Long-fic El viaje de Rosa

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por George Asai, 31 Enero 2014.

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  1.  
    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
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    Dicho y hecho, me he leído completa la historia. Señalaré primero dos cosas relativamente recurrentes.

    Primero, cuando hablas de "tener un HAZ bajo la manga", debes saber que la expresión viene del póker, donde eso, a pesar de ser trampa, te traía la victoria siempre y cuando tuvieras más... pero se escribe "tener un AS bajo la manga". Por favor pon atención y no cometas ese error de nuevo :)

    Lo segundo es más un consejo. He visto que escribes "orbes" haciendo referencia a los ojos. De partida a mi me pareció un poco raro la primera vez y me costó medio segundo entender. En sí no molesta, de hecho se agradece no usar siempre los mismos términos, pero el problema es que volviste a usarlo muchas veces, lo que no cansa tanto con una palabra común, termina siendo un cliché con una palabra que no se ocupa de manera habitual. Para enriquecer el texto, busca usando verbos y adjetivos distintos que siempre se agradecen, pero los sustantivos deja los comunes la mayor parte del tiempo y utiliza sinónimos para repetir o de otro modo se vuelve un tanto cliché. Repito nuevamente, esto en mi opinión.

    Fuera de eso, estoy intrigado por saber hasta dónde llegará Rosa. Espero que la aventura siga pronto, porque va tomando buen curso.

    Me gustaría saber más sobre estos malvados y también sobre Liza... ¿Qué hizo durante dos años como entrenadora y por qué solamente lleva consigo dos pokémon?

    Hasta la próxima, estaré atento!
     
  2.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    El viaje de Rosa
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    Les tengo un capítulo corto, de vez en cuando habrán interludios como éste =)

    Espero les guste.



    Capítulo 9.5: Violencia extrema



    La noche en ciudad Luminalia no podía ser más brillante, todos los edificios parecían tener vida propia y los transeúntes no se detenían a pesar de la hora. No por algo muchos consideraban a esa gran metrópolis como la capital de Kalos, sus enormes tiendas y hoteles lujosos hacían del lugar un sitio inolvidable.


    Por desgracia, no todas las personas convivían armónicamente con los pokémon, como toda gran urbe también contaba con una enorme red de crimen organizado y negocios clandestinos que manchaban la credibilidad del pueblo. El más conocido era la fábrica de pokémon, un sitio terrible donde creaban drogas que aumentaban la fuerza de las criaturas sin necesidad de entrenamiento.


    A primera vista podría parecer un invento revolucionario, después de todo el objetivo de cualquier entrenador era mejorar las capacidades de sus pokémon para ganar batallas y ligas regionales. No obstante, estas drogas dañaban los organismos de las criaturas y provocaban una agresividad parecida a la rabia que terminaba por matar a los especímenes en menos de tres meses.


    La fábrica estaba repleta de científicos y centinelas que patrullaban las instalaciones acompañados por un Mightyena. La ubicación de la misma yacía en las afueras de la ciudad y cubría su fachada como un taller mecánico en bancarrota, por ende ningún ciudadano se acercaba. O al menos eso creyeron, a pocos metros del lugar yacían Handsome y Rance, ambos se mantenían a una distancia segura del objetivo, probablemente unos ochocientos metros.


    —Los miembros de la policía internacional han encontrado este laboratorio clandestino, operan de una forma tan descarada que me hace sospechar de los recientes ataques a ciudadanos inocentes. —Handsome arqueó su ceja un poco, había Skitty encerrado en esa falta de precaución para ocultar su laboratorio, de hecho eran una organización bastante sólida y con recursos económicos para costear agentes de encubrimiento y nexos con la política de ciudad Luminalia.


    —¿Ahora todo criminal estúpido es un sospechoso? —preguntó Rance con fastidio, al chico no le gustaba para nada ser un perro de ataque. Su ceja izquierda se arqueó ligeramente cuando vio a un centinela merodear por el patio del edificio, de inmediato volvió a esconderse detrás de unos arbustos para no ser detectado junto al detective.


    —Es que no es normal, en mi carrera he aprendido cómo funcionan los negocios negros y puedo decir con toda razón que este comportamiento es poco ortodoxo, ¿acaso ellos quieren ser descubiertos y atacados por las autoridades?, no se me ocurre otra idea para semejante estupidez.


    —En fin, ¿cuál es el plan? —Rance decidió seguir adelante con la conversación, el hecho de estar colaborando con una autoridad era suficiente para quitarle su buen humor. Su comportamiento con Handsome era totalmente distinto al que tenía con Rosa y Liza.


    —Prueba tus habilidades y ataca directamente a la base, ellos se distraerán contigo, mientras haces eso yo reuniré a los demás policías para cercar la zona y arrestarlos uno por uno. —A primera vista el plan del detective sonaba suicida, ¿quién en su sano juicio atacaba de frente una base llena de criminales?, se necesitarían al menos cincuenta agentes para catear el lugar entero y otros veinte de respaldo por si los maleantes traían pokémon escondidos dentro del edificio.


    —Supongo que soy tu perro de ataque, está bien, voy a ponerme las pilas y atacar ahora, ¿hay algo qué quieras decirme antes? —preguntó Rance muy despreocupado.


    —No, haz lo tuyo.


    Rance no dijo nada más, el muchacho caminó tranquilamente hacia la base de los traficantes con las manos en sus bolsillos. Su gabardina negra y sombrero del mismo color le daban un aspecto intimidante, en su cinturón yacían seis bolas lujo bien enganchadas, además cada una contaba con un pequeño dragón bordado en oro.


    —¡Oye!, este no es lugar para un payaso como tú. —Uno de los guardias vio a Rance y de inmediato se acercó a él junto a un Mightyena.


    —¿Yo?, ¿payaso?, muy bien, ¡que comience la fiesta!, Haxorus, ¡yo te elijo! —Y sin previo aviso Rance liberó a uno de sus pokémon más poderosos, el imponente dragón cubierto de una armadura negra parecía invisible bajo la noche oscura. El guardia se congeló del miedo, ver a un Haxorus de diferente color era raro incluso para alguien de su calaña.


    —¡Mightyena utiliza mordisco! —El perro negro se lanzó tontamente contra Haxorus, a pesar de ser rápido sus movimientos ni siquiera se comparaban con los del dragón.


    ¿Cómo podía ser tan rápido teniendo ese tamaño y peso?


    —Usa demolición —comandó Rance, de inmediato Haxorus derrotó a su oponente con un solo golpe, el guardia quedó petrificado del terror, Rance sonrió amargamente mientras pasaba de él sin decirle nada.


    —¡Espera!, ¡centinelas, nos están atacando! —El criminal derrotado alertó a sus compañeros mediante la radio, de inmediato estos se formaron frente a la puerta del edificio y encararon a Rance con distintos pokémon. El muchacho apreció varias especies: Mightyena, Golbat, Tentacruel y muchas más, sin embargo no detuvo su marcha.


    —¡Alto!, si sabes lo que te conviene no te acerques más. —Uno de los centinelas temblaba de miedo, aunque superaban en número a su adversario no se sentía para nada seguro. Rance volvió a sonreír, Haxorus soltó un rugido estremecedor que dejó a los criminales sin aliento —. ¡Te lo advertimos!, ¡es hora de atacar! —Los centinelas ordenaron a sus pokémon lanzar sus mejores golpes al mismo tiempo, sin embargo Rance continuaba caminando hacia la entrada.


    —Haxorus, usa protección. —Los ataques resultaron inútiles, ninguno pudo destruir la barrera que apareció frente a Haxorus —. Danza dragón. —El cuerpo del pokémon negro se rodeó de un aura roja, sus estadísticas de velocidad y ataque físico incrementaron considerablemente. Para este punto muchos guardias habían regresado al edificio para reforzar la entrada y tener ventaja del terreno.


    —¿Qué hacemos nosotros? —Había desconcierto en las filas del los traficantes, ellos no sabían si contener a Rance en el patio o volver a la entrada para combatir en un espacio más cerrado.


    —¿Qué pasa?, ¿no iban a detenernos? —Rance se veía muy confiado, todo salía de acuerdo al plan, la intimidación psicológica estaba dando frutos —. Es hora de terminar con esto, ¡Haxorus, usa enfado! —El ataque más poderoso del dragón blindado finalmente llegó, los centinelas decidieron regresar a la entrada para emboscar a Haxorus, sin embargo tal acción resultó imposible.


    Lo que pasó después fue aterrador, enfado consistía en llevar al máximo la capacidad física del pokémon bajo una ira incontrolable, además el incremento de estadísticas que Haxorus tuvo lo volvió todavía más poderoso. Un Golbat trató de detenerlo con viento cortante, sin embargo el dragón lo tomó de las alas antes de que éste empezara a realizar el ataque, en seguida lo lanzó contra otro Golbat que amenazaba con usar su rayo confuso.


    Los pokémon de los maleantes fueron literalmente masacrados, un dragón bajo los efectos de enfado no respetaba reglas ni lineamientos, incluso el mismo Rance mantuvo la distancia para no verse afectado por la ira de Haxorus. El pánico dentro de la base no tenía igual, algunos prefirieron escapar del lugar o refugiarse en las habitaciones blindadas.


    —¡Ayuda!, ¡alguien ayúdenos! —exclamaron al unísono, Rance veía como su compañero destrozaba las alas de los Golbat, rompía las quijadas de los Mightyena, golpeaba sin piedad a los Tentacruel y de paso atacaba a los maleantes que corrían cerca de él.


    La base de traficantes entró en caos, algunos ya ni siquiera hacían el intento de pelear contra Haxorus, resultaba inútil parar a un pokémon dragón bosteado en sus estadísticas principales. Transcurrieron tres minutos de intensa furia, en ese tiempo Haxorus destruyó la sala principal, derrotó a los treinta valientes pokémon que intentaron hacerle frente y finalmente cayó de rodillas víctima de la confusión.


    —Buen trabajo, ahora regresa. —Rance devolvió a su dragón a la pokébola, alrededor suyo vio como los pokémon enemigos yacían tirados en el piso, sus entrenadores no tuvieron la decencia de quedarse con ellos en los momentos difíciles, muchos escaparon dejando a sus camaradas a su suerte. Todo había terminó en un abrir y cerrar de ojos.


    —Los has derrotado a todos, incluso a mí. —El líder de la organización pequeña salió de una habitación blindada, sus ropas estaban destrozadas y el semblante que cargaba parecía el de un niño asustado —. No pudimos hacer nada, mandamos a nuestros pokémon contra ti, pero fueron aniquilados por completo, ¿quién demonios eres?, ¿por qué nos has atacado? —El criminal decidió sentarse sobre un escombro de la sala principal, Rance se cruzó de brazos mientras preparaba otra pokébola por si el traficante intentaba algo.


    —No te incumbe saber quién soy, hice el trabajo que me encomendaron nada más. Aparte, los bastardos que usan a los pokémon para generar dinero sin importarles sus sentimientos son escoria.


    —Oh, tenemos a un héroe por aquí —comentó sarcásticamente —. Reconozco que he usado métodos poco limpios para lograr mis objetivos, pero así es este mundo, los débiles mueren o son aniquilados como tú lo has hecho con nosotros. La violencia siempre es el medio para triunfar en la vida, los pokémon poderosos ganan torneos, son reconocidos a nivel mundial y obtienen privilegios que sus contrapartes salvajes jamás tendrán.


    —¡Cállate!, eso no es verdad, la violencia nunca es la respuesta a los problemas, si los humanos y pokémon trabajan juntos pueden lograr increíbles hazañas y…


    —¿Trabajar juntos?, ¿armonía?, ¡no me hagas reír! —interrumpió el criminal —. Eres un maldito hipócrita, mira lo que has hecho. —Rance observó de nuevo al edificio, los pobres pokémon que recuperaron la consciencia se estaban arrastrando miserablemente, algunos quizá ya no podrán volver a luchar, otros podrían tener complicaciones en su vida diaria.


    —Ustedes tomaron la decisión de crear drogas para los pokémon y venderlas en el mercado negro, tenía que detenerlos. —La voz de Rance empezaba a flaquear, su ferviente determinación poco a poco se iba apagando con los argumentos del criminal.


    —¿Y eso qué?, nosotros somos seres similares, ambos usamos nuestra fuerza para aplacar a los débiles, por más que lo niegues y te aferres a la justicia jamás podrás negar la realidad.


    —No es cierto, mientes, definitivamente no puedes tener la razón, esa no es la respuesta que he estado buscando. ¡Yo soy un maestro dragón!, mi clan me entrenó para ser un defensor de los entrenadores y los pokémon por igual. ¡No puedo estar equivocado!, ¡yo soy el bueno! —Rance perdió la calma, sus ojos amenazaban con llenarse de lágrimas, sin embargo resistió para no verse débil ante su antagonista.


    —¿Bien?, ¿mal?, nada de eso importa al final, el objetivo es irrelevante a la hora de usar tus medios. ¿A cuántos pokémon has herido?, ¿cuántos entrenadores han abandonado sus carreras por culpa de tu arrogancia?, muchos de los secuaces que tenía eran entrenadores fracasados que no pudieron triunfar en las ligas regionales y necesitaban dinero por X razón.


    —Hacerle daño a los inocentes fue su error, yo solo apliqué la justicia, si fracasaron no fue culpa mía. —Rance se dio la vuelta y dejó al criminal riéndose como un idiota, Handsome entró al edificio acompañado de siete policías. Al final ninguno tuvo que hacer nada, fue el joven de cabellos blancos quien acabó con todos los centinelas.


    —¡No eres ningún héroe! —exclamó el traficante a la distancia, Rance ignoró las felicitaciones de la policía internacional y se acomodó sobre un banco de madera que yacía a las afueras del edificio. Posteriormente miró hacia ambos lados, nadie venía.


    “¿Cuál es la respuesta?” pensó para sí mismo, en su mente los rostros de Rosa y Mana pasaron por su mente. Ambas chicas eran las dos caras de la misma moneda: Mana veía solo el lado negativo de las cosas porque había vivido dificultades trágicas, Rosa por su parte apenas iniciaba su viaje y cargaba consigo muchos sueños e ilusiones.

    ¿Era la violencia la única manera de salvar a los demás?


    ¿Realmente el fin justificaba los medios?


    —Ya no sé qué pensar, quizá Mana tenía razón, pero ver la sonrisa de Rosa cuando la conocí en el establo me hizo recuperar la esperanza. Todavía no es tiempo de encontrar mi resolución —susurró Rance, segundos más tarde elevó su mirada hacia el cielo estrellado —. Oh, la luna se ve hermosa esta noche.


    *Fin del capítulo 9.5*


    Espero les haya gustado, dejaré unas preguntas para no perder la costumbre hahaha.

    ¿Qué te pareció el capítulo de hoy?
    ¿Cuál fue tu escena favorita?


    En el siguiente capítulo se viene la batalla de gimnasio =), por cierto, el incidente del "invierno veraniego" se relata en el two-shot que escribí como precuela para este fic con Rance como protagonista

    Two-Shot - Fanfic - Poder congelado

    Acá el link por si todavía no lo han leído :3

    Ahora si gracias por su atención <333 dejen comentarios moe :3
     
    Última edición: 25 Mayo 2015
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    Lionflute

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    Aries
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    En general me gusta, porque el tema que planteas sobre la línea entre el bien y el mal es interesante y ha sido tratada en varias series y libros, pero es algo que siempre puede renovarse. Por otro lado en ese mismo lugar me faltó fuerza, faltó tensión... El narrador hace un buen trabajo, pero me faltó saber en qué pensaba Rance, cómo le afectaba lo que le decía. Quizás le faltó tiempo a esa escena, pero de todos modos fue mi favorita, pues es el clímax... Por lo mismo merece una atención especial.

    Creo que con eso respondí las preguntas :) Saludos! Espero ver la batalla de gimnasio :D
     
  4.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Les tengo un nuevo capítulo de Rosita < :33 espero les guste y dejen sus comentarios acá abajo.



    Capítulo 10: ¡Estrategia inesperada!




    Rosa y Liza llegaron al gimnasio Pokémon de Ciudad Relieve, la vista del inmueble las dejó maravilladas, en lugar de una recepción vieron un enorme muro repleto de piedras salientes. De igual forma, notaron un pequeño ascensor a lado derecho.


    —¿Qué es esto? —cuestionó Rosa, sus ojos se posaron sobre el imponente muro que yacía frente a ella, Liza notó un letrero a lado de la placa del gimnasio y éste decía lo siguiente: “Solo aquellos entrenadores dispuestos a superar sus metas pueden subir esta colina, de lo contrario te recomiendo el ascensor”


    —Creo que es una especie de reto, ¿lo tomarás, Rosa?


    —Uh, nunca he sido muy atlética. —Rosa sintió un ligero cosquilleo en el estómago, una parte de ella deseaba tomar el camino fácil y evitar todas las dificultades del camino. Sin embargo, de hacerlo su viaje no habría valido la pena, ella llegó al gimnasio con la intención de mejorarse a sí misma como persona y entrenadora. ¿Una salida fácil?, ¡menudo fraude!


    Rosa volvió a colocar su mirada en el muro inalcanzable, si éste pudiese hablar seguramente diría: “¡No te acobardes ahora!”, la chica también pensó en Rance, si él estuviese ahí seguramente escalaría la montaña sin lugar a dudas. Los recuerdos de su vida en la granja también regresaron, si bien no odiaba cuidar a los pokémon ella sentía que su vida merecía más, estaba destinada a realizar cosas grandes.


    Un sueño, un objetivo, algo porque luchar…


    Quiero convertirme en la mejor entrenadora de Kalos”, las palabras que dijo cuando era niña seguían presentes en lo más profundo de su corazón. Eevee ágilmente subió hasta sus brazos, de inmediato su eterna compañera le guiñó el ojo. Ella también estaba decidida, ambas iniciaron el viaje juntas, por ello enfrentarán cualquier reto que se les presente. Apenas contaban con una medalla, su viaje apenas iniciaba y una simple muralla no iba a detenerlas.


    —¡Lo haré! —exclamó Rosa, con determinación la chica se dispuso a guardar a Eevee, sin embargo ésta se negó —. ¿Eh?, ¿quieres subir la montaña conmigo?


    Su pokémon asintió levemente, de inmediato las dos empezaron a subir la primera parte del muro, Liza por otro lado sonrió, ella sintió el espíritu de Rosa rebosando con gran emoción.


    —Las veré arriba, ¡mucha suerte! —Liza se dirigió al ascensor, con la esperanza de ver a su amiga conquistar ese muro que parecía indomable.


    El camino fue difícil desde un principio, Rosa sentía como sus brazos y piernas lloraban de dolor, escalar sin ningún tipo de seguridad era complicado, más por el factor psicológico de la caída misma. El gimnasio no obligaba a ningún entrenador a realizar ese reto tan complicado, no obstante, escalar un muro era una analogía perfecta para la vida misma.


    Todas las personas tienen miedo de caer y fallar sus objetivos, más cuando han llegado lejos, después de todo, cuanto más lejos llegan peor es la caída. Solo aquellos que realmente perseveran logran conseguir sus objetivos y llegar a la tan ansiada cima. Rosa realmente creía en dicha premisa, cada roca que escalaba era un paso menos para llegar.


    Pero su pobre constitución atlética resultó ser más problemática de lo que aparentaba, tras subir unos cuantos pasos ella sintió un pinchazo en su hombro derecho. Ella no estaba acostumbrada a realizar esfuerzos tan grandes, Eevee de inmediato notó eso y se acercó a su entrenadora para ver su condición.


    —No te preocupes, puedo continuar —mintió, Rosa realmente no estaba hecha para el esfuerzo atlético, como toda su vida se la pasó pastoreando Tauros y vigilando ganando nunca tuvo el tiempo de entrenarse adecuadamente. Sostenerse le resultaba muy difícil, cada paso que daba era un llanto ahogado que estaba guardando para el final.


    De repente su visión se tornó borrosa, la chica se dio la vuelta levemente para ver cuánto había escalado, grande fue su sorpresa cuando apenas podía notar el piso. Había avanzado con tantas ganas que subió en total cuatro metros, faltaban otros seis para llegar a la meta.


    —No puedo rendirme ahora. —Rosa siguió escalando, su respiración volvió a tornarse irregular, jadeaba constantemente en busca de aire. Por suerte al llegar al quinto metro encontró una superficie plana para descansar —. Ah, por fin… Un descanso.


    —¿Eevee? —La pequeña zorrita se acomodó junto a Rosa, la chica terminó recargándose para recuperar el aliento.


    —Ya estamos a medio camino, seré sincera, no sé cuanto voy a resistir. Pero en cierto modo me siento feliz, jamás creí que podría escalar esta distancia cuando estábamos en la granja, ¿lo recuerdas?


    Su pokémon asintió suavemente, a pesar de tener poco tiempo viajando Rosa y Eevee tenían ya experiencias inolvidables.


    Con bríos renovados las dos retomaron su camino hacia la cima del muro, por un momento avanzaron a buen ritmo, el cuerpo de Rosa se fue acostumbrando a la secuencia de subir las piernas y luego las manos. Era un ciclo que parecía interminable, no obstante, haber coordinado esos dos movimientos facilitó considerablemente su andar por las duras piedras.


    Seis metros, siete metros, ocho metros... ¡Nueve metros!, la distancia era cada vez menor, su determinación no flaqueó, a pesar de tener las piernas desgastadas y los brazos a punto de ceder Rosa no paró. La meta estaba tan cerca que resultaba imposible rendirse ahora.


    —¡Ah! —exclamó, Eevee de inmediato giró su cabeza hacia su entrenadora, Rosa no se veía bien, demasiado esfuerzo físico provocó que le diese un pinchazo en la cabeza, la pobre chica sintió unas dolorosas pulsaciones en su frente producto del esfuerzo físico realizado —. Uh, creo que me voy a desmayar. —Sus manos dejaron de sujetarse por unos instantes, Eevee no sabía qué hacer, de inmediato soltó un ataque de eco voz para reanimar a Rosa, ésta rápidamente volvió a sujetarse antes de caer.


    —¡Eso ha estado cerca!, muchas gracias, Eevee. —El molesto ruido evitó que Rosa se durmiera, por ende logró agarrarse justo a tiempo —. Me salvaste de una buena caída, definitivamente somos el equipo perfecto —comentó con entusiasmo, Eevee sabía muy bien que su entrenadora se estaba excediendo, sus esfuerzos casi sobrehumanos se veían reflejados en su semblante.


    Finalmente llegaron a la cima, tardaron dos horas y media en subir, lo primero que Rosa vio fue un enorme campo de batalla rodeado de gradas y otra pared grande, en medio de ese campo rocoso yacía Lino, el líder de Gimnasio.


    —Felicitaciones por llegar hasta aquí, no cualquier entrenador logra subir esa pared. Fuiste muy valiente y decidida al aceptar el reto, puedo ver en ti una gran determinación. —Rosa observó bien a Lino, el chico poseía un físico envidiable, su piel morena resaltaba los músculos que consiguió gracias al arduo entrenamiento entre las rocas. No obstante, lo que más le impresionó fue la certeza de su mirada, sus ojos estaban llenos de firmeza, carentes de dudas o preocupaciones.


    Sí, definitivamente no había ningún error…


    Lino en verdad era un líder de gimnasio.


    —Por supuesto, yo soy Rosa de Pueblo Boceto, he venido aquí a desafiarte para ganar mi segunda medalla —argumentó Rosa, su voz apenas se escuchaba por los jadeos y respiraciones pesadas que realizaba.


    —De acuerdo, es bueno saber el número de medallas que tienes, así podré ajustar el nivel de dificultad para ti. No hay nada más que decir, las reglas son iguales a las del gimnasio que venciste, usaremos dos pokémon cada uno ¿tienes alguna duda? —cuestionó Lino.


    —No, ¡empecemos de una vez!


    —¡Rosa, tú puedes ganar! —Liza yacía sentada en las gradas, ella no se aburrió y como buena confidente esperó a Rosa hasta el final, la chica no paraba de sonreír y alentarla.


    —Que así sea…


    *Batalla de gimnasio: Entrenadora Rosa vs Líder Lino*


    Un juez del gimnasio se colocó en medio de ambos contendientes, posteriormente los dos liberaron a su primer pokémon.


    —¡Onix, yo te elijo! —Lino eligió a Onix, un pokémon de tipo roca que medía ocho metros de largo, Rosa se estremeció un poco al ver el tamaño de su oponente, nunca antes había enfrentado a un pokémon de tan amplias dimensiones.


    —¡Pidgey, sal ahora! —Un movimiento inesperado, Lino arqueó su ceja ligeramente cuando vio al pequeño pajarito de pocos centímetros pararse en el campo de batalla junto a su serpiente gigante. Liza también se sorprendió por esa jugada tan arriesgada, ¿quién en su sano juicio mandaba a un Pidgey contra un Onix?


    —¿Qué estará pensando?, Pidgey no tiene oportunidad de ganar. —Liza trató de analizar la estrategia de Rosa, ¿por qué mandar a un pokémon tan débil contra Onix?


    —Onix, termina el combate con tumba rocas. —Onix golpeó el suelo, al hacerlo varios trozos de roca salieron disparados contra Pidgey, éste sin embargo voló en zigzag para evadir el ataque hábilmente, Rosa sonrió un poco ante esa demostración de velocidad.


    —Excelente, ¡utiliza ataque de arena! —El plan comenzó, Pidgey no podía competir al mismo nivel que Onix, era una verdad irrefutable que nunca se podrá negar, aún así su velocidad superaba por mucho a la del gigante y esa mínima ventaja fue bien aprovechada por Rosa. El pajarito roció de arena los ojos del coloso, Onix trató de defenderse con un coletazo pero le fue imposible atinarle a un blanco tan pequeño.


    —Ese es tu plan…—Lino comprendió de inmediato lo que Rosa deseaba hacer, por ende pensó una manera de contraatacar—. Onix, utiliza excavar. —La serpiente de rocas se metió bajo la tierra, Pidgey voló más alto para no ser víctima de un ataque sorpresa.


    —Justo como pensé, Pidgey, usa tornado para ocultarte entre la arena. —Las alitas del pokémon se movieron a gran velocidad, de inmediato un tornado de arena apareció en el campo de batalla. Cuando Onix salió de su escondite no pudo ver nada, si bien la tormenta de arena improvisada no le hacía daño tampoco le beneficiaba en nada.


    Pidgey voló discretamente hacia Onix, en seguida volvió a rociar sus ojos de arena, este movimiento provocó que la serpiente diese coletazos por todos lados sin acertar a ningún objetivo. Poco a poco su visibilidad se iba perdiendo, tras varios segundos la tormenta terminó y Onix había perdido casi toda su precisión.


    —Pidgey, regresa. —Rosa devolvió a su pokémon, luego liberó a Pancham —. Todo va de acuerdo al plan. —Las reglas indicaban que un líder de gimnasio no podía cambiar de pokémon, por ende Lino se veía incapaz de restaurar las estadísticas de Onix.


    —Eres una contendiente interesante, ¡pero un poco de arena no nos vencerá!, ¡Onix, utiliza terremoto! —Un movimiento de alto nivel, terremoto consistía en mover la tierra con gran fuerza para desestabilizar al oponente y dañarlo considerablemente.


    —Pancham, ¡usa corpulencia para resistir! —Rosa decidió arriesgarlo todo, si el pandita perdía sus posibilidades de victoria terminarían en la basura, no obstante, su compañero resistió la fuerza del terremoto, de inmediato su cuerpo bosteado en ataque y defensa física se alistó para el contraataque final —. ¡Golpe de karate! —La siguiente escena fue surrealista, el pequeño pokémon golpeó al gigante de piedra y lo lanzó tres metros sobre el aire.


    —¡Onix, no! —La ventaja de tipo y el incremento de estadísticas fueron suficientes para noquear a Onix de un solo golpe. Lino devolvió a Onix y sonrió amablemente —.Luchaste muy bien, mereces un descanso. Veo que te subestimé, usaste una estrategia digna de elogios, pero no creas que esto ha terminado, ¡ve, Tyrunt! —El siguiente pokémon fue un pequeño dinosaurio, de hecho se veía poco amenazante por su mirada inocente y tamaño reducido a comparación de Onix.


    —Pancham, regresa. —El pandita volvió a su pokébola —. ¡Pidgey, cuento contigo! —Rosa pensaba en usar la misma estrategia otra vez, el elemento sorpresa ya no estaba de su lado, aún así ella creyó que la velocidad de Pidgey sería suficiente para neutralizar la precisión de Tyrunt.


    —¡Comiencen! —El referí dio visto bueno al combate, de inmediato el cuerpo de Tyrunt comenzó a brillar con un resplandor rojo, Rosa no sabía muy bien lo que pasaba, no obstante evitó perder tiempo con preguntas innecesarias y preparó su combinación letal.


    —¡Usa ataque de arena! —ordenó, Pidgey alistó sus alas para lanzar la arena a los ojos del dinosaurio.


    —¡Danza dragón! —Rosa no creyó lo que escuchó, ¿danza dragón?, uno de los ataques de estado más poderosos de todos, Rance lo mencionó durante una conversación casual que tuvieron mientras viajaban juntos.


    “Entre todos los movimientos tipo dragón hay uno que es realmente peligroso, se llama danza dragón, si un pokémon con alto ataque realiza esta técnica debes terminar el combate de inmediato. De lo contrario, no serás capaz de golpearlo y para colmo la fuerza física y velocidad del pokémon habrán aumentado”


    —No puede ser, ¿Tyrunt también es tipo dragón? —cuestionó aterrada, Lino solamente sonrió mientras veía como la fuerza de su dinosaurio incrementaba —. ¡Esquiva la arena y termina con colmillo de hielo! —Tyrunt se movió a una velocidad increíble, la arena ni siquiera fue capaz de tocarlo e incluso tuvo la proeza de dar un gran salto para alcanzar a Pidgey, el pajarito intentó volar más alto para esquivar el ataque, por desgracia la rapidez de su adversario lo aplastó por completo.


    Las mandíbulas de Tyrunt trituraron las alas de Pidgey, éste cayó debilitado al suelo, afortunadamente Rosa lo devolvió a su pokébola en el aire, de lo contrario podría haberse hecho daño al caer.


    —Pidgey no puede continuar, Tyrunt gana.


    —Buen trabajo, Pidgey, fue mi culpa que hayas perdido… —Tyrunt conservó el incremento de estadísticas y Pancham tendría que empezar de nuevo, Rosa no sabía qué hacer, de nuevo se vio atrapada contra las cuerdas —. ¡Pancham, cuento contigo! —El pokémon luchador salió a combatir, segundos más tarde el juez dio por reanudadas las hostilidades.


    —Tyrunt, ¡utiliza triturar! —El dinosaurio mordió a Pancham en el brazo, éste logró resistir por un momento gracias a la ventaja de tipo, pero al cabo de unos instantes sintió un terrible dolor —. La habilidad de Tyrunt es mandíbula fuerte, todos los ataques que requieran mordiscos se ven incrementados —afirmó Lino, Rosa estaba bloqueada, su mente parecía no estar funcionando correctamente.


    Liza veía preocupada todo el encuentro, ni siquiera ella podría encontrar una solución a un problema tan grande. Tyrunt soltó a Pancham para no ser golpeado por su golpe karate, pero reanudó sus mordiscos poco después.


    —Pancham, ¡utiliza corpulencia! —El pandita reforzó sus estadísticas físicas nuevamente, por desgracia Lino predijo tal movimiento.


    —¡Danza dragón! —El tiempo que Pancham tardaba en bostearse era utilizado por Tyrunt para hacer lo mismo, una estrategia muy eficaz contra el combo de Rosa —. Eres demasiado predecible, no vas a ganar siempre si usas los mismos movimiento, debes variar la fórmula de tu ataque, de lo contrario estarás delatando tus intenciones. —El consejo de Lino dio en el clavo, Rosa no podía depender siempre de la misma jugada, necesitaba variar su repertorio de técnicas si quería ganar el encuentro.


    —¿Qué puedo hacer? —susurró, su pobre Pancham estaba siendo mordido con una enorme fuerza, sus brazos se llenaron de marcas y un poco de sangre comenzó a salir de ellos. Pancham corría el riesgo de salir lastimado si no se deshacía de esas mordidas —. ¡No dejes que Tyrunt te muerda! —ordenó Rosa, Pancham decidió retroceder, pero su velocidad no fue suficiente para sacarse al dinosaurio de encima.


    Las mandíbulas de Tyrunt volvieron a enfrascarse sobre la piel de Pancham, el dolor que sentía aumentaba con el paso del tiempo, de no ser por la ventaja de tipo el encuentro habría terminado hace tiempo. Rosa no encontraba una salida, deseaba rendirse para ahorrarle el dolor a su pokémon, pero Pancham nunca le perdonaría una elección tan cobarde. Él era un pokémon guerrero, cuya fuerza de voluntad solo era superada por su orgullo de peleador, los tipo lucha poseían ese valor inquebrantable y Rosa lo sabía muy bien.


    —¡Rosa, no te rindas! —alentó Liza, pero incluso sus palabras de aliento eran insuficientes con la temblorosa Rosa.


    *Confía en tus pokémon y ellos responderán a esa confianza*


    Rance le dijo eso una vez, cuando apenas empezaban su viaje juntos tras salir de Pueblo Boceto. En aquel momento la frase del chico era casi mesiánica, Rosa no entendió bien el significado de aquel testamento, pues andaba maravillada con las habilidades del maestro dragón. Pero ahora las cosas eran diferentes, Rosa comprendía el calor de la batalla y también la dificultad de estar contra las cuerdas.


    Confianza”


    “Yo creo en Pancham, yo creo en Pancham, yo creo en Pancham”


    Rosa repitió esos pensamientos en lo más profundo de su corazón y entonces…


    —¡Pancham, usa llave giro! —Como Tyrunt estaba mordiéndole el brazo la distancia era perfecta, Pancham utilizó su otro brazo para tomar al dragón de las fauces y entonces lo mandó a volar varios metros en el aire. Nuevamente la ventaja de tipo jugó un factor determinante, ya que los movimientos tipo lucha eran súper efectivos contra los tipo roca.


    —¡Tyrunt, usa cometa draco! —Lino sintió el calor del combate también, su dragón cargó la energía sobre su boca y sin más demora lanzó las bolas rojas por todo el campo de batalla. Dicha técnica era la más poderosa que tenían los pokémon dragón, hacer uso de ella significaba que la retadora había logrado su cometido: brindarle un combate espectacular.


    —¡Termina con gancho alto! —Pancham dio un enorme salto evadiendo todos los meteoros que caían del cielo, Tyrunt no tenía escapatoria, el puño del pandita impactó de lleno en el cráneo del dragón, noqueándolo al instante.


    —¿Cómo es posible? —cuestionó Lino, Rosa sonrió mientras llevaba su mano diestra a la cintura.


    —La habilidad especial de Pancham es puño férreo, los movimientos que incluyan puñetazos se verán beneficiados. —Pancham cayó al piso con una pose de victoria igual a su entrenadora, Tyrunt por otro lado no podía continuar más.


    —La batalla ha terminado, la ganadora es Rosa —sentenció el juez.


    —Luchaste bien, Tyrunt, regresa. Bien, debo reconocer que me has impresionado, escalaste la cima y superaste mi desafío. —Lino sacó de su bolsillo una medalla, posteriormente se acercó a Rosa y se la dio —. Te has ganado esto, la medalla muro.


    —¡Sí, lo conseguimos, Pancham, Eevee! —Ambos pokémon saltaron de emoción cuando su entrenadora recibió el preciado premio, había sido la batalla más complicada hasta ahora, por ende las celebraciones no se hicieron esperar.


    —Fue un magnifico encuentro. —Liza bajó de las gradas y también felicitó a su amiga y sus pokémon, Lino por otro lado se cruzó de brazos muy satisfecho con el resultado.


    —Espero que hayas aprendido la lección, los combates pokémon son como muros inclinados, siempre debes mirar plantearte un objetivo y trabajar duro para llegar a él, porque no exista una cima en el entrenamiento pokémon.


    —Muchas gracias, Lino, en verdad me hiciste crecer como entrenadora. No olvidaré tus palabras, y escalaré cada muro que aparezca frente a mí.


    Rosa estaba sudada, cansada, mareada y con ganas de desmayarse, aún así su sonrisa no desaparecía. Finalmente comprendió lo que Rance quería decirle y entonces le agradeció más desde el fondo de su corazón, la ingenua chica ya no existía más, en su lugar yacía una entrenadora con la firme voluntad de seguir adelante sin importar que tipo de adversario se cruce en su camino.


    “Ya verás que te alcanzaré, Rance, pronto tú y yo tendremos una batalla


    —Eh… —Con ese pensamiento en mente Rosa se desmayó, su cuerpo cayó rendido del cansancio hacia el frente, por fortuna, Liza, Pancham y Eevee detuvieron su caída justo a tiempo. Definitivamente escalar muros no era el pasatiempo favorito de Rosa…


    Fin del capítulo 10


    Ha sido todo por el momento :33 unas preguntitas como siempre xD
    ¿Cuál fue tu escena favorita? =)


    ¿Qué piensas de Rosa como entrenadora?

    ¿Qué pokémon te gustaría ver en un futuro en el equipo de Rosa? =)
     
    Última edición: 19 Junio 2015
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    Andrea T

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    Bueno al fin puedo comentar jeje
    Pues tu historia me encanta! Me gusta la manera en la que la narras, y sobre los personajes rosa me cae muy bien ;) no se porque cada vez que hablan de eevee, siento que es shiny jejje, es que no me lo imagino como un eevee normal, seria genial si fuera shiny.
    De liza me encanta que sea tan positiva ademas debe ser muy bonita es castaña, debe ser por eso jajja, y su kirlia es tan genial cuando pones que se la pasa levitando jejej :3
    Y rance pues, que te digo, es super inteligente y fuerte! Aunque se guarda muchos secretos :| pero aun asi el cree que es el bueno jajja, aunque senti feito por esos pokemones que mato, o les arranco las alas, pero si el anime o el manga tuvieran algo asi seria genial pero a la vez no tanto.
    Ah! Y sobre las preguntas:
    1. su pidgey es super fuerte!! Y yo que nunca los atrapo porque me parecen debiles y poquito feos, pero al leer me di cuenta que pidgey puede ser muy fuerte
    2. En general puenso que es buena, solo le falta experiencia, pero su modo de pelea no es el mio asi que pues, ella le saca provecho a los tamaños y pesos de los pokemon :3
    3. Un silveon! Es que es bastante bonito, por lo que lei, solo tiene una hembra y es eevee, o un trevenant, me recuerda a mi equipo de kalos,
    Bueno pues avisame cuando subas el siguiente capitulo, saludos :3
     
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    J.Nathan Spears

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    ¡Qué bien! ¡Al fin terminé de leer estos 12 episodios! :D

    Veamos qué puedo opinar...

    1- Espero que Liza tenga más protagonismo en ciertas ocasiones y logre ser un real aporte a la hora de pelear...
    2- Espero que AMBAS capturen más Pokémon pronto
    3- La escena del interludio 9.5 me encantó. Pobre Rance... realmente quería llorar como los machos ._. pero... uff, es cierto que los tipos merecían que les sacaran la mierda por tomar el camino fácil.
    3.5 - ¿A quién le importa que algunos solo fueran trainers fracasados en necesidad de dinero? Pudieron buscar un trabajo digno y no fabricar drogas...
    4- ¿Por qué Handsome parece todo un HDP en este fanfiction?
    5- Las batallas fueron geniales en todo momento. Lástima por Pidgey, que no ha logrado noquear a nadie -__-U pero bueh, a ver si logra ganarle a alguien y no ser como Jamaica en la Copa América actual
    6- Al leer cómo la mamá de Rosita logró convencer a un hombre de negocios pa poder exportar la leche de su rancho me la imaginé como toda una MILF xD
    7- ¿Planeas hacer aparecer a algun otro personaje del mundo animé como Ash, Serena, etcétera? Pos ojalá...
    8- Sobre la eterna pregunta de "Liza o Rosita". Mi voto es para Liza.

    Okey... luego conversamos los detalles, creo xD

    Atte. Nathan
     
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    George Asai

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    El viaje de Rosa
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    Hola, les traigo un nuevo capítulo de Rosa :3 estoy enfermo de Chinkunguya )= pero eso no impidió que contra viento y marea les traiga el cap <333333



    Capítulo 11: La señorita millonaria


    Tras haber ganado su segunda medalla de gimnasio nuestras dos protagonistas se disponían a salir de Ciudad Relieve, fue un duro combate el que Rosa tuvo contra Lino, sin embargo sus ganas de triunfar y la determinación de nunca rendirse lograron darle la victoria.


    Su siguiente destino era ciudad Yantra, la cual no quedaba lejos de ahí, Rosa y Liza salieron del centro pokémon con energías renovadas, el recuerdo del desmayo de Rosa todavía seguía dentro de ellas.


    —Ayer me diste un buen susto, Rosa, suerte que Kirlia nos llevo rápido al hotel con teletransportación, hasta yo tuve que llevar a tus pokémon al centro para que los cuidaran. —Liza bromeó con una linda sonrisa, Rosa en cambio miró hacia otro lado un poco apenada.


    —Ya sé, lo siento por preocuparlas a las dos. —Eevee se subió en la cabecita de Rosa y lamió su frente, Liza por otro lado negó con su cabeza repetidas veces.


    —No tienes de que disculparte, fue natural que te desmayaras, pero no vuelvas a excederte así, me preocupa tu salud, ¿vale?


    —De acuerdo, lo prometo. —Con ese juramento en mente las dos chicas caminaron hacia la salida de la ciudad, el clima era perfecto, muchos viajeros entraban y salían de la urbe por distintos motivos. Había surfistas, investigadores, entrenadores y demás, la enorme variedad de visitantes daba un paisaje ideal para los amantes de la aventura.


    Pero entre todas esas personas una chica resaltaba en particular, ¿y cómo no iba a hacerlo?, tenía un vestido negro largo, repleto de diamantes blancos, portaba un parasol amarillo con la figura de un Pikachu y su piel blanca como la nieve parecía un diamante en medio del mar. Tenía un cuerpo privilegiado, seguramente 90-60-90, como de súper modelo, sin embargo lo que más brillaba en ella era su cabello rojo carmesí.


    Rosa y Liza se observaron a la mujer de proporciones envidiables, ella iba acompañada de muchos hombres con trajes, ¿será una estrella?, pensaron al mismo tiempo las dos amigas.


    —Demonios, ¿en dónde están esas dos inútiles? —preguntó molesta la chica, su lengua quizá era el único desperfecto de esa belleza.


    —Usted las despidió ayer, ¿no recuerda? —cuestionó un hombre de mediana edad y barba negra, vestía un traje de sirviente y su mirada no se veía muy feliz.


    —¿Cómo quieres qué recuerde las caras de mis empleadas?, tengo más de cien a mi servicio, a ver, no puedo entrar a la exhibición de piedras sin damas de compañía, es una tradición de la familia Rock, a ver… ¡Ustedes dos! —La chica de malos modales se dirigió a Rosa y Liza, ambas elevaron una ceja al mismo tiempo en señal de sorpresa.


    —¿Eh, nosotras? —cuestionó Rosa.


    —No, tontas, las piedras que están atrás de ustedes. —El sarcasmo de la mujer era agudo y dañino, Liza sonrió con educación, Rosa frunció un poco el seño pero también tuvo la paciencia esperada de una chica madura.


    —¿Qué quieres? —preguntó Rosa.


    —No tengo mucho tiempo, ¿quieren ganarse un día de trabajo conmigo?, necesito dos damas de compañía y justo ustedes aparecieron. Hay un evento en el museo paleontológico y yo voy como representante de mi familia, es un dolor de cabeza asistir a ver fósiles inanimados, pero ya qué. ¿Se animan o no?, les pagaré la jornada. —Rosa sonrió como una niña que está a punto de recibir un caramelo, Liza por su parte vio la emoción de su amiga y se dignó a contestarle educadamente.


    —Sería un honor, ¿podría decirnos su nombre?, por favor. —Liza sabía soportar insultos y a pesar de estar molesta por la actitud de la chica supo controlarse y actuar como una dama de bien. Después de todo, no la llamaban la princesa de las hadas por nada.


    —Ah, sí, soy Cosette Rock, ¿y ustedes, plebeyas? —Rosa se estaba enojando, quería gritarle de una vez pero Liza la tomó del hombro y sonrió.


    —Yo soy Liza y ella es mi amiga Rosa, será un honor ayudarte, señorita Cosette, ¿nos debemos poner algo? —Liza en verdad era una maestra de la etiqueta, por más feo que le hablaran no frunció el seño ni mostró señales de estar enojada. A diferencia de Rosa que se mordía los labios para responderle, su pequeña Eevee también se sintió así.


    —Les prestaré unos trapos, a ver, mayordomo, lleva a estas dos a ese baño público y dales unos trajes que tengo por ahí. Apúrate que no tenemos mucho tiempo. —El hombre no respondió, simplemente dio una educada reverencia y se dirigió a las chicas.


    —Síganme, por favor. —Y sin decir más Rosa y Liza siguieron al mayordomo de Cosette, cuando ellas estuvieron a una distancia segura el hombre suspiró y sacó de una limosina dos maletas —. Disculpen la actitud de mi lady, suele tener una boca horrible y malos modales, pero paga muy bien a sus trabajadores así que muchos necesitados van a servirle. En fin, como damas de compañía necesitarán un pokémon que se vista como ustedes, ¿usted tiene uno a su disposición, señorita Liza?


    —Claro, Kirlia sal ahora. —La pequeña pokémon tipo hada levitó con una pose encantadora, el mayordomo les entregó dos vestidos a las chicas y dos atuendos especiales para pokémon, cada uno combinaba con el de su entrenadora, en seguida el empleado se dio la vuelta.


    —Cuando terminen de arreglarse vuelvan con la señorita Cosette para empezar el recorrido.


    Tras darles instrucciones Roza y Liza entraron al vestidor acompañadas de sus pokémon (ambas hembras), ya desvistiéndose Rosa miró a su amiga algo confundida.


    —¿Cómo puedes mantenerte tranquila?, esa chica es muy grosera, ¡me saca de quicio! —exclamó Rosa.


    —Lo entiendo, a mí tampoco me agrada, pero yo conozco bien a la familia Rock y no es bueno enemistarse con ellos. Además, estoy bien entrenada en modales, si tienes una duda de comportamiento puedes pedírmela. —Rosa comprendió que había mucha diferencia de clase entre ella y Liza, mientras Rosa pasó casi toda su vida limpiando excremento de Tauros y pasteando al aire libre, Liza recibió todo un entrenamiento para ser una mujer de la alta sociedad, aparte, los métodos de combate que tenían para sus pokémon eran distintos.


    Rosa usaba la fuerza y la determinación para lograr sus objetivos, en cambio, Liza poseía ataques vistosos que también eran efectivos. Aún así, la personalidad dulce de Liza le permitió volverse amiga de alguien tan trabajadora como Rosa, en verdad se complementaban mutuamente.


    Las dos chicas terminaron de arreglarse, el resultado fue más prometedor de lo que pensaron, pues Rosa se veía bastante linda con su nuevo vestido: era color rojo carmesí y también contaba con zapatillas negras, le llegaba por arriba de las rodillas y estaba ligeramente escotado. Un atuendo ligeramente revelador para una chica conservadora como Rosa.


    —Uh, me siento rara —comentó Rosa apenada, Liza por su parte presumió el atuendo que Cosette le prestó, a diferencia de su amiga ella sí traía un atuendo largo pero mucho más escotado, era color negro y también venía adornado con lentejuelas doradas. Una visión resaltante que combinaba con su cabello, de igual forma Kirlia vistió un traje similar al de ella, Eevee por su parte se probó un chalequito naranja para pokémon y también le pusieron un gorrito rosado, se veía muy tierna al igual que su entrenadora.


    —¿De qué hablas?, ¡tú y Eevee lucen muy lindas!, es más. —Liza agarró su teléfono, de inmediato aprovechó que Rosa desvió su mirada para tomarle una fotografía con flash incluido —. Listo, ya te he fotografiado.


    —Eh, no lo hagas, no me gusta que me tomen fotos —expresó Rosa un poco disgustada, pero Liza no le hizo caso y solo soltó una carcajada maléfica.


    —Pero eres muy linda, tú también Eevee. —Liza se la pasó tomándoles fotos a las dos, Roza no sabía cómo reaccionar, por ende salió muy sonrojada en cada una de las fotografías, su pokémon reaccionó de la misma forma —. Ahora se las enviaré a Rance.


    —¡Eh!, n-no lo hagas


    —Lo haré, seguro Rance se pondrá feliz cuando te vea con esta ropa. Es más, yo también le enviaré fotos de mí. —Liza se dispuso a tomarse “selfies” de una manera muy particular, le pidió a Kirlia que hiciera levitar la cámara con sus poderes psíquicos, luego tomó a su pokémon en brazos y se fotografió a sí misma varias veces.


    Pero la sesión no terminó ahí, Liza agarró a Rosa nuevamente y la hizo posar junto a ella, las dos cargaban a sus pokémon en brazos y se veían muy felices delante de la cámara. Salir en una foto grupal no molestó a la joven rubia ni a la zorrita inocente, pues ambas creyeron que la belleza de Liza las opacaría y no resaltarían mucho.


    Grave error, pues ambas eran muy lindas.


    —¿Ya terminamos de tomarnos fotos? —preguntó Rosa.


    —Ya, nada más se las mandaré a Rance. —Liza no bromeaba, antes de que su amiga pudiese detenerla logró enviar más de quince fotos al número de Rance vía e-mail.


    —¡Siempre sí lo hiciste!, uh, Liza, eres muy cruel.


    —Es que sería un desperdicio ponerse esta ropa y no guardar recuerdos, bueno ya debemos regresar con Cosette. —Las cuatro salieron del vestidor muy animadas, el mayordomo ya las estaba esperando sin mostrar ninguna emoción.


    —La señorita Rock las está esperando, vamos. —Las cuatro siguieron al sirviente, ninguna hizo un comentario inadecuado debido a la formalidad del evento, los guardaespaldas no lucían muy animados por este recorrido, sin embargo debían ganarse su dinero para poder comer. Cosette por otra parte yacía cruzada de brazos y ligeramente fastidiada.


    —Oh, buen trabajo, con esa apariencia no me dejarán en vergüenza. Veo que tienen pokémon bonitos, también servirán. —Cosette sacó de su pokébola a un Raichu vestido con una capa y sombrero de caballero, también portaba un bastón del mismo color que lo hacían ver como un duque de la realeza, no obstante a él parecía no gustarle su atuendo —. Ya sé que es un dolor en el trasero vestirse así, Raichu, pero son obligaciones tontas que debemos hacer así que no te quejes tanto.


    El pokémon eléctrico soltó un gruñido de desaprobación, pero luego suspiró resignado, al parecer él también compartía la actitud de su entrenadora. Tras unos irrelevantes preparativos las chicas acompañaron a Cosette durante su recorrido por el museo de investigación.


    —Bienvenidos a nuestra exposición de fósiles, hemos trabajado muy duro para poder encontrar estas maravillosas piezas de historia, porque los Pokémon del pasado merecen una segunda oportunidad para conocer a la nueva humanidad, estas criaturas no alcanzaron a vivir con los hombres, pero gracias a la tecnología será posible estrechar vínculos con ellos. —Un hombre robusto y con bata blanca expuso unas piedras viejas a los invitados, dichos artefactos se encontraban detrás de una vitrina de cristal, Cosette observó la roca sin mayor interés, Liza en cambio mantuvo su educación y evitó mostrar algún juicio de opinión.


    Pero Rosa quedó maravillada, era su primera vez en un sitio como ese y en verdad disfrutaba todas las exposiciones que le mostraron. En su inocente imaginación vio un mundo repleto de pokémon antiguos, criaturas que ya no se encontraban caminando por las praderas o nadando en los mares. Al saber dicho detalle Rosa se deprimió un poco, pero las palabras del científico llenaron su adorable rostro de esperanza.


    ¿Regresar pokémon a la vida?


    —¡Impresionante! —Rosa aplaudió el discurso del científico, Eevee movió sus orejitas muy emocionada también, de hecho eran las únicas que se divertían en un lugar tan aburrido. Cosette volteó a ver a Rosa, su ceño fruncido y mirada rabiosa contrastaban con la alegría que emanaba la protagonista, sin embargo no quiso arruinarle la fiesta, por lo tanto decidió guardarse cualquier tipo de comentario.


    —Estos fósiles pertenecieron a pokémon que vivieron hace mucho tiempo, hace algún tiempo logramos recrear a dos pokémon antiguos de la región Kalos, el primero fue Tyrunt y el otro Amaura, por desgracia ninguno de los dos está dentro del museo.


    —Eh, no puede ser, ¿quién los tiene? —Rosa era la única que hacía preguntas, el resto de los invitados ni siquiera prestaban atención al discurso del científico.


    —Amaura está en un contenedor muy lejos de aquí porque necesita temperaturas bajas para poder vivir en paz. Tyrunt por su parte evolucionó gracias a la ayuda de un maestro dragón llamado Rance, pero nosotros no fuimos capaces de controlar a un pokémon tan poderoso como Tyrantrum, así que él se hizo cargo y ahora está a su disposición. —Cuando Liza y Rosa escucharon el nombre de Rance ambas sonrieron a la par, el muchacho tenía consigo a uno de los dragones más devastadores del planeta y quizá único en su especie, por un momento las dos se sintieron orgullosas de ser amigas suyas.


    —¡Increíble! —exclamaron Rosa y Liza, Cosette arqueó una ceja en señal de protesta.


    —Rance, ¿no es el tipo qué ganó el torneo de campeones en Teselia?, suena interesante, me gustaría conocerlo alguna vez. —Rance era toda una celebridad entre los entrenadores y también las familias millonarias, Rosa entendió eso cuando notó la reacción de su empleadora temporal.


    —Sigamos con el recorrido.


    Durante una hora el grupo estuvo viendo pinturas, fósiles y demás artículos relacionados a pokémon antiguos. Para colmo la voz monótona del científico hacía las cosas más aburridas que de costumbre, Kirlia levitó por los cielos y se durmió, lo mismo hizo Raichu, el cual usó su sombrero como almohada mientras daban una explicación del código genético. Ni hablar de Cosette y Liza, cuyas miradas parecían estar perdidas buscando la inmortalidad del Kingler.


    —Esto es aburrido, ¡ya me quiero ir! —exclamó Cosette muy estresada, Liza colocó su mano sobre el hombro de su empleadora.


    —Yo también, pero debemos ser fuertes, ya casi terminamos. —Ambas se quedaron viendo por un rato, en seguida asintieron y continuaron resistiendo el calvario, Rosa en cambio se la pasaba preguntando cosas al científico y Eevee se subió sobre su cabecita para poder ver bien las piedras que ahí guardaban.


    ¿Cómo podía Rosa disfrutar de piedras inanimadas?


    Sin embargo, hubo un detalle que ninguno de los presentes pudo notar, al final del pasillo, donde se encontraban las oficinas de los científicos, había una puerta abierta, lo cual resultó extraño ya que todo el personal se encontraba guiando al gran número de invitados. Pasaron minutos sin ningún cambio en la rutina, de repente Kirlia abrió sus ojos en par y levitó frenéticamente a lado de Liza.


    —¿Pasa algo? —Kirlia no pudo contestarle, pues una explosión destrozó la entrada principal del recinto…


    Repentinamente, ocho personas encapuchadas irrumpieron en el museo, de inmediato liberaron a sus pokémon por todo el lugar. La mayoría eran Golbat y Toxicroack, pokémon tipo veneno y muy problemáticos a la hora de luchar, en seguida, los criminales rompieron las vitrinas y empezaron a robarse los fósiles que mostraban a los visitantes. Los guardias del museo fueron derrotados a las afueras, por ende nadie pudo detener su ingreso.


    —¡Están atacando al museo! —gritó el científico, los enemigos no dejaron de llegar, ahora un cargamento de quince bandidos ingresó al inmueble con los mismos pokémon. Cosette arqueó una ceja y sonrió, su Raichu hizo lo mismo despojándose a sí mismo de las ropas apretadas que traía.


    —Ya tenemos algo de acción para que no te quejes tanto —comentó la pelirroja —. Ustedes, ¿son buenas en batalla? —preguntó sin mucho tacto.


    —Sí, ambas somos entrenadoras pokémon —respondió Rosa un tanto sorprendida por la actitud de Cosette, al ser una dama de la alta sociedad pensó que se asustaría y gritaría por ayuda. Pero no, su empleadora temporal mostró emoción por enfrentar a criminales relativamente peligrosos.


    —¿Entonces qué carajo esperan?, este maldito museo no se salvará solo, esos científicos pusieron su esfuerzo y trabajo duro para recolectar las piedras viejas, ¿crees qué voy a quedarme viendo esta injusticia?, ¡claro que no!


    —A pesar de tu boca mala tienes un corazón amable —comentó Rosa —. Vamos a hacerlo, Eevee. —Su pokémon también se despojó de la vestimenta, lo mismo hizo Kirlia, las dos amigas miraron a su alrededor antes de lanzarse a la batalla, en primer lugar, los guardaespaldas de la familia Rock entraron en acción. Ellos llevaban consigo a Machoke, un tipo luchador, el cual tenía desventaja contra Golbat.


    Aún así, las fuerzas protectoras resultaron ser muy ordenadas a la hora de combatir, no se lanzaron individualmente, sino en grupo, es decir, que cinco Machoke enfrentaban a dos Golbat, compensando así la desventaja de tipo temporalmente. En menos de un minuto el museo se transformó en una guerra sin cuartel, los encapuchados seguían llegando de la grieta dejada por la explosión y los guardaespaldas lentamente empezaban a retroceder.


    —¡Raichu, utiliza rayo! —exclamó Cosette, su confiable pokémon lanzó su ataque contra cinco Golbat que rodeaban a un Machoke, posteriormente sus enemigos cayeron rostizados al suelo —. No retrocedan, fuerzas de seguridad, debemos echar a estos maleantes de aquí.


    —¡Sí señora! —¿Por qué Cosette dirigía a sus propios guardaespaldas?, Roza y Liza no dieron crédito a lo que vieron, en vez de esconderse detrás de sus guardias Cosette fue la primera en ir al frente y la más poderosa.


    —No podemos quedarnos atrás, vamos, Liza. —Las dos chicas corrieron hacia Cosette, no obstante un encapuchado las interceptó junto a su Toxicroack.


    —¡Utiliza puya nociva! —ordenó el criminal, por suerte Kirlia utilizó psíquico sin que le diesen la orden o al menos eso creyó el maleante, su pokémon levitó varios metros por arriba, pero Kirlia no lo dejó caer al suelo, en vez de ello lo lanzó hacia otros Golbat que intimidaban a los demás visitantes del recorrido.


    —Bien hecho, Kirlia, ¡ahora utiliza psíquico de nuevo! —Kirlia poseía una enorme ventaja de tipo contra los dos pokémon que asediaban el museo, debido a ello pudo levitar a cinco adversarios al mismo, permitiendo a Raichu liquidarlos con un poderoso rayo.


    —No lo haces mal, Liza —felicitó Cosette.


    —¡Eevee, bola sombra! —La pequeña zorrita disparó su ataque contra un Toxicroack que estaba a punto de rematar a un Machoke, fue una jugada sucia, pero como estaban en la guerra el honor no importaba. Tras haber derrotado a ese enemigo Rosa se unió a sus dos compañeras, frente a ellas yacían diez Golbat volando en zigzag mientras evadían las rocas afiladas que los Machoke lanzaban.


    —Debe haber una forma de pararlos, Kirlia no los podrá golpear con psíquico si no los detenemos. —Liza analizó las posibilidades, lo primero que se le vino a la mente fue utilizar un ataque poderoso como bola sombra para derribarlos uno por uno, sin embargo esa idea fue desechada casi de inmediato, ya que no debían llamar la atención individualmente. La otra sugerencia que nació de su mente fue utilizar rayo con Raichu y así electrificar el cielo, pero de nuevo cayeron en la desventaja numérica.


    De realizar ese plan los Toxicroack podrían fácilmente vencerlas al buscar la causa del sabotaje (en este caso, Raichu), por lo que solo podían deshacerse de los Golbat de un solo golpe, sin darles oportunidad a los criminales de buscar al causante del ataque.


    La pregunta era… ¿Cómo hacerlo?


    —Creo que tengo una idea, pero necesitaré su apoyo. —Rosa fue la primera en hablar, tanto Liza como Cosette asintieron —. Liza, necesito que atraigas la atención del enemigo usando psíquico en las vitrinas rotas, así crearemos una distracción para que los Golbat volteen abajo, es ahí donde Eevee usará eco voz para dejarlos aturdidos y finalmente Cosette los derrotará utilizando trueno, ¿tú Raichu sabe ese ataque, verdad?


    —¡Excelente plan, Rosa!, el tiempo que pasamos con Rance seguro te ayudó. —Liza aceptó el plan sin rechistar, Cosette por su parte tampoco tuvo inconvenientes.


    —Es el momento…


    —¡Kirlia, usa psíquico! —De repente los cristales arrojados por el suelo empezaron a levitar armoniosamente, un segundo más tarde dichos pedazos fueron lanzados a una velocidad atemorizante contra los Golbat que volaban a varios metros del suelo, sin embargo, los criminales usaron una ráfaga de aire para bloquear el ataque. Con eso el plan había iniciado.


    —¡Eevee, eco voz! —Mientras los enemigos repelían los proyectiles, Eevee aprovechó el momento para colarse en las líneas enemigas y lanzar un potente grito que dejó aturdidos a los pokémon rivales, ahora todos estaban indefensos para el golpe final.


    —¡Raichu, trueno! —Cosette ordenó a su pokémon eléctrico lanzar el movimiento definitivo, la rata café comenzó a brillar con un resplandor amarillo, con toda la energía cargada Raichu lanzó un poderoso ataque contra todos los Golbat aturdidos, el resultado fue increíble, todos cayeron al piso achicharrados y derrotados por completo. Los criminales no supieron que decir, quedaron en shock por tan repentina derrota.


    —¡No se saldrán con la suya, Toxicroack, patada baja! —Otro de los asediadores apareció junto a su pokémon frente a Rosa y Eevee, el movimiento rival era súper eficaz contra un tipo normal, por lo tanto la joven rubia abrió sus ojos en par y estuvo a punto de gritar por ayuda, por suerte Raichu golpeó al enemigo usando cola de hierro y repeliéndolo algunos metros hacia atrás.


    —¿Qué mierda esperas, Rosa?, ¡acaba con él! —exclamó Cosette llena de confianza.


    —¡Eevee, as oculto! —La pequeña zorrita disparó su ataque más poderoso, de la nada varios rayos delgados se juntaron hasta tomar la forma de una carta, posteriormente dicho ataque se dirigió hasta el aturdido Toxicroack. El golpe fue tan potente que acabó por noquear a su rival, Kirlia levitó a lado de Eevee y con su ataque confusión también apartó a otros enemigos que amenazaban con usar movimientos tipo lucha.


    Las tres formaron un equipo improvisado y apresurado, aún así lo hacían bastante bien, cada una cubría las debilidades de su compañera y fortalecían sus movimientos con golpes en conjunto. Las tres chicas lucharon por media hora más, el asedio fue cesando conforme fue llegando la policía, para ese instante los guardaespaldas casi fueron derrotados y las chicas comenzaban a cansarse.


    Por fortuna, al ver a los agentes del orden muchos de los invasores abandonaron el lugar, sin llevarse ningún fósil…


    —A eso llamo yo una expedición divertida. —Cosette se limpió el vestido con un pañuelo, Raichu celebró la victoria dando brinquitos.


    —Supongo que tienes razón, me pregunto porque atacaron el museo si no se llevaron nada. —Rosa no entendió muy bien ese movimiento, varios de esos fósiles estaban valorados altamente en el mercado negro, en teoría robar las piedras y no atacar a los visitantes debió ser su prioridad. ¿Por qué actuaron de una forma tan descuidada?


    —Es cierto, han ocurrido crímenes ilógicos últimamente. —Liza también asintió junto a sus compañeras, no obstante, Cosette suspiró restándole importancia al asunto.


    —En fin, lo han hecho bien ustedes dos, ¿van a participar en la liga pokémon de este año? —cuestionó la joven pelirroja.


    —Por supuesto —respondió Rosa, Liza asintió también pero con menos entusiasmo.


    —Entonces seremos rivales la siguiente vez que nos veamos, estoy ansiosa por tener una batalla con ustedes. Por desgracia debo resolver esa basura política y entrevistarme con la policía, no es necesario que se involucren en tanta mierda burocrática. Por cierto, pueden quedarse con los vestidos y acá está su pago por su servicio. —Cosette sacó dos enormes fajos de billetes, le entregó uno a cada chica y luego sonrió llena de confianza —. Vamos a medir fuerzas en otra ocasión. —Cosette extendió su mano, Rosa y Liza la tomaron al mismo tiempo e hicieron una rara señal de amistad, a pesar de su mala boca, pésimos modales, poca paciencia, arrogancia extrema y sangre caliente, Cosette era en verdad una persona de buen corazón.


    Tanto Rosa como Liza supieron comprender ese aspecto de su personalidad.


    —¡Así será, Cosette! —exclamó Rosa llena de alegría.


    —¿Qué tal si nos tomamos una foto para recordar nuestro encuentro? —susurró Liza mientras sacaba su cámara discretamente.


    —Está bien —respondieron sus dos amigas al unísono, los tres pokémon también posaron para salir en la foto y así mantener el recuerdo de su nueva amistad vivo a cada momento. Fue así como Rosa conoció a su primera rival, si bien no tuvo la oportunidad de combatir contra ella sí vio su estilo de batalla y también sintió su determinación ardiente.


    Cosette Rock en verdad era una persona interesante.


    Tras tomarse cuatro fotografías Rosa y Liza se despidieron de su nueva amiga y continuaron su rumbo hacia ciudad Yantra y a la tercera medalla de gimnasio de Rosita. Mientras tanto…


    —¿Eh?, es extraño recibir un correo a esta hora. —Rance abrió su holomisor que también funcionaba como teléfono para verlo, al principio pensó que era una misión más de la policía internacional, no obstante al checar la dirección se relajó un momento, era Liza.


    Rance leyó lo siguiente antes de abrir el contenido adjunto: “Hola, ¿cómo estás, Rance?, nosotras muy bien, Rosa ya ha ganado su segunda medalla de gimnasio y ahora nos dirigimos a ciudad Yantra, pero antes decidimos ayudar a una millonaria en un asuntito y gracias a ello nos prestó estos trajes. En verdad te extrañamos y queremos verte otra vez, disfruta las fotos que solo tú podrás ver, con cariño, Liza”


    Cuando Rance vio las fotos sintió un ligero rubor al verlas con esos vestidos tan elegantes, en el tiempo que viajó con ellas nunca tuvo la oportunidad de verlas bien arregladas, pero sí las vio como Arceus las trajo al mundo (¿?), aún así se dio un buen taco de ojo al ver todas las fotos que traía consigo el correo. El muchacho sonrió un poco al ver a Rosa tan apenada, seguramente no estaba acostumbrada a ser el centro de atención respecto a su físico.


    Liza por su parte posó para cada foto, como si estuviera acostumbrada a estar frente a una cámara.


    Ambas se veían muy lindas, de eso no había duda alguna, tras seguir revisando cada fotografía el muchacho se dio cuenta de lo mucho que la apreciaban sus dos ex compañeras de viaje y por gente como ellas valía la pena seguir ensuciándose las manos. Para que Rosa y Liza no tuvieran que lidiar más con extrema violencia.


    —Esas dos sí que se están divirtiendo… —susurró Rance, posteriormente mostró una sonrisa sincera y sacó la mini pokébola negra que ambas le regalaron el último día que estuvieron juntos —. Ustedes sí que saben subirme el ánimo.


    Fin del capítulo 11



    Listo, ya está :3 ahora las preguntas de always <333

    ¿Cuál fue su escena favorita y por qué?

    ¿Qué piensan de Cosette?

    Y la del millón, ok no xD, ¿ROSA O LIZA?, xDDDDDDDDDDDDDDDDD ok no xD
     
    Última edición: 12 Julio 2015
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  8.  
    J.Nathan Spears

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    A ver... ya leí todo :D veamos qué puedo sacar de esto

    1- Detecté un par de errores ortográficos. Pusiste "cesión" donde debería ir "sesión" xD. Aunque bueno, nadie es perfecto
    2- Escena favorita: POR GOLEADA LA BATALLA >:D jejeje... qué buen equipo. Lástima que los tontos de los Guardaespaldas solo tenían Machokes. ¿Por qué no llevar pokes de Hielo como refuerzo contra Voladores? La variedad vale mucho
    3- Cosette es un personaje interesante con un nombre más interesante (nunca lo había leído ni escuchado). Veamos cómo cambia
    4- No responderé lo de "Rosa o Liza", pero si te diré que adoré el taco de ojos que le dieron a Rance. A mi también me subirían el ánimo n_n
    5- Raichu odia vestirse de "duque" xD lo entiendo porque cada poke debería tener un estilo propio para vestirse... o bien deben ir siempre calatos que es lo mejor pa pelear xD

    Eeeeeen fin, a ver con qué nos sales la próxima vez :L

    Y ojalá se te quite el Chinkunguya n__n
     
  9.  
    Andrea T

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    Nada mejor que leer algo antes de irme :3
    Este capítulo estuvo divertido, no hubo demasiada acción pero tampoco fue sereno, aunque, es Rosa o Roza? Vi que pusiste roza varias veces :3
    Bueno las preguntas:
    1.- la batalla! A pesar de ser todavia una novata, rosa ya planea buenas estrategias :3
    2.- pienso que es buena persona, aunque su boca no diga lo mismo, asi conozco mucha gente, no tienen la mejor boca, pero si buenas intenciones, veamos que pasa con ella
    3.- Rosa y por siempre rosa, jejejje
    Bueno hasta otra :3
     
  10.  
    Luix

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    Holis~, me tardé un poco en leerlo, pero we xD. -en el celular se ve más largo D:-
    Bueno... Ahora respondo tus preguntas -Nyu~:
    1. Pos, me gustaron dos esenas, la de la batalla -Estubo genial *-*- y la seción de fotos :3 -Imaginando la cara de Rosa xD-
    2. Pienso que, pese a su boca, mmm... Bueno xD no sé, veremos que pasa después y te digo :3
    3. Depende, si lo dices por Rance, Rosa... Y si lo dices entre ellas, pos, sige siendo Rosa, xD
    Te tendré vigilado (?) .o. Ok no ._.
     
  11.  
    Hygge

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    Lo prometido es deuda, y ya era hora de que me pasase por aquí :3 ¡Buenas, moe-sensei! (? Me alegra ver que hay tan pronto conti de Rosa, y como el resto de capítulos, me ha gustado mucho. Casi parece que son capítulos de la serie por lo bien narrados y elaborados que están, que uno puede lograr imaginar las escenas a la perfección. Bueno, pero iré por partes xD:

    -Me encanta el avance que está teniendo Rosa en su viaje, porque leyendo los últimos capítulos es algo que se ve a leguas. Sin duda el iniciar su viaje con Rance y haber aprendido lo esencial le está ayudando mucho a sacar todo su potencial, y estoy segura que en adelante podremos ver combates aún mejores con la experiencia acumulada de sus viajes. Estoy ansiosa por ver qué nos deparará Rosita más adelante :D

    -También he de decir que ambas personajes me cayeron muy bien desde el principio, y que leer sus aventuras y los líos en los que se meten siempre me hace pasar un buen rato <3 xD Oh, y no nos olvidemos de Rance, se fue hace un par de caps y ya le hecho de menos </3 *CofcofRancecomebackcofcof* (? Espero que vuelvan a vivir aventuras los tres algún día :'c

    -Con respecto a este episodio, disfruté mucho de él en sí: el combate pokémon librado en el museo estuvo entretenido y Rosa y Liza se desenvolvieron muy bien en combate junto a Cosette. (Qué mal me cae, por fa vah) Y lo de las fotos <3 Asdfg, solo de imaginarlas y la cara de Rance al recibirlas xDD Fue muy enternecedor el final, me quedó con un buen sabor de boca.

    -Y respecto a lo técnico noté varios fallos a lo largo del capítulo, recuerda revisar antes de subir el cap, que suelen escaparse muchos por ahí xP Ya te dijeron allá arriba lo de Roza en vez de Rosa y lo del seño fruncido cuando es ceño, pero yo agregaré nada más que podrías cambiar de vez en cuando las comas por algún que otro signo de puntuación, pues sueles usar muchas cuando puede quedar mejor de otra manera; ejemplo:


    Poniendo dos puntos en el inicio de una descripción te evitas un par de comas, así:


    Pero quitando esos fallitos el capítulo está bastante bien ^^ Voy con las preguntitas:

    ¿Cuál fue su escena favorita y por qué?
    -El momento en el que Rance recibió las fotos, me pareció muy tierno, la verdad <3

    ¿Qué piensan de Cosette?
    -¿Sinceramente? Me cae fatal xD Es de ese tipo de persona que, a pesar de ser buena en el fondo, me saca de quicio con sus formas de hablar -w- Aunque verla de rival de Rosa y Liza será algo interesante de ver.

    ¿Rosa o Liza?
    -No me hagas esto, George D': No sé a quién elegir xC Me quedo con las dos, ya está (? :'3

    Y bueno, hasta aquí mi comentario. ¡Esperaré con ganas el siguiente! :D Y no abandones el fic en adelante, que es uno de mis favoritos u-u ¡Nos leemos, mejórate!

    Liza White
     
  12.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    A ver, sé que van a darme un trancazo por decir esto, pero lo siento, no avancé el fic antes porque tenía mejores proyectos, como Flores Entrecruzadas, sin embargo, ya la terminé y ahora es momento de continuar la historia.



    Capítulo 12: La gran estrella


    Tras haber barrido el suelo con los criminales el entrenador Rance dejó que los policías hicieran la investigación, después de todo, Rance solo era un matón, alguien que se encargaba de vencer a los tipos malos dentro de la acción. Todo el papeleo administrativo le resultaba inútil, ya que no tenía acceso a los documentos clasificados.


    No es que le molestase la falta de información, tampoco deseaba convertirse en un investigador privado ni nada por el estilo, simplemente buscaba encontrar la causa de todos los ataques a centros públicos. Si hubiese una palabra para describir las acciones de los criminales falsos sería: terrorismo, usar tácticas basadas en golpes a la sociedad civil para provocar miedo.


    Sin embargo, los ataques eran descarados, casi estúpidos, solamente un imbécil sería sorprendido por una planeación tan pobre. En fin, Rance no tenía ninguna misión y tampoco un objetivo por el momento, así que decidió vagar por Ciudad Luminalia para perder el tiempo.


    Lejos de los villanos y el mundo oculto, Ciudad Luminalia era la metrópolis de la región Kalos y una de las ciudades más pobladas en el mundo. Rance vio muchos edificios gigantes, tiendas departamentales donde humanos y pokémon podían ver y comprar las cosas qué más les gustasen. Si Rosa y Liza estuviesen con él podrían haber tenido un gran momento juntos.


    Desgraciadamente, las chicas se encontraban recorriendo un espeso bosque y de nada serviría llamarlas, ya que la señal podría cortarse o simplemente no llegar a su destino. Rance entró a un negocio de ropa, ahí vio muchas camisas y sacos coloridos, no obstante, ninguno le llamó la atención.


    De haberlo querido pudo comprar bastante, el dinero que recibió después de barrer a la organización criminal era suficiente para vivir algunos meses. Por más que odiase admitirlo, ser matón de la policía internacional era un empleo remunerado, incluso si iba en contra de sus principios.


    —Supongo que la gran ciudad no es lo mío —murmuró Rance, el muchacho llevó sus manos a los bolsillos y trató de buscar algo qué hacer. El joven vio un enorme restaurante que decía: “Si peleas contra nuestros camareros y ganas, te llevas doble ración gratis”, posteriormente entró al establecimiento y en un santiamén ganó cuatro combates seguidos.


    No le fue muy difícil, utilizó a Garchomp, Charizard, Haxorus y Salamence en ese orden. Los encargados quedaron complacidos por la demostración de poder, ya que ningún combate duró más de dos movimientos, quizá en otros tiempos el chico pudo haber usado pokémon menos poderosos, capaces de ofrecer un buen espectáculo para la audiencia, por desgracia el hambre se apoderó de él.


    —¡Vamos a comer! —exclamó lleno de avaricia, sus ojos brillaron al ver el fino corte de carne y demás ingredientes que ahí yacían, lo mismo pasó con las camareras que lo atendieron, eran cuatro chicas vistiendo kimonos de distintos colores. No siempre llegaba un cliente relativamente poderoso.


    Tras devorar todo el plato y darle comida a sus pokémon, el joven volvió a vagar por las transitadas calles de la ciudad. Había tantos lugares que visitar y mucho tiempo para gastar, hasta no recibir una misión entonces Ciudad Luminalia era exclusivamente suya. Las personas que caminaban junto a sus pokémon eran de distintas clases sociales, desde empleados hasta mujeres con maquillaje hasta los dientes, ¡incluso los niños vestían con estilo!, Rance se miró a sí mismo en un espejo y apreció su atuendo clásico.


    La gabardina negra, pantalón del mismo color, botas y sombrero le daban un aspecto intimidante, de no ser por sus ojos amables y postura erguida cualquiera pensaría que era una persona peligrosa.


    Y de repente, como si fuese una broma del destino, Rance terminó chocando con alguien. El impacto fue tan duro que ambos cayeron al suelo.


    —Auch, ¿estás bien? —preguntó el muchacho, posteriormente se levantó sobando su cabeza.


    —¡Sí!, ¡disculpa!, ¿estás bien? —Una voz femenina llamó al joven, al enfocar bien su mirada pudo ver a una chica de cabello negro con lentes y mirada asustadiza, era bastante bonita a primera vista. Rance pensó que se encontraba en una novela visual, ya que siempre se topaba a chicas bonitas en cualquier lado, ya sea en misiones, viajes o incidentes como éste.


    —Sí, no te preocupes. —Como todo buen caballero decidió ayudarle a levantarse, sin embargo, grande fue su sorpresa cuando la chica tomó su mano y empezó a correr hacia la multitud. Rance no sabía lo que pasaba, al girar la cabeza hacia atrás pudo ver a una gran cantidad de periodistas persiguiéndola —. ¡¿Qué pasa?! —cuestionó un tanto confundido.


    —¡Lo sabrás cuando salgamos de aquí! —respondió la misteriosa joven.


    Los dos corrieron durante cinco minutos enteros, a pesar de su complexión frágil la chica tenía buena resistencia, ya que no se detuvo ni un momento, ¿acaso eran personas malas?


    Finalmente los dos llegaron a un callejón alejado y angosto, cuando por fin se detuvieron Rance fue el primero en hablar.


    —¿Me puedes decir qué sucede?, de repente chocaste conmigo y luego anduvimos corriendo. Creo que no es muy buena impresión.


    —Lo siento, es que son periodistas que buscaban darme una entrevista, mi agente olvidó acordar bien las citas y se terminaron amontonando. Así que hice lo más maduro posible, ¡correr! —La jovencita hizo una mueca graciosa y luego sonrió amablemente —. Lamento involucrarte en esto, me llamo Oliva y soy una pokémon performer o artista pokémon, como le quieras llamar.


    —Yo me llamo Rance, soy un entrenador pokémon que viene de otra región, es un placer. Por cierto, ¿qué son las artistas pokémon?, nunca había escuchado de ellas.


    —Ya veo, eres nuevo por aquí, te explicaré de forma rápida: Las artistas pokémon somos jóvenes que presentamos grandes espectáculos junto a nuestros pokémon, diferimos de los coordinadores porque no presentamos batallas ni acción. En vez de ello nos centramos en la unión y talentos externos de nuestros compañeros, ya sea bailar, cantar o hacer pasteles, de hecho hay una gran cantidad de concursos donde las habilidades de la artista y el pokémon se ponen a prueba.


    —Interesante, supongo que eres relativamente famosa, ¿no?, por eso te perseguían los periodistas. —Rance rascó su cabeza un tanto preocupado, si estaba en un callejón tan estrecho con una celebridad cualquier foto comprometedora podría ser bastante problemática. Más con su misión actual, ya que no deseaba ser reconocido tan rápido por las masas.


    —En realidad… Yo soy la reina de Kalos… A ver, en analogía vendría siendo como si fuese la campeona de la región, solo que en demostraciones. —Ok, Rance llevó su mano diestra a su rostro, posteriormente se recargó sobre las paredes del callejón y finalmente soltó un suspiro. La situación poco a poco fue empeorando, si salían juntos ahora acabarían por llamar la atención de los medios y eventualmente su identidad saldría a la luz.


    —¿Quieres decir qué me encuentro atrapado en un callejón angosto con toda una celebridad? —cuestionó Rance con ironía.


    —¡Exactamente! —contestó Oliva —. Muchos chicos desearían estar en tu posición, así que no lo tomes como algo malo.


    —Muy bien, su alteza, ¿cómo vamos a salir de esto?


    —Tengo una idea, ya que no conoces los shows pokémon, ¿te gustaría venir conmigo a uno?, puedo darte un pase VIP para estar en primera fila, así nadie te reconocerá ya que la prensa no tiene acceso a esos lugares del recinto, miras todo el evento y cuando se vayan todos podrás irte sin que nadie te vea. Habrá celebridades, por lo que no prestarán atención a los invitados normales. —La idea de Oliva era relativamente buena, además no es que hubiese algo mejor que hacer en la gran ciudad.


    —De acuerdo, vamos a ver que tan buenos son los espectáculos pokémon. —Los minutos transcurrieron de forma incomoda, estar tan pegados los hizo sentirse un tanto frustrados, ya que no podían moverse con mayor libertad. Un silencio incómodo se apoderó de los dos, ya que apenas se conocían y ya tuvieron un contacto directo involuntario.


    —Y… ¿Por qué eres entrenador pokémon?, ¿cuál es tu sueño? —Oliva decidió romper el hielo mientras aún estaban atrapados, así que inició con una pregunta que en teoría era inofensiva, no obstante, para Rance esa cuestión fue complicada de analizar.


    —Bueno, si tuviese diez años diría algo como: “¡Mi sueño es ser un maestro dragón y convertirme en el más fuerte de la región!”, de hecho, me gustaría responderte eso ahora mismo. —Rance pausó su respuesta, entonces miró a Oliva directo a los ojos como si estuviese hablando consigo mismo, de hecho, nadie le había cuestionado sus propósitos en mucho tiempo. Ni siquiera Rosa o Liza —. Pero ya tengo el poder, me convertí en maestro dragón y soy muy fuerte, gracias al nexo con mis pokémon y entrenamiento. Supongo que no lo sé, estoy en un viaje de auto descubrimiento.


    —Espero encuentres una respuesta, yo quise convertirme en artista porque me di cuenta que muchos pokémon no eran fanáticos de las batallas. Claro, podían hacerlo pero eso no los hacía especialmente felices, así que decidí buscar otros talentos aparte del combate, para que dichos pokémon pudiesen sobresalir y brillar en un escenario. Para mí no existe pokémon inútil, tampoco persona, creo que todos tienen talento escondido y es cuestión de esforzarse mucho para sacarle el máximo provecho.


    —Talentos escondidos, ¿eh?, creo que es una buena forma de pensar.


    —Los pokémon son criaturas hermosas, los amo a todos. —Oliva retrocedió un poco, posteriormente sacó dos pokébolas y de un solo movimiento liberó a sus dos compañeros, la primera era Lilligant, un pokémon hembra tipo planta cubierto en flores hermosas y un destello abrumador. Su compañero fue totalmente distinto, un Muk mediano con apariencia intimidante y un olor de dudosa procedencia, aún así, los dos pokémon se saludaron mutuamente y luego sonrieron a su bella entrenadora —. Estos son mis dos compañeros, podrás pensar que Muk no es un pokémon para mostrar belleza, pero yo creo todo lo contrario, este pequeño me salvó cuando me caí en una alcantarilla hace ya varios años y desde entonces hemos estado juntos. A los dos le tengo un cariño muy especial. —Oliva volvió a sonreír, su amor por los pokémon era verdadero, la chica no cambiaría a sus dos queridos amigos nunca jamás.


    —Me recuerdas a una chica que acabo de conocer también, en verdad las personas como tú hacen falta en este mundo. —La plática siguió durante algunos minutos más, cuando los periodistas se fueron los nuevos amigos se escabulleron entre la multitud rumbo al domo de Ciudad Luminalia. Tras pasar por filtros de seguridad y demás formalidades finalmente llegaron al recinto.


    Mientras Rance se preparaba para ver el espectáculo pokémon, Rosa y Liza por fin llegaron a un centro pokémon en medio del bosque, las dos se veían cansadas y sin muchas ganas de seguir caminando. Todo inició porque Rosa se distrajo viendo a una manada de Tauros salvajes, algo raro, ya que dichos pokémon se encontraban más que nada en granjas y villas, verlos en su estado natural le fascinó mucho, pues creció rodeada de dichas criaturas.


    —Tardaste mucho siguiendo a esos Tauros, Rosa. —Liza decidió sentarse en una de las bancas del centro pokémon, la chica respiraba agitadamente y se notaba cansada por la enorme caminata. Kirlia se metió dentro de su pokébola, pues no quería seguir flotando tampoco.


    —Es que no todos los días tenemos oportunidad de ver a Tauros salvajes, ¿verdad, Eevee? —Su adorable pokémon asintió con una sonrisa, en verdad eran parecidas, Rosa y Eevee.


    —Tomemos un descanso y veamos televisión, hemos estado caminando desde el amanecer. —Liza fijó su mirada en la pantalla que estaba en medio de la recepción, ahí vio una transmisión en vivo del gran espectáculo pokémon en Ciudad Luminalia, de inmediato su cansancio desapareció y terminó por quedarse picada con el programa —. ¡Mira, Rosa!, es un espectáculo pokémon.


    —Oh, ¿había uno en Luminalia?, ¡genial!, siempre veía los espectáculos pokémon en casa, me gustan muchísimo, quizá podamos aprender algo para nuestras batallas apreciando las demostraciones.


    El escenario consistía en un domo-estadio cerrado, repleto de butacas en una parte y también cubierto de adornos dorado con negro, tanto en el techo, como en las paredes. Había estatuas de bronce que representaban a los tres iniciales de Kalos, también una mega piedra falsa gigante que cubría la cúpula del escenario, sin mencionar el hermoso paquete de luces y sonidos que dicho lugar podía ofrecer.


    De todas las sedes en Kalos, la de ciudad Luminalia era quizá la más hermosa, un lugar único para las artistas pokémon.


    Y así, en medio de gran expectación… ¡El gran espectáculo pokémon dio comienzo!


    Fin del capítulo 12

    No le haré publicidad, bueno, un poquito xD unas preguntas rápidas.

    ¿Qué te pareció el regreso?
    ¿A qué un harem mola? (opcional responder)


    Y más importante, ¿qué tipo de reto te gustaría leer en la demostración de categoria? (la del performance)

    Sé que esperaban una batalla o desarrollo de personajes más profundo, pero ya le daré atención al fic así que esperen continuación y capítulos cortos, por el momento, para retomar el hilo argumental.
     
    Última edición: 9 Enero 2016
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  13.  
    J.Nathan Spears

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    ¡Al fin la conti! Qué bueno que sepamos qué pasó con Rance... y bueno, también Oliva me pareció un personaje adorable... con una filosofía que comparto: No existe Pokémon inútil. :)

    Lo de Rosa y Liza me pareció una transición corta. Me pregunto cuánto tardarán en ganar la siguiente medalla... y cuánto tardarás en poner la conti xD

    Olvidaste mencionar que te has dedicado casi de lleno a lo de Esme Maho Shoujo xD. El spin-off de Flores Entrecruzadas... pero son detalles

    Espero acá muchos se animen a leer xD

    Suerte, mi pana c:
     
  14.  
    George Asai

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    Nuevo cap de Rosita :3



    Capítulo 13: Mala pasada


    Las presentaciones del espectáculo fueron grandiosas, Rance vio desfilar a las concursantes y entre ellas vio a Oliva, su atuendo consistía de un vestido verde repleto de flores bordadas color dorado, además, el maquillaje y accesorios le daban una apariencia casi divina. Era hermosa, deslumbrante, tanto que su sonrisa derretía los corazones de hombres y mujeres por igual.

    Sus dos pokémon: Lilligant y Muk marchaban a su lado, el resto de las competidoras también eran hermosas, todas bien vestidas y con diversos pokémon. Al ser un espectáculo de clase maestra todas eran expertas en la materia, por ende, no hubo ninguna duda ni accidente inesperado durante la primera ronda.

    —Muy bien, estas hermosas señoritas competirán para ver si logran vencer a Oliva, la reina de Kalos. ¿Veremos su reinado terminar hoy?, ¿o solo nos demostrará porque ha mantenido el título dos años seguidos?

    Un hombre rubio con traje azul y sombrero del mismo color anunció el orden de las participantes, Rance no las conocía, pero supuso que eran famosas porque muchas personas se pararon a brindar aplausos cuando ciertos nombres pasaron, sin embargo, el de Oliva fue el que mayor explosión causó, los periodistas tomaron fotos a lo idiota y se escucharon cantos felices por todo el domo.

    El ambiente era diferente al de un concurso pokémon, Rance estuvo presente en muy pocos durante su infancia y juventud, siempre le desagradaron ya que él solo se concentraba en el poder y los combates, por lo tanto, nunca dio una oportunidad a eventos distintos. Sin embargo, una sensación nostálgica entró en su corazón, ver a tantas personas emocionadas y a competidoras esforzándose al máximo…

    ¿No era igual a una liga pokémon?

    Independientemente de la actividad, ellas llegaron ahí con el firme deseo de triunfar, ¿cuántas horas de entrenamiento cargaba cada una?, ¿cuántos nervios sentían en este preciso instante?, todas esas preguntas inundaron la mente del muchacho. Él se sintió así la primera vez que entró a una liga pokémon, con sus tiernos once años él se paró frente a un gran estadio e hizo su debut, a pesar de haber sido brutalmente vencido no perdió la esperanza. Siguió esforzándose hasta conquistar el campeonato.

    —¿Por qué olvidé este sentimiento? —Rance sintió un pequeño dolor en su corazón, ¿era remordimiento?, ¿tristeza?, al final sus pensamientos no se aclararon.

    Las presentaciones de la primera ronda consistían en hacer pastelitos y tratar de comerlos de una forma muy elegante, no solo se juzgaba la forma del pastel, sino la ejecución y la manera en que el pokémon y entrenador compartieron las porciones correspondientes. Las señoritas eran muy elegantes, cortaban en piezas al pastel e ingerían sin machar una sola parte de sus atuendos, lo mismo hacían sus compañeros pokémon, ninguno quedó con alguna sobra en los labios o partes de sus cuerpos.

    Oliva deslumbró a todos con su pastel, era de dos pisos, además, estaba totalmente adornado con chispitas. Lilligant, Muk y ella lo lanzaron al aire al mismo tiempo, en seguida, el pokémon tipo planta utilizó hojas navaja para cortarlo sin derramar ni una gota de betún al piso. La gente soltó un grito ensordecedor cuando realizó aquella maniobra muy arriesgada, Rance también lo hizo, de hecho, comenzó a gritar también como si fuese un fanático de los espectáculos.

    Los resultados preliminares fueron obvios: Oliva pasó a la segunda ronda, las concursantes eliminadas lucían tristes, pero satisfechas consigo mismas por haber llegado a la clase maestra. Tras un leve receso de media hora las finalistas se acomodaron sobre el escenario, Rance le dio un vistazo a las competidoras y logró llegar a una conclusión: Todas eran hermosas, no solo por su físico, el aura que irradiaban las chicas le hizo recordar sus viejos tiempos como entrenador competitivo. Ninguna llegó a ese lugar haciendo trampas ni tomando el camino fácil, fueron horas de frustración, esfuerzo, sacrificio y honor.

    Pero ahí estaban, paradas frente a una gran cantidad de personas y a un paso de lograr sus sueños.

    —La primera en pasar será la participante… ¡Oliva!, denle un aplauso a nuestra reina. —Y en ese momento ocurrió lo inesperado, antes de que Oliva pudiese empezar su presentación la puerta principal explotó, causando un enorme alboroto por todo el lugar. Rance se puso de pie y apreció la situación rápidamente, ahí vio a varios miembros Team Flare con las insignias tachadas, los mismos que atacaron la guardería cuando estaba con Rosa y también los que buscaron desmantelar la exposición del museo.

    Esto era ya terrorismo real, atentar contra un espectáculo pokémon de clase maestra fue más allá que mero vandalismo. Rance comprendió al instante todo el peligro que ocurría. No alcanzó a contar a los atacantes, pero debían ser demasiados si lograron vencer a los guardias de seguridad, ellos tenían pokémon siniestros como Bisharp o Toxicroack, especies de alto nivel y muy peligrosas en manos equivocadas.

    Oliva se asustó, su semblante quedó congelado mientras varios guardaespaldas salieron detrás del escenario para colocarse frente a ella y proteger a las competidoras. La audiencia en general no supo cómo reaccionar, niños y mujeres fueron tomados como rehenes por parte de los atacantes, al menos los que estaban hasta atrás en la última fila.

    Los guardaespaldas no fueron rivales para los atacantes, sus pokémon luchadores como Machoke o Sawk, incluso con la ventaja de tipo a su favor. Esos no eran simples maleantes ni entrenadores de nivel bajo, a diferencia de los asaltantes del museo ellos tenían más experiencia, ya que sus pokémon realizaban ataques de alto nivel como golpe bajo, veneno X e incluso bomba venenosa.

    —Rance, ¿puedes hacer algo?, están llegando más —comentó Oliva un tanto alterada, por las ventanas empezaron a llegar más soldados enemigos montados en Golbat y Fearow. La situación empeoró para los guardaespaldas al verse rebasados en número, Rance llevó su mano diestra hacia su bolsillo, total, tardarían varios minutos en llegar a la primera fila donde él se encontraba.

    —Lo haré…—susurró, el chico alistó motores para darle una paliza a los maleantes, por desgracia, un pensamiento negativo golpeó su mente. Sí, había un error grave ahí mismo —. Espera, no puedo…

    —¿Eh?, ¿no eras un entrenador poderoso?, ¿fueron tus palabras puras mentiras? —exclamó la estrella pokémon.

    —Lo soy, pero creo que demasiado. Mira a tu alrededor, ¿qué pasa si lanzo un poderoso ataque? —Rance sabía que su equipo actual era inútil en esta situación, sus pokémon poseían un poder brutal impresionante, tanto que era capaz de vencerlos a todos por su cuenta. No por algo fue campeón de Teselia y logró en rango de maestro dragón.

    —¿A qué te refieres? —Oliva no entendía bien el punto de Rance, éste negó con la cabeza para desquitar su frustración.

    —Si hago un lanzallamas con Charizard existe el riesgo de provocar un incendio, si Garchomp usa cualquier ataque es probable que termine demoliendo algo y aplastando a los espectadores, Salamence y Haxorus son iguales, cualquier movimiento bruto que hagan terminará por dañar la estructura y poner la vida de estas personas en riesgo.

    Oliva comprendió todo, esto no era un estadio ni una fábrica abandonada, los pokémon de Rance eran demasiado fuertes para su propio bien. En este caso, el muchacho era totalmente inútil e inservible, de nada servía tener tanta fuerza si ésta no se podía mostrar en cualquier lado. Rance entendió por primera vez su principal punto débil: ¡La brutalidad excesiva!

    Fin del capítulo 13

    Como verán, Rance es un completo inútil en esta situación, ¿cómo saldrá de ésta? :333
     
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  15.  
    J.Nathan Spears

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    ¡Ajá! ¿Ya no eres tan rudo, verdad Rance? -3-

    Por estas razones odio tanto a la gente que solo sale a batallar con putos pokémon ultrapotentes. Solo llevó dragones (y un Charizard... seguro tiene la MegaPiedra X tambien el muy...)

    Pero bueno, también me pareció raro que Rance antes de toda esa reflexión se pusiera toda Fangirl ante los eventos de ese Tripokalón. Aunque sí podría ser un prefacio a la metamorfosis que el pensamiento de Rance podría sufrir.

    A ver cómo salen de esta...
     
  16.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    Un capítulo que a decir verdad, me gustó.



    Capítulo 14: La separación de los ideales


    Rance estaba contra las cuerdas, los miembros del comité fueron derrotados uno a uno por la gran cantidad de adversarios que asediaban el recinto. Las concursantes yacían asustadas, ellas no se esperaban ser asaltadas de ese modo mientras competían en el gran espectáculo pokémon. Había nerviosismo, ganas de salir corriendo y gritar por ayuda, desgraciadamente, la salida de frente estaba tapada y no sabían si el corredor trasero estaba disponible para evacuar.

    —Rayos, necesitamos salir de aquí cuanto antes. —Rance no veía otra alternativa, de hecho, usar a sus pokémon era inútil en esa situación.

    —Hay un pequeño jardín en la salida trasera, seguro los criminales taparon el acceso, pero el jardín debería estar libre. —Oliva sugirió un comentario extraño, ¿de qué serviría dirigirse al jardín si de todos modos seguirían atrapados?

    —¿Por qué me dices eso?, no creo que ir a ese lugar sea de ayuda —comentó Rance.

    —Dices que eres un entrenador poderoso, en el jardín a veces llegan pokémon salvajes, si tienes pokébolas podrías atrapar uno y ayudar en la batalla.

    —Oye, no es tan fácil como lo dices, ¿crees qué un pokémon recién atrapado hará algo en esta situación?

    —Es mejor que no hacer nada —respondió Oliva.

    —Está bien, cúbreme mientras voy allá.

    —No te preocupes, ¡chicas!, este recinto es donde nos esforzamos para cumplir nuestros sueños. ¿Por qué nos echamos para atrás?, se supone que las artistas pokémon deben ser fuertes, capaces de luchar por lo que creen, ¡mostrémosles a esos villanos de lo que estamos hechas! —Oliva se paró en el escenario para llamar la atención de los asediadores, las demás jovencitas pasaron del pánico a la inspiración.

    Oliva tenía razón, ellas practicaron durante horas para poder llegar a la clase maestra, años gastados en la categoría junior y normal. Era su oportunidad de vencer a la reina actual y poder llegar a la cima del mundo, pero de la nada, unos sin vergüenzas llegaron a robar su momento de gloria. ¡Imperdonable!, las jovencitas se llenaron de valor y en lugar de esconderse decidieron apoyar al equipo de seguridad, junto a los invitados capaces de defenderse.

    La batalla campal no podía ser peor, pokémon como Golbat o Bisharp recorrían todo el auditorio para combatir contra diversas especies, no obstante, los asaltantes eran bastante competentes, tanto que a la larga vencerían a los presentes y al equipo de seguridad sin ningún problema. El ataque de las artistas fue valeroso, pero poco productivo, las chicas por más valor y esfuerzo que ponían en sus ataques rápidamente mostraron que no estaban hechas para los combates.

    En fin, mientras la batalla campal se llevó a cabo, Rance caminó rápidamente hasta el jardín trasero, debido al tiempo no tuvo chance de recorrerlo bien, simplemente dio un vistazo rápido. Por desgracia, no había ningún pokémon o al menos eso creyó, en medio de la vegetación vio a un Bidoof comiendo pasto, de inmediato lanzó su ultra bola con toda la intención de atraparlo.

    —No tengo opción, lo siento. —La captura se realizó con éxito, ya que su ratio de captura era altísimo, posteriormente, el joven corrió a toda marcha hacia el escenario para analizar la situación. Como era de esperarse, los terroristas llevaban una ventaja abismal sobre las fuerzas de auto defensa y las competidoras del espectáculo.

    —Rance, ¿conseguiste algo?, necesitamos ayuda… —Oliva vio como su imponente Muk servía de escudo para los aires filosos que lanzaban los Golbat hacia Lilligant. No iban a resistir por mucho, más porque los tipo volador tenían una abrumadora ventaja sobre los tipo hierba. Lilligant trató de espantarlos con tormenta de hojas, pero dicha técnica no tenía mucho efecto en los rivales.

    —Sí, pero no lo que esperabas, ¡vamos, Bidoof! —exclamó Rance, el pequeño castorcito ni siquiera sabía dónde estaba parado, el pokémon giró su cabeza a todos lados ya que no se imaginó estar dentro de una batalla campal. De hecho, se congeló del miedo, su personalidad tímida y carente de valor se hizo notar desde un comienzo.

    Sí, definitivamente no había error alguno…

    La conexión con Rance era mala, todos sus pokémon, incluso los más pequeños, mostraron un gran valor y determinación desde que eran chiquitos. Rance los conoció y supo que podían ser grandes amigos, el resultado fue obvio: Un montón de peleadores natos con un poder brutal y un lazo inquebrantable.

    Pero este Bidoof ni siquiera vio cuando fue atrapado, su personalidad no iba para nada con alguien tan fuerte como Rance. Además, el pobre quedó congelado del terror cuando un Golbat se lanzó hacia él para embestirlo.

    —¡Bidoof, esquívalo y usa placaje! —Pero el pokémon no obedeció, ¿cómo iba a hacerlo?, si semejante monstruo volador lo embistió con fuerza hacia atrás. El pequeño se levantó y comenzó a llorar, Rance comprendía su sentir, hace apenas unos minutos estaba cavando un agujero feliz de la vida y ahora se encontraba en una situación de vida o muerte.

    —¿Qué mierda es eso? —susurró uno de los asaltantes —. Golbat, usa mordisco.

    —¡Rizo defensa! —Esta vez el pokémon obedeció el comando, no tanto por unión a su entrenador, de hecho, parecía muy asustado incluso con las órdenes fuertes del muchacho. Su cuerpo se endureció y gracias a eso fue capaz de soportar el mordisco del pokémon volador, de hecho, los dientes del atacante quedaron clavados y por ende, lo dejó expuesto a un contraataque —. ¡Bidoof, usa desenrollar!

    La boca del roedor brilló, posteriormente una pequeña roca salió de la nada y acabó por ser disparada contra las alas del rival. La técnica consistía en disparar rocas cada vez más grandes y como los dientes seguían clavados le resultó imposible esquivar todas las pedradas. Hasta que finalmente cayó derrotado, para sorpresa del soldado.

    —Imposible, ¡fui vencido por un Bidoof!

    Aún así, Rance no celebró para nada esa victoria, de hecho, apenas pudo derrotar a uno de los soldados y todavía quedaba un gran número de ellos allá afuera. Bidoof volteó a ver a Rance, sus ojitos le pedían no pelear más, el pobre temblaba y rogaba con la mirada ser devuelto a la pokébola. Aún así, huir ahora solo dejaría a Rance como un cobarde y la moral de los defensores bajaría.

    Claro, ya estaba muy baja de por sí, el mero hecho de usar a un pokémon como Bidoof en medio de una situación peligrosa daba mucho de qué hablar. Los guardias sabían que Rance era un entrenador de élite, alguien capaz de barrer el piso con los villanos por su cuenta, pero él de la nada sacó a un pokémon débil y cobarde, ¿cómo no iban a sentirse aterrados por ese hecho?

    —Escucha, tú y yo apenas nos conocemos, además, puedo ver que estás asustado, pero necesito tu ayuda. ¡Debemos proteger a los espectadores! Y ayudar también a los guardias, yo sé que tú tienes la fuerza para hacerlos retroceder. —Los ánimos de Rance habrían funcionado con un pokémon valeroso, alguien cuyo corazón ardiese en poder y fuerza de voluntad. Por desgracia, Bidoof era diferente a sus demás compañeros, él no era un guerrero, alguien que disfrutase el arte del combate.

    “¿Por qué tengo qué hacerlo?”

    “No es mi problema”

    “Estoy asustado, no es deber mío salvar a esas personas”

    Estos fueron los pensamientos que rondaron la cabeza del pequeño Bidoof, en cierto modo estaba en lo correcto, él no tenía porque arriesgar su integridad para salvar a un montón de desconocidos. Su captura fue apresurada y hasta egoísta por parte de Rance, el muchacho no pensó en los sentimientos de Bidoof y solamente lo lanzó a una guerra que no le correspondía.

    Claro, otro pokémon más valiente y fuerte habría hecho conexión con Rance de inmediato, después de todo, el muchacho tenía un aura tan poderosa que podría animar a cualquier guerrero a despertar su llama interior. Cualquiera, menos Bidoof, el pobrecito apenas tenía fuerzas para otro combate más y todavía quedaban muchos asaltantes que repeler del recinto.

    —Vamos, Bidoof, comprendo que estés asustado, yo también tengo miedo, pero juntos podemos vencer a estos mercenarios. —Rance trató de animar a su pokémon sin mucho éxito, el pequeño roedor caminó hasta sus piernas y se ocultó, realmente no deseaba pelear, para colmo la poca ventaja moral que ganaron con su presencia desapareció. Las participantes, incluyendo a Oliva ya habían sido derrotadas y muchos espectadores del gran espectáculo pokémon fueron tomados como rehenes.

    Todo iba de mal en peor.

    Rance comenzó a desesperarse, por primera vez en muchos años realmente creyó que todo estaba perdido. Oliva retrocedió sin sus pokémon, ya que los devolvió a sus pokébolas. Bidoof no podía hacer nada, aún si luchase con todas sus fuerzas acabaría por ser vencido sin ningún problema. Carecía de entrenamiento, lazos con Rance y confianza, además, su personalidad pasiva y cobarde eran el opuesto perfecto para su entrenador.

    “¿Qué debo hacer?” pensó Rance, tantas ideas surcaron su mente, pero ninguna le dio la satisfacción de actuar. El tiempo se agotaba, los presentes y guardias estaban a pocos minutos de perder la batalla campal y en el peor de los casos podría haber secuestros por parte de los criminales. Rance era inútil, en un intento desesperado realizó un acto que cualquier entrenador tacharía de deplorable…

    —¡Bidoof, no me importa cómo te sientas, pelea! —gritó, su voz estaba repleta de frustración e ira, el pequeño roedor asintió asustado, ya no era confianza ni bondad lo que emitía Rance, de hecho, sus orbes se volvieron más fríos y llenos de fuerza. El pequeño roedor encaró a un Sneasel, la diferencia de tipo no intervenía en nada, aún así, el lazo roto entre Bidoof y Rance los ponían en una severa desventaja.

    —¡Usa garra de metal! —exclamó el soldado.

    —¡Esquívalo y usa placaje! —Pero Bidoof no esquivó nada, recibió de lleno las garras en su cuerpo y por suerte, logró contraatacar con placaje. Aún así, no le hizo mucho daño, a pesar de estar reforzado en la defensa los daños de la pelea pasada todavía no sanaban.

    —¡Usa puño de hielo! —Un movimiento más poderoso apareció en la garra del Sneasel, éste dio un gran salto y sin mayores dificultades conectó su técnica, lanzando al pequeño Bidoof hacia Rance. Aún podía pelear, pero su espíritu se rompió, los ojos del pobre pokémon le rogaban a Rance que había sido suficiente, no quería pelear nunca más en su vida, de hecho, era la primera vez que tenía una batalla.

    Vivió pacíficamente en las praderas de Kalos, lejos de los depredadores y entrenadores, el destino de ese Bidoof no era luchar, Rance lo sabía, pero la desesperación y frustración del momento lo terminaron cegando.

    —Maldición, ¿por qué eres tan cobarde?, ¡sé que puedes ganar!, ¡vamos! —exclamó el muchacho, pero su grito solo terminó por hacer que Bidoof regresase a su pokébola por voluntad propia. Nunca antes un pokémon lo desobedeció, el hecho de no ser capaz de animar a Bidoof a pelear demostró su inutilidad. Para colmo, el daño en la personalidad del roedor fue grave y permanente, probablemente nunca más podría volver a pelear debido a este trauma.

    —Bien, sigamos adelante —ordenó el entrenador del Sneasel, Rance se vio como un novato, segundos después dio un vistazo a su alrededor. A los espectadores de la última fila ya los amenazaban con subirlos a un camión grande, sus peores temores se volvieron realidad, ¡necesitaba hacer algo!, Oliva se puso a lado suyo, sus palabras de aliento fueron en vano…

    ¿O no?

    —Esto debe ser una broma, ¿verdad? —Rance comenzó a reírse, el pobre también llegó a una especie de rompimiento mental. Sí, toda la carga de sentimientos negativos que se acumularon desde el invierno veraniego estaba a punto de explotar. La imagen de Articuno muerto por el Metagross de Mana surcó su mente, al mismo tiempo, el recuerdo de la base enemiga destruida hace poco también afectó sus ideales.

    “De grande, ¡quiero convertirme en un maestro dragón!”

    “Seré el entrenador más fuerte de toda Teselia, ¡ya verán!”

    “¡Ganaré la liga pokémon!”

    “Los humanos y los pokémon somos amigos, si mantenemos nuestra amistad por mucho tiempo no hay problema alguno que no podamos resolver”

    Las frases de su infancia también regresaron, en aquella época solo se preocupaba por competir en torneos regionales y en hacerse amigo de todos los pokémon. Rance logró todos sus cometidos, se convirtió en maestro dragón, ganó la liga de su región e hizo incontables amigos en sus viajes, ¿y todo para qué?

    ¿Para qué servía el poder?

    “Quiero proteger a las personas, así los jóvenes entrenadores podrán cumplir su sueño como yo lo hice”

    Hasta hace poco esa era la mentalidad del muchacho, con su poder buscaba darle a los jóvenes un impulso a sus carreras para que tuviesen las mismas memorias que él tuvo a esa edad. Por desgracia, la experiencia con Mana y futuras intervenciones en la policía internacional terminaron por romper esa ideología tan infantil, pero bondadosa que él cargó desde temprana edad.

    —Lo siento mucho —susurró, en ese momento se imaginó ver a su yo del pasado, el pequeño Rance de diez años cuando recién iniciaba su viaje. Dentro de esa visión Rance se acercó a él, su contraparte sonrió al verlo.

    —Hola, ¿quién eres tú?, yo soy Rance, ¡me dirijo a tener mi primera batalla de gimnasio con Gible! —exclamó, su versión pasada carecía del atuendo negro con sombrero que lo caracterizaba actualmente, en vez de ello vestía una camiseta roja con shorts negros, sus cabellos blancos estaban más brillantes y también tenía un semblante mucho más bonito.

    —Pronto lo descubrirás —respondió Rance, el pobre sintió un nudo en la garganta dentro de su propia alucinación. Sí, no había duda alguna…

    Quería llorar…

    —No comprendo, señor, ¿qué ocurre?, si quiere puedo ayudarlo.

    —No, no… Sigue adelante y gana esa medalla —contestó Rance adulto.

    —Oh, es cierto, ¡nos veremos!, espero que esté feliz cuando tengamos otro encuentro. —La versión pasada de Rance salió corriendo y desapareció, dejando al muchacho solo dentro de su mente.

    —Adiós…—Y con esa última frase, Rance se despidió de su antigua filosofía, el muchacho amable y gentil que había sido hasta ahora quedó en el pasado, resguardado por un montón de recuerdos felices. Mana lo dijo durante su encuentro: “El fin justifica los medios”, en aquel momento Rance trató de salvarla para darle un nuevo sentido a su vida, por desgracia no encontró nada y ahora llegó a la conclusión de que era inútil hacerlo.

    Lo que ocurrió después, fue el inicio de una tragedia personal.

    —Aten a los presentes y eviten que las fuerzas de seguridad se acerquen. —El comandante del asedio por fin ordenó lo que todos temían, poco a poco los presentes se fueron formando a las orillas del recinto para ser maniatados o neutralizados. Después de todo, no deseaban crear una conmoción interna donde pudiesen salir corriendo.

    —¡Garchomp, sal! —Rance sacó a su pokémon más cercano, éste de inmediato notó el cambio que sufrió su entrenador, sus lazos eran tan fuertes que podían sentir lo que pensaban sin necesidad de hablar. Los ojos del dragón se volvieron fríos, llenos de furia y poder, nada tenía que ver el adorable Gible que inició su viaje con Rance hace varios años —. ¡Garra dragón! —Y de un solo movimiento, Garchomp destrozó a Sneasel, el pokémon ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, fue brutal, las garras del mismo hirieron severamente al pokémon helado.

    —¿Eh?, ¡Sneasel! —exclamó aterrado.

    —Garchomp, ¡usa garra dragón en cualquier pokémon enemigo qué veas! —El tiburón de tierra se desplazó a una velocidad casi supersónica, tanto que las butacas salieron volando por la intensidad del mismo. Cada vez que Garchomp lanzaba un ataque las paredes temblaban por la intensidad del mismo.

    —Maldición, ¡formen un perímetro y neutralicen a ese dragón! —ordenó el comandante, de inmediato diez Golbat volaron alrededor de Garchomp y amenazaron con usar rayo confuso. No obstante, Rance fue más listo, sin importarle los presentes o a quien pudiese caerle el muchacho dio el siguiente comando.

    —¡Cometa draco! —Varios meteoros ardientes rompieron el techo del estadio y terminaron por atacar a sus adversarios, sin embargo, pedazos de concreto también cayeron en dirección a todos. Civiles y criminales, nadie quedó a salvo de ese castigo tan brutal. Rance decidió actuar por la fuerza bruta, su único objetivo ahora consistía en derrotar a los malos para que no dañasen a nadie más fuera de este estadio y evitar así una toma de rehenes masiva.

    —¿Qué está pasando? —Las fuerzas de seguridad quedaron anonadadas con esa demostración de poder, aún así, reaccionaron lo suficiente para continuar luchando la batalla campal.

    Rance siguió luchando a sangre fría, su Garchomp realmente era un amenaza, cada vez que atacaba terminaba por dañar parte de la estructura, ya sea garra dragón, mordisco, demolición o cometa draco. En menos de quince minutos la batalla cambió, ahora los guardias por fin podían hacer retroceder a los enemigos y bastaron solo otros cinco minutos para expulsarlos del recinto.

    —Imposible, ¿cómo pasó esto?, ¡teníamos control total de la batalla! —El comandante no podía explicarlo, sus hombres fueron repelidos al cabo de veinte minutos y ninguno de ellos quería volver al recinto. Rance salió caminando junto a su poderoso dragón, sus rostros eran diferentes, parecían cazadores a punto de comer a una presa débil —. Fueron ustedes dos, ¡vamos, Camerupt!

    —Garchomp, ¡garra dragón! —El dragón lanzó sus garras contra el camello de fuego, éste se quedó parado y recibió de lleno la técnica. No obstante, resistió sin mayores inconvenientes el ataque. El comandante sonrió ante aquella muestra de poder, si bien estaba sorprendido por la fuerza de Garchomp, tampoco retrocedió ni se mostró intimidado.

    —Estallido. —Las jorobas de Camerupt brillaron con un resplandor rojo, posteriormente una gran cantidad de lava salió disparada en dirección al dragón. A pesar de poseer doble ventaja de tipo existía el mínimo riesgo de ser quemado por las llamas, debido a ello Garchomp tuvo que dar un gran salto en reversa para evadir el ataque y así quedar a una distancia considerable —. Ahora usa roca afilada.

    —Destruye las rocas con demolición.

    Las garras de Garchomp destruyeron las rocas que amenazaban con empalarlo, luego, Rance decidió arriesgarlo todo en la siguiente jugada.

    —¡Terremoto! —Un movimiento arriesgado, el dragón terrestre pisó el suelo, al hacerlo éste comenzó a temblar de un lado a otro, dañando así el equilibrio de Camerupt hasta tirarlo al suelo —. ¡Termínalo con garra dragón! —Camerupt no tuvo tiempo de levantarse, las garras de Garchomp rasgaron sus jorobas al punto de no poder moverse por el dolor.

    —Imposible, ¿c-cómo pude perder?

    —Se terminó, buen trabajo, Garchomp.

    Rance devolvió a su pokémon a la pokébola, posteriormente se dio la vuelta y miró al gran escenario del espectáculo totalmente destruido, ninguna butaca quedó en pie, de hecho, las jóvenes artistas yacían llenas de tierra o escombros, no hacía falta decir que sus vestidos fueron arruinados. Entre ellas yacía Oliva, la chica ayudaba a sus rivales a levantarse y también buscó a Rance de un lado a otro, por desgracia no tuvo éxito.

    —Nadie murió. —Uno de los agentes pasó a lado del muchacho y le susurró esa buena noticia, aún así, no servía de nada aliviarse, el daño moral provocado a Bidoof era irreversible, además, la despedida de sus ideales también afectó mucho su salud mental.

    Sí, no había ningún error…

    Rance tampoco volvería a ser el de antes.

    El muchacho salió del estadio destruido hacia un rumbo desconocido, no se despidió de Oliva, tampoco escuchó las palabras de agradecimiento e insultos dirigidos hacia su persona por su forma de arreglar la situación.

    Mientras todo esto pasaba, Rosa y Liza se picaron con la televisión para saber más detalles del asedio al gran espectáculo pokémon. La transmisión fue cortada poco antes de que Rance entrara en modo beserker con su dragón, de hecho, ni siquiera sabían lo que su amigo acababa de pasar.

    —Que miedo, espero que todo se resuelva —comentó Liza.

    —Sí, oye… ¡Mira! —La transmisión volvió, en ella vieron al estadio totalmente destruido y a varios policías auxiliando a los presentes, también se vio de fondo la detención de criminales implicados en el ataque. Como siempre, la imagen pública de Oliva, la actual reina de Kalos circuló por el noticiero, ya que ayudó a todas las competidoras y asistentes del evento.

    —Es horrible, ¿por qué terminó así el estadio?, ¿la batalla se habrá puesto intensa? —cuestionó Rosa.

    —Es probable, pero la situación se controló y no hubo víctimas, ¿no es genial? —Liza le vio el lado positivo, todos los implicados resultaron capturados, ningún presente perdió la vida, a pesar de la destrucción que sufrió el auditorio.

    —Tienes razón, debemos andar con cuidado, hay tantos criminales raros por todo Kalos que espero no encontrarme a nadie así.

    Las dos chicas continuaron su viaje sin saber el calvario que atravesaba Rance, ambas historias por fin tuvieron un punto de separación definitivo. El camino del muchacho iba a un destino diferente al de nuestras protagonistas y desgraciadamente, nada podía negarlo.

    Fin del capítulo 14

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  17.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Un episodio realmente intenso, mi pana o_O

    Rance usando un Bidoof... ¿Quién lo diría? Fue un buen esfuerzo por parte del castorcito, pero para esas situaciones no fue suficiente. Las Performers defintivamente no fueron hechas para el combate. Pero no puedo decirles inútiles ni nada porque nada más imaginarse el nivel de pelea de los malandros, pues... impresionante.

    Pobre Rance, realmente se le rompió el cerebro... y ese Bidoof quedó casi tan mal a la final. El pobre estaba confundidísimo.

    Al menos no hubo muertes qué lamentar. Me pregunto qué podría detener la brutalidad de ese joven... y me pregunto quién es/fue la tal Mana, asesina de Articuno O__o. Menos mal que esos no son pokes "únicos" a pesar de su status de Legendario.

    Esto se pone realmente interesante... ¡Espero la conti pronto, amigo! :D
     
  18.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    de todos los pokemon que hay, nunca imagine a rance con un bidoof .-., pero que cruel, pobrecito, algo vas a tener que hacer para que ambos mejoren.
    fue algo intenso, ya vez porque no tengo pokemon tan violentos? ¬ ¬
    aun me pregunto porque esa tal mana involucraría a rance a algo como eso, tan distinto que era. rosa y liza debería de reunirse pronto con rance y ayudarlo un poco, y a bidoof. o ambos se suicidaran. jaja
    esto cada vez es mas interesante, sigue asi, saludos!
     
    Última edición: 19 Febrero 2016
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  19.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    El viaje de Rosa
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    Muy bien, siguiente capítulo acá está <333



    Capítulo 15: Rhyperior nihilista




    Nuestras heroínas continuaron su viaje sin saber lo que ocurría en la gran ciudad, en fin, ya se enterarán después. El camino hacia la tercera medalla de Rosa se vio interferido por una enorme cueva, ésta no tenía muchas señales de vida, algo raro, ya que los pokémon tipo roca normalmente acostumbraban esas regiones para vivir. Ni Rosa o Liza dijeron mucho durante el camino, simplemente avanzaron entre las rocas que se posaban sobre ellas.


    —Sabes algo, hay mucha humedad. —Liza notó que caían pequeñas gotas de agua por toda la cueva, a primera vista no parecía mucho, no obstante, al ver más al fondo del lugar pudieron ver charcos acumulados en todas partes, no muy grandes para albergar pokémon tipo agua, pero sí lo bastante molestos para los pokémon roca.


    —Es verdad, pero no creo que el agua de lluvia sea tanta para atravesar las paredes de las rocas. —Rosa notó que los charcos se hacían cada vez más frecuentes, lo mismo pasaba con las goteras, de hecho, Eevee se subió a la cabeza de su entrenadora ya que no deseaba mojarse las patitas. Kirlia por su parte, flotaba.


    —Hm, es extraño, normalmente las cuevas no presentan este nivel de humedad, además, estamos relativamente lejos del mar. Incluso si hay una conexión con éste debajo de la montaña, es relativamente difícil que llegue acá. —Liza no era una experta en geología, su razonamiento estaba limitado al sentido común de cualquier viajero. Pero no estaba equivocada.


    Un exceso de humedad en un ambiente tan sólido podía traer consecuencias negativas para el ecosistema, en primer lugar, las especies nativas como Zubat o Geodude se mostraban incomodas ante un cambio de ambiente tan repentino, la ausencia de estas dos especies confirmaba la afirmación de Liza. Rosa no prestó mucha atención, simplemente giró su cabeza un tanto decepcionada por la falta de pokémon.


    —Una pena, yo deseaba encontrarme a muchos pokémon. —Las jovencitas cerraron la conversación y continuaron avanzando por la cueva, en sí no hubo mucho que ver aparte de rocas húmedas y unas cuantas goteras por todo el lugar, Eevee se aburrió tanto que acabó por dormirse sobre Rosita, Kirlia en cambio se metió a su pokébola al no encontrar nada interesante.


    El viaje transcurría sin mayor inconveniente, pasadas dos horas de intensa caminata lograron llegar a la salida de la cueva, no obstante, pocos metros más al fondo de la cueva notaron a una presencia singular. Era un pokémon enorme, su aspecto imponente dejó a Rosa con la boca abierta, ni siquiera los dragones de Rance poseían un tamaño tan estremecedor.


    —Es un Rhyperior —comentó Liza.


    —¿Rhyperior? —Rosa rápidamente sacó su pokedex y analizó los datos del pokémon gigante, la pantalla mostraba lo siguiente: “Si tensa y expande los músculos muy rápido, puede disparar las rocas que tenga en la mano como misiles”


    Definitivamente una descripción algo intimidante, ya que semejante monstruo poseía un poder brutal digno de admiración. Al parecer, la especie era rara en estado salvaje, ya que requería un objeto evolutivo e intercambiable para evolucionar.


    Rosa se acercó cuidadosamente al pokémon de piedra, dicha maniobra fue algo estúpida, ya que Rhyperior estaba catalogado como uno de los pokémon más peligrosos de todo el mundo. Su fuerza descontrolada solo podía ser manejada por verdaderos criadores pokémon o miembros del alto mando.


    —Rosa, no te acerques, los Rhyperior suelen ser muy territoriales.


    —Solo quiero darle un vistazo, nada más. —Rosa notó que el Rhyperior le estaba dando la espalda, por ende, rodeó al pokémon para verle los ojos y así dedicarle una linda sonrisa —. Hola, soy Rosa, espero no te moleste mi intromisión, pero es la primera vez que veo a un Rhyperior.


    El pokémon no soltó un grito imponente ni tampoco un rugido, simplemente posó sus ojos en la chica y tras analizarla unos segundos la ignoró. No le devolvió la mirada ni tampoco reclamó su presencia, simplemente continuó en esa postura tan neutral y carente de reacciones. A Rosa le pareció una reacción extraña, si algo decía la pokedex de Rhyperior era su increíble mal genio, además, según el aparato recolector, el sexo de ese pokémon era hembra, lo cual incrementaba las posibilidades de agresión.


    Por fortuna o desgracia, nada pasó, de hecho, la falta de reacciones dejó a Rosa muy alterada. ¿Por qué no se movía?, ¿acaso estaba enferma?, tantas preguntas pasaron por su mente y al final, ninguna fue capaz de mantenerla tranquila.


    —Debemos irnos, Rosa. —Liza llamó a su amiga un tanto apresurada, a decir verdad, tener a semejante bestia muy cerca la puso nerviosa. No obstante, Rosa no quería irse, siguió observando las intimidantes facciones del pokémon, su gruesa piel seguramente era más dura que el acero, lo mismo pasaba con el taladro que sobresalía en la boca.


    —Voy. —Rosa se dio media vuelta y retornó al sendero junto a su acompañante, al hacerlo, la vegetación comenzó a tomar forma, metros de áreas verdes podían apreciarse a la distancia, frondosos árboles y ramas gigantescas que albergaban muchas especies de pokémon. El suelo cada vez incrementaba su humedad, los pies de las chicas comenzaron a mojarse ligeramente por pequeños charcos de lodo y agua estancada, seguramente por los viejos agujeros de las cuevas.


    Rosa no podía dejar de pensar en Rhyperior, el vacío de su alma era evidente, ni siquiera su inocencia fue capaz de calmar la tristeza que sentía la enorme criatura. Aquellos orbes vacíos, carentes de motivaciones o alegría realmente penetraron duro en su vena sensible. Nunca vio a un pokémon tan deprimido, como si estuviese esperando su hora para morir.


    En fin, nuestras heroínas llegaron a un centro pokémon cercano, el edificio no era muy grande, contaba con una planta nada más, la recepción bien adornada y con aire acondicionado realmente le hacían un favor a los entrenadores cansados que ahí llegaban. Como en todos los centros, una adorable enfermera Joy los recibió con una gran sonrisa.


    —Bienvenidos al centro pokémon, ¿qué puedo hacer por ustedes? —cuestionó la enfermera.


    —Hola, queremos el servicio de recuperación, por favor. Kirlia, vamos a dentro. —Liza devolvió a su compañera a su pokebola, posteriormente entregó las restantes a la encargada.


    —Ah, sí, por favor. Eevee, se buena chica y entra, cuando el examen termine te sacaré, ¿vale? —La pequeña zorrita asintió, en seguida se metió a su contenedor redondo y luego nuestra protagonista le pasó sus pokebolas.


    —¿Te pasa algo, Rosa?, has andado medio distraída durante un tiempo —comentó Liza, la chica llevó sus manos a la cintura como señal de regaño, no obstante, Rosa negó repetidas veces mientras evitaba responder la pregunta.


    —Eh, no sé de qué me hablas.


    —No quieras hacerte la lista, dime qué tienes. —Liza infló un poco sus mejillas, se vio muy graciosa al hacerlo, tanto que Rosa soltó una pequeña carcajada.


    —Bueno, te lo diré, sigo pensando en la Rhyperior que vimos hace rato, nunca antes vi a un pokémon tan deprimido. Es decir, Eevee a veces se pone triste y eso, pero al poco tiempo vuelve a sonreír, lo mismo con todos mis pokémon, nos deprimimos en las derrotas, pero nos levantamos y seguimos adelante. No obstante… Esa Rhyperior es diferente, sus orbes están vacíos, no veo en ella ninguna motivación por vivir.


    Liza se quedó callada un momento, no sabía que responderle, después de todo, cualquier comentario fuera de lugar podía herir la susceptibilidad de Rosa. Por algún motivo, Rosa sintió que esa Rhyperior la estaba llamando, aquel semblante triste y desanimado pedía a gritos ayuda, no podía explicarlo ni dar argumentos razonables para dicha afirmación. Simplemente tuvo un presentimiento cruel.


    —Oh, ustedes ya conocieron a la Rhyperior del túnel. —La enfermera acomodó las pokebolas en una cajita, posteriormente se la entregó a su Wigglytuff para comenzar el proceso de curación —. ¿Estás interesada en saber su historia?


    — ¡Sí!, quiero saber porque está triste, quizá pueda ayudarla —respondió Rosa con gran entusiasmo.


    —Hace mucho tiempo, doscientos años para ser exacta, existió un entrenador muy poderoso en la región. Sus logros son incontables y en su momento llegó a ser el campeón de todo Kalos, tenía una personalidad amable, siempre dispuesto a salvar a los débiles para lograr la paz. Pero el tiempo pasó y su salud se deterioró, cuando él cumplió los noventa años sabía que no iba a durar mucho, así que liberó a todos los pokémon que él tenía para que pudiesen encontrar una mejor vida. Por desgracia, el hombre no se casó ni tuvo hijos, vivió sus años finales como un ermitaño en las montañas. —La enfermera hizo una pausa en su relato, en seguida, respiró profundamente y continuó su historia —. Cuando el entrenador murió, Rhyperior decidió vivir en las montañas y proteger a los pokémon tipo roca, desde ese momento, la comunidad vivió feliz, muchos entrenadores fuertes querían atraparla al saber que fue pokémon de un campeón, pero nadie logró vencerla. Siguió luchando contra entrenadores y pokémon salvajes sin perder ni una sola vez. —Nuevamente, la enfermera pausó su relato, dejando a las dos chicas muy picadas con la historia.


    —¿Y luego?, ¿qué pasó? —Rosa quedó boquiabierta, jamás imaginó que semejante pokémon fuese compañera de un entrenador legendario.


    —Rhyperior mantuvo la paz por muchos años, ella realmente quería tener a un entrenador de alto nivel para seguir peleando, pero nadie pudo vencerla. No obstante, la vida con los pokémon tipo roca le era agradable o al menos, hasta la inundación. Como verán, las cuevas están mojándose porque un manantial natural salió de la nada, posiblemente se deba a una falla tectónica o algo así, la verdad no estoy informada del porqué salió agua de las cuevas. Pero bueno, los pokémon roca odian el agua, así que ellos, lentamente empezaron a abandonar las cuevas, dejando a Rhyperior sola otra vez. —Rosa por fin comprendió el porqué de su tristeza, en cierto modo, sintió la historia del pokémon muy parecida a la suya.


    Ambas perdieron sus sueños en algún momento y estuvieron vagando por el mundo sin nada que hacer, como dos marionetas carentes de cuerdas. Sí, ese era el caso, desde el primer momento en que Rosa vio a Rhyperior, pudo sentir como una conexión trágica nació entre sus corazones. Las dos fueron mujeres que perdieron el rumbo, no obstante, Rosa fue capaz de seguir su verdadero sueño gracias a Rance. Por desgracia, Rhyperior aún no tenía a nadie que la sacara del bache, seguía atorada en su propia tristeza y sumida en una indiferencia tremenda.


    —Esa Rhyperior es nihilista. —Liza dijo una palabra extraña, tanto Rosa como la enfermera Joy elevaron sus cejas en confusión. Ellas jamás imaginaron que la adorable Liza supiese palabras tan complicadas.


    —¿Eh?, ¿qué significa eso? —cuestionó Rosa.


    —Nihilismo es una corriente filosófica difícil de explicar, no me voy a expandir mucho, solo digamos que a Rhyperior no le importa nada. Si vive o muere le es indiferencia, ya no cree en sueños ni metas, solamente considera su existencia algo tangible en este mundo.


    Rosa no dijo nada, la enferma Joy soltó un suspiro deprimente y luego llevó su semblante directo al de Rosa, para explicarle bien.


    —Ya comprendo, ¿quieres decir que Rhyperior no valora su propia vida?


    —No sabría decirte, pero esa es la idea —respondió Liza.


    La enferma asintió, posteriormente se dio la vuelta y continuó con sus labores dentro del centro pokémon. Rosa decidió quedarse callada, sus pensamientos todavía seguían revoloteando en medio de la confusión, de hecho, la descripción de esa palabra tan rara encajaba perfectamente con su vida en la granja.


    No obstante, el problema era más grave de lo que imaginaban, Rhyperior había perdido el deseo de vivir, como su especie era muy longeva vio morir a sus preciados amigos uno a uno. Ella sentía que su lugar en el mundo había terminado, después de todo, no quedó nadie a quien amar y justo cuando creyó haberlos encontrado, desaparecieron.


    Liza por otro lado tomó la mentalidad de Rhyperior de una manera más madura, la hembra de piedra ya vivió lo que tenía que vivir y pasó aventuras grandes con personas increíbles. ¿No era hora de partir?, de nada servía vivir tanto si los días carecían de sentido, Liza creyó que la mejor manera de terminar su dolor era muriendo. Podía sonar cruel, pero vivir sin moverse por semanas era totalmente lo opuesto a felicidad.


    Esa misma noche cayó un torrencial de agua muy fuerte, Rosa y sus pokémon no pudieron retomar el viaje, por lo tanto, decidieron quedarse en el centro para no mojarse. Liza estuvo de acuerdo.


    —Oh, supongo que dormiremos aquí hoy. —Liza no quería prender el televisor, de hecho, no deseaba saber nada de las noticias recientes en Kalos. Numerosos ataques terroristas efectuados por criminales desconocidos aterrorizaban la región, por ello, evitaba sugestionarse.


    —Sí, ¿qué tal si hablamos de cosas tontas?, tengamos una conversación divertida. —Rosa sonrió con cierta inocencia, Eevee hizo lo mismo mientras comían una golosina que sacaron de la máquina expendedora.


    —En verdad nunca te cansas, ¿verdad? —suspiró Liza.


    Justo cuando iban a empezar a charlar entró un empleado de seguridad, tenía un casco amarillo y lucía mojado debido a la lluvia. La enfermera lo recibió con cierta preocupación.


    —¿Qué ha pasado? —preguntó la enfermera.


    —Las lluvias han inundado una de las cuevas, poco a poco las demás cuevas van a llenarse de agua por culpa de los manantiales subterráneos. Recomiendo a los entrenadores a no salir por ningún motivo o acercarse a las cuevas.


    Rosa rápidamente se puso de pie y sin pensarlo dos veces salió corriendo directo a las cuevas. Eevee fue lo bastante rápida para montarse en su cabeza de un salto y así, emprender la carrera hacia su destino.


    —¡Espera, Rosa! —Liza trató de detenerla, pero fue inútil, ni siquiera los gritos del empleado o la enfermera pudieron mermar su determinación. Si la cueva se inundaba Rhyperior moriría ahogada, era una verdad evidente y clara.


    Nuestra heroína no tardó ni diez minutos en llegar, a pesar de toparse con charcos lodosos y pisar hierba resbalosa nunca detuvo su marcha. Quería salvar la vida de Rhyperior a como diese lugar, no podía permitir que un pokémon muriese con esa tristeza.


    Al llegar, el panorama era poco alentador, el agua le llegaba a los tobillos y Rhyperior ni siquiera se molestó en mirar a su alrededor. La enorme hembra continuó mirando al vacío, sus ojos inertes ni siquiera advertían el peligro que se avecinaba. O más bien, sí estaba consciente de lo que ocurría, pero no le interesaba en lo más mínimo.


    —Tenemos que salir de aquí ya mismo, ¡Rhyperior! —Rosa gritó con todas sus fuerzas, al punto de rasgar su garganta y toser un poco. Sin embargo, Rhyperior no le hizo caso, su semblante se mantuvo pegado al muro de piedra que yacía frente a ella —. ¡Rhyperior, Rhyperior! —continuó gritando, su desesperación se hacía evidente, ya que el agua le llegó a las rodillas y por consecuente, la pokémon nihilista se acercaba a la muerte.


    —¡Eevee! —La pequeña zorrita intentó convencerla también, pero fue inútil.


    —¡Rhyperior!, vamos, salgamos de aquí, la vida es muy hermosa para que termine de este modo. Entiendo que estés triste por la muerte de tus amigos y la desaparición de tus compañeros, ¡pero todavía hay un camino!, ¡no te rindas, Rhyperior! —Rosa habló desde el fondo de su corazón, sus palabras no eran mentiras vacías que cualquiera habría usado para convencerla. Incluso Rhyperior comprendió esa parte, ya que por un momento giró su cabeza para ver a la inocente chica que trababa de salvarla.


    La mirada de Rosa no tenía dudas, pero sí muchas lágrimas de desesperación, ella en verdad quería que viviese. Por desgracia, Rhyperior volvió a ignorarla, tras examinarla por un segundo se dio la vuelta nuevamente y continuó mirando a la pared sin interés alguno.


    El agua continuaba filtrándose y fluyendo por el piso de la cueva, a este paso, terminaría por inundarse en menos de veinte minutos. Quizá menos.


    —¡Rhyperior!, yo soy como tú, ¡somos iguales!, las dos tuvimos un sueño y no pudimos cumplirlo. Pero yo estoy aquí gracias a las palabras de alguien importante, gracias a él fui capaz de levantarme y poder iniciar el viaje que tanto deseaba. ¡Tú también puedes hacerlo!, quiero ser esa persona especial para ti, capaz de levantarte de la tristeza y brindarte amor. Vamos, ¡Rhyperior! —Rosa no se rindió, siguió gritando hasta que su voz se apagó por la irritación en la garganta y la humedad del lugar.


    Los siguientes minutos estuvieron repletos de súplicas y exclamaciones, Rosa trató por todos los medios de convencer a Rhyperior de vivir, contó sus experiencias en el viaje y las veces que salió adelante gracias al trabajo en equipo. Eevee también le ayudó relatando sus batallas y momentos felices.


    Querían demostrarle a Rhyperior que había un mundo feliz fuera de esta deprimente cueva.


    Desgraciadamente, el vacío en el corazón del pokémon era gigantesco y el tiempo se agotó. El agua le llegó a Rosa directo al estómago, quedarse ahí podría poner en riesgo su vida y la de su pokémon, por ende, tomó una decisión egoísta y algo baja…


    —¡Pokebola, ve! —Rosa lanzó una ultra bola que compró hace pocos días, al hacerlo, la enorme gigante desapareció y quedó atrapada dentro de la pokebola. No hubo resistencia ni tampoco ganas de salir, en verdad a Rhyperior poco o nada le importaba vivir.


    A diferencia de sus capturas anteriores Rosa no hizo ninguna pose ni tampoco sonrió, en vez de eso tomó la pokebola y nadó hacia la salida de la cueva. Minutos después se vino abajo y todas las rocas terminaron inundadas.


    —¡¿Qué pasó?! —Liza estaba afuera de la cueva con un semblante caótico, la acción imprudente de Rosa la dejó molesta y asustada al mismo tiempo.


    —No pude convencer a Rhyperior, así que la atrapé para salvarla —respondió Rosa, a pesar de salvar su vida fue incapaz de devolverle las ganas de seguir viva, todo le seguía siendo indiferente, aún dentro de su pokebola.


    Nadie dijo nada por el resto de la noche, Rosa se fue a dormir con una sensación melancólica en su pecho, pues al final nada cambió. Fue así como Rosa tuvo su tercera captura en la región Kalos, aunque no fue lo que ella esperaba.


    Fin del capítulo 15



    Es todo por ahora, ¿qué les pareció el capítulo?, ¿cuál fue su escena favorita? <333
     
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  20.  
    J.Nathan Spears

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    Oooooh... otro episodio triste .w. digo "otro" no por tu episodio anterior, sino porque vengo de leer otro relato de otro amigo (es un Drabble) que también es triste.

    Esto de la Rhyperior nihilista me parece un concepto bastante interesante. Me pregunto si algún día Rhyperior volverá a sonreír o... bueno, quién sabe. Pero seguramente Eevee y Rosita van a hacer hasta lo imposible por devolverle la sonrisa n_n

    En fin, ya me dejaste impaciente acerca del próximo episodio .w. espero actualices pronto n__n. Te demoraste seis semanas en este xD

    Bueh, no es reclamo ni nada... solo bromeo un poco xD. ¡Ánimo, compa!
     
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