—¡Así se hace! ¡Dunsparce, ayúdale, remata a ese Gengar con un Mordisco! DUNSPARCE: Dragón Lvl. 31 Salud: 20/260 AP: 64/100 Ataque: 100 Defensa: 100 Ataque especial: 90 Defensa especial: 90 Velocidad: 60 (<45) Habilidades activas: -Dragoaliento (30 Potencia, Dragón, especial, -8 AP) -Deslumbrar (lanza un dado de 2 caras, si sale 1, paraliza al rival. -35 AP) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro, físico, -8 AP) -Bofetón lodo (20 Potencia, Tierra, físico, reduce en 5 los AP del rival, -10 AP) -Poder pasado (50 Potencia, Roca, especial, -15 AP) Al quedarse solo ante un pokémon gigante, Machamp se puso nervioso. Optó por eliminar de un Desquite al Dunsparce de Ragan, que cayó ante el ataque, y luego, tenso, preparó sus brazos para tratar de detener lo que aquella mariposa enorme lanzase contra él. MACHAMP: Lucha Lvl. 31 Salud: 220/220 AP: 63/100 Ataque: 160 Defensa: 100 Ataque especial: 65 Defensa especial: 50 (-50%) Velocidad: 80 (<60) Habilidades pasivas: -Agallas (si este pokémon sufre quemadura, aturdimiento, envenenamiento o parálisis, la potencia de sus ataques aumenta en x1,5) Habilidades activas: -Puntapié (30 Potencia, Lucha, físico, baja en un 25% la velocidad del rival por dos turnos, -25 AP) -Sumisión (50 Potencia, Lucha, físico, recibe la mitad del daño causado. -10 AP) -Malicioso (-50% defensa del rival por dos turnos, -30 AP) -Desquite (30 Potencia, físico, lucha. Su potencia será 50 ante enemigos que puedan atacarle dos veces por tener superior velocidad, -12 AP) -Profecía (anula las inmunidades del tipo fantasma por 3 turnos. -10 AP) +160 experiencia
Liza White —Vamos Shade, aguanta ahí todo lo que puedas. ¡Maxiestela! BEAUTIFLY: Hada/Fantasma [2/3] Lvl. 23 (220) Salud: 284/284 Ataque: 85 Defensa: 53 Ataque especial: 135 Defensa especial: 68 Velocidad: 82 (<61) Habilidades activas: -Maxibarrera (se protege de un ataque. No puede usarse dos veces seguidas) -Maxiataque (70 Potencia, Normal, físico, reduce la velocidad en un 50% por dos turnos) -Maxisombra (70 Potencia, Fantasma, reduce la defensa especia un 50% por dos turnos) -Maxibarrera (se protege de un ataque. No puede usarse dos veces seguidas) -Maxiestela (70 Potencia, Hada, genera un campo de niebla por 3 turnos)
—¡Genial, así se hace! —felicitó, exaltado, Ragan—. Meowth, ¡sal y acaba con él! Y así, con un fuerte ataque, un Meowth de Galar logró rematar al cansado Machamp. Con él fuera de combate, de pronto, las luces volvieron a la normalidad y los hologramas desaparecieron. ¡Drizzile sube de nivel! +1 Ataque +1 Defensa +1 Ataque especial +1 Defensa especial +1 Velocidad ¡Beautifly sube de nivel! +1 Ataque +1 Ataque especial +1 Velocidad ¡Yamask sube de nivel! +1 Defensa +1 Defensa especial —¡Wow, eso ha estado increíble! —Ragan parecía realmente emocionado ante la batalla. Por eso se decepcionó un poco cuando vio que todo se desconectaba y que Beautifly volvía a su forma original—. ¿Eh? ¿Por qué se acaba ya...? ¡Si ni siquiera íbamos por la mitad de lo que sería la Liga de Galar! Pero la chica que atendía, que regresó allí, les dijo: —Ha terminado la primera ronda. Tendréis que seguir en otra ocasión, me temo, ¡así funciona esto! Pero habéis mostrado un desempeño impresionante, ¡enhorabuena! Hacéis muy, muy buen equipo. ¡Vuestro vínculo es fuerte, se ha podido comprobar! —¿V-Vínculo...? ¿Liza y yo...? —incrédulo, Ragan sacudió la cabeza, y se sonrojó un poco mientras intentaba, entrecortándose sus palabras, regresar a su actitud desafiante—. Bah. ¡Nada de eso, somos rivales! Debemos serlo. >> Ha sido un desafío interesante, pero no era lo que buscaba. Eso sí... volveré por aquí, yo no dejo algo sin terminar nunca. Como tampoco dejaré sin terminar la batalla entre nosotros, Liza. Eso queda más que pendiente. Se marchó así, caminando hacia el exterior de la Torre. Y Liza quedó sola, abandonando el edificio también. Vaya... eso no salió para nada como esperaban, ¡todo había sido una broma del destino, casi! Tal vez Lion no estaría muy contento, eso sí... se suponía que debía batirse con el mejor pupilo de Roy, y mira cómo ha terminado la cosa. Pero bueno, ¡había que informar, sí o sí!
Liza White Completamente entregada en la batalla, admiré cómo el nuevo pokémon de Ragan remataba al Machamp de un golpe, eliminando a los pokémon uno detrás de otros. Ambos nos felicitamos, emocionados, aguardando por la siguiente ronda. Ronda que jamás llegó, y que pudimos comprobar cuando las luces se apagaron y la asistenta nos avisó de que la primera ronda había llegado a su fin. —Oh, ¿ya se acabó? Estábamos en racha... —Estiré los brazos en el aire, desperezándome tras haberlos mantenido en tensión todo ese tiempo. Aún sentía el corazón latirme con fuerza y las mejillas enrojecidas por la adrenalina del momento. Me coloqué junto a Ragan, atendiendo a las palabras de la chica, y sonreí orgullosa al coincidir con que hacíamos muy buen equipo. ¡Solo había que vernos! El chico pareció algo avergonzado, sacudiendo su cabeza poco después, a lo que me volví hacia él con cierto tono jocoso—. Oh vamos, no seas tan terco. No me importaría ser tu amiga y tu rival a la vez, ¿no suena bien? Pero el chico, por el momento, parecía concienciado en tener la batalla que buscaba. Le seguí con la mirada, rodando los ojos, y me despedí de la chica dándole las gracias por toda su ayuda. Quizás de momento aquel chico fuera algo difícil de tratar, pero no perdería la esperanza. Estaba segura de que era buen chico después de todo. Y la promesa aún seguía en pie. *** Me dejé caer sobre el asiento con un suspiro, encendiendo la pantalla de videollamadas del centro pokémon. Los chicos se encontraban descansando bajo el cuidado de Joy, y ahora me tocaba a mí lidiar con la parte más importante del encargo. ¿C-Cómo le diría ahora que...? —¡Buenas, Lion! Soy yo otra vez —le saludé con una amplia sonrisa, sin dejar de jugar con mis dedos. Preguntarle por el tiempo allá iba a ser demasiado obvio, lo mejor era contárselo cuanto antes—. Uhm, verás. Vine a Villa Cruce para conocer al mejor patrocinado de Roy, ya sabes. El desafío se trataba de superar la Torre combate, ¡y lo hice! O bueno... Lo hicimos. Me rasqué la mejilla, desviando la mirada. >>El desafío era combatir por parejas en combates dobles, y yo lo hice junto a él... ¿S-Supongo que eso cuenta como que cumplí el encargo? ¿En parte?
Lion no dio crédito cuando Liza le contó aquello. —¿Combates... dobles? Vaya... no sabía eso. Debimos interpretar mal las instrucciones de aquel sitio, en cualquier caso. Tsk, yo que quería demostrarle a Roy que éramos mejores... ¡bueno, no pasa nada, somos rivales, pero también es mi mejor amigo, después de todo! Le doy palizas, pero no sin antes darle unas buenas palmadas en la espalda. Rivales pero amigos, justo como Liza le dijo a Ragan. Seguramente Roy opinaría igual, pero su pupilo... parecía ser algo más reacio a aceptar que eso era posible. Ay, ese Ragan... ¿volverían a encontrarse? Seguro que sí, no en vano ya prometió que acabarían, sí o sí, ese desafío de la torre, ¿no? —En fin, has cumplico con lo que te dije, por mucho que lo haya malinterpretado, así que mereces igualmente la recompensa; te la mandaré ahora mismo. >> ¡Suerte en tu camino, Liza!
Ian Lockhart Al fin habíamos llegado a Villa Cruce, por lo que podíamos tomar un descanso. Aunque el trayecto no había sido demasiado accidentado, sí que habíamos caminado mucho, y tenía bastantes ganas de sentarme. Senki y yo avanzamos por la colorida villa, yendo de allí a allá, hasta que dimos con el centro pokémon. Así, aproveché para descansar un poco y mis pokémon recuperaron sus fuerzas en el lugar. Una vez que terminaron de curarse, me acerqué a uno de los teléfonos del centro, y llamé a Nerio para informarle de los encargos que había cumplido.
Nerio apareció en pantalla con ojos apagados y mirada desganada. —Ah... has ganado y todo eso, muy bien. ¿Y qué más me cuentas? ¿Has hecho los encargos? Genial, y todo eso, tío. Ehm... pues... ya tal. Oye, no sé qué decirte. Enhorabuena, ¿sabes? Pero ya te he dicho que yo como que paso un poco de todo ese rollo y tal. Es que me han insistido mucho en que sea patrocinador, si yo no quería. Pero en fin... por lo que me ha contado mi hermana, por ahí en Villa Cruce no hay gimnasio de momento, porque la líder anda de parranda o algo. Pero oye, te puedes ir a Pueblo Sereno o a Ciudad Rococó, para allá, pa' la derecha. ¡Venga, ya nos vemos y eso, eh! J-Joder, Nerio sí que era despegado...
Ian Lockhart De acuerdo, sólo había querido informarle sobre los pedidos y tal, y después de eso conseguí unos cuantos más, así que ambos dimos la llamada por concluida. También había conseguido un nuevo lugar a donde ir: Ciudad Rococó o Pueblo Sereno. Ya decidiría sobre la marcha a cuál dirigirme. Le hice una seña a Senki, que se encontraba a mi lado mientras había estado hablando por teléfono, y me siguió hasta la salida del centro. Desde allí nos dirigimos a la salida este de la ciudad, con un nuevo destino (o destinos) en mente.
Mimi Honda Con un suspiro pesado dejé la pokéball de Cubone en la máquina de intercambio. Saber que Ian estaba también en Gérie había tirado por tierra parte de mi buen humor pero no dejaría que me arruinase por completo la experiencia. Ahora más que nunca ansiaba ganar; no solo por mi sueño, si no para poder destrozarle durante el enfrentamiento final por el título de campeón regional. Ni Alpha había podido vencerlo. ¿Cómo le sentaría saber que su poco interesante y débil ex-amiga lo había logrado antes que él? ¿Que yo había logrado lo que al parecer era su única meta en la vida? Pulsé el botón y la pokéball desapareció. Roxy lo recibiría en poco tiempo. Esperaba hacer acertado con el encargo. "La variante regional de tipo hada que vive en las ruinas..." Debía ser Cubone. Mimikyu no era una variante regional era solo un ridículo Mimikyu. Y Cubone cumplía la descripción a la perfección. Era una variante regional de Gérie de tipo hada que habitaba en las Ruinas Rococó. Jugueteé con un mechón de cabello, tensa. Tsk. Como fuese.
Liza White Sí que era cierto eso de que Villa Cruce era atravesada en múltiples ocasiones por los entrenadores y mercaderes. Había perdido ya la cuenta de las veces que la habíamos recorrido, pero apostaba a que no sería la última. Ya empezábamos a habituarnos a esta trayectoria, a decir verdad. Me moría de ganas de ver qué nos deparaba el norte. Pero antes debíamos ganar a Shea. Y, para ello, necesitábamos más entrenamiento. Y sabía dónde conseguir un poco de eso.
Liza White Regresamos de vuelta a Villa Cruce tras una tarde de entrenamiento en la gran carretera. Archer y Amber parecían más exhaustos que ninguno pero podía notar que tenían energías para un rato más. O al menos, la determinación para ello. No pensaba dejarles sobrecargarse demasiado así que decidimos caminar juntos de vuelta, para que al menos así estirasen las patas. ¿A qué venía de repente esa energía incansable?
Emily Hodges En cuanto llegamos a Villa Cruce, liberé a Dottler de su pokéball y dejé que se colocase sobre mi cabeza, estático como siempre estaba. Antes de ir al Valle Tundra, pensaba aprovechar para descansar un poco en la Ciudad y, quizás, ver si había algún producto del servicio de artesanía que podíamos adquirir. No iba a escatimar en preparaciones para los líderes a partir de ahora.
Mimi Honda De nuevo estaba de regreso en Villa Cruce. El trasiego de la ciudad por la tarde seguía siendo apabullante. Lo primero que hice, por supuesto, fue acercarme al Centro Pokémon para informar a Roxy. Descolgué en la cabina de videollamada. —Hey Rox—¿Rox?—acabo de regresar del Valle Tundra. Combatí contra el fan y logré que liberase al resto de competidores. No creo que vuelva a hacerlo—desvié ligeramente la mirada, tensa—. De verdad espero que haya aprendido la lección. Mochi trepó hasta mi hombro y observó la pantalla frente a nosotros con curiosidad. Le acaricié detrás de la oreja. >>¿Tienes algún otro encargo que puedas darme?—pregunté—. Tengo pensado ir a por Shea en cuanto mi equipo haya entrenado tan solo un poco más.
Roxy asintió, agradecida. —Gracias por calmar a Nim. Esperemos que pare un poco... el chico es un terremoto con patas, y no sé yo si va a cambiar mucho, pero bueno... al menos hemos solucionado el problema de momento. >> No tengo mucho más que ofrecerte por ahora. Prueba a seguir ganando medallas, quizá para cuando termines surja algo.
Mimi Honda —Bien. See ya. Colgué entonces. Solo nos quedaba volver a Ciudad Rococó para pescar y recolectar y poner rumbo hacia Pueblo Sereno. A por mi tercera medalla. Shea era experta en Pokémon de tipo hielo. Si usaba el clima granizo podrían beneficiarse Hatsu y Yuudai. De esa forma abandoné el centro. Caminando por las calles empedradas no tardé en localizar en la distancia a una figura conocida. Su cabello negro era inconfundible en cualquier lugar. Verla me dibujó una pequeña sonrisa en el rostro. Bueno, era mi mejor amiga después de todo. —Em—la llamé acercándome. Pero nada más avanzar un par de metros mi cuerpo se paralizó como si hubiese chocado contra una pared invisible. Un sudor frío me corrió por la mejilla—. ¿A-ah? Mierda. Sobre la cabeza de Emily, imperturbable en apariencia se encontraba uno de esos... pokémon bicho. Los puntos de su cuerpo brillaban a intervalos regulares. ¿D-desde cuando tenía Emily un Pokémon de tipo bicho? Liza... ahora Emily. ¿Es que todo el mundo que conocía me iba a forzar a enfrentar mi fobia? El corazón me empezó a latir con fuerza en el pecho, desaforado, detenida en mitad de la calle. Estaba lívida, como una hoja de papel, temblorosa. Mis músculos no reaccionaban, mi cuerpo parecía rehusarse a escuchar a mi cerebro. No... no podía hacer eso. No podía dejar que la repugnancia y el terror me paralizasen. Había prometido superarlo. Había dado mi palabra. Tragué saliva con dificultad disolviendo un poco el nudo en mi garganta y forzando una sonrisa tensa, hice un esfuerzo titánico por avanzar el trecho que nos separaba. Despacio, muy despacio, acerqué la mano en un intento de tocar aquella cosa... pero se movió para mirarme y la sangre se me cortó de golpe en las venas. —¡¡Eek!! Ah, mierda.
Emily Hodges Tras hacer los preparativos que pudimos, estábamos más que dispuestos a dirigirnos hacia el Valle Tundra. De todas formas, estaba convencida que no solo Ian estaba en buscar de la medalla de Rococó así que se veía como una buena manera de hacer tiempo hasta que pudiésemos ir. Mis pasos se vieron cortados, sin embargo, cuando escuché mi voz no muy lejos. ¿Mimi? Dottler reaccionó antes que yo y se giró para mirarla, pero no tardé en imitarlo, dándome la vuelta por completo para mirar a la chica. Ladeé la cabeza, con una expresión de confusión en mi rostro. La rubia se veía extremadamente pálida, ¿había pasado algo acaso? —¿Te encuentras bien?
Mimi Honda Rígida por el terror y el asco apreté los puños cuando Emily se giró para preguntarme si todo estaba bien. No. Evidentemente no. Ni de coña. Por supuesto que no lo estaba. ¡Tenía un maldito bicho encima de la cabeza...! Sacudí la cabeza con lentitud, negando. Pero solo le restaba hierro al asunto. Si estuviese más tensa me partiría por la mitad. —E-estoy bien—balbuceé y busqué los ojos de Emily en un intento por dejar de mirar a aquel Dottler—. Veo... que tienes un Pokémon bicho. ¿Te gustan? Nunca antes te había visto con uno. Algo nerviosa, angustiada, jugueteé con un mechón de cabello. Me iba a costar un mundo superar mi maldito trauma. >>P-pero en fin... supongo que no es lo importante—miré alrededor buscando algo con la vista. Un lugar más apacible en la calle—. ¿Te parece si tomamos algo en aquella cafetería y hablamos más tranquilas? Me apetece un té.
Emily Hodges Me encogí de hombros ante su primera pregunta, sonriendo después para responderle. —Mi patrocinador me pidió que atrapase uno para enseñárselo y al final decidí quedármelo y entrenarlo, ¡es muy defensivo sabes! Así que me viene muy bien~ —me llevé las manos tras la espalda, entrelazándolas mientras hablaba. Dottler no se movió de su posición, impasible como siempre, pero acabé por sacar la pokéball y guardarlo en la misma, devolviéndolo a su lugar. Dijese lo que dijese Mimi, se notaba que no estaba cómoda en su presencia. Giré la cabeza hacia donde indicaba y respondí con un "vale~" antes de dirigirnos hacia el establecimiento. Como había dicho antes, no era mala idea hacer algo de tiempo antes de ir a por el líder de roca... dudaba que Ian acabase tan pronto, pf. >>Entonces... —comencé a hablar una vez sentadas y habiendo pedido lo que queríamos—. ¿Qué tal todo~?
Mimi Honda Suspiré internamente aliviada cuando Emily regresó a Dottler a su pokéball. De modo que se trataba de un encargo de su patrocinador... ¿quién sería este? Era evidente que no estábamos en el mismo equipo. Le di un sorbo a la taza de té. Aquella pequeña y rústica cafetería en la calle de Cruce había sido nuestra próxima parada. Sus suelos eran de madera y estaba decorada por coloridas flores en macetas. Con todo, no parecía ser un lugar muy concurrido. Mochi, mi Cinccino, sobre la mesa disfrutaba de galletas y pequeñas delicias de canela, cuidando de no dejar migas sobre él o la propia mesa. Ni cuando comía podía dejar de lado su obsesiva pulcritud. —Pues... si preguntas por Gérie—le respondí finalmente a Emily—, lo cierto es que muy bien. Tengo la medalla Justicia y la medalla Firmeza y dentro de poco iré a enfrentar a Shea, la líder de tipo hielo en Pueblo Sereno. Será mi tercera medalla no menos. >>¿Tú que tal? ¿Todo bien?
Emily Hodges Miré con una sonrisa al Cinccino de Mimi, limpiando con su cola cada pequeña miga que podía caerse de las galletas que estaba comiendo. Jugueteé un poco con mi dedo en su pelaje, molestándolo, antes de oír como la chica comenzaba a hablar y tuve que prestarle atención. Asentí con la cabeza al escuchar,a con la boca abierta en una pequeña o, y cuando terminó de hablar di unas suaves palmaditas sonriente. —Felicidades por eso~ —le dije, con genuina alegría, antes de dejar de nuevo las manos sobre la mesa, un brazo encima del otro—. Algo parecido~ Nosotros hemos ido primero por Shea y ahora planeaba ir a Rococó a probar suerte, después de prepararme un poco. Así que bastante bien, sí. ¡Es muy emocionante, empezar todo de nuevo! Perdí la sonrisa después de aquello, sin embargo, aunque mi expresión no fue de tristeza sino de cierta seriedad. >>Ah, aunque como he acabado por venir más tarde, siendo que me he quedado un poco atrás y he perdido algunas cosas. Se supone que debemos buscar información de Macrocosmos y no he encontrado nada de eso... Pero no pude evitarlo, una pequeña mueca de enfado infantil se instaló en mi rostro al decir aquello, pues inflé un moflete antes de soltar el aire en un suspiro de quejido. Odiaba eso, pero Ian tenía razón.