Historia larga Vuelco extraño

Prólogo: Falsa acusación/ Una extraña ayuda.

Ellos, habían muerto en una excursión extracurricular, pero aunque su existencia en su mundo había concluida, habían sido elegidos para continuar su vida como héroes en el mundo de Alerce, un típico mundo de fantasía, con su gran villano.

Cinco héroes, llegaron a Alerce, ellos son designados por las runas.

El héroe de nombre Alessandro Archer, de cuerpo esbelto, alto, de piel blanca, ojos verdes oscuros, pelo rubio y corto, le toco la runa de la valentía y el conjunto de paladín, armadura pesada de color plateado, una espada y un escudo rojo, con el centro blanco.

El otro héroe, es Leo Hunter, un tipo de piel morena, cuerpo ancho, con una musculatura superior a los chicos de su edad, ojos negro como la noche, pelo negro que tapaba sus orejas, la fuerza, era su runa y su conjunto la de berserker, pantalones de cuero café oscuros, una chaqueta abierta y sin manga de piel, llevaba una gran acha.

Otro de los invocados, Nicolás Edge, un tipo de cuerpo delgado, piel blanca, pelo negro y largo que tapaba su cuello y sus orejas, ojos azules oscuros, su rostro esa delgado, su runa era la suerte, su conjunto era la del ladrón o pícaro, pantalones de cuero de color negro, zapatos de cuero de color negro, una armadura de piel café oscuro, guantes negros y una capucha de color negro, y unas dagas doradas.

Otra de las personas invocadas, con el nombre de Ángela Allegria, era una joven de piel blanca, cintura de de reloj, ojos verdes claros, pelo rubio, largo y ondulados, su runa es la magia y su atuendo es de maga, túnica negra, con bordes dorados y guantes blancos.

Y la ultima invocada, una joven de cuerpo esbelto, Luna Rojo, una joven de piel morena, ojos verdes oscuros, pelirroja que le llegaba hasta la barbilla y tapaba sus orejas, de cintura de guitarra, su runa es la amabilidad y su conjunto era la de la curandera o maga blanca, túnica blanca con bordes rojos y llevaba un bastón.

El grupo, después de un largo y peligroso viaje, había llegado a guarida del jefe final, un tipo que llamaba Váliz Grease, un tipo de piel grisácea , cuerpo delgado y alto, ojos negros, alto, una barba negra, cara delga y mentón puntiagudo, con un zafiro rojo sobre su frente, vestido con túnica y capucha negra, guanteletes dorados y zapatos negros, se le llamaba el gran hechicero gris, el cual controlaba a los seres oscuros.

El grupo, después de una ardua lucha, había derrotado a su enemigo, los cincos jóvenes, escaparon de la guarida, antes que se derrumbase.

Después de haber ganado, los cinco héroes, fueron al reino de Obsidiana y entre aplausos, los recibieron , como grandes héroes, los reyes, le dieron a los jóvenes, riquezas y tierras, además de títulos, pero al gran héroe, le dieron la mano de la princesa, la cual, estaba muy feliz de casarse con el héroe, pero miraba de forma celosa, la cercana amistad que tenia Leo con Luna, esto molesto a la princesa, y llamo a la curandera a su pieza, ella fue y la princesa, que se había infligido a si mismo heridas leves, al entrar Luna a su cuarto, grito hondo por ayuda.

Los soldados, llegaron al cuarto y vieron, una extraña escena, una Luna, sorprendida por el suceso y la princesa, con su vestido rasgado y con heridas.

—Ella, vino a mi cuarto y con un cuchillo me ataco—La princesa, acuso falsamente a Luna.

Luna, se había dado cuenta de lo que quería la princesa y negó lo que la hija del rey, había dicho, pero la palabra de la hija, pesaba más que la palabra de la heroína, así que Luna, fue arrestada y después de una semana, empleo su juicio, la curandera, pidió ayuda a sus amigos, pero ellos creyeron, lo que la princesa había ducho, así que la despreciaron.

El veredicto, fue de culpabilidad, la perdida de todos los títulos de Luna, la riqueza, que se le había otorgado y su estatus de héroe y su nombre fue borrado de la historia de los jóvenes héroes. La joven Luna, fue exiliada de la ciudad.

Ya había pasado varios meses, desde su exilio y la joven Luna, sin lugar donde ir, sin familia y sin lugar donde ir, una paria en un mundo, en el cual no había nacido, la chica, había estado mendigando para poder comer, con sus ropas rasgadas y viviendo en una tienda de campaña, afuera de una de las ciudades del reino de Obsidiana.

—hoy lloverá— Luna, miro el cielo nublado, mientras caminaba afuera de la ciudad, después de un frustrado día mendigando en la ciudad.

La joven , se dirigió al bosque donde tenia instalada su tienda, cuando llego a hogar temporal, entro y se sentó en el suelo de la carpa.

“Desde mi destierro, he buscado algún trabajo, pero todos, solo me ha durado un día o una semana, ya que soy torpe, se me cae los platos, mi suerte es negra, ya que he hecho mucho desastres en mis trabajos” se permitió pensar la joven Luna, mientras encendía una pequeña lampara que ponía en el medio de la carpa.

La noche, había caído y la lluvia con ella, la joven Luna, se quedo dormida, tratando de olvidar su hambre, pero no podía, el hambre era más fuerte.

—¿Como aplacar este hambre?—Se pregunto Luna y agrego, golpeándose la frente con su palma de su mano—claro hay alimentos en el bosque.

La joven Luna, salio de su tienda y utilizando una hoja grande, como un paragua, fue a buscar algo que comer en el bosque.

La oscuridad de aquella noche, no permitía ver muy bien en la oscuridad a la joven Luna, la cual se había caído varias veces por el barro que se había formado.

Luna, después de caminar un rato, tenia sus piernas golpeadas, heridas, puesto que aparte del barro se había encontrado con plantas espinosas. La joven, iba abandonar su búsquedas, hasta que sintió un dulce aroma, se acerco al aroma y observo que de un árbol, brotaba una sabia, se acerco al árbol, y con un cuchillo que tenia, quito un pedazo a la sabia.

—A comer—Luna, acerco la sabia a su boca.
—Espera, eso es venenoso—una voz femenina, se escucho.

Pero era demasiado tarde, Luna, había tragado la sabia del árbol. Luna, se sintió, extraña y algo rara, su cuerpo se entumeció y se paralizo, cayo al suelo y antes de perder la inconsciencia, observo una persona de túnica negra acercándose rápidamente a ella.

La luz, iluminaba un cuarto pequeño de piso y paredes, de maderas, el cual a parte de la cama en donde dormía una inconsciente Luna, tenia un armario de madera un poco roído y un escritorio pequeño.

Luna, abrió lentamente sus ojos y observo el lugar, estaba sorprendida, se encontraba en un dormitorio extraño, se dio cuenta que estaba desnuda.

—Espera, ¿que ha sucedido?—Se pregunto Luna, la cual se rasco su nuca y se pregunto—¿Por que, me desnudaron?, a caso me han quitado …

Miles de pensamiento, cruzo por la mente de la joven Luna.

—Veo que has despertado, heroína —una persona vestida túnica y capucha, color negro y con bordes dorados, zapatos negros y guanteletes plateados, entro a la pieza, con una bandeja con un plato de sopa y un pan—La sabia, que te habías comido, era venenosa para los humanos al menor que uno la hierva.

La persona de túnica, dejo la bandeja en el escritorio y se sentó en la silla que estaba al frente del escritorio.

Un pequeño momento de silencio, se sintió en el lugar.

—¿Quien eres?—Pregunto Luna a la persona de túnica y capucha.
—Mi nombre, es Cáliz Grease—la persona de túnica, se quito su capucha, mostrando la cara de una joven de piel grisácea, tersa y fina, pelo blanco, el cual estaba amarrado con una coleta, ojos rojizos, un zafiro de color rojo en medio de su frente y unos tatuajes en forma de rayos azul oscuro, abajo de sus ojos.
—Espera, ese rostro, ese zafiro y ese apellido—Luna, se sorprendió al escuchar la presentación de la joven piel grisáces—Eres un familiar de Váliz.

Cáliz, le comento que ella era su hija menor y su única descendiente viva.

—¿Te quieres vengar de la muerte de tu padre?—Pregunto Luna y agrego—La sopa, tiene algo .
—Si me quisiese vengar, te dejaría en ese lugar, con el veneno en tu cuerpo o te mataría en ese mismo momento—le comento Cáliz que agrego—No, de hecho te agradezco a ver matado a mi padre, se estaba volviendo loco y no se había dado cuenta, que los dioses estaban jugando con el.

Luna, estaba confundida por lo que había escuchado, la hija de su enemigo, le había agradecido por matar a su padre.

—Mejor, que comas—Cáliz, se levanto de su silla y agregó, mirando a su invitada—Te lo contare, en la sala de estar.

Cáliz, salio del cuarto, dejando más confundida a Luna.

 

La ultima descendiente del hijo del dios oscuro.


La joven Luna, estaba sorprendida, puesto que la hija de su enemigo, que la joven, había ayudado a eliminar, le había salvado del envenenamiento de un peligro de ese mundo, además le había dado algo para comer y le había agradecido por matar a su padre.

Antes de cerrar la puerta de la habitación, Cáliz, observo a Luna.

— Te recomendaría, darte una ducha— Cáliz, le comento a Luna y agregó — Te quite tu ropa y la queme, estaba muy desgarrada y sucia, además enn cualquier momento se rompería, aunque admito que tiene un cuerpo atractivo, no creo que te gustaría que otras personas vieran tu cuerpo, ¿cierto?, y te puse ropa en el armario.

Cáliz, cerro la puerta, dejando sola a Luna, la cual observo el plato de sopa, la joven , suspiro y tomo la bandeja.

— Bueno, si voy a morir… mejor estar alimentada— Luna, tomo la cuchara y empezó a comer la sopa, y soltó la cuchara, unas lágrimas salieron de sus ojos— Esta sopa, esta muy rica, hace tiempo que no comía una buena sopa.

Luna, termino de comer la sopa junto con el pan, dejo la bandeja en el escritorio.

— No estaba envenenada, pero por que, esta chica, me ayudo— se pregunto la joven Luna, que salio de la cama y se dio cuenta, que estaba desnuda— Cierto, ella me quemo la ropa.

Luna, agradeció que fuese Cáliz, que le sacase la ropa, no le hubiese agradado, que un hombre le hubiese quitado la ropa.

Obedeciendo las palabras de la joven Cáliz, saco del ropero, la única ropa que había, unos jaenes azules, que tenia el lado izquierdo le llegaba hasta los tobillos y el lado derecho hasta la entrepierna, una camisa blanca y sin manga.

“Esto parece una ropa, de mi mundo", se permito pensar la joven Luna, y se fue con la ropa hasta el baño.

La joven, abrió la puerta de madera y de encontró con un hermoso y espacioso cuarto de baño, un piso de piedra liza, paredes de la misma piedra que el piso, la joven, se sorprendió al ver una piscina en medio del cuarto, solo había visto esto en tres oportunidades, en el palacio real, en el una casa de noble y en un baño publico, aunque esta ultima era más pequeña y no tenia muchos adornos, unos ventanales cuadrado.

— Esto es sorprendente Luna, exclamo con sorpresa y comento— Acaso, esta chica, es una clase de noble.
— No en este reino— le contesto la voz de Cáliz.

Luna, se sorprendió al ver que que Cáliz, estaba en la piscina de agua caliente.

— Cambie de opinión, así que te espere en el baño— le contestó Cáliz, que había visto la cara de Luna y agregó con una sonrisa— Ven conversemos.

Luna, se encamino hacia la piscina y se metió, se sentó en el suelo de la piscina.

Observo a su anfitriona, se dio cuenta que era un más alta que ella, su cuerpo entero era de color grisáceo, con marcas negras en su cuerpo, en especial alrededor de sus ojos, los cuales era de un rojo oscuro, tenia un cuerpo envidiable, una cintura ideal, por un momento Luna, se sonrojo, “ Esta chica, es hermosa”, se permitió pensar, que tuvo que tranquilizar su mente, para evitar problemas.

“Esta piscina, es fantástica”, Luna, se permitió pensar y agrego cerrando sus ojos “ Caliente y relajante, hace meses que no había tenido esta sensación".

— Veo que el agua te gusta— Cáliz le comento a Luna, con una sonrisa y agregó— El estanque, esta conectada a una termas naturales.

Cáliz, dio un chasquido de dedos y aparecieron en el lugar un grupo de seres pequeños, de cuerpo larguirucho, piel verdosa, mentones largos y afilados, ojos como ágiles de coló negro, pies y manos, con dedos largos que terminaban en garras, volaban con alas trasparente parecidas a las libélulas.

— Diablillos— Luna, se sorprendió al ver a esos seres, los cuales llevaban una fuente con dos taza con té.
— Tranquila, hermosura— Cáliz, tranquilizó a Luna y agrego— Depende de quienes los entrenen, es como se comportan.

Los diablillos, llevaron las tazas a las chica, la joven Luna, debió reprimir la sensación de susto y sorpresa, antes aquellas criaturas, en el pasado, ella y su grupo, había tenido muchos problemas con estos seres.

— Bueno, mejor comenzar la conversación — Cáliz, bebió un poco de su té y miro a Luna Conoces toda la verdad de la lucha entre nosotros y los dioses
— Bueno, me han contado que Váliz, había declarado la guerra contra los dioses, en el momento que este había destruido la ciudad de los elfos y…
— Para interrumpió Cáliz — Eso es una gran mentira, la ciudad de los elfos, fue destruida por un volcán, no por mi padre y eso fue hace setecientos años, nosotros solo vivimos unos cuatrocientos años oficialmente, así que mi padre no fue.

Cáliz, se quedo callada, lo que había dicho Cáliz, la había dejado pensativa.

— Esos tipos, realmente son tan… — Suspiro la Grease y observo a su invitada— Son engaños y mentiras, te contare lo que sucede entre nosotros y los dioses.

La historia comienza, cuando una profecía de la creación fue mal interpretada, por los dioses, en esa dice que el dios durmiente, el padre de todo, sonaría a los humanos, en la sexta luna blanca, todos pensaron que se refería al sexto invierno, puesto que la tierra se cubría de nieve en esos días y ellos crearon a unos pre - humanos al sexto invierno de la tierra.

Cuando se dieron cuenta que el dios durmiente, había creado las lunas blancas, decidieron destruir a los humanos creados, pero el dios de la oscuridad, se dio cuenta de lo tonto que era destruir a los seres creados, solo por que eran un error de los dioses, así que hubo una división, el dios de la oscuridad, bajo a la tierra, para ayudar a los humanos a luchar contra los dioses

El dios, le dio a esto pre -humanos, una gran inteligencia y otros dotes, para luchar por su supervivencia y así empezó la guerra de los pre-humanos y el dios de la oscuridad vs los dioses, pero los dioses ganaron y casi destruyeron a estos seres, pero fue el dios de la oscuridad, que apelando a la bondad del rey de los dioses, logro un acuerdo, los pre-humanos, ocuparía el mundo de abajo y los verdaderos humanos, vivirían en la superficie.

Así que los pre-humanos, se convirtieron en los gricense. Los dioses, pensaron que los Gricense, morirían en el mundo inferior, pero eran inteligente y no necesitaban de los dioses, para crear su propio reino, la falta de luz, hizo que sus piel se volviese gris, los dioses, no le importaba la presencia de estos seres, hasta que supieron que el dúos de la oscuridad había tenido un hijo con una gricense, esto molesto trataron de matar a hijo del dios de la oscuridad, pero fueron detenido por el dios creador, que había despertado, por esa oportunidad.

Los dioses, se reunieron en secreto, para que el dios durmiente, ni supiese su plan y en esa ocasión, decidieron maldecir a la familia, haciendo que sus descendiente se volviese locos al tener 250 años, y quisiese dominar al mundo y destruir a los dioses, esta maldición fue sellada, por un zafiro rojo incrustado en la frente de los descendiente del dios oscuro, además impusieron que los héroes, que destruiría a los enloquecidos descendiente del hijo del dios oscuro, seria de otro mundo, hasta los días presentes, se ha implantado esa metodología, yo soy la ultima descendiente del hijo del dúos oscuro.

Luna, observo con algo de confusión a la joven, la historia era algo extraña y por un mentó pensó que era falsa, hasta que observo los ojos de Cáliz, estos mostraba sinceridad en sus palabras.

— Tiene el derecho de no creerme, incluso yo no creía esa historia, hasta que me encontré con los guardas del tiempo— le comento Cáliz a Luna.
— Guardas del tiempo — Pregunto con curiosidad la joven a Cáliz.
— Son los encargados de recopilar la historia del mundo, son seres de túnicas y capuchas, cafés, y viven enclaustrados en la Abad, una biblioteca, subterránea que queda abajo del antiguo templo del tiempo— Contesto la piel gris, a la pregunta de la curiosa Luna.

Luna, al escuchar esto se quedo pensativa, había estado en el templo del tiempo, pero jamas había visto esa sección, ni ha esas personas, se lo hizo saber a la joven Cáliz, la piel grisácea, le explicó a Luna, qué para acceder a aquella biblioteca, era cuestión de tocar la estatua del conocimiento, y esta se abriría, dejando un camino para entrar a la biblioteca.

— Entiendo, pero cambiando de tema— Luna le dijo a la piel grisácea y pregunto a Cáliz— ¿Porque, me ayudaste?, eres la hija de Váliz, además tu familia, deben odiar a la gente de nuestro mundo.
— Eres algo sencilla y sincera— Cáliz, le sonrió a Luna y agrego— Me agrada eso de ti, te ayude, ya que me interesas, eres diferente a los héroes, se ve en tus acciones, mientras los héroes inconscientemente buscaban la fortuna y la gloria en sus acciones, tu solo buscaba ayudar, y eso me gusta de ti, lindura
— Ya veo— Luna, se puso roja, como el tomate al escuchar a Cáliz.

La piel grisácea, tomo otro sorbo de té, dejo la taza en el plato.

— Ahora bien Cáliz, toco la pierna derecha de su invitada y la miro con una cara algo coqueta — Que hay de ti, hermosura
— Bueno… yo— Luna, se sonrojo al sentir que las manos de la grisácea, le tocaba la pierna y con nerviosismo, empezó a relatar su historia.

 

Así comenzó todo: viaje al otro mundo

La joven Luna, cerro sus ojos, pare recordar como había empezado todo y para contar su historia.

— Bueno…todo puede comenzar aquel día, cuando nuestras vidas terminaron en nuestro mundo de origen, y llegamos a este mundo

— Luna, abrió sus ojos y empezó a contar— El clima, era agradable, no era calurosos, pero no era frío, hace tres días, había cesado de llover.

Una brisa mañanera, golpeaba de manera suave la cara de una joven pelirroja, vestida con jeans negros, zapatillas verdes, una camisa negra de mangas corta que tenia como diseño la imagen de una mujer con pelo rubio, orejas largas y con túnica de color blanca, la cual tenia sus manos abierta y sus ojos cerrados, encima de la polera tenia puesta una chaqueta sin manga gris.

La joven de pelo rojo, estaba sentada en un banco de madera, mientras jugaba con una consola portátil, la cual había personalizado, con imágenes de personajes de juegos rpg.

— Vaya, ¿ que hace una chica, como usted, en un lugar como este?—pregunto un joven de pelo negro, de cuerpo delgado, a la chica pelirroja.

— Que bromista, Nicolás — Le dijo la pelirroja con algo de sarcasmo y suspiro— Llegas un poco tarde. Nicolás, vestía con un pantalón negro y corto, zapatillas deportivas, una camisa blanca sin manga y unos lentes de sol negros.

— Jaja, disculpa, es que tuve un problema con las sabanas— le sonrió con nerviosidad— Pero, aún hay tiempo para llegar al bus, antes que parta, ¿cierto, chibi Luna?, además mi hermano, está esperando con su auto

— Entonces que esperamos—Luna, cerro su portátil y la guardo en los bolsillos de su chaqueta, se paro y recogió su bolso y mirando a su amigo dijo— Vamos, Granuja.

Los chicos, se subieron a un auto rojo, el cual estaba conducido, por un joven de 26 años, cuerpo delgado, pelo negro y largo, con una barba de perilla y una ropa de viejo rockero.

— ¿Como estas, roja?— pregunto el conductor a Luna.

— Estoy bien, Alex—le contesto Luna al rockero y agregó con—Gracias por llevarme.

— De nada, todo por una amiga de la familia— Alex, le dio los cinco a la joven Luna, y después encendió el auto y puso un CD de rock en el porta CD de la radio.

Luna, era amigo de Nicolás, des que se conocieron en los primeros años del colegio, desde entonces ambos habían sido inseparable y ambos se metían en problemas, que Nicolás, solucionaba con astucia, inventándose algunas excusas o despistado al profesor, para que ambos pudiese escapar. Mientras iba en camino hacia la parada de bus, los chicos, estaban conversando de varios temas, entre estos sobre videojuegos, y grupos de musica, hasta que el auto llego a la parada de bus, en donde estaba el bus, esperando a los jóvenes que iban a hacer el viaje de fin de curso. Los jóvenes, bajaron del auto y se despidieron de

Alex, el cual se fue del lugar. Los chicos, se acercaron a una joven de pelo rubio y ondulado, la cual vestía con una falda que le llegaba hasta las rodillas, unos zapatos negros, unas medias negras y una polera roja.

Al lado de la rubia, se encontraba otro joven de pelo rubio y corto, ojos verdes oscuros, vestido con un pantalón negro y corto, zapatos negros y una camisa amarilla

— Llegando un poco atrasado, ¿he señorita Roja y señorito Edger?— pregunto la rubia de pelo ondulada, molesta por la tardanza de los chicos.

— Lo sentimos, presidenta Allegria— se disculparon los chicos.

— O vamos Ángela, llegaron solo unos minutos tardes, no sea mala con ellos—le aconsejo el joven rubio y agrego— Además debes acordarte, que hoy es un día especial. Ángela, suspiro, era cierto, hoy era el ultimo día del año escolar y después del paseo, venían las vacaciones de verano.

— Bien, por esta vez te haré caso, Alessandro

— Ángela, miro al rubio y agrego volviendo la mirada a los chicos— Tuvieron suerte.

— Gracia, Alessandro y Ángela — agradecido Luna, con una sonrisa.

— Bueno, bueno, ahora deben de dejar sus equipajes en el compartimiento de abajo y subir— le explico Alessandro a los jóvenes.

Ángela, que se encargaba de anotar a los asistentes, puso a los chicos como presentes.

Luna y Nicolás, guardaron sus equipajes y subieron con las mochilas, que llevaban como equipajes de manos.

Ángela y Alessandro, esperaron un poco más, para recibir a los rezagados, después de unos minutos, iban a subir al bus, para informar al profesor que ya todo está listo para partir, pero fueron interrumpido por la voz de un chico alto y musculoso, vestido con un pantalón corto negro, zapatos negros, una camisa de manga de color negro y que llevaba puestos unos guantes rojos.

— Disculpen— se disculpó el musculoso.

— Buen día Leo, llegas un poco atrasado— Alessandro, le dijo al musculoso y agrego— Bueno, deja tu equipaje en el compartimento de atrás, y sube— le indico Alessandro a Leo.

Después de que Leo, dejase su equipaje y subiese, Alessandro y Ángela, subieron detrás de él.

— Profesor, ya estamos listo— Ángela, le dijo al profesor, que estaba impaciente, esperando que llegase todos sus alumnos.

El profesor, ordeno al chófer que cerrase las puertas y partiesen, el chófer, obedeció al profesor, cerro las puertas e hizo andar el bus, el destino del los chicos, era un sitio para excursiones y acampar, que quedaba a unas tres horas de la ciudad.

El bus, estaba a medio camino, Luna, se encontraba sentada al lado de su amigo Nicolás, mientras que Leo, estaba ocupando un asiento al frente de los dos chicos y en la primera fila, se encontraba Alessandro y la joven Ángela.

Luna, conversaba animosamente con Nicolás, hasta que un camión, que estaba siendo conducido por un conductor borracho y que iba a alta velocidad, choco de frente al auto bus, provocando la muerte de varios jóvenes, entre ellos se encontraba, Alessandro, Leo, Ángela, Nicolás y Luna.

Luna, sintió que estaba cayendo por un túnel y entonces, su cuerpo cayo en algo blando o esa era la sensación que sintió la pelirroja, que abrió sus ojos y se encontró acostada sobre plumas, las cuales desaparecieron frente sus ojos.

Luna, sorprendida y con dolor de cabeza, que se fue pasado de a poco mientras, la pelirroja levantaba, observó el lugar donde estaba, parecía una especie de templo de un juego de rpg.

El lugar, estaba construido con piedras, sus paredes, están llenas de extraños símbolos, una luz, salia de una abertura, la joven observo que el lugar estaba iluminado con velas y que había una abertura en el techo, que hacia que los rayos del sol iluminasen la parte en donde se encontraba.

— auch, mi cabeza— Alessandro, se puso al lado de Luna y luego se quedo sorprendido por el lugar

— ¿En donde estamos?—pregunto Alessandro

— No se, pero…— Luna, respondió a la pregunta de Alessandro, pero este la interrumpió.

— Parece, como el templo del juego de Crystal gear— comentó Alex.

Luna, observo como los demás se levantaban, y miraban con sorpresa el lugar, el sitio, les provocó varias duras, así que estuvieron discutiendo, en donde estaban, hasta que la joven Luna, se acordó del accidente. — Chicos, ¿el bus no había sufrido un accidente?— pregunto Lunas a los presentes.

Después de un momento de silencio, fue Alessandro, el que hablo primero.

— Cierto, fue en el bus— Alessandro, comentó y agrego— Según me acuerdo, un camión, andaba por el sentido contrario del camino, y choco con el bus.

— ¿Estamos entonces, en una especie de purgatorio? —pregunto Ángela y agrego—Ya que veo, que estamos en un sitio que no es tan terrorífico como el infierno o tan hermoso y pacifico, como es el paraíso.

— Tal vez, estamos en el infierno, sabes, el lugar donde habita Lu, no necesariamente debe ser tan Dantesco—le corrigió Nicolás a Ángela.

Leo, se mantenía callado, alejado de toda discusión, tenia se estaba haciendo su propias ideas. En ese momento, los jóvenes, escucharon como si una piedra se desliza, y los chicos, observaron a una mujer mayor que los chicos, entra a la sala.

— tranquilos elegidos de los dioses, yo soy la gran suma sacerdotisa y están en un buen sitio — la mujer, trató de tranquilizar a los chicos.

La suma sacerdotisa, tenia una bella y blanca piel, ojos azules, pelo de color verde que le llegaba hasta la mitad de la espalda y cubría sus mejillas, cuerpo esbelto, cintura de reloj de arena y llevaba puesto una túnica de color blanco, que hacia notar su busto, una cofia con bordado de oro, además de calzado de cuero negro y guantes blancos, en su mano derecha y llevaba un báculo dorado.

— Si me acompañan, les puedo explicar que sucede— le dijo la mujer a los chicos.

— Mmm…vamos a conversar— Alessandro, le contesto a la mujer y llamo a una reunión— Creó que podemos confiar en ella, tiene dos buenas razones y me inspira confianza.

Nicolás y Leo, estuvieron de acuerdo, en especial por las dos razones, Ángela, también estuvo de acuerdo, pero era porque le inspiraba confianza, Luna, aceptó ir con la suma sacerdotisa, ya que parecía una mujer agradable.

— Bien, te acompañaremos— Alessandro, dijo a la sacerdotisa.

La sacerdotisa, sonrió al escuchar las palabras de confirmación. A los segundos los cincos jóvenes, estaban siguiendo a la sacerdotisa.