Vivo por ella

Tema en 'CLAMP' iniciado por Pam, 21 Febrero 2010.

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  1.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Vivo por ella

    Hola. Parece que hace mil años que no me paso por aquí, pero les adelanto que intentaré terminar con esta historia y no dejarla a medias, lo prometo :). Es un S&S lo que tramo escribir esta vez aunque no sé que les parecerá mis nuevas ideas locas xD. No les aseguro cuan larga será pero espero que disfruten lo que dure de ella.
    Agradezco de antemano a los que se lleguen a tomar la molestia de leerlo.
    Sin más rodeos les dejaré la introducción.
    Salu2.

    Vivo por ella
    Por Pam
    Prólogo

    Aunque intentaba alejarse de su recuerdo, de todos modos regresaba a él. Era una maldición apenas mirarla a los ojos y notar que su corazón aún latía con intensidad al verla, que no podía resistir sus encantos. Lograba envolverlo en sus redes con tan sólo pronunciar su nombre pero, esta vez, él ya estaba decidido. Se marcharía para siempre de su lado.

    Arrancaría todo lo que quedaba de aquella pasión funesta y febril, de aquellos recuerdos que en algún momento de su vida los había atesorado tan celosamente y que ahora sólo se habían convertido en ilusiones perdidas.

    No permitiría que el pasado vuelva a engatusarlo de tal manera y que el destino hiciera de las suyas una vez más. Eso no volvería a suceder y lo tenía muy presente.

    Lo mejor que podía hacer ahora es olvidar. Olvidar ese sentimiento al cual fue condenado a sentir alguna vez...
     
  2.  
    siberian

    siberian Usuario común

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    Re: Vivo por ella

    Hola Pam!!! Está muy interesante y kiero q coloques pronto la continuación :D!! staré al tanto d tu fic ;)
     
  3.  
    Pami

    Pami Guest

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    Re: Vivo por ella

    siberan, por favor, deja un post con más contenido. Ese roza el spam.

    Pam; me gustó mucho el prólogo. Da a pensar muchas cosas, existen muchísimas opciones. Siento que de eso sirven los prólogos, pero en este caso dejaste muy abierto el panorama.
    ¡Para empezar no sé si es universo alterno!
     
  4.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Re: Vivo por ella

    Siberian: Gracias por contestar y me alegra que te haya agradado lo que pienso hacer. Agradezco tu apoyo amiga.

    Pami: También me da mucho gusto saber que te hayas tomado la molestia de pasar por aquí. La verdad que es un UA lo que pienso escribir, pero espero que no me salga un OoC a causa de mi imaginación Oo. Aunque me puse a meditar mucho que rumbo llevaría la historia y aún pienso que será el más acertado. Si no llega a ser lo que dije en un principio ruego me disculpes, es que a veces siempre hago lo opuesto a lo que imaginaba. Por eso no planeo como serán las cosas a causa de tener demasiadas ideas en la cabeza *verguenza*.
    En fin, sólo espero que sea del agrado de ustedes la historia en la cual me estoy esforzando mucho para que me salga lo mejor posible.

    Colocaré en breve el primer cap en tanto termine de correjir algunos errores que hayan quedado por ahí, jeje.
    Espero tener noticias suyas en breve.
    Salu2.
     
  5.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Re: Vivo por ella

    Hola. Lamento tardarme tanto en colocar el primer cap pero espero que les agrade. No tuve mucho tiempo de revisarla bien así que si hay errores ojala me disculpen.
    Bien, sin más rodeos les dejo leer.
    Vivo por ella
    Por Pam
    Capitulo I

    Recuerdos

    ¿Acaso eran sus ojos los que me llamaban la atención cada vez que la veía?
    ¿Acaso era su melodiosa voz la que parecía hechizarme cada vez que pronunciaba mi nombre?
    ¿Acaso eran sus besos los que me impedían pensar con claridad?

    ¿Por qué esa mujer despertaba en mí tales sentimientos que jamás había experimentado y al mismo tiempo lograba dejarme desquiciado en plena madrugada?

    ¡¿Por qué…?!




    Despertó abruptamente al recordarla y sentir la brisa del viento fresco ingresar en su alcoba. Todo estaba a oscuras, solamente la reluciente luna y las estrellas eran las que proporcionaban un poco de claridad esa noche.

    Sentía su frente húmeda y su ropa pegada al cuerpo a causa del sudor. El desespero que padecía cada vez que soñaba lo mismo noche tras noche empeoraba cada día. Sus ojos buscaban a alguien más junto a su lecho, pero no había nadie. Sólo su inmensa soledad lo acompañaba.

    Gruño ante los recuerdos que se agolpaban en su mente y de las cosas que habían pasado; siempre presenciando en sueños la más hermosa visión que jamás tuvo en toda su vida.

    Ella. Esa mujer…

    —Debo olvidarla —profirió colérico al recordar nuevamente su rostro y de todo cuanto había vivido con ella.

    Bebió el agua que reposaba en el vaso que estaba junto a la mesa de noche e intento calmar su rabia con aquel líquido incoloro que recorría su acalorada garganta. Intentó dormir nuevamente pero todo parecía atormentarlo. Sentía que el caos reposaba en sus hombros como una carga que no lograría sobrellevar por mucho tiempo.

    Suspiró pesadamente y gracias a un pequeño milagro, concilió el sueño unos minutos después.




    —Me vuelves loco —emitió el hombre al sentir que lo besaba con intensidad—. Eres mía, solo mía —manifestó posesivo tomando del talle con fuerza a la bella y coqueta mujer.
    —Soy tuya, solo tuya y de nadie más —susurraba en su oído con picardía para luego volver a unir sus labios con los suyos.

    La pasión que los unía era indescriptible y a medida que pasaban los días se acrecentaba más y más.

    Cuando no podían estar juntos, él no dejaba de pensar en esa mujer que lo había conquistado en el momento menos esperado. Era como una hechicera que lograba doblegar su alma a su antojo y despertaba en él sentimientos que nunca había experimentado.

    Todo era perfecto en su vida desde que la había conocido y lograba sonreír frecuentemente cuando antes nunca lo hacía. Era un hombre nuevo, alegre y lleno de esperanzas. Pensaba en ella cada vez que estaba solo, aguardando el reencuentro con la mujer de sus sueños para pasar nuevamente una noche llena de pasión.

    —Aunque intentes olvidarme, no lo lograrás…




    Abrió los ojos desmesuradamente. Su corazón latía a mil por hora mientras intentaba recuperar el aliento. Sólo era una pesadilla.

    Ya había amanecido completamente y lo único que se podía apreciar en su alcoba eran los muebles perfectamente ordenados. Todo estaba en su sitio pero él parecía estar en otro universo.

    Oyó los golpeteos constantes en la puerta y recordó que tenía que ir a trabajar esa mañana como era costumbre. Ni bien se incorporó e intento poner sus pensamientos en su sitio, dejo pasar a la persona que lo buscaba.

    —Adelante —emitió con la voz seca y con su semblante serio reflejado en su tez blanca.
    —Disculpe, joven —profirió una mujer ingresando con timidez a la habitación—. Le enviaron esta carta —extendiéndole el sobre blanco.
    —Gracias —profirió tomándolo en sus manos mientras veía que lo dejaban a solas de nuevo.

    El joven hombre abrió con prisa el sobre para leer su contenido. Su semblante serio había cambiado casi de inmediato a uno de sorpresa. Las noticias que había recibido además de sorprenderlo lo habían dejado contento. Después de todo, al menos tenía algo que celebrar.

    Dejo a un lado aquel papel y se metió al baño a asearse con prisa para estar listo y empezar un nuevo día cargado de labores que no podían postergarse por mucho tiempo. Era un hombre emprendedor y no podía dejar de lado sus obligaciones pese a sus malas experiencias en su vida personal.

    El agua fría recorría su cuerpo desnudo mientras intentaba percibir la realidad de las cosas esa mañana tan calurosa. Cerró los ojos recordando su sueño y pensó que tal vez nunca podría hacer desaparecer a esa hechicera que habitaba sus pensamientos. Debía admitir que la necesitaba en ocasiones, que era imprescindible tenerla cerca y sentir sus labios ardientes besarlo sin pudor alguno.

    Golpeo la pared con fuerza sintiendo el dolor recorrerle el brazo entero. Intentó relajarse recordando la noticia que le había dado su familia para disipar la nube negra que traía encima, puesto que nada más lograba serenarlo ese día. Cada vez le dificultaba un poco más el poder olvidarla.

    Olvido.

    —Si tan sólo pudiera… —musito.

    Ni bien terminó de bañarse y vestirse bajo al comedor para desayunar con calma.

    Aunque tenía una casa —en la cual sólo habitaban él y dos sirvientes más—, al menos se sentía a gusto pese a vivir prácticamente solo. Ya estaba acostumbrándose al silencio ya que cuando vivía en su antiguo departamento tuvo que compartirlo con uno de sus amigos.

    No perdió mucho tiempo y recogió lo necesario para dirigirse al trabajo en cuanto terminó su desayuno, abandonando la casa en cuestión de minutos.

    Decidió ir por la calle menos transitada para poder llegar a tiempo. La empresa en la cual trabaja es una nueva sucursal situada en Tokio. Agradecía inmensamente que esa sucursal existiera ya que le salvaba su vida que, por ahora, estaba patas arriba. Era como el milagro que hacía aparición en el momento exacto.

    Después de haber tenido varios percances con la mujer que le había robado el alma, era más conveniente estar ahí. Estaba más tranquilo teniendo en cuenta de que no podía interferir en la nueva vida que intentaba llevar. Eso en verdad representaba un gran alivio para su alma atormentada.

    —Buen día, joven Li —saludaba cortés su secretaria al verlo.
    —Buen día —saludo como pudo metiéndose a su oficina de inmediato.

    Ni bien desapareció tras la puerta, dejo a una lado su maletín y empezó a verificar su entorno, intentando recordar los pendientes que había dejado. Como todo arquitecto reconocido en los alrededores por su impecable trabajo, era de esperarse que tuviera tantas cosas por resolver a diario.

    Observó uno de los diseños que estaba en su mesa de trabajo y se volvió en dirección a su computadora para verificar algunos datos. Se despojó de su saco dejándolo en el respaldo de la silla y se acercó a su mesa de trabajo una vez que tuvo en mente lo que deseaba plasmar en aquel papel. Tomó su lápiz y su enorme escuadra para terminar de dar los últimos toques a su plano que ya en breve se convertiría en algo real y sólido.

    Había trabajado mucho en ese proyecto y no podía echar por la borda todo aquello a causa de una mala experiencia que lo perseguía todo el día habiendo pasado ya varios meses de aquel terrible suceso.
    Para él era un reto cada una de las estructuras que debía construir o renovar. Era perfeccionista en su labor y no cabía duda que la inspiración siempre acudía a él sin necesidad de esforzarse demasiado. Ni hablar cuando se trataba de concentrarse en lo que hacía, su mente lograba alejarse de la realidad cuando menos lo esperaba. Era algo que debía solucionarlo para evitar meterse en serios problemas a causa de sus distracciones.

    Unos golpes en la puerta lograron traerlo a la realidad de súbito y no pudo evitar sobresaltarse, dejando a un lado lo que hacía.

    —Adelante —emitió algo molesto, notando después la figura familiar que se presentaba ante sus ojos.
    —Por tu tono de voz diría que no tuviste un buen día —manifestó su compañero de trabajo y amigo más cercano—. ¿Qué sucedió…? —preguntó al ver la expresión sombría dibujarse en su rostro.
    —Lo de siempre —replicó con fastidio—. Pero al menos recibí noticias de mi familia y eso es lo único que importa ahora —intentando alivianar el ambiente tenso que había creado.
    —Me alegro contigo, amigo mío, pero aún me preocupa tu situación —emitió el joven analizando las cosas detalladamente.
    —No deberías preocuparte por eso. No quisiera arruinarte el día con la misma historia —admitió con sinceridad sabiendo que sus problemas solo a él le concernían.
    —Somos amigos, sé que necesitas de un apoyo para evitar pensar en esa mujer que parece que cada día te quita de a poco las energías —notando las leves ojeras que se apreciaban bajo sus ojos.
    —Ya no importa eso ahora —desviando la mirada a un lado—. Ya casi termino con esto. En cuanto venga a visitarnos ese hombre podremos disponer de lo demás para iniciar con la obra…si es que lo acepta —meditó sabiamente.
    —Descuida. Seguro le parecerá una idea estupenda —emitió su compañero con entusiasmo—. ¿Cuándo debes entrevistarte con él?
    —En un par de horas —consultando su reloj de pulso—. Suficiente tiempo para que termine con el plano —trazando unas cuantas líneas sobre el inmenso papel que tenía delante.
    —Me parece bien —adujo su interlocutor con calma—. Mientras tanto terminaré de verificar los que me enviaste. Aún no he tenido tiempo de revisarlos —admitió el joven carraspeando apenado.
    —No hay prisa. Tienes suficiente tiempo para eso —emitió burlón sabiendo a la perfección todas las cosas que tenía por hacer.
    —Muy gracioso —dándole unas palmadas en la espalda—. Intenta calmarte un poco o yo mismo me encargaré de que te vayas de viaje por un tiempo.
    —Creo que no es conveniente que haga eso —adujo pensativo.
    —Volveré en cuanto termine mis labores…nos vemos luego —abandonando su oficina con total tranquilidad.
    —Claro —asintió al ver que quedaba a solas de nuevo.

    Su mirada lucía opaca y sin vida. Sentía un inmenso vacío por dentro pese a que su actitud y comportamiento demostraran lo contrario.

    Sus manos se movían de un lado a otro recorriendo aquel papel, intentando concentrarse solamente en eso: su trabajo.

    Ya después de varias horas de haber luchado con su propia mente que le obligaba a pensar en otras cosas; logró terminar con aquel plano. Lo dejo a un lado para poder verificar algunos documentos cuando se dejo oír el teléfono en medio del silencio.

    —Dime, Megumi —profirió serio.
    —Su cliente ya esta esperándolo en la sala de juntas.
    —Voy enseguida —cortando la comunicación de inmediato.

    Recogió lo necesario y fue a recibir a uno de sus clientes más recientes.

    Era un joven que estaba interesado en renovar la antigua casa de sus abuelos que se había deteriorado con los años. Estaba situada a unos kilómetros de la ciudad, cercana a una escuela muy bien conocida por su amigo, quien curiosamente vivió por allí en su infancia. Por supuesto que él también estaría presente para verificar los cambios que serían necesarios agregar o descartar del plano original; además, ambos habían trabajado en ello. Aunque siempre trabajaba solo ahora decidió optar por un trabajo en equipo pese a que su amigo se encargaba de otras áreas durante las edificaciones.

    —Buen día, señor Tsukishiro —saludo amablemente una vez que ingresó en la sala—. Lamento haberlo hecho esperar —dejando sus planos sobre la mesa para extenderle la mano.
    —Descuide, señor Li —emitió afable el sujeto saludándolo de igual forma—. Apenas he llegado hace algunos minutos.
    —Me alegra saber eso —desviando la mirada en dirección a su amigo que estaba tras él—. Le presento al arquitecto Takashi Yamazaki, él ha trabajado en este proyecto conmigo.
    —Un placer conocerlo —extendiéndole la mano el joven.
    —El placer es mío —saludó Tsukishiro con amabilidad tomando asiento una vez que el arquitecto le indico el sitio que debía ocupar.
    —¿Desea algo de beber? —inquirió Li.
    —No, gracias. Se lo agradezco.
    —Bien, entonces echemos un vistazo a los planos —dejando ver los trazos que había realizado hacía unas horas atrás.

    Habían charlado bastante de las modificaciones que creyeron conveniente hacer para que sus abuelos estuvieran cómodos sin necesidad de destruir las bases que ya tenía la casa en si. El joven de cabellos grisáceos quedó satisfecho con el trabajo que pensaban poner en marcha de modo que no hubo cambios en el plano original.

    Después de que terminaron de ponerse de acuerdo el día en que empezarían a renovar la casa, el joven de cabellos grises se marcho satisfecho con el trabajo de ambos arquitectos.

    Una vez que Tsukishiro abandono las oficinas, Syaoran Li aprovecho para ir a almorzar un poco más temprano que de costumbre. Su única compañía era Yamazaki, un tipo serio que ocultaba su lado bromista cada vez que trabajaba y demostraba su verdadero ‘yo’ en compañía de su novia y sus amistades. Aunque siempre se metía en problemas por decir mentiras a las amigas de la joven —que por cierto siempre lo regañaba—; no dejaba de bromear cada vez que tenía oportunidad.

    Se habían conocido unos días después de que Syaoran había llegado a Tokio. Al enterarse de que trabajaría con él congeniaron bien a pesar de que Li tenía un carácter reservado. En poco tiempo se convirtieron en grandes amigos sin darse cuenta. Yamazaki era como un hermano para él: uno que le brindaba apoyo incondicional en todo momento.

    Ambos estaban sentados en la misma mesa que compartían durante el almuerzo. Era un restaurante lujoso y muy frecuentado por la mayoría de los empresarios. Como le quedaba cerca del trabajo, podían venir sin problemas a comer allí con total calma.

    —Es un bonito día —expresó alegre Yamazaki admirando el firmamento despejado.

    Su amigo tan sólo permaneció en silencio sin afirmar o negar lo que él decía. Sentía que se ahogaba a los pocos al querer comprender porque razón pudo ser traicionado por la mujer que amaba aún con fiereza.

    Uno de los camareros les sirvió un poco de vino tinto a cada uno. Un largo silencio parecía sentirse en aquel bullicioso restaurante cuando repentinamente se dejo oír la voz grave del joven de mirada chocolate.

    —Aún pienso en ella —dijo de súbito, como si ya no pudiera ocultar todo aquello—. Después de haberse burlado de mí, aún busco sus besos, su pasión irrefrenable… —fijándose en los múltiples autos que pasaban.
    —No quisiera entrometerme demasiado —inició el joven de cabellos negros con cuidado— pero, ¿crees que vale la pena seguir pensando en ella? —notando su entrecejo fruncido ante aquella pregunta.
    —Sé que no me sirve de nada, pero aún así, parece que su recuerdo me persigue día y noche como una pesadilla sin fin —bebiendo de una sola vez todo el vino.
    —Recuerda que esta con otro y que lo único que obtendrás de esto es envenenarte el alma aún más —manifestó angustiado al verlo tan inquieto, sirviéndose más vino a cada palabra que emitía—. Escucha, Li, sé que ahora quieres odiarla pero solamente te engañas a ti mismo. No busques una respuesta que al final sólo te dejará más devastado —tomándolo de la mano para que evite coger nuevamente la botella de vino—. Hay muchas mujeres en este mundo…no pierdas la cabeza sólo por una que no supo valorar tus sentimientos. —Notando que lo veía fijamente intentando procesar toda la información.

    Él tenía toda la razón al decirle la verdad sin rodeos pero aquel hombre no podía comprender. Estaba cegado con su odio interno que no lograba ver las cosas con claridad.

    —Dime una cosa —dijo mirándolo con intensidad a los ojos—. ¿Tú amas a Chiharu?
    —Por supuesto —afirmó.
    —Entonces, ¿cómo crees que se siente cuando la persona que amas te traiciona de tal manera? —leyendo sus movimientos detalladamente. Sabía que él no tendría una respuesta—. Tú tampoco entiendes mi dolor, Yamazaki. Ahora veo a todas las mujeres de la misma manera: falsas y sin escrúpulos —mirando la copa de vino que tenía a unos centímetros de su mano—. Perdóname amigo. No quiero que me malinterpretes pero, desgraciadamente, mi mundo se ha convertido en un caos.
    —Te comprendo perfectamente y sé que estas sufriendo, no tienes porque disculparte —tomándolo por el hombro con firmeza.
    —Gracias por tu apoyo —manifestó con una media sonrisa.
    —No me lo agradezcas. Por algo somos amigos, ¿no? —profirió sonriente—. Anímate un poco. Ya verás que con el tiempo podrás olvidarla, pero sólo depende de ti que eso suceda.

    Él tan sólo asintió en silencio sin decir ni una palabra más. Prefirió concentrarse en la comida que pensaba degustar en vez de quedarse pensando en todas las cosas que lo perturbaban.
    Después de haber terminado de almorzar en aquel restaurante cada uno regreso a trabajar. La tarde entera estuvieron arreglando sus cosas, pero cada uno andaba por su lado.

    Las horas habían pasado rápidamente y casi sin darse cuenta, la noche había llegado.

    Yamazaki había decidido ir a visitar a su novia puesto que casi no tenía tiempo últimamente para verla a menudo. La noche se veía apacible, propiciando un momento perfecto para poder compartir con esa persona que tanto adoraba.

    Ya estando frente a la puerta, fue recibido por una de sus amigas. Como su novia compartía el departamento con ella, era normal encontrarla por ahí a esas horas. Ingresó en la sala una vez que le indico dónde estaba la jovencita. La vio hundida en el sofá, concentrándose en la película que pretendía disfrutar en ese instante.

    —Hola cariño —saludaba amoroso el joven de cabellos negros acercándose a su novia.

    La joven estaba tan concentrada que su mirada no se despegaba del televisor y al parecer no pensaba ni siquiera en mirar a otro lado. Ni siquiera se dio cuenta que Yamazaki había llegado.

    —¿Esta es la película que estuviste esperando toda la semana? —interpeló al sentarse junto a ella, notando que se volvía a verlo sonriente.
    —¡Así es! —aseveró con emoción—. Me alegra que hayas venido a verme. Ya me tenías algo abandonada —abrazándolo con ternura.
    —Perdóname. Ya sabes, el trabajo parece ser cada día más extenuante —besándola tiernamente en los labios.
    —No te preocupes, yo también tuve un día complicado —riendo algo nerviosa—. Aprovechando que estas aquí quería pedirte un favor, ahora que lo recuerdo.
    —¿De qué se trata?
    —Mañana vendrá a quedarse conmigo Yuka y quería pedirte que vayas a buscarla en la escuela —notando la sonrisa rara que tenía plasmada en su rostro el joven—. ¿Qué te causa gracia? —inquirió.
    —Es sólo que tu cabello se ve algo diferente —dijo apuntando el mechón que se veía fuera de lugar—. Mira —estirando el espejo que tenía a su lado.

    La joven contempló su reflejo en el pequeño espejo notando su cabello un poco desordenado y con uno de los mechones rebeldes perfectamente parado en mitad de la cabeza. Parecía un unicornio. No pudo contenerse y reír al verse tan ridícula con el nuevo look que estrenaba esa noche.

    —Esto me recuerda algo interesante —dijo repentinamente aquel hombre con una amplía sonrisa—. ¿Sabes cómo aparecieron los unicornios? —preguntó viendo la cara enojada que ponía su novia de inmediato.
    —¡YAMAZAKI! —chilló molesta agarrándolo del cuello a causa de la enorme mentira que pensaba decirle.




    Se sentía agotado pero el insistía en seguir allí. No era un capricho suyo el quedarse, era más bien los momentos que había vivido los que despertaban sus sentidos de manera inesperada estando en ese lugar. Sentía su piel erizarse a causa del viento, logrando rememorar a la perfección el rostro de su amada.

    Cerró los ojos por un instante e intentó disipar aquella imagen nítidamente guardada en su memoria, como un retrato imborrable que perduraría por un tiempo o quizás por años si es que él lo permitía.

    —Debo estar loco —masculló admirando los árboles que bailaban gracias al viento.

    Un excelente arquitecto, un hombre exitoso, eso lo definía a la perfección; pero ahora lucía como alguien que no tenía nada. Abandonó su país natal para vivir en otro sitio, abandono su familia, sus amigos… ¡todo! Quería vivir tranquilamente sin sentirse acorralado de estar cerca de aquella mujer que le rondaba como un alma en pena que se rehusaba a marcharse. Era su tormento y su perdición el haberla conocido. Aunque no le servía de nada pensar siquiera en todo eso, sus sentidos parecían recordarle que le hacía falta.

    Una mujer que por desgracia era indispensable en su vida.

    Continuará…
     
  6.  
    siberian

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    Re: Vivo por ella

    Muy bueno el capítulo :D! Me encanta la forma en q narras y describes cada momento; verdaderamente q eres buena en sto d scribir. Me pregunto cual será ese pasado x el q Syaoran no deja d pensar en ella y stá tan atormentado =S!
    Bueno, pusiste una escena clásica q no podía faltar: Yamazaki y sus mentiras. Jajajajaja los unicornios xD!!!
    Te stá kedando muy bueno el fic, staré pndiente d la continuación ;)
     
  7.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Re: Vivo por ella

    Muchas gracias por tu comentario siberian. En verdad agradezco mucho tu apoyo =).
    Lamento mucho no haber colocado ya la conti pero es que tengo demasiadas ideas sueltas en la cabeza y no puedo hilarlas como deseo, además de los trabajos que tengo en la universidad para variar ToT. Prometo colocarla en breve, no dire cuando para no mentirte de nuevo, jeje.
    Y mil disculpas pido nuevamente.
    Salu2.
     
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