Kanagawa Yamato

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La ciudad de Yamato es parte de la Prefectura de Kanagawa

Una ciudad pequeña con un Palacio; su comercio es de materias primas.

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Gobierno: Responden al señor de Kanagawa (capital de la prefectura) en Yamato hay un regente muy querido llamado Sho Kamino

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Shukusha
Clínica
Herbolaria
Oyaji
Palacio
Comercio

 

Shiori
Al final Rengo cumplió su promesa y nos dio el caballo el cual me quedé mirando embobada, eran animales tan nobles... Simplemente me encantó al fin tener el mío propio pues en el pasado jamás tuve la posibilidad de tener uno por mi cuenta, así que tras verle por todos los ángulos posibles, le dirigí una sonrisa a Rengo tras unas palabras de agradecimiento, le dirigí nuevamente una sonrisa a Rengo y un último abrazo.

El corcel ya parecía totalmente equipado solo para montarse y, como si los estribos me llamaran decidí subirme sin pensar en el caballo para empezar a tomar camino hacia Yamato.

No teníamos prisa, y decidí que el corcel caminara tranquilamente por el pasto, debía habituarme a él y él a mí, por lo que sabía que hacerle trabajar demasiado era cuanto menos contraproducente. Un caballo bien cuidado se mantenía fuerte y vivaz y uno sobreesforzado, un jamelgo que no tenía mayor destreza que no podía salir del veterinario.

Como Dexter se mantenía detrás no supe discernir lo que sentía más su silencio tan prolongado, y yo tampoco dije una palabra. Aún comprendía que lo acaecido debió haberle afectado. En determinado punto, empecé a hacerle entrar en trote, y justo, Kuro empezó a platicar y yo le escuchaba con atención. El aire que empezaba a alzarse con el inicio del atardecer, hizo que al fin Kuroki empezara a abrir la boca, escuchando con atención lo que me tuviera que decir, reconoció que aunque me prometió que no había mucho que contar aunque me prometió contármelo todo, pasando a pedirme que le preguntara yo a él lo que quisiera saber.

— Bueno, es que poco puedo preguntar de algo que no sé. Pero espera... ¡Si! ¿Que tal si me explicas sobre tu historia con Rengo? Podemos empezar por ahí—. Luego me dí cuenta de que lo fastidié— OH! P-Perdón Kuro, yo.... Por los dioses Shiori... Como puedes ser tan torpe—. Dije en tono nervioso.

 

Yamato
[Kuroki; Shiori]

Avanzaron mientras Kuroki narraba la historia, la ciudad era pequeña pero tenía movimiento; las personas se notaban preocupadas. Ambos tenían esa habilidad de escuchar a los demás, y con ello, los rumores circularon con facilidad.

 

Shiori
Hubo un ligero silencio tras mi pregunta que me incomodó, lo primero que pensé fue que el mismo Kuroki estaba molesto por mi pregunta, pero resultó ser de hecho que estaba preparando su relato, el cual fui escuchando con suma atención, sus palabras eran firmes y por su forma de exponerlo me percaté, con todo los detalles sobre su historia, la historia de lo que parecía una vida, aparentemente la historia de todos los cambios de Kuroki, se conocieron en Shizuoka ¿huh? en la región donde al fin fui persona, sentí donde al fin logré establecerme, ser alguien racional.

Kuro me preguntó sobre el caos que se formó en ese lugar, caos que desafortunadamente no llegó jamás a mis oídos más tampoco era tiempo de preguntas, sino de escuchar la historia que mi hermano quisiera contarme, pero se quedó la misma pregunta grabada en mi cabeza. Kuroki tenía mucho que contar y yo tenía demasiado que escuchar. Mi hermano siempre fue muy sociable, y si logró ver algo en Rengo intuí que también tenía sus razones, esa pregunta que le formulé ya no era sólo por curiosidad de saber como fue su vida, también era para mí, saber si Rengo merecía la pena, confiar en él. Según Kuroki, su misticismo ya le llamaron la atención, aunque la historia del chico pareció conmoverle tanto como me conmovió a mí, comprobar también todas las experiencias, como se enfrentó al clan Minamoto, tantas cosas... Tantos sinsabores haría cambiar a cualquiera. Dijo muchos nombres, demasiados que no había escuchado en la vida, pero las batallas, las traiciones, todo era tan fuerte... Tantas experiencias que resultó normal que acabaran cambiándole de tal manera.

En determinado punto de su historia me pidio encarecidamente que no dijera nada sobre Natsu a Rengo, a lo que negué, no iba a decir nada en absoluto, pero comprendía perfectamente lo que quería decirme, siguió contándome que cuando le ví en Shizuoka le ví muy cambiado, demasiado, aunque en el fondo eso no me importaba.

— Vaya... A decir verdad no esperaba que tuvieras que haber pasado por todo ésto, deduzco que es de la clase de cosas que no le cuentas a cualquiera, al menos veo que has logrado estar a bien con los Minamoto pero... Las vidas que se han perdido, aunque me alegra que no hayas perdido tu corazón y dieras todo por Rengo, porque... Pobre chico, las que ha tenido que pasar—. Dije apenada— Pero puedes alegrarte del hombre en el que te has convertido, me alegra que hayas compartido todo ésto conmigo. Aunque ahora quiero cuidar de este hermoso corcel, que sea una forma de decir que tenemos una parte de Kiogi y Kawa con nosotros y tranquilo, lo de Natsu queda entre tu y yo, soy una tumba, hermano

Con paso relajado ya llegamos a la ciudad, las personas iban yendo de un lado a otro, quedándome con la información que iban cuchicheando, por lo que me dirigí a Kuroki, para susurrarle.

— Lo escuchas tambien ¿no? Parece que tienen problemas, si quieres luego podemos seguir hablando entre nosotros, ¿si?—. Sonreí amablemente, odiaba tener que cortar de raíz una historia tan importante y que había significado tanto pero no podía ignorar lo que los demás decían....

 

Shiori
Las miradas de Kuroki y mía se cruzaron en mas de una ocasión igual que nuestras sonrisas, en especial parecía que la confirmación de mi silencio sobre lo relativo a Natsu, así que me alivió y en parte me reconfortó que me dijera que en esencia no era algo que confesara a todo el mundo, por los errores y como tampoco jugó desde su perspectiva muy limpio en este viaje y le comprendía pero en una sociedad así, llena de injusticia, de inseguridades, era evidente que no podía nunca primar la seguridad y no siempre jugar limpio era la mejor baza. Dijo que todo lo que había pasado demostraba que no andaba con bromas, así que ¿Por qué no abrirme yo a él? Tuvo suerte y yo tuve suerte, en eso nos asemejábamos, luego reconoció que le daba un poco de grima pensar en todo aquello, por lo que reí ligeramente, ¿Darle grima algo así? Era bastante curioso como explicaba todo aquello.

Nos acercamos lentamente al establo, donde tras varias caricias, me dispuse a amarrar el caballo para que descansara, y aprovechando el momento en el que ataba en caballo aproveché para hablar, además de haberme corroborado lo de Sho y su desaparición, luego me preguntó si sabía ser sigilosa, a lo que asentí, en parte concordaba que el clan minamoto no era secreto y además, me pidió que no nos separáramos y fuéramos con sigilo hacia el palacio, era lógico si Kuro iba a ser reconocido por la muchedumbre, estaba de acuerdo y se lo hice entender acariciándole el blanquecino pelo mientras reía por el comentario de su protección.

— No debes realmente culparte por todo aquello Kuro, al final en este mundo a veces lo seguro es a veces jugar sucio, no lo haces a malas y quien no lo acepte es que no tiene derecho a ser amigo tuyo, a veces el fin justifica los medios en este mundo y ya sabes que en mi vida también he tenido que jugar sucio. Mi punto es que eso no tiene que ser en absoluto algo de lo que avergonzarse, aunque haces bien en decidir a quien confiarlo. Gracias Kuro, yo me mantuve como una Ronin durante mis años como desertora, traté de regresar a Tottori, pero no pude... No sabía lo que me iba a encontrar ni lo que iba a recibir, sé que los deserores no son bien vistos e incluso sé que pueden ser ejecutados, cuando viajé por Japón estaba bastante asustada no te voy a mentir, más eso también me forjó ¿sabes? Estas experiencias me convirtieron en la mujer que soy ahora. No me gusta ir de malas pero tampoco puedo permitirme perder a la gente que aprecio, porque me recuerda a lo ingénua que fui, pero también sé que cuando te conocí hace tantos años, supusiste mi primer vínculo tras la deserción Taira. El vínclulo que incluso hasta ahora mantengo inalterable, y de acuerdo, en esta misión te iré cubriendo la retagüardia, jeje, que recuerdos Kurokito, si supieras cuanto te echaba de menos...—. No pude sino abrazarle con fuerza para irnos dirigiendo con Sigilo al palacio.— Mi protector fiel, que con tu látigo no tengo nada que temer más no voy a rechazar tu Katana, más ¿Estás seguro? Te veo muy unido a ella por lo que representa

 

Palacio
[Kuroki; Shiori]

Avanzaron sigilosamente hacia el Palacio; haciendo que los habitantes ignoraran su presencia por completo, en aquel lugar era grande; pero en comparación con el castillo en Kamakura, este era un sitio mucho mas pequeño aunque no por ello modesto. Se veía en mejores condiciones que el castillo en Kamakura, mostrando que aquí si había vida interna, seguramente varios sirvientes y guardias.

No había guardias en la entrada principal; pero seguramente habría en su interior.

Contenido oculto

Gigavehl madarauchiha fichas actualizadas
Pueden entrar de manera sigilosa si lo desean. Kuroki puede escalar así que no necesitaría tirar un dado; pero Shiori si, un dado de 20 que sea 15 o superior.
Si desean entrar de manera normal pues sólo den un "de acuerdo" en este post y ya yo coloco otro post narrando que sucederá en el interior.

 

Palacio
[Kuroki; Shiori]

Ambos decidieron entrar de manera sigilosa al palacio, para ello Kuroki escaló hacia uno de los balcones que daban hacia el interior del castillo; Shiori trató de seguirlo, la técnica la realizaba bien pero en el último paso resbaló y cayó nuevamente al primer piso; el ruido alertó a un par de guardias dentro del palacio que salieron y se encontraron con Shiori, no estaba lastimada pero fue amenazada por las lanzas de los guardias.

—Atrapamos a una rata...—mencionó uno dando a entender que no le darían réplica para justificar sus acciones, era evidente; era una forastera tratando de entrar al Palacio, por lo tanto era una ladrona o mucho peor. Le quitaron su katana y la llevaron a las mazmorras del Palacio dónde esperaría su sentencia.

Mientras tanto, Kuroki sólo podía observar para que su ubicación no fuera comprometida. Mientras no dañaran a Shiori, todo resultaría bien ¿No es así?

Desde el balcón, Kuroki logró ingresar al palacio; recorrió esa segunda planta en silencio evitando ser detectado, se guio por un llanto, lo siguió llegando a una parte de los pasillos que llevaban a una habitación grande; pero para entrar debía noquear al guardia que la custodiaba, el llanto provenía de esa habitación, era seguro.

Contenido oculto

Gigavehl dado de 20 para noquear 10 o superior; pues tu habilidad de sigilo baja el margen para que sea exitoso (como en Nara)
Ficha actualizada

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Mazmorras
[Shiori]

Shiori fue llevada a las mazmorras; las cosas se repetían, ya había estado en unas en Shizuoka pero esta vez estaría sola, sólo siendo vigilada por un guardia que no parecía nada amigable.

—¿Qué querías robar del palacio?— preguntó molesto pero sin intentar dañar a Shiori con su lanza estando en una situación de vulnerabilidad.

Contenido oculto

madarauchiha puedes platicar con el guardia. No tienes alguna habilidad que te ayude a salir :( pero espero Kuroki te saque pronto.

 

Shiori

Kuroki logró animarme con una pregunta muy simple a la que asentí sin titubear "sí, estábamos juntos y eso era lo único que importaba en realidad", le dejé que me pusiera la mano en el hombro porque confiaba en él, y admito que su explicación sobre lo que me dijo sobre mi amiguito Taira que se cargó y eso ya hizo resultarme imposible mantener la calma, empecé a reir tratando de no sonar demasiado exagerada. La discreción era primordial pero la agarré encantada para guardármela,

— Shiori Cattingu, me gusta como suena—. Reí por un instante para desenvainar la otra Katana, ¡Ahora tenía dos! Y eso lo adoraba, una en mi mano y otra en la otra, si lograba dominarlo... ¡¡¡SERÍA PERFECTO!!! Luego de ello le abracé con fuerza para besarle en la mejilla, agradecida— ¡¡La cuidaré como oro en paño!! La verdad es que ay... Gracias Kuro—. Sí, estaba extremadamente emocionada, no lo iba a negar, en especial cuando nos íbamos dirigiendo hacia el palacio, una vez allí, ya empezaba a llegar lo complicado

Intenté con extremo cuidado colocar mis pies en cada uno de los sitios donde me parecía haber cualquier saliente en el que pudiera apoyarme, tratando de precisamente ir con cuidado por mi inexperiencia. El cuerpo me temblaba de la impresión más estaba tranquila al saber que trataba de mantenerme centrada en cada uno de mis movimientos que traté de calcular milimétricamente cada uno de mis movimientos, suspiré tensa notando como las gotas de sudor caía por mi espalda y mi frente, intentando seguir subiendo pero sin éxito, el último movimiento falló y solo noté como eso me hizo caer, ¡¡MALDITA SEA!! Traté desesperadamente agarrarme a Kuroki pero fue imposible, solo acabé sintiendo el golpe unos instantes después y, como era de esperarse, mi golpe no pasó inadvertido no, sino que un guardia vino instantes después y la misma sensación que sentí en el palacio de Nagato volvía a mí, en especial cuando sentía como me quitaban las katanas y regresaba a una fría celda, salvo que ésta vez, estaba sola. Cierto es que no respondí a la pregunta del guardia ni a sus provocaciones, en Shizuoka me di cuenta que si respondía las provocaciones solo me podía ir a peor.

En la celda me mantuve sentada, inmóvil, al menos hasta que el custodio decidió perguntarme que hacía robar en el palacio a lo que suspiré.

— La verdad es que no le entiendo—. Pregunté apenada, era evidente que no podía simplemente hacer nada

 

Palacio
[Kuroki; Shiori]

Kuroki logró noquear al único guardia que se encontraba en aquel sitio; dejándole la oportunidad de seguir el sonido del llanto al interior de la habitación; una niña se giró en dirección a Kuroki y sonrió con sus ojos nublados por las lágrimas...

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Pero esos ojos... estaban completamente palidecidos.

—¿Hermano?— preguntó la niña mientras mantenía su rostro dirigido hacia Kuroki.

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Gigavehl

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Mazmorras
[Shiori]

El guardia la miró con desesperación y bufó —¿Qué es lo que no entiendes? Has intentado escabullirte en el castillo y fallaste; es por eso que estás aquí ahora. ¿Qué querías hacer estando dentro?— La señaló —¿Eres responsable de la desaparición de nuestro señor Sho?

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madarauchiha

 

Palacio
[Kuroki]

La niña escuchó atenta y se deslizó hacia atrás atemorizada, buscando junto a ella un palo de bambú, palpaba en suelo en lugar de mirarlo; así logró encontrar el palo el cual abrazó en sus brazos al instante —Conozco perfectamente la voz de mi hermono; tú no eres Sho...¡AYUDA! — Gritó mientras apuntaba con su bambú a Kuroki, como si aquello fuera un arma, cómo si un simple palo pudiera defenderla de un agresor. Nadie acudía a su auxilio.

—¿Qué le has hecho a Hata?— preguntó la niña, tal vez ese era el nombre del hombre noqueado —¿Acaso tú le hiciste daño a mi hermano? DÍMELO — gritaba con fuerza, pero sus manos temblaban y de sus ojos seguían escurriendo lágrimas.

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Gigavehl
madarauchiha responde cuando puedas, si necesito acción de Shiori te aviso por whats

 

Shiori
Suspiré cuando volví a sentir la hostilidad del guardia pero más que hostil parecía desesperado así que gemí triste para mirarle fijamente preocupada, obvio no lo estaba pero debía fingir en ello y era muy buena en ello, eso debía reconocerlo. Al escucharle de hecho logré averigüar que, si bien mi entrada a hurtadillas había puesto en alerta a los guardias, era evidente que ésa no era la razón principal, sino precisamente la desaparición de ese tal "Sho", alguien importante sin dudas si es que le llaman señor. E-Espera, Sho... Sho.... ¿Sería el señor feudal de aquí? En cualquier caso le miré impresionada.

No me olvidaba de los arriesgado de mi situación pero tampoco había otra salida, no podía intentar escaparme, no tenía ninguna herramienta aparentemente en la celda y obvio que mi guardián no me iba a quitar la vista de encima, y no iba a ser fácil persuadirle, simplemente sabía que la información era crucial.

— ¿Que pasó? Y no, yo jamás secuestraría a nadie. Al fin y al cabo considero que la libertad , la confianza y la paz son valores fundamentales ¿Puede contarme lo que ocurrió por favor? Me gustaría ayudar—. Respondí con total honestidad, arodillándome ante él, pero sin perder la compostura, era evidente que, ya no solo era cuestión de ganarme su confianza sino que por otro lado cualquier acción podía significar ganarme la enemistad de más personas y la verdad, ya tenía demasiados enemigos...

 

Palacio
[Kuroki]

La pequeña era alguien fácil de calmar; la simple voz tranquilizante de Kuroki logró que ella bajara el palo para escuchar todo lo que tenía que decir —¿Los Harima han enviado una invitación? —se notaba confundida —¿Kato? No... él salió de Kamakura, ¿Entonces es Jiin?

Recargó el palo en el suelo mientras avanzaba —Mi hermano ha estado perdido ya dos lunas; siempre sale a la montaña con varios hombres para traer agua a la ciudad; esta vez no regresaron —volvió a soltar lágrimas —Y yo no puedo hacer nada para buscarlo; no me han dejado abandonar el palacio por miedo a que yo también me pierda. Ayúdame, salgamos y busquemos a mi hermano.

Avanzó hasta la puerta corrediza, pasando antes a un lado de Kuroki — Iremos por tu amiga; seguro la han llevado a las mazmorras —deslizó la puerta corrediza, sintiendo con el bastón a el guardia noqueado, se arrodilló junto a él angustiada para después casi de inmediato soltar un suspiro de alivio; el hombre seguía respirando; algo que confirmaba que el joven en su habitación en verdad no buscaba dañar a nadie, o al menos en su inocencia, eso creía —Sígueme

La pequeña se levantó y comenzó a andar en el Palacio con ayuda de ese bastón.

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Gigavehl sigue en mazmorras

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Mazmorras
[Shiori]

El guardia la seguía mirando con desprecio —¿Ayudar? Si buscabas eso desde el principio, no hubieras tratado de entrar a hurtadillas en el Palacio; odio a los samurái que creen que por ser de casta noble son superiores; nosotros los guardias, no somos idiotas.

Escucharon unos pasos cercanos; el guardia se irguió para mirar quien se aproximaba; era una pequeña niña que andaba con un bastón y junto a ella estaba Kuroki.

—Señorita; usted debería estar en su...—el guardia miró a Kuroki y levantó su lanza apuntando hacia él. El sonido de aquel movimiento alertó a la pequeña quién corrió a un lado del guardia; lo sostuvo del antebrazo con delicadeza, apenas alcanzándolo.

—Es un mensajero de Kamakura— mencionó la niña

—¿Mensajero? Y por qué han entrado al Palacio de manera furtiva y no anunciando su presencia; señorita; ellos pueden ser hombres del Imperio; o demonios carmesí; no se deje engañar

La pequeña se quedó paralizada, no sabía que pensar.

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madarauchiha