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~Reloj, la palabra del día 4~
Tic tac, tic tac, tic tac.
Odio realmente los relojes, el devenir del tiempo, el pasar de los segundos, que marca como nuestra vida, lo que nosotros somos se va desvaneciendo poco a poco, segundo a segundo, de este mundo. Es muy sobrecogedor, pensar que algo tan simple como un reloj nos tiene totalmente controlados, porque ahora mismo, en mi vida adulta me doy cuenta que todo son horarios. Todo es tener tiempo para o no tenerlo para lo otro. Y generalmente no tienes tiempo para aquellas cosas que más te gustan.
Odio el devenir del tiempo. Lo odio. Daros cuenta, "no pudimos salvarle por cuestión de minutos", "le salvamos por cuestión de minutos", "si llegas un minuto antes la tienda todavía estaría abierta", "has llegado 5 minutos tarde a la cita, eso es de mala educación". Siempre está ahí, el amigo tiempo. Si no recordad cuando estudiábais (o los que todavía lo hacéis) y llegábais tarde, ¿qué os señalaba el profesor reprochándoos? Su reloj. ¡Ahí están! ¡Los malditos relojes!
Yo tengo uno, lo admito, pero solo lo uso para el trabajo. Es muy necesario estar pendiente del tiempo en el trabajo. Cosa que resulta estresante, por supuesto.
¿Soy enemiga del tiempo o de los relojes? La respuesta es del tiempo, pero los relojes son los enviados del tiempo que nos esclavizan, día sí y día también.
Tic tac, tic tac, tic tac.a Aldo MV Gallardo, InunoTaisho, Rita y 5 más les gusta esto.