One-shot [Vocaloid² en guerra] Cuando lo ficticio se vuelve real

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Este es un pequeño escrito para la actividad Vocaloid² en guerra, no supe en que género clasificarlo, ya que para algunos resultará dramático, para otros misterioso/ suspenso o también tragedia, sin más que decir ¡disfrutenlo!

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Capítulo único. - Cuando lo ficticio se vuleve real.​

Pov Rin.​

Me encontraba sentada en algún rincón de esta enorme casa, contemplando los cuadros que permanecían y permanecieron colgados durante mucho tiempo en esta quebradiza pared, cartas de hace mucho tiempo yacían sobre la mesa. Recuerdos que el viento nunca había podido llevar, mientras las ventanas permanecían abiertas, entré a su abandonada habitación, susurrando un cálido —te extraño papá.
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Sobre la vieja y blanda cama se encontraba un libro del que las páginas caían a pedazos y el título también se había borrado, antes de empezar a leerlo corrí a la bodega de herramientas por el pegamento, se me ocurrió la idea de que tal vez si pegaba las páginas podría leer mejor el libro y así fue. Unos pocos minutos de regresar de la bodega me dirigí al cuarto de papá y pegué las páginas, una por una, asegurándome de que no volviesen a quebrarse. Después de haber terminado de pegar las páginas caminé hacía la puerta y recorrí los pasillos principales de aquella mansión de que no hubiera nadie en casa y entré de nuevo al cuarto de papá cerrando con llave la puerta —¿Qué hace este libro en el cuarto de papá? —Nunca lo había visto leyéndolo, debo averiguar qué es lo que oculta. —Dije abriendo el libro. Pero al momento de hacerlo pude escuchar un chirrido en la puerta principal de la mansión, era mamá, ella no podía descubrir que entré al cuarto de papá o me regañaría, siempre se la pasó diciendo que en este cuarto está prohibido entrar.



—¡Rin! ¿en dónde estás? —Grito furiosa la mamá, al no encontrar a Rin en ninguna parte.


—Debo volver pronto o mamá podría descubrirme. —Dije a mi misma, apresurándome a salir de la habitación.


—¿En dónde estabas? ¡apresúrate! debemos mantener todo en orden, tu hermano vuelve a casa esta noche.


—¿Qué? Mamá, tu sabes que…


—Lo siento Rin, la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás.


—Mamá debo ir a mi cuarto, te aviso de una vez que no saldré a recibir a Len, estaré mejor sola.


—¡Rin! vuelve acá, está niña me enferma, realmente me arrepiento de tenerla como hija.




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Pov Len.​

Finalmente bajé del avión y tomé un taxi rumbo a casa de mi madre, estaba seguro de que aquella niña ya era una adolescente, realmente tenemos la misma edad, después de todo somos hermanos, pero parecemos unos completos desconocidos.



Al cabo de unas horas llegué a aquella mansión, aún la recuerdo, viví aquí diez años de los cuales hoy en día me arrepiento.

Rin, mi hermana, me odia. Ella tiene malos recuerdos sobre mi persona, piensa que yo fui el causante de la muerte de mi padre cuando en realidad no es así. —Dije, tocando la puerta.



—Hola hijo, es bueno que estés aquí. —Dijo una mujer con ojeras y en el rostro ocultaba un gran desprecio hacía alguien, —mamá —dije.


—Has crecido bastante Len, después de todo han pasado 10 años desde que te fuiste de aquí.


—Olvidemos eso madre, tengo mucha hambre, ¿has preparado algo de comer?


—¡Por supuesto mi adorado niño! el tenerte aquí llena de alegría esta enorme mansión, vayamos a la cocina.


—Mamá, está casa es enorme y este estofado se ve reamente delicioso ¡muchas gracias por todo esto!—Dije sentándome en la mesa.


—No es nada hijo, ahora come y al terminar puedes recorrer tu futura casa, eres muy bienvenido.



Había pasado una hora en la que me distraje contándole a mamá las anécdotas que me habían sucedido, por lo que me levanté de la mesa y le avise a mamá que iría al jardín.

Al llegar a aquél lugar quedé fascinado, muchas flores por doquier, me fui alejando un poco más hasta entrar a un pequeño parque —¡Nunca había visto esto antes! un parque dentro de una mansión ¡magnifico! —Grité girando la cabeza, para mi sorpresa una chica estaba acostada debajo de un frondoso árbol, enseguida pude notar en su piel una gran palidez y sus cabellos eran igual de dorados que el sol. —¡Qué hermosa es! —dije sintiéndome un poco avergonzado.


—¿Podrías bajar un poco la voz? intento dormir. —Me gritó enfurecida retirándose del lugar, estoy seguro de que esa chica era Rin, se parece mucho a mí, debo pedirle una disculpa por haber sido tan torpe.


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Pov Rin.​

Ese idiota, estoy completamente segura de que es mi hermano, nunca, jamás le volveré a dirigir la palabra, para mí está muerto. Tomé el libro y pude notar que la historia era corta, debido a esto no tendría un final feliz, ignorando esto empecé a leerlo, papá usaba en la historia mi nombre, el de Len y a mamá también. —¡Qué raro! todo esto también había sucedido hace unos segundos, yo me encontraba con Len en el parque al lado del jardín y así fue.


Escuché unos pasos acercándose a la habitación de papá —¿cómo sabían que iba a estar acá? —susurré temblando, era Len o mamá, quién sea no abriré la puerta —repliqué soltando una lágrima —¿por qué? ¿por qué Len volvió? —grité. Estaba insatisfecha, desde que papá murió siempre prefirió a Len, yo no era más que un estorbo, ella dejó de dirigirme la palabra y nunca dejó de echarme la culpa por la muerte de papá. Mi vida se estaba volviendo un infierno.


—Len escúchame por favor —dijo, a punto de soltar una lágrima, la historia no es como tú crees, yo no tuve la culpa sobre la muerte de papá, me fui porque no quería seguir causándote molestias y aunque en realidad no fuese así siempre me sentí culpable. Estoy seguro de que mamá te ha culpado de esto y tú tienes teorías falsas sobre mí, pero, aquí la única culpable es mam... —Él ni siquiera pudo finalizar lo que estaba contándome, escuché un disparo y enseguida abrí la puerta de la habitación, era mamá, le había disparado, ella nos miró de una manera perturbadora mientras él caía muerto sobre mí. —Papá había escrito una historia sobre nosotros, un enfrentamiento familiar o quizá entre hermanos, después de su muerte, pero todo esto había surgido por culpa de mamá, lo más extraño fue que esto era se había vuelto real. —Dije cerrando la última página del libro.

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