Tierras de Áurea Ciudad Dorada de Theia

Rigel Betelgeuse

Tanta información que Alma nos estaba dando, y no podía centrar mi mente para intentar asimilarlo todo. La situación era bastante compleja, no creía siquiera comprender bien el flujo de esencia y antiesencia que explicaba, que era la base de toda su historia. El flujo explicaba la existencia de ángeles, la existencia de los árboles, su funcionamiento, e incluso los planes de Aura. Era una simbiosis entre demonios y ángeles, que con el tiempo y los prejuicios había pasado a convertirse en una relación de dominancia absurda. Tsk. No pude evitar fruncir el ceño ante las palabras de Alma. Tal vez solo estaba pecando, ahora yo, de prejuicios, pero no me parecía que su historia fuese de ningún modo enternecedora. A fin de cuentas, los de su especie abusaron durante siglos de los demonios, según contaba, y aprovechaban su poder para mantener su supremacía.

De cualquier modo, saber que Alma y Aura se habían convertido en profetas solo por conservar el flujo y a los de su especie era, de nuevo, muestra de su naturaleza dominante como ángeles que eran. Supongo que nadie quería ver a su especie extinta, pero... Agh.

Esto, claro, me hacía replantearme que realmente su historia era cierta. ¿Qué motivo tendría, si no, para dejar a los de su especie en calidad de magelómanos? ¿Tal vez solo para justificar las acciones de Aura? Tsk. No, demasiado retorcido. Pero entonces, la información que sabíamos, era... ¿falsa? Acabar con los profetas servía para acabar con el árbol, pero esto solo permitiría cortar el flujo. A la larga, cierto era que acabaría con los monstruos, pues los demonios no tendrían vacío que absorber. Simplemente porque no sería posible la subsistencia de ninguna especie. Pero, entonces... ¿cuál era la solución? Éramos la causa de nuestro mayor problema. Erradicar a los demonios debería, en teoría frenar el ataque de monstruos, pero eso no dejaba de ser una aberración similar a la eliminación de la especie humana. Además, eso solo provocaría que se cortase el flujo, y de nuevo, nos extinguiríamos.

Entonces... ¿era necesario aprender a convivir con los monstruos, para bien o para mal? De repente, las acciones de Maya no me parecían tan descabelladas.

Suspiré, habiendo escuchado todo, y sin saber qué opinar. De algún modo, aunque sentía cierto rencor hacia los ángeles y hacia Alma en particular, probablemente infundado, no deseaba acabar con ellos. Nunca lo había hecho. Pero era lo correcto, ¿no? Así que, ahora... ¿qué debía hacer? ¿Nos daba esto, tal vez, una excusa para abandonar la misión? A este punto, ni siquiera trataba de limitar mis pensamientos (tampoco es que pudiese). Era consciente de que Alma sabía ya todo lo que debía saber, y mi última preocupación era ocultar lo que pensaba.

Miré a la titán, algo confuso. Tal vez esperaba alguna respuesta por su parte, un "abortamos el plan", algo.

—Señora Titán... Esto... No es la historia que a nosotros nos contaron... —llegué a decir, con intenciones de recibir una respuesta por su parte.

Probablemente, lo sensato sería regresar y poner toda esta información en común con el imperio. Pero habíamos prometido nuestro silencio. Nuestra misión chocaba directamente con la verdad, y un cambio de planes pasaba por romper la promesa. Eso, o tomar decisiones de manera unilateral y traicionar al imperio.

... Una vez más.

Lo peor de la reunión fue cuando, al terminar Alma de explicar lo que necesitábamos saber, afirmó que, probablemente, Aura iría ahora a por el resto de profetas, y eso le incluía a ella. Era lógico pensar que sabía dónde se encontraba, así que no tardaría en llegar a Theia para arrasar con todo. Tragué saliva. Probablemente, tenía tantas ganas como ella de frenarla, pero me aterraba la idea de volver a una situación como la que vivimos, en la que todo a nuestro alrededor acabe por destruirse, ver otra catástrofe semejante. El poder de la profeta era... Simplemente incomprensible.

—Alma, hay una cosa que aún deseo saber. ¿Qué fue de Eldrick, el profeta original de Yggdrasil? Tal vez debamos lograr localizar a todos los profetas restantes, y aunando fuerzas los tres, posiblemente podrían frenar a Aura.

 

Alma reflexionó en silencio, las alas echándose hacia delante, abrazándola. Y, aún meditativa, suspiró.

—Hmmm. Antes de nada, el poder de Aura no es ese, Fauna; eso es algo inherente a todo Profeta. Es decir, si un Profeta mata a otro, o al menos está cerca cuando otro muera, puede absorber su "profetización" antes de que el árbol muera. En otras palabras: un Profeta es un ángel que, en su interior, tiene una parte del flujo interno de los árboles; por lo que su cuerpo ya está diseñado para hacer de "anclaje" del árbol. Por eso, puede asimilar el anclaje de otro, y de todos los que quiera. Una vez que un ángel se enlaza a un árbol, ya no hay vuelta atrás. O el enlace sigue para siempre, o ambos decaen, o el enlace pasa a otro. Pero no es posible deshacerlo.

En ese caso, si cualquier Profeta tenía esa "facultad", ¿podría, por ejemplo absorber Alma a Aura, y convertirse, en esencia, en la Profeta de tres árboles a la vez? Podrían llegar a concentrarse los poderes de los cinco Profetas en uno solo... pero, ¿qué clase de fuerza mágica le daría eso a un ángel?

—El poder especial de Aura es el de la manipulación. Aura puede dejar retazos de su magia donde desee y, si un humano o demonio permanece muy aferrado a ella, lo controlará como si fuese una extensión de su cuerpo. Y sé esta información por vosotros mismos. En vuestras memorias y sentimientos palpita aquella imagen de la batalla de Shinryu...

Sí... habían aprendido bien ese poder de Aura. La energía magitek, que preparó por años solo para poder dar un golpe a toda Elérea. Pudo prepararlo con mucho tiempo. Después de todo, tenía toda la eternidad por delante, como ángel que era.

—Ahora bien, sobre tu capacidad para absorber poderes especiales de los Profetas, Fauna... eso... es algo de lo que yo misma no sé la respuesta. Pero sí tengo una teoría. Yo y Flora hemos mantenido una teoría similar desde siempre. ¿Verdad?

Seria, Flora asintió.

—Lo hablaremos en seguida. Quiero tener una pequeña reunión personal con todos vosotros, con los cuatro, Fauna, Brigid, Rigel, Erin. Para prepararnos para lo que pueda venir. En esa reunión intentaré hablar de tus poderes, ¿de acuerdo?

Y sonrió, de forma dulce, sonrojándose ligeramente, incluso.

Giró su mirada a Brigid, y su gestro, en ese instante, se ensombreció. En cuanto escuchó aquella pregunta, agachó la mirada.

—... no sé si responder esa pregunta será bueno para vosotros, Brigid. Es algo demasiado duro de... asimilar. Os diré que es culpa nuestra, eso es cierto. O culpa de los ángeles de arriba, al menos.

Suspiró. De... ¿arriba...? ¿Los ángeles se escondían "arriba"? ¿Acaso... en el cielo, de alguna manera?

—La parte de la leyenda que dice que la "energía de los ángeles" es la que provoca la lluvia es parcialmente cierta. Porque sí, son mis congéneres los que la crean, los que generan la lluvia carmesí que inunda Ilumbra en periodos espaciados en el tiempo, según las necesidades. Desde que la tradición de la lluvia comenzó, yo... nunca supe qué pensar. Se me enseñó siempre que los ángeles éramos un grupo oprimido que había perdido el poder y el derecho de estar en Ilumbra, en el mundo, por culpa de la existencia de los humanos. Que éramos frágiles, pese a lo poderosos que parecíamos. Que cuando empezásemos a morir, no había vuelta atrás para nosotros; las demás especies podían vivir sin nuestra existencia, porque al morir nos transformamos en sempiternos, pero nosotros no podíamos vivir sin demonios. Y, además, éramos limitados. Nuestros números se han reducido mucho con el tiempo y las guerras, y quedamos menos de un tercio de los ángeles que una vez fuimos, ¿sabías? El vacío, además, era letal y directo para nosotros, no lento y progresivo como lo es en los demonios, y no reforzaba ningún poder mágico, al contrario, lo debilitaba. Todo en Ilumbra parecía girar en torno a nuestra inminente extinción. Lo único que siempre tuvimos fue poder, sea mágico, sea político. Pero el poder no era más que una forma de protegernos, una forma de mantenernos a salvo, vivos, unidos. Si ese poder se tambaleaba como lo hizo, corríamos el riesgo de extinguirnos.

>> Por eso, tras infinidad de años temiendo por mi vida y la de mis hermanos y hermanas, pensando que toda Ilumbra podía ser nuestra enemiga, teniendo que esconderme... claro que me pareció razonable la idea de la lluvia carmesí. Era, tal y como se nos planteó, la única manera de mantenernos con vida. Unos pocos humanos, seres capaces de reproducirse y reponer su especie, que morirán a cambio de que nosotros, los limitados y escasos ángeles, podamos seguir viviendo. Para mí sonaba razonable.

Sus ojos se empañaron, y secó las lágrimas con el dorso de la mano. Hendrick se intentó acercar a ella, pero echó la mano hacia atrás en cuanto Alma, con un gesto, le indicó que estaba bien.

Ellos, Flora y Hendrick, no sabían tampoco aquello. Que los ángeles eran causantes de la lluvia, de forma directa. Posiblemente, Alma nunca dio detalles, no tantos como estaba dando entonces, al menos.

—Pero cuando me ofrecí a ser Profeta por el bien de los míos y de nuestra supervivencia, y empecé a vivir aquí como Gobernadora de Áurea, yo... nunca antes había percibido a humanos y demonios, a mis compatriotas áureos, con tanta cercanía. Toda mi larga, larga vida, he visto a los demonios y a los humanos como inferiores. Al ver cómo tenían vidas tan cortas en comparación con las nuestras, cómo tenían hijos y más hijos y se iban multiplicando, muriendo y reponiéndose... siempre pareció que nosotros, por ser escasos y limitados, teníamos más derecho a vivir, ¿sabes? Siempre me pareció, a mí y a tantos otros, que una vida reemplazable valía menos que una vida única. Pero aprendí aquí, rodeada de maravillosos humanos, que toda vida es importante. Le doy gracias a ser Profeta, solo por... solo por haberme permitido darme cuenta de lo equivocados que estábamos.

>> Así pues, hoy en día considero que la lluvia carmesí no es sino un crimen de guerra, pero... me siento impotente para evitarla —miró a Fauna, severa, pero con cierta, ¿esperanza?, en sus ojos azules—. Y llevo mucho tiempo confiando en que quizá tú, Fauna, puedas ser la clave para acabar con la lluvia carmesí sin acabar por ello con los ángeles.

¿Fauna podía ser "la clave"? ¿P-Por qué?

No le quedaría otra que esperar a esa... reunión personal de la que hablaba. Quizá ahí entendiese cuál era su teoría al respecto.

Se giró después a mirar a Rigel, pero, curiosamente, Alma desvió la mirada cuando se cruzó con sus ojos. Quizá porque percibía perfectamente su desconfianza, y se sentía... algo incómoda.

—Eldrick, ¿eh? No estoy... muy enterada de lo que pasó con exactitud, pero es una buena pregunta. Porque parece ser que desapareció por completo de la faz de Ilumbra. Todos creemos que ha muerto, o eso es lo que oí por parte de mis superiores. Pero si hubiese muerto, tenemos un problema: porque lo que sí que es completamente cierto es que el árbol de Yggdrassil sigue intacto. Por tanto, tuvo que ser un Profeta el que lo mató. Creyeron que pudo ser Aura, la "Profeta artificial" quien lo hizo, pero teniendo en cuenta cómo se opuso a seguir órdenes desde el instante en el que se convirtió en Profeta de Edén, es bastante improbable. Y además... habría aprovechado ese poder desde mucho antes de ser el caso. Yo tampoco fui, y estoy completamente segura de que la Profeta de Baobab no lo hizo. Eso solo dejaba una alternativa, pero...

Se llevó la mano al mentón.

—... ¿pudo ser Zénit el que lo hizo? Sinceramente, tampoco veo por qué uno de los traidores acabaría con su compañero Eldrick. No tiene sentido para mí. Y, en el hipotético caso de que fuese así, ¿perdió un Profeta vinculado a dos árboles contra Aura, una Profeta solo vinculada a uno?

>> Más allá de eso, desconozco si hay alguna información más. A mí no me consta. Solo sé que el tema del profeta de Yggdrassil trae de cabeza a los míos, eso desde luego. Y eso significa, Rigel, que no podemos encontrar fácilmente a un tercer Profeta que nos ayude. Podríamos... acudir a Claire, pero... dudo que colabore, conociéndola.


***


Tras decir aquello, Alma caminó de nuevo hacia su trono, y se sentó en él, mirando a los cuatro invitados desde arriba. Alzó una mano, y una energía empezó a fluir de ella, como si el aire se calentase tanto sobre su palma que se deformaba.

—Terminado este monólogo, chicos, creo que es hora de que deje de hablar de mí y de los ángeles, y... habla de vosotros y con vosotros. Estoy convencida de que no queda mucho tiempo hasta que Aura decida asaltar Theia, buscándome a mí, personalmente. Lo sé, porque sabe que aquí están dos de las cosas que necesita: una Profeta más que absorber, y Fauna. Sabe que vendrás aquí, por supuesto que lo sabe. Y también sabe que soy la Profeta más accesible, o, bueno... que Flora lo es. Con suerte, ella también esté confundida por nuestra estrategema.

Flora asintió, decidida. Dispuesta a sacrificarse si era necesario.

Pero Alma negó con la cabeza.

—... pero evitaremos a toda costa perder cualquiera de esos elementos. Ni a Fauna, ni a mí... ni siquiera a ti, Flora. Si podemos evitarlo, lo evitaremos. Y, para eso, quiero ayudaros a desbloquear vuestro poder. Reconciliaros con vosotros mismos y con las verdades que ocultan vuestros corazones.

>> Con mi manifestación, puedo moldear la esencia del ambiente, pero también la que tenéis dentro. Por eso, puedo, en esencia, ayudaros a adentraros en recuerdos dormidos, en lo más profundo de vuestra mente. Y así, extraer también todo vuestro potencial.

Cerró el puño, y la energía dejó de fluir.

—No os pasará nada malo, lo prometo. Flora y Hendrick podrán dar su palabra de que así será.

Ambos asintieron, serios y convencidos. Confiaban en ella al 100%, sin duda alguna.

—... al revés. Estoy segura de que os ayudaré no solo a haceros más fuertes, sino a averiguar cuál es vuestra verdad. En vosotros reside la esencia no solo vuestra, sino de todos aquellos lugares que habéis visitado, aquellas personas con las que habéis compartido momentos, aquello que os ha cambiado y definido como sois. Los cuatro sois humanos, así que una parte de la esencia que habéis ido absorbiendo a lo largo de toda vuestra vida sigue ahí, dentro. Y yo puedo despertarla, y hacerla resurgir.

>> Si estáis preparados, decídmelo. Vamos a necesitar toda la fuerza posible para enfrentarnos a ella.

Cuando estéis preparados, postead e indicad la opción que aparece más abajo con vuestro nombre, y en ese momento, seréis apartados del resto del grupo y tendréis un segmento en el que estaréis solos. En la mayoría de los casos, no involucrará batallas, y si las llegase a involucrar de alguna forma, estará preparado para ser anecdótico, tranquilos.

>> Comenzar el proceso de manifestación (Fauna)
>> Comenzar el proceso de manifestación (Brigid)
>> Comenzar el proceso de manifestación (Erin)
>> Comenzar el proceso de manifestación (Rigel)

 

~Fauna~

El poder especial de Aura lo recordaba bien. Había sido testigo de la masacre que ocasionó entre las tropas de Elérea. También de como corrompió y controló a Aster intensificando su odio y sus ansias de venganza por lo sucedido con Calum.

Manipulación.

No había nadie que se relacionase con ese poder mejor que Aura. Era manipuladora y sibilina en sí misma.

Sin embargo, la aclaración de Alma solo aumentó el peso de aquella duda. ¿Por qué tenía yo entonces la habilidad de un Profeta? Era humana y no un ángel. Y aunque tenía algún tipo de conexión con la antiesencia como ellos, seguía siendo humana.

La Gobernadora comentó que no tenía una respuesta clara pero que sí una teoría. Y mi mirada la buscó con cierta esperanza. Saber la verdad sobre mí y sobre mis propios poderes era parte de lo que me movía desde hacía mucho tiempo.

Necesitaba saberlo.

Por qué tenía esa relación con la antiesencia. Por qué podía ubicar por eso mismo a los Sempiternos. Por qué tenía la capacidad de absorber los poderes de un Profeta aún sin serlo. Y sobre todo, el por qué de aquellos monstruosos cuernos que tanto dolor me causaban.

Brigid preguntó entonces la razón de la lluvia carmesí. Si los ángeles no estaban extintos y no había que purgar la esencia de los demonios en los humanos, ¿por qué seguía produciéndose?

Temí la respuesta y tenía razones para hacerlo. Me cubrí los labios con ojos desencajados por el shock.

Generó una serie de sentimientos contradictorios en mí. Por un lado lamenté la decisión de los ángeles y de como creyéndose superiores y más dignos de vivir habían decidido atacar de forma directa a los humanos, precursores del vacío que tanto daño les causaba. Lo lamenté profundamente... pero no sentí rabia ni odio.

Solo consternación.

El odio solo generaba más odio; era un círculo eterno de aborrecimiento y encono.

Aunque detestaba la forma de pensar de los ángeles pues todo ser era digno de vivir, no era un razonamiento inamovible. La propia Alma había cambiado su forma de pensar después de convivir con sus compatriotas aúreos.

El poder y el miedo habían cegado y corrompido a los ángeles y en un movimiento desesperado habían intentado erradicar el vacío... ¿verdad?

Eso era la lluvia carmesí.

Un ataque directo a los errores en el plan divino.

—¿Yo?—fue todo lo que alcancé a pronunciar tomada por sorpresa cuando Alma dijo que la solución podía estar en mí. Mis ojos se abrieron ligeramente de la impresión. ¿Yo podía detener la lluvia, el crimen contra la humanidad de los ángeles? Entonces asentí cerrando la mano sobre mi pecho—. Si hay alguna forma de detener la lluvia y evitar el sufrimiento de más seres estoy dispuesta a hacer todo lo posible.

Pero era una pregunta más que sumar a la lista.

Así la reunión prosiguió su curso. Y finalmente, Alma nos propuso algo. Desbloquear nuestro poder usando su manifestación para interactuar con la esencia dentro de cada uno de nosotros.

Apreté los labios, tensa. Angustiada quizá.

Me pregunté si enfrentaría cara a cara mi pasado. Aquellos momentos cegada y desnuda, soportando pinchazos, golpes y quemaduras. Si enfrentaría a mis propios monstruos, esos que me perseguían al cerrar los ojos.

Mas necesitaba saberlo. Conocer mi verdad para iluminar las sombras con el conocimiento que me faltaba. Cuanto más supiera de mí misma mejor podría usarlo para hacer lo correcto. Proteger mi tierra, mi gente, mis amigos... la propia Ilumbra. Todos eran importantes y necesarios. Incluso los humanos, que no habíamos pedido ser hijos del pecado. Víctimas y victimarios inconscientes.

—Nadie, ni ángeles, demonios ni humanos merecen sufrir—dije entonces. Mi voz se mantuvo sosegada en todo momento—. Si hay alguna forma de detener o minimizar ese sufrimiento y está en mi mano hacerlo, juro por el Creador que lo haré. Aura no se llevará a nadie más en esta lucha si podemos impedirlo.

>> Comenzar el proceso de manifestación (Fauna)

 

Rigel Betelgeuse

Las dudas seguían surgiendo, y Alma parecía muy dispuesta a responderlas. Primero, habló con Fauna sobre su poder en relación a los sempiternos y los Eidolones, y el motivo por el que Aura la buscaba. Conforme aquella conversación tenía lugar, lo único que podía pensar era en lo mala idea que era defender Theia del ataque de Aura con Fauna aquí, a nuestro lado. Si perdíamos, perdíamos el doble, de este modo. Tsk.

Luego, Alma respondió a la pregunta de Brigid sobre la lluvia carmesí. Una pregunta que, desde luego, era bastante pertinente ahora mismo, y cuya respuesta podría aclararnos los objetivos tanto a la titán como a mí. Pero la respuesta fue cuanto menos esquiva, corta en detalles. Lo único que pudimos sacar en claro era que la lluvia carmesí era de manera confirmada culpa de los ángeles, como ya nos habían avisado. Eso... ¿reforzaba la teoría que conocíamos? Pero seguía sin cuadrar todo bien. Y aún así nada nos aseguraba que pudiéramos fiarnos de Alma: lo único que sabíamos a ciencia cierta era que era un ángel. Y por tanto, verdaderamente existían aún.

Hm... Eso seguía sin ser de ayuda. Por último, la respuesta a mi pregunta era algo que desconocía. Eldrick había desaparecido hace mucho tiempo y se creía muerto. Pero nadie sabía a ciencia cierta quién era el actual profeta de Yggdrasil, en caso de no ser él. Nadie encajaba en el perfil, nadie podía haber obtenido sus poderes, para permitir que el árbol siguiese intacto, con vida. Y si Eldrick aún estaba vivo, había desaparecido, pues tampoco había noticias de él.

Con nuestra curiosidad saciada (todo lo que se podía, pues entre las respuestas esquivas y las imprecisas, aún había mucho que saber), Alma regresó a su trono y se dirigió directamente a nosotros. Según decía, estaba convencida de que Aura llegaría pronto a la ciudad, buscándola a ella, y necesitaría ayuda para detenerla. Por una parte, debíamos ayudarla, pues si Aura mataba a Alma, se convertiría aún más si cabe en una profeta indestructible, con el poder de tres árboles. Pero, si acabábamos con Aura, ahora sería Alma la indestructible, y en caso de querer llevar a cabo el plan del imperio, nos resultaría imposible. Lo mejor era simplemente defendernos, y conseguir ahuyentar a Aura, hasta decidir qué era lo correcto, ¿no? Como si fuese fácil hacer eso. La Gobernadora se dirigió a nosotros entonces, proponiéndonos una charla individual con cada uno de nosotros. Proponiéndonos someternos a un proceso de manifestación que ella podía realizar.

Un proceso en el que, supuestamente, renovaría la esencia en nuestro interior. Un proceso en el que nos volveríamos más fuertes, desbloquearíamos nuevas capacidades.

Un proceso en el que desbloquearíamos nuevos recuerdos.

Abrí los ojos ampliamente, al fin. No podía fiarme de Alma, lo cual me causaba sentimientos encontrados, porque sí creía fiarme de Hendrick (aunque Hendrick también se fiaba de nosotros, y nuestras intenciones últimas pasaban por traicionarlos). No sabía cómo de positivo podía ser esa manifestación de la que hablaba, ni si podía asegurar que saldría ileso. Pero...

Algo dentro de mí me obligaba a aceptar. Tampoco es que tuviese otra opción, vista la situación y cómo Fauna y Elroy aceptaban. Aún así, por más desconfianza que tuviese, necesitaba esto. Necesitaba esos recuerdos.

Necesitaba respuestas a preguntas, más allá de temas existenciales sobre el mundo. Necesitaba respuestas personales. Recuerdos de mis padres biológicos, adoptivos, de Harold... del accidente.

Algo sobrepasado por los sentimientos y la situación, hablé.

—Alma... imagino que puedes intuir lo que voy a decir, pero estoy listo para someterme a esa manifestación de la que hablas. Espero... que consigas otorgarme lo que busco. Si es así, te estaré muy agradecido —respondí al fin, de manera sincera.

>> Comenzar el proceso de manifestación (Rigel)

 

Alma vio cómo Fauna y Erin dieron un paso adelante con una sonrisa. Asintió, y caminó ligeramente, de nuevo, escaleras abajo. Cuando estuvo cerca de las dos, tomó aire.

—Bien. Pues empezaré con vosotras. Lo que haré será usar mis poderes para manifestar la esencia que tenéis dentro, pero trataré de hacerlo dentro de vosotras. Así, será como si estuvieseis... soñando. Y yo os acompañaré en ese sueño.

>> Fauna, contigo... tengo genuina curiosidad. Porque nunca he tenido la ocasión de analizarte a fondo, y no tengo ni la más remota idea de lo que encontraré, ni siquiera yo.

Así, con una de sus manos señaló hacia ambas, y, de nuevo, el aire pareció distorsionarse ligeramente entre ellas. Al final... Erin y Fauna notaron cómo se iban durmiendo, como si sus párpados pesasen, y... sin darse cuenta, acabaron de pie, con los ojos en blanco, inmóviles.

Sus conciencias ya estaban en otra parte.

Luego, Rigel fue quien dio un paso al frente, expresando sus grandes deseos de conocer la verdad que tanto buscaba. Y Alma asintió, sonriendo.

—Haré... lo que pueda por ayudarte a descubrirlo, Rigel. Ven aquí...

Él, también, perdió la conciencia.

Vuestros procesos seguirán en temas diferentes.

 

Brigid

La información seguía llegando, de cada flanco posible; incluso en su conocimiento sobre sus compañeros, tanto Rigel como Erin parecían replantearse nuevos escenarios. Mientras tanto, ella no sabía que pensar sobre la respuesta de Alma sobre la lluvia carmesí. Que alguien pensara que la vida era insignificante le hacía hervir la sangre, pues sus recuerdos recientes la carcomían, la risa y la mirada de Aura aun seguían muy frescas en su mente. Pero Brigid miraba a Alma, ella había cambiado su idea anterior sobre la vida humana. Siempre ha pensado que la sabiduría recae en reconocer los errores.

—Estoy lista —mencionó simplemente hacia Alma. El único temor que tenía en ese momento, era no actuar a tiempo.

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Asintiendo, Alma se acercó a Brigid. Lo hizo con paso pesado, sin embargo. Posiblemente, estaba ya algo agotada, al tener que mantener tres manifestaciones activas a la vez. Colocó entonces su mano en el pecho de la chica, y sonrió.

—Genial... gracias por aceptar, Brigid. Confío en que... tú serás clave en la futura contienda. Y esto te servirá para entender el por qué.

Y así, Brigid, también, perdió la conciencia.

 

~Fauna~

Volví en mí.

Me sentía diferente. Nada había cambiado en apariencia pero todo había cambiado en realidad. Ese peso que solía sentir en mi pecho ya no estaba.

Algo había resurgido en mi interior; algo que llevaba mucho tiempo dormido.

Llevé mis dedos a mis cuernos y los rocé ligeramente. Aún... trataba de reconciliarme con ellos pero al menos ahora sabía que siempre fueron parte de mí.

Ahora tenía respuestas a todas las preguntas que me había hecho. No era humana, ángel ni demonio; era algo distinto, hija directa del Creador. Mi conexión con la naturaleza era tal porque llevaba dentro de mí la esencia del mundo.

Mi atracción por la antiesencia era pues el efecto de la búsqueda de mi contraparte. Aquello que me faltaba. El otro Hijo, mi igual simbiótico: un ser análogo a mí pero formado de pura antiesencia.

El reencuentro de ambos, como creía Alma, podía ser la clave para salvar Ilumbra.

Deseaba que eso fuera cierto. Creía firmemente que lo era. Y por ese motivo debía encontrarle a cualquier costo.

—Alma... gracias—la miré con un respeto reverencial. Estaba profundamente aliviada. Como si la manifestación hubiera despejado la más mínima de mis dudas. De hecho así había sido—. Sin ti no hubiera sido posible saber la verdad sobre lo que soy y cuál es mi propósito. Sin ti... hubiera seguido perdida, dando palos de ciego en la oscuridad de la ignorancia.

Recordé sus palabras durante la manifestación. Yo podía absorber los poderes de los Profetas porque era pura esencia; la misma que contenían los árboles sagrados. Eso implicaba también que podía absorber parte del poder de Alma sin necesidad de pérdidas.

Debería ser algo natural. Pero seguía sin sentirme digna.

>>Si tu poder te resulta demasiado pesado o incontrolable puedes dejar parte de él en mis manos. Si puedo ayudarte quiero hacerlo. No es algo con lo que debas cargar sola.

Entonces dirigí mi atención a otra persona en esa sala. Alguien que siempre había estado conmigo y a la que le había causado daño sin saberlo.

>>Flora...—apreté los labios buscando el valor. Si ella lo había ocultado no debería traerlo a colación pero esconder los sentimientos a veces podía ser mucho más dañino que aceptarlos—. Lo siento. Lo siento tanto. Te has esforzado por olvidarlo y encerrarlo; no soy quien para remover en tus recuerdos. Pero quiero que sepas que lamento todo lo que le pasó a madre y padre.

Aunque Moyo no era mi padre biológico no merecía morir así, protegiendo a su familia de los monstruos de la lluvia. Y nuestra madre... no merecía deteriorarse como una flor marchita solo por llevarme en su vientre.

Ocasioné en ella, una humana, el mismo daño que el vacío a los ángeles. Y regresó a la tierra junto a su esposo, dejando sola a su hija a cargo de una niña con cuernos a la que consideraba su hermana, a pesar de que solo compartía la mitad de su sangre.

Sentía un profundo pesar en mi pecho. El pasado era inamovible y los planes del Creador carecían de errores. Pero aceptar el sacrificio de aquellas buenas personas y el dolor que cargaba en silencio mi hermana como necesarios seguía siendo doloroso.

>>Tener que criarme sola sabiendo quién soy no ha debido ser fácil. Guardaste el rencor que sentías y me protegiste. Antes te dije que te admiraba; ahora lo reafirmo—entonces cerré los ojos y negué con la cabeza—. No necesitas poderes mágicos en lo absoluto, hermana mía. Querías ser importante y parte de algo grande, dijiste...

Caminé y me detuve frente a ella. Su aspecto era la viva imagen de Garnet.

El retrato de nuestra madre.

>>Pero no necesitas desear ser algo que ya eres.

Contenido oculto

Aquí rellenando en tanto acaban los demás uvuvuvuvu

 

Poco a poco, el grupo fue despertando. Primero fue Fauna, que abrió los ojos; mientras ella lo hacía, Rigel y Erin iban volviendo en sí también. Solo quedó Brigid, que tardó algo más que el resto, pero sus ojos, parpadeando con una energía verde por un momento, despertó también.

Alma, tomando aire, pudo al fin reaccionar, después de tan agotadoras sesiones de manifestación. Sus alas, agachadas y encogidas, revelaban lo mucho que la había extenuado aquello; pero, con todo, asintió sonriente a las palabras de Fauna. Pero luego estas se dirigieron a Flora, y... ella no quedó tan sonriente. Antes bien, apartó la mirada ligeramente y contuvo las lágrimas.

—N-No, Fau, eso... no es verdad, yo... tú no tienes culpa de nada.

Y en cuanto se le acercó y se puso frente a ella, al cruzarse sus miradas, Flora asintió ligeramente, ojos empañados.

—G-Gracias, Fau... gracias.

Y no dijo nada más. Solo la abrazó, dejando caer las lágrimas cuando ella no la miraba, sobre su hombro. Dejó ir los sentimientos ahí, y cuando se separó de ella apartó la cabeza y se secó los ojos con el dorso de la mano. Pero justo entonces, un hondo suspiro de Alma captó la atención de todos. Con cierta debilidad, dijo:

—Bien... ya estáis todos preparados, ¿verdad? —los miró uno a uno, con un sudor frío recorriendo por su frente. Con cuidado, se echó hacia atrás, sentándose en uno de los escalones a su trono, mano en el pecho. Estaba realmente exhausta, ¿eh?—. Erin y Rigel, habéis descubierto la verdad sobre vuestro pasado, permitiéndoos superar problemas que bloqueaban vuestro poder; Fauna, has despertado tus poderes dormidos al conocer tu origen; y tú, Brigid, has podido al fin asumir como propio tu poder dormido.

>> Estáis preparados. Y juntos, que es lo más importante. Ahora solo necesitamos reforzar Theia para cuando lleguen.

Hendrick caminó entonces junto a Alma, se agachó a su lado, y le ofreció sus brazos. Agarrándose a su cuello con sus manos delicadas, Hendrick la levantó y la llevó con cuidado y con cariño hasta su trono, sentándola. Luego, agachado junto a ella, la miró a los ojos y dijo, en voz algo baja:

—Alma, cariño... ¿quiénes "llegan"?

La Profeta, descansando en su asiento, soltó aire y agachó las cejas.

—... el séquito de Aura. Estoy seguro de que son ellos. Cientos de hombres eleanos movidos casi sin voluntad propia, avanzando por los Riscos Kassor. En... un par de días estarán aquí.

Hendrick se giró, y miró a los demás. Flora, tragando saliva, hizo lo mismo.

Aura y todos sus soldados manipulados estaban... llegando. Un completo ejército, encaminándose hasta allí. El Paladín se incorporó y bajó las escaleras, ceño fruncido.

—Si es el caso, tenemos que ir preparando la planificación de la defensa. Erin, los enemigos son eleanos. Por muy controlados que estén, siguen siendo soldados de vuestro Imperio... tú debes conocer mejor que nadie su forma de pelear y su organización; ayúdame con las tropas, por favor —le pidió, formal. Pero pronto la voz de Alma se interpuso.

—... mientras eso sucede, quiero que el resto haga algo más. Algo importante.

Hendrick se giró, mirándola con curiosidad, y Flora hizo lo propio. Ella se aclaró la garganta.

—Iifa. Id a Iifa, escoltad a Fauna hasta allí. Quiero que alcance el árbol sagrado y que interactúe con él.

>> Cuando Fauna fue secuestrada por los hombres de Aura, se encontraba en el bosque neblinoso, movida por las energías que sentía en los árboles de la zona. Creo que era Iifa lo que la llamaba... la antiesencia que el árbol recogía, para ser más exactos. Y por ello, asumo que si logra alcanzar el Sagrado, tal vez pueda absorber parte de su poder. Fauna, tal vez así consigas hacerte con parte del poder que albergo yo. Mi manifestación, cuanto menos; yo no puedo cedértela así como así, pero... quizá Iifa pueda.

Flora intervino entonces, lanza en mano, con la punta hacia arriba.

—¿Crees que es buena idea, Alma? La niebla...

—... la niebla no será un problema, puedes estar tranquila, Flora —advirtió ella, enigmática—. Pero sí que quiero que la acompañéis todos, para protegerla. Hendrick y Erin planificarán la defensa, y, mientras tanto, tú, Brigid, Rigel y Fauna os adentraréis en el bosque. Tú conoces bien el Bosque, Flora, o al menos sabes su estructura; Rigel es un Comandante con conocimientos militares que serán útiles para coordinaros ante los monstruos; y la fuerza de Brigid os será útil, no solo para derrotar a los enemigos, sino para que Fauna pueda... comprobar si es capaz de asimilar mi manifestación. Ella es la candidata perfecta para comprobarlo, después de todo.

Le guiñó un ojo, para después envolverse con sus alas, como si estuviese abrazándose.

—Tenemos algunos días para prepararnos. No escatiméis en descanso y preparativos, por favor. Áurea, y quizá el mundo entero... depende de nosotros.


Podéis moveros con libertad por Theia y toda Áurea, si queréis; pero no podéis cruzar más allá de la columna 4 del mapa (es decir, Riscos Kassor y Sakura son inaccesibles ahora mismo). Hay encargos ya habilitados en Theia.
Asimismo, cuando estéis preparados, podréis avisarme y daremos inicio a la siguiente parte de la trama: Erin se separará del grupo y tendrá un evento de su mecánica especial junto a Hendrick; Flora, Rigel, Brigid y Fauna irán al bosque. En cualquiera de los casos, si el grupo sale de Theia, y solo si lo hace, Maya podrá acompañarles a donde vayan.

Lucas Diamond Yugen Amelie Yáahl

 

Brigid

Asimilar toda la información ya había sido bastante para Brigid; pero asimilar aquella energía era distinto. Muchos significados cambiaban, más responsabilidades pero con menores confusiones, era un nuevo entendimiento; no sólo de la historia sino sobre sí misma y su origen, sino también el que le precedió y el cual ahora cuidaba en su interior.

"Somos uno" pensaba; cómo si sintiera que la podía escuchar en su interior "He demostrado con ayuda de Alma que puedo llevarte en mí; pero por favor, no me hagas crecer más" este pensamiento la hizo soltar una pequeña risa mientras miraba al resto; para terminar de mirar a Alma, quién estaba exhausta.

—Gracias, Alma. Había mucha neblina en mi mente antes de todo lo que me hiciste entender. Ayudaré con mi fuerza, sabré controlarla —apretó con fuerza sus puños "Porque no soy un monstruo"

Se acercó a Fauna y le entregó la armadura que había obtenido —Tal vez no es muy de tu estilo —dijo con una sonrisa —Pero puede ayudarte en el futuro —después miró a los demás —Si necesitan ayuda con algún ingrediente, material o unos cuantos quiles, no duden en pedírmelos. Debemos estar lo mejor preparados posible, y somos un equipo ¿Cierto? — estaba lista para salir a hacer unas compras, prepararse para el viaje hacia el bosque

Contenido oculto

Brigid entrega a Fauna= Armadura de mago de batalla (+10 Defensa mágica, +3 Poder mágico, +3 Terapeucidad, aumenta en un 5% el dominio de varas y bastones del portador)

Voy a la tienda de armaduras y compro= Traje de guardia áureo (+6 Defensa, +3 Fuerza; si se porta el set completo, aumenta en 5% el dominio para todas las armas que pueda usar el portador): 200 guiles

Me equipo con lo siguiente=
Casco de guardia áureo (+6 Defensa mágica, +3 Poder mágico; si se porta el set completo, aumenta en 5% el dominio para todas las armas que pueda usar el portador)
Traje de guardia áureo (+6 Defensa, +3 Fuerza; si se porta el set completo, aumenta en 5% el dominio para todas las armas que pueda usar el portador): 200 guiles
Pantalones de guardia áureo (+6 Defensa mágica, +3 Terapeucidad; si se porta el set completo, aumenta en 5% el dominio para todas las armas que pueda usar el portador)
Botas de guardia áureo (+6 Defensa, +3 Velocidad; si se porta el set completo, aumenta en 5% el dominio para todas las armas que pueda usar el portador)
Mandoble de guerra (15 Daño físico, si la portadora usa Multifortalecimiento, la usuaria subirá también su fuerza, además de subir la defensa a todo el grupo) (Req.: 15% dominio)

Y voy al encargo de la zona inferior=

- Antiguo jefe de tribu

 

En preparación para el bosque neblinoso, Brigid realizó algunas compras por Theia... pero en su camino por la zona inferior acabó deteniéndose, escuchando sin poder evitarlo las conversaciones que sostenían algunos áureos, algunos de ellos vestidos aún con ropas antiguas y con pinturas en la cara, revelando que aún mantenían cierto arraigo a sus antiguas tradiciones tribales.

De hecho, cuando hablaban, mencionaron algo sobre un niño enfermo, y un remedio tradicional... extraído de molboles. Parte de sus rituales antiguos. Aquellas criaturas eran caracterizadas por su pestilente olor y su toxicidad, por lo que normalmente los productos extraídos de ellas solían tener más bien propiedades repelentes y tóxicas, pero... ¿tal vez ellos sabían transformar eso en una medicina?

El caso era que no había muchos molboles a su alcance, ¿eh? Pululaban en rincones ocultos del Vergel, al parecer, y en el Bosque Neblinoso. Bueno, quizá si Maya les acompañase, ellos podrían encontrar alguno y atajar rápido la cuestión, usando sus habilidades...

Nuevo encargo actualizado.

 

Rigel Betelgeuse

La manifestación había acabado, y con ello había conseguido descubrir la verdad y aceptarla. Mis padres eran los emperadores, y me abandonaron para protegerme, para evitar que vinieran a por mí... Y Harold simplemente había sido el encargado. Luego, lo exiliaron para no ponerle en peligro. El pobre hombre había dejado su carrera por mí... me sentía un desagradecido después de todos los encuentros que habíamos tenido.

Con toda esa información, Alma consiguió poner en orden mi mente, y con ello mis energías.

De algún modo, me había quitado un peso de encima, pero uno nuevo cargaba sobre mis espaldas. Saber qué se traía entre manos el emperador, si de verdad quería acabar con los ángeles y él era uno; saber por qué nos había mentido a todos en Elérea, y por último saber la verdad sobre la lluvia y el "Cielo". Me sentía renovado, pero con nuevos objetivos y nuevas preocupaciones.

Al volver a abrir los ojos, pude ver a Fauna junto a su hermana, hablando, mientras que la Titán se encontraba apartada, aún asimilando lo que habría sido su proceso de manifestación. Brigid, sin embargo, aún no despertaba. Pero pasaron pocos minutos hasta que lo hizo, y Alma también pudo volver con nosotros, para ver cómo nos encontrábamos. Al verla, pese a su ayuda, seguía sintiendo un gran recelo. Ella era un ángel, parte de la especie que aún iba detrás de mí para eliminarme, ¿cómo es que podía fiarme de ella para que no me expusiese frente a los suyos? Aunque por una parte notaba una mayor cercanía con ella, y entendía su argumento basado en la convivencia con humanos, no podía evitar el matiz de desconfianza que aún conservaba como consecuencia de los últimos meses que había vivido, donde había visto a casi todo mi entorno traicionarme, y en el que yo mismo me había sentido un traidor al Imperio.

Alma se dirigió a nosotros entonces, para pedirnos algo. Aura llegaría pronto, ella y su séquito de soldados eleanos, completamente enloquecidos por culpa de su tecnología, y necesitábamos prepararnos. Así que, según decía, la mejor manera de organizarnos era que la Titán permaneciese junto a las autoridades planificando la defensa militar, debido a su puesto, mientras que los demás debíamos escoltar a Fauna al árbol Iifa. Allí podría intentar... ¿asimilar la manifestación? ¿A qué se refería, acaso en Fauna no había funcionado como esperaba?

Me dirigí al resto del grupo, para organizar la marcha.

—Chicas, creo que será mejor que partamos cuanto antes. Por mi parte estoy preparado, ya terminé los preparativos necesarios antes de venir; no obstante, si alguna quiere regresar a la ciudad, es momento de hacerlo ahora, y luego partir de inmediato, si estáis de acuerdo —dije, para luego escuchar a Brigid intervenir, dándole una pieza de armadura a Fauna—. Gracias por tu cortesía, Brigid, es un acto muy noble.

>>Durante el camino tendremos tiempo de ponernos al día en lo que haga falta, si es que creéis relevante comentar lo que habéis vivido en la manifestación. Esperaré a que estéis listas, y luego partiremos.

Contenido oculto

Digamos que activo el encargo del sacerdote y también que Brigid activa su encargo personal.

Also, partimos ya hacia Iifa (si alguna no está de acuerdo que avise y vemos de seguir otro plan (?))

Amelie Yugen

 

En la marcha por la ciudad para recabar algo más de recursos y prepararse para las distintas tareas que tendrían entre manos, el grupo se enteró de algunos asuntos que preocupaban a los ciudadanos. Concretamente, un Sacerdote parecía estar promulgando por las calles la existencia de un "Bosque bendito" que había cerca de la capital, donde habitaban unos seres "mágicos" y el espacio se distorsionaba... hum, ¿h-hablaba de un simple Bosque chocobo, acaso? Bueno, ubicarlo siempre era útil, porque los chocobos era amistosos y permitían transportarse con celeridad. Pero que eso fuese divino, bueno... era cuestionable.

Nuevo encargo (Sacerdote) actualizado.

Por otra parte, al acercarse al perímetro de la muralla que, tras el palacio, ocultaba el bosque neblinoso, también oyeron cómo un áureo que parecía ser de los pocos encargados de custodiarlo decía con gran preocupación que criaturas extrañas, hechas de lo que parecía ser pura magia, habían invadido la zona. Quizá... podrían ayudar si se las encontraban, ¿no?

Nuevo encargo (Guardabosques áureo) actualizado.

Y Brigid, por su parte, fue detenida por alguien mientras regresaba con el grupo. Un hombre muy grande, con un pico y una pala a sus espaldas, enormes, pero que cargaba como si nada. El tipo era gigantesco, con largas barbas, gruesos brazos y ancho torso... pero, aun así, no medía tanto como ella. Quizá por eso Brigid le sorprendió, y llamó su atención.

—Chica. Ven aquí, ven...

La analizó, de arriba abajo, frotando su barba. Y sonrió.

—Es la primera vez que veo a alguien más grande que yo, debo decir. Je. Se te ve tremendamente fuerte.

>> Perdona que te aborde así, pero me llamaste mucho la atención. Me llaman el Gran Minero, y soy el jefe de los mineros de Theia, jovencita. Por tu aspecto y tus orejas redondas, deduzco que vienes del continente vecino, ¿eh? Te he visto entrar y salir del Palacio... debes ser alguien importante. Viajera, grande y fuerte, y de buenos contactos, ¿huh? Quizá... seas la indicada. Alguien como tú seguro que es capaz de conseguirlo...

Por un rato, el hombre empezó a murmurar en voz baja, para sí mismo. Hasta que al final, dijo:

—... decidido, te contaré algo. Creo que es una información que te vendrá muy bien, y a cambio, solo quiero que me traigas una prueba de que las leyendas son ciertas. ¿Te parece?

>> Verás, como minero jefe, soy muy entendido de minerales y piedras preciosas. Por eso es que he investigado mucho acerca de los que fueron una vez llamados "minerales benditos". ¿Te suenan, acaso? Minerales que se creen de leyenda, únicos en el mundo, o eso dicen, ocultos en los más puros corazones de espesas selvas, profundos fosos y gélidas planicies. Los llamados "silvina", "calzión" y "azurita". Se rumorea dónde pueden ubicarse, pero no tenemos datos claros, por desgracia. Aunque... tengo mis teorías. Porque creo firmemente que sí existen.

Cuando empezó a hablar de esos minerales, sus ojos brillaron con entusiasmo... y el tipo casi pareció abstraerse.

—La silvina es, según las leyendas, suave y húmeda como el musgo, tan maleable como la arcilla, pero tan firme y resistente como el diamante. Brilla con un intenso color verde, como las esmeraldas. A mi parecer, si se encontrase realmente en algún sitio, debería ser en un bosque, selva, algo similar. Pero no uno normal, sino uno donde haya mucha magia concentrada, quizá incluso alrededor de un árbol sagrado. El Bosque neblinoso, el Bosque de Yggdrassil... en ellos dos se ha explorado todo, ciertamente, pero hay otros árboles cuyos bosques son inexplorados. Quizá allí se encuentre, ¿por qué no?

>> El calzión es un mineral, según dicen, afilado, puntiagudo y hosco. Creen que el mineral en bruto ya podría cortar incluso la coraza de titanio de un soldado, ¡y un golpe con él podría demoler un edificio eleano! Es un mineral, aparentemente, oscuro, revestido de un negro intenso, y comentan que tiene poco menos que un aura tétrica y siniestra, pues la luz jamás ha alcanzado su superficie. Algo así debe estar en un sitio muy, muy profundo y oscuro... posiblemente una cripta, tumba, o algo similar, en tierras lejanas y extranjeras.

>> Por último, la azurita, fría como la nieve, brillante como el cristal, es un mineral, cuentan las historias, delicado, y fino como pocos. Pese a parecerse al cristal y poder ser moldeado como este, siendo rígido, plano y sin irregularidades, no es ni de lejos tan sensible como cualquier otro cristal. Antes bien, es muy resistente a golpes y casi indestructible. Por lo que cuentan las leyendas, sobre lo "frío como la nieve" que es, yo creo que debe esconderse en algún lugar gélido, seguramente algún sitio de Hashmal; alguno que esté altamente custodiado por bestias y monstruos. De lo contrario, lo habríamos encontrado antes, ¿verdad?

Tomó aire, y luego miró a Brigid, ceño fruncido.

—Óyeme bien, muchacha: hay otra cosa que se rumorea. Y es que estos minerales solo podían ser labrados por un grandioso herrero, uno que dicen que se refugió cerca del cráter de un volcán, pues nunca fue muy propenso a relacionarse con personas, y prefería la soledad y la hosquedad de las montañas y canteras. Si tal persona existe... me encantaría ver una obra suya. Una, a ser posible, creada con los minerales legendarios. Ese es mi sueño, muchacha... pero carezco de las oportunidades y las fuerzas para aventurarme en tal empresa. Pero al verte a ti, parecida a mí, pero tan joven, con esa mirada tan decidida... pensé que quizá tú sí podrías.

>> Te comparto, pues, la información; haz con ella lo que te plazca. Pero si consigues probar que las leyendas son ciertas... no dudes en mostrarme lo que descubras, por favor. Te estaré muy agradecido.

Nueva misión (Gran minero) actualizada.

Más tarde proseguiré la historia.

 

Finalmente, cuando todo estuvo preparado, Erin se dirigió a reunirse con Hendrick para la planificación militar de la que hablaron, mientras que el resto del grupo, junto a Flora, se encaminó a las murallas. Era hora de separarse, para prepararse ante lo que vendría...

Erin y Hendrick se separan del grupo.

Cuando estuvieron frente a la puerta de la muralla que daba al Bosque neblinoso, Flora fue la que intercedió y habló con los guardias de la misma, buscando que les dejasen entrar. Por supuesto, no solo lo pedía la Suma Sacerdotisa, sino que era orden directa de la Gobernadora. No fue muy difícil... y, con todo, hubo recelo por su parte.

—Tengan cuidado con la niebla, eso sí —indicó un guardia mientras tiraba del gran portón—. Ya deben saber lo peligrosa que es...

Y Flora apartó ligeramente la mirada.

—Tranquilos. Creo... que no será un problema.

Así, el grupo se adentró en el bosque, rumbo a Iifa.


***


Mientras tanto, Erin fue acompañada hasta reunirse con Hendrick y algunos militares áureos más en una sala de reuniones del Palacio, con un amplio mapa del continente desplegado ante ellos. La escena le era tremendamente familiar... sobre todo porque recordaba a aquella vez en la que planificó la defensa, hacía solo unos puñados de días, con Loke, Darek y los demás.

Darek, Aidan... ¿cómo estarían ahora ambos?

—Bien —dijo Hendrick, señalando el mapa—. Según me ha comentado Alma, la Profeta vendrá desde los Riscos. Estamos muy lejos de Edén, su árbol, así que sus poderes deben estar limitados; pero si tiene el refuerzo del árbol de Zénit, Takhian, la cosa se complica. Por eso, y como sabemos que atacará fundamentalmente Theia, vamos a tratar de hacer que se aventure lo máximo posible hacia la ciudad; puede sonar arriesgado, pero a más cerca suceda la batalla, más distancia pondremos entre ella y sus árboles.

>> Preveo que los enemigos serán poderosos ofensivamente, sin embargo. Aura en sí misma ya es una amenaza letal, incluso con sus poderes debilitados... pero recordemos que traerá todo un séquito de huestes eleanas, soldados magitek que pueden venir a pie o montados en chocobo, manipulados por su poder especial. Y... asimismo, temo que ese chico vaya con ella, ayudándola. Ya sabes. El amigo de Brigid y Fauna, Aster.

Ah... el "Omega", según Aura le dijo. La última vez que lo vieron... el chico fue manipulado, casi por voluntad propia, por Aura. ¿Se le uniría en aquella contienda, acaso?

—Dicho lo cual —siguió el Paladín—, flanquearemos varios puntos cercanos a la capital, pero no deberíamos perder de vista, aunque sea como reconocimiento, la protección de Sakura y las villas más cercanas a los Riscos. Es arriesgado alejarse, pero debemos asegurar las seguridad de todos los áureos, por si Aura decide separar sus fuerzas. Así pues... ¿qué dices, Erin? ¿Qué propones que hagamos con las tropas?

Zonas:
Controladas por Aura: 0/3
Controladas por Hendrick: 0/3

Uniones disponibles:
Aura: 6/6
Hendrick: 8/8

- Vergel Áureo
- Frente a Theia
- Cerca de los Riscos
- Alrededores de Yarana
- Zona montañosa del norte

Contenido oculto

A partir de ahora, además de las instrucciones que ya conoces sobre tu mecánica, la cosa se complica algo más: ya no tendrás por qué poner una sola unidad en una casilla, podrás unir dos unidades en una misma casilla. Es decir, tus escuadrones puedes repartirlos, como la otra vez, en las distintas zonas a cubrir (en esta ocasión habrá 5 zonas); pero antes solo podías poner un escuadrón en cada una, y el objetivo era controlar más casillas que tu oponente, de manera que si Aura, en este caso, no manda a un escuadrón propio a una casilla y tú sí, tú te llevas esa casilla y pasas a tener 1/5 zonas controladas (ganas cuando tengas 3, la mayoría).

Pues bien, ahora, como digo, podrás mandar dos unidades a una misma casilla, y tu rival también. Cuando hagas esto, debes designar la unidad principal (será la que reciba daño como resultado del combate) y la secundaria (solo apoyará). El escuadrón secundario sumará sus estadísticas de ofensiva y defensiva a las del principal. Esto es, puedes mandar a una misma casilla los siguientes escuadrones (puedes ver sus stats más abajo):

Principal: Jinetes A
Secundaria: Magos A

¿En qué se traduce esto? En que en la casilla en cuestión, tendrás a efectos prácticos una unidad de caballería (se mantiene el tipo del principal), con 70 de aguante (la vida de la principal, no cambia), pero con 190 de ofensiva y 100 de defensiva, el resultado de sumar las de ambos. Evidentemente, esto la convierte en una unidad mucho más poderosa... pero ojo, que Aura podrá hacer lo mismo.

Si mandas muchas unidades combinadas podrás cubrir menos espacio; pero harás a tus unidades mucho más fuertes si las unes. Aquí entra el juego, pues... ¿divides para cubrir todo el terreno y te arriesgas a perder alguna unidad porque el rival decida unir a las suyas, o unes todo pese a dejar una casilla vacía y te arriesgas a que te la roben?

¡Oh, ojo! Hay algunos escuadrones que no pueden fusionarse: son aquellos que van marcados con un asterisco, los que llamo "escuadrones de jefe". Tanto Aura como vosotros tenéis dos de estas. Ellos siempre deben ir solos. Además, ambos ejércitos pueden unir tropas un número limitado de veces: tantas como escuadrones iniciales tengan (8 tú, 6 Aura, en este caso).

¡Buena suerte Yáahl! Ah, aquí tienes el post donde se explicaba la mecánica, por si lo necesitas: https://fanficslandia.com/tema/kogyo-poblado-minero.65853/page-5#post-1121611

Contenido oculto

FUERZAS DE AURA
Ofensiva total: 500-650
Defensiva total: 200-350
Escuadrones: 6
Escuadrones de jefe: 2
Unidades de infantería: 0-2
Unidades de caballería: 1-3
Unidades de artillería: 2-5
Estrategia: prioriza acercarse a Theia

Contenido oculto

CABALLEROS DE HENDRICK*
Infantería
Aguante: 150/150
Ofensiva: 80
Defensiva: 100

CABALLEROS ÁUREOS*
Infantería
Aguante: 120/120
Ofensiva: 70
Defensiva: 90

JINETES ÁUREOS A
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

JINETES ÁUREOS B
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

MAGOS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 60/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

MAGOS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 60/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ARQUEROS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

ARQUEROS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

 

Hendrick se llevó la mano al mentón, reflexivo, y asintió. Colocó varias piezas pequeñas en el mapa, en distintos lugares, representando a Aura y su ejército y a las fuerzas áureas.

—Sí... podemos intentar cubrir toda la zona posible con nuestros hombres, reforzando Theia, por supuesto, pero sin descuidar tampoco los Riscos y la zona de Sakura. Si lo hacemos bien, puede que incluso logremos neutralizar a Aura, aunque sea reteniéndola lo suficiente, mientras cerramos el paso a sus hombres por los Riscos; seguramente, como decía, no les presente mucha atención.

Movió una ficha hasta la zona este del mapa, donde estaban los Riscos. Ahora, el ejército Áureo rodeaba a los hombres manipulados de la Profeta.

—Sin embargo, temo que en la batalla contra la tecnología magitek salgamos mal parados... en el peor de los casos, Aura decide dividir a los soldados y flanquea Theia por cuatro direcciones: de frente, a través del Vergel, por el sur, viniendo de Yarana, y por el norte, pasando las cordilleras. Aunque cerremos la salida por los Riscos, toda esa presión puede venirse sobre Theia. Debemos preocuparnos por tratar de aprovechar la ventaja de posición, y planear un segundo asalto en caso de lograr rodearles. No dejemos que, por movilizar tropas lejos de Theia, ahora se nos vengan todos encima.

Hendrick... sabía bien lo que decía, ¿eh? Se notaba que tenía una gran experiencia. Ser Paladín debía ser análogo a ser un Titán para los áureos, después de todo.

Pero en esa planificación bélica no se enfrentaban ni a titanes, ni a paladines. Se enfrentaban a Profetas, algo mucho peor. Debían ir con cautela.

Contenido oculto

Turno 1 de Aura:
>>Vergel Áureo: Infantería de Aster
>>Frente a Theia: Aura
>>Cerca de los Riscos: ---
>>Alrededores de Yarana:
- Principal: Jinetes Magitek A
- Secundario: Jinetes Magitek B
>>Zona montañosa del norte:
- Principal: Soldados Magitek
- Secundario: Jinetes Magitek C

Resultado de Turno 1:
- Magos áureos A caen en combate.
- Magos áureos B caen en combate.
- Aura cae en combate.
- Jinetes Magitek A caen en combate.
- ¡El ejército de Hendrick toma la posición "Cerca de los Riscos"!


Turno 2:

Zonas:
Controladas por Aura: 0/3
Controladas por Hendrick: 1/3

Uniones disponibles:
Aura: 4/6
Hendrick: 7/8

- Vergel Áureo
- Frente a Theia
- Alrededores de Yarana
- Zona montañosa del norte

Contenido oculto: Ejército de Hendrick

CABALLEROS DE HENDRICK*
Infantería
Aguante: 90/150
Ofensiva: 80
Defensiva: 100

CABALLEROS ÁUREOS*
Infantería
Aguante: 90/120
Ofensiva: 70
Defensiva: 90

JINETES ÁUREOS A
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

JINETES ÁUREOS B
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

MAGOS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

MAGOS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ARQUEROS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

ARQUEROS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

Contenido oculto: Ejército de Aura

AURA*
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 160
Defensiva: 60

INFANTERÍA DE ASTER*
Infantería
Aguante: 50/80
Ofensiva: 120
Defensiva: 60

SOLDADOS MAGITEK
Artillería
Aguante: 40/50
Ofensiva: 100
Defensiva: 40

JINETES MAGITEK A
Caballería
Aguante: 0/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

JINETES MAGITEK B
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

JINETES MAGITEK C
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

 

Hendrick empezó a caminar dando vueltas alrededor de la mesa, observando el mapa con cuidado. Sus ojos amarillos brillaban, casi como si estuviese tan inmerso en la escena en su cabeza que su conciencia no estuviese allí.

—Me gusta como piensas. Si hacemos esas movilizaciones, es posible que tomemos al menos uno de los dos flancos. Estamos en nuestro terreno, y somos miles de cabezas contra una; recordemos que el ejército de Aura lo componen soldados eleanos manipulados... al final no son sino una prolongación de su ser, en cierto modo.

>> Además, todos los soldados vienen por los Riscos... y allí hay monstruos. Por muy manipulados que estén y muy Profeta que sea Aura, cualquier persona acabaría perdiendo fuerzas tras todo ese camino y tras tener que lidiar con batallas... si defendemos bien, ganaremos la guerra de aguante, al menos.

Señaló Theia en el mapa, y miró a Erin.

—Si nuestro plan sale bien, para cuando los hombres de Aura estén ya encima, deberían estar rodeados y mermados el número. Sería entonces el momento de contraatacar y tomar el resto de posiciones... ¿cómo sugieres que lo hagamos para minimizar las bajas?

Contenido oculto

Turno 2 de Aura:
>>Vergel Áureo: Aster
>>Frente a Theia: Jinetes Magitek C
>>Alrededores de Yarana:
- Principal: Soldados Magitek
- Secundario: Jinetes Magitek B
>>Zona montañosa del norte: ---

Resultado de Turno 2:
- Arqueros áureos A caen en combate.
- Caballeros áureos caen en combate.
- Infantería de Aster cae en combate.
- Soldados Magitek caen en combate.
- Jinetes Magitek C caen en combate
- ¡El ejército de Hendrick toma la posición "Zona montañosa del norte"!


Turno 3:

Zonas:
Controladas por Aura: 0/3
Controladas por Hendrick: 2/3

Uniones disponibles:
Aura: 3/6
Hendrick: 5/8

- Vergel Áureo
- Frente a Theia
- Alrededores de Yarana

Contenido oculto: Ejército de Hendrick

CABALLEROS DE HENDRICK*
Infantería
Aguante: 90/150
Ofensiva: 80
Defensiva: 100

CABALLEROS ÁUREOS*
Infantería
Aguante: 0/120
Ofensiva: 70
Defensiva: 90

JINETES ÁUREOS A
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

JINETES ÁUREOS B
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

MAGOS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

MAGOS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ARQUEROS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

ARQUEROS ÁUREOS B
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 70
Defensiva: 80

Contenido oculto: Ejército de Aura

AURA*
Artillería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 160
Defensiva: 60

INFANTERÍA DE ASTER*
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 120
Defensiva: 60

SOLDADOS MAGITEK
Artillería
Aguante: 0/50
Ofensiva: 100
Defensiva: 40

JINETES MAGITEK A
Caballería
Aguante: 0/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

JINETES MAGITEK B
Caballería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

JINETES MAGITEK C
Caballería
Aguante: 0/70
Ofensiva: 80
Defensiva: 50

Contenido oculto

En realidad pase lo que pase has ganado, porque vas a tomar sí o sí la posición 3/3, pero haremos el turno solo para ver cuántas unidades te sobreviven y cuántas zonas toma Aura, si es que toma alguna.