Ciudad Aerosol

—Sí, ambos sabemos cómo acabará esto.

>> Forcejeo.




WEAVILE: Hielo/Siniestro
Corte Certero: Potencia de movimientos relacionados con cortes aumentada en 30.
Salud: 65/140
Fuerza: 215 (20) +20
Resistencia: 190 (40)
Agilidad: 4/5 (175 de Velocidad) (20)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 0/3)
-Tajo Umbrío (95 Potencia, Siniestro, ratio crítico 1 (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/5)
-Agilidad (Recupera hasta 2 puntos de agilidad) (Usos: 0/1)
-Afilagarras (Sube 10 Fuerza Propia y garantiza el éxito del próximo ataque) (Usos: 0/2)
-Forcejeo (30 Potencia, Neutro, se daña tanto como daña al rival)

 

No lo sabía, pero asentí igualmente.

—Forcejeo.

Ah, Metagross iba a caer y él a sobrevivir. Vaya.


METAGROSS: Acero/Psíquico (Balanceado)
Cuerpo Puro: sus estadísticas no bajarán
Salud: 55/160
Fuerza: 325 (95)
Resistencia: 220
Agilidad: 0/3 (95 de Velocidad) (25)
Movimientos:
-Puño Meteoro (90 Potencia, Acero (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 0/3)
-Cabezazo Zen (65 Potencia, Psíquico (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 1/4)
-Protección (se protege) (USos: 0/2)
-Vínculo espaciotemporal (ataque extraño del que nunca se ha oído hablar y poco se sabe. Intercambia la totalidad de los puntos extra de ambos pokémon en batalla mientras ambos permanezcan en el campo. Fuera de batalla podría tener algún efecto...) (Usos: 0/1)

 

—Esquiva... y usa tú forcejeo.


WEAVILE: Hielo/Siniestro
Corte Certero: Potencia de movimientos relacionados con cortes aumentada en 30.
Salud: 40/140
Fuerza: 215 (20) +20
Resistencia: 190 (40)
Agilidad: 3/5 (175 de Velocidad) (20)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 0/3)
-Tajo Umbrío (95 Potencia, Siniestro, ratio crítico 1 (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/5)
-Agilidad (Recupera hasta 2 puntos de agilidad) (Usos: 0/1)
-Afilagarras (Sube 10 Fuerza Propia y garantiza el éxito del próximo ataque) (Usos: 0/2)
-Forcejeo (30 Potencia, Neutro, se daña tanto como daña al rival)

 

—Forcejeo.


METAGROSS: Acero/Psíquico (Balanceado)
Cuerpo Puro: sus estadísticas no bajarán
Salud: 30/160
Fuerza: 325 (95)
Resistencia: 220
Agilidad: 0/3 (95 de Velocidad) (25)
Movimientos:
-Puño Meteoro (90 Potencia, Acero (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 0/3)
-Cabezazo Zen (65 Potencia, Psíquico (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 1/4)
-Protección (se protege) (USos: 0/2)
-Vínculo espaciotemporal (ataque extraño del que nunca se ha oído hablar y poco se sabe. Intercambia la totalidad de los puntos extra de ambos pokémon en batalla mientras ambos permanezcan en el campo. Fuera de batalla podría tener algún efecto...) (Usos: 0/1)

 

—Por fortuna, parece que queda poco. Esquiva y forcejeo.


WEAVILE: Hielo/Siniestro
Corte Certero: Potencia de movimientos relacionados con cortes aumentada en 30.
Salud: 15/140
Fuerza: 215 (20) +20
Resistencia: 190 (40)
Agilidad: 3/5 (175 de Velocidad) (20)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 0/3)
-Tajo Umbrío (95 Potencia, Siniestro, ratio crítico 1 (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/5)
-Agilidad (Recupera hasta 2 puntos de agilidad) (Usos: 0/1)
-Afilagarras (Sube 10 Fuerza Propia y garantiza el éxito del próximo ataque) (Usos: 0/2)
-Forcejeo (30 Potencia, Neutro, se daña tanto como daña al rival)

 

—Así parece. Forcejeo.


METAGROSS: Acero/Psíquico (Balanceado)
Cuerpo Puro: sus estadísticas no bajarán
Salud: 5/160
Fuerza: 325 (95)
Resistencia: 220
Agilidad: 0/3 (95 de Velocidad) (25)
Movimientos:
-Puño Meteoro (90 Potencia, Acero (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 0/3)
-Cabezazo Zen (65 Potencia, Psíquico (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 1/4)
-Protección (se protege) (USos: 0/2)
-Vínculo espaciotemporal (ataque extraño del que nunca se ha oído hablar y poco se sabe. Intercambia la totalidad de los puntos extra de ambos pokémon en batalla mientras ambos permanezcan en el campo. Fuera de batalla podría tener algún efecto...) (Usos: 0/1)

 

—Esquiva y Forcejeo.

Contenido oculto

Como hay doble KO y primero caes tú, saca pokémon, luego saco yo, y luego empiezas atacando tú

WEAVILE: Hielo/Siniestro
Corte Certero: Potencia de movimientos relacionados con cortes aumentada en 30.
Salud: 0/140
Fuerza: 215 (20) +20
Resistencia: 190 (40)
Agilidad: 3/5 (175 de Velocidad) (20)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 0/3)
-Tajo Umbrío (95 Potencia, Siniestro, ratio crítico 1 (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/5)
-Agilidad (Recupera hasta 2 puntos de agilidad) (Usos: 0/1)
-Afilagarras (Sube 10 Fuerza Propia y garantiza el éxito del próximo ataque) (Usos: 0/2)
-Forcejeo (30 Potencia, Neutro, se daña tanto como daña al rival)

 

Ambos pokemon cayeron debilitados. Regresé a Metagross a su pokeball; había hecho un excelente trabajo, se merecía un descanso.

—Es hora de terminar con esto Machamp.



MACHAMP: Lucha (Potente)
Indefenso: aumenta la prioridad de todos los movimientos propios, pero sin embargo también aumentará la prioridad de los movimientos rivales contra este pokémon
Salud: 180/180
Fuerza: 300 (105)
Resistencia: 175 (10)
Agilidad: 0/2 (60 de Velocidad) (5)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: 2/3)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego)
-Puño Hielo (50 Potencia, Hielo)
-Puño Trueno (50 Potencia, Eléctrico

 

—Está bien... yo elegiré a Mismagius.


MISMAGIUS: Fantasma
Levitación: Evita los ataques de tipo Tierra
Salud: 120/120
Fuerza: 185
Resistencia: 260 (75)
Agilidad: 4/5 (150 de Velocidad) (45)
Movimientos:
-Rayo Confuso (Provoca confusión) (Usos: 3/3)
-Mal de Ojo (el rival no puede cambiar de pokémon) (Usos: 1/1)
-Canto Mortal (en 3 turnos, todo pokémon que oiga este canto caerá debilitado) (Usos: 1/1)
-Golpe Fantasma (90 Potencia, Fantasma. En el primer turno desaparece, al segundo, golpea)

 

Sonreí. Levanté la mano hacia el cielo, dejando ver mi simple mega-aro.

—Tal vez no se compare a tu orbe, pero por el momento, me es suficiente para vencerte —Miré a Machamp, quién asintió con confianza—. ¡Mega evoluciona, Machamp!

Un brillo rodeó al pokémon de 4 brazos, haciéndolo megaevolucionar.

>>Técnica especial, Amakakeru ryu no hirameki: Golpe Áereo.

Contenido oculto

No me pude resistir a la referencia a Samurai X

MEGAFORMA

MEGAMACHAMP: Lucha (Potente)
Indefenso: aumenta la prioridad de todos los movimientos propios, pero sin embargo también aumentará la prioridad de los movimientos rivales contra este pokémon
Salud: 180/180
Fuerza: 350 (105)
Resistencia: 205 (10)
Agilidad: 0/1 (40 de Velocidad) (5)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: 1/3)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego)
-Puño Hielo (50 Potencia, Hielo)
-Puño Trueno (50 Potencia, Eléctrico)

 

—Vaya... —suspiró Helio al ver caer tan pronto a Mismagius—. Hmm. Es desesperanzador ver caer así a uno de tus pokémon. Pero aún tengo un último aliado: Crobat, sal y ve con Golpe Aéreo.




MEGACROBAT: Veneno/Volador
Impulso: En cada turno propio, aumenta su velocidad en 10
Salud: 190/190
Fuerza: 250 (70)
Resistencia: 160
Agilidad: 7/7 (210 Velocidad) (50) +10
Movimientos:
-Doble Equipo (+1 punto agilidad perdido) (Usos: 2/2)
-Ida y Vuelta (50 Potencia, Bicho, tras usarlo, regresa con el entrenador y cambia de pokémon) (Usos: 1/2)
-Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador (Base 50, +10 STAB)) (Usos: 1/3)
-Veneno X (75 Potencia, Veneno, ratio crítico 1 (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 4/4

 

Machamp no era de los que se retiraban, se negaba a intentar huir. En su lugar, decidió recibir el golpe el de lleno, y a soportarlo; por supuesto que no salió ileso, recibió muchísimo daño... pero se mantuvo de pie. Esa era la señal de la victoria.

—¡Muy bien Machamp, aprovecha la cercanía para capturarlo! —Machamp asintió, con uno de sus seis brazos, tomó a Crobat de una de sus alas y evitó que escapara. Después, lanzó un inevitable golpe aéreo.


MEGAMACHAMP: Lucha (Potente)
Indefenso: aumenta la prioridad de todos los movimientos propios, pero sin embargo también aumentará la prioridad de los movimientos rivales contra este pokémon
Salud: 65/180
Fuerza: 350 (105)
Resistencia: 205 (10)
Agilidad: 0/1 (40 de Velocidad) (5)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: 0/3)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego)
-Puño Hielo (50 Potencia, Hielo)
-Puño Trueno (50 Potencia, Eléctrico)

 

Aquel golpe fue letal. Crobat cayó debilitado, y Helio suspiró, habiendo sido derrotado. El pequeño orbe salió disparado cuando lo lanzó hacia Ian.

—Una vez más, soy derrotado. No es como si fuese a rendirme; jamás renunciaré a mi sueño. Pero este, desde luego, no será mi momento. Es triste, pero, ¿crees que no sé que el aeropuerto está lleno de policías?

Helio comenzó a caminar en dirección a la entrada del aeropuerto. Al pasar junto a Ian, puso una mano en su hombro.

—Cuida mi megaorbe; cuando construya mi nueva galaxia y seas un invitado de honor en ella, ya me lo devolverás.

Y entró en el aeropuerto, perdiéndose de la vista del holder. No pasó mucho tiempo hasta que un hombre con gabardina salió de éste y miró en todas direcciones, dubitativo. Luego, miró a Ian.

—¿T-Tú eres el que ha convencido a Helio de que se entregue? Definitivamente eres uno de esos holders, ¿eh? ¡Gracias por tu colaboración! Sin tu ayuda no habríamos conseguido pillar a ese maniático. Ten, está es tu recompensa, como acordamos.

¡Actividad terminada!

 

Ian Lockhart

—El tipo era un idealista —comenté, regresando a Machamp a su pokeball—, tal y como yo me he vuelto. El problema es que no era capaz de aterrizar sus ideas correctamente. De todos modos, si de verdad llega en algún momento a crear su galaxia, creo realmente aceptaría la oferta.

>>Total, es mejor que simplemente desaparecer.

En todo caso, el trabajo había terminado, y me marchaba ahora con una buena paga y un mega objeto nuevo, parecido en funcionalidad al mega guante de Chad, aunque sólo superficialmente. El mega orbe cambiaba poder por estabilidad, lo cual, en realidad, me venía de lujo.

—Y hablando de lujos, creo que iré a la tienda de lujo de la ciudad. Por lo que sé, tienen objetos verdaderamente útiles.

...

—El Orbe Oscuro —comenté, tras salir del local con él en mis manos—. Se dice que guarda cierta relación con el pokémon de los ideales, Zekrom. Al igual que Helio, haré lo que sea necesario para cumplir mis objetivos, supongo —Salamence salió de su ball—. Bueno Salamence, es hora de poner rumbo: La Torre de los dragones.

Contenido oculto

GalladeLucario compro el Orbe oscuro, 8500 puntos, al fin (?) Ian (juanjomaster)

 

Steve Stone

La luz lunar entraba por la ventana de mi habitación. Por cuestiones de ánimos, decidí dejar mis luces apagadas. La luz moderada... me relaja. En esto momentos me encontraba ordenando las cosas que tenía dentro de mi mochila... es decir, desempacando. Le había comentando a mamá Stephanie que tenía pensado darme un descanso por una semana (no le dije lo de mis dudas ni por si acaso, porque la última vez que ocurrió eso me tenía casi de nana; además de que como dije anteriormente... esta vez no iba a tomar decisiones apresuradas).

Oh, y por cierto... no tomé el avión finalmente. Recordé que tengo dos pokémon voladores así que... bueno, lo inteligente era optar por el viaje gratis, ¿no?

​

Esa frase captó gradualmente mi atención. Ladeé la mirada y vi que mi Pokédex se había encendido. Era un mensaje nuevo que acababa de llegar... y por la configuración que le tengo al dispositivo, se reprodujo automáticamente.

Volteé rápidamente la mirada hacia la Pokédex, con todos mis niveles de alerta encendidos. ¿Cómo dice que dijo?

​

¿C-cómo?, ¿entonces todos esos científicos murieron? ¡Y la que habla es la mismísima Gamma! Pero por todos los cielos... ¡la tipa es toda una psicópata! Literalmente parece darle igual el destino que sufrieron sus empleados. ¿Pero qué pasa con ella?

Y con estas últimas palabras, solté automáticamente la mochila que tenía en mis manos, y una expresión de desafío se formó en mi rostro...

—¿Destrozarnos? No en mi guardia, queridita —susurré, con tono desafiante.

"Vengo... por ti"
​

Una voz airosa, medio quebrada hizo acto de presencia. Volteé rápidamente la mirada y vi que la luz del corredor se había encendido, por lo que ajusté mi puerta y tomé aire hondamente.

"Steve..."
​

Oh... por... Dios. Se sabía mi nombre. ¡Quizá era uno de los Gamma! No debía extrañarme... eran villanos, no tenían honor alguno. ¡Era obvio que iban a jugar con trampa!

No hay tiempo que perder. Rápidamente metí mi mano al bolsillo y saqué una pokébola. Tenía que defenderme como fuera.

"Vengo... ¡¡por ti!!"
​

La puerta se abrió de golpe, apareciendo una agitada mujer con varias bolsas en la mano.

​

—¡¡Waaaaah!! —grité, poniendo la pokébola en alto.

A mi grito se sumó la persona recién llegada. Tanto mi grito como mi pose la asustó por completo. Estuvimos así como por dos segundos hasta caí en cuenta que era...

​

—¡Mamá!, ¿por qué entras así?
—Es... que —jadeó mamá Stephanie—. Salí toda acelerada de la casa y me di cuenta que me faltaba algo, y claro... olvidé avisarte que quiero que me acompañes.
—¡Oh! Bueno, pues debo decirte que hay un cambio de planes —comenté—. Me enteré que el Equipo Gamma tiene un último plan, así que debo ir a entrenar lo que más pueda para hacerles frente.

Mamá Stephanie se me quedó viendo un rato. Comenzó a asentir lentamente y una leve sonrisa conmovida se formó en su rostro...

—¡¡Ay!! Que emoción, suenas tan "a tu padre" —exclamó—. Bueno, te espero abajo, que yo también voy para Témpera. ¡Está la venta loca nocturna, incluyen una promo 1x2 de las galletas cookies!
—¡Ah...! Vaya, que ofertón... —dije, resignado para no entrar en discusiones.
—Si es que tienes oportunidad de darle una paliza a la perra de Gamma, ¡tú dale!
—Oh... ¡claro que sí! —afirmé vigorosamente. Aunque luego, mi expresión cambio rápidamente de determinación a una de confusión—. Espera, ¿la conoces?
—¡He oído de ella! Por su culpa interrumpieron mi novela el otro día, ya que su equipito hizo no sé que cosa y ¡ugh!

Me reí a lo bajo. Di un paso para que salieramos, pero mamá Stephanie me detuvo en el proceso...

—Ah, antes de que salgas... ten —dijo, pasándome una bolsa—. El tiempo ha pasado, y te dejaste crecerte el cabello de manera desmedida como si fueses un hermitaño. Así que te compré un atuendo nuevo para que puedas lucir algo más decente... que así pareces un hippie enemigo de la ducha, y... ¡Oh Dios! No. No lo apruebo, señorito.

Sin darme tiempo de decir nada, Mamá Stephanie marcó su salida, dejándome la bolsa en la mano. Suspiré con algo de risa, esta mujer me alegraba harto los días, la verdad...

Y mi sonrisa se engrandeció al ver la ropa. ¡Estaba bonita! Bueno, tenía duda con los shorts anchos, pero... ¡meh! Demás que se verán bien. Y si no... me acostumbraré. ¡Y que bueno que trae una visera! Extrañaba algo como una gorra para los días soleados. De seguro era esto a lo que se refería ella con que me ayudaría a ordenar el cabello, que sí... estaba un poco largo. ¡Me daba flojera cortarlo! Y no siento que se vea taaaan mal. Y quizá con esta ropa nueva, sepa sacarle provecho.

(Diez minutos más tarde)
​

Salí, con aires frescos, de mi hogar. Los Herdiers se acercaron juguetosamente y más allá, por la reja, estaba mi mamá, esperándome para poder partir.

—¡Ay, sí! —exclamó ella—. Así sí. Te ves estupendo.
—¡Gracias a ti debo decir...!

Contenido oculto: Nueva fachada de Steve

Mamá Stephanie sonrió. Y luego, no hubo necesidad de decir nada, pues ya no había tiempo que perder. Ambos sacamos una pokébola: yo de Togekiss, y ella la de Xatu (el cual tuvo que hacer caso omiso de los comentarios "respetuosos a la tercera edad" de mamá), y partimos nuestro rumbo. A ciudad Témpera. (Galeia, claro... Kalos está muy lejos).

Contenido oculto

That's right! Steve Stone is back in town, bitches <3 Gracias a todos aquellos que estuvieron atentos y me acogieron de vuelta, ¡estoy muy feliz de volveeer! Y a GL por dejarme las puertas abiertas para el regreso. Sentí el cariño de toditos :'3 De verdad que me siento muy contento y con el corazón llenito.

Y bueno, no podía perderme la actividad final, obvi (?)

 

Hubert

Al divisar Ciudad Aerosol desde los cielos, no me fue muy difícil hacer saber al dragón el sitio donde debíamos aterrizar. Puesto que el lugar al que íbamos ya lo había visitado una vez y tenía bastante buena memoria para recordar ubicaciones. En esta ocasión, la curiosa tienda de productos exóticos del coleccionista de la ciudad.

Apenas entré, no se me pasó por alto la ausencia del Orbe Oscuro: alguien planeaba ir tras Zekrom, el Guardián de los Ideales, si es que no lo había capturado ya. Embargado por la curiosidad, le pregunté al coleccionista quién se lo había llevado; no obtuve un nombre, mucho menos datos concretos, pero el señor me aseguró que se trataba de un joven de cabellos castaños.

Pero aquel detalle, vago para mi interlocutor, me ayudó a conjeturar. En Galeia de seguro había unos cuántos jóvenes de cabellos color castaño, pero yo conocía a algunos con esa apariencia. Que Steve o Ian tuviesen en su equipo al dragón negro era una posibilidad que no estaba demás tener en cuenta. Despertaba mucho mi interés.

Tras darles las gracias por la amabilidad de responderme, compré al coleccionista la Gracídea, una hermosa flor. Pagué la suma correspondiente y, junto con Serperior, nos retiramos del establecimiento para despegar a lomos de Reshiram.

Cuando le comenté que Zekrom podría estar merodeando por Galeia, me pareció ver un fuego azul en los ojos del dragón blanco.

 

Raiden, Kichiro y Monomaru cruzaron una mirada significativa. Parecían preocupados, aunque la expresión serena e imperturbable de Raiden no lo daba a entrever en su totalidad. Pero en el interior, la situación era una muy distinta.

La situación se había desbordado por completo.

Kichiro alzó la cabeza del grupo y sus ojos se dirijeron a la figura que yacía de espaldas sobre la cama con el rostro hundido en la almohada. Su entrenadora. Mimiko Honda. Los tres habían perdido la cuenta de cuanto llevaba ahí tirada sin moverse.

Había aterrizado con Sean en el Centro Pokémon de Aerosol porque no quería regresar a Témpera y había recuperado la salud de su equipo sin responder una sola de las preguntas de la enfermera. Esta, al ver el deplorable estado en el que se encontraba no pudo evitar cuestionarle con genuina preocupación. Pero la respuesta de Mimi había sido un hosco silencio.

Un silencio tan hosco e incómodo que llegaba a resultar inquietante. Tenía los ojos enrojecidos y vidriosos y se mordía el labio inferior, como si tratara de contenerse.

Después de aquello tomó a su equipo, subió la escaleras con prisa y se encerró en su cuarto, porque los ojos le ardían y el nudo en su garganta se le hacía difícil de soportar más. Y allí se desahogó en llanto por minutos que se sintieron horas.

Que situación tan... patética. Ella, que era tan orgullosa siempre, que se mostraba segura de sí misma a pesar de que solo era un manojo inconexo de problemas y complejos, no sentía tener una pizca de orgullo en ese pequeño rincón oscuro de la habitación. Ella, la gran Mimiko Honda llorando por un rechazo. Todos aquellos sentimientos reprimidos simplemente se desbordaron aprovechando que estaba sola y que nadie podía verla en aquellas circunstancias tan precarias.

Kichiro y Monomaru miraron a Raiden con expresión de circunstancias y este asintió, solemne. Se acercó y de un salto se subió sobre la cama sentándose junto al cuerpo de Mimi. Parecía tratar de mostrarle su apoyo de alguna manera, de consolarla como podía, después de todo ellos eran todo el apoyo que tenía en aquellos momentos tan difíciles.

Pero Mimi no se movió.

Rechazada.

La propia palabra le sabía a amargo veneno. Era un sentimiento de completa y absoluta inutildad. No solo había sido brutalmente derrotada en batalla si no que decidirse a ser honesta y sincera por una vez en su vida le había salido del revés. Había tomado al Tauros por los cuernos y este se había dado la vuelta y le había dado una cornada en la cara.

"Idiota... idiota, tú y yo... ¡ambos somos unos malditos imbéciles!"

Hundió las uñas en la alhomaha.

—Dejadme en paz— musitó—. Quiero estar sola.

Su voz sonó ahogada y nasal, congestionada. Y sin embargo, a pesar de la vulnerabilidad, era fría y cortante como el filo de un cuchillo. Era más que evidente que no era momento de socializaciones.

Sin embargo, Raiden no se movió de su posición. Se tumbó, acurrucándose a su lado. No la abandonaría. Mimi hacía esas cosas después de todo, alejar a los demás cuando más vulnerable y rota se sentía. Cuando realmente necesitaba el apoyo de otros era cuando más se rehusaba a tomarlo.

Monomaru y Kichiro se acercaron también. Moo se tumbó a los pies de la cama y Kichiro simplemente se apoyó y cerró los ojos. Sabiendo eso, no la dejarían sola.

Quizás aquello lograse calmar mínimamente la humillación y el dolor que sentía.

Contenido oculto

Soy tan fan de escribir angst que no es ni medio normal (?)

 

Mimi Honda

El tiempo que pasé en aquella cama me ayudó al calmarme. Después de sollozar y gritar contra la almohada, mi frustración había disminuido levemente. Aún me sentía horrible, pero al menos ya no sentía la irrefrenable necesidad de romper en llanto hasta que me doliese la garganta.

Probablemente me quedé dormida llorando. Y cuando desperté, descubrí que tanto Kichiro como Monomaru habían sucumbido al sueño. El primero roncaba de forma estridente, sus ronquidos hacían eco en toda la habitación. Pero Raiden era el único que estaba despierto, sentado a mi lado, como una sombra silenciosa.

No me hizo falta mirarle porque mi rostro seguía sobre la almohada con la cabeza volteada al lado izquierdo. Él estaba en el derecho... pero sabía que estaba despierto. Sabía que estaba allí, a mi lado, a pesar de que le había dicho que me dejase en paz, que quería estar sola... que no quería saber nada de ellos.

Pero aquello era lo último que quería en esas circunstancias.

—No sé que hacer, Rai...— murmuré entonces, con la voz algo rasposa por el llanto. Tampoco quería despertar a Moo o a Kichiro— ¿debería regresar a casa? Miria... mi hermana. Me gustaría conocerla.

>>Pero si regreso, no sé cuando podría volver. O si tan solo podría hacerlo. ¿Papá seguirá ignorándome como siempre? Incluso si no es así... nada será lo mismo. Ya no puedo esperar sacar a Matt y Delia de mi vida si esa arpía horrible tiene un hijo en común con mi padre. No sé qué demonios se supone que haga...

>>Y Alpha... él...

Abrumada hundí el rostro en la almohada otra vez.

>>¿Por qué todo me sale tan mal siempre? ¿Por qué a mí? ¡¿Por qué tuve que ser tan estúpida y—?!

Sentí un roce cálido en mi brazo y al alzar la mirada, vi que se trataba de mi Luxray que se había acercado aún más a mí. Ni siquiera lo pensé. Estaba tan jodida que por impulso rodeé su cuello con mis brazos y lo abracé con fuerza. Ojalá hubiera sido así de grande cuando yo era aún pequeña. Me hubiera gustado abrazarlo, dejar que su suavidad y su calidez me consolaran cuando lloraba aquellas largas noches, sintiéndome minúscula y sola en una habitación tan grande.

Él no se opuso ni protestó. De sus fauces no salió sonido alguno. Simplemente me dejó abrazarle, conciliador pero silente. Mi mejor pokémon, el rey de mi equipo como lo había llamado Alpha... aquel que mejor lograba comprenderme.

Hubo un breve silencio en el que simplemente traté de calmarme. De recordarme a mi misma que ya estaba bien, que aunque dolía horriblemente, no era el fin del mundo. Que debía superarlo. Por mi dignidad y por mi orgullo debía sacar a Alpha de mi mente.

—Tengo que hacer algo— dije entonces con los ojos cerrados— Necesito centrar la mente en otra cosa o podría morir de la frustración.

Y entonces, como si hubiera estado esperándolo, Dex, mi pokédex-holomisor, a la que había dejado encima de la mesita se prendió con un chasquido. Y un insistinte pitido irrumpió el silencio de la habitación a oscuras. ¿Un mensaje? ¿Quién demonios podía estar mandándome un mensaje a estas horas? ¿Emily? ¿Effy? Si no era ninguna de ellas simplemente prefería no saber nada. No quería leerlo. No quería volver a saber nada de Alpha. No quería verle, oírle, ni siquiera quería recordar que existía.

Querría borrarlo de mi mente a como diese lugar.

Contra todo pronóstico, me decidí a leerlo. No eran ni Emily ni Effy y mis catastrofistas suposiciones tampoco se cumplieron. Era... un mensaje global sobre la inauguración de un nuevo torneo.

Mis ojos cansados se abrieron de la impresión.

¿El Torneo Aerosol?

¿Era acaso una señal que hubiese acabado justamente a esta ciudad en mi afán por escapar de todo? Un torneo... era imposible que Alpha no participase en un torneo. Incluso acabando de pisotear mis sentimientos aquello debía darle igual... porque él solo había vuelto a la región para hacerse más fuerte.

"Imbécil. Maldito... maldito imbécil"

Tenía tiempo para prepararme hasta el día de la inauguración. Tenía tiempo de sobra para mejorar mi equipo y derrochar toda la rabia y la frustración en una batalla que hiciese olvidar la tremenda humillación de la pradera. Necesitaba mejorar, necesitaba fortalecerme. Era demasiado débil aún para siquiera pensar en que tenía una oportunidad de ganar ese encuentro.

Tomé una nueva determinación. Mejoraría mi equipo, conseguiría nuevos miembros, lograría dejar de ser tan débil de un modo u otro... y participaría en ese torneo. Si lograba ganar a Alpha restauraría parte de mi orgullo herido. Si lograba destrozar a Alpha...

Apreté los puños.

—Voy a ducharme, no puedo dejar que nadie me vea con esta cara— le avisé a mi pokémon de pronto, incorporándome—. Raiden, despierta a Kichiro y a Moo. Ya tenemos un nuevo objetivo.

Mi Luxray asintió y se bajó de un salto de la cama.