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Hoy toca entrada nocturna y un poco oscura...
Son las 00:20 y estoy llorando. No es nada grave, sólo recuerdos que se me han acercado por la espalda sigilosamente para darme una puñalada en el corazón.
En el chat general, hace una horas, alguien ha hecho una broma de mal gusto sobre el cáncer. Y no me ha sentado bien. Ya aviso, desde el primer momento, que ese tipo de bromas nunca van a sentarme bien.
Ya no es el simple hecho de que sea un tema delicado —que lo es—. Para mí, ese tipo de cosas son como recibir una paliza emocional con un bate de béisbol.
Mi madre murió cuando yo tenía 12 años a causa de un cáncer de pulmón. Y lo he superado. En serio. Lo acepté y seguí con mi vida sin más problemas que los de cualquier otro desgraciado ser humano de este planeta.
Pero a veces... a veces la sombra del recuerdo se cierne sobre mí. Me atrapa y, sin previo aviso, me sume en la más absoluta y pavorosa de las tristezas. A veces llega y exprime cada una de mis lágrimas como si fuera un limón seco. Y luego se va y me deja vacía.
Lo más curioso es que después, siempre tengo ganas de escribir. Cuando mi madre se fue la única forma que tenía de sacar fuera mis sentimientos era a través de la escritura. El papel era mi mejor aliado cuando no quería que nadie escuchara mi voz temblar. Lo que sentía, lo escribía, y no hablaba con nadie de ello.
Ahora sí hablo de ello. No tengo problemas en abrirme al mundo y desahogarme. Pero la costumbre de escribir cuando me pongo triste se ha mantenido a lo largo de los años.
La tristeza me inspira.
Y hoy, después del comentario desafortunado, tenía que escribir. Y lo he hecho. Y haciéndolo he llorado incluso las lágrimas que creía que no tenía. Pero me siento satisfecha. Ahora ya no tengo que llorar más.
(Si os interesa leer la historia lacrimógena en cuestión, es ésta: La mitad de mi vida, pero aviso que no es precisamente alegre.)
Abrazos,
Aiko. -
¡Feliz lunes!
Después de un horrible fin de semana sin pisar por aquí gracias a mi vieja amiga la resaca (sí, que sepáis que con los años os va cogiendo más cariño y tarda más en abandonaros) he decidido ponerme a listar los proyectos que tengo pendientes. Así, si los veo habitualmente, me obligaré a mí misma a llevarlos a cabo.
Hace años, cuando estaba viviendo el auge de mi época de escritora, me uní a Livejournal. Allí descubrí la maravillosa existencia de las tablas (Sí, como esas tablas que hay pululando por el foro). El caso es que la idea me encantó y me lancé de cabeza a escribir una tabla... que nunca terminé.
Si no recuerdo mal, escribí 5 de los 30 relatos que pedía la tabla.
Creo que mi problema fue (aparte de que soy un absoluto desastre), que no fui realista con los objetivos que me marqué. Y ya se sabe... el que mucho abarca, poco aprieta.
¡Pero! Me siento con ánimos de intentarlo de nuevo. Sí. Y si esto sale bien, me sentiré con la confianza suficiente para volver a escribir long-fics... creo.
Bueno, de momento listo aquí la tabla en cuestión:
Tabla 30 días.
01.- De ahora en adelante.
02.- Blanco y negro.
03.- Nunca desaparecerá.
— Tres iniciales [drabble] (Luffy, Sabo, Ace)04.- Es culpa del frío.
05.- Cinco minutos.
06.- Sentido común.
07.- Alrededor del mundo.
08.- Repetición.
— Nacido para ser el Rey [one-shot] (Garp, Smoker)09.- Callejón sin salida.
10.- Sin tinta.
11.- Pecado.
12.- Encanto.
13.- Un empujón.
14.- Ambivalencia.
15.- Vuelta atrás.
16.- Última palabra.
17.- Equipaje.
18.- Después de.
19.- En una sola noche.
20.-En llamas.
21.- No lo parece.
22.- Silencio.
23.- Imitación.
24.- Uno tras otro.
25.- Prohibido.
26.- Rosa roja.
27.- Aún falta.
28.- No tiene sentido.
29.- Algún día.
30.- Treinta.
Mi intención es, obviamente, llenar esta tabla con fics de One Piece. No podía ser de otro modo. Al menos de momento, ese va a ser mi fandom exclusivo.
Según vaya publicando los fics de cada prompt, añadiré los links a esta entrada para que sea más fácil encontrarlos.
Así que... ¡empieza el reto!
Aprovecho para animar a todos aquellos que anden faltos de inspiración a usar estas geniales tablas. Las hay de todo tipo y temática y pueden mezclarse o incluso crearse a gusto del escritor.
¡Abrazos!
Aiko.