Long-fic de Inuyasha - Vuelvo a sentir

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por ahome higurashi, 28 Marzo 2020.

  1.  
    ahome higurashi

    ahome higurashi Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    11 Julio 2011
    Mensajes:
    128
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Vuelvo a sentir
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1320
    Capítulo 1

    Mi nombre es Inuyasha Taisho, solía vivir en la ciudad de new york, bueno hasta hoy…

    Fuera de la residencia Taisho se asomaba el comienzo de algunos rayos de sol, para dar inicio al amanecer…

    Me encontraba durmiendo en mi habitación, claro hasta que aquellos rayos de luz llegaron a la cara, pese a que había cortina el sol entro a la habitación alumbrando todo con su luz obligándome a despertar.

    Me estire para después de ello bostezar un poco, decidí irme directo al baño evitando tomar el teléfono, después de todo, ¿Qué ganaría? Tan solo una pantalla en blanco, sin un mensaje o llamada.

    -Ya pasaron dos semanas, ¿Qué estás haciendo Ayame? – suspire para seguir con mi camino al baño el cual se encontraba dentro de mi cuarto.

    Me observe un momento en el espejo encontrándome otra ves al mismo tipo, un pelo muy distinto a los demás ya que era de un color plateado, según comenta mi hermano ese rasgo es peculiar a mi padre, ojos dorados también heredados por papa y bueno que decir que al parecer en las partes finas de la cara me parecía a mama. Lo que pude notar que esta ves mi mirada me informaba lo de siempre, una increíble y extraña tristeza, bajé la mirada para observar todo mi cuerpo, encontrándome con mi acostumbrada figura musculosa pero lo cierto es que había perdido algunos kilos más de lo normal

    Suspire para comenzar a desnudarme, abrí la llave de la regadera esperando que saliera agua caliente, al estar lista entre a la ducha. Solo sentía como el agua iba cayendo sobre mi cabeza mojándome el pelo, sin embargo, mi mente estaba aislada, al darme cuenta de aquel suceso volví a suspirar, la verdad es que últimamente me la he pasado suspirando.

    Termine de ducharme, enrolle mi torso con una toalla evitando esta vez el espejo.

    El cuarto se me hacia enorme por lo que solo decidí caminar al ropero para vestirme ya que en la planta baja de la casa comencé a escuchar ruidos de cazuelas.

    Al estar listo Sali de la habitación para encontrarme con un pasillo demasiado largo, o al menos eso me pareció, camine por él, a lo largo del mismo estaban fotografías creo que como en toda casa.

    Al bajar las escaleras me encontré con la gran mesa de vidrio acostumbrada, misma la cual tenia colocado cuatro lugares. Puse una media sonrisa al ver aquello, caminé hasta ella encontrándome a mi hermano sentado en la cabecera con el periódico el cual le tapaba la cara.

    El también compartía ese extraño color de cabello al igual que yo, sus ojos eran un dorado mas claro que los míos, a diferencia mía él siempre había sido mas frio, siempre llevaba toda la responsabilidad y era casi imposible que demostrara debilidad, claro, hasta que conoció a…

    -Inuyasha, veo que hoy nos acompañas a desayunar – mi hermano bajo el periódico viéndome

    -Sesshomaru – llame a mi hermano bajando la mirada

    - ¡Inuyasha! – levanté la mirada al escuchar una voz tan entusiasta -anda siéntate, ya está el desayuno – asentí tomando asiento – cariño baja eso ya – mencionaba una dulce voz femenina observando a mi hermano entregándole el plato con el desayuno en compañía de un beso el cual mi hermano recibió con una sonrisa.

    Cierto, Kagura, ella era la esposa de mi hermano, ella era castaña, una peculiar mirada con ojos rojos para lo cual yo siempre pensé que eran pupilentes, sin embargo, desde que la conozco ha tenido ese extraño color de ojos. Es verdad mi hermano cambio mucho desde que conoció a Kagura, los padres de Kagura son los dueños de una importante empresa la cual se fusiono cuando mi hermano se casó con ella.

    Ella continúo sirviendo el desayuno, la verdad es que desde la llegada de Kagura a la casa nos ha acogido demasiado bien y se preocupa por todos no solo por Sesshomaru.

    -Buen día – escuche una voz entre cortada por un bostezo a un lateral mío.

    Voltee viendo a mi hermano pequeño, el al contrario de nosotros era muy parecido a nuestra madre excepción de su cabellera roja, sus ojos eran cafés como los de mi madre, el tan solo tenía 12 años.

    - ¿Inuyasha? -volteo a verme algo sorprendido dejando la pereza con la que se veía que despertó.

    -Shippo -conteste viendo a mi hermano el cual salió disparado a abrazarme.

    -Pensé que jamás saldrías de tu habitación – me decía al momento que unas cuantas lagrimas comenzaban a salir.

    -Pero ¿Qué dices? -le dije viéndolo extrañado.

    Si bien es cierto que en este tiempo no había tenido ganas siquiera de levantarme, pero no era gran cosa. Después de esa escena todos comenzamos a desayunar.

    Era extraña esa sensación de sentir a la familia junta y no, voltee observando a cada uno viendo el cambio tan radical que había tenido mi hermano desde que estaba con Kagura, por otro lado, ella destellaba tanta alegría pese a como se reflejaba ser su padre y bueno, el pequeño shippo como acostumbrado era jugaba con la comida.

    -Inuyasha – me llamaba Sesshomaru haciéndome salir de mis pensamientos.

    - ¿Qué pasa? – lo voltee a ver encontrándome con su semblante un tanto serio. ¿abre hecho algo para molestarlo acaso?

    -Tenemos que mudarnos -dijo con un semblante aún más serio.

    - ¡¿Qué?! -dije levantándome de la silla, no se si molesto o sorprendido.

    -Como sabrás al fusionarse las empresas constantemente tengo que viajar, por otro lado, se presentó una gran oportunidad era tener un asociado más – me explicaba Sesshomaru sin importarle mucho mi reacción.

    -Bueno, pero si siempre estas viajando, dime ¿Por qué esta vez tenemos que ir todos? – pregunte reincorporándome a la mesa.

    -porque esto es más estable

    -Bueno y ¿Por qué no solo se van _Kagura y tú? – pregunte un poco curioso

    -Tu mejor que nadie sabes por qué – sentí como un escalofrió recorrió mi cuerpo –no puedo darme el lujo de abandonarlos, además aun no estas estable.

    -¿A que te refieres? Si me encuentro bien -dije viendo como mi hermano bajo la mirada para seguir desayunando.

    -Además como ya sabes, pronto tendrás que tomar acción en la empresa Taisho – me dijo Sesshomaru sin dejar de comer.

    Ese escalofrió otra vez – Tu mejor que nadie sabe que en lo más mínimo me interesa formar parte de ello – baje la mirada empuñando las manos.

    A decir verdad, no sé cómo terminé de desayunar sentí como se me hizo un gran nudo en el estómago, es cierto la empresa Taisho era toda la historia de mis padres, pero solo de pensar en ello se me revolvía el estómago.

    Al terminar de desayunar ayude a Kagura a recoger la mesa, Sesshomaru se fue al despacho de mi padre y Shippo a su habitación.

    -Creo que Sesshomaru fue muy duro contigo hoy – me dijo Kagura con una voz muy cariñosa – pero sabes que no lo dice por molestar, todos estamos muy preocupados por ti – me dijo mientras ponía su mano en mi hombro, su mirada se notaba preocupada.

    -Pero eso fue hace mucho tiempo – dije mientras bajaba la mirada

    -Lo sé, pero dime ¿has podido recordad todo? – pregunto aún más preocupada

    -No, no logro recordar nada – suspire viendo como mis manos estaban empuñadas

    -Es por eso que te pido nos acompañes – escuche la voz de Sesshomaru detrás mío – no te voy a obligar a tomar posesión de la empresa hasta que estés listo – sonaba tan compresivo que costaba trabajo creer que fuera mi hermano

    -Además vas a ver que será divertido – decía Kagura poniendo una sonrisa en su rostro.

    Asentí volteando a ver a mi hermano y a Kagura quien se encontraba al lado suyo sujetando su brazo con ternura. Mi hermano me explico que era importante ir con aquel nuevo prospecto de socio por lo que nos iríamos mañana en la mañana, por lo que resto del día me dedique a empacar todas mis cosas…

    Continuara…
     
  2.  
    ahome higurashi

    ahome higurashi Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    11 Julio 2011
    Mensajes:
    128
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Vuelvo a sentir
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1395
    Capítulo 2

    Esta vez al contrario del día anterior, Sesshomaru nos había despertado más temprano ya que el camión de la mudanza había llegado, camine por última vez por aquellos pasillos de esa gran casa, pasillos llenos de recuerdos. Un pequeño sentimiento de nostalgia se apodero de mí, observe por última ocasión aquel cuarto donde habían estado lleno de todas mis cosas y mis recuerdos. Cerré la puerta para bajar a la sala donde estaban esperándome todos ya.

    Sesshomaru cerró la puerta de la casa y con ello comenzó nuestro viaje, el pequeño Shippo gran trayectoria del camino se la paso jugando con una pequeña consola portátil, Kagura realizo alginas llamadas a lo largo del viaje, algunas de negocios y otras personales, Sesshomaru de vez en cuando la volteaba a ver sonriendo la mayor parte del camino estuvo al pendiente del camino y yo, bueno, yo me la pase viendo el camino pensando en tantas cosas.


    Al llegar a un gran residencial se abrió la reja dejándonos pasar, muy retirado de aquella entrada se podía observar una gran casa de fachada blanca, la casa era de dos pisos, una gran cochera y fuera de ella una ligera glorieta.

    Sesshomaru estaciono el auto fuera de la puerta de aquella gran casa. Bajo del auto indicando que habíamos llegado. Bajamos todos del auto observando la casa, era demasiado bonita, Sesshomaru abrió la puerta para encontrarnos con un salón un tanto grande el cual era el recibidor seguido de allí unos pequeños escalones dando a otro cuarto el cual acordamos seria la sala.

    Sesshomaru y Kagura se quedaron viendo como acomodar los muebles mientras Shippo y yo fuimos a ver los cuartos peleando por ver quien se quedaría con el más grande. Al terminar de subir las escaleras Shippo giro viendo una gran puerta, yo seguí caminando casi al final del pasillo.

    Entre encontrando un gran cuarto con una ventana en una de las paredes el cual dejaba ver el patio trasero, me asome viendo que la casa tenía alberca; el cuarto tenía su propio baño y un viejo ropero de madera fijo en la pared.

    -Este será mi cuarto – me asome una vez, más a la ventana viendo el extenso patio

    - ¡Inuyasha! – escuche a Sesshomaru llamarme desde el piso de abajo - ¡Shippo!

    Ambos al escuchar nuestros nombres bajamos, lo cierto es que no era demasiado largo el camino para llegar con Sesshomaru, pero Shippo me iba contando lo genial que estaba la casa y como acomodaría su cuarto. Al bajar encontramos a Sesshomaru bañado y con un traje.

    -Tengo que ir a la oficina. Espero hayan escogido cuarto de una vez, instálense y ayuden a Kagura en lo que necesite, espero no tardar – nos decía mientras se colocaba le saco. Kagura le entrego un portafolio negro -Bien, me voy – dijo mientras se despedía de Kagura.

    Ella lo acompaño hasta la puerta para después darse otro beso. Sesshomaru se marchó y marchándose el comenzamos a acomodar los muebles donde quedarían.

    Al dar las 6:00 p.m. íbamos terminado de acomodar todo.

    -Esto parece una casa ahora si – dijo Kagura contenta viendo su reloj - ¡pero que tarde es! – dijo en tono de sorpresa - ¿Les parece si ordenamos algo de comer? – nos dijo sonriendo.

    - ¡Si! ¡Comida ninja! – dijo Shippo contento

    Ella hizo algunas llamadas y pasado una hora la comida llego, comimos en el piso observando cómo nos había quedado todo acomodado, sentía un poco de nostalgia, pero aun así sentía el calor de hogar.

    -Inuyasha – voltee a ver a Kagura - ¿Qué paso con Ayame? – me pregunto viéndome.

    -No lo sé – baje la mirada sintiendo un poco de tristeza -han pasado tres semanas y no me ha mandado mensaje, no contesta mis llamadas ni nada.

    -Pero pensé que se casarían – dijo Shippo dando un bocado a su comida

    -así era – dije con un hilo de voz – la verdad no entiendo que ocurrió…

    ‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑flash back‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑

    Era más temprano de lo que acostumbro levantarme, hoy cumplía cinco años con Ayame, mi novia, decidí levantarme temprano para invitarla a desayunar.

    Me di un baño rápido poniéndome esa camisa roja que tanto le gustaba a ella, al salir de la casa tome prestado el auto de Sesshomaru ya que ese día el descansaría, pase a la florería a comprarle un lindo arreglo de flores, violetas eran sus favoritas en compañía de algunos tulipanes.


    -Hola amor – salude contento a mi novia desde el teléfono

    -Hola -contesto ella al otro lado de la línea

    - ¿Sabes qué día es hoy? – pregunte muy feliz

    -Por favor hoy no Inuyasha – ella me contesto con un tono de fastidio

    -Voy camino a tu casa para invitarte a desayunar – decidí dejar de lado ese comentario, después de todo nadie arruinaría este día

    -Ok. - escuche como colgó la llamada.

    Guarde mi teléfono un tanto confundido. Subí al auto dejando aquel arreglo en el asiento del copiloto.

    -Hoy es el día – pensé observando una pequeña caja que tenía en mis manos.

    Sin más preámbulos tome camino a la casa de Ayame, al llegar a su casa estacione el auto enfrente de su puerta, me baje tomando conmigo las flores y la cajita roja la cual guarde en el bolsillo de mi pantalón, iba un poco nervioso. Al calmarme un poco toque la puerta respirando para contener mis nervios. Entonces fue cuando la vi.

    - ¡Feliz aniversario! – le dije mientras le entregaba el arreglo de flores, sus ojos verdes no brillaban como antes, al contrario, notaba como fastidio.

    -Gracias – su cara se veía muy rara, ella era de piel muy clara, unos grandes ojos verdes jades y un pelo un tanto rebelde de color rojo.

    - ¿Pasa algo? – pregunte viéndola salir de la casa cerrando la puerta detrás de ella.

    -Inuyasha – suspiro – ya no quiero seguir siendo tu novia. Dentro de algunos días voy a irme, sabemos que una relación a distancia no va a funcionar - hizo una pausa bajando la mirada – tu mejor que nadie sabe que primero está mi carrera y mis sueñas, así que discúlpame – me entrego aquel arreglo que le había dado, dando vuelta para entrar a la casa.

    Me quede petrificado sin poder decir nada, sentí como se rompía mi contaron con aquellas palabras, saque la mano de aquella bolsa donde había guardado el anillo. Me quedé sentado un rato fuera de la casa de Ayame pensando, ¿Qué fue lo que hice? Cuando pude reaccionar me puse de pie dejando el arreglo junto con la caja roja fuera de su puerta caminando para el auto.

    ‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑fin del flash back‑‑‑


    -Y eso es lo que paso – dije viendo a Kagura – Desde ese día no me ha escrito y la verdad yo tampoco – bajé la mirada

    Ella iba a decirme algo cuando se escuchó introducir una llave en la puerta de la casa. Era Sesshomaru dejando su portafolio a un lado de la puerta mientras se quitaba su saco colgándolo en el perchero. Kagura se puso de pie y fue a recibirlo.

    -Ya llegué familia, hola querida – decía saludando a Kagura – veo que ya terminaron de acomodar todo – decía mientras se aflojaba la corbata.

    - ¿Cómo te fue cariño? – pregunto Kagura viendo a Sesshomaru quien traía una cara de fastidio junto con cansancio.

    -Estuvo larga la junta, pero al final logramos convencer al proveedor y se asociara con nosotros, tu padre es muy buen negociador – informo Sesshomaru con una media sonrisa.

    - ¡¿Mi padre?! – pregunto Kagura sorprendida.

    -Si, de hecho, los invite a desayunar mañana, espero no te moleste – dijo Sesshomaru depositando un pequeño beso en la mejilla de Kagura.

    Es verdad, desde la boda Kagura no había vuelto a ver a sus padres por irse a vivir a New York con nosotros. Me pregunto su ¿ese será alguno de los motivos por lo cual nos mudamos? Sesshomaru continúo platicándonos lo relacionado con la junta y la gran negociación que había tenido con el padre de Kagura. Como mi hermano estaba cansado tanto por el viaje como por la junta no tardó mucho en irse a dormir y detrás del todos ya que había sido un día un tanto pesado.

    Continuara…
     
    Última edición: 8 Abril 2020

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