Shiga Koga

Kaien Sabaku

En el resto del camino me sentí algo pensativo, quizá si podía haber intentado amenazarlo, pero venga, que mi instinto me decía por demás que lo mejor era mantener mis manos lejos de ese hombre, porque la habilidad que había tenido para amenazar a Murai habíaa sido más veloz que los jabalís que cazaba en pleno bosque, por mucho. En cuanto llegamos subí la muralla como si nada, y el otro chico me siguió el ritmo, no me esperaba que fuese tan bueno escalando.

—¿Venenos? Estoy bastante interesado en eso~ —comenté en lo que subía, divisando el lugar.

Al descender tanta gente diciendo padre me hizo sonreír ligeramente. Si a su edad llegaba con tantos hijos no estaría nada mal, ¿eh?~

—Ni que lo digas —respondí a Seinkanji cubriendo mis labios con el dorso de mi mano derecha—. Entrenar no suena mal, aunque me gustaría informarme más sobre los venenos por ahí derecho.

Paseé los orbes por Oshin, solo por dislumbrar la vista más que nada.

 

Koga
[Mura; Seikanji; Kaien]

Kodoku fue el que se acercó —Quieren conocer de venenos ¿Eh?— dijo ante ambos, se veía bastante serio, al parecer iba a comenzar a hablar al respecto pero fue opacado por el grito de Oshin.

—¡Kodachis!— gritó Oshin jaloneando el hombro de Haku mientras señalaba a Seikanji —Por fin alguien que sabe apreciar la velocidad y la mortalidad sobre la fuerza bruta— después desvió la mirada hacia Kaien, encontrándose. Oshin le sonrió —Hace unos inviernos atrás hubiera coqueteado a esos ojos —dijo para después mirar a Haku —Pero ahora estoy comprometida — dio un beso en la mejilla de Haku mientras este observaba fijamente a Kaien.

—Pero hay una soltera —mencionó Hajime con seriedad mientras guardaba la flor que le acababa de regalar su padre —Aki, que seguramente está entrenando junto con Konan en el dojo... ah y Tomoe pero ella...

—Eres un bocón— mencionó Kodoku a su hermano menor mientras le tapaba la boca.

—Hay una herrería— mencionó Haku —Si desean ir los acompañaré

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rapuma Insane

 

Seinkanji Yamagawa

Abrió los ojos por primera vez desde que escaló la muralla de Koga, mantuvo la leve sonrisa en su rostro mientras veía a Oshin, la cual le robó la atención de Kodoku.

—¡Creo que encontré finalmente a alguien que pueda enseñarme unos trucos interesantes con las kodachis! —exclamó con iniciativa, admirando el rostro felino de Oshin y la sonrisa seductora. La retrataría en un futuro cercano y le regalaría el dibujo. No pasó desapercibida la mirada de tensión entre Haku y Kaien, pero Seinkanji, como siempre, decidió desviar el conflicto con más palabras. —Creo que el dojo es un buen lugar para mí. Este filo esperó años para ser reutilizado, podrá esperar un entrenamiento más. —hizo una reverencia hacia Haku. —Si el señor Sabaku va hacia la herbolaría creo que yo iré al dojo. ¡No me vendría mal entrenar un poco! —se masajeó el hombro del brazo que trepó con la soga, estaba adormecido por la fuerza. —¿Vamos? —miró entonces a Oshin, dando a entender que iría con ella y sus kodachis. Había algo lascivo en ella, algo animal. Pero desvió la vista, más por respeto que por otra cosa. Los ojos tiernos del joven Yamagawa, con el brillo inocente grabado en sus orbes, cambió a una mirada dura y misteriosa en el momento en que su mirada se cruzó con la de Oshin.

 

Dojo
[Seikanji]

Oshin guio a Seikanji, separándose de Haku quien se dirigía a la casa de armamento —Entonces... han venido con el maestro Sugita; han de ser bastante especiales si él mismo decidió traerlos, normalmente los reclutas son enviados en caravanas. No viajan personalmente con el maestro—sonrió —Nadie viaja con él; siempre se ocupa de las misiones más peligrosas. Y siempre regresa.

Al llegar al dojo, pudieron ver que en el exterior había dos personas practicando con el arco, apuntando a papeles colgados en un árbol, los papeles ondeaban al viento.

—¡Konan! ¡Cariño! tenemos un nuevo rostro — gritó Oshin hacia el hombre de mirada seria; este volteó y los observó a distancia, como buen arquero, allí los analizó. Oshin se acercó al oído de Seikanji.

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— Ese hombre; no lo subestimes. Fue él quien derrotó al maestro Hattori Obata, de los shinobi de Iga, nuestro mayores rivales por años— se separó de Seikanji para levantar los brazos, llamando la atención de la mujer junto a Konan —¡Aki! ¡Criatura! Ven tú también a conocer al nuevo.

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Tanto Aki como Konan bajaron sus arcos y se acercaron hacia Seikanji, haciendo una leve reverencia.

—Bienvenido—mencionó Aki

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rapuma

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Herbolaria
[Kaien]

Kaien fue guiado por Kodoku hasta la herbolaria; Hajime los siguió discretamente; al llegar allí no había nadie atendiendo —Normalmente mi madre es quien está aquí cuidando del negocio pero seguramente ahora estará ocupada con mi padre — dijo sin ninguna preocupación mientras se dejaba caer en el tatami —El aroma de una herbolaria siempre me trae paz —suspiró para después reír.

—Eres bien raro —mencionó Hajime pisándolo para llegar hasta Kaien, jaló de su kimono para que bajara su mirada hacia él —Yo puedo atenderte, ¿Necesitas usar nuestro materiales?

—Yo tengo mas experiencia que tú, Hajime; si alguien va a atenderlo seré yo —dijo sobando su pecho dónde su hermanito lo había pisado.

Pero un fuerte golpe los hizo reaccionar; algo se había caído entre los estantes. Tanto Hajime como Kodoku desenvainaron sus armas, Kodoku una katana y Hajime una daga. Kodoku miró a Kaien y le indicó que lo siguiera.

Avanzaron hasta los muebles que habían caído, y allí encontraron a una mujer con mirada de culpa, mientras trataba de limpiar todo lo que allí había.

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—Perdón; no quería tirar nada...— Aquella mujer era de estatura baja, un metro cincuenta aproximadamente; no se necesitaba ser hábil para entender que trataba de alcanzar algo de la parte mas alta del estante.

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Seinkanji Yamagawa

—Creo que fue más casualidad que otra cosa; rompimos las normas de mantenernos en el castillo y él nos descubrió en la casa de armamento. Creo que ese pequeño acto de rebeldía, el que justifica más por nuestros propios actos que por mantener el orden, fue lo que le causo atractivo entre nosotros.

Oshin le habló al oído y el joven sintió un cosquilleo difícil de explicar subiendo por su espina dorsal, como si fuera una mano esquelética congelada reptando lentamente por su espalda como una araña. Esa voz le aturdía los sentidos.

Observó a los arqueros, concentrándose primero en el que respondía al nombre de Konan. Sus ojos eran de un color añil, no eran naturales. Parecían los ojos de su loba, Reiko. Le sonrió para luego mirar hacia la mujer de nombre Aki. Le mantuvo la mirada con una ligera curvatura de la comisura de sus labios a modo de sonrisa. También la dibujaría a ella cuando tenga la ocasión.

—Seinkanji Yamagawa. —realizó una reverencia hacia ambos. —Felicidades, señor Konan. Por lo conseguido en Iga. —cerró sus ojos y su sonrisa habitual volvió a su rostro. —Los arcos son letales, me instruyeron en ellos. Pero dudo de tener la pericia que tienen ustedes. —había tirado flechas a dianas inmóviles, nunca a papeles que se movían libremente por el viento; eso era un entrenamiento que él no podría estar a la altura. —Señorita Oshin, ¿le parece bien si entrenamos junto a ellos?

 

Kaien Sabaku

Elevé apenas de manera perceptible las cejas. La chica estaba comprometida y su prometido estaba ahí, mirándome. Levanté las manos a la altura de mi cabeza como si me estuviese apuntando con un arma.

—Vaya, parece que llegué tarde —comenté en una especie de suspiro impostado, escuchando eso de que había una chica soltera pero no comenté nada al respecto.

Pero si me reí ligeramente al ver que uno me tapaba la boca al otro, recordándome por unos instantes a mis hermanos. Les seguí el paso a mis ahora guías, divisando el paisaje de tanto en tanto hasta que separamos en la herbolaria, llegando el aroma a hierbas.

Uno de los chicos me haló el kimono, descendiendo la mirada en lo que le mostraba una sonrisa tranquila, hasta que el otro intervino y ya eran los dos quienes querían prestarme los materiales que aún no iba a utilizar, fue entonces que sentí mis músculos tensarse, siguiéndolos hasta dar con una mujer.

—No te preocupes —hablé ayudándola a organizar lo que había caído al suelo, para después elevar la mirada y estirar apenas la mano.

La observé por el rabillo del ojo. Era realmente baja de estatura.

—¿Querías alcanzar esto? —murmuré entregándoselo.

 

Dojo
[Seikanji]

Ambos escucharon a Seikanji; Konan no parecía reaccionar, demasiado al halago que le dio sobre su actuación den Iga —No debes felicitarme por cumplir con mi obligación.

Aki afirmó ante Konan para después sacar de su carcaj una flecha; la madera era roja, al parecer un sello de ella para distinguir sus propias flechas —Una flecha siempre inicia una guerra —mencionó Aki — Así como también puede definirla.

Oshin bufó por debajo —Ustedes tan dogmáticos siempre—miró hacia Seikanji —Es su manera de darte la bienvenida; son los que menos hablan —sonrió —pero en combate... —se llevó el pulgar a su labio inferior, recorriéndolo lentamente —... realmente dan miedo

Guio a Seikanji al interior del dojo, dejando atrás a ambos arqueros para que retomaran su entrenamiento —Hay algo en los ojos de los arqueros que siempre me estremece de miedo, mas que un guerrero en cólera gritando con su katana; mucho mas que un caballo corriendo hacia mi con su jinete y una lanza —Oshin hablaba con seriedad — Siempre he deseado que si muero por una flecha, sea sin encontrarme con la mirada del arquero... siempre meticulosos y fríos; asesinan con sólo un suspiro.

Miró el dojo y volvió a su personalidad amena —Por eso te traje aquí; el sonido de las flechas me asusta —dijo con sinceridad —¿Entrenamos? — No procuró kodachis de madera, simplemente desenvainó la suya.

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rapuma

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Herbolaria
[Kaien]

Kodoku y Hajime la miraron sin decirle nada, después bajaron la mirada e hicieron una leve reverencia. Mientras tanto, Kaien se acercaba a ella para ayudarla, era lo más lógico, pero Hajime trató de detenerlo sin éxito.

La mujer sonrió mientras tomaba aquel frasco que Kaien había bajado sin ningún esfuerzo; no era lo que quería, aun así afirmó —Muchas gracias —lo miró detallando cada facción de su rostro, como si lo estuviera analizando —Tu rostro... eres nuevo en Koga ¿Cuál es tu nombre?

—Tomoe—mencionó Kodoku acercándose a Kaien —Su nombre es Kaien, es uno de los nuevos reclutas que han venido de Otsu. Mi padre lo ha traído.

—¿En serio? —dijo abriendo los ojos completamente para mirar a Kaien nuevamente —¡Es increíble! Sugita sensei no se toma esa molestia con cualquiera; seguramente ha visto algo especial en ti —se giró ante Kodoku —Entonces él ya está en Koga; me alegro. He querido hablar con él desde hace ya un par de estaciones; pero sus misiones siempre lo tienen muy ocupado ¿Podré hablar con él?

—No lo sé... sabes cómo es

Tomoe miró el frasco que Kaien le entregó —Yo... le traje un regalo; quería dárselo en persona —levantó la mirada a Kaien, cerró los ojos y sonrió.

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Seinkanji Yamagawa

—Qué bonita flecha. —mencionó el joven al ver la madera roja, entreabriendo sus ojos. —¿Puedes regalarme una? —preguntó hacia Aki pero Oshin comenzó a ingresar al dojo por lo cual él también. —Quizá más tarde.

Oyó los pensamientos de Oshin mientras buscaba alguna posición cómoda en el tatami; probó el suelo con ligeros golpecitos con la punta del pie; encontró su sitio.

—Las miradas que están sobre el perímetro mortal de un arco son miradas sinceras. Mucho más que una sonrisa y buenos modales. —recordó a su hermano Saito el cual le había enseñado en el arte de la espada, las kodachis y el arco; era un guerrero, un experto en el arte de la guerra. Su mirada vacía era la única sincera, una mirada que no escapaba a otras ni que tampoco intentaba aparentar algo que no lo era. Simplemente demostraba su verdadera esencia, una fría indiferencia. Seinkanji buscó su kodachi y la hizo girar sobre su muñeca; era un movimiento que había adoptado con el paso del tiempo. —Creo que así estamos igualados, ¿no?

Volvió a pasear su peso entre sus piernas, tanteando el tatami con pequeñas diferencias de peso entre un pie y otro; hasta que sintió el paquete incomodando dentro de su kimono, justo al lado de su corazón. Metió la mano y sacó la kodachi oxidada envuelta. Sonrió levemente al recordar a Kyuzo.

—Estoy entrenando mi mano débil. —mostró la diestra, indicando que era zurdo. —¡La mantendré ocupada con esta kodachi que encontré!

Abrió sus ojos. Los ojos eran duros y siniestros. Fue un segundo, una pequeña fracción de tiempo muy pequeña para poder darse cuenta de que dentro de ese joven existía algo tenebroso que despertaba con cada batalla.

 

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Dojo
[Seikanji]

Oshin sonrió al ver aquella mirada —Bien, demuéstrame que tan fuerte eres —miró el sable oxidado —Espero que eso no me toque, no se ve nada limpio ¿De dónde lo has sacado? —preguntó sonriendo para después recibir el ataque de Seikanji; no logró esquivarlo ni bloquearlo; pero su entrenamiento defensivo a ayudó a evitar daño alguno.



—Eres fuerte pero...—cortó a velocidad junto a las costillas de Seikanji — ... eres todo ataque y nada de defensa —tocó la reciente herida de Seikanji para mostrarle su propia sangre con una sonrisa, para después limpiarla en su propio kimono — Deberías comprar un yoroi si tienes tan poco aprecio por tu vida —soltó una risa aguda.

• Oshin
• Seikanji

• 
  Nivel 4
  PV=90
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  kodachi= +9
  
• 
  Nivel 3
  PV=70
  Fuerza= 13
  Protección= 2
  +3 suerte
  -2 defensa
  

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rapuma

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El rol de Akihito y Junpei proviene de Otsu

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El medio día llegaba a Koga mientras una pequeña caravana esperaba afuera de la gran muralla; tardaron un poco mientras eran investigados y la misiva del guardia que los escoltaba era revisada con minucioso detalle.
Cuando se aceptó el ingreso; dos cuerdas descendieron de la muralla; eran para que ustedes ingresaran a Koga.

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Nekita Hygge No saben escalar, así que tirarán en su siguiente post un dado de 20 caras para saber si caen adecuadamente (deben obtener un dado de 15 o superior para evitar lastimarte)

 

Akihito Shishio

Incluso si no era muy fanático de beber, hacerlo inclusive un poco aquella noche como despedida no le disgustó en lo absoluto. Luego fue el tema de las habitaciones, sabía que era un castillo pero su cabeza no había dimensionado el hecho de que todos iban a tener una habitación propia, o que la habitación en sí fuera realmente acogedora y le permitiera dormir con tanta tranquilidad.

Y aunque le había parecido un poco curioso que Akamatsu no los despidiera, despidió de forma amable agradeciendo por la estadía que habían tenido y a Fureku volvió a asegurarle que procurarían mantenerse bien y a salvo para su tranquilidad antes de partir.

Su viaje fue tranquilo, todo el tiempo se mantuvo mirando hacia el exterior para poder visualizar el camino que estaban recorriendo hasta que llegaron a su destino. Bajó de la carreta y admiró el exterior de Koga, sí, definitivamente no era algo que habría esperado en lo absoluto y tampoco sabía cómo sentirse al respecto cuando vio caer las dos cuerdas al no ser muy fanático de escalar.

—Iniciemos con esto de una vez, Junpei...—Murmuró acercándose a las cuerdas para poder tomarla entre sus manos, mirando una última vez hacia los encargados de escoltarnos—, gracias por traernos.

 

Seinkanji Yamagawa

La sangre se filtró por su kimono, ardiendo un poco al contacto de Oshin. Se miró la sangre sorprendido, pero rápidamente volvió a sonreír, ladeando la cabeza.

—Sé que mi debilidad es la defensa como también sé que mi poder radica en el ataque. —se rascó la nuca. —Por eso siempre intento terminar los duelos en pocos segundos. Te lo demostraré.

Ignoró lo de su kodachi oxidada, mientras menos gente supiera de dónde salió, mejor.

 

Dojo
[Seikanji]

Oshin escuchó y no subestimó a Seikanji, es por ello que esquivó su ataque; no quería salir herida; después trató de contrarestar el ataque pero Seikanji bloqueó sin mostrar esfuerzo alguno.

Volvieron a separarse —Por eso te han traído personalmente a Koga; puedo notarlo ¿Te gustaría ver mi técnica especial?—dijo sonriendo mientras le apuntaba con las kodachis.

• Oshin
• Seikanji

• 
  Nivel 4
  PV=90
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  kodachi= +9
  
• 
  Nivel 3
  PV=70
  Fuerza= 13
  Protección= 2
  +3 suerte
  -2 defensa
  

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rapuma

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Calles de Koga
[Akihito; Junpei]

Akihito subió la muralla demostrando su fuerza y resistencia; bajando hacia Koga con la misma gracia con la que había subido. Allí, un hombre los esperaba.

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​

—Bienvenido; mi nombre es Haku, soy el líder de los shinobi en Koga mientras Murai no esté— mencionó mientras esperaba un poco a ver si alguien mas bajaba por la muralla; posiblemente el otro joven se estaba preparando física y psicológicamente para el ascenso, así que no dio demasiada importante a la tardanza — El señor Akamatsu los ha enviado rápidamente a Koga; él no es una persona de entrenamientos extenuantes pero su juicio ante el talento es innegable; no dudo que si están aquí de manera prematura, es porque así lo vio nuestro señor de Shiga.

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Nekita
Hygge No sabe escalar, así que tirarás en su siguiente post un dado de 20 caras para saber si caes adecuadamente (debes obtener un dado de 15 o superior para evitar lastimarte)

 

Akihito Shishio

Sonrió satisfecho consigo mismo cuando pudo bajar de manera adecuada por esa cuerda, a fin de cuentas, hacer una entrada desastrosa y lastimarse luego de todo el espectáculo que habían hecho no hubiera sido la cosa más adecuada para dar una primera impresión. Al darse cuenta que no estaba solo, reverenció al chico para saludarlo con cortesía.

—Akihito Shishio, un placer conocerlo —Se presentó como primer paso antes de continuar hablando —. Me parece que palabras del señor Sugita tuvieron también un peso en confirmar el cambio de decisión del señor de Shiga sobre nuestros pasos a seguir, apresurando nuestro reencuentro aquí en Koga con los demás. Estamos en sus manos.—Hablaba en plural para incluir a Junpei aunque todavía no se encontrara allí con ellos, luego sonrió con tranquilidad.

No tenía muy claro cuál era el siguiente paso a seguir, ¿anunciarse a Murai aunque probablemente ya supiera que habían llegado? ¿Buscar a los demás? ¿Pasear en Koga? ¿Esperar a Junpei?

 

Seinkanji Yamagawa

Sonrió luego del bloqueo, saltando unos metros hacia atrás. Exteriormente estaba tranquilo, casi disfrutando el entrenamiento, pero por dentro, su fuero interno le quemaba de rabia sin control. Ya había fallado dos ataques que tendrían que haber inclinado el embate a su favor.

—¿Técnica especial? —repitió con sorpresa. —¿Con dos kodachis? —observó las armas de Oshin y su rostro se iluminó. —Señorita Oshin, estoy listo.

Tanteó nuevamente el tatami con la punta de su pie, saltando.

 

Dojo
[Seikanji]

Oshin sonrió ampliamente; le gustaba la actitud de Seikanji; pues estaba acostumbrada a rostros solemnes y voces escasas en Koga; y Seikanji tenía una vida distinta, una sonrisa eterna que parecía estar adosada a él menos en la seriedad del combate.

—Prepárate entonces —Oshin preparó sus kodachis y para sorpresa de Seikanji, desarmó las armas para quedar sólo con el sable, así como Seikanji portaba el que había encontrado en la herrería de Kyuzo —Te presento a Sureddo —mencionó mostrando su kodachi a la derecha "hilo" —Y Hari—mostró la izquierda "aguja" después sujetó con una cadena a Hari, con un gancho que se ajustaba a un orificio que tenía al final del sable. Para después dejarla colgar libremente mientras la balanceaba de un lado al otro; era un técnica parecida a la kusarigama. La lanzó hacia Seikanji pero este logró bloquear el ataque, entendiendo que aquella arma debía traspasarlo; para después ser jalada nuevamente por la cadena hacia Oshin.

Seikanji también atacó pero Oshin también esquivó —Qué divertido ha sido este combate ¿No es cierto? ¿Sei?

• Oshin
• Seikanji

• 
  Nivel 4
  PV=90
  Fuerza= 12
  Protección= 18
  kodachi= +9
  
• 
  Nivel 3
  PV=70
  Fuerza= 13
  Protección= 2
  +3 suerte
  -2 defensa
  

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rapuma

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Calles de Koga
[Akihito; Junpei]

—Tu destino está en tus propias manos —mencionaba Haku mientras le indicaba que lo siguiera —Nosotros sólo te daremos los medios para lograr los tuyos. En Koga, haremos que las habilidades que vienen innatas en ti, sean mejoradas; con ellas no buscamos que enaltezcas nuestro apellido, inclusive si nos traicionas no te juzgaremos por hacerlo. Tu ves por tu bienestar y deseos, la lealtad es una opción, no un requisito —Haku se detuvo en seco —Iba a llevarte con mi padre... pero creo que ha de estar... ocupado — se giró ante él — Así que mejor te preguntaré algo... ¿Cuál es tu objetivo?

Haku era alguien que parecía muy directo; no daba vueltas a los temas ni buscaba confundir con sus palabras; pero a veces, en su escases de verbos, hacía preguntas como esas; preguntas que podían ser tanto amplias como escuetas dependiendo de la persona y la percepción ante tal pregunta.

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Nekita

 

Seinkanji Yamagawa

Bloquear ese ataque le llenó de algo muy parecido a una emoción que su hermano Hanzo constantemente le decía que debía de comprender si es que quería llegar a viejo; sintió una punzada en su estómago, lo que cualquier otra persona normal sería lo equivalente al miedo. El ataque fue muy rápido, incluso difícil de descifrar. Pero en la última instancia Seinkanji lo bloqueó, sintiendo el retumbar del acero en su kodachi, generando una pequeña onda de impacto que se trasladó del filo hacia su muñeca.

—Es una técnica impresionante, señorita Oshin. —hizo una reverencia. —¡Gracias por regalarme este momento!

Sonrió, enfundando sus kodachis al ver que su oponente parecía terminar el combate, sin intención de volver a atacar. Algo parecido a lo que su hermano Saito y él practicaban años atrás. Se tocó la herida en el costado de su cuerpo, ahí donde la kodachi rompió la tela de su kimono y rasgó su piel. Cerró un ojo ante el ardor, pero volvió a sonreír nuevamente.

—Mi hermano siempre dijo que cada cicatriz es un error. Es bueno recordarlos. Aunque este kimono me gustaba mucho, parece que tendré que conseguir otro. —y entonces tuvo una idea; abrió sus ojos y sonrió mostrando sus dientes. —Tengo un regalo para usted, señorita Oshin. Por haberme regalado su técnica más fuerte. —se sentó en el suelo, juntando sus pies. Metió la mano en el interior de sus ropas y extrajo un papel y tinta. Comenzó a trazar unos movimientos muy rápidos en el papel, su cara de concentración total, no sonreía. Estuvo así unos cuatro o cinco minutos, los suficientes para que el rostro de Seinkanji vuelva a iluminarse con su eterna sonrisa inocente y reincorporarse.

—Un regalo por otro, me parece justo. —le entregó el dibujo; era un simple boceto del rostro de Oshin, captando especial atención en su mirada felina y la sonrisa seductora. Aunque era un boceto simple los trazos eran perfectos, captando la esencia del rostro de la mujer en cinco minutos de dibujo rápido. —Prometo hacer otro con mas empeño, solo cuando esté listo para aprender esa técnica. —le sonrió por última vez y caminó hacia la puerta del dojo. —Creo que ahora iré a la herrería. Si quiero ser mejor que usted tengo que poder empuñar otra kodachi en condiciones. —hizo referencia a su filo oxidado, uno que tendría que volver a encontrar su brillo y filo a manos de un experto.

 

Akihito Shishio
Calles de Koga

Miró por última vez hacia lo más alto de la muralla antes de iniciar a seguir a Haku y casi por instinto asintió cuando lo escuchó a hablar de nuevo, aunque de pronto sintiera una gran incomodidad en su brazo izquierdo que lo llevaba a sentir totalmente lo opuesto a lo que decía, pero entendía el concepto, lo aceptaba.

Eso era más sencillo a tratar de procesar todos esos nuevos conceptos que no estaba acostumbrado a oír en realidad, haciendo que se le escapara una risa de solo imaginar cómo su padre reaccionaría si estuviera allí escuchando.

—Entiendo... —Habló en voz baja mientras con su diestra cubría sus labios para que no se viera la sonrisa divertida en su rostro, por alguna razón sentía que podía ser irrespetuoso por la forma seria en la que le estaba hablando y con la risa que se le había escapado era suficiente —, eso solo hace que sea algo más interesante estar aquí, aunque no dudo que vaya a ser algo más duro de lo que puedo imaginar para que eso se logre. —Ya se lo había advertido Fureku las veces suficientes como para que se tomara más en serio eso de cuidarse.

"¿Cuál es tu objetivo?"

Lo miró sorprendido, de todo lo que le pudo haber preguntado había escogido lo único de lo cual no estaba muy seguro en realidad, porque a como se había estado moviendo no iba en lo absoluto con lo que le emocionaba aprender. No estropear su esfuerzo, no dejar mal su apellido o hacer lo que fuera que le ordenara el señor Akamatsu no eran respuestas válidas en realidad.

—No esperaba una pregunta así —Confesó llevando sus manos tras su espalda soltando un suspiro, su hilo de pensamiento se había sentido eterno y luego, miró hacia el cielo para poder empezar a hablar—, aprender...quiero aprender muchas cosas para poder pisar firme y avanzar seguro con mis decisiones, no es algo que había contemplado antes si soy honesto —Volvió a mirarlo esta vez con una sonrisa más tranquila, era más de seguir indicaciones aunque tampoco era como si fuera a saltar de un precipicio si así se lo decían—. De allí será ver a donde llego...supongo...pero, se que será bueno.

 

Kaien Sabaku

En un momento estuve por presentarme pero los chicos se adelantaron, así que guardé silencio mientras paseaba la mirada por el espacio, regresando al final a las facciones femeninas. Parecía dudosa.

—Si quieres puedo dárselo —me ofrecí con una sonrisa ligera—, es decir, las demás como tú no deberían guardar algo que quieren obsequiar.

Un poco si deseaba aumentar mis habilidades en venenos, pero no podía dejar a la chica ahí cuando quería regalarle algo al hombre.

—Ah, y por cierto chicos, también necesito entrenar~

No estaba de paseo, aunque me tomaba mis libertades.

 

Dojo
[Seikanji]

Oshin esperó paciente al regalo que iba a darle Seikanji, y cuando lo recibió sus ojos quedaron maravillados —¡Soy yo! —dijo emocionada —¡Muchas gracias! — mencionaba sin separar la mirada del papel —Tienes muchas habilidades Sei, no dejas de sorprenderme; en cuanto a la técnica, te la puedo mostrar las veces que quieras, sé que la aprenderás sin muchas dificultades porque tienes ese talento innato —seguía sin despegar los ojos del dibujo —Saluda a Hoshi de mi parte. Dile que en un par de días le pago lo que le debo.

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Casa de armamento
[Seikanji]

Seikanji avanzó por Koga hasta llegar a dónde podía sentir el calor de la fragua; al entrar allí, Seikanji veía algo atípico en una casa de armamento, y por unos momentos dudó que estuviera en una. Un hombre mayor lo veía con mirada calma mientras leía un rollo; y frente a él había mucho más documentos que armas.

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—Eres de los nuevos reclutas ¿No es así?— mencionó el anciano mientras volvía a enrollar el documento para prestarle completa atención a Seikanji.

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rapuma

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Calles de Koga
[Akihito; Junpei; Haku]

Haku lo observó en silencio por unos momentos, como si con su mirada estuviera leyendo sus pensamientos —Supones... crees... —ladeó ligeramente la cabeza —La razón por la que no lo habías contemplado tu objetivo es debido a que nunca has podido tomar tus propias decisiones. Aquí aprenderás a deslindarte de tu deber ser, así poder entender tus deseos, y moverte conforme a ellos. Aquí no buscamos que hagas todo a la perfección y acates nuestras reglas; eso limita tu creatividad e ingenio, aquí te enseñamos a crecer y no tener miedo —tomó entre sus manos una hoja que caía — No eres la hoja que se mueve con el viento; tú eres el viento, tú decides a dónde va a caer la hoja. Ese es tu poder, nadie limita al viento.

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Nekita

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Herbolaria
[Kaien]

Tomoe negó —No es algo que tenga ahora conmigo; es algo que traje pero está oculto.

—¿Debo preocuparme por lo que has hecho? —preguntó Kodoku

Tomoe volvió a negar —Es algo bueno, es algo útil; aunque... —su semblante se volvió de tristeza —... Lo traje porque me confié y me descubrió; pero no hacía ruido, sus habilidades superaron las mías y las de las chicas.

—No entiendo, Tomoe; por favor explícate de una buena vez— decía Kodoku algo desesperado.

—Kaien quiere entrenar —sonrió —Entrenen y después del entrenamiento les muestro.

Hajime soltó una pequeña risa mientras Kodoku negaba resignado.

—Salgamos entonces...

Así, todos salieron de la herbolaria; Tomoe y Hajime se sentaron mientras Kodoku estiraba un poco —Aquí en Koga practicamos con los filos; nada de sayas, nada de espadas de madera ¿Estás preparado? —le sonrió con seguridad.

Contenido oculto

Insane