Zero No Ken

Zero No Ken

En una época cercana, donde los humanos comparten el mundo junto con seres sobrenaturales, se sale de control cuando la poderosa reina , Ikari, una mujer gato de largo cabello rubio y ojos esmeralda se revela y hace casi nula la existencia de los demonios perro.

Gracias a esto tanto como humanos y otros demonios viven peleando contra los demonio gato.Todos tienen la esperanza de que aparesca el héroe que los salvara todos, tal y como lo dice la predicción.

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Año 3500, ciudad de Shinai Tsume

En una mañana lluviosa, los demonios gato destrozaba una pequeña villa serca de los territorios de los demonios perro, una mujer salia junto con su esposo e hijo a batallar con esas bestias que solo causaban estragos en el mundo.

El hombre de larga cabellera oscura atada con una coleta y ojos oro volvió a entrar a su casa para tomar su espada legendaria.

-Yo iré a ayudar a los demás ustedes cuidense y mantenganse a salvo en un lugar seguro.- dijo el gran demonio perro de ojos oro.

-Yo también ayudare...-dijo desidido su pequeño hijo de unos 8 años de edad.

-No. Tu cuida de tu madre...Zero- dijo el hombre mientras le entregaba a su hijo la espada que llevaba en su cintura.

-¡Si! ¡lo haré padre y veras que estarás orgulloso!- dijo el pequeño mientras veía a su padre alejarse al campo de batalla.

-Vámonos Zero...-dijo su madre mientras le pone la mano en su cabeza, cuando el pequeño asiente ambos empiezan a correr para ponerse a salvo.

Mientras ambos corrían, la joven madre mataba a los demonios que se le acercaban, ella con sus feroces garras los acababa ,cuando de repente una mujer gato apareció detrás de un gran árbol que había en la zona e impidiéndole el paso.

-¿Adonde crees que vas?... Azula-dijo la mujer con rabia en el nombre.

-Ikari -susurro- ¡Detente, tus estúpidos sirvientes están destruyendo todo! tu eres la reina de los demonios gato, puedes tener todo lo que quieras, no entiendo ¿porque haces todo esto?- dijo Azula desesperada mientras veía su cuidad en ruinas, todo olia a muerte y miedo, volvió a mirar a Ikari dejando a Zero detrás de ella protegiéndolo.

-No...-dijo bajando su mirada, ella sabia que no lo podía tener todo, de repente sus ojos miran a Zero con odio.- No, no pude tenerlo todo... no pude tener a Kenta, por que tu me lo quitaste- dijo la mujer mientras sacaba de su espalda una gran espada.

Azula abrió mas sus ojos al escuchar el nombre de su amado esposo, cuando vio a Ikari avanicar su espada y una gran ráfaga de fuego salio reacciono.

-¡¡Garras de Media Luna!!- grito mientras unos destellos de luz en forma de media luna cortaba todo a su paso, incluyendo casas y arboles.-Debo proteger a Zero y sacarlo de aquí-pensó Azula.

Los cortes de Media Luna chocaron contra la gran ráfaga de fuego, haciendo una pequeña explosión, también rompiendo el asfalto y la vereda en donde estaban, pero unas ráfagas del ataque de las Garras de Media Luna sobre vivieron al ataque llendo directamente hacia Ikari

Ikari salto del suelo a un gran árbol poniéndose a salvo de esas luces cortantes que destruyeron todo lo que tenia en medio, cuando also su mirada vio al pequeño niño correr con algo en sus manos, algo que parecía una espada.

-Ese niño escapa con una espada...¿espada?...¡¡la Mandara No Ken!!, ¿como ese mocoso puede tener la gran Mandara?seguro Kenta se la dio, seguro para vencerme ... no lo dejare escapar, mucho menos con la gran espada del Dios Akambo.-pensó Ikari mientras levantaba la espada que ella sostenía para hacer su mejor ataque hacia Zero que corría en busca de ayuda.

-¡Garras de Media Luna! -grito Azula mientras intentaba distraer a Ikari para que Zero pudiera escapar e ir por ayuda ya que ella no podía sola contra esa mujer, cuando vio que Ikari no apartaba su mirada de Zero grito - ¡Garras Venenosas!- y después de eso un montón de destellos gristescos rodearon a Ikari en cerrándola en una columna de veneno.

La mujer gato con un avanico de su espada pudo divisar el veneno antes de que este sea potente.

Ikari decidió dejar escapar a Zero, pensó al cansarlo después, primero acabaria con su madre, lentamente miro a Azula, esa mujer le había quitado a su hombre.
Volvió a examinarla, era una mujer alta, con cabellos largo y rizado color castaño, con esas orejas de perro sobre su cabeza, ojos oro como todos los de su raza.
Volvió a enojarse, como pudo Kenta fijarse en una mujer como Azula, ella era mucho mejor y mas hermosa.

-¡Aun no entiendo como Kenta pudo estar contigo y haber engendrado a alguien como ese mocoso!- dijo mientras respiraba y se tranquiliza un poco- Simplemente no lo entiendo- dijo con odio.

-Eso es porque Kenta no te ama y nunca la hizo además tu estabas comprometida con otra persona... no entiendo lo que haces Ikari, eres una demente y una loca, hay algo de maldad en tu corazón es por eso también que a Kenta nunca le agradaste...-Azula calla repentinamente cuando la espada de Ikari le atraviesa el pecho, haciendo un charco de sangre sobre ellas.

-Si yo no puedo tener a Kenta, entonces nadie más podrá- dijo mientras retiraba la espada y el cuerpo sin vida de Azula que cae sobre el charco de sangre.

Justo llega en ese momento Kenta, viendo con horror como su esposa estaba muerta en un gran charco de sangre, volvió su mirada a la mujer junta ella y así observo como la espada que sostenía estaba cubierta de sangre, la sangre de Azula.

Respiro profundo para sertificarse y si, era el aroma de la sangre de su mujer.
Kenta se enfureció y afilo sus garras, listo para matar a esa mujer, cuando la miro directo a los ojos la reconoció, ella era Ikari, la reina y señora de los Gato demonio.

-Eres una maldita, voy a matarte de una forma dolorosa Ikari- dijo con odio Kenta, mientras avansaba y gruñía para intimidarla.

-Ah mi amado cachorro, todo esto es por culpa tuya ¿es que acaso no te das cuenta?- al ver el rostro confundido de Kenta prosiguió- No puedo creer lo ingenuo que eres...¿ por que crees que mi padre murió de repentinamente? si el no estaba enfermo ni nada...-dijo Ikari.

-¿No me digas que tu lo mataste?- al ver la sonrisa de la mujer exploto- ¡Como pudiste matar a tu propio padre Ikari! ¡Eres una demente y una loca lo sabias!- grito, pero callo repentinamente por una desgarradora sensacion en el brazo.

Al verse vio como su brazo tenia una profunda cortada, volvió su mirada a Ikari y vio como la espada que sostenía estaba ensangrentada.

-No me di cuenta que ella había movido su espada...¿cuando lo hizo?-pensaba el demonio perro, mientras trataba que la sangre dejara de salir de su brazo.

-Kenta, no vuelvas a llamarme loca... sino la próxima vez no te cortare un brazo sino la cabeza ¿me escuchaste?, además fue fácil asesinar a mi padre...¿que querías que hiciera? nesecitaba llegar rápido al poder, así poder poner a todos mis súbditos en contra de ustedes, asquerosos bola de pulgas, lo único que quiero es que todos los de su raza desaparezca- volvió a mirar el cuerpo de Azula- Ya me encargue de ella, solo faltas tu...-dijo ella.

-¡No te perdonare que la hallas matado maldita!, ella no te a echo nada, ninguno de esta ciudad te a echo algo malo- dijo Kenta cuando de repente recordó algo- ¿Don...donde esta Zero?- ya que no veía a su pequeño hijo en ningún lado, pero tampoco podía oler su sangre, eso decía que aun estaba con vida.

-¿Tu hijo?, el escapo con la presiada Mandara No Ken, ¿como pudiste darle a un niño una espada tan poderoa como esa?- pregunto incrédula Ikari.

-Sabes tanto como yo, que solo un demonio perro puede sacar todo el potencial de la Mandara No Ken y ahora le pertenece a Zero, el debe seguir con...-pero no pudo terminar ya que sus heridas de la anterior batalla empezaron a dolerle.

-Si si ,ya se la historia de la legendaria Mandara No Ken, no hace falta que me la digas, pero ahora es tu turno de ir con tu esposa al otro mundo- dijo mientras llego de un salto al lado de Kenta.

Kenta de un movimiento pudo esquivar el ataque y con una pata pudo tirar la espada que la mujer sostenía, ella con otro movimiento golpeo en el rostro a Kenta mandándolo directo al suelo, cuando trato de levantarse Ikari lo tomo desprevenido lanzándolo lejos y chocandolo contra un árbol, empeorando ya sus antiguas heridas.

Kenta estaba empeorando, el dolor y el entumecimiento que sentía no se comparaba con lago que hubiera sentido antes, sus sentidos se encontraban fuera de funcionamiento, no olía nada, no escuchaba bien, solo sentia el sabor de su sangre, no veía nada, y no sentía nada aparte de un tremendo dolor de cabeza y mas dolor en todas partes… gimió al intentar moverse y sintió algo que le hizo luchar por abrir los, era la mano de Ikari que trataba de estrangularlo.

Contuvo la respiracion y undio sus garras en el vientre de Ikari haciéndola retroceder, cuando Kenta trato de levantarse Ikari en un movimiento rápido se posiciono detrás de Kenta clavandole la espada en su espalda, luego la retiro haciendo que saliera mucha sangre.
Kenta lentamente fue cayendo al suelo al lado de su esposa.
Ikari solo sonrió, ya solo le faltaba matar a Zero y robarle la Mandara No Ken.

 

Bueno, jeje aqui otro cap. y bueno los comentarios me gustaron y bueno lei x hay que era un fics que ya habian leido x lo del chico elejido y toda la cosa pero queria aclarar (ya que no habia quedado claro), que el elejido de ayudar al mundo era Kenta, no su hijo pero Kenta se dejo llevar x su odio hacia Ikari y por eso murio.
Pero les prometo que este no es un fics como otro ya que aqui hay mas desgracias je, y tambien prometo hacer mejor mi ortografia.

Capitulo 2:

Zero corría por las calles buscando a su mejor amiga Sora y su hermano Sota, aun recordaba lo que su madre le había susurrado, "Zero, yo distraeré a Ikari, quiero que busques ayuda ¿si?".

Y eso es lo que hacia, él buscaba a Sota ya que el podía ayudarlo.
Luego de correr bastante escucho unos gruñidos y pudo divisar a Sota lastimado tratando de proteger a Sora de un demonio gato, luego cuando Sota pudo matar al ultimo gato demonio Zero decidió hacercarcele, en ese momento Sota escucho un ruido y se puso en alerta de nuevo.

—¡Espera Sota soy yo, Zero —dijo el niño asustado por la horrenda manera en que Sota lo miraba.

—¡Si seras tarado!, pude haberte matado Zero... es peligroso que estés aqui—decia el joven de 15 años de edad tratando de tranquilizarse.

—¿Estas bien Zero? ¿No te lastimaron? —pregunto con preocupación Sora, que era un año menor que Zero.

—Si, no te preocupes por mi Sora, lo que necesito es que ayuden a mi madre ¡ella esta en peligro!, por favor Sota ayudame...— suplico Zero.

—¡Si vamos rápido! seguro en el camino encontraremos a Kenta...oye Zero por cierto lo que tienes en tus manos no es la Mandara No Ken ¿cierto?—pregunto Sota, ya que no se imaginaba que Zero pudiera tenerla.

—Si, mi padre me la dio... pero debemos irnos a ayudar a mi mamá— dijo Zero empezando a correr.

Luego de correr por unos minutos, todos se encontraron con la desgarradora escena, Sora grito muy fuerte mientras su hermano le tapaba los ojos para que no pudiera ver la horrible escena.
Mientras que Zero se encontraba paralizado.

—Al fin viniste Zero, creí que huirías como un cobarde jajaja...¡preparate a morir chiquillo!— dijo Ikari mientras avanicaba su espada para que una gran llamarada de fuego salia a toda velocidad.

Zero que tenia la mirada escondida tras su flequillo, desenfundo su espada y con solo ponerla delante de el una gran luz brillante salio disparada en forma de campo de fuerza, haciendo que el ataque de Ikari se desvaneciera al instante.

—¡¡Destello solar!! —grito muy fuerte Zero, luego una gran luz los rodio a todos.

Ikari llevo su mano a sus ojos por culpa de la gran luz, cuando el efecto termino, vio como Zero y los otro dos chiquillos se habían ido.

—No te preocupes mi querido Zero, muy pronto también te matare como lo hice con tus padres—dicho esto Ikari se volteo para seguir destruyendo todo.

Muy lejos de hay, a las afueras de Shinai Tsume, Sora y Sota trataban de convencer a Zero para que viaje con ellos, ya que querían vengar a todos, pero Zero noto que Sota se estaba dejando llevar por su odio y sed de venganza y sabia que eso no era bueno, el vengaria a sus padres por su cuenta.

—Zero escucha, si vienes con nosotros podrás vengar la muerte de tus padres, por favor Zero ven con nosotros— decía su amiga rogándole para que viajase con ellos.

—Lo...lo lamento pero...pero quiero estar solo ¿si?, tranquila nos volveremos a ver y estaremos juntos como antes ¿si?— dijo Zero trataba de que su voz no se quebrara para no preocupar a su amiga— Pero debo hacer esto solo Sora...¿entiendes verdad?— decía Zero.

Sora solo asiente y ella y su hermano se retiran, mientras que Zero se encamina en dirección opuesta, la verdad era que deseaba ir con su mejor amiga, nunca se habían separado, pero el odio que había en los ojos de Sota sabia que eso solo seria malo, muy malo.

Zero dejo de caminar cuando vio a su alrededor, solo veía arboles, se había perdido en el bosque.Ahora se arrepentía de no haberle dicho a su padre que lo llevara de campamento, pero desde que nació todo era guerra aquí, guerras halla y el y su madre siempre Debian tener cuidado cuando tenían la posibilidad de salir de su hogar.

Zero se entristeció recordando a sus padres, la imagen de ellos tirados y ensangrentados lo seguiría por el resto de su vida.

— Y...¿si fue mi culpa?, ¿fue por eso que mis padres murieron? ¿fui yo?...—Zero no pudo evitar llorar —Si fue mi culpa, si hubiese llegado antes ellos estarían vivos...pero juro que los vengare—pensó Zero decidido, se volvería fuerte y practicaría duardamente con la espada familiar.

Zero miro su espada, recordó cuando esta hizo un campo de fuerza a su alrededor y luego brillo dándole tiempo a escapar, su padre le había dicho que esta espada era legendaria y que había estado en su familia por generaciones.

Que los hombres la usaban para proteger a su familia, con eso Zero volvió a deprimirse y a llorar, ya que su padre le había dicho que era para proteger a la familia y el no lo había hecho.
Guardo su gran espada atándola a su espalda y comenzo a caminar sin rumbo, él debía volverse fuerte y matar a la reina y señora de los demonios Gato a como de lugar y así vengar a sus padres y a todos los demonios perros asesinados.