Viendo entradas en la categoría: Recuerdos de Rue - Página 2
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"Al día siguiente la volví a ver, me contó sobre como le había ido en la escuela y me volvió a preguntar sobre mi, yo no tenia nada interesante que contarle, me sentía algo incomodo por eso, la tarde paso y anocheció, ella se retiro con una sonrisa nuevamente, el día siguiente de ese fue lo mismo, me contaba su día y preguntaba sobre el mio, con el pasar de los días se fue haciendo costumbre, no nos veíamos todos los días pues ella también tenia cosas que hacer, decidí buscar trabajo, debía empezar a ganarme la vida de manera honesta, ademas así tendría algo que contarle cuando la viera, así que un poco apenado fui a pedirle trabajo a doña Amira, era la única persona que conocía que me aceptaría en mi situación, ademas así podría pagarle por todo lo que había hecho por mi, doña Amira acepto darme empleo siempre y cuando le contara todo sobre esa chica que para mi era especial, algo sonrojado acepte mientras ella se reía, realmente le importaba a doña Amira, el día que empece a trabajar le conté a ella lo sucedido, obviamente evitando contarle las condiciones de doña Amira, ella se emociono mucho por mi y me pregunto como era, le conté que trabajar de comerciante era algo un poco mas pesado de lo que había pensado, pero valía la pena pues siempre tenia algo nuevo que contar.
Ya había pasado un mes y yo aun no sabia el nombre de esa joven, llegue a la conclusión que el día que ella confiara mas en mi me lo diría, yo no pensaba presionarla, me sentía tan a gusto que incluso olvidaba ese detalle. Un día mientras cambiamos en el parque como de costumbre, después de contarme su día me miro por unos segundos y después de pensarlo dijo.
—Creo que podrás empezar de cero.
—¿Empezar de cero? —Le pregunte un poco confundido.
—Si, empezar de cero —Asintió con la cabeza y después me explico— ahora vives de una manera correcta, si te mantienes así, podrás comenzar otra vez, ya sabes, dejar todos tus crímenes en el pasado.
—No creo que sea tan fácil —Le sonreí— pero suena bien eso de empezar de cero
—No sera fácil, pero yo estaré para apoyarte —Me regreso la sonrisa de manera tierna.
No pude evitar sonrojarme después de escuchar esas palabras, algo en mi sabia que ella no estaba mintiendo, ella pensaba apoyarme, no deje que mis pensamientos viajaran muy lejos, así que no me emocione tanto, ella siguió dialogando lo que tenia que hacer con mi vida si es que realmente quería comenzar de nuevo, sonaba una vida muy aburrida, pero, era la única manera de tener una posibilidad de estar a su lado y no pensaba desperdiciarla.
—Por cierto, ay algo que no te he dicho —Ella se detuvo frente a mi y me miro detenidamente.
—¿Que? —La mire a los ojos.
—Me llamo Melody —Desvió la mirada— mi nombre es horrible lo se.
—Claro que no, tienes un nombre muy bonito —Realmente tenia un nombre muy bonito.
—Gracias —Pude notar que su rostro se sonrojo un poco— eres el primero que me dice eso.
—Es la verdad, me gusta tu nombre —Al decirlo me di cuenta que se podía mal interpretar— digo, tienes un nombre bonito, no me mal interpretes, solo me gusto tu nombre... —Seguía cometiendo el mismo error.
Ella solo se rió de mi torpeza al hablar, después de eso seguimos hablando de como limpiar mi historial, cuando llego la hora de despedirse ella me abrazo, me quede inmóvil, no sabia como responder y solo la abrace, fue lo único que se me ocurrió, era algo nuevo para mi, mientras veía como se perdía de mi vista a lo lejos, me di cuenta de algo, ella poco a poco y sin darse cuenta... Estaba cambiando mi vida." -
"Ella quería caminar y me pregunto si conocía un buen lugar, después de pensármelo un poco me acorde que había un parque muy bonito cerca de ahí, fuimos caminando y mientras caminábamos me conto su dia en la escuela, realmente ella se veía feliz, aunque era extraño que platicara tan tranquila con un extraño y mas aun con un extraño que era un criminal, pero no podía quejarme, yo me sentía feliz.
—Por cierto Rue, gracias por la fruta. —Me dijo sonriente mientras aun caminábamos rumbo al parque.
—No me lo agradezcas, dale las gracias a doña Amira, ella te la envió. —Le dije un poco apenado.
—Gracias por dármela, después le agradeceré a doña Amira en persona.
Ella continuo contándome su día en la escuela hasta que llegamos al parque, en lo personal ese parque me gustaba mucho, de niño me encantaba pasar las tardes ahí, era como mi segundo hogar, enormes arboles que daban sombra, un sitio que parecía apartado de la ciudad, un lugar donde cualquiera podia relajarse, me trai recuerdos estar ahí, hacia mucho tiempo que no iba, pero mis recuerdos fueron interrumpidos por ella.
—Creo que he hablado mucho de mi, cuéntame sobre ti. —Me miraba con curiosidad.
—Pues no se. ¿Que quieres saber de mi? —No sabia que decirle sobre mi.
—Todo —No parecía estar bromeando— Claro si no te incomoda.
—Pues hay muchas cosas que no recuerdo de mi vida, perdí la memoria cuando era niño, ya sabes como me gano el pan de cada día y tengo un perro de mascota. —Fue lo único que se me ocurrió decirle.
Ella se sentó en una banca del parque y me hizo señas para que yo también me sentara, al tomar asiento me miro y después miro hacia otro lado, cuando ella hizo eso pensé que tal vez debí decir mas, tal vez ella se estaba aburriendo, había metido la pata, eso era seguro, pero, ¿Que podía hacer?, era la primera vez que platicaba con una joven, no era lo mismo que hablar con doña Amira, estaba nervioso.
—Es muy agradable estar aquí. —Me dijo mientras miraba los arboles.
—A mi me gusta mucho, cuando era mas niño venia casi todas las tardes aquí, no lo se, estar aquí me hacia sentir feliz. —Le comente mientras miraba al cielo que poco a poco se iba tornando oscuro.
—Entonces ¿Este es tu lugar favorito? —Me pregunto sonriente.
—Podría decirse que lo es.
—Es un parque muy bonito. —Se veía feliz de estar ahí.
Después de unos segundos ella se puso de pie, me dijo que quería conocer todo el parque así que seguimos caminando, era un parque grande así que solo pudimos darle una vuelta antes de que terminara de anochecer, cuando le dimos la vuelta ella se despidió de mi y me dijo que si al día siguiente podíamos vernos en el parque, obviamente acepte, no podía decirle que no, nada había salido como yo hubiese querido pero parecía que ella se había divertido, lo cual era lo mas importante y mientras veía como se iba a lo lejos, recordé que había olvidado algo importante, se me había olvidado.... preguntarle su nombre." -
"La felicidad no podía durar me tanto, un par de policías me reconocieron a lo lejos, realmente no queria dejarla así, pero tampoco quería que me arrestaran, mientras pensaba en que hacer me dijo en voz baja mientras los policías corrían hacia nosotros."
—Parece que te tienes que ir —Me miro— mañana estaré aquí a la misma hora.
—Entonces te veo mañana. —No pude evitar sonreír cuando lo dije.
—Te esperare.
Empece a correr, estaba feliz, pues sabia que ella estaría ahí al día siguiente, ya no tendría que seguirla buscando, el encuentro estaba dicho, no era un sueño y menos una fantasía, era realidad. Mientras corría me di cuenta que un policía se había quedado con ella, seguramente preguntándole sobre mi, me preguntaba que es lo que le habría dicho, ¿Le habría contado sobre mi? ¿Le habría mentido?, solo esperaba que no se metiera en problemas pues al día siguiente quería verla otra vez. Logre escapar de ahí sin ningún problema como siempre.
Al día siguiente me desperté temprano, tenia muchas cosas que hacer, para empezar tenia que ir al centro a contarle a doña Amira todo lo que había pasado, seguro estaría feliz de escucharlo, termine con los quehaceres e incluso bañe al perro, tome una ducha, me arregle lo mejor posible y me dirigí al centro otra vez. Al llegar al puesto de doña Amira ella sonrió y me dijo.
—Parece que alguien cumplió con mi encargo. —Se veía feliz por mi.
—Así es —Asentí con la cabeza sonriente— Y justo a tiempo, la fruta estaba a nada de dejar de ser comestible.
—Nunca te había visto tan sonriente en todos estos años.
—No había estado tan feliz en toda mi vida y quise venir a compartir mi felicidad con usted.
—Muchas gracias niño. —Parecía muy agradecida, yo sabia que ella me estimaba.
—Mi nombre es Rue. —Doña Amira no conocía mi nombre
—Tienes un nombre bonito Rue —Me miro a los ojos— ¿Y entonces?
—Entonces ¿Que? —Me sorprendió su pregunta.
—¿Viniste a contarme solo eso? —Se empezó a reír— Venga cuéntale a esta abuela como estuvo todo.
—Pues vera, el tiempo corría en mi contra y parecía que la fruta no aguantaría mas días...
Le conté con mucho detalle lo que había pasado, solo cambie el final, le dije que ella tenia que irse y me había dicho que me veía al día siguiente, el tiempo paso rápido y había llegado la hora de partir al encuentro con ella.
—Suerte niño. —Se despidió de mi.
—Muchas gracias doña Amira.
Me fui a toda prisa a donde habíamos quedado de vernos, llegue a tiempo, ella aun no había llegado , lo cual hasta cierto punto era bueno. La espere por un par de minutos que parecieron horas para mi, hasta que a lo lejos vi a una chica de cabello blanco corriendo en dirección a mi.
—¡Rue! —Grito mientras aun corría hacia mi.
No podía creerlo ella había regresado, realmente no tenia mucha esperanza en ver la ahí otra vez, ¿Realmente estaba loca?, ella había visto que la policía intentaba arrestarme, no solo una vez, sino tres veces y aun así había vuelto, mientras mas se acercaba podía notar una sonrisa en su rostro, como si estuviera feliz de verme otra vez, no podía haber otra explicación, definitivamente ella estaba loca y esa locura... Me hacia feliz." -
"El tiempo corría en mi contra, parecía que esa fruta no aguantaría mas días y eso que solo habían pasado 2, doña Amira sabia eso y lo había hecho apropósito.
Me levante temprano ese día, esta decidido a encontrarla ese mismo día y no regresaría hasta encontrarla, sabia que iba a la escuela, no lucía como una chica muy mayor, mas bien parecía de mi edad así que debería estudiar la preparatoria, había ido ya a varias escuela a buscarla, pero como siempre sin éxito, pero aun así no pensaba dar me por vencido, debía entregar la fruta de doña Amira a toda costa.
El día llegaba a su fin, con el sol escondiéndose otra vez y yo con la fruta aun en mi bolsillo, estaba decepcionado, no había podido encontrarla y la fruto no aguantaría mas días, tendría que volver con doña Amira y decirle que no había podido hacerlo, caminaba distraído mientras pensaba en como decirle a doña Amira que la fruta se había echado a perder antes de entregarla, entonces vi a lo lejos una chica con cabello blanco con uniforme de preparatoria, no había duda era ella, corrí hacia donde estaba y cuando la alcance le hable.
—Oye, disculpa que te moleste —Pude ver que estaba sorprendida de verme otra vez— pero alguien me pido que te diera esto.
—¿Que cosa? —Parecía confundida— ¿Quien?
—Doña Amira, una señora de edad avanzada que trabaja en el centro —Saque la fruta de mi bolsillo y se la extendí— Me pidió que te la entregara
—¿Doña Amira? Suena a una señora muy agradable —Ella se rió un poco— Muchas gracias.
Tomo la fruta y la guardo en su bolsa, lo pensó por un segundo y me miro, para mi parecía una eternidad, estaba completamente nervioso, no sabia que decirle, esta en blanco, nunca me había pasado. Ella solo se rió de mi al ver mi cara de nerviosismo.
—¿Eres el que robo el banco cierto? —Me miro un poco seria.
—No. —Mentí.
—No mientas, te vi ese día y en las noticias. —No parecía molesta ni nada.
—Si, pero...— Retrocedí un paso pues tenia miedo que volviera a hablarle a la policía.
— No te preocupes no llamare a la policía otra vez. —Se empezó a reír— Pareces una buena persona
—Gracias... —Antes de que pudiera preguntar ella me gano la pregunta.
—¿Y como te llamas? Amigo de doña Amira y criminal profesional elude policías. —Parecía causarle mas gracia que preocupación, ¿Estaba ella loca?
—Me llamo Rue —El nombre parecía llamarle la atención pues me miro a los ojos cuando le dije— Lo se es un nombre horrible.
—Para nada —Negó con la cabeza y después sonrió— Es un nombre hermoso.
Las cosas parecían empezar bien, menos mal me había bañado peinado y puesto la mejor ropa que tenia para ese día, ella se veía muy alegre y todo estaba pasando como si fuera un sueño, ese parecía el inicio de una historia... la cual yo deseaba no tuviera fin" -
"Nunca me había importado mi apariencia, pero desde que la vi, siempre que salía a conseguir mi sustento diario me arreglaba lo mejor posible, incluso fui a una tienda de ropa y me lleve prestada la que pensé que se viera mejor, no tenía mucha experiencia en ese tipo de cosas, pero por ella sería capaz de eso y más, las primeras 2 impresiones no fueron muy buenas, quería demostrarle que no era tan malo como parecía, incluso recogí un perro de la calle para practicar mi interacción social, lo sé, era patético.
Cada día pensaba en ella, yo jamás había creído en las deidades pero todas mañanas pedía que si existía alguna deidad que me escuchara, la cuidara y la hiciera feliz, aunque era sólo lanzar palabras al aire, yo sentía que algo me escuchaba y al menos el viento podría llevar mis deseos. Siempre que iba a la ciudad iba con la esperanza de encontrarme con ella, pero por más de 3 meses no tuve la suerte de ver la, bueno Nelivo no era ciudad pequeña, siendo la capital de Solem no se podía esperar menos, más yo nunca perdí la esperanza.
Un día en la ciudad, comprando comida con Doña Amira una señora ya de edad avanzada la cual siempre me había tratado bien, me miro a los ojos y sonriente me pregunto.
—¿Ha pasado algo últimamente? —Parecía conocerme bien.
Ella era una de las pocas mercantes de la ciudad a la cual siempre le pagaba por lo que me llevaba, siempre se había preocupado por mi cuando era más joven y hasta cierto punto la veía como una madre.
—No ha pasado nada Doña Amira, sólo...—De pronto y sin aviso me interrumpió.
—A mi no me engañas jovencito, te conozco desde que tienes 7 años, anda cuéntale a esta abuela lo que te pasa. —Con una gran sonrisa honesta me hizo confesar.
—Bueno es que, el otro día vi a una joven muy hermosa...—
Le describí a la joven, le conté todo lo que había sucedido y lo que había sentido yo al verla, obviamente evitando las partes donde la policía me intentaba arrestar.
—¿Y qué paso? —Pregunto doña Amira curiosa
—No pude decirle nada, no sabía como iniciar una conversación, soy malo para eso de socializar.—Le confesé algo apenado.
—Ay hijo, ya te llego el amor —Ella se empezó a reír— creo que esta abuela tiene lo que necesitas.—
Me miro por unos segundo y fue a buscar algo en la parte de atrás de su puesto, a los segundos regreso con un fruta.
—Cuando la veas le dices que se la mando yo, así podrás iniciar la conversación.—
Esa mujer era alguien grandiosa, también por ella no me dejaba atrapar, pues siempre me hacia feliz pasar un rato con ella, podía confiar en ella, siempre me daba buenos consejos y trataba de que me cuidara. Bueno ahora tenía una misión y un tiempo límite, debía encontrarla antes de que la fruta se fuese a pudrir. Tenía unos días solamente... Se había vuelto algo emocionante." -
"Mientras mas lo pensaba, mas me daba cuenta de que tal vez en otra vida podría haberla conocido, tal vez podría haber sido su amigo, su compañero de clase, tal vez algo mas. Pero yo sabia que no sucedería, ademas solo la había visto una vez, ¿Como era posible pensar en todo eso si solo la había visto una vez?, no podía entenderlo y tampoco trataba de hacerlo. Como era costumbre tendría que seguir robando para poder sobrevivir, así que tome mis cosas y oculto entre las personas me adentre en la ciudad, policías en todos lados, a veces para hacer las cosas mas divertidas, dejaba que me vieran o incluso los saludaba de manera amable, muchas veces no me reconocían y eso lo hacia aburrido. Mientras caminaba en el centro de esa gran ciudad alguien se tropezó conmigo y ambos caímos al suelo, sin mirar quien era lo primero que dije fue.
—Ten cuidado si quieres conser... —No pude terminar la frase, mire detenidamente a esa persona y atónito murmure— ... eres tu... —No podía creerlo, era la misma chica que había visto hace ya hacia mas de dos mes.
Podía sentir esas mismas miles de emociones en mi al mismo tiempo, ella me miro detenidamente, como si ella supiera quien era yo, lo pensó por unos segundos y dijo en voz baja.
—Eres tu... —Pude ver como si ella hubiese recordado algo, entonces se puso en pie, retrocedió unos pasos y después grito— ¡Policía! —Me miro y me sonrió, algo no encajaba pero no pasaron ni unos segundos para que la policía se acercara a arrestarme.
Era hora de correr, me fui de ahí a toda velocidad y logre correr lo suficiente como para despistar a la policía, después de unos segundos de asegurarme que nadie me siguiera me dirigí a mi hogar, una parte de mi estaba molesta por que ella me había causado problemas, pero la otra parte esta agradecida por ver la una vez mas, mi mente ahora tenia una imagen mas clara de esa joven, Un rostro con facciones finas, una sonrisa muy bonita, ojos de color negro como las oscura noche, un cabello blanco como la nieve, de estatura media, su forma de vestir era sencilla pero elegante, sus ojos eran simplemente hermoso aunque parecían esconder mucho dolor. Aunque me había delatado en publico, eso no importaba, sabia que era real, que no solo había sido mi imaginación, era la segunda vez que la veía, estaba emocionado de poder ver la otra vez, quería conocerla, saber mas de ella, ella parecía saber que yo era un criminal, estaba decidido, la próxima vez que la viera, le preguntaría su nombre... aunque eso me costara mi libertad" -
"Con el tiempo esas dudas dejaron mi mente, yo seguía creciendo y como hierba mala crecí sin algún propósito, lo único que hacia era sobrevivir como aquel sujeto me había ordenado, hacia lo que quería pues sabia que nadie podía detenerme, todos lo que lo intentaron fallaron. Con 17 años ya era un criminal muy famoso entre la policía, desconocido entre las personas normales, un día decidí ir un poco mas lejos, robar un banco en plena luz del día, parecía divertido, la adrenalina que sentía al huir de la policía era algo que me hacia sentir vivo, en esos momentos dejaba solo de sobrevivir, por unos segundos podía sentir mil emociones, todas al mismo tiempo, amaba sentirme así. Llego el momento, hice explotar una pared del banco y con una sonrisa en mi rostro, una mirada llena de locura y emoción mientras en mi mano sujetaba una bola de fuego negra dije en voz alta.
—¡Quien se mueva se muere, esto es un asalto!
No paso mucho tiempo para que la policía llegara, como siempre. Rodearon el banco y lo único que hice fue explotar los carros que estorbaban, subí rápidamente a una moto que había robado y me fui a toda velocidad, mientras huía, sentí como el tiempo se detuvo por un instante y pude verla, una joven hermosa que caminaba por la acera, solo la vi realmente por no mas de un segundo pero mi pareció una eternidad, ella volteo la mirada también, por unos instantes nuestras miradas se cruzaron, sabia que me estaba mirando podía sentirlo algo que jamas había experimentado, una emoción mas allá de la adrenalina, algo que no me podía explicar... por distraerme con su belleza no visualice un camión con el cual casi impacto, de no ser por que era bueno manejando.
Logre escaparme como siempre, pero esa chica no salia de mi mente, lo cual al inicio era muy molesto, ir siempre pensando en ella, en su rostro y en esa mirada que me había hecho sentir algo inexplicable me molestaba, pero después se fue volviendo algo que yo disfrutaba y cada día antes de acostarme a ver las estrellas, me quedaba pensando si la volvería a ver otra vez, quería conocerla, saber su nombre, pero yo sabia que solo era una fantasía de mi mente, eso jamas podría llegar a suceder, era una ciudad muy grande, la probabilidad era poca, pero aun así, yo no perdí la fe, había encontrado algo que le daba sentido a vivir al fin... conocerla, aunque seria difícil, al fin y al cabo... yo solo era un criminal..." -
"Era sólo un niño de 7 años, huérfano, mi padre me había abandonado y mi madre murió cuando yo tenía 3 años, vivía en un orfanato pero un día escape y sobrevivía en la calle, robaba lo que podía para comer y sobrevivir, paso el tiempo y cada vez era más fácil robar, así pasaron los meses viviendo en la calle hasta que un día, mientras comía pan recién hecho, un extraño encapuchado se acercó a mi.
—Te eh estado buscando —El extraño sonrió como sí hubiese encontrado a su hijo perdido—.
—¿Quien es usted? -Lo mire fijamente—.
—Sólo debes saber que de ahora en adelante me servirás... —Me tomo del cuello— Te necesito, así que no me falles.
—Sueltame, me vas a matar... —Podía sentir como mi cuerpo se quedaba sin energías— Te lo supli... —No pude sé terminar la frase por la falta de aire.
—No te matare, te necesito vivo —Sonrió— Así que más te vale sobrevivir
El extraño me apretó tan fuerte el cuello que me desmaye, cuando desperté me sentía diferente, sentía que no era el mismo, algo en había cambiado, busque en donde reflejarme para ver si algo en mi había cambiando, encontré un charco de agua y cuando me vi en el reflejo me di cuenta que mis ojos eran rojos como la sangre y mi cabello era negro como la oscuridad. Me aterrorizaba mi aspecto, pero algo en mi también lo disfrutaba. Muchos recuerdos de mi mente se perdieron ese día, incluso olvide mi nombre.
Pasaron los día y varias cosas cambiaron, la gente me miraba como sí fuera un demonio, yo no había elegido eso, no era mi culpa pero las personas lo veían así, claro me era más fácil robar si me tenían miedo, comía más, entonces empece a ver lo que me habían hecho como una bendición, con el tiempo me fui volviendo más serio en el tema de robar. A los 11 años descubrí que no sólo mi apariencia había cambiado, tenía un don muy especial, no podía controlarlo pero ahí estaba, me pregunte por años ¿Quien habría sido ese Señor que había cambiado mi vida? y ¿Para qué me necesitaba vivo?, esas dudas recorrían mi mente..." -
"... bañado en sangre casi ni se puede mover, ella lo toma del brazo y empiezan a caminar a la salida, él tose un poco de sangre.
—No mueras, solo resiste un poco mas —Le suplica mientras ella lo lleva casi arrastrando.
—Siempre tan aferrada —Le sonríe casi sin fuerza— acéptalo estoy muerto.
—No empieces con tus estupideces —Se detiene a tomar aire un segundo— Solo cállate y resiste que ya casi salimos de aquí.
El se deja caer al suelo, la mira y le sonríe como era costumbre de él, ella no aguanta más y rompe en llanto.
—¿No lo lograremos verdad? —Le pregunta mientras aun llora.
— Tu si, en cambio yo..— Tose un poco mas de sangre— lo dudo.
—Idiota no tenias que hacerlo —lo abraza y continua llorando— No puedo seguir sin ti, has sido lo que me da fuerza desde que te conocí
—¿Quien habría pensado que terminaría así? —La mira débilmente— creo que es hora de contarte algo
—¡Cállate! Aun podemos salir de aquí y tendrás tiempo para contarme lo que quieras —Él la sujeta.
—Si no es ahora no sera nunca...—La mira a los ojos— Te contare una historia, solo prométeme que no la olvidaras.
—Te... —Casi sin poder hablar por el llanto— lo... prometo.
—La muerte es el privilegio que todo ser vivo posee, la gente le tiene tanto miedo a lo que le espera mas allá pero, yo sé que hay de aquel lado—Su mirada empieza a perderse— y si tengo que morir aquí en tus brazos, sera un doble privilegio, vivir el mejor momento de mi vida contigo... Esta historia empieza hace 13 años.... y dice así..."
ESPERO OS GUSTE, ESTE ES EL INICIO DE UNA HISTORIA, SOY NUEVO EN ESTO ASÍ QUE PERDONEN MIS ERRORES Y REDUNDANCIAS, DARÉ LO MEJOR PARA QUE ESTA HISTORIA SEA ALGO INTERESANTE, SI LO HAS LEÍDO TODO DE ANTEMANO GRACIAS :D
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