estudiantes, se hablaba de un hotel, así que por lo menos, tenía la certeza de que estaríamos cómodos y a salvo en una isla en medio de la nada, ¿O no?
Jackson Mervin —Pero no sirve pensar eso ahora, así que... ¿quieres investigar lo que nos propuso Usami? Me llevé la mano a la barbilla, pensativo. ¿Debería hacerlo? Estábamos atrapados en una isla, posiblemente por algún secuestro, y la unica cosa que nos podía decir que pasaba era una coneja de peluche. ¿Deberíamos hacer justamente lo que se nos pedía que hicieramos? Pero claro, entonces toca pensar: "A ver, genio, ¿que otra cosa puedes hacer si no es buscar información", y veo que es cierto: cualquier cosa que haga en este momento será investigar la isla, o será un acto fútil. Entonces encaro a Ziro.—Lo más probable es que algunos vayan al hotel, más que nada a elegir una cama y así obtener una falsa estabilidad que al menos los calmará un poco. Yo pasaré de eso por el momento, quiero investigar. Y, por instinto, en unos segundos tuve mi libreta de bolsillo en la mano. Estaba listo para ir a buscar información, pese al estupor de lo que estaba pasando. —¿Vendrás conmigo?—le pregunto a Ziro.—Acabo de oír que hay un supermercado. Me gustaría hacer un registro, ya sabes, y ver que se puede encontrar. Aunque si tu prefieres ir a otro lugar, puedo acompañarte. Creo que tengo que revisar todo, de todas formas. Contenido oculto Nekita
Crow "Allan" Jordan. Explorar. Eso era todo lo que podíamos hacer ahora, ¿huh? Miré a todos los presentes. Algunos ya tenían intenciones de marcharse a otros lugares a investigar, e incluso los vi interactuando entre ellos, formando grupitos, ¡ya, tan pronto! Como si me importase, en cualquier caso. De hecho, estaba deseando dejarlos a todos atrás de una vez, poder alejarme un rato, y disfrutar de un momento a solas. Me gustaba estar solo. Los cuervos son animales solitarios. —Bueno, ahí os quedáis —terminé diciendo, alzando una mano en señal de despedida, sin siquiera voltear para mirarlos conforme me alejaba—, yo voy a ver qué encuentro por aquí. No me creo que esto sea normal, así debe haber algún truco en alguna parte. No podía negarlo: la curiosidad era mi punto más débil, sin duda.
Alethea Ethans Mientras intentaba investigar el aula en busca de algo, aun a sabiendas que los demás ya lo habían hecho y no parecían haber descubierto algo, el chico de pelo blanco que tanto sabía que nosotros propuso a la super atleta que derribase la cámara. Y cuando la chica pego un salto para intentarlo, una voz hizo que todos nos giráramos hacia el escritorio del profesor. Ladeé la cabeza, confusa, ante la imagen. ¿Eso era un conejo de peluche vestida de chica mágica que se autoproclamaba profesora? Hum... yo juraría no haber abusado de los calmantes, pero ya estaba empezando a dudar. Sea como fuere, la "profesora" nos dijo que nos habíamos mareado y desmayado todos a la entrada (¿todos? ¿al mismo tiempo? ¿y lo decía sin pretender sonar sospechosa?) así que ella nos trajo a la clase (¿ella sola? ¿cómo y por qué?) y casualmente cerró la puerta de manera que no pudiésemos salir. Todo bastante legal y lógico, sí. Abrió la puerta y al salir... —¿Una playa? ¿Pero qué...? —¿Podía eso volverse más extraño? Sí, sí que podía. ¿Así que supuestamente estábamos en una isla cuyo nombre no recordaba haber escuchado en mi vida de excursión para estrechar lazos y en la que no había nadie más? Seguíamos con las cosas legales y nada extrañas. >>Bueno, si esto es un sueño, al menos tendré que disfrutarlo. Saqué las gafas de sol de mi bolso y tras colocármelas, me alejé por la suave arena sin un destino fijo. O eso creía.
Evangeline Jones Y, para cuando logré percatarme de ello, la playa se encontraba totalmente desolada, con la excepción de varios alumnos que se habían quedado rezagados al igual que yo. Arrastrando los pies sobre la arena, exhausta y frustrada, dejé atrás el enorme cubículo que conformaba el aula en el que habíamos estado encerrados por quién sabe cuánto tiempo hasta que logramos despertar. Desisto. No puedo más. Allí no había nada, absolutamente nada que se asemejase a una recreación; aquel aula, aquel trozo de estancia que parecía haber sido arrancada intacta de dentro de una verdadera institución y depositada allí, en medio de la nada, era totalmente real. Sus paredes, su material, su interior... No había logrado encontrar absolutamente nada que me indicase que estuviese en lo contrario. Y aquel único dato que había logrado recrear finalmente en mi incrédula cabecita solo logró hacerme sentir peor. Tantos detalles, tantos datos con esa importancia revelados uno detrás de otro me había dejado con el ánimo por los suelos. Esto tan solo acababa de empezar, y yo ya no podía más. Dejé mi cuerpo caer sobre la suave y blanca arena, sin importarme si mi ropa se ensuciaba, o si esta llegaba de alguna u otra forma a mi cabello, y abracé mis rodillas contra mi cuerpo, admirando las preciosas vistas que tenía delante. Quizás en otro momento, en otra situación, todo este paisaje sería la fuente de inspiración que tanto tiempo había estado buscando, y me pondría a dibujar como loca cada detalle, plasmando en el lienzo los hermosos colores que desprendían cada objeto que conformaba la puesta en escena de este paradisíaco lugar. Y probablemente me tiraría allí horas, incluso días, recreando lo que mis ojos contemplaban y plasmándolos con tal realismo, que parecería ser una foto más de esa chica que rondaba por aquí con su cámara en mano. Pero esta no era la ocasión, hoy no estaba precísamente de humor. ¿Y cómo podía estarlo? ¡Acababan de decirme que estaría en esta isla perdida en la nada por quién sabe cuánto tiempo! Y por si fuera poco, sin ninguna clase de contacto por el momento, pues nuestros móviles no se hallaban con nosotros. Aunque dudaba que hubiese siquiera cobertura en este lugar. ¿Acaso el exterior no se daría cuenta de nuestra ausencia? ¿No reportarían a los medios públicos nuestra repentina desaparición? Los mejores talentos del mundo, desaparecidos. Aquello no podía pasar desapercibido, me negaba a creerlo. ¿Y qué pasaría con... nuestras familias? ¿Acaso mis padres... me echarían de menos? ¿Se darían cuenta de mi ausencia? Mordí mi labio inferior, desviando la mirada hacia el suelo. No, claro que no, Evangeline. Ellos pueden pasarse días, semanas, a veces incluso meses fuera de casa debido a sus respectivos viajes de negocios. No debía hacerme ideas erróneas. Estoy sola en esto, y depende de mí el volver o no a casa. Me levanté de la arena en cuanto fui consciente de la pérdida de tiempo que estaba llevando a cabo, y tomé mi bolso con todos los materiales pertinentes en su interior, manteniendo las precauciones necesarias para no ensuciar nada. Eché un vistazo a mi alrededor, y mi ceño se frunció drásticamente al vislumbrar a aquella cosa, allí, pasmada, observándonos con esa sonrisa inocente que me ponía cada vez más nerviosa. Ella, ella era la culpable de todos nuestros males. Ella era la que nos había traído hasta aquí, hasta esta isla ubicada en quién sabe donde. ¿Profesora, un conejo de felpa que hablaba? ¿Una excursión para reforzar la relación entre la clase? ¿¡De qué demonios estaba hablando!? ¡Yo solo quiero irme a casa! Tuve que contener mi frustración al pasar a su lado, y desvié la mirada en cuanto sentí que aquella coneja me saludaba con su manita, sonriente. No iba a seguirle la corriente a aquel robot, cámara oculta o lo que quiera que fuera eso. Ese bicho estaba siendo manejado por alguien, una cosa así no puede tener vida propia. Y sea quien sea el que estaba detrás de todo esto, debía mantenerme alejada como sea. Habiendo escuchado a medida que avanzaba por la arena los destinos a los que los alumnos tenían intención visitar, decidí alejarme de todo ello, dirigiéndome en dirección contraria hacia donde mis pasos me llevasen. Quizás, con un poco de suerte, fuese la única en escoger ese lugar.
Daniela Vilches. Todo había pasado tan rápido y de un modo bastante extraño, desde la aparición del peluche parlante hasta el vernos en una playa, la verdad no recordaba mucho sobre el como llegamos al lugar, pero no estaría mal investigar un rato los alrededores. Me quedé vagando por la playa, me había quitado los zapatos para sentir la arena entre mis dedos, también para que dicha prensa no terminase llena de la misma, era una sensación extraña, yo nunca había estado en una playa, esto por que el sol no era mi fuerte y no estaba dispuesta a usar un bañador. Dejé de jugar con la arena cuando noté como poco a poco los estudiantes salían a explorar el resto de la isla, quizá yo debería hacer igual, me coloqué los zapatos y emprendí camino en cualquier dirección que no fuese el mar, no importaba el camino a tomar, después de todo, estaba en una isla, tarde o temprano le daría la vuelta y problema resuelto, no podía perderme. Una sonrisa nació en mis labios mientras tarareaba una canción cualquiera, esto sería interesante.
