Y todo por una canción.

Tema en 'Relatos' iniciado por MrWonderful, 24 Julio 2012.

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    MrWonderful

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    Piscis
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    Y todo por una canción.
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    Hola :) Este es un one-shot que tenia metido en la cabeza y pues lo he sacado xD Bueno espero que valga un poco la pena. Os recomiendo escuchar la canción de Clara Lago-La cama, es la canción que sale aquí :D
    -Ahagajahahgaff-Letra de la canción.

    Y todo por una canción.

    Unos pequeños e inexistentes rayos de sol entraron en una habitación oscura y pequeña. En la cama una figura masculina se removió entre las sabanas y se levantó.

    Era un hombre alto y robusto, tenía su pelo castaño totalmente despeinado y los ojos verdes como la misma primavera.

    Se dirigió a la cocina para desayunar, al acabar se vistió con una camiseta de tirantes azul marino, se puso encima de esta una camisa de manga corta con cuadros azules y los botones abiertos, unos jeans y unas zapatillas negras de addidas.

    -Perfecto-susurró viéndose delante de su espejo de cuerpo entero.

    Salió de la casa y se subió en su moto negra. No tenía pensado ir a ningún lugar en concreto, solo quería salir de su casa, hacia pocos días que había salido de aquel maldito reformatorio y necesitaba urgentemente un poco de sol y aire fresco. Se puso los auriculares de su mp4 y empezó a conducir libremente por toda la ciudad. De repente sonó una canción.

    Esta semana pensé en secuestrarte en mi casa.

    El no había escuchado nunca esa canción, no sabía de quién era la voz que la cantaba. Pero sintió que la podía cantarla de memoria y empezó a cantarla mientras llegaba a una plaza donde casi no había gente. Se sentó en la fuente con forma de círculo.

    Luego miraba tus fotos antes de dormir, quiero saber cómo eres, saber qué te pasa…Y por fin.
    Que me conozcas y que te enamores de mí.

    Mientras cantaba vio pasar a una joven de cabello negro como la noche que se sentó en un portal de una de las casas que había en aquella plaza, no le había visto demasiado el rostro, pero sintió que era hermosa. Vestía un vestido rosa pastel de flores y traía consigo una libreta y un lápiz. La joven levanto su vista y se enamoró al instante de aquellos ojos azules.

    Parece que no se había equivocado, era hermosa. Observó como ella abría y cerraba la boca y luego se fijó que ella también llevaba cascos, enfocó su vista en sus bonitos labios y, sorprendido descubrió que estaba cantando la misma canción que el.

    Todas las noches me acuesto y te busco en mi cama, y tú nunca estas. Pero sé que mañana, ya nunca podrás olvidarte de mí.

    La chica lo veía cantar la misma canción que ella y al igual que el castaño se sorprendió, pero siguió cantando con una sonrisa tímida mientras no apartaba sus ojos de los verdes del muchacho.

    Este le devolvió la sonrisa encantado.

    Voy a ser tu pesadilla de noche y de día, y tú me dirás: Eres toda mi vida. No digas que no, aun no has estado aquí.

    Los dos cantaban al unisonó mientras mantenían la mirada fija en el otro y no se les borraba la sonrisa del rostro.

    Empezó el estribillo de la canción y el de ojos verdes se levantó y avanzó hacia la pelinegra…¿Bailando?

    La ojiazul observó como él iba hacia ella bailando, divertida y con un rubor en las mejillas pensó en lo que quería hacer el ojiverde. Conforme el chico iba avanzando hacia ella sin vergüenza alguna (aun que la verdad es que no había gente en esa plaza) su sonrojo iba aumentando hasta que lo tuvo en frente de ella.

    Nunca pensaste que fuera a encerrarte en mi casa, nunca pensé que pudiera yo hacerte esto a ti.

    El se quedó mirándola, ya había dejado de bailar y le tendió la mano, invitándola a unirse a él con una sincera sonrisa. Ella que se había quedado también mirándolo pestañeó un par de veces y se fijó en la mano que le había tendido el castaño.

    -Esto es muy raro, no me conoce y ya quiere que bailemos- pensó la pelinegra aun mirando la mano, después volvió a mirar al muchacho.

    Se veía que aquel chico le atrajo en el instante en el que lo miró al llegar a la plaza, parecía que era una persona muy segura de sí misma y que no tenía ninguna vergüenza de hacer el ridículo si se ponía a bailar delante de una desconocida o si ella rechazaba su invitación.

    Pero el caso es que ella no lo iba a rechazar.

    Aceptó su mano tímidamente y se dejó llevar por él.

    Comprenderás que esta era la única forma de hacer…Que me quisieras y no repetir otra vez.

    Ella vio que el castaño articuló unas palabras que entendió perfectamente, “¿Puedo?” pidió permiso el chico mirándola a los ojos.

    Ella asintió dándole su aprobación y él sonrió, luego lo hizo ella. Puso su mano suavemente en la cintura de ella, sin bajar mucho dándole confianza a la pelinegra, está a su vez agarró la mano del muchacho y elevó ambas manos mientras él empezaba a moverse inclinando la cintura de izquierda a derecha sin mover los pies.

    La ojiazul lo siguió y empezó a reír imaginándose la escena tan cómica que estaba protagonizando junto el castaño.

    Todas las noches me acuesto y te busco en mi cama, y tú nunca estas. Pero sé que mañana, ya nunca podrás olvidarte de mí.

    Bailaban riéndose por lo divertida que era esa extraña forma de bailar. El castaño la separó de él y le dio un par de vueltas. La ojiazul giró sobre ella levantando un pie y dejando otro en el suelo. El la examinó de arriba abajo y se volvió a repetir en la mente lo hermosa que era aquella chica.

    Seguían bailando aun con las sonrisas y moviéndose de un lado a otro. Sonrojados, divertidos, felices, sonrientes...

    Voy a ser tu pesadilla de noche y de día, y tú me dirás: Eres toda mi vida. No digas que no, aun no has estado aquí.

    Ellos se miraron por decima vez, esperando descifrar lo que pensaba el otro. Pero siempre acababan admirando el rostro de su acompañante.

    “Y vaya acompañante” Pensaron ambos al ver al otro de arriba abajo picaramente.

    Todas las noches me acuesto y te busco en mi cama, y tú nunca estas. Pero sé que mañana, ya nunca podrás…Olvidarte de mí.

    Y la canción se acabó, dejando a los dos jovenes con ganas de bailar todavia más. Habian dejado de bailar, ahora solo se mecian lentamente de un lado a otro, él cogiendo su cintura, y ella cogiéndolo por sus hombros.

    Estuvieron asi un buen rato hasta que ella se quitó los cascos, él hizo lo mismo y se miraron.

    -¿Por qué?-preguntó confusa la chica.

    El chico se encogió de hombros mostrandole una sonrisa entre amable y despreocupada.

    -No lo sé-respondió simplemente aun con la sonrisa.

    -No me conoces, y has bailado conmigo-reprochó la pelinegra.

    -Yo puedo decir lo mismo de ti-añadió sonriendo picaramente. Ella se sonrojó y no dijo nada más.

    -¿Por qué has bailado conmigo?-preguntó el castaño.

    -No lo sé-dijo la ojiazul de la misma forma que el muchacho habia hecho antes.

    El se empezó a reir y contagió su risa a la pelinegra.

    -¿Cómo te llamas?-preguntó ahora la chica, el la miró.

    -Jaden ¿Y tú?-preguntó amablemente guiandola hacia un banco que habia cerca.

    -Claire-contestó sentandose seguida por el castaño.

    -No eres de por aquí ¿Verdad?-dijo el ojiverde.

    -Me acabo de mudar-murmuró Claire mirando el suelo como si fuera lo más interesante del mundo.

    -Pues que sepas que la gente de este sitio esta muy mal-dijo divertido Jaden haciendo que la pelinegra lo mirase con una ceja alzada.

    -No si ya, nada más llegar un extraño me invita a bailar en una plaza-comentó riendose, el empezó a reir con ella.

    Pero sus risas pararon al escuchar el movil del ojiverde sonar. El lo desbloqueó y vio quien lo llamaba, al fin respondió cansinamente.

    -¿Diga?-

    -¿Dónde coño estas?¿Ya has salido del reformatorio y ya estas desapareciendo como si nada?-era
    una voz de un hombre mayor, parecia ser su padre y se notaba enfadado.

    Claire lo miró preocupada.

    -No deberia preocuparte donde estoy o no-respondió Jaden secamente.

    -A mi me importa una mierda donde estas, pero que sepas que las tareas y mi comida no se van a hacer solas-replicó el hombre de la otra linea.

    Claire pensó en las mil y una ‘buenas’ contestaciones que le hubiera dado a aquel hombre. Le dio rabia que le hablara así.

    -No no van a hacerse solas-dijo el chico friamente.

    Ella se sorprendio por la contestación del muchacho y estaba a punto de preguntarle porque se dejaba pisotear por aquel sujeto. Pero el castaño siguió hablando.

    -Por que te las vas ha hacer tú-acabó con una sonrisa satisfecha, se esccuchó como el hombre iba a seguir hablando pero Jaden le colgó.

    -¿Quién era?-preguntó Claire cuidadosamente mientras el ojiverde se volvia a sentar.

    -Mi padre-contestó simple.

    -¿Y por que te gritaba?-preguntó ahora más confiada.

    -Si quedamos un día para enseñarte las cosas de este pueblo y así lo vas conociendo más te lo
    contaré-dijo el chico picaramente, ella sonrió.

    -¿Me estas diciendo de ir a una cita nada más conocerte?-habló de la misma forma que él.

    -Nooooo-contestó Jaden haciendose el sorprendido, ella rió.

    -Esta bien-acepto la pelinegra, vio como el ojiverde esbozaba una radiante sonrisa.

    Hablaron un poco más, se dieron los números de movil y acordaron la hora de la cita para luego irse cada uno a su casa.
    Con Claire…​

    La ojiazul llegó a su casa y se tiró en la cama poniendose los cascos para escuchar música. Empezó a acordarse de la tarde tan rara y extrañamente agradable que habia pasado con ese chico, en especial el baile. Sonrió.

    Miró el mp4 con el que habia escuchado la canción mientras bailaba con el castaño.
    Con Jaden…​

    Habia vuelto a su casa tranquilo y sin dejar de pensar en aquella chica que habia conocido en la tarde, cenó y se puso a ver la TV. Aburrido la apagó y se quedo mirando la nada un rato, luego fijó su vista en su mp4 que habia sobre la mesa de su comedor, sonrió y lo agarró.

    Y pensar que habia conocido y habia quedado con ella por una canción, suspiró, quizá la suerte le este sonriendo.

    -Creo que me lo llevaré a la cita-pensaron los dos al unisonó picaramente. Deseando que volvieran a tener otra clase de baile con el otro.
    Fin.​
     
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