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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    War
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    Drama
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    1
     
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    Bueno se me ocurrió hacer un fic distinto a lo que veo aquí, no se me ocurrió un titullo mejor, pero bueno tendrá de 10 a 15 capitulos, espero que les guste.



    Capítulo 0: El grito en medio de la devastación

    El cielo rugía, el cielo rugía de nuevo y se envolvía en fuego una vez más el cielo, los edificios temblaban lo hacían de nuevo guiados por los fantasmas de las personas que quedaron sepultadas en sus cimientos que aún temen a ese sonido que les arrancó la vida y a los que amaban.

    El techo crujía, las bombas caen inclementes sobre sus cimientos mientras le rogaba que resistiera para que pudiera escapar, se escuchaba un crujido un bloque gigantesco de tres pisos venía hacia mí y me cubría esperando el fin, lo sentía así y me ensimismaba esperando que su golpe fuera certero pues aunque tenía tiempo para escapar no me quedaban fuerzas para hacerlo.

    Sentía frío, sentía que el viento pasa sobre mí como si estuviera cayendo, tal vez así se sienta la muerte, tal vez estaba muriendo.

    Abría los ojos y estaba sorpresivamente un piso abajo, el techo se mira como el cimiento intentaba resistir los bloques de hormigón que se le sumaban mientras que más bombas caían, al girar la cabeza guiado por un silbido lo veía, una sombra en ese momento que se alargaba pues su portador se alejaba con rapidez , algo en mi interior me dice que lo siguiera y el hecho que de que el edificio se haga añicos afirmaba la opinión, corría sin aliento, lo hacía soportando los golpes provocados por restos de las paredes que se catapultan a mi como proyectiles, lo hacía por la esperanza renovada de pensar que no estaba solo.

    — …Hijo— retumbaba la voz de mi padre en mis recuerdos— si hay alguien que no se dará por vencido eres tu— agregaba— tienes la fuerza de voluntad para cambiar al mundo, incluso este mundo que se encuentra en ruinas…

    Y estas palabras me impulsa a seguir, el espíritu incansable que mi padre creía que poseía hasta el final de sus días, que lo llevo conmigo hasta el día que lo haga me ayuda a salir, cruzando el umbral apenas unos segundos antes de que todo el edificio se venga encima.

    —¡Tu! ¡Detente! — prorrumpió una voz fuera y antes de que me reincorporara del todo observé de reojo que una tropa entera de Banshees me pisaban los talones.

    Los disparos no se hicieron esperar, los rascacielos aún seguían descendiendo como enormes fichas de dominó, del otro lado la lluvia de disparos de M-18 no cesaba de arremeter cerca de mí.

    He dicho que estaba solo, pues lo estoy, pues estos mercenarios no los considero precisamente una buena compañía, intentan matarme eso ya es un indicio suficiente para no hacerlo.

    Doblaba la esquina y cruzaba una malla casi sin aliento, estaba a punto de irme de bruces cuando la parte de arriba de esta se desprendía del marco en el que descansa y me raspaba las palmas para no caer.

    — ¡Oh rayos! —exclamé presionando mis dientes asustado y la vez sorprendido, frente a mi hay un pequeño paquete que según mi instinto es comida. — Comida…

    Me arrastraba rápido y destapaba la envoltura encontrándome con un pastelillo de crema que parecía sonreírme como yo a él, con varios días sin comer me olía a gloria.

    Estaba a punto de dar mi primer bocado cuando escuchaba un sonido que me arruinaba el apetito, el sonido metálico del seguro de un arma siendo recorrido.

    — Levántate ladrón y te prometo que sufrirás poco— me indicaba un hombre barbado y una sonrisa compuesta por apenas unos dos pares de dientes.

    Antes de levantarme me atrancaba el pastelillo en mi boca y lo miraba desafiante, masticando de manera exagerada para que viera que no me lo había podido quitar.

    — ¡Eres un cretino!— exclamó apunto de pegarme con la culata del arma cuando otro con el pelo casi albino lo detuvo.

    — Que se encargue el capitán, tal vez encuentre una forma de hacerle pagar que se haya comido la mitad de nuestras reservas— declaró y me miró con rencor. — Andando, al menos vivirás más tiempo así.

    Comenzabamos a andar, conforme avanzábamos me percataba que estábamos en un parque de diversiones. Uno de esos lugares maravillosos que me habría encantado conocer antes de que la guerra hubiera estallado y devastado todo, había juegos mecánicos unos instrumentos que mi padre me cuenta servían para moverte de un lado a otro por diversión, muy rápido o poco a poco según tus preferencias y edad, si era la mitad de divertido como lanzarme en caída libre me hubiera gustado saber de ellos, por una parte, había juegos donde ganabas cosas y podías obsequiarlas, imagino un mundo donde todo era tan abundante que podían darse el lujo de regalarlas por ganar un juego, entre otras cosas había pues…

    — Esto es una casa del terror…— murmuraba observando el edificio con apariencia de viejo –antes de que realmente luciera viejo- colgando algunos esqueletos de plástico, así como arañas y murciélagos así como otros seres de formas horribles y de mal gusto, que por sus formas me traían malos recuerdos.

    —¿Qué dices? ¿ por qué te detienes? ¿Te dimos permiso para hacer algo así? — me dijo prepotente el soldado mientras me empujaba golpeándome en el hombro.

    Un leve dolor me recorrió el brazo, pero al mismo tiempo hizo que me percatara de lo que podría ser mi escape. La madera semi- podrida que se extendía desde los escalones hasta el piso tenía una pequeña abertura seguida en el mismo tablón al que le habían salido algunas grietas. Con algo de suerte podría escapar por allí, con nada de ella, quedaría atorado hasta la cintura a merced de esos dos matones para una muerte segura.

    Sin pensarlo más pegué un salto avanzando hacia ello, el tablón donde pise cedió al instante luego de un crujido, resbale de espaldas y mi cuerpo destrozó el resto de la madera cayendo por aquel sitio, en una completa oscuridad busque agarrarme de algo hasta que tope contra el piso sin saber a dónde me dirigía comencé a avanzar alejándome lo más que podía pues sabía que lloverían disparos en cualquier momento.

    — Espero que este sitio no me lleve a un lugar peor— murmure mientras tropezaba con algo, palpando en las tinieblas la tomé y seguí avanzando— ¿Qué demonios es esto? — un momento después los disparos comenzaron. El sobresalto me hizo soltarla.

    Ocurrió de pronto un destello de luz, imaginé que me había me había tomado un cable de electricidad suelto y en cualquier momento me electrificaría hasta que observé que el efecto venía de la esfera. Para mi asombro esa luz comenzaba a tomar forma, asemejando ser alguien pequeño cubierto con una manta, había un pequeño ser oscuro observándome con sus ojos rojos.

    — Ay no…comí algo descompuesto de nuevo…y estoy alucinando…

    Una pequeña criatura azulada flotaba frente a mí, en su cuello había perlas rojas y largos mechones se movían de manera mística, era curiosamente linda a su manera.

    —Hola…¿eres real?...puedes acercarte, no te haré daño— le indique.

    Se acercó poco a poco dibujando una pequeña sonrisa amigable acercándose cada vez más.

    — Anda, debes de tener miedo como yo, pero creo que podemos cuidarnos juntos.

    Eso hizo que se acercara con más rapidez extendí mis manos como esperando que se lanzara a ellos pero en lugar de eso emitió un grito horrendo arrancándome uno también, estaba a punto de correr cuando reapareció frente a mi riendo.

    —¿Te pareció muy gracioso?, casi me arrancas el corazón — le recriminé.

    Sonrió como si le hubiera hecho un cumplido y una pequeña flamita flotaba en sus manos iluminando el lugar, dada entonces media vuelta comenzaba a andar, indicando que la siguiera.

    Así comencé a caminar entre las ruinas de la oscuridad, tomando la esfera de la había salido entre mis manos preguntándome que era y donde me llevaba. Cualquier destino sería mejor que el que me estaba unos minutos atrás.

    Continuara.
     
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    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

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    Bueno, más vale tarde que nunca, ¿no?
    Normalmente tiendo a evitar los relatos bélicos porque la temática no es de mi agrado, de todos modos decidí correr el riesgo y agradezco mucho que las descripciones iniciales no sean tan crudas. Si un simple panecillo es la mitad de las reservas de un batallón quiere decir que el asunto realmente anda jodidillo. La misteriosa figura supuse que era un Misdrevaus pero como tiene manos supongo que realmente es un Mismagius. Hasta el punto que va la historia realmente no se me ocurre mucho para comentar pero si de pura casualidad se continua será interesante ver el desarrollo de la misma. Como nota aparte, a veces las historias que implican armamento son difíciles de llevar al mundo pokémon pero como digo, aún es muy temprano como para juzgar este factor dentro de la historia.

    Pd. Quiero saber qué le pasó al charmander de la otra historia ;__;
     
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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Gracias por comenzar a leer, nunca soy tan crudo por aquí y ya que alguien a leído esto lo continuaré, mira por allí una usuaria tiene no hay historia sin lector y comparto esa filosofía por lo que ahora que alguien la toma en cuenta, hay que ver que siguen con las aventuras de este chico.
    Si me has leido recuerda mis historias, de que tipo son, tranquila.
     
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