Song-fic Where you're gone [Gin/Rangiku]

Where you're gone [Gin/Rangiku]

Yeah, por fin escribi esta idea que la tenia hace muchisimo tiempo. Ahaha me siento feliz (?) x'D

Titulo: Where you're gone.
Summary: "Cuando tu te alejas yo cuento los pasos que das
¿No ves cuanto te necesito ahora mismo?”
Pareja:Gin & Rangiku(Loveee)
Ranking: K+
Letras: 681
Tipo: One-shot/Song-fic.
Advertencias:----
Aclaraciones: Mmm no lo considero tanto como Song-fic porque no utilice toda la cancion, pero bueno La cancion del mismo nombre del titulo es de Avril Lavigne. Y todo lo que vean de Bleach es de Tite Kubo.

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Where you're gone
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by: sessxrin.
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“Siempre necesite tiempo para mí
Pero nunca pensé que te necesitaría cuando lloro…”

Sus ojos vagan sin rumbo, sin destino, cansados y perezosos, no hay nada interesante que pensar o hacer, sólo el sentir. Pero inconscientemente ella lo busca, intentando descubrirlo en alguna estrella o bajo la sombra de algún árbol. Pero nada.
Rangiku toma de nuevo y siente como el sake le quema la garganta. Aunque no es nada comparado con sus lágrimas que apuronas intentan salir corriendo por sus ojos, quemándola y tatuándole heridas que cada día más se abren y la lastiman, pues él no aparece y la espera se hace desesperante.

Sonríe sin felicidad y toma otro trago. Ella ya sabía que las cosas serian así, que cuando lo vio en aquel desierto, apareciendo como un ángel o un salvador de sonrisa cautivadora, rescatándola de las garras del desesperante y tortuoso calor; supo que toda su vida estaría anhelándolo, admirándolo desde lejos, pues él era intocable para ella de alguna forma.
Pero la shinigami tercamente intentaba alcanzarlo.

Más él desaparecía o se alejaba, como apartándola de su vida misteriosa y extraña.
Y Rangiku sentía cada vez como su interior se caía a pedazos.

“Y los días se vuelven años cuando estoy sola…”​

Años que se pegaban a su piel en unos cuestionamientos dolorosos y amargos, como el sake que le hacía llorar por las noches y sonreír falsamente en las mañanas.

“Cuando tu te alejas yo cuento los pasos que das
¿No ves cuanto te necesito ahora mismo?”​

Lo siente al pasar tras suyo, cuando él disimuladamente roza su espalda. Ella respira hondo y disfruta. Aquella endeble cercanía le da tanta paz, como si ya estuviera completa.
Pero todo se derrumba cuando él la deja, desapareciendo entre los arboles y el viento, esquivando su mirada. Pues Rangiku Matsumoto sabe que Ichimaru nunca podrá mirarla a los ojos cuando se va, pues a él le duele mas ver como ella se ahoga en un mar de ruina y desolación…
Aun cuando él lo cubra con una falsa y tranquilizante sonrisa.

“Cuando tú te vas
Los pedazos de mi corazón te hecha de menos
Cuando tú te vas
Mi cara enseña que te hecha de menos también”

Más ella es fuerte y no deja que Ichimaru Gin controle su vida y la maneje a su antojo. No. Si él se quiere ir, que lo haga, que le duela hasta los tuétanos es otra cosa muy distinta. Rangiku se caracterizó por ser una feliz y fiestera mujer, hasta un poco inmadura diría su capitán, pero es que sabe que no puede seguir en donde está, sabe que no puede dejar que Ichimaru le rompa el corazón todas las veces que le de la gana largarse, porque no es correcto, no es sano para ella.

Y cuando las noches llegan, Rangiku se ahoga en sake, intentando aliviar un poco sus heridas y hendiduras, que todos los días la hieren ácidamente. El sake superficialmente la cura, pero algo es algo.

Las lágrimas ya casi no salen. Sus ojos están adoloridos de tanto llorar, pero su rostro se deforma en una muestra oscura y devastada, y su corazón palpita más fuerte cuando cree verlo, como si quisiera llamar su atención.

Da un poco de lástima, pero nunca lo ha necesitado ni la quiere.
Sólo quiere un poco de él, ¿es mucho pedir?

“Yo estoy aquí para siempre…”​

Y aunque sabe que su llegada no vendrá, (ahora más que nunca lo sabe) separados por una estúpida pero rencorosa traición, Rangiku intenta mantenerse centrada en sus deberes e ideales…. Sin embargo espera su llegada bajo las nubes negras.
Porque ante todo, Ichimaru Gin es parte de su ser, de su alma.

Aun cuando a veces la idea no le agrade para nada.

“Me cuesta respirar, necesito sentirte aquí junto a mí”.​

Sólo un poco de su piel, de su olor, de su cabello, de su esencia y presencia.
Un poco de Ichimaru Gin.

Que lastima que la próxima vez que lo sienta, será cuando rocen sus espadas en tensa y angustiosa lucha.​

I miss you.​