Yamanashi Minami

Shukusha
[Yuzuki; Takeda; Shinrin; Matsuda]

Shinrin soltó a la informante de Kenzaburo, esta al verse libre levantó de inmediato sus armas, ya acostumbrada a que todas las misiones a las que era enviada por Kenzaburo terminaran de esa forma, él tenía razón, se había vuelto lenta, debía entrenar mas. Después se acercó a Takeda, y le entregó una misiva —Esto venía con el tanto.

Leyó las palabras y se preocupó aun mas, levantó la vista Yuzuki quien nuevamente lo confortaba —Debemos irnos, hay mucho que informar—sus palabras fueron cortas pero certeras; estaba comenzando a asumir, que su alma jamás podría tener un respiro, no mientras los Taira siguieran con vida.

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Yáahl voy a tirar el la lista para ver quien tira el dado de movimiento.

 

Shukusha
[Yuzuki; Takeda; Shinrin; Matsuda]

Akari sonrió —Seré yo la que permanezca a tu lado —mencionó guardando las provisiones y preparándose para partir —Iré con ustedes; necesitarán a todos los médicos posibles.

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Yáahl desarrollo de personaje -o-

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Este post continúa en Shizuoka​

 

Ginko Harutomo

Otra vez pisaba el pueblo donde lo habían envenenado y a cambio aprendió que no se podía confiar en todo el mundo. Además era de por sí un lugar al que le encontraba un aura turbia que lo incomodaba, prefería seguir camino y no detenerse ahí a pasar la noche ...

—He estado aquí antes, mejor sería no detenernos más de lo necesario— mencionó, mientras frenaba a la vera del camino para descender del caballo. Se le notaba el gesto enfermizo y como ya de por sí era pálido se estaba volviendo transparente, el cambio brusco de clima les había caído pésimo —Sin embargo, no llegaremos muy lejos si no atiendo esta enfermedad—

Luego de bajar y dar unos pocos pasos para estirar las piernas, miró hacia arriba como si pensara algo apenas un segundo y suspiró. Sabía lo que tenía que hacer, pero podía elegir el cómo.

—No necesitamos frenar en la clínica para curarnos, hay algo que estuve practicando y creo que ya lo tengo...— se dirigió a los emishi y se presionó su propio punto de presión del estómago, ahora que estaba enfermo y conocía los chakras, podía detectar el lugar correcto para presionar y curar la dolencia. Pero no estaba seguro, así que probó con él mismo por si algo salía mal. Ujihisa tal vez hubiera aconsejado experimentar con los otros y que el que conoce la técnica no corra riesgo, pero ahora él no estaba y la técnica yacía en manos de Ginko, ahora el joven médico era quien decidía. Seguiría haciendo honor al legado de su tío, pero sus conocimientos siempre se acoplarían a sus principios.

Además, a pesar de todo el dilema, había tenido éxito y funcionado a la perfección. Una vez comprobado, curó a Oki y el resto de los emishi y pudieron seguir viaje.

—Salgamos de aquí...— exclamó tras subir al caballo y dar un último vistazo al pueblo desde lejos, pues se encontraban en las afueras.

 

Calles de Minami

Los emishi se impresionaron con la técnica desempeñada por Ginko; la cual superaba todo aquello que Oki conocía; esto era un legado, uno que los Harutomo cargaban al ser médicos que no temían por el conocimiento extranjero, y era por ello que se destacaban. Era una lástima que no sean tan buenos maestros.

Partieron rodeando la ciudad, sin adentrarse en ella, esquivando cualquier contacto con aquellas mujeres.

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El rol continúa en Kamakura​