Historia larga Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad

Tema en 'Novelas' iniciado por LordSombras, 17 Marzo 2022.

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    LordSombras

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    17 Marzo 2022
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    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    5846
    Familia Ishida: Linaje más antiguo de entendedores en la historia de Japón, afiliado a Nosotros (Europa). Aunque ya había reportes en el pasado del uso de poderes paranormales y avistamientos de Rea en el país, no fue hasta que el clan Ishida se instauro en el poder que se organizó a los usuarios de entendimiento y se adoptó la política de secretismo.

    Según los registros históricos que maneja la propia familia Ishida; su antepasado más antiguo, Ishida Kotomaru, fue parte de la campaña de Oda Nobunaga para unificar Japón; y gracias a su asistencia logró extender su dominio militar y político, asegurando la posición de la propia familia como regentes del mundo secreto.

    Actualmente, la cabeza de la familia es Ishida Kotosaki de 68 años, quien vive bajo la fachada de ser un empresario exitoso con una numerosa familia. Su nieta, Ishida Kitsumiya, es la líder del grupo A en la Academia Jikû desde su primer día.

    Notas del Narrador: ¡Mmhhg!

    Notas del Narrador 2: Como Tomonori-kun tenia planeados varios chistes de mal gusto, tuvimos que amordazarlo prematuramente. Para añadir a la información, la familia Ishida no sólo es una casa antigua y poderosa, también es responsable de la financiación de la Academia.

    Notas del Narrador 3: ¡Mmhhg!

    Notas del Narrador 4: ¡Cállate ya, Tsuruya! Además de eso, el clan es responsable de mantener bajo control el archipiélago japonés en nombre de la cúpula de Nosotros. Si ellos u otras organizaciones tienen planes en el país, deberán pasar por encima de ellos primero. Y nunca van a conseguirlo.

    Notas del Narrador 5: ¡Mmhhg!

    Notas del Narrador 6: Como entenderán, era necesario amordazar así a Tomonori-sempai. Si haces enfadar a los Ishida, realmente nos podemos meter en problemas graves. ¡No te preocupes, Tomonori-sempai! ¡Esta sección ha terminado! ¡Ya mismo corto esa mordaza!


    Notas del Narrador 7: ¿Mmhhg? ¡Mmhhg! ¡MMHHG! ¡¡¡¡¡MMHHG!!!!!




    Capítulo 9: Medianoche


    Ahora mismo, son las diez de la noche.

    Acabamos de volver de la práctica nocturna, organizada por Nonomiya únicamente para continuar abusando de los estudiantes más jóvenes. Ya que Akire-sensei se fue ayer, aprovechando su tiempo de descanso, la mayoría notó que era una invención y ni siquiera se aparecieron.

    Kazami-kun y yo fuimos nada más a vigilar a Nonomiya. Pero como había poca gente, y no había nadie de Secundaria aparte de su banda, la canceló. Aún le tiene miedo a los de Preparatoria, sin contar que Haruka-kun también estaba allí.

    El muy matón no hará ni un movimiento en falso con los dos aclamados genios viéndolo.

    Todavía no sabemos lo que él piensa. ¿Se habrá dado que cometió un grave error al mencionar eso el otro día? ¿Se ha enterado Uragirimono? ¿Están preparando algo para contrarrestarnos? No sabemos nada de nada, por eso tenemos que ser precavidos.

    Vaya, las cosas se han puesto emocionantes en muy poco tiempo.

    Si se lo preguntan, no, no es viernes. Si estuvieron siguiendo esta historia fielmente, tengo que informarles de que nos hemos saltado un día completo, ya que no sucedió nada de interés particular, y podría haberlos aburrido.

    Y saben, lo importante aquí es que presten atención, estando entretenidos.

    Es sábado.

    Ya envié una notificación a mis padres diciéndoles que me quedare este fin de semana en mi nueva escuela, pues dieron una fiesta que no me podía perder. No me molesto mentirles, lo hago más seguido de lo que se imaginan.

    Sí, soy mal hijo.

    Afortunadamente, mi hermanito no estaba allí. Él es un experto en detectar dichas mis mentiras, hubiera sido mucho más complicado engañarle.


    En este momento, estamos en la habitación de Aya y Ayano, discutiendo sobre la invasión, así que las paredes están silenciadas. Este lugar empieza a convertirse en una sala de reuniones no oficial del Grupo S. En cualquier momento terminaremos durmiendo aquí.

    Afortunadamente, la vida nocturna de la Academia los fines de semana es muy activa. Incluyendo la falta de profesores, ciertas bebidas alcohólicas, y los preparativos para esta invasión, estos días serán muy jodidamente salvajes. Se los puedo asegurar.

    Mirai-sempai nos está dando las últimas noticias.

    -Son más de los que pensaba. Actualmente, ya contamos con unos trescientos estudiantes. Incluso hubo que poner un límite, puesto que los de Secundaria querían participar. A algunos no hubo manera de convencerlos, así que los pusimos junto a los profesores. Allí estarán más seguros que en ninguna parte.

    -¿Cuántos maestros se han unido? –preguntó Radio.

    -Más de los que esperábamos. Jakuten-sensei discutió un poco, pero al final aceptó. Akagiri-sensei quedó convencido cuando Yuuki se lo pidió. Shinjinfuka-sensei, Kazekami-sensei y la cuidadora del dormitorio femenino, Gyakusatsu Oni, aceptaron de inmediato. Danger y el vigilante del dormitorio masculino, el viejo Kyojin, no abandonan nunca el terreno. Y Kouri no Hauto-sensei, luego de pensarlo un poco, dijo que estaba algo oxidado y le vendría bien.

    -¡Esos son muchos! –exclamé.

    Estoy sorprendido. ¡Nunca pensé que esos vagos realmente decidirían hacer algo al respecto! Me imaginaba que se harían los idiotas para no colaborar, como el director.

    No sé en qué van a ayudar la profesora de ciencias torpe y voluptuosa; el profesor gay que por poco babea a Kazami-kun y Haruka-kun; una enfermera amable y sonriente aún más voluptuosa; el profesor de morales que levantaba las faldas de las chicas con su entendimiento; la mujer del parche que da mucho miedo; el desconfiado del portero que pedía una contraseña tan fácil y estúpida; el viejo que cuida nuestro dormitorio, que se veía más como un sobreviviente de la era de los dinosaurios que otra cosa; y el enano gritón que nos dejó los oídos a la funerala.

    No, no estoy exagerando. En serio, esta gente es así como los describo.

    Joder, diosa mía, ¿podrías hacer algo para traer gente cuerda a este lugar? Sé que no existes, y estas en Secundaria, pero supongo que no es imposible para ti.

    -Daimondai dijo que sería divertido –añadió Aya.

    ¿También tenemos al bromista?

    -Dile que cuide de ti y Ayano-chan, Yamanaka –acotó inmediatamente Mirai-sempai-. Si él se encarga, puedo respirar tranquila –la chica rubia asintió.

    Bueno, parece que no lo tenemos exactamente, pero podrá mantener a las hermanas seguras.

    Ayano dejó escapar un gemido de protesta. Sí, me imagino que debe ser difícil conocer a ese sujeto. Pero, por lo que he oído, no es mala persona. Sus bromas son pesadas, pero divierten a todos. Es alguien muy diferente de Nonomiya, por ejemplo.

    -De acuerdo. ¿Cómo va la línea de defensa? –la líder se ve realmente seria.

    ¿Debería decirle general desde ahora? Sería bien gracioso.

    Mejor no. Si ella se enoja, me dará una paliza.

    -Establecida. Kouri no Hauto-sensei la organizó con ayuda de Takayama-san. Creemos que es sólida, pero no sabemos aún con que fuerzas cuenta el enemigo. Ya he colocado mis centinelas.

    Por la expresión de Kazami-kun al decir esto, aún debe de estar vigilando la entrada de la Academia en este momento. Se le ve nervioso y distraído. Y tiene otra ficha en la enfermería, sin perder ojo de su hermanita, supongo.

    -Intenté colocar uno junto a la entrada del edificio de Archivos, pero Chi no Ken-san se dio cuenta y lo cortó por la mitad. Tiene muy buen ojo –añadió.

    -Me lo imaginaba –murmuró Mirai-sempai.

    En ese momento, una paloma apareció en la ventana. Aya la dejó entrar. Este animal deposito un minúsculo pedazo de papel en el regazo de la chica de cabello azulado. Lo desenvolvió con cuidado, leyendo el contenido.

    -Danger ya está sobre aviso. Dice que puede hacerse cargo de Hanshakaiteki, así que no debemos preocuparnos por enfrentarlo. En ese caso, el único problema será Uragirimono, o alguna otra sorpresa.

    -¿Una paloma mensajera? –pregunté, sorprendido.

    Kazami-kun asintió.

    -Shiro la entrenó. Hizo un muy buen trabajo.

    El chico de pelo blanco no se dio por aludido. ¡Ahora entiendo el porqué lo habíamos traído! No dijo ni una palabra, y creo que tampoco captó ninguna.

    Está rodeado de aves en un rincón. Ayano no deja de echarle ojeadas a cada momento, pero sospecho que es más inofensivo que un cartón de leche, además de tener los mismos colores.

    -¿Y qué dirán de que haya un ave volando por ahí? –pregunté.

    Sonaba un poco peligroso, ya que alguien podría verla, especialmente un entendedor de viento como Nonomiya. ¡Si llegan a leer esos mensajes, se enterarán de todo!

    Mirai-san soltó una risita maliciosa.

    -Ishida hizo correr el rumor por ahí de que tengo un novio. Y como todo el mundo sabe que los animales son de Shiro, sacaran conclusiones. Con eso está todo solucionado.

    Me sorprende que esta chica sea capaz de dar la impresión de que puede tener novio. Pero si todo lo que decían de Ishida Kitsumiya era cierto, el rumor debía de haberse esparcido muy rápido. Esa joven es muy bella, rica, famosa, y por supuesto, popular. Ni hablar de que es tan amigable que todos los estudiantes masculinos quedan encantados.

    Mirai-sempai produce un efecto opuesto, todo mundo la considera exótica y extravagante. Como un bicho raro. Al menos, esa es la impresión que he leído en las caras de todos los demás estudiantes masculinos. Sin contar lo violenta que es.

    -¿Tienes novio? –hice esa pregunta sin pensar. Realmente fue algo muy idiota.

    De inmediato, sin que tuviera oportunidad de arrepentirme antes, recibí una patada en medio de la cara de parte de la líder de Grupo. Incluso en el suelo, ella puso su pie sobre mi estómago, y me dirigió una mirada gélida de esos ojos blanquecinos.

    ¿Debó mencionar que puedo ver sus lindas bragas blancas?

    Mejor no lo digo en voz alta.

    -¿Decías algo? –ningún héroe intentó ayudarme. Ni Kazami-kun, ni Aya, ni Ayano, obvio que tampoco Shiro, y menos Rea…

    ¿Cuándo apareció ella? No la había visto desde el jueves en la noche. Creo recordar algo que sin duda fue un tanto incómodo, así que esa debe ser la razón.

    Aunque seas una Niña Fantasma, puedes avergonzarte. Supongo.

    -¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! –exclamé con rapidez, tratando de parecer lo más patético que puedo.

    Mirai-sempai volvió a sentarse en el suelo, satisfecha por mi humillación. Me levanté con dificultad. Para paliar el dolor de cabeza, bebí un poco del té que había preparado Ayano. Había que admitirlo, estaba delicioso. ¿Qué marca es?

    Rea parecía deseosa de probarlo, a juzgar por lo que podía entrever de su expresión.

    -¿Ayano, podrías servir otra taza?

    -¿Ah? Está bien, Onii-chan.

    Casi escupo el té. Y también estuve cerca de sufrir una hemorragia nasal.

    ¡¿Me había dicho ‘Onii-chan’?! ¡Nadie nunca me había llamado así! Como imaginaba, soy bastante vulnerable a esa clase de ternura. Una niña sonriente que me llama Onii-chan… ¡Tengo que evitar excitarme a toda costa!

    Todos, a excepción de Aya, se quedaron mirando a Ayano mientras iba al armario a buscar la taza. No entiendo porque lo hacen con esas expresiones sorprendidas…

    ¡Cierto! Lo que pasó el jueves. Me lo había olvidado, pero ahora tiene sentido.

    ¿Por qué Ayano me llama de manera tan cercana luego de ese accidente tan desafortunado? No tiene ningún sentido. ¿A alguien se le ocurre una explicación?

    No pude seguir pensando al respecto, ya que la niña regresó con el pedido. Colocó la taza en la mesa, y luego sirvió la infusión milagrosa que ella misma había preparado.

    Intercambié una mirada con Rea. Ella debía entender lo que yo pensaba, pero se puso a negar con la cabeza de inmediato. ¿Hay algún problema?

    -¿No puedes tocarlo? –la Niña Fantasma asintió-. Entonces bébelo. Nadie aquí aparte mío te ve, así que no es para tanto. Y ustedes, no se asusten ni nada –les advertí a todos.

    Todos me miraban con curiosidad, supongo que habían adivinado que sucedía. Ante mi insistencia, nuestra pequeña titán se acercó, se sentó con las piernas cruzadas, y tomó la taza.

    La sonrisa de Kazami-kun se congeló, Mirai-sempai esta boquiabierta, Aya se alejó un poco, Ayano saltó a esconderse, e incluso el chico albino dirigió una mirada.

    ¿No les advertí? ¡Deberían tomarlo con naturalidad!

    Rea se bebió un sorbo. Me dio una sonrisa tan cálida que compensó lo fría que es realmente. Una de verdad.

    ¿Por qué será que sigue apareciendo frente a mí? No me estoy quejando, no me molesta en lo más mínimo. De hecho, es muy interesante. Por eso, tengo mucha curiosidad.

    -Parece que a la Niña Fantasma le gusta tu té, Ayano.

    -¿En serio? ¿Rea-san? –la otra niña se asomó del baño.

    La taza debía de verse suspendida en el aire para ella, y el resto de los presentes. Por eso sus reacciones tan exageradas, supongo.

    Mirai-sempai se recompuso más rápido que los demás, cerrando su boca.

    Una lástima, se veía muy linda con esa expresión sorprendida. Cuando no está golpeándome, ella en realidad puede ser muy moe.

    -Nunca pensé que vería esto. ¡Es increíble! –la líder intentó tocar a Rea, pero su mano paso a través como si fuera aire-. ¿Eh? ¿Se ha ido?

    -No pueden verla ni tocarla tampoco, ¿verdad? Excepto yo, pero no sé porqué. No tengo la menor idea –me pareció que la Niña Fantasma soltaba una risita.

    ¿Sabrá algo al respecto? Si, seguro que lo sabe, pero no me lo dirá por las buenas. Y no sé cómo podría decírmelo, en primer lugar. Había escuchado sus risas, o tal vez me las había imaginado, pero ni una palabra. ¿Los fantasmas invisibles no pueden hablar?

    -Impresionante. Tomonori-kun, eres aún más raro de lo que me imaginaba –hasta Aya se sorprende.

    ¿Tan raro es? Me da miedo pensar que pasaría si alguien se llega a enterar de esto, uno de esos fanáticos de Rea de los que hablo Kazami-kun.

    ¿No me diseccionaran para ver como hago todo esto?

    ¿Eh? Uno de los pájaros de Shiro, algo que parece un gorrión, intenta pararse sobre el hombro de ella. ¡Lo consiguió! Así que hay algunos animales capaces de verla y tocarla, como el perro de ayer.

    Uff, no soy tan raro entonces.

    -Suave… –es la segunda vez que oigo la voz de Shiro, y eso que llevó aquí cuatro días. Ese tono es tan característico que creo que no es posible confundirlo.

    Parece que Rea se ha sobresaltado un poco. Paso una mano frente a los ojos del albino, pero este no reacciona. Por cierto, el gorrión ni se mueve de su hombro, que extraño.

    ¿Suave? ¿Será que ese pájaro pudo sentir la piel de ella, y le dijo a él? Podría ser.

    De cualquier manera, el espectáculo de un ave parada en el hombro de un fantasma es tan extraño que todos los presentes están fascinados.

    -¿Quien lo diría? Estamos aprendiendo tanto de Rea-san, que ya hemos superado a todos esos fanáticos que hablan sobre conspiraciones –murmuró Kazami-kun.

    Lo que me temía. ¡Van a descuartizarme! Tengo que pensar en algo, y rápido…

    -Oigan, tal vez sería mejor que mantengamos esto en secreto antes de que…

    -¡Que egoísta eres, Tsuruya! –me interrumpió Mirai-sempai. Diablos. Por favor, lectores, despídanse amablemente de su protagonista. ¡Voy a ser un sujeto de pruebas!-. La chica más hermosa del mundo, y tú eres tan avaro que no compartes lo que sabes con nadie.

    -¡Ni siquiera puedo verla bien! ¡Es demasiado irrazonable!

    Tuve que esquivar un puñetazo saltando hacia atrás. ¡A este paso, la líder va a matarme primero! ¿En serio la fantasma es tan linda que hasta las chicas se lo reconocen? Casi me la imagino sonrojada. ¿Eh?

    -¿Adónde se fue? –me acabó de dar cuenta que se marchó. El pájaro está aleteando en el lugar, y parece tan sorprendido como yo.

    -No puedes mantener atada a una persona tan vieja, Tomonori-kun –me reprendió Kazami-kun. ¿Tú también? ¿Hoy es el día “Todos contra Tsuruya Tomonori”?-. Sospecho que irá a donde se le da la gana.

    -Sólo quiero entender porqué… ¡Ah!

    ¡Se apareció en frente de mi cara! ¡Literalmente, ella apareció de repente! Parece ser capaz de teletransportarse.

    Está haciendo muchos gestos frenéticos. Parpadeó, pero ella trata de llamar mi atención tanto que llega a sacudirme los hombros. ¡Vaya que es fuerte!

    -Ya regresó. Y creo que trata de decirme algo –avisé, ya que los presentes estaban nuevamente sorprendidos de verme balancearme de atrás para adelante.

    -¿Qué sucede? –preguntó Aya.

    -Denme un momento –pedí, tratando de entender lo que pasa.

    La Niña Fantasma señala a Shiro. Luego afuera.

    Niego con la cabeza, no estoy entendiendo nada.

    Ella señala al gorrión, y luego de nuevo afuera. Hace un movimiento con sus manos, como alas que se baten.

    -¿La paloma mensajera? –asiente. Entonces se toca los ojos-. ¿Vio algo? –asiente de nuevo.

    Entonces se pone recta, y saluda como militar.

    -¿Soldados? ¿Militares? ¿Enemigos? –acierto a la tercera. Señala afuera de la ventana. ¡Ya entiendo!-. ¡La paloma de Shiro vio a alguien afuera de la Academia, y Rea salió a investigar! ¡El enemigo está aquí!

    -¿¡Qué!? ¿Ellos están afuera? No es posible, falta un día completo. Si los descubrimos, su invasión se verá muy mermada. ¿Qué ocurre aquí? ¡Yuuki! –ante la orden de Mirai-sempai, Kazami-kun se concentra.

    Finalmente, abre sus ojos rojos con sorpresa.

    -¡Es cierto! Hay un grupo allá afuera. Está usando algún truco de invisibilidad, pero no es perfecto. Se ven ligeramente las siluetas. Supongo que es muy útil para ocultarse si nadie te está buscando, o si no posees los ojos de un ave –se pone a escuchar con atención-. Están diciendo algo, pero es demasiado bajo. No puedo acercarme más, se darán cuenta.

    -Podría elevar el volumen, pero no sin un micrófono. ¿Podríamos enlazar tu ficha a un aparato? –propuso Radio con rapidez.

    -No lo sé, Radio-san. Pero no perdemos nada por intentarlo.

    -¡Ayano! ¡Rápido, el equipo de sonido! –la niña rubia asintió, y un aparato apareció instantáneamente frente a Aya. Parece una grabadora, pero tiene muchos botones y perillas-. Pon otra ficha en el micrófono. Deja salir los sonidos.

    Kazami-kun sacó otro de sus centinelas, y la colocó encima del pequeñísimo micrófono. Venían unos murmullos ininteligibles de ese pedazo de plástico.

    ¡Ya entiendo porque le llaman genio! ¿Estamos espiándoles desde aquí? Fabuloso.

    -Creo que así debería funcionar. ¡Todos hagan silencio! –Radio giró una perilla, al parecer para subir el volumen.

    Un sonido empezó a venir alto y claro del aparato.

    -…Formación. ¿Han memorizado los planos? –la voz era gruesa y profunda. Parecía tambalearse de tanto en tanto. ¿Sería cosa del aparato?

    -¡Sí! –varias voces a la vez. No pude sacar nada de estas.

    -Uragirimono tiene un equipo, pero son novatos. Úsenlos como escudos si hace falta. La mayoría de los profesores deben de estar en el edificio de Personal, así que no nos acercaremos allí. Trickster, FrostSnow y Kurai Sora los arrinconaran. Los cuidadores de los dormitorios no se alejarán demasiado, así que también los evitaremos. Tal vez allá una fuerza defensiva organizada. Recuerden asegurarse de capturar a ambos objetivos, intactos de ser posible. Son órdenes de arriba. Un solo rasguño en la niña, y se las verán con Pyromancer, ¿les queda claro? –se escucharon unos murmullos asustados. Quien fuera, debía ser peligroso, le tenían bastante miedo-. Kaminari no está. El resto no serán problema. Lo único que debemos hacer es abrirnos paso y cubrirle la retirada al equipo de Uragirimono cuando vuelvan con la información. Eliminad a todos los que puedan. ¡Sin tomar prisioneros! ¡Estén listos, atacaremos a medianoche! –algunos gritos de ánimo. No se volvió a escuchar a esa persona.

    -¿Medianoche? ¿No iba a ser mañana? ¡Diablos! ¡Debí haberlo pensando! ¡Cuando dijo domingo, Nonomiya se refería a las 00:00 horas! –Mirai consultó su reloj-. ¡Tenemos apenas más de una hora para estar listos!

    -¿Qué hacemos? –preguntó Aya.

    Ayano se había escondido en el baño, temblando tanto que la puerta hacia ruido.

    Shiro! ¡Diles a todas las aves que se preparen! –comenzó a marcar papeles con una pluma roja-. ¡Código rojo! ¡Que les lleven estos papeles a todos los miembros de la BACUCE! ¡Ahora mismo! –todos los pájaros, entre especies muy diferentes, tomaron cada uno una nota marcada de rojo y salieron volando con velocidad. La líder se puso de pie-. ¡Yamanaka, Ayano-chan, ni se les ocurra salir de aquí! ¡Esperen a Daimondai! ¡Yuuki, Tsuruya, Shiro, vamos directos al edificio de Archivos, a tratar de ayudar a Chi no Ken!

    -Un momento, por favor, Mirai-san. ¡Hanshakaiteki está volviendo a hablar! –advirtió Kazami-kun.

    Así que esa es la voz del asesino de la locura. Sonaba bastante maligno. Considerando como esta se tambaleaba, podría afirmar que no era cosa del aparato. ¿Por qué hablaba de manera tan rara? Sus tropas no decían nada al respecto, así que debe ser normal.

    -¡Falta apenas más de una hora! ¡Comiencen a beber los néctares de Motto Tsuyoku! ¡Esfuércense, acaben con Ellos, y cumplan la misión! ¡Danger es mío! –el hombre soltó una carcajada maligna muy extraña.

    ¿A nadie le parece extraño que haga algo como eso?

    -¿Incluso Motto Tsuyoku? –se quejó la líder.

    -¿Todos esos alias son de entendedores famosos? –pregunté.

    -No exactamente. Ellos tienen una escuela privada, o algo parecido, en alguna parte de Tokio. Varios guerreros de alto rango salen de allí continuamente. Los alias que mencionó son los genios de esta generación. Motto Tsuyoku, quien prepara unos esteroides que incrementan la capacidad física y mental por unas horas; Kurai Sora, que ennegrece el cielo para provocar tormentas; Trickster, el entendedor más rápido de Japón; Pyromancer, uno de los expertos en fuego más peligrosos y destructivos del mundo; y FrostSnow, que congela a sus víctimas hasta la muerte –aclaró ella.

    Las descripciones de esos sujetos asustaban, y mucho. Empecé a reconsiderar si haberme quedado fue una buena idea.

    -¿Y qué tan fuertes son? –pregunté, empezando a asustarme.

    -Se supone que están, como mínimo, al nivel de Yuuki. Deberían ser capaces de retener por bastante tiempo a los maestros. ¡Tenemos que darnos prisa! El equipo de Uragirimono no podrá pasar fácilmente a Chi no Ken, pero no podemos estar seguros.

    -¡Muy bien, Mirai-san! –Kazami-kun tomo de la mano a Shiro, una vez que todos los pájaros salieron por la ventana, y lo llevó junto a nosotros.

    La ardilla en su bolsillo no paraba de lanzarme miradas fulminantes, como si fuera yo quien estuviera arrastrando al pobre albino a una batalla campal.

    ¿Por qué todo mundo me echa la culpa de cualquier tontería que ocurre? ¿Es mi culpa?


    Salimos a toda velocidad del edificio. Por suerte, la guarda está ocupada poniendo a buen recaudo a las chicas que no se habían ido ni participarían de la defensa, en su mayoría eran niñas de Secundaria y más jóvenes. Si atrapaba a un solo hombre adentro, podía darse por muerto, según lo que me habían mencionado.

    ¡Debieron decírmelo antes de traerme, para empezar!

    La paloma vino volando rápidamente. Mirai-sempai leyó el mensaje, mientras corríamos.

    -¡Hay una tormenta fuera de los limites! Debe ser cosa de Kurai Sora. Y parece ser que Nonomiya y sus matones se desvanecieron en el aire, literalmente. Uso un tornado para cubrirse, y quienes los vigilaban perdieron de vista a su grupo. Aún no han atacado, pero la línea defensiva ya está formada. Resistirán lo que puedan, mientras detenemos a Uragirimono.

    -¡En ese caso, Mirai-san, tenemos que llegar al edificio de Archivos! Las paredes son indestructibles, pero pueden intentar engañar a Chi no Ken… –Kazami-kun se paró en seco-. ¡No encuentro a Kiyoshi! ¡Su cama en la Enfermería está vacía!

    -¿No está? ¿La habrán secuestrado? –preguntó la líder, deteniéndose también.

    -Sus navajas no están. Y no hay ningún destrozo. Takane-san no está tampoco –añadió él. Se me ocurrió una muy buena explicación al escuchar esos datos.

    -Es imposible que se la hayan llevado sin que cortara algo. Y no tenían razón para ir por Takane. Seguramente se olieron que algo no andaba bien y…

    De repente, mientras hablaba, alguien envolvió un brazo alrededor de mi garganta, al tiempo que me puso algo duro en el costado.

    ¿Y este olor? Me parece familiar. Una fragancia corporal muy fuerte y atractiva.

    -¿Kiyoshi?

    -¡Te atrape, Uragirimono! ¡Sé todo lo que has hecho! ¡Vendiste a todos en la Academia, maldito, te voy a cortar en pedazos! –sí, no cabe duda, es Kiyoshi.

    -¡Kiyoshi-chan, es muy obvio que él no es Uragirimono! –la reprendió Mirai-sempai, quitándole la navaja y obligándola a soltarme-. Tsuruya lleva menos de una semana aquí, y ese traidor nos ha estado vendiendo por meses. ¡Sacaste conclusiones muy rápidas! Además, ¿qué estás haciendo? ¡Deberías estar descansando bajo custodia!

    -Pero… Mirai-nee, no puedo quedarme tirada sin hacer nada mientras pelean. No quiero que tú y Onii-san salgan heridos –tenía una carita tan tierna que casi le perdone el haber querido matarme ya por cuarta o quinta vez. Casi-. ¡Quiero hacer algo! ¡Aunque rompa mi promesa con Haruka-sempai! –un instante después de decir eso, se paralizó, como si se le hubiera escapado algo que no debía.

    -Y hablando de ello, ¿dónde está Amano-sempai? –preguntó Takane, que al parecer venía siguiendo a esta Yandere con grave complejo de hermano.

    -Seguramente en primera línea, preparando nuestras defensas. Así es él –sugirió Yuuki. Takane, luego de escucharlo, salió corriendo hacia cualquier lado, probablemente buscándolo-. ¡Takane-san, la línea de defensa esta frente a la fuente!

    La chica debió oírlo, porque cambió de dirección de inmediato.

    -¿Estás segura de lo que dices, Kiyoshi-chan? Ten en cuenta que podría haber gente más poderosa que Nonomiya Jun. Si vienes, podrías resultar una carga, y Yuuki terminaría herido protegiéndote –Mirai-sempai expuso una razón tan sólida que no había nada para objetar.

    Un momento, yo soy aún más débil e inexperto que esta niña. ¿Qué se supone que voy a hacer si nos topamos con uno de esos tipos? Diablos, estoy comenzando a sudar frío.

    -¡Eso no pasara! ¡Si alguien intenta atacar a Onii-san, yo seré su escudo humano si es necesario! –a Kiyoshi no le falta valor, sólo sentido común. ¿Todas las lolis están así de chifladas?-. ¡No me queda nadie más! Si pierdo también a Onii-san, Mirai-nee y Shiro-chan, ¿qué voy a hacer?

    No, en serio, tengo que aclararlo: Cuando veo a esta niña con lágrimas en esos ojos rosados, me dan ganas de abrazarla. ¡Es demasiado tierna! Aunque sé que va a convertirme en lonchas después de eso, la tentación es fuerte.

    -Si estas así de decidida, no hay mucho que pueda hacer –abdicó la líder-. Hanshakaiteki ha ordenado que te atrapen sin un rasguño, así que tenerte con nosotros podría ser beneficioso. No intentaran atacarnos si estas cerca –me dirigió una mirada un tanto atemorizante-. Y recuerda que Tsuruya también es parte del Grupo S, lo quieras o no.

    Kiyoshi inclinó el perfil para verme de reojo, con una mirada despreciante.

    ¿Necesitaba hacer la pose de Studio Shaft para verse bien, o le salió naturalmente?

    -Sigo pensando que es un traidor o un espía.

    Tal parece que ahora ni siquiera me dirige la palabra. ¿Qué pasara por su cerebro? Daría una fortuna por conocer sus pensamientos.

    -En todo caso, mejor nos damos prisa. Tal vez podamos atrapar a Uragirimono con las manos en la masa –nos recordó Kazami-kun, todavía sujetando la mano del albino.

    La líder asintió, y lidero la marcha apresurada, seguida de cerca por este imbécil sonriente que jalaba a un niño pálido, el cual era escoltado por su hermanita loli Yandere, y yo al final, pensando en cómo me había metido directo en este lío.

    Y a todo esto, ¿adónde se metió Rea?


    (Cambio de Narrador: ¿¿¿)

    Sentado en una silla plegable, ubicada justo luego de atravesar la puerta, esta Chi no Ken.

    Su cabello largo, negro y lacio, le colgaba en una cola de caballo por la espalda. Su vestimenta consiste en jeans y una camiseta de mangas cortas. Sus zapatillas están sumamente desgastadas. Tiene las piernas cruzadas y los ojos cerrados. Parece que estuviera meditando, pero su katana está al alcance de su mano, apoyada contra la pared.

    Nadie ha entrado al edificio de Archivos desde que él esta apostado allí.

    Parece un samurái moderno. De hecho, su técnica es muy similar.

    Su verdadero nombre es Amamoto Kazuhiro. Tiene 24 años. Actualmente, luego de entrar en carrera desde hace ocho meses, ha derrotado a todos los oponentes que se cruzaron en su camino con aparente facilidad. Esta aspirando a ser un Gran Maestro.

    Sin embargo, debido a que aún no ha tenido ningún combate muy llamativo, no es uno de los favoritos de esta generación. En el pasado, más de un Gran Maestro no se distinguió en un principio, así que ese último dato no le preocupa.

    Se escucha un sonido en las sombras proyectadas por el gran edificio.

    Sí, hay alguien ahí.

    Toma su katana, Nagato, cerca del mango y vigila con cuidado. No puede distinguir quién es, ya que se oculta con habilidad de las farolas eléctricas.

    -Si te acercas dos pasos más, te cortaré –advirtió el hombre, sin perder la compostura.

    Probablemente esté pensando que podría tratarse de un estudiante que tiene poco sentido del peligro. Sin embargo, la figura da otro paso. Kazuhiro pone el pulgar en la empuñadura y revela un milímetro de la hoja.

    La persona en la sombra es muy alta. Y su Espacio es excelente, no hay ni un rastro de entendimiento. Que un estudiante sepa hacer eso es muy difícil.

    El samurái se pone ceñudo.

    -Eres de Ellos, ¿verdad? Si, sospechaba que vendrían, con o sin ilusión alrededor. Aún puedes irte. Pasaré por alto esta situación, te daré la oportunidad de retractarte.

    Sin embargo, la figura avanza otro paso.

    La persona oculta no piensa retroceder. Ya ha dejado claro que no se retractara.

    Velozmente, tan rápido que un testigo apenas alcanzaría a ver el movimiento de la hoja, el samurái lanza un tajo lateral. En una fracción de segundo, no sólo ha acortado la distancia lo suficiente para cortar a su objetivo con la punta de su katana, sino que aprovechó las sombras para cubrirse también, atento a un contraataque.

    Sin embargo, se escucha un rechinido metálico, y la hoja resbala sobre el cuerpo del intruso.

    Kazuhiro salta hacia atrás de inmediato, analizando la situación. Su objetivo ha usado un entendimiento para cubrirse, de eso no hay duda. Está muy seguro de haber tocado el torso del sujeto. O es una barrera, o algún tipo de armadura.

    Considerando el sonido metálico, calcula que lo más probable es la segunda opción.

    -¿Es todo? –por fin habla la figura escondida.

    Avanza nuevamente, y su cuerpo queda parcialmente al descubierto. Nagato ha cortado la ropa, se aprecia el desgarro en su estómago.

    Pero no hay marca alguna en su piel.

    Kazuhiro envaina la espada. Se le ve pensativo.

    -No. Quería probar si merecías la pena. No lo hiciste nada mal. Incluso con mi velocidad y fuerza aumentadas, pudiste defenderte. ¡Sin embargo, esta vez no me contendré! –pone la mano sobre la empuñadura.

    Su técnica más fuerte con Nagato es un desenvaine. Aumentando su fuerza y velocidad varias veces, consigue un impacto increíble que corta hasta el acero templado.

    Sin embargo, esto no es nada más que un apoyo para su entendimiento.

    Nagato es una auténtica katana japonesa antigua. Le fue heredada a Chi no Ken por su difunto abuelo. Es su arma principal, y también la única.

    Cuando toca la sangre del enemigo, aunque sea nada más que un minúsculo corte, comienza a absorber el líquido vital como una sanguijuela, y a un ritmo muy elevado. Asimilando la sangre, la espada utiliza el volumen para hacerse más pesada, aumentando la potencia de los cortes. Además, el calor se transmite al arma, el hierro repara cualquier mella, los aceites la lubrican, y adquiere un color rojizo.

    El resultado es una katana pesada, lubricada, y caliente.

    Si se suma todo esto a la anemia repentina por la sangre perdida en la victima sorprendida, se conforma una técnica muy poderosa. Esa es la razón de que Kazuhiro no haya perdido nunca.

    -Inténtalo –lo reta el hombre escondido, y su voz delata que sonríe.

    Molesto, el samurái desenvaina y lanza toda su experiencia y potencia en este tajo descendente. La fuerza es tal que una persona normal sería severamente cortada a la mitad fácilmente.

    La corriente de aire generada por el vertiginoso ataque sacude los alrededores.

    Sin embargo, en cuanto la hoja impacta en el hombro de la figura, se quiebra a la mitad con un chasquido.

    Chi no Ken sólo tiene tiempo de sorprenderse, pues la figura lo atrapa de inmediato por su delgado cuello. Se ve levantado del suelo por su oponente, que es un auténtico gigante que se acerca a los dos metros de altura.

    Con sus ojos acostumbrados a la oscuridad, por fin puede vislumbrar el rostro de esa persona.

    -No… No puede ser… ¿Qué estas…

    Sin una palabra más, el gigante cierra su mano con una fuerza inmensa. El cuello de Kazuhiro hace un desagradable sonido, y se tuerce de manera antinatural.

    Deja caer el cadáver al suelo.

    -Estos niños de hoy siempre creen ser tan fuertes, sólo porque juegan con otros niños. Ninguno sabe lo que es una batalla de verdad.

    Luego de pronunciar estas palabras al cuerpo, sube los dos escalones, y desaparece en el interior del edificio.

    Me arrodillo sobre el samurái asesinado. Delicadamente, pongo las piezas de Nagato sobre su pecho. Luego reviso en su bolsillo, sacando un viejo teléfono celular.

    Si, lo que necesitaba.

    Hice una leve inclinación y puse mis palmas juntas, en señal de respeto.

    Lo siento, Chi no Ken, no pude ayudarte. El enemigo que enfrentaste era demasiado para ti. Sin embargo, te puedo asegurar que no se saldrá con la suya. Y este teléfono es la prueba de ello.

    Sé que Tomonori y sus compañeros del Grupo S pueden hacerlo. Y, aunque me lo he prohibido anteriormente, ya no puedo contenerme. Los ayudaré.

    He estado demasiado tiempo al margen.

    Todos me buscan. Pero alguien que no me busco, logro encontrarme. O, mejor dicho, yo lo encontré a él.

    Porque soy a quien los entendedores conocen como Rea.

    Continuará…


    Miembro 0: Rea

    Alias: Niña Fantasma.
    Nombre: Desconocido.
    Fecha de Nacimiento: Desconocida (cerca de 1000 años).
    Origen: Desconocido.
    Apariencia: Mujer. Hermosa.
    Tipo de Sangre: Desconocido.
    Ocupación: Fantasma. Creadora de entendedores.
    Afiliación: Desconocida.
    Carta del Tarot: Negro 1 (El Pacto).
    Fetiche: ¿Acosar a Tsuruya Tomonori?
    Tipo de Entendimiento: Desconocido.
    Clasificación: Desconocida.
    Técnicas: Invisibilidad total, Espacio perfecto, intangibilidad, movimiento instantáneo.
    True Understanding: Desconocido.
     
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    LordSombras

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    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
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    Clasificación: El nivel de poder y complejidad de los entendimientos se clasifica según un rango especifico, que depende del Tipo, habilidad, técnicas, y sus aplicaciones. Los diferentes rangos, de menos a mayor, son estos:

    Básicos: Entendedores que no poseen ninguna habilidad. En todo su periodo de vida, nunca podrán aprender más allá de las cuatro formas básicas. Una de cada mil personas.

    Regular: Poseen una habilidad, pero no esta desarrollada. Sólo pueden utilizar una o dos técnicas, como mucho. Se sub-clasifica de Tercera a Primera clase. Una de cada diez mil personas.

    Especial: No sólo tienen habilidad, también han diseñado múltiples técnicas alrededor de esta. también se sub-clasifican. Una de cada cincuenta mil personas.

    Genio: Personas con un talento notorio e incomparable a los anteriores. Los criterios para clasificarlos con este rango dependen del Tipo, y otros factores. Una de cada millón de personas.

    Genio Superior: Escala superior del anterior. Se da cuando su nivel alcanza la categoría de genio sin usar su habilidad a toda potencia. Una de cada diez millones de personas.

    Genio Raro: Poseen habilidad muy inusuales y potentes, extremadamente codiciados. Sus capacidades son únicas. Una de cada cincuenta millones de personas.

    Monstruo: Un pie más allá de los conceptos humanos. Poseen talentos tales que destruyen lo que se conoce como 'Realidad'. Cada uno de ellos es capaz de alterar el Orden Mundial, y retorcer las Leyes del Universo de maneras increíbles. Sólo una docena de personas en el mundo.

    Notas del Narrador: Creo que con este apéndice se va a entender mejor el objetivo de esta Academia. Si han hecho cuentas, se nota algo extraño, ¿no es así?

    Notas del Narrador 2: ¿A qué te refieres, Mirai-nee? Mmm... ¿No hay muchos genios en la Academia, teniendo en cuenta que esta tiene unos mil alumnos?

    Notas del Narrador 3: Por supuesto, Kiyoshi-chan. Ese es el punto. Encontrar a todos los genios que podamos, y trabajar el talento de los estudiantes para crear más. De hecho, sospecho que hay algunos genios más por ahí, que todavía no quieren ser reconocidos como tales.


    Notas del Narrador 4: Ah... ¿En serio? Nunca lo habría imaginado...


    Notas del Narrador 5: ¿Kiyoshi-chan? ¿Acaso me estas ocultando algo?

    Notas del Narrador 6: Ugh... ¡No, para nada! Jeje... Jeje...





    Capítulo 10: Identidad


    Nos detuvimos.

    ¿La razón? El cadáver de Chi no Ken.

    -Le han quebrado el cuello. Muerte instantánea. Su espada está rota –murmuró Mirai-sempai, inclinada sobre el cuerpo.

    Todo mundo decía que este tipo era fuerte. ¡Y ya lo mataron! Tengo un mal presentimiento de toda esta situación.

    ¿Alguien le avisó del ataque? Sospecho que no, si es cierto todo lo que se contaba por ahí. Nadie quería ni hablarle, le tenían miedo.

    -No hay sangre en el suelo o la hoja. Quien lo asesinó no sufrió corte alguno. Ya debe estar dentro. Desafortunadamente, tenemos otro enemigo muy poderoso al cual enfrentar –ella se puso de pie-. No me gusta, para nada. ¿De dónde salió otro enemigo así de poderoso?

    -¿No será obra de Uragirimono? –preguntó Kiyoshi.

    -No –negué. Haciéndome señas, la Niña Fantasma intentaba decirme lo que había sucedido. Me costaba un poco descifrarlas, pero la expresión de su rostro ayudaba mucho-. Lo mataron con fuerza bruta. Nonomiya mencionó que Uragirimono usa fuego. ¿No había uno de esos genios que hacía algo parecido?

    Por alguna razón, no siento nada de nada al estar junto a un cadáver tan mórbido. ¿Demasiados videojuegos violentos? ¿Mucho anime gore? Bueno, hay que admitir que se ve horrible, pero no tanto para impresionar del todo. ¿Por qué tanta gente se trauma con cadáveres?

    Sólo son pedazos de carne. Nada más, ni nada menos.

    -Pyromancer –aclaró Kazami-kun. No demuestra ninguna emoción en particular, parece que no le afecta tampoco-. En la entrada, Hanshakaiteki afirmó que tendrían que enfrentarse a él si lastimaban a Kiyoshi. Entonces, Pyromancer es Uragirimono, probablemente.

    -¡Bien pensado! Se merecen un premio. Cuando termine este asunto, me encargaré que reciban una recompensa –afirmó la líder, sonriente. A ella tampoco le afecta.

    ¿Recompensa? Esperen... ¿Esta es una Death Flag? ¿¡A quien se le ocurre establecer una de esas antes de ir a una situación de vida o muerte!? ¡Es una horrible idea!

    Ah, pero... No establecerla TAMBIÉN es una Death Flag... Joder, no sé qué hacer. ¿Lo hago o no?

    A la mierda, vamos a hacerlo, no es que me pierda de nada. Descartemos inmediatamente cualquier cosa pervertida. Seguro que ella me mataría si pido algo como eso. Y no es que sea mi tipo exactamente, pero sigo siendo hombre. Es imposible no mirar ciertas partes de su cuerpo bien desarrollado, a escondidas por supuesto.

    En todo caso, hay algo que quiero saber.

    -Si sobrevivimos… ¿Me dirás tu nombre, Mirai-sempai? –ante mi petición, su rostro se puso ligeramente rosado. ¿Tan vergonzoso podía ser su nombre?

    ¡Si, definitivamente acerté! Sospechaba que podría tener una reacción de ese tipo. Hacerla ver avergonzada vale cualquier precio.

    -¡Sólo si sobrevives! Y Yuuki, ¿qué quieres tú? –dejó escapar entre dientes, mirándome fijamente.

    Darías miedo, líder, pero tu rostro carmesí es demasiado adorable.

    -Que me perdones, Mirai-san –dijo ese idiota, con su sonrisa de oreja a oreja.

    -¿Por qué?

    -Sé quién es UragirimonoMirai-sempai, Kiyoshi y yo nos sorprendimos de inmediato.

    ¡¿Lo sabías?! ¿Por qué no nos dijiste nada?

    Estaba a punto de preguntar, pero se nos adelantó.

    -Me acabo de enterar hace unos minutos. He tenido una sospecha durante estos días, así que investigué. Sin embargo, no hubiera cambiado nada que se los dijera. Lo encontré con mis centinelas. Efectivamente, su entendimiento usa el fuego, así que debe ser Pyromancer, que se infiltro con mucho cuidado. Se ha aliado a Nonomiya. Diseño todo este plan. Y está enamorado de Kiyoshi.

    -¡No pienso corresponderle! –se quejó la loli de inmediato.

    Por alguna razón, me parece que no está enojada. Más bien, diría que es un capricho. Su cara lo dice todo. Cuando está enojada, sus cejas se ponen de una manera distinta.

    -¿Sabías todo eso y no nos lo dijiste? –Mirai-sempai tampoco parecía tan enfurecida como me lo esperaba. ¿Será que Kazami-kun hace estas cosas más seguido de lo que me imagino? Si fuera yo, ya me hubiera golpeado-. Te perdonare luego de saber quién es. Y quiero saberlo ahora mismo…

    De repente, el cielo cambia. Por un instante se tiñe de violeta intenso. Y luego vuelve a ser el cielo nocturno de siempre.

    La líder, de inmediato, sale corriendo en otra dirección.

    Por un leve instante, veo mucha preocupación en su rostro.

    -¡Dímelo después! ¡Nos veremos pronto! ¡Asegúrense de salir vivos de está! –gritó, mientras corría como si no hubiera un mañana.

    -¿Qué fue eso? –pregunté.

    Ella reaccionó después de ver esa anomalía. Lo que fuera, la preocupó hasta el punto de que esta misión se convirtió en secundaria.

    -Danger es el padre adoptivo de Mirai-nee –explicó Kiyoshi-. La barrera de Espacio e ilusión creada por él debe haberse roto. ¡La invasión ha comenzado!

    -Ella es huérfana, al igual que nosotros dos. Su padre está desaparecido, y su madre murió cuando era niña. Tiene tres hermanos mayores, pero uno de ellos desapareció con su padre, y los otros dos la rechazaron debido a las turbias circunstancias de la muerte de su madre. Considera a Danger como alguien irreemplazable en su vida. Si está enfrentando al asesino de la locura, Hanshakaiteki, no hay manera de que lo dejé solo –añadió Kazami-kun-. Bueno, eso quiere decir que estamos solos. Vamos. Tenemos que llegar para alcanzar a Uragirimono y Nonomiya. Y hay que tomar precauciones, no sé quién podría ser el poderoso entendedor que mató con tanta facilidad a Chi no Ken.

    -¿Y no puedes decirnos quién es Uragirimono, o Pyromancer, en todo caso? –pregunté.

    Los cuatro comenzamos a correr, subiendo las escaleras. No había rastros de nadie en este piso. Sin embargo, en la capa de polvo del suelo había huellas, y parecían de un grupo completo. Probablemente, la banda de Nonomiya.

    Nos detuvimos luego de que Kazami-kun lo hiciera. La Niña Fantasma llegó antes que nosotros, probablemente con su teletransportación, ya que no recuerdo que nos estuviera siguiendo.

    -Lo verán por sí mismos en cuanto lleguemos al piso de arriba –se justificó el chico sonriente. Noté que estuvo subiendo las escaleras sin mirar, y recién ahora acaba de abrir sus ojos de ese tono rubí tan raro. ¿Estará espiando el edificio con sus fichas?-. Están arriba, recorriendo las habitaciones. Parece que montan guardia. ¿No irán por la información?

    -Tal vez estén esperando a que quien mató a Chi no Ken se encargue, y luego lo escoltaran a sus aliados –sugerí.

    Rea me dio la razón, asintiendo. Supongo que no hay que preocuparse por ella, no pueden verla ni tocarla. Es quien menos peligro corre en este instante.

    ¡Soy yo quien necesita protección!

    -En ese caso, aunque logren obtenerla, si los esperamos aquí podemos emboscarlos. No hay otra salida, y las paredes y los cimientos son indestructibles. ¿Qué les parece el plan? –sugirió Kazami-kun, sonriente.

    Yo no estaba muy seguro. Sonaba a una pésima idea. Demasiadas cosas podían salir mal.

    -¡Onii-san siempre tiene los mejores planes! –chilló Kiyoshi, más fuerte de lo que me parecía prudente.

    La Niña Fantasma asintió.

    Shiro no reaccionó en lo absoluto.

    Supongo que son dos a favor y una abstinencia.

    -Está bien –accedí.

    No sé mucho de peleas de este tipo, así que mejor le dejare al más experimentado que resuelva la situación.

    ¿Eh? ¿Por qué Rea está señalando por la ventana? Me acerqué a mirar.

    -¡Tenemos panorama completo del ataque desde aquí!

    -¿En serio? Sólo hemos subido un piso. Tal parece que los rumores son ciertos –murmuró Kiyoshi, asomándose a la ventana.

    Su movimiento tan rápido me sobresaltó. ¡Pensé que iba a tratar de acuchillarme de nuevo! Afortunadamente, ni siquiera me prestó atención. ¿Se olvidó de mí? Bueno, lo prefiero a tenerla tratando de cortarme el cuello. Creo.

    -¿Rumores? –pregunté.

    Ciertamente, es raro que podamos ver todo el patio con sólo subir un piso. ¡Hasta puedo ver el techo de los demás edificios! ¡Eso no tiene ningún sentido!

    -Se dice que, por razones de seguridad, este edificio en particular fue modificado con entendimiento –explicó Kazami-kun-. Por lo que escuché, cada piso que subimos vale por cuatro, aunque no entendí completamente a que se referían. ¿Tal vez la altura sea cuatro veces más alta? ¿O son cuatro veces más largos? No estoy seguro, pero parece que nos servirá para ver la batalla de forma más dinámica. ¡Se ve muy violenta!

    Era poco para decir de lo que estaba ocurriendo. Realmente, se queda corto.

    Había montones de reflectores iluminando la Academia Jikû, dejándonos ver toda la situación con mucha claridad.

    Nuestros voluntarios estaban formando una línea de muchas personas, todas ellas usando barreras pegadas unas contra otras. Los atacantes estaban utilizando un método similar, pero más dispersos.

    Ya veo a lo que Mirai-sempai se refería con que todo el mundo sabía hacer barreras.

    La gente de Ellos vestía alguna especie de trajes ceñidos al cuerpo, de color negro azulado, lo que evidenciaba que había algunas mujeres entre ellos. Todos llevaban máscaras antigás, con un motivo muy extraño de calaveras.

    Ambos bandos disparaban con montones de armas de fuego en una salvaje contienda de la que no podíamos oír nada. ¿Las paredes están insonorizadas? Eso no estaba en los otros edificios.

    Debe ser para que nadie escuche las conversaciones secretas en este lugar, supongo.

    -¿Por qué están usando armas? Pensé que luchaban con entendimiento –pregunté.

    Me extraña mucho ver que lograron conseguir todos esos rifles y pistolas en un país como Japón.

    Ah, claro, organizaciones secretas que controlan al mundo. Casi lo olvidé.

    -¡No seas tonto, Tomonori-sempai! Es más fácil morir por un disparo que por una habilidad complicada. Sólo los presumidos o los muy fuertes no usan armas. ¡Esto no es anime! –me amonestó Kiyoshi.

    ¡No veo que tú uses armas además de esas navajas, loli Yandere!

    -Ciertamente, apoyarse con toda la tecnología militar que se pueda conseguir es muy útil. No todo el mundo tiene poderes utilizables en combate, por lo que las armas son algo básico. Últimamente, por culpa de ese Gran Maestro chino con esa habilidad tan molesta, parece que el contrabando pasa muy fácilmente a Japón, incluyendo muchas armas –volvió a explicar Kazami-kun, agarrándose la barbilla.

    -¿Y eso que es? –murmuré, señalando arriba.

    La tormenta en el cielo, que ahora era claramente visible debido a los reflectores, parecía moverse en dirección a nuestros voluntarios. Era demasiado baja para ser un fenómeno climático normal.

    De entre las nubes oscuras surgieron tres figuras masculinas. Los trajes y máscaras ya nos decían claramente a que bando pertenecían. Estaban volando en dirección al edificio de Personal.

    -Deben de ser Kurai Sora, Trickster y FrostSnow. Por lo que he oído, Motto Tsuyoku tiene un rol de soporte más que de guerrero. Pero esos tres son muy poderosos enemigos –afirmó Kazami-kun.

    La figura central, el más alto, alzó las manos. Hizo unos extraños gestos, como si estuviera moviendo algo con ellas. Inmediatamente, la tormenta detrás de él comenzó a abrirse como un monstruo negro. Un enorme tornado surgió de ella, dirigiéndose a los estudiantes voluntarios.

    Tragué saliva. ¡Era diez veces más grande que el que Nonomiya iba a usar con Kiyoshi el miércoles! ¡No hay manera de que alguien sobreviva a eso!

    Afortunadamente, el monstruoso tornado no les alcanzo.

    Un torbellino similar, girando en sentido opuesto, surgió sobre las cabezas de los defensores. El choque monumental sacudió el campo de batalla, haciendo un ensordecedor estruendo… O eso parece, porque no podemos oír nada de nada.

    Muchos giraron la cabeza hacia arriba, sorprendidos, pero no hubo mayor peligro. Ambos tornados se superpusieron, girando en sentidos opuestos, por lo que se disolvieron en un montón de brisas fuertes, pero inofensivas.

    Kurai Sora midió a su oponente, nuestro profesor de morales, Kazekami-sensei. El hombre se limpió las manos enguantadas con un pañuelo blanco, sin prestar atención a la batalla. Parecía más preocupado porque sus guantes de cuero estuvieran relucientes.

    Su cara de pervertido era tan obvia que daban ganas de golpearlo. ¿Por qué todavía pone esa expresión incluso en esta situación? ¿No debería ser más serio?

    De inmediato, el invasor de la derecha aterrizo en el suelo, ¡y luego estaba de repente justo frente al maestro! ¡No pude ver su movimiento!

    Trickster! ¡Es el entendedor más veloz de Japón! –explicó Kazami-kun rápidamente.

    El sujeto iba a golpear al profesor, pero desapareció de nuevo y reapareció en una esquina del techo. Sus movimientos eran imposibles de captar, al menos para mí y mis ojos humanos ordinarios.

    Justo frente a Kazekami-sensei había una cruz rojiza, como de pintura rojo sangre. No sé lo que sea, pero por alguna razón, Trickster evitó inmediatamente esa cosa.

    Akagiri-sensei, el maestro de matemáticas, bajo las manos. Por sus gestos, y su alias tan obvio, sospecho que esas marcas rojas son cosa suya.

    Metió las manos en sus bolsillos, sonriendo como idiota, y comenzó a caminar hacia Trickster, sin parecer siquiera preocupado por la situación.

    Kurai Sora, aún volando, levantó repentinamente a tres de sus compañeros en el patio con ráfagas de viento, y los depositó en el techo. Debía ser una estrategia planeada, ya que los sujetos estaban listos y rodearon a Akagiri-sensei.

    El primero tenía unos brazos anormalmente musculosos, el segundo adoptó una pose muy veloz de artes marciales, y el tercero cruzó ambos brazos con una chispa metálica. Debían de usar entendimiento de musculatura, velocidad y endurecimiento, respectivamente.

    Sin inmutarse, el profesor saca la mano izquierda del bolsillo y la agita tres veces, y aparecen tres marcas rojas similares a las anteriores. Estas pasan por encima de los cuerpos de los tres enemigos.

    Un instante después, son cortados a la mitad.

    Sus cuerpos caen al suelo, partidos como si una guillotina invisible hubiera caído sobre ellos. El suelo se llena de sangre rápidamente, además de los órganos de cada uno de ellos. Hasta puedo notar la expresión de incredulidad que tienen, como si no hubieran imaginado un resultado como esté.

    Ahora ya entiendo porque Trickster no se dejó atrapar por esas marcas rojas.

    -¡Son muy poderosos! –murmuró Kiyoshi con admiración-. Kazekami-sensei le enseño a Nonomiya-sempai a manipular el viento. Akagiri-sensei corta el Espacio con su mano, invalidando cualquier defensa.

    Joder, eso explica bastante.

    Así que el duelo entre Kurai Sora y Kazekami-sensei será una guerra de ataques súper poderosos. En cambio, no encuentro manera de que Trickster llegue hasta Akagiri-sensei. No importa que tan rápido sea, terminara cortado como esos tres tipos.

    De repente, la tercera persona baja al techo, en medio de sus camaradas caídos. Apenas sus pies hacen contacto, un círculo completo se llena de escarcha y nieve. Los cuerpos de los tres comienzan a ponerse azules, luego blancos. La sangre ya está solidificada.

    Los invasores ya no se mueven. Tal parece que acaba de sepultarlos en hielo.

    Sin duda él es FrostSnow. No es difícil darse cuenta.

    De inmediato, empieza a correr hacia los dos maestros. Alrededor suyo sigue congelándose el suelo, extendiéndose sin parar. ¿Podría ser que su poder le permite congelar todo dentro de un cierto rango? Tal parece que mide unos dos metros de diámetro.

    Los maestros retroceden rápidamente, alejándose del hielo.

    No están huyendo.

    Desde la parte trasera aparece otra persona. ¿Esa es la profesora de ciencias? Sí, es la torpe mujer de los pechos gigantes.

    Convenientemente, no está tropezándose ni nada parecido esta vez.

    FrostSnow comienza a agitar las manos, lanzando olas de frío que congelan el techo alrededor. Tal parece que puede extender su habilidad alrededor si de verdad lo quiere, pero aún se mantiene esa aura helada que congela todo a su alrededor.

    Sin embargo, en cuanto la profesora entró en la zona congelada, esta retrocedió rápidamente. Sus zapatos jamás tocaron el hielo que podría haberle provocado síntomas graves de congelación.

    Incluso cuando ella sigue acercándose, el área se descongela a su paso. Y se vuelve a congelar apenas pasa. Sin duda, se trata de algún poder de la misma Jakuten-sensei, pero no puedo entender cómo funciona exactamente.

    -¿Anula el entendimiento? –pregunté.

    Kazami-kun niega con la cabeza.

    -Eso es imposible. Anular el entendimiento de alguien más sólo es posible si conoces su habilidad, o a la misma persona, perfectamente; así que sólo sirve con esa técnica específica. La profesora usa un sistema desconocido que le permite adivinar donde están las fallas de sus poderes, aunque ahora que lo veo parece más probable que pueda provocarlas. Nadie sabe cómo funciona. Es parte de su habilidad, el miedo a enfrentarte a un poder desconocido.

    Mientras tanto, en la batalla, FrostSnow intenta esquivar a Jakuten-sensei. Ella va a golpearlo con un bastón aturdidor eléctrico que acaba de aparecer en su mano, pero Kurai Sora lanza una ráfaga de viento y lluvia que detiene a la maestra, y permite que su compañero ponga distancia.

    -Como dato adicional, Daimondai posee alguna técnica similar, o un método más complicado. Ya ha alterado muchos entendimientos en la Academia, y nadie sabe cómo lo hace. Mis centinelas nunca lo pudieron ver –añadió Kazami-kun.

    Hay algo aún más incomprensible que eso: ¿¡Cómo sabes tantas cosas!?

    Sin previo aviso, Trickster aparece justo enfrente de Jakuten-sensei, pero es nuevamente detenido por líneas rojas en el aire, cortesía de Akagiri-sensei. FrostSnow intenta contrarrestarlo, pero Kazekami-sensei lo aleja con una técnica similar a la de Nonomiya, haciendo circular tornados alrededor como un juego pinball.

    Y cuando miro a Kurai Sora, para ver qué hará al respecto, notó que está viendo en nuestra dirección. ¿Eh? ¿Podrá vernos desde tan lejos, volando en el aire? Tal vez crea que somos el equipo que iba a robar la información.

    No hay manera de que nos reconozca a esta distancia, ¿verdad?

    -¿Kurai Sora nos está viendo? –preguntó Kiyoshi. Ella, a mi lado, también se había dado cuenta-. ¿Qué hace? ¡Cuidado!

    En lo que me distraje, apenas un segundo, ese sujeto que volaba por el aire nos había arrojado un rayo.

    No, no bromeo. Literalmente, un rayo muy largo apareció en su mano en forma de jabalina, y nos lo arrojó.

    ¿Qué hacemos? ¡No hay mucho tiempo, unos segundos, como máximo!

    Sin pensar, tomó a Kiyoshi del brazo con mi mano izquierda, y agarró la muñeca de Kazami-kun con la derecha. Él todavía está sujetando a Shiro con su otra mano.

    Miró a Rea un instante, y ella me entiende, pues pone una mano en la ventana y esta se quiebra instantáneamente en miles de trozos.

    Salté por la ventana, arrastrando a los demás.


    ¡El suelo se ve demasiado lejos! ¡Joder, vamos a morir!

    Y por suerte, Kazami-kun reacciona rápido, y sus fichas se nos pegan a los pies. De inmediato, todos estamos flotando por el aire.

    Obviamente, esto era parte de mi plan, porque saltar a la muerte no habría sido mejor que recibir ese rayo, ¿verdad?

    -Bien pensado, Tomonori-kun. Si eso nos hubiera acertado estaríamos en problemas –me dijo este chico despeinado.

    Observó la ventana de la que acabamos de saltar. Parece que la insonorización no se vio perturbada en lo absoluto, ya que no oí nada, o habrá sido por la adrenalina.

    El lugar donde estábamos hace un instante está destruido. La pared tiene un enorme agujero, todo está ennegrecido y con algunas llamas, y el techo por poco se cae abajo.

    -¿No era indestructible? –pregunté.

    -El anterior director sólo hizo las paredes exteriores de esa manera. Las interiores son normales, creo –aclaró Kazami-kun-. Parece que Kurai Sora no reconoció a Kiyoshi a la distancia. No habría tratado de matarnos si así fuera. Debió pensar que éramos enemigos intentando atacar a sus aliados. ¡Tomonori-kun, dime si intenta algo más!

    -¡Esta ocupado en este momento! –respondí.

    Jakuten-sensei casi atrapaba a Trickster, así que Kurai Sora estaba deteniéndola con una lluvia de granizo. Parece que no puede ni darse un segundo de respiro para revisar si su rayo hizo el trabajo indicado.

    -Bien. Creo que con todo esto, nuestra emboscada ya no dará resultado. El equipo de Nonomiya ya habrá oído y estarán alerta. Lo mejor será que ataquemos directamente al grupo de Uragirimono. Iremos al pasillo contiguo. ¡Prepárense! –ordenó él.

    Un momento, ¡no podemos ir así sin más! ¡Todo el grupo de Nonomiya, más Uragirimono, debe estar ahí! ¿Qué vamos a hacer nosotros?

    Intenté decir todo esto, pero Kazami-kun fue más rápido, y nos tiró de cabeza al piso de arriba antes de que pudiera decir una palabra.

    Joder, espero que Rea pueda salvarnos de esta.


    (Cambio de Narrador: Kiyoshi)

    ¡Bien pensado, Onii-san! ¡Por fin podremos detener a ese traidor que planeó todo este movimiento! ¡Quiero poder gritarle en su cara que es un idiota, y que deje de estar obsesionado conmigo!

    Y así poder derramar todo mi amor sobre Onii-san.

    Las fichas de Onii-san rompieron la ventana, y los cuatro aterrizamos. Este piso tenía un pasillo largo, del que salían muchas puertas a diferentes habitaciones. Había una bifurcación enfrente. Era el único camino a donde se guardaba la información.

    -Es a la derecha. Allí están Uragirimono con Nonomiya y su banda –explicó Onii-san.

    Enseguida me lancé hacia allá, pero Tomonori-sempai me sujetaba del brazo todavía, y no me dejó irme.

    -¡Espera! Si haces algo estúpido y te atrapan, yo y Kazami-kun estaremos totalmente a merced de ellos –me dijo.

    ¿De qué diablos está hablando? ¡Ya lo dije antes! ¡No me importa morir si es por Onii-san! Alguien tiene que pasar primero para asegurarse de que no hay trampas de por medio… Ahora que lo pienso, mandar a Tomonori-sempai por delante sería mucho más útil. ¡Nos desharíamos de él y las trampas! ¡Mataríamos dos pájaros con un solo cuchillo!

    -¿No dije antes que no importaba? ¡Mi vida es sólo un instrumento de Onii-san! ¿O prefieres ir tú primero y arriesgarte, Tomonori-sempai? –le lancé la carnada, seguro va a picar.

    -¡Eso es aún más ridículo! ¿Para qué tiene que sacrificarse alguien?

    -¡Que vayas primero! –saqué una navaja.

    ¡Voy a hacer que se ponga como carnada! ¡Así Onii-san y yo estaremos a salvo!

    -¿Qué diablos? ¡Aleja eso de mí! Tenías que ser una Yandere…

    -¡No me digas así! –agité la navaja frente a Tomonori-sempai, que retrocedió rápido.

    ¡Odio cuando la gente me dice Yandere! ¿Qué tiene? ¡Sólo quiero proteger a mi Onii-san! ¿Está mal eso? ¡No soy un estereotipo de anime, no pueden llamarme como les plazca!

    -Tal vez no deberían estar gritando así…

    -¿Qué está pasando aquí? –una voz que conozco. No sé de dónde, pero estoy segura de que la conozco. Esta al otro lado de la bifurcación, así que no podemos verlo.

    La advertencia de Onii-san llegó tarde. Ya nos escucharon.

    -¡Jun! ¡Están aquí! –uno de sus matones vino a investigar, y acaba de dar la alarma.

    Inmediatamente, apareció Nonomiya-sempai, seguido por el resto de su banda. No parecía nada feliz. ¿Tal vez las cosas no van como esperaba?

    -¿Qué diablos hacen en este lugar? –entonces notó que estaba yo-. ¡Oh, no! ¡No tú!

    -¿Quién? –preguntó la voz conocida de nuevo. Sea quien sea, está a la vuelta del pasillo.

    -Qué mala situación. ¡Parece que no nos queda más opción que pelear, Tomonori-kun! –murmuró Onii-san.

    -¿Pelear? ¿Cómo quieres que peleemos? ¡Kiyoshi acaba de salir de la enfermería, y Shiro y yo no podemos hacer nada! ¿No te diste cuenta desde un principio? –se quejó Tomonori-sempai.

    ¿Qué tiene? ¡Yo estoy perfectamente lista para cortar en trocitos a cualquiera, aunque sea el mismísimo Uragirimono!

    ¡Ya lo tengo! La voz familiar debe ser de él. Pero, ¿quién es?

    -¡Muéstrate, Uragirimono! ¡Sabemos tu plan! –lo reté.

    Y entonces, una persona más dio vuelta la esquina.

    ¿Eh? ¡No puede ser!

    ¡No puede ser!

    ¡Es imposible! ¿Qué hace él aquí?

    -¿Haruka-sempai?

    Si, quien estaba ahí, al lado de Nonomiya-sempai, era Haruka-sempai. Ese inconfundible pelo verde. Esos ojos que ponían a todas las chicas en trance.

    ¡Es él! ¡No cabe duda!

    -¿Haruka-kun? ¿Qué estás haciendo? –preguntó Tomonori-sempai. Y luego abrió mucho los ojos-. Tu alias es Azuma no Ryuu… Usas entendimiento de fuego, ¿verdad? ¡Eres Pyromancer! ¡Uragirimono!

    -¡Sucedió más rápido de lo que esperaba! –murmuró Haruka-sempai.

    ¿¡En serio!? ¿¡Él es Uragirimono!? ¡No puede ser! Si Haruka-sempai…

    Un momento, tiene sentido.

    -Lo siento, Haruka-kun, pero yo ya lo sabía. Desde que apareciste, me pareció sospechoso. Eras demasiado bueno para ser un principiante. Pero lo que verdaderamente me llamó la atención fue que intentaste hacerte amigo mío demasiado rápido. Y luego me di cuenta de que sólo querías tener una razón para hablar con Kiyoshi. Cuando supe que Uragirimono estaba obsesionado con ella, te estuve espiando. Vi todo lo que hiciste desde el jueves. Cada lugar en el que estuviste, cada persona con la que hablaste, y finalmente vi cuando te reunías con Nonomiya. Eso confirmó mis sospechas de que eras Uragirimono –ese fue el discurso de Onii-san.

    ¡Qué bien! ¡Eres el mejor detective del mundo, Onii-san!

    Esperen un momento… ¿¡Onii-san estaba viendo la confesión del otro día!?

    ¡No! ¡Kyah! ¡Me muero de vergüenza! ¡Ese insecto era una ficha de Onii-san! ¡Lo vio y lo escuchó todo! ¡Qué vergüenza! Se me salieron las lágrimas. ¡Qué horror!

    -¡Onii-san! ¿Lo viste todo? –le pregunté, con un hilo de voz.

    -Oh, la verdad no me importa, Kiyoshi. Ya te dije que puedes hacer lo que quieras. Mientras que seas feliz, puedes pasar tu vida como te parezca mejor.

    Onii-san… ¡Ese es mi Onii-san! ¡El mejor del mundo! ¡Nadie es como mi Onii-san! ¡Tengo ganas de gritárselo a todos! ¡Tengo el mejor hermano del mundo!

    -En ese caso, Kazami, ¿no te interpones? –preguntó Haruka-sempai. No, ya no debería decirle sempai, él es Uragirimono-. ¡Perfecto! ¡Ya no hay nada interponiéndose entre nosotros, Kiyoshi-chan! ¡Podemos estar juntos para siempre!

    -¡Me niego! ¡Ahí tienes tú repuesta, falso sempai! –le grité.

    ¡Así es! ¡Yuuki Kiyoshi no necesita pretendientes! ¡Ya tengo a mi Onii-san!

    -¿Eh? –el traidor se quedó congelado en el lugar, con una expresión perpleja-. ¿Qué estás diciendo? ¡Hice todo esto por ti! ¡No me importan los méritos, la misión, o lo que pase! ¡Sólo entré como espía porque te vi una vez y robaste mi corazón! ¡Arriesgué mi vida por ti!

    -¡Te devuelvo tu asqueroso corazón! Si te enamoraste de mí, es tu culpa. ¡No sé cómo pude estar por decirte que sí! ¡Púdrete! ¡VETÉ AL INFIERNO!

    -¿Cómo diablos me metí en esto? –preguntó Tomonori-sempai, con una mano sobre su cara-. ¿No estábamos en una batalla del bien contra el mal? ¡Parece una comedia romántica barata! –y luego empezó a mirar algo en una parte del pasillo.

    ¡Ya cállate! ¡Eres otra persona que no me importaría si se va al Infierno!

    -Lo lamento, Haruka-kun, pero si Kiyoshi te rechaza, debo pedir que no insistas. Y, en cualquier caso, eres un enemigo, así que debemos enfrentarnos –me defendió Onii-san.

    -Pero… Pero…

    Estaba llorando. ¡El falso sempai estaba llorando! ¿Tan obsesionado estaba conmigo?

    ¡No! ¡No me dejare engañar por tus lágrimas de cocodrilo! ¡Jamás volveré a creerte!

    -¡Al diablo con todo esto, Uragirimono! ¡Sólo venzámoslos y después puedes hacerle lo que se te venga en gana! –gritó Nonomiya.

    -¡No lo entiendes! ¡No quiero su cuerpo, la quiero a ella! ¡Quiero ver su sonrisa, quiero secar sus lágrimas, quiero poder saber que está siempre a mi lado! –cuando lo dice así, suena muy romántico. ¡Pero sigues siendo un traidor miserable, falso sempai!-. ¡Ya es muy tarde para pensar de esa forma! ¡No quiero obligarla a estar conmigo! De verdad, Kiyoshi-chan, ¡yo te amo!

    -¡Púdrete! –le repetí.

    Estalló en lágrimas como un niño pequeño. ¡Para que aprendas, traidor!

    -La verdad, creo que la mala aquí eres tú, Kiyoshi –me señaló Tomonori-sempai.

    -¡No molestes, Tomonori-sempai! ¡No entiendes nada! –le grité.

    -¡Entiendo que estas destrozando el corazón del pobre chico! No se lo merece, aunque sea un lolicon traidor y mentiroso. Sigue siendo humano. Apenas, pero sigue siéndolo.

    -¡No! ¡Ya no lo es! ¡Todos se pueden ir al Infierno! ¡Onii-san lo es todo para mí! ¡Y si alguien quiere hacerle daño a mi Onii-san, Mirai-nee o Shiro-chan, ya no cuenta como humano!

    Mis palabras parecían hundir todavía más a Uragirimono. Ya estaba tirado en el suelo, en un charco de sus lágrimas.

    Su cara era un espectáculo realmente divertido.

    -¡Me hartaron! –gritó Nonomiya-sempai-. ¡Ya no sé qué diablos pasa aquí! ¡Fue suficiente!

    Parece que esto fue mucho para su cerebro subdesarrollado. Un tornado comenzó a formarse en el pasillo, sacudiendo las paredes. ¿Va a intentar atacarnos con eso?

    Entonces, Tomonori-sempai se asustó.

    -¡Detente, Nonomiya! ¡El rayo de Kurai Sora le pego a una columna! ¡Según la Niña Fantasma, el suelo es inestable!

    ¿De qué está hablando?

    Pero, con un crujido, todo el piso de repente se mueve.

    ¡Se está derrumbando! ¡Y también el techo! ¿Qué hago? ¡Onii-san!

    -¡Kiyoshi! –grita mi Onii-san, mientras intenta detener los escombros de arriba con sus fichas. ¡Pero hay demasiados! ¡No alcanzan!

    Algunos trozos grandes de pared comienzan a caer en el pasillo, rompiendo el suelo por todas partes sin ninguna piedad. Varios matones de Nonomiya-sempai comienzan a caerse. Algunos logran aferrarse a algo, pero nuevos trozos del edificio los acaban de arrojar hacia abajo, a un profundo pozo oscuro.

    -¡Kiyoshi-chan! ¡Detente, Nonomiya! –ordena Uragirimono, pero el muy tonto de Nonomiya-sempai ya ha caído por un agujero en el suelo.

    ¡Tengo que salir de aquí! Si busco un lugar que no se caiga, puedo ponerme a salvo y reducir la carga sobre Onii-san… ¿¡Pero qué!?

    ¡El suelo debajo de mis pies ha desaparecido! ¡Se cayó el pedazo completo! Logré aferrarme a un pedazo de piso, ¡pero no aguantare mucho! ¡Se está rompiendo también!

    Intento clavar la navaja en la pared, pero es una de las indestructibles, y no le hago nada.

    ¿Qué hago? ¿¡Qué hago!?

    ¡Se rompió!

    ¿Eh? ¿Alguien agarró mi mano?

    -¡Tomonori-sempai! –sujetó mi muñeca justo antes de que cayera.

    -¡Joder! ¡No sé cuánto pueda soportar, así que date prisa en subir! –se quejó él, apretando los dientes.

    Todo su brazo está extendido, y el más pequeño movimiento me hace moverme como un péndulo.

    -¡Suéltame! ¡Vas a caer también! –no hay manera de que suba. ¡Y el piso de abajo se ve muy lejos! ¿Es por esas modificaciones?

    ¡No debí mirar! ¡Ahora me dio miedo de verdad!

    -¿Qué acabas de decir? ¡Ni sueñes en soltarla, Tsuruya Tomonori! ¡Te mataré si lo haces! –grita Uragirimono.

    Parece que está en una zona segura, pero la mitad del pasillo se ha caído entre nosotros, no puede hacer nada para ayudar.

    Ni tampoco lo dejaría. ¡No voy a deberle nada, nunca!

    -¡¿Cómo crees que voy a soltarla?! ¡Eso no pasara! –responde él.

    Intenta alcanzarme con su otra mano, pero aparece una grieta en el suelo donde está apoyado él, y se queda quieto para no causar más derrumbes.

    -¡No valgo para que me salves! ¡Déjame!

    Mi vida es inútil. Cada minuto que he respirado en el mundo no tiene utilidad en lo absoluto. Onii-san está a salvo, sujetando lo que queda del techo en nuestro lado.

    ¡Nada más me importa! ¡Puedo morir sin remordimientos!

    -¡Olvídalo! ¡Olvídate de todas esas tonterías de que tu vida no vale nada, ¿sí?! Significas mucho para todos. ¡Aunque estés loca! No voy a dejar que…

    ¡El peso excesivo hizo que el suelo del que estaba colgando Tomonori-sempai se rompa!

    ¡Los dos estamos cayendo! ¡Intenté advertírselo, pero ahora él también terminara muerto por culpa de su estupidez!

    Sin embargo, aún en nuestra caída, siento como los brazos de Tomonori-sempai me aprietan fuertemente.

    ¡¿Está intentando darnos vuelta para soportar él mismo todo el impacto?! ¡Pero el suelo de abajo está muy lejos por culpa de las modificaciones! ¡No hay manera de que salgamos vivos, es inútil!

    ¿Eh? ¿Qué es eso? De quien son… Esos ojos rojos…

    Rojos como la sangre…

    Continuará…


    Miembro 8: Artemis

    Alias: Chijouyoku.
    Nombre: Yuuki Kiyoshi.
    Fecha de Nacimiento: 3 de Marzo de 2000 (13 años).
    Origen: Despertada.
    Apariencia: Mujer, 149 cm de altura. Cabello largo negro cuervo, ojos rosa pálido. Bella, en forma.
    Tipo de Sangre: A-.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: Incesto. ¿Hacer cosplay erótico? ¿Intentar suicidarse?
    Tipo de Entendimiento: Tipo Material. Modificación de Armas (acero).
    Clasificación: ¿Regular, Tercera Clase?
    Técnicas: Manipulación de armas blancas (acero).
    True Understanding: Desconocido.
     
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    LordSombras

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    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
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    Género:
    Aventura
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    12
     
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    7566
    Tipos de Entendimiento: Esta es una clasificación no oficial, pero hasta los altos mandos de las organizaciones más grandes y poderosas lo usan normalmente. El objetivo de dicha clasificación es limitar las posibles características de un usuario de entendimiento.

    Cada entendedor tiene diferentes afinidades con cada Tipo. Se teoriza que el nivel de afinidad con tu Tipo principal aumenta de manera proporcional a la disminución con los Tipos restantes, pero no hay formulas practicas capaces de explicar este fenómeno.

    Existen cuatro Tipos: Tipo Corporal, Tipo Material, Tipo Elemental, y Tipo Mental.

    Se llama a las personas, usualmente, con su Tipo Principal. Este suele ser ampliamente dominante sobre los otros. Existen sujetos anómalos que poseen dos Tipos simultáneamente, conocidos como Tipo Doble, pero son una estadística pequeña.

    Notas del Narrador: Hay muchas cosas que decir sobre el Sistema de Tipos, pero no es el momento indicado para explayarnos sobre el tema.

    Notas del Narrador 2: Ahora que lo pienso, Mirai-san, ¿no debimos explicarle esto a Tomonori-kun?


    Notas del Narrador 3: Quizá. Pero no importa. Se las arreglara.

    Notas del Narrador EX: ¡¿Qué me las arreglaré?! ¡¿Tienen idea de todos los problemas que me hubiera ahorrado si hubiera sabido eso?!

    Notas del Narrador EX 2: ¡Ya deja de romper la cuarta pared sin mi consentimiento! ¡Yo soy la escritora aquí!




    Capítulo 11: El Contraataque del Grupo S


    Estamos cayendo… Muy lentamente.

    Algo está sujetando mi ropa por todas partes, y también debe de estarle pasando lo mismo a Kiyoshi, a quien sigo sosteniendo. Se siente demasiado ligera.

    No me malinterpreten, ella es muy ligera de por sí, pero no es un saco de plumas.

    En cuanto giro la cabeza, descubro la razón: Pájaros.

    Un gran número de aves de todos los tamaños y colores están manteniéndonos en el aire, sujetándonos con sus garras, y hay más volando alrededor.

    Algunos más están bajando a Shiro.

    ¡Nos acaba de salvar! Ese chico es más útil de lo que parece.

    En serio… Que susto tuve. ¡Casi me da un paro cardíaco! ¡Me agarré de Kiyoshi del miedo! Creo. Fue una especie de reflejo extraño.

    Entonces, media docena de aves de gran tamaño entran por la ventana rota de abajo, se unen a los grupos que nos sujetan, y terminan de bajarnos con suavidad.


    El suelo está lleno de escombros. Rea me había hecho señas anteriormente, indicando que el suelo no era estable, y el tornado del tonto de Nonomiya acabó por derrumbarlo. Espero que haya quedado sepultado debajo de una pared o algo, le estará bien merecido.

    Miro hacia arriba. ¡Sí que alguien se esforzó con este lugar! El piso de arriba esta cuatro veces más alto de lo normal. Y no hay ni una ventana en medio, ya que por fuera es un solo piso normal. Si este edificio parecía tener cinco pisos por fuera… ¡En realidad tiene veinte!

    ¿A quién se le ocurre hacer esto, y por qué razón? Creo que jamás voy a tener una explicación razonable. Todavía no entiendo como no noté el techo tan alto cuando pasamos por aquí hace minutos. Estoy seguro de que eso no estaba así antes.

    ¿Habremos averiado el entendimiento de este lugar?

    -¡Gracias, Shiro-chan! –la loca Yandere ya estaba abrazando al albino-. ¡Rápido, tenemos que subir a ayudar a Onii-san!

    -¡Suficiente! –estallé. Los dos se sobresaltaron por mi respuesta-. ¡No subiremos hasta que no aclaremos algunas cosas, ¿sí?! Para empezar, Kiyoshi, estás haciendo una locura detrás de otra. ¿No ves que sólo pones en peligro a todos? ¡Si Kazami-kun pudiera decirte algo, sería que te metieras en un lugar seguro ahora mismo!

    -¡No molestes, Tomonori-sempai! ¡Nadie te dijo que te preocuparas por mí! ¡Yo puedo cuidarme sola, y hago lo que quiero con mi vida!

    -¡Y si no trato de impedirte tus locuras, ¿qué te parece que dirá él?! –debo de estar loco para discutir con esta chica. Ni siquiera soy amigo de Kazami-kun, no a ese nivel, ¿verdad?

    La razón principal debe de ser que la actitud de esta loli me irrita.

    Su asunto incestuoso, su extraña y disfuncional combinación de torpeza muy tierna y locura asesina, su lado sexy contrastando con su faceta adorable, ¡y su manía psicópata de querer sacrificarse a cada momento sin razón alguna! ¡Todos estos factores la hacen tan desesperante que me dan ganas de gritar!

    -¡Me hartaste, Tomonori-sempai! ¡No quiero seguir escuchando tus tonterías! –sacó una de sus navajas. ¿Iba a intentar matarme de nuevo?

    Si hubiera usado el sentido común, habría intentado disculparme, pero… ¿Por qué será que estoy tan rabioso? ¡Siento que su maldito cuchillo no me hará nada de daño!

    -¿Vas a matarme? ¡Hazlo, si te da la gana! ¡Vamos! –la desafié.

    Ella levantó la hoja de metal. Shiro no reaccionaba.

    Tal parece que aquí me despido…

    -Kiyoshi, agradecería que bajaras el cuchillo.

    La voz viene de una de las fichas de Kazami-kun, que acababa de aparecer hace un instante. Ya es la segunda vez que me salvan el pellejo en los últimos cinco minutos.

    Tengo suerte, pero no es algo positivo que sólo eso me evite ser asesinado.

    Nota Mental: Me vuelvo un poco loco cuando me enojo. Deberé cuidarme de evitar eso.

    -¡Onii-san! –obedeciendo fielmente, ella tiro la navaja al piso. Tomó la ficha voladora entre sus manos y la abrazó fuertemente-. ¿Dónde estás? ¡Déjame ayudarte!

    -Ahora mismo, estoy discutiendo algunas cosas con Haruka-kun. No puedo hablar mucho. Pero ambos estamos de acuerdo en que no te acerques. La situación se ha vuelto demasiado peligrosa. Quédense por ahí, y esperen a que todo se tranquilice.

    -Pero… –sin dejarle tiempo para replica, la ficha lanzo un destello y salió volando. Kiyoshi comenzó a maldecir al tiempo que buscaba como subir-. ¡Onii-san, ya voy!

    Intentó trepar por la pared, cosa que yo veía bastante difícil. ¡Es prácticamente lisa! Sin embargo, de alguna manera anormal, consiguió subir un par de metros con dificultad.

    Pero entonces, si no parecía eso suficientemente difícil, una ráfaga de viento rápida llegó y la derribó.

    -¡Cuidado! –exclamé, lanzándome a intentar atraparla.

    Rápidamente, salté y detuve su caída, así que ella terminó aterrizando sobre mí.

    Y, no sé cómo, acabe de espaldas en el piso, con ella encima. Y mi cara… Estaba justo debajo de sus bragas rojas.

    ¿Cómo diablos acabé en esta situación? ¡Parezco el condenado princeso de To Love-Ru en sus momentos de gloria!

    Tampoco se siente del todo mal, habría que aclararlo.

    Joder, a cada momento estoy más jodido. Parece que a este paso terminare enloqueciendo, o volviéndome lolicon. No sé qué podría ser peor.

    -¡Allí están! ¡Me las pagaran por esto! –Nonomiya apareció, otra vez. Y estaba acompañado de sus matones. Todos ellos se veían heridos, además de furiosos.

    Joder…


    (Cambio de Narrador: Mirai)

    Ya casi llego…

    Ya casi…

    Unos metros más…

    ¡Si, es aquí!

    En la parte trasera de la escuela, justo en medio de unos cerezos, este es el lugar donde Danger situó la ubicación de emergencia. Si hay peligro, aquí es adonde vendría él para no involucrar a nadie.

    No me lo dijo. Pero, luego de ser mi padre adoptivo por casi nueve años, he aprendido muchas cosas que jamás llegó a decirle a nadie. Y una es este lugar.

    Si, allí. Una perturbación espacial. El paisaje está, en ciertos lugares, distorsionado. Se forman extrañas ondas, los objetos parecen más largos a la vista, y algunos colores están equivocados. Es evidente si miras bien.

    Pocos saben que Danger tiene una debilidad: El tiempo que le toma hacer una ilusión correcta. Si la genera apresuradamente, hay errores como esté, por eso se toma su tiempo. Y eso se aplica a todo, nunca hace nada rápido. Tampoco debió tener tiempo de poner trampas en ella para los que intenten entrar. Es posible atravesarla.

    Doy un paso dentro de la perturbación. Como imaginaba, es sólo una ilusión de Espacio simple. Está destinada únicamente a prevenir que sean hallados, no a impedir a otros entrar.

    No le quedó tiempo para eso.

    Al atravesar esa zona distorsionada, entro a una cúpula transparente con un tono púrpura ligero, de unos diez metros de diámetro.

    En el centro hay dos figuras separadas por unos tres metros. Uno es un hombre de cincuenta, cabello canoso. Esta vestido con el uniforme de los profesores de la Academia Jikû. En este momento, esta de rodillas con una expresión asustada.

    El otro es una persona vestida con un traje negro ceñido, cabeza rapada, y una mirada enloquecida en un rostro grueso. Tiene delineador negro en los ojos, las uñas pintadas de púrpura, y… ¿Zapatos de tacón?

    No tengo nada que opinar sobre eso. En serio, no quiero decir nada al respecto.

    Este último esta junto a dos adolescentes: Uno con la cara pintada de camuflaje que miraba fijamente al hombre de rodillas, y un enano feo con una sonrisa idiota.

    Supongo que se dan cuenta, pero el hombre de rodillas es Danger. Esos dos niños deben ser los que envió Nonomiya. Y entonces, el hombre de la cabeza rapada…

    No, no le diré así. No es un hombre. Esa forma de mirar… Parece una bestia. Una horrible bestia enfurecida que ha acorralado a su presa.

    Puedo sentir el inmenso rastro de su cuerpo, que no se filtra de la cúpula. Este sujeto es un monstruo de verdad. Usar un entendimiento tan potente como para dejar este rastro es digno de un genio del Tipo Mental.

    Normalmente, Danger no se queda atrás. También fue considerado un genio del Tipo Mental. Como evidencia, esta cúpula es excelente, pese a estar hecha con prisas. Los ilusionistas que eran capaces de lograr esto no abundaban en lo absoluto. Es probable que no haya más de tres personas capaces de llegar a este nivel en Japón.

    Y las otras dos no le llegan ni a la suela de los zapatos en experiencia.

    Sin embargo, por alguna razón, él se veía derrotado. No había ni una mínima emisión de rastro de su cuerpo. Esto es natural generalmente, ya que también es un experto en Espacio, pero yo sé un par de cosas al respecto.

    En medio de un combate contra Hanshakaiteki, no tendría tiempo de usar Espacio para sus ilusiones, así que no emitir rastro alguno es algo que no tiene sentido. El oponente sabe su técnica y como las aplicaba, así que no había caso en disfrazarlas.

    En ese caso, aquí está pasando algo más.

    Hanshakaiteki! –avisó el enano feo-. ¡La bruja del tiempo está aquí!

    -¿Oh? –el monstruo se mostró levemente sorprendido. Sin embargo, sólo me prestó atención un segundo, para volver a concentrarse en Danger-. No tengo tiempo para ella ahora mismo. En cuanto termine, me encargare de ti, niña. Hayai, entretenla por mí.

    -¡Con mucho gusto, jefe!

    ¿El enano feo será mi oponente? ¿Está hablando en serio? ¡Lo voy a dejar comiendo polvo en un segundo! ¡Corrijo, medio segundo!

    Danger me dirige una mirada rápida.

    Mirai, sal de aquí ya mismo!

    Percibí un intenso rastro sorpresivo de él. Una distorsión espacial apareció en el aire, teniendo el tamaño de un melón. Ahora se expandirá y estaremos dentro de su ilusión…

    ¡Pipf!

    ¿Eh? ¡Desapareció!

    -No lo conseguirás. No me distraje en ningún momento. Danger, ya deberías comprenderlo. No te dejare usar ninguna ilusión, por más oculta que este –el chico de la cara pintada había levantado una mano.

    -Así que este es el sujeto al que se refería Tsuruya, quien puede anular ilusiones –observé.

    -¡Soy el absoluto Koumeisai, quien puede derrotar a cualquier ilusionista! ¡La pesadilla de los Tipo Mental! ¡No podrá usar sus ilusiones mientras le tenga en mi rango de visión! ¡Mi técnica es perfecta e invencible! –comenzó a vanagloriarse.

    Ya me cae fatal.

    -¡Ya deja de presumir, Tomoki! Contra cualquier otro Tipo, eres un inútil –le riñó su compañero.

    El chico pintado de camuflaje debió de enojarse un poco, pero replico sin perder de vista a Danger. Eso hubiera anulado su habilidad, sospecho.

    En cambio, comenzó a recitar una lista de logros.

    -¿Podrías haber hecho un agujero en la barrera? ¿Podrías anular todo el entendimiento de un genio veterano? ¿Podrías saber que está ocurriendo afuera desde aquí? La respuesta a cualquiera de esas preguntas es una rotunda negativa. ¡Así que cierra la boca!

    Vaya, este sujeto habla mucho. ¿Ósea que su habilidad anula las ilusiones de Danger? ¿Incluso si usa Espacio para encubrirlo? Eso no es posible. No hay manera en que sepa dónde están las ilusiones ocultas con Espacio, no dejan ningún rastro.

    A menos que… Dijo que sabía que ocurría afuera, incluso cuando el Espacio funciona para ambos lados, y que están algo lejos. Ni yo podía sentir todos los rastros antes de entrar a la cúpula, y ahora no siento nada desde afuera.

    -¿Eres extremadamente sensible a los rastros causados por entendimiento? –pregunté.

    -¡Por supuesto! Soy capaz de encontrar a cualquier persona o técnica, sin importar que tan hábil sea su Espacio. Sé que, en este momento, nuestro escuadrón está en el edificio de Archivos, incluyendo a Jun, Uragirimono, y nuestra arma secreta. Y parece que tus compañeros también están allí –comenzó a vanagloriarse de nuevo, sin parar de hablar-. La batalla en el patio esta igualada, pero los elixires de Motto Tsuyoku nos dan la ventaja en cuanto al tiempo que podremos seguir atacando. Y no olvidemos que Kurai Sora, FrostSnow y Trickster aún están abrumando a esos maestros de pacotilla. En otras palabras, ¡están acabados!

    -¡Ya cállate, Tomoki! ¡Le acabas de decir todo, pedazo de idiota! –se quejó el tal Hayai.

    -¡¿Y eso qué?, Yuu! Ella no va a salir de aquí, ¿verdad? Si lo hace, seria tu culpa –le insinuó Koumeisai, con una sonrisa irónica.

    -Está bien, está bien. Pero ya cierra la boca, charlatán –el feo le saco la lengua al creído.

    ¿La idea no era pelear conmigo? Ni siquiera me están viendo. Son un par de tontos. ¿En serio estos dos son tal amenaza que Danger está de rodillas?

    Creo que empieza a afectarle la edad.

    Por alguna razón, a Hanshakaiteki no parece importarle. Sólo continúa mirando a Danger con esa expresión rara, mientras suelta una risa extraña y perturbada entre dientes.

    ¿A qué viene esa mirada de loco demente? Esos ojos bestiales no se despegan del viejo, como si estuvieran observando a su presa.

    Una presa que lleva eludiéndole mucho tiempo.

    ¡Ya entiendo!

    ¡El entendimiento de la bestia es de locura! No sé cómo funcionara exactamente, pero si dijo que luego se encargara de mí, significa que ahora no puede. Sólo debe de poder enloquecer a una persona a la vez.

    Y quien es actualmente el objetivo es Danger.

    Por eso está de rodillas. ¡Está intentando resistirlo! Y eso mientras Koumeisai le corta toda oportunidad de contraatacar. En ese caso, lo que tengo que hacer es atacar a ese bocón de la cara pintada para que no pueda anular las ilusiones. Entonces, podrá defenderse.

    Eso es fácil.

    -¡Prepárate, belleza! ¡Ahí voy! –Hayai se lanzó contra mí de repente.

    Voy a repelerlo con un golpe de gravedad…

    -¡Ah!

    No pude decir más. Me arrojo al suelo de un puñetazo en mi nariz.

    ¡Este tipo es rápido! ¡Muy rápido! Ni siquiera pude usar un golpe de gravedad para pararlo. Si es así de veloz, tiene sentido que lo llamen Hayai.

    No va a ser nada fácil derribarlo.

    ¡Y está de nuevo en el punto de partida! ¡Es como si no se hubiera movido del lugar!

    Ya veo a que se refería la bestia con que ‘me entretuviera’.

    -¿Eso es todo? ¡Ahí voy de nuevo! –se preparó para lanzarse en una carrera hacia mí.

    Rápidamente, puse en práctica mis entendimientos de combate. En el último año de Preparatoria, hay una materia opcional: Adiestramiento Militar, perfecta para quienes piensan en una carrera como soldado de Nosotros, o planean saber cómo luchar con entendimiento.

    Tomé esa materia. Y las lecciones son muy útiles, en verdad. Te enseñan cómo usar entendimientos del Tipo Corporal tan sencillos que son fáciles de aprender.

    Justo antes de que ese enano feo pudiera tomar impulso, los activé todos a la vez. Cuerpo reforzado, ojos más rápidos y reflejos más veloces. Una gran ayuda para vencer a entendedores del Tipo Corporal.

    En esta ocasión, pude ver que hacia Hayai.

    Aun así, era muy veloz. Se lanzó contra mí a unos 50 km por hora, corriendo a largas zancadas. Viene por la derecha, dando un rodeo. Tengo el tiempo justo para golpearlo con gravedad…

    -¡Ah!

    Un nuevo golpe en la nariz me derriba. Siento un olor a hierro en mis fosas nasales.

    Caen unas gotas de sangre, manchando de rojo el suelo de tierra.

    ¡De nuevo! De alguna manera, de repente, aceleró todavía más. Si no puedo enfocarlo con la vista, no puedo atinarle con el golpe de gravedad. ¿Cómo hace eso? ¿Es capaz de cambiar su velocidad a media corrida?

    -Jejeje… Parece que la bruja del tiempo, la gran Mirai, no puede contra mí –¡y ahora se está burlando de mí! ¡Voy a destrozar a este mocoso ingrato!-. Bueno, sigues siendo una Tipo Material. Estas en desventaja contra los Tipo Corporal. Específicamente, si no puedes usar el golpe de gravedad, no puedes vencerme. ¡Esto es realmente fácil!

    Me puse de pie de inmediato al ver que se preparaba para correr de nuevo.

    ¡Ahí viene! No puedo enfocarlo, así que será mejor que descifre como trabaja este entendimiento…

    ¿Eh? ¡Maldito!

    ¡Él muy bastardo, en vez de golpearme, me manoseó los pechos!

    Se ha detenido de nuevo, a unos metros.

    Esa sonrisita… ¡Lo voy a matar, sin duda lo haré!

    -¡Daté por muerto! –le grité, ¡y estoy furiosa!

    Oh, sí, ya voy a pelear en serio. Ya sé cómo lo hace. Es un mentiroso.

    -¡Escucha esto, Yuu! ¡La bruja tiene unos pechos enormes! ¡Y muy firmes! ¡Nos vamos a divertir un buen rato!

    ¡No vayas por ahí diciendo eso! ¡Asquerosa rata!

    Su compañero suelta una risita.

    -¡Cállate! Ya sé lo que haces. No eres un Tipo Corporal, eres un Tipo Material. ¡Usas patines! –le acusé, levantando mi brazo para señalarlo sin ningún reparo.

    -¿Eh? ¡Te diste cuenta muy rápido! Bueno, eres del último año, no debería subestimarte. El siguiente ataque será el final –le restó importancia.

    Esta vez, reveló de verdad su entendimiento. Sus zapatillas se transforman en patines. Las usaba durante esa zancada cuando se lanzaba contra mí.

    Y, además, acaba de sumar unos nudillos de acero que saco de su bolsillo. Si me llega a pegar con eso usando la misma aceleración que antes con los puñetazos, definitivamente será peligroso.

    Puede dejarme inconsciente, y eso sería el final.

    Tengo que detenerlo ahora.

    -¡No la golpees en la cara, Tomoki! –exclamó Koumeisai, prestando atención a un nuevo intento del viejo de contraatacar.

    -¡Huye, Mirai! –me pidió Danger por última vez, luego de que su ilusión fuese anulada de nuevo.

    -¡Ahí voy! –gritó Hayai, comenzando a deslizarse sobre el suelo.

    Y la risa salvaje de Hanshakaiteki, una risa que se tambaleaba, llena de locura.


    (Cambio de Narrador: Kazami)

    -¡Kiyoshi-chan! ¡Kazami, dime ya mismo lo que le ha pasado! –me gritó Haruka-kun, totalmente alterado. Su rostro estaba casi tornándose azul.

    Yo estaría igual, si no tuviera una ficha siguiéndoles para comprobarlo. Logré apartar todos los escombros del techo, aunque demasiado tarde para intervenir. Es una suerte que tenemos al pequeño albino en el Grupo S, que puede hacerse cargo de la situación.

    -Tal parece que Kiyoshi y Tomonori-kun han sido salvados por Shiro –le informé.

    Su alivio fue más que evidente. Hasta soltó un suspiro.

    -¡Qué bueno! ¡Casi me da un infarto! –se agarraba el pecho, respirando fuertemente.

    -¿Jun? –grita uno de los miembros de su banda, inclinado junto al agujero que antes era pasillo, mirando hacia el fondo oscuro y lejano.

    Debe estar preguntándose si sus compañeros sobrevivieron a la caída. Sólo la mitad de ellos cayeron por el agujero del piso. Parece que no se derrumbara más.

    -Él estará bien. Seguro amortiguó su caída –opina Haruka-kun, siendo muy lacónico respecto a Nonomiya-. ¡Vayan a la entrada del Depósito 9! ¡No dejen que nadie más llegue! No sabemos quién puede aparecer ahora.

    -¿No necesitaras ayuda? –pregunta uno.

    -Ustedes no tienen nada que hacer contra Yuuki Kazami. Sólo me estorbaran. ¡Vayan!

    Sin perder más tiempo, los subordinados de Nonomiya corren por el pasillo. Ya sabíamos que la información estaba en el Depósito 9, ya que Kaminari-sensei lo dijo cuándo Mirai-san pasó frente a su oficina.

    Entonces, quien mató a Chi no Ken debe estar ahí. ¿Quién será? Ni yo lo sé. No pude ver nada sospechoso con mis centinelas que lo delatara.

    Significa que lo han ocultado todo este tiempo.

    -Haruka-kun, ¿de verdad necesitamos pelear? Que me derrotes no hará que ella te quiera. Es más, creo que sólo lograras el efecto opuesto –pregunté, tratando de evitar lo que está por venir.

    Desafortunadamente, creo que no habrá más opción. Puedo verlo en su mirada.

    -En realidad, es mucho mejor que tenga que ser yo quien te derrote. Cualquier otro podría matarte. Y eso haría que Kiyoshi-chan se ponga triste. Te daré una oportunidad: ¡Únete a Nosotros, Kazami! ¡Podemos usar muy bien tu talento! –me ofreció Haruka-kun.

    Parece que de verdad creé que lo aceptare. Debe de tener esperanza con mi hermanita todavía. Yo la conozco, y sé que no le queda más oportunidad.

    -Lo siento, Haruka-kun. No puedo aceptarlo. Tengo cosas que hacer en Nosotros. Y, antes de decir que me vencerás para tomarme prisionero… ¿Realmente eres capaz de vencerme?

    -¿Lo dudas? Ambos sabemos la técnica del otro. Pero tu entendimiento requiere que uses trampas y subterfugios. En cambio, el mío es perfecto para el ataque directo e indirecto. ¿Lo entiendes? ¡No puedes vencerme, Kazami!

    Puso la mano derecha en su boca. Oh, no, parece que de verdad planea luchar. Sé en lo que consiste su técnica: Sopla fuego como un dragón, y puede manipularlo a voluntad.

    Parece que ha llegado la hora de ponernos serios.

    -No deberías subestimar la capacidad de lucha de mis centinelas –le advierto.

    Reúno rápidamente a todas mis fichas. Diez vuelan frente a mí, listas para detener la primera ráfaga de fuego. Haruka-kun es un Tipo Elemental, así que debería de tener ventaja sobre un Tipo Material como yo.

    Sin embargo, hay muchas cosas que no pueden decidirse con sólo imaginarlas.

    -¡Y tú no deberías subestimar el poder de mis llamas! –poniendo la mano como puño semiabierto sobre su boca, escupió una bola de fuego.

    Rápidamente, formé una barrera, defendiéndome del ataque. La bola de fuego se estrelló contra la barrera, desintegrándose.

    Pero cuando me di cuenta, Haruka-kun se había desvanecido.

    ¿Eh? ¿Dónde está?

    Sin perder tiempo, comencé a buscarlo con mis centinelas.

    Y rápidamente, lo encuentro.

    -Así que ese era tu plan, Haruka-kun. Lamento decirte esto, pero no podrás lograrlo.

    Mientras me defendía del primer ataque, él aprovechó para correr en dirección opuesta que los compañeros de Nonomiya. Seguramente está buscando un lugar para bajar al piso inferior, para buscar a Kiyoshi.

    Con eso, mataría dos pájaros de un tiro: Conseguiría rehenes, y asegurarse de que ella está a salvo. No puedo dejarle hacer eso.

    Mientras uso a los tres centinelas que le alcanzaron para atacarlo y distraerle, pongo dos más en mis zapatos, y los usó para impulsarme por el aire. Pasó por encima del agujero, persiguiendo a Haruka-kun más rápido de lo que él puede correr.

    Tiene mejor físico que yo, pero no puede vencerme en una carrera si voy volando.

    -¡Ahí voy, Haruka-kun! –exclamé, advirtiéndole de mi ataque.

    Lo siento, no puedo atacarle por la espalda. Simplemente, tengo muchos problemas morales con una acción tan traicionera.

    Al verme, comienza a arrojarme bolas de fuego una detrás de otra, que logró bloquear con dos centinelas haciendo una barrera móvil delante mío. Aprovechando el momento, hice que tres fichas se posicionaran a cada lado de su cuerpo, atacando todas a la vez.

    Desafortunadamente, bloqueó todos los golpes de gravedad con dos barreras bien colocadas. Intenté que las fichas rodearan las barreras, pero antes de eso, Haruka-kun me escupió una enorme bola de fuego.

    Las barreras no podrán con está.

    Rápidamente, deshago el entendimiento en los centinelas de mis zapatos, y caigo al suelo. La bola de fuego pasa volando, derritiendo un agujero en mi anterior protección, y explotando contra el techo. Algunos fragmentos casi me alcanzan, pero logro bloquearlos con otra barrera.

    Estuvo cerca.

    -Como pensaba –murmura Haruka-kun, sonriendo con superioridad-. La debilidad de tu técnica es tal como había imaginado. Por más que puedas mover diez fichas a la vez, no puedes usarlas todas si están demasiado dispersas. Demasiados puntos de vista. No hay manera de que tu cerebro procese toda esa información.

    En lo que yo esquivaba su ataque, había retrocedido varios pasos, fuera de mi alcance. Había ahora seis metros entre nosotros, una ventaja para él.

    Y allí, absorbió aire, listó para lanzar un ataque mayor.

    Reuní mis diez fichas juntas, listó para detenerlo.

    Ambos atacamos a la vez.

    Su llamarada era mucho más grande que las anteriores.

    Y mi golpe de gravedad estaba multiplicado por diez.

    Las dos técnicas chocaron, rompiendo las paredes, y lanzándonos por los aires.


    (Cambio de Narrador: Kiyoshi)

    ¡Nonomiya-sempai me derribó de la pared! ¡No me va a dejar volver con Onii-san! Tengo que derrotarlo primero, entonces. ¡Maldito molesto imbécil matón de Secundaria!

    Pero cuando caí, Tomonori-sempai trato de atraparme. Bonito gesto, pero le salió mal y terminé cayendo sobre él. Y en tan mala posición que…

    -¡¿Kyah?! ¡¿Qué estas intentando hacer, sempai?! –salté lo más alto que pude, separándome de él.

    ¡Sempai tenía su boca justo en mis bragas! ¡Sentí su aliento en mi entrepierna! ¡Es vergonzoso! ¡Kyah! ¡No quiero que eso vuelva a pasar jamás!

    Eh, un momento, ¿por qué me avergüenza? ¡Debería estar furiosa!

    -¡Nada! ¡Cálmate! –levanta sus manos frente a sí, intentando parecer inocente.

    ¡Como si lo fuera! No hay manera de que eso haya pasado a por accidente. ¡Sempai lo hizo a propósito! ¡Quería oler mis bragas, mientras todavía las llevaba puestas!

    Ah… Debo dejar de pensar en eso. ¡No quiero seguir recordándolo!

    Bueno, ahora la prioridad es hacer algo con Nonomiya-sempai y sus matones. Ninguno de ellos es muy fuerte, creo, pero en grupo son peligrosos. Afortunadamente, mi entendimiento es el mejor para eso. Tengo que ponerme enfrente de Shiro-chan y sempai para protegerlos…

    ¿¡Por qué quiero defender a Tomonori-sempai!? ¡Él debe ser cómplice del falso sempai que está peleando con Onii-san en este momento! ¡Argh! ¡No entiendo que estoy pensando! ¡Odio a sempai! ¡Hace que me confunda!

    -Una y otra vez, no dejan de molestarme. ¿Qué tienen ustedes, los del Grupo S, contra mí? ¡Estoy harto! Hanshakaiteki quiere a la bruja del tiempo, y Uragirimono a esta niña loca, ¡pero nadie te está buscando a ti! ¡No creo que les importe si te destrozamos miembro a miembro! –señala a sempai con su mano, y está temblando de rabia.

    Nonomiya-sempai está todo sucio y arañado, tal vez por la caída, igual que sus matones. Una docena contra tres, y ni sempai ni Shiro-chan pueden pelear.

    ¡Tengo que hacerlo todo yo!

    -¡Déjame a mí, Jun! –uno de ellos se adelanta, sacando un arco metálico en miniatura de su bolsillo. Jala las cuerdas, y de entre sus dedos aparecen llamas para formar una flecha de fuego, que es arrojada hacia nosotros.

    Rápidamente, la desvió con mi hoja de afeitar, y esta se disuelve.

    Un par de ellos toman unas piedras, arrojándomelas con una velocidad normalmente imposible para los seres humanos. Sin embargo, aún son demasiado lentas para mis reflejos, así que las cortó por la mitad apenas las tengo al alcance.

    ¡Otro de ellos se me acercó mientras estaba distraída, y tiene una mano llena de escamas! Intento bloquearlo, pero dos ráfagas de viento atrapan mis manos por medio segundo, y no pude hacer nada.

    ¡Maldito Nonomiya-sempai! ¡No puedo defenderme ahora!

    ¡El matón me golpea directamente en el estómago!

    -¡Kiyoshi! –me grita sempai.

    El sujeto de la mano escamosa intenta volver a golpearme, pero un pájaro vuela a su cara y no le deja ver. Y, mientras esta distraído, ¡sempai lo golpeó en el estómago también!

    -¿Sempai? –me quedó alucinada ante esto. No paro de parpadear.

    No puede usar entendimiento todavía… ¿Así que lo ataca a puñetazos?

    Lo agarra por la camisa, y comienza a golpearlo en la cara apenas se aparta el pájaro. Una y otra vez, con una saña brutal e inmisericorde. ¡Incluso puedo ver la cara del matón hundida bajo el puño de sempai!

    Finalmente, un tornado aparece y los separa.

    -¡Vamos, ven y atrévete a pelear con alguien de tu tamaño! –grita sempai, alzando el brazo, amenazante. Luego se dirige hacia mí-. ¿Estás bien?

    -¡Obviamente! ¡Esto no es suficiente para hacerme daño! –respondo rápidamente.

    Sempai sólo sonríe.

    Pensaba que sempai era una persona lamentable, pero ahora que lo veo en esta situación, no es alguien tan miserable. Por lo menos, sabe cuándo ser valiente.

    Me fijo que le sangran los nudillos. ¡Le pego bastante fuerte! Tiene algo en ellos, parecen esas escamas azuladas.

    Se saca una, examinándola con atención. Entonces, se echa a reír.

    -¿Escamas de pescado? ¿Te trasformas en pez?

    -¡Cállate! –le responde rápidamente.

    El chico al que golpeó tiene escamas en la cara, pero muchas se cayeron. Tiene un ojo morado, las mejillas inflamadas y los labios cortados. Debió usar las escamas para bloquear los golpes, pero son muy blandas.

    Una parvada de pájaros, y algunos murciélagos que acaban de aparecer, atacan a nuestros enemigos, distrayéndolos unos segundos.

    -¡Kiyoshi, Shiro, espalda con espalda! –ordena sempai.

    Es una buena táctica. Los tres nos ponemos juntos.

    Parece que Nonomiya-sempai y sus amigos nos han rodeado. No sabemos de dónde van a atacar. ¿Todos ellos saben técnicas? Tal parece que no fueron elegidos sin razón, cada uno es al menos un ‘regular’ de Segunda Clase.

    Sin embargo, se les ve algo reticentes a pelear.

    -Ese usa escamas de pescado, el otro lanza flechas de fuego, dos de allá arrojan piedras, el viento de Nonomiya, y parece que aquel del abrigo usa endurecimiento. Con eso, sabemos la mitad de sus habilidades. No están tan mal las cosas –dice sempai, señalando a los aludidos.

    Es increíble que pueda reconocerlos, a mí me parecen todos iguales.

    Entiendo casi todos, pero… ¿Cómo supo lo del endurecimiento?

    Oh, ya veo. Tiene una especie de brillo metalizado en el abrigo. ¿Entendimiento para endurecer ropa?

    -¿Qué no están tan mal? ¡Todos ustedes están rodeados y en inferioridad numérica! ¡Y tú eres un inútil! –grita uno de ellos. Se le ve muy nervioso.

    -¡Los vamos a destruir! –amenaza otro. ¿Están intentando darse valor?

    Ya veo. Esta situación es muy tensa. Están asustados. Tanto por lo que podría pasar, como por lo que vayan a hacer en el futuro. Son, al fin y al cabo, un montón de matones de Secundaria. Están tratando de forzar en ellos una locura asesina, pero no funciona.

    Casi empiezo a sentir lástima por ellos. Casi.

    -¡Sí! Y de paso, si Uragirimono no quiere a la Yandere… ¡Ah!

    ¡De repente, algo acaba de atrapar al que estaba hablado! ¿Un tentáculo?

    No, parece que es… ¿Una guirnalda navideña? ¡Con lucecitas rojas y verdes!

    -¿¡Qué diablos es eso!? –chilla sempai, impresionado.

    Yo también estoy sin habla.

    Nonomiya-sempai usa un tornado para cubrirse, pero a todos los demás los atrapan las guirnaldas por sus cuellos, y comienzan a arrastrarlos hacia las ventanas de arriba, del piso superior. Quedan colgados, retorciéndose, y parece que se asfixian.

    Hay una figura en la ventana, que baja sostenido por más guirnaldas. ¡Es muy alto! ¡Debe de medir más de dos metros y medio! Usa una larga capa negra que no deja verle el cuerpo, y se cubre el rostro con una máscara teatral blanca.

    La mitad izquierda sonríe, y la derecha esta triste.

    Había visto ese símbolo antes…

    -¡Ese es Daimondai! –recordé las fotos que me había enseñado Mirai-nee.

    Ese es el disfraz que nadie había encontrado, y que ocultaba la identidad del bromista de la Academia. No se sabe mucho más sobre él, aparte de los rumores infundados.

    -¿Qué hace aquí? –preguntó sempai.

    Daimondai inclinó la cabeza a la izquierda, mostrándonos el lado feliz de su máscara.

    ¿Significa que vino a ayudar?

    -¡No te metas en esto! –Nonomiya-sempai comenzó a formar un tornado, como el que iba a dispararme el miércoles durante nuestra práctica.

    Pero esté desapareció de repente.

    Intentó con ráfagas de viento, pero pasó lo mismo.

    -Mirai-nee dijo que Daimondai posee un entendimiento muy raro, aún más que el de ella. Puede anular todos los entendimientos –murmuró yo.

    -¿Anular? ¿No debería ser imposible? Tendría que comprender como funciona cada técnica con sólo verla. Y eso no puede ser –me encogí de hombros ante el comentario de sempai.

    Yo tampoco tengo idea de cómo funciona.

    Estoy mirando la extraña mascara, cuando veo que, por detrás del bromista, el matón de Secundaria que usaba las flechas de fuego estaba sosteniendo su arco pequeño con dificultad, tratando de disparar a la espalda de la figura encapuchada. Le costaba hacerlo estando con la guirnalda al cuello, pero de alguna manera lo conseguía.

    -¡Cuidado atrás! –le advierto.

    Daimondai se da la vuelta, mirando al sujeto. La flecha de fuego se desvanece en su mano, antes de que pudiera dispararla.

    Otro de ellos saca púas metálicas de su bolsillo y se las arroja. Estas adquieren velocidad rápidamente, dirigiéndose a la figura encapuchada.

    Sin embargo, a mitad de camino, estas se paran en el aire y se caen.

    Parece que es muy cierto que todo entendimiento es nulificado en su presencia.

    De repente, todas las guirnaldas aprietan fuertemente los cuellos de los enemigos, y estos tratan de quitárselas por todo medio posible, pero no lo consiguen. Algunos lloran, desesperados, mientras les cae la baba de la boca. Sus rostros se ponen azules.

    Uno a uno, se quedan sin fuerzas, y dejan caer los brazos.

    Deben de haberse asfixiado hasta la muerte.

    -Pues no se ve muy gracioso –murmura sempai.

    Creo que a Nonomiya-sempai tampoco le parece así. Está completamente pálido, y muy obviamente asustado. Traga saliva.

    Intenta hacer un tornado mientras Daimondai esta distraído controlando las guirnaldas, pero yo saltó frente a él, poniéndome en medio del ataque.

    El tornado choca con una barrera y se disuelve.

    -¿Una barrera? ¡Se supone que no puedes hacerlas! –me increpa el matón, sorprendido.

    Yo le sonrió.

    -¡Pues creo que te has equivocado, Nonomiya-sempai! –volteó rápidamente a Daimondai, que está inclinado a la derecha, enseñándole el lado triste de la máscara al abusador-. ¡Llévate a sempai y Shiro-chan! ¡Detengan a los traidores!

    -¿De qué estás hablando, Kiyoshi? ¡No te voy a dejar aquí! –me dice sempai.

    Yo le doy mi mejor sonrisa.

    -¡No te preocupes, sempai! Como ya viste, no soy tan débil como creían. Todo este tiempo, estuve ocultando mis habilidades verdaderas… ¡Para un momento como esté! ¡Puedo vencerlo! ¡Tienen que ir a parar a los ladrones! –le lanzó una mirada segura.

    Nuestros ojos se cruzan.

    Sempai tiene unos lindos ojos negros.

    Sonríe, asiente rápidamente, y se acerca a la persona de la máscara.

    Daimondai me muestra el lado sonriente de su máscara.

    Rápidamente, bajan tres guirnaldas. Cada uno toma una, y estas los suben a la ventana.

    Miro hacia atrás una última vez.

    -¡Y asegúrense de cuidarse mucho!

    -¡Lo haremos! ¡Dale a ese idiota lo que se merece! –me responde sempai, sonriendo pícaramente.

    Me quedó sola con Nonomiya-sempai, que me está observando con cuidado. Está asustado. No sabe de lo que soy capaz ahora. Debería tener miedo.

    Y entonces, muestro mi sonrisa maléfica.

    -Sempai me dijo que te de lo que mereces… ¡Prepárate a morir, Nonomiya-sempai!


    (Cambio de Narrador: Shiro)

    Subimos por las guirnaldas, y salimos por la ventana. A nuestra espalda, Kiyoshi nos dice que tengamos cuidado, y Tomonori le responde. Bajamos por las guirnaldas hasta el suelo. Daimondai señala al edificio.

    -Sabemos que ventana es –afirma Tomonori-. Esa de allá, en la que está la Niña Fantasma –señala una ventana específica, en la parte más alta.

    No veo a nadie ahí, pero yo no puedo ver a Rea.

    Se oye un estruendo que parece venir del patio. Kurai Sora está arrojando lanzas de rayos al techo donde deben estar peleando los profesores.

    Daimondai nos observa con ambos lados de la máscara.

    -Ve a darles una mano. Nos las arreglaremos. ¿Aya y Ayano están bien? –pregunta Tomonori.

    El enmascarado nos enseña el lado alegre de la máscara. Es probable que signifique que están bien. Aparecen más guirnaldas navideñas, y lo levantan hasta el techo. Nos lanza una última mirada antes de subir.

    Parece que estuviera triste.

    -Ventana… –le digo a Tomonori. Él asiente con la cabeza.

    Llamo a las aves, y les indicó que nos suban allá arriba. Nos sujetan entre varias y nos elevan rápidamente, hasta depositarnos en nuestro destino.

    -Aquí estamos. ¡Vamos! –entonces, Tomonori se detiene. Algo invisible le está sujetando la mano-. ¡Rea, suéltame! Tengo un plan.

    Se escuchan unos pasos rápidos. Vienen hacia acá.

    -¡Deben ser los otros matones de Nonomiya! ¿Los puedes parar? –debe estar hablándole a Rea-. ¿No? Entonces… ¿Shiro? –me mira.

    ¿Qué hago ahora? Si yo tengo que detenerlos… No sé si podré. No sin tener que hacerlo.

    Pero la mirada de Tomonori es suplicante. Asiento. Él sonríe, pero debe estar preocupado.

    -Está bien. Mirai-sempai dijo que sólo había un pasillo al Depósito 9, esté de aquí. ¡No puedes dejar que pase ni uno de ellos! Pero asegúrate de priorizarte a ti mismo. Si no te queda más opción, trata de obstruir el pasillo para cortarles el paso. Ya descubriré como salir.

    Asiento de nuevo. Tomonori confía en mí. Me lo dicen sus ojos.

    Si, este chico es quien puede hacerlo. Quien puede hacer esa hazaña. Pero tengo que ayudarlo. Ese es mi deber. El deber que me confió.

    Y lo cumpliré.

    Me paró en medio del pasillo. Ya se escuchan los pasos apresurados que vienen. Tomonori entra por la puerta, y esta se cierra. Un pájaro, que puede verla, me dice que Rea se fue con él. Los pasos se escuchan cada vez más cerca, y llegan hasta aquí.

    Son diez, todos ellos de Secundaria. Me observan.

    -¡Apártate! –me dice uno.

    Pero Tomonori me dijo que tenía que cuidar este pasillo. Que no debía dejar pasar ni a uno. Y que debía priorizarme a mí mismo.

    -¡Es el rarito del Grupo S! –dijo otro de ellos-. ¿Cómo llegó antes que nosotros?

    -Debe querer atrasarnos. ¡Acabemos con él! –señala uno desde atrás.

    Todos asienten, y comienzan a usar sus entendimientos.

    Yo sólo los miro, con la ardilla saliendo de mi bolsillo para pararse en mi hombro. Me dice que puede encargarse si yo lo hago. Pero eso significa mostrarles a todos estos chicos lo que puedo hacer.

    Pero no queda otra opción. Tengo que hacerlo.

    Porque Tomonori me dijo que no podía dejar que ni uno pase.


    (Cambio de Narrador: Tomonori)

    Mi plan es simple: Encontrar al sujeto que mató a Chi no Ken, robarle el dispositivo en donde ponga la información, y destruirlo. Luego, me iré a toda la capacidad de mis piernas, y me largaré con Shiro. Buscamos a Kiyoshi, distraemos a Uragirimono, y desaparecemos del lugar lo más rápido posible.

    Normalmente, este plan tiene una tremenda falla: Mi rastro, rasgo de toda persona con entendimiento, el cual usaría el enemigo para perseguirme. Pero Radio afirmo que no puede sentirlo a más de tres metros de mí. Debería ser igual para el enemigo. Entonces, si me mantengo fuera de esta distancia, no sabrá que estoy allí. Y podré sorprenderlo.

    Sí, es un plan terrible, pero es todo lo que se me ocurre.

    Rea venia conmigo, así que ese es un punto a mi favor. Todavía no sé de qué es capaz ella. Parece que no puede atacar a la gente, pero si sabe hacer otras cosas.

    -¿Puedes hacerme invisible? –le pregunté.

    Ella asintió.

    Me dio un abrazo helado, y vi como mis miembros se desvanecían.

    Bien, ahora estoy casi listo para sorprender a quien sea ese sujeto. La Niña Fantasma se adelantó, atravesando la puerta que teníamos delante, seguramente para inspeccionar que había delante. Su mano apareció, haciéndome una seña de que era seguro.

    Yo me acerqué lentamente. Abrí la puerta con cuidado, para evitar hacer ruido.

    El lugar estaba lleno de cosas: Un montón de estanterías repletas de cajas y papeles. Y había cosas extrañas por doquier. Parece que aquí guardan muchos recuerdos del pasado, tal vez posesiones o trofeos de entendedores.

    ¡Incluso hay una caja en la que asoma una placa de piedra de Gran Maestro! La fecha era 1592, parecía ser de un tal Thomas Irons, alias Grey Crab. Pero no tenía tiempo de detenerme a cavilar porque estaba esta placa vieja de un Gran Maestro de habla inglesa, ya se veía el fondo del lugar.

    Un leve resplandor iluminaba la zona. Había una computadora vieja en un escritorio gastado, y alguien estaba sentado en una silla, presionando teclas.

    Estaba de espaldas a nosotros dos, no puedo verle bien.

    La Niña Fantasma me hacía señas. Me oculté junto a ella, detrás de la última estantería.

    El hombre parecía no haber advertido nuestra presencia. Se trataba de una persona enorme, muy corpulenta. ¿No es un oso? ¡Pues lo parece por su tamaño!

    Cada vez me daba más miedo intentar este plan, pero ya he llegado muy lejos para fallar.

    El hombre llevaba un corte militar como peinado. ¿De dónde me suena? No me acuerdo.

    Hay un pendrive en la CPU de la computadora. ¿Es en serio? ¡Está robando información militar importante con un pendrive que se consigue en cualquier tienda! ¿Qué diablos le pasa a este sujeto? Debería estar usando algo más impresionante, no un pendrive cualquiera.

    Destruye completamente la atmósfera de seriedad.

    Entonces, la maquina emitió un leve pitido. Me incline para leer lo que decía en la pantalla, con cuidado de no hacer ruido. Parece que había terminado de copiar la información en el pendrive. Entonces, hizo un par de clics, y la carpeta fue eliminada.

    Y, para rematar, vacío la papelera.

    Genial. Ya no puedo romper el dispositivo, será mejor que me lo lleve entero, o la información importante se perderá.

    Entonces, el sujeto quita el pendrive, y se levanta.

    Alza una mano, y la descarga sobre la máquina, haciéndola pedazos con un mazazo demoledor. Pedazos de plástico y metal se dispersan por todo el lugar. ¡Uno de ellos por poco me saca un ojo!

    ¡Tiene una fuerza ridícula! Debe de usar entendimiento de dureza. Eso explica como a Chi no Ken le partieron la espada. Si intentó golpear a alguien con esa capacidad física, no creo que haya hoja que no se rompa.

    Se dio la vuelta.

    Yo ahogué un grito, cubriéndome la boca con ambas manos. ¡Esto se supone que debía ser imposible! ¿Qué hace este sujeto aquí? ¡Es la segunda vez en el día que me sorprendo por la identidad de alguien! ¿Cuántos traidores tenemos escondidos?

    A la tenue luz de un foco suspendido en el centro de la sala, pude ver la cara del hombre. Esa cara muy familiar.

    Miré a Rea, quien asentía gravemente. Por fin comprendí lo que había querido decirme antes. En mi primer día, me había señalado a cuatro personas: A Nonomiya y Haruka, advirtiéndome de la invasión; a Kiyoshi, la causa de que Pyromancer se hubiera metido como espía; y a una cuarta persona.

    Esa persona estaba frente a mí. Debe de ser quien mató a Chi no Ken, quien ayudo a planear todo esto, y cuyo objetivo era robar la información; escoltado por Uragirimono, Nonomiya, y el resto de esos matones.

    Ese hombre alto y calvo, con un rostro brutal lleno de cicatrices. Su camisa estaba desgarrada, o cortada, mejor dicho. Claramente se notaba la marca de la espada que no logro atravesar su piel. Sus músculos prominentes en todo su cuerpo, que incluso con la ropa puesta eran increíblemente visibles.

    Y esa mirada despiadada, deseosa de aplastar cualquier obstáculo con pura fuerza bruta.

    El anterior candidato a Gran Maestro, segundo más fuerte de la Academia, y el entrenador principal… ¡Akire-sensei!

    Continuará…


    Miembro 00: Kronos

    Alias: Desconocido.
    Nombre: Tsuruya Tomonori.
    Fecha de Nacimiento: 31 de Diciembre de 1997 (15 años).
    Origen: Despertado.
    Apariencia: Hombre, 168 cm de altura. Cabello negro, ojos oscuros.
    Tipo de Sangre: A+.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: ¿Lolis? ¿Piernas de lolis con largas medias? ¿Traseros de lolis pequeños y suaves? ¿Bragas de lolis?
    Tipo de Entendimiento: Desconocido.
    Clasificación: Desconocida.
    Técnicas: Ninguna.
    True Understanding: Desconocido.
     
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