Long-fic Yokais vs Vampire

Título:Yokais vs Vampire
Tipo:One-shot
Series: Inuyasha y Vampire Knight

Objeto:Ramen
Me tocó ramen, así que este es mi crossover sobre Sesshomaru (Inuyasha) y Zero (Vampire Knight) para la actividad ¡Objeto del momento!
Los personajes no me pertenecen a mí, todos los derechos son de Rumiko TakahashiMatsuri Hino.
Kagome Higurashi había sido muy descuidada al dejar que un Daiyokai descubriera su secreto sobre el pozo que conectaba a las dos épocas. Había regresado de su época actual con nuevas provisiones para su grupo de amigos y continuar con la búsqueda de Naraku. Pero a lo lejos Sesshomaru la miraba con suma curiosidad.
Cuando ya se encontraba solo decidió investigar aquel extraño pozo, lanzándose adentro de él. Una extraña fuerza parecía envolverlo sin permitirle escapar…
-"Que es esto?... Se siente como si me sumergiera a lo más profundo del mar…"- pensaba cerrando levemente los ojos y frunciendo el ceño.
Dio una gran bocanada de aire al estar del otro lado del pozo, salió de un gran salto y observó todo a su alrededor. Las casas, los pocos árboles que quedaban, e incluso los humanos habían cambiado demasiado, sus prendas eran más complejas y ya no alían a putrefacción como él creía.
Exploró el templo y encontró a la familia de la joven, todos convivían en la sala, se alcanzaban a escuchar unas cuantas risas entre ellos. No se molestó ni siquiera en saludarlos, estar rodeado de tantos humanos le asfixiaba demasiado.
Caminó por todas las calles sin perder ningún detalle de todo, el suelo estaba cubierto de cemento en vez de tierra como en Sengoku, los humanos viajaban dentro de unos dragones de metal… pero no pudo oler a ningún Yokai cerca… ¿Acaso toda su especie se extinguirían con el paso de unos siglos?
Notaba que todas las miradas se posaban en él, debido a su vestimenta muy llamativa y las marcas en su rostro, por suerte en ese momento celebraran en las calles un festival Matsuri (Es la denominación que se le da a un día festivo, es decir, es como se le llaman a un determinado festival local, de ahí que no halla día fijo para este, sino que va cambiando de fecha de acuerdo al lugar), por lo tanto muchas personas vestían con kimonos tradicionales y mascaras.

Después de caminar y caminar enriqueciéndose de mucha información sobre el futuro percibió una extraña aura proveniente de una academia alejada de toda la ciudad y habitantes. Estaba rodeada por un bosque y cercada para que nadie pudiera entrar.
-Parece interesante.…- susurró para si mismo. Mientras más se acercaba el aura se hacía más densa y poderosa, diferente a la de cualquier yokai que haya conocido .
El cielo se oscurecía por las nubes que lo cubrían, amenazando con truenos y una gran tormenta , pero no le importaba mojarse, primero tenía que averiguar que fue lo que pasó con toda su especie.
Por otro lado:
Zero hacia su ronda diaria por la academia, vigilando a los de la clase nocturna y alerta a cualquier chica humana que tratase de infiltrarse.
-Como detesto esto..- gruñó lanzando una piedra a los árboles y recargándose en la pared, mirando el solitario pasillo. Su odio inmenso a los vampiros (en especial a los purasangre) no se esfumaría en toda su vida, ellos habían matando a toda su familia, y a él lo habían marcado como un animal, convirtiéndose en Nivel E…
-Shizuka.…- susurró apretando los puños fuertemente, clavándose las uñas hasta herirse. El olor de su propia sangre le hacía perder el control, sus ojos cambiaron a un tono carmesí. Odiaba aquellos ataques de sed, se hacían cada vez más frecuentes.. Pronto no tendría autocontrol y sedería ante ellos.

Sesshomaru ya había entrado a los territorios de la academia Cross, el olor a humanos se mezclaba con otro, parecido al de un yokai, pero era más débil. Escuchó a lo lejos como dos personas se acercaban velozmente hacia él. Poso su única mano en su espada Tokinji, listo para desenvainarla si se atrevían a atacar al gran Sesshomaru.
Pero lo que vio fue sorprendente, dos chicos con extraños uniformes blancos y desprendiendo esa misma aura se posaron frente a él, uno era Akatsuki Kain (alto, de cabello naranja y ojos rojos) y el segundo se trataba de Hanabusa Aidou (Es un chico alto, delgado, un joven bien construido; tiene el pelo rubio dorado y los ojos azul eléctrico). Lo miraron detenidamente, examinando su vestimenta y su rostro con aquellas marcas en las mejillas y una luna creciente en la frente. En cambio el Daiyokai seguía mostrándose indiferente ante aquellos seres inferiores.
-Que..q-ue eres? Y que haces aquí?- tartamudeó un poco el joven Aidou, intimidado ante la presencia del peli-plata.
-Esto es territorio de la Academia Cross, como pudiste entrar?- preguntó Kain cruzándose de brazos, ocultando su ligero temor.
-Soy un Daiyokai, por lo visto un ser superior a ustedes.. Y el porque estoy aquí no les incumbe- respondió cortante, dándoles la espalda, su caminar era muy elegante a pesar de toda la vestimenta que traía.
Kain se molesto ante su actitud superior, al único que le servían y permitían que los tratase de esa manera era Kuran kaname. De un fluido movimiento de manos desprendió fuego y lo atacó por la espalda. Lanzándole 3 grandes bolas de fuego.
-"Patético..."- pensó esquivando hábilmente el ataque. Realmente estaba frustrado en aquella época, y una batalla no le vendría mal para descargar toda su ira. Decidió no desenvainar su espada y divertirse un poco primero con aquellos dos, así que de su dedo medio brotó su látigo venenoso.
-Si quieren morir… no les negaré ese deseo- espetó mirándolos fijamente…
El enfrentamiento entre los tres fue corto, pero bastó para derribar una docena de árboles e incendiar unos pocos más, Kain y Aidou eran unos vampiros nobles muy fuertes, pero no se comparaban con el gran Inu Yokai que era Sesshomaru, ni siquiera eran dignos de pelear contra él en su verdadera forma. Quien llegó a la mitad de la batalla fue Kaname al haber escuchado tremendo escándalo.
Su sola presencia bastó para crear un silencio sepulcral y confundir un poco más al peli-plata.
-Akatsuki, Hanabusa, ¿que es todo este desastre?- endureció a un más la mirada provocándoles un inmenso temor. Ellos yacían tirados en el suelo, con grades heridas en el cuerpo que no se regeneraban, debido al veneno del látigo. En cambio el daiyokai no tenía ni un solo rasguño.
-Kaname-sama… encontramos a este extraño sujeto merodeando por el bosque- decía Kain levantándose y agachando un poco la mirada.
-Queríamos sacarlo... Pero al parecer es muy fuerte… nunca habíamos visto a un vampiro como él- Aidou también hizo una reverencia, sacudiéndose el uniforme lleno de sangre y tierra.
Kaname se volteó hacia Sesshomaru. Ambos mantuvieron una guerra de miradas en el que ninguno parecía ser el perdedor o ganador, dos figuras impotentes juntas no hacían buena conexión entre ellos.
-veo que eres su superior, un purasangre si no me equivoco- rompió el silencio el peli-plata.
-y tú?... Eres diferente a cualquier vampiro que haya conocido…- frunció el ceño acercándose más a él, sus ojos cambiaron a un tono carmín más intenso y brilloso.
-Vampiro?... Te equivocas… Soy un Daiyokai- no se vio intimidado ante el cambio repentino de su aura amenazadora.
Kuran Kaname abrió los ojos de par en par, sorprendido, anonadado, confundido ante sus palabras… ¿Un Daiyokai?... ¿había escuchado bien?. Aquella especie era aún más antigua que la suya y si mal no recordaba se habían extinto hace cientos de años. Los pocos que quedaron evolucionaron a lo que ahora se llaman Vampiros.
-Sígueme… pronto comenzará a llover- se encaminaron a la academia.
Estaba preparado para tener una larga charla con aquel hombre peli-plata, respondería a todas sus preguntas y aclararía sus dudas, en caso de tratarse de un impostor lo mataría con sus propias manos. Pero había olvidado que tenía una junta privada con el director Cross.
-Taisho... tengo asuntos urgentes que arreglar, siéntete cómodo de explorar el resto de la academia, después tendremos nuestra platica- decía Kaname alejándose por el pasillo a la dirección. Sesshomaru solo asintió levemente con la cabeza y le dio la espalda.

Kiryuu-kun se encontraba en la cafetería (ahora solitaria) comiendo ramen, le gustaba mucho su almuerzo nocturno después de hacer su trabajo como guardián de la clase nocturna. Se levantó se su asiento para ir a la alacena y coger unas servilletas (ya que los encargados se habían ido a descansar)

El Daiyokai percibió un extraño olor proveniente de la cafetería, parecía ser comida, pero le extrañaba que alguien más estuviera rondando por ahí. Al entrar y tener aquel plato de frente hizo un gesto de desaprobación por el aspecto de la comida. Se sentó y olfateo más de cerca, hasta que por fin cedió y probó un poco con los palillos.
-"... peculiar y extraño, como todo en esta época"- pensó, los diferentes sabores hacían que su paladar pidiera más y más.
Zero salió de la cocina y vio a una persona con ropaje extraño en su mesa comiéndose su ramen, dio un par de pasos hacia el frente y sintió como si su corazón se detuviera, el poder que emanaba aquel hombre peli-plata era mucho más poderoso que el de cualquier pura sangre.
-¿Quién eres?- preguntó Sesshomaru al percatarse de su presencia. Se quedaron observando durante unos largos minutos, toda la atmosfera se tornó más tensa.
Zero sabía que no era un vampiro, llevaba muchos años lidiando con ellos y podía distinguirlos… aquel hombre era muy diferente, por no decir superior en algunos aspectos.
-Así que eres uno de ellos… hueles igual a aquellos que se hacen llamar vampiros- comentó desviando la mirada hacia la ventana, las nubes se habían disipado, dejando mostrar la hermosa luna.
El Daiyokai se preguntaba como se vería el cielo en su época, si Rin y Jaken estarían bien por su ausencia…
Kiryuu odiaba que lo comparasen con un vampiro, los odiaba inmensamente… pero sabía que por dentro se estaba convirtiendo en uno de ellos, aunque nunca quiera admitirlo. ¿Incluso olía igual que ellos?. Se preguntaba mientras miraba al hombre, distraído en sus pensamientos.
-NUNCA VUELVAS A DECIR ESO DESGRACIADO- exclamó lanzándose hacia Sesshomaru para atacarlo cuerpo a cuerpo. En cambio este no pudo percibir aquel brusco movimiento, estaba demasiado confundido y sumergido en sus pensamientos que solo sintió como caía al suelo junto con un gran peso encima.
Zero levantó su puño para golpearlo, pero fue detenido rápidamente por el yokai, enterrando sus garras en el débil brazo de su oponente y quemándolo con el veneno que emanaba su palma.
Ambos se levantaron de golpe, jadeando un poco y frunciendo el ceño furioso. El primero en atacar de nuevo fue Sesshomaru, plantándole un puñetazo en el estómago. Zero escupió algo de sangre, pero aun así siguió defendiéndose, después de todo sabia como pelear contra seres no-humanos.
Por supuesto que Sesshomaru iba ganando, pero le sorprendía lo terco que podía ser aquel chico para no rendirse y aceptar su muerte.
-Patético... pero interesante..- susurro desenvainando su espada Tokinji, a lo que Zero también sacó su arma. Se preparaban para otro ataque, pero fueron interrumpidos por Kaname y el director Cross Kaien.
-Valla valla chicos, por favor cálmense.. No quiero que destruyan toda mi academia- tartamudeó un poco el director Cross, captando su atención.
-Veo que ya se conocieron… Sesshomaru, él es Kiryuu Zero, un estudiante de la academia, Kiryuu él es Sesshomaru Taisho, un invitado- dijo Kaname con su habitual voz serena y calmada, ya no traía puesto su uniforme de la clase nocturna, si no una ropa más casual. En cambio el director vestía su antigua gabardina negra de cazador de vampiros, un pantalón negro y zapatos de igual color.

Antes de salir del comedor los dos seguían mirándose amenazadoramente, pero con algo de diversión en sus ojos.
-Esto no a terminado…- susurró Sesshomaru envainando su espada.
-Por supuesto que no…- contestó Zero guardando su pistola.
Ambos se dirigieron a diferentes caminos por el pasillo, con una pequeña sonrisa diabólica en sus rostros.