Y cuando creí no amar a nadie mas …Apareciste tú

El sol comienza a colarse por la ventana, dándole en el rostro a ambos durmientes de la habitación, la castaña frunce el ceño en un repentino puchero de insatisfacción, pues no tenía ni dos horas que acababa de conciliar el sueño después de haber pasado la mayoría de la noche estudiando para el examen de “Dibujo” que tendrían ese día.




Se giró con fastidio tratando de evitar los rayos de sol en su rostro, quedando de frente a la cama del azabache que se encontraba en la misma posición que ella. Sus miradas se cruzaron, sin saber como ni porque una sensación nunca antes experimentada por ninguno de ellos le recorrió la espina dorsal.




—Se ve linda, aún haciendo pucheros… —pensó el Uchiha sin apartar sus orbes de la chica.




—Si pudiera tener siempre esta visión al despertar… no me importaría que los malditos rayos del sol me den en la cara —se dijo mentalmente la castaña al observar el rostro apacible del chico delante de ella.




Permanecieron unos momentos más en esa posición sin decir ni hacer el más mínimo movimiento, hasta que el despertador comenzó a sonar, indicándoles que ya era hora de comenzar con la rutina de ese día.

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La mayor parte de la mañana transcurrió de manera pacifica. La ultima clase antes de la hora de descanso, el profesor no había llegado.




Itachi estaba guardando revisando su cuaderno de arquitectura cuando el sonido de su celular, lo distrajo de lo que hacia. La castaña no pudo evitar observar el cambio en el semblante del Uchiha al contestar.




El azabache se encamino a la salida del aula con su teléfono en mano y cuadernos. En la banca Tenten se percato que el chico había dejado olvidado el cuaderno que momentos antes había estado revisando. Lo tomo y se encamino a buscarlo para entregárselo, ya que la próxima clase les tocaba en otro salón.

En su búsqueda se encontró con Karin, quien al verla, en seguida comenzó con su parloteo pues la pelirroja necesitaba contarle a su amiga lo que le había ocurrido en la mañana con Suigetsu.




—Es un idiota, ¿Cómo se le ocurre regalarme flores de sakura, cuando el muy imbécil sabe que las detesto? — le comentaba Karin, una leve sonrisa se dibujo en los labios de la castaña al imaginarse la pelea que ya era común en sus amigos.



—Al menos aprecia el gesto, Karin —le dijo en forma de reproche viéndola, como desviaba la vista hacia otro lado.

—Claro —dijo malhumorada. —Me tengo que ir, tengo clase de Traducción; con un profesor… —dijo la pelirroja mientras miraba al techo, recordando al atractivo susodicho.

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—¿Cómo estas Itachi? —interrogo la voz del otro lado de la línea.




—Bien, ¿Qué es lo que quieres? —respondió cortante y frio el aludido.

— ¿Qué?, ¿Ya no puedo llamarte? —le dijo Su hermano fastidiado. —Alguien aquí quiere hablarte.

—Itachi... —lo llamo una voz dulce que ya conocía. —¿Co-como estas?

—Bien, ¿no quieres ir al grano? —le dijo tajante el Uchiha mayor. Pues la verdad era la persona menos indicada para hablar.

—Bu-bueno… —genial, no quería parecerse a Hinata con sus tartamudeos, pero de solo escuchar esa voz, la hacia sentir un misterioso miedo. Tomo aire y valentía y dijo:

—Quería disculparme por lo de…ya sabes…nosotros —

—¿Nosotros?, ese nosotros nuca existió. ¿Qué no lo recuerdas? —le dijo celoso, la sangre le hirvió de tan solo recordar esos momentos. —¿¡Que no te habías enamorado de mi hermano, a mis espaldas!?.

—Hermano… ¿Tienes rencor alguno? —le pregunto su hermano de pronto.

— ¿Qué si tengo rencor? No… —Sasuke se tranquilizo—No tengo rencor… ¡Tengo odio! —fueron los pensamientos de Itachi

—Me alegra —fueron las palabras de Su hermano, tan frías que parecían estar fingidas.

—Me tengo que ir —le informo y después finalizo la llamada.

Un largo sonido que indicaba que la llamada había finalizado, un largo tintinear que dejaba recordar las palabras de su hermano, su hermano.

Pelearse por una mujer, una pelirrosa mujer, que hacia que montones de sensaciones llenaran su cuerpo.

En su mente se dijo “Estoy Jodido”. Tal vez no lo estaría, pero…como no se molestaría cuando su hermano le robo a su novia. Cuando ella le besaba y el iluso se perdía entre los mismos.

Mientras en la mente de la ojijade solo existía la imagen de Sasuke. Itachi se sentía humillado, avergonzado y sobre todo lo llenaba una generosa cantidad de rabia y enojo.

Se maldecía a el y su hermano, Sakura, a su padre. Menos a sus mejores amigos, que, por gracia de Dios estaban con para todo.

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Mientras el profesor daba su clase, Karin miraba esos labios carnosos y listos para morder, su camisa blanca que marcaba sus músculos. Su espalda ancha y un trasero…de millones. Ya que al darse la vuelta, sobresalía mas que nada.

Suigetsu observaba como su novio miraba fijamente al profesor. Eso realmente le hervía la sangre. Ella era suya…bueno no completamente, pero suya.

No tenia derecho de vera otro hombre que no fuera el, a nadie mas. Recordó un día o bueno millones de días en el cual veía a chicas y luego en el salón de clases…hacían lo suyo.

Si, lo sabe. Le es infiel a Karin pero no podía evitarlo. Tantas chicas y el no lo desaprovecharía, aunque la pelirroja esta como quiere.

Mientras que Karin, nada de engañar, Bueno si calificaba chicos que pasaban nada más. Nada de ser zorra ni una regalada. El peliblanco creía que su cometido nunca se revelaría…o tal vez si.

El timbre sonó y todos los estudiantes salieron como valas. El maestro solo negó con la cabeza dispuesta a salir.

—Vamos, cara de pez —le dijo o mando al chico, su chico.

—Me quedare haciendo el proyecto con…Tayuya —le dijo, para luego sujetarla de la cintura y darle un largo beso.

Ella se separo algo roja de la cara y agarro su cuaderno negro y le dijo:

—Hasta luego…tiburón —para después salir de la clase…dejando solos a la otra pelirroja y Suigetsu.

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A los minutos que Itachi colgó el celular otra vez volvió a sonar. Vio el número y contento contesto.

—Hola

— ¡Itachi! —Exclamaron unas estruendosas voces, cuales ya conocía— ¿Cómo estas, hermano? —le pregunto el alvino.

—Bien, supongo…y uste…

—¿¡Como es tu compañero!es mujer!? —Oyó como Deidara le arrebataba el celular a Hidan y le preguntaba.

Rió por la pregunta de su amigo/hermano y le respondió:

—Es mujer…—oyó las risas pervertidas de parte de ambos—Es castaña y de ojos chocolate.

TenTen oía cada palabra del Uchiha mayos, claro sin ser vista. Sabia que no era correcto pero la curiosidad la mataba.

— ¿Y como es?, digo, me refiero al cuerpo

—Normal…aunque —la castaña, atenta a lo que decia, agarraba mas fuerte el cuaderno—tiene un gran trasero.

Los colores se le subieron a la pobre, nunca se imagino que Itachi pensara eso de ella.

—Pero…es algo mari macha —le dijo a sus amigos. Sin saber que su compañera de cuarto lo estaba escuchando—sin decir que…para mi…es como un chico.

Los ojos de la susodicha se llenaban lentamente de lágrimas. Ella era una chica fuerte, pero…ya le habían roto una vez el corazón de esa manera y recordar esos momentos, no era la mejor solución

—Me tengo que ir… —les dijo mientras miraba a su banca. Antes TenTen puso su cuaderno en su antiguo lugar y se escondió en el escritorio del profesor. —Adiós —y otra vez colgó una llamada.

Regreso a su lugar y agarro el cuaderno. Y finalmente salio de la clase.

Rápidamente, TenTen cuando oyó los pasos lejos, salio disparada a su dormitorio, donde se desahogaría profundamente.

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Karin estaba sentada enana de las baquitas de el parque del campus. Mientras escribía algo en su laptop y escuchaba música.

Se preguntaba por que Suigetsu no llegaba, bueno no era el chico cariñoso, ni listo y mucho menos dedicado…pero al menos le tendría que enviar un mensaje.

Se levanto de su lugar y jalo el aparato, y tomo rumbo hacia la clase.

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Cuando llego, oyó unos sonidos raros en la clase…peso que talvez podría ser la señora de la limpieza. Luego oyó un escritorio cayéndose.

Abrió rápido la puerta creyendo que alguien malo. Abrió y su sorpresa fue muy…impactante.

Vio a SU Suigetsu teniendo…relaciones íntimas con Tayuya. El peliblanco vio que entro y la miro estupefacto.

Ambos desnudos, sudados, despeinados y su novia parada en frente de ellos. No era la mejor situación, en lo absoluto.

—Tu…tu —Karin apretaba fuerte su laptop mientras unas lagrimas salían de sus ojos. — ¡Eres un idiota!¡Te odio! —le dijo y salio corriendo dejando tirada su maquina.

Suigetsu la miro con los ojos más que abiertos, mientras que se ponía los boxers y se abotonaba la camisa.

Dejando tirada a Tayuya. Se coloco su pantalón y salio de alli en busca de su chica.

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Corrió para el dormitorio de su mejor amiga, TenTen. Abrió la puerta y encontró a una castaña llorando de rodillas sobre la cama.

Se acerco a ella lentamente, mientras aquella ni siquiera había notado de que ella había entrado a su dormitorio.

—TenTen, ¿Qué tienes? —le pregunto con tono dulce que ni ella sabia que existía dentro de ella.

La castaña dio un pequeño salto al sentir su voz, se voltio y encontró a la pelirroja con lagrimas en los ojos.

—Dime tú primero —le dijo mientras la miraba a los ojos y Karin rápidamente volvía a soltar las lagrimas, apoyándose en el pecho de TenTen.

En un bar. de mi barrio que, no quiero recordar​

vi. a mi novio, besando a mi amiga​

El dolor de saborear, veneno tan letal​

Ver el tiempo en dos seres que quería.​

—vi…a Tayuya y Suigetsu…teniendo… —hizo una mueca con la cual TenTen entendió al instante.

Y con mis ojos logré ver,​

un cuento de papel.​

La abrazo mas fuerte a su pecho mientras Karin soltaba sollozos y la abrazada. Le partía el corazón ver a su mejor amiga así.

(Estribillo)​

Mi reina decías,​

yo te creí.​

La reina de nada,​

es lo que fui.​

Absurda Cenicienta, así me sentí.​

Perdida en un cuento real, como puede ser.​

Se sentía como la mas zorra e ilusa del mundo. Estar atrapada en un cuento que nunca se haría realidad, creyendo que Suigetsu le seria fiel. Sonriendo cuando el la abrazaba y cuando pocas veces le decía cosas lindas al oído.

Repetidamente te pedí, más de una explicación,​

Estás loca, eso me decías.​

Ahí volví a creer este cuento de papel,​

Y alejarme de estas tonterías.​

Y con mis manos romperé,​

el cuento de papel.​

Y tal vez si, si lo era. Era una maldita entupida al creer que alfil había encontrado a alguien que la apoyara y la querellar por lo que es, no por su cuerpo. Pero vio que no era si…tal vez el destino la llamaba a estar sola toda la vida.

Mi reina decías,​

yo te creí.​

La reina de nada,​

es lo que fui.​

Absurda Cenicienta, así me sentí.​

Perdida en un cuento real, como puede ser.​

Pero ya no mas, nunca mas…se dejaría llenar de falsas ilusiones y nuca le vería la cara a el tiburón. En serio pagaría caro por eso…muy caro.
La abrazo mas fuerte contra si y Karin lloro con mas fuerza desahogándose hasta quedarse deshidratada.

Repetidamente recordé, que quise ser feliz.​

Ay, dolor, amor, dolor, dolor no vuelvas más.​

Romperé, robaré,​

Mi cuento de papel.​

Absurda Cenicienta, así me sentí.​

Perdida en un cuento real, esto se acabó.​

TenTen apoyó la cabeza contra la de ella y le susurró un estaré con tigo. Y así seria…

Haaa…..gracias a todos los que me siguen de veras…mas a Reyka S Nara. Que me ayudo en todo…

Hasta la proxima