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  • HokageLaura
    ¡Hola! Antes de ayer se realizó la cabagalta de los Reyes Magos en España. No pude ir por el resfriado. De hecho aun sigo con él T.T.
    La cuestión es que se me ocurrió hacer una especie de parodia de la cabalgata de los reyes con la historia de Naruto.
    He decidido ponerlo en el blog, porque me ha parecido un ejercicio muy personal y me ha parecido que era mejor subirlo aquí.
    Por si hay alguien que no conoce esta tradición, cada 5 de enero tres carrozas se pasean por las ciudades, pueblos, etc., repartiendo regalos y caramelos a los niños que están viendo el desfile. Por cada carroza, hay un rey mago acompañado de sus pajes o ayudantes que lanzan los regalos y las chucherías. Los Reyes Magos son Melchor, Gaspar y Baltasar.

    Aquí la primera parte.
    La edad de los 11 de Konoha es 17.


    Capítulo 1. Primer Ninja Mago: Hashirama Senju


    Las calles de Konoha se preparaban para el gran evento: ¡La cabalgata de los Ninjas Magos! Tras muchas deliberaciones, reuniones, consejos de Estado, consultas en las runas y en las estrellas y una encuesta por Internet, la Hokage ordenó que los Ninjas Magos de ese años serían los primeros cuatro Hokages: Hashirama, Tobirama, Hiruzen y Minato. Sobre quien se disfrazaría del dios de los Shinobi, la Hokage no tuvo más remedio que escoger a la bestia verde de Konoha. Nada bueno podía salir de ahí.

    Cuando dieron las siete, la primera cabalgata entró por la puerta principal. Las luces enfocaron al primer Hokage, quien estaba en pose pensador, sonriendo:

    —Soy el primer Hokage, Hashirama Senju, quien destruyó a Madara y capturó a los bijus. Hoy vengo a traer la llama de la juventud a los futuros ninjas de Konoha. ¡Ios!—de la nada salieron confetis de su espalda y los niños aplaudieron (aunque no entendían porque el ninja mago tenía unas cejas tan pobladas) —. Pajes, lanzad los regalos como si os fuera la vida en ello—Guy agarró los caramelos y empezó a lanzarlos al público con llamaradas en los ojos.

    Los pajes sintieron una gota de sudor en su cabeza al ver la efusividad del Jonin y rezando porque no hiriera de muerte a ningún crío. Suspiraron y lanzaron los regalos que Guy les había preparado. Y ahí empezó la guerra.

    Los niños adoptaron la pose de guerra y con sus kunais en una mano y los shuriken en otra se lanzaron a muerte a por los regalos.

    —¿Un traje elástico verde?

    —¡Con ellos, arderá la llama en vuestro interior!—de la nada apareció un fondo con una apuesta de atardecer y Guy, que estaba disfrazado de Hashirama, señalaba al horizonte. Los niños no entendieron nada de nada, pero aun así aplicaron sus técnicas para conseguir cuanto más mejor. En cuestiones de regalos, no hay entendimientos.

    —Lo primero que echan siempre es morralla—una mujer se hallaba escondida tras un cubo de basura. Llevaba unas gafas de sol, una gorra y una mascarilla para que no la reconocieran. Entonces vio el regalo que tanto esperaba.

    Delante suya había una crema antienvejecimiento hecha a partir de perlas blancas de las playas del País del Agua junto con un billete a las Islas Hawái y una estancia en el hotel más caro donde macizos buenorros daban masajes a ritmo de ukelele. La kunoichi se lanzó a por el regalo, pero chocó contra alguien, una mujer que también ocultaba su rostro con unas gafas, una gorra y una máscara. Sin embargo, las dos sabían quién era la otra a la perfección:

    —¿Tsunade?

    —¿Mei?

    Las dos pestañearon y del viento de la tarde, sus gorras cayeron. Las dos se miraron y un ovillo del desierto apareció de la nada y pasó entre ellas.

    —No esperaba verte en Konoha—dijo la Hokage.

    —Tsss, me habían hablado de esta cabalgata y he venido a investigar. Quizá la incluya en la Aldea Oculta de la Niebla—dijo la Mizukage.

    Tsunade hizo una mueca de fastidio.

    —Hoy no somos amigas, Mei—un aura maligna recorrió cada parte de la Hokage.

    —Lo sé—otra aura maligna envolvió a la Mizukage.

    Ambas levantaron sus manos y se prepararon para la ejecución de sus jutsus más poderosos:

    — Tsuutenkya-

    —Youton youkai no-

    —¡Mío!

    Cuando las dos kages quisieron dares cuenta, la anciana del consejo de Konoha se había hecho con la crema antiarrugas y el pack del viaje y estaba escapando como alma que llevaba el diablo.

    En el interior de Mei y Tsunade estalló una furia que hizo que el suelo temblara y se levantaran algunas piedras:

    —Mei—dijo la Mizukage.

    —Tsunade—dijo la Hokage.

    —¡Cross! (1)—dijeron las dos a la vez entrelazando sus brazos y formando una X.

    Acto seguido las dos echaron a correr tras la anciana.

    Mientras en el centro de la villa, la cabalgata del Ninja Mago Hashirama Senju (Maito Guy) disfrazado seguía lanzando regalos y caramelos.

    Un paje de la carroza agarró una bolsa y de golpe lanzó todos los regalos a la vez. Los padres y los niños vieron esa lluvia de regalos y se lanzaron a por ellos. Muchos de ellos habían luchado contra los Zetsus Blancos, los revividos por el Edo Tensei, los kages del desierto y Madara, pero la feroz batalla que se estaba dando en las calles de Konoha no tenía igual.

    Uno de esos regalos lanzados era una fruta del diablo Goma Goma del manga de One Piece. Los jóvenes shinobis se relamieron al ver la fruta danzar por el aire y caer al suelo. Konohamaru, Moegi y Udon eran algunos de esos shinobis.

    —“Si como esa fruta, superaré a Naruto”—pensó Konohamaru.

    —“Si como esa fruta, podré hacer desaparecer las arrugas que me salgan de mayor”—pensó Moegi.

    —“No sé qué hago aquí. Total, para lo que salgo en la historia”—pensó Udon.

    Todos los shinobis se miraron, esperando a que uno diera el primer paso, pero quién cogió la fruta fue una persona que los observaba desde el tejado del edificio más cercano. Orochimaru con sus brazos de serpiente agarró la fruta y sonrió triunfante:

    —Tus extremidades ya se alargan. Eso no vale—dijo Moegi.

    —¡A por él!—exclamó Konohamaru.

    Todos los shinobis saltaron al tejado y siguieron al Sannin por toda Konoha.

    La carroza de Hashirama Senju ya estaba llegando al final del recorrido. Cuando aparcaron en la torre de la Hokage, los pajes suspiraron aliviados. No se volverían a ofrecer como voluntarios para ese trabajo.

    Mientras la siguiente carroza ya estaba preparada para entrar en Konoha. El Ninja Mago de la cabalgata era Tobirama, aunque en realidad quien estaba detrás del disfraz era Neji, quien por fin se había disfrazado de hombre y no de mujer (2).


    (1) Hay un programa surcoreano que se llama Running Man en donde tres personas cuando hacen una alianza dicen sus nombres y luego hacen con sus brazos una cruz y dicen “Cross”. Recomiendo que lo miréis en youtube, que es muy gracioso.

    (2) En la parodia de Naruto, Naruto SD, Neji siempre es disfrazado de mujer muy a su pesar.
    a InunoTaisho le gusta esto.
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