República de Shinryu Kogyo, poblado minero

Rigel Betelgeuse

No tardamos en llegar a Kogyo, sin enemigos por el camino. Era de agradecer, pues estábamos bastante cansados después de la pelea contra el Adamantaimai. Nada más llegar, fuimos rápidos a la posada a descansar. Pagué la habitación para los tres (aunque ganas no me faltaban a veces de dejar ahí a Cid, pero últimamente se estaba portando bien) y pudimos dormir y asearnos. Unas horas más tarde, me levanté y puse en pie a los dos chicos, para hacer las compras pertinentes e ir a hablar con el herrero. Creía tener lo que buscaba.

—Ya estamos de vuelta. Te traigo unas cenizas de Bom y un trozo de hierro, espero que con esto puedas crear algo nuevo que no sean arcos o espadas —le dije, esperanzado de que así fuese.

Contenido oculto

Posada: 40 Guiles
Ultrapoción (+50 PS, ratio x0,4) (60 guiles) (x8): 480 Guiles
Ultraéter (+20 PM, ratio x0,25) (120 guiles) (x10): 1200 Guiles

1720 guiles en total.

 

Al traerle los materiales, los ojillos del herrero brillaron con entusiasmo.

—¡Oh! ¡Cenizas! Con eso podré hacer algún fusil... ¡nunca trabajo con ninguno! Hacer uno es todo un reto... ¡trae aquí, que me pongo a ello en seguida!

Al cabo de un rato, el fusil estaba en manos de Rigel. Él no usaba ese tipo de armas, y aunque Biggs sabía manejar el cañón magitek y la esencia era parecida, era distinto usar armas de fuego que armas con energía magitek. Pero hey, al menos el diseño era pulido y se veía un buen arma. Y el herrero parecía contento.

—¿Qué te parece? ¡Nada mal para ser la primera vez, eh! Toma, anda, todo tuyo, majo. ¡Ah, y toma! Te voy a dar un puñado de distintas pieles. Normalmente en este negocio hago armaduras con metal, pero tener como base pieles o cuero es importante para darle flexibilidad y ligereza. Pruébalo, si quieres. Conmigo, claro... y pagando un poquito, también. ¡Pero oye, te doy parte de los materiales!

Fabricaste "Fusil reforzado"

¡Misión cumplida! Recompensa:

- Cuero rígido (x2)
- Piel de serpiente (x2)
- Piel de sapo (x2)
- Piel de mu (x2)​

 

Darek asintió ante las palabras de Erin, y, conforme cruzaban la entrada a Kogyo, el Titán arrugó la nariz, como presintiendo ya que algo no andaba bien en la ciudad. Y era cierto: se notaba la atmósfera cargada. Los rostros de los shinryaneses estaban completamente disgustados, algunos hasta temerosos, de ver llegar a dos miembros del ejército del Imperio. La guardia de Kogyo, de hecho, fue la primera en intimidarse, y sus gestos revelaban vergüenza, la vergüenza de aquellos militares que no fueron capaces de proteger a sus ciudadanos.

—... si Wezen ha pasado por aquí, sin duda ha generado caos. Ha provocado verdadero miedo en este lugar. Mira a todo el mundo... no hay más que verles las caras.

Dieron algunos pasos más. Parecía que, cuanto más avanzaban por la ciudad sin hacer nada extraño, más se relajaban los ánimos. Si bien nunca se esfumaba del todo, esa sensación de estar rodeados de corderos temerosos de pasar por el cuchillo se iba suavizando poco a poco. Como si la llegada de nuevos eleanos pudiese suponer una nueva invasión. Casi diría que en Kogyo estaban acostumbrados.

—Aquella es la casa del jefe de la zona. Wezen se habrá instalado allí. Por favor, Erin... me gustaría conversar a solas con él. Te informaré de lo que me comente, si es que logro encontrarlo. Espérame fuera, y aprovisiónate, si te parece.

Puedes comprar en las tiendas cuanto gustes; se han añadido un par de Paveses ahora que Erin ha venido.
Cuando termines, déjame un post indicándomelo y seguiremos.

 

Pasado un tiempo, un Darek con el rostro sumamente arrugado salió de la zona. Erin lo vio llegar completamente pálido, apretando el puño.

—... no ha habido... suerte —confesó, molesto—. Joder. Sirius ha muerto.

Lo dijo directamente, sin tapujos, con la mirada clavada en ella y las cejas agachadas. La ira y frustración se desprendía de cada una de sus expresiones.

—Tal vez haya sido mi culpa, por haberle encomendado tantas misiones. Pero, al parecer... Sirius ha sido asesinado por uno de los acompañantes de Rigel. Wezen tomó esta ciudad, cosa para la que nunca le autoricé, por la fuerza. Y poco después, Rigel llegó con dos de sus oficiales y el famoso... chico salvaje. Según comentan los guardias, los Comandantes se enfrentaron entre sí por el control de la ciudad. Rigel ganó, y el niño salvaje mató a Sirius en ese momento. Desde entonces, Rigel es, en teoría, quien tiene control de esta ciudad. Pero los soldados eleanos de la zona dicen que se ha marchado al norte, a Hitoki.

De nuevo, Hitoki, ¿eh? Todo derivaba allí...

En cualquier caso, la situación era grave, y se explicaba por qué la gente de Kogyo tenía tanto miedo. Iban dos veces en las que una autoridad eleana entraba en su ciudad y tornaba a su favor el control de la misma. Los ciudadanos mineros debían estar preocupados al verse a merced de lo que el Imperio quisiese, y, seguramente, al ver entrar a dos militares más, pensaron que otra vez iban a verse envueltos en una pelea interna entre los propios militares del ejército.

Pero... Kein, el chico salvaje, mató a Wezen, ¿eh? Esa era la noticia más impactante de todas, quizá. Desde luego, se entendían sus motivos, aunque sus actos fuesen excesivos: el chico perdió todo en ese Bosque por culpa del comandante de Darek. La venganza fue lo que le movió, probablemente. El punto era... ¿qué posición tomó Rigel al respecto? Sabían que Wedge y Kein se habían marchado de vuelta a Elérea, pero ahora habían descubierto que antes estaban junto a Rigel. Y se habían separado, yendo el Comandante a Hitoki. ¿Para qué? Esa era la pregunta. A estas alturas, uno no podía estar tranquilo, ¿quién les decía que Rigel no enloquecería también después de todo lo vivido y levantaría las armas contra la capital shinryanesa? Podría haber perdido la cabeza, como Sirius.

¿Acaso se le podía culpar, después de todo lo que el Imperio le había hecho pasar?

—... ahora más que nunca urge ir a Hitoki —aseveró Darek, serio—. Rigel y Loke, ambos están allí, ambos deben estar allí. Necesito... explicaciones.

>> Muchas explicaciones.

Puedes volver al Mapamundi para ascender hasta Hitoki.

 

Capítulo 5-3: El inicio de la guerra
​

Kogyo estaba "dominado" por Rigel, en buena teoría. No es como si él hubiese hecho gran cosa por hacerse con el control de la ciudad, pero así era: los soldados eleanos tenían bien controlados a todos los civiles y guardias del poblado minero, y hasta que un alto cargo de Elérea no alzase la voz, no bajarían las armas. Quizá empezó siendo una situación involuntaria, desagradable e indeseada, provocada por las malas acciones de Sirius, pero ahora se había convertido en su salvación: si Kogyo hubiese estado alzada en armas, habría sido el final para Erin, Darek, Rigel, Biggs, Loke y Cid. Solo porque pudieron refugiarse allí... lograron salvarse.

Ahora se encontraban reunidos en una sala, una enorme sala de reuniones con un gigantesco mapa sobre la mesa, de toda la extensión de Shinryu. Darek. Loke y Erin estaban a un lado de la mesa; Rigel al otro. A un lateral, Biggs se sentaba casi como espectador; Cid, por su parte, estaba fuera.

—... asumamos cuanto antes la realidad —comenzó hablando Loke. Se la veía herida y débil físicamente, pero la Consejera era, con diferencia, la que más fríamente mantenía la calma y que pensaba con más serenidad—. Estamos en una guerra. Hitoki está descabezada ahora mismo, sin el Presidente, sin Raif y sin ninguna autoridad. Aunque haya sido el último el que haya instigado la revolución, ahora mismo no hay un líder político... solo líderes militares. Y eso es un gran problema, como imaginaréis. Porque sin alguien que temple los ánimos, la impulsividad se adueñará de Shinryu.

—El debate está en qué hacer —sentenció Darek—. Ya han abierto la veda. Ya van a atacar. Es cuestión de tiempo siquiera que alcancen Kogyo, o quizá que ataquen directamente el Bloqueo. Y no me gustaría tener que aniquilar a los shinryaneses, pero... a estas alturas solo podemos luchar. Pelear hasta forzarles una rendición, como pasó en Fayar.

—En Fayar había un Rey asustado que ordenó a las tropas rendirse. Aquí no lo hay. Nadie nos asegura que pararán en algún punto, Darek. Puede que haya que aplacar por la fuerza hasta el final, y eso... supondrá un número de bajas tremendo —Loke habló con tranquilidad y frialdad... mucha, mucha frialdad—. La destrucción de media Shinryu. ¿Estamos dispuestos a eso?

—... quizá deberíamos replegarnos a Elérea y solo defender el Portón. Si nos rendimos nosotros y cedemos los territorios de Shinryu que tenemos, quizá evitemos muertes —siguió Darek, tenso.

Loke negó con la cabeza. Seria. Serena. Calmada.

—No, Darek. ¿Olvidas por qué estamos aquí? ¿Olvidas todo lo que hemos hecho hasta ahora? Shinryu no va a contentarse con eso. Raif se ha asegurado de alimentar el odio, deberías saberlo. Era rata almizclera... nos ha engañado, a todos. A Shinryu también. ¿Crees que después de todas nuestras acciones y sin un líder frío que frene al ejército, se van a quedar solo en el Portón? No. Quieren represalias. Y recuerda que Raif es de Fayar. Si este va hacia allá... tal vez inicien un ataque desde el sur. Elérea podrá retener a Shinryu, pero si le atacan por dos flancos será complicado. Y además, si cuentan con el apoyo de Áurea... eso es un problema aún mayor.

>> Porque no olvides nuestros objetivos: Profetas y Ojos. Enemistarnos aquí con Áurea puede dificultarnos enormemente alcanzar a la Suma Sacerdotisa.

¿Profetas, ojos? Rigel no sabía bien de qué hablaban exactamente... pero que Loke lo enunciase como "nuestros objetivos" era revelador. ¿Por eso Elérea estaba haciendo todo lo que estaba haciendo? Wedge ya le comentó a Rigel algo: que Elérea parecía estar actuando no por egoísmo, no por ansias de conquista, sino por un bien mayor. Y Rigel sabía que solo le "apartaron" del plan por su propio bien. Porque Rigel quizá no estaría de acuerdo con las ideas. Lo mismo le pasó a Erin, y ella... allí estaba. A la Coraza la acabaron convenciendo.

—... con permiso, s-señora Consejera —habló Biggs, algo confuso—. Mi Comandante y yo, creo... no sabemos qué es eso de los Profetas, de los Ojos, del objetivo del Imperio. Quizá deberíamos saberlo.

Darek miró a Biggs tomando aire, cruzándose de brazos. Y, con un gesto de la cabeza, le señaló al exterior. Biggs quedó inmóvil, confuso, sin entender. Darek terminó hablando:

—... sal, por favor. Oficial Biggs. Vamos a informar al Comandante de todo, pero solo al Comandante. Es el deseo del Emperador Zael que la información al respecto solo se comparta con altos cargos militares.

Aunque algo inconforme, Biggs terminó alejándose, abandonando la sala. Antes de salir, dirigió una mirada cargada de miedo, incertidumbre y hasta culpa a su jefe. Aún no terminaba de culparse de lo sucedido en Shinryu, y que se estuviese formando una guerra allí, consideraba, era en gran parte por su culpa. Por eso precisamente, ser apartado de la información le dolía.

Ni siquiera sabría por qué iba a luchar.

—Está bien. Presta atención, Betelgeuse —empezó Darek, cruzándose de brazos.

Y se lo contaron. Le contaron a Rigel cómo el objetivo del Imperio era acabar con la lluvia carmesí. Los ángeles seguían presentes de alguna forma en el cielo, con su energía subsistiendo y siendo la que provocaba que siguiese cayendo la lluvia y cayesen monstruos; todo porque detectaban la presencia de demonios continuamente. La única forma de cortar de raíz eso, era eliminando definitivamente a los ángeles, porque de lo contrario nunca cesaría. Y, para lograrlo, necesitaban dos cosas:

Primero, los llamados "Ojos de Shinryu", gemas sagradas que abrían las "Puertas al Cielo". Cuando sucedió la guerra con la que se acabó con el Rey Carnicero Elroy, los tres héroes que la liberaron se repartieron entre sí las llaves para acceder al Cielo, el poder que volvió loco al Rey: Zénit, al norte, se llevó uno de los ojos; Abdhel, al sur, se llevó otro; y Eldrick, el que se hizo primer Emperador de Elérea, se quedó con el terreno donde se encontraba Yggdrassil, que era literalmente la Puerta al cielo, el lugar desde el que podía subirse. Solo quien tuviese los dos ojos y acceso a Yggdrassil podría subir al Cielo, y alcanzar a los ángeles.

En segundo lugar, pese a que pudiesen alcanzar a los ángeles, no podrían eliminar su energía de ninguna forma mientras estuviesen protegidos por los árboles. Había que acabar con los árboles para poder acabar con los ángeles. Parecía una barbaridad, teniendo en cuenta las creencias de la Iglesia de los Cinco Sagrados, pero... era la única forma, decía Zael. Los árboles, después de todo, no eran tanto divinidades en sí como canalizadores de magia gigantes. No acabaría el mundo ni nada similar por eliminarlos. El problema era que, como comprobó el Imperio en su ataque a Yggdrassil, acabar con los árboles en sí era ciertamente difícil; no era sencillo para nada. Por eso, la forma de lograrlo era acabar con los Profetas: descubrió Rigel que los Profetas no eran sino seres que eran, básicamente, nuevos ángeles. Eran seres de extremos poderes mágicos, capaces de ver el futuro a través de los mismos. Cada uno de ellos se vinculaba a un árbol sagrado, y actuaba como su "forma humana", por decirlo de alguna manera. Árbol y Profeta se vinculaban hasta el punto de que el estado de uno afectaba al estado de otro... y si uno moría, el otro moría. Por eso, atacar a los Profetas era la única manera de acabar con los árboles; si se les mataba a ellos, se mataba por extensión a los árboles, eliminando el sello y, con ello, habilitando la posibilidad de acabar con los ángeles. Y con la lluvia carmesí.

Por eso, Elérea había invadido Fayar; para conseguir el orbe que escondió y protegió Abdhel I. Ahora que lo tenían, les faltaba el de Shinryu, pero la falta de conocimiento sobre la ubicación del Ojo provocó que no pudiesen atacar directamente, y optasen por presionar políticamente poco a poco hasta lograr averiguar su ubicación. Además de eso, el ataque a Shinryu y al monte era inevitable, también: Shen era un Profeta, el que se creía ligado a Yggdrassil, y atacar su Monte era la mejor manera de acabar con alguien tan poderoso como una persona capaz de ver el futuro. Al mismo tiempo, sabían que la Suma Sacerdotisa de Áurea era otra profeta, un motivo más para no querer ponerse en contra a Shinryu, pues hacerlo podría implicar la enemistad también con Áurea, y eso dificultaría acceder a una nueva Profeta, la de Iifa, en este caso. Al margen de eso, tenían bajo custodia, supuestamente, a otra Profeta, la que creían de Kholod. Y, así, dos Profetas restaban, desconocidos.

Por eso era que Elérea invadía, atacaba sin piedad y se comportaba como un Estado tirano. Porque, primero, necesitaban matar Profetas, usualmente alguien de suma importancia y poder... y, además, necesitaban reliquias valiosas y custodiadas por otros Estados. Eran cosas que, simplemente, no podrían conseguir por la vía diplomática... y pese al sufrimiento que causasen, a las muertes, que provocasen, serían las menos posibles y, en todo caso... era por un bien mayor, acabar con la lluvia. Y, en segundo lugar, según el Emperador Zael... los ángeles tenían cierta conciencia, y si descubrían que Zael intentaba tumbarlos, la represalia sería terrible. Camuflar sus acciones como una simple ansia de poder militar era la única manera de lograrlo.

Una manera dolorosa y sangrienta... pero la única forma de evitar aún más dolor y sangre por las lluvias.

—En todo caso, hay... cosas que no sabes, Darek —siguió diciendo, esta vez algo más severa y con ceño fruncido—. En mi visita a Shinryu, descubrimos dónde estaba el Orbe: aparentemente, el antiguo Zénit separó la joya en sí de su energía mágica interior, y dejó que esta energía se fusionase con el alma de su descendencia. Así, generación a generación, ha pasado a la descendencia de Zénit... y ahora estaba dentro de un chico, de nombre Calum, que se suponía que era el nuevo Shinryu. Historias que creó Zénit para proteger al portador del Orbe, si me preguntas.

—¿Y bien? —dijo Darek, brazos cruzados—. ¿Qué pasó? A nosotros nos informaron de que en la reunión no conseguiste nada y generaste algo de revuelo...

—¿Quién os informó de eso, Raif? Por favor. Qué fácil te dejas manipular, Darek. No, no pasó eso. Fui... con el chico y con Elcid Albus al Templo de Zénit. El niño había conseguido, en su "peregrinaje", el recipiente del Orbe. Y Albus sabía cómo hacer para extraer su energía y devolverla al mismo. Así que lo hicimos, apresando a sus compañeras mientras tanto... pero el Paladín Áureo, Hendrick, liberó a dichas compañeras y vinieron a salvar a su amigo. Junto con... Aura Goldenflare.

—¿Aura Goldenflare? ¿La Ingeniera Magitek?

Loke asintió con lentitud y rostro serio, casi enfadado. Ingeniera Magitek... ella era la creadora de la tecnología magitek, tanto Erin como Rigel lo sabían bien. Aunque más gente contribuyó a crearla, ella fue la principal precursora, la que tuvo la idea y aportó los medios. Ella era la que guardaba el "secreto" de la creación de la energía magitek. ¿Qué participación tenía en toda la historia aquella?

Lo iban a descubrir pronto.

—Esa misma —siguió Loke—. Y ella... fue la que hizo que todo saliese mal. Ella mató a Albus. Ella casi me mata a mí, y hasta mató a uno de sus esbirros. Y todo para llevarse el Orbe lleno de energía, a saber para qué.

—¿Q-Qué dices, Loke? ¿Aura hizo todo eso? ¿Ella fue la que mató al presidente y... ahora tiene el Orbe? ¿Pero cómo, cómo lo hizo?

—... es una Profeta. La Profeta de Edén, si no oí mal.

—¿H-Huh? —Darek no daba crédito, ojos muy abiertos—. ¿Una... Profeta? No puede ser... y ella... ¿tiene un Ojo?

—Ajá. Pero sus planes parecen ser distintos a lo que podemos imaginar, me temo. Estaba prácticamente inconsciente cuando ella habló de sus objetivos, pero me pareció oír que... una de las chicas que iba con Calum era su principal objetivo. Se llama Fauna, y es... la hermana de la Suma Sacerdotisa Áurea —Darek, saturado de información, se dejó caer en la silla y se llevó una mano a la cabeza, apoyado el codo sobre la mesa. Pero Loke siguió—. Ah, y eso no es todo. Shen seguía vivo. Y fue por él por lo que pudimos salvarnos... Shen se enfrentó a Aura para protegernos. Huimos todos, y eso fue todo cuanto sé al respecto.

Dos Profetas enfrentados... y la hermana de una tercera Profeta metida en todo aquello. El Ojo de Shinryu en manos de otra de ellas. La situación... se complicaba por momentos.

—¿Y dónde están? La hermana de la Suma Sacerdotisa, el Paladín y todos los demás.

—... esta es la parte importante, pues. Fueron al Monte Shinryu, a lo más alto. En busca de Shen, para asegurarse de su estado, pues piensan que huyó hasta allí. Darek, Erin: esa chica, de nombre Fauna, parece el objetivo de la Profeta que tiene el Ojo. El Imperio necesita estar de su lado y a su lado. No solo porque es la manera de lograr acercarnos a Aura, sino porque también puede ser la manera de llegar a Áurea.

—Estoy de acuerdo, después de todo —suspiró Darek—. Además. Si logramos reunirnos con esa Fauna y tener su favor, asumo que tendremos el favor del Paladín, también, que parece ser su custodio. La situación sería muy favorable para esta guerra, además de para los intereses del Imperio. Dudo que el Paladín esté enterado de lo que acontece aquí, pero... si está en contra de la guerra, podrá aplacar a sus hombres. Y sin el apoyo de los áureos, quizá los shinryaneses reculen.

—Concuerdo —afirmó Loke. La Consejera, siempre fría y serena, miró a Rigel y a Erin—. ¿Qué opináis, Elroy, Betelgeuse? Interesa... saber la opinión de todos.

Se habían dicho muchas cosas ahí, en esa breve reunión. Cosas muy importantes, cosas... que eran de gran interés. Era menester aclarar todas las dudas que había al respecto.


Para Erin:
>> Sobre las intenciones del Paladín
>> Sobre las intenciones de Shen

Para Rigel:
>> Sobre qué hacer con Cid
>> Sobre las intenciones de Aura


@Lucas Diamon Juniper

 

Rigel Betelgeuse

Los arqueros acabaron derrotados, librándonos temporalmente de la amenaza. Pero mucha gente se había reunido en torno a nosotros: estábamos acorralados y lidiar con tantos civiles era difícil y doloroso. Darek trató de intimidarlos para hacerlos retroceder, pero esto solo provocó una oleada de violencia, con más ganas aún de atacarnos. Hasta que de pronto, rayos cayeron del cielo, ahuyentando a los ciudadanos.

Era... ¿la Consejera, Loke? Sí, sin duda. Darek la reconoció, sorprendido de verla de nuevo, pero antes de poder decir nada, esta nos pidió que huyéramos hacia Kogyo. Tuvimos que hacerlo, esperando poder hablar después, si queríamos sobrevivir.

Ya en Kogyo, respiramos tranquilos, reuniéndonos para ver qué hacer. Cid se había apartado, entendía que quisiese estar solo. La Consejera fue la que tomó la iniciativa, explicando lo que había sucedido durante la ausencia de los Titanes y lo que Biggs, Cid y yo pudimos deducir en nuestras pesquisas. Raif... todo había sido culpa suya, ¿eh? Menudo bastardo... Pero aún no acababa de entender la motivación detrás de todo esto. No fue hasta que Loke mencionó que buscaban Orbes y Profetas que Biggs pidió explicaciones. Había oído hablar de los Profetas, aunque no sabía muy bien qué eran los Orbes. El Oficial tuvo que salir de la sala, a orden expresa del Titán; si bien no me gustaba la idea, no podía quejarme.

Tras marcharse Biggs, me contaron el verdadero objetivo del Imperio y por qué Elérea estaba actuando de una forma tan invasiva. Y... Realmente, no sabía si me gustaba la idea o no. Acabar con la lluvia carmesí sonaba algo excepcional, casi utópico, pero el precio que estábamos pagando era terrible. Lo peor ni siquiera era eso, sino el hecho de que toda esa información era difícilmente creíble. ¿Quién nos podía asegurar que verdaderamente acabaríamos con la lluvia? Agh. Tras terminar de explicar el dudoso proceso que estaban siguiendo, Loke continuó narrando las cosa que había vivido en ausencia de Darek. El único Orbe que le faltaba a Elérea era el de Shinryu, y en el proceso de intentar conseguirlo, una nueva profeta había sido encontrada. No solo eso, sino que además esta se había enfrentado a Shen, otro profeta, para llevarse el Orbe. Y esta no era otra que Aura, la desarrolladora de la tecnología Magitek.

Di un puñetazo en la mesa, lleno de rabia. Era culpable de la muerte de Albus, con ello potencialmente de no poder impedir la guerra, y encima tenía intereses con Shinryu, ya que buscaba a la hermana de la profeta de Iifa. Fauna, decían que se llamaba.

Tch. Malnacida.

—No sé qué opinar sobre la lluvia carmesí. No sé hasta qué punto el fin justifica los medios. Pero quiero saber cuáles son los objetivos de Aura, y encargarme de que no se salga con la suya. Temo lo que pueda llegar a provocar, especialmente si tiene el control de esa falsa magia, tan peligrosa como es.

>>Me gustaría saber si dijo algo más que haya pasado por alto, Consejera Loke. Agradeceré cualquier información.

 

Darek fue el que miró a Rigel, severo, pero con un gesto que revelaba comprensión y empatía. Entendía a la perfección su desconfianza, y la preveía. Por eso decidió, en su momento, apartarle del plan. Pero ahora era tarde, ¿no?

—Rigel. Entiendo tu preocupación. Pero entiéndelo así: tenemos la posibilidad de hacer algo para frenar la lluvia, la información y los medios. Hacerlo puede implicar costes severos para nosotros y para otras naciones, sin duda... pero a cambio de un beneficio muy alto para todo el mundo. ¿No hacerlo, sin embargo? No hacerlo no es la opción neutral y sencilla. No, cuando uno tiene la capacidad de hacer algo y decide no hacerlo, es tan responsable de las consecuencias de su falta de actuación como lo sería de las consecuencias de su acción. Por ende... Elérea debe actuar. Cargar con las muertes de algunas personas es siempre mejor que cargar con las muertes de millones, y millones, y millones de personas, por toda la eternidad, una y otra vez. Si se puede hacer algo, se debe hacer.

Hablaba de forma apasionada, y, claro, Erin entendía ya muy bien todo el trasfondo que le llevaba a hablar así, pese a que Rigel no estuviese enterado. Con todo, fue Loke la que al final alzó la voz, con un suspiro, cruzándose de brazos.

—Tampoco necesitas convencer al Comandante, Darek. Es una orden, y listo. Si sigue siendo Comandante, la acatará —ella era bastante más... fría, seca y directa, qué duda cabía. Luego respondió directamente a su pregunta—. Sobre las intenciones de Aura. Debo decir que no estoy nada segura. Por lo que entendí y escuché en su ataque al templo... parece profesar un odio muy, muy profundo hacia los demonios, e imagino que, por extensión, también a los humanos, que son almas distintas en los mismos recipientes. Su intención no puede ser nada bueno, eso desde luego.

>> Ahora bien, sorprende que haya colaborado con el Imperio creando la tecnología magitek y que no haya actuado hasta ahora... entiendo que era todo por Fauna, pero, ¿qué ganaba llevándose el Ojo? No tiene sentido para mí, si alguien con su poder hubiese querido el Ojo lo habría tenido hacía mucho tiempo. Especialmente el de Fayar, ese nos lo podría haber arrebatado en un instante sin demasiadas consecuencias reales. Estoy segura de que quiere el Ojo por algo distinto. Quizá sea por... mantener chantajeada a Fauna, supongo.

—¿Chantajeada...? —Darek se sorprendió tanto como el resto.

—... Calum. El niño que tenía la energía del Orbe. Está inconsciente e inmóvil, y no despertará nunca más hasta que haya recuperado su alma, que está en ese Ojo. Si ella lo tiene consigo, y quiere a Fauna, la hermana de la Suma Sacerdotisa no tendrá más remedio que acudir a ella si quiere tener opciones de salvar a su amigo, ¿no crees?

Darek asintió.

—... entonces con más razón debemos protegerla cuanto antes. Esa Fauna es de suma importancia, para el Imperio y quién sabe si para el mundo. A propósito, Loke. ¿Y el niño? ¿Y el tal Calum?

Loke desvió la mirada, mano en la mejilla, evitando el contacto visual, pero con el mismo gesto serio y frío de siempre. Lo disimuló bien, sin duda... pero se la notaba algo entristecida por aquello, ¿eh? Por no haber podido protegerlo

—... me temo que el cuerpo lo tiene Shinryu. Entraron en la habitación donde estábamos, los Guardias... y se lo llevaron. No sé qué harán con él, pero la mayoría de los presentes saben que supuestamente es el Shinryu. Será como... un mártir para ellos.

—... no podemos dejarlo ahí —susurró Darek—. También deberíamos... rescatarlo.

—No es una prioridad —sentenció Loke—. ... pero coincido en que, de tener la oportunidad, podríamos hacerlo. Vamos a tener que pelear con Shinryu de igual modo, así que tanto da.


***

—Shen... es otro caso dudoso, a mi juicio —comentó Loke—. El plan original no era bombardear el Monte de Shinryu sin previo aviso: eso fue algo que el querido Comandante de tu compañero hizo por su cuenta. El cañón, se suponía, debería haber sido una amenaza para Shen. La idea era forzarle a rendirse por salvar a su gente, ese era el plan. Tened en cuenta que hablamos de Profetas: pueden prever el futuro, y con un chasquido podrían matarnos a todos con su fuerza mágica. Seres como esos no pueden ser fácilmente derrotados. Por ello, la única manera realista de acabar con alguno es logrando arrinconarlo. Ya conseguimos en el sur, en Fayar, atrapar a una, y podíamos hacer lo mismo con Shen.

>> ... teníamos la teoría de que Shen es el Profeta de Yggdrassil. Por eso, y dado que el árbol está debilitado, era un objetivo sencillo, y por eso actuamos. Debería estar debilitado. De hecho, Aura dijo algo así: que su árbol está moribundo, y que por eso le faltarían fuerzas. Con todo, Shen acudió en rescate de todos nosotros en el Templo, pese a que seguramente sabría que Aura podría matarle fácilmente en su estado, y pese a que sabía que yo, como representante eleana, buscaba su muerte en última instancia, pues como Profeta debería saberlo desde el instante en que los eleanos nos acercamos a Shinryu. Pero... acudió pese a todo. Realísticamente, Shen no debería habernos salvado. No ganaba nada. Sí, quizá quiso proteger a sus discípulos, a Calum y los otros, pero primero, teniendo en cuenta que mintió a los mismos sobre la leyenda del Shinryu y que los llevó a hacer el peregrinaje que derivó en el estado comatoso de Calum, me permito dudarlo; y segundo, acudir supuso arriesgar su vida. Y un Profeta en rara ocasión sacrificaría su vida, teniendo en cuenta todo lo que se juega.

—¿Por qué crees que lo hizo, entonces? ¿El Ojo?

—... o llevarse el Ojo, o evitar que Aura se lo llevase —aseveró la Consejera—. Lo que tengo claro es que Shen, y seguramente el resto de Profetas, saben cosas del resto. Y probablemente es consciente de la amenaza que supone Aura, y quiere evitar que el Orbe caiga en sus manos para anticiparse a los problemas que pueda causar con él. O eso, o es una lucha de poderes. En cualquiera de los dos casos...

No terminó la frase, pero no era fácil completarla automáticamente: "... si Shen tenía miedo de Aura, ¿cuánto miedo no deberían tener ellos?".

Tras un instante de silencio, Loke suspiró, y miró a Rigel.

—A propósito, Betelgeuse. El chico que traes, ¿Cid? Es hijo de Albus, ¿correcto? ... que tu jefe sea quien te dé las instrucciones precisas en forma de orden, pero yo, como consejo, te diría que... es mejor que no le comentes nada sobre lo que verdaderamente le sucedió a su padre, al menos de momento. Que sepa que murió, pero no a manos de quien. Ese niño es una pieza clave en este conflicto ahora mismo, y lo último que queremos es que cometa alguna locura por querer vengar a su padre o algo similar. Si logramos convencer al pueblo de Shinryu de que él es el hijo del Presidente, por mucho que aquí usen un modelo democrático... tras la abrupta pérdida de su líder, seguramente acepten a su hijo aunque sea como presidente sustituto. Y si estamos en buenos términos con él, quizá tengamos una ocasión de suavizar este conflicto bélico todo lo posible.

—Es solo un niño, Loke —protestó Darek.

—¿Alguna idea mejor?

—...

... desde luego, si algo estaba claro era que, fría o no, Loke tenía las cosas bien claras y no se andaba con ningún tipo de rodeos. Tenía un objetivo muy claro en mente y lo perseguía hasta el final, sin titubear y sin importarle nada más. Uno no podía sino preguntarse qué la movía tan fuertemente a actuar así. Porque era una Consejera, no un cargo militar; no le correspondían tantas funciones, no le correspondía dar órdenes, no le correspondía dirigir operaciones. Y aun así lo hacía.

¿Había algo más personal en sus acciones, quizá? Tal vez se quedaría en una incógnita por el momento.


Para Erin:
>> Sobre las intenciones del Paladín

Para Rigel:
>> Sobre lo que sucedió con Biggs y el cañón

 

Rigel Betelgeuse

El debate sobre Aura no parecía llegar a ninguna conclusión clara. Era cierto, si había apoyado al Imperio con la tecnología, ¿por qué no había actuado hasta ahora? La única respuesta a la que Loke llegó fue que era una forma de chantajear a Fauna, a través del Orbe. Eso seguía sin explicar, no obstante, su obsesión con la chica, ni que clase de relación tenía. Quizás esta solo era un rehén, para llegar hasta la Suma Sacerdotisa, al igual que había hecho con Calum y el Ojo.

Malnacida... Creadora de una de las más poderosas armas, solo podía tener un alma igual de retorcida.

Lo peor de la situación era que el pobre chico se encontraba secuestrado contra su voluntad, inconsciente, sin expectativas de una mejoría en su situación. Y ni siquiera podíamos hacer nada por ayudarlos. Agh.

Siguieron luego hablando de Shen, el maestro del Monte Shinryu, y de cómo su intervención tampoco tenía sentido. Había salvado a Loke, a costa de su propia vida, ¿por qué haría eso? Sabiendo la posición en la que estaban por culpa de Elérea... Probablemente lo hiciese con algún fin que desconocíamos: después de todo, él sabía cosas que nadie más comprendía, debido a su posición. Y tras hablar de Shen, la conversación derivó en Cid. Loke nos pidió que evitásemos a toda costa que supiese más de lo que ya sabía sobre lo que le había ocurrido a su padre, entendiendo que Cid sería probablemente la única vía de escape a la próxima guerra. Quizás él pudiese intermediar con Shinryu. Era un cabezón, sin duda, pero si estaba en su mano evitar más muertes, no dudaba de que aceptaría a colaborar.

—Sí, es hijo de Elcid Albus, o al menos esa es la teoría. Tampoco hemos podido comprobarlo de ningún modo, pero suena muy convincente y parece verdaderamente conocer al Presidente. Fue él quien me rescató cuando ocurrió el evento del Monte y el cañón.

>>Sobre lo que sucedió con Biggs y el cañón

 

Rigel explicó entonces lo que pasó cuando se atacó el monte. Era necesario decirlo, después de todo... porque era una información sumamente importante que debía compartir. Loke, Darek y Erin parecían creer que el disparo fue cosa de Wezen, y, si bien pudo tener influencia, no fue él quien lo disparó. Fue Biggs. Y claramente pudieron comprobar que el chico parecía controlado por algo o por alguien.

Loke, analítica e inteligente como era, se llevó la mano al mentón y alzó la mirada al techo, tratando de encontrar algo que decir o aportar.

—... eso es preocupante, cuanto menos —aseveró—. ¿El oficial está estable ahora? Si no ha habido más instancias de esas actuaciones, y cesaron poco después de caer Wezen, supongo que parece razonable pensar que era él el que lo provocaba. Pero me preocupa la convicción de Darek de que el Comandante no era así...

Darek asintió, cabeza algo agachada.

—Sirius era un hombre algo orgulloso, pretencioso y lleno de envidia hacia Rigel, sin duda —admitió—. Pero nunca fue un asesino. Y en lo que nos cuentan, podemos ver numerosas instancias donde no solo lo ha sido, sino que lo ha intentado ser en más de una ocasión: acabó con gran parte de la flora y fauna del Bosque de Yggdrassil, intentó matar a Rigel y sus primeros oficiales, instigó el disparo al Monte, y tomó por la fuerza y de forma opresiva Kogyo. Todas ellas siendo acciones que iban un paso más allá de las indicadas por Elérea. Pareciese que Wezen iniciaba las órdenes pero terminaba extralimitándose una vez que estas estaban en curso. Nunca... hubiese encargado tareas de tal responsabilidad a alguien que creyese capaz de tales atrocidades, eso seguro.

—Lo cual insinúa una de tres cosas —comentó Loke, alzando tres de sus dedos—. O bien que tu juicio es nefasto, mi estimado Puño, o bien que Wezen encontró a otro a quien prestarle lealtad y nos traicionó, o bien que... él también estaba sufriendo algún tipo de afección psicológica, ¿verdad?

Darek asintió.

—... lo pudimos conversar brevemente con el comandante Betelgeuse y sus acompañantes en la entrada de Hitoki, ¿cierto, Erin? Que parecía que la proximidad con Wezen hacía a varios hombres perder los estribos y actuar como idos, como... hipnotizados de algún modo. Si Sirius estaba colaborando con otro bando, entonces fue él el causante... y luego afectó a Biggs, y estuvo a punto de afectar al otro oficial, Wedge. Sin embargo, en ningún punto afectó a Rigel, quien también tuvo mucho contacto con el otro Comandante: y él teorizaba que quizá era por sus capacidades mágicas. La verdad es que lo desconozco, pero...

—... sí, pero si Sirius era el centro del problema, con él muerto, se acabó el mismo —aseguró, fría y tranquila mientras hablaba de la muerte de un Comandante—. Por si acaso, sin embargo, será mejor que mantengamos la vista puesta en todos nuestros soldados. No queremos que pase algo así otra vez.

—Todos parecen perfectamente lúcidos —asintió Darek—. Lo que quiera que pasase... parece que acabó cuando murió Wezen.

Acabó cuando él murió, ¿eh? ¿Es posible que entonces ya nunca volviese a pasar algo similar? Por un lado, parecía lo coherente: la experiencia les decía que absolutamente todas las ocurrencias de ese estado de hipnosis extraña empezaron y acabaron con Wezen. No parecía que pudiesen repetirse ahora que él no estaba. Pero no conocer el origen exacto y concreto del fenómeno era, cuanto menos, preocupante... porque cuando desconoces algo, no sabes cómo afrontarlo. Y, ¿qué haría el Imperio si de pronto pasa de nuevo? ¿Si alguien como Loke, como Darek, como... él mismo entraban en un estado de locura y actuaban en contra de sus intereses, acabando de un plumazo con todo cuanto habían construido?

El desconocimiento generaba incertidumbre, sí. Pero, por algún motivo, la incertidumbre iba un pequeño pasito más allá. Como si algo dentro de Rigel le dijese que se le escapaba algo. Que había algo que pasaba por alto.

¿Imaginaciones suyas?

Loke chasqueó los dedos y señaló a Erin, casi como si hubiese escuchado la pregunta que esperaba oír.

—Exacto, ¿qué pasa con el Paladín de Áurea? Esa es una excelente pregunta. Él estaba con Fauna y con la Guardiana del niño en el Templo, y aparentemente fue el responsable de liberar a ambas de las manos de Shinryu. Claramente, debe su devoción a Fauna, pues es hermana de la Suma Sacerdotisa, alguien muy importante entre sus gentes —Loke meditó, dedos tamborileando ligeramente sobre su mejilla. Las largas uñas rozaban la piel blanca y tersa de su rostro con cada golpecito, y uno no podía sino preguntarse si no se cortaría con ellas—. Hendrick ha ido al Monte con Fauna y con Brigid, la Guardiana; estoy segura de ello. La quiere proteger a toda costa, a la hermanita de la Sacerdotisa... y eso nos viene extraordinariamente bien. Al fin y al cabo, como pudisteis comprobar, los áureos están de parte de Shinryu y han contribuido al ataque, pero lo han hecho movidos por las manipulaciones de Raif, y sin su líder presente para guiarles. Si Hendrick llegase y diese la orden de bajar las armas, todo el apoyo áureo que tengan cesaría.

Darek asintió.

—... y probablemente no quiera el enfrentamiento —aseveró él—. Los áureos son territoriales y recelosos con sus asuntos, pero no son gente beligerante. Estoy seguro de que la propia Gobernadora no aprobaría esta guerra, y el Paladín, que es su prometido, transmitiría esos sentimientos a sus hombres.

—Correcto —Loke se encogió de hombros—. ¿Y bien? ¿Acaso necesitamos más razones para buscar cuanto antes a Fauna? La chica es la clave de todo: tiene contacto directo con una Profeta, se encuentra buscando a otro Profeta distinto, es la persona a quien protege el Paladín, quien puede detener parte de esta guerra, y es la persona a la que busca Aura, otra Profeta y poseedora actual de uno de los Ojos. El Imperio busca tres cosas ahora mismo: evitar o amortiguar la guerra con Shinryu de la manera menos bélica posible, conseguir los Ojos que abren las Puertas al Cielo, y encontrar y eliminar a los profetas. Y Fauna nos permite acercarnos a todos y cada uno de esos objetivos.

—... —Darek se cruzó de brazos, reflexivo—. Estoy de acuerdo... necesitamos acercarnos a esa áurea, cuanto antes. Encontrarla, asegurar su protección y conseguir acercarnos a ella todo lo posible. Particularmente siendo una víctima potencial de Aura. Fauna nos lleva automáticamente a Aura, a Shen, a Calum, a Hendrick, a la Suma Sacerdotisa... es el nexo que lo conecta todo.

>> Está bien. Decidido, entonces. Comandante Betelgeuse... Rigel. Te encomendaré a ti personalmente la misión de ir con la chica, con Fauna, y traerla de vuelta sana y salva junto al Paladín y a la Guardiana, desde el Monte Shinryu. Partirás ahora mismo, y te llevarás contigo solo a Cid, al supuesto hijo de Albus. Dejarlo aquí, en mitad de una guerra, puede ser peligroso... y considero que acompañarte no solo es más seguro para su integridad física, sino que te permitirá dar una mejor imagen a Hendrick y los demás. Un Comandante eleano y el hijo del Presidente de Shinryu juntos transmiten una imagen de unión, después de todo. Y necesitamos conseguir el favor de Áurea ahora mismo. Por eso, no te demores, esa es tu orden: parte de inmediato al Monte, vamos. El oficial Biggs se quedará aquí, bajo vigilancia, solo... por si acaso. Prefiero que esté con un grupo más grande, teniendo en cuenta los antecedentes.

Loke miró a Erin.

—... nosotros tendremos que trazar la estrategia, ¿no es así, Elroy? Darek me ha contado en más de una ocasión que sueles ser la mejor en estas cosas, ¿huh? Permíteme, sin embargo, que os ayude; tenemos poco tiempo, pero hay que trazar la estrategia cuanto antes para repeler el ataque de Shinryu y Áurea, y creo que tres mentes van a pensar mejor que una, por brillante que sea esta, ¿no crees?

***

Con todo determinado, Rigel salió de la sala, reuniéndose con Biggs y Cid al salir. El primero se le acercó al instante, preocupado.

—¡J-Jefe! ¿Qué pasó... al final? ¿Han hablado de mí? ¿Qué demonios planea Elérea?

Esas... eran preguntas complicadas. Pero Rigel tenía ahora una misión, y era clara. En cuanto se la expuso a ambos, Biggs alzó las cejas, y suspiró.

—A-Así que van al Monte... y yo me tengo que quedar aquí. Está bien, l-lo entiendo. ¡H-Haré lo mejor que pueda por proteger a esta ciudad y por evitar que la guerra vaya a mayores! C-Confiemos en que... la Coraza y el Puño sabrán cómo neutralizar todo esto. Je. Estoy seguro de que si Wedge estuviese aquí, él tendría también alguna idea brillante. Siempre ha sido el cerebro de la familia.

Cid intervino entonces, aún serio y afectado, y miró a Rigel con ojos encendidos y determinados, sin embargo.

—... yo debo ir contigo, entonces, ¿no? Bien, moradito. Me gusta el plan. Han matado al viejo... y necesito respuestas. Y por lo que cuentas, ese grupito al que vas a rescatar tiene esas respuestas. Así que tienes suerte de que te hayan mandado ir conmigo, porque... pensaba ir de todas formas.

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Desde este momento, puedes moverte con algo de libertad. Y digo algo porque de momento estás un poco restringido por plot reasons xD Puedes comprar y hacer gestiones tanto aquí, en Kogyo, como en Tsuro y en el Bloqueo eleano. Pero no puedes atravesar dicho bloqueo, ni entrar en Hitoki.
También puedes entrar en las mazmorras de Shinryu, cualquiera de ellas: Minas, Templo o Monte. Pero te recomiendo que, para que no quede raro en cuanto a la trama (porque sería jodidamente raro que Rigel se vaya de paseo por ahí ahora, idk (?)) vayas directo en cuanto hayas hecho tus compras y demás al Monte, y explores por allí si lo deseas, entrenando con los enemigos, que serán unos cuantos. Debes hacer algo de tiempo, eso sí, porque tienen primero que terminar otros roleros para poder avanzar tu trama, pero para cuando llegues yo confío en que esté todo listo.

Contenido oculto

Respecto a Erin, ¡es hora de hablar de tu mecánica especial! Ya sabéis que cada uno de los personajes va a tener su mecánica especial que funciona como una especie de minijuego en la mayoría de los casos. La de Erin, en concreto, es la estrategia militar.

Erin es una Titán, una de las más altas figuras del Imperio de Elérea, y, como suprema dirigente del Ejército, ella es la encargada de elaborar estrategias militares cuando estas se requieren. Y en eso consistirá tu mecánica: te encontrarás reunida, en este caso con Loke y con Darek, y tendrás que planificar cómo distribuir las distintas tropas que tendrás para lograr tu objetivo, que en este caso es vencer o repeler el ataque de Shinryu y Áurea. No se tratará de la guerra en sí, sino de la planificación de la misma, por lo que se entiende que los escenarios que veremos serán hipotéticos: es decir, cuando pongas una tropa a pelear en x punto, no estarás haciendo que esa tropa pelee efectivamente, estarás planificando dónde colocar una tropa y qué puede pasar si lo haces, por lo que tranquila, que aún no se muere gente (?) Es todo en la cabeza de Erin y sus compañeros.

En fin, veamos la mecánica en particular, que es bastante sencilla:

Te daré un cierto número de tropas que podrás manejar. Cada tropa tendrá tres estadísticas: ofensiva, defensiva y aguante (PV). Si el aguante de una tropa llega a 0, esa tropa es derrotada. La ofensiva determina cuánto daño puedes hacer al rival y la defensiva determina cuánto daño puedes soportar del rival.

Además de esos tres stats, las tropas tendrán una de tres categorías: caballería, artillería o infantería, y estos formarán un trío de efectividades:

>> Caballería vence a infantería.
>> Infantería vence a artillería.
>> Artillería vence a caballería.

De manera que cuando una tropa ataque a otra, hará x2 de daño si su categoría es eficaz contra la del rival (eso sí, no aplica al revés; esto es, caballería no es resistente a infantería, por ejemplo, el daño solo se multiplica para aumentar el daño, no se reduce).

Bien, en ese caso, tendrás algo como esto:

ESCUADRÓN MAGITEK
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 120
Defensiva: 60

Esas serían las fichitas que te daré, dependiendo de los escuadrones y tropas que tengas. Hasta aquí perfecto. Ahora bien, tu rival, en este caso Shinryu, tendrá sus propios escuadrones con sus propias tropas. Pero tú no verás sus características completas, lo único que verás es una estimación, tal que así:

EJÉRCITO SHINRYANÉS
Ofensiva total: 700-900
Defensiva total: 300-500
Total escuadrones: 10
Artillería: 3-5
Infantería: 3-5
Caballería: 1-3

Esto es exactamente lo que parece: una estimación de cómo de fuerte y cómo de numeroso es el bando enemigo. Analizando eso, con este ejemplo sabes que Shinryu tiene 10 escuadrones, que se reparten entre: de 3 a 5 de artillería, de 3 a 5 de infantería, y de 1 a 3 de caballería. No sabes exactamente cuántos son de cada, pero sí sabrás que posiblemente de lo que menos tenga sea de caballería, por ejemplo. Asimismo sabrás que entre los 10 escuadrones, Shinryu suma entre 700 y 900 de ofensiva, y suma entre 300 y 500 de defensiva.
Conforme caigan escuadrones iré actualizando todas estas estimaciones, por lo que cada vez estarás más cerca de saber qué fuerzas le quedan al rival.

Bien, visto esto, ¿cómo se juega?

Pues es sencillo: yo daré un número determinado de posiciones, y tanto yo por privado como tú por este tema indicaremos qué escuadrón colocas en qué posición. Por ejemplo, para este caso daré estas posiciones:

- Norte de Kogyo
- Afueras Hitoki
- Bosque del norte

Esas tres. Tú ahora asignas un escuadrón a cada posición de entre los que tienes, y yo colocaré otro de los que yo tenga en cada una de las posiciones antes de que tú lo hagas. De esa manera, cuando tú coloques a tus escuadrones, imaginemos que queda así:

Elérea:
- Norte de Kogyo: escuadrón magitek A (arti.)
- Afueras de Hitoki: escuadrón magitek B (arti.)
- Bosque del norte: caballeros chocobo A (cab.)

Shinryu:
- Norte de Kogyo: arqueros áureos A (arti.)
- Afueras de Hitoki: guerreros shinryaneses A (inf.)
- Bosque del norte: guerreros shinryaneses B (inf.)

Esto querrá decir que los dos escuadrones de cada bando que coincidan en cada posición se pegarán de madrazos, ambos a la vez. En este caso del ejemplo, los turnos están más o menos igualados... en el Norte de Kogyo hay dos artilleros peleándose; en las afueras de Hitoki, tiene ventaja Shinryu porque infantería > artillería; y en el Bosque del norte tiene ventaja Elérea porque caballería > infantería.

Pues bien, aquí yo mismo aplicaré las cuentas y contaré los ataques siempre mutuos, incluso cuando uno de los dos escuadrones caiga derrotado. Supongamos el caso de Afueras de Hitoki, con estas fichas:

ESCUADRÓN MAGITEK
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 120
Defensiva: 60

GUERREROS SHINRYANESES
Infantería
Aguante: 120/120
Ofensiva: 80
Defensiva: 60

Bueno, pues calculo el daño mutuamente:
>> tu escuadrón hace 120 - 60 = 60 PS de daño.
>> mi escuadrón, como tiene ventaja sobre el tuyo, hace x2 de daño: (100 - 60) * 2 = 40 * 2 = 80.

Al final, quedaría tal que así cada ficha:


ESCUADRÓN MAGITEK
Artillería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 120
Defensiva: 60

GUERREROS SHINRYANESES
Infantería
Aguante: 60/120
Ofensiva: 100
Defensiva: 60


Tú perderías un escuadrón en este escenario. Tras ese turno, se trataría de volver a colocar escuadrones al gusto, y así sucesivamente. ¿Cómo se gana? Bueno, si en algún punto alguien pone un escuadrón en una posición (porque no tenga suficientes escuadrones), esa posición quedará tomada por el bando que sí coloque escuadrón. Supón que a Shinryu le quedan 2 escuadrones y a Elérea 4. Tú vas a poder poner uno en cada sitio, pero yo me voy a quedar sin poder colocar en uno de los tres lugares. Pues ese lugar queda tomado por Elérea, y desaparece de la lista de posiciones. Ahora quedarían dos posiciones, y se repite lo mismo; así hasta que todas las posiciones estén tomadas. Gana el que tome la mayoría de posiciones.

¡Y eso sería! Yep, mucho texto, lo sé (?) Pero creo que mecánicamente es sencillo, como todos los minijuegos estos, aunque requiera de una explicación algo larga. Todo lo que tienes que hacer es ver qué escuadrones te doy y pensar dónde colocar qué escuadrones, normalmente fijándote en las estimaciones para saber cómo derrotar al rival más fácilmente. Si por ejemplo sabes que ya no me quedan caballerías, pues no tienes peligro alguno en poner infantería, porque nunca tendré ventaja sobre ti en cuanto a afinidades... ¿me explico? Es un juego de estrategia, básicamente.

En este caso, será muy fácil para ti, no te preocupes... porque Elérea básicamente es mucho más poderosa que Shinryu, no hay color (?) Así que tendrás más escuadrones y en general más poderosos.

En fin, como de costumbre, hay que dar una macro-explicación, sí, pero realmente es una mecánica relativamente sencilla. So, voy a postear esto, os dejo postear si queréis, y yo más adelante, hayáis posteado o no, te arranco el minijuego, Pau. Así te doy tiempo a digerirlo (?

 

Habiéndose quedado a solas los tres jefes de Elérea, era hora de discutir el plan de defensa. La ofensiva shinryanesa no iba a tardar en aparecer, y sabían que tenían que darse prisa. A ninguno de los tres, ni a Darek, ni a Erin, ni siquiera a la Consejera Loke, les agradaba especialmente la idea de tener que planificar lo que sería una batalla bélica contra Shinryu, pero, ¿que otra cosa podían hacer?

Mapa frente a ellos, extendido en el centro de la mesa, Loke colocó varias figuritas en distintas posiciones. Tres de ellas, para ser exactos.

—... bien. Empecemos con lo básico. A mi juicio hay tres zonas que cubrir: en primer lugar, tenemos que defender Kogyo. Desde Hitoki saben que estamos aquí resguardados, y mandarán tropas a atacarnos sin ninguna duda. Por ello, es importante custodiar el norte de Kogyo, porque los ataques vendrán fundamentalmente desde ahí. Asimismo, tendríamos que cubrir las afueras de Hitoki, particularmente cerca de la parte suroeste. El segundo punto al que atacarían será posiblemente el Bloqueo, y si queremos evitar que la cosa se torne en un baño de sangre hay que cortar los avances de las tropas antes de que lo alcancen. Cubriendo esa salida no tendrán más remedio que pasar por nuestras tropas antes. Por último, el bosque al norte, que cruza por encima del Monte Shinryu. Ese camino, al oeste de Hitoki, sería otra vía de salida de las topas, y la forma más rápida de huir hacia Tsuro. Esa es la otra población relativamente grande de Shinryu, y si van a esa zona, quizá busquen reclutar más hombres. Hay que impedir que una avanzadilla llegue hasta allí.

Como siempre... Loke parecía tenerlo todo estudiado al milímetro y hablaba con toda la parquedad del mundo. Darek fue el que intervino entonces, aclarándose primer la voz.

—Las fuerzas shinryanesas son fundamentalmente de infantería. Militares a pie, cargados con lanzas, y monjes; siempre se han caracterizado por el cuerpo a cuerpo... fácil de prever, pero no por ello menos letales. Pero igualmente no podemos descartar que puedan llevar soldados montados a chocobo. Loke, ¿crees que os áureos intervendrán en la pelea, o quedarán de momento al margen?

—No lo sé —reconoció ella—. Sin un líder claro, cualquier cosa puede suceder. Teniendo en cuenta que se nos lanzaron al cuello, tampoco descartaría la posibilidad, pero... si son prudentes se quedarán en Hitoki a espera de mayores instrucciones. Con todo, no descartemos la posibilidad de que aparezcan magos o arqueros áureos.

Darek asintió.

—Nuestras fuerzas aquí son principalmente soldados magitek —analizó—. Erin y yo podríamos liderar las avanzadillas de algunas tropas de soldados a pie, también, pero estaríamos limitados a un para de ellas. También tenemos algunos chocobos... para mayor velocidad y abordaje, deberíamos formar escuadrones de jinetes, también. Si los shinryaneses van principalmente a pie, necesitaremos caballería. Ahora solo es cuestión de ver cómo desplegamos nuestras tropas... Erin, ¿qué propones?

Comienza la planificación.

Zonas a conquistar:
- Norte de Kogyo
- Afueras de Hitoki
- Bosque del norte

Contenido oculto

EJÉRCITO SHINRYANÉS
Ofensiva total: 400-450
Defensiva total: 280-330
Escuadrones: 5
Unidades de infantería: 2-4
Unidades de caballería: 0-1
Unidades de artillería: 0-2

Contenido oculto

ESCUADRÓN DE DAREK
Infantería
Aguante: 100/100
Ofensiva: 120
Defensiva: 50

ESCUADRÓN DE ERIN
Infantería
Aguante: 120/120
Ofensiva: 60
Defensiva: 100

JINETES CHOCOBO A
Caballería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

JINETES CHOCOBO B
Caballería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

ESCUADRÓN DE BIGGS
Artillería
Aguante: 80/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 90

ESCUADRÓN MAGITEK A
Artillería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ESCUADRÓN MAGITEK B
Artillería
Aguante: 70/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

 

Loke asintió.

—... ese es un buen punto de partida, sí. Pero tenemos que tener cuidado, particularmente con nuestros escuadrones magitek. Son muy poderosos, pero también son muy susceptibles a sufrir ataques severos de los guardias a pie de Shinryu. Imaginemos que los caballeros enviados al bosque se topan con más caballeros de parte de Shinryu... creo que necesitarán refuerzos. Y si viniesen unidades de infantería a las afueras de Hitoki, nuestras unidades magitek estarían en apuros.

Darek se cruzó de brazos.

—Sí. Por desgracia, Loke tiene razón. Tenemos que ser algo más agresivos.

Hmmm, más agresivos, ¿eh?

Resultados primera oleada:

Contenido oculto

DISTRIBUCIÓN ENEMIGA:

Norte de Kogyo: Guardias Shinryaneses
Bosque del norte: Caballeros shinryaneses
Afueras de Hitoki: Guardias shinryaneses

¡Guardias Shinryaneses A eliminados!

La estructura prevista de Shinryu cambia (PD: me equivoqué en los cálculos de ofensiva y defensiva previstos anteriores asdfg sorry (?) Ya está tanto editado como aplicado aquí correctamente.

EJÉRCITO SHINRYANÉS
Ofensiva total: 310-360
Defensiva total: 250-300
Escuadrones: 4
Unidades de infantería: 1-3
Unidades de caballería: 0-1
Unidades de artillería: 0-2

Contenido oculto

FICHAS ENEMIGAS TRAS ATAQUE:

GUARDIAS SHINRYANESES A
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

GUARDIAS SHINRYANESES B
Infantería
Aguante: 20/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

CABALLEROS SHINRYANESES
Caballería
Aguante: 50/60
Ofensiva: 90
Defensiva: 70

Contenido oculto

FICHAS ALIADAS TRAS ATAQUE:

JINETES CHOCOBO A
Caballería
Aguante: 70/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

JINETES CHOCOBO B
Caballería
Aguante: 70/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

ESCUADRÓN MAGITEK A
Artillería
Aguante: 10/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

 

Darek, cruzado de brazos, pero con la mirada pegada al plano sobre la mesa, asintió.

—Sí, estoy de acuerdo... si mi escuadrón va hacia allá, podremos con cualquier unidad que se nos ponga por delante. Shinryu, de todas formas, no tiene mucha caballería, así que una vez quitados del medio, no deberíamos tener problemas.

Loke se aclaró la voz para llamar la atención.

—Todo eso está muy bien. Y es cierto que podrías tumbar a todo el mundo, más aún sin caballerías del enemigo... pero tampoco puedes esperar vencer a todos, Darek. Tú solo con tus hombres acabaréis mal parados defensivamente sin apoyo; igual que el grupo de Erin podrá servir de bastión defensivo, pero no creo que tenga gran cosa que hacer ofensivamente. Hay que diversificar, sobre todo teniendo en cuenta la ventaja numérica.

—... ya —asintió Darek—. Bueno, el objetivo es tomar las zonas clave, así que empecemos por ahí. Reestructuremos un poco la idea, y veamos si podemos tener clara la ruta para tomar zonas. Primero debilitamos un poco al enemigo, eliminamos a su caballería y comprometemos su infantería, y eso debería hacer que, si tienen a áureos de su lado, salgan ya mismo. Y luego...

Ah, luego, ¿qué?

Resultados ronda 2

Contenido oculto

Distribución enemiga:
- Bosque del norte: Caballeros shinryaneses
- Afueras de Hitoki: Guardias shinryaneses B
- Norte de Kogyo: Arqueros áureos

EJÉRCITO SHINRYANÉS
Ofensiva total: 130-180
Defensiva total: 140-190
Escuadrones: 2
Unidades de infantería: 0-1
Unidades de caballería: 0
Unidades de artillería: 1-2

Contenido oculto

FICHAS ENEMIGAS TRAS ATAQUE:

GUARDIAS SHINRYANESES A
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

GUARDIAS SHINRYANESES B
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

CABALLEROS SHINRYANESES A
Caballería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 90
Defensiva: 70

ARQUEROS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 100/100
Ofensiva: 60
Defensiva: 80

Contenido oculto

FICHAS ALIADAS TRAS ATAQUE:

ESCUADRÓN DE DAREK
Infantería
Aguante: 60/100
Ofensiva: 120
Defensiva: 50

JINETES CHOCOBO A
Caballería
Aguante: 70/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

JINETES CHOCOBO B
Caballería
Aguante: 70/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

ESCUADRÓN MAGITEK A
Artillería
Aguante: 10/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ESCUADRÓN MAGITEK B
Artillería
Aguante: 10/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ESCUADRÓN DE ERIN
Infantería
Aguante: 120/120
Ofensiva: 60
Defensiva: 100

 

Loke asintió.

—Correcto... ya con eso deberíamos tomar una de las posiciones, y sería cuestión de acorralar al enemigo.

—La única manera en la que podrían seguir en pie es si los áureos efectivamente les ayudan. Así que sería cuestión de rodearlos y listo.

Loke, nuevamente, asintió.

—Entonces a partir de ahí los rodeamos con todo y listo. Tampoco es su guerra: si se ven lo suficientemente acorralados, los áureos no nos-

—... para el carro, Loke. Eso está bien, pero tenemos que pensarlo, igualmente. Minimicemos bajas. ¿Qué dices, Erin? ¿Cómo desplegamos las últimas tropas?


El bosque ha sido tomado por Elérea. Desaparece de las opciones de zonas.


Resultados ronda 3

Contenido oculto

Distribución enemiga:
- Bosque del norte: --- (Tomado por Elérea)
- Afueras de Hitoki: Guardias Shinryaneses C
- Norte de Kogyo: Arqueros áureos

EJÉRCITO SHINRYANÉS
Ofensiva total: 60
Defensiva total: 80
Escuadrones: 1
Unidades de infantería: 0
Unidades de caballería: 0
Unidades de artillería: 1

Contenido oculto

FICHAS ENEMIGAS TRAS ATAQUE:

GUARDIAS SHINRYANESES A
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

GUARDIAS SHINRYANESES B
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

GUARDIAS SHINRYANESES C
Infantería
Aguante: 0/80
Ofensiva: 90
Defensiva: 40

CABALLEROS SHINRYANESES A
Caballería
Aguante: 0/60
Ofensiva: 90
Defensiva: 70

ARQUEROS ÁUREOS A
Artillería
Aguante: 20/100
Ofensiva: 60
Defensiva: 80

Contenido oculto

FICHAS ALIADAS TRAS ATAQUE:

ESCUADRÓN DE DAREK
Infantería
Aguante: 50/100
Ofensiva: 120
Defensiva: 50

JINETES CHOCOBO A
Caballería
Aguante: 60/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

JINETES CHOCOBO B
Caballería
Aguante: 70/80
Ofensiva: 80
Defensiva: 80

ESCUADRÓN MAGITEK A
Artillería
Aguante: 10/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ESCUADRÓN MAGITEK B
Artillería
Aguante: 10/70
Ofensiva: 100
Defensiva: 60

ESCUADRÓN DE ERIN
Infantería
Aguante: 120/120
Ofensiva: 60
Defensiva: 100