Long-fic de Inuyasha - Yo comence La Broma [Inu&Kago]

Hola chicas aqui les dejo el siguiente capitulo espero sea de su agrado y disculpen la tardansa pero aqui esta tarde pero seguro;)

Capítulo 115.- La Reunión 2da. Parte.​

Había pasado la tarde muy pronto se llegó la hora esperada en que la familia Higurashi y Hisakawa iban a tener su esperada reunión.

Aome estaba muy nerviosa miraba el reloj ya que esta marcaba solo un minuto para las nueve de la noche.

Al igual su madre, abuelo y hermano estaban nerviosos, estaban en la sala esperando el momento estaban en silencio solo se escuchaba el tic tac del reloj se miraron unos a otros cuando en ese instante se escuchó ruido afuera y tocaron la puerta.

Aquella joven de ojos color chocolate se levantó del sillón donde estaba y se dirigió hacia la puerta para abrirla.

Tomo la manija de esta y al abrir se encontró con la señora Hisakawa —Buenas noches señora Izayo—contestó aquella joven de ojos color chocolate nerviosamente.

—Hola linda ¿Cómo estás? —Aquella mujer de cabello negro abrazo a la muchacha.

—Bi…en…—contestó la joven.

—Buenas noches, pero pasen por favor —dijo la mamá de Aome con una sonrisa a sus invitados.

La abuela también saludo a los Higurashi, al igual Inutaisho pero el abuelo solo con unas buenas noches y ya.

Aome y su familia lo saludaron —Por favor tomen asiento —espetó Zeika siendo amable con ellos.

Pasaron a la sala, se sentaron la abuela Hitomi aun lado de su esposo, mientras que Izayo al lado de Inutaisho.

Aquella joven de cabello negro y ojos color chocolate —Gustan tomar algo.

—No, hija por el momento no.

En eso el abuelo de Aome interrumpió la plática— ¿Qué les parece si pasamos a cenar? Antes de platicar y saber cuál es el motivo de su visita aquí en nuestro hogar. —musito aquel hombre de cabello canoso mirando a la familia Hisakawa.

—Pues vamos —respondió Izayo con una sonrisa. —Todos se iban a dirigir a la mesa, Pero en ese momento una voz seria y en tono fuerte— ¡Esperen!

Todos se detuvieron al instante de escuchar aquella voz— ¿Qué sucede? Daisuke—expresó la abuela mirándolo con algo de desconcierto.

— ¡Por favor! Antes de comer, debemos platicar por el motivo que estamos aquí presentes en su casa.

—Pero señor Hisakawa será mejor cenar antes de tener nuestra charla porque creo que será muy larga.

—No, se preocupe por eso ahora señora Higurashi, además tenemos todo el tiempo del mundo, así que por favor y de la manera más atenta vuelvan a tomar sus asientos.

Ellos volvieron a tomar sus lugares, estaban todos en silencio nadie decía nada se sentía un ambiente algo tenso, esto a Aome le molestaba tanta ya que nadie decía nada.

Apenas iba hablar cuando señor Hisakawa se levantó del sillón y miro a todos, camino unos pasos dirigiéndose a hacia la ventana en silencio los demás lo siguieron con la mirada.

Aquel hombre dejo escapar un suspiro y hablo—Srta. Aome.

— ¿Si? —acotó aquella chica algo sorprendida y mirando aquel hombre que estaba de espaladas.

—Recuerdas lo que te ofrecí hace tiempo a ti y tus familiares.

— ¡Claro que lo recuerdo! ¿Cómo olvidarme? —expresó aquella chica molesta con él.

—Ahora te vuelvo a repetir la misma pregunta ¿Cuánto quieres por dejar a Inuyasha?

— ¿Qué dice?

Izayo, la abuela e Inutaisho, inclusive la familia de Aome al escuchar eso por parte del abuelo se sorprendieron,

Inutaisho no se hizo esperar y se levantó del sillón muy molesto con su padre — ¿Qué estás haciendo padre? No puedo creer que seas un hombre tan vil ¿Cómo te atreves a ofrecerle dinero a Aome?

El abuelo giro hacia donde estaba su hijo y lo miró— ¡Inutaisho! Guarda silencio siéntate y contigo no estoy hablando. —expresó el señor Hisakawa mirando a su hijo con una mirada fría que reflejaba en ese momento.

Zeika al ver esto—Señor Hisakawa no permitiré que le hable de esa manera a mi hija, y yo pensé que usted al estar aquí en mi casa era para disculparse con nosotros, pero me equivoque.

— ¡Daisuke! —espetó la abuela Hitomi.

Pero el ignoro totalmente a ambas mujeres y se dirigió a donde estaba aquella chica de ojos color chocolate quedando frente a ella.

—Dime Aome cuál es tu respuesta.

La chica empuño sus manos pero no dejo de mirar aquel hombre, en ese instante una voz interfirió —Señor Hisakawa no permitiré que le hable así a mi hermana.

Todos los presentes incluyendo Aome se sorprendió— ¡Souta!

Aquel niño se levantó dónde estaba y se acercó a su hermana y la tomo de la mano, miro aquel hombre—Mire señor Hisakawa con todo respeto aunque soy apenas un niño y piensan todos que no me he dado cuenta de lo que está pasando aquí, usted ha tratado por todos los medios de separar a mi hermana del joven Inuyasha, ellos dos se quieren y le voy a decir de una buena ves que Aome no está sola su familia la apoya en todo.

Zeika, el abuelo y los Hisakawa al escuchar hablar así aquel niño de ojos color chocolate seriamente con el señor Hisakawa, se sorprendieron, además Aome no esperaba que el actuara de esa manera.

—Jovencito te has dado cuenta con quien estás hablando y la manera tan impertinente de interrumpir una conversación entre tu hermana y yo—acotó aquel hombre de ojos dorados y mirada fría —dirigiéndose aquel joven.

Souta apretó un poco la mano de su hermana mayor y sin dejar de mirar aquel hombre—Si ¿se con quién estoy hablando señor Hisakawa? Pero no me importa que sea el dueño de casi todo Japón por eso no le dará el derecho de hablarnos así de esa manera, además ofrecernos su dinero y usted sabe que el amor no se compra, ese se da, es irremplazable.

El dinero puede acabarse pero creo que el amor no, aunque estén mal económicamente pero siempre ahí estarán apoyándote sin condición en la buenas y las malas es una de las base para ser una familia unida, así somos los Higurashi una familia que lucha día a día para salir adelante y no rendirnos ante nada y nadie eso nos enseñó nuestra madre y abuelo.

Aquel joven miro a todos ya casi con sus ojos llorosos, Aome no pudo evitar verlo así que lo abrazo con fuerza— ¡Souta! Tranquilo hermano.

En ese momento aquel hombre sonrió a carcajada abierta que los demás no comprendían la actitud de ese hombre.

—Padre, ¿Qué te pasa? Porque ríes así, lo que acaba de decir este jovencito no fue gracioso—replicó molestó Inutaisho.

Al igual la abuela se molestó— ¡Daisuke!

—Abuela Hitomi creo que esto fue un error, no creí que el abuelo se iba a comportar de esa manera —dijo Izayo en voz baja y apenada por lo que estaba pasando.

El abuelo dejo de reír miro aquellos dos jóvenes —Gracias joven Souta.

— ¿Qué? —exclamó aquel chico de ojos color chocolate limpiándose sus lágrimas ya que está confundido porque él le daba las gracias.

Él se acercó y se puso a la altura de aquel chico—Souta tú me has hecho comprender, reaccionar, sobre lo que es una familia creo que lo había olvidado con mi actitud, prepotencia fui alejando a mis seres queridos lo que más amo en este mundo.

— ¡Padre! —exclamó Inutaisho.

La abuela Hitomi se acercó a su esposo y lo tomo del hombre— ¡Daisuke!

Él se levantó y miro a su seres queridos y abrazo a su esposa y les pidió perdón por todo lo que hizo.

Ellos sin decir nada aceptaron el perdón de aquel hombre que a pesar de lo estricto que era aún lo estimaban.

—Pues también pido perdón a la familia Higurashi por mi comportamiento hacia ellos y mi mal proceder y todo el daño que les hice —Aquel hombre hizo una reverencia ante la familia de Aome.

Zeika, el abuelo y Souta aceptaron la disculpa del señor Hisakawa—el dio las gracias pero los demás estaban sorprendidos ya que aquella joven de ojos color chocolate no decía nada estaba callada a lo que su madre.

— ¡Hija! ¿Qué tienes? ¿Por qué? No aceptas la disculpa del señor Hisakawa.

—Señora Higurashi déjala si ella no acepta mi disculpa la entenderé ya que fue a la que lastime más con mi actitud, así que Aome si tienes que decirme algo dímelo no te quedes callada dime que piensas de todo esto.

—Señor Daisuke yo realmente no sé, que pensar usted me lastimo tanto, no solo a mi si no a su nieto Inuyasha que él también lo quiere, pero usted le hacia su vida imposible, el antes era un chico alegre, pero cuando todo esto paso su mirada ya no era la misma yo ante el fingía no darme cuenta de su gran dolor, tenía que aguantarme.

Usted bien sabe cómo es ese chico, orgulloso, arrogante, en ocasiones insensible—dijo aquella muchacha sonrojándose y bajando la cabeza sin mirar aquel hombre.

El tomo del mentón aquella joven, alzo el rostro de ella—Lo amas demasiado verdad Aome.

—Sí, lo amo, lo amo con todo mí ser yo daría todo porque el fuera feliz si no es conmigo que sea con alguien que lo ame.

—Me alegra escuchar eso, por parte tuya sabes lo que siempre me decía de ti, y ahora lo compruebo no estaba nada equivocado.

— ¿Qué dice señor? —preguntó sorprendida ella.

—Si te dieras la oportunidad de conocerla mejor sabrás que es una chica agradable y de buenos sentimientos eso siempre me lo decía mi nieto, y por eso él te ama demasiado sabes una cosa Aome el a tu lado ha cambiado mucho y fue para bien su actitud y su forma de pensar eso se debe a ti.

Y por eso te pido una disculpa por pedirte que dejaras a mi nieto, y volverte a ofrecer dinero solo lo hice con la intención de molestarte y me agrada esa chica firme y decidida en seguir en esa posición de no aceptarlo tú me retabas al no dejar de mirarme, además nunca imagine que Souta interviniera a defenderte, así que dices yo aceptare lo que me digas, sabré esperar cuando tú quieras aceptar que me perdonas.

Aquella chica de ojos color chocolate lo miro sintió que esas palabras eran sinceras —Señor Hisakawa lo perdono—espetó con una sonrisa aquella joven.

El abrazo aquella joven—Gracias, gracias Aome, no sabes cómo te lo agradezco.

Todos estaban contentos ya que habían arreglado las diferencias entre los Hisakawa y Higurashi, la abuela Hitomi no daba a la credibilidad sobre su esposo que al fin había cambiado y fue gracias a los Higurashi.

Al igual Inutaisho e Izayo estaban alegres por todo esto, en eso momento —Bueno después de una larga charla que les parece si pasamos a cenar de una vez.

En ese momento en señor Hisakawa interrumpió —Esperen aún no he terminado de hablar a otra cosa más importante que tengo que decir y además es lo más importante y el motivo de esta reunión.

Todos se quedaron sorprendidos, pensaron ahora que iba a decir el abuelo ya que se miraba serio ante todos.

— ¿Ahora que pasa Daisuke? —musitó su esposa preocupada.

— ¡Aome!

—Sí, señor ¿Qué pasa?

—Amas demasiado a mi nieto verdad.

—Sí, señor como se lo dije antes.

—Entonces recuerdas lo que dijiste que harías todo porque el fuera feliz aunque no fuera a tu lado.

—Sí, señor—dijo con algo de inseguridad ya que las palabras que él había dicho fueron las que ella había comentado.

—Bien—el miro a todos —Les tengo un aviso muy importante que decir ya tengo otra prometida para mi nieto.

— ¿Qué? —dijeron en unisón todos.

Aome al escuchar eso se entristeció y empuño sus manos, el abuelo al verla así, tomo de los hombros aquella joven de ojos color chocolate.

—Lo siento padre pero ahora yo como padre de Inuyasha le permitiré a mi hijo escoge a su propia esposa.

—Estoy de acuerdo con mi esposo —reiteró aquella mujer de ojos negros.

—Pues Daisuke yo estoy de acuerdo con mi hijo y con Izayo.

—Pero que les pasa a todos acaso ustedes no aceptan a la señorita Aome Higurashi como la prometida de mi nieto, eso es lo que han querido siempre o ¿no? —dijo con una sonrisa aquel hombre.

Aome no podía creer lo que habían escuchado sus oídos, ella prometida de Inuyasha, al igual la familia de ella y la abuela, Inutaisho e Izayo.

— ¿Usted quiere que me case con Inuyasha? —exclamó aquella joven de ojos color chocolate.

—Sí.

Izayo se acercó a ella y la abrazo— Será un placer Aome que sea parte de la familia Hisakawa.

También se acercó a ella Inutaisho y le dio también la bienvenida a su familia, Aome era la chica más feliz del mundo, y sabía de antemano que su amado Inuyasha se pondría feliz por la noticia.

Su mamá, el abuelo y Souta la felicitaron y estuvieron de acuerdo que Aome se casara con Inuyasha.

—Asi, que Izayo, Inutaisho les pido de favor que no le digan a Inuyasha con quien se va a casar quiero que sea una sorpresa quiero recompensarle a él también el daño que le he hecho.

—Pero Daisuke, ya ves como es mi nieto al decirle que tiene otra prometida pondrá el grito en el cielo.

—Lo sé, por eso Aome para esto tengo que pedirte un favor muy grande y espero aceptes lo que te voy a proponer ahora.
— ¿Qué es señor Daisuke?

Continuara…

 

Hola chicas disculpen la tardanza de poner los capitulos de mi ff , para compensar dejare dos capitulos espero que sea de su agrado ya que muy pronto esta historia culminara a su fin :(

Resumen del capitulo anterior.

Aome no podía creer lo que habían escuchado sus oídos, ella prometida de Inuyasha, al igual la familia de ella y la abuela, Inutaisho e Izayo.​

— ¿Usted quiere que me case con Inuyasha? —exclamó aquella joven de ojos color chocolate.​

—Sí.​

Izayo se acercó a ella y la abrazo— Será un placer Aome que sea parte de la familia Hisakawa.​

También se acercó a ella Inutaisho y le dio también la bienvenida a su familia, Aome era la chica más feliz del mundo, y sabía de antemano que su amado Inuyasha se pondría feliz por la noticia.​

Su mamá, el abuelo y Souta la felicitaron y estuvieron de acuerdo que Aome se casara con Inuyasha.​

—Asi, que Izayo, Inutaisho les pido de favor que no le digan a Inuyasha con quien se va a casar quiero que sea una sorpresa quiero recompensarle a él también el daño que le he hecho.​

—Pero Daisuke, ya ves como es mi nieto al decirle que tiene otra prometida pondrá el grito en el cielo.​

—Lo sé, por eso Aome para esto tengo que pedirte un favor muy grande y espero aceptes lo que te voy a proponer ahora.​

— ¿Qué es señor Daisuke?​

Capítulo 116.-Una Cena Inolvidable.​

—Pues—miro a su nuera y esposa—Espero estén de acuerdo a lo que te voy a proponer. Ya que serás parte de la familia Hisakawa tendrás que saber las costumbres y modales de nuestra familia y comportarte como una dama en sociedad, por eso necesitare su ayuda Hitomi y Izayo —dijo aquel hombre mirando ambas mujeres —Además Aome que te comprometas ir a la casa después de clases.
Aome al escuchar esto por parte del señor Hisakawa no le agrado la idea, pero tenía que aceptar aquella petición del abuelo de su amado Inuyasha.
Izayo y la abuela Hitomi aceptaron ayudar a Aome con la petición del abuelo sin ningún problema.
— Qué opinas señorita Higurashi está de acuerdo.
—Sí, señor Hisakawa con gusto iré a su casa y aprenderé todo—contestó aquella chica de ojos color chocolate con una sonrisa.

Todos estaban contentos por todo lo que había pasado y para aquella joven de ojos color chocolate fue el día muy especial, ya que era la prometida de su amado Inuyasha y al fin iban estar juntos para siempre.
Se fueron a cenar, el abuelo al probar aquellos deliciosa cena felicito a la mamá de Aome con una sonrisa en su rostro.

— Gracias señor Daisuke Hisakawa a la que debe agradecer es a Aome, fue quien preparo la cena para esta noche.
—Pues te felicito Aome serás una buena esposa.
—Gracias señor Hisakawa. Aome se sonrojó por lo que dijo aquel hombre

Después de la cena pasaron nuevamente a la sala ultimar los detalles de la boda de Aome e Inuyasha.
Mientras en la mansión de los Hisakawa los chicos habían llegado del cine ya pasaban de las once de la noche y se sorprendieron al enterarse que sus padres y abuelos no estaban en casa aun.

—Vaya donde estarán mis padres y los abuelos se han tardado mucho.
—Torpe aun han de estar en su cena que nos dijeron. —musito aquel niño de ojos verdes a su primo cruzándose de brazos.

Inuyasha le propino un coscorrón muy fuerte al pobre niño ¿Por qué me pegas tarado eso me dolió? —acoto Shippo sobándose la cabeza.

Sesshomaru quien estaba ahí, le devolvió el golpe a su hermano menor dándole un fuerte coscorrón — ¿Por qué siempre tienes que pegarle eres un aprovechado? Asi que vamos Shippo a descansar.

—Sí, vamos ya no quiero verle la cara a este tonto aprovechado.

Ambos se retiraron a sus habitaciones dejando ahí al pobre de Inuyasha tirado en el suelo por el golpe que le dio su hermano el mayor. —Me las pagaras enano esto no se quedara así, nada más porque te defendió Sesshomaru.

— ¡Cállate y mejor ya vete a dormir! —le dijo aquel joven de ojos dorados cuando iba subiendo por los escalones que la guiaban al segundo piso de la mansión.

Aquel chico de cabello plateado se levantó refunfuñando y subiendo los escalones muy molesto por lo sucedido, cuando sonó su móvil, al ver quien era se sorprendió y no contestó la llamada. — ¿Qué no entiende que no la quiero ver?

La joven de ojos azules al ver que Inuyasha apago el celular se enojó bastante — ¿Cómo me puede hacer esto a mí, tendré que ir mañana a verlo y me tendrá que escuchar?

Ella se dejó caer sobre su cama miraba hacia el techo y recordó aquella ves que discutía con Aome, sus planes de quitarla de en medio habían sido frustrados por Hidate.
En la casa de los Higurashi después de una velada, se iban a despedir cuando Aome les pidió de favor que aún no se retiraran que tenía algo que decirles y que era muy importante para ella.

—Ahora que sucede Aome, tienes algo que decir con referente en lo que quedamos —pregunto Izayo algo preocupada.
—No, no es eso señora Hisakawa solo que quería decirles que estoy esperando un hijo de Inuyasha —dijo ella sonrojándose.

Los Hisakawa no podían creer lo que estaban escuchando estaban sorprendidos por la noticia que les acabo de dar aquella joven de ojos color chocolate.
Aome no se esperó de las reacciones de la familia de Inuyasha al enterarse Izayo, la abuela Hitomi, Inutaisho, inclusive el abuelo.
La abrazaron y sonreían por esa gran noticia que les había dado, Izayo pregunto a ella cuanto tenia, que si ya fue al doctor, como se sentía.

Inutaisho miro a su esposa y la tomo de la mano —Tranquila Izayo, son bastantes preguntas para Aome una a la vez —acotó con una sonrisa.
—Pues señora Hisakawa tengo dos meses apenas —respondió con una gran sonrisa.

En eso la abuelo interrumpió la plática —Aome pues me alegra saber esa noticia y estoy muy feliz, pero por parte de ti y de mi nieto fue una irresponsabilidad llegar a esto.

Aome entendía a la perfección que trataba de darle entender la abuela Hitomi, en eso el abuelo también hablo.

— ¡Aome! Hitomi tiene razón no es que te estemos cuestionando y mucho menos reprochándote esto pero debiste pensar más en ti, la edad que tienes es muy peligrosa para concebir solo te pedimos que te cuides mucho.
—Sí, no se preocupen me cuidare mucho es lo mismo que me dijo el doctor —musitó con una sonrisa aquella joven.
—Mi hijo está enterado de esto —preguntó el padre de Inuyasha.
—Sí.
En eso la abuela — Saben ahora tenemos otro problema que solucionar. —Todos miraron a la abuela Hitomi desconcertados.
—A qué problema se refiere señora Hisakawa —comentó el abuelo de Aome ya que el al igual que Sota se sorprendieron de la noticia.

Todos miraban a la abuela no sabían que quería decir con el problema que había —Pues hemos pensado en todo pero con esto de que Aome está embarazada no podrá estar en el instituto cuando se note más su embarazo, además esta niña tendrá que seguir estudiando no dejara la escuela.
Aome se sorprendió al escuchar a la abuela Hitomi ya que tenía razón no había pensado en eso, que dejaría la escuela por un largo tiempo.

—Pues ese asunto está arreglado, pues como Aome será parte de la familia Hisakawa no permitiré que abandone sus estudios así que se le darán clases particulares para que termine —replicó el señor Daisuke Hisakawa.
— ¡Padre! Estoy de acuerdo contigo eso déjamelo a mí.
—Está bien hijo.

Aquella chica se alegró, por todo lo que estaba pasando para ella esto era un sueño del que no quería despertar, pero era real.

Su madre al verla así la tomo de la mano y sonrió a su hija —Aome estás de acuerdo con todo esto.
La chica de ojos color chocolate asentó con la cabeza positivamente y con una gran sonrisa en su rostro.

Ya pasaban de las doce de la noche cuando los Hisakawa se estaban despidiendo de los Higurashi por la velada que habían pasado, el señor Daisuke Hisakawa al despedirse pidió nuevamente disculpas a Aome y su familia.

Aome le dice que no se preocupe que el asunto estuviera olvidado y que no preocupara más, ellos se retiran de ahí, al cerrar la puerta la joven miro a sus familiares y grito de emoción y lloraba de alegría al ser aceptada en la familia de los Hisakawa.

Al igual el abuelo, Souta y su madre aún estaban sorprendidos por la actitud del abuelo de Inuyasha ya que su comportamiento fue diferente ante ellos.
Aome le agradeció a su hermano por haberla defendido ante el señor Daisuke Hisakawa.

— ¡Eres mi hermana! Y aunque sea pequeño no permitiré que nadie te vuelva a lastimar a ti y mi sobrino si no se las verán conmigo.
— ¡Souta! —ella lo abrazo—Gracias hermano.

En la mansión de los Hisakawa llegaron, los chicos ya estaban dormidos se dirigieron a sus habitaciones Hitomi e Izayo, mientras que el abuelo y Inutaisho fueron al despacho a platicar, estando ahí tomaron asiento en aquel lugar que era muy grande el piso era de madera, tenía estándares donde había muchos libros, el escritorio era de madera muy fina sobre esta tenía un porta retratos donde estaban sus nietos Inuyasha, Shippo y Sesshomaru.

— ¡Padre! De qué quieres hablarme.
—Hijo tengo que arreglar el asunto de Sakura mañana mismo con ella y sus padres.
—Yo te acompaño padre.
—No, no es necesario este es mi problema y lo arreglare yo solo.
— ¡Seguro!
— ¿Si?

Cuando terminaron de platicar se fueron a descansar paso la noche al día siguiente en la casa de Aome al levantarse se dirigió hablar por teléfono con su gran amiga le quería platicar por lo que estaba pasando y quería compartir ese momento tal feliz.

Le hablo y le dijo que la quería ver y Sango acepto sin ningún problema, acá por otro lado Inuyasha ni se imaginaba lo que está a punto de pasar su vida iba dar un giro inesperado.

Él se levantó y se arregló para ir a desayunar ya que Sanae le aviso que estaba el desayuno preparado, cuando bajo a la sala ya estaban todos ahí y se sorprendió al ver al abuelo ahí, ya que no era usual que estuviera a esa hora en la casa.
Se sentó y dispuso a desayunar, todos estaban en silencio él fue el que hablo—Mamá a qué hora llegaron.

—Llegamos muy tarde es que la cena que tuvimos nos demoró mucho pero fue satisfactoria —respondió con una sonrisa a su hijo el menor.
— ¿Por la forma en que te expresas madre paso algo bueno en esa cena? —dijo aquel joven de ojos color dorado.
—Sí, hijos fue algo interesante verdad abuelo —miro ella al abuelo.
—Pues sí, fue agradable esa cena y muy amena por cierto —contestó el abuelo con una sonrisa.

Inuyasha miro a su mamá y al abuelo sonriendo, de su madre si se lo esperaba ya que ella siempre sonreía pero su abuelo se le hizo diferente su actitud, no comprendía nada.
Solo pensó para sí mismo —Anoche que salieron a esa cena muy importante los cuatro se me hace muy sospechosa ahora que tramaran, el abuelo se ve diferente ya se me había olvidado como reía él.
No parece el mismo ¿Qué estará pasando? —estaba sumergido en sus pensamientos cuando se escucha su móvil, contesto esa llamada y era su amigo Miroku.

—Sí, amigo.
—Nos podemos ver Inuyasha.
—Claro amigo a qué horas.
—Qué te parece si nos vemos a las doce del día, te espero en mi casa.
—Está bien ahí estaré hasta luego.

En ese instante tocaron la puerta, Sanae se dirigió abrirla —Señorita Minami buen día.
Pero esa chica ni contesto el saludo de Sanae y la aventó para poder pasar ella —Hazte a un lado, no sé qué tenga de buenos días.

Sanae fue tras ella ya que tenía que anunciarla ante los Hisakawa primero, el abuelo, Izayo, Inuyasha, Shippo y Sesshomaru escucharon el escándalo que se escuchaba en el recibidor de la mansión.

—Espere señorita no puede pasar a si nada más.
—Quítate solo eres una simple empleada de aquí, solo vengo a ver a mi querido Inuyasha.
Mientras discutían Sanae y Sakura en el pasillos que la dirigía hacia la sala — ¿Sanae? Déjala pasar.
—Sí, señor Hisakawa.
—Ya vez inepta no debes meterte conmigo —contestó burlándose aquella chica de ojos azules.
Sanae se retiró de ahí, pero el abuelo regaño a Sakura por su comportamiento ante la servidumbre de la casa —Mira Sakura, Sanae tiene años trabajando para nosotros y mientras ella no te falte al respeto tu tendrás que respetarla entiendes —esto lo dijo aquel hombre muy serio con ella.
Sakura empuño sus manos de coraje, como era posible que la regañaran por culpa de Sanae, solo lo miro sin decir nada.

—Sakura que bien que hayas venido precisamente iba ir a tu casa para hablar contigo y tus padres.
— ¿Conmigo señor Hisakawa?
—Sí, así que vamos.
—Pero señor yo vengo a ver Inuyasha.
—Pues ahora no es el momento así que vamos a tu casa.
—Sí, señor Hisakawa.

Ambos salieron de la mansión y fueron a la casa de ella, Sakura se fue en su carro mientras el señor Hisakawa lo llevaba su chofer.
En el camino aquella joven de ojos azules estaba molesta por lo sucedido ya que no la dejo ver a Inuyasha.

En la mansión de los Hisakawa, Izayo le hablo a Sanae para preguntarle qué había pasado ya que solo escucharon a Sakura discutir con ella.

Sanae les dice lo que paso y que se había ido con el abuelo, Inuyasha al escuchar eso —Se fueron juntos ahora que estará pasando esto no me gusta nada —pensó para sí mismo. —Mamá ahora vuelo.

— ¿A dónde vas hijo?
—Tengo que hacer algo muy importante.

Acá por otro lado estaban Sango y Aome en un parque comiendo helado, la joven de cabello castaño miraba a su amiga con una gran sonrisa de oreja a oreja.

—Amiga que te sucede está muy feliz cuéntame —insistía aquella chica.
—Sango soy muy feliz, ahora ya podre estar por siempre con Inuyasha nada, ni nadie podrá separarnos.

Su amiga se acercó a ella y le puso la mano en la frente — Estas bien amiga, ya sabes que no debes volar tan alto porque la caída puede ser dolorosa, que es eso que nadie podrá separarte de Inuyasha si el obstáculo entre tú y él es nada menos que el señor Daisuke Hisakawa que eso no se te olvide.

Aome le platico a su amigo todo lo que había ocurrido esa noche los arreglos que se hicieron, Sango al escucharla no podía creer eso ya que el señor Hisakawa era muy estricto al fin había aceptado a su amiga como parte de la familia.

Ella la felicito —Entonces para cuando la boda Aome.
—Pues aun no vemos eso pero en cuanto todo esto esté yo te diré, además quiero que tui me ayudes en esto.
—Claro, entonces Inuyasha ha de estar muy feliz al igual que tu verdad.
—Pues para eso ahora voy, esto es un secreto entre tú y yo el aún no lo sabe, me dijeron que esperara no sé qué planes tenga en mente el abuelo de Inuyasha.
—Bueno esto hay que festejarlo tú y yo amiga solas sin nada de chicos que te parece si vas a mi casa y pasas la noche ahí.
—Me parece perfecto —ella sonrió a su amiga.

En la mansión de los Minami, llegaron Sakura y el abuelo ahí estaban los padres de ella, ellos al ver al señor Daisuke se sorprendieron.

—Buenas tardes Sousuke y Setsuna.
—Buenas tardes señor Daisuke ahora que lo trae por aquí—preguntó intrigada la madre de Sakura.
—Pues tengo que arreglar el asunto que tengo pendiente con Sakura sobre la boda de ella y mi nieto.
—Pero señor Hisakawa mi hija tiene que casarse con Inuyasha a como dé lugar ella está esperando un hijo de él.
— ¡Ah! A eso voy Sousuke primeramente que nada quiero disculparme con ustedes y principalmente con Sakura porque yo fui el causante de este problema.

Hace aproximadamente dos meses atrás cuando llegue de Inglaterra a Japón fui al instituto de Sakura para proponerle que fuera la prometida de mi nieto después de que me entere que había roto su compromiso con Kikyo, le dije que mintiera que iba hacer la esposa de Inuyasha.

Continuara…

 

Hola chicas disculpen la tardanza de poner los capitulos de mi ff , para compensar dejare dos capitulos espero que sea de su agrado ya que muy pronto esta historia culminara a su fin :(

Resumen del capitulo anterior.

Aome no podía creer lo que habían escuchado sus oídos, ella prometida de Inuyasha, al igual la familia de ella y la abuela, Inutaisho e Izayo.​

— ¿Usted quiere que me case con Inuyasha? —exclamó aquella joven de ojos color chocolate.​

—Sí.​

Izayo se acercó a ella y la abrazo— Será un placer Aome que sea parte de la familia Hisakawa.​

También se acercó a ella Inutaisho y le dio también la bienvenida a su familia, Aome era la chica más feliz del mundo, y sabía de antemano que su amado Inuyasha se pondría feliz por la noticia.​

Su mamá, el abuelo y Souta la felicitaron y estuvieron de acuerdo que Aome se casara con Inuyasha.​

—Asi, que Izayo, Inutaisho les pido de favor que no le digan a Inuyasha con quien se va a casar quiero que sea una sorpresa quiero recompensarle a él también el daño que le he hecho.​

—Pero Daisuke, ya ves como es mi nieto al decirle que tiene otra prometida pondrá el grito en el cielo.​

—Lo sé, por eso Aome para esto tengo que pedirte un favor muy grande y espero aceptes lo que te voy a proponer ahora.​

— ¿Qué es señor Daisuke?​

Capítulo 116.-Una Cena Inolvidable.​

—Pues—miro a su nuera y esposa—Espero estén de acuerdo a lo que te voy a proponer. Ya que serás parte de la familia Hisakawa tendrás que saber las costumbres y modales de nuestra familia y comportarte como una dama en sociedad, por eso necesitare su ayuda Hitomi y Izayo —dijo aquel hombre mirando ambas mujeres —Además Aome que te comprometas ir a la casa después de clases.

Aome al escuchar esto por parte del señor Hisakawa no le agrado la idea, pero tenía que aceptar aquella petición del abuelo de su amado Inuyasha.

Izayo y la abuela Hitomi aceptaron ayudar a Aome con la petición del abuelo sin ningún problema.

— Qué opinas señorita Higurashi está de acuerdo.
—Sí, señor Hisakawa con gusto iré a su casa y aprenderé todo—contestó aquella chica de ojos color chocolate con una sonrisa.

Todos estaban contentos por todo lo que había pasado y para aquella joven de ojos color chocolate fue el día muy especial, ya que era la prometida de su amado Inuyasha y al fin iban estar juntos para siempre.
Se fueron a cenar, el abuelo al probar aquellos deliciosa cena felicito a la mamá de Aome con una sonrisa en su rostro.

— Gracias señor Daisuke Hisakawa a la que debe agradecer es a Aome, fue quien preparo la cena para esta noche.
—Pues te felicito Aome serás una buena esposa.
—Gracias señor Hisakawa. Aome se sonrojó por lo que dijo aquel hombre

Después de la cena pasaron nuevamente a la sala ultimar los detalles de la boda de Aome e Inuyasha.
Mientras en la mansión de los Hisakawa los chicos habían llegado del cine ya pasaban de las once de la noche y se sorprendieron al enterarse que sus padres y abuelos no estaban en casa aun.

—Vaya donde estarán mis padres y los abuelos se han tardado mucho.
—Torpe aun han de estar en su cena que nos dijeron. —musito aquel niño de ojos verdes a su primo cruzándose de brazos.

Inuyasha le propino un coscorrón muy fuerte al pobre niño ¿Por qué me pegas tarado eso me dolió? —acoto Shippo sobándose la cabeza.

Sesshomaru quien estaba ahí, le devolvió el golpe a su hermano menor dándole un fuerte coscorrón — ¿Por qué siempre tienes que pegarle eres un aprovechado? Asi que vamos Shippo a descansar.

—Sí, vamos ya no quiero verle la cara a este tonto aprovechado.

Ambos se retiraron a sus habitaciones dejando ahí al pobre de Inuyasha tirado en el suelo por el golpe que le dio su hermano el mayor. —Me las pagaras enano esto no se quedara así, nada más porque te defendió Sesshomaru.

— ¡Cállate y mejor ya vete a dormir! —le dijo aquel joven de ojos dorados cuando iba subiendo por los escalones que la guiaban al segundo piso de la mansión.

Aquel chico de cabello plateado se levantó refunfuñando y subiendo los escalones muy molesto por lo sucedido, cuando sonó su móvil, al ver quien era se sorprendió y no contestó la llamada. — ¿Qué no entiende que no la quiero ver?

La joven de ojos azules al ver que Inuyasha apago el celular se enojó bastante — ¿Cómo me puede hacer esto a mí, tendré que ir mañana a verlo y me tendrá que escuchar?

Ella se dejó caer sobre su cama miraba hacia el techo y recordó aquella ves que discutía con Aome, sus planes de quitarla de en medio habían sido frustrados por Hidate.
En la casa de los Higurashi después de una velada, se iban a despedir cuando Aome les pidió de favor que aún no se retiraran que tenía algo que decirles y que era muy importante para ella.

—Ahora que sucede Aome, tienes algo que decir con referente en lo que quedamos —pregunto Izayo algo preocupada.
—No, no es eso señora Hisakawa solo que quería decirles que estoy esperando un hijo de Inuyasha —dijo ella sonrojándose.

Los Hisakawa no podían creer lo que estaban escuchando estaban sorprendidos por la noticia que les acabo de dar aquella joven de ojos color chocolate.
Aome no se esperó de las reacciones de la familia de Inuyasha al enterarse Izayo, la abuela Hitomi, Inutaisho, inclusive el abuelo.
La abrazaron y sonreían por esa gran noticia que les había dado, Izayo pregunto a ella cuanto tenia, que si ya fue al doctor, como se sentía.

Inutaisho miro a su esposa y la tomo de la mano —Tranquila Izayo, son bastantes preguntas para Aome una a la vez —acotó con una sonrisa.
—Pues señora Hisakawa tengo dos meses apenas —respondió con una gran sonrisa.

En eso la abuelo interrumpió la plática —Aome pues me alegra saber esa noticia y estoy muy feliz, pero por parte de ti y de mi nieto fue una irresponsabilidad llegar a esto.

Aome entendía a la perfección que trataba de darle entender la abuela Hitomi, en eso el abuelo también hablo.

— ¡Aome! Hitomi tiene razón no es que te estemos cuestionando y mucho menos reprochándote esto pero debiste pensar más en ti, la edad que tienes es muy peligrosa para concebir solo te pedimos que te cuides mucho.
—Sí, no se preocupen me cuidare mucho es lo mismo que me dijo el doctor —musitó con una sonrisa aquella joven.
—Mi hijo está enterado de esto —preguntó el padre de Inuyasha.
—Sí.
En eso la abuela — Saben ahora tenemos otro problema que solucionar. —Todos miraron a la abuela Hitomi desconcertados.
—A qué problema se refiere señora Hisakawa —comentó el abuelo de Aome ya que el al igual que Sota se sorprendieron de la noticia.

Todos miraban a la abuela no sabían que quería decir con el problema que había —Pues hemos pensado en todo pero con esto de que Aome está embarazada no podrá estar en el instituto cuando se note más su embarazo, además esta niña tendrá que seguir estudiando no dejara la escuela.
Aome se sorprendió al escuchar a la abuela Hitomi ya que tenía razón no había pensado en eso, que dejaría la escuela por un largo tiempo.

—Pues ese asunto está arreglado, pues como Aome será parte de la familia Hisakawa no permitiré que abandone sus estudios así que se le darán clases particulares para que termine —replicó el señor Daisuke Hisakawa.
— ¡Padre! Estoy de acuerdo contigo eso déjamelo a mí.
—Está bien hijo.

Aquella chica se alegró, por todo lo que estaba pasando para ella esto era un sueño del que no quería despertar, pero era real.

Su madre al verla así la tomo de la mano y sonrió a su hija —Aome estás de acuerdo con todo esto.
La chica de ojos color chocolate asentó con la cabeza positivamente y con una gran sonrisa en su rostro.

Ya pasaban de las doce de la noche cuando los Hisakawa se estaban despidiendo de los Higurashi por la velada que habían pasado, el señor Daisuke Hisakawa al despedirse pidió nuevamente disculpas a Aome y su familia.

Aome le dice que no se preocupe que el asunto estuviera olvidado y que no preocupara más, ellos se retiran de ahí, al cerrar la puerta la joven miro a sus familiares y grito de emoción y lloraba de alegría al ser aceptada en la familia de los Hisakawa.

Al igual el abuelo, Souta y su madre aún estaban sorprendidos por la actitud del abuelo de Inuyasha ya que su comportamiento fue diferente ante ellos.
Aome le agradeció a su hermano por haberla defendido ante el señor Daisuke Hisakawa.

— ¡Eres mi hermana! Y aunque sea pequeño no permitiré que nadie te vuelva a lastimar a ti y mi sobrino si no se las verán conmigo.
— ¡Souta! —ella lo abrazo—Gracias hermano.

En la mansión de los Hisakawa llegaron, los chicos ya estaban dormidos se dirigieron a sus habitaciones Hitomi e Izayo, mientras que el abuelo y Inutaisho fueron al despacho a platicar, estando ahí tomaron asiento en aquel lugar que era muy grande el piso era de madera, tenía estándares donde había muchos libros, el escritorio era de madera muy fina sobre esta tenía un porta retratos donde estaban sus nietos Inuyasha, Shippo y Sesshomaru.

— ¡Padre! De qué quieres hablarme.
—Hijo tengo que arreglar el asunto de Sakura mañana mismo con ella y sus padres.
—Yo te acompaño padre.
—No, no es necesario este es mi problema y lo arreglare yo solo.
— ¡Seguro!
— ¿Si?

Cuando terminaron de platicar se fueron a descansar paso la noche al día siguiente en la casa de Aome al levantarse se dirigió hablar por teléfono con su gran amiga le quería platicar por lo que estaba pasando y quería compartir ese momento tal feliz.

Le hablo y le dijo que la quería ver y Sango acepto sin ningún problema, acá por otro lado Inuyasha ni se imaginaba lo que está a punto de pasar su vida iba dar un giro inesperado.

Él se levantó y se arregló para ir a desayunar ya que Sanae le aviso que estaba el desayuno preparado, cuando bajo a la sala ya estaban todos ahí y se sorprendió al ver al abuelo ahí, ya que no era usual que estuviera a esa hora en la casa.
Se sentó y dispuso a desayunar, todos estaban en silencio él fue el que hablo—Mamá a qué hora llegaron.

—Llegamos muy tarde es que la cena que tuvimos nos demoró mucho pero fue satisfactoria —respondió con una sonrisa a su hijo el menor.
— ¿Por la forma en que te expresas madre paso algo bueno en esa cena? —dijo aquel joven de ojos color dorado.
—Sí, hijos fue algo interesante verdad abuelo —miro ella al abuelo.
—Pues sí, fue agradable esa cena y muy amena por cierto —contestó el abuelo con una sonrisa.

Inuyasha miro a su mamá y al abuelo sonriendo, de su madre si se lo esperaba ya que ella siempre sonreía pero su abuelo se le hizo diferente su actitud, no comprendía nada.
Solo pensó para sí mismo —Anoche que salieron a esa cena muy importante los cuatro se me hace muy sospechosa ahora que tramaran, el abuelo se ve diferente ya se me había olvidado como reía él.
No parece el mismo ¿Qué estará pasando? —estaba sumergido en sus pensamientos cuando se escucha su móvil, contesto esa llamada y era su amigo Miroku.

—Sí, amigo.
—Nos podemos ver Inuyasha.
—Claro amigo a qué horas.
—Qué te parece si nos vemos a las doce del día, te espero en mi casa.
—Está bien ahí estaré hasta luego.

En ese instante tocaron la puerta, Sanae se dirigió abrirla —Señorita Minami buen día.
Pero esa chica ni contesto el saludo de Sanae y la aventó para poder pasar ella —Hazte a un lado, no sé qué tenga de buenos días.

Sanae fue tras ella ya que tenía que anunciarla ante los Hisakawa primero, el abuelo, Izayo, Inuyasha, Shippo y Sesshomaru escucharon el escándalo que se escuchaba en el recibidor de la mansión.

—Espere señorita no puede pasar a si nada más.
—Quítate solo eres una simple empleada de aquí, solo vengo a ver a mi querido Inuyasha.
Mientras discutían Sanae y Sakura en el pasillos que la dirigía hacia la sala — ¿Sanae? Déjala pasar.
—Sí, señor Hisakawa.
—Ya vez inepta no debes meterte conmigo —contestó burlándose aquella chica de ojos azules.
Sanae se retiró de ahí, pero el abuelo regaño a Sakura por su comportamiento ante la servidumbre de la casa —Mira Sakura, Sanae tiene años trabajando para nosotros y mientras ella no te falte al respeto tu tendrás que respetarla entiendes —esto lo dijo aquel hombre muy serio con ella.
Sakura empuño sus manos de coraje, como era posible que la regañaran por culpa de Sanae, solo lo miro sin decir nada.

—Sakura que bien que hayas venido precisamente iba ir a tu casa para hablar contigo y tus padres.
— ¿Conmigo señor Hisakawa?
—Sí, así que vamos.
—Pero señor yo vengo a ver Inuyasha.
—Pues ahora no es el momento así que vamos a tu casa.
—Sí, señor Hisakawa.

Ambos salieron de la mansión y fueron a la casa de ella, Sakura se fue en su carro mientras el señor Hisakawa lo llevaba su chofer.
En el camino aquella joven de ojos azules estaba molesta por lo sucedido ya que no la dejo ver a Inuyasha.

En la mansión de los Hisakawa, Izayo le hablo a Sanae para preguntarle qué había pasado ya que solo escucharon a Sakura discutir con ella.

Sanae les dice lo que paso y que se había ido con el abuelo, Inuyasha al escuchar eso —Se fueron juntos ahora que estará pasando esto no me gusta nada —pensó para sí mismo. —Mamá ahora vuelo.

— ¿A dónde vas hijo?
—Tengo que hacer algo muy importante.

Acá por otro lado estaban Sango y Aome en un parque comiendo helado, la joven de cabello castaño miraba a su amiga con una gran sonrisa de oreja a oreja.

—Amiga que te sucede está muy feliz cuéntame —insistía aquella chica.
—Sango soy muy feliz, ahora ya podre estar por siempre con Inuyasha nada, ni nadie podrá separarnos.

Su amiga se acercó a ella y le puso la mano en la frente — Estas bien amiga, ya sabes que no debes volar tan alto porque la caída puede ser dolorosa, que es eso que nadie podrá separarte de Inuyasha si el obstáculo entre tú y él es nada menos que el señor Daisuke Hisakawa que eso no se te olvide.

Aome le platico a su amigo todo lo que había ocurrido esa noche los arreglos que se hicieron, Sango al escucharla no podía creer eso ya que el señor Hisakawa era muy estricto al fin había aceptado a su amiga como parte de la familia.

Ella la felicito —Entonces para cuando la boda Aome.
—Pues aun no vemos eso pero en cuanto todo esto esté yo te diré, además quiero que tui me ayudes en esto.
—Claro, entonces Inuyasha ha de estar muy feliz al igual que tu verdad.
—Pues para eso ahora voy, esto es un secreto entre tú y yo el aún no lo sabe, me dijeron que esperara no sé qué planes tenga en mente el abuelo de Inuyasha.
—Bueno esto hay que festejarlo tú y yo amiga solas sin nada de chicos que te parece si vas a mi casa y pasas la noche ahí.
—Me parece perfecto —ella sonrió a su amiga.

En la mansión de los Minami, llegaron Sakura y el abuelo ahí estaban los padres de ella, ellos al ver al señor Daisuke se sorprendieron.

—Buenas tardes Sousuke y Setsuna.
—Buenas tardes señor Daisuke ahora que lo trae por aquí—preguntó intrigada la madre de Sakura.
—Pues tengo que arreglar el asunto que tengo pendiente con Sakura sobre la boda de ella y mi nieto.
—Pero señor Hisakawa mi hija tiene que casarse con Inuyasha a como dé lugar ella está esperando un hijo de él.
— ¡Ah! A eso voy Sousuke primeramente que nada quiero disculparme con ustedes y principalmente con Sakura porque yo fui el causante de este problema.

Hace aproximadamente dos meses atrás cuando llegue de Inglaterra a Japón fui al instituto de Sakura para proponerle que fuera la prometida de mi nieto después de que me entere que había roto su compromiso con Kikyo, le dije que mintiera que iba hacer la esposa de Inuyasha.

Continuara…

 

Capítulo 117.-El comienzo de una nueva vida.​

En eso interrumpió la madre de la chica de ojos azules— ¿Cómo se atrevió hacerle eso a mi hija? —replicó aquella mujer muy molesta.

—Por eso le pido una disculpa, pero entre mis planes era que Sakura no se enamorara de mi nieto, pero fue inevitable solo era esa farsa para que Inuyasha dejara la chica que estaba saliendo después de que dejo a Kikyo.

Solo era eso, pero después Sakura se puso en un plan que se salió fuera de control que quería casarse con mi nieto a como diera lugar inventando que esta embaraza de Inuyasha.

— ¡Sakura es verdad todo esto que cuenta el señor Hisakawa! —preguntó su padre mirándola a los ojos.

Ella quedo callada no contestaba la pregunta qué le hizo su padre, Setsuna al verla así la tomo de los hombros. —Anda niña contesta es verdad todo esto.

En eso la joven de ojos azules miro a sus padres y al señor Hisakawa —Si, es verdad todo lo que dice el señor Hisakawa, y no estoy embaraza de Inuyasha, además tengo que decirles que entre Hidate y yo provocamos todos los problemas en el campamento culpando Aome e Inuyasha.

Además madre, padre yo quería lastimar a Aome —esto lo dijo llorando desconsoladamente.

— ¿Que tratas de decir Sakura?—dijo angustiada Setsuna al escuchar eso por parte de su hija.

—Pues al enterarme que ella está esperando un hijo de Inuyasha yo quise deshacerme de ella, pero…

— ¿Sakura que le has hecho a esa joven dime?

—Nada, en eso llego Hidate y evito que cometiera una locura así que perdónenme se los suplico.

Setsuna abrazo a su hija al igual su padre y la perdonaron al igual el señor Daisuke pidió nuevamente disculpas ya que toda la culpa no fue solo de la muchacha si no dé el.

En ese momento Inuyasha llego a la mansión de los Minami, pero no espero que la servidumbre lo anunciara.

—Espera joven no pueden atenderlo los Minami está muy ocupados.

El no hizo caso y entro a hasta adentro donde se encontraba su abuelo y los Minami, el abuelo al verlo. — ¡Inuyasha que haces aquí!

—Abuelo vengo hablar con Sakura de todo esto, además también me entere de todos esto por parte de Hidate que tú y ella hicieron este teatro.

— ¡Inuyasha! —expresó aquella joven de ojos azules apenada.

—Abuelo, señores Minami me permiten hablar a solas con Sakura.

Los padres de Sakura y el abuelo aceptaron ya que entre ellos tenían que arreglar todas sus diferencias.

Ambos chicos salieron al jardín de aquella mansión se dirigieron al Kiosco que estaba en medio de este gran Jardín.

Al llegar ahí, Sakura no miro a los ojos aquél joven de ojos color ámbar miro hacia donde estaba la fuente él estaba atrás de ella a unos cuantos pasos.

Él fue el que rompió el silencio — ¡Sakura! Yo tengo que pedirte que me perdones por las cosas horribles que te dije, y la forma en que…—En eso fue interrumpido.

—No, Inuyasha al contrario tú debes perdonarme por los cosas que te hice pasar a ti y a Aome estaba segada, además pensado bien las cosas no era amor lo que sentía por ti, si no obsesión no podía permitir que una chica pobre como Aome ganara el corazón de un chico como tú.

Yo quería ganar a toda costa con toda clase de artimañas, pero al fin comprendí que no puede hacer que alguien te amé a la fuerza eso me enseño Aome me duele aceptarlo pero ella es una gran muchacha—dijo aquella joven derramando lágrimas que no podía contener.

Aquel joven de ojos color ámbar se acercó a ella la abrazo —Tranquila Sakura yo te perdono con la condición de que también me perdones a mí, además tú fuiste una victimas más de mi abuelo que no midió las consecuencias.

La joven al escuchar eso sonrió levemente y miro esos ojos color ámbar—Si te perdono, pero podemos ser amigos.

—Claro—él sonrió aquella chica.

—Inuyasha ve y busca a Aome no la dejes ir por ningún motivo lucha por su amor ante todo y todos como lo has hecho como hasta ahora ella te estará esperando.

Inuyasha no podía creer que Sakura le digiera esas cosas en verdad él se dio cuenta que no era del todo mala —Gracias Sakura por tu consejo, ahora que harás a partir de ahora—preguntó a Sakura.

—Pues les diré a mis padres que me manden al extranjero a estudiar y olvidar lo que paso aquí —dijo Sakura con nostalgia.

—Pero dejaras a Hidate triste si te vas.

—Lo, se pero quiero pensar bien las cosas antes de empezar una nueva relación.

—Bien por ti amiga—respondió con una sonrisa.

Desde ese día Inuyasha y Sakura se vieron por última vez, ella le pidió a sus padres que la mandaran fuera a estudiar quería olvidar por las cosas que había pasado y que había hecho, no solo se despidió del sino que también busco a Aome y le pidió perdón la cual la chica de ojos color chocolate la perdono sin ningún problema.

Sakura estaba en el aeropuerto con sus padres ellos aún le decían que si se arrepentía de irse que era el momento y no tenía que irse a Francia, pero la chica ya había tomado una decisión y no había vuelta atrás.

Anunciaron el vuelo a Francia se despidió de sus padres con lágrimas en sus ojos pero antes de dirigirse a la puerta que la dirigía al avión saco de su bolso una carta y se la entregó a su madre—Por favor se la entregas a Hidate.

—Sí, hija pero hubiera sido preferible que se la dieras personalmente.

—Lo, se madre pero no tuve el valor de verlo de mirarlo a los ojos él ahora me odiara.

—Está bien hija yo se la daré y cuídate mucho prométenos que regresaras pronto.

—Se los prometo—abrazo a sus padres y se despidió con lágrimas en sus ojos cuando iba cruzar la puerta le hablaban ella miro hacia atrás ya que la voz se le hizo conocida.

— ¡Sakura ¡ ¡Sakura!

Ella corrió a donde estaba aquel chico y lo abrazo con todas sus fuerzas — ¡Hidate! Perdóname, perdóname por no avisarte que me iría a Francia—acoto llorando la joven.

—Te perdono linda, pero promete que regresar yo te estaré esperando.

Aquella chica de ojos azules se sorprendió por lo que dijo aquel chico a pesar en la manera que lo trato y a veces el humillo sin razón la perdonaba.

—Está bien Hidate regresare para ser digna de ti, aunque no me había dado cuenta pero me llegue enamorar de ti, te pido que me esperes cuando yo regrese.

—Yo te esperare Sakura —El beso a la joven y ella correspondió.

Ambos se despidieron, pero ella no se quedó con la duda y le pregunto ¿Quién le había dicho que se iría de Japón?

—Pues fue Aome e Inuyasha me avisaron que tu paritarias hoy.

— ¿Cómo? —Exclamó aquella joven, no podía creer eso y sonrió levemente— Entonces hasta luego Hidate —Aquella joven partió a Francia a hacer su vida.

Pasaron algunos días y los chicos entraron a clases después de unas largas vacaciones Sango, Aome, Miroku e Inuyasha estaban contentos de regresar y más aquella chica de ojos color chocolate ya que estaría cerca de Inuyasha.

Al entrar se encontraron en los pasillos, se abrazaron y besaron ya que tenían por lo menos en quince días no se habían visto.

Sango y Miroku estaban felices de ver de nuevo a sus amigos otras ves juntos —Espero que el abuelo de Inuyasha no interfiera en la relación de Aome y mi amigo —dijo Miroku preocupado.

—Pues esperemos que no—musitó con una sonrisa Sango ya que ella sabía que Aome pronto se casaría con su amigo.

Aome al salir de clases se iba antes de que saliera Inuyasha ya que no quería que se enterara de lo que estaba haciendo, cuando la invitaba a salir ella se negaba, el a veces no entendía porque siempre rechazaba salir con él.

Él le decía a Sango y Miroku que algo le pasaba a Aome que algo le estaba escondiendo y no le guastaba para nada eso.

Aquella chica todos los días a la tres dela tarde que salía de clase se iba a la mansión de los Hisakawa estudiaba todo referente a ellos tenía que memorizar cada detalle, la enseñaron a comportarse como todo una dama ante la sociedad eso en ocasiones no le agradaba pero tenía que hacerlo.

Un día la abuela quien le enseñaba sobre la familia le dijo algo muy importante aquella chica de ojos color chocolate.

—Aome te voy a dar un consejo muy importante y que te quede muy claro niña.

—Sí, señora Hisakawa.

—Por favor hija puedes decirme abuela Hitomi eres ya parte dela familia Hisakawa.

—Está bien abuela Hitomi.

—Mira aunque Izayo y yo te estemos enseñando como ser una dama en sociedad y comportarte como tal nunca pierdas los pie sobre la tierra, tu siempre se la misma la chica de quien se enamoró mi nieto aquella chica dulce, amable, gentil, y humilde son las características de ti linda.

—No, se preocupe abuela Hitomi, yo seré la misma Aome de siempre.

—Eso me agrada escuchar de ti—contestó con una sonrisa.

Asi pasaron los días, Aome e Inuyasha solo se miraban en la hora del receso eso a veces le molestaba aquel joven de ojos color ámbar ya que ni siquiera iba a verlo a los partidos o entrenamientos.

De esto se dio cuenta aquella joven de cabello negro y le platico a Izayo tenía miedo de perderlo o que pensara que lo engañaba ya que él era un chico que sacaba cada idea errónea.

La madre de Inuyasha le pidió que tuviera paciencia, ella solo acento con la cabeza positivamente y sonrió levemente.

Un día en la cafetería estaban platicando Inuyasha y Miroku—Oyes amigo y tú abuelo no te ha dicho nada.

—No, Miroku pero se me hace muy raro pero estoy a la defensiva sé que el abuelo algo trama ese viejo es impredecible en cualquier momento saldrá con unas de sus boberas, pero esta vez amigo no dejare que me separen de Aome, si eso pasa me escapare con ella.

Ese día Aome cuando llego a la mansión ahí estaba el abuelo en la gran sala con la abuela, Izayo, Inutaisho.

—Buenas tardes. —Todos las saludaron amablemente.

—Aome en vista que estas preparada esta noche se hará oficial tu compromiso con Inuyasha ya le avisamos a tu mamá, abuelo y tu hermano—musitó Inutaisho.

—Tan pronto—exclamó aquella chica.

—Sí, hija ya es hora de anunciar su compromiso y esta noche poner la fecha dela boda lo más pronto posible.

—Está bien entonces iré a casa a cambiarme para estar lista como a qué horas será esto.

—Pues a la ocho de la noche además ya avisamos a nuestros amigos más cercanos sobre este compromiso, Aome uno de nuestros choferes te llevara a tu casa y te traerá junto con tu familia a la mansión.

Aome fue llevada a su casa entro a toda prisa y le hablaba a su madre con tanta emoción, Zeika salió de la cocina — ¿Qué te sucede hija?

—Hoy madre es el gran día de mi vida—decía esa muchacha de ojos color chocolate con entusiasmo.

—Lo se hija hace rato me hablo Izayo para decirme que hoy será anunciado tu compromiso con el joven Inuyasha, así que ve a tu habitación ahí te puse un vestido y sé que te gustara y esto es para la ocasión.

La joven no se hizo esperar y subió rápido a su habitación al abrir la puerta miro aquel vestido blanco que le había regalado Inuyasha cuando se iban a casar aquella vez que se habían escapado juntos.

—Gracias mamá—derramo lágrimas de felicidad.

En la mansión de los Hisakawa llego aquel joven de cabello plateado triste porque desde que entraron a clases no miraba mucho a Aome, pero le sorprendió ver a todos en la casa muy atareados los de la servidumbre y mozos llevando mesas y sillas al salón, grandes canastas de flores de varios colores.

Aquel joven se preguntaba para sí mismo que estaba pasando a él nunca le habían avisado que iba a ver una fiesta, el siguió con su camino hacia su habitación no tomando mucha importancia se recostó en su cama, en es instante tocaron en la puerta de su habitación.

Él se levantó y se sentó en la orilla de la cama— ¡Adelante! —él se sorprendió al ver que era su hermano.

— ¿Qué pasa Sesshomaru?

—Pues vengo por ti hermano para que me acompañes a la joyería.

—Yo ¿Por qué? Que te acompañe mi mamá o ese condenando chaparro entrometido.

—No, iré— dijo molesto aquel chico de ojos color ámbar.

—Anda es algo muy importante y tú eres el único que me puedes ayudar.

— ¿Yo?

—Si anda vamos.

—Está bien vamos, pero tú sabes que está pasando aquí en esta casa.

Aquel chico de ojos color dorado lo miro y le dijo que también no sabía que estaba pasando pero recordó aquella vez que llegaron de esa cena tan importante para ellos.

Flash Back

En la mansión de los Hisakawa llegaron, los chicos ya estaban dormidos se dirigieron a sus habitaciones Hitomi e Izayo, mientras que el abuelo y Inutaisho fueron al despacho a platicar, estando ahí tomaron asiento en aquel lugar que era muy grande el piso era de madera, tenía estándares donde había muchos libros, el escritorio era de madera muy fina sobre esta tenía un porta retratos donde estaban sus nietos Inuyasha, Shippo y Sesshomaru.

Izayo entro a su habitación se sentó a la orilla de la cama se estaba quitando sus zapatos cuando en ese instante tocaron la puerta de su habitación.

—Sí, adelante.

—Hola mamá.

— ¡Hijo! Que haces despierto a esta hora mira ya casi son la una de la mañana—espetó Izayo.

—Pues estaba preocupado por ustedes ya que solo iban a cenar pero se tardaron mucho.

— ¡Sesshomaru! Siéntate aquí a mi lado te voy a contar un secreto y en ti pudo confiar plenamente.

Aquel chico miro a su mamá con una gran sonrisa en su rostro no entendía nada pero por lo que le iba contar era algo muy importante y noticias buenas.

—Sí, madre tu bien sabes que lo que me platiques no diré nada.

—Pues la cena a la que fuimos fue a la casa de los Higurashi.

—Con Aome. —exclamó aquel joven.

—Así como lo oyes hijo tu abuelo al fin acepto a Aome para esposa de tu hermano—ella le platico con detalles a Sesshomaru como estuvo todo aquello—El escucho sin interrumpir a su mamá y él se sorprendió cuando le dijo que Aome estaba embarazada de su hermano no podía creerlo.

—Ya le dijeron a Inuyasha que ella será su nueva esposa.

—No, Hijo aun no pero para esto necesitare tu ayuda,

— ¡Mi ayuda!

—Sí, dentro de quince días será oficial el compromiso de tu hermano con ella, pero hasta ese mismo día le diremos sobre eso, y tu tendrás que convencerlo que te acompañe a la joyería para el anillo de compromiso.

—Tendrás que ingeniártelas para que te acompañe.

—Eso hare ya ve que es un chico testarudo.

Fin Flash Back.

Asi que ambos jóvenes salieron de la mansión y se fueron en el auto convertible se Sesshomaru iban en silencio, durante el camino.

Llegaron a la joyería y entraron una de las dependientas del lugar le dijo que se les ofrecía.

—Señorita nos podría mostrar los anillos de compromiso.

—Si permítame —dijo aquella mujer.

Inuyasha al escuchar a su hermano se sorprendió — ¡Sesshomaru! no me digas que tú ya te vas a casar ya le propusiste matrimonio a Karen.

—Pues sí, por eso te traje para que me ayudaras a escoger un anillo bonito para ella, bueno tu escógelo imagínate que se le vas a dar Aome.

—Bueno lo escogeré por ti hermano veo que tú no sabes nada de esto con mi experiencias de dos compromisos soy todo un experto.

—Mmmh torpe engreído—contestó Sesshomaru.

Continuara…

 

Aqui les dejo el siguente capitulo chicas y muchas gracias por leerlo eso me hace muy feliz y con ganas de seguir escribiendo aunque siempre lo actualizo muy tarde pero mas vale tarde que nunca jijiji ademas ya lo tenia para colocarlo antes pero se me borro todo el capitulo y lo tuve que hacer otra vez a ver como me quedo :oops: una gran disculpa

Capítulo 118.-Propuesta De Matrimonio 1era. Parte.

La dependienta del lugar les mostro aquellos jóvenes un sinfín de anillos de compromiso los miraban uno a uno.

Inuyasha vio uno que le llamo mucho la atención —Mira hermano que tal este anillo.
Sesshomaru lo miro —Vaya sí que es bonito me gusta que te parece si no lo llevamos.

—Bien.
—Buen gusto joven, su prometida quedara fascinada con este hermoso anillo y es una afortunada—dijo aquella mujer mirando aquel joven de ojos color ámbar.
Aquel chico de cabello plateado— ¿Qué dice? —contestó molestó por lo que dijo la dependienta del lugar.
Es eso recibió un golpe muy fuerte en la cabeza— ¡Tranquilízate torpe!
— ¡Sesshomaru! —Eso dolió—acto seguido ambos chicos salieron de la joyería, pero aquel joven de ojos color ámbar aun iba molesto con su hermano por que le había pegado en la cabeza.
—Inuyasha ya debes compórtate no eres un niño.

Acá por otro lado Izayo les aviso a sus amigos más cercanos sobre el evento que se iba a realizar en la mansión de los Hisakawa.

Miroku al enterarse que su amigo tenía otra prometida se sorprendió pero lo que más le intrigo fue porque nunca le había dicho que estaba comprometido.
Sango ya estaba enterado de todo esto, por parte de su amiga Aome quien le había platicado y le dijo que no faltara en ese día especial para ella, no era la única sorprendía también Kikio al enterarse de esta noticia se alegró por Inuyasha y Aome.

—Al fin lo consiguieron —pensó para sí misma y se le dibujo una sonrisa en su rostro.

En la casa se Aome también ellos estaba contentos por lo que había pasado, aquella chica de ojos color chocolate estaba en su cama recostada aun no podía creer lo que le estaba sucediendo para ella era un sueño, tomo entre sus manos una fotografía donde estaba ella y al chico que amaba.

— ¡Inuyasha! Ahora estaremos juntos, pero no me pudo imaginar cómo se pondrá cuando le digan que tiene nueva prometida, así como es de seguro pondrá el grito en el cielo, este chico están testarudo—ella sonrió —Ya quiera ver la cara que pone.

En la mansión de los Hisakawa todos estaban atareados por el evento que iba a ver en la noche, Shippo quien al ver todo aquel alboroto desde la mañana le había causado curiosidad — ¿Pero qué está pasando aquí? —se dijo así mismo. —en ese momento fue sacado de sus pensamientos.

— ¡Shippo!
— ¡Abuela Hitomi! ¿Qué está pasando aquí?
—Pues esta noche querido Shippo anunciaremos el compromiso de Inuyasha con la señorita Higurashi.
— ¿Qué? Mi primo se casará con mi amiga Aome, no lo puedo creer —expresó aquel chico de ojos color verde y con una gran sonrisa.
—Asi que pequeño Shippo te pido de favor que guardes el secreto, él no sabe que esta fiesta que se realizara será para eso para su compromiso.
—Pues la verdad abuelita quiero que ya sea noche quiero ver la cara de ese torpe cuando le diga que es el compromiso de él.
—La verdad Shippo estoy igual que tu—ambos sonrieron a carcajada abierta, en ese instante llegaron Sesshomaru e Inuyasha.
El miro a su abuela y a Shippo sonriendo— ¿Qué pasa con ustedes? De que se ríen.
—De nada torpe, es un secreto entre la abuela Hitomi y yo—respondió aquel niño de ojos verdes.
— ¿Cómo me dijiste enano? —le iba a dar un coscorrón cuando aquel chico se escondió detrás de la abuela.
—Sal de ahí chaparro no te escondas detrás de la abuela, dame la cara.
—No, tonto—respondió con una sonrisa aquel chico.
En ese instante fueron interrumpidos — ¡Joven Inuyasha le hablan por teléfono!
—Si ahora voy Sanae, después me las pagaras chaparro condenado. —Él se retiró dejando a su primo y abuela.
El contesto el teléfono— ¡Diga!
— ¡Hola! ¿Inuyasha como estas?
— ¡Aome! —exclamó aquel chico de ojos color ámbar. —Bien linda, sabes tengo tanta ganas de verte.
—Yo también—espetó aquella chica.
— ¡Aome! Esta noche quiero verte, que te parece si salimos a cenar.
— No podemos—dijo aquella joven.
—Pero ¿Por qué?—preguntó el intrigado.
—Pues tu mamá nos invitó a tu casa a una cena que tienen esta noche y ahí nos podremos ver.
—No, me digas que también vienen, tú sabes que esta gran recepción que habrá hoy en la noche es para el compromiso de mi hermano.
— ¡En serio! No sabía.
— ¿Cómo no vas a saber? Linda a poco no te aviso tu amiga Karen.
—Pues la verdad no, pero esta noche que la vea me las pagara—contestó aquella chica con una leve sonrisa.
—Entonces nos vemos en la noche Aome.
—Sí, hasta luego. —Ella al colgar— ¡Vaya no le han dicho nada!

Ya había pasado la tarde muy rápido estaba anocheciendo en la mansión de los Hisakawa ya todo estaba listo.

Inutaisho estaba platicado con su esposa se estaban arreglando—Izayo quiero ver la cara que ponga mi hijo al enterarse que es su compromiso.

—Pues se molestará tanto por un momento, pero al ver quien será las cosas cambiaran.
—Tienes razón.

Al igual el abuelo y la abuela estaban platicando sobre el tema — ¡Hitomi! Espero que con esto compense el daño que le hice a él y me perdone ya que la verdad estos día no me ha hablado a la mejor me odia y no me quiere. —Esto lo dijo con cierta melancolía.

—Tranquilo Daisuke mi nieto no es así, a pesar de lo que estaba pasando él te quiere solo que él no piensa igual que tú en muchas cosas.
—Está bien me relajare.

Ya todo estaba listo para esa gran noche, llegaban los invitados pasaban al salón eran recibidos por la abuela e Izayo.

Mientras el abuelo e Inutaisho ultimaban los últimos detalles, para que esa noche saliera perfecta.
Kikio llego con su familia y junto a su nuevo novio por el cual habían pasado por varios momentos amargos ahora era feliz ya que los padres de ella lo aceptaron.

Izayo al verla junto aquel joven la felicito a ella y a el— ¡Bankotsu! ¡Kikio! Me alegro que ustedes estén juntos y bienvenidos.

—Gracias señora Hisakawa —contestó aquel chico moreno.
—Pero pasen— ella también saludo a los padres de Kikio y al director Naraku Kobayashi padre de Bankotsu.

Fueron llegando todos los invitados Inuyasha en su habitación se estaba arreglando pero a él se le hacía raro no ver ahí a Karen y lo más intrigante para él fue que ni si quiera Aome le había comentado acerca de su amiga.

Estaba tan sumergido en sus propios pensamientos cuando entro la abuela Hitomi — ¡Hijo podemos hablar un momento!
— ¿Qué sucede abuela Hitomi?
—Pues—Ella lo miraba, quedo por un momento en silencio.
Inuyasha lo miro extrañado— ¿Qué pasa?
—No, no es nada—contestó con una sonrisa—Ven vamos haya abajo ya están llegando los invitados.

Inuyasha y su abuela bajaron al primer piso van por los escalones cuando vio entrar a sus amigos a Sango y Miroku, se acercó a ellos.

— ¿Cómo están?
—Bien— contestaron en unisón ambos jóvenes.
—Vaya amigo así que al fin se compromete Sesshomaru con la señorita Karen.
—Sí, Miroku pero sabes esto se me hace bastante raro.
—A que te refieres Inuyasha.
—Pues si te fijas bien, por aquí no anda Karen es más ni sus padres.

Sango al escuchar esto tomo de la mano a su novio interrumpiendo a su novio y amigo —Pues ahorita nos vemos Inuyasha no te interrumpimos ya que están llegando los demás invitados.

— ¡Pero Sanguito! Inuyasha tiene toda la razón.
—Anda vamos después sigues platicando con él. —Se alejan dejando aquel chico de cabello plateado algo intrigado.

En ese momento le hablan —Buenas noches Inuyasha.

El miro hacia donde le hablaban ya que esa voz se le había hecho conocida vIo aquella joven de quien él estaba enamorado y amaba al verla ahí quería abrazarla y besarla pero se contuvo ya que no quería que su abuelo los viera y empezara a decir cosas y mucho menos que el mortificara a Aome.

— ¡Aome! Te ves hermosa esta noche—Acotó Inuyasha mirándola de arriba bajo ya que el vestido que trae puesto era el que él le había regalado para el día en que se iban a casar.
—Gracias Inuyasha —dijo aquella muchacha sonrojándose.
—Buenas noches joven Inuyasha—dijeron los familiares de Aome.
— ¡Señora Higurashi! ¡Abuelo! ¡Souta! Buenas noches y bien venidos pasen por favor.

La familia de Aome paso dejando aquellos dos jóvenes platicando— ¡Inuyasha! Mi familia ya Sabe que estoy embarazada.

— ¿Qué? —exclamó el en voz alta.
— ¡Cállate! ¡Torpe! Haces mucho escándalo.
— ¡Perdóname! Pero que dijeron, se molestó tu mamá, están de acuerdo—ese chico hacia tantas preguntas a la vez que esa joven de ojos color chocolate se desesperó y le dio un coscorrón muy fuerte. — ¡Aome pero! ¿Por qué me pegaste eso dolió?
—Vaya Inuyasha no puedes ser más discreto eres muy ruidoso, adema sabes lo que dijo mi madre sobre todo esto que tu como un hombre deberías responsabilizarte, pero como tu abuelo no me quiere así que —ella quedo en silencio y mirándolo.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué te quedas callada?

Aome para hacerlo sufrir por un momento se acercó y le dice al oído— ¡Inuyasha! Te voy a decir una cosa y espero no te molestes.

—Sí, dime que es.
—Pues como tú y yo no podremos estar juntos, mi madre ya me consiguió un prometido quien se hará cargo de mí y de tu hijo.

Aquel chico al escuchar eso se molestó tanto—No, no Aome no me puedes hacer esto ese niño que llevas dentro es mío solo mío al igual que tú.

—Lo siento mucho Inuyasha—esto lo dijo ella cruzándose de brazos—Asi que luego seguimos platicando—ella se retiró dejándolo muy enojado, mientras ella sonreía levemente— ¡Tonto! Pero al fin así lo amo.

Llego con su familia y ahí estaban Sango y Miroku quienes estaban platicando con su madre y abuelo.

— ¡Aome! Pero mira que linda te ves. —espetó su amiga.
—Gracias Sango.

En ese momento llego Kouga también se acercó a ellos y los saludo— Hola Aome esta noche te ves muy hermosa y te felicito ya me entere que esta fiesta es honor a ti y ese miserable de Inuyasha al fin se salió con la suya.

Miroku al escuchar eso por parte de Kouga se sorprendió—Asi que este noche es el compromiso de Inuyasha y tu Aome—preguntó aquel chico muy asombrado.

— ¿Si? Miroku pero es un secreto ya que él piensa que es de su hermano esta gran recepción.
—No quiero imaginarme la cara que pondrá cuando se entere de todo esto.
— ¿Pero cómo lo supiste tu Kouga?
—Pues la señora Hisakawa le platico a mi mamá por eso me entere, además amiga siento mucho que Jenny no haya podido venir y los chicos me dijeron que están en exámenes.
—Si Kouga anoche hable con ellos pero me desearon mucha suerte y me prometieron que el día que me case con él, ellos vendrán —dijo con una sonrisa.

Mientras platicaban se acercaron a ellos la familia Hisakawa— ¡Aome! , Zeika bienvenidos así que estas listas para esta gran noche.

—Sí.
—Bueno ya tenemos todo arreglado ahora, es pasar a la siguiente fase del plan. — ¿Qué te parece?
—Bien, señora Izayo estoy nerviosa por todo esto.
— ¡Tranquila Aome! Todo saldrá bien.
—Está bien.

Inuyasha que iba llegando al gran salón aun molesto por lo que le dijo Aome miro que sus padres e inclusive sus abuelos y Shippo estaban con la familia Higurashi, no podía creer que él estuviera ahí, él se acercó a toda prisa ya que no quería que su abuelo molestara a Aome.

—No, permitiré que el abuelo le haga daño—Él iba muy decidido cuando lo tomaron del hombro.
— ¿Ha dónde vas torpe?
— ¡suéltame Sesshomaru!
—Debes comportarte no hagas escándalo.
— ¿Pero Sesshomaru no ves que el abuelo esta con Aome y es capaz de humillarla?
—Inuyasha el abuelo no es así, no es capaz de decirle algo a ella delante de la gente será lo que tú quieras pero no haría eso.
— ¡Pero! —El miro a su hermano no muy convencido— ¿Esta bien confiare en ti? Oyes Sesshomaru a todo esto donde esta Karen y sus padres nos los veo por ningún lado además ya es muy tarde ya van hacer la nueve de la noche y a un no llegan.
—Pues—aquel joven de cabello alvino lo miro.

Pero en ese momento fueron interrumpidos por el abuelo quien dirigió unas palabras a todos los presentes dando las gracias por asistir—Esta reunión que hemos hecho es para dar un aviso muy importante para hacer oficial el compromiso de uno de mis nietos, sé que esta vez el aceptara casarse—En eso el abuelo le hablo a su nieto— ¡Inuyasha puedes pasar aquí enfrente por favor!
Aquel muchacho de ojos color ámbar se sorprendió — ¿Qué? —expresó Inuyasha. —Se quedó inmóvil por un momento no sabía qué hacer.

Su madre se acercó a el — ¡Ven hijo!
—Pero mamá ahora que pretende el abuelo—él fue al frente donde estaban sus abuelos, sus padres inclusive su hermano y Shippo.

Al estar enfrente de todos los invitados no entendía nada— ¡Inuyasha! Hoy mi querido nieto te pido una disculpa por todo lo que te he hecho y las cosas que te hice pasar tan desagradables a ti y la señorita Higurashi.

Aquel chico de ojos color ámbar no podía creer lo que escuchaba de su abuelo —Si, abuelo te perdono. —ambos se abrazaron.

—Ahora si hijo te tengo una sorpresa que te queremos dar.
—Una sorpresa abuelo ¿Qué es?
—Pues esta fiesta que hemos hecho esta noche es honor a ti, porque hoy anunciaremos tu compromiso.
— ¿Qué? Está diciendo yo comprometido pero con quien tu bien sabes que yo amo a…—en eso interrumpió el abuelo a su nieto.
—Guarda silencio por un momento.
Su papa quien estaba a un lado de él lo tomo del hombro— ¡Tranquilízate hijo!
—Pero papá el abuelo esta otra vez disponiendo de mi futuro el bien sabe que yo amo Aome, así que padre dile que yo…
—Lo siento mucho hijo yo no puedo hacer nada.

El miro a su madre, abuela— ¿Pero porque? —Ambas mujeres asentaron negativamente que no podían hacer nada, al respecto.

Pero el también miro a la chica que amaba— ¡Aome! Yo te amo a ti, si es necesario escaparemos juntos en este mismo momento no me importa lo que digan. —pensó para sí mismo.
Aome quien lo miro—vaya que es un tonto, de seguro está tramando algo de eso no cabe duda.

Sango quién estaba con su novio sonrió levemente al igual aquel chico de cabello negro —Al fin estarán juntos verdad amor.

—Sí, Sango—replicó Miroku a su novia.

En eso el abuelo— ¡Inuyasha! Dentro de un mes se realizará la boda con la quien será tu nueva esposa, así que pase al frente por favor señorita Aome Higurashi.

Aquel joven de ojos color ámbar no podía creer lo que había escuchado — ¿Qué? ¡Aome!

Aquella joven camino hacia donde estaba aquel chico quien iba hacer su futuro esposo iba con una gran sonrisa.

Pero Inuyasha no espero más corrió hacia ella y la abrazo fuertemente — ¡Aome! Mi querida niña preciosa eres tú.

—Si tontito soy yo—dijo ella abrazándolo fuertemente.

Todos los presentes estaban contentos por lo que presenciaron al ver a sus amigos al fin juntos Inuyasha soltó a su futura esposa y miro a su abuelo —Gracias, abuelito que te hizo cambiar de opinión.

—Pues seguí tus consejo hijo pues platique con esta linda señorita y se porque la amas tanto es como tú me la describiste es tan gentil, amable y de buen corazón la juzgue mal sin conocerla bien. —esto lo dijo con una sonrisa.

— ¡Abuelo! Gracias por hacerme el chico más feliz del mundo.
—De nada hijo, así que es hora que le entregues a tu prometida el anillo de compromiso.
— ¿Qué dices abuelo? No tengo nada para darle—contestó Inuyasha.
En eso se acercó Shippo — ¡Ten torpe! —el entrego una cajita de terciopelo color azul marino.

— ¿Qué me acabas de decir chaparro? —dijo en voz baja. —el tomo la cajita en sus manos y al abrirla se sorprendió cuando vio aquel anillo que había escogido para su hermano, miró hacia donde estaba — ¡Sesshomaru tú ya lo sabias! —pensó para sí mismo y sonrió a su hermano. Al igual aquel chico de ojos dorado sonrió levemente.

Inuyasha se acercó a su futura esposa— ¡Aome aceptas casarte conmigo! —él le coloco el anillo.
Aome al ver ese anillo y la propuesta que le hizo su amado Inuyasha —Si acepto—esto lo dijo con lágrimas en sus ojos estaba feliz.

Continuara…

 

Hola a todas y una gran disculpa por no actualizarlo desde hace mas de un mes pero sé que no hay justificación alguna pero la verdad no estaba muy inspirada pero hice mi mayor esfuerzo es corto pero espero sea de su agrado así que aquí les dejo el siguiente capitulo.

Capitulo 119.- Propuesta De Matrimonio 2da. Parte.

Ambos jóvenes se abrazaron nuevamente, esa noche para Aome e Inuyasha fue muy especial y mas feliz de sus vidas al fin iban estar juntos como siempre lo había deseado desde hace mucho tiempo.

Se acercaron a ellos sus amigos a felicitarlos—Felicidades Aome —dijo aquel chico de ojos color azul celeste.

—Gracias Kouga—contestó con una sonrisa.
—Asi que bestia es mejor que te andes con cuidado y no hagas sufrir de nuevo a Aome—expresó Kouga mirando aquel chico de ojos color ámbar.
— ¿Qué dijiste lobo rabioso? —ambos jóvenes se miraron a los ojos de ellos salió como rayos.
Aome que miraba esto solo sonrió —Vaya estos chicos nunca cambiaran—Pensó para si misma.

Mientras Miroku y Sango también observaban esa escena—De verdad Kouga e Inuyasha nunca se llevaran bien. —musitó Miroku con algo de desaliento.

—Tienes toda la razón Miroku son unos tontos y obstinados no se porque Inuyasha se pone en ese plan además Kouga esta saliendo con Jenny.

Esto lo alcanzo a escuchar Inuyasha —Vaya lobo rabioso así que estas saliendo con una chica y aun así te entrometes entre Aome y yo.
—Es cosa que no te interesa bestia. —esto lo dijo aquel joven de ojos color azul celeste y sonrojándose.
—Mmmh parece que vas enserio con ella verdad —Inuyasha lo dijo en tono pícaro a Kouga.
— ¡Inuyasha! Déjalo de molestar —espetó Aome—Por si no sabias Kouga anda con una de mis amigas que esta en Inglaterra.
—Mira Inuyasha no cambies la conversación estamos hablando de ti y Aome, pero eso te advierto que no permitiré que la vuelvas a lastimar si no te las veras conmigo.
—Bien Kouga esta ves nadie la lastimara y no permitiré que sufra por mi—aquel joven de cabello plateado miro hacia su prometida.
—Eso espero—reafirmó aquel chico.

En ese momento también se acercaron Kikio y Bankotsu a felicitarlos por su compromiso, Kikio le volvió a pedir disculpas a ambos chicos por su comportamiento en el pasado.
Aome se acercó a ella y lo dice que eso estaba olvidado y no se preocupará por eso al igual Inuyasha confirmo lo mismo y le sonrió aquella joven.

Bankotsu interrumpió en ese instante — Inuyasha podemos hablar un momento a solas.
Inuyasha acepto sin ningún problema ambos jóvenes salieron del salón para dirigirse al jardín de la mansión.

Afuera ambos jóvenes estaban en silencio cuando hablo aquel chico moreno— ¡Inuyasha!
— ¿Si Bankotsu que sucede?
—Pues la verdad pedí que hablaras conmigo porque necesito pedirte una disculpa por el daño que te cause al separarte de la mujer que tú amabas.
—Te refieres a Kikio, Bankotsu—expresó aquel joven de ojos color ámbar. —Pues la verdad no tienes por qué disculparte por eso ya paso, pero para ser sincero en un principio te odie por a ver me quitado a la mujer que ame sin condición.

Aunque he encontrado a una mujer tan excepcional, pero eso no quiere decir que Kikio es mala o que no la ame al contario ella es una buena mujer Bankotsu y espero que no le hagas daño aunque ella aparente ser una chica fuerte es muy sentimental y a veces de todo llora.

El miraba aquel chico y sonrió —Te prometo Inuyasha que nunca lastimare a Kikio y siempre estaré cuidándola.

Ambos jóvenes se dieron la mano, y sonrieron llego en ese mismo lugar aquella joven de ojos color chocolate interrumpiendo la platica de Inuyasha y Bankotsu.

— ¡Inuyasha!
— ¡Aome! ¿Qué sucede?
— Disculpen que los interrumpa, amor mi madre, abuelo y tus familiares quieren hablar con nosotros en este instante me mando tu mamá a buscarte.
—Bien me retiro Inuyasha, Aome—dijo aquel chico llamado Bankotsu—se retiro dejando solos aquella pareja.
Aome mira a los ojos a su amando Inuyasha, aquel joven al verla así se acercó a ella — ¿Qué pasa linda? —La abrazo.
—Tú sabes cuanto te amo verdad Inuyasha.
—Lo, se pero porque preguntas eso.

Ella miro nuevamente a su prometido y sonrió levemente —Solo quería que lo supieras —Aome lo beso sorpresivamente —este beso fue correspondido por aquel joven de cabello plateado.

Mientras adentro de esta gran mansión los invitados estaban muy contesto de ser testigos de ese gran compromiso había distintas opiniones referentes a la pareja no precisamente malas si no al contrario daban buenos prospectos que era una linda pareja y les deseaban que fueran felices.

En la mesa donde estaba la familia Nakagawa y Kobayashi, Kikio y Bankotsu estaban hablando sobre sus amigos cuando fueron interrumpidos por la mamá de aquella joven de ojos negros—Asi, que hija a ver cuando nos das la noticia de que tú y el joven Kobayashi también pronto se casen.

Este comentario hizo sonrojar aquella chica de ojos negros — ¡Mamá! ¿Qué cosas dices?
—Pues espero señora Nakagawa que en un futuro Kikio y yo estemos juntos para siempre.
— ¡Bankotsu! —expresó sonrojándose nuevamente aquella joven.
En eso interrumpió el señor Kobayashi—Pues seria un placer señorita Nakagawa que usted entre a nuestra familia.
— ¡Padre! —expresó aquel joven moreno.

En ese instante la abuela Hitomi y el abuelo Daisuke pasaron a ver a sus invitados por si se les ofrecía otra y preguntar si la servidumbre los atendieron bien.

Mientras estaban en esa gran velada sus oído eran deleitados por la gran música de los chicos de la escuela Sengoku cantaban canciones muy bonitas, Izayo y Zeika fueron a buscar a los chicos ya que se habían tardado mucho y tenían que ultimar los detalles de la boda.
Los encontraron en el jardín y los cuatro pasaron para adentro y se dirigieron al despacho para platicar referente a la boda.

Todos estaba ahí, Aome e Inuyasha estaban sentados juntos frente a sus familiares el que hablo primero fue el abuelo de aquel chico de ojos color ámbar.

—Bien Aome y mi querido nieto con referente a la boda a mi en lo particular me encantaría que aquí en la mansión se realizará la boda de ustedes bueno si no hay ningún inconveniente o si ustedes tienen otro lugar no hay problema.

Aome e Inuyasha se quedaron viendo y la que hablo fue aquella chica de ojos color chocolate —Pues por mi no hay ningún problema, no se tu Inuyasha que opinas.
El miro a su chica y sonrió—Yo acepto donde ella quiera.

—Bien nos haremos cargo de arreglar el jardín para ese día que será dentro de dos meses se realizara su boda.

Los chicos estaban contentos dentro de dos meses su boda se llevaría acabo, la madre de Aome, y el abuelo están muy alegres al ver que al fin ella iba a ser feliz.

Shippo y Souta quienes estaban ahí también se alegraron por esa pareja, y así pasaron los días desde el compromiso, la relación de Aome e Inuyasha era mas solida más que nunca en la escuela siempre andaban juntos los amigos y amigas de ambos jóvenes estaban felices porque se habían enterado que pronto se iban a casar.

Con lo de los preparativos de la boda Inuyasha y Aome solo se podían ver en la escuela ya que ella por las tardes en conjunto con Sango, su mamá e Izayo visitaba las tiendas para ver el vestido de novia.
Para tenerlo a tiempo cuando se llegará el momento, para aquella chica no era nada fácil ya que todos los que miraba se le hacían muy hermosos.
Con los preparativos de su boda solo podía ver a su amado en la escuela en la horas de descanso o por las noches se hablaban por teléfono a ella sele hacia una eternidad no estar mas tiempo con su prometido, pero era necesario.

Aome en todo ese tiempo se había comunicado con sus grandes amigos de Inglaterra quienes les aviso que tenían que estar presente en su día tan especial para ella y no quería que faltaran, sus amigas estaban contentas al enterarse que se casaría y lo que les sorprendió fue que ella les dijo que estaba embarazada.

Sus amigas no podían creerlo, le aseguraron que estarían ahí presentes ese día y que no se lo perderían por nada del mundo, al igual la directora del colegio y la profesora Allison confirmaron su asistencia.

Esto le puso muy feliz aquella joven de ojos color chocolate, que contaría con sus amigos, un sábado por la mañana Aome fue a la mansión de los Hisakawa hablar en el abuelo de algo muy importante para ella y tenia que ser antes de que la boda se acercara.

Fue recibida por Sanae quien fue le que abrió la puerta—Buenos días señorita Higurashi. —dijo educadamente.
— ¡Sanae! ¿Por qué me hablas así? Tú siempre me has hablado por mi nombre.
—Pues lo siento pero usted pronto será también señora de esta casa y le tengo que hablar como tal.
—Mmmh Sanae el hecho que sea pronto esposa de Inuyasha Hisakawa no quiere decir que me hables de esa manera —esto lo dijo con una sonrisa aquella chica de cabello negro.
—Bien Aome pero que te parece cuando estemos solas porque no quiero que el señor Daisuke Hisakawa me vaya a llamar la atención por eso.
—Bien eso será un secreto entre las dos. —Las dos sonrieron al mismo tiempo—en eso el señor Daisuke Hisakawa salió de su despacho y miro a Aome.
— ¡Aome! Pero que te trae por aquí niña.
—Señor Hisakawa podemos hablar de algo muy importante para mí.
—Claro Aome, vamos a hablar allá en el jardín que te parece.

Aquella joven asentó con la cabeza positivamente, ambos salieron al jardín de esa gran mansión.

Continuara…