Viendo entradas en la categoría: Otros Fanfics
-
Respaldando otro de mis trabajitos de Purgatorio :V
Esta cuestión es del tipo Escritor x Personaje, o algo así xP
=============================================================<<Narra el joven Nathan Spears>>
Extraviado en Japón
¿Pero qué chuchas?
¡Se supone que el conductor del avión vendría por mí hace media hora! Seguramente el idiota chocó con el Monte Fuji…
¡Mierda! ¡Eso quiere decir que estoy atrapado en Japón! Y no entiendo el cochino idioma…
Bueno, es una suerte que sepa hablar inglés de manera medio-fluida. Tendré que arreglármelas…
Es una suerte que tengo mi cuentita de Paypal y puedo pagarme un pasaje en clase turista en el primer avión que viaje rumbo a Chile.
En eso, me topo con un hombretón musculoso con un uniforme de color azul marino y verde y un… ¿Casco de espartano color salmón?
Okey, nunca entenderé la moda de este país. Pero vale la pena preguntar…
—Excuse me, good man…— Modulo lo mejor que puedo mientras llamo la atención de aquel aparente atleta, el cual reacciona…
—¡¡AAAAAAJAJAJAJAAAAHH!! —…gritando como todo un gallina — ¡Terry, aún no puedo pagarte los veinte rublos que te debo! ¡Dame más tiempo!
¿Tan feo estoy? Y también… ¿Este tipo habla español perfectamente?
—Oh, lo siento, lo sieeeento… — Me dice aquel tipo — Te confundí con uno de mis amigos… pero bueno, ¿Quién eres?
—Señor, me llamo Nathan — Le respondo, todavía con un goterón en mi cabeza — Y estoy… bueno, perdido. Llegué aquí por accidente
—¿De casualidad no te metieron a una cápsula desde otro planeta? — Me pregunta
—No, hombre, no soy Superman… solo provengo de otro continente.
—Ah, pues qué bueno.
—¿Sabes dónde está el aeropuerto más cercano?
—No, pero conozco algo mejor.
—¿En serio? — Le pregunto sorprendido
—Sí, compadre, solo súbete a mi espalda.
Me parece algo extraño, pero decido subirme en él. A pesar de estar algo pasado de peso, él puede cargarme sin problemas. De verdad es un atleta
Entonces, un lugareño algo rechoncho, con lentes y una camisa rosada nos grita
—¡HAH! ¡GAAAAYYYS!
—Ignóralo, amigo. Solo sujétate… ¿De qué país me dices que eres?
—Eeeem… soy de Chile
—¡Genial! Seguro hay muchos jalapeños ahí
Estuve a punto de explicarle sobre que mi país no tenía nada que ver con esa verdura picante… pero entonces él se tira un ENORME gas y salimos propulsados
—¡¡AAAAAAHH!! —Exclamo yo mientras intento no soltarme. A los pocos segundos, aterrizamos muy duramente en mi país. Puedo reconocerlo porque de alguna manera, pude reconocer la ciudad de Santiago.
—¿Lo hice bien, amigo? — Me pregunta el musculoso
—Wooow… — Mi cabeza da vueltas. Me sacudo y me fijo bien en mis alrededores — ¡Excelente! ¡Me dejaste a menos de 150 kilómetros de mi hogar!
—Jejejeje… Y una vez más todo está bajo control… ¡¡Gracias a las chicas superpo- !! ¡Digo! De Kid Músculo
—Bueno, desearía poder recompensarte de alguna forma…
Pero entonces, unos malacatosos nos increpan de repente
—¡¡Ya washos culiaos entreguen las tillas y el celulal conchesumareeee!!
—¡¡WAAAAAAH!! — Y él sale corriendo, con los flaites persiguiéndolo… mientras yo veo todo con otra gotota en mi frente
—Creo que necesito ir por un refrigerio…
¿FIN?
================================================================
Quiero sus comments y críticas xD. Incluso si solo van a tirarme mierda :V
==Nathancito vive aquí xD==
(2010 - ????) -
Este es mi respaldo obligatorio para el Blog xD. Así nadie se perderá de esta jodida historia...
Eso sí, les advierto desde ya, que esto contiene sexo, gore y humillación. ¡MWAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!
A disfrutar :)
=============================================
Ganado Marca Rocket
—¡¡¡Trío de Inútiles!!!
Un enorme grito de nivel barbárico retumbó por la oficina. Cuatro paredes de concreto eran incapaces de bloquear la combinación entre aquel alarido por parte del mandamás del Team Rocket y el golpe al escritorio que por poco y lo parte en dos. A muchos reclutas de los alrededores casi les da un patatús al escuchar a su jefazo usar una voz tan estruendosa.
¿Pero a quién iba dirigida, precisamente?
A nadie menos que el trío favorito de los televidentes… Jessie, James y Meowth, quienes estaban arrodillados a modo de Dogeza, suplicando para no ser despedidos… o incluso para no ser despellejados.
—Como diría mi amigo robotín, ¡Ayayayayay! — Esa relativamente obvia referencia a cierto robot preocupón provino de nadie menos que James
—Jefazo de la vidaza, por favor… no nos deje de patitas en la calle — Parló el Pokémon gato arañador, mientras gruesos lagrimones caían de sus ojitos
—¡Le suplicamos nos perdone! — Continuó Jessie en ese mismo tono
—Ya he tolerado demasiados de sus fracasos… solo les pido que me traigan Pokémon raros, valiosos y poderosos… ¿¡Y qué he recibido!? ¡¡Nada!!
—Aaaaiiiirk — Hicieron los tres al ver que su jefecito tenía toda la razón. Nunca pudieron enviarle ningún Pokémon raro
—Además, ustedes insisten en gastar de más en maquinaria de la más alta tecnología, solo para traerme a un mugroso Pikachu… ¡Cuando actualmente hay muchísimos en el ecosistema! ¡Y no solo en Kanto! Manadas y manadas de Pikachu abundan en Sinnoh y en el sur de Unova. ¡Y no estoy interesado en ellos!
El trío comenzó a abrazarse y temblar.
—Y para más remate… ¡Insisten también en desviarse para formar parte de inútiles eventos de Coordinación y de Performers! ¡Eso es algo totalmente innecesario! Si realmente yo quisiera el premio que ofrecen esos mugres eventos, mandaría a un escuadrón mucho más capaz a robarlos…
¡Participar en ellos es una pérdida de tiempo y recursos! ¿¡No les queda claro!?
La voz de Giovanni sonaba cada vez más y más fuerte, a la par que intimidante. Ninguno de los tres jóvenes (y sí, considero a Meowth como uno) podía responder. Esta vez el pez gordo se levantó de su escritorio y comenzó a fulminar a sus empleados con la mirada.
—¡Me tienen hasta la coronilla, fracasados de mierda! ¡No son más que unos parásitos para mi empresa! Podría despedirlos con un chasquido de mis dedos…
Pero en un giro inesperado de los eventos, él se quedó fijamente mirando a la mujer de largo pelo magenta…
Su mirada ya no era de odio. Sino más bien de… ¿Lujuria?
Y de todas maneras Jessie estaba petrificada de miedo, por lo que casi no reaccionó cuando Giovanni la tomó de su cintura y activó un botón en su escritorio.
¡Era una trampilla justo debajo de donde James y Meowth todavía estaban!
—¡¡Aaaah!! — Jessie fue capaz de agarrar un brazo de Meowth con su mano derecha. En tanto, el felino Pokémon logró coger la mano de James con su pata libre — ¡No los dejaré caer, amigos míos!
—Deberías — Anunció el jefazo cuando de su bolsillo sacó una pistola Magnum Calibre .44… y antes de que nadie pudiera decir nada más, disparó sin piedad al hombro de Meowth, partiéndole de cuajo el brazo que Jessie sujetaba y mandando a esos dos a una caída aparentemente mortal.
—¡Aaaaaaaah! — Gritaron James y Meowth mientras caían
—¡¡Nooooooooooo!! — Gritó Jessie al ver que esos dos habían caído como moscas. Y cuando ella estuvo a punto de reclamarle a su entonces ex-jefe, éste la abofeteó y la tiró al piso, para luego cerrar la trampilla con total calma.
—Ya me deshice de la basura — Fueron las malévolas palabras que Giovanni soltó
—¿P-P-Por quéeee? — Jessie miró a Giovanni con odio y muchas lágrimas — ¿¡Por qué los dejó morir y a mí no!? ¡Ya no quiero trabajar para alguien como usted!
—Me temo que no tienes opción, Jessie — Aquel hombre de traje de gabardina anaranjada le dedicó una sádica sonrisa además de una mirada que reflejaba los instintos más bajos posibles. Y acto seguido, explicó su plan — Me estoy volviendo muy viejo para esto, y el estúpido de mi hijo Silver ya no quiere tener nada que ver conmigo. Pero bueno, él se lo pierde.
Jessie no iba a aguantar más esa situación e intentó apuñalar a Giovanni con unas tijeras que habían en el escritorio… pero el hombretón detuvo la muñeca de la joven de particular peinado con una mano y se la apretó fuertemente, haciendo que ésta se quejara del dolor y soltara aquel instrumento destinado a cortar papeles. Posterior a eso, él le dio un mamporro en la otra mejilla y casi la noqueó. Tuvo especial cuidado de no golpear su sien u otra zona delicada… él quería que ella estuviera con todas sus facultades para lo que él pensaba hacer.
—Como Silver es mi único hijo, tengo la necesidad de tener un heredero… ¡Ahí es donde entras tú, perra!
Entonces Jessie se dio cuenta de las verdaderas intenciones de aquella persona a la cual admiró y temió por tanto tiempo, y a la que agradecía tener un trabajo, aunque fuera caminando por la oscura senda del crimen organizado…
Él quería violarla… ¡Y embarazarla!
Mientras tanto, en un lugar debajo de los cimientos de los cuarteles generales del Team Rocket… y para ser más precisos, en un lago subterráneo, James y Meowth habían caído al agua, la cual había adquirido un tono rojizo debido al líquido vital derramado por aquel Pokémon de tipo Normal
—¡No puedo creer que el jefazo se atreviera a hacernos esto! — Pensó James, sin soltar la única mano que a Meowth le quedaba.
Una vez que miró mejor al que había sido su compañero de fechorías por tanto tiempo, se fijó él había entrado en shock por la sangre perdida y no podía hablar. Estaba apenas consciente, cosa que alarmó al joven de pelos lavanda — ¡Resiste, chimuelín! ¡Encontraré ayuda y volverás a estar bien!
Pero cuando él había intentado jalarle con la intención de acomodarlo en su regazo, unos Carvanha comenzaron a morder el cuerpo del gato. ¡¡Era nada menos que un frenesí alimenticio!!
—¡¡Noooo!! ¡¡¡Meowth!!!
Solamente el instinto de supervivencia pudo obligar a James a soltar a su mejor amigo y salvarse él mismo, nadando a todo lo que sus músculos daban. Su nivel de estrés era tan alto que perfectamente ese día pudo haber roto muchos récords de natación, mientras los gritos de dolor que Meowth emanaba sonaban con un fúnebre eco.
Al llegar a tierra firme y salir de aquella laguna, se dio cuenta de que cuatro Carvanha habían intentado tomar su pierna izquierda como postre, pero él no tuvo problemas en patearlos de vuelta a su hábitat usando el pie derecho. Su pierna tenía innumerables marcas de mordida e hilos de sangre chorreaban en esa extremidad. El dolor era intenso, pero no era nada comparado con el cruel destino o karma que Meowth había sufrido…
Un Carvanha de ese lugar escupió un amuleto que le pegó a James en la frente. Nuevamente, el dolor de ese golpe era ínfimo comparado con el que albergaba en su corazón.
Traicionado por su jefe… abandonado por el chimuelo… y más encima, sus Pokémon estaban en el almacén del edificio y no podía recuperarlos de momento.
Él respiró hondo y posó su mirada en el amuleto ensangrentado que tenía en sus manos. Lo único que había podido rescatar de Meowth… cuyas osamentas flotaban en aquel lago rojo.
Finalmente gritó
—¡¡Giovaaanniiiiiiiiiii!! ¡Vas a pagar por estooooooooo, cabróoooooon!
<<Y de vuelta en la oficina de aquel perverso hombre>>
Jessie había luchado lo mejor que podía, pero nada pudo hacer para evitar que el mandamás le arrebatara su uniforme completo a lo bestia, dejándola totalmente desnuda y vulnerable. Su braga estaba enredada en su tobillo derecho y su brasier fue partido en dos por la brutalidad de Giovanni.
Y entonces ella sintió cómo dos dedos de su jefe invadieron su femineidad…
Dolor… mucho dolor…
Ella quería gritar, pero no podía. Su voz se negaba a salir. Era como si sus cuerdas vocales estuvieran rígidas por el estrés y la humillación.
—¡Anda! ¡Debes lubricarte bien, zorra! ¡Más te vale que estés húmeda, y así mis renacuajos puedan fluir sin interrupción!
La vista de Jessie apuntaba hacia arriba y sus músculos se estremecían dolorosamente. Su himen se había roto a causa del salvajismo mostrado por la mano de su jefe. Sangre brotaba por su apertura privada…
—D-duele demasiado… ¿Qué hice para merecer esto? — Pensaba Jessie mientras lloraba y salía baba de su boca — ¿Y por qué comienza a sentirse bien?
El dolor se iba de a poco, siendo reemplazado por un extraño placer… aunque los sentimientos de humillación, decepción e impotencia continuaban invadiéndola. Ella quería huir, pero su cuerpo no se lo respondía. Solo vibraba más y más con el rudo estímulo que Giovanni le daba. Él la recostó de lado, levantando una pierna y apoyándola en su hombro usando su mano libre, la cual ahora se sacaba el cinturón. Él fue incrementando el castigo para su ya no empleada, sino esclava sexual, metiendo sus cinco dedos en aquella joven vagina sin usar.
—Eres una puta estrecha y rebelde, Jessie… pero te quebraré… ¡Voy a quebrarte y te convertirás en portadora de mis hijos!
—¿Por qué me toca este destino? Si solo quería tener una vida con romance y ciertos lujos… — Pensaba ella tristemente — Y esto es lo que me toca… el cerdo asqueroso de Giovanni arrebatando mi libertad y mi virginidad… ¡Oh, la humillación!
Un orgasmo interrumpió el pensamiento de aquella torturada joven, chorreando líquidos en el piso y en la mano de Giovanni. Él la sacó de inmediato y dejó que Jessie respirara hondo… lo suficiente como para que recuperara energías y procedieran con el plato fuerte.
Ella pudo soltar unas palabras al fin
—Te… maldigo… Giovanni…
—¡A mí me respetas, perra! — ¡Paf! Aquel sádico hombre dio una bofetada a la joven, y procedió a sacar su arma de veintitrés centímetros, para metérsela de golpe en el sexo de Jessie
—¡Aaaaah! — Gimió la mujer, mezclando dolor y placer — ¡Eres un monstruo!
—Si tanto querías ser del Equipo Rocket, debiste leer entre líneas el último contrato que firmaste — Se burló Giovanni mientras movía sus caderas de manera salvaje para complacerse y sentir el interior cálido y húmedo que Jessie tenía para ofrecer — ¡Ahora eres de mi propiedad! ¡Y si debo llenarte de mi semilla para perpetuar mi legado, que así sea!
Ambos estaban en la posición del Misionero, con Giovanni encima y penetrando violentamente los canales de la joven con pelo magenta. Jessie no podía sino gemir y sacar la lengua, aparentemente resignada a su destino.
Así siguieron un buen rato hasta que el mafioso mayor avisó jocosamente a su víctima
—Estoy llegando a mi límite… es un buen día para descargar dentro de ti
—¡No! ¡Por favor, córrase afuera! ¡No estoy lista para ser madre! — Pudo soltar Jessie… pero fue en vano, ya que sin previo aviso, más que un quejido leve, Giovanni eyaculó un montón dentro de ella… y la chica pudo sentir cómo el pegajoso líquido llenaba su útero — ¡¡Noooooo!!
…
Y así, pasaron los meses. Giovanni había quedado muy satisfecho usando el cuerpo de Jessie, por lo que decidió castigar a algunas reclutas sin buenos resultados, con tal de maximizar sus probabilidades de tener un heredero digno, además de tener más placer. Y así él pudo dar con un pequeño harem con reclutas mujeres.
El cargo de vigilante se lo dio a Domino, quien se encargaba de castigar y torturar a aquellas que intentaran desobedecer o escapar. Ella quiso formar parte del harem malvado por voluntad propia, a diferencia de las otras pobres mujeres
Una vez que él se había asegurado de que las mujeres estuviesen encintas, decidió recompensar a los reclutas con los mejores resultados… ofreciendo el cuerpo de las mujeres del harem.
—¡Eres muy brusco! — Exclamó Cassidy, otra de las chicas que Giovanni escogió para llevar una vida como cubeta de acabadas, mientras era fornicada al estilo perrito por otro miembro. Aun así ella gemía y en el fondo lo disfrutaba — ¡Aaahn! ¡Realmente te encanta mi estrecha concha por lo que veo! Maldito calentorro…
—¡Esto te ganas por intentar escapar del amo Giovanni! — Domino, quien también portaba una cría de aquel maldito hombre en su vientre, daba latigazos en la espalda a otra recluta que fue sorprendida hace poco intentando huir del complejo Rocket y que estaba apresada por las muñecas y mirando hacia la pared
—¡Aaaaah! ¡Se lo suplico, señora Domino! — Chilló la jovencita, quien por cierto, también tenía vida dentro de sí — ¡Por favor, perdóneme! ¡Duele mucho!
Y al parecer Domino se había apiadado de ella, puesto que los latigazos cesaron
—Nada más me detengo para que no sufras un aborto. Si eso pasara, el amo se enojaría… — Y dicho esto, toma las tetas de aquella jovencita y las apachurra suavemente, haciendo que derrame un poco de leche. Aunque su intención era la de susurrarle al oído — Y nadie quiere hacer enojar al amo Giovanni…
—G-gracias, señora Domino… — Dijo aquella pobre muchacha, mientras la rubia la tomaba por la barbilla para girar su cuello y besarla.
—Ooooh, sí, sucias zorras… — No muy lejos, sentado en su silla giratoria y con nada de ropa de la cintura para abajo, estaba Giovanni disfrutando unas buenas lamidas a su amiguito, cortesía de otras dos jóvenes reclutas que también estaban preñadas — Sigan así… lámanme los Exeggcute.
—Sí, amo… — Fue lo único que musitó una de ellas, para luego darle besos en el glande, dejándole la zona testicular a su compañera.
En cuanto a la desafortunada primera víctima de Giovanni, quien obviamente tenía un vientre más pronunciado que las demás… pues ella estaba siendo “invadida” por cinco soldados al mismo tiempo. Ella agarraba y masturbaba frenéticamente la poronga de dos colegas, usando sus dos manos con buen ritmo. Una tercera pija estaba invadiendo su boca y dificultando su respiración. Los otros dos soldados penetraban salvajemente su coño y su ano al mismo tiempo, sin dejarle un segundo de respiro a quien por años se dedicó a hacerle bullying a sus dos compañeros de equipo y a buscar a un Pikachu…
La mente de Jessie estaba casi totalmente estropeada. El 98% de las veces solo podía pensar en pollas, semen y humillación… pero ese restante 2% que la mantenía con, aunque fuese, un mínimo de cordura, pensaba lo siguiente:
“Soy de su propiedad ahora… no soy más que simple ganado. Muy en el fondo, deseo que vuelvas a por mí y me rescates… pero seguramente ya no me querrás luego de verme toda sucia y embadurnada de semen que no es el tuyo…
Quizás me merezco todo esto… al menos es mejor que quedar en la cárcel en donde podrían hasta matarme… toda esta vida soñando con tener amor y formar una familia, e irónicamente es Giovanni quien me está ayudando a volverlo realidad”
Ella pudo sentir cómo el semen de los otros cinco la llenaba. Uno en cada mejilla, otro en su boca y garganta… otro más en sus intestinos y el último en la cámara del bebé.
Jessie quedó tendida en la cómoda alfombra que Giovanni instaló en aquella “sala de juegos”, como solía llamarle… quedó viendo cómo aquel cerdo causante de todas sus penurias sentaba a la joven Domino encima de su choto para penetrarle. Estaba claro que ella era la única que recibía tratamiento super especial.
No obstante, Giovanni siempre se preocupaba por el bienestar de sus futuros herederos, y por ende, sabía cubrir las necesidades de sus madres. Las obligaba a comer de un plato para Poochyenas, claro… pero la comida era sabrosa y nutritiva. A veces él mismo se estrangulaba el ganso para darles una cubierta extra de su semen lleno de proteínas. Adoraba hacer eso dos veces al día, y casi siempre se aseguraba de que a Jessie le tocara su ración.
Cassidy se acercó a quien fuese su rival por años, aunque en esos momentos eran iguales. Las dos atoradas en el escalafón más bajo de la organización. Ella dijo
—¿Sabes, Jessie? Giovanni nunca ha sido muy bueno poniendo nombres, así que como te has portado tan bien y no has intentado escaparte nunca, te dejará ponerle a tu bebé el nombre que desees
Jessie tardó unos seis segundos en mirar a su ex-enemiga número uno, producto del agotamiento por “atender” a cinco hombres al mismo tiempo. Aun así, ella había entendido
—¿Qué nombre le pondrás? — Insistió la de cabello rubio opaco.
—…James. — Fue la breve respuesta de la de pelos magenta.
FIN
===============================================================
Soy taaaan malo :V
==Nathancito vive aquí ÒuÓ==
(2010 - ????)