Bueno, primero que nada, este es un escrito que lo hice para un concurso, y era con la intención de completar para los tres logos D:! Y así nadie se enterára de mí y mis escritos u.ù, no tenía la intención de publicarlo, pero me dicen que si D:! No tiene arreglos, está tal cual lo entrgué. Entonces al momento de comentar, no sean tan duros conmigo, es mi tercer escrito, y el primero de Bleach así que sean buenos :( Título: Y así pasó Pairing: Hitsugaya y Hinamori Género: Romance Número de palabras: 1168 Disclaimer: Lo de siempre, estos personajes no me pertenecen son creación de Tite Kubo y demás palabrerío. Y ASÍ PASÓ - Rangiku- san ¿Para dónde vamos?- preguntaba insistente una chica de cabello castaño sujetado con una coleta rosa, tenía los ojos chocolatosos y la piel nívea. - ¿Para qué quieres saber? Es una sorpresa… pero te daré una pista- le respondió la mujer toda juguetona, tenía el comportamiento de una quinceañera- Es un lugar, en donde los chicos lindos abundan, y a mujeres como nosotras es obvio que no se van a resistir, ya verás, ya verás- añadió con fuerza Matsumoto y no dejaba de hablar sin cesar. - Si Rangiku- san lo dice, pues no lo dudo, pero yo no quiero ver chicos- decía Momo un poco asustada por la idea de su acompañante. - A ver, a ver- exclamó Matsumoto tocándose la barbilla con el dedo índice derecho- creo que es por allá. Matsumoto iba por delante, sin saber a donde la llevaría esa puerta tan iluminada que se encontraba a la derecha de aquellas grandes escaleras. - ¡¿Qué?!- gritó asustada Matsumoto al ver que había llegado a un lugar totalmente opuesto al que ella buscaba- esto no es lo que yo esperaba- agregó con un gran puchero. - Rangiku- san este lugar es muy bonito y hay chicos como lo has dicho, pero todos están muy bien acompañados, yo creí que íbamos a ir… Momo no pudo concluir la frase debido a que la peli naranja le cortó. - Sí, sí, ya sé que es una pista de patinaje- dijo con resignación la mujer- pero yo esperaba encontrar el gimnasio- dicho esto Matsumoto se dispuso observar el lugar, y encuentra a alguien inesperado. - ¡Taichou! ¡Taichou!- lo llamaba la chica de una forma un tanto exagerada. - ¡Shiro- chan! Que emoción- dijo momo para sus adentros. - Ven, vamos, creo que no nos escucha- y jaló de la mano a la chica hasta llevarla al frente de él. - ¡Taichou!- Matsumoto saludaba a su capitán, que al parecer estaba sumido en sus pensamientos. - ¿Mh? ¿Matsumoto? ¿Hinamori?- habló por fin el chico. - Taichou, está muy pensativo, en qué pensará tanto o mejor aún en quién- y se puso a codearlo sin cesar. - Matsumoto deja de hacer eso, es molesto- dijo el chico un poco molesto, y miro a la otra chica que al parecer desde que llegó no dijo ni pío- A que han venido ustedes dos acá. - Hinamori y yo buscábamos el gimnasio, pero no aparece por ningún lado, lo ha visto Taichou por ahí- preguntó Matsumoto sin dejar de pestañear. - ¿Las dos? Hinamori ¿tú también?- pregunto el joven peliblanco sorprendido por lo que dijo su teniente. - Sí, Shiro- chan, pero no sabía exactamente a donde…- concluyó la chica moja camas un poco avergonzada por lo que acababa de afirmar. - No me digas así, soy un capitán respétame- dijo el chico un poco serio, pero acto seguido se le escapó una risita- No tienes porqué poner esa Momo moja camas. - Shiro- chan eso es peor no me digas así- Momo tenía la cara llena de vergüenza, unos tipos que habían pasado por ahí habían escuchado lo que el capitán había dicho y se estaban riendo. - No te enojes, que eso no va contigo- decía el joven capitán- pero ¿dónde está Matsumoto? Los dos chicos giraron las cabezas a un lado y ahí estaba Matsumoto haciendo de las suyas con esos pobres humanos, Matsumoto al darse cuenta de que esos dos la estaban mirando les echó un guiño y levantó su pulgar, haciéndoles entender que estaba más que ocupada. - Rangiku- san no tiene remedio- agregó la chica de ojos chocolatosos. - Cierto, ¿qué quieres hacer?- le preguntó Hitsugaya a Hinamori. - ¿Ah? –le dijo- Shiro- chan me ¿está invitando a salir?- pensó- no, en que piensas Momo, solo te ha dicho que quieres hacer, tonta deja de soñar, esto no es una cita- seguía diciendo para sus adentros. - ¿Hinamori? ¿Hinamori? me escuchas- Hitsugaya movía su mano frente a ella, para ver si así Hinamori podría reaccionar, y lo logró. - Claro que te escucho Shiro- chan. - No me digas así, cuantas veces te lo tengo que repetir- decía el chico de ojos Verdi azul. - Lo siento, Hitsugaya- kun- dijo la chica mirando hacia un lado, entonces vio a la pista de patinaje y agregó- ya sé que quiero hacer- le dijo a Hitsugaya con una gran sonrisa, que puso al chico un poco nervioso. - ¿Qué cosa?- dijo con intriga. - Patinar, ¿te parece? Hitsugaya- kun- preguntaba la chica muy emocionada. - Está bien, pero ¿sabes patinar?- le preguntó con la ceja alzada. - No, pero Hitsugaya- kun me enseñará ¿cierto?- Hinamori miraba de una forma graciosa a Hitsugaya a lo que el chico respondió. - Está bien, pero no hagas que me caiga ¿entendido? - Sí- respondió Momo muy feliz ella. Los jóvenes se dirigieron a colocarse los patines, los dos no se imaginaban lo que harían allí. El primer paso y Hinamori casi se saca el alma a lo que Hitsugaya tuvo que cogerla de la mano. -Hinamori, deberías tener cuidado, si no te agarro estarías llorando ahí en el hielo- le reprochaba el joven capitán a su amiga. -Lo siento, pero tú dijiste que me ayudarías, así que no hay problema ¿cierto? Shiro- chan- respondió Hinamori con una sonrisa, a lo que Hitsugaya no pudo esta vez contradecirla y no le dijo nada sobre lo de Shiro- chan y no capitán Hitsugaya. -Como sea- y la cogió bien de la mano, a lo que Hitsugaya se sonrojó un poco, y Hinamori estaba más que feliz. Los muchachos parecían divertirse, habían creado un lugar en donde solo estaban ellos y el resto no existía, se sentían tan a gusto que habían olvidado la noción del tiempo, se habían olvidado de dónde se encontraban y al parecer el espacio entre estos dos se había reducido, esto hizo que Hinamori se pusiera nerviosa y tropezara, jalando a Hitsugaya con ella y resultando está en el suelo y el encima de ella. La distancia era corta, Hinamori podía oler el aliento de Hitsugaya, tenía olor a menta era muy fresco, por lo que Hinamori pudo apreciar que Hitsugaya respiraba muy rápido, por lo que se tranquilizó un poco al saber que no era la única. Hitsugaya, se acercaba poco a poco hacia ella, no sabía como pero sus cuerpos y sus rostros parecían imanes, Hitsugaya sentía el aliento de Hinamori, tenía un suave olor a frambuesa, típico de ella, Hitsugaya empezó a acercar la cara lentamente a la de ella. El beso fue suave, cálido, tierno, inexperto. La primera experiencia para los nuevos enamorados que acababan de darse cuenta de su amor y de su atracción mutua, Hitsugaya se separó de ella y la ayudó a levantarse, ninguno de los dos dijo nada por un lapso de tiempo, hasta que Hitsugaya agregó. -Hinamori- dijo el joven un poco pensativo y con un poco de rubor en el rostro- ¿Quieres salir conmigo?