Long-fic de Inuyasha - Yo comence La Broma [Inu&Kago]

Pues gracias chicas por seguir mi historia aquí les dejo un capitulo espero sea de su agrado aunque es un poco corto pero quise dejarles lo más pronto posible la continuación

Resumen del capitulo anterior.

por otro lado Aome e Inuyasha se la estaban pasando bien pasearon por la pradera jugaban corrían de un lugar a otro.

—Inuyasha vamos a competir de aquí a ese árbol correremos, el que llegue al último preparara la cena que te parece.
—Pues me parece perfecto linda así, que prepárate a perder.
—Pues eso lo veremos tu perderás.

Ambos corrieron, Inuyasha llevaba la delantera, Aome quedo un poco atrás de él, cuando de repente, aquella joven se sintió mareada y se desvaneció cayendo al suelo.
Inuyasha al llegar al lugar indicado miro hacia atrás y vio a Aome tirada en el suelo y corrió donde estaba ella muy apurado.

La estrecho entre sus brazos — ¡Aome! ¡Aome! ¿Qué te pasa? —Aquella joven no le respondía.

Capítulo 106.- Mi Pasado, Mi Presente Y Mi Futuro ¡Eres tú!​

Aquel joven de cabello plateado la cargo y la llevo lo más pronto posible a la cabaña, la llevo a su habitación, aun no despertaba y él le hablaba pero no recibía ninguna repuesta de ella.

Él estaba tan asustado ya que no sabía que sucedía con ella, en ese momento llego Sanae el al escucharla salió de la habitación y le dijo que algo le sucedía a Aome.

Sanae entro y la miro— ¿Pero qué sucedió Joven Inuyasha?
—No se Sanae estábamos corriendo y se desvaneció.

En ese instante Aome recobro el sentido— ¿Dónde estoy? —se iba a levantar cuando Inuyasha le dijo que se quedara en la cama.
—Tranquila señorita Aome descanse un poco, ahora mismo joven Inuyasha si me permite traeré a un doctor para que la revise.
—No, no se preocupen por mi estoy bien solo fue un simple desmayo nada que preocuparse—dijo aquella chica de ojos color chocolate con una sonrisa.

Inuyasha se sentó a un lado de ella y la tomo de la mano — ¿Cómo que no hay que preocuparse tonta me diste un susto? así que hazle caso a Sanae descansa un rato, mientras ella va por el doctor.

—Sí, joven Inuyasha le diré al señor Sato que traiga al doctor que siempre los ha atendido.
— ¡No! Sanae trae a otro doctor no quiero que sepan que Aome y yo estamos aquí.
—Está bien eso hare —Ella se despidió de ambos chicos y se retiró de ahí.
— ¡Inuyasha! estoy bien tú y Sanae exageran solo fue un simple desmayo.
—Pues como sea pero mientras no te revise el doctor permanecerás en la cama reposando así que deja voy a preparar algo para comer.
—Deja te ayudo.
—Nada de eso, déjamelo a mí.

Mientras en la casa de los Higurashi llego Sesshomaru y fue recibido por Souta quien al verlo le habla a su mamá.

— ¡Joven Sesshomaru!
—Hola señora Higurashi vine por usted mi madre y la abuela me mandaron por usted.
—Sí, vamos, Souta le dices a papá que fui a la casa de los Hisakawa.
—Está bien mamá—Ella y aquel chico de ojos color dorado se fueron a la mansión.

En la oficina del abuelo estaba pensando en lo que había sucedido cuando es interrumpido por aquella chica de ojos azules.

—Señor Hisakawa ahora que vamos hacer, mi prometido y esa chica están juntos.
—Tranquila Sakura muy pronto tendré noticias de ellos espero encontrarlos primero que mi hijo.

Aquella joven de ojos azules se cruzó de brazos y sonrió—Pues eso espero porque pasado mañana es mi boda con él.

—No, te preocupes hija te casaras con él.

En la mansión de los Hisakawa llegaron Zeika y Sesshomaru ya casi está atardeciendo, Sanae se sorprendió al ver a la mamá de Aome ahí.

La abuela, Izayo e Inutaisho al verla la saludaron amablemente al igual ella. — Zeika te pido una disculpa si viera que hasta me da pena contigo lo que hizo mi hijo.

—No, no tienes por qué preocuparte no, no más es culpa de tu hijo si no de mi hija también esto es una irresponsabilidad de ambos —Esto lo dijo Zeika molesta ya que no justificaba a su hija.
—Te entiendo, pero ahora que vamos hacer yo no tengo idea donde está mi hijo y ella nosotros estamos igual que tú también no justificamos el proceder de Inuyasha.
—Pues no queda otro remedio tenemos que dar parte a la policía de esto—musito Inutaisho.
—No, hijo hay que ser discretos en esto tenemos que contratar a un detective privado para que encuentre a esta par de chicos o ustedes que opinan.
—Pues por mí no hay problema —espeto Zeika —Yo solo quiero saber cómo está mi hija.

En la cabaña donde estaban los chicos llego el señor Sato con el doctor para que revisara a Aome.
Inuyasha recibió al doctor —Buenas noches joven soy el doctor Soujiro Endo.

—Buenas noches doctor Endo, soy Inuyasha Hisakawa le mande hablar porque esta tarde mi prometido sufrió un desmayo.
—Sí, me permite me puede indicar en que habitación esta para revisarla.
— ¡Claro doctor! Mire es aquella que está ahí en frente.
El doctor paso donde le indico Inuyasha y toco la puerta, Aome que estaba acostada aun dio el pase.
— ¡Buenas noches señorita soy el doctor Endo vengo a revisarla!

Ella correspondió el saludo al doctor amablemente y también se presentó con el—Soy Aome Higurashi.
—Bueno señorita Higurashi la revisare.
—Está bien doctor.

Él se acercó a ella la reviso —Pues estas bien, Srta. Higurashi había tenido antes un desmayo, o que se sintiera mal.
—Pues no doctor es la primera vez que me paso esto, pero hace unas semanas atrás solo había tenido algunos mareos y nauseas solo eso.
—Mmmh —solo esto dijo es doctor mirando aquella joven de ojos color chocolate.

Aquella joven lo miro preocupada ya que la verdad no le gusto la manera en que el doctor no dijo una palabras solo la miraba.
Ella no se quedó con la duda y le pregunto— ¡Doctor Endo! ¿Qué pasa? ¿Acaso tengo algo malo? Dígame por favor —expreso aquella chica.
—Srta. Higurashi este último mes ha sentido algún cambio en su cuerpo.
— ¡A qué se refiere con esto!
—Pues si ha subido de peso, y su cuerpo ha sufrido algunos cambios— El doctor le explico aquella joven que tipo de cambios, ella lo escucho con detenimiento.

Aome se sonrojo y le contesto al doctor que sí, y que además no tolera algunos alimentos, y que por las mañanas siempre presentaba nauseas.

—Srta. Higurashi la felicito usted está embarazada.
— ¿Cómo?
—Así, como lo oye con las preguntas que le hice esa es mi conclusión así que no hay nada de qué preocuparse solo le pido que se cuide bien.

Aquella joven de ojos color chocolate se le dibujo una sonrisa en su rostro estaba contenta por tal noticia estaba embaraza y era de su amado Inuyasha ahora más que nunca iban estar juntos.
En la sala estaban platicando el señor Sato y Inuyasha él le dice que la mamá de Aome estaba en la mansión que con sus padres y que los van a buscar.

— ¡Rayos! —Espeto aquel chico de cabellera plateada—espero que no, nos encuentren por ahora tengo que adelantar mis planes.

El señor sato lo miro algo extrañado — ¡De que habla joven Inuyasha!

—Pues me casare con Aome pasado mañana—dijo aquel chico con una sonrisa.
— ¿Qué dice joven? Pero usted está comprometido con la señorita Minami ahora que va hacer.
—Pues eso no me importa señor Sato yo amo Aome y ella será mi esposa.

En la habitación de Aome el doctor se estaba despidiendo de ella, pero el antes de salir ella le dijo.

— ¡Doctor Endo!
—Sí, dígame.
—Le puedo pedir un favor muy grande.
El doctor la miro — ¡Claro!
—No, le diga a mi prometido que estoy embarazada yo quiero decírselo personalmente.
—Sera como usted diga.
El salió de la habitación, Inuyasha al verlo se dirigió con el— ¿Doctor Endo? ¿Qué tiene Aome?
—Tranquiló, ella está muy bien solo debe de descansar un poco y comer bien—contesto el doctor con una sonrisa.
— ¿seguro? Pero su desmayo no fue normal—Espeto aquel chico angustiado—Y usted me dice que estaba bien.
En eso Aome salió de la habitación—Inuyasha tranquilo estoy bien.
El corrió hacia ella y el abrazo — ¡Segura! No me estas mintiendo.
En eso interrumpió el doctor, bueno me retiro y nos vemos —acoto el doctor Endo.
— ¡Gracias! —dijeron en unísono Aome y Inuyasha.

Al quedarse solos ambos jóvenes, la chica de ojos color chocolate miro a su prometido a los ojos a esos ojos color ámbar y lo tomo de la mano le dijo— ¡Inuyasha tenemos que de que hablar de un asunto muy importante!
— ¿Importante? ¿De qué linda?
—Ven vamos asentarnos —los dos se sentaron en los sillones quedaron frente a frente y ella lo tomo de la mano nuevamente.
— ¿Qué sucede Ao…me? ¿Qué es eso tan importante que me quieres decir?
—Pues hablarte de mí estado.
— ¡Tu estado de que me hablas amor no entiendo!
—Estoy esperando un hijo tuyo mi querido Inuyasha—Esto lo dijo aquella joven con una mirada deslumbrante y un sonrojo en sus mejillas.

Inuyasha se quedó sin habla no podía articular ninguna palabra en ese momento la noticia le había sorprendido tanto, que aquella joven al verlo así derramo lágrimas y se levantó del sillón triste.

—Ya veo Inuyasha al parecer no te agrado la idea verdad, pero no me importa este bebe que llevo dentro de mi será solo mío y nada más mío yo lo sacare adelante—ella dio unos pasos para retirarse de ahí e irse a su habitación, en ese instante sintió que la tomaron de la cintura.
Ella se sorprendió — ¡Inu…ya…sha…!

— ¿A dónde vas tonta? ¿Quién te dijo que no lo quería? Me haces el hombre más feliz del mundo amor, yo siempre me había dado cuenta Aome desde que te conocí la primera vez que tú eras mi destino y mi eterno amor fuiste un ángel que me ayudo en la forma de pensar cambiar de actitud y me enseñaste lo más importante que es el verdadero amor, tu eres toda mi razón de ser, por eso te digo y te lo vuelvo a decir te amo, te amo Aome y él bebe que esperas es producto de nuestro amor sin condición él o ella va hacer solo tuyo y mío nada más así que luchare contra quien sea por estar los tres juntos.

Aome al escuchar esas palabras de su amado miro hacia atrás y lo miro a los ojos, ella no podía creer todas esas palabras que había dicho eran todas verdad las dijo de lo más profundo de su corazón.
Ambos chicos se abrazaron y se dieron un tierno beso, pero esa felicidad pronto seria interrumpida por menos quien esperaba.

En la mansión de los Hisakawa aún estaba Zeika con ellos platicando sobre sus hijos, cuando llego el abuelo en ese momento.

—Vaya aún se encuentra aquí.
— ¡Padre! ¿Qué sucede contigo? —expreso Inutaisho molesto con él.
—Conmigo nada.
— ¿Cómo que nada Daisuke? Ya no eres el mismo de antes donde quedo aquel hombre que conocí amable, gentil.

El señor Daisuke miro a su esposa — ¡Hitomi yo sigo siendo el mismo ustedes son los que han cambiado! ahora ustedes están planeando que mi nieto se case con esa chica que solo quiere la fortuna de la familia.

Zeika al escucharlo hablar así no se quedó callada— ¿Qué dice señor no permitiré que hable a si de mi hija? Ella no es así en la forma que se expresa de Aome.

— ¡Abuelo como te atreves a decir eso de Aome! como te hemos dicho que la deberías de conocer bien , platicar con ella, es una chica muy amable,… En ese momento fue interrumpida por él.
— ¡Cállate Izayo! No siguas más para que estén enterados yo he mandado investigar a la familia Higurashi y sé qué clase de chica es.
— ¿Qué dices Daisuke? De seguro la señorita Minami te dio la información pero debo decirte que no le creas estoy cien por ciento seguro de lo que te dijo son puras mentiras y patrañas esa chica es asi, de enredosa y mentirosa.

continuara....

​

 

Capítulo 107.-Con El Tengo Todo Y No Me Falta Nada.​

—Pues como sea el punto es que yo nunca aceptare esa relación de mi nieto con ella, así que me retiro tengo otras cosas más interesantes que hacer que estar discutiendo por esa chica.​

El abuelo se retiró de ahí, dejándolos solos— ¡Discúlpalo Zeika! En verdad no entiendo a mi esposo pero espero que entienda mi nieto y Aome se aman mucho.​

—No, se preocupe señora Hisakawa así que es mejor retirarme ya es tarde.​

— ¡Sesshomaru lleva a Zeika a su casa por favor!​

—Sí, mama.​

—Así que Zeika si vemos algo de nuestros hijos te avisaremos.​

Acá en la cabaña aún estaban abrazados ambos chicos cuando de repente Aome miro una sombra por la ventana y se asustó.​

— ¡Inuyasha hay alguien haya afuera!​

— ¿Qué dices?​

Aquel chico de ojos color ámbar dejo de abrazarla y se dirigió a la puerta para ver quien andaba afuera, camino a paso lento.​

Aome estaba asustada que le dijo que no saliera que a lo mejor era un ladrón y no quería que le pasara nada.​

El abrió la puerta y salió hasta afuera y el gritaba que quien estaba ahí, Aome salió tras él y le dice que mejor entren para adentro que le daba miedo que fueran algunos ladrones, ambos entraron.​

—Tranquila amor solo son tus nervios no era nadie, además quien andaría por estos lugares a estas horas, es mejor ir a descansar.​

—Te juro Inuyasha que vi a alguien.​

—Calmada no debes preocuparte o estresarte por tu estado no quiero que te haga daño a ti y a nuestro hijo.​

Aome al escucharlo hablar así, se sentía feliz al saber que él la amaba y se preocupaba por ambos se dio cuenta que Inuyasha había cambiado totalmente ya no era aquel mismo chico de antes, había tomada las cosas con madurez.​

El tomo del mentón a ella y la miro a los ojos —Aome de hoy en adelante te prometo que nadie nos separara yo te protegeré.​

Ella miro a su amado también a los ojos y derramo unas cuantas lagrimas que no pudo contener —Lo siento Inuyasha pero la verdad tengo mucho miedo.​

—Todo estará bien—el abrazo fuertemente Aome. —vamos a descansar hoy fue un día muy agitado para ambos.​

Los dos se dirigieron cada uno a su habitación, se quedaron dormidos, mientras tanto una chica de cabello negro miraba desde su habitación aquel cielo oscuro y estrellado—Amiga donde estas en estos momentos —No podía conciliar el sueño.​

No era la única en otro lugar sus amigas Karen, Jenny y Cindy estaban preocupadas por Aome ya que aún no tenían noticia de ella por el momento.​

Jason también estaba igual de preocupado por su amiga al no saber nada de ella, y se preguntaba si estaba bien a lado de aquel chico.​

Sakura en su casa también no podía dormir estaba aún despierta caminaba de un lugar para otro no aceptaba la idea que Inuyasha su prometido y su rival en el amor por aquel estuvieran juntos esto la hacía estar enojada y celosa.​

Ella no iba a permitir que estuvieran juntos tenía que hacer lo posible por separarlos nuevamente y no iba a permitir que Inuyasha la dejara plantada el día de su boda él tendría que casarse con ella a la fuerza .​

En la mansión de los Hisakawa el abuelo recibe una llamada a su móvil y contesto sin que su esposa se diera cuenta ya que ella estaba dormida y ni cuenta se dio.​

—Gracias por la información Himura esas son buenas noticias.​

Al día siguiente había amanecido un día algo nublado el cielo se estaba tornando algo gris parecía que iba a llover, Aome que miraba desde esa gran ventanal sintió una gran nostalgia estaba sumergida en sus pensamientos, cuando Inuyasha la abrazo por detrás y este al verla distraída.​

— ¡Buen día! Mi linda y querida futura esposa ¿Por qué tan triste?​

Aquella joven miro hacia atrás con una gran sonrisa al que iba hacer su esposo—No, no estoy triste Inuyasha solo pensaba en algunas cosas pero sabes estoy feliz que pronto seré tu esposa.​

Inuyasha la voltea hacia a él y mirándola a los ojos —Pues te tengo una sorpresa Aome.​

— ¿Qué es?​

—Pues arréglate hoy saldremos a la ciudad.​

— ¡A la ciudad! ¿Pero Inuyasha no podemos hacer eso si nos ven?​

—No te preocupes será algo rápido, además ve a tu habitación y mira lo que te deje en el closet arréglate y en cuanto estés nos iremos yo también iré a cambiarme.​

— ¿Esta bien? —Aquella joven de ojos color chocolate se dirigió a su habitación y abrió el closet y se sorprendió al ver lo que estaba ahí, era un vestido blanco muy hermoso lo tomo entre sus manos y se lo mide por encima de su ropa, era de tirantes delgados y corto hasta un poco arriba de las rodilla, enfrente estaba un poco escotado, también ahí estaba dos cajas ella la saco en una estaban unas zapatillas, y la otra una linda tiara.​

A ella se le dibujo una gran sonrisa en su rostro en ese momento Inuyasha le hablo— ¿Te gusto?​

Aome corrió hacia él y lo abrazo—Si, me encanto.​

—Pues arréglate porque hoy serás mi esposa dentro de una media hora llegara el señor Sato por nosotros.​

— ¿Qué dices?​

—Así ¿Cómo lo oyes? Nos casaremos.​

—Está bien dame un tiempo pronto estaré arreglada.​

Inuyasha se retiró también se fue arreglar, Aome en su habitación se arregló, se agarró todo su cabello dejando a los lados de su rostro cabello y se colocó la tiara.​

Estaba lista era la chica más feliz del mundo se iba a casar con el chico que amaba, pero ella quería que sus mamá , abuelo, hermano y amigos estuvieran presentes, pero sabía bien que eso era imposible ya que nadie debía saber dónde se encontraban.​

En eso él le hablo desde afuera de la habitación de que si estaba lista, ya que el señor Sato ya estaba esperándolos.​

Ella salió de la habitación estaba nerviosa, al salir miro a su amado con un traje negro con una corbata color roja, se miraba guapo, el al verla como lucia se sorprendió para el ella la chica más hermosa que había visto, además ese vestido le había quedado a la perfección.​

Él no la dejaba de mirar esto hizo que aquella muchacha se ruborizara—No me mires así Inu…ya…sha—ella miro hacia a un lado.​

— ¡Aome te ves tan hermosa!​

— ¿Qué? —dijo aun sonrojada.​

El señor Sato quien estaba ahí—Es cierto señorita Aome usted se ve muy linda.​

— ¡Gracias! —contesto con una sonrisa ella.​

— ¡Nos vamos! —espeto aquel joven de ojos color ámbar.​

Ella asentó con la cabeza positivamente, él se acercó a Aome y la tomo de la mano y le dijo —Perdóname —esto lo dijo el en tono triste.​

La joven de ojos color chocolate al escuchar eso se sorprendió y a la vez se preocupó ya que pensó en ese instante que el a la mejor ya no quería seguir adelante.​

— ¡Ahora que pasa Inuyasha! —contesto ella.​

—Sé que tu sueño era salir de tu casa vestida de blanco y que estuvieran presentes tu mamá, hermano y tu abuelo.​

—No importa, solo lo que quiero estar a tu lado mi querido Inuyasha, sé que mamá lo entenderá y aceptara que tú y yo estemos casados.​

Esto hizo que aquel chico se le dibujara una sonrisa en su rostro—Entonces vámonos no hay que perder tiempo.​

Pero cuando iban apenas a salir de la casa de campo afuera de ella se escuchaban que murmuraban.​

— ¿Que pasa señor Sato? ¿Quién está allá afuera?—expreso Inuyasha.​

—No, se joven Inuyasha, solo le digo que fui muy precavido de que nadie me siguiera.​

Ellos tres escucharon que se acercaba alguien ya que escuchaban unos pasos acercándose hacia la puerta.​

Aome estaba asustada y se puso atrás de Inuyasha los tres miraron que la manija de la puerta dio vuelta y abrieron la puerta ellos se sorprendieron al ver quien estaba enfrente de ellos, la joven sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo al sentir aquella mirada fría de aquel hombre.​

Inuyasha no podía creer lo que estaba viendo estaba ahí, la persona que obstaculizaba que el fuera feliz al lado de la mujer que él amaba, el no puedo evitar tomar de la mano a Aome no iba a permitir que la separaran de ella ahora más que nunca debían estar juntos.​

— ¡Abuelo!​

El solo los miro a los tres sin decir ninguna palabra paso delante de ellos sin hablar y se sentó en uno de los sillones.​

Todos estaban en silencio solo se miraban unos a otros Aome en eso momentos quería salir corriendo de ese lugar, pero no podía moverse sus piernas no respondían ya que le sorprendió ver al abuelo ahí, ya los habían descubierto ahora que iba a pasar.​

— ¡Sato! Nunca pensé que me traicionarías me debiste avisar inmediatamente que mi nieto estaba aquí y esta jovencita de parte de quien estas sabes que esto podía perjudicar tu trabajo.​

— ¡Discúlpame Daisuke! Pero tú no entiendes al joven Inuyasha el ama mucho a la señorita Aome, y yo no te he traicionado en ningún momento yo estoy de parte de la justicia y no me importa perder mi trabajo.​

— ¡Abuelo no puedes hacerle esto al señor Sato! Él tiene tiempo trabajando para nosotros.​

—Guarda silencio Inuyasha no he pedido tu opinión en este momento y contigo no estoy hablando. —contestó con esa mirada fría que lo caracterizaba.​

Aquella joven de ojos color chocolate estaba asustada y nerviosa ya que para ella aquel hombre nunca entendería razones era un cabeza dura.​

—Pues no me importa que me despidas, pero si es feliz el joven Inuyasha eso no importa.​

El abuelo solo le miro —Además no solo tú me traicionaste si no también Sanae los dos me estuvieron viendo la cara y téngalo por seguro que ambos serán despedidos—esto lo dijo aquel hombre en tono molesto.​

—Pero no puedes hacer eso abuelo solo Sanae y el señor Sato siguieron mis indicaciones—en eso interrumpió aquel chico de ojos color ámbar y empuño sus manos ya que no era justo que por su culpa ellos fueran despedidos​

— ¡Joven Inuyasha! Tranquilícese por favor ahora no se preocupe por mí—él lo miro a los ojos y con un movimiento leve apunto hacia Aome.​

—Bueno Sato después hablaremos tu y yo ahora… El dirigió su mirada aquellos dos jóvenes — te ibas a casar con ella en este momento.​

—No, me iba a casar, me voy a casar abuelo que es otra cosa diferente te guste o no yo amo a Aome y quiero pasar el resto de mi vida al lado de ella es una chica maravillosa.​

— ¡Basta Inuyasha! ¿Qué tonterías estas diciendo? No permitiré que arruines tu vida al lado de esta jovencita que no es de nuestra misma clase social.​

—No, me importa tu bien sabes que a mí eso no me interesa en lo más mínimo, yo la amo tal y como es.​

—Pues no permitiré que se casen ustedes dos porque tu Inuyasha este comprometido con Sakura y mañana mismo te casaras.​

—Estas equivocado abuelo, Aome y yo nos casaremos ahora mismo —El aun la tenía tomada de la mano—vámonos Aome. —dieron media vuelta para salir cuando el abuelo.​

— ¡Detente Inuyasha! No saldrás de aquí si das un paso más olvídate que tienes familia y no recibirás parte de la herencia que te toca quieres perder todo por esta chica.​

—Lo siento abuelo si tu o mis padres no estás de acuerdo con mi relación con Aome no me importa y si me desheredan también no me interesa yo me las arreglare para salir adelante—esto lo dijo aquel joven de ojos color ámbar sin mirar a su abuelo.​

El abuelo se levantó del sillón molesto con su nieto por desobedecerle y le hablo nuevamente — ¡Inuyasha no te atrevas a cruzar esa puerta!​

—Que me vas hacer, además por si no lo sabias yo ya soy lo bastante grande para tomar mis decisiones y escoger a la mujer que se casara conmigo y ella es Aome.​

—Aome te vuelvo arrepentir lo que antes te había propuesto y delante de mi nieto cuanto quieres porque lo dejes pide lo que quieras y ahora mismo te doy la cantidad que tú me pidas.​

— ¡Abuelo como te atreves a sobornar a mi futura esposa! Vamos ya no quiero escuchar al abuelo, ​

caminaron unos pasos más para poder llegar a la puerta.​

Aome estaba confundida ya no sabía ni que, se zafó de la mano de Inuyasha quedándose atrás aquel joven sintió cuando ella se zafó de él y miro atrás aquella chica que lo miraba con aquellos ojos tristes y con lágrimas.​

— ¡Aome!​

— Señor Hisakawa. —ella se dirigió con aquel hombre.​

— ¿Vaya Aome veo que tu si has comprendido la situación en que están eres más razonable que mi nieto? Te has dado cuenta que si se casan el no recibirá parte de la herencia que le corresponde y no podrán sobrevivir. Ya ves hijo ahora te das cuenta de lo interesada que es. —Esto lo dijo con una leve sonrisa.​

—Usted tiene razón en todo señor Hisakawa, Inuyasha y yo no tenemos con que sobrevivir…Por eso…Ella quedo en silencio por un momento y empuñando sus manos.​

El abuelo saco de su saco la chequera —Si, dime cuanto quieres.​

Inuyasha al ver aquello por parte del abuelo y Aome que estaba frente a él no entendía nada acaso ella si era lo que su abuelo decía. —pensó en ese instante aquel joven de cabello plateado.​

— ¿Cómo se lo dije desde hace mucho tiempo señor Hisakawa y se lo vuelvo a repetir ni todo el dinero del mundo usted puede comprar el amor que yo siento por Inuyasha lo amo tanto? Lo amo por lo que es no por lo que tiene, además él y yo tenemos que decirle algo muy importante.​

Inuyasha se sorprendió por la respuesta que su novia le había dado al abuelo, además el señor Hisakawa también se quedó petrificado por esa respuesta por aquella joven que aún seguía en esa posición y rechazando otra vez su propuesta.​

Esto le molesto y se preguntaba porque, porque era tan testaruda aquella chica — ¿A caso en verdad amara tanto a mi nieto?​

Él estaba también confundido esa chica no era como le habían dicho una interesada quedo por un momento en silencio.​

Pero en ese instante fue sacado de sus pensamientos llego aquel lugar también aquella chica de ojos azules al ver a Inuyasha correo y lo abrazo— ¿Con que aquí estabas amor? —ella lo miro que estaba vestido de traje y miro Aome quien la vio con un hermoso vestido blanco lo cual se puso celosa.​

Sakura se dejó ir encima de Aome y le dio una tremenda bofetada que Inuyasha y el abuelo se sorprendieron. —Esto es por quitarme a mi prometido.​

Inuyasha al ver aquella escena agarro a Sakura— ¿Cómo te atreves a lastimarla? —espeto molesto el con ella.​

— ¡Suéltame se merece eso y más!​

Pero aquella joven de ojos color chocolate no se quedó con los brazos cruzados le regreso la bofetada que le dio Sakura. —Yo no te quite a Inuyasha él y yo nos amamos.​

—Así que nadie nos va a separar ni tu ni usted señor Hisakawa. —Expreso aquella joven molesta. —Vámonos Inuyasha —dijo Aome.​

—Ustedes no se irán a ningún lado juntos—expreso el abuelo enojado y hablo a las personas que siempre lo acompañaban y sujetaron a Inuyasha ambos hombres.​

— ¡Suéltenme!​

El señor Sato al ver esto trato de ayudar a Inuyasha — ¡Daisuke que te está pasando!​

— ¡Himura! ¡Akita! Llévense a Inuyasha a la mansión y no le dejen salir de ahí.​

—Lo que usted diga señor Hisakawa—dijeron en unisón ambos hombres.​

— ¡Inuyasha! ¡Inuyasha! Gritaba Aome al ver que se lo llevaban de su lado.​

— ¡Aome! ¡Aome! No te preocupes esto no me detendrá yo estaré contigo es la promesa que nos hicimos y lo cumpliré con la única que me casare es contigo nada más.​

Ella va a corres tras el cuándo es sujetada por Sakura —Tu no vas a ningún lado Aome contigo no hemos terminado a un.​

— ¿Qué dices?​

El abuelo se acercó a Aome quedando frente a frente—Si en verdad amas a mi nieto déjalo ir tu sabes que es heredero de la fortuna de los Hisakawa al igual que Sesshomaru y Shippo. Por lo consiguiente él tiene que casarse con una chica de sociedad de su mismo nivel no con una chica como tú, así que vuelve a tu casa , no lo busques más y olvida que lo conociste además él se casara mañana mismo con Sakura y te pido de la manera más atenta no vuelvas a buscarlo.​

— ¡Sato!​

— ¿Si?​

—Lleva a Aome a su casa por favor—En eso momento salieron de la cabaña Sakura y el abuelo.​

Aome se había quedado inmóvil al fin los habían separado y el abuelo consiguió su objetivo a ella se le llenaron sus ojos lágrimas y se dejó caer arrodillada al piso — ¡Inuyasha! ¡Inuyasha! ¿Por qué? — No podía contener el llanto. ​

El señor Sato al verla así se acercó y la abrazo —Tranquila no debes alterarte no es bueno para ti en tu estado, yo sé que Inuyasha hará todo lo posible por no casarse con la señorita Minami así que levántate te llevare a tu casa.​

—Gracias.​

Mientras en la mansión Izayo y la abuela estaban en la sala platicando sobre Inuyasha y Aome que un no tenían noticias de ellos.​

— ¡Abuela Hitomi!​

— ¿Qué pasa hija?​

— ¡Creer que mi hijo y Aome estén bien!​

—Sí Izayo.​

Cuando en ese instante se escucha relajo en el pasillo y ambas mujeres se levantaron ya que se escuchaba que golpeaban la puerta y gritaban.​

La abuela e Izayo se sorprenden al ver Inuyasha ahí, la mama de aquel joven corre hacia él y lo abraza — ¡Hijo donde estabas nos tenías preocupados! ¿Pero dónde está Aome?​

—Mamá el abuelo nos encontró y me separó de Aome el sigue empeñado en casarme con Sakura yo no la amo.​

—No te preocupes hijo tú no te casaras con Sakura eso déjalo por mi cuenta.​

—Pero que vas hacer abuela mañana es la boda, pues si tú no estás aquí se suspenderá la boda. —Esto lo dijo la abuela con una sonrisa.​

Inuyasha y Izayo se sorprendieron al escuchar hablar así a la abuela— ¡Que dices abuela! —expreso Aquel chico de cabello plateado.​

—Pues ahora mismo te iras de la casa le diré a Sato que te lleve nuevamente a la casa de campo así que ahora mismo le hablare.​

—Abuela eso no va hacer posible él se quedó en la casa con Aome.​

—Entonces que vamos hacer abuela —expreso Izayo.​

En eso fueron interrumpidos —No se preocupen yo lo llevare. —Los tres voltearon al escuchar aquella voz conocida para ellos.​

— ¡Sesshomaru! —espeto Inuyasha al ver a su hermano mayor.​

La abuela e inclusive Izayo también se quedaron sorprendidas porque él le iba ayudar a su hermano.​

Mientras estaban discutiendo lo que iban hacer, tocaron la puerta y Sanae fue abrirla, se sorprendieron al ver quienes eran, eran los padres de Sakura que querían hablar de lo que estaba sucediendo ya que se habían enterado que Inuyasha está desaparecido.​

Al verlo ahí se sorprendieron — ¡Inuyasha! ¿Dónde te habías metido? —exclamo Setsuna.​

—Pues aquí estado señora Minami.​

El padre de Sakura miro a Inuyasha—Bien Inuyasha entonces mañana será la boda de mi hija contigo esta no se suspenderá por ningún motivo y me alegra que estés bien mi hija se pondrá contenta de tu regreso —Dijo Sousuke con una leve sonrisa ya que como hombre tienes que corresponderle.​

—Señor y señora Minami ahora que están aquí tengo que decirle algo muy importante yo no me casare con Sakura y es mejor decírselos ahora.​

— ¿Qué estás diciendo Inuyasha ahora tienes que cumplirle a mi hija no la vas a dejar… —en ese momento fue interrumpido por su esposa Setsuna.​

—No, por favor Sousuke no se lo digas.​

Continuara…​

Aqui les dejo el siguiente capitulo y espero sea de su agrado es corto pero espero les guste y nuevamnte por leerlo solo les aviso que pronto llegara esta historia a su final unos capitulos mas.​

Saludos a todas ustedes chicas gracias por leerlo esto me impulsa a seguir escribiendo porque no crean a veces se me van las ideas :confused:y no se me ocurre a veces nada pero por sus comentarios me anima a seguir adelante :p​

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hola chicas como siempre una gran disculpa pero hasta hora actualizo mi ff espero que les guste dejare dos capitulos;)

Capítulo 108.- Aplazando La Boda. 1era. Parte.​

—Lo tiene que saber Setsuna mi hija no puede quedarse así.
— ¡De que están hablando!
—Izayo, pues mi hija está embarazada de Inuyasha.

La abuela, Izayo, Sesshomaru e Inuyasha se sorprendieron al enterarse de esa noticia, la mamá de aquel joven de ojos color ámbar lo miro sorprendida.

— ¡Hijo que has hecho! —Exclamo Izayo.
—No, eso no cierto mamá entre ella y yo…Es interrumpido en ese momento por su mamá.
—Lo siento Inuyasha ahora más con justa razón tienes que casarte con Sakura.
—Pero ustedes no entienden yo amo a Aome además ella esta…

Acá por otro lado Aome y el señor Sato llegaron a la casa de ella, aquella chica aun iba sumergida en sus propios pensamientos.
Ya pasaban de las nueve de la noche la señora Higurashi estaba en la sala sentada y pensando tantas cosas entre ella se preguntaba ¿dónde estaba su hija? ¿Que si estaba bien? En eso fue sacada repentinamente de sus pensamientos ya que Inuki empezó a ladrar muy fuerte.

— ¿Qué pasa Inuki? —Aquel perrito ladraba sin cesar y movía la colita—se levantó y se dirigió a la puerta para ver quién era cuando tocaron y al abrirla se sorprendió al ver a su hija la abrazo y ambas lloraron.

— ¡Aome! ¡Aome! Me alegra que estés bien.
— ¡Mamá un me quieres en casa después de lo que hice! —dijo aquella joven apenada.
— ¿Qué cosas dices Aome? Tu siempre serás bien recibida aquí, esta es tu casa cariño.
— ¡Gracias mamá!

Zeika miro al señor Sato y le dio las gracias por traer a su hija a su casa ya no dijeron nada más y se despidieron.
La mama de Aome aun la tenía abrazada pero no le pregunto dónde se había metido, ¿Qué había pasado? ¿Por qué el señor Sato la llevo a casa? Tenía tantas preguntas que hacerle pero decidió no preguntar prefirió que después ella le platicara a su debido tiempo, además también la había sorprendido en la forma que estaba vestida.

— ¿A caso mi hija se casó con el joven Inuyasha? — ya que al verla bien miro en su mano un anillo de compromiso.

Souta quien iba bajando los escalones al ver a su hermana con su mamá y se sorprendió y grito el nombre de su hermana.

— ¡Aome! Hermana has regresado —en la abrazo y fue correspondido por aquella joven de ojos color chocolate que aún seguía llorando, el al verla así también no prefirió preguntarle ya que al ver a su mamá con la mirada le dice que no dijera nada.

— ¡Hija quieres cenar algo ahora mismo te preparo!
—No, mamá gracias no tengo hambre iré a mi habitación a descansar.
—Está bien Aome.

Aquella joven se retiró para irse a su habitación, dejo a su hermano y a Zeika preocupados se preguntaban qué había pasado.

Después de un rato llego el abuelo —Buenas noches. —El los miro algo extraño— ¿Qué sucede Zeika?

— ¡Aome!
— ¿Qué le paso a mi nieta?
—Regreso a casa.
— ¿Qué?
—Sí, Papá ella está en su habitación.
—Me alegra que este bien, pero por la caras que tienes no es conveniente que la vaya a ver este momento verdad.
—Sí, abuelo —contesto Souta.

En la mansión de los Hisakawa aún estaba discutiendo el problema entre Inuyasha y Sakura.
Después de unos minutos llego Inutaisho y se sorprendió al ver ahí a su hijo y los Minami que estaban en la casa.

—Buenas noches Sousuke y Setsuna.
—Buenas noches Inutaisho. —dijeron ambos en unisón saludándolo.
— ¡Hijo! ¿Dónde te habías metido? Nos tenías preocupados sabes que hiciste mal al escaparte con la señorita Higurashi.

— ¿Qué dices Inutaisho? —espeto Sousuke, el miro aquel chico de ojos color ámbar. —Mira jovencito no permitiré que estés jugando con mi hija—corroboro aquel hombre molesto con él.
— ¿Qué está sucediendo aquí?
— ¡Inutaisho pues Sousuke no acaba de decir que nuestro hijo tiene que casarse con Sakura ya que ella!…—Quedo en silencio.
— ¿Ella, que Izayo?
—Hijo la señorita Sakura está embarazada —expreso la abuela Hitomi.
— ¿Cómo ella está esperando un hijo de Inuyasha?
—No, no entiendan yo no me casare con ella y para que sepan de una vez yo no amo a Sakura yo amo a alguien más.

Inutaisho al escucharlo hablar así le propino tremenda bofetada — ¿Qué tonterías estas diciendo? —esto lo dijo con una mirada fría hacia su hijo.

Aquel joven al verlo a los ojos se sorprendió ya que era la primera vez que reflejaba esa mirada era igual a la que en ocasiones reflejaba su hermano mayor. — ¡Padre! —expreso aquel joven de cabello plateado.

Los presentes se asombraron por tal acto e Izayo— ¡Inutaisho!
—No permitiré que un Hisakawa se deslinde de responsabilidades Inuyasha así que debes casarte con Sakura.
— ¿Qué? —exclamo aquel chico de cabello plateado.

En ese instante llego el abuelo con aquella chica de ojos azules, ella se sorprende al ver a sus padres ahí.

— ¡Papá! ¡Mamá! ¿Qué hacen aquí?
—Pues aclarar esta situación entre tu e Inuyasha.
—Así que Sakura no te preocupes mañana tú y mi hijo se casaran como debe ser.

Aquella joven se puso contenta al escuchar eso por parte del padre de Inuyasha—Es cierto lo que dice señor Hisakawa.

— ¡Vaya hijo hasta que entendiste que Sakura era la mujer con quien debe estar mi nieto! A qué se debe ese cambio tan repentino.
— ¡Padre por si no lo sabias o me supongo que sí, la señorita Sakura está esperando un hijo de Inuyasha!
— ¿Cómo?
—Así, como lo oyes Daisuke esta niña está embarazada, así que no podemos dejar a ese niño que viene en camino sin un padre—Ella miro a su nieto, pero muy dentro de su ser, quería que todo eso fuera una mentira—Lo siento Inuyasha en esto no te puedo ayudar tu madre y padre tienen razón un Hisakawa debe cumplir y responsabilizarse de sus actos.

Sakura al ver aquella escena sonrió levemente al fin se había salido con la suya ahora nada ni nadie lo podría separar estaría juntos para siempre.
Inuyasha no podía creer lo que estaba escuchando y miro aquella joven se acerco a ella y la tomo del hombro.

— ¡Ven necesito hablar contigo a solas!
— ¡Vamos pues!
—Ahora volvemos. —espeto aquel joven de ojos color ámbar.

Ambos jóvenes se retiraron de ahí y salieron al jardín y estando ahí Inuyasha tomo de la mano aquella joven de ojos azules.

— ¡Que tramas Sakura! Tu y yo sabemos que tu no estas embarazada porque entre tú y yo no hemos intimidado.
—Pues que te preocupa—ella lo abrazo eso se puede arreglar cuando estemos casados y se consuma nuestra noche de bodas tu…

Aquel joven la alejo de el — ¿Qué tonterías estas diciendo? ¿Cuántas veces te tengo que decir que no te amo y nunca te amare? — Así que ahora mismo les dirás a mis padres y tus padres que tu no estas embarazadas—esto lo dijo molesto con ella.

Aquella chica se zafo de con él y camino unos pasos hacia adelante—Lo siento eso no lo hare si estas es la forma de que estés a mi lado si no fue por la buenas será por las malas ahora eres solo para mí, y con el tiempo te olvidaras de Aome Higurashi yo te hare olvidarla para siempre.

Sakura se abalanzo sobre y lo beso, pero el no soporto tal atrevimiento por parte de aquella joven y se separó repentinamente de ella.

—Estas equivocada Sakura yo nunca olvidare a mi querida y amada Aome ella siempre estará en mi corazón cada día y noche y por la eternidad yo pensare en ella, Cada vez que este contigo pensare en ella y solo en ella entiéndelo. Así que a mi lado no recibirás amor solo será despreció, desplantes por mi parte si yo no voy a ser feliz al lado de la mujer que en verdad amo tú tampoco lo serás al lado mío.

Aquella joven al escucharlo hablar así, sintió un escalofrió que recorrió por todo su cuerpo además en ese momento esos ojos color ámbar reflejaban una mirada fría que nunca había visto en aquel chico.

Él se fue molesto dejándola sola y entro a la casa, sus padres, abuelos y los padres de Sakura miraron que iba molesto cuando subió los escalones su madre lo miro.

— ¿Qué está sucediendo? —pensó para sí misma. —En eso Izayo— Me permiten hacer una sugerencia.

Todos los presentes posaron sus ojos en Izayo para saber que iba a decir—Espero que me entiendan y comprendan por lo que voy a decir en este momento creo que es conveniente no mejor dicho suspender la boda y aplazarla por lo menos un mes.

— ¿Que estás diciendo Izayo? —exclamo la madre de Sakura.
—No, estoy de acuerdo—dijo Sousuke.

En ese momento interrumpió el abuelo—Pues estoy de acuerdo con Izayo.
Inutaisho, la abuela, Sesshomaru se sorprendieron inclusive la misma Izayo nunca pensó que el abuelo la apoyara en eso ya que el estaban más interesado en ver a su hijo casado con Sakura.

—Debemos primero que mi nieto y Sakura limen asperezas entre ellos y si es muy precipitado que mañana se casen.

Entro en ese instante aquella joven y al escuchar todo eso se molestó —Por mí no hay problema.

—Pues estoy de acuerdo con ellos—corrobora Setsuna.
—Sí, no hay más que decir nos retiramos ya es muy noche —musito el padre de la joven.

Todos se despiden y los acompaña a la salida Izayo y la abuela, cuando subieron al auto Sakura iba molesta con sus padres.

— ¿Qué te sucede hija?
—Solo les quiero hacer una pregunta ambos de parte de quien están, como dejaron que se aplazara mi boda con Inuyasha—dijo muy molesta.
—Tranquilízate no debes exaltarte mucho eso puede hacerte daño en tu estado.
— ¿Qué me importa eso no me interesa en este momento yo lo que quiero es casarme ya con Inuyasha?

Setsuna al escuchar hablar así a su hija le dio una bofetada, aquella joven miro a su madre y le dijo que la odiaba ya que fue la primera vez que le puso la mano encima.

—Perdóname Sakura no quise hacerlo—acoto Setsuna empuñando su mano.

Pero aquella joven no le contesto y ni siquiera la miro a los ojos, Sousuke tomo de la mano a su esposa y la miro a los ojos.

— ¡Tranquila!

En la mansión de los Hisakawa aún estaban platicando sobre lo que estaba pasando, el abuelo le dijo a Izayo algo que el dejo sorprendido y confundido a la vez.

— ¡Hija te puedo pedir un favor!
—Sí, abuelo.
—Quiero que hables con el sacerdote Inoue y le digas que la boda se aplazara por lo menos dos meses.
— ¡Que dice abuelo dos meses! Si les dijimos a los Minami que un mes.
—Tu solo sigue mis órdenes y cancela lo demás también, por el momento es todo me voy a descansar.
—Está bien, eso hare.

El abuelo se retiró dejándolos solos a los demás y confundidos a la vez—En verdad que entiendo menos a Daisuke si era el primero en casar a mi nieto con Sakura y hora sale que dentro de dos meses.

— ¡Vaya el abuelo es una persona que no se deja engañar fácilmente! —expreso Sesshomaru.
— ¡Ah! Que te refieres hijo—pregunto Inutaisho.
—Pues la verdad yo pienso que esa chica está mintiendo y el abuelo se dio cuenta.
—Entonces Izayo tenemos una oportunidad de desenmascarar a Sakura y convencer a

Daisuke que acepte a Aome como la futura esposa de mi nieto, esto está a nuestro favor.
Ambas sonrieron —Si abuela Hitomi, pero no hay que decirle nada a Inuyasha.

— ¡Izayo! ¡Madre!
— ¿Qué sucede Inutaisho? —expresaron amabas mujeres al mismo tiempo.
—No, se han puesto a pensar si Sakura en verdad está embarazada de mi hijo, y si es cierto.
—Pues aceptaremos que se case con ella, aunque mi hijo sufrirá y como le dije tendrá que responsabilizarse.
—Pues las apoyo —dijo con una sonrisa.

Después de una larga discusión entre ellos se retiraron a descansar, Inuyasha en su habitación no podía conciliar el sueño a pesar de que eran casi las tres de mañana, no era el único también aquella joven de ojos color chocolate no había dormido aún estaba preocupada pensando en su amado Inuyasha, además no se había comunicado con ella desde que los separaron.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos cuando de repente sonó su celular y se sorprendió quien era.

— ¡Inuyasha!
—Hola Aome ¿Cómo estás?
—Bien —en ese momento ella no pudo evitar llorar.
—Por favor linda no llores.
—Te extraño mucho, además tengo miedo no volver a verte, tú te casaras mañana con Sakura.
— ¡Que dices tonta! Yo no me casare con ella, prefiero morir que estar lejos usted dos, ten por seguro que no me casare mañana además tengo un plan que llevare a cabo.
— ¡Que dices! ¿Qué vas hacer?
— ¡Disculpa Aome pero no puedo decírtelo no quiero involucrarte y acarrearte más problemas!
— ¡Pero!
—Tu tranquila yo después te hablare y recuerda que yo te amo.
—Yo también.

Ambos jóvenes se despidieron pero ella se quedó preocupada por lo que dijo pero tenía que confiar en el plenamente.

Mientras tanto en la casa de Miroku él estaba muy dormido cuando sonó su móvil y no lo encontraba ya que estaba medio dormido— ¿Quién será a esta hora si son casi las cuatro de la mañana? — Se sorprendió al ver que era su amigo y contesto lo más rápido que pudo.

— ¡Inuyasha eres tú! ¿Dónde estás?
—Aquí en mi casa Miroku.
— ¿Qué dices? En tu casa y Aome.

Aquel chico le platico todo a su amigo por teléfono e inclusive le dijo que Aome estaba embarazada.
Miroku no podía creer todo lo que su amigo le platicaba y lo que le sorprendió mas fue que Sakura también estaba embarazada, pero el saco de conclusión que estaba mintiendo —Entonces que piensas hacer amigo.

—Pues por eso te hablo, para que tú me ayudes a elaborar un plan.
— ¡Un Plan! —expreso aquel joven de cabello negro.
—Sí, amigo y espero contar contigo para esto.
—Está bien no te preocupes.

Al día siguiente Inuyasha estaba profundamente dormido cuando Sanae toco la puerta de su habitación para despertarlo y decirle que el desayuno estaba preparado.

Ella al no recibir respuesta del entro se acercó a él y lo descobijo—Joven Inuyasha.
El entre abrió sus ojos—Por favor Sanae déjame dormir cinco minutos más sí.

—No, joven además su madre quiere hablar con usted de algo muy importante, lo espera en la sala.

Aquel chico de ojos color ámbar se sorprendió —Importante de que si hoy Sanae será el día más triste de mi vida casarme con una mujer que no amo —esto lo dijo con un tono triste.

—Pues joven hoy debe estar muy contento.
— ¡Que dices! —expreso Aquel chico de ojos color ámbar.
Ella sonrió —Pues mire por la ventana.
Él se levantó y miro que estaban recogiendo todo del jardín — ¿Qué es esto Sanae?
—Pues no se joven, por eso su madre quiere verle.

Él no se hizo esperar y ni si quiera se quitó la pijama y fue con su madre a verla, bajo corriendo los escalones, en la sala estaba su madre sentada esperándolo.

— ¡Mamá! ¡Qué está pasando haya afuera!
—Pues solo te aviso que se suspende tu boda con la señorita Sakura por el momento.
— ¿Qué?
—Así, como lo oyes pero quiero pedirte un favor muy grande.
—Sí, madre dime que es.
—Pues siéntate aquí a mi lado que esta charla será muy larga entre tú y yo nada más.

Ella miro a su hijo a los ojos, y le acaricio la mejilla—Inuyasha lo que te voy a decir será solo entre nosotros y me prometas que no vas hacer nada de lo que te voy a pedir solo quiero tiempo.

Aquel joven no comprendía que quería decir su madre con eso pero al verla a esos ojos negros y la mirada que reflejaba— Está bien madre.

—Mira hijo la situación está así tu abuelo por extraña razón acepto mi petición de posponer tu boda con Sakura.
— ¿Qué dices?
—Así como lo oyes.
—Pero mamá que dijeron los padres de ella.
—Aceptaron de buena gana.
— ¡Gracias mamá! —El la abrazo.
—Por eso Inuyasha quiero que me prometas que no buscaras a Aome por este mes.
— ¡Mamá! No puedes pedirme eso tu sabes cuánto la amo.
—Lo, se pero es necesario confía en mí.
—Está bien mamá hare lo que tú me pidas.

En ese momento son interrumpidos por Shippo quien al ver a su primo se sorprendió— ¡Inuyasha! Cuando regresaste y ¿Aome dónde está?

—Anoche enano y me da gusto verte de nuevo—Él se levantó del sillón de donde estaba y se acercó aquel chico de ojos verdes.

El miro que se acercaba a él y alzo la mano solo aquel chico cerro los ojos ya que esperaba que su primo le fuera apegar como siempre, Inuyasha toco con su mano la cabeza de aquel niño y le alboroto el cabello —¡Shippo Aome está en su casa!

—Quiero ir a verla me llevas—espeto aquel niño de ojos verdes.
—Lo siento enano no puedo llevarte, pero dile a mama si te puede llevar o Sanae.

Aquel chico de cabello plateado se retiró a su habitación sin decir nada más a Shippo se le hizo raro que él no lo golpeara como lo solía hacer lo vio diferente.

— ¡Vaya que le habrá pasado a este torpe! —pensó para sí mismo, estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que su tía le hablo en ese instante sacándolos de estos mismos.
— ¡Shippo!
—Ve y cámbiate iremos a ver Aome—dijo Izayo con una sonrisa a su sobrino.
—Está bien—El subió corriéndolo los escalones.

Continuara…

 

Capítulo 109.- Aplazando La Boda 2da. Parte.​

Mientras tanto en la casa de los Higurashi, Aome estaba aún acostada ya que era muy tarde y su madre se preocupó por ella ya que desde temprano le había hablado a desayunar pero siempre le contestaba que no tenía apetito.

—Que le sucederá a mi hija, ella no es así, que debo hacer en ese momento se dirigió a la sala tomo el teléfono y marco a un número.

Mientras tanto en la mansión de los Ishida una chica de cabello negro se estaba arreglando para salir cuando.

— ¡Señorita Sango! tiene una llamada.
—Sí, ahora voy Mari, gracias, será Miroku de seguro está muy ocupado y no va ir a donde quedamos ir.
Salió de su habitación y contesto el teléfono— ¡Diga!
—Buen día Sango disculpa que te moleste pero necesito tu ayuda.
— ¿Qué sucede señora Higurashi? —Aquella joven se preocupó ya que la voz de la señora Zeika se escuchaba algo quebrantada.
—Pues necesito tu ayuda, —…Quedo un momento en silencio.
— ¿Qué pasa? —expreso Sango.
—Sango anoche regreso mi hija.
— ¡Aome! ¿Esta con usted?
—Si, por eso quiero que vengas para que hables con ella.
—Claro ahora mismo salgo para allá, llegare en diez minutos—ella colgó el teléfono tomo su bolso y salió aprisa. — ¡amiga me alegra que estés bien! —Antes de manejar marco al móvil de su novio pero no le contestaba se escuchaba ocupado—no puede ser no me contesta, le mandare un mensaje.

Ella escribe el mensaje después de mandarlo se puso en marcha a la casa de su amiga.
Acá por otro lado Miroku estaba hablando por teléfono con su amigo— Entonces se aplazó tu boda.

—Sí, amigo y lo más extraño es que mi abuelo aceptara la petición de mi madre, pero no bajare la guardia de mi abuelo se puede esperar todo.
—Que lastima ya estaba listo para impedir la boda—Esto lo dijo con una sonrisa y un tono de sarcasmo.
— ¡Miroku! por pura curiosidad que ibas hacer para impedir mi boda—pregunto aquel chico de cabello plateado a su amigo.
—Mmmh pues no te lo diré.
—Con ese tono de voz que me lo dices pervertido de ti puedo esperar todo.
—Vaya amigo, si me conoces bien pero te dejare con la duda después te lo diré, ahora me despido de ti tengo que ir a ver a mi linda Sango.
—Nos vemos pues.

Después de que colgó su móvil aquel chico de cabello negro miro el mensaje que le dejo su novia.

—Fue a ver Aome, espero que se encuentre bien después iré a verla es mejor que hable con Sango.

En la mansión de los Minami, Sakura está en su habitación como siempre molesta por lo sucedido, no asimilaba que su boda fue pospuesta y nada menos por la mama de Inuyasha y no era solo eso, y se preguntaba una y otra vez ¿porque el señor Daisuke Hisakawa había aceptado también?
En la empresa de los Hisakawa y Nakagawa estaban en una junta muy importante pero pareciera que el señor Daisuke no estaba tomando atención.

—Señor Hisakawa se siente bien.
—Sí, Ryo solo que necesito salir de aquí.
—Si gusta posponemos la junta hasta mañana.
—No, no sigan por mí no se preocupen, además Inutaisho me dará los pormenores y me tendrá al tanto en qué acuerdo quedaron.
—Padre no se preocupe le informare de todo.

Aquel hombre salió de ahí, y se retiró de ahí subió a su auto y el chofer le pregunta que si lo lleva a la mansión.

—No, por favor me llevas a la cabaña por favor.
—Lo que usted diga señor.

En el salón de junta después de unos segundos que se acabó la reunión, Ryo se quedó y sentado en uno de los sillones algo distraído esto no lo dejo pasara por desapercibido Inutaisho.

— ¿Que te sucede Ryo?
— ¡Ah! Amigo —él se levantó de aquel sillón y miro un cuadro grande que tenían ahí, era una fotografía donde estaban ambas familias.
—Inutaisho que cosas hemos hecho mal para que nuestros hijos sufran de esta manera.
— ¿Qué dices? —expreso aquel hombre de cabello plateado.
—Para ser sincero amigo, yo quería que mi hija e Inuyasha se casaran, pero las cosas no se dieron como lo habíamos planeado, ahora ella no sé qué tiene últimamente, solo escuche una conversación que tuvo con su madre diciéndole que el joven Bankotsu ya no quiere saber nada de ella.

Aquel hombre de cabello plateado al escucharlo—Tienes razón Ryo no eres tú con problemas, no sé si Kikio te comento que mi hijo se escapó con la Srta. Aome Higurashi.

—Sí, nos dijo. Y ya saben algo de ellos.
—Pues anoche regreso a casa, pero lo que no comprendo y no alcanzo a entender hasta hora porque mi padre se empeñó en que mi hijo se casara con Sakura, pero ahora esto va hacer inevitable —esto lo dijo con cierta tristeza.
—Ahora que tomas el tema de la señorita Minami por que suspendieron la boda anoche nos sorprendió a Amy y a mí por la noticia, además amigo no me gusta que hables así, como que es inevitable esa boda.
—Pues al parecer Sakura está embarazada y mi hijo tiene que responder como todo un Hisakawa pero la verdad esto para mí parece una pesadilla en la mirada de mi hijo se refleja tristeza y sé que él no la ama, pero tendrá que estar con ella el resto de su vida.
—Qué más podemos hacer con nuestros hijos.

Acá en la casa de Aome llego Sango y fue recibida por Zeika ella al verla se alegró— ¡Gracias Sango por venir! , sé que con ti presencia a mi hija se le levantara el ánimo.

—La que debo darle las gracias soy yo señora Higurashi por avisarme que ella volvió a casa pero antes de ir con ella platíqueme que paso.

Zeika le platico a Sango que su hija fue traída por el señor Sato ayer, venia vestida de blanco y tenía puesto un anillo de compromiso que no sabía si ella se había casado con el joven Inuyasha pero que no se atrevió a preguntarle.

—Pero estoy segura que ese hombre los encontró y los separo otra vez, ¿acaso ese hombre nunca entenderá que mi hija y su nieto se aman?
—No se preocupé señora Higurashi ahora mismo hablare con ella a ver si me cuenta algo —expreso aquella joven de ojos negros con una sonrisa a Zeika.

Aquella chica subió los escalones que la dirigían al segundo piso donde se encontraba la habitación de su amiga.

Al estar enfrente toco una vez la puerta cuando escucho la voz de su amiga — ¡Mamá! Quiero estar sola.

— ¡Aome! ¡Aome! Soy Sango.

Aquella chica de ojos color chocolate al escuchar a su amiga se levantó de la cama corriendo y abrió la puerta y al verla la abrazo y lloro.

— ¡Sango! ¡Sango!
— ¡Amiga! ¿Qué paso?

Aome le dio el pase a su habitación se sentaron ambas jóvenes en la cama pero aun aquella chica de ojos color chocolate sus ojos estaban inundados de lágrimas.

—Aome no me digas que ese patán de Inuyasha te volvió hacer uno de sus desplantes.
—No, amiga él y yo nos íbamos a casar ayer para que nadie pudiera sepáranos.
— ¿Qué dices Aome?
—Así como lo oyes pero el abuelo de Inuyasha nos encontró en la cabaña, donde pasamos aquel día que vino Karen te acuerdas.
—Si lo recuerdo.
—Ahora no sé qué va a pasar he perdido a Inuyasha para siempre en estos momentos ha de estar rumbo al altar…En ese momento reacciono aquella chica— ¡Sango no fuiste a la boda de Inuyasha!
—Pues solo te puedo decir que la boda de él y Sakura se aplazó por un mes y no sé porque para que no preguntes, además amiga deja de llorar no solo tú sufres en estos momentos, vuelve a ser la chica de antes alegre que no se detenía ante nadie y nada.

Tú no sabes los problemas que acarreaste con tu escapada con Inuyasha no te has puesto en pensar en tus amigos, en tu familia, solo pensaba en ti Aome—Esto lo dijo molesta aquella joven de cabello negro.

Aome al verla molesta con ella no la juzgo todo lo que le dijo era cierto no había pensado en eso en el mal que pudo hacerle a sus seres queridos—tienes razón amiga solo he sido una egoísta que solo he pensado en mí, —Se levantó de la cama y se dirigió a la venta—Amiga te prometo que a partir de hoy no volveré a llorar y a preocuparlos con mis cosas yo esperare a mi querido Inuyasha sé que el volverá conmigo a como dé lugar los dos lo estaremos esperando.

Sango al escucharla hablar así se sorprendió — ¿De qué hablas amiga como que los dos? —se levantó de la cama y se acercó a ella y puso una mano en la frente de su amiga—Aome te sientes bien, por favor me asustas no te vaya a desquiciar con todo esto.

En ese momento aquella chica de ojos color chocolate rio a carcajada abierta —Amiga que graciosa eres crees que me estoy volviendo loca.

Aquella joven de ojos negros la miraba extrañada por su comportamiento — ¿Qué le sucede hace un momento estaba llorando y ahora sonríe como si nada? —pensó en ese instante.
— ¡Sango! Te voy a confiar un secreto.
— ¡Secreto! —espeto aquella muchacha algo intrigada.
—Amiga estoy esperando un hijo de Inuyasha—Esto lo dijo aquella joven de ojos color chocolate con una gran sonrisa en su rostro.
— ¿Qué? —exclamo Sango.
—Así como lo oyes amiga.
Sango la abrazo y la felicitó —No lo puedo creer, tu mamá se pondrá contenta cuando se lo digas.
—Un momento Sango es un secreto que nadie debe de saber a parte de Inuyasha, tu y yo bueno a excepción del señor Sato que también lo sabe.
—Está bien amiga no diré nada pero creo que… —fue interrumpida por Aome nuevamente.
— ¡Sango! Por favor guárdame este secreto sí.
—Está bien, ya sabes que puedes confiar en mí, ¡AH! Amiga pasando a otra cosa tengo que platicarte algo muy delicado.
— ¿Qué sucede?
—Pues Kikio rompió con Bankotsu.
— ¿Cómo? ¿Porque?

Aquella muchacha de cabello negro le platico lo que había pasado en Inglaterra cuando el detective que llevaba su caso, y culpaba a Kikio que había sido cómplice de ellos para que se escaparan juntos y que Sakura fue la que le dijo que la noche anterior Inuyasha y Kikio estuvieron platicando. Al escuchar esto Bankotsu se molestó y dio por terminada la relación por la traición de ella.

Aome escuchaba con detenimiento aquella conversación que tenía con su amiga —No puede ser Sakura siempre es la causante de todo esto, Sango acompáñame a ver al joven Bankotsu.

—Pero Aome.
—Deja nada más me arreglo para irnos.

La mama de Aome estaba preparando la comida cuando tocaron la puerta y al abrirla se sorprendió al ver a la mamá de Inuyasha.

— ¡Izayo! ¡Joven Shippo! Buenas tardes pasen por favor.
—Buenas tardes —contestaron en unisón Izayo y Shippo.
—Me supongo que tu visita es referente a nuestros hijos verdad—pregunto Zeika.
—Si, a eso viene.
—Señora Zeika y mi amiga donde esta puedo pasar a verla — interrumpió en ese instante aquel joven de ojos verdes con una sonrisa.
—Está en su habitación, anda ve a verla esta con Sango.
— ¡Sango está aquí! Qué bien entonces ahora vuelvo tía. —Él se retiró dejando a las dos mujeres.
— ¡Zeika! Te dijo Aome donde estaba con Inuyasha.
—No, la verdad no hemos platicado ayer que la trajo el señor Sato preferí no preguntarle a ella ni al él.
— ¿Cómo? El señor Sato trajo a Aome —Zeika se sorprendió—No puede ser él sabía desde siempre que mi hijo y tu hija estuvieron en la cabaña escondidos de nosotros, vaya eso me pone triste que Inuyasha confió más en él, bueno es de suponerse—espeto con una sonrisa.
—Pues creo ellos no tenían a quien más dirigirse, pero lo bueno que los dos están bien, Izayo a todo esto no se supone que hoy se casaba Inuyasha con la señorita Minami.
—Mmmh pues sí.
—No me digas que no se casaran porque mi hija y él se casaron en secreto.
— ¡Que dices!
— ¡Así como lo oyes! Ayer que llego mi hija venia vestida muy elegante, me supongo que o sinceramente no sé qué paso. Pero como te dije en un principio aún no he hablado con ella con respecto a eso.
— Zeika tengo algo que decirte y es muy delicado ahora con referente a que si se casaron tenemos que investigar porque…—Quedo un momento en silencio.
— ¿Qué pasa?
Izayo tomo de las manos a Zeika —Pues Sakura está embarazada de Inuyasha.
— ¿Qué? No puede ser ahora que se entere mi hija su corazón quedara destrozado nuevamente.
—Tranquilízate Zeika, pero hay una duda de que ella este embaraza por eso el tiempo que aplace la boda va hacer favorable para desenmascarar el engaño de esta Sakura y te pido que no le comentes nada por el momento.
—No puedo engañar a mi hija de esa manera.
—Por favor te pido tiempo no como madre de Inuyasha si no como amiga.
—Está bien.

Mientras Shippo estaba con las dos jóvenes platicando Aome al verlo se había puesto contente por la visita de él.

—Amiga tenia tantas ganas de verte, sabes me preocupaste cuando no te encontrábamos haya en Inglaterra a todos nos preocupaste —dijo aquel chico de ojos verdes tristemente.

Ella al verlo así, lo abrazo y le pidió una disculpa por haberse ido así de esa manera.

—Está bien te perdono si me invitas un helado. —él se cruzó de brazos.
Sango y Aome se quedaron viendo y rieron al mismo tiempo—Está bien vamos Shippo, pero antes de ir iremos a otro lugar que te parece.
—Bien, no hay problema.
— ¿Con quién viniste?
—Con mi tía Izayo.
—Entonces vamos a pedirle permiso.

Los tres bajaron al primer piso, Sango y Aome saludaron a Izayo.

—Hola, chicas —contesto con una sonrisa—Aome podemos hablar a solas tu y yo.
—Claro señora Hisakawa.
— ¡Sango! Shippo! Vengan vamos a la cocina quieren una rebana de pastel.
— ¡Sí! —dijeron en unisón aquella chica y chico. —se retiraron dejando solas a Aome e Izayo.
—Te puedo hacer una pregunta Aome y quiero que sea sincera conmigo.
—Sí.
— Tú amas a mi hijo.
Esta pregunta le sorprendió aquella joven de ojos color chocolate y se sonroja—Si, señora Hi…sa…ka…wa…—respondió ella.
—Vaya el amor de mi hijo hacia a ti es correspondido el mismo a dicho eso ¿Cuánto te ama? Si viera que lo dice con gran entusiasmo.
— ¿Qué? —exclamo Aome.
—Así como lo oyes hija—Izayo acarició el cabello de aquella joven y la miro a los ojos—Además mi hijo ha cambiado tanto y creo que eso se debe a ti linda. Me alegra que el haya conocido una chica como tú.
— ¡Señora Hisakawa¡ — expreso Aome.
—Por eso me supongo que tú y el…. —miro aquella chica a los ojos. — ¿Se casaron?
Pero aquella joven esquivo su mirada —No señora si vino a preguntar eso solo le diré que no, cuando estábamos a punto de ir nos encontró…—Ella ya no prosiguió.
—Ya veo llego el abuelo verdad.
Aquella chica solo asentó con la cabeza positivamente empuñando sus manos, Izayo al verla la abrazo. — ¡Aome ¡ acaso el abuelo volvió hacer contigo grosero.
—Pues, Si volvió a ofrecerme dinero por dejar a Inuyasha.
Izayo se levantó del sillón donde estaba sentada —Aun sigue igual de testarudo, Aome mira la situación entre tu e Inuyasha es muy complicada.
—Lo se señora, veo que hay personas que no nos quieren ver juntos—esto lo dijo con tristeza.
—Aome te voy hacer sincera la abuela, mi esposo y yo queremos que compartas tu vida con mi hijo.
Aquella joven se sorprendió al oír eso por parte de la señora Hisakawa — ¿Qué dice?
Así como lo oyes, ahora quiero pedirte un favor muy grande.
—Si dígame—espeto aquella chica algo extrañada.
—Pues quiero que por un mes no busques a mi hijo, ni le hables por teléfono ni nada de eso.
— ¿Cómo? ¿Porque? —Aome se levantó del sillón—No señora Izayo no puedo hacer eso —aquella joven se negaba rotundamente aceptar eso.
— ¿Por favor prométemelo? Confía en mí, solo quiero tiempo de arreglar las cosas entre ustedes solo eso.
Aome estaba aún indecisa, pero al fin acepto la petición de la señora Izayo—Está bien.
En eso llego el abuelo y al ver a su nieta la abrazo y lloro —Hija me tenías preocupado pero estas bien verdad.
—Sí, abuelo estoy bien.

En ese momento salieron Zeika, Shippo y Sango a la sala. Aome al verlos ahí les pidió disculpas a todos por la forma en que los preocupo y por la manera de escaparse que había sido una inconsciente y que causo problemas a las personas que más quiere.

Zeika se acercó a ella y la abrazo—Vamos Aome tranquila.

—Gracias a todos ustedes, por eso mamá voy a salir tengo que arreglar un asunto muy importante y por eso señora Hisakawa le da permiso de ir a Shippo con Sango y conmigo pues le invite a comer un helado con nosotros.
—Pues.
—Señora Hisakawa en cuanto nos desocupemos yo llevare a Shippo a casa—contesto Sango.
—Está bien, así que por favor Shippo porta te bien.
—Sí, tía—musito con una sonrisa aquel chico de ojos verdes. —Los tres salieron de la casa dejando a Zeika, el abuelo e Izayo.

Después de unos segundos que se fueron ella se despidió de la mamá de Aome y el abuelo.
Mientras tanto en la mansión de los Minami, Sakura se estaba arreglando para salir tenía que ver a su prometido.

En ese momento tocaron la puerta de su habitación—Si adelante.
—Señorita Minami la busca un joven.
— ¡Inuyasha! —ella salió corriendo de su habitación.
— ¡Espere! Señorita es… —aquella joven no dejo acabar a la chica de la servidumbre quien la buscaba.

Aquella chica de ojos azules bajo los escalones lo más rápido que pudo y gritando el nombre de Inuyasha, pero para su sorpresa al ver quien era…

— ¡Hidate! ¿Qué haces aquí?
—Pues vine a verte linda ya que me entere que no te vas a casar por el momento y vine a consolarte—él se acercó aquella joven y la tomo de la cintura y miro esos ojos que le habían cautivado el beso sorpresivamente a Sakura ella se resistió desde un principio golpeándolo para zafarse de pero por extraña razón aquella chica correspondió el beso.
En ese momento se separaron ya que su mamá le hablaba a Sakura, ella miro a Hidate —No vuelvas hacer esto entiendes —dijo molesta.
—Acéptalo te gusto—espeto aquel joven con una sonrisa.
— ¡Cállate! ¿Eres un patán? —esto lo dijo con un leve sonrojo.
— ¡Hidate! Buenas tardes que bueno verte por aquí—dijo con una sonrisa.
—Buenas tardes señora Minami.
—Vaya no me digan que van a salir juntos.
En eso interrumpió Sakura —Te equivocas…. —fue interrumpida por Hidate.
Sí, vamos a salir —el tomo de la mano aquella chica y salieron para afuera.
— ¡Que pretendes Hidate! Contigo no voy a ningún lado.
—No, me digas que vas ir a ver a Inuyasha.
—Sí, voy ahora mismo a su casa.
—Pues no iras a ningún lado con el ahora saldrás conmigo, tu y yo tenemos muchas cosas de que hablar.

Acá por otro por otro lado Aome, Sango y Shippo llegaron a la mansión de los Kobayashi.

—Vamos chicos.
—No Aome aquí te esperamos nosotros.
—Seguros.
— ¡Sí!

Así que aquella chica de ojos color chocolate toco la puerta y fue atendida por una chica de la servidumbre.

—Buenas Tardes, disculpe se encuentra se encuentra el joven Kobayashi.
—Sí.
—Puede decirle que lo busca Aome Higurashi.
—Claro señorita pase por favor y tome asiento,
—Gracias.

Después de unos segundo aquel chico de piel morena bajo a la sala—Buenas tardes señorita Higurashi, a que debo tu visita.

—Joven Kobayashi tengo algo muy importante que hablar contigo.
—Creo que tú y yo no tenemos nada de qué hablar., y a todo esto cuando volviste de Inglaterra, mira inventar que huiste con el torpe de Inuyasha, pero eso fue mentira verdad.
—Pues no, él y yo nos escapamos juntos y por eso vengo a darte una explicación que Inuyasha y Kikio…—En ese instante aquel chico de ojos negros no la dejo hablar.
—mmm si es sobre ella no quiero hablar, así que ahórrate tus palabras pensé que ella me amaba pero me di cuenta que ella en verdad ama aun a Inuyasha.
El dio media vuelta si eso es todo puedes irte, esto le molesto tanto a Aome que lo detuvo.
— ¡Espera!

Continuara…