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"¿Hija mía? ¿De que estaba hablando? No entendía nada, pero ella había prometido explicarme todo, me tranquilice y la mire, ella aun me sonreía muy alegre, como una sonrisa eterna que no puede ser borrada con nada, se inclino y me abrazo lentamente, su abrazo me hizo sentir tranquila, todo temor huyo de mi, mis alas la abrazaron los mas que pudieron contra mi voluntad, parecían tener vida propia, me soltó y se sentó a un lado mio, me indico que hiciera lo mismo y eso hice, el color de mi cabello no me disgustaba del todo, se veía muy bonito aunque parecía de abuelita.
—Bueno hija mía, para poder explicarte bien lo que te ha sucedido antes debo contarte una pequeña historia -Me miro detenidamente y después continuo- Desde antes de que el tiempo fuera tiempo existe la luz y la oscuridad, las cuales han luchado por eliminarse una a la otra sin darse cuenta de que ninguna puede existir sin la otra pues sin luz no hay oscuridad y sin oscuridad no existe la luz.
—¿Y que tiene eso que ver con lo que me sucede? -La interrumpí pues no entendía claramente.
—Poco a poco Melody, no te desesperes, después de escucharme todas tus dudas se despejaran -Me acaricio el cabello- Esa lucha eterna la cual primero era etérea poco a poco se fue materializando, hasta dar vida a dos seres los cuales eran sus representantes en vida, así es como Él y Yo nacimos, el la oscuridad y yo la luz, luchamos por miles de eones, pero nuestra fuerza es la misma y se volvió una lucha sin sentido, Él al dar se cuenta que no podía ganar, comenzó a mezclarse entre los humanos, ofreciéndoles una vida mejor, darles todo aquello que jamas tuvieron y así engaña sus corazones y los vuelve sus hijos pues comparte parte de su poder con ellos y entre mas puro sea un corazón al corromperse, estos son mucho mas fuertes, cree que asi podrá derrotarme, usando vidas inocentes -Por primera vez su sonrisa desapareció, parecía muy triste- Por eso yo también busco ayuda, pero para evitar que esas vidas inocentes se pierdan, para salvarlos antes de que sea demasiado tarde, es por eso que te necesito Melody, tu podrías cambiar la vida de alguno de ellos.
—¿Como podría yo cambiar la vida de alguien? -No entendía que si ella era como una Diosa, ¿Por que necesitaba mi ayuda?
—Con tu propia luz, con una sola sonrisa, con tu amistad, ellos son personas que han sufrido demasiado, son guiadas por el odio de su corazón, buscan venganza de la vida misma, Melody no se trata de saber ayudar, sino de estar dispuesto a hacerlo, piensa en como te gustaría que a ti te ayudaran si estuvieras pasando por algo igual.
—Creo que lo voy entendiendo -Le sonreí, mis alas se movieron contra mi voluntad de nuevo y entonces recordé un pequeño detalle- ¿Pero para que me sirven estas alas?
—Oh, cierto no te he explicado esa parte, tus alas representan tu espíritu, entre este sea mas fuerte, mas grandes serán tus alas, ahora tu espíritu es pequeño debido a tu edad, pero conforme vayas creciendo este se ira fortaleciendo y tus alas crecerán -Acaricio mis alas y estas desaparecieron- Así no tendrás problemas con ellas, cuando estés lista volverán a surgir, en ese momento volveré y te enseñare como controlarlas.
—Entiendo, entonces necesitas mi ayuda para salvar a un inocente y ¿Como sabre quien es ese inocente que debo salvar?, no creo que llegue y se presente solo.
—Cuando lo veas a los ojos lo sabrás, aquel que mueva tu corazón a misericordia, que te haga sentir compasión por el, así sabrás que debes salvarle, no sera tarea fácil pero si lo logras tu corazón se llenara de alegría por esa persona y así seras mas feliz.
—Esta bien, tratare no olvidar nada de lo que me has dicho -La mire fijamente y en ese momento recordé algo que ella había dicho- Me has dicho que tu también busca ayuda, ¿Soy la única que has encontrado? O ¿Hay mas como yo?.
—No eres la primera, hay un niño aparte de ti, un día se conocerán y espero que puedan llevarse bien, aunque el es algo reservado, no como tu -Se rió un poco, había recuperado ese bonito semblante- Bueno Melody debo retirarme, la lluvia ha cesado así que es un buen momento para retirarnos -La luz del sol volvía a brillar con intensidad- cuídate mucho, estaré al pendiente de ti hasta que nos volvamos a ver.
—¿Enserio tienes que irte? -Una parte de mi sentía un vació al saber que no la vería en mucho tiempo.
—No sera mucho tiempo, hasta entonces cuídate mucho -Me abrazo y camino hasta perderse de mi vista sin que yo pudiera moverme.
Había olvidado por completo la razón por la cual me hallaba llorando, solo podía pensar en esa persona a la cual debía ayudar, que clase de persona seria, como lo ayudaría, me preguntaba si seria un niño o una niña, como seria, eso mantuvo ocupada mi mente por varios años, cuando tenia diecisiete años ya vivía completamente sola, las personas que cuidaban ya eran muy mayores, por lo cual ya no podían cuidarme, siempre había sido muy independiente también, así que con gusto aceptaron dejarme por mi cuenta, pero si necesitaba algo podía acudir a ellos, un día mientras caminaba por el centro de la ciudad, escuche una gran explosión a unas cuantas cuadras de donde yo estaba, parecía venir del banco, pero no quise prestar atención así que seguí mi camino, mientras seguía caminando escuche las sirenas de la policía en dirección a donde yo estaba, en ese momento paso a toda velocidad un joven mas o menos de mi edad montado en una moto, lo pude observar detenidamente a pesar de solo fueron unos instantes, sus ojos rojos como la sangre brillaban como el sol, su cabello negro como la oscuridad danzaba con el viento, su mirada y la mía se cruzaron por un momento que pareció una eternidad, en su mirada pude sentir un vació inmenso en su alma, entonces sentí algo muy profundo en mi corazón, un sentimiento cálido, algo que nunca había sentido antes, sabia que nada seria igual a partir de ese momento, no podía explicarlo, pero él con solo una mirada... había cambiado mi vida."

"No se lo lograre, no soy tan fuerte como todos piensan, tengo miedo de perderte, no me importa perder la vida con tal de que tu vivas, no quiero decirle a él pues no quiero preocupar lo, los amo a los dos y si algo malo me llegase a pasar quiero que me conozcas y que conozcas como fue que llegamos a esto, ser felices nos ha costado demasiado, han sido muchos desafíos, podría decirse que nuestros momentos juntos han sido toda una aventura, lo que escribo te lo dedico a ti y a él, las dos personas que he amado mas en esta vida, si llego a morir sin conocerte deja que me presente yo misma, me llamo Melody y soy tu madre.
'Cuando yo era muy pequeña mis padres fallecieron, por lo que no tengo ningún recuerdo de ellos, al quedar huérfana las personas que trabajaban para mis padres me cuidaron como si fuera su propia, me enseñaron muchos valores importantes, me criaron como una buena persona, tal vez mis padres habían muerto, pero nunca sentí esa ausencia de cariño, cuando tenia seis años mientras lloraba un mujer se acerco a mi, emanaba una sensación cálida, de pronto la tristeza se aparto de mi y sin querer comencé a sonreír, una alegría casi forzada, ella se agacho para estar a mi altura y me sonrió.
—No llores, tu rostro es muy bonito como para ensuciarlo con lagrimas innecesarias -Me acaricio el cabello- ¿Cual es tu nombre?
—Me llamo Melody, es un nombre horrible y lo odio -La burla de los demás a mi nombre era lo que me hacia llorar.
—Es un nombre muy hermoso Melody -Me volvió a sonreír.
—Todos se burlan de el -De pronto comenzó a llover.
—Vamos Melody no es bueno que te mojes, podrías enfermarte -Parecía un poco preocupada, caminamos hasta llegar bajo un techo para cubrirnos de la lluvia- No tienes por que prestar atención a lo que los demás piensen de ti.
—Pero son muy molestos -Quería seguir llorando pero la calidez de aquella mujer me lo prohibía.
—Ay quienes sufren mucho y necesitan desquitar ese dolor en alguien mas, ¿No te gustaría poder ayudarlos a dejar de sufrir igual que tu sufres ahorita? -Otra vez se agacho para estar frente a frente.
—Si así dejaran de molestarme lo haría gustosa -Le sonreí de nuevo, mi dolor se había esfumado completamente.
—Ay cosas mas importantes que el beneficio propio, pero me agrada como piensas aun siendo tan pequeña -me volvió a acariciar el cabello.
—Ya estoy grande, tengo seis años -Le dije orgullosa de mi misma.
—Lo se, deberías ir a casa Melody deben estar muy preocupados tus padres por ti.
—Estoy bien, yo no tengo papás, murieron cuando estaba muy pequeña -Le explique- Y las personas que cuidan de mi saben que estoy grande y puedo cuidarme sola.
—Ya veo, Melody hay algo que quiero pedirte, si aceptas tengo un regalo muy especial para ti -Me volvió a sonreír.
—¿Que clase de regalo? -Le pregunte ansiosa.
—Uno muy especial, cambiara tu vida y la de aquellos que estén cerca de ti, pero al ser tan especial también tiene una gran responsabilidad, ¿Aceptas? -Me miro fijamente.
—¿Que tengo que hacer? -Estaba muy emocionada por el regalo que ella me prometía, sin saber que estaba a punto de cambiar mi vida para siempre.
—Cuando seas mayor tendrás que salvar la vida de alguien, eso es lo único que te pido a cambio -Se puso de mi pie y extendió su mano a mi- Si aceptas dame la mano.
No pensaba rechazar semejante oferta, a cambio de salvar la vida de alguien muchos años después, era una niña así que solo me importaba ese momento, cambiar completamente todo, así que sin dudarlo le di mi la mano, cuando ella cerro su mano sobre la mía, sentí algo en mi cuerpo, como si se quemara, pero era un calor que me daba paz y tranquilidad, mi cabello cambio a color blanco, mis ojos a un tono plateado y de mi espalda surgieron un par de pequeñas alas blancas, al notar todos estos cambios en mi me espante, tenia miedo de lo que estaba pasando, ella me sujeto.
—No tengas miedo, te explicare que sucede, todo ira bien a partir de ahora... hija mía."

"...Sentía como todo mi cuerpo ardía, esas llamas quemaban mi alma, mi vista se nublaba poco a poco, solo podía verlo a él, aquel a quien amaba, arrebatándome la vida lenta y dolorosamente, lo único en lo que pensaba era en el amor que le tenia, a pesar de todo el dolor que me había causado, sin importar que me matara, lo amaría hasta el final, sabia que ese no era el verdadero él, era diferente, algo antinatural, como si lo controlaran, al ir perdiendo la conciencia pude recordar cada momento de mi vida, cada segundo, cada instante, recordar los momentos a su lado me hicieron sonreír, esto casi había terminado y daba gracias por poder vivir de nuevo esa felicidad, aunque fuera por ultima vez..."