Who of the two! [Deidara-Ino-Itachi]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Reyka Akira, 22 Julio 2012.

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    Reyka Akira

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    Título:
    Who of the two! [Deidara-Ino-Itachi]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    538
    Es para la actividad de Situaciones Entrelazadas, serán un long-fic de aproximadamente cinco o seis capitulos.

    Nota: No entiendo porqué carajos el foro esta de cabeza -.- todo lo pone centrado -.- Shit!! le resta estetica a los fic.

    Titulo: Who of the two!
    ~Deidara-Ino-Itachi~
    [​IMG]
    ~Prologo~
    Desde los cuatro años había vivido en Osaka por trabajo de sus padres, pero aun así en su subconsciente vivía un recuerdo de verano del último día que había vivido en su ciudad natal, Hôkkaido. Ella lo confundía con un simple y enigmático sueño.

    Ahora, a sus casi dieciséis años sus padres le habían informado que era tiempo de volver ahí, así que con pesar la fémina tuvo que despedirse de sus amigos y del chico que hasta ese momento había sido su novio…

    —No tenemos que terminar, podemos continuar con lo nuestro, Ino —musitó, estrechando más la cintura de la rubia por lo que su espalda se apego más contra el pecho del azabache; quien estaba recargado en el tronco de un enorme árbol de uno de los jardines del instituto.

    La rubia se movió, quedando ambos de frente, tomó entre sus manos el rostro del albino mirándose los dos con cariño, él la rodeo de nuevo con sus brazos…

    —Sai, tú y yo sabemos que lo nuestro a distancia no va funcionar, así que mejor terminémoslo bien y que cada quien siga su camino.

    Tras esas palabras, solamente se dieron un último beso, el de despedida. No había habido lo que se llamaba “amor” reciproco en el tiempo que duró su relación. Sai decía quererla y en ocasiones se lo demostraba, pero ella sólo sentía atracción por él; pues el azabache de algún modo se parecía a aquel chiquillo que aparecía en sus sueños, y por alguna razón que aún no comprendía la mirada y sonrisa de aquel pequeño azabache hacía a su corazón latir tranquilo y sentirse seguro, pero…

    ¡Por dios, era sólo un sueño! ¿No?

    Esa misma tarde que terminó su relación romántica con Sai, la familia Yamanaka partió rumbo a Hôkkaido en donde la rubia tendría que comenzar de nuevo y también donde aquellos sueños de su niñez la alcanzarían al fin, pues había alguien “esperándola sin siquiera él saberlo” y mucho menos, ella.




    ----------

    Ojala este pequeñito adelanto les agrade y les provoque querer saber en qué terminará esto ^.^

    Sayonara!

    Kuram@ :p
     
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    La inspiración esta muriendo, me causo lios terminar el capitulo -.- creo que de seguir asi, no lograre cumplir en el tiempo que han dado para la actividad -.-

    Capitulo 1.- “Sexto sentido”

    Para Ino Yamanaka era algo incomodo ser la nueva de la ciudad, pero sobre todo le molestaba ser la nueva del instituto Asûka, pues desconocía como estaba estructurado el sistema estudiantil.

    -Suspiró-

    Para un ojo tan analítico como el de ella, no sería tan problemático saber o deducir la manera en que todos aquellos chicos se movían. Para ser su primer día no había estado mal, era la hora del almuerzo y ya había descubierto a varios “grupos sociales”, pero sobre todo vio a un chico en especial que prácticamente le robo el aliento.

    -¡Ese rubio, es de ensueño!

    Tras sonar el timbre que anunciaba el final del periodo de receso, se percató que mientras se dirigía rumbo a la salida de la cafetería del colegio, la mirada de los chicos que se encontraban con aquel rubio que atrajo su atención, estaba en ella y sonrió internamente…

    Después de todo, no es tan malo ser la nueva —pensó la fémina al percatarse que aquel grupo de chicos murmuraban entre si sobre su persona. Se dirigió a su aula, para proseguir con las aburridas clases.

    Durante los siguientes días, la fémina al fin pudo hacerse de un par de amigas gracias a que se encontró con un amigo de la infancia –Nara Shikamaru- se hiso muy amiga de la novia de él –Temari- quien junto con sus dos amigas Tenten y Karin le mostraron lo que aun desconocía del lugar.

    Gracias a ellas se enteró de que, aquel joven cursaba el tercer grado y pertenecía a la selección de Basquetbol del instituto con el numero once a su espalda; pero sin duda, las palabras de su amiga Karin habían despertado mucho más su curiosidad…

    —¡Deja que conozcas al capitán, esta que se cae de bueno!

    Y ahí estaban, viendo uno de los partidos amistosos que tenían la selección de su colegio contra otro colegio rival. La verdad es que ahora comprendía porque su amiga alucinaba con el jugador número diez de la selección.

    Desde las gradas en la que estaban, podían ver a cada uno de los jugadores.

    —Mira, Ino —llamó su atención la pelirroja— el número once es Deidara Uzumaki experto en los tiros de tres puntos –era el rubio de larga cabellera atado en media coleta y un mechón cubriendo la parte izquierda de su rostro, el chico que había llamado su atención días atrás-, el cuatro es Sasori Sabaku No, es el experto en robar los balones a los rivales, y hermano mayor de Temari –era un apuesto joven de cabellera carmín y ojos azules- el siete es Pein Nara el “armador” de las jugadas del equipo –a él Yamanaka ya lo conocía al ser hermano mayor de Shikamaru- el dos es Hidan Hozuki experto en los rebotes –era un joven de cabellera platinada, ojos lilas mucho más alto que el resto- y finalmente pero no menos importante, el diez Itachi Uchiha capitán del equipo y experto en tiros a cualquier distancia – era un joven pelirrojo y profundos orbes ónix y piel muy blanca. A la vista de águila de Yamanaka no se escapo el detalle de que aquel color en su cabello era un tinte- los otros son los jugadores de cambios, muy buenos también —explicaba Karin Inuzuka— el tres es Kakuso Mitarashi quien realiza el mismo trabajo que el número dos, el cinco es Kisame Hoshigaki quien ocupa la función del once… —la explicación de la Inuzuka se vio interrumpida al escuchar el silbatazo del arbitro haciendo el llamado a los jugadores para que entrasen a la cancha.

    Los espectadores estaban emocionados pues, pese a ser un partido amistoso, la rivalidad entre sus escuelas era épica, y por lo tanto el director del instituto había acordado llevar el partido en el descanso.

    El pitido del silbato resonó, en el centro de la cancha ambos contrincantes saltaron, en este caso habían sido los capitanes de ambos equipos.

    Por milésimas de distancia el “pelirrojo” consiguió el balón para su equipo. El balón calló en manos del número once, quien le dio algo de velocidad al juego, dio un bote al balón y se lo arrojó en un pase corto a Sasori, quien a su vez dio uno, dos botes en la duela y pasó el balón para el armador –Pein- quien al recibirlo acelera mucho más el ritmo del partido, sus contrincantes marcan a cada uno de cerca.

    Los jugadores del Instituto Asûka invadían el área de sus rivales, quienes defendían fuertemente su canasta. Con movimientos de derecha e izquierda trataba de burlar Sasori al rival que le marcaba, el muy desgraciado no lo dejaba casi ni respirar, sólo se escuchaba el rechinar del calzado en la duela bajo el área de la canasta del Instituto Hanjô. La regla de los diez segundos estaba por cumplirse y… una de dos, Asûka tiraba directo a la canasta o el Sabaku No daba un pase a uno de sus compañeros, de pronto el silbato del arbitro sonó…

    —¡Falta, tiro libre para Asûka! —anunció el arbitro.

    En las gradas, el cuarteto de amigas miraba con mucha atención el duelo, Yamanaka se sentía intrigada por el numero diez, de algún modo un tanto extraño la “llamaba” mucho más que Deidara.

    El pelirrojo se preparaba para cobrar la falta, dio uno, dos rebotes a la pelota de básquet sobre la duela, la sostuvo en su mano derecha y la lanzó... la pelota parecía flotar en cámara lenta en el aire en dirección a la canasta de Hanjô, pero no entro…

    —Un rebote —pensó el Nara. Pronto vio en el aire Inuzuka, Uchiha y dos rivales, disputándose la posesión de la esfera en juego.

    Las gotas de sudor se podían apreciar en los rostros, brazos y parte de la playera mojados. El balón fue apresado por la mano firme del capitán de Asûka. Ino observaba con detenimiento la figura de Uchiha quien realizó un salto perfecto, su rostro en todo momento sereno transmitiendo seguridad, masculinidad, su cabellera pelirroja en un movimiento grácil debido al salto. En simples palabras “el perfecto adonis que cualquier chica desearía”, aún ella.

    Tan sólo al tocar sus pies la duela, Uchiha lanzo un pase corto al Uzumaki que se encontraba en mejor posición que él. Deidara al tener posesión del esférico dio un paso y un gran salto con el balón en mano y con un movimiento grácil lo depositó dentro del aro. Quedando el rubio sujeto del aro y por un breve instante colgando de la canasta; sólo se escucho el pequeño retumbo en la cancha al soportar el peso del rubio quien en seguida se soltó cayendo con gracia en la duela. Los tiempos del partido estuvieron algo reñidos, llevándose la victoria Asûka.

    Mientras desalojaban las gradas, Yamanaka terminó siendo arrastrada por el “tumulto” de alumnos siendo separada de sus amigas. Decidió quedarse parada cerca de una maquina expendedora de bebidas, esperando a que hubiera menos personas pues se estaban empujando mucho. Mientras aprovecho para hacerse de una botella de agua.

    -Suspiró aliviada.

    —Por fin podre salir de aquí —susurro para sí misma dando un par de pasos hasta que choco con el pecho de una persona. Sus mejillas se colorearon en carmín al levantar su mirada y ver que era Uzumaki Deidara que la sostuvo de la cintura en un acto reflejo cuando chocaron y terminó con la playera mucho más mojada— lo… lo siento.

    —Un poco más de agua no me matará —sonrió con picardía el masculino al ver la actitud de la chica.

    —¡Deidara! —le llamó Uchiha a unos pasos de ellos—. Vámonos se hace tar… —No terminó su frase al ver a la posición en que se encontraban los rubios y topar su mirada ónix con los celestes de la joven. Frunció el entrecejo, giró sobre si mismo caminando sin esperar al rubio.

    —Nos vemos —mascullo como despedida a la joven que no dijo nada después de haber cruzado su mirada con la del capitán.

    Luego del incidente, volvió a clases donde sus amigas le esperaban. El resto del día paso aparentemente sin novedad, debes en cuando sonreía al escuchar a su amiga Karin hablar de las jugadas del capitán de básquet. Por la tarde se la paso con su madre realizando unas galletas para su hora especial de ver televisión…

    Después de una refrescante ducha y secar su cabello, se introdujo bajo la suavidad de sus sabanas para conciliar el sueño…

    -
    El cielo azul, el refrescante aire de verano y las olas del mar Ino pensaba que eran lo mejor en ese momento, hasta que sintió como el agua se agitaba más cerca de ella y su sospecha –de que alguien se acercaba- se hiso realidad al sentir una mano sobre su hombro que la hiso girar, dos manos tomaron entre ellas su rostro y unos labios aprisionaron los suyos. Al ver que se trataba del rubio que la aprisionaba cerca de su cuerpo, sintió que le faltaba el aliento…


    [​IMG]

    Deidara-san —logró gesticular la rubia al recuperar un poco el aliento, nunca antes nadie la había besado de esa manera.

    Lastima que todo se trataba de un sueño, suspiro fastidiada cuando al fin se ubico al darse cuenta que se encontraba en su cuarto y la alarma del despertador había terminado con el encanto de tan bello sueño que tal vez nunca se haría realidad.

    -Suspiró.

    Y como cada mañana de instituto, realizó su rutina diaria. Bañarse, vestirse, peinarse, desayunar, tomar el transporte al instituto. Al llegar a las instalaciones del campus, camino a paso lento al percatarse de quienes caminaban delante de ella, los integrantes del equipo de básquet.

    Hidan iba alardeando de quien sabe qué con Pein, pero la rubia se imaginaba que era respecto al partido del día anterior. El hermano mayor de su amiga mientras leía un libro solamente escuchaba el parloteo del rubio, quien iba contándole “algo” a Uchiha que sostenía con su mano derecha su mochila tras su espalda.

    Ese pelirrojo de orbes negras la atraía, ahora, mucho más que cuando conoció a Deidara, pero ¿Por qué?

     
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