XXXHolic

Capitulo único.
"Cada día es único a su medida. Cada recuerdo sea ello bueno o malo hace parte de tu existencia...Por eso acéptalo tal y como venga, porque no sabes hasta cuando lo tendrás presente en tu mente, y corazón."

— Bonita frase.— dijo Mokona mientras miraba las gotas de lluvia caer en el sagrado jardín de Watanuki, que antes perteneció a Yuuko-san.— Ahora, ¡beber Sake! — Chilló dando pequeños saltitos emocionada.

Watanuki no le respondió, no hacia falta que lo hiciese. Así que se levantó con profunda lentitud sin soltar su pipa en ningún instante. Antes, jamás había pensado en ser un fumante, pero ahora que Yuuko ya no está, fumar fue una de las pocas distracciones aceptables.

— ¿Watanuki?— Mokona le llamó sin moverse de su sitio, y la sonrisa se esfumó lentamente de su negra y arredondeada cara.

— Solo dos botellas de sake, nada más.— Le advirtió quitándose las gafas para limpiarlas en su yukata negro con mariposas en el hombro derecho. Pero en ningún momento Watanuki esperó que Mokona le dijese eso:

— Ya es hora de seguir adelante sin ella, Watanuki.— Esclareció.— ¿No crees?

— No, creo que no.— respondió sin dejar de sonreír.— Ella solo no volvió aún, porque no desee con demasiada convicción. Aún no desee con todo mi corazón que volviera, eso es todo.

Dijo mirando la oscura noche antes de volver a entrar en la tienda para así preparar la cena. Sus pasos eran lentos, pero resonantes en el Tatami del suelo. Mokona sonrió picara.

— Sabía que esa sería su respuesta.— Habló en voz baja.— Pero aún me pregunto si lo que él realmente siente hacia Yuuko-san es aquel sentimiento nominado "amor" por los mortales.— pensó durante un rato antes de volver a sonreír.— Que me dices sobre eso, Yuuko?—Dijo al fin levantándose para coger su sake esperado, y de mientras, dio una ultima mirada furtiva al cielo para así ver a una hermosa mariposa volar en medio a tanta lluvia.