Romántico ...y ella sólo quería amar

Tema en 'Relatos' iniciado por Plumas de Cuervo, 14 Febrero 2018.

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    Plumas de Cuervo

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    ...y ella sólo quería amar
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
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    1
     
    Palabras:
    1205
    Se preguntaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que valió la pena despertar temprano. Sentía que su vida se encontraba en un círculo sin fin; cada día igual que el anterior. La rutina le abrumaba, pero no existía fuerza humana que luchara contra ella.

    Después de salir de casa caminaba por las mismas calles, calles que parecían ser tristes desde siempre. La ciudad no tenía la culpa, hace mucho que se dejó de preguntar qué o quién era el culpable. Posiblemente no había culpables, sólo una broma cósmica más de la vida.

    Como todos los días se quedaba un rato en mitad de aquel puente observando la bahía a lo lejos. Los pequeños botes se lanzaban a la mar buscando la fortuna con la esperanza de que los dioses del mar le permitiesen volver a puerto seguro y con sus familias.

    Recordaba una vez en que junto a su padre salieron de pesca; era una tarde fresca de mayo, una brisa mecía taimadamente el bote, la única mancha en medio de la inmensidad de aquel lago. Los paseos por el lago no eran habituales, era una rara oportunidad y ella sabía apreciarlos. Aunque pasaban horas en silencio con las cañas de pescar entre sus manos lo que ella más añoraba era esos momentos de cercanía con su padre. Son recuerdos fragmentados que su mente atesora junto a su padre, de los poco que tiene junto a él.

    Su vida que alguna vez era llena de color se tornaba gris de pronto. Cuando se dio cuenta se encontraba sola muy lejos del hogar, de lo que conocía. Pero así lo había decidido; necesitaba tiempo, tiempo y soledad para sanar las heridas que llevaba por dentro.

    Ya habían pasado varios años, cinco quizás. Desde hace mucho dejo de contar los días. El sol comenzaba a ocultarse detrás de las montañas cuando se bajó de aquel tren, apenas llevaba unas cuantas cosas en la maleta, guardadas a toda prisa y en desorden; unas monedas en los bolsillos y la cabeza llena de pensamientos.

    Había decido comenzar una nueva vida, donde nadie la conociera, donde pasara desapercibida; algo que resultaba difícil. Su cabello rojizo que caía en ondas como una cascada hasta su cintura, su piel blanca como la nieve, no tan pura por las sutiles pecas que la cubrían, eran rasgos que atraían las miradas por donde quiera que fuese. Al principio le molestaba, odiaba que las personas se giraran cuando ella pasaba, luego dejó de importarle y las miradas cesaron.

    Es increíble como las calles se vuelven familiares sin importar en qué lugar del mundo se esté. Era difícil caminar por las estrechas calles sin evocar los recuerdos de aquellos días de verano. En los cuales la melodía de su risa hacía eco entre las callejuelas, recordándole que estaba viva, y sobretodo que era feliz.

    ¿Qué es la felicidad? Millones de veces se hizo la misma pregunta y siempre obtenía una respuesta diferente. El amanecer era felicidad, las lluvias de otoño eran felicidad, el olor de las tartas de manzana era felicidad. Pero nada le hacía sentir feliz ahora, era como si una parte de ella hubiese quedado atrás, y así era. Siempre fue una chica risueña, con altos valores y principios, con un aire de rebeldía; pero una rebeldía de las buenas, de las que te hacen decir lo que piensas, de negarse cuando algo no le parece correcto y alzar la voz ante una injusticia.

    Ese aire de rebeldía fue quizás lo que atrajo a aquel muchacho. Había otras chicas más hermosas —posiblemente— pero él la escogió a ella. Para él no fue sencillo cortejarla, era lo mismo que tratar de domar a un potro salvaje con tan sólo las manos. No existía un protocolo social para las chicas como ella. Las flores no funcionaban, los chocolates apenas si abrían una brecha, las conversaciones comunes le hacían bostezar sin ningún decoro.

    Hasta que un día el joven se rindió y dejó de intentar conquistarla con esos métodos tan infructuosos. Simplemente se dedicó a dejarla ser ella misma, a sentarse y escuchar todo lo que tenía que decir. Con cada día que pasaba la iba conociendo más y quedaba aún más prendido de ella. No sólo era bella por fuera, era bella por dentro, tenía un alma noble y eso lo cautivó.

    A ella le gustó conseguir alguien que la escuchara, que valorara sus opiniones; una persona que le brindara más que compañía, apoyo y solidaridad. Una persona que comprendiera sus ideas, sus pensamientos. Sobretodo que compartiera su pasión y sus gustos.

    Así sembraron la semilla que germinó en el jardín de sus vidas, una semilla que fue cuidada y alimentada con pequeños detalles, con charlas amenas, paseos por el parque, atardeceres en la terraza; aquel paisaje se volvía magia cuando estaban juntos.

    Pero todo eso cambió un día, él había cambiado. Se sentía aún más enamorado, no dejaba de pensarla día y noche, y así se lo hacía saber en la correspondencia que mantenían. Ella se convirtió en su mundo, en su razón para vivir. El día que la conoció fue cuando realmente entendió su existencia. Estaba dispuesto a hacer un collar de estrellas si ella se lo pedía, de desenterrar con sus propias manos la gema más preciada si con eso conseguía que sus ojos brillaran de alegría.

    No tenía más que ofrecerle que lo que él era, un pobre loco enamorado con más riqueza que la luz de los ojos de ella y la inmensidad de su sonrisa. Era un pobre diablo que había pasado de ciudad en ciudad buscando la forma de ganarse la vida honestamente, pero no había tenido mucho éxito, tal vez era muy honesto para sus empleadores. Estaba a punto de tomar sus maletas e ir a probar otro rumbo cuando conoció a aquella chica pelirroja.

    Estaba dispuesto a todo lo humanamente posible por ella, porque de verdad la amaba; junto a ella se sentía un ser completo. A pesar de las diferencias sentía que eran el uno para el otro. Y llegó el día en que le confesó su amor. No tenía un anillo adornado con joyas preciosas pero le entregó lo más valioso que tenía, la promesa de que siempre la amaría, de que estaría para ella cuando lo necesitara, que la escucharía y que si se lo permitía le aconsejaría cuando lo viera pertinente.

    En ese momento algo dentro de ella se movió. En el fondo lo deseaba, desde hace tiempo lo esperaba. Muchas veces se lo confesó a su almohada y más de una noche soñó con una vida juntos. Parecía un sueño increíble más no imposible. Pero ese mismo día conoció una parte de ella que desconocía. Dentro de ella se escondía una chica temerosa e insegura. Una parte de ella quería estar con él, la otra deseaba huir, y ella en medio sentía que se partía en dos. Y se dejó dominar por sus miedos y huyó, se alejó lo más que pudo de él a pesar de lo que sentía; hasta ahora no sabe por qué lo hizo y se siente culpable. Sacrificó el futuro por sus temores… y ella sólo quería amar.
     
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    RedAndYellow

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    ¡Hola!


    Primeramente me veo en la necesidad de decir que no esperaba en absoluto un texto que pusiera sobre la mesa pensamientos profundos bastante interesantes; eso es en gran parte gracias a la facilidad que tiene el texto de acercarse al lector, asimismo el hecho de que tiene un dinamismo a la hora de saltar de ideas bastante bueno, pero no perfecto.

    A pesar de tener una gran trama que mantiene al lector conectado con la lectura, los párrafos excesivamente cortos y la falta de algunas descripciones (físicas) hacen que aquel dinamismo del que hablábamos se mire levemente nublado por varias dudas que inundan al lector.

    Entre esas dudas y las que para mí es la más importante es el por qué se desvela el estado sentimental de la chica de manera tan breve y con tan poca importancia. Es decir, que la mayoría del escrito se mueve en un marco melancólico sin razón aparente pero que termina haciendo que la persona que lo lea se identifique con esa sinrazón; el problema viene cuando quieres darle un porqué y en mi opinión se queda corta la explicación.

    Pero sin embargo encuentro el escrito fresco y sentimental. Un gran escrito que no se queda corto en temas ortográficos o gramáticos; pero hay que echarle un ojito a la disposición de los párrafos.
     
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    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

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    Me ha gustado como has relatado todo, pero antes de empezar a ponerme con una crítica más profunda quisiera señalar esta frase, que me conmovió y me llegó especialmente al corazón:

    "Estaba dispuesto a hacer un collar de estrellas si ella se lo pedía, de desenterrar con sus propias manos la gema más preciada si con eso conseguía que sus ojos brillaran de alegría."

    Me ha gustado como has ido relatando, haciéndonos muy partícipes en los sentimientos y al mismo tiempo en las "aventuras" de los protagonistas. Siento decir, que ella me decepcionó muchísimo, con el hecho de huir antes de enfrentarse al inmenso y hermoso sentimiento que es el amor.

    Para mi gusto, el texto estaría más digamos "agradable de leer" si hubieses incluído entre las descripciones alguna acción en concreto, algún dato por medio, le habría dado cierto dinamismo a la historia. Para mi gusto es lo que le faltaría, pero es solo un consejo y sobre gustos no está nada escrito.

    Espero seguir leyendo cosas tuyas, NeverMore, siempre me gusta como escribes. Un saludo y nos leemos. :quis:
     
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