Capítulo III

Templo
[Rash]​

-Oh, vaya, La Rana Tuerta... había escuchado de esa orden, pero no había conocido a nadie que la profese. Mi nombre es Jade y estoy a cargo de este templo- se presentó -Si buscas respuestas acerca de tu dios, el templo de Diógenes puede ser un buen lugar para orar, él es muy amigo de todas las demás divinidades- le comentó mientras el clérigo sacaba las monedas -Y si quieres dejar una ofrenda, puedes hacerlo en el altar, sígueme-

La monja comenzó a caminar conduciendo a Rash por un largo patio central de baldosas que había entre medio de las dos alas del edificio. A los costados, se asomaban por las ventanas en lo alto, niños de un lado y desamparados del otro que observaban con curiosidad al clérigo y su brillante armadura. Al terminar el recorrido, llegaron a una pequeña puertita entre medio de los dos complejos y la monja guió al rano al interior.

El lugar destinado al santuario de Diógenes era muy pequeñito y austero, fiel a los ideales que representaba. En el lugar no había bancos ni nada, sólo una pequeña estatuilla tallada en madera con la imagen del perro. Éste estaba representado como un perro sin ropa que sostenía una lámpara cuadrada de aceite vegetal, la leyenda decía que Diógenes caminaba entre los mortales a plena luz del día con una lámpara encendida, buscando entre los hombres un hombre verdadero. También había algunas ofrendas que le dejaban que no tenían mucho valor material, el oro y lo demás era utilizado para mantener el comedero y el orfanato.

-Puedes orar tranquilo- le dijo la monja, retirándose un poco más lejos, pero permaneciendo en la habitación. Colocó su bastón en la pared y también se dispuso a orar.

Contenido oculto

Ahora dejo la respuesta para rapu y luego hago la resolución para quienes están en la tienda

 

Otto

Finjo no perturbarme por el choque, tal vez, accidentando de la joven elfo.

Escondo las patas debajo de mi capa, afirmando tranquilidad ante este incidente y no la castigare o resprendere. Mucho menos la ayudare tendiendo una pata. Pero, también, comprobando discimulado no me faltara ningún objeto o monedas.

Aflojó mi expresión bajo la capucha al mirar al elfo casi en suelo con una mirada complicada. "Cuidado por no resfalarte bajo esta lluvia". Digo simplemente continuando mi camino al interior de la tienda. "No vayas a perder el ojo por chocarte con alguien que tenga un arma".

Al entrar, quitandome la capucha, elevo los ojos hacia la cabellera dorada. Mirándolo sin comprender demasiado la mentalidad por usarla ahora mismo. ¿La portará todo el tiempo desde ahora? Su decisión, si quiere llamar la atención no lo detendré.

Bien le sirve ser llamativo siendo un guerrero.

Guardo las monedas que yo mismo le he ofrecido.

"Hablemos de eso en otro momento". Rechazo en voz baja la oferta del Pato, no queriendo hacerlo frente al dueño de la tienda. Las puedo vender para otro momento.

Continuo hasta el frente de la tienda, observando por unos segundos los artículos que ofrece y considerando que pedir. Llevando también un recuento del costo en oro.

Espere durante unos momentos en que se desocupara el turno del Gato antes de hacer el pedido.

 

La Quimera
[Zer, Lanre, Jou, Otto]​

-Aghh- se quejó el conejo, con muy pocas ganas de atender y se dio vuelta para tomar las cosas que Zer le pidió. Bostezaba y seguía ojeando el libro mientras le recargaba la varita y al finalizar tomó las monedas. Hizo caso omiso de absolutamente todo lo que sucedía con Lanre y su conversación con Otto, era la única tienda de magia y armas de la ciudad, los clientes le sobraban.

-¿Quién sigue?- preguntó en el mismo tono indiferente, ignorando a Lanre. Otto era quien seguía.

 

Dellen
"Así que ¿Esto es Shallowaters? Vaya.... Honestamente me la esperaba de otra manera la verdad". Esos fueron mis pensamientos nada más puse un pie en ella, una ciudad gris y apagada y el oscurecido cielo a causa de las nubes no ayudaba en lo más mínimo a que el panorama mejorara.
Edgar nos miró para agradecernos por haber realizado exitosamente nuestra misión de escolta y decirnos que ya podía moverse solo desde ahí y empezó a sacar un conjunto de cosas para írnoslas repartiendo a cada uno tras ir señalizando que cree que podría ser mejor por cada tipo de animal que éramos, así le dio a Otto un anillo de los cuatro vientos, indicando que podía serle útil, posteriormente fue con Vite para darle un collar de adaptación, lo que fuera que significara, posteriormene le dio un objeto a Zer, el cual me hizo reír ligeramente por la figura del mago fumador de varitas, posteriormente le otorgó un objeto a Rash, concretamente un amuleto y así fue otorgando otros objetos hasta finalmente venir hacia mí, logrando mantener una cara normal a pesar del hedor que provenía de su aliento, el cual con suerte, no tendría por qué volver a sentir en un tiempo, lo cual podría otorgarme la verdad, un respiro...
Me otorgó dos piedras al indicarme que me había visto caer KO en varias ocasiones (Gracias), las cuales examiné detenidamente para guardarlas en el zurrón, ya las analizaría más tarde, una "Piedra Iridiscente" y una "piedra Trasnparente" Todo para decirme que no sabía los motivos de las veces que me quedé inconsciente y menos mal, porque fueron dos ocasiones humillantes y maldita sea... Ni siquiera pude hacer nada útil en la mazmorra quedando como un inútil... No, no debería pensar así Dellen, reacciona, solo has tenido mala suerte.
Miré a Edgar nuevamente cuando acabó de repartir los objetos a los demás.
— Quedo agradecido por tu obsequio, congratulo que hayan personas aun agradecidas en este mundo, Edgar...
Al acabar de hablar, Edgar volvió a abrir su boca para decirnos que tendríamos un descuento del precio de forma permanente en su tienda de... ¿¡Un 50%!? ¡Menuda oferta! .
Luego suspiré para mirar la ciudad.
— Supongo que me iré a la posada a comer algo, también aprovecharé si veo la posibilidad de que el propio camarero pudiera enterarme de donde puedo comprar tabaco, luego... No lo sé, quizás me de un paseo por la ciudad, necesito algo de calma tras todo lo que ha acontecido—. Reí ligeramente— Ha sido demasiada tensión en un solo día, aunque luego si que me gustaría dar una vuelta por si a alguien le apetece acompañarme.
Pero no me fui al instante, simplemente deseaba ver quien iba a hacer que, ya por mera curiosidad. Zer iba a ir a dar una vuelta, Rash al templo, Lanre a la herrería, pero se fue con Otto a resguardarse de la lluvia.
Así, cuando todos empezaron a movilizarse, yo me empecé a encaminar hacia la posada del lugar.

 

Rash Colds


[si lo escuchan adelantar al 2:40]

Siguió en silencio a su guía, observando y saludando con una pata a los animales que le veían con curiosidad; no siempre se veía a un clérigo guerrero. Rash se inclinó sobre el altar, depositando la bolsa con cien monedas y se arrodilló juntando sus patas para mantenerlas unidas mientras oraba.

—Rana Tuerta, muéstrame tu fiel amor por la mañana, porque en ti he puesto mi confianza. Pongo mi vida en tus manos, muéstrame lo que debo hacer. —cerró los ojos, encogiendo su rostro entre sus patas. —He caminado con toda humildad y gentileza, con paciencia, soportándonos unos a otros en el amor, ansioso por mantener la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. Que la mañana me traiga la palabra de tu amor inquebrantable, porque he confiado en ti. Muéstrame el camino que debo seguir, porque a ti te confío la vida. —apretó el colgante de la Rana Tuerta y lo unió de ese modo a sus patas unidas. —No tengo el don de la profecía y no puedo comprender todos los misterios y todos los conocimientos, pero si tengo una fe que puede mover montañas.

 

Templo
[Rash]​

​

Rash cerró los ojos para encomendarse a La Rana Tuerta y una paz inmensa lo envolvió. Mientras oraba, el color negro de sus párpados cerrados comenzó a teñirse de un verde cada vez más claro hasta volverse una potente luz que lo encandiló. Al abrir los ojos, de pronto vio que se encontraba en la cima de un alto pico montañoso, era algún lugar de Valentia.

La nubes estaban a la altura de sus patas y al aclararse bien la visión, pudo ver a alguien encapuchado con una modesta túnica color aceituna.

-Te estaba esperando, Rash Colds...-

Mencionó una voz que era femenina, pero potente, Rash ya la había escuchado antes en las catacumbas. La criatura se giró bajándose la capucha para revelar que se trataba de la mismísima Rana Tuerta, se veía un poco diferente que en las representaciones que habían hecho los mortales, pero sin dudas era ella. Por fin, luego de tantos años de rendirle culto, Rash podía conocer el verdadero rostro de su diosa.

Contenido oculto: La Rana Tuerta

-Acércate, mi querido renacuajo- le dijo con ternura -Te he estado observando, tu labor en esas catacumbas me llena de orgullo y más aún tu fe, incluso cuando no había pruebas. Sin embargo, sólo puedo interceder por quienes creen en mí, así que trata de que llevar siempre la palabra de la sagrada escritura a tus seres queridos. Quienes no pueden llegar a un conocimiento del universo y de los dioses en tanto causa del mismo, sea mediante ciencia o revelación, necesitan del vocabulario y las imágenes familiares presentes en el texto revelado. Ahora serás como los demás profetas a los que les revelé la verdad a través del tiempo y perpetraron nuestro credo hasta nuestros días y hasta ti. A su vez, imploro seas precavido con aquellas fuerzas oscuras que pretendan mostrarse como amigos para ganarse tu confianza, además del nigromante pude sentir fuerzas demoníacas en esa mazmorra. Sin embargo, los dioses no podemos intervenir de forma drástica en los asuntos de los mortales, por eso te he elegido para que seas mi azote que acabe con las fuerzas del mal en la tierra. Por eso estás aquí ahora, para que te guíe en el camino a seguir, verás que no es casualidad que el templo de Diógenes sea el elegido para esta revelación. Siempre te acompañé con mi voz y mis milagros, pero ahora se terminaron las plegarias y las palabras, ahora nos comunicaremos de otra manera. Verás que los dioses no sólo nos manifestamos en la escritura de la palabra revelada, también lo hacemos en la creación, en el universo, en cada creatura nos manifestamos. Por ende, ahora que me conoces y sabes esto, sólo tendrás que buscarme dentro de ti y con eso debería bastarte para recibir mi ayuda y hacer cumplir mis designios. Mi mandato ahora será indicarte que debes seguir la senda de un monje, ya no me manifestaré en ti en forma de milagros, sino que tendrás otra clase de conexión conmigo. Aprenderás a meditar y utilizar tu energía para canalizarla en ataques marciales y descargas que te servirá para eliminar a aquellos que no son creatura de los dioses sino de la sombra ¿Puedes ver el ki que te recorre?- le preguntó al rano, mientras éste comenzaba a sentir la energía que fluía en su interior. Luego comenzó a visualizarla como puntos de chakra, y esto no era todo, al rato ya la estaba controlando al canalizarla entre sus manos sosteniendo una esfera de energía verde luminosa.


-También deberás desprenderte de tus posesiones y no podrás ostentar oro o joyas valiosas, de aquí en más llevarás una vida de renuncia y austeridad, fiel a la tradición y reglas de los monjes- continuó -¿Estarás dispuesto a aceptar tales preceptos para seguir promulgando la fe, Rash Colds?-

 

Jou

No podía quedarme con la intriga, después que aquel ratón me miró con un gesto indiferente, lo rodee mientras el pasaba de largo, a caso estaba sordo?, O solo odia a los niños?, Di un largo y pesado suspiro odiando mi pequeña apariencia, desearía mantener el hechizo de crecimiento por días, quizás así pudiese inspirar almenos media moneda de respeto.

Trate de controlarme, pero esa espina en mi corazón no me dejaba tranquila, cloud se posó sobre mi cabeza y lo oculte con mi capucha para evitar que siguiera mojandose, me oculté tras una jardinera que estaba en el local después de la quimera y espere pacientemente hasta que...

—lo he visto en alguna parte? O porque de me hace tan familiar?— susurraba para mí misma al ver salir a aquel gato negro, limpie mis lágrimas justo cuando casi pasa a mi lado "patético" fueron sus duras palabras al verme, y siguió su camino.

Debo admitir que su precencia me perturbaba más de lo que podía controlar, pero mi curiosidad podía más, caminé dejando un espacio considerable para no ser detectada —asi que va a la posada también

Espere a que entrara para asegurarme, y una vez adentro me acerqué pasando lentamente a su lado para tratar de escuchar más sobre sus intenciones, por alguna razón no quería perderlo de vista, pues es muy raro encontrar a a poseedores de la magia oscura diambulando tranquilamente en público.

 

Otto

"Si, ahí planeaban estar los demás". Despedido a Zer con media atención clavada en los artículos. "Es demasiado pronto para tomarse un día libre, pero no hace mal relajarse y llenar la barriga". Solo hay que llegar con el tabaco a la capital dentro de un plazo de días.

"Bien". Asiento luego de unos segundos que marchara Zer, cambiando la atención hacía el tendero. "Comprare cinco pociones, tres pociones grandes y un curar veneno".

"Y...". Retiro rápido las patas a los costados de cuerpo, desenfundando la espada de plata y colocarla sobre el mostrador. Lo mismo realice con el arco runico y luego apunto. "Un encantamiento de elemento eléctrico al arco". Cambio y apunto a la espada. "Un encantamiento de elemento hielo para la espada".

"También". Coloco también las tres gema de los no-muertos. "Las vendo y agrega un talismán de elemento fuego". Dije medio seguro de su precio, recordando el número dado por el escarabajo.

Ese talismán será útil si de verdad vamos contra un dragón escupe fuego, si escupe fuego claro.

Saco la bolsa de oro y la coloco en un zona apartada del mostrador. "Puedes comprobar si así quieres". Una gran venta puede general cierta desconfianza sobre los fondos.

Pero tal como llego en solo un día, tal cantidad se desvanece igual de rápido.

Por el bien de aventura. Eso me digo al despegarme de todo ese oro.

 

Posada "El borracho dormido"
[Zer, Jou, Dellen]​

La pequeña maga siguió al misterioso gato, pero en un momento se le perdió de vista entre los callejones. Siguió de todos modos hacia la posada y ahí lo vio a Zer que ya había llegado por algún otro camino. En ese momento también llegó Dellen al lugar, otro mago felino que formaba parte del grupo.

Los que llagaban por primera vez a la posada, encontraron que el sitio era atendido íntegramente por un titiritero mágico y sus marionetas encantadas.
El borracho dormido

Tienda "La quimera"
[Otto, Lanre]
​

El tendero bufó ante el pedido de Otto, más trabajo... Le dio las cosas que le había pedido y sacó su varita para encantar las armas. Luego tomó las joyas y le dio el talismán por ellas. Apuntó con otra varita que marcaba la cantidad que contenía la bolsa, esto se usaba para grandes cantidades difíciles de contar. -Adiós- le dijo bien seco al finalizar y volvió a su preciado libro.

 

Jou

Había Sido descubierta, no había vuelta atrás, aquel felino parecía más intimidante de cerca, acaso el no podía sentir mi núcleo de magia oscura? O solo le parecía inferior? —n..no lo siento, es solo que no hay muchas posadas por aqui— le decía acercándome sin más a él en un tono serio

—Te ví desde la quimera, honestamente sentí curiosidad, a caso... Nos hemos visto antes?— era en este momento que hubiese deseado tener un aspecto más maduro, me queda más que claro que no son de agrado los niños aquí, pero estaba muy segura de haber sentido la misma aura oscura que desprendia aquel mago , sus vestiduras incluso me parecían bastante familiares, pero quizás solo sea una coincidencia y sea una confusión.

 

Jou

Confirme que no tenía ni la más remota idea de la existencia de la magia corrupta dentro de mi, se dió la vuelta, por su tamaño camino bastante rápido a comparación de mi y entre tanta gente lo perdí de vista, no sabía a dónde estaba pero aún lo sentía, no planeaba dejar que se safara de mi tan fácilmente.

Lo primero que se me ocurrió fue subir rápidamente a mi habitación y buscar entre mis pertenencias mi libro personal, arrancar un pedacito de la última hoja y escribir un mensaje con una tinta en especial de un color uva, que cargaba en un diminuto frasco, cuya procedencia solo era de un lugar en específico, la cuna de la magia oscura.

"Quiero mostrarte algo "

Lo enrollé cuidadosamente y se lo di a Cloud señalando que se lo diera al gato negro amargado, tomé la dirección opuesta, saliendo por lo que parecían ser unas escaleras de servicio que dirigían al callejón tracero, parecía que no había gente a pesar de estar iluminado por la Luz interior.

Cloud se posó en el hombro de aquel extraño felino haciéndole sonidos discretos, es indicarle que lo siguiera.

 

Lanre

Su expresión de tristeza fue clara cuando Otto no le siguió el juego, era un ratón con el que no podía aliarse para armar una buena broma y eso le deprimió internamente. Todos sus nuevos camaradas eran muy serios y al parecer fanáticos de las reglas y el buen comportamiento.

Zer también salió de aquel lugar, así que se sintió completamente derrotado. Todos eran enciclopedias y el se sentía como un libro coloreado fuera de la raya. Soltó un leve suspiro, iba a quitarse el peluquín pero lo dejó allí sobre su cabeza por simple flojera.

Salió de la Quimera para afrontar la lluvia. No habló ni con su buen amigo Roronoa, pues no entendía bien lo que pasaba por su mente y corazón. Y de ese modo avanzó a la taberna, sin detenerse, porque lo único que sabía con claridad era que no quería comprarle nada al conejo enciclopedias.

Contenido oculto

A la taberna/posada mas cercana

 

Dellen
Caminando por las monótonas calles no esperaba tampoco gran cosa acordándome del arquitecto que la hubiera diseñado, que debía estar o muy borracho o con pocas ganas de trabajar, en cualquier caso... Fuera cual fuera la respuesta, el resultado era una ciudad gris y aburrida.
Al final acabé topándome con la posada, quedándome unos instantes viendo el cartel "El borracho dormido" por el amor de la rana tuerta... No pude evitar reirme.
Finalmente opté por girar el picaporte de la puerta para acceder a su interior , donde para mi sorpresa, parecía vacía, mejor... Necesitaba algo de calma mientras trataba de descansar del dia que tuvimos.
Me acerqué a la barra para sentarme en uno de los taburetes y soltar un largo suspiro.
— Dame un vaso de aguamiel y la carta, si es tan amable—. Le dije al camarero que allí se hallaba— Jé, es curioso, también soy mago y hoy ha sido una caja de sorpresas que no acaba. Es la primera vez que veo que se use magia para mover marionetas, debes ser hábil—. Traté de asegurarme de romper el hielo tratando de ser amable

 

Jou

Cloud voló hasta mi cabeza y se posó con el pecho inflado orgulloso de haber cumplido su cometido, el gato amargado lo seguía y una onda de escalofríos recorrió todo mi cuerpo, su parecía me causaba aún mal augurio.

Se acercó a mí y fue directo en preguntar, trague un poco de saliva y me acerqué a él tome una de sus garras que apenas mis pequeños dedos podían rodear, cerré los ojos y con mi otra mano al pecho susurré un hechizo para que pudiese entender lo que quería decir "i'm me dadirucso al erbucsed" y al instante un pequeño humo Negro empezó a salir de mi pecho.

La magia oscura empezó a manar intentando entrar en la mente de aquel felino, trataba de mostrarle el nivel de magia oscura que moraba en mi y el poco control que tenía sobre este, todo iba fluyendo hasta que una segunda punzada en mi corazón lo interrumpió, era la segunda advertencia para detener mi magia , aún no me afectaba mucho, pero si lo suficiente para encurvarme.

El hechizo se interumpió seguido de un quejido leve , cloud aleteaba preocupado, pues él es el único que me ha visto llegar a mi límite una vez --estoy bien amigo -- le decía poniéndome en pie y dirigirme al gato.

--yo se que eres como yo, pero a diferencia de ti, yo no tengo auto control, he querido dejar esto que me consume y aprender magia blanca-- tome su ropaje y lo apreté en un puño mirándolo desde mi baja estatura.
--primero necesito controlar la oscuridad en mi y no puedo hacerlo sola-- le dije aún con esos recuerdos que me hacían un nudo en la garganta , pidiéndole ayuda .

 

Otto

Me llevo todas las pociones conseguidas dentro de su sitio en la mochila, enfundando la espada y el arco. Equipandome también el talismán, quien sabe cuándo podría hacer falta.

Guardé silencio en todo proceso, siendo que eso parece apreciar el conejo. Me acaba de encantar de inmediato dos de mis armas, bien podría darle eso como un extra.

Agudizó los oídos hacía puerta, mirando a la figura derrotada de Lanre que se alejaba. Al parecer el no seguirle el juego lo hirió más de lo que considere.

"Adiós". Me despido sin mucha emoción del tendero, manteniendo un volumen mínimo, para luego salir de la tienda y alcanzar al Pato que se encuentra bajo la lluvia

Esta vez no me moleste en cubrirme la cabeza con la capucha, dándole una vista clara de mí rostro cuando mire hacía arriba.

Lo mire por unos segundos comprensivo, sin mostrarle pena o angustia, imaginando el porque está así. Todo sucedió mientras no estaba.

"Mira, no se que se dijo entre ustedes dos". Hablé lento y claro, lo suficiente para ser escuchado en el goteo de la lluvia. "Me hago una idea, si. Quisiste involucrarme en tu intento de hacerlo cabrear, hubiera sido malo para mí si no me permitía hacer negocios con èl. Si hubiera sido bajo otras circunstancias, tal vez hubiera cooperado un poco" .

Lo miro de arriba abajo, mirando todo lo que lleva de forma reflexiva. "Me imagino no compraste nada, es crucial abastecerse. Recuerda, no lo haces solo por ti, sino por todo el equipo". No le hablo en reproche o negación, queriendo mostrar que no estoy molesto con èl. "Es importante estar listos para lo que te puedes encontrar".

Pensándolo, no creo se haya curado del enfrentamiento anterior.

"Bebe esto si quieres o solo guárdalo para cuando lo necesites". Le tiendo una, y última, poción menor que cargo. "Te la doy".

"Y, sabes". Sonrío un poco mirando hacia arriba, soltando una risa al sonreír. "Esa peluca combina con tu pico".

Contenido oculto

A la posada.

 

Rash Colds

Cuando abrió los ojos y se encontró en esa montaña rodeada de nubes, se reincorporó lentamente, sin creer ver en dónde estaba. Hizo un círculo con sus pies; describiendo un arco perfecto para poder intentar abarcar todo a su alrededor. ¿Se encontraba en el paraíso o en un limbo? Extrañamente no tenía miedo y tampoco dudas. Era como si estuviera en paz con todo lo que le rodeaba, era como estar frente a todas las respuestas de su vida.

"Te estaba esperando, Rash Colds"

La voz fue dulce como la miel, tan penetrante como que endulzó todos sus sentidos y una felicidad embriagadora lo envolvió haciéndole llorar sin razón aparente. Estaba feliz, eso era. Muy feliz. Se acercó a la Rana Tuerta y le tomó sus patas, nutriéndose de una energía que le nubló por unos momentos pero que rápidamente pudo mantener la postura. Sentía algo muy grande crecer dentro de él, algo que escapaba de sus sentidos y poder; era algo nuevo. Una energía fluía sin control por su metabolismo, sintiéndose más vitalizado, con más energía, mas fuerte, extrañamente mucho más fuerte. Se miró las patas mientras oía la explicación de su deidad, sintiendo los puntos fuertes en su cuerpo y logrando visualizarlos como si fueran esferas de colores dentro de su pecho, brazos y piernas. El ki de la Rana Tuerta era una imagen hermosa: una fuente de luz brillante imparable.

—Este nuevo poder... —balbuceó mientras lograba crear una esfera de poder sobre la palma de su pata. Era una energía propia de su cuerpo, una energía lograda por la mística conexión con su Diosa. —Es... espeluznante. —lanzó la bola de poder a lo lejos, como probando su nuevo talento. La explosión se oyó a la distancia pero por el ruido podría decirse que era destructiva. —Lo usaré con precaución, Rana Tuerta. Gracias por concederme este don. Esta unión espiritual contigo. Porque esta energía es tuya. Siento como si fuera el espacio, como si mi cuerpo perteneciera al universo. Esta es mi verdadera esencia: estamos pintados con estrellas y consumidos por el cosmos para volver a brillar más fuerte que antes. Mi corazón es el sol y mi alma es el vacío. —cerró los ojos y comenzó a levitar en una posición de Buda, con las patas traseras entrecruzadas sobre sí mismas, como si fuera el monje que la Rana deseaba. —Estoy listo. Siempre lo estaré mientras vivas en mí. —habló con los ojos cerrados y las patas juntas. Levitaba mientras el aura de color verde le rodeaba.